Está en la página 1de 2

SISTEMA FINANCIERO PERUANO EN TIEMPOS DE PANDEMIA

La llegada de la pandemia tomó al país con un sistema financiero que gozaba


de buen desempeño, además de contar con instituciones que regulaban y
supervisaban sus movimientos, pero también desvistió esa dura realidad de
nuestra capacidad económica como país y de las falencias del estado para
controlar el problema sanitario.

Según el reciente informe preparado por la Asbanc en el marco de la


Situación de Emergencia Nacional por la pandemia COVID-19, el sistema
financiero peruano se encontraba mejor posicionado para enfrentar esta
pandemia, en comparación con las crisis previas de 1998-2001 y de 2008-
2009. Esto se debe a que se cuenta con una cobertura de provisiones amplia,
de menor riesgo cambiario y una limitada dependencia de fondeo del
exterior; además de disponibilidad de liquidez y la suficiencia de capital que
respalda las operaciones crediticias.

También, es preciso destacar el marco institucional del sistema, el cual


consagra principios que explican gran parte de su crecimiento y desarrollo en
las últimas décadas, tales como: la prohibición de tratamientos
discriminatorios, la libertad de asignación de recursos y, especialmente, el de
la libertad de precios.

"En este contexto de amplia incertidumbre para todos los agentes de la


economía, resulta importante comunicar con el mayor detalle y la mayor
claridad posible las medidas restantes; así como la estrategia de salida
progresiva de las medidas de contención, incluyendo el calendario previsto
de reactivación de actividades económicas según riesgo e impacto
económico, con el fin primordial de continuar protegiendo a la población a la
par de brindar certidumbre a los agentes de la economía", agregó Naranjo.

Sobre Reactiva Perú, la asociación señala que es necesario reevaluar si el


dimensionamiento original del programa sigue siendo compatible con los
objetivos y posibilidades del gobierno. Esto a raíz de las recientes olas de
nuevos pacientes del virus y los indicadores de demanda del programa.

Esta situación ha demostrado que es necesario optimizar y expandir los


beneficios de una adecuada infraestructura institucional, normativa, con
sistemas tecnológicos y operativos en el sector público y en el privado para
facilitar la participación de todos los intermediarios financieros a través de
todos sus canales. Con esto, a un largo plazo, se lograrán sentar las bases
para una inclusión financiera ágil.

También podría gustarte