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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA


EDUCACIÓN UNIVERSITARIA CIENCIA Y TECNOLOGIA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
CENTRO DE FORMACION UNES LARA

ENSAYO CRITICO

Participante:
Anyely Sierra
C.I.: 21.297.510

BARQUISIMETO, JULIO 2021


¿Cuáles son los Mayores Desafíos de la Organización Comunal en
Venezuela?

- Abrir espacios de reflexión sobre los conceptos de Poder Popular y


Democracia. Llevar procesos de difusión y capacitación sobre la Constitución y
las Leyes, sobre Derechos y Deberes, con el fin de empoderar al ciudadano.
- Consolidar y revisar la responsabilidad contralora de las organizaciones
comunales.
- Formación de ciudadanos para que integren organizaciones para la
participación, que ejerzan el Poder Popular, sin necesidad de pertenecer a un
partido político determinado. Podríamos hablar de un Poder Popular Ciudadano
para lograr la equidad para fortalecer la autonomía de las organizaciones
comunitarias.
- Promover la Reconciliación. Promover y practicar los valores. Desarrollar
procesos de formación en Valores de la Democracia, en las escuelas, en las
universidades y en las comunidades.
- Disminuir las debilidades de la organización comunitaria y aumentar sus
capacidades. Capacitar sin distinciones político- partidistas. Impulsar el Poder
Popular desde abajo hacia arriba, que la sociedad en pleno tenga voz y
participación en el abordaje y solución de los problemas de cada localidad.
Fomentar la concientización del valor del Poder Popular en el colectivo, no
como una franquicia política, sino como la participación democrática de la
comunidad en la búsqueda de bienestar integral.
- Formación de líderes para la Democracia. Formación del Ser, como Ser
Humano.

¿Considera Usted que Venezuela ha Avanzado en la Construcción de un


Estado Comunal?

La propuesta del Estado Comunal, desarrollada principalmente en un conjunto


de Leyes dictadas a finales del año 2010, es el mayor intento de transformación
jurídica del Estado venezolano realizada en los últimos doscientos años. La
afirmación puede parecer exagerada, pero el análisis detenido de esas Leyes y
sus antecedentes, permite corroborar tal conclusión.
Es importante por ello subrayar que el Estado Comunal es una forma de Estado
distinta a la forma asumida en la Constitución de 1999, y que ha sido la forma
jurídica seguida desde 1810, o sea, la República Liberal. El Estado venezolano es
una República, bajo la Constitución de 1999, pues reconoce (i) la soberanía
popular expresada a través del sufragio para la elección de los representantes; (ii)
la separación de poderes y (iii) la supremacía constitucional y el principio de
legalidad. La esencia última de esta forma jurídica es el diseño de un sistema de
protección y garantía de la libertad.
Esa fue la forma jurídica que comenzó a adoptarse en 1810 y se formaliza en
1811, con nuestra primera Constitución. Ha sufrido sin duda ajustes y
modificaciones, incluso de envergadura, como la transformación del Estado Liberal
en Estado Social con la Constitución de 1947, pero en sus trazos característicos,
las Constituciones de Venezuela han preservado la forma republicana.
La Constitución de 1999 define al Estado venezolano, así, como una República,
expresada a través del “Estado social y democrático de Derecho y de Justicia”, a
partir de los principios republicanos que se formalizados desde nuestros orígenes
(artículos 2, 7, 20 y 136). Incluso, el artículo 350 de esa Constitución alude a la
fidelidad del pueblo de Venezuela a su tradición republicana.
El Estado Comunal, se insiste, es una forma totalmente distinta a la forma
jurídica del Estado venezolano de acuerdo con la Constitución. De esa manera, el
Estado Comunal (i) niega relevancia al sistema representativo, a favor de medios
de “participación ciudadana directa”; (ii) desconoce la existencia de representantes
electos, con lo cual la separación de poderes pierde relevancia y (iii) la
supremacía constitucional y el principio de legalidad se difuminan, ante la
preeminencia de la voluntad popular expresada directamente. El Estado Comunal
se funda así en el “Poder Popular”, expresado como la manifestación directa de la
participación ciudadana.
Estos principios, en el Estado Comunal, se articulan en torno a un único fin: la
construcción del socialismo. La expresión “socialismo” no tiene aquí un contenido
más o menos amplio, sino muy concreto: socialismo es el programa político del
Gobierno actual, definido en distintos instrumentos políticos (como el “libro rojo”
del Partido Socialista Unido de Venezuela) y plasmado además en las Leyes del
Poder Popular.
Para construir el socialismo, el Gobierno nacional debe controlar la participación
ciudadana expresada en el Poder Popular. Es decir, que el Poder Popular se
manifiesta a través de “instancias” que siempre son controladas y dirigidas por el
Gobierno, para cumplir con fines del Gobierno, a saber, la construcción del
socialismo. El socialismo es el único objetivo legalmente admitido para la
participación ciudadana. El ciudadano, en el Estado Comunal, no puede participar
para otros fines, y mucho menos puede participar para oponerse al socialismo.

Desde la Perspectiva en Seguridad Ciudadana. ¿Considera Usted posible la


Participación del Poder Comunal en las Políticas de Seguridad Ciudadana?,
Explique de qué Forma.

Dado el desarrollo que han tenido los consejos comunales y su dependencia de


presupuestos públicos canalizados a través del Ejecutivo nacional, gobernaciones
y alcaldías, están tremendamente expuestos a chantajes y manipulaciones de
quienes manejan los recursos económicos. En declaraciones del actual
gobernador del estado Guárico, William Lara, señalaba que “los consejos
comunales, cuya trayectoria, como manifestación auténtica del Poder Popular, se
ha topado en algunos sitios con grupos de poder político y económico que le han
impuesto alcabalas, peajes, sometiéndolos a presiones lesivas a su autonomía,
independencia y soberanía, por ejemplo con la práctica de exigirles
incondicionalidad política como precio del derecho a recibir financiamiento de sus
proyectos. La más brutal expresión del secuestro de los consejos comunales, del
sometimiento de su soberanía por el chantaje de los burócratas que administran el
presupuesto público”.
Recientemente las declaraciones de la ministra del Poder Popular para la
Participación y Protección Social, Erika Farías, señalaba que: "A partir de este
momento, cada consejo comunal se constituye en un comité por el Sí. Es un
órgano del poder. Todos deben ser organizaciones para la Batalla del Sí. Comités
de tierra, mesas de energía, mesas de telecomunicaciones son comités por el Sí
(...) Hay que entender que es un trabajo político; hay que dejar de lado cualquier
otro proyecto para poner la lucha. Ninguno de los problemas que vamos a
solucionar en la comunidad podemos abordarlo sin una fuerza ”.
El proceso organizativo social en Venezuela en la última década ha tenido un
crecimiento exponencial y muy diverso, en donde han nacido experiencias
organizativas distintas motorizadas fundamentalmente por la agenda social de los
sectores populares fundamentalmente.
Los consejos comunales son la organización social más extendida y numerosa
actualmente y quizá en todo la historia de la organización para la participación
social del país.
Es a través de los consejos comunales que muchos sectores populares están
concretando formas de realizar una mayor habitabilidad del espacio social que se
ocupa para vivienda.
Las formas de organización y toma de decisiones pudieran estar siendo una
escuela de ciudadanía en la que los habitantes de una comunidad se entrenan
para el ejercicio de un modo no tan conocido y menos practicado de la
democracia.
Por su extensión y su vinculación con los fondos públicos, además de ser el
Estado el principal impulsor de estas formas de organización social, están
fuertemente sometidos a manipulaciones, chantajes, prácticas, clientelares,
centralización y cooptación de diversas fuerzas políticas, lo que conllevaría, por un
lado, a asfixiar esta interesante experiencia organizativa social en Venezuela y,
por otra, impedir la construcción real y efectiva de un poder popular.

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