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BIENVENIDOS

Y ahora qué hacemos?


Todos sabemos que la mejor medicina es la prevenció n, el objetivo primordial de
este curso es poder ayudar a los padres, hermanos, familiares y amigos de un
adicto, poder obtener, con má s facilidad, informació n prá ctica para contestar
muchas de las dudas que se tienen con relació n a lo que es una conducta adictiva,
y sus probables consecuencias.

Se dirige a todas las personas afectadas directa o indirectamente con este


problema y que se interesen en ampliar su conocimiento sobre las adicciones,
sus origines, efectos y las posibles causas, sobre todo el sugerir alternativas
sobre como actuar así como algunas de las razones del porque de nuestros
sentimientos y los pensamientos que los forman, recordemos que:

“Somos lo que pensamos”


Todas las cosas que hacemos, todas nuestras conductas nacen de un
pensamiento, este es el esquema con el que deberemos tratar las adicciones.

Es decir primero tiene que cambiar la forma en que piensa el adicto y si él logra
esto podemos esperar que, por sus propios medios, también cambiará su
conducta.

Una de las formas má s efectivas en el tratamiento de las adicciones es llegar a que


el adicto vuelva a pensar como pensaba antes de su conducta adictiva, es decir si
logramos hacer que no piense como adicto lograremos que no actué como adicto.

No tengo una mejor forma de expresar este concepto que reproducir lo que en
una ocasió n tuve la oportunidad de leer:
Cuida tus pensamientos porque estos se convierten en palabras,

Cuida tus palabras porque estas se convierten en conductas,

Cuida tus conductas porque estas se convierten en hábitos,

Cuida tus hábitos porque estos se convierten en tu carácter,

Cuida tu carácter porque esto se convierte en tu “Destino”

En muy pocos casos, el solo tratar de cambiar la conducta da un resultado


definitivo, normalmente genera má s ansiedad y sentido de culpabilidad al ver
que caemos una y otra vez en la misma costumbre.

“Somos lo que pensamos”

Como verá n a medida que vayan aprendiendo, entenderán que cualquier adicto
dirá lo que sea con tal de lograr sus propó sitos y esto incluye el que nos prometa
una y otra vez que va a dejar de usar. Es nuestra responsabilidad entender que
solo cuando decida él cambiar, es cuando empieza su verdadera recuperació n.

Demasiadas vidas dependen y son afectadas por nuestras buenas o malas


decisiones. Mientras má s herramientas se tengan, má s probable es lograr evitar
que nuestros hijos/marido/conocido o familiar caigan en el uso de la droga. Se
nos facilitara má s hacerlo si les damos alternativas viables para que ellos puedan
decir, con una convicció n real, “no a las drogas”.

Nuestro deseo es que si el estudiante, o alguien cerca de él, necesita tomar una
decisió n, está este sostenida con la mayor cantidad posible de informació n en
torno a lo que son las adicciones.

Siempre es mejor estar má s informados, recordemos que el que no sabe es como


el que no ve, en adicciones no podemos darnos el lujo de quedarnos ciegos a la
realidad de las drogas.

Este curso está enfocado en forma muy especial a aquellas personas que ya
tienen el problema y que, como en nuestro caso, al darse cuenta de la adicció n se
encontraba cerca, nos embargue una desesperació n al ver lo poco que conocían
del “fenó meno de las drogas” y la impotencia que sentimos al no saber qué hacer
ni có mo actuar.

El arma más importante en combatir este mal es


el estar informado, “Si no sabemos a dónde
vamos que importa qué camino tomemos”.

Otra de las razones principales de este curso es obtener má s informació n y así


poder determinar qué camino es el menos malo, como se irán dando cuenta que,
en la drogadicció n no hay un camino bueno, lo importantes son los resultados

Lo esencial es poder entender lo que está o no en nuestro poder hacer, y como se


maneja este concepto dentro del contexto de la dinámica adictiva. Una de las
etapas má s importantes es reconocer el problema, cambiar lo que se puede y
necesita cambiar y sobre todo identificar lo que no está en nuestras manos
modificar y aprender a aceptarlo.

Aquí nos queda tomar en cuenta muy profundamente lo que nos dice la oració n

concédeme…

Serenidad
Para aceptar las cosas Que no puedo cambiar.

Valor
Para cambiar aquellas Que puedo, y

Sabiduría
Para reconocer La diferencia

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