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Chavez Aguirre Geotecniapdf
Chavez Aguirre Geotecniapdf
Colaboraciones:
Alberto Ramírez Piedrabuena
Adán Ramos Bautista
Ernesto Carmona Ricardez
FORMACIÓN: D.G. Ernesto V. Lara Arriola
ILUSTRACIONES: Ernesto Carmona Ricardez
DISEÑO DE PORTADA: José María Chávez Aguirre
Esta obra ha sido redactada de manera amena y sencilla y está ilustrada con
ejemplos prácticos, principalmente en obras construidas por la Comisión Federal
de Electricidad, en muchas de las cuales, el Dr. Chávez Aguirre participó
personalmente. Asimismo, contiene tablas y cuadros que ayudan a identificar
rápidamente conceptos, datos técnicos y métodos aplicables bajo características y
condiciones específicas, todo lo cual hace la lectura de este texto, fácil y
comprensible.
Aunque son comprensibles por separado, los capítulos de cada área están ligados
unos con otros, igualmente las tres disciplinas están integradas en el texto de la tal
manera que hacen un conjunto armónico, que a la vez puede estudiarse en forma
independiente.
INTRODUCCIÓN 11
Fallas 90
Juntas 95
Formas de emplazamiento de las rocas ígneas 95
CAPÍTULO Xll Medición de los Esfuerzos Internos del Macizo Rocoso 173
Introducción 173
A) Método de relajación de esfuerzos 173
B) Método del gato plano 179
C) El Método de fracturación hidráulica 181
INTRODUCCIÓN 313
las cortinas no son dañadas por los sismos que constantemente las azotan?, ¿de dónde surgieron
los materiales que se utilizaron para su construcción?, ¿cuánta gente trabajó y durante cuánto
tiempo antes de iniciarlas?.
Generalmente, los trabajos de ingeni ería básica y geotecnia previos a una construcción
de este tipo duran de cinco a diez años, durante los cuales se exploran los ríos y las características
de las rocas por las que se labran sus cauces; se seleccionan muestras de roca y suelo para hacer-
les pruebas en laboratorios, para conocer su porosidad, permeabilidad, resistencia a los esfuerzos
y el desgaste por la erosión. El geotecnista somete a pruebas las rocas y suelos en general antes
de dar su opinión sobre la factibilidad de la construcción.
Apoyado en el trabajo del geotecnista, el ingeniero civil construirá su obra, el ingeniero
mecánico verá funcionar sus equipos, como turbinas y generadores, y el ingeniero electricista
conducirá la energía hacia zonas rurales que anteriormente no la disfrutaban y hacia áreas conur-
badas industriales o nuevas comunidades que incrementan la demanda.
El geotecnista debe conocer las características geológicas por lo menos de nuestro país,
los tipos de rocas que lo conforman y los fenómenos naturales a que están expuestas. No es lo
mismo construir una autopista como la que une a la Ciudad de México con Acapulco, que otra
como la que conduce de Chihuahua a Ciudad Juárez.
La primera atraviesa la Sierra Madre del Sur, aquejada constantemente por sismos de gran
magnitud, producidos por el desplazamiento de la placa oceánica del Pacífico bajo el continente
americano, mientras que el norte del país es prácticamente ajeno a este tipo de movimientos.
Estas autopistas requieren la construcción de túneles y puentes. Tales obras plantean inter-
rogantes acerca de la estabilidad y permeabilidad de las rocas a través de las cuales se excavará
un túnel o de la resistencia del macizo rocoso sobre el que descansarán los pilares, en ocasiones
de más de cien metros de altura, que sostendrán a los puentes vehiculares que permitirán transitar
sobre los ríos.
El geotecnista responde a esas preguntas sometiendo a las rocas a los estudios ante-
riormente mencionados; prevé riesgos a los que está expuesta una obra civil, garantiza la per-
durabilidad de la construcción y selecciona los cimientos de obras que disfrutarán miles de
usuarios.
Los sismos de 1985 que afectaron a la Ciudad de México, atrajeron el interés del pú-
blico en general hacia la actividad del geotecnista. Después de esa tragedia el Valle de Méxi-
co se vio sometido a una gran cantidad de estudios de geotecnia. Se analizaron los suelos que
lo constituyen y se plantearon métodos constructivos que contribuyeran a incrementar la re-
sistencia de las obras civiles o arquitectónicas a los movimientos causados por terremotos, de
los que la ciudad no puede escapar.
La geotecnia colabora en la búsqueda de medios que garanticen la seguridad y bienestar
de la población de una ciudad tan grande y tan expuesta a los eventos naturales como la de Méxi-
co. Su contribución es palpable en una obra tan indispensable como el Sistema de Transporte
Colectivo (Metro) o en la construcción de líneas de conducción de agua que alimentan al Distrito
Federal, como el acueducto perimetral de hasta ocho metros de diámetro.
· La zona conurbada de esta metrópoli crece en forma muy acelerada. La población se
acumula en terrenos inestables como las áreas minadas de rellenos anteriores de barrancas, natu-
rales o provocadas por el hombre. Estas áreas pueden ser localizadas por el geotecnista y prevenir
desastres como hundimientos de colonias enteras.
INTRODUCCIÓ 13
GEOLOGÍA APLICADA
MECÁNICA DE ROCAS
GEOFÍSICA APLICADA
GEOTECNIA
INGENIERÍA SÍSMICA
DISCIPLINAS COMPLEMEN-
INGENIERÍA ESTRUCTURAL
TARJAS
INGENIERÍA DE MATERIALES
COMPUTACIÓN
Mineralogía
Petrografía Cristalografia
Vulcanología
Rocas y Minerales
Geoquímica Geohidrología
Atmósfera
Geodinámica (Interna y Ex-
Geología Estructural tema)
Tectónica
Geomorfología
CIENCIAS Vulcanología
Geología Física
Paleogeografía
GEOLÓGICAS Sedimentologia
Litología
Estratigrafia
Geología Histórica
Paleontología
Paleogeografia
a la Minería
Geología Aplicada a la Ingeniería Civil
al Petróleo
Geología Ambiental
Este libro se apoya en los trabajos que han realizado a lo largo de varias décadas eminen-
tes geólogos, geofísicos e ingenieros civiles.
La primera parte, Geología, inicia con una breve descripción de la constitución de la Tie-
rra, con el fin de conocer las partes en que está dividida y que contribuyen a explicar algunos de
los fenómenos naturales que la afectan. La Deriva Continental y la Tectónica de Placas son
teorías que transformaron radicalmente el pensamiento del geólogo moderno; en poco más de
treinta años estas ideas han evolucionado tanto en la Geología que incluso la computación se ve
como un arma común, requerida para establecer modelos matemáticos en los que hace pocos años
no se podía siquiera soñar.
De lo general a lo particular pasaremos de la descripción breve de estas teorías a una defi-
nición de los minerales formadores de rocas y de la génesis de éstas y su clasificación; haremos
un análisis del macizo rocoso como un preámbulo de la información que requiere el ingeniero
civil o el geotecnista.
Con el afán de proporcionar información que sea de interés en Geotecnia, se consideró
necesario dedicar un capítulo a la descripción de los métodos geofísicos, cuyas aplicaciones son
de importancia vital para la interpretación geológica del subsuelo.
Para comprender el sentido de la Geología como ciencia aplicada, es indispensable cono-
cer la Escala del Tiempo Geológico; con este propósito se hará un repaso de los conceptos que se
INTRODUCCilJ 15
manejan en la elaboración de una columna de este tipo y se presentarán las diferencias entre tiem-
po relativo y absoluto.
Para el desarrollo de las obras civiles en nuestro país, es prioritario tener un conocimiento por
lo menos básico de la Geología de México; en este capítulo se describen en forma somera los princi-
pales tipos de roca y estructuras que hacen las diferencias entre una provincia geológica y otra.
La segunda parte corresponde al estudio de la Mecánica de Rocas; inicia con la descrip-
ción y clasificación del macizo rocoso, para lo que se toman en cuenta los indicadores de la cali-
dad de la roca y las propuestas de varios autores para clasifi.carlo y continúa con una descripción
de las propiedades índice de las rocas.
Las características del macizo rocoso se describen con amplitud así como el desarrollo de las
pruebas o análisis a que se somete, como la deformabilidad, la permeabilidad, la resistencia a la
compresión y la resistencia al esfuerzo cortante, información que se considera útil por los concep-
tos que el ingeniero civil debe manejar.
Se concluye esta parte con la descripción de los métodos que se utilizan para medir los es-
fuerzos internos a que está sometido un macizo rocoso, como el de relajación de esfuerzos y el
del gato plano.
El análisis de una masa rocosa depende de la profundidad en conocimiento de los temas
anteriores y del grado de complejidad con que se manejen.
La tercera parte está dedicada a la Mecánica de Suelos y fue elaborada por ellng. Adán
Ramos Bautista, egresado de la Especialización en Geotecnia y profesor de la Licenciatura en
Ingeniería Civil de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán y por el M. en C. Alberto
Ramírez Piedrabuena, profesor y fundador de la Especialización en Geotecnia, donde imparte
esta materia desde hace veinticinco años. Sus capítulos están basados en parte, en el trabajo de
tesis que desarrolló el lng. Fernando Juárez, para obtener el diploma de la Especialización
mencionada.
Se inicia este tema con una breve descripción de los tipos de suelos para continuar con
una guía de las etapas que constituyen una exploración de campo antes y durante la construcción
de la obra civil. Se analizan los métodos de exploración y muestreo, directos e indirectos de los
suelos y se presenta una semblanza de las características de la exploración geotécnica submarina.
La estabilidad de taludes en suelos es tratada mediante una descripción de los tipos y me-
canismos de fallas en taludes y el desarrollo de los métodos de análisis de estabilidad más comu-
nes como el Sueco, el de Bishop y el de la Cuña.
Se continúa con un análisis de los diversos muros de contención y sus posibilidades de
falla y se agregan ejemplos de presión de tierras basados en las teorías de Coulomb y Rankine. Se
describen también algunos diseños y se aplica la teoría de Rankine mediante la elaboración de un
eJercicio.
El tema de los asentamientos en suelos se trata siguiendo las teorías de la elasticidad y de
la consolidación de Coulomb y Terzaghi, respectivamente, para terminar con una breve descrip-
ción de la influencia del factor tiempo en este tipo de fenómenos.
Se concluye esta parte con un análisis de las diferentes teorías acerca de la capacidad de
carga de los suelos, los factores de seguridad y los diversos tipos de cimentaciones superficiales y
profundas.
La cuarta parte, Laboratorio de Geotecnia, constituye una propuesta para la elabora-
ción de prácticas escolares, ejercicios e incluso análisis profesionales en los tres casos de es-
16 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUIRRE
tudio: Geología, Mecánica de Rocas y Mecánica de Suelos; fue desarrollada en gran medida
por estudiantes egresados de la Especialización en Geotecnia de la Facultad de Estudios Su-
periores (FES) Acatlán, dentro del Programa de Iniciación Temprana a la Investigación y la
Docencia (PITID) de la UNAM, asesorados por el autor, en un intento de plasmar sus inquietu-
des y propuestas de solución.
Esta obra no pretende cubrir todos los temas relacionados con la Geotecnia; está estructu-
rada con el fin de responder a las inquietudes que normalmente expresa un profesionista o estu-
diante de esta especialidad o de Ingeniería Civil, aunque sin duda será de utilidad para el geólogo
o el geofísico cuyo trabajo esté relacionado con la construcción de obras civiles. El campo es tan
vasto que quedan muchas preguntas por contestar, tarea que se tratará de resolver en el futuro.
Para alcanzar este primer objetivo se contó con el apoyo y participación de varias perso-
nas de la FES Acatlán, entre ellas debo expresar mi más profundo agradecimiento al Dr. Guiller-
mo González Rivera, Coordinador del Programa de Estudios de Posgrado.
Habría sido muy dificil concluir esta obra sin el interés y entusiasta participación del Ing.
Adán Ramos Bautista, profesor egresado de la Especialización en Geotecnia de la FES Acatlán,
quien rescató y mejoró la presentación de los capítulos del Laboratorio de Geotecnia y desarrolló
la parte dedicada a la Mecánica de Suelos. También debo destacar y agradecer la participación,
interés y apoyo del M. en C. Alberto Ramírez Piedrabuena en la elaboración del texto corres-
pondiente a la teoría de la Mecánica de Suelos y la del lng. Antonio Bahena González, jefe del
Laboratorio de Mecánica de Rocas de la CFE, en la revisión de los temas de Mecánica de Rocas.
Los comentarios, sugerencias y correcciones de los ingenieros Rubén Felipe Montes
Trejo, Jefe de la Sección de Geotecnia de la Licenciatura en Ingeniería Civil de la FES Acatlán,
Gustavo Díaz Velarde Seres, anterior Subgerente de Exploración Geológica y Geofísica de la
GEIC-CFE y Leovigildo Cepeda Dávila, Coordinador de la Carrera de Geología de la Facultad de
Ingeniería de la UNAM, fueron siempre acertados y sin excepción incluidos en el texto.
El Ing. Ernesto Carmona Ricárdez, colaborador del Departamento de Geología de la Co-
misión Federal de Electricidad, aportó su conocimiento de los diversos paquetes de cómputo en
la ubicación, corrección y diseño de ilustraciones, fotografías y figuras. A su constancia e insis-
tencia se debe en gran medida la conclusión de este trabajo.
Finalmente, es necesario reconocer y agradecer el interés en el desarrollo de esta obra de
los ingenieros Gustavo Arvizu Lara, Gerente de Estudios de Ingeniería Civil de la Subdirección
Técnica de la CFE. y Moisés Dávila Serrano, Subgerente de Exploración Geológica y Geofísica
de la GEIC-CFE
INTRODUCCIÓN
Conocer las características internas y externas de nuestro planeta y los fenómenos que dan lugar a
los movimientos que se generan en él y que se manifiestan en su superficie, es de gran importan-
cia para quien se dedica al estudio de las Ciencias de la Tierra. Aunque muchos de los recursos
naturales han sido aparentemente agotados, nuestro planeta posee ocultos gran cantidad de secre-
tos, que serán poco a poco descubiertos en la medida que el hombre avance y pueda utilizarlos.
¿Por qué se mueven los continentes?, ¿cuáles son los fenómenos que originan los diversos
tipos de rocas?, ¿qué causa los sismos?, son algunas de las innumerables preguntas que el hombre
se hace desde mucho tiempo atrás. Para tratar de dar respuesta a ellas debemos analizar los temas
desde el principio, por lo que haremos un breve repaso de lo que hasta la fecha se ha descubierto,
basados en parte en el libro "Physical Geology" de N. K. Coch y A. Ludman.
Nuestro planeta puede dividirse en tres zonas químicamente distintas: la atmósfera, la hidrosfera
y la tierra sólida. Cada una tiene una combinación única de elementos y una proporción única de
sólidos, líquidos y gases (figura 1.1 ).
Corteza
D-40km
La hidrosfera es el líquido exterior que cubre a la Tierra e incluye los océanos, lagos, rí-
os y corrientes subterráneas. La mayor parte de la superficie de nuestro planeta es agua, el 71%
de él está cubierto por los océanos únicamente. La hidrosfera es esencialmente agua, pero una
gran parte de material está disuelto en agua de mar y en agua dulce, incluyendo gases como el
oxígeno o iones como Na+ y Cl-. Los sólidos, como los sedimentos acarreados por un río, son
transportados en suspensión por las aguas superficiales.
La Tierra propiamente dicha se acerca a un sóli do y se divide en tres regiones: corteza,
manto y núcleo. Los geólogos han perforado solamente parte de la corteza, pero eventos como las
erupciones volcánicas ocasionalmente aportan a la superficie ejemplares de lo que se cree es ma-
terial del manto.
La existencia y composición del manto y núcleo fueron inferidas por métodos de senso-
res remotos, como la sismología.
El oxígeno y la sílice son los elementos más abundantes en la corteza y el manto. Antes se
pensaba que el núcleo externo es líquido.
La Sismología puede revelar el espesor y densidad del núcleo y del manto, pero no puede
dar informac ión acerca de su composición. Por ejemplo, el núcleo, con un espesor de 3475 km a
partir del centro de la Tierra, debe tener una densidad de 10 a 11 g/cm3, la cual sobrepasa la de
cualquier mineral de sílice. Nunca se han visto rocas del núcleo por lo que solamente se puede
especular acerca de su composición, pero estas especu laciones deben incluir materiales de densi-
dad apropiada.
CONSTITUCIÓN DE LA TIERRA 21
Se cree que las partes líquida y sólida del núcleo son una mezcla de metales de fierro y
níquel, a temperaturas que oscilan entre 3 700° C y 4 300° C.
Existen dos evidencias que conducen a esta conclusión:
b) Magnetismo terrestre. La Tierra actúa como un imán gigantesco, un hecho comprobado por
cualquiera que haya utilizado una brújula. La fuente del magnetismo parece ser un material
conductor de la electricidad localizado en el núcleo. La aleación de níquel y fierro encon-
trada en los meteoritos es precisamente el tipo de material que necesitamos.
ción siálica de la corteza, o simplemente sial. La capa inferior es similar a la composición del basalto
y es rica en sílice, fierro y magnesio. Se le conoce como la parte simática de la corteza, o sima.
Figura 1.2. La corteza bajo los continentes y las cuencas oceánicas. La corteza continental es gruesa, se divide
en dos capas (la simática y la siálica), mientras que la corteza oceánica tiene una capa simática delgada.
La corteza oceánica no sólo es más delgada, también es más simple y consiste solamente
de la porción simática. Esto explica la ausencia de granito en los océanos porque no existe una
capa siálica cuya mezcla forme magma granítico.
La capa siálica de la corteza continental se ensancha bajo las montañas, pero no continúa
igual bajo las partes planas.
La parte superior de la Tierra se divide en litosfera y astenosfera. La litosfera contiene la
corteza y una parte del manto superior, mientras que la astenosfera es una región que abarca 100
a 150 Km del espesor del manto superior (figura 1.3).
P!of.
(krn )
fíMií@Stl Corteza
Monto
INTRODUCCIÓN
Antes de 1967, la Geología era considerada como una ciencia de incertidumbre, basada en pro-
babilidades y en la capacidad de imaginación del geólogo. A partir del lanzamiento de las teorías
de la Tectónica de Placas y de la Expansión del Fondo Oceánico, muchos fenómenos empezaron
a tener explicación, como la ubicación de tipos de yacimientos minerales en determinadas regio-
nes, la formación de cordilleras y fajas volcánicas a lo largo tle las costas del Pacífico y un hecho
sobresaliente entre otros más: la generación de sismos. A partir del descubrimiento de las causas
de movimientos en el interior del planeta, el hombre ha aprendido a prevenir sus efectos. A con-
tinuación haremos un resumen de estas teorías basados en varios artículos sobre el tema entre los
que destacan los de autores como T. Atwater, Y. W. Dalziel y A. L. Garda.
De gran importancia para la construcción de obras civiles es el conocimiento de esta teoría.
La mayoría de los geólogos están de acuerdo en que la Teoría de la Tectónica de Placas es la ex-
plicación más satisfactoria acerca de la formación de los océanos, montañas y continentes.
De acuerdo con el modelo de Tectónica de Placas, la cubierta superior de la Tierra, llamada
litosfera, consiste de algunos segmentos rígidos. Estos segmentos se llaman "placas" porque son rela-
tivamente delgados (80 a 150 km) al compararlos con grandes áreas de kilómetros cuadrados.
Estas placas litosféricas descansan sobre una capa mucho menos rígida llamada astenosfe-
ra y son capaces de moverse sobre ella como una balsa flotando en el agua.
Los continentes y océanos, aunque parezcan muy grandes, son como viajeros sobre las
placas. Por ejemplo, la placa Norteamericana incluye al continente Norteamericano y a la mitad
de la cuenca del Océano Atlántico. Como las placas se mueven, la geografia de la Tierra puede
cambiar drásticamente. Los continentes pueden cambiar de posición, girar, partirse en pequeños
pedazos, o chocar y convertirse en parte de otra placa. Los nuevos océanos se pueden abrir y los
viejos cerrarse, cambiar de forma, o desaparecer. La evidencia de algunos movimientos formado-
res de placas se puede ver en cualquier mapa, por ejemplo, América del Sur y África pueden
unirse como las piezas de un rompecabezas (figura II.l ).
26 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUIRRE
Pangea empezó a fragmentarse durante el periodo Jurásico de la era Mesozoica, hace unos
170 millones de años, creando el Atlántico y otras cuencas oceánicas jóvenes. La ruptura de Pan-
gea se inició por la parte media de este a oeste y dio lugar a dos continentes, Gondwana en el
hemisferio sur y Laurasia en el hemisferio norte, y al Mar de Tethys que corresponde al actual
Mar Mediterráneo. Posteriormente, la dorsal medio-oceánica del Atlántico separó a América de
Europa y África; estos fragmentos derivaron lentamente sobre la faz de la Tierra y, en el Pleisto-
ceno, tomaron las formas que caracterizan a los continentes modernos.
La Tectónica de Placas apoya el concepto de la Deriva Continental principalmente en
pruebas paleomagnéticas y en la expansión del suelo oceánico.
La teoría propone que la litosfera, es decir, la parte externa de la corteza, está formada por
un mosaico de seis a diez placas más o menos separadas y semirrígidas cuyo espesor es de 100
km (figura II.3 ).
Tales placas descansan sobre una capa maleable denominada astenosfera, y se mueven sobre
ella a diferentes velocidades, separándose y derivando en sentidos opuestos cuando el suelo oceánico
que existe entre ellas se expande a lo largo de una fractura localizada a mitad del océano; o pueden
encontrarse e impactar, en cuyo caso se sobreponen formando una zona de subducción.
Estas placas pueden también tallarse y chocar fuertemente al pasar una al lado de la otra,
o bien, pueden rotar.
Cada placa es un segmento rígido de corteza y está formada por una o dos capas. La capa
inferior consiste de una roca densa, formada principalmente de basalto, el sima, porque es rica en
silicio y magnesio. Esta capa es la parte de la corteza que descansa en el fondo de los océanos.
Cuando una placa contiene sólo sima, se encuentra completamente sumergida. La otra capa, el
sial, es rica en silicio y aluminio, lo que la hace más "ligera". Ésta es la capa que forma los conti-
nentes de la corteza terrestre.
Las regiones a lo largo de las márgenes de placas son áreas geológicamente activas, carac-
terizadas por terremotos y volcanismo. Las placas litosféricas pueden interactuar unas con otras
28 JOSÉ MARÍA CHAVEZ AGUIRRE
en tres formas básicas, creando tres diferentes tipos de márgenes de placas: márgenes divergen-
tes, márgenes convergentes y márgenes de fallas transformes (figura II.4).
Margen
Figura ll.4. Corte que muestra la litosfera, y los tipos de procesos activos en las márgenes convergentes, di-
vergentes y de fallas transformes.
Las márgenes divergentes se inician cuando una placa se parte en dos. Como los fragmen-
tos de la placa se apartan, el material fundido asciende de la astenosfera y se erupta en el fondo
oceánico a través de fracturas y volcanes. Al enfriarse el material fundido, formará parte del piso
de un nuevo océano. Al mismo tiempo que la nueva roca se forma, tienen lugar en otros sitios de
las márgenes, otros movimientos de placas divergentes. Este "cinturón" de nueva roca oceánica
formada por márgenes divergentes se conoce como "expansión del fondo oceánico". Las erup-
ciones subacuáticas que produj eron cadenas de volcanes submarinos se llaman "cordilleras
oceánicas", las cuales se encuentran en todas las cuencas oceánicas.
El Océano Atlántico se desarrolló de esta manera, y las erupciones de Islandia y de otras
partes de la "Cordillera Meso-Atlántica" indican que la cuenca oceánica continúa desarrollándo-
se. Europa se desplaza a razón de 2.5 cm por año, lo que parece increíblemente lento, pero si este
movimiento se mantiene durante los próximos cien millones de años, Europa y América se aleja-
rán 2 539 km.
Las cosas cambian cuando las placas se encuentran. A este caso se le conoce como már-
genes convergentes. En estas márgenes se forman las "zonas de subducción" cuando la placa
oceánica choca con otra.
EL MOVIMIENTO DE LOS CONTINENTES 29
En las zonas de subducción, el material del fondo oceánico es empujado hacia abajo, dentro
de la astenosfera, bajo la otra placa y el océano se encoge gradualmente. Se cree que esto pasa
actualmente donde el piso del fondo oceánico subduce bajo la costa occidental de América del
Sur. Una parte del material de la placa introducida se fundió y ascendió para producir los volca-
nes que formaron la Cordillera de los Andes.
En su penetración en la astenosfera, la corteza oceánica subducente arrastra componentes
volátiles (principalmente agua) que rebajan el punto de fusión de los minerales circundantes. Este
efecto, combinado con la elevada temperatura de la astenosfera, produce la fusión del material
situado por encima y por debajo del bloque que se introduce. Los minerales fundidos resultantes,
denominados en general magmas, suben hacia la superficie, llevando consigo el calor y su com-
posición química distintiva. Dichos magmas adquieren la llamada composición alcalina como
resultado de su interacción con el oxígeno y agua arrastrados por la placa descendente.
El material que se enfría y solidifica en cámaras profundas origina rocas plutónicas (en
honor de Plutón, dios romano del mundo subterráneo), granito por ejemplo, que son cortadas
posteriormente por diques u otras formas de cuerpos intrusivos hipabisales o de mediana profun-
didad que continúan su ascenso a través de la corteza. Algunos magmas llegan a la superficie y
surgen en forma de volcanes.
El calor y los materiales de menor densidad que suben desde el bloque introducido alzan
el borde continental suprayacente, produciendo la aparición de una cadena de montañas.
La porción de la placa litosférica subducente que no se alcanza a fundir, forma parte de la
astenosfera.
Cuando chocan los continentes que se encuentran en los extremos de un océano, se unen
para formar un supercontinente y se forma una cordillera en la "sutura" o "grieta" entre los conti-
nentes originales. Se cree que los Montes Urales se formaron así cuando Europa y Asia se encon-
traron, y los Himalayas cuando la India y Asia chocaron.
Las márgenes de fallas transformes tienen lugar cuando dos placas se friccionan al pasar
una al lado de otra sin chocar. A diferencia de los límites divergentes y convergentes, no hay ac-
tividad volcánica ni aporte de material en la astenosfera o en la litosfera. Sin embargo, los
terremotos son frecuentes. El mejor ejemplo es el de la falla de San Andrés, en California, la cual
es el resultado del movimiento relativo entre la placa de Norteamérica y la del Pacífico. La placa
Pacífico se está moviendo hacia el norte y la de Norteamérica hacia el occidente, lo que produce
una zona de terremotos entre ellas.
CAPÍTULO 111
LOSMITNERALESFORMADORESDEROCAS
INTRODUCCIÓN
En Geología se define a los minerales como cualquier sólido inorgánico natural que posea una
estructura interna ordenada y una composición química, por lo general definida, que puede expre-
sarse con una fórmula. Cada uno de los casi 4 000 minerales de La Tierra está exclusivamente
definido por su composición química y su estructura interna. En algunos casos la composición
química es variable, pero sólo bajo ciertos límites, usualmente siguiendo una ley determinada,
como en el caso de las micas y los anfíboles. En otras palabras, cada muestra del mismo mineral
contiene los elementos reunidos en un modelo regular y repetitivo. El empaquetamiento ordenado
de los átomos se refleja en sustancias que al solidificar se convierten en objetos de formas geo-
métricas regulares que denominamos cristales.
Para comprender el origen de los minerales existentes y de los que continuamente se for-
man en la superficie y en el interior de la Tierra, es importante conocer las condiciones de su
formación. Como hemos visto en los dos capítulos anteriores, la evolución geológica de nuestro
planeta se caracteriza por procesos complicados que en numerosos casos se entremezclan o suce-
den. A grandes rasgos se pueden dividir en procesos magmáticos, sedimentarios y metamórficos.
Para entender estos procesos y la formación de los minerales que constituyen a las ro-
cas, es necesario consultar las opiniones de diversos autores, entre los que mencionaremos a R.
Duda y L. Rejl, Tarbuck y Lutgens, A. Betejtin, W. S. MacKenzie y A. E. Adams, W. T. Huang,
C. Díaz Mauriño, y P. Bariand.
GENERALIDADES
/
Olivino
Bytownita
~.
Anorttta
1
+Ca
Serie discontinua Serie continua
A medida que avanza la cristalización del magma prevalece una tendencia a que se
mantenga una condición de equilibrio entre las fases sólida y líquida. Para mantener este equili-
brio, los cristales de formación temprana reaccionan con el líquido y tienen ciertos cambios de
composición. En el caso de las plagioclasas (anortita a albita), por ejemplo, los cristales primera-
mente formados son los más ricos en Ca. A medida que avanza la reacción y desciende la tempe-
ratura, los cristales se vuelven progresivamente más sódicos. Esto implica que la reacción es
normalmente progresiva y que se produce una serie continua de disoluciones sólidas homogé-
neas. Los cambios de esta clase constituyen una serie de reacciones continua. Ciertos minerales
ferromagnesianos (olivino, piroxenas, anfiboles) por otra parte, reaccionan con la masa fundida
para dar un nuevo mineral con diferente estructura cristalina y distinta composición. El olivino,
por ejemplo, puede transformarse en piroxeno (hiperstena) o el piroxeno en anfibol (homblenda).
Tales cambios bruscos constituyen lo que se conoce como una serie de reacciones discontinua.
En la etapa final de la solidificación del magma, con frecuencia se produce la salida de si-
licatos en forma de cuerpos irregulares, de lentejones y vetas de aspecto granuloso, las pegmati-
tas, las cuales se forman en el interior de la masa magmática o en su periferia. A estas pegmatitas
van unidos numerosos minerales de gran importancia económica, como los feldespatos, el cuarzo
y las micas, que pueden alcanzar dimensiones considerables (foto III.l).
Los minerales que resultan de la descomposición de una roca pueden ser transportados
por el agua y el viento, y depositados en zonas a menudo muy alejadas de su lugar de origen; al
mismo tiempo se produce una clasificación progresiva de las partículas según su tamaño y peso
específico. El depósito puede suceder en los lagos y mares, a donde han llegado transportados
por los cursos de agua. De esta forma se origina la arena de las playas, constituida en general por
cuarzo, feldespatos, micas y otros minerales resistentes como los pesados o metálicos.
La acción del agua y los gases atmosféricos, al mismo tiempo que la erosión mecánica y
la descomposición biológica, conduce a la alteración química. Los minerales se transforman o se
disuelven para dar lugar a minerales secundarios, como las arcillas del grupo de la caolinita
a partir de los feldespatos alcalinos, la clorita a partir de la biotita, o la sericita, calcita y epidota a
partir de las plagioclasas.
Los productos de la alteración química de los minerales arrastrados hasta lagos y mares
pueden, como consecuencia de otros procesos químicos, precipitar y originar nuevos minerales.
La materia viva también desempeña un papel importante en la alteración de los minerales
y en la formación de nuevos. Así se produce no solamente la descomposición de los minerales en
la superficie bajo la influencia de las raíces de los vegetales, sino también el acomodo y descom-
posición de los restos animales o vegetales con producción de fosfatos, resinas fósiles, turba o
carbón.
Después de su formación, los minerales se modifican bajo la influencia de condiciones in-
temas o externas. Estas modificaciones pueden producirse, por ejemplo, en los sedimentos por
deshidratación de óxidos, carbonización o silicificación de restos orgánicos. El conjunto de estas
transformaciones se conoce con el nombre de diagénesis y se produce en condiciones de baja
temperatura, sin sobrepasar los 200 o 300 °C. Otras modificaciones más profundas tienen lugar
bajo la acción de condiciones fisico-químicas en las profundidades de la corteza. Son principal-
mente las rocas sedimentarias las que sufren estos cambios bajo la acción de temperaturas y pre-
siones elevadas y de reacciones químicas.
Algunos sedimentos se forman principalmente de animales y plantas que vivieron en ríos,
estuarios o deltas, a lo largo de las líneas de costa y en el mar. Las calizas conchíferas y coralíge-
nas y el carbón están compuestas de tales restos. Los sedimentos también pueden ser formados
por la evaporación del agua y la precipitación de los minerales solubles. Cuando el agua marina
se evapora, sus componentes precipitan valiosos depósitos químicos como el cloruro de sodio (sal
de roca, sal gema o halita). Las propiedades químicas del agua marina se deben a la materia di-
suelta que proporcionan las dorsales y sus erupciones volcánicas submarinas, así como a los
aportes de los ríos y a la presencia de organismos marinos y sedimentos.
Los componentes de los sedimentos se endurecen en rocas sedimentarias como arenisca,
caliza y lutita por cambios que comienzan inmediatamente después que el sedimento es deposita-
do. El agua que percola a través de los vacíos o poros entre las partículas de sedimento acarrea
materia mineral que cubre los granos y actúa como cemento que los une. Este proceso se conoce
como cementación. La conversión de un sedimento lodoso en roca se logra al ser presionadas las
partículas de limo y arcilla por el peso de los sedimentos sobreyacentes, el agua intersticial es
expulsada y la materia mineral precipitada en la retícula microscópica de los poros. En el curso
del tiempo el lodo se transformará en una masa coherente de arcilla, la lodolita o lutita, mecanis-
mo que recibe el nombre de compactación. El término general diagénesis se utiliza para indicar
los fenómenos mencionados, los cuales convierten los sedimentos en rocas sedimentarias. Los
36 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUIRRE
Existe un metamorfismo de contacto que afecta a las rocas próximas a las ígneas, y un me-
tamorfismo regional que actúa sobre grandes superficies. El grado de modificación da origen a
minerales diferentes, como el granate, el diópsido, la wollastonita y a rocas con características
que las clistinguen de las ígneas y sedimentarias, como la foliación en el esquisto y el gneis.
Estructura
Un mineral está compuesto por una disposición ordenada de átomos químicamente unidos para
formar una estructura cristalina concreta.
La disposición atómica interna de los compuestos formados por iones viene determinada
en parte por la carga y sobre todo por el tamafto de estos últimos. Para formar compuestos esta-
bles, cada partícula de carga positiva o protón se rodea por el mayor número de iones negativos o
electrones que pueden acomodarse para mantener la neutralidad eléctrica general, y viceversa.
Por ejemplo, en la halita (sal) los iones sodio y cloro se empaquetan para formar una estructura
interna de forma cúbica. Como ésta, todas las muestras de un mineral concreto contienen los
mismos elementos, reunidos en la misma disposición ordenada.
Sin embargo, algunos elementos son capaces de reunirse en más de una forma: dos mine-
rales con propiedades totalmente diferentes pueden tener exactamente la misma composición
química. A estos minerales se les dice polimorfos (muchas formas). El grafito y el diamante
constituyen un buen ejemplo porque consisten exclusivamente de carbono, pero tienen pro-
piedades drásticamente diferentes. El grafito es un material gris y blando del cual se fabrica la
mina de los lápices y lapiceros, mientras que el diamante es el mineral más duro conocido. Las
diferencias entre estos minerales pueden atribuirse a las condiciones bajo las cuales se formaron.
Los diamantes se forman a profundidades de alrededor de 200 km, donde las presiones extremas
producen una estructura compacta. En cambio el grafito consiste en láminas de átomos de carbo-
no muy espaciados y débilmente unidos. Dado que esas láminas de carbono se deslizan fácilmente
una sobre otra, el grafito constituye
un excelente lubricante.
Otros dos minerales con composiciones químicas idénticas (CaC03), pero diferentes for-
mas cristalinas, son la calcita y la aragonita (foto ID.4). La primera se forma a través de procesos
bioquímicos y es el principal constituyente de la caliza. La segunda se deposita en manantiales
termales y es también un importante constituyente de las perlas y caparazones de algunos orga-
. .
msmos mannos.
Sistemas Cristalinos
Los cristales de cada mineral presentan un aspecto propio que responde a su estructura inter-
na; ésta depende de la disposición de los átomos, los iones y las moléculas agrupadas en la red
cristalina, y del empaquetamiento de estas unidades estructurales. Según la disposición de los
átomos, iones y moléculas, se distingue un gran número de redes cristalinas, desde las más sim-
ples (balita) hasta las más complejas. La organización interna del cristal se manifiesta en su for-
ma exterior donde se observan aristas, ángulos y planos de diversos tamaños. Los ángulos entre
pares de caras equivalentes son constantes, independientemente del tamaño del cristal.
Los planos que limitan el cristal pueden ser simétricos respecto a un punto, una recta o un
plano. Éstos son los elementos de simetría del cristal:
triclfnico
(21
•
+ r
b a*b* c
"'*13*-r* so • @o~
albita d is t en a c alc antita
@
s asso lita
~
rodonita
monoclínic o
(31
t r
a *b""c
a = -y- 9 0°
13* 90 ° 1 ©
yeso
g ~ ~ rejalgar m e lan'terit_a a ugita ortos a
ortorrómbic o
131
+ a*b*c
cr=l3= -y= 9 0°
@ © (]) [J ~
azufre c e rusita otivino ens tatita baritina
tetragonal
171
+
a
a = b *c
+ ro GJ m[ffiJ ~
a 1 = a 2 = a 3 .,.ec
hexagon al
(7 1
. •. a = 13- 9o•
'Y - 12 0°
berilo apa t ito vanadinita nefelina p irrotina
o GJ ~
a 1 e::. a 2 =a 3
romboédrico
= oc,..,9o •
eJ (]
c a lcita c ina brio cuarzo aragonit o turmalina
cúbic o
(51
.
+ a= b= c
oc=/3=~ 90 ° c:o 47 ® @ ~
galena magnetita pirita almandino tetraedri"ta
F igura ID.3. Sistemas Cristalinos (R. Duda y L. Rejl, Gran Enciclopedia de los Minerales, 1991).
40 JOSÉ MARÍA CHAVEZAGUIRRE
Propiedades
Dureza
Desde el punto de vista físico, la dureza de los minerales no está definida con precisión, sino que
es un conjunto de propiedades basadas en la cohesión de los minerales. En gran medida depende
de la exfoliación, pues la dureza es menor en un sentido paralelo al plano de exfoliación. En esto
desempeña un papel importante la separación entre las partículas estructurales y el radio de los
átomos o iones. Los minerales con átomos pequeños o formados por iones, son los más duros.
Se considera la dureza de un mineral como la resistencia que ofrece a la penetración de
otro cuerpo. En la práctica mineralógica se utilizan escalas de dureza relativas, representadas por
determinados minerales. La más común es la escala del mineralogista australiano Mohs que
data de 1822, abarca diez grados y está compuesta únicamente por minerales de raya blanca; se
trata de diez tipos de minerales, ordenados según la diferente oposición que ejercían a ser rayados
por un objeto punzante y que además, cada uno raya al que le precede en número (tabla III.l).
Dureza Mineral
1 Talco
2 Yeso
3 Calcita
4 Fluorita
5 Apatito
6 Ortosa
7 Cuarzo
8 Topacio
9 Corindón
10 Diamante
Para una determinación aproximada, se utiliza la uña hasta dureza 2 (los minerales de dureza
próxima a 1 son grasos al tacto), una moneda de cobre hasta dureza 3, un cuchillo hasta dureza 5
y una buena lima hasta 7. Los minerales de dureza igual o superior a 6 rayan el vidrio.
Los minerales que forman agregados, o los minerales oxidados suelen tener una dureza
sensiblemente menor que una muestra cristalizada. Por ejemplo, la bematita, de dureza 6, tiene
una dureza menor si es fibrosa o terrosa.
LOS MINERALES FORMADORES DE ROCAS 41
Color
En contacto con el aire, algunos minerales se recubren de una película que puede alterar
por completo el color natural. Los minerales que contienen plata se vuelven de color negro al ser
expuestos a la luz (plata, proustita, pirargirita, acantita).
Raya
La raya de los minerales es un excelente carácter de identificación para distinguir los coloreados
de los alocromáticos (color resultante de la presencia de átomos de un elemento traza dentro del
mineral, y que aparece en variedades de cuarzo, balita, berilo o turmalina; o puede provenir de la
presencia de centros coloreados producidos por un defecto en la estructura cristalina, como en el
cuarzo ahumado, amatista, fluorita o diamante).
Algunos minerales han sido bautizados atendiendo al color de su raya, por ejemplo la
hematita rojo sangre, la crocoíta azafrán. La raya puede obtenerse rayando el mineral con un ob-
jeto de acero.
El color de la raya variará sensiblemente según se examinen ciertos minerales en forma
cristalina o masiva.
Transparencia
Es la propiedad que tienen los minerales de dejar pasar la luz, como es el caso frecuente de las
piedras preciosas. Según el grado de transparencia se distinguen los minerales: transparentes (se
puede leer lo escrito incluso a través de un grueso fragmento de mineral, ejemplo: calcita, cristal
42 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUIRRE
de roca, topacio, diamante) (foto Ill.6); semitransparentes (la escritura leída a través del mineral
no es clara, ejemplo: cuarzo rosa, la mayoría de las esmeraldas); Translúcidos (el mineral es atra-
vesado por la luz incluso bajo un gran espesor, ejemplo: azufre, oropimento, cuarzo lechoso), y
opacos (el mineral no deja pasar la luz, ejemplo: magnetita, pirita) (foto m. 7).
Foto ID.6. Cristal transparente de yeso; se observa con Foto m.7. Cristal cúbico de pirita con intercreci-
un poco de esfuerzo la moneda atrás del mineral. Chi- mientos de otros cristales, Sonora, Méx.
huahua, Méx.
Existen distintos grados de transparencia, que pueden variar incluso dentro de las diversas varie-
dades de minerales.
Brillo
El brillo es la propiedad que tiene el mineral de reflejar la luz. Depende de numerosos factores,
entre ellos el índice de refracción, la dispersión cromática, la absorción de la luz y las caracterís-
ticas de la superficie estudiada (lisa o rugosa). El brillo de un mineral aumenta proporcionalmente
con el índice de refracción, disminuye con la absorción de la luz y la rugosidad de la superficie y
no depende del color.
Metálico: es el brillo más intenso, característico de los minerales no transparentes u opacos, como
la galena, la calcopirita o la magnetita.
Vítreo: recuerda al del cristal, es característico de los minerales transparentes y translúcidos corno
fluorita, cuarzo y corindón.
Nacarado: típico de los minerales transparentes o semitransparentes con una buena exfoliación
en hojas o láminas: yeso, estilbita (foto ill.8).
Mate: es el brillo más débil y se presenta en los minerales de apariencia terrosa corno en la caoli-
nita o en la pirolusita.
Es la propiedad que tiene un mineral de partirse según direcciones preferenciales y, junto con la
dureza, la exfoliación forma parte del conjunto de caracteres que determinan la cohesión de un
mineral. Depende de la estructura interna del cristal y es constante para cada mineral. Los planos
de exfoliación están orientados en el sentido de la menor cohesión, es decir, en el sentido de las
uniones más débiles entre cada unidad de la estructura cristalina. En algunos minerales, la calidad
de todos los planos de exfoliación es la misma (balita, calcita), mientras que en otros, es distinta,
lo que significa que el mineral se exfolia más fácilmente según ciertos planos (aragonito).
44 JOSÉ MARÍA CHAVEZ AGUIRRE
Excelente: el mineral se exfolia en fmas láminas en un sentido (grafito, yeso, clorita, muscovita).
Perfecta: el mineral se exfolia en formas regulares delimitadas por los planos de exfoliación (cu-
bos: galena, halita; romboedros: calcita).
Buena: los planos de exfoliación son menos visibles y no siempre son perfectamente rectos (fel-
despato, anfibol, piroxeno).
Imperfecta: la exfoliación no es neta; los planos de separación presentan en general una superfi-
cie irregular (azufre, apatito, casiterita).
Muy imperfecta: no existe exfoliación y, más bien, en estos minerales se suele observar fractura.
Se habla de fractura concoidea (ópalo, cuarzo), desigual (arsenopirita, pirita), rugosa (plata, oro,
acantita), desmenuzable (nefrita, granate), terrosa (aluminita, caolinita).
Algunos minerales presentan además otros caracteres de cohesión. Se habla, por ejemplo, de mi-
nerales maleables que pueden ser conformados en hojas por percusión (cobre, oro), blandos, que
pueden reducirse a polvo (aluminita, talco) y desmenuzables, que dan pequeños fragmentos (piri-
ta, cuarzo). Las finas láminas de mica, que pueden curvarse y recuperan su forma cuando la pre-
sión ha cesado, forman parte de los minerales elásticos (foto Ill.9).
Otros minerales, por ejemplo el yeso, la clorita o los minerales maleables, no recobran su
forma después de haber sufrido una deformación, son minerales flexibles.
Morfología
La morfología estudia la forma de los minerales. Según los limites de las formas cristalinas se
distinguen:
..
LOS MINERALES FORMADORES DE ROCAS 45
Cristales hipidiomorfos (subedrales o subautomorfos): con caras cristalinas visibles. Cuando sus
formas cristalinas no se han desarrollado por completo y sus límites exteriores son parcialmente
sus caras.
Solubilidad
Muchos minerales son solubles en agua o ácidos. Por ejemplo, la balita y la calcantita se disuel-
ven rápidamente en agua, mientras que otros lo hacen más lentamente; pero la mayoría es insolu-
ble en agua.
Algunos minerales se disuelven en ácidos, como es el caso de la calcita, que se disuelve
con efervescencia en ácido clorhídrico diluido en agua y a temperatura ambiente.
Densidad
Para determinar un mineral es muy importante conocer su densidad, que depende de su composi-
ción química y de la masa atómica, tamaño y disposición de las moléculas, y en el caso de los
cristales, de su estructura cristalina.
La mayoría de los minerales tienen una densidad de 2 a 4.
Luminiscencia
Magnetismo
Conductividad Eléctrica
En ciertos casos, la conductividad eléctrica puede ayudar a identificar algunos minerales. Es fácil
distinguir los conductores de los no conductores, utilizando una placa de zinc sumergida en una
46 JOSÉ MARÍA CHAVEZAGVIRRE
solución de vitriolo azul, sobre la cual se deposita la muestra a estudiar. En los minerales que son
buenos conductores se forma una delgada capa de Cu en el punto de contacto de la placa con el
mineral.
Radiactividad
Los minerales que contienen uranio, torio o radio, como la torbernita (foto liT. lO) o la uraninita,
se caracterizan por poseer propiedades radiactivas. Emiten una radiación invisible (rayos alfa,
beta ó gamma), al tiempo que se forman progresivamente isótopos.
Las radiaciones actúan sobre las placas
fotográficas y las sustancias luminiscentes y se miden
con un contador Geiger-Muller.
LOS SILICATOS
De la cantidad de minerales mencionada al principio de este capítulo (4 000), sólo una docena
son abundantes y constituyen la mayor parte de las rocas de la corteza terrestre, por lo que se de-
nominan minerales formadores de rocas. También es interesante observar que sólo ocho elemen-
LOS MINERALES FORMADORES DE ROCAS 47
tos químicos constituyen la mayor parte de esos minerales y representan más del 98% del peso de
la corteza continental.
Los dos elementos más abundantes son el silicio y el oxígeno, que se combinan para for-
mar la estructura del grupo mineral más común, los silicatos; el siguiente grupo mineral más fre-
cuente es el de los carbonatos, de los cuales la calcita es e l miembro más destacado. Otros
minerales comunes formadores de roca son el yeso y la balita.
4
Los silicatos tienen como componente básico el ion silicato (Si04 -). De ellos los feldes-
patos son los minerales más abundantes con esta composición y comprenden más del 50% de la
corteza terrestre; el cuarzo es el segundo mineral más abundante de la corteza continental y
está compuesto por sílice y oxígeno, como también es el caso de la tridimita, cristobalita, coesita,
calcedonia y estishovita que tienen como fórmula Si02.
Cada grupo mineral tiene una estructura de silicato concreta y existe una relación entre la
estructura interna de un mineral y la exfoliación que exhibe. Dado que los enlaces sílice-oxígeno
son fuertes, los silicatos tienden a exfoliarse entre las estructuras sílice-oxígeno más que dentro
de ellas. Por ejemplo, las micas tienen una estructura laminar y, por lo tanto, tienden a exfoliarse
en placas planas. El cuarzo, que tiene enlaces sílice-oxígeno de igual fuerza en todas las direccio-
nes, no tiene exfoliación, pero en cambio, se fractura.
La mayoría de los silicatos se forman (cristalizan) conforme la roca fundida se va enfrian-
do. Este enfriamiento puede producirse en la superficie terrestre, cerca de ella (temperatura y
presión bajas) o a grandes profundidades (temperatura y presión elevadas). El ambiente durante
la cristalización y la composición química de la roca fundida determinan en gran medida qué mi-
nerales se producen. Por ejemplo, el silicato olivino cristaliza a temperaturas elevadas, mientras
que el cuarzo cristaliza a temperaturas mucho más bajas.
Cada silicato tiene una estructura y una composición química que indican las condiciones
bajo las cuales se formó.
Existen dos grupos principales de silicatos en función de su composición química:
Silicatos ferromagnesianos (oscuros). Son los minerales que contienen iones de hierro o magne-
sio, o ambos, en su estructura. Debido a su contenido en hierro, tienen color oscuro y alto peso
específico, entre 3,2 y 3,6. Los más comunes son el olivino, los piroxenas, los anfiboles, la mica
negra y el granate.
El olivino es una familia de silicatos de temperatura elevada cuyo color oscila entre el negro y el
verde oliva, con brillo vítreo y fractura concoide. Forma normalmente cristales pequeños y re-
dondeados que dan un aspecto granular a las rocas que constituye. Está compuesto por una mez-
cla de iones de hierro y magnesio colocados de manera que permiten la unión de los átomos de
oxígeno con los de magnesio. No posee exfoliación.
Los piroxenos son un grupo de minerales complejos que se consideran componentes importantes
del manto terrestre. El miembro más común, la augita, es un mineral negro y opaco con dos di-
recciones de exfoliación que se encuentran a un ángulo de casi 90°. Su estructura cristalina con-
siste en cadenas simples de tetraedros ligados por iones de hierro y magnesio. Es uno de los
minerales dominantes en el basalto, una roca ígnea común de la corteza oceánica y de las áreas
volcánicas de los continentes.
48 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUIRRE
Los anfiboles comprenden un grupo químicamente complejo, del cual la hornblenda es el mineral
más frecuente, suele tener color verde oscuro a negro y, excepto por sus ángulos de exfoliación,
que son de alrededor de 60° y 120°, es muy similar en aspecto a la augita. Generalmente forma
cristales alargados. Se encuentra sobre todo en las rocas continentales, donde a menudo constitu-
ye la porción oscura de una roca clara.
Las micas están representadas entre los ferromagnesianos por la biotita como miembro de color
negro (foto Ill.ll). Posee una estructura laminar que produce una excelente exfoliación en una
dirección. Es común en las rocas ígneas continentales, como el granito.
El granate es similar al olivino, tiene brillo vítreo, carece de exfoliación y posee fractura concoi-
de. Aunque sus colores son variados, el más frecuente oscila entre el marrón y el rojo oscuro. Se
encuentra principalmente en las rocas metamórficas.
La muscovita es un miembro común de la familia de las micas; su color es claro y tiene brillo
perlado, con una excelente exfoliación en una dirección.
Los feldespatos constituyen el grupo de minerales más común, pueden formarse en un intervalo
muy amplio de temperaturas y presiones, lo que explica en parte su abundancia. Tienen dos pla-
nos de exfoliación que se encuentran a cerca de 90°; son relativamente duros (6 en la escala de
Mohs) y tienen un brillo que oscila entre vítreo y aperlado. Pueden identificarse por su forma
LOS MINERALES FORMADORES DE ROCAS 49
rectangular y sus caras muy lisas. Su estructura es una red tridimensional formada cuando átomos
de sílice comparten átomos de oxígeno. Entre una cuarta parte y la mitad de los átomos de sílice
son sustituidos por átomos de aluminio, con la inclusión de iones de potasio, sodio y calcio.
Existen dos estructuras diferentes de feldespatos:
Los feldespatos potásicos o alcalinos que contienen iones potasio y cuyos representantes son:
ortoclasa, anortoclasa, sanidina y microclina, y los feldespatos calco-sódicos o plagioclasas, que
contienen iones sodio y calcio y están representados por: albita, oligoclasa, andesina, labradori-
ta, bitownita y anortita (foto m.l2).
Los primeros suelen ser de
color crema claro a rosa salmón,
mientras que en los segundos el color
oscila entre blanco y grisáceo.
Sin embargo, suele estar coloreado por la inclusión de diversos iones (impurezas) y se
forma sin desarrollar buenas caras cristalinas. Las variedades más comunes son el cuarzo lechoso
(blanco), el ahumado (gris), el rosa (rosa), la amatista (púrpura) y el cristal de roca (transparente).
Arcilla es un término utilizado para describir una variedad de minerales complejos que, como las
micas, tienen estructura laminar. Suelen ser de grano muy fino y sólo pueden verse al microsco-
pio en forma general; la variedad a que pertenecen se identifica mediante análisis térmico dife-
rencial o por difracción de rayos x. La mayoría son producto de la alteración de otros silicatos y
constituyen por lo tanto un gran porcentaje del material superficial denominado suelo.
Uno de los minerales de arcilla más comunes es la caolinita, que se utiliza en la fabrica-
ción de porcelana y en la producción de papel satinado. Algunos de estos minerales absorben
grandes cantidades de agua, lo que les permite hincharse hasta varias veces su tamaño normal.
Otras arcillas pertenecen a los grupos de la i/lita y la montmorillonita.
MINERALES NO SILICATADOS
Los carbonatos son estructuralmente mucho más sencillos que los silicatos. Este grupo mineral
está compuesto por el ion carbonato (COl") y una o más clases de iones positivos. Los dos mine-
rales más comunes son la calcita, CaC03 (carbonato de calcio) (foto lli.l4) y la dolomita,
CaMg(C03h (carbonato de calcio y magnesio) (foto III.15).
Los dos tienen brillo vítreo, dureza entre 3 y 4 y exfoliación romboédrica casi perfecta y
pueden distinguirse utilizando ácido clorhídrico diluido.
La calcita reacciona vigorosamente al contacto con este ácido, mientras que la dolomita lo
hace muy lentamente. Ambos minerales suelen encontrarse juntos como constituyentes principa-
les de las rocas sedimentarias caliza y dolomía. Cuando el mineral dominante es la calcita, la roca
se denomina caliza, mientras que la dolomía resulta de un predominio de dolomita. La caliza es el
principal ingrediente del cemento.
Otros dos minerales no silicatados que se encuentran con frecuencia en las rocas sedi-
mentarias son la ha/ita y el yeso, los cuales son el último vestigio de mares antiguos que se eva-
poraron hace tiempo y a veces constituyen recursos no metálicos importantes. La halita es el
nombre mineral para la sal común (NaCI); el yeso, sulfato cálcico hidratado (CaS04· 2H20),
es el mineral del que se componen algunos materiales de construcción (foto III.16).
Es conveniente distinguir entre los minerales que son constituyentes esenciales de la roca y cuya
presencia es necesaria para dar nombre a la misma y otros que son accesorios; estos últimos co-
múnmente se encuentran en pequeñas cantidades y su presencia o ausencia no influye en el nom-
bre de la roca. Los secundarios son aquellos que resultan de la descomposición de los primeros
minerales, generalmente estimulada por la acción del agua, con la adición o sustracción de otro
material y con la formación de subproductos del mineral original.
En una roca ígnea los minerales esenciales son el cuarzo, los feldespatos potásicos y las
plagioclasas, su presencia o ausencia le dará el nombre a la roca: granito, andesita, gabro, basalto,
etcétera.
Los minerales accesorios aparecen como pequeños cristales y en cantidades limitadas.
Ocasionalmente pueden desarrollarse para formar cristales grandes y en ciertos casos pueden
estar concentrados como para formar un constituyente principal en la roca. Entre ellos incluimos
a los ferromagnesianos y a los metálicos, como la magnetita, la pirita, el oro, la plata, etc. Su pre-
sencia dará el apellido a la roca: granito de biotita, andesita de augita, gabro de hiperstena, basal-
to de olivino, etcétera.
52 JOSÉ MARÍA CHAVEZAGUIRRE
Con algunas excepciones como las del cuarzo y sus variedades, los minerales secundarios
tienen poca resistencia mecánica y pequeños ángulos de fricción. Su presencia en las fracturas
puede reducir en forma importante la resistencia de una masa de roca. Entre éstos se debe consi-
derar a la clorita, la serpentina, el talco, las arcillas como el caolín, la epidota y las zeolitas. Su
existencia no afecta la clasificación de la roca, pero si da una idea de sus características internas,
de su comportamiento ante la aplicación de esfuerzos o de su permeabilidad.
CAPÍTULO IV
CLASIFICACIÓN DE LAS ROCAS
INTRODUCCIÓN
Conocer los diversos tipos de rocas es de gran importancia, pues ellas constituyen los cimientos
de las construcciones. Sus características, como permeabilidad, porosidad, resistencia al esfuerzo
y a la erosión, dependen de su composición y arreglo mineralógico. Cada tipo de roca tiene un
comportamiento diferente en respuesta a las presiones a que se le somete; probablemente una
roca ígnea sea más resistente que una sedimentaria, pero no necesariamente, pues depende del
grado de alteración que contenga y de la preservación y unión de sus cristales. Una roca ígnea es
en general cristalina, pero debido a los fenómenos que la originan es susceptible de sufrir modifi-
caciones en su estructura interna que la pueden debilitar. Una roca metamórfica puede tener una
gran capacidad de carga, ya que las deformaciones causadas en la roca original por excesos en la
aplicación de temperatura y presión, hacen que los minerales se alarguen y entrelacen, lo que
produce una roca sumamente resistente.
Para comprender el efecto que causan fenómenos ajenos a la formación de las rocas, pri-
mero debemos conocerlas y diferenciarlas entre sí. Tomaremos como base las propuestas de M.
Vera, R. E. Hunt, A. C. Tennissen y L. Cepeda.
GENERALIDADES
a) Origen de las rocas. Una masa rocosa tendrá diferente comportamiento fisico-químico de
acuerdo a la temperatura y presión a la que haya sido originada.
b) Emplazamiento de las rocas. La profundidad relativa en la que esté ubicado el cuerpo ro-
coso, así como la manera en que llegó a situarse en el lugar en que se encuentra, influirán
en sus propiedades originales.
e) Deformación y alteración de las rocas. Son los cambios producidos por algún evento geo-
lógico posterior a la formación y emplazamiento de las rocas, lo que dará lugar a una mo-
dificación en sus características iniciales.
El punto de vista geológico debe tornarse en cuenta con el mismo interés que una prueba
mecánica de laboratorio, ya que la respuesta que ofrecerá una roca a esos ensayos dependerá di-
rectamente de los procesos geológicos por los que haya atravesado. Un experimento mecánico
aislado tendrá diferentes resultados a aquel efectuado en el ambiente geológico propio de la masa
rocosa en estudio. De acuerdo con lo anterior, un especialista en mecánica de rocas será aquel
que tenga la suficiente habilidad para interrelacionar las hipótesis geológicas con las teorías me-
cánicas.
Las ramas de la Geología que estudian a las rocas con mayor intensidad son:
La Petrología que "es la ciencia que se ocupa de las rocas formadas por conjuntos minerales de-
fmidos y constituyen la mayor parte de la Tierra. Trata del modo de ocurrencia, la composición,
la clasificación y el origen de las rocas, así como de sus relaciones con los procesos e historia
geológicos".
La Petrogénesis, que se ocupa del origen de las rocas, y la Petrogra.fia que "pone énfasis en la
parte puramente descriptiva de la ciencia de las rocas desde los puntos de vista de la textura,
de la mineralogía y de la composición química".
En sentido estricto la Petrogénesis y la Petrografía son ramas de la Petrología.
Se divide a las rocas de acuerdo a su origen en dos grupos, ilustrados en la tabla IV. l.
ROCASEXÓGENAS
S
E Epiclásticas Piroclásticas
D
(conglomerados)
1 Í
M (areniscas) (tobas) G
E N
N (lutitas)
E
T ROCAS ENDÓGENAS A
A S
R
Químicas Magmáticas
1
y Bioquímicas (granito)
A
(calizas) (basalto)
S
(Evaporitasl
Tabla IV.1. Clasificación de Rocas según Grabau (1904), modificada por Vera (1995).
CLASIFICACIÓN DE LAS ROCAS 55
Rocas exógenas. Aquellas que se forman por procesos externos y se acumulan sobre la superficie
terrestre, aunque los materiales de algunas provengan de la evolución de un magma. Se incluyen
areniscas, conglomerados, lutitas, lateritas y tobas; se disponen en capas superpuestas o estratos y
en ocasiones presentan fósiles atrapados durante su formación.
Rocas endógenas. Se pueden separar en dos grupos: aquellas en las que suceden reacciones quí-
micas y cristalización de los elementos en condiciones de altas temperaturas, tanto en la su-
perficie terrestre como bajo ella, como basalto, andesita, granito y diorita, y aquellas en donde la
cristalización se efectúa esencialmente sobre la corteza terrestre, con bajas temperaturas, como
caliza, evaporita y carbón.
También se tiende a dividir a las rocas en tres grandes grupos, de acuerdo con su presen-
tación textura! y su composición, que sugieren un modo de origen:
Rocas Ígneas. Aquellas formadas por la consolidación de una masa rocosa fundida o parcialmen-
te fundida (magma). Se ha establecido que a partir de estas rocas se derivaron los siguientes dos
grupos litológicos.
Rocas Sedimentarias. Una parte de ellas proviene de la destrucción física y química de rocas
preexistentes, cuyos productos sólidos y en solución son transportados, depositados y litificados,
dando lugar a las rocas detríticas. La otra parte se origina por precipitación química de sustancias
disueltas, constituyendo las rocas sedimentarias químicas o no detríticas.
Rocas Metamórficas. Son el resultado de una transformación al estado sólido de rocas preexis-
tentes, bajo condiciones de alta temperatura y presión.
Cualquiera de estas unidades litológicas puede cambiar a otra, con lo que se define el ci-
clo de las rocas, el cual no necesariamente es secuencial y puede ser interrumpido en alguna de
las etapas que se señalan en la figura N .1 :
TIPOS DE ROCAS
LAS ROCAS ÍGNEAS. Se forman a partir de un magma, que es una solución liquida o fundida
que generalmente contiene cristales en suspensión y constituyentes gaseosos disueltos o volátiles.
Desde el punto de vista fisico-químico, puede considerarse como un sistema multicompuesto
consistente en una fase liquida, o material fundido, y en cierto número de fases sólidas como cris-
tales en suspensión de olivino, piroxeno, plagioclasa, etc. Bajo ciertas condiciones puede estar
presente también una fase gaseosa.
El magma es un material rocoso fundido, móvil y caliente que en determinados casos
tiende a ascender; cerca de la superficie de la corteza terrestre se puede formar un cuello volcáni-
co, entonces la presión decrece, los gases se liberan y el magma fluye y solidifica.
Las rocas ígneas aparecen en dos formas principales:
Intrusivas
El magma se enfría y solidifica dentro de la corteza, formando grandes cuerpos o plutones, los
cuales en general consisten de rocas de grano grueso, o cuerpos pequeños como diques y sills o
mantos, los que están constituidos generalmente de rocas de grano fino porque su enfriamiento es
más rápido (fotografías IV.l y IV.2).
Extrusivas
Están asociadas a actividad volcánica y se forman como lava que fluye en la superficie de la cor-
teza dando lugar a las rocas extrusivas ( fotos IV.3 y IV.4 ) o a las piroclásticas (fotos IV.5 y
IV.6) cuando el magma es eyectado a la atmósfera por erupciones violentas (fotos IV.7 a IV.9)
cuyos componentes caen como numerosos fragmentos.
Foto IV.3. Derrame de andesitas. Sonora Mex. Foto IV.4. Textura porfidica fluidal en andesita.
Foto IV.5. Secuencia lgnimbrítica en la margen Foto IV.6. Textura piroclástica fluidal en
derecha del río Fuerte, Sinaloa, Mex. ignimbrita densamente soldada.
Según Armando Quezadas Flores, 1968, Modificada por Miguel Vera O. (1995).
Los minerales más importantes en las rocas ígneas son cuarzo, feldespatos y ferromagnesianos.
Las características generales de estas rocas se pueden ver en la tabla IV.2.
CLASIFICACIÓN DE LAS ROCAS 59
Textura. Modo de asociación de los minerales constituyentes de las rocas y de sus relaciones
mutuas.
De acuerdo con su textura las rocas intrusivas y extrusivas se agrupan como sigue:
Fanerocristalinas (faneríticas), con grandes cristales que se distinguen a simple vista y se clasi-
fican por el tamaño del grano (fotos IV .1 Oy IV .11):
• De grano grueso> 5 mm de diámetro.
• De grano medio de 1 a 5 mm de diámetro.
• De grano fino< 1 mm dle diámetro.
Microcristalinas (microfaneríticas) , con cristales que se pueden percibir, pero demasiado pe-
queños para distinguirse individualmente (foto IV.l2).
Porfídicas, son rocas de textura fanerítica con grandes cristales en una matriz afanítica (fotos
IV.13 a IV.l5).
Afaníticas, que contienen cristales demasiado pequeños para ser reconocidos a simple vista (foto
IV.16).
Brecha volcánica (foto IV.l8), con grandes fragmentos que caen alrededor del cuello volcánico y
forman un cono; incluyen:
Ignimbritas, depósitos de material piroclástico incandescente que se deslizan como avalancha por
las pendientes del volcán y se derivan de actividad muy explosiva. A diferencia de la toba, sus
componentes están bien orientados debido al aplastamiento que producen las rocas suprayacen-
tes. Su textura se define como eutaxítica cuando son visibles las bandas intercaladas de vidrio,
cuarzo, micas u otros materiales (fotos IV.l9, IV.20 y IV.21).
Foto IV.19. Bandas intercaladas de cuarzo, Foto IV.20. lgnimbritas del Supergrupo
feldespatos y micas en ignimbrita riolitica Volcánico Superior, cuenca del río Baluar-
con textura eutaxítica. te, Sinaloa, Mex.
Toba, que contiene material fino que es transportado por las corrientes de aire y depositado a al-
guna distancia del origen (fotos IV.22 y IV.23); incluye:
• Ceniza
• Polvo, que es el material más fmo
64 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUIRRE
Estructura. Son los grandes rasgos que se observan a simple vista en los afloramientos, tales
como el bandeamiento, la lineación y la vesicularidad.
LAS ROCAS SEDIMENTARIAS. Las partículas que las constituyen tienen su origen en el in-
temperismo de la masa rocosa o en la precipitación química; se depositan en cuencas aumentando
el espesor del sedimento, el cual posteriormente se litifica y forma estratos, bajo la influencia de
la temperatura, presión, cementación y recristalización.
lntemperismo
En el intemperismo mecánico, el
macizo rocoso se rompe en frag-
mentos debido a las fracturas o
juntas que se forman como una
reacción a los ciclos de enfria-
miento en climas fríos, a la expan-
sión-contracción y a las fuerzas
expansivas de las raíces de los
árboles (foto IV.26).
Materiales resultantes. El residuo puede incluir fragmentos de roca de varios tamaños, general-
mente sin alteración (foto IV.27) o materiales resistentes a la descomposición química, como el
cuarzo, o arcillas, partículas coloidales, las cuales son productos insolubles de la descomposición
química de materiales menos resistentes, como el feldespato y la mica. Los productos solubles de
la descomposición van en solución.
Tabla IV.3.
Clasificación Granulométrica de los Sedimentos
Tamaño de la Nombre de la
Nombre de la roca
partícula (mm) partícula
256 Cantos Rudita
64 Guijarros
Conglomerado
4 Guijas
2 Gránulos Brecha
Arena de grano
1 muy grueso Aren ita
Arena de grano
0.5 (1/2) grueso
Arena de grano
0.25 (l/4) medio
Arena de grano
Arenisca
0.125 (1/8) fino
Arena de grano
0.0625 (1116) muy fino
Limo Limo! ita
0.0039 (11256)
Arcilla Lutita
CLASIFICACIÓN DE LAS ROCAS 67
También los materiales son acarreados en solución en corrientes de agua hacia el mar o
hacia otro cuerpo grande de agua, donde se precipitan de la solución. Los precipitados químicos
incluyen los enormes espesores de carbonatos marinos, como calizas y dolomías (fotos IV .28 y
IV.29) y las menos abundantes evaporitas (yeso, anhidrita y halita).
Además de las formadas por procesos físico-químicos, muchas rocas no detríticas están
constituidas por material disuelto que se precipita en el fondo del mar por la acción de organis-
mos vivos.
Otro tipo de sedimento se denomina orgánico; está constituido por capas de vegetación en
estado de putrefacción que permanece en el lugar para, eventualmente, formar carbón.
68 JOSÉ MARÍA CJúiVEZAGUIRRE
Características de depósito
Estratificación horizontal
Bajo condiciones uniformes relativas, el depósito inicial ocurre en capas horizontales (foto
IV.30).
Foto IV.30. Estratificación horizontal en calizas y areniscas de la Formación Trancas del Jurá-
sico Superior. Cañón "El Carrizal", Zimapán, Hidalgo, Méx.
Estratificación cruzada
El oleaje y la acción de las corrientes producen estratificación cruzada.
H ue/las de oleaje
El oleaje y la acción de las corrientes pueden dejar marcas en la parte superior de algunos estratos.
Discordancia
Cuando se remueve parcialmente un estrato por erosión y se deposita un nuevo horizonte, se ob-
tiene un cambio abrupto en el tipo de material y entonces se forma una discordancia; o cuando
hay un cambio en el paralelismo ocurre el depósito de un nuevo estrato sin la erosión de las capas
subyacentes después de un tiempo.
Litificación
Las rocas se forman por litificación, lo que sucede cuando el espesor de los sedimentos aumenta.
Los detritos o precipitados se convierten en roca por compactación, por el depósito de agentes
cementantes dentro de los espacios porosos, y por los cambios físicos y químicos de los compo-
nentes. A grandes profundidades la consolidación por compactación es un proceso común, causa-
do por el incremento en la actividad química del agua intersticial que va asociado al aumento de
la temperatura con la profundidad.
CLASIFICACIÓN DE LAS ROCAS 69
Clasificación
Las rocas sedimentarias están divididas en dos grandes grupos: detríticas y no detríticas. (Tablas
IV.4, IV.5 y IV.6).
Luti ta Arci lla < 0.004 Tamaños coloidales, producto Aguas tranquilas y saladas:
de la descomposición de mine- las partículas arcillosas se acumu lan en
rales inestables. lo que da granos y se depositan rápidamente en el
silicatos compl«jos hidratados. fondo . No muestra estratificación grada-
da.
Agua du lce: se deposita lentamente.
laminadas y bien estratificadas. Muestra
estratificación
: :::
Pudinga
Areniscas
Arcosa
Grauvaca
Incluye precipitados quimicos y rocas orgánicas. Se clasifican por su textura, fábrica y composición.
Las orgánicas incluyen únicamente las diferentes formas de carbón (tabla IV.6).
Contiene más del 50% de carbonato de calcio (calcita); el porcentaje restante consiste de impurezas
Caliza como arcilla, cuarzo, óxidos de fierro y otros minerales. La calcita puede precipitarse quím ica u
General orgánicamente, o puede tener un origen detrítico. Existen muchas variedades, todas efervecen en
HCI.
Caliza Relativamente pura, textura gruesa a media. Dura. (Espatita).
Roca de textura fma, porosa y suave. Compuesta de conchas de organismos microscópicos; nor-
malmente de color blanco.
Más dura y pesada que la caliza (su densidad es de 2.87 , mientras que la de la caliza es de
Dolomía 2.71 g/cm3). Se forma por precipitación directa en el agua de mar o por alteración de la caliza por
dolomitización. Sólo lverizada efervece con HCI. Además de contiene
Agregado cristalino de granos de sal. Se le llama roca de sal. Suave, tiende a fluir a bajas presiones y
temperaturas y forma los domos salinos. Debido a que la sal es de menor peso específico que la
Halita roca, viaja hacia la superficie a medida que la roca encajonada es erosionada. Las capas circundantes
se comban y fracturan por el empuje de la sal, formando trampas en las que se puede encontrar pe-
--
Carbón
tróleo.
Se f01ma por depósito de sílice a partir de una solución en agua, por la evaporación y la actividad de
organismos vivos, y posiblemente por reacciones químicas. Puede ocurrir en f01ma de pequeños
Pedernal nódulos o como delgadas capas. Es común en formaciones de caliza y creta. Su dureza es de 7 y,
como la caliza, se remueve por intemperismo. Las capas de pedernal quedan como testigos y sin
cambios. El flint es una variedad de el es de color
Diatomita Suave, blanca, se parece a la creta, roca muy clara constituida por diatomitas (organismo acuático
unicelular una concha de
72 JOSÉ MARÍA CliAVEZAGUJRRE
Los componentes de las rocas ígneas y sedimentarias son modificados por el metamorfismo, que
es un fenómeno producido por el intenso calor y la presión a que es sometido un macizo rocoso
(figura IV.2), lo que deforma los minerales, en combinación con la actividad de agua y gases que
provocan la recristalización de la roca, dando lugar a la formación de nuevos minerales por cam-
bios químicos que producen los elementos aportados.
Mármol y calcoesquisto
Arenisco
Metamorfismo
~"---l:Siagtc>nal y Cotaclástico
(Fuerzas de Compresión)
Figura IV.2. Formación de las rocas metamórficas por efecto de altas pr2siones y temperaturas.
Tipos de metamorfismo
El metamorfismo regional combina altas temperaturas con grandes esfuerzos, por los cuales las
rocas se deforman y cambian de aspecto. Se produce durante la génesis de montañas, por lo que
el resultado final serán extensas áreas de rocas metamórficas. En este tipo de metamorfismo suele
existir una gradación en intensidad, por ejemplo, las rocas sedimentarias sometidas al metamor-
fismo de grado bajo darán lugar a pizaiTas (foto IV.31). En ambientes de temperatura y presión
elevadas, las pizaJ.Tas se convertirán en filitas y luego en micaesquistos (foto IV.32). Bajo condi-
ciones más extremas se crearán esquistos y fmalmente gneises (foto IV.33).
CLASIFICACIÓN DE LAS ROCAS 73
El metamorfismo de contacto o termal tiene un efecto local; es causado por el calor proveniente
del magma de un cuerpo intrusivo, que recristaliza la roca encajonante y la transforma en un
cuerpo macizo y resistente (fotos IV.34 a IV.36). El efecto disminuye a medida que la distancia al
intrusivo aumenta.
BEM2-1 BE-4
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Figura IV.4. Columna estratigráfica (arriba) reconstruida a partir de muestras de núcleos recuperados de
barrenos perforados por la Comisión Federal de Electricidad cerca de Cbicxulub, Yucatán. La brecha que
representa al borde del cráter y que se marca a 250m de profundidad en el pozo BE-4 de Valladolid, contiene
materiales de metamorfismo (abajo) generados por el impacto de un gran asteroide sobre la corteza de nues-
tro planeta.
274.00m
Caliza brecholde
Clasificación. La clasificación de
las rocas metamórficas se basa prin-
cipalmente en la fábrica y la textu-
ra, corno se indica en la tabla IV.9.
La fábrica masiva (tabla IV.lO) es
274.40m homogénea, generalmente con tex-
Caliza recristalízada. Brec.hoide tura equigranular.
CLASIFICACIÓN DE LAS ROCAS 77
Textura
G ranul ita
G ruesa Gneis Metaconglomerado
Anfibolita G neis liación
Esquisto (mica, Cuarcita Serpentinita
Media clorita, etc.) Tactíta o skarn Esteatita
Mármol
Filita Hornfels o corneana
P izarra
Migmatita: Mezclas de rocas ígneas y metamórficas.
En plutones o rocas máficas difíciles de fundir y que contienen
Otras Formas fluidos.
Milonitas: Formadas por intenso metamorfismo mecánico; con fuerte !ami-
nación, pero la fábrica y los minerales originales triturados o
pulverizados. Se forma por arrastre en los movimientos diferen-
ciales entre
Granulita
Metaconglomerado
Se produce por metamorfismo mecánico. Puede mostrar intensa laminación; los minerales
constituyentes y la fábrica están quebrados y pulverizados por los procesos fisicos y la
Milonita alteración química. Puede tener espesores muy delgados o alcanzar hasta varios cientos de
metros. Lutitas milonitizadas provocan condiciones muy inestables para túneles o taludes
inclinados. Se forman movimiento diferencial entre
78 JOSÉ MARÍA CHA VEZ AGUIRRE
La fábrica foliada (tabla IV .11) es una estructura bandeada o aplanada que contiene placas delga-
das que son el resultado de la aplicación de grandes esfuerzos e incluye tres formas: bandeada o
1
lenticular, esquistosa y pizarrosa.
ROCA CARACTERÍSTICAS
Roca de grano fino, foliación bien desarrollada como resultado del arreglo
paralelo de minerales aplastados (esquistosidad). Estos minerales son: micas,
Esquisto clorita y talco. El esquisto se identifica por el mineral primario como: esquis-
to de mica, esquisto de clorita, etc. El granate es un mineral accesorio común
del esquisto de mica y representa metamorfismo intenso. En ocasiones es
dificil distin ir un ·sto de un · uno a otro.
Consiste principalmente de anfíboles y muestra una textura más o menos es-
quistosa. Se compone de minerales oscuros además de la hornblenda, y puede
Anfibolita contener cuarzo, plagioclasa, feldespato potásico y mica. Es una roca dura,
con densidad entre 3.0 y 3.4. Se asocia con gneises y esquistos con los que
forma macizos que son más resistentes a la erosión que otras rocas que los
rodean.
Roca suave, con lustre satinado y esquistosidad extremadamente fina. Se
Filita compone principalmente de clorita. Es muy inestable en taludes. Gradúa a
a medida el tamaño del aumenta.
Pizarra Roca de grano extremadamente fino. Presenta clivaje plano. Generalmente se
de la masa rocosa en duras.
Algunas rocas metamórficas pueden ser producto del metamorfismo de varios tipos de ro-
cas, pero otras son producto de la deformación de una sola, como se observa en la tabla IV.12 .
..
CLASIFICACIÓN DE LAS ROCAS 79
CAPÍTULO V
ESTRUCTURAS GEOLÓGICAS
INTRODUCCIÓN
En general la palabra "estructura" causa confusión en quien no está familiarizado con los térmi-
nos geológicos; en Geología se aplica para definir las formas de emplazamiento de las rocas íg-
neas, los pliegues en las sedimentarias, la foliación en las metamórficas y las fallas y fracturas en
ambas. Estas últimas son conocidas como "discontinuidades" y abarcan también a las juntas, dia-
clasas y cizallas.
En este capítulo haremos una descripción general de las estructuras que afectan a todos
los tipos de rocas, como las discontinuidades; pondremos énfasis en las que se forman en las ro-
cas sedimentarias, como los pliegues y mencionaremos las formas de emplazamiento de las rocas
ígneas, como los diques y mantos. Para su desarrollo consultaremos las obras de M. Mattauer,
D.M. Ragan, R. E. Hunt, F.G. Blyth, y Leet y Judson.
RUMBO Y ECHADO
Para describir la posición de los rasgos estructurales, se miden dos de sus características: rumbo y
echado, que se pueden calcular más fácilmente en las discontinuidades y en las rocas estratifica-
das (figura V.l). Cuando una roca no está horizontal, el valor de su pendiente se llama echado y
corresponde al ángulo agudo que forma la capa con relación al horizonte. Se mide en dirección de
la mayor pendiente. El rumbo se define como la traza o intersección del plano de la capa inclina-
da con un plano horizontal, e invariablemente esta línea es perpendicular a la del echado (foto
V.l). Una capa que tenga un echado al oriente o al poniente tendrá un rumbo norte-sur, que se
designa generalmente como norte.
DISCORDANCIAS
La discordancia con estratos paralelos arriba y abajo de la superficie de erosión se llama discon-
formidad o discordancia paralela. Se forma cuando las rocas estratificadas son elevadas y ex-
puestas a la erosión, hundiéndose más tarde, para recibir el depósito de nuevos sedimentos, sin
haber sido plegadas.
ESTRUCTURAS GEOLÓGICAS 83
La discordancia entre las rocas ígneas o metamórficas que están expuestas a la erosión y
que después quedan cubiertas por sedimentos, se llama inconformidad o discordancia litológica
(foto V.2).
PLIEGUES
El plegamiento implica una deformación quebradiza y dúctil. Los estratos que se compor-
tan como materiales quebradizos se denominan incompetentes, mientras que los estratos que flu-
yen como materiales dúctiles se llaman competentes.
El plegamiento por flujo es un ejemplo de plegamiento competente y aparece en capas
que ofrecen poca resistencia a la deformación, como los depósitos de sal, o rocas que llegan a ser
dúctiles cuando son sepultadas a
profundidades considerables en la
corteza, donde prevalecen las altas
temperaturas, como para la forma-
ción del gneis (foto V.4).
Plano axial. Es el eje de simetría que divide al pliegue en dos partes iguales, es decir, lo atraviesa
en puntos equidistantes de ambos flancos.
Eje. Es la línea de intersección del plano axial con un plano horizontal.
Charnela. Es la intersección del pliegue con el plano axial; es el punto de máxima curvatura.
Cresta. Es el punto más elevado del pliegue.
Flancos. Son las partes que se prolongan a uno y otro lado del pliegue.
La forma de un pliegue depende de la posición del plano axial, del ángulo formado por los
flancos y del grado de curvatura de los mismos. Un pliegue es derecho y simétrico cuando el pla-
no axial es vertical y ambos flancos buzan con ángulos semejantes. El pliegue asimétrico se ca-
racteriza en que un flanco buza con mayor inclinación que otro. A medida que aumenta la
asimetría el flanco intermedio que une un anticlinal con el sinclinal adyacente llega a invertirse y
se dice entonces que el pliegue es volcado. Cuando el plano axial es más o menos horizontal,
el pliegue se denomina tumbado o acostado (foto V.8). De acuerdo con el grado de compresión
un pliegue puede ser abierto cuando los flancos forman un ángulo amplio, o apretado o cerrado
cuando está tan comprimido que los flancos quedan aproximadamente paralelos, en cuyo caso el
pliegue se llama isoclinal.
Foto V.S. Anticlinal tumbado o acostado en calizas y areniscas de la Formación Trancas del Jurásico
Superior. Cañón El Carrizal, cerca de la Casa de Máquinas de la C.H. Zimapán. Querétaro, Méx.
Foto V.9. Pliegue sinclinal en abanico por cuyo eje pasa la tuberia de ventila-
ción que alimenta a la Casa de Máquinas de la C.H. Zimapáo, Querétaro,
Méx. Las rocas corresponden a estratos intercalados de calizas y areniscas de
la Formación Trancas del Jurásico Superior.
La orientación de un pliegue está marcada por la dirección del plano axial, definida por su
rumbo y echado, y la de su eje; éste puede ser horizontal, semejante a la parte superior de un tú-
nel de ferrocarril o puede estar inclinado, en cuyo caso se dice que el eje y el pliegue se hunden
(p/unge) o inclinan (pitch). El hundimiento se mide en grados a partir de la horizontal, sobre un
plano vertical, mientras que la inclinación está dada por el ángulo formado por el eje del pliegue
y el rumbo del plano axial medido
sobre éste. La dirección del hundi-
miento se expresa por su valor en
grados y con frecuencia se representa
en los mapas por una forma de flecha
larga que apunta en el sentido del
hundimiento.
Manto de corrimiento (napa): pliegue recumbente de las fajas montañosas cortado por un em-
puJe.
Domo: estructura circular en planta con echados que radían de un área central alta. Comúnmente
se asocia a domos salinos. Éstos se forman donde los estratos son levantados por un tapón de sal
que se mueve hacia arriba por efecto de la presión. El arqueamiento producido tiene una sección
transversal casi circular.
A B e o
Figura V.7. Desarrollo de un pliegue anticlinal-sinclinal recostado basta la falla (Mattauer, 1976).
90 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUIRRE
Los pliegues evolucionan basta constituirse en cabalgamientos, tanto por fractura según la
línea de charnela, donde el momento flector es máximo, como por adelgazamiento-cizallamiento
en la zona media de sus flancos.
Las épocas o episodios del plegamiento son acontecimientos importantes en la historia
geológica de un segmento cortical y en consecuencia han de ser datados con la mayor exactitud.
El plegamiento es, evidentemente, posterior al depósito de la roca implicada más reciente.
Es posible establecer una secuencia de acontecimientos entre pliegues, cruceros y linea-
cienes. En el campo se observa que algunas estructuras están plegadas, trastornadas o atravesadas
por otras posteriores superpuestas. Las más antiguas o más jóvenes que un determinado pliegue
son incongruentes con respecto a él. Por esta razón es importante, en regiones de plegamiento
múltiple, obtener las relaciones de edad entre las diversas estructuras antes de proponer el esque-
ma geológico general.
FALLAS
Los movimientos de la corteza terrestre que crean los pliegues son tan lentos que las masas de
roca pueden ajustarse a ellos sin ruptura. Cuando los movimientos de la corteza son de tal natura-
leza que fracturan la masa de roca y desplazan las secciones separadas, se produce un rasgo es-
tructural llamado falla. El plano que limita a las dos masas de roca se llama plano de falla (figura
V.8a), el cual a veces tiene estriaciones que indican la dirección del movimiento.
El movimiento total de una falla puede llegar a ser de varios kilómetros, o del orden de
milímetros, en cuyo caso recibe el nombre de microfalla. Las fallas tienen estrechos vínculos con
las fracturas y, con frecuencia, son paralelas. En una falla ha habido rompimiento y desplaza-
miento, mientras que en una fractura no hubo movimiento a través del plano de discontinuidad.
Algunas veces las fallas separan
grandes masas de roca de la corteza, for-
mando los bloques ofallados que constitu-
yen montañas.
La clasificación de las fallas se basa
en el movimiento relativo de las dos masas
de roca implicadas en el fenómeno. La ma-
sa de roca que queda encima del plano de
falla se llama bloque de techo, y la que
a queda abajo, bloque de piso (figura V.8b).
La falla en la que el bloque de te-
cho se movió hacia abajo en relación con el
bloque de piso, es unafalla normal, produc-
to de esfuerzos de tensión o de la acción de
la gravedad (figura V.9a). En el caso con-
trario, en el que el bloque de techo se movió
Figura V.8. Esquema del hacia arriba en relación con el bloque de pi-
plano (a) y de los blo- so, se tiene una falla inversa, producto de
ques de techo y piso en esfuerzos de compresión (figura V.9b).
una falla (b). b
ESTRUCTURAS GEOLÓGICAS 91
(IJJ
El ángulo de buzamiento de una falla inversa generalmente es menor de 45° (figura V. lO),
mientras que en la falla normal tiende a ser mayor (figura V.11 y foto V.l3).
Figura V.lO. Falla inversa con su plano de falla en ángulo menor de 45°(Mattauer 1976).
92 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUIRRE
Una falla a lo largo de cuyo plano hubo movimiento horizontal recibe el nombre de falla
de desplazamiento de rumbo, transforme o transcurrente, no hay desplazamiento vertical en los
bloques y, como en el caso de la falla inversa, también se debe a esfuerzos de compresión (foto
V.14, figura V.l2).
Al máximo desplazamiento entre un bloque y otro, en el caso de las fallas normales e in-
versas, se le denomina salto de falla (figura V .13).
Esta masa rocosa, fragmentada y triturada, se intemperiza con facilidad y contiene mu-
chos poros y espacios, los cuales se rellenan con agua durante las épocas de lluvia o con agua
subterránea si la zona es profunda. El agua fluye con rapidez debido a la alta permeabilidad de la
roca, lo que puede provocar derrumbes en los túneles que atraviesan los planos de falla
A partir de las fallas normales e inversas, se crean los demás tipos. Si el plano de la es-
tructura es vertical no es posible decidir cual bloque subió o bajó, en este caso se le denomina
simplemente falla vertical (foto V .16, figura V.14).
94 JOSÉ MARÍA CliAVEZAGUIRRE
Foto V.17. Plano de la faUa de cabalgadura "El Doctor" en Zimapán, Hgo. El bloque
de techo está compuesto por calizas masivas del Cretácico Medio, correspondientes a
la Formación El Doctor; el bloque de piso está representado por lutitas intercaladas
con areniscas de la Formación Soyatal del Cretácico Superior.
ESTRUCTURAS GEOLÓGICAS 95
JUNTAS
Una fractura que no ha sufrido movimiento apreciable paralelo a ella es una junta. En las rocas
ígneas muchas de estas estructuras se originaron por la contracción durante el enfriamiento, sin
conexión con los movimientos de la corteza. Sin embargo, un gran número de juntas que cortan
rocas de todas clases probablemente son resultado de esfuerzos relacionados con el arqueamiento,
plegamiento y fallamiento (figura V. l 5).
Estas discontinuidades se presentan en grupos paralelos que se denominan juegos. La
combinación de dos o más juegos que se intersecan forman un sistema.
Las juntas de un grupo dado son casi paralelas entre sí, pero el conjunto puede estar dis-
puesto vertical u horizontalmente, o con cierto ángulo. La mayor parte de la masa de roca está
atravesada por más de un grupo; a menudo son dos los conjuntos que se intersecan en ángulos
aproximadamente rectos.
Las masas de roca ígnea que se formaron cuando el magma se solidificó dentro de la corteza te-
rrestre se llaman plutones. Cuando las rocas tienen una disposición definida en capas, nos referi-
mos al magma que las invade como concordante si sus límites son paralelos a la estratificación, o
discordante si atraviesa la estratificación (figura V.l6).
96 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUIRRE
Meseta de basalto
Los plutones macizos generalmente son de gran tamaño, sin forma tabular:
El batolito es un plutón discordante, cuyo tamaño aumenta a medida que se profundiza, su techo
o parte superior tiene una forma dómica irregular. El nombre proviene del griego bathos (profun-
do) y lithos (piedra). En este caso el término "grande" significa un afloramiento de más de 100
2
km • El plutón que tiene una superficie de afloramiento menor, pero que muestra las otras carac-
terísticas de un batolito, se llama tronco o stock (foto V.18).
ESTRUCTURAS GEOLÓGICAS 97
El lacolíto es un plutón macizo concordante, formado cuando el magma se introduce entre los
estratos de alguna secuencia sedimentaria y empuja hacia arriba a las rocas que lo cubren, crean-
do una especie de hongo (foto V .19). Si la relación de la extensión lateral contra el espesor del
plutón es menor de 1O, se clasifica como !acolito; si la relación es mayor de 1O, se denomina
manto.
Los plutones tabulares son de poco espesor en relación con sus otras dimensiones; entre
ellos se pueden mencionar:
El manto o sil!, que es concordante y puede ser horizontal, inclinado o vertical, dependiendo de la
posición de las rocas con las que está en concordancia (foto V.20). Varía en tamaño desde lámi-
nas de menos de 2 o 3 centímetros de espesor hasta masas de 100 o más metros de potencia. Se
puede confundir con derrames de lava sepultados posteriormente por otras rocas, pero el manto,
como roca intrusiva, resulta siempre más joven que la roca que lo rodea.
El dique es discordante y se origina cuando el magma se abre camino a lo largo de una fractura o
falla que afecta a las rocas adyacentes (foto V.21). Su espesor va de unos cuantos centímetros a
varios metros. Su longitud puede alcanzar 100 kilómetros.
INTRODUCCIÓN
• Evalúa las propiedades físicas del macizo rocoso, como la resistencia a la corriente
eléctrica, la velocidad de las ondas compresionales y longitudinales, la susceptibili-
dad magnética, la densidad, etc. Estos resultados se calculan a partir de los datos ob-
tenidos de instrumentos de medición física.
ESTUDIO GEOFÍSICO
Los métodos geofisicos son actualmente utilizados en estudios de factibilidad para la cimentación
de proyectos de grandes obras de ingeniería civil. Ayudan de manera significativa en la percep-
ción de los problemas geológicos que no son visualizados superficialmente, al determinar algunas
propiedades geomecánicas de las rocas y suelos, espesores de roca intemperizada, capas permea-
bles, contactos geológicos, espesores de rellenos aluviales, etc. Por ello es recomendable utilizar
al máximo métodos geofísicos, que son más económicos y rápidos que la exploración directa, y
en general la complementan. Los métodos geofísicos más útiles para fines geotécnicos son los
siguientes:
Método Sísmico
Los métodos sísmicos utilizan dos características importantes de las formaciones rocosas, una de
ellas es que, según la naturaleza de las rocas, varía la velocidad de propagación de las ondas elás-
ticas y la otra es que, particularmente los bloques o prismas sedimentarios, están separados por
superficies de contacto definidas que reflejan parte de la energía generada por las ondas elásticas
(figura VI.l).
2. Ondas Love. También son una combinación de las ondas longitudinales y transversales; en
ellas el desplazamiento de las partículas es horizontal o paralelo a la dirección de propagación.
Estas ondas se propagan en un medio que está limitado en su parte superior por una superficie
reflectora ideal. Ambos tipos de onda se ilustran en la figura VI.2.
Reflexión Sísmica. Analiza las trayectorias de las ondas longitudinales originadas por una fuente
de energía sísmica, en este caso una explosión, la caída de una masa o el impacto de un proyectil.
102 JOSÉ MARÍA CliAVEZAGUIRRE
La energía es propagada radialmente desde la fuente siguiendo las leyes de la óptica: refracción y
reflexión. Las trayectorias de las ondas utilizadas con este método son aquellas que se reflejan en
los contactos entre capas, de acuerdo al principio de Fermat o de trayectorias de tiempo mínimo
(Figura VI.3).
FU.ENTE
REFLEXIóN ~1S!\fiCA
En los estudios de geotecnia, el método sísmico de reflexión se utiliza para objetivos relativa-
mente someros, comúnmente de O a 300m de profundidad, por ejemplo para determinar zonas
saturadas en acuíferos aluviales, detectar fallas, delinear el perfil rocoso en el valle de un río y
detectar cavernas. Para objetivos de más de 500 m de profundidad, la reflexión se emplea en la
exploración petrolera, con equipo de mayores alcances y procesos digitales.
Refracción Sísmica. Por su parte, el método de refracción aprovecha las trayectorias de las on-
das refractadas en los contactos entre las capas (Figura VI.4). Se hacen tendidos rectilíneos en los
cuales se colocan geófonos a distancias conocidas; éstos se conectan mediante un cable al sismó-
grafo, aparato que registra las señales generadas por la fuente sísmica, la cual debe situarse en
MÉTODOS GEOFÍSICOS 103
cada uno de los extremos de la allineación de geófonos, así como a cierta distancia sobre la línea
del tendido y a menudo en puntos dentro del mismo. Del registro de señales amplificadas, cono-
cido como sismograma, se miden los tiempos del primer arribo de las ondas sísmicas, cuyo aná-
lisis de velocidades en función de la distancia permite elaborar un modelo de capas con velocidad
sísmica y espesor definidos.
La aplicación de este método en la geotecnia es muy frecuente, sobre todo para determi-
nar el espesor de la roca intemperizada y medir la variación espacial de algunos parámetros como
la velocidad sísmica y la absorción, los cuales pueden ser relacionados al tipo de roca, la porosi-
dad, el fracturamiento, la alteración y otros factores geológicos.
REFR4.CCIÓN SÍS1\1ICA
Figura VI.4. Arreglo de un Tendido de Refracción Sísmica (cortesía del lng. Pablo Barriga Llanos).
SUELOS
ROCAS ÍGNEAS
ROCAS SEDIMENTARIAS
El método eléctrico está basado en las diferencias de conductividad eléctrica que presentan los
materiales en el subsuelo. Esta característica se correlaciona con otras de tipo geológico y mecánico
(tabla VI.2).
Resistividad ; P, en ohm
1~ 1~ 1~ 1~ 1~
1
1o· 1 10
Rocas y Fluidos
Arcillas -------t--....-
__..._
---- -- ----1---+-~
Arenas secas
Arenas saturadas
de agua dulce
----- ------
Arenas saturadas
de agua salobre
Arenas saturadas
de agua salada
Lodo de perforación
Agua potable
Peñones, gravas
y arenas secas
Peñones,gravas y
arenas saturadas
--
----- ------ ----~~
Micaesquistos arcillosos ------ ------ ~-...¡
Areniscas macizas
------------ ---·-~
Areniscas porosas
Granito meteorizado
------ ------ -----
----- -----
---.--
-----·-· ... -~
Sondeo Eléctrico Vertical. Por medio de mediciones de potencial eléctrico y corriente eléctrica
efectuadas en la superficie~ es factible obtener la distribución en profundidad de la resistividad.
En la actualidad existen varios métodos pero el más utilizado es el de sondeo eléctrico vertical
(SEV), con arreglo electródico Schlumberger. Consiste en una serie de determinaciones de resisti-
vidad aparente, realizadas con un punto central fijo para una separación variable básicamente
entre los electrodos de corriente (A y B, Figura VI.5). Dicho arreglo permite obtener buena cali-
dad en las curvas de resistividad aparente y las operaciones de campo son más sencillas. El equi-
po de campo consta de un transmisor de corriente continua, un medidor de potencial eléctrico y
cuatro electrodos.
+lA ....
t 1
•
Magnetometría. Este método estudia las perturbaciones del campo magnético terrestre causadas
por fuentes anómalas, que se encuentran bajo la superficie terrestre, a través de la separación de
los efectos regionales (profundos) y residuales (someros). En la exploración geotécnica es utili-
zado en la localización de estructuras y contactos geológicos asociados a diques intmsivos y otras
rocas ígneas, así como a cuerpos mineralizados, la determinación del basamento rocoso, y la de-
tección de objetos metálicos enterrados. Aunque puede ser muy útil, requiere de un cuidadoso
trabajo de procesamiento e interpretación de los datos, por el manejo de la bipolaridad de los re-
sultados.
Sondeo Magnetotelúrico. Las exploraciones electromagnéticas incluyen métodos que son ahora
ampliamente utilizados para investigar la geología del subsuelo, al caracterizar variaciones en la
resistividad del terreno. Tales variaciones generalmente son causadas por estructuras o cambios
de porosidad, contenido de arcilla, salinidad del agua contenida y grado de saturación. Se han
ideado varias técnicas y arreglos, con sus ventajas y desventajas, pero básicamente todos ellos
miden componentes de los campos eléctrico y magnético para calcular la impedancia y la fase en
función de la frecuencia. La inversión de esa información conduce a determinar un modelo de
resistividad somera y a profundidad (1 000 m).
Registros GeoíiSicos de Pozos. Cada vez es más común el uso de los registros geofísicos de po-
zos para el reconocimiento y la caracterización de fracturas. Se clasifican en tres tipos:
(1) Métodos convencionales, que incluyen los registros que se corren rutinariamente en las
investigaciones, como son: "caliper", de flujo, de temperatura, eléctrico, sónico y nu-
clear (Figura VI.6).
(2) Métodos híbridos basados en los convencionales pero con varias modificaciones que
fueron específicamente diseñadas para obtener información sobre fracturas y el flujo
del fluido asociado.
(3) Métodos especializados, recientemente derivados de la industria petrolera o geotérmica
y del almacenamiento de desechos nucleares.
Límitaciones de los métodos. En la estructura de la litosfera, las formaciones de rocas cuyo ca-
rácter físico varía están dispuestas diversamente. En términos generales, las rocas son más densas
a medida que aumenta la profundidad, pero en algunos lugares hay formaciones de densidad rela-
tivamente baja que se hallan enterradas a gran profundidad, y en otros lugares, rocas densas se
hallan cerca de la superficie. Análogamente, yendo de una localidad a otra, pueden existir dife-
rencias muy amplias en la susceptibilidad de las formaciones subterráneas. O también, materiales
de susceptibilidad magnética relativamente elevada pueden hallarse en depósitos a escasa pro-
fundidad en un distrito, y a gran profundidad en otro. Y fmalmente, se pueden observar marcadas
diferencias en la conductividad eléctrica de ciertas formaciones, en contraste con otras.
Teóricamente, una masa rocosa subterránea se puede distinguir, por medidas de carácter
geofisico, de las masas contiguas, de las cuales difiere por alguna de estas propiedades; pero en la
práctica los resultados de tales medidas están estrictamente limitados, en parte a causa de la sen-
sibilidad de los instrumentos, en parte a causa de las dificultades que existen para efectuar obser-
MÉTODOS GEOFÍSICOS 109
vaciones de precisión en las condiciones en que se realizan los trabajos de campo, y en parte a
causa de la dificultad, y con frecuencia a la imposibilidad de discernir entre los numerosos y va-
riables efectos fisicos subterráneos inferidos, los cuales en conjunto determinan la resultante en
realidad medida en una localidad dada.
REGISTRO PW 479
Moyo 1976
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Gommo Rftkllwi!lold
De los métodos geofísicos que hemos descrito brevemente, los sísmicos han proporciona-
do los resultados de mayor resolución. De modo especial, el método de la reflexión ha sido muy
empleado en el subsuelo tanto en la cartografía de reconocimiento como en la de detalle. Los
métodos gravimétrico y magnetométrico tienen su principal aplicación en el reconocimiento
regional, si bien el primero de ellos puede ser de importancia para el detalle de domos de sal, y el
segundo para el detalle de la distribución de minerales magnéticos. Los métodos eléctricos son de
lim itada penetración en el subsuelo. Localmente, tienen aplicación para la prospección de ciertos
minerales, así como para efectuar algunas prospecciones de ingeniería. Todas las diferentes cla-
ses de exploración geofísica requieren, para su adecuada ejecución, personal muy especializado y
entrenado en matemáticas y física. En cambio, la interpretación de los datos obtenidos por medio
de estos métodos puede lograrse satisfactoriamente con sólo los esfuerzos combinados del geofí-
sico y el geólogo. En la tabla V1.3 se presenta un resumen de su aplicación y limitaciones, entre
otros aspectos.
MÉTODOS GEOFÍSICOS 111
Tabla Vl.3. Los métodos geofísicos de prospección. Modificada de Cantos Figuerola (1974) y Hoek y Brown
(1985).
CAPÍTULO VII
EL TIEMPO GEOLÓGICO
INTRODUCCIÓN
Para comprender el desarrollo de nuestro planeta, debemos tratar de olvidar por un momento
nuestro concepto del tiempo, el cual no se mide por la vida del hombre. Hace dos siglos, la histo-
ria de la humanidad era toda la historia, pero ahora sabemos que somos un minúsculo punto en la
enorme línea de la evolución.
El estudio de la Geología expande nuestro concepto de la duración del tiempo. Como la
vida es corta, tendemos a pensar que quince o veinte años son muchos. En la mayoría de los pun-
tos de referencia, cien años son demasiados. Sin embargo, estudiando la Tierra y los procesos que
operan en ella, comprendemos que su historia se mide en millones e incluso en varios billones de
años.
Las rocas son registros del tiempo y, a partir de sus interrelaciones, los eventos de la his-
toria de la Tierra pueden ser ordenados cronológicamente.
Para la elaboración de este capítulo recurrimos a las obras de autores como N. K. Coch,
A. Holmes, H. Lahee, L. D. Leet y F. Press.
• El Tiempo Relativo, que indica si sobrevino un evento en la historia de la Tierra antes o des-
pués que otro, haciendo caso omiso a los años.
• El Tiempo Absoluto, que mide el evento geológico, nos dice si éste tuvo lugar hace unos
cuantos años, hace mil millones de años, o en alguna fecha más lejana aún en la historia de la
Tierra.
El Tiempo Geológico Relativo ha sido determinado, en gran parte, por la posición relativa de las
rocas sedimentarias, cada una de las cuales representa cierta cantidad de tiempo. Al ordenar va-
11-1 JOSÉ MARÍA ellA VEZ AGUIRRE
rias de estas rocas en su secuencia cronológica apropiada, se empieza a construir una escala del
Tiempo Relativo.
El principio básico para determinar si una roca sedimentaria es más antigua que otra se
conoce como la "ley de superposición" de Nicolas Steno (1669): "En una serie de rocas sedimen-
tarias que no haya sido volcada, la capa superior es siempre la más joven y la capa inferior es
siempre la más antigua".
Puesto que no todas las secuencias de roca son iguales en todos los puntos del planeta, se
debe juntar o integrar la secuencia de localidad en localidad. Este proceso de ligar o relacionar la
secuencia de un lugar con la de otro, se conoce como "correlación", palabra tomada de las voces
latinas "juntar" y "relacionar".
Sabemos que las huellas de oleaje en una arenisca se formaron por la acción de corrientes
marinas, o que las conchas que se encuentran en calizas son indicios de esqueletos de moluscos
que vivieron en un mar que ya no existe (foto VII.l ).
Los fósiles de una roca equivalen a un reloj orgánico por medio del cual el geólogo puede
"contar el tiempo" e identificar eventos sincrónicos en la historia de la Tierra.
El "principio de la sucesión faunística" de William Smith (1769-1839) establece que gru-
pos de animales y plantas fósiles aparecen en el registro geológico en un orden definido y que un
periodo del Tiempo Geológico puede ser reconocido por fósiles característicos (foto VII.2).
Los fósiles son restos de organismos que vivieron en otra época, como huesos y conchas,
o la evidencia de su presencia, como huellas de pisadas. Su abundancia y diversidad son realmen-
te asombrosas (foto VII.3, figura VII.l ).
Algunas rocas como el carbón y ciertas calizas están compuestas principalmente por fósi-
les y otras contienen millares de especímenes. Las formas marinas invertebradas son más comu-
nes pero también se encuentran en muchas formaciones fósiles de vertebrados grandes, como
mamíferos y reptiles (foto VTI.4, figura Vll.2).
Utilizando los principios de superposición y sucesión faunística, los geólogos han determi-
nado la secuencia cronológica de las rocas de todos los continentes, advirtiendo que la variación de
los fósiles entre una capa y la siguiente, no es gradual sino repentina. Estos quiebres o lagunas en el
registro de los fósiles sirven como límites entre estratos adyacentes. Así han construido una escala
de tiempo geológico (tabla VTI.l) que es como un calendario de la historia de la Tierra:
Eón Era Peñodo Características
Precámbrico
Proterozoico Protozoos, esponjas, pólipos, medusas
2600
485
350 1 1
Paleozoica o 1 Carbonífero 1 (Misisí~ico) 1 Gran desarrollo de bosques y reptiles
Primaria
~
v"'ellSnvamcoJ
Fanerozoioo
230 1 Triásico dinosaurios rimeros mamíferos
Mesozoica o Separación de frica y América del Norte, auge ~
195 1 1
~
Secundaria Jurásico de dinosaurios
Aumento de mamíferos, desaparición de
138 1 1 Cretácico dinosaurios al final del oeriodo
~
o
Terciario Oliaoceno Carnívoros .... &;
~
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Cenozoica o 1 Mioceno Suavización del clima, Australopithecus . ~,..~l· '! ' ~ 't.
Terciaria Animales de aspecto actual, Istmo de Centro tfi;,,.~.-: · ·:'", N~·tl · ·,~ C).
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Cuaternario 1 Holoceno 1 Retirada de glaciares. desiertos 1 ~1
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......
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118 JOSÉ MARÍA CHÁ VEZ AGUIRRE
Las rocas más antiguas se designan con el nombre de Precámbrico, término general que
se aplica a todas las rocas que yacen bajo las del Cámbrico. Aunque las rocas precámbricas re-
presentan el mayor volumen de tiempo geológico, tienen pocas subdivisiones, porque existe una
casi completa ausencia de restos fósiles. Las rocas de esta era se correlacionan en base a sus ca-
racterísticas fisicas y a las fechas obtenidas de los minerales radiactivos que contienen.
Los nombres que aparecen en la columna geológica se refieren a unidades de roca que han
sido ordenadas en secuencia cronológica de la más antigua a la más joven. Puesto que cada una
de las unidades fue formada durante un intervalo de tiempo definido, ellas dan una base para es-
tablecer divisiones de tiempo en la historia geológica. De esta manera, hablamos de tiempo Cám-
brico o de rocas cámbricas.
Los términos eras, periodos y épocas son defmiciones generales de tiempo. Así podemos
referirnos a la era Paleozoica, o al periodo Pérmico, o a la época Pleistocena
El Precámbrico
Está representado por un grupo de rocas ígneas y metamórficas muy complejas que constituyen
un gran volumen de la corteza continental. Para que estas rocas se produjeran, un gran espesor de
rocas volcánicas y sedimentarias fue intensamente fallado y plegado, e intrusionado por rocas
graníticas. Las rocas del Precámbrico contienen escasos fósiles de las formas de vida más primi-
tivas. Es muy dificil, si no imposible, ordenar apropiadamente las capas individuales de roca con
una secuencia estratigráfica detallada. La datación de granitos por métodos radiométricos ha
aportado fechas con las que se han definido varios de los eventos más importantes.
La Era Paleozoica
Las rocas más jóvenes que el Precámbrico son mucho menos complejas y contienen gran canti-
dad de fósiles, lo que permite identificarlas y correlacionarlas. El término Paleozoico significa
"vida antigua". Sus rocas contienen numerosos fósiles de organismos marinos, peces primitivos y
anfibios. Se subdivide en los siguientes periodos:
Silúrico de Silures, nombre de una tribu británica, en cuyo terri- Figura Vll.3. Del Cámbrico al
torio están expuestas las rocas que cubren al Ordovícico (figura Silúrico predominó la fauna
VII.3). marina.
EL TIEMPO GEOLÓGICO 119
Carbonífero es el nombre de una secuencia de formaciones con carbón que cubren a las rocas del
Devónico. Se estudió primero en Inglaterra. En los Estados Unidos se subdividió en Pensilvánico
y Misisípico.
Pérmico se refiere a rocas expuestas en la provincia de Perm, Rusia, al oeste de los Montes Ura-
les que corresponden a las que cubren al Carbonífero en Inglaterra.
La Era Mesozoica
Mesozoico significa "vida media"; el término se utiliza para un periodo del tiempo geológico en
cuyas rocas predominan fósiles de reptiles y un número importante de fósiles de invertebrados.
Esta era incluye los periodos Triásico, Jurásico y Cretácico (figura Vll.5).
El Triásico se refiere a una serie de rocas muy plegadas que cubren al Paleozoico en Alemania
(figura VII.6). Se denomina así porque en ese país está compuesto por tres unidades: el Bunt-
sandstein (areniscas abigarradas), el Muschelkalk (calizas coquinoides) y el Dogger.
120 JOSÉ MARÍA CJiAVEZAGUIRRE
El Jurásico se introdujo para definir estratos que se encuentran en las montañas Jura, en Suiza
(figura VII.7).
Cenozoico significa "vida reciente". Los fósiles de estas rocas incluyen varios tipos relacionados
estrechamente con las formas de vida modernas, incluyendo mamíferos, plantas e invertebrados.
Esta era tiene dos periodos: el Terciario y el Cuaternario.
Terciario es un término que se conservó del primer intento de subdividir el tiempo geológico en
tres etapas: Primaria, Secundaria y Terciaria. Las dos primeras fueron remplazadas por el Pre-
cámbrico, Paleozoico y Mesozoico. Se subdivide en: Paleoceno, Eoceno, Oligoceno, Mioceno y
Plioceno.
Cuaternario es el nombre que se da a varios depósitos recientes, y que contienen fósiles de espe-
cies representativas de la vida actual. Se subdivide en Pleistoceno y Holoceno.
transcurrido desde la formación de un cristal que contiene un elemento radiactivo puede ser cal-
culado a partir de la velocidad a la cual ese elemento decae. En otras palabras, la cantidad del
elemento radiactivo que queda en el cristal (isótopo padre), puede compararse con la cantidad
del producto de la desintegración (isótopo hijo).
Existen varios isótopos radiactivos. La mayoría decae rápidamente, o sea que tienen una
vida media corta y pierden su radiactividad en algunos días o años. Otros decaen muy lentamen-
te, con vidas medias hasta de cientos de millones de años. Estos pueden usarse como relojes
atómicos para medir largos periodos de tiempo. Los isótopos padres y sus hijos más utilizados
para dataciones geológicas son los que se mencionan en la tabla VII.2:
9
Uranio-238 Plomo-206 4.5 X 10
6
Uranio-235 Plomo-207 704 X 10
9
Torio-232 Plomo-208 14.0 X 10
9
Samario-147 Neodimio-143 106 X 10
9
Rubidio-87 Estroncio-87 48.8 X 10
9
Potasio-40 1.25 X 10
Carbono-14 Nitró 14 5730
Helio-3 12.3
miden con precisión los contenidos de 40K y 40Ar, se puede calcular la edad de cristalización del
mineral, porque la vida media del 40K se conoce con exactitud.
Desgraciadamente, los métodos radiométricos no se pueden usar para determinar la edad
de todas las rocas. Muchas rocas sedimentarias no contienen minerales apropiados para fechar
con exactitud el momento de depósito. Por otro lado, la fecha indicaría cuando se formó el mine-
ral, no cuando se depositó el sedimento.
Las rocas más apropiadas para datarse por estos métodos son las ígneas intrusivas y extru-
sivas, sean estas últimas en derrames o en depósitos piroclásticos. Generalmente estas rocas están
intercaladas o afectan a sedimentos fosilíferos, de tal manera que puede determinarse su posición
en la columna geológica.
Actualmente se acepta la Escala de Tiempo Geológico basada en la Columna Geológica
establecida por la superposición y la sucesión faunística, además de las dataciones radiométricas
de rocas que pueden ubicarse con exactitud en ella.
Cada método de datación constituye una referencia para verificar el otro, porque uno se
basa en la Edad Relativa y el otro en la Absoluta. Es posible determinar la edad de una roca ubi-
cándola en la Columna Geológica y comparándola con la edad radiométrica más cercana.
A partir de la escala del Tiempo Absoluto, se llega a las siguientes conclusiones acerca de
la historia de la Tierra:
• Evidencia reciente indica que la edad de la Tierra fluctúa entre 4 500 y 4 600 millones de
años.
INTRODUCCIÓN
Conocer la geología de nuestro país es esencial para el desarrollo de una obra de Ingeniería Civil,
como las vías de comunicación o autopistas que actualmente se construyen y que atraviesan una
gran variedad de tipos de roca, las que a su vez están sometidas a diversos fenómenos, entre los
que destacan los sismos.
Las características geológicas de la costa del Golfo de México son muy diferentes a las de
la costa del Pacífico, así como el norte del país presenta condiciones opuestas a las del sur.
Tanto la estratigrafía como la geología estructural o la tectónica se explican a través de un amplio
conocimiento de la geología histórica de una región. Describir en este espacio con detalle los
fenómenos que afectaron o afectan a México escapa del propósito de este trabajo, por lo cual nos
limitaremos a hacer un breve reconocimiento de la geología de nuestro país tratando de darle un
enfoque de aplicación a las necesidades de conocimiento de un ingeniero civil.
Para su descripción se consultaron varios trabajos, entre los que destacan las compilacio-
nes de De la Rosa et al en "Geología del Estado de Chiapas", y que se utilizó para el análisis de
la Sierra Madre del Sur; también se debe hacer mención de la "Compilación Geológica de la ver-
tiente del Golfo de México" del Ing. Francisco Camacho, la que se usó como base para desarro-
llar el tema de la Sierra Madre Oriental; los trabajos de E. López Ramos (Geología de México) y de
Dante Morán (Geología de la República Mexicana) fueron esenciales para las descripciones del
Eje Neovolcánico y de la Plataforma de Yucatán, además de consultarse para las otras regiones.
A lo largo del presente siglo y parte del anterior, se han hecho grandes esfuerzos por re-
construir y cartografiar los diversos tipos de roca que existen en nuestro entorno geográfico, en
ocasiones la tarea ha sido aparentemente sencilla, pero el hecho de agrupar esas rocas en regiones
y explicar las causas de su presencia y a partir de que época están ahí, implica un trabajo abru-
mador que solamente la labor de científicos entusiastas es capaz de cubrir. Las aportaciones son
innumerables y han conducido a la elaboración de lo que conocemos como la "Carta Geológica
de la República Mexicana", la cual incluye en un mapa toda la historia geológica de este país.
Basada en las anteriores y complementada con los más recientes descubrimientos, la carta de
1992 refleja con respetable precisión la geología que trataremos de documentar en una breve ex-
plicación (figuras VIII.l y VIII.2).
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'O Figura VIII.l. Carta Geológica de la República Mexicana, 1992 (reproducida con autorización del Consejo de Recursos Minerales y del Insti-
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........ tuto de Geolo2ía de la UNAM).
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La península de Baja California ofrece una alta complejidad estructural y de afloramientos roco-
sos (figura VIII.3). En la porción norte de Baja California la secuencia estratigráfica varía desde
el Paleozoico hasta el Reciente. La configuración de las diferentes unidades se puede definir se-
gún tres fajas preterciarias que corren a lo largo de esta porción de la península y que presentan
características petrográficas, estructurales y estratigráficas claramente diferenciables. Estas fajas
se encuentran cubiertas de manera independiente por cuerpos volcánicos y depósitos sedimenta-
rios del Terciario y Cuaternario.
La Sierra Madre Occidental tiene dos mil kilómetros de largo y trescientos a cuatrocientos de
ancho (figura VIII.4); con desniveles de más de dos mil metros se sitúa al noroeste del país, alar-
gándose desde Cananea, en la frontera con los Estados Unidos, hasta Guadalajara, Jalisco, donde
se confunde, en lo que se conoce como la "Triple unión", con la Sierra Madre del Sur y el Eje
Neovolcánico. Se divide en tres zonas: la de altas mesetas, la de barrancas y la de montañas y
valles paralelos.
La primera, la más oriental, es parte del estado de Chihuahua, con formas planas resultan-
tes de la erosión de rocas volcánicas; la segunda es de una topografía mucho más marcada, for-
mada esencialmente por derrames lávicos; con cañones tan profundos que alcanzan dos mil
doscientos metros. La tercera es una serie de cadenas montañosas que se elevan generalmente de
mil a mil setecientos metros, separadas por valles paralelos.
Lo que distingue a la Sierra Madre Occidental de las demás provincias geológicas es la
abundancia de rocas ígneas, tanto intrusivas como extrusivas y piroclásticas, pero también exis-
ten, aunque en menor proporción, rocas sedimentarias y metamórficas.
130 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUIRRE
Las rocas metamórficas son las más antiguas, de ellas pueden encontrarse vestigios tanto
en Sonora y Sinaloa como en Chihuahua, representadas generalmente por esquistos y gneises del
Precámbrico.
El Precámbrico Inferior está representado por un complejo ígneo y metamórfico de por lo
menos 1 700 m.a., que corresponde a la orogenia Mazatzal, con gneises, anfibolitas y esquistos
acompañados de plutones de diorita y granito.
El Precámbrico Superior está constituido por rocas intrusivas graníticas de 1 450 m.a. y
por una alternancia de lutitas, calizas y areniscas de 2 000 m de espesor al W de la Sierra y de
algunos metros al NE de la misma. El último evento conocido de esta etapa es un cuerpo intrusi-
vo de composición granítica de 1 140 m.a.
Este conjunto de rocas formó un escudo estable, sobre el que se depositaron sedimentos
principalmente carbonatados (calizas), y en menor proporción areniscas y lutitas que representan
todos los periodos del Paleozoico, con espesores variables debido a las transgresiones y regresio-
nes o fluctuaciones marinas, como es el caso del Paleozoico Inferior, el cual en Caborca, al NW
de Sonora tiene 1 950 m de sedimentos, espesor que se adelgaza el E hasta tener 100 m en el río
Y aqui; esto refleja la existencia de una cuenca de depósito tipo geosinclinal, con una zona de
plataforma al oriente, que pasa progresivamente a una zona miogeosinclinal hacia el poniente.
Durante el Paleozoico Superior ocurrió el fenómeno inverso, pues al W de la Sierra se en-
cuentran 1 050 m de sedimentos, que se incrementan hacia el E hasta llegar a 2 960 m.
GEOLOGÍA DE MÉXICO 131
Al final del Paleozoico algunas partes se elevaron, los sedimentos fueron erosionados y se
instaló un ambiente continental, con la formación de pequeñas cuencas marinas o lagunares, don-
de se depositaron areniscas rojas, lutitas y conglomerados. Estos movimientos se atribuyen a la
Orogenia Sonorana (C. Fries, 1962) que seria la responsable de los primeros resquebrajamientos
de la plataforma paleozoica y de algunos eventos plutónicos y estructurales del inicio del Meso-
zoico.
Los primeros sedimentos post-paleozoicos que se depositaron en esta región, correspon-
den a materiales elásticos del Triásico Superior y Jurásico Inferior, que provienen del levanta-
miento de antielinales y bloques fracturados durante y al final de la Orogenia Sonorana; estos
depósitos fueron seguidos de volcanismo e intrusiones de cuerpos plutónicos al norte de la Sierra.
El volcanismo continuó durante el Jurásico Medio y Cretácico Inferior; sus productos fue-
ron erosionados y transportados hacia dos cuencas subparalelas, separadas por un arco insular
formado por el material volcánico. En estas cuencas, ubicadas en la costa del Pacífico norte, se
depositó una secuencia volcanoclástica de composición andesítica y de gran espesor.
Durante el Jurásico Superior hubo ausencia de sedimentación, la cual inicia a partir del
Cretácico Inferior con el depósito de materiales elásticos marinos y de rocas carbonatadas, así
como de material volcánico en una gran parte del noreste de la Sierra. En el Cretácico Superior se
depositaron sedimentos clásicos intercalados con material volcánico. Antes del depósito de estos
sedimentos hubo una intrusión de varios cuerpos plutónicos, al mismo tiempo que se depositaban
en pequeñas cuencas sedimentos lacustres intercalados con yeso.
El plutonismo que inició en el Cretácico Inferior continuó hasta el Cretácico Superior,
desplazándose hacia el este.
El final del Mesozoico y el principio del Cenozoico están marcados por la Orogen.ia Lara-
rnide, la cual produjo fallas normales e inversas con 01ientación preferencial NW-SE; las fallas in-
versas provocan cabalgamiento de las rocas del Cretácico Inferior sobre las del Cretácico Superior.
Esta fase tectónica fue acompañada o precedida por volcanismo y plutonismo asociados,
desarrollados principalmente en la parte oriental y media de la Sierra. En el Cretácico Superior
hubo intrusión de magma en la Península de Baja California, fenómeno que se desplazó hacia el
este y ha sido reconocido hasta el Oligoceno y el Mioceno; se manifiesta superficialmente por
coladas y tobas andesíticas, riodacíticas y riolíticas.
Este volcanismo, representado principalmente por una secuencia ignimbrítica, se reconoce
desde el noroeste de Chihuahua y noreste de Sonora hasta la región de Tepic-Guadalajara, donde
lo cubren las coladas "andesíticas" del "Eje Neovolcánico". Los batolitos mesozoicos de Nor-
teamérica, y la faja volcánica del Cenozoico Tardío de los Andes centrales, fueron generados en
la zona de Benioff por el movimiento de las placas oceánicas bajo el continente.
En general, la Orogenia Laramide tiene las siguientes características:
• Representa una tectónica de pliegues y fallas inversas o de cizalla.
• Un plutonismo granodiorítico o monzonitico muy desarrollado, incluso en los sedi-
mentos miogeosinelinales y de plataforma, en forma de batolitos o stocks.
• Un volcanismo de naturaleza andesítica a riolítica con numerosos productos piroelás-
ticos. Estas lavas, contemporáneas del plutonismo o más antiguas, constituyen en oca-
siones el techo de los batolitos.
132 JOSÉ MARÍA CJúiVEZAGUIRRE
La edad y composición litológica de los plutones son variables, según su posición geográ-
fica. Las intrusiones más antiguas (1 00 m. a.) están en el occidente, hacia el Golfo de California,
mientras que las más jóvenes están en el oriente, al pie de la Sierra Madre Occidental. La canti-
dad de calcio aumenta hacia el Oeste y disminuye el potasio (T. H. Anderson, 1977).
El Plioceno fue una época de fracturamiento y fallamiento en la que el desplazamiento de
los bloques fue acompañado de derrames de basaltos, los que fueron cubiertos rápidamente por
sedimentos aluviales, acumulados por la fuerte erosión de las montañas formadas previamente.
Durante el Pleistoceno, el volcanismo basáltico cubrió zonas aisladas en varios lugares de
la Sierra.
En general, las rocas sedimentarias y metamórficas están intrusionadas o cubiertas por
grandes cuerpos intrusivos o derrames de lava, que se emplazaron en la corteza como respuesta a
los fenómenos tectónicos de cada periodo o etapa geológica. Por ejemplo, es frecuente encontrar
aflorando en los cañones más profundos o en la cima de las más altas montañas grandes cuerpos
de granito o granodiorita, que constituyen las estructuras ígneas que conocemos como batolitos o
stocks y apófisis más pequeñas pero no menos importantes como lacolitos, lopolitos, mantos
o diques de diorita, monzonita o dolerita. Entre los derrames de lava predominan los de andesita
y dacita, pero también es común encontrar de riolita y basalto. Las rocas ígneas intrusivas dieron
lugar a extensos yacimientos de minerales metálicos de rendimiento económico entre los que
destacan por su magnitud el cobre, con sus conocidos depósitos de Cananea y La Caridad, el
plomo y zinc, el tungsteno, el uranio y la plata y el oro, entre otros. Estos yacimientos se encuen-
tran en ocasiones dentro de los cuerpos intrusivos, pero también están presentes en las rocas en-
cajonantes, ya sean sedimentarias o metamórficas.
Generalmente, el hecho de que exista un yacimiento mineral implica características de
la roca opuestas a las que requiere un macizo rocoso para la ubicación de una obra civil, pues la roca
ha sufrido una serie de procesos que la degradan y la hacen susceptible de ser mineralizada,
como las alteraciones provocadas por fluidos hidrotermales provenientes del magma que al
solidificarse dará lugar a la roca intrusiva. Estos fluidos contienen elementos que reaccionan
con los componentes de los minerales que constituyen a la roca ya formada, destruyéndolos
casi en su totalidad y haciendo a la roca deleznable. Tal es el caso de los feldespatos que for-
man parte de un granito y que se transforman en arcillas, receptáculo ideal para alojar a un
mineral metálico. En la búsqueda de depósitos minerales, el geólogo prefiere a la roca degra-
dada más que a la roca intacta.
La Sierra Madre Oriental se extiende desde Monterrey, N. L. hasta Jalapa, Ver. (figura VIII.5).
Está formada por sedimentos del Cretácico y Jurásico, principalmente calizas, plegados en sincli-
nales y anticlinales que forman cordilleras alargadas y uniformemente esculpidas. La elevación
de las montañas disminuye hacia el sur y en la parte suroccidental el paisaje es más irregular, las
cordilleras son más bajas y están parcialmente enterradas por detritos aluviales y localmente afec-
tadas por actividad volcánica. En muchos lugares se encuentran promontorios y sumideros típicos
de paisajes cársticos.
GEOLOGÍA DE MÉXICO 133
En las partes más elevadas de la Sierra Madre Oriental, entre Tamaulipas y San Luis Potosí,
afloran rocas metamórficas del Precámbrico y Paleozoico, y rocas sedimentarias del Paleozoico y
Mesozoico, principalmente calizas y después lutitas y areniscas de estratificación variable. Prác-
ticamente todas estas rocas fueron afectadas por eventos tectónicos que originaron diversas es-
tructuras, como pliegues, fracturas, fallas y cabalgaduras, orientadas por lo general de NW a SE.
Esta área fue modelada y modificada posteriormente por derrames de lava, desarrollo de zonas
cársticas y depósitos aluviales.
En la parte norte la Sierra es más compleja y las estructuras están orientadas casi de norte
a sur, mientras que en la parte meridional, dichas estructuras se van flexionando de oriente a po-
niente hasta alcanzar una orientación franca de NW a SE. El sistema de drenaje es una mezcla de
dendrítico, rectangular y subparalelo, regulado por las estructuras de pliegues y el fracturamiento
perpendicular a éstas. La mayoría de las corrientes son de régimen intermitente, pero existen al-
gunas perennes.
La etapa geomorfológica puede considerarse juvenil en las zonas de grandes cañones y de
madurez, en los valles intermontanos y lomeríos bajos.
En la parte suroccidental afloran rocas sedimentarias plegadas, representadas por calizas y
lutitas del Cretácico, que forman anticlinales, sinclinales y fallas orientadas de NW a SE. A partir
de estas estructuras, las corrientes de agua han modelado el relieve del terreno que posteriormen-
te fue modificado por la actividad ígnea de la región, el depósito de conglomerados de pie de monte
y los aluviones que han rellenado los valles intermontanos. _
En el extremo occidental afloran calizas, yesos y lutitas del Jurásico y Cretácico, que por
efectos tectónicos han formado un sistema de sierras plegadas y fallas orientadas por lo general
134 JOSÉ MARÍA Clúi.VEZAGUJRRE
de norte a sur, con variantes tanto de NW a SE como de NE a SW. La denudación fluvial de estas
estructuras ha formado abanicos aluviales que bordean los cerros y potentes depósitos sedimenta-
rios que rellenan los valles.
La red hidrográfica pertenece a la vertiente del Golfo de México, con excepción de la por-
ción occidental que vierte sus aguas a un grupo de cuencas endorreicas.
La columna estratigráfica está compuesta por varias formaciones sedimentarias, cuya
edad varía desde el Cámbrico hasta el Cuaternario. Parte de esta secuencia sedimentaria tiene
alrededor de 6 000 m de espesor, de los cuales, unos 2 000 m son de origen continental y el resto
de origen marino; descansan sobre rocas metamórficas consideradas de edad precámbrica y pa-
leozoica, particularmente en el Anticlinorio Huizachal-Peregrina. En la Planicie Costera del
Golfo, las rocas sedimentarias están sobre un basamento granítico de edad permo-triásica y tie-
nen una potencia de 200 a 4 500 m.
Las rocas sedimentarias han sido afectadas por la actividad ígnea del área, desarrollada en
el Cenozoico principalmente, la cual formó estructuras intrusivas y volcánicas, entre ellas y sobre
ellas, respectivamente. Estas rocas también han sido afectadas por eventos tectónicos y erosivos,
los que se manifiestan en las discordancias existentes, que ponen en contacto a rocas paleozoicas
con depósitos cretácicos, cerca de Miquihuana y Bustamante; a lechos rojos del Triásico-Jurásico
Inferior con rocas del Cretácico en el subsuelo de la Cuenca de Magiscatzin; y a rocaS del Cretá-
cico Inferior y Superior con sedimentos del Oligoceno, en la superficie y subsuelo, en la Planicie
Costera del Golfo.
Las rocas reconocidas como más antiguas, corresponden a una secuencia metamórfica.
Afloran en el núcleo del Anticlinorio Huizachal-Peregrina, al oeste y noreste de Ciudad Vic-
toria, Tamaulipas en los cañones: El Novillo, Peregrina, Caballeros y Santa Lugarda. Están
prácticamente en el frente oriental de la Sierra y constituyen una mezcla de gneises, anfiboli-
tas, esquistos, granulitas y calizas marmorizadas. El espesor total de la secuencia se desconoce.
El estilo estructural de la Sierra Madre Oriental se caracteriza por una serie de pliegues,
orientados en forma general de NNW a SSE, que se extienden desde Monterrey, N. L., hasta Te-
ziutlán, Puebla.
Las estructuras son anticlinales y sinclinales simétricos y asimétricos, amplios y cerrados,
que ocasionalmente son muy estrechos y recumbentes, asociados al fallamiento inverso. También
existen fallas normales, comúnmente paralelas a los ejes de las estructuras citadas y fallas trans-
currentes, perpendiculares a ellas.
El evento tectónico más antiguo es la Orogenia Oaxaqueña (Grenvilliana), que afectó la
margen oriental del país durante el Precámbrico Tardío. La intensidad de la deformación y el
grado de metamorfismo de este evento, se refleja en el complejo Gneis El Novillo, en la zona del
Anticlinorio Huizachal-Peregrina. El siguiente evento tectónico sucedió en el Misisípico Supe-
rior, de conformidad con la edad del metamorfismo regional del Esquisto Granjeno de 330 m.a.
Posteriormente, a fines del Paleozoico y principios del Mesozoico se postula un sistema orogéni-
co de colisión continental-arco insular, producto de una subducción hacia el oriente, el cual afec-
tó de manera considerable toda la secuencia del Paleozoico. En el Triásico la margen oriental de
México estuvo sujeta a un periodo distensivo que culminó con la apertura del Golfo de México
durante el Jurásico Medio; a partir de entonces se registra cierta calma hasta fmes del Mesozoico,
que es cuando empieza la Orogenia Laramide.
GEOLOGÍA DE MÉXICO 135
Esta orogenia es la responsable de las deformaciones; sus efectos se dejaron sentir a fines
del Cretácico Superior y alcanzó su máxima intensidad durante el intervalo Paleoceno-Eoceno.
Su mecanismo fue netamente compresivo, por lo que la deformación de las rocas jurásicas y cre-
tácicas produjo inicialmente pliegues simétricos, que después se tornaron recostados, por la
acción continua del esfuerzo y esta continuidad provocó el desprendimiento de mantos de cobija-
dura o arrastre a nivel de los yesos del Kimeridgiano, lo que contribuyó, aún más, a la deforma-
ción de las secuencias mesozoicas (Jurásico Superior-Cretácico Superior); a partir de esfuerzos
principales en dirección NE, para producir finalmente, por medio de un amortiguamiento frontal,
las "cabalgaduras".
Después de esta fase compresiva tardi-tectónica, gran parte del oriente de México estuvo
sujeto a un periodo de relajación de esfuerzos acumulados, lo que produjo una tectónica distensi-
va de grandes fallas normales de tipo cortical, que permitieron el ascenso de magmas basálticos
de tipo alcalino. Finalmente esta región ha estado bajo los efectos de un levantamiento epeirogé-
nico regional, que ha dejado una configuración de mesetas de basalto y conglomerados pliocua-
ternarios en la Llanura del Golfo de México.
EJE NEOVOLCÁNICO
El Eje Neovolcánico Transmexicano constituye una franja volcánica del Cenozoico Superior que
cruza transversalmente la República Mexicana a la altura del paralelo 20 (figura VIII.6). Está
formado por una gran variedad de rocas volcánicas que fueron emitidas a través de un importante
número de aparatos volcánicos, algunos de los cuales constituyen las principales alturas del país.
Figura VIII.6. Detalle de la Carta Geológica de la República Mexicana que muestra al Eje Neovolcánico.
rrames lávicos. Existen, además, aparatos del tipo de conos cineríticos generalmente pequeños,
como el Paricutín y los aparatos dómicos riolíticos que se encuentran ubicados al suroeste de
Guadalajara.
Existen por otra parte calderas de colapso, que representan a la mayoría, como de explo-
sión o freatomagmáticas ("maares" o axalapascos), ejemplos de las más grandes son las de La
Primavera en el estado de Jalisco y Los Humeros en el de Puebla.
Se pueden reconocer dos tipos de estructuras volcánicas: aquellas representadas por gran-
des estratovolcanes en alineaciones de orientación norte-sur, y las que están representadas por
numerosos volcanes pequeños alineados en sentido noreste-suroeste, desarrollados sobre fractu-
ras de tensión.
Las primeras manifestaciones volcánicas en el área del Valle de México, en el Oligoceno
Superior, se encontraban asociadas principalmente a fracturas de orientación oeste-noreste y este-
sureste, con influencia de las fracturas de orientación noreste-suroeste; por el contrario, los últi-
mos episodios volcánicos del Pleistoceno y el Cuaternario, en esta porción del eje, parecen estar
relacionados con sistemas de fracturas de orientación este-oeste, como en el caso de la Sierra de
Chichinautzin. En la porción central del eje se han reconocido siete fases de volcanismo que tu-
vieron lugar a partir del Oligoceno; la más importante de ellas es la quinta, ocurrida a fines del
Mioceno, la que dio origen a las sierras de Las Cruces, de Rio Frío y Nevada. Durante la sexta
fase se desarrollaron los conos y domos del Iztaccíhuatl y el cono activo del Popocatépetl. La
última fase, al igual que la anterior, se desarrolló en el Cuaternario y es responsable de la activi-
dad volcánica que interrumpió el drenaje de la Cuenca de México hacia la Cuenca del Río Balsas,
lo que originó el carácter endorreico de aquélla.
Hacia su porción occidental, el Eje está limitado por el Bloque de Jalisco y forman parte
de él las fosas tectónicas de Tepic-Chapala y de Colima. La primera (Tepic-Chapala o Tepic-
Zacoalco) tiene una orientación noroeste-sureste y a ella están asociados los volcanes de San
Juan, Sangangüey, Ceboruco y Tequila; la segunda (Colima) posee una orientación norte-sur y a
ella están asociados el Nevado de Colima y el Volcán de Fuego.
Hacia el oriente, el eje está limitado por las rocas volcánicas de la región de San Andrés
Tuxtla. La composición petrográfica de las rocas que conforman el Eje Neovolcánico Transmexi-
cano es muy variable. Son abundantes los derrames y productos piroclásticos de composición
andesítica, aunque existen numerosas unidades basálticas, dacíticas y aun riodacíticas.
Existen además manifestaciones locales aisladas de volcanismo riolítico reciente, como
las que se localizan en los domos de la Caldera de la Primavera, en Jalisco; en el área de los Azu-
fres, en Michoacán; así como en Tequila, Puebla, y Laguna del Carmen. Desde un punto de vista
químico, el Eje Neovolcánico es considerado por numerosos autores como una provincia calco-
alcalina, caracterizada por su abundancia de andesitas y dacitas.
La mayor parte de los autores coinciden en que la actividad del Eje Neovolcánico se ini-
ció en el Oligoceno y ha continuado hasta el Reciente.
El origen del Eje Neovolcánico ha sido relacionado principalmente con la subducción de
la Placa de Cocos, debajo de la corteza continental de México, que al nivel de la astenosfera sufre
fusión parcial y origina los magmas del eje. La subducción comenzó a desarrollarse progresiva-
mente en el Oligoceno.
,•.
La Sierra Madre del Sur, que bordea el Océano Pacífico en los estados de Michoacán, Morelos,
Guerrero y Oaxaca (figura VID. 7), consiste principalmente de varios complejos de rocas meta-
mórficas e intrusiones ígneas. Estas rocas se dividen en tres complejos caracterizados por su
litología, edad y estilo estructural. La secuencia más antigua la constituye el Complejo Oaxaca
que aflora extensamente, formado principalmente por gneisses pero que también incluye char-
nockitas, anortositas y pegmatitas complejas, de edad Precámbrica (1 050 ± 20 m.a.).
Figura VDI.7. Detalle de la Carta Geológic.a de la República Mexicana que muestra a la Sierra Madre del
Sur.
Al noroeste del Complejo Oaxaca se extiende otra serie de rocas metamórficas consisten-
tes en orto y para-gneisses cuarzo feldespáticos y migmatitas con características de metamorfis-
mo de la facies anfibolita y a la cual se le da el nombre de Complejo Acatlán. La edad de estas
rocas se considera pre-Misisípico.
Un tercer complejo metamórfico, denominado Xolapa aflora en los estados de Guerrero y
Oaxaca, por más de 600 km, paralelo a la costa del Pacífico. Presenta una litología muy variada
de esquistos, migmatitas y gneisses y además rocas metamórficas de tipo ofiolítico, las cuales
podrían ser el resultado de acreción de una paleozona de subducción. Su edad no está bien defi-
nida y se ha considerado que podría ser en parte Paleozoico y en parte Mesozoico. Está sepa-
rado del Complejo Oaxaca por una ancha zona de milonitas a lo largo de una falla en
dirección N 60° W.
Sobre las rocas del basamento precámbrico también se encuentran rocas sedimentarias del
Paleozoico sin efectos de metamorfismo, tal como ocurre en la cuenca de Tlaxiaco, en la parte
central de Oaxaca. En términos generales, es una secuencia de poco espesor formada por calizas
138 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUIRRE
y lutitas delgadas del Cambro-Ordovícico, areniscas del Misisípico intercaladas con lutitas y
conglomerados, y finalmente limolitas y areniscas de edad Pensilvánico-Pérmico.
Las rocas sedimentarias continentales y marinas mesozoicas ocupan áreas muy extensas
en México; sin embargo, en Oaxaca ocupan áreas relativamente poco extensas y en partes están
cubiertas por rocas volcánicas del Terciario o por sedimentos más jóvenes, principalmente en las
cuencas menores de Morelos-Guerrero y Tlaxiaco.
La Secuencia Mesozoica presenta en su parte inferior rocas sedimentarias de origen con-
tinental y de aguas someras cuya edad es Triásico Tardío y Jurásico Temprano, caracterizadas
por lechos rojos conglomeráticos, areniscas tobáceas y lutitas cubiertas por rocas elásticas con
restos de plantas del Jurásico Medio. Sobre éstas yacen lechos rojos del Cretácico Temprano,
seguidos por calizas de gran espesor del Aptiano-Albiano.
Las cuencas sedimentarias del Terciario son pequeñas del lado del Pacífico y mucho ma-
yores del lado del Golfo de México. En lo relativo a rocas intrusivas, en su mayoría de composi-
ción calco-alcalina o más ácidas, se encuentran algunos cuerpos asociados a las rocas
metamórficas del Precámbrico y otras son del Cretácico. Dentro de las últimas se encuentran
varios batolitos de monzonitas y granodiorita, como los de Jalisco, Michoacán-Guerrero y el ba-
tolito de Oaxaca. Existen áreas extensas cubiertas por rocas extrusivas, en parte basaltos y ande-
sitas, pero con una predominancia de ignimbritas félsicas a las que se les ha asignado una edad
Oligoceno-Mioceno.
El Complejo Oaxaca es considerado como la extensión hacia el sur de la faja plegada de
Grenville de América del Norte, caracterizado por un extenso metamorfismo y anatexis regional
que ocurrió entre 1 000 y 900 millones de años antes del presente.
Si el complejo Acatlán, y posiblemente parte del Complejo Xolapa, son del Paleozoico In-
ferior, su metamorfismo representa una deformación tectónica intensa, la cual pudo haber ocurri-
do durante el Silúrico o a fines del Devónico.
La ausencia de rocas del Pérmico Superior y del Triásico Inferior así como la discordan-
cia fuerte entre las rocas del Paleozoico y del Mesozoico son evidencias de otro evento de defor-
mación tectónica regional.
Un levantamiento regional en el Triásico fue seguido por transgresiones marinas del Jurá-
sico Tardío, Cretácico y Terciario. Durante la mayor parte del Mesozoico la Sierra Madre del Sur
debe haber permanecido como un área terrestre.
La orogénesis que tuvo lugar durante el Cretácico Tardío y el Terciario Temprano, cono-
cida como Laramídica, está bien documentada en parte del bloque Oaxaca como un episodio tec-
tónico de gran extensión regional. Como parte de esta orogénesis ocurrieron los batolitos de la
Sierra Madre del Sur. Esta situación indica la posibilidad de que tales rocas intrusivas represen-
ten las raíces de una cadena volcánica paralela a la costa del Pacífico durante el Cretácico, ahora
erosionada, y relacionada con una posible paleozona de subducción.
Las extensas extrusiones de ignimbritas que indican movimientos de distensión en la parte
central de Oaxaca, están relacionadas con las deformaciones tectónicas del Terciario Tardío.
El sur de México y América Central están afectados por una actividad tectónica denomi-
nada Faja Circumpacífica, en la que se encuentran los agentes tectónicos que generan gran canti-
dad de sismos de muy diversas magnitudes y profundidades.
GEOLOGÍA DE MÉXICO 139
SURESTE DE MÉXICO
(Chiapas, Tabasco y Península de Yucatán)
En la región que comprende los estados de Chiapas y Tabasco aflora una amplia secuencia del
Mesozoico y Cenozoico (figura VIII.8), constituida principalmente por rocas sedimentarias mari-
nas que se encuentran plegadas y afalladas. Esta secuencia descansa sobre un basamento cristali-
no del Precámbrico y Paleozoico que aflora al suroeste de la misma región, en donde las rocas
cristalinas de estas eras forman un complejo batolítico y metamórfico que constituye el núcleo de
la Sierra de Soconusco.
En el extremo sureste de la Sierra de Soconusco aflora una secuencia sedimentaria del Pa-
leozoico Superior. En gran parte del borde nororiental de esta sierra aparece una importante se-
cuencia continental formada de arenisca, conglomerado, limolita y lutita de color rojo, cuyos
afloramientos alcanzan la zona del istmo de Tehuantepec y aun el borde oriental del sector sur de
la Sierra Madre Oriental. Esta secuencia constituye la base del paquete mesozoico que se encuen-
tra principalmente en Chiapas.
En la Península de Yucatán y en gran parte del estado de Chiapas se instaura un gran ban-
co calcáreo correspondiente a la transgresión marina de inicios del Cretácico, lo que da como
resultado la sedimentación de carbonatos y anhidritas en estas regiones.
Durante la segunda mitad del Cretácico y gran parte del Cenozoico, la Península de Yuca-
tán y su plataforma marina constituyeron un banco en forma de alto fondo marino, que se exten-
140 JOSÉ MARÍA CHAVEZ AGUIRRE
día hasta Chiapas y el sur de Veracruz, con el desarrollo de un borde en Tabasco y la plataforma
marina de Campeche.
Al final del Cretácico, un asteroide de 1O km de diámetro chocó contra el planeta preci-
samente en el límite norte de lo que actualmente es la Península de Yucatán. Este impacto en el
fondo marino provocó la formación de una ola de gran altura que transportó material en suspen-
sión hacia la planicie costera actual del Golfo de México, inundando casi la mitad del país de sur
a norte y depositando en algunos lugares las partículas que constituyen la base de los sedimentos
detríticos de esa zona.
EJ polvo lanzado a la atmósfera por el impacto cubrió al planeta como un velo que impi-
dió la entrada de los rayos solares y por consecuencia ]a fotosíntesis, lo cual provocó la escasez
de vegetación y la muerte de muchas especies de dinosaurios herbívoros, alimento preferido de
los dinosaurios carnívoros.
Los fenómenos catastróficos que sucedieron al impacto del asteroide contribuyeron en
gran medida a la extinción de las especies de dinosaurios, ya para esa época debilitados por la
escasez cada vez mayor del alimento que requerían en grandes cantidades.
Los restos del asteroide y el cráter de cerca de 200 km de diámetro formado por el impac-
to en el fondo marino, fueron cubiertos lentamente por sedimentos calcáreos y terrígenos del Ter-
ciario. A partir de este momento, la península en su forma actual comenzó a emerger.
Durante el Terciario se inicia, en grandes porciones de Chiapas y Tabasco, la sedimenta-
ción terrígena marina, la cual es producto del levantamiento de la porción occidental de México y
el plegamiento de la Sierra Madre Oriental, en tanto que en la Península de Yucatán continuaba
el depósito de carbonatos con la emersión paulatina de su sector central.
Excepto en la zona norte de la Península, donde se ha ubicado el cráter formado por el
impacto de un asteroide, tanto la secuencia cretácica que se encuentra en el subsuelo, como la
cenozoica, no presentan mayores perturbaciones estructurales, ya que cubren a una masa cristali-
na que ha permanecido estable desde el Paleozoico.
La secuencia cretácica está constituida principalmente por anhidritas, calizas, dolomías e
intercalaciones de bentonitas y algunos materiales piroclásticos.
Los depósitos cenozoicos de la Península de Yucatán están representados principalmente
por secuencias calcáreas y dolomíticas con intercalaciones de evaporitas.
La distribución en superficie muestra claramente una retirada gradual de los mares hacia
la línea de costa actual y es sólo en el Eoceno cuando los mares transgreden y cubren casi por
completo la Península de Yucatán.
CAPÍTULO IX
EL MACIZO ROCOSO
INTRODUCCIÓN
Hemos visto que la palabra roca se aplica a cuerpos sumamente rígidos y resistentes, como los
granitos y también a tobas blandas y deformables; a cuerpos muy densos, compactos y pesa-
dos como el basalto, e igualmente a una piedra pomez, que es sumamente ligera y vesicular; a
materiales amorfos como los vidrios volcánicos y al mismo tiempo a una gran cantidad de cuer-
pos cristalinos compuestos de microcristales.
Las rocas se dividen en tres grandes tipos: ígneas, sedimentarias y metamórficas, cuya
complejidad se traduce en el hecho de que sus propiedades físicas y químicas varían ampliamen-
te; además, no son constantes en pequeños o grandes volúmenes sino que son heterogéneas.
En la ingeniería civil no se trabaja con un bloque de roca único, por ejemplo de mármol o
granito el cual, hablando físicamente, es un "cuerpo continuo", sino que, por el tamaño de las
obras, se tiene que trabajar en la superficie o en el interior de un macizo rocoso que de hecho es
un "discontinuo físico".
El macizo rocoso, por ejemplo una montaña, normalmente está atravesado por un número
extremadamente elevado de superficies de discontinuidad que se pueden agrupar en distintos
sistemas o familias como los planos estratigráficos de sedimentación, superficies de esquistosi-
dad, fisuras, diaclasas y fallas de todo tipo y potencia. También los cambios litológicos pueden
crear superficies o zonas de transición brusca, o sea las variaciones de la constitución misma de
la roca.
Son necesarios métodos de descripción y clasificación de la masa rocosa que proporcio-
nen una información precisa, como base para formular juicios que conduzcan a la solución de
problemas de ingeniería, como los siguientes:
Este capítulo fue desarrollado con base en a las obras de R. E. Goodman, R. E. Hunt y E. Hoek.
A) DESCRIPCIÓN DEL MACIZO ROCOSO
Para determinar la calidad de una roca se hacen las siguientes observaciones o pruebas:
• Textura. Combinación de la forma, dimensiones y disposición de los minerales en una roca (Simon y
Schuster, 1978).
•• Fábrica. La orientación o falta de ella de los elementos que constituyen a una roca (Pettijohn, 1975).
10
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Tabla IX.l. Descripción de la Calidad de la Roca (Deere, 1~
R.CA Cald.M.
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Fotografía IX.l. Recuperación de núcleos del
barreno BE-4, C.T. Valladolid, Yucatán, Mex. 5\'l~iS A~'N.·
75-90 &uotm
$1~1 M
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146 JOSÉ MARÍA CHÁVEZ AGUIRRE
Este índice se utiliza para establecer correlaciones entre muestras provenientes de diver-
sos sondeos o zonas de un sitio estudiado.
a) Roca inalterada, no tiene fisuras ni ramaleos. Por lo tanto, cuando se rompe, lo hace a través
de la roca sana. Debido al daño que se hace a la roca con el uso de explosivos, pueden caer del
techo desgajes varias horas después de la voladura. Esta condición se llama desprendido. La roca
dura, inalterada, también puede verse afectada por esfuerzos residuales que provocan chasquidos
o estallidos en la excavación, lo que implica la separación espontánea y violenta de láminas de
roca de las paredes o del techo.
b) Roca estratificada, está constituida por capas unitarias con poca o ninguna resistencia a la
separación a lo largo del plano limítrofe entre estratos. La capa puede haberse debilitado o no
debido a fracturas transversales. Los desprendidos son comunes en este tipo de rocas.
e) Roca medianamente fisurada, tiene fisuras y ramaleos, pero los bloques entre las juntas están
soldados o tan íntimamente embonados que las paredes verticales no necesitan refuerzo. En rocas
de este tipo se puede encontrar a la vez el desprendido y el chasquido o estallido.
d) Roca agrietada en bloques, es una roca químicamente inalterada o casi inalterada, cuyos
fragmentos se encuentran totalmente separados unos de otros y no embonan. Esta clase de roca
puede necesitar ademes laterales en las paredes.
Deere (1969), propuso un sistema de clasificación basado en la resistencia, la cual relacionó con
el tipo de roca (tabla IX.2).
148 JOSÉ MARÍA CHAVEZAGUJRRE
Tabla IX.2.
Clasificación Ingenieril de las R ocas Intactas.
Clase Esfuerzo Compresión Sim- Índice de Calidad Tipo de roca
pie Kglcm 2 de la Roca (RQD) %
Cuarcita, diabasa, basalto com-
A Muy Grande >2200 >95
pacto
Ut mayoría de las rocas ígneas,
metamórficas compactas, arenis-
B Grande 1100-2200 50-95
cas bien cementadas, lutitas
duras, calizas, dolomías.
Lutítas, areniscas porosas, cali-
e Medio 550-1100 25-50 zas, rocas metamórficas esquis-
tosas.
Es notorio que las rocas de menor resistencia a la Compresión Simple (<275 Kg/cm2), son
las que están en la categoría de rocas alteradas o que contienen minerales blandos.
En la tabla IX.3 se presenta una clasificación de dureza basada en pruebas sencillas en el
campo, comparada con los rangos de resistencia a la compresión.
Tabla IX.3.
Clasificación de Durezas para las Rocas Intactas.
Resistencia a la
Clase Dureza Prueba en el campo Compresión
Simple Kglcm2
Extremadamente Se requieren varios golpes con un martillo de
I >2000
dura geólogo para romper una roca fresca o intacta.
Se obtiene una muestra con más de un golpe del 2000-700
II Muy dura
martillo. 700-250
No se raya o desgaja con la navaja. Se obtiene una
m Moderada
muestra con un ligero golpe del marti!Jo.
250-100
Tabla IX.4.
Clasificación de rocas intemperizadas
Grado Símbolo Caracteres diagnósticos
Sin señales de alteración o decoloración. Resuena al golpe del
Fresca F
martillo.
Débilmente intemperi- Débil decoloración dentro de las fracturas abiertas, el resto simi-
DI
zada lar a F.
Decolorada totalmente. Minerales como el feldespato alterados.
Moderadamente intem-
MI Resistencia menor que la roca fresca, pero no puede romperse
perizada
con la mano o rayarse con la navaja. Conserva la textura.
La mayoría de los minerales alterados. Se puede romper con la
Intensamente intempe-
rizada
n mano o rayar con navaja. La fábrica se conserva, pero la textura
es indistinta.
Los minerales están tan alterados que pueden producir suelos,
Completamente intem-
perizada
cr pero la fábrica y textura se conservan. Ejemplares fácilmente
deleznables.
Estado tan avanzado de alteración que produce suelos plásticos.
Suelo residual SR La fábrica y la textura están completamente destruidos. El volu-
men cambia.
Bieniawski publicó en 1976 la división de una masa rocosa que llamó "Sistema de Clasificación
Geomecánica de Macizos Rocosos Fracturados" (RMR) y en 1989, presentó una modificación basada
en cambios a los diferentes parámetros que utilizó.
Actualmente, los siguientes seis parámetros se usan en la clasificación de un macizo rocoso:
INTRODUCCIÓN
Desde el punto de vista geotécnico, las propiedades relevantes de los minerales son: dureza y
estabilidad (química y mecánica).
La dureza de los minerales no necesariamente determinará la dureza de una roca, ya que
para esta última propiedad deberán tomarse en cuenta las relaciones entre grano y grano (textu-
ras), así como el grado de alteración de la misma.
152 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUIRRE
Porosidad, que indica la proporción relativa entre sólidos y huecos. Es el contenido de espa-
cios vacíos en las rocas e indica la capacidad que tiene la roca para saturarse. Puede dividirse
genéticamente en dos grupos: primaria, que es la adquirida al momento de su formación, y se-
cundaria, que es la que se obtiene por diversos procesos (solución por ejemplo) sobre rocas ya
formadas. En cuanto a su distribución, puede dividirse en absoluta o total, que es aquella que
toma en cuenta todos los espacios vacíos de la roca, y porosidad de fisuración o efectiva, que es
aquella en la cual únicamente se consideran los espacios vacíos intercomunicados entre sí
(permeabilidad). Obviamente existe relación entre porosidad y propiedades mecánicas de las
rocas, ya que un aumento de la primera menguará a las segundas. (Volumen de vacíos o huecos
(Vv)/volumen total (Vt)) por 100.
n = Vv_xlOO
~
Sin es mayor de 15%, se considera la roca como porosa. Generalmente los valores mayo-
res de 15% se presentan en rocas sedimentarias y en ígneas extrusivas.
Contenido de agua, que es la cantidad de agua que contiene el macizo rocoso y se defme como
la relación entre el peso del agua que contiene la roca y el peso de los sólidos en la misma expre-
sado en por ciento. Es importante en condiciones naturales, pues influye tanto en la resistencia
como en la deformación de las rocas, por ejemplo, en tobas soldadas mal cementadas, con el con-
tenido de agua baja la capacidad de carga en un 70-80%. El procedimiento de laboratorio para su
obtención se incluye en el capítulo correspondiente (Laboratorio de Mecánica de rocas).
Grado de saturación, definido como la relación entre volumen de agua y el volumen de vacíos
de una roca.
Índice de absorción. Permite conocer qué cantidad de agua penetra a una muestra en un deter-
minado tiempo. El procedimiento de laboratorio para su obtención se incluye en el capítulo co-
rrespondiente (Laboratorio de Mecánica de rocas).
Alterabilidad, que es el potencial de las rocas para intemperizarse con el transcurso del tiempo.
Esta propiedad es función de la estabilidad mineral (mecánica y química) de los constituyentes de
las rocas, el grado de fisuramiento, de los agentes agresivos y del tratamiento mecánico a que
estarán sometidas.
El peso volumétrico, consecuencia del contenido mineralógico de una roca y es defmido como el
peso de la misma por unidad de volumen. Esta propiedad junto con otras ayudará a estimular la
resistencia y deformabilidad de una roca y permitirá su comparación con otras.
Resistencia, que determina la capacidad de la roca para mantener unidos sus componentes.
Estas propiedades deben ser evaluadas para una clasificación ingenieril de la roca.
Las propiedades ingenieriles de las rocas se examinan desde tres puntos de vista generales
(tabla X.l):
Tabla X.I.
Propiedades Ingenieriles de las Rocas
Propiedad Roca intacta, fresca Roca alterada Roca descomprimida
Permeabilidad Esencialmente impermeable, ex- Aumenta con el El agua se filtra con relativa faci-
cepto las areniscas puras, rocas grado de altera- lidad a lo largo de las fracturas; el
vesiculares y porosas, las cuales ción. flujo aumenta a medida que la
pueden constituir acuíferos o pro- cantidad, continuidad y abertura
vocar filtraciones bajo los de las fracturas aumenta. Impor-
tante en cortes de talud y otras
embalses.
excavaciones; se reducen los
esfuerzos bajo los cimientos de
una construcción y el agua se
filtra.
Resistencia a la La mayoría de las rocas no se Disminuye con el Rara vez se excede el punto de
ruptura (resis- fracturan cuando están confinadas. grado de altera- ruptura en el estado confinado;
tencia al es- Sin embargo, bajo condiciones de ción. pero en estado no confmado,
fuerzo) grandes esfuerzos de tensión y alta como taludes o túneles, la resis-
porosidad, los esfuerzos bajo una tencia puede ser muy baja a lo
construcción pueden provocar largo de planos de debilidad.
fracturamiento, especialmente en
rocas foliadas.
Deformación La compresión bajo unos cimien- Aumenta con el Ocurre cuando las fracturas están
(cuando el tos hace al macizo esencialmente grado de alteración abiertas y el desplazamiento es
esfuerzo au- elástico. Sin embargo, algunas perpendicular a los planos de
menta) rocas como la halita se deforman debilidad. Cuando la roca está
plásticamente y sufren ruptura. La confinada y la dirección del asen-
deformación plástica puede tam- tamiento es paralela a los planos
bién ocurrir a lo largo de la folia- de debilidad, los desplazamientos
ción en un caso de confmamiento son insignificantes. En obras
parcial, como en una excavación o expuestas, como taludes y túne-
por grandes cargas aplicadas per- les, los movimientos pueden ser
pendiculannente a la foliación. de importancia.
Expansión Ocurre en lutitas con arcillas Sólo aumenta con
(cuando el montmoriloníticas o pirita. Cuando el grado de altera-
esfuerzo dismi- están en contacto con agua o aire ción y si ésta es de
nuye) húmedo, causando que se hinche y alto índice de plas-
deforme la roca en excavaciones ticidad.
y cimientos, ó el colapso de
taludes y la obstrucción de túneles.
Roca competente
En la nomenclatura ingenieril se denomina roca sana o competente a la roca intacta, fresca, sin
internperisrno, libre de discontinuidades y que reacciona como una masa sólida a la aplicación de
esfuerzos.
PROPIEDADES DE LAS ROCAS 155
Tabla X.2.
Propiedades Ingenieriles de las Rocas más Comunes
TIPO DE CARACTERISTICAS PERMEABILIDAD DEFORMACION RESISTENCIA
ROCA MECÁNICA
IGNEAS
Faneritas Granos fuertemente unidos, Esencialmente imper- Muy baja. Muy alta.
escasos espacios porosos. meable.
Afanitas Similar a la anterior, puede Con huecos puede ser Muy baja a baja. Muy alta a alta.
contener huecos. muy permeable.
Porosas Gran cantidad de huecos. Muy alta. Relativamente baja. Relativamente baja.
SEDIMENTARIAS
Huecos llenos de cementante. Baja. Baja. Alta.
Areniscas
Huecos parcialmente rellenos Muy alta. Moderada a alta. Moderada a baja.
de cementante.
Depende del grado de com- Alta a baja.
Lutitas pactación (consolidación). Impermeable. Pueden ser muy Baja a alta.
expansivas.
Las variedades puras nor- Altas a través de las Baja excepto para Alta excepto en las
Calizas malmente desarrollan caver- cavernas. las áreas de caver- áreas de cavernas.
nas. nas.
Variedades impuras. Impermeable. Generalmente baja. Generalmente alta.
Dolomía Escaso desarrollo de cavida- Impermeable. Más baja que en las Tan alta como las
des. calizas calizas
MET AMORFICAS
Débilmente foliada. Esencialmente imper- Baja. Alta.
meable.
Intensamente foliada. Muy baja. Moderada perpendi- Alta perpendicular
Gneis cular a la foliación. a la foliación.
Baja paralela a la Baja paralela a la
foliación. foliación.
Esquistos Intensamente foliadas. Baja. Como el gneis. Como el gneis.
Filitas Intensamente foliadas. Baja. Más débil que el Más débil que el
gneis. gneis.
Cuarcitas Granos fuertemente soldados. Impermeable. Muy baja. Muy alta.
Mármol Granos muy unidos. Impermeable. Muy baja. Muy alta.
Roca alterada
..
Tabla X.3.
Discontinuidades de las Rocas
DISCONTINUIDAD DEFINICION CARACTERISTICAS
Fractura Separación o abertura en la masa Antecedente de las juntas, fallas, planos de
rocosa, rompimiento. deslizamiento, de foliación, y clivaje.
Fractura a lo largo de la cual no haEs la estructura más común en las rocas. En la
ocurrido desplazamiento. mayoría de las formaciones se presentan bajo
un patrón geométrico relacionado con el tipo
de roca y dirección de esfuerzo. las juntas
Junta
abiertas permiten el paso del agua, incremen-
tando la alteración de la masa. Las juntas sella-
das resisten el intemperismo y la masa se altera
uniformemente.
Fractura a lo largo de la cual ocu- La zona de falla generalmente consiste de roca
rre un desplazamiento debido a triturada, a través de la cual el agua puede
Falla actividad tectónica. filtrarse libremente, incrementando el intempe-
rismo. Las áreas anegadas de la roca triturada
causan filtraciones y derrumbes en túneles.
Superficie de falla preexistente; a Superficie pulida, brillante, con estriaciones.
Planos de deslizamien-
partir de fallamiento, derrumbes. Con frecuencia es el elemento más débil en
to
una masa rocosa.
Las superficies de foliación conti- Pueden presentarse como juntas abiertas o
nua son causadas por la orienta- simplemente como orientaciones sin aberturas.
Planos de foliación
ción de los minerales durante el La resistencia y la deformación dependen de la
metamorfismo. dirección del esfuerzo aplicado a la foliación.
Zona de cizalla o ruptura causada Delgadas zonas de estrías y roca triturada que
Cizallarniento o roro-
por plegamiento o relieves afalla- se forman a lo largo de capas angostas en las
pimiento de la foliación
dos o desplazados. rocas metamórficas.
Clivaje, crucero o exfo- Fracturas formadas por plegamien- Se encuentran en lutitas y pizarras; muy cerca-
liación to. nas unas de otras.
Contactos entre rocas sedimenta- Son zonas que contienen con frecuencia mate-
Planos de estratifica-
rias. riales frágiles como lignito o arcillas montmo-
ción
riloníticas.
Milonita Zona intensamente resquebrajada. Laminaciones intensas; componentes minerales
originales y la fábrica triturados y pulveriza-
dos.
Cavidades Aberturas en rocas solubles causa- Erí calizas varían desde cavernas a huecos en
'· das por la acción del agua subte- forma de tubos. En riolitas y otras rocas ígneas
rránea o, en las rocas ígneas, varían desde huecos de diversos tamaños hasta
formadas a partir de bolsas de gas. tubos.
CAPÍTULO XI
CARACTERÍSTICAS DEL MACIZO ROCOSO
INTRODUCCIÓN
En este capítulo haremos una breve descripción de cada una de esas propiedades, basándonos
principalmente en los trabajos de E. Gaziev, L. Cañete, R Marsal, S. Herrera y M. Vera.
Las fracturas son los defectos más comunes en un macizo rocoso, siendo posible medir su espa-
ciamiento, anchura, forma y rugosidad en su superficie. Pueden ser abiertas, cerradas, o estar re-
llenas de algún material, y se pueden medir en ellas los grados de cohesión y fricción a lo largo
de sus superficies.
158 JOSÉ MARÍA CHÁVEZ AGUJRRE
Los bloques tendrán las características de una roca intacta. Cuando el grado de descom-
presión aumenta, el significado de las discontinuidades disminuye, pero al igual que en las rocas
intensamente descomprimidas y en los suelos residuales, las fracturas relictas pueden representar
planos de falla en potencia.
En general, el comportamiento de un macizo rocoso durante excavaciones de túneles esta-
rá gobernado por lo intacto de sus propiedades, y la roca podrá ser considerada competente si las
fracturas están cerradas, si la distancia entre ellas es de un metro o más, y si la roca está fresca.
Sin embargo, en excavaciones en rocas inclinadas, un bloque de roca intacta puede caer si los
planos que lo limitan tienen una pendiente demasiado grande.
b) Fragmentación natural
Todo macizo rocoso natural se encuentra dividido en bloques irregulares, resultantes de fisuras
originadas por esfuerzos tectónicos o por planos de estratificación, como ocurre en rocas sedi-
mentarias y metamórficas o bien, por enfriamiento de masas ígneas.
La separación entre fisuras permite estimar el tamaño de los bloques. El fisuramjento es
una de las características de la fragmentación natural que deberá conocerse en detalle para prever
el funcionamiento del macizo en cualquier obra de ingeniería.
Todas las rocas tienen una propiedad anisótropa importante. Inclusive, los granos más pe-
queños pueden ser considerados como materiales anisótropos, debido a sus rnicrofisuras o planos
de cristalización.
Al analizar un macizo rocoso se observan familias de grietas o fisuras que, debido a su
anchura, posición, relleno, etc., impiden considerar al macizo como un cuerpo homogéneo o isó-
tropo, con fisuración uniformemente ilisttibuida. La localización de estas grietas permite deter-
minar la estabilidad de la roca in situ, y hacerse una idea de su resistencia y deformabilidad.
e) Deformabilidad
La aplicación de cargas impuestas por las obras ingenieriles a la masa rocosa provoca deforma-
ciones en la misma. La magnitud de las deformaciones será función del nivel de esfuerzos aplica-
dos a la masa rocosa, tiempo en que se apliquen estos esfuerzos, espaciamientos y frecuencia de
las discontinuidades, características de las discontinuidades y de la roca intacta, grado de altera-
ción de la roca, anisotropía* y heterogeneidad de la masa rocosa, tamaño del área cargada en rela-
• Anisotropia: Una razón importante para el empleo del nombre de la roca es la relación entre la textura, fá-
brica y anisotropía estructural de las rocas de un determinado origen. Por ejemplo, la mayoría de las rocas ígneas tienen
una estructura densa, bien encajada, con muy pequeñas diferencias de dirección en las propiedades mecánicas (con la
excepción de algunas rocas volcánicas superficiales, rocas intrusivas subsuperficiales, y algunas intrusivas profun-
das, como los granitos gnéisicos, que presentan una textura riolítica en la periferia de la intrusión).
Las rocas sedimentarias de grano fino, como las lutitas, areniscas y algunas calizas, están estratificadas y
por tanto muestran una anisotropía considerable en las propiedades mecánicas. Otras rocas sedimentarias, como la
sal gema, el yeso y muchas calizas y dolomías, han recristalizado en una textura compacta, presentando únicamente
una ligera anisotropía. Las rocas metamórficas son quizá las más anisotrópicas. La clorita, el talco y el rnicaesquisto
tienen superficies de exfoliación bien desarrolladas y se componen de minerales de estructura hojosa que dan lugar a
CARACTERÍSTICAS DEL MACIZO ROCOSO 159
Todos estos parámetros pueden medirse en el campo y pueden compararse con otras clasi-
ficaciones ya aceptadas.
La deformabilidad de la masa rocosa se expresa mediante el Módulo de Deformabilidad,
que es la relación del esfuerzo aplicado y su correspondiente deformación unitaria durante la
aplicación de una carga al macizo rocoso, que incluye la determinación del comportamiento elás-
tico e inelástico.
La construcción de excavaciones y cimentaciones en roca, requiere definir la defor-
mabilidad del macizo con el propósito de conocer su comportamiento ante cargas y descargas
y poder diseñar adecuadamente los revestimientos, estructuras y método de construcción a
utilizar.
Las pruebas de deformabilidad pueden ser estáticas o dinámicas, según el tiempo que dura
la aplicación de carga y/o descarga y pueden hacerse en superficie o a profundidad. El siguiente
esquema muestra los ensayos que se han realizado para evaluar la deformabilídad de la masa ro-
cosa in s itu:
grandes diferencias en la resistencia y el módulo de deformación según la dirección de ensayo. Los gneises muestran
alguna anisotropía pero en menor grado. La pizarra es también muy anisótropa debido a su pronunciada estratifica-
ción. Otras rocas metamórficas, como el mármol y la cuarcita, han recristalizado en una textura compacta, siendo
bastante homogéneas.
160 JOSÉ MARÍA CHÁ VEZ AGUJRRE
Procedimiento
Estático
Superficiales
Prueba de la Placa
t
Placa rígida
Placa flexible
Gato Plano Delgado (LNEC)
Túneles Presurizados
Gato Radial en Túneles
d) Permeabilidad
Algunas rocas se debilitan por la inclusión de agua y el efecto es un deterioro químico del cemen-
to o de la matriz arcillosa. Una arenisca disgregable generalmente pierde el 15% de su resistencia
por simple saturación. En casos extremos como el de las lutitas con arcilla montmorilonítica, la
saturación es totalmente destructiva. En la mayoría de los casos, sin embargo, este es el efecto
que la presión del agua ejerce en los poros y fisuras y es la mayor influencia en la resistencia de
la roca. Si se impide el drenaje durante la carga, los poros o fisuras comprimirán el agua conteni-
da, elevando su presión.
El flujo del agua en la masa de roca puede tener una fuerte influencia en el comportamien-
to de ésta durante las excavaciones subterráneas.
Al aumentar el contenido de agua de una muestra de roca, disminuye su resistencia a la
compresión simple.
La presencia del agua en las fisuras de las rocas ·provoca la reducción de la energía super-
ficial de sus minerales, o sea, la cohesión de la roca disminuye por la simple presencia de agua en
los poros; en consecuencia, al saturarse la muestra, su deformabilidad aumenta y su resistencia a
la compresión simple disminuye.
En suelos cohesivos. La permeabilidad es tan baja que, salvo en ciertas arcillas residuales, los
problemas que plantea tienen poco significado práctico. ·
CARACTERÍSTICAS DEL MACIZO ROCOSO 161
En materiales granulares. El flujo de agua a través de estos medios plantea dos cuestiones impor-
tantes: la estimación del gasto (su trasmisibilidad) y la posibilidad de tubifi.cación o erosión inter-
na del suelo.
e) Alterabilidad
Al ser sometidas las rocas a la acción de los agentes naturales, sufren modificaciones en su
estructura y composición mineralógica o, en otros términos, se alteran. En relación con este
fenómeno, se estudian dos características de la roca: su alteración y su alterabilidad. El grado
de alteración es un parámetro con el que se trata de definir el estado presente de la roca; la
alterabilidad es el potencial de las rocas para intemperizarse con el transcurso del tiempo.
Esta propiedad es función de la estabilidad mineral (mecánica y química) de los constituyen-
tes de las rocas, el grado de fisuramiento, de los agentes agresivos y del tratamieQ.to mecánico a
que estarán sometidas.
Al estudiar la alterabilidad de una roca es necesario subrayar la importancia de su mi-
crofisuración. Las discontinuidades de la matriz rocosa juegan un papel fundamental en el
proceso de alteración; las fisuras abiertas permiten el acceso del agua sobre áreas importantes
de los minerales.
f) Resistencia a la compresión
Para definir la resistencia a la compresión se hacen dos tipos de pruebas: de compresión simple o
axial a muestras no confinadas y de compresión triaxial a muestras confinadas.
La resistencia a la compresión simple con módulo de deformación al 50% de una roca intacta se
incluye por numerosas razones. Si las discontinuidades están muy espaciadas y el material es
débil, las propiedades del material afectarán al macizo rocoso. Bajo la misma presión de confi-
namiento, la resistencia de la muestra constituye el límite de resistencia más alto del macizo ro-
coso. Es importante tomar en cuenta si las juntas no son continuas o si se contempla el uso de
excavadoras. Finalmente, un ejemplar del material rocoso representa en ocasiones un modelo a
pequeña escala del macizo rocoso, desde el momento en que ambos estuvieron sujetos a los mis-
mos procesos geológicos.
Las pruebas de compresión simple se ejecutan aplicando cargas axiales sin confinamiento
a los especímenes de roca. Para cada incremento de carga se mide la deformación longitudinal
del espécimen (figura XI .1):
162 JOSÉ MARÍA C!iAVEZAGUIRRE
a a
1
0"50% l¿jG 0"50%
1
1
~~l 1
Los especímenes son generalmente cilindros de 2.5 a 7.5 cm de diámetro y altura igual a
dos y medio a tres diámetros, mictiéndose la resistencia del espécimen como el esfuerzo bajo el
cual el material falla (tabla XI.l ).
Tabla XI. l.
Resistencia a la Compresión Simple con Módulo
(ST informe ISRM, Comité LDP, 1973, ASTM D3148-86)
Resistencia
Condición Descripción
(kg/cm 2)
Rocas sedimentarias alteradas y débilmente
50 a 200 Muy débil
compactadas.
Rocas sedimentarias y esquistos débilmente
200 a 400 Débil
cementados.
Rocas sedimentarias competentes e ígneas
400 a 800 Resistencia media
cuarzosas de densidad un poco baia.
Rocas ígneas competentes, metamórficas y
800 a 1600 Resistencia alta
algunas areniscas de grano fino.
1600 a 3200 Resistencia muy alta Cuarcitas y rocas ígneas densas de grano fino.
Pruebas Triaxiales no Drenadas con Medición de Presión de Poro (ASTM D2664-86). Los en-
sayes de Compresión Triaxial simulan los esfuerzos que soporta la muestra de roca en la natura-
leza. El confinamiento que tienen las rocas en su estado natural puede definirse como un estado
de esfuerzos normales denominados principales (cr1, cr2 y cr3), y que actúan en direcciones orto-
gonales. En la Cámara Triaxial los esfuerzos principales laterales permanecen iguales durante la
prueba, es decir ( cr2 = cr3).
La Cámara de Compresión Triaxial consta de una base, cabeza, mangueras, deformíme-
tros, manómetros y accesorios (figura XI.2).
Empaque
1....1-+~14---- Cabeza esférica
La base y la cabeza de la Cámara Triaxial tienen varios orificios a través de los cuales la
presión de poro penetra en el espécimen y la presión confmante se mantiene constante
manualmente, por medio de un tomillo-pistón que compensa los cambios de volumen que resul-
tan de la deformación del espécimen. También puede controlarse automáticamente con un regu-
lador de presión que lleva conectado un tubo pequeño de plástico enrollado al espécimen, y que
sirve de dren durante el llenado de la cámara del fluido confinante (agua o aceite). La deforma-
ción axial durante la prueba se mide con una celda eléctrica y en cada medición de
desplazamiento del espécimen se resta el efecto de la deformación elástica del aparato.
Al comjenzo de los ensayes se saturan el sistema de medición de poro y el espécimen que
queda protegido con una membrana de hule. Se aplica una pequeña carga axial, la presión confi-
nante se incrementa gradualmente hasta su nivel de trabajo (en cada ensaye esta última debe per-
manecer constante, sujeta a las condiciones de cada sitio donde se tengan previstas las obras)y la
presión de poro se mide en ambos extremos. El sistema de contrapresión se cierra y el espécimen
se car~a progresivamente con una velocidad de aplicación de carga que debe quedar entre 5 y 1O
kg/cm . Durante las pruebas, la presión de poro debe mantenerse menor que la confinante, de tal
manera que el incremento de presión durante la carga deje siempre la confinante efectiva, cr3 ,con
valor positivo y constante. Una disminución de la presión de poro, es señal de la expansión del
espécimen y ocurre frecuentemente durante una etapa avanzada de deformación.
Se recomienda un mínimo de tres ensayes hasta un máximo de cinco con presión confi-
nante constante, pero diferente en cada caso. La selección de esta presión debe ser igual a la real
in situ. Se sugiere que sea equivalente a una de las presiones intermedias que se aplicaron y las
máximas y mínimas en un 10% en más o el) menos según sea el caso elegido.
La Presión de Poro es la presión que existe en el agua de los poros, o espacios huecos, de un sue-
lo saturado.
Su efecto en la resistencia de las rocas ha sido incluido como una variable adicional en la
prueba de Compresión Triaxial.
• El fluido se introduce a través de los poros o huecos de las caras del espécimen que correspon-
den a contactos con el resto de la roca de que se extrajo.
• Para asegurarse de que todos los poros están llenos se trata el espécimen al vacío y luego se
sumerge en fluido bajo presión.
La Presión de Grieta se refiere a las presiones de agua" que se desarrollan en fracturas saturadas
de la masa rocosa.
• Cuando esta presión es muy alta puede provocar inestabilidad en la roca que actúa como ci-
miento de presas de concreto y es la causa frecuente de las fallas de talud. La filtración puede
CARACTERÍSTICAS DEL MACIZO ROCOSO 165
producir ablandamiento del relleno de las juntas y el desarrollo de altas presiones de poro en el
material de relleno puede reducir su resistencia.
• Los cambios en los esfuerzos pueden afectar en forma importante la filtración y permeabilidad
en las masas rocosas. Los esfuerzos de compresión de pequeña magnitud causan que las juntas se
cierren reduciendo la filtración, pero otros tipos de huecos en la mayoría de las rocas requieren
grandes esfuerzos para reducir su permeabilidad y flujo.
• Los esfuerzos de tensión aumentan la permeabilidad y el flujo, su incremento se refleja gene-
ralmente en la caída de bloques o deslizamiento de taludes.
Criterios de falla. Al aplicar las pruebas de compresión simple o triaxial en muestras cilíndricas,
se producirán dos tipos de fractura y tres tipos de falla, dependiendo de las características del
ejemplar (figura Xl.3):
1 bar
• Falla frágil. Si la fractura se produce antes de que la probeta sufra deformación permanente
apreciable, el material se califica de frágil (figura XI.4).
166 JOSÉ MARÍA CHAVEZ AGUIRRE
• Falla Semifrágil. Si hay una débil deformación plástica (<5%) antes de la fractura, el mate-
rial es semifrágil. Ejemplo: granito, basalto (figura XI.5)
300 bar•
1000 bars
• Falla de Mohr-Cou/omb. Hace doscientos años, Coulomb sugirió que a los esfuerzos de
cizalla que tienden a producir rotura se oponen dos cosas: (1) el esfuerzo normal a través del pla-
no de cizalla potencial, y (2) la cohesión o resistencia a la cizalla del material. Ello se conoce
actualmente como el criterio de Coulomb de la cesión frente a la cizalla (figura Xl.7).
Figura XI.7.
Relación Esfuerzo-Deformación 1
ELÁSTICO ELASTO· PLÁSTICO
Componamiento elás.tico en un granito En un granito altemdo comportamimto
hasta que falla (Falla Frágil)
T.,~@
'lL_ e
~
Basalto vesicular. Empiezan a fallar las parede$
/
Basalto Ytfícular aftcndo, Dclpub de la faJe
de los buecos, inicia con un comporl. plástíco; u elúdea los míneraltf aflmldos empiezan a
densifteala roca y viene una fase efúdca. fallar y v • un eompor~~mienul piMko,
PLASTO-ELÁSTICO PLASTO-ELASTO-PLÁSTICO
S"' esfuerzo . .. defonnacíón
168 JOSÉ MARÍA CHÁVEZ AGUIRRE
Efecto de Escala en Resistencia al Corte: los resultados numéricos de las pruebas de resistencia
realizadas con muestras cilíndricas de igual relación de esbeltez, varían con el volumen de las
probetas ensayadas. Esta propiedad es característica de los medios fracturados o discontinuos. La
resistencia de un material surcado por discontinuidades queda condicionada por la resistencia del
elemento de volumen que contiene la zona más débil, o sea la más fisurada. Si para una densidad
de fisuración dada el volumen de la probeta crece, el número total de discontinuidades aumenta,
así como la probabilidad de incluir una fisura grande en la muestra.
A mayor grado de fisuración de la roca, mayor efecto de escala y mayor dispersión.
La definición del tamaño de la muestra que produzca resultados representativos de la re-
sistencia al corte de la discontinuidad a la escala de campo, es uno de los aspectos que han origi-
nado opiniones muy diversas.
Para la obtención de parámetros se recomiendan preferiblemente ensayos in situ en la su-
perficie de falla o en muestras cúbicas representativas (30 x 30 x 30 cm); sin embargo, debido a
los costos y disponibilidad de equipos para estas pruebas, así como a las dificultades operaciona-
les del muestreo, se recomienda ejecutar un mínimo de tres ensayos en muestras pequeñas, medir
los ángulos de rugosidad en el campo y calcular la resistencia al corte.
El efecto escala es más pronunciado en discontinuidades rugosas y onduladas, y práctica-
mente ausente en discontinuidades planares. El factor clave es la presencia de asperezas de dife-
rente tamaño que controlan el comportamiento del esfuerzo pico de resistencia de
discontinuidades con longitudes diferentes. Los valores disminuyen con el aumento en la escala.
Los macizos rocosos que consisten de muchos bloques, tienen mayor esfuerzo de resis-
tencia pico al corte que los macizos rocosos con mayor espaciamiento de discontinuidades. El
efecto escala, en este caso, está relacionado con el cambio en rigidez del macizo rocoso a medida
que el tamaño del bloque o el espaciamiento de discontinuidades, aumenta o disminuye.
La resistencia de esfuerzo pico al corte directo en diorita cuarcífera disminuye en un 40%,
en un rango de áreas de 75 a 2 000 cm2 .
a) El efecto escala sí existe en discontinuidades rugosas, pero su defmición sólo puede ser reali-
zada mediante cuidadosas observaciones de campo de la geometría de la discontinuidad a varias
escalas.
b) El efecto escala tiene mucho menos importancia y puede ser ignorado en discontinuidades
lisas y débiles sometidas a esfuerzos altos.
e) En general se acepta que los desplazamientos requeridos para movilizar el esfuerzo de resis-
tencia pico y el residual, son generalmente mayores en las discontinuidades a escala real que en
cualquier otro tamaño de muestra.
El factor de escala disminuye al aumentar la presión confmante que actúa sobre la mues-
tra, pues induce el cierre de las fisuras preexistentes, por tanto, pierde importancia el carácter
discontinuo de la roca. Correlativamente, cuando aumenta la presión de confmamiento, disminu-
ye el coeficiente de variación de la resistencia al esfuerzo cortante.
La comparación de las resistencias al esfuerzo cortante determinadas en el laboratorio con
probetas de dimensiones reducidas, e in situ en áreas grandes, muestra también que el efecto de
escala es tanto más pronunciado cuanto más acentuado es el carácter discontinuo de la roca.
Por ejemplo, al aumentar el grado de alteración del granito, o sea, al disminuir su carácter
de material fisurado, el efecto de escala disminuye.
En conclusión, la sensitividad de una roca, así como el factor de escala o dispersión de su
resistencia a la compresión simple, son manifestaciones de su fisuramiento.
Relación de esbeltez (efecto de la forma): son numerosos los estudios relativos a la influencia de
la forma de las probetas sobre la resistencia a la compresión simple, así como las fórmulas pro-
puestas para representar la reducción de resistencia observada al aumentar la relación de esbeltez
de los especímenes. La resistencia disminuye apreciablemente al llevar la relación de esbeltez a
más de 3:1 (largo:diámetro). Para valores menores a 2,5:1 la resistencia se reduce. (Valores es-
tandar de ISMR y ASTM).
Viscosidad de las Rocas: podemos ver cuerpos que conservan su forma indefmidamente, mien-
tras los líquidos asumen el contorno de sus contenedores. Un material aparentemente sólido que
se deforma lenta y continuamente en respuesta al esfuerzo cortante es, por lo menos en parte, un
líquido viscoso.
Para conocer la resistencia al esfuerzo cortante, la deformabilidad de los macizos rocosos, así
como el estado de esfuerzos internos de los mismos en sitios donde se proyectan grandes obras de
ingeniería civil, se han desarrollado y puesto en práctica diversos métodos de ensayos de labora-
torio y campo. Uno de ellos es la prueba de corte directo para el cálculo de la resistencia al es-
fuerzo cortante tanto en campo como en laboratorio; su uso no es muy frecuente debido a su
• Elástico. Material en el que el trabajo que se aplica es totalmente recuperable, una vez que las fuerzas o esfuerzos
que causan la deformación han cesado.
170 JOSÉ MARÍA CHAVEZAGUIRRE
elevado costo, sin embargo, para grandes obras se justifica su aplicación. Los resultados de estas
pruebas han servido para el análisis de diferentes problemas geotécnicos como:
Son también importantes para el disefio de cualquier túnel. El propósito general de estas
pruebas es determinar la resistencia al corte directo, máxima y residual, en función del esfuerzo
normal al plano de corte o plano de debilidad, con incrementos del esfuerzo tangencial paralelo al
mismo plano de corte. Este plano puede ser una fractura, una falla, un plano de estratificación o
de contacto entre dos tipos de roca, la foliación, etcétera.
Las pruebas tienen diferentes objetivos en función de los problemas geotécnicos detecta-
dos en cada sitio o proyecto.
Los problemas geotécnicos involucran consecuencias económicas graves, tanto por los
costos de tratamiento y soporte requeridos para asegurar las obras, como por los dafios que pro-
vocaría una falla del macizo rocoso o de las obras que se alojan en el mismo.
Mediante estas pruebas se obtiene información acerca de los parámetros de resistencia de
las discontinuidades de macizos rocosos, lo cual conduce a estudios más completos de la estabili-
dad, comportamiento y tratamiento de los mismos.
a) Determinación en laboratorio
b) Determinación en campo
Esta prueba es utilizada para calcular el esfuerzo de fricción entre las caras de la zona de
falla, lo cual es muy importante en el diseño de cualquier obra en que se modifica el estado
de esfuerzos, para establecer el grado de estabilidad que posee la estructura en presencia de los
esfuerzos actuantes.
Los ensayes se realizan en bloques labrados in-situ que quedan unidos al macizo por una
cara. Se aplica un esfuerzo normal que se mantiene constante y a continuación un esfuerzo cor-
tante que se incrementa, midiendo en varios puntos del bloque los desplazamientos longitudinales
y transversales (figura X1.8).
1
1.- Gatos hidráulicos de
1 100 t.
1 2.- Placas de asiento.
1 3.- Colchón metálico.
4.- Puntas de medición.
1 5.- Marco de cortante.
250
6.- Viga de apoyo.
7.- Asiento de mortero.
8.- Templete para
medidores.
9.- Deformómetro de
caratula.
Acotaciones en cm.
• El labrado del bloque deberá realizarse con mucho cuidado para minimizar la alteración pro-
ducida. Se deberá efectuar una descripción detallada de la configuración de la superficie, frac-
turas, tipo de roca, etc., así como de la superficie de falla.
• Las dimensiones del espécimen deben ser tan grandes como sea posible, de manera que el
área a ensayar incluya un número de irregularidades suficiente para que sea representativa de
las juntas existentes en los macizos.
• Las dimensiones laterales del espécimen varían de 0.3 a 1.0 m, siendo limitadas por la capa-
cidad de los gatos, que es usualmente de 100 a 300 ton.
• El gato, para producir la fuerza de corte, se instala con una pequeña inclinación y en dirección
tal que la fuerza de corte y la normal concurren al centro de la superficie ensayada para evitar
momentos de giro sobre esta superficie.
172 JOSÉ MARiA CHAVEZAGUlRRE
• Se toman muestras de roca en la vecindad del bloque probado, con fines de correlación de los
resultados, obtenidos en campo y en laboratorio.
DIAGRAMA DE SCHMIDT
El diagrama de Schmidt representa a una esfera con coordenadas y clividida en líneas que repre-
sentan los grados de dos en dos, de Oa 360°. Los cuadrantes son NE, SE, NW, SW (figura X1.9).
Los puntos que se observan en el círculo de Schmidt representan las intersecciones de las
estructuras o discontinuidades con la superficie de la esfera y se les denomina "polos".
Para encontrar los datos de un polo ya representado en el circulo se lee su clistancia al N o al
S en grados, de acuerdo al cuadrante en que se encuentre, siguiendo el borde. Este dato representa
la orientación del echado; su inclinación se mide a partir del centro del círculo o esfera hasta la ubi-
cación del polo (de 90° en la orilla del círculo a 0° en el centro del mismo). De esta manera se cal-
cula el rumbo e intensidad del echado o inclinación de la estructura. La perpendicular de esta línea
que pasa por el centro del círculo o esfera es el rumbo del plano de la estructura con respecto al
norte, se prolonga hasta el borde del círculo y se lee su ángulo a partir del N o del S.
De la misma manera se representan en el círculo los datos numéricos que aparecen en la
información o en los mapas geotécnicos por ejemplo: N35° E- 60° SE.
No se deben mezclar o representar en un mismo círculo fallas, fracturas, juntas, planos de
estratificación o cualquier otra discontinuidad, aunque en ocasiones se ubican en el mismo dia-
grama con diferentes símbolos pero se presta a confusiones. Se utiliza así para formar bloques.
INTRODUCCIÓN
H=30cm
a
11
b
cjF30cm
a·
11
Figura XII.l. Excavación y ubicación de medidores de desplazamiento en la pared de una galería.
D
OC=
E 3
cr 1= 1_1!2 (E 1+ ll E:J
OE=sa
E
o
(~ + ll E¡)
crz= l-¡.t2
Figura Xll.2. Trazo del círculo de Mobr con datos aportados por pruebas a que se somete al macizo rocoso.
¡1
11 EL= deformación lateral
EL= -J.l Ea
~ =- J.1
1 Ea
-E,
J.1 =_........
1 Ea
Figura Xll.3. Cálculo de la relación de Poisson por medio del valor de las deformaciones.
Los ensayos para establecer la deformabilidad de la roca son necesarios para determinar el grado
de cerramiento que presentarán las obras bajo las solicitaciones de carga que se les impongan.
Existen dos métodos básicos para determinar la deformabilidad de los macizos rocosos:
los estáticos y los dinámicos.
En los primeros se aplican cargas estáticas relativamente grandes sobre superficies
seleccionadas y representativas del macizo rocoso y se miden las deformaciones resultantes. En
los ensayos dinámicos se mide la velocidad de propagación de perturbaciones vibratorias.
Aunque la roca no es ni homogénea ni elástica, se acostumbra interpretar los
resultados de los ensayos dinámicos a partir de la teoría de la elasticidad, asignando a la roca
valores de constantes elásticas como el módulo de Young (E) y la relación de Poisson ( f..l. ).
Un método para obtener el módulo de elasticidad de la roca (E) es la Prueba de Placa
(figura Xll.4); se acostumbra hacer tanto en trincheras como en túneles o socavones. En estos
últimos la prueba puede realizarse tanto en las dos paredes laterales como en el techo y el piso.
La carga máxima aplicada (q) deberá ser del orden de 1.5 veces la que será impuesta a la
masa de roca. Se alcanzará en el último de una serie de 3 a 5 ciclos de carga y descarga.
176 JOSÉ MARÍA CHAVEZAGUIRRE
Después de cada prueba se deberá muestrear la roca del sitio y medir la velocidad
longitudinal y transversal de las ondas sísmicas para fines de correlación.
El módulo de Y oung (E), se calcula mediante la siguiente fórmula para puntos localizados
sobre el eje z, a cierta profundidad (z):
E = p(l-¡.t2) /(2a 8)
a = radio de la placa
8 = desplazamiento vertical de un punto localizado sobre la placa ó en la superficie del
terreno a una distancia r y del centro de la placa.
r
¡~
E= 2pVs 2 (1 + p)
En donde:
p = densidad
Vs =velocidad de propagación de las ondas transversales
Vp =velocidad de propagación de las ondas longitudinales
ll = relación de Poisson
Existen valores promedio para los diferentes tipos de rocas. Para las masas de roca muy
fracturadas o ligeramente alteradas se utiliza un valor ¡..t=O.l4 y un valor ¡..t=0.25 para masas de
roca muy compactas.
Con objeto de alejarse de la zona de perturbación en el estado de esfuerzos, inducida por
la presencia de la galería, se ha propuesto el método de medición b:
T
~ = 15. 25cm r4.
1_
81 cm
_l fjiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii~
- Hasta 6 m - - -
donde:
Los valores de cr¡, cr2 y e así determinados se expresan en función de cr3. Al efectuar tres
mediciones semejantes a lo largo de tres sondeos inclinados entre sí, es posible determinar la
magnitud y orientación de los tres esfuerzos principales.
Este método consiste en introducir en el sondeo un medidor de esfuerzos de gran rigidez en vez
del de desplazamiento de muy baja rigidez usado en el método b.
El problema se analiza mediante las expresiones establecidas por Musk.helisvili (1953) en
el caso general, o por Nabor Carrillo (1944) cuando la rigidez del medidor de esfuerzos es
infinita.
Para el caso general, designando Go y J..Lo, el módulo de rigidez y la relación de Poisson del
dispositivo de medición, G y J..L el módulo de rigidez y la relación de Poisson de la roca, cr 1 y cr2
los esfuerzos principales actuantes en la roca y en el plano normal al eje del sondeo, y cr' ,cr" y
cr"' los esfuerzos normales medidos según tres direcciones diametrales que forman ángulos de
60° entre sí, resulta:
MEDICIÓN DE LOS ESFUERZOS INTERNOS DEL MACIZO ROCOSO 179
S 1 = 1/2 { cr' + cr" + cr"' + ~ 112 [cr' - cr" )2 +(cr" - cr"' )2 +(cr"' - cr')2] }
S2 = 112 { cr' + cr" + cr"' - ~ 1/2 [cr' - cr" )2 +(cr" - cr'" )2 +(cr"' - cr')2] }
K__;(,__
X_+2-'-)_Xlol-
0 X0 - 2- K (X-2)
cr 1 = - SI + s2
2K(X+ 1) 2K (X+ 1)
La determinación de cr', cr" y cr' "permite, por tanto, el cálculo de cr 1 y cr2 con el fin de
conocer aproximadamente los valores de la rigidez y la relación de Poisson de la roca. En el caso
muy común en que las relaciones de Poisson de la roca y del dispositivo de medición pueden
considerarse iguales a 0.25, se simplifican notablemente las expresiones anteriores, resultando:
2K+l 2K + l
J..t = 0.25 cr 1 = S1 y cr=
3K
2 3K s2
Donde puede apreciarse que el factor correctivo (2k+1)/3K es poco sensible a variaciones
grandes de la relación de rigideces k. En particular, si k es mayor de 5, este factor correctivo
tiende a 0.66; por tanto, los esfuerzos registrados con un medidor muy rígido se relacionan
directamente con los esfuerzos internos en la masa de roca, casi independientemente del módulo
de Young de ésta. He aqui la gran ventaja de estos medidores rígidos, que pueden estar
constituidos por cadenas metálicas con propiedades magnéticas, o por inclusiones de vidrio con
propiedades fotoelásticas.
B) Método del gato plano. Permite determinar la magnitud de los estados de esfuerzos; la idea
básica es operar en tal forma que no se requiera la determinación previa del módulo de elas-
ticidad de la roca. Esta prueba consiste en descomprimir localmente la roca de una pared de
galería, efectuando una ranura en la cual posteriormente se inserta un gato plano. Se inyecta
aceite en este gato, hasta que las deformaciones que había sufrido la roca por descompresión se
recuperen. En ese momento, la presión aplicada sobre la roca por el gato es igual al esfuerzo
normal que actuaba sobre el plano de la ranura. Los puntos de referencia que permiten la
medición de las deformaciones en la zona deben localizarse sobre el eje de simetría normal al
plano de la ranura y a ambos lados de esta (figura XII.7).
180 JOSÉMARÍA CHÁVEZAGUIRRE
e
1~ ~1 .e
.A .B
....................................
¡¡¡¡¡¡¡:t::;:;:;:;:;:;:;:;:;:;:;..:;:;:;: :.-.:.: :::~t;¡¡¡¡
. A' .a·
1 O'n = P (( ej - d ) 1 e) 1
P = Presión de cancelación
e = Longitud de la ranura
ej = Longitud del Gato Plano
Este método proporciona únicamente el valor o magnitud del esfuerzo normal actuando
sobre el plano de la ranura. En caso de querer determinar la dirección de los esfuerzos principales
se requiere efectuar tres de estas pruebas con diversas inclinaciones de la ranura, o bien definir la
posición del gato plano en función de los resultados de la roseta de fracturamiento.
Los esfuerzos así determinados no corresponden a los esfuerzos tectónicos, sino al estado
de esfuerzos modificado por efecto de la excavación de la galería. Para formas de galerías
sencillas y excavadas en masas rocosas homogéneas y elásticas, es posible deducir el estado de
esfuerzos tectónicos a partir de estas mediciones.
MEDICIÓN DE LOS ESFUERZOS INTERNOS DEL MACIZO ROCOSO I8I
C) Método de fracturación hidráulica. Es una técnica de campo utilizada por los ingenieros
petroleros para estimular la producción de los pozos. Consiste en inyectar una suspensión de
arena, aditivos y agua en un tramo previamente sellado del pozo, incrementando la presión hasta
producir la fractura de la masa rocosa en el contorno del pozo. La fractura así creada es normal a
la dirección del esfuerzo principal menor actuante; la presión de inyección necesaria para lo-
grar la propagación de esta fractura, es igual al esfuerzo principal menor actuante.
Este concepto es aplicable al fracturamiento inducido cuando se supera la resistencia de la
masa de roca mediante pruebas de permeabilidad Lugeon efectuadas en la cimentación de presas.
CAPÍTULO Xlll
EXPLORACIÓN Y MUESTREO EN SUELOS
INTRODUCCIÓN
Debido a las características geológicas del Valle de México, la Mecánica de Suelos ha tenido un
considerable desarrollo en nuestro país en las últimas décadas. Su aplicación en el análisis de
terrenos que soportan obras de muy diversa índole como edificios importantes, obras de drenaje,
vialidades, puertos y el Metro de la Ciudad de México ha permitido desarrollar métodos de análi-
sis, exploración y muestreo cada vez más eficientes.
En este capítulo se revisarán algunas características generales de los suelos y los métodos
de exploración y muestreo principales, ambos de conocimiento necesario para el geotecnista o el
ingeniero civil que se dedica a la construcción.
Esta parte fue elaborada por el M. en C. Alberto Ramírez Piedrabuena y el Ing. Adán Ra-
mos Bautista consultando las obras de F. Juárez Rodríguez y F. Juárez Badillo y el Manual de
Obras Civiles de la CFE.
Suelos compresibles
Son suelos finos compresibles que, al ser sometidos a un incremento de carga, disminuyen su vo-
lumen conforme pasa el tiempo. El proceso de consolidación tiene que ver con la magnitud de las
cargas que se van a aplicar, por lo que es importante determinar si un suelo es compresible o no.
Para investigar de manera cualitativa dicha característica, se llevan muestras al laboratorio
donde se les somete a la prueba de límite líquido. Si el valor de éste es menor de 50%, se trata de
un suelo de compresibilidad baja o media, a cuyo símbolo representativo se le añade la letra L
(low compressibility), obteniéndose para esta combinación los grupos ML, CL y OL (limo, arci-
lla y arcilla con materia orgánica respectivamente).
Si el límite líquido es mayor de 50% entonces los suelos finos son de alta compresibili-
dad, por lo que se agrega a su símbolo genérico la letra H (high compressibility), teniéndose así
los grupos MH, CH y OH.
Se tiene así de manera cualitativa que la compresibilidad de un suelo es una función direc-
ta del límite líquido.
186 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
Suelos blandos
Como su nombre lo indica son suelos muy compresibles a las acciones de las cargas que se pue-
dan colocar sobre ellos y en general presentan baja resistencia al esfuerzo cortante.
Suelos expansivos
Este tipo de suelos en general se refiere a un suelo fino con composición mineralógica tal que lo
hace susceptible a sufrir cambios apreciables de volumen como consecuencia de modificaciones
en su contenido de agua.
El empuje que puede generar un arcilla expansiva a las estructuras desplantadas sobre él,
es de tal magnitud que puede dañarlas severamente.
Como ejemplo de lo anterior se tiene el aeropuerto de Santa Lucía, Edo. de México, don-
de se construyó una pista de aterrizaje de 3 km de largo cuyo terraplén impidió la transpiración,
por lo que se acumuló el vapor bajo la estructura, incrementando el contenido de agua, lo que
provocó la expansión de la pista en forma severa. Lo mismo ocurrió en los pisos de las casas
habitación que se construyeron para los miembros del ejército en esa zona, además de presentarse
serios agrietamientos en los muros de esas construcciones.
Suelos licuables
Los suelos más susceptibles a licuación son las arenas fmas sueltas y los limos no plásticos de
granulometrías muy uniformes, situados bajo el nivel :freático. La licuación ocurre cuando se tie-
ne la acción de perturbaciones dinámicas, como los sismos.
Suelos Colapsables
Son suelos finos, que al igual que los licuables, se caracterizan por tener una granulometría uni-
forme, tienen compacidad suelta, pero no necesariamente están saturados. Son suelos de tipo eó-
lico, como el loess en Norteamérica, el cual tiene una estructura crítica para su estabilidad. Si les
entra agua, ésta destruye la endeble estructura y se puede presentar el colapso.
Suelos Solubles
Contienen sales en su composición mineralógica que se solubilizan al contacto con el agua, pier-
den su estructura y en consecuencia baja su resistencia al esfuerzo cortante.
Suelos Corrosivos
En su composición mineralógica o en el agua intersticial contienen materiales corrosivos, de tal
manera que pueden corroer las estructuras con las que están en contacto. Un ejemplo de lo ante-
rior es el agua con sales corrosivas que se extrae de la Zona de Texcoco.
Suelos Erosionables
Casi todos los suelos son susceptibles a la erosión, pero los más afectados por este fenómeno son
los faltos de cementación y cohesión.
Suelos Degradables
Son aquellos que al ser expuestos a la intemperie cambian sus propiedades, por ejemplo las for-
maciones de margas o lutitas. La marga en presencia del agua se convierte en CH, o con el aire se
empieza a degradar. La lutita en presencia del agua se degrada con gran rapidez.
Trabajos preliminares
Para cualquier tipo de obra, el programa de estudios geotécnicos empieza desde las primeras visi-
tas al lugar donde se pretende construir, tomando en cuenta esta información se pueden planear,
de una manera más concreta, los trabajos de exploración a detalle.
Dependiendo del tipo e importancia del proyecto, la recopilación de cualquier clase de informa-
ción existente es de gran importancia; como primer paso, se debe investigar si existen estructuras
similares ya construidas y/o estudios correspondientes como fuente de consulta. Además, se pue-
den consultar las cartas topográficas y geológicas editadas por el Instituto Nacional de Estadísti-
ca, Geografia e Informática (INEGI) y por los institutos de Geología, Geofisica, Geografía e
188 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
Ingeniería de la UNAM. También las sociedades técnicas como Sociedad Mexicana de Mecánica
de Suelos (SMMS), Sociedad Mexicana de Mecánica de Rocas (SMMR), Asociación Mexicana de
Ingeniería de Túneles y Obras Subterráneas (AMITOS) y las de ingenieros geólogos, aportan este
tipo de información en sus reuniones.
En caso de que en la zona existan estructuras ya construidas, estas sirven para las primeras obser-
vaciones de su comportamiento geotécnico y estructural (en el pasado), en el caso de presas y
vías terrestres se realiza un recorrido de campo al sitio donde se construirá la obra. El recorrido
de campo lo debe realizar un ingeniero especialista en geotecnia, acompañado de un ingeniero
geólogo, los objetivos que se persiguen con este recorrido son los siguientes:
Con lo anterior se puede hacer una evaluación general de las condiciones del lugar y tener
una visión mas clara de los problemas que puede presentar el terreno. De esta manera se obten-
drán mejores resultados en los trabajos a realizar.
Métodos de Exploración
Los trabajos de exploración que se requieren para el estudio de cimentación de una obra de inge-
niaría civil se presentan a continuación de manera general.
a) métodos directos
b) métodos indirectos
Pozo a Cielo Abierto (PCA). Como su nombre lo indica este método consiste en hacer una
excavación a la que se le denomina pozo, generalmente de sección cuadrada o rectangular de
l.Ox2.0 m. aprox., hasta una profundidad en que las operaciones prácticas como el traspaleo, el
EXPLORACIÓN Y MUESTREO EN SUELOS 189
nivel de aguas freáticas, la presencia de roca o la estabilidad de las paredes lo permitan (figura
Xlll.l).
De este pozo se obtienen muestras alteradas y se pueden obtener muestras inalteradas la-
brándolas de las paredes o piso del pozo.
PLANTA
A
~
15 a 20 cm. r
Largero ---~
'"15a20cm.
¿' . /~ _10x 20
1"'
Esquinero
.... _fZI!II
V
.V ~ 111111
V
Largero __¿_ @
1.5 a 2.0 m.
(Se decrementa con
la profundidad)
1
Figura XJU.l. Ademado para
un pozo a cielo abierto. CORTE A-A
Generalmente se aplica este método cuando se presume que a poca profundidad se pueden
encontrar condiciones adecuadas para cimentar una estmctura, por otra parte el pozo permite ob-
servar directamente las condiciones estratigráficas del subsuelo.
En su realización se emplean herramientas y materiales tales como: picos, palas, barretas,
cuchillos (para labrar las muestras), espátulas, machetes, arco de segueta con alambre de acero
como elemento cortante, manta de cielo, parafina, brea (estos tres últimos para envolver las
muestras inalteradas), estufa de petróleo, brocha de 10 cm, tarjetas de identificación, cajones,
costales y cable de manila.
muestras de suelo queden atrapadas entre las hojas curvadas. El procedimiento se repite para
avanzar dentro del pozo agregando tramos de tubería. El barreno helicoidal opera en forma aná-
loga a la posteadora (figura Xlli.2).
m
~~~=====~~1~-m
Figura Xlll.2. Posteadora con maneral y barreno belicoidal.
La posteadora puede ser de 4" a 9" de diámetro, el barreno helicoidal de 2" hasta 3 Y:z'' de
diámetro y los tubos que sirven como extensiones son de %" en tramos de 1m.
Prueba de Penetración Standard (SPT). La denominada SPT (Standar Penetration Test) fue des-
arrollada por la "Raymond Concrete Piles Inc." y se volvió de uso común debido a las investiga-
ciones y correlaciones realizadas entre otros por el Dr. Karl Von Terzaghi, a quien se le considera
como el fundador de la Mecánica de Suelos. Luego de realizar una serie de estudios a una mues-
tra inalterada de suelo e innumerables ensayos en arenas, limos y arcillas, fijó las especificacio-
nes de esta prueba.
Consiste en hincar el penetrómetro estándar 45 cm en el terreno que se explora, mediante
una serie de golpes aplicados al ensanchamiento del cabezote de la tubería de perforación. Para
esta operación se deja caer libremente un martinete de 63.5 Kg (140 lb) desde 76 cm (30 pulg) de
altura, luego de ser elevado por un cable suspendido del trípode por una polea y guiado por la
tubería de perforación, a través de su diámetro interior (figura XIII.3 ).
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S.A.)
EXPLORACIÓN Y MUESTREO EN SUELOS 191
Durante el hincado se cuenta el número de golpes que corresponde a cada uno de los tres
avances de 15 cm.
La resistencia a la penetración estándar se define como el número de golpes, N, para pene-
trar los últimos 30 cm (de 15 a 45 cm); los golpes para hincar los primeros 15 cm se desprecian,
porque se consideran no representativos, dada la alteración inducida a causa de la limpieza de la
perforación.
La prueba de penetración estándar permite estimar la resistencia al esfuerzo cortante del
suelo, mediante el número de golpes N que se requieren para hincar el penetrómetro estándar y
por otra parte, se obtienen muestras alteradas, las cuales sirven para identificar los suelos del si-
tio, que permiten conocer las condiciones estratigráficas del subsuelo, aprovechando las propie-
dades índice que se practican a las mismas muestras recuperadas tales como el contenido natural
de agua, límites de consistencia y granulometría, estimando la resistencia al corte de cada uno de
los estratos mediante correlaciones empíricas con el número de golpes.
Estas correlaciones han permitido elaborar tablas y gráficas donde se comparan el número
de golpes, el ángulo de fricción interna y la compacidad de las arenas (figuras XIII.4 y XIII.5).
N o. S 1---.1..4-l -\-~_,_
E
1.>
.......
; : l. o 1----+-+-\
...
e:
a l. 5
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.....
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2.0
c.
~.~
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"' 2' 5 1----1\
0:
TABLA XIU.1. ..
COMPACIDAD RELATIVA DE LAS ARENAS
N (No. de golpes) Denominación Compacidad relativa
o - 4 Muy suelta o - 5
4 - 10 Suelta 5 - 25
10 - 30 Media 25 - 60
30 - 50 Compacta 60 - 75
más de - 50 Muy compacta mayor de - 75
TABLA Xlll.2.
CONSISTENCIA DE LAS ARCILLAS
N (No. de golpes) Denominación Resistencia a la Compresión
simple, en Kg/cm 2 (aprox.)
o - 2 Muy blanda o - 0.25
2 - 4 Blanda 0.25 - 0.5
4 - 8 Poco firme 0.5 - 1
8 - 15 Firme 1 - 2
15 - 30 Muy firme 2 - 4
mayor de - 30 Dura mayor de - 4
EXPLORACIÓN Y MUESTREO EN SUELOS 193
Muestras Alteradas. Son ejemplares alterados que sirven para identificar los suelos y para reali-
zar pruebas índice.
Perfil Estratigráfico. Con los resultados de las pruebas índice efectuadas a las muestras alteradas
y la clasificación de suelos previa realizada en el campo, se elabora el perfil estratigráfico de los
suelos que subyacen al sitio donde se desplantará la obra.
CONTENIDO
..:
o
DE AGUA (•/ol
...a::= DESCRIPCION
::: L P -t-----.
20
LL w
...
Areno fino efe ,.......
.. -"· .. "*'io""-
. . - eompocto .
::: ...: ..
· ~ :;·)\: A ron O COlO IJrOVO
¡._.¡...++-l--+-+-.j....4-+--+-~-ll~ o: ; o :
o lolado , -r.---
¡.. ......~ .. com~tocta.
H--f.-+-H-+-+-+-++-+-+-1·, ·.: :.'.
~ .¡.. ·.: ·.. :·~
H...s.t-4-H-+-+-+-t--+-+-+-ll" ·.• .. :·
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+-+-+-~f.-..+...~-4-~~-+-+"~1 ;:,~:\:
. .· ..
Arcilla llmooo , ..,
tlr- o ""'' firmo
1< llH.-
Resistencia a la Penetración. Cada una de las pruebas de penetración estándar arroja un número
de golpes N, como se representan gráficamente mediante puntos que se ubican a las profundida-
des respectivas. Estos puntos se unen, obteniéndose líneas que definen la variación de la resisten-
cia a la penetración estándar con respecto a la profundidad (figura XIII.5).
PE:RNO
YANGUE:I!A PAI!AAGUA
DE ALTA PI!E:SON
BOYBA PAllA AGUA
..
Figura Xlll.7. Instalación de la perfo- ·.. -
.. .
· ·---~·-
.. o.
radora, tripié y bomba de agua.
EXPLORACIÓN Y MUESTREO EN SUELOS 195
.·.
...
l. 1'1> J.
'
r1
·. .....,.. ...21
'1
'
Figura xm.s. Junta Giratoria swivel. Figura Xill.9. Diferentes tipos de Trépanos.
Método manual
Es la obtención y labrado de muestras en el sitio indicado, aprovechando los pozos a cielo abier-
to, estas muestras tendrán que ser protegidas para no alterar las condiciones y propiedades con
que cuentan en el lugar. La protección consiste en evitar que pierdan humedad y disgregación.
El espesor de la lámina es variable, siendo frecuentes los tubos construidos con lámina de ace-
ro con calibres que van del1 6 al20, con diámetro rninimo de 7.5 cm y los más usuales de 10 cm.
Únicamente deben usarse estos últimos, sobre todo cuando se hagan pruebas de consoli-
dación que requieran especímenes de 8 cm de diámetro.
2AO JI
1-----i
-·r 600
~
200
~J{
2.50
=f
2.'10
-··t
3.'10
-f
t-~---
2 DO
-+-
Figura Xill.ll. Penetrómetro de pared delga-
da tipo Sbelby.
1
100,00
-I-12T
+- ~--·- Acotaciones en cm.
10.1 5 J{ i
1 Tres tornillos Allen @ 120" 4 tubo
2 Aro sello de hule S Esfera metálica
3 Perforación 6 Cuerda repujada
Unión con Unión con Figura XIJI .lO. M uestreador de pared delgada con
tornillo allen tornillo repujado válvula esférica de pie.
EXPLORACIÓN Y MUESTREO EN SUELOS 197
En la figura XIII.l2 se presentan las dimensiones que deben tener los tubos de pared delgada.
+ - - - - - - - Lm ------+~La---1
Diámetro De Di Dm e d L Lm
nominal Cuerda
(cm) en cm en cm en cm en cm en cm en cm en cm de unión
7.11 AW
7.50 7.62 7.22 0.20 1.27 75 60 y
7.17 BW
9.61 BW
y
10.00 10.16 9.76 0.20 1.20 90 75
9.69 NW
El equipo y herramientas que se emplean con este método son: tripié, máquina perforadora,
diferencial de 1.5 ton o más, bomba de agua, junta giratoria, trépanos, mangueras, tubería de %" o
más según capacidad de la bomba, malacate, juego de poleas, tubería de ademe, barras de perfo-
ración, tubos muestreadores, cabezote, cable, llaves de cadena, llaves Steelson, parafma, brea,
estufa de petróleo y posteadora.
En la realización de un sondeo, se tiene la ejecución alternada del muestreo, avance y ri-
mado de la perforación, por lo tanto la técnica que se utilice es una parte fundamental del trabajo
de campo que influye en la calidad del ejemplar de suelo.
De ahí que las muestras de suelos blandos que se obtienen con tubos Shelby, utilizando
técnicas de perforación a base de rotación o lavado, pueden resultar fisuradas, lo cual es posible
observar por la bentonüa o azolve que penetra en ellas.
Para reducir la influencia de la técnica de perforación en la obtención de muestras de cali-
dad, es común usar la posteadora-rimadora, combinando su acción con la broca de aletas, con la
siguiente secuencia:
El hincado del tubo Shelby debe ser de 75 cm de longitud y efectuarse a una velocidad
constante entre 15 y 30 cm/s, de esta forma queda sin muestra una longitud mínima de 15 cm,
donde se alojan los azolves que pudieron haber quedado dentro del pozo. Una vez que se ha hin-
cado el tubo, se dejan pasar tres minutos a fm de que la muestra se expanda en el interior y au-
mente la adherencia entre el suelo y las paredes del tubo; al concluir este tiempo se corta la base
del espécimen girando dos vueltas el muestreador, se extrae, se limpian sus extremos y se identi-
fica el tubo.
Tubo dentado
Este tipo de muestreador permite obtener muestras prácticamente inalteradas de arcillas duras y
limos compactos o cementados; consiste de un tubo de acero de 1O cm de diámetro y un metro de
longitud que en la parte inferior tiene 8 dientes de corte dispuestos simétricamente, que mi-
den de 0.8 a 1 cm de altura y 3 cm de base, los dientes se distribuyen alternando un diente recto y
otro doblado 0.2 cm hacia el exterior, esto último con el objeto de reducir la fricción entre el
muestreador y el suelo.
El muestreador puede operar con los dos tipos de unión comunes, el primero con tres tor-
nillos allen y el segundo con cuerda repujada, este último ha probado ser más confiable que el
primero, aún en suelos duros (figuras XIII.14 y XIII.15).
La forma en que se opera este muestreador es hincándolo a rotación con velocidades me-
nores de 100 rpm y presión vertical para que avance con velocidad constante de 1 cm/s, hasta
penetrar 75 cm; lo anterior permite que quede sin muestra una longitud mínima de 15 cm, donde
se alojan los azolves que pudieron haber quedado dentro del pozo. Al igual que con el tubo Shel-
by una vez hincado el tubo dentado se deja en reposo 3 minutos a fin de que la muestra se expan-
EXPLORACIÓN Y MUESTREO EN SUELOS 199
da en su interior y aumente su adherencia contra las paredes del tubo, luego se corta la base del
espécimen, girando dos vueltas el muestreador, se extrae el tubo, se limpian sus extremos y se
identifica.
2AO .1'
J---i
-· T 600
Cuerda{=
N\AJ
-!-
200
10.0 0
~.1'
2.50
=f
2.70 100.0
-·-t
3.70 Jo.a a 1.0
-4
Corte A- A
1
100.(}0
1 9.61.1' 1 Acotaciones en cm
l--10.15.1' ___,
Figura Xlll.14 y Xlll.15. Muestreador de tubo dentado con válvula esférica de pie.
Las muestras que se recuperan con el tubo dentado son de mejor calidad que las que se
obtienen con el barril Denison, que es otro tipo de muestreador, sobre todo en los suelos arcillo-
sos duros y capas granulares compactas.
200 ALBERTO RAMÍREZPIEDRABUENA, ADÁN RAMOS BAUTISTA
A
V
Tubo exterior ~ Í"
1'
11 1'
1' 1'
r' .1
11 1
11 .1
11
.1
Broca ~[ 11
V
/
1 lJ
1
d Tubo interior .. .1
/
i
Ajuste "d", entre broca y tubo interior
Figura xm.17. Ajuste del Muestreador Denisoo.
Tipo de suelo d, en cm.
Blando 2.0
Duro 0.0
Muy duro 0.0 ó el menor
Las dimensiones del barril Denison para obtener muestras de 7.5 y 10 cm de diámetro, se
observan en la tabla XIII.3.
Donde:
De = diámetro exterior L = longitud de tubo
Di= Diámetro interior Lm = longitud de la muestra
Dm = diámetro de la muestra
Cuando se trate de muestrear suelos granulares es pertinente adaptarle una trampa de canastilla,
como se observa en la figura XIII.l6.
Este equipo opera de la siguiente forma: una vez que ha sido ajustada d, se baja el mues-
treador al fondo de la perforación y se hinca la profundidad d, para evitar que el tubo interior gire al
iniciar la rotación del tubo exterior. En este proceso de muestreo la máquina perforadora transmite
la fuerza vertical y rotación a través de la columna de barras, la primera puede ser hasta de 1 ton en
tanto que la segunda oscila entre 50 rprn para materiales blandos y 200 rpm para los duros.
El proceso de rotación y fuerza axial se suspende una vez que se ha alcanzado la profun-
didad programada o cuando el muestreador ya no puede avanzar; se deja reposar tres minutos
para que se expanda la muestra y aumente su adherencia contra las paredes del tubo, acto seguido
se corta el espécimen por la base mediante la aplicación de giros y luego se procede a extraer el
muestreador.
En la operación de este equipo la broca sufre calentamiento por lo cual el proceso de enfria-
miento se lleva a cabo con fluido de perforación que circula por el espacio anular entre los dos tubos.
El barril Denison es el muestreador adecuado para tobas duras teniendo precaución de uti-
lizar aire corno fluido de perforación, cuando se muestrea arriba del nivel freático. En muestreos
abajo del nivel freático es factible utilizar agua o lodo. La presión de operación del fluido de per-
foración debe ser la mínima necesaria para mantener limpia la perforación.
Técnicas de Perforación
Una vez vistos algunos de los métodos de exploración más comunes en el estudio del subsuelo
con fines de obtener muestras de los distintos estratos que se encuentran por debajo del terreno
natural, estudiar sus características físicas y mecánicas, elaborar el perfil estratigráfico respectivo
202 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADÁN RAMOS BAUTISTA
Estas máquinas han sido diseñadas para llevar a cabo la exploración en dos grandes campos: la explo-
ración minera y geológica y la exploración geotécnica. En el primero predomina la perforación en
roca de galerías y túneles; en este campo se han desarrollado máquinas capaces de desplazarse por
laderas, con velocidades de rotación mayores de 700 rpm. En el segundo campo se tienen máquinas
que vienen montadas en vebiculos o remolques de gran movilidad que desarrollan velocidades de
rotación menores de 800 rpm y longitud del vástago de perforación mayor de 1.5 m.
Capacidad en m Poten-
Peso Fuerza de Velocidad Par Carrera de
Máquina Espirales Diámetro empuje en de rotación máximo en perforación cia
en Kg Kg en r¡>m Kg-m en m en bp
4\4" NW
Longyear (*)
Mod. 34
1130 --- 260 3200 22- 1510 --- 0.6 36
Mobile dril!
1826 75 300 8568 27-716 824 1.2 97
Mod. B53
Mobile dril!
3721 90 450 4800 65-850 1230 1.7 97
Mod. B61
Acker
2310 76 300 7200 55-553 632 1.8 50
Mod. AD-Il
Acker
1996 46 300 3200 43-287 518 1.8 48
Mod. MP-50
Simco
1200 35 90 2950 0-300 207 1.9 32
Mod. 2800 Hs
CME
Mod. 55
2720 75 300 7257 100-650 970 1.8 ---
CME 1280 45 150 4080 75-475 414 1.7 36
Mod. 45
La diferencia fundamental entre ambas máquinas estriba en la longitud del vástago de per-
foración (los muestreadores de suelo requieren de un vástago con carrera mínima de 75 cm). En
la tabla XIII.4 se presentan las características de algunas máquinas de perforación.
EXPLORACIÓN Y MUESTREO EN SUELOS 203
Bombas de Presión
Las bombas que se utilizan en la perforación deben ser capaces de operar con lodos bentoníticos. Las
más comunes son las de cavidad progresiva, sin embargo para sondeos considerados poco profundos
(<50 m) se utilizan bombas centrífugas de alta presión, aunque sus impulsores quedan sujetos a im-
portantes desgastes. En la tabla XIll.5 se presentan las características de estas bombas.
Barras y Ademes
Las barras de perforación son tubos de 3.05m de longitud con paredes gruesas cuyo orificio inte-
rior permite el paso del agua. Su diámetro varía de acuerdo con el tipo de muestreador que vaya a
usarse, por ejemplo las barras EW se utilizan para la penetración del cono eléctrico, las AW y
BW son las que se emplean más en tanto que las NW se recomiendan poco para el muestreo de
suelos. En la tabla XIII-6 se presentan las características de las barras de perforación más usuales.
0e 0i 0c Peso, Cuer-
Barra en kg 1 das por
Pulgadas mm Pulgadas mm Pulgadas mm m pulgada
EW 1 3/8 34.9 718 22.2 7/16 12.7 4.6 3
AW 1 23/32 44.4 1 7/32 30.9 5/8 15.9 6.5 3
BW 2 1/8 54.0 1% 44.5 3/4 19.0 6.2 3
NW 2 5/8 66.7 2 1/4 57.2 1 3/8 34.9 8.0 3
Longitud estándar: 3.05 m (10ft.) 0e =diámetro exterior
0i =diámetro interior
0c =diámetro interior del copie
Los ademes son tubos metálicos cuyos diámetros interiores de 76 y lOlmm impiden en
algunas ocasiones el paso de los muestreadores, de ahi que cuando se requiere utilizar muestrea-
204 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
dores con diámetro mayor a lo que permiten los ademes, se tenga que recurrir al uso de lodos de
perforación en sustitución del ademe metálico. En la tabla XIII. 7 se presentan las características
de los ademes metálicos más usuales.
Brocas de Perforación
La perforación de pozos con máquinas de rotación requieren de brocas que se eligen de acuerdo
con la dureza de los materiales. Un esquema que muestra el criterio general para la selección de
estas herramientas es el siguiente (figura XIII.18):
Rocas Suelos
Resistencia al corte
Broca Tricónica
Está compuesta de tres rodillos cuyos ejes están separados 120°. Estos rodillos no son rigurosa-
mente cónicos, sino que son conos truncados encajados entre sí, con sus ejes intersecándose en el
de la sarta de tubos. Los tres conos giratorios están embalerados y tienen dientes de abrasión de
forma esférica para rocas duras y de forma de prismas agudos para rocas blandas.
EXPLORACIÓN Y MUESTREO EN SUELOS 205
La broca tricónica se manufactura en diferentes diámetros tales como 2 7/8", 4", 5", 6".
Durante su operación se utiliza fluido de perforación (lodos, agua o aire) que sale al centro de la
broca para enfriarla y arrastrar el material cortado a la superficie.
Este tipo de broca se puede utilizar para perforar desde
rocas duras a suelos duros; no es recomendable su uso en sue-
los blandos, debido a que los conos giran con dificultad y pue-
den atascarse, porque en este tipo de suelos el chiflón no
alcanza a limpiar correctamente los dientes de corte. En la
figura XIII.19 se muestran aspectos de esta broca.
BrocaDrag
Esta broca consta de tres planos radiales de corte, cada uno de los cuales está protegido con pasti-
llas de carburo de tungsteno. Se manufactura desde 2" de diámetro. Durante su operación se utili-
za fluido de perforación (lodo, agua o aire), que sale al centro de la broca, para enfriarla y
arrastrar el material cortado a la superficie.
Este tipo de broca se puede utilizar en materiales que van
de rocas blandas a suelos blandos (figura XIII.20).
Broca de Aletas
Está formada por dos placas de acero duro, que son propiamente las aletas, dispuestas de talma-
nera que forman una hélice corta (figura XIII.21). En el vástago se tienen dos salidas de agua o
lodo que incide en la parte superior de las aletas. La broca es de fabricación artesanal y los
diámetros que se manejan van desde las 2". En general se puede utilizar en suelos de consistencia
media a blanda, es adecuada para hacer perforaciones,
sondeos e instalación de pozos de bombeo, tiene la
ventaja de que deja agujeros limpios y poco alterados; Aleta
~'
es más económica que la tricónica o la drag y más
eficiente.
Planta
Figura Xll1.21. Broca de aletas.
Como su nombre lo indica, esta broca tiene la forma de cola de pescado y está constituida por
dos cuchillas triangulares ligeramente alabeadas, con su vértice en la parte inferior, en algunas
ocasiones estas placas o cuchillas son rectangulares y enton-
ces la parte inferior es recta. No tiene salidas para fluido de
perforación, por lo que su uso está restringido a la llamada
perforación de batido (sin eliminar el material cortado) la
cual se requiere para el hincado de pilotes y para las cuales se
agrega algo de agua al inicio de la perforación. Se utiliza
también para perforar las capas duras que no permiten el hin-
cado del cono eléctrico.
En general puede utilizarse en suelos de consistencia
media a blanda (figura Xlll.22).
Son los métodos de exploración en los que, sin necesidad de obtener muestras, se obtienen
resultados que permiten conocer en forma aproximada los estratos o materiales del subsuelo.
Actualmente son de uso común los métodos geofísicos.
La Geofisica permite relacionar parámetros fisicos del subsuelo con los diferentes mate-
riales que lo componen, los cuales pueden ser evidenciados por la geología superficial o no, esta-
bleciendo las características geológicas del espesor estudiado.
De esta forma, la exploración geofisica es un complemento del mapeo geológico, sus téc-
nicas ayudan a describir aproximadamente la geometría y propiedades mecánicas de las rocas en
el subsuelo. Evalúa las propiedades fisicas de los suelos y rocas que se encuentran en el área de
estudio, tales como la velocidad de las ondas compresionales, la variación magnética y la
densidad, entre otras. Los valores de estas variables se calculan a partir de los resultados de
las mediciones efectuadas con instrumentos.
208 ALBERTO RAMÍREZPIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
A partir de estos resultados se puede inferir la distribución de las unidades geológicas ma-
peadas. La interpretación de estos resultados basada en un modelo de la estructura geológica,
podrá indicar la profundidad de cada estrato en una secuencia estratigráfica, o el espesor de una
zona de falla.
De esta forma los métodos geofísicos pueden proporcionar datos muy útiles no sólo sobre
la configuración de los estratos sino también sobre la localización de las discontinuidades más
importantes como las fallas, diaclasas o fracturas.
Es conveniente subrayar que la interpretación de resultados es un proceso complicado que
debe ser responsabilidad de ingenieros especializados en la disciplina y no estará por demás
complementar la exploración indirecta con una exploración convencional, para una mejor inter-
pretación.
Los métodos geofísicos que comúnmente han sido empleados en los campos de la mi-
nería y la geología han apoyado también al campo de la ingeniería civil cuando se trata de
explorar zonas de dificil acceso, donde en muchas ocasiones llegar al sitio con el equipo con-
vencional puede ser muy costoso y riesgoso para el personal de campo, además se recurre a
ellos porque pueden rendir excelentes frutos en la medida que se pueden explorar grandes
extensiones a un costo relativamente bajo y con una precisión que en muchas ocasiones puede
resultar adecuada.
Existen diversos métodos geofísicos de prospección; su descripción detallada aparece en el
capítulo VI.
Un aspecto importante que merece especial atención dentro de los métodos de exploración, es
cuando ésta se lleva a cabo bajo el agua. En nuestro país la experiencia en este sentido es amplia
y se ha aplicado tanto para exploración geotécnica en el mar como en ríos caudalosos, para lo
cual se utilizan desde modestos chalanes o balsas (figura XIII.23) que se adaptan para que sirvan
como superficie firme donde se pueda operar el equipo, hasta sofisticados barcos geotécnicos
(figura XIII.24) equipados con laboratorios flotantes donde se determinan las características físi-
cas y mecánicas de los suelos extraídos.
EXPLORACIÓN Y MUESTREO EN SUELOS 209
GUfAS OE MACERA
HUECO DE ~r
PARA LA
BROCA
22' -----~-1
t6'
:...__ __ -?-!
\ TlliPOOE DE 1UBO
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LONGiTUD - 37 :
/ ,. ,·
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. . .,- .zolVARÍA) -
ELEVACIÓN FRONTAL
ELEVACION LA'fERA~
6LOMAR EXPLORER
DRILLIN6 CONVERSION
GLOMAR, EXPLORADOR Y PERFORADOR
Cuartos de
,., la tripulacoón . , .._ 1
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Af1 riOO.
UU.1 A
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Malacate de
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Sillema de control '1
elevacl6n
·I-·Caño d e .SUbida
Controletlcaz
,~'1 entrada a la memoria
WELL CONTROL & RE-ENTRV
-
~ ••""'•'"",....,.,-,-....._
....:;'E;=SfrueturaJ
Una exploración de suelos de esta naturaleza generalmente consiste de dos etapas, la pre-
liminar en la que se emplean métodos indirectos geofísicos, la cual tiene como objetivo funda-
mental determinar la factibilidad de colocar una estructura cuyo desplante descanse eri estratos
del fondo del lecho marino o cauce del río y la defmitiva en la que se aplican métodos directos de
exploración, cuyo objetivo principal será definir las propiedades mecánicas del subsuelo.
Como ejemplo de este tipo de exploración en nuestro país se tiene el realizado exhausti-
vamente para el disefio de las plataformas marinas en la Sonda de Campeche. El levantamiento
geofísico con fines geotécnicos en un área de 2.1 km2, seleccionada previamente, consistió fun-
damentalmente en hacer lecturas en forma continua a lo largo de líneas paralelas orientadas en
sentido norte-sur, separadas 150 m entre sí y sobre líneas perpendiculares a éstas, separadas
500 m entre sí, tomando como centro la posible localización de la plataforma.
La información que proporciona esta metodología permite obtener gráficas de posiciona-
miento y registros de ecosonda, del sistema de mapeo del fondo marino, del perfilador somero y
del perfilador profundo, elementos con los cuales se determinan los siguientes parámetros:
Tomando en cuenta estos aspectos se determina la localización mas segura para la estruc-
tura, desechándose aquellos sitios que representen un riesgo potencial de mal comportamiento de
la obra.
Cuando ya se ha establecido la localización definitiva, se efectúa la exploración del sitio se-
leccionado aplicando métodos directos, ésta se lleva hasta una profundidad donde se garantice que el
conjunto pilote-suelo tenga la suficiente capacidad para soportar la máxima carga de diseño.
Para llevar a cabo la exploración directa se requiere de un barco en cuya cubierta habrán
de efectuarse las operaciones respectivas, el mismo tendrá que sufrir las adecuaciones que sean
necesarias, como abrir un dueto en el casco de la embarcación a través del cual se pasa el sistema
de perforación y muestreo.
Debido a las condiciones de trabajo se requiere que el barco se fije firmemente sobre el
punto de exploración, para ello existen tres diferentes sistemas:
• Barco autoelevable
• Anclaje de cuatro puntos
• Posicionamiento dinámico
El barco de plataforma autoelevable (jack up), tiene un sistema de tres o cuatro patas, que
se apoyan en el fondo marino o lecho del río, permitiendo que el barco se levante arriba del nivel
del agua; este procedimiento es muy conveniente en el caso de pequefios tirantes (menores de
50 m) y lugares con frecuente mal tiempo. La figura XIII.25 muestra un barco de esta naturaleza.
212 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADÁN RAMOS BAUTISTA
El sistema de anclaje de cuatro puntos, que es el que se utiliza con más frecuencia, consis-
te en anclar la embarcación en cuatro puntos mediante cuatro anclas de patente, distribuidas dos
en la proa y dos en la popa, ligadas al barco mediante sus respectivos cables de acero de 1 118" de
diámetro, los cuales a su vez se deslizan mediante cuatro malacates que contienen normalmente
1 000 m de cable cada uno. En la figura XIII.26 se muestra esquemáticamente este sistema de
anclaje.
Malacate
~r
o.
~L
Malacate
.L
~__..__4_5
Cable de acero de 1118" de
m)
::lr.Frn !J::!Iv::!nÍ7::!rln (11nn
Martillo
Jcaida libre 75 cm.
Barra de perforación
Ademe
- Copie
-
La obtención de muestras de suelo se realiza en forma semicontinua (a cada 0.90 m) en
los primeros 12 m y en forma discontinua (a cada 3 m) en el resto del sondeo; las muestras se
recuperan mediante una unidad muestreadora que está formada por un martinete deslizante de 75
kg de peso y 2 Y:z" de diámetro, ligado a una barra deslizante AW, la cual se puede desplazar den-
tro de una camisa perforada de 2 Y:z" de diámetro, en cuyo fondo tiene un yunque al cual golpea el
sistema martillo-barra; bajo el yunque se colocan los tubos muestreadores, que pueden ser, de-
214 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADÁN RAMOS BAUTISTA
pendiendo del tipo de material a muestrear, un tubo partido con las mismas dimensiones del utili-
zado para la prueba de penetración estándar, o un tubo Shelby de 2 W ' de diámetro.
En la figura XIII.28 se presenta en forma esquemática el procedimiento de muestreo, el
cual consiste en bajar con la ayuda del wire-line, la unidad muestreadora por dentro de la tubería
de perforación hasta el fondo del pozo, luego se procede a hincar el tubo muestreador 60 cm den-
tro del suelo o hasta que la resistencia al hincado sea excesiva.
Swivel
Inyección de lodo
~
Barco ____..,
Tirante
de agua 6.10 m.
Piso marino
Dado que para definir la máxima profundidad de exploración en cada sondeo, es necesario
ir diseñando la cimentación, se requiere que cada muestra recuperada sea sometida a un programa
de ensayes de laboratorio que permita obtener los parámetros necesarios para el diseño preli-
minar. Para lograr lo anterior el barco geotécnico debe contar a bordo con un laboratorio que
permita efectuar por lo menos las siguientes pruebas:
EXPLORACIÓN Y MUESTREO EN SUELOS 215
Pruebas índice:
Pruebas de resistencia:
Terminado el sondeo las muestras deberán ser enviadas a un laboratorio en tierra, donde
serán sometidas a un programa de laboratorio más extenso.
CAPÍTULO XIV
ESTABILIDAD DE TALUDES EN SUELOS
INTRODUCCIÓN
Se defme bajo el nombre genérico de talud a cualquier superficie inclinada respecto a la horizon-
tal que adopte permanentemente una estructura de tierra (figura XIV.l), sea natural o como con-
secuencia de la intervención humana en una obra de ingeniería. Desde este punto de vista los
taludes se dividen en naturales, como los cortes de laderas, ríos o barrancas, y artificiales, como
los cortes y terraplenes (en una autopista o una presa).
El Ingeniero Geotecnjsta frecuentemente se encuentra en la práctica con el problema de
analizar y estimar la estabilidad de estas superficies, comunes en diferentes proyectos ingenieri-
les, como carreteras, excavaciones, canales, presas de tierra, bordos, etc. Para ello es necesario
analizar por una parte, las características geométricas del talud así como las propiedades mecáni-
cas de la masa de suelo y por otra seleccionar el mecanismo de falla más adecuado para determi-
nar la estabilidad del talud.
Tanto desde el aspecto económico como por las consecuencias derivadas de una falla, los
taludes constituyen en la actualidad unas de las estructuras ingenieriles de mayor importancia,
que erigen gran cuidado en los análisis por parte del Ingeniero Geotecnista.
CUERPO
ALTURA= H
0< = ANGULO
Figura XIV.l. Nomenclatura de un talud. DEL TALUD
(en la mayoría de las teorías vigentes), la cual supone que en el cuerpo del talud existe una suce-
sión de puntos o zona de falla potencial en equilibrio límite. La hipótesis principal que utiliza la
teoría de la plasticidad es: la falla de un material es debida al esfuerzo cortante máximo aplicado
sobre él y si este esfuerzo se convierte en crítico, se dice que el material está fallando plástica-
mente (Editores Técnicos Asociados,l975).
De lo anterior se desprende la importancia de retomar la teoría de esfuerzo cortante, cuyo
desarrollo más amplio es conocido como ley de Coulomb, pues es este esfuerzo el que define la
superficie de falla.
Para obtener los parámetros que entran en juego es necesario realizar pruebas de laborato-
rio, como la de corte directo y la de compresión triaxial (con todas sus variantes de drenaj e y
tiempo) (figuras XIV.2 y XIV.3).
(J 1 Fuerza Normal
Placa de Carga
...................................
...............
............... .................... ...................
.................... ..................
... ............... ..
Pi edra Porosa
El análisis y comportamiento del suelo que se está estudiando se ilustra con el círculo de
Mohr (figura XIV.4), el cual nos ayuda a determinar con un bajo índice de error las propiedades
principales de resistencia como la cohesión (e) y el ángulo de fricción interna del material ( ~). En
el caso de suelos saturados Terzaghi amplió la fórmula de Coulomb, quedando como sigue:
i
~
Q)
e(O
"t
o
UT
.-.--I't= c+olan <P
o e
N_L
Esfuerzo 0
,_
Q) +03-+1 . Normal O ~ Normal O
::J
...... .---0---+1 ::J
(¡') ......
UJ 1+----01-----+ UJ
(¡')
1+----01-----+1
SUELO COHESIVO· FRICCIONPNTE
e=
SUELO FRICCION.o.NTE ~'/:O
o
!~~=-~~=--~~·---·---·--~·1~- :_s_:_:e_r_z_o
-2
03 +O3-+1
._..__ cr ----+ t
Normal
__
O
(¡')
UJ 1+----0'1------+1
SUELO COHESIVO C '/: 0
4>=0 Figura XIV. 4. Círculo de Mohr.
220 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
Falla por deslizamiento superficial: cualquier talud está sujeto a fuerzas naturales que hacen que
las partículas se deslicen en porciones más grandes de terreno; el fenómeno es más intenso cerca
de la superficie inclinada del talud a causa de falta de presión normal confinante, como de este
proceso, la zona puede quedar sujeta a flujos viscosos que se generan con lentitud (figura XIV.5).
confinamineto
Falla por deslizamiento en laderas naturales sobre superficies de falla preexistentes: en mu-
chas laderas naturales existe una costra importante de materiales que se encuentra en movimiento
ESTABILIDAD DE TALUDES EN SUELOS 221
hacia abajo por un proceso de deformación bajo esfuerzo cortante en partes más profundas y que
llega en muchas ocasiones a producir una verdadera superficie de falla. En general estos movi-
mientos están asociados a ciertas estratigrafías favorab les a ellos, al mismo tiempo que a flujos
estacionales de agua en el interior del cuerpo del talud (fig. XN.6) .
Falla por movimiento del cuerpo del talud: pueden ocurrir en los taludes movimientos bruscos
que afectan a masas considerables de suelos, con superficies de falla que penetran profundamente
en su cuerpo. Este fenómeno, que recibe comúnmente el nombre de deslizamiento de tierras,
puede suceder de dos maneras. En un primer caso, se define una superficie de falla curva o una
superficie de deslizamiento, a lo largo de la cual ocurre el movimiento del talud. Son superficies
que forman una traza con el plano del papel que puede simular una circunferencia. Estas son las
fallas por rotación. En segundo lugar se tienen las fallas que ocurren a lo largo de superficies dé-
biles, asimilables a un plano en el cuerpo del talud o en su terreno de cimentación. Estos planos
débiles suelen ser horizontales o muy pocos inclinados respecto a la horizontal. Son fallas por
traslación (figura XN.7).
ESTR.ATO DÉBIL
Figura XIV.7. Falla de rotación y traslación.
222 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
Fallas por erosión: son de tipo superficial provocadas por arrastres de viento, agua o algún otro
agente erosivo actuando en los taludes. El fenómeno es más notorio a medida que aumenta la
pendiente en las laderas de los taludes.
Fallas por licuación: ocurren en la zona de deslizamiento, cuando el suelo pasa rápidamente de
una condición firme a la correspondiente a una suspensión, con pérdida casi total de resistencia al
esfuerzo cortante.
Factor de Seguridad
En el análisis de los esfuerzos efectivos se asume que la falla a lo largo de la superficie está de-
terminada por la resistencia al esfuerzo cortante -r =e'+ (cr-¡..t) tan <1>-
En el campo de la ingeniería siempre se manejan parámetros que nos garanticen un com-
portamiento correcto de los materiales, dentro de un cierto parámetro de seguridad, tanto para la
estructura corno para los usuarios, de allí que se tenga que introducir el término llamado factor de
seguridad. Todos los factores de seguridad sólo involucran los posibles problemas que se deter-
minen de manera estadística, pero en suelos esto no es posible debido a las distintas condiciones
que presenta cada suelo en específico.
Por simplicidad se asume un factor promedio (Fs ), tanto para la cohesión como para la
fricción interna del suelo, por lo que las fórmulas quedan como se muestran adelante y es la ma-
nera común de representar el factor de seguridad.
Para suelos saturados r = e'+(a- ,.u) tan~ ... F8 = e+a'tan~ .................... (XIV.4)
Fs r
Fs = .:l.. .........................(XN.5)
t'¡
c'+a'tan~ .
En suelos cohesivos - friccionantes Fs = .........................(XIV.8)
c'l+a'tan~1
e'
En suelos cohesivos Fe = - ........................................ (XN.9)
c'l
tan~
En suelos friccionantes F, = - -.................................(XIV.IO)
tan f/l1
Los métodos mencionados son los más conocidos y tradicionales, pero no los únicos; en la si-
guiente lista se mencionan otros métodos empleados para el análisis de taludes.
224 ALBERTORAMÍREZPIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
Alexandre Collin Estudios y análisis de deslizamiento en taludes (en arcillas) naturales y en pre- 1846
sas, proponiendo la superficie de falla circular, así como, pruebas de suelos en
(Francia) (1808-1 890)
laboratorio (pruebas para obtener el esfuerzo cortante).
William J. M. Rankine Estableció los principios generales de esfuerzo en campo y la distribución de 1857
(Inglaterra) (1820-1872)
empujes pasivo y activo sobre muros de contención, obtención del ángulo de
reposo, trabajo que fue aplicado a la estabilidad de taludes.
Karl Culmann Obtuvo la altura crítica de taludes en arcillas por métodos gráficos y por el mis- 1866
(Alemania) (1821-1881)
mo procedimiento encontró la altura y el empuje máximo en muros de conten-
ción con sobrecarga en suelos friccionantes.
Otto Mohr Desarrolló el análisis gráfico de la distribución de esfuerzos en un punto, por 1882
(Alemania) (1835-1918)
medio del diagrama que lleva su nombre. La teoría de la elasticidad adquiere
aceptación por esta interpretación.
Fr K6tter Obtuvo la ecuación de la curva de falla en un cuerpo plástico, que después se 1880
aplicaría en el análisis de taludes con un plano potencial de falla.
(Alemania)
Hans D. Krey Fue el primero en aplicar las fórmulas de K6tter a la estabilidad de taludes y 1906
analizó la capacidad de carga, aplicando el método gráfico desarrollado por él
{Alemania) (1866-1928)
(en círculo de fricción de Krey).
Jean Résal Retomando las teorlas de Rankine determinó el empuje pasivo y activo sobre 1911
(Francia) (1854-1919)
muros de contención e introdujo el concepto de esfuerzos de tensión a lo largo
de una curva de deslizamiento en suelos cohesivos.
K.E. Pettersson Retomó los trabajos de Collin y les dio la importancia que en su tiempo no obtu- 1916
(Suecia)
vieron; retomo la superficie de falla circular, encontrando la curva directriz real
de deslizamiento; es el iniciador del " Método Sueco"
la tabla siguiente se mencionan los métodos mas conocidos o difundidos, pero no son
En
todos, ya que en la práctica de la geotecnia se puede encontrar una gran variedad de casos y aná-
lisis, que generalmente se exponen en reuniones técnicas por ingenieros que verifican la validez
del método.
ESTABILIDAD DE TALUDES EN SUELOS 225
Los mecanismos de falla en taludes más frecuentes son el rotacional y traslacional (figura
XIV.7). La mayoría de los métodos para analizar estos movimientos se basan en consideraciones
de equilibrio al límite o colapso inminente, en los cuales se asume que se produce una falla como
226 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
Métodos de análisis
Método Sueco: se suponen las superficies de falla cilíndricas. Existen varios procedimientos para
aplicar este método, mismos que se describirán a continuación y que incluyen: procedimiento
estándar de las dovelas diferenciales, el que considera la interacción entre dovelas y el del círculo
de fricción.
Es conveniente aclarar que, si bien el método fue realizado para analizar superficies de fa-
lla circulares, también es posible emplear superficies combinadas (Ramírez Piedrabuena, 1995),
empleando exactamente los mismos procedimientos de cálculo y los resultados tendrán la misma
validez.
W Peso de la dovela
US Fuerza hidrostática del agua en la
parte superior de la dovela
Ul Fuerza hidrostática del agua en la K L3 h_L? - j
cara izquierda de la dovela -....¡
(a) (bl {e)
Ul Fuerza hidrostática del agua en la
cara derecha de la dovela
UB Fuerza hidrostática del agua en la
base de la dovela
bn Ancho de la dovela
Ln Longitud de la base de la dovela Figura XIV.9.Fuerzas típicas en dovelas.
N = W cos a .............................(XN.ll)
Si la dovela analizada es la (a) de la figura XIV.9 (e= O y<!> :t 0), entonces la fuerza
normal N proporciona una resistencia al esfuerzo cortante, la cual se está generando en la
228 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADÁN RAMOS BAUTISTA
N
an = (Lxl) ........................ (XIV.13)
Debido a que en esta dovela e= O, el valor O'n sustituido en la ley de la resistencia al es-
fuerzo cortante del suelo • = e + cr tan ~. proporciona el esfuerzo tangente resistente en la base de
la dovela. Esto es:
Ntanrp
'!'= (Lxl) ................................ (XIV.l4)
Si la dovela analizada es la (b) de la figura XIV.9 (e -:~; O y <P -:~; 0), entonces la fuerza tan-
gente resistente desarrollada en la base de la dovela es la producida por el esfuerzo normal y la
debida a la cohesión, la cual simplemente se calcula como la multiplicación de la cohesión
por la longitud de la base de la dovela. Siguiendo un procedimiento análogo al anterior, la fuerza
tangente resistente desarrollada en la base de la dovela es:
Por otra parte, la fuerza tangencial T, genera un esfuerzo que provocará que la masa de
suelo se deslice.
ESTABILIDAD DE TALUDES EN SUELOS 229
T
a1 = (Lxl) ...................... (XIV.l8)
donde: a 1 = Esfuerzo tangencial generado en la base de la dovela
T = Fuerza tangencial, componente del peso
Si se toman momentos alrededor del punto "O" de la figura XIV.lO (centro del círculo), de
las fuerzas resistentes y actuantes en la dovela y se comparan entre sí, se obtiene un valor, al que
se le denomina "factor de seguridad", es decir:
Momentos resistentes = Fr * r
Momentos actuantes =Fa* r
Fr*r
F.S.= - -............................ (XN.l9)
Fa*r
Donde:
Fr = Fuerzas resistentes
Fa= Fuerzas actuantes
r = Radio del círculo en estudio
F. S. =Factor de seguridad
L:Fr
F.S.= - ........................... (XN.20)
L:Fa
Las fuerzas resistentes y actuantes están expresadas por las ecuaciones (XIV.17) y
(XIV.l2) respectivamente; el factor de seguridad queda expresado como:
L:(Ni tantfJ+cLi)
F.S. = 'LTi ................... (XN.21)
230 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
En el caso en que la presión hidrostática tangencial (Pht) actúe en sentido contrario al des-
lizamiento, el factor de seguridad quedará definido por:
L:(Ni tanf/J+cLi)
F.S. = ................... (XIV.23)
L:Ti-Pht
Finalmente, cabe mencionar que los efectos provocados por un sismo, así como las fuer-
zas producidas por agua en movimiento dentro de un talud (fuerzas de filtración), modifican la
estabilidad del mismo. Ambos efectos pueden introducirse en este método, pero su desarrollo
queda fuera del alcance de este trabajo.
ESTABILIDAD DE TALUDES EN SUELOS 231
dx Ancho de la dovela
di Longitud de la base de la dovela
dw Peso de la dovela __ __ _.o. __
dn Fuerza normal
dt Fuerza tangencial --------- \
\
~----
-- ------ RI'H m -
HC
2
-
\
1
dx Ancho de la dovela
di Longitud de la base de la dovela
dw Peso de la dovela
dn Fuerza normal
dt Fuerza tangencial
'....
"1-
--- -jf---- -----
--- ------ '
~/ "'Q'¡
1
-- - ----
/
/
dw = l hchc:(H
Considerando una dovela de ancho dx, cuyo peso es dw, y descomponiendo éste en una
normal y otra tangencial a la superficie de falla, se obtienen las fuerzas dn y dt, las cuales son las
fuerzas actuantes normal y tangencial respectivamente en la base de la dovela. El factor de segu-
ridad puede expresarse como:
( a-ndl tan</>+ cdl)
F.S. = .................. (XIV.24)
a-tdl
donde: a-n = dn/dl = yh dx cos a 1 di
a-1 = dt 1 dl = yh dx sen a /di
dl = longitud de la base de la dovela
Cada una de las integrales de esta ecuación puede representarse gráficamente por un área,
la cual puede medirse mediante un planímetro, o bien puede calcularse por medio de incrementos
fmitos. Por esta razón a este método gráfico se le ha denominado "Método del planímetro".
Para resolver gráficamente la expresión anterior, se procede de la siguiente manera:
a ) Se elige un número arbitrario de puntos a lo largo de la superficie de falla cuya vertical pase
por los puntos de cambio de pendiente en el talud o por los puntos donde cambia el material. Por
cada uno de los puntos elegidos se traza una vertical que interseca al talud y al círculo, prolon-
gándola hasta intersecar a una línea horizontal AB (figura XIV.13).
DOVElA h 1 1h I"(h
h21 ('Y '12 h21( 'Y '12 h21 ("( '12
h12 1 y hU h121'Y hU h 12(y hll A 8
1>13 ("(h)l h131"fhll h131Y hU
4 h 14 ("(hU h14("(hll h14(y hll
S h2S ('Y d)2 h25("f dl2 h2SI y dl2
h1S l"fhll h15("fhU h15lY hJI
6 h26 ( 'Y dl2 h26( y d)2 h26( y dl2
7 h27 (y dl2 h27( y d)2 h27(y d)2
8 h28 <Y dl2 h28( y dl2 h29( y d)2
9 h29 (y dl2 h291 y dl2 h29( y dl2
A 1 1 1 1
8
1 1
1 1 1 1 1
1 1 1 1 1
1 1 1 1 1
1 1 1 1 1 1
1 1 1 1 1 1 1 1 1
ID ® ¡J) ~) r,-)
~
®1
i
1
1
1 1
1 '"í
1
(~
1
1
1
1
1
1 1 1 1 1
1 1 1
1 1 1 1
1
1 1
1
1
1
1
1
1 4
• 1 -- · ---_1
1
11 1' 1, J- _.; ---r- r " 1----
---
J- J-1- 1
1 : : 1
1 1 1 1
: 1 1 ~
NIVEL DEL AGUA 1
NI FUERZA I'IORMAL
TI FUERZA TANGENCIAl
Wl PESO
e ) Teniendo a escala los valores yhcosa y yhsena, se representan gráficamente y a la misma es-
cala sobre la línea horizontal AB, en la proyección del punto correspondiente. Uniendo todos los
puntos así obtenidos con una curva, se obtendrán las integrales buscadas (figura XIV.l5).
frhcosadx y frhsenadx
(/)
/ /
,., - ----- ...................... ,
w
..J /' ....
<(
:0
/ '
/ Nm "Yhcoscx ' ,
-------',
a:
o //
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....
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'\~\ T• "Yh sen ex ..-"" 1/ 1
8
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<( 1' /~ 11 :
ü ), ~ 1 1
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...<
1
1 1 1 1
1 1 1 '
1
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1
1
1 l1 '
1
l1 1 l' J' 1' 1 1 ' '
<9®® <~). <fJ ® Q) ® @
' 1 1 1 1 : 1 r 1
r 1 1 1 1 1 1 1
1 1 1 r 1 : 1 1 1
r 1 r r 1 L...-1- - ~--- - ~
~ - --
-
1 1 - 1 -L--r--,
- r- t1 f :
r
1
1/1
i / r 1
---- -.... _
r
1 1
1 1 1"---l
1 1 1 r ( a r
---=N~IV~E~L~DE~A~G~UA§:...J:;=!=-----~~I;ryfl-ti\-1 1
l 1 11¡'1 11
1
- 11 1 1
1
1 1
. <.. , 1
1
d ) Midiendo con un planímetro las áreas bajo cada curva se obtienen los valores de las integrales.
e ) El término el es el producto de la cohesión por la longitud total del arco del círculo que pasa
por el material con e-:~; O. La medición de la longitud "1" se realiza también en forma gráfica.
f ) Finalmente, se sustituyen los valores en la ecuación del factor de seguridad, según la condi-
ción analizada, con lo cual se concluye el análisis.
Como en el caso estándar de dovelas, se puede analizar el efecto sísmico mediante este
procedimiento, el cual resulta más sencillo, ya que se efectúa gráficamente.
ESTABILIDAD DE TALUDES EN SUELOS 235
a) La dirección de las fuerzas de interacción que actúan en los lados de las dovelas, y
b) Que una proporción igual de resistencia al esfuerzo cortante, se desarrolla en la base
de todas las dovelas; esta resistencia es igual a:
A1 igual que el método estándar de dovelas, se elige una superficie de falla, misma que se
divide en dovelas, no necesariamente del mismo ancho, pero procurando que en la base de cada
una se tenga únicamente un tipo de material, como se puede observar en la figura XIV.16, donde
también se ilustran las fuerzas típicas que actúan en una dovela.
W Peso de la dovela
US Fuerza hidrostática del agua en la
parte superior de la dovela
Ul Fuerza hidrostática del agua en la
cara izquierda de la dovela
Ul Fuerza hidrostática del agua en la
cara derecha de la dovela
UB Fuerza hidrostática del agua en la
base de la dovela
bn Ancho de la dovela
Ln Longitud de la base de la dovela
Para las condiciones sin flujo mostradas en la figura anterior las fuerzas del agua resultan
ser hidrostáticas. Al igual que en el procedimiento estándar, para considerar este efecto, se toma
en cuenta la condición sumergida a partir del nivel estático del agua hacia abajo.
Las fuerzas de interacción tienen variaciones en dirección y magnitud de una dovela a otra (figura
XIV.17). Como se menciona en Ramírez Piedrabuena 1995, la dirección de las dovelas se consi-
dera comúnmente como constante y paralela al promedio de la pendiente del talud exterior. Al-
gunos ingenieros consideran que la pendiente de la fuerza intergranular varía de una dovela a otra
y es aproximadamente igual al promedio de las pendientes superior e inferior de ellas.
,.. .......o,
-- -- --
'
'' '
'' El Fuerza de interacción en la cara
''
'' izquierda de la dovela
''' ED Fuerza de interacción en la cara
'' derecha de la dovela
N Fuerza Normal
CD Fuerza de cohesión desarrollada
en la base de la dovela
VAFUACION OE LA OIRECCION Of lA Ft.JERZA CE INTERACCION N tan cj>D Fuerza de fricción desarro-
llada en la base de la dovela
Pf Componente de N y N tancp D
P Resultante de las fuerzas CD, N y
N tancp D
W Peso de la dovela
P Resultante de las fuerzas CD, N y
N tan
1:0 Resistencia al esfuerzo cortante
Como puede apreciarse en la figura XIV.17, en la dovela superior sólo existe la fuerza de
interacción ED y en la inferior la El; de esto puede establecerse que la fuerza ED tendrá un valor
mayor en la dovela superior que en las subsecuentes hasta el punto medio. Para dovelas inferiores
a este punto, las fuerzas laterales El, serán usualmente mayores que las ED.
Dicho en otros términos, las fuerzas motoras de las dovelas superiores de la masa en estu-
dio, son parcialmente resistidas por la resistencia al esfuerzo cortante que se desarrolla en su ba-
se; el resto de la resistencia, lo proporciona la porción inferior de la masa deslizante. Esta
resistencia es transmitida de las dovelas inferiores a las superiores por las fuerzas de interacción
de sus caras.
Se pueden estimar las fuerzas laterales en las dovelas por un procedimiento gráfico de
tanteos. El polígono de fuerzas para la dovela superior y una intermedia se muestra en la figu-
ra XIV.l7.
ESTABILIDAD DE TALUDES EN SUELOS 237
El procedimiento para dibujar el polígono de fuerzas para todas las dovelas de la masa en
estudio se describe a continuación y queda ilustrado en la figura XIV.l8.
Figura XIV.18. Polígono de fuerzas para todas las dovelas y cálculo del factor de seguridad.
Empezando con la dovela del extremo superior, existe únicamente una fuerza lateral ED
de la que se supondrá su dirección como se indicó anteriormente. Se trazará esta dirección para ir
formando el polígono. Se calcula el peso W, la fuerza de cohesión CD si existe, y con una escala
adecuada se trazan estos valores uno a continuación del otro, haciendo pasar la línea que indica la
dirección de la fuerza lateral ED por el comienzo del polígono.
Posteriormente, se calcula la dirección de la fuerza Pf, proporcionada por la normal N y el
ángulo ~d. Para cerrar el polígono de fuerzas de esta primera dovela, se prolongan las direcciones
de las fuerzas Pf y ED hasta intersecarse, quedando de esta manera definidas en magnitud, direc-
ción y sentido. La fuerza ED para la dovela del extremo superior, determina en magnitud,
dirección y sentido la fuerza El para la segunda dovela, ya que El es la reacción de ED.
Cuando se alcanza la última dovela, la fuerza El ha sido determinada en la anterior.
Si el factor de seguridad supuesto es el correcto, el polígono de fuerzas para la dovela fi-
nal cerrará perfectamente empleando esta El.
238 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADÁN RAMOS BAUTISTA
Si el polígono no cierra, situación común en estos casos, se selecciona otro factor de segu-
ridad y se hace otro tanteo hasta que se alcanza el cierre del polígono en la última dovela. El úl-
timo valor determinado del factor de seguridad es el resultado del análisis.
Al igual que para los procedimientos anteriores, se pueden incorporar los efectos de la
presión hidrostática, fuerzas de ftltración y de sismo, mismos que quedan fuera del alcance de
este trabajo.
r=Rsen ~ (XIV.28)
donde:
W= Peso de la masa de suelo que pasa por el centro de gravedad de dicha masa.
C= Fuerza total de cohesión desarrollada a lo largo de toda la superficie de deslizamiento y gene-
rada por la cohesión del suelo.
F= Resultante total de las reacciones normales y de fricción.
La fuerza C puede calcularse con la expresión:
donde:
Cct = Cohesión del suelo requerida para el equilibrio.
L' = Longitud de la cuerda del arco de deslizamiento supuesto.
donde:
donde:
d = Distancia de O a F.
K= Factor de proporcionalidad mayor que 1, que depende de la distribución de esfuerzos
a lo largo del arco AB y del ángulo central AOB = 28.
Taylor proporciona una gráfica en la que puede encontrarse el valor de K en función del
ángulo central AOB = 28; la gráfica aparece en la figura XIV.l9 y constituye la hipótesis de una
distribución senoidal de esfuerzos normales a lo largo del arco AB con valor nulo para el esfuer-
zo en los puntos A y B.
Con las líneas de acción de W y C puede encontrarse su punto de concurrencia, por el cual
ha de pasar la fuerza F, pues si la masa deslizante está en equilibrio, W, C y F son concurrentes.
Con esto se define la línea de acción de F, que pasa por el mencionado punto de concurrencia de
W y C y es tangente a una circunferencia con centro en O y radio K R sen <j>.
Conocidas las líneas de acción de F y C puede construirse con W, conocido en magnitud y
posición, un triángulo de fuerzas en el cual puede determinarse la magnitud de C necesaria para
el equilibrio.
1.20
~r
f--
1.16 -
Angulo central L
1 .1 2
_L
/
1.08
/
1.04
./
,...,..
,......
Figura XIV.19. Gráfica par a obtener K.
1.00
o -20
~~
40 60 80 1 00 1 20
240 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
La cohesión del material constituyente del talud es conocida por pruebas de laboratorio y
vale c. El valor necesario del parámetro para que el talud sea estable según el cálculo, es decir,
para tener la condición de equilibrio de las fuerzas actuantes es, según la expresión XIV.29:
cd
e
= -;-....................... (XIV.33)
L
tan~
F~ =- ............................ (XIV.35)
tan~d
donde<!> es el valor real del suelo y <!>del escogido para aplicar el método, menor que el an-
terior. En estas condiciones se obtendrá para el mismo talud un valor de Fe distinto y menor que
si el <!>d elegido hubiese sido igual a <j>. Existen así infinitas combinaciones posibles de Fe y F<l>
asociados a un talud dado.
Si se desea que Fe = F<j> = F.S., donde F.S. es el factor de seguridad respecto a la resisten-
cia al esfuerzo cortante del suelo, para manejar un solo factor de seguridad ligado a un círculo
dado, puede procederse como sigue:
Úsense varios valores lógicos de <!> en la aplicación del método del circulo <j> . A cada valor
está ligado un F<j> y para cada valor puede obtenerse un Fe. Grafiquense dichos valores de Fe y F<j>
correspondientemente, como se muestra en la figura XIV.20.
ESTABILIDAD DE TALUDES EN SUELOS 241
Fc=F<j>=F.S
Ese punto indica un valor de F<j> y Fe al que corresponde un cierto valor de <!>d que es con
el que tendría que haberse aplicado el método para obtener directamente factores de seguridad
iguales respecto a la cohesión y fricción, en el círculo de falla tentativa que se esté estudiando.
Método de Bishop: Supóngase una sección de un talud limitada por una superficie de falla circu-
lar de radio R y centro en O como la mostrada en la figura XIV.21 , donde se considera un espesor
unitario normal al papel. Para el equilibrio de la masa de suelo se requiere que el momento de las
fuerzas actuantes, es decir, las que tienden a producir el deslizamiento de la masa de suelo repre-
sentadas por el peso del área ABCDA, más cualquiera de las sobrecargas que pudieran actuar
sobre la corona del talud, debe ser igual al momento de las fuerzas resistentes, representadas por
la resultante de todas las fuerzas que actúan en la superficie ABCD. En ambos casos las fuerzas
mencionadas deberán multiplicarse por sus respectivos brazos de palanca.
242 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADAN RAMOS BA UTJSTA
Dicho en otros términos, lo anterior puede expresarse de acuerdo con la figura XIV.21 como:
donde 'tes el esfuerzo cortante movilizado en la·superficie potencial de falla que es reque-
rido para mantener el equilibrio. En este método el factor de seguridad se define corno el valor
entre el cual los parámetros de resistencia al esfuerzo cortante en la superficie de falla deben ser
divididos, para llevar el talud a un estado de equilibrio al límite. Dicho de otra manera, si la resis-
tencia al esfuerzo cortante del suelo se expresa en términos de esfuerzos efectivos en la forma:
u= Presión de poro
rjJ'= Angulo de fricción efectivo
[e ' l +( P-u!)tan~']
r = rl = ...... • .•• ••••••• ••• ••••••••.•••• (XIV.39)
F.0.
0
F.S. =
2::[e'/+( P-ul)tan ~·] ............................. (XN.40)
L,Wsena
Por otrl:l parte, tomando en cuenta el diagrama de fuerzas de la figura XIV.22 y resolvien-
do verticalmente se obtiene:
X,· X, ., 1
este trabajo por limitaciones de espacio, pero puede consultarse en Leonard y Fisher (1969), don-
de se incluye además un ejemplo manual y un programa de computadora.
Otra forma de obtener la ecuación de análisis de Bishop simplificada es la siguiente.
O• _ __x
_ _-+ Dovela 5 Polígono de fuerzas
E~t-~-En
1;J J~
x~•-x.0
Las fuerzas entre dovelas (En, En+,) son indeterminadas. Para simplificar el análisis se
asume que actúan horizontalmente. También se asume Xn+I-Xn =O (simplificado).
Resolviendo verticalmente: W=Ncosa +T sena
Despejando N, queda
w
N=---Ttana (XIV.44)
cosa
Pero T=~ N=_!!___ si tan a (XIV.45)
F cosa F
b
De la figura: b=/ cosa :. /= - - = bseca
cosa
La presión normal en la base de las dovelas es:
N W r
CT= - = - - - tan a (XIV.46)
l b F
la resistencia al esfuerzo cortante es:
W r W r
r = e+ Cí tan~ = e + - tan a - - tan a tan ~ ~ r =e+ btan a - F tan a tan ~.......(XIV.47)
b F
w
e+ - tan~
Despejando r de la ecuación (XIV.47) ~ r = b (XIV.48)
l + (tan a tan~) 1 F
Tomando momentos respecto al centro de rotación 0:
í:Wx = RL.rl
F
Así F = RL.rl (X!V.49)
í:Wx
De la figura l=bseca, X=Rsena y combinando esto con la ecuación (XIV.48)
se tiene finalmente:
F= 1 ¿ (eb +W tan~)seca (XIV.50)
í:Wsena l + (tanatan~) / F
La ecuación (XIV.SO) debe resolverse para F por aproximaciones sucesivas.
246 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADÁN RAMOS BAUTISTA
Método de la cuña: En este método, la masa potencialmente deslizable se divide en dos o tres
secciones o bloques: el bloque o cuña superior es llamada cuña activa, el central recibe el nombre
de bloque o cuña deslizante y por último, la cuña inferior es llamada resistente o pasiva.
El método de la cuña es comúnmente usado en circunstancias en las que la superficie po-
tencial de falla se aproxima a una serie de planos; dos casos frecuentes de análisis por este méto-
do se muestran en la figura XIV.23.
CUÑA ACTIVA
(al
WN Peso de la cuña
RPA Fuerza Resultante de
las presiones activas (empuje activo)
RPP Fuerza Resultante de
las presiones pasivas (empuje pasivo) CUÑA O BLOQUE DESLIZA NTE
(b)
El primer caso muestra cuando una estructura está desplantada en un estrato de suelo
blando. El segundo ejemplo muestra cuando una estructura se apoya en una cimentación dura, en
la que no puede desarrollarse una falla.
El procedimiento para evaluar el factor de seguridad es el mismo que el empleado en el
método de dovelas con fuerzas laterales; la única diferencia, es que existen dos o tres bloques en
lugar de un número grande de dovelas.
Para los dos casos mostrados en la figura XIV.23 se puede proceder de la siguiente manera:
Calcular las fuerzas de peso, presión hidrostática, cohesión, sismo y las debidas a flujo de
agua, dependiendo de la condición que se esté analizando, así como la dirección del empuje entre
cuñas. En la figura XIV.24 se muestra un polígono de fuerzas donde se hacen intervenir las fuer-
zas mencionadas y la evaluación del factor de seguridad.
ESTABILIDAD DE TALUDES EN SUELOS 247
Pueden obtenerse resultados similares por el método de dovelas, considerando las fuerzas
de interacción y por el método de la cufia, si la superficie potencial de falla tiene aproximadamen-
te la misma longitud en cada uno de los materiales encontrados.
Otro método que puede aplicarse para evaluar el factor de seguridad del problema plan-
teando en la parte (a) de la figura XIV.23 se describe a continuación.
2) Se considera que las fuerzas en los planos verticales be y de falla de la figura XIV.23
(a) son horizontales y se calcula la fuerza activa sobre el plano be (Pa) y la fuerza pasi-
va sobre el plano de (Pp); estas fuerzas representan las resultantes de las presiones ac-
tivas y pasivas respectivamente y pueden ser calculadas fácilmente, empleando la
teoría de Rankine de presión de tierras.
3) Se defme el factor de seguridad bajo estas condiciones, para el bloque central o desli-
zante:
J
1
N 2¡
SUPERFICIE POTENCIAL DE FALLA
1..1
E Fuerza de interacción entre cuñas; n Número de la cuña N 2 TANI) o2
\&;·
5 2
el tanteo n
Nn tan q, on Fuerza de fricción desarrolla en la base de la cuña n F.S.1 ·
Pfn Componentes de Nn y Nn tan q, Dn
~~
F.S.3
Figura XIV.24. Polígono de fuerzas para el método de la cuña.
Conclusiones. Se puede decir que los análisis de estabilidad de taludes constituyen en la actuali-
dad uno de los problemas geotécnicos de mayor importancia en los diversos proyectos inge-
nieriles, que requieren gran cuidado por parte del ingeniero geotecnista.
La aplicación de los métodos descritos en este trabajo son suficientes para la evaluación
de las estructuras térreas naturales o artificiales contra deslizamiento. Si bien existen otros méto-
dos, los aquí descritos forman la base fundamental de las que se derivan los demás.
Cabe mencionar que en la actualidad se han desarrollado diferentes programas para com-
putadora que faci litan el empleo de dichos métodos de análisis y reducen d tiempo de calculo de
los mismos. La evaluación de la estabilidad de taludes nunca debe quf;d:.rr desligada de una co-
rrecta interpretación de las condiciones geotécnicas involucradas, referente principalmente a las
propiedades índices y mecánicas de la masa de suelo que se encuentre bajo análisis. De cualquier
forma los resultados deben ser verificados, evaluados e interpretados con base en el sentido co-
mún y la experiencia del ingeniero geotecnista.
Finalmente, cabe reproducir los pensamientos de Arthur Casagrande (Ramírez Piedrabue-
na, 1995) en relación al tema presentado en este capítulo:
"Deseo hacer hincapié en que, desde el punto de vista del valor de los resultados, no im-
porta cual procedimiento se use para hacer los análisis de estabilidad. Todos los procedimientos
son de mecánica simple, y sus resultados sólo difieren en un pequeño porcentaje. En consecuen-
cia, no vale la pena discutir sobre cual procedimiento es el más preciso" y continua:
"La exactitud de un cálculo de estabilidad no depende de los detalles del procedimiento
que se siga para analizar el equilibrio de un sistema de fuerzas, sino de la correcta evaluación de
la resistencia al esfuerzo cortante, hecha sobre la base de un estudio adecuado. A menos que el
diseñador sepa claramente cómo se determinaron las características de resistencia, y cómo éstas
pueden cambiar con el tiempo, sus cálculos servirán solamente para crearle una confianza injusti-
ficada en los resultados que obtenga".
CAPÍTULO XV
MUROS DE CONTENCIÓN
INTRODUCCIÓN
Los muros de contención son también conocidos como elementos de retención (figura XV .1 ).
Esencialmente un muro de contención es aquel que está sujeto a empujes laterales, y usualmente
se diseñan para mantener dos niveles diferentes en el respaldo y en el frente.
Muros de
mampostería
Elementos
rígidos Muros de
{
concreto
Elementos
de
Tablaestacas
contención
de acero
Elementos Tablaestacas
flexibles de madera
Tablaestacas
de concreto
b) Líquidos. Como ejemplos se pueden citar las presas y depósitos para almacenar combustibles,
aceites, suspensiones arcillosas, etcétera.
Sobre el muro pueden actuar otros tipos de carga, como los procedentes del peso de una
construcción cimentada sobre el relleno que contiene o bien sobrecargas debidas al tráfico vehi-
cular, a las que nos referiremos más tarde.
La falla en un muro de contención puede producirse por:
C uña t e rre no
desliz able
I) Deslizamiento a Jo largo
de plano débil.
Empuje
R esiste n c ia
p asiv a del
Figura XV.2. Ej emplo de faUa s u e lo
P lano de desliz amiento
o deslizamiento. _ ..,.
Cuña t erreno
II) Giro y asentamiento causado por deslizable
una sobrecarga que actúe sobre el pie Volteo de la coro/-
del muro (generalmente se combina
con los empujes y el resultado es una
inclinación hacia adelante).
Teoría de Coulomb
Coulomb (1736-1806), racionalizó el cálculo de Jos muros de contención de tierras, que antes era
empírico. A pesar de su antigüedad, esta teoría se utiliza todavía en casos simples. Permite calcu-
lar las fuerzas de empuje activo y empuje pasivo sin preocuparse del estado de esfuerzos existen-
tes en el suelo.
Esta teoría utiliza dos hipótesis que simplifican la solución:
2) La fuerza de empuje activo que actúa sobre el muro (o la pasiva) tiene una dirección conocida,
lo que significa que se conoce el ángulo de fricción del suelo sobre el muro y que este ángulo
p~rmanece constante.
En la figura xv.6 se describen las fuerzas que actúan sobre el muro por simples considera-
ciones de estática, y cómo se mantiene el equilibrio del prisma o cuña 1-2-3 de suelo que tiene
tendencia a deslizar.
Consideremos un muro de contención que retiene un suelo granular, por ejemplo de arena. Su-
pongamos que la falla del suelo se realiza según el plano 2-3 inclinado un ángulo 8 respecto a la
horizontal.
Donde:
H = Altura del muro.
$ = Ángulo de fricción interna de relleno (ó suelo).
B= Ángulo de inclinación de la superficie del relleno respecto a la horizontal.
W = Peso de la cuña que forma el relleno con el plano de deslizamiento.
n = Ángulo de inclinación que forma la superficie deslizante con la horizontal.
8 = Ángulo de fricción entre el relleno y el material de que está construido el muro.
R = Resultante de la componente de la reacción del suelo respecto a la normal de la misma.
F = Es la fuerza que se requiere para que el muro no falle.
252 ALBERTORAMÍREZPIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
F
? I) El peso de la cuña de suelo que puede deslizar, "W".
cosilien( n- rf>)
K=
En este punto se incluyen las fuerzas que se generan debido a la cohesión y ésta a su vez depende
de la resistencia al esfuerzo cortante, tanto en la superficie de deslizamiento (e) como la que se
desarrolla contra el respaldo del muro, en esta última influye el material de construcción del res-
paldo (figura XV.7). La nomenclatura es similar a la anterior.
Teoría de Rankine
La teoría de Rankine (1820-1872) data de 1860, utiliza las nociones de equilibro activo y pasivo
expuestas en el inciso anterior. En particular, está basada en el sistema de esfuerzos principales
( crv y crh) aplicados en un punto del suelo situado a una profundidad z, y necesita un cierto núme-
ro de hipótesis que simplifican el análisis.
1) El suelo es isótropo.
La última hipótesis impone la dirección de los esfuerzos que actúan sobre el muro, los
cuales tienen que ser obligatoriamente normales a éste. Esto lleva a despreciar el rozamiento en-
tre el muro y el terreno, es decir, a considerar un ángulo nulo de rozamiento del muro.
Ciertamente, esta hipótesis no coincide con la realidad, pero se puede admitir en numero-
sos casos (lo que está del lado de la seguridad) y es por esto que la teoría de Rankine es muy uti-
lizada todavía, gracias también a la simplicidad de los cálculos a realizar.
MUROS DE CONTENCIÓN 255
•
... ' ..... . ... .
• o • ••••• • • • ••
H ::: :: :: :.
-: :-:·:-:-:-· r
. . . . . . f1'0
C=O
~ =aka = yzk 0
(XV.6)
• •• •• • •• •• •• • • ••••••••••••
+#2 -2c.fli:
1----1
+---
H
:-:e·
. . ·url"a"
o o
. .·de" :-:-:o
"f "lj" o
.. o
-: -: -: . J a a-: -: ..
o o o o Í:
H +--- (-)
+---
+--
+-- (=) l
lz·
+-- H-Za
1 +--
1--?k.tH-ll----l
l
. 2c.fli: Jk H- 2c .fli:
.t
1 1 1 ;")/f:
1
H ---i
2cl""f:
FP =~kPyH2 +2cjk;H....................(XV.11)
En la tabla XV.4 (al final del capítulo)se presenta un resumen de las expresiones de Ran-
kine para varios tipos de suelos y condiciones.
MUROS DE CONTENCIÓN 257
Las teorías clásicas para analizar los empujes y presión lateral de tierra fueron mencionados en
los apartados anteriores; estos nos dan una idea de cómo se pueden análizar y diseñar estructuras
para retención de tierra como muros de contención y cortes apuntalados. Los muros de retención
proporcionan soporte lateral eventual o permanente a taludes verticales o casi verticales. Tam-
bién, a veces, los trabajos de construcción requieren excavaciones del terreno con caras verticales
o casi verticales, por ejemplo, sótanos de edificios en áreas urbanas desarrolladas o trabajos sub-
terráneos a poca profundidad debajo de la superficie del terreno. Las caras verticales de los cortes
deben ser protegidas por sistemas temporales de apuntalamiento para evitar fallas que puedan ir
acompañadas de asentamientos considerables o fallas por capacidad de carga de cimentaciones
cercanas. Esos sistemas se llaman cortes apuntalados.
En e] inicio de este capítulo se mencionó una clasificación de utilización de muros, pero
no una clasificación ingenieril de éstos; los muros de retención son usados comúnmente en pro-
yectos de construcción y se agrupan en cuatro categorías:
En las figuras XV.ll a la XV.l4 se dan las definiciones y esquemas de cada uno de ellos.
Para diseñar apropiadamente los muros de retención, un ingeniero debe conocer previa-
mente las propiedades del suelo a retener tales como: peso específico, ángulo de fricción y cohe-
sión, así como del suelo que esta frente al muro y base. Con las propiedades del suelo a retener se
determina la distribución de la presión lateral que tiene que ser considerada en el diseño. Conoci-
da la presión lateral ejercida por el relleno, la estructura se verifica por estabilidad, incluida la
MUROS DE CONTENCIÓN 259
revisión de las posibles fallas por volteo, deslizamiento y capacidad de carga. Finalmente, cada
componente de la estructura es revisado por resistencia.
Al diseñar muros de retención, el ingeniero debe suponer algunas de las dimensiones (propor-
cionarniento) para revisar las secciones de prueba por estabilidad (Tabla XV.3). Si la revisión no da
buenos resultados, las secciones se cambian y vuelven a revisarse. La figura :XV.l5 muestra las pro-
porciones generales de varios muros de retención que se usan para el cálculo y revisión inicial (Braja,
1999).
B ----1
Nótese que la parte superior o corona del muro de retención "C" no debe ser menor de 0.3 m de
ancho para el colado apropiado del concreto. La profundidad "D" al desplante de la base debe ser
un mínimo de 1.0 m.
260 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADÁN RAMOS BAUTISTA
l
6m
4m - - - 1
C:;¡ = C¡
Cálculo de fuerzas de empuje: pasiva y activa, aplicando la fórmula XV.8 y XV.9, en cada caso.
MUROS DE CONTENCIÓN 261
3
k. = tan z ( 45o- 320) k. = tan 2 ( 45° - ;)
kp = 3 kp=3
F.S.v.==
L MR
LMo
donde:
L M=suma de los momentos de las fuerzas que tienden a volcar la estructura respecto al punto O
0
L MR== suma de los momentos de las fuerzas que tienden a resistir el volteo respecto al punto O
Sección Are a Wi Brazo Momento Sección Are a Wi Brazo Momento
I 6.65 11 .3 1.18 13.3 I 14.04 23.9 2.70 64.4
II 0.46 0.8 3.38 2.6 n 0 .91 1.5 3.13 4 .9
III 3.48 9.7 2.06 20.1 m 2.4 6.7 2.00 13.4
IV 2.85 8.0 1.50 12.0 IV 0 .81 2.3 0.95 2.2
V 1.63 4 .6 2.00 9.1 V 1 .62 4.5 2.00 9.0
VI 6.79 19.0 2.57 48.8 -- -- - -- --
Pv -- 2.&4 4 .00 11.8 Pv -- 3.29 4.00 13.2
'LV= 56.34 'LR= 117.7 'LV= 42.19 r.R= 107.1
L FR.
F.S.d.=r
Fd
donde:
L FR. = suma de las fuerzas horizontales resistentes
L: MR =suma de las fuerzas horizontales de empuje
1
LFR. (í:V)tanó +FP L FR' (LV)tanó+PP
F.S.d. = L F,, = F. cos fJ F.S.d.=--=
í:Fd P,cosfJ
q=-±--
¿v Mneto*y
A ¡
1=~ (1)( B3 )
12
MUROS DE CONTENCIÓN 263
qrmx =qprmta =
¿y e('f.V)2 (t 6e)
B
de manera igual para el otro valor de manera igual para el otro valor
qmin
-
- qwm> -
- ~ - e('f.V)2
(B)(t) (~}il)
B
¿v(t-
B
6e)
B
_ - ~ e(F)2 _
qmin - qtalón - (B)(t) (~)(il) - B
B
1-
B
¿v( 6e)
FQd=l +2tan30°(1-sen30°) ~~ = 1. 15
3 FQd=1+2tan30°(1- sen30°) ;,; = 1.23
8
~d =1 F,d =l
'Po=tan-' ( F0 cosP) =tan"' (l l.35cos15) = 1J.OI 'l'o=tan-' (Facosp) =tan·' (l2.72cos15) = 16.24
¿v 56.34 ¿v 42.19
2 2
=~; = (1 - ~:r =(1- ~·~ )
2
1 1 'f'o) = (116.24)
Fci = 0.77 F.
Ct
=Fq1.= (1--900 -
90- = 0.67
F .S·cap.carga -_ _!1._>3
- F. s.cap car¡za =_!1._ ~ 3
qmax qrmx
49.37 52.67
F.S.cap.carga = . = 2.37 < 3 , no pasa F.S.== =--=4.29>3 O.K
20 85 . 12.29
MUROS DE CONTENCIÓN 265
Tabla XV.4. Resumen de las expresiones de Rankine para varios tipos de suelos y condiciones.
1 2
F =- rH k
k = tan 2 (45-q}/2) 8 2 8
1 2k
k = tan 2 (45 + q}/2) FP =- rH P H
(}"h = r zko ; presión en reposo p 2
y = H/3 F = -1 r H2k
o 2 o
Suelo friccionante seco con relleno horizontal; c=O, "# O
a =r zk
h 1 8
o-
h
= r1zk -2cJf<:
8
donde
k8 = tan2 ( 45 - q) 12)
'k;
o-h = r1zk p + 2c""p
donde
kp = tan 2 ( 45 + q) 12)
INTRODUCCIÓN
Imaginemos un sólido elástico (ideal), homogéneo e isótropo que está limitado por un plano (fi-
gura XVI.l), siendo ésta su única frontera. Supongamos que bajo este plano horizontal el sólido
se extiende hacia abajo en todas direcciones. Un cuerpo de este tipo se llama sólido semi-infinito
y ocupa todo el espacio que queda a un lado de un plano. Apliquemos sobre este cuerpo una car-
ga concentrada, perpendicular a la superficie.
Determinar la componente vertical de presión crz que experimenta un punto cualquiera del
sólido es un problema matemático bastante complicado.
p
Plano z =O
En 1885 P. Boussinesq resolvió el problema afirmando que en un punto que está a una
profundidad Z y a una distancia radial (r) del punto de aplicación de la carga, el valor de crz, o sea
el esfuerzo normal vertical, queda expresado por la fórmula:
3 P z3
O"z =-·-·- .•••.•••..••..•••.•••..•• (XVI.l)
5
4 1l R
siendo: R=.Jz 2
+r 2
268 ALBERTO RAMÍREZ PJEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
Es interesante observar que las constantes elásticas del sólido no intervienen en la ecua-
ción, lo que quiere decir que para un sólido infinito de acero con una carga aplicada, el esfuerzo
crz valdrá lo mismo que para un sólido sumamente blando y elástico, como la arcilla saturada.
Independientemente de las constantes elásticas, una carga concentrada nos dará el mismo valor
de esfuerzos.
Las deformaciones de uno y otro cuerpo serán distintas, pero el esfuerzo será el mismo; puesto
que las constantes elásticas no influyen, la ecuación anterior puede aplicarse a materiales de muy
distinta naturaleza. En mecánica de suelos se ha visto que esta ecuación es suficientemente apli-
cable como para justificar su uso.
En la práctica, la ecuación de Boussinesq se utiliza para determinar la distribución de re-
acciones bajo el suelo sometido a una carga aplicada en un punto sobre la superficie. En cambio
no se acostumbra su uso en el estudio de las deformaciones, puesto que éstas dependen en buena
medida de las constantes elásticas.
Investigadores posteriores aportaron soluciones en las que sí se toman en cuenta algunas
características y constantes elásticas de los suelos (además de la integración de las ecuaciones de
Boussinesq por Julio Damy), quedando las formulas como sigue (Damy, 1985 y Damy et al, 1993):
5/ 2
Ecuación de Frolich
<Tz = 2:'
donde: x = 2, corresponde a suelos estratificados
[1+(:/z)' r''" ... .. {XV!.4)
En cambio, para estudiar las deformaciones que ocasionan los esfuerzos, se extraen mues-
tras inalteradas del subsuelo y se someten a pruebas en el laboratorio, con el fin de determinar
cómo se comportan bajo la acción de las cargas.
Por medio de la teoría del esfuerzo cortante se investigan los esfuerzos exclusivamente,
pero las deformaciones y hundimientos de cualquier estructura se determinan utilizando la teoría
de la consolidación y las correlaciones que de ella se desprenden, además del estudio y análisis de
los esfuerzos.
Otra extensión de la teoría de Boussinesq, es el problema de Mindlin, que determina los
esfuerzos y por ende las deformaciones para cargas, pero ahora en el interior y a una cierta pro-
fundidad en un espacio semi-infinito (figura XVI.2 y fórmula XVI.5).
Sin embargo, se sabe que los suelos no son materiales perfectamente elásticos y sólo en
parte cumplen con las hipótesis de la elasticidad, como se muestra en la figura XVI.4.
Consolidación
primaria
Tiempo
donde: J,.=_!_[ln(.Jl
1l .J¡ ++m: +mJ+m·ln(.JI+m:
m- - m
+l J]
.J1 + m - 1
0.5
~t= -1- - -~t-- -- - -· -· -·
....... ~-- - _ J_ ~ --- 1 .... ~
i
'""-·· ~ ---
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'
-- 1.5
'
.
2.0
-- .. ! -
• r·
-T
1 . -j~
25
_[
-1--
3.0
Figura XVI.6. C uadro para determinar los esfuerzos verticales por medio
de los factores de influencia de Boussinesq y Westegaard .
__---_..,
......
En la figura XVI.7 se pueden apreciar las condiciones de frontera en una cimentación superfi-
cial y determinar que cuando Df = Oy H < oo debido a la presencia de una capa incompresible.
!J. p q: (
= 1- V 2 ) •[ ( 1- V 2 ) F, + ~- V - 2V 2 ) F l· . . . . . . . . . . . . . (X V l. 9)
Donde los factores de forma F 1 y F2 se dan en la gráfica de la figura XVI.8, para el cálcu-
lo de asentamientos elásticos o inmediatos.
Valores de F1 ( - - ) y F2 (-------)
o 01 02 03 04 05 06 07 08
o
~ ;~;:.... ~~
.~
~
~ ~.
1
1 ..
2 / 1 "
""" ~ ~
J
1 / ji
1
1 ¡
4
, í' t F /•
! 2 1 •'lí ~ ~ p...._ F1
J
r\ ~~
¡ 1 ¡ .
"jj IN 1 V> ¡O 1
D ccru1
..._Lm L_CD
ll}íil
CD
~ ~- L/~=5
'
...JI..._I "'- .._¡
B 1 ...J 1 ...JI ...J1
1 1 J 1\
6 1
1
1
1
J
1
1
1
\ \' ~L/8=10
\
~
1 (
1
1 ¡
1
J 1 8 \
J
1 J '
1 11 1\
8 1
CD
: 11
1 1 1
J
1 ' 1
1 ...J,
1 ,; L/8=1 ~ L/8=2 ~\ \ 1\.
Ll~~oo~\~ ~
1 1 1 1
1 1 1 1 1
10 1 : : ,1 11
1
e Rama de Carga de
preconsolidación preconsolidación
,¡,
\ r-i
!le
mv = -............................. (XVI.12)
!J.p
despejando !le queda:
!le = mv · !J.p ......................... ( XVI.13)
Supongamos una muestra de una masa de terreno homogéneo, es decir, que tiene las mis-
mas propiedades en todos sus puntos, confinada lateralmente y de altura H. Si reducimos E la
altura por la acción de cargas verticales, se producirá una deformación m que está ligada con la
relación de vacíos por medio de la siguiente ecuación:
m= óe ......................... (XV1.14)
H l+e
cr = cr' +u
Sólo a medida que el agua fluye y se escapa, los esfuerzos se transmiten a la parte só-
lida del suelo. Continuando el razonamiento se llega a la teoría de la consolidación desarro-
llada por Terzaghi (en la cual hace una analogía con la transmisión del calor en un cuerpo
sólido).
Los asentamientos están basados en el concepto de consolidación y en la curva edo-
métrica.
Los asentamientos se pueden calcular de la siguiente manera:: expresar la variación del ín-
dice de huecos razonando sobre la curva edométrica esquematizada para este caso en la figura
XVI.9 (que se refiere a un suelo sobreconsolidado).
Antes de la aplicación de la carga, el suelo está sometido a los esfuerzos efectivos cr'. Las
cargas aplicadas provocan un aumento de los esfuerzos !la-. Al finalizar el asentamiento, el suelo
se encuentra sometido a los efectos del esfuerzo efectivo cr'+!la:
A a-'c presión de consolidación, corresponde un índice de huecos ea. A a-'o +!la-le co-
rresponde un e 1• En la práctica se puede despreciar la variación debida al tramo casi horizon-
tal de la curva.
En estas condiciones tenemos:
a-~+ !la-
!le= Ce log , ................................ (XVI.17)
a-o
e= Vv = Vv =V -Vs =..!:::._ - 1
V-Vv Vs Vs Vs
V
Vs = - -
l+e0
~V ~V ~V ~e ~V M!
~e=-=--=-(l+e0 ) => --=-=-
Vs ~ V l+eo V H
l+e0
Por lo que igualando en las formulas anteriores:
H a~ +~a
Mf=-Cc log , ....................................... (XVI.19)
l+eo ac
En suelos granulares los asentamientos se dan en un tiempo muy corto. Lo que sigue se aplica
únicamente a suelos flnos, cuyos asentamientos pueden ocurrir en Intervalos de tiempo relativa-
mente largos (meses o años).
Terzaghi diseñó una teoría que permite calcular el tiempo de asentamiento considerando
un cierto número de hipótesis simplificadoras:
En el caso de una capa compresible de espesor 2 H , colocada entre dos capas permeables,
Terzaghi logró expresar el grado de consolidación U en función de Tv:
Tv = C~ t ....................................... (XVI.22)
H
o
1 1
1
1
1
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INTRODUCCIÓN
Antes de hacer referencia a las diferentes teorías de capacidad de carga de un suelo, es conve-
niente aclarar que en la metodología que se sigue para el diseño de la cimentación de diferentes
obras como los puentes carreteros por ejemplo, el sentido común del ingeniero juega un papel
importante. Los conceptos fundamentales de la Mecánica de Suelos aplicada se utilizan para pro-
yectar y construir las cimentaciones de las diferentes estructuras ingenieriles.
Por otro lado, no está fuera de la realidad afirmar que el tema de cimentaciones tiene mucho
de arte, en el sentido de que algunos criterios, normas y reglas que se utilizan, están basados en la
experiencia y el ingenio propio del ingeniero, más que en los conceptos teóricos o experimentales.
Como es conocido, existen diversos tipos de cimentaciones de acuerdo a las diferentes na-
turalezas del terreno donde se va desplantar la obra. Su definición y análisis de capacidad de car-
ga se bosquejan en este capítulo, basado principalmente en Juárez, 1996 y Juárez R., 2001.
Una cimentación es desde el punto de vista de la Mecánica de Suelos la respuesta de dos proble-
mas distintos, uno de ellos es qué esfuerzo puede comunicar el cimiento al terreno sin que se ex-
ceda la resistencia de éste, es decir, sin que falle. El segundo es qué deformaciones va sufrir el
suelo y en consecuencia la cimentación, al aplicarse tales esfuerzos.
La respuesta a la primera pregunta se obtiene a partir de alguna de las teorías de capaci-
dad de carga de la Mecánica de Suelos; la solución a la segunda pregunta la proporciona un mé-
todo de análisis de asentamientos (o en su caso expansiones); desde luego, ambas respuestas por
sí solas no resuelven todos los problemas que involucran el proyecto y construcción de una ci-
mentación, se requiere también del ingenio y la experiencia del ingeniero para la elección del tipo
de cimentación que habrá de emplearse en una obra específica.
Cuando se diseñan cimentaciones surgen de inmediato las siguientes preguntas:
¿Qué tipo de suelos se tiene? ¿Cuáles son sus propiedades físicas y mecánicas? ¿Cómo vamos a
explorar el sitio donde habrá de construirse la obra? ¿Cómo se van a definir los parámetros de
280 ALBERTO RAMÍREZPIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
resistencia, deformabilidad y permeabilidad del suelo? Todas esas preguntas entran en el capítulo
de los estudios previos, los que hay que realizar antes de diseñar una obra.
¿Qué capacidad de carga tiene el suelo? ¿Qué velocidad y qué magnitud de deformaciones pro-
vocará una sobrecarga en ese suelo? Estas son preguntas que usualmente hace el estructurista.
Para responder a ellas es necesario el conocimiento de las teorías y saber cuál es la aplicable en
cada caso. Hay muchas teorías para analizar la capacidad de carga y la deformabilidad de un sue-
lo, la mayoría están basadas en hipótesis que simplifican el problema.
En resumen, para diseñar cimentaciones se debe tomar en cuenta los siguientes aspectos:
• Conocer las propiedades de los suelos para predecir su comportamiento.
se utilizan elementos que distribuyen por fricción o adherencia sus cargas a través de los diferen-
tes estratos del subsuelo.
Lo que diferencia en forma arbitraria a los elementos que forman las cimentaciones pro-
fundas es la magnitud de su diámetro o lado de acuerdo a que su geometría sea circular o rectan-
gular, según se muestra en la tabla XVII. l.
Pilotes
o Control
...c:::c:c:J D ·.:.·.:.·.
o o Recta
...
Con campana
L_jL_j L_j
Cajón de 6 celdas
-
Fricción 1 ~1 Punta Cilindro
- ,.-----,----
1 t '/
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o. 1 r .D .D "'
/
1 r Dó B D
_____.. ?
L
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o. 1
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i A 1\1 ~ 1/
11 ;:; ftl
//11
;rnr:¡rnn/ /
str~to resistente
'ii?ii/ii/it/it/ - '----- '-----
Casi todas las teorías de capacidad de carga, tienen su origen en la solución de Prandtl (1921) al
problema de la identación de un sólido rígido en un medio continuo, semi-infinito, homogéneo e
isótropo bajo condiciones de deformación plana.
Esta solución supone el medio identado rígido plástico perfecto. En la figura XVII.2 se
esquematiza el problema general de la identación, mostrándose la forma de la solución para un
medio sin peso y puramente cohesivo.
11111
c-:t: OyrjJ =0
Para este caso, el máximo esfuerzo qc que puede aplicarse al sólido, sin que se idente en el medio es:
qc = (n- + 2) c................................ ( XVII.l)
La solución de Prandtl para el caso más general, en el cual el medio identado además de tener
características cohesivas posee también componentes friccionantes, se muestra en la figura
XVII.3.
Figura XVll.3. Mecanismo de falla según Prandtl aplicado a un suelo cohesivo y friccionante.
CAPACIDAD DE CARGA DE LOS SUELOS 283
En este caso, al igual que en el anterior, se considera que el cuerpo que se identa es per-
fectamente liso, uniformemente cargado e infinito en longitud.
Tres años después de la teoría de Prandtl, Reissner la generalizó hasta incluir el caso en
que el cuerpo identado lo hace en el interior del medio y no en la superficie.
Criterio de Terzaghi
s == e + a tan qS
En esta teoría se considera que el suelo que se encuentra por arriba de la profundidad de
desplante del cimiento Dr. la cual influye solamente como una sobrecarga que actúa en dicho ni-
vel, como se observa en la figura XVII.4.
B B
14 ~1 14 ~1
t... J
----
o_~l_ __ q ='Y Dt
++++++++
q ='Y Dt
++++++++
(a) (b)
Figura XVll.4. Equivalencia del suelo sobre el nivel de desplante de un cimiento,
con una sobrecarga debida a su peso.
B/2 B/2
De este modelo de falla, Terzaghi obtuvo la expresión que permite obtener la carga que
puede transmitir el cimiento al suelo sin que éste falle:
donde:
e = Cohesión del suelo sobre el que se apoya el cimiento.
B = Ancho del cimiento.
rDr= Sobrecarga que actúa al nivel de desplante.
Nc,Nq ,Nr =Factores de capacidad de carga.
De acuerdo con la teoría en cuestión, Los factores N e, N 9 , N 1 dependen del ángulo de fric-
ción interna s del suelo, son adimensionales y se aplican tanto para cimentaciones superficiales,
como profundas.
Es común determinar los valores de estos factores gráficamente, para lo cual se usa el grá-
fico que se muestra en la figura XVII.6.
En esta figura las curvas de trazo discontinuo, proporcionan valores modificados de los
factores de capacidad de carga, representados por N 'e, N'9 , N'r Los cuales deberán aplicarse
cuand.o se prevea una falla de tipo "local", en contraposición al mecanismo general ilustrado en la
figura XVII.5.
r--, Nq -
--- ---... --
U)
¡.-....
...... NQ ........
11/Í\(r ..-- 1--
¡--......_ '- ....G>
r--. ~ r-- 1-- .......', ,Ne
o
'\
\ (030 1 / ~Nr
N, "-... ~ :--.... ~ 1
~ \ 1 / 0= 44° Nr = 260
'
""........ \" 1\ 0 = 48°, Nr= 780
1
""\. '\
\
l\ 20
1
\ '/
\ l\ 1\1
10°
~\ 'l
60 50 40 30
Valores de N, y Nq
20
'
Figur a XVll.6. Factores de capacidad de carga para aplicación de la teoría de Terzaghi.
20 40 60
Valores de Nr
80
Según Terzagbi, La falla "local" puede presentarse en materiales arenosos sueltos o arci-
llosos blandos, cuando la deformación del suelo se incrementa sustancialmente para cargas cer-
CAPACIDAD DE CARGA DE LOS SUELOS 285
canas a la falla, de tal forma que al penetrar el cimiento no logra desarrollar el estado plástico
hasta los puntos E y E' del mecanismo general, sino que la falla ocurre a una carga menor en
virtud de haberse alcanzado un asentamiento del cimiento de tal magnitud que para fines prácti-
cos equivale a la falla del mismo. La curva L de la figura XVII.? ilustra tal situación.
0.1
o
Para el caso en que se prevea la ocurrencia de una falla "local", los factores de carga se
pueden obtener afectando los parámetros de resistencia e y el ángulo de fricción 8 del suelo, de
acuerdo a lo propuesto por Terzaghi.
2
c'=-c
3
2
tan~ ' = - tan~
3
Para simplificar las operaciones de cálculo, se entra a las curvas discontinuas de la figura
XVII.6 con el valor original de B y se obtienen los valores de N'c, N'q, N'.,. Si se considera que
puede ocurrir falla local, la capacidad de carga última está dada por la siguiente expresión:
Las expresiones para determinar la capacidad de carga última, ya sea para cuando se desa-
rrolla el mecanismo general o para cuando se presenta falla local, son para cimientos continuos y
de longitud infinita. Sin embargo, para otra geometría de los cimientos, como los cuadrados o
redondos, Terzaghi propone las siguientes expresiones:
286 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
Las fórmulas anteriores se refieren a cimientos sujetos a carga vertical y sin ninguna ex-
centricidad.
Algunos criterios que pueden tomarse en cuenta para decidir con que factores trabajar son
los siguientes:
<5% N
>15% N'
En suelos puramente cohesivos y con o =0, los factores que se obtienen de la figura ante-
nor son:
Nc =5.7
Nq = 1.0
N r =0.0
Al sustituir estos valores en la expresión que determina la carga última de acuerdo al me-
canismo general se obtiene:
qc =5.7cu +rD1 ....... .. .. .... .. .. .. .. .. .... . (XVIT.6)
Esta expresión suele representarse en términos de resistencia a la compresión simple,
qu=2cu dando como resultado:
Teoría de Meyerhof
Como se ha visto anteriormente, la teoría de Terzaghi no toma en cuenta los esfuerzos cortantes
que se desarrollan en el suelo que se encuentra arriba del nivel de desplante del cimiento, ya que
éste se considera solamente como una sobrecarga flexible y como un medio en el cual puedan
propagarse superficies de deslizamiento o desarrollarse resistencia al esfuerzo cortante.
Fue Meyerhof quien desde 1951, realizó importantes contribuciones al problema de la ca-
pacidad de carga de los suelos y consideró los esfuerzos cortantes que pueden desarrollarse en el
material que se encuentra por arriba del nivel de desplante del cimiento.
De esta forma la Teoría de Meyerhof considera que el suelo que circunda al cimiento por
arriba del nivel de desplante, es medio de propagación de superficies de deslizamiento.
El mecanismo de falla que propone esta teoría para el caso de cimientos largos, de longi-
tud infmita normal al plano del papel, se muestra en la figura XVII.8, en la que puede apreciarse
la superficie de deslizamiento con la que falla el cimiento.
En este mecanismo propuesto por Meyerbof, la cuña ABB' es una zona de esfuerzos uni-
formes y puede considerarse en estado activo de Rankine, la zona ABC, limitada por un arco
de espiral logarítmica es de esfuerzo cortante radial, en tanto que la región BCDE, es una zona de
transición en que los esfuerzos varían desde los correspondientes al estado de corte radial, hasta
los de una zona en estado plástico pasivo.
Meyerhof denomina la línea BD superficie libre equivalente, en ésta actúan los esfuerzos
normales representados por p 0 y los esfuerzos tangenciales, s0 , ambos correspondientes al efecto
del material contenido en la cuña BDE.
Con base en ésta teoría, Meyerhof llega a una expresión para determinar la capacidad de
carga de cimientos superficiales, cuya estructura matemática es análoga a la de Terzaghi:
Donde po representa los esfuerzos normales que actúan sobre la superficie libre equivalen-
te, los demás elementos tienen los significados antes enunciados.
LA PMTE 121lUIER
DoHS SIWETRICA-
LA PARTE IZOUIERDA
ES SIMÉTRICA
o
(b)
(a)
La cual, expresa solamente la capacidad de carga en la punta del elemento profundo, sin
que se tome en cuenta la fricción lateral en el fuste del mismo. Cabe resaltar que esta expresión es
aplicable sólo cuando el pilote penetra en el estrato resistente al menos una longitud
Los valores de los factores de la capacidad de carga Nc, Nq, Ny para cimientos superficia-
les se muestran en la figura XVII.9, en la misma gráfica se observan los factores para pilotes:
Teoría de Skempton
A.W. Skempton realizó una serie de experimentos para determinar la influencia de la profundidad
de desplante en el-valor de Nc en suelos puramente cohesivos (figura XVII. lO).
CAPACIDAD DE CARGA DE LOS SUELOS 289
B B ~1
O= 0
En la figura anterior la teoría de Terzaghi considera que ambos cimientos tienen la misma
capacidad en cuanto a la influencia de la cohesión, por medio del valor de Nc.
Al respecto, si se piensa que el desarrollo de la superficie de falla será mayor en el ci-
miento mas profundo, la cohesión trabajará más y en consecuencia le corresponderá un valor ma-
yor deNc.
Tomando en cuenta lo anterior Skempton propuso, para determinar la capacidad de carga
de un suelo puramente cohesivo, la siguiente expresión:
1 0 ~--------------------~--------------------~
ZAPATAS CUADRADAS Ne
Y CIRCULARES -DB
CIRCULAR LARGO
0.00 6.2 5.1 4
0.25 6.7 5.60
0.60 7.1 5.90
0.75 7.4 6.20
1.00 7.7 640
1.60 8.1 6.80
2.00 8.4 7.00
2.50 8.6 720
3.00 8.8 7.40
4.00 9.0 750
4.00 9.0 7.50
3 4 5 6
RELACION D 1B
Figura XVD.ll. Valores de N e según Skempton, para suelos puramente cohesivos.
290 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
Existen otras teorías de capacidad de carga, las cuales se mencionarán para hacer notar
que las expresiones respectivas tienen la misma estructura que la expresión de Terzaghi. Lo que
hace diferentes los resultados que proporciona cada una de estas teorías, son los distintos valores
para Nc, Nq, N 1 , que se obtienen mediante tablas y gráficas que relacionan el ángulo de fricción
interna y los factores de capacidad de carga, tal es el caso de la teoría de Bell cuya expresión para
determinar la capacidad de carga es:
Que es la misma expresión matemática de Terzaghi, pero cuyos valores de Nc, Nq, N 1 se
obtienen mediante las curvas de la figura XVII.12.
300
tO 200
...en
tO Nr Ne Uq
u 100
Q) 70
-e 50
-e
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/ /
1
o 1 o 20 30 40 o 1 o 20 30 40 o 1 o 20 30 40
Angulo de fricción interna, 11
Por otra parte los valores para Nc, Nq, Ny cimientos cuadrados o circulares se afectan con
los factores de la tabla XVII.2:
Tabla XVTI.2. Coeficientes de corrección para los factores de capacidad de carga según Bell.
Rectangular
(~ =2) 1.05 0.95
Esta expresión se aplica con factores dados por el propio Hansen los cuales se muestran
en la tabla siguiente:
Factor o 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
Ne 5.1 6.5 8 .3 11.0 14.8 20.7 30.1 46.1 75.3 134 267
Nq 1.0 1.6 2.5 3.9 6.4 10.7 18.4 33.3 64.2 135 319
N., 0.0 0.1 0.5 1.4 3.5 8.1 18.1 40.7 95.4 241 682
El valor del segundo paréntesis del segundo término de la expresión de B. Hansen se con-
sidera igual a uno para 0 = 0°.
Bereztzantzev ha propuesto bajo el modelo de Terzaghi factores de capacidad de carga
que se pueden obtener de la figura XVII.13. La expresión que se aplica para cimientos profundos
ha dado valores que muestran congruencia entre los resultados teóricos y los de pruebas realiza-
das en modelos a gran escala así como en casos reales.
Los criterios anteriores de Bell, Hansen y Bereztzantzev son ejemplos de modelos que tienen
la misma estructura de la expresión de Terzaghi, y como se ha visto, la variación entre ellos se debe a
los valores que cada autor le asigna a los factores de capacidad de carga. Nc, Nq, N 1 .
1000
~
700
~ 500 - f -
- r- Nr N. Nt
a 3oo 1
1 1
~ 200
"tt
1 V 1
~ 100
·~ 70
Q. 50
a Q> 30
1/ j
"tt 20
10 / 1/
7
5
o 1o 20 30 40 o 1o 20 30 40 o 1o 20 30 40
Áng ulo de fricción Interna, IJ
Los casos que pueden presentarse cuando las cargas no están repartidas uniformemente son: la
carga aplicada a la zapata es de forma excéntrica, puede estar inclinada o ambas posibilidades. En
el primer caso, cuando una carga actúa con una excentricidad e (distancia del eje de aplicación al
centro de gravedad de la zapata) figura XVII.14, Meyerhof considera que todo funciona como si
la cimentación fuera de ancho reducido igual a:
B' = B-2e
De manera que pueden emplearse las mismas fórmu las que se aplican en los casos en que
la carga actúa en el centro de gravedad de la cimentación. Esto es equivalente a que la carga actúe
centrada en un ancho menor que el real.
F
e
8' =8-2 ex
L' =L-2ey
Las dimensiones B' y L' definen el área corregida A ' con la que se determina la carga to-
tal que puede recibir el cimiento (figura XVII.15).
Si el cimiento fuera circular, la expresión para obtener la carga total que lo soporta está
dada por:
1r·D·D'
Qor = ·qc................................... (XVJI.12)
4
Donde:
7r=3.1416
o D =Diámetro del cimiento
D'=D-2e
qc = Capacida:d de carga del cimiento
CAPACIDAD DE CARGA DE LOS SUELOS 293
• ~Qmín.
Q max. Qrnnnnn
1 ~ s---.1 ~ s· ---l
:e
,._..xl 1 L'
--~1
1
1 e· -
y
1 X
l --
-- --- -
A'=L' X 8'
Para el caso de cargas inclinadas que forman un ángulo con la normal al plano de contacto
de la cimentación con el terreno, el propio Meyerhof ha propuesto afectar los factores de capaci-
dad de carga por factores de reducción que se determinan mediante las siguientes expresiones:
Íc = iq = ( 1-
9~0 J............................................. (XVU.13)
i, =(1-; )... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . (XVll.14)
Este caso se ilustra en la figura XVIT.16.
Cuando la carga es excéntrica y a su vez inclinada se suman los casos anteriores (lo cual
es equivalente a superponer los efectos).
F
. ~
h ·~
/
9 ~
~:; /
8 :e-~~
. ..:·.·.....·.:Id·. ;
7 :~~·.;::>.:\ . . .. f\.
d/8=0~
~ d/8=0.3
6
.i ~ d/8=0.4
1 Ir. I..JIIII"' .d/8:... ¡;·
z()
71'~
"/ ~~
///
5
4 ./h ~
3 ~~LL:
í'
2
c~~r~
~r;~~
donde:
B = ancho del cimiento
L = longitud del cimiento
En la figura XVII.18 se presentan los gráficos que permiten obtener los factores de capa-
cidad de carga respectivos.
Ne =yh
-......................................... ( XVII.17)
e
- - - D/8=0
- - - - - - D/8= 1
1" , ANGULO DE FRICCION
N=
e
:m - - -- D/8=0
' , INTERNA !2i
UEF.
e \
- - - - - - D/8=1
" \
......
~ "
........ ...,40'" '\
- 1 1 ~ 4 1--""+--'"'=h -Pr-+-1
SJ -.:' ' '\.
'8"' ~\> 3 1-.P....<:P-i~~ -~
..... ,
:)Y"' 45'"'
zs
10
S
-- r-
-
~
:)Y
'-..
..;.,
,,
.., '
1
o
ZJr dJY' r?U 00'" 1Ct
INCLINACI ON DEL TALUD,~
Para cimientos en la corona del talud, caso que se ilustra en la figura XVII.19, Meyerhof presenta
las gráficas para obtener los factores de capacidad de carga Ncq para suelos cohesivos y N-;q para
suelos friccionantes (figura XVII.19).
296 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
N= ;'!h
e
e T
H
0/ B=O _L
___ - _ _ 0/B=1
0/ B=O
Q INC LIN.O.C k:'~ N F TO OE 0/ 8=1
on TALUD ~ ESTABILIDAD
8 INC LIN.O.C ()N ÁNGULO DE FR k::C ()N
Nq DEl TALUD ~ INTERNA ,
7
400 1/ 1
6 300 J
oa
1
qoa
o
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~- - - --f- - - L,...,..,..
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l--30o/ 3)D
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10
5 1/
r'joa
[j/V
5.53
o
o 1 2 3 4 5 2 3
,
4 5 6
Existe un rango de valores para la distancia b, para los cuales la capacidad de carga ya no
se ve afectada por el ángulo de inclinación del talud, de tal forma que la capacidad de carga que
se obtiene en estos casos, corresponde a la de un cimiento sobre un terreno horizontal. Esto ocu-
rre cuando la distancia b es de 2 a 6 veces el ancho del cimiento tal como lo sugiere la gráfica
para obtener N-,q.
CAPACIDAD DE CARGA DE LOS SUELOS 297
En la aplicación de las expresiones para determinar la capacidad de carga se debe tomar en cuen-
ta el peso volumétrico del suelo que proporcione la presión efectiva al nivel que se requiera, de
esta forma cuando la masa de suelo se encuentra bajo el nivel freático, el peso volumétrico que se
hace intervenir en las expresiones antes referidas es el peso volumétrico sumergido r'm, por el
contrario si la masa de suelo se encuentra por arriba del nivel freático, el peso volumétrico que
interviene es el de la masa del suelo Ym·
Cuando el nivel freático está por arriba del nivel de desplante se aplica el criterio anterior
para determinar la sobrecarga yDJ, pero si dicho nivel coincide o se encuentra por abajo del des-
plante Terzaghi y Peck recomiendan que el término donde interviene N y se afecte del factor 0.5 si
el nivel freático se encuentra al nivel de desplante del cimiento, pero si se encuentra a una pro-
fundidad mayor o igual que el ancho del cimiento, B, entonces aplicar las expresiones para de-
terminar la capacidad de carga sin afectación por este concepto. En el caso que el nivel freático se
presente a profundidades intermedias entre O y B por abajo del nivel de desplante se puede interpo-
lar linealmente entre 0.5 y 1 para obtener el factor correctivo del término en el que Nyes factor.
Estas teorías han sido desarrolladas en varios casos para cualquier tipo de cimentación ya sea
superficial o profunda, sin embargo, el criterio para utilizar una u otra es la confiabilidad de la
teoría en sí, en concordancia con los resultados de sus aplicaciones prácticas. También se toma en
cuenta la sencillez de su aplicación.
Bajo este enfoque se proporcionan las siguientes recomendaciones para el cálculo de ca-
pacidad de carga en cimientos, de acuerdo a la práctica usual en México:
Para cimentaciones superficiales en cualquier tipo de suelo se aplica la teoría de Terzaghi,
la cual se considera muy confiable hasta una profundidadDj:s:; 2B.
Para cimentaciones superficiales o profundas (pilotes y cilindros) desplantadas en arcilla
(0=0), se aplica la teoría de Skempton.
Para cimentaciones profundas (pilotes y cilindros) desplantadas en arenas y gravas, se
aplica la teoría de Meyerhof.
En el diseño de cimentaciones se trabaja con la capacidad de carga admisible, que representa una
fracción de la capacidad de carga que nos proporcionan las teorías antes bosquejadas. Como se
recordará, estas teorías proporcionan valores en la falla, de tal manera que si esos esfuerzos fue-
ran comunicados por el cimiento al suelo, éste quedaría en estado de falla incipiente.
Factor de seguridad
En la práctica, la capacidad de carga admisible representada por qa, se obtiene dividiendo la ca-
pacidad de carga qc entre un número mayor que uno. A este valor, representado por Fs, se le co-
noce como el factor de seguridad.
298 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADÁN RAMOS BAUTISTA
Cimentaciones en Rocas
En estructuras viales son frecuentes las cimentaciones en roca, y en diversos casos las rocas sue-
len presentar problemas dignos de consideración, sin embargo en este trabajo solo se hará men-
ción a la forma más común para determinar la capacidad de carga que se realiza cuando se
requiera cimentar una obra sobre este tipo de material.
La resistencia de una roca suele determinarse para proyectos de vías terrestres mediante
una prueba de compresión simple, de la que se obtiene el parámetro de resistencia e, bajo el su-
puesto de que la roca es un material puramente cohesivo. La expresión que permite obtener dicho
parámetro es:
e=~ ......................................... (XVTI.18)
donde:
e = cohesión en tonlm2
qu = resistencia a la compresión simple en ton!m 2
Con este valor, la capacidad de carga de una roca homogénea puede calcularse mediante
alguna de las teorías aplicables a suelos cohesivos.
La capacidad de carga a la falla que se obtenga, se afecta de un factor de seguridad igual a
3 para obtener la capacidad de carga admisible.
En el caso de rocas muy agrietadas, las zonas débiles son las que determinan la carga de
diseño y el factor de seguridad que se emplea en estos casos es de 5.
En la naturaleza se llegan a encontrar mantos de roca inclinada, si la cimentación llega a
darse en una situación de este tipo se corre el riesgo de deslizamiento, sobre todo cuando los es-
tratos rocosos tienen un echado superior a 30°. En la práctica se recurre al escalonamiento del
manto o también al anclaje (figura XVIT.20).
CAPACIDAD DE CARGA DE LOS SUELOS 299
SUELO
ANCLAJES
Figura XVll.20. Anclaje para prevenir desUzamientos.
Asentamientos de cimentaciones
Todo proyecto de cimentación debe acompañarse, además de la capacidad de carga del suelo, de
las deformaciones que se estima puedan ocurrir bajo la acción de las cargas que recibe. La cimen-
tación puede fallar por la deformación lenta y sostenida del suelo o por una deformación rápida
de pequeña magnitud antes que por un problema de capacidad de carga.
Cimentaciones Superficiales
Los mecanismos de deformación que gobiernan el asentamiento total de un suelo son: el asenta-
miento por consolidación primaria, el que ocurre por consolidación secundaria y el que se produce en
forma inmediata a volumen constante cuando no existe restricción a la deformación lateral.
300 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
No existe una teoría totalmente aceptada para determinar los asentamientos en suelos friccionantes, la
mayoría de las propuestas se basan en la teoría de la elasticidad. Sin embargo, en las vías terrestres
estos métodos no se consideran prácticos en virtud de la dificultad que se tiene para evaluar las carac-
terísticas esfuerzo-deformación de los suelos granulares, ya sea en laboratorio o in-situ.
Evaluar el asentamiento de una cimentación poco profunda construida sobre suelos fric-
cionantes es en sí un proceso complicado, sin embargo, se puede determinar la presión de contac-
to de una zapata que produce un asentamiento máximo de 2.5 cm, en función del ancho B de la
zapata y de N, el número de golpes en la prueba de penetración estándar, para tal efecto se em-
plea la gráfica de la figura XVII.22.
Esta gráfica se aplica cuando se está en el caso de zapatas sobre arenas no sumergidas o
cuando el nivel freático se encuentra a una profundidad igual o mayor al ancho del cimiento, B en
este caso, respecto del nivel de desplante.
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Cimentaciones Profundas
Suelo Blando
Pilotes
L.
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Losa
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flexible ~
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r'
; •• ....J. Distribución de esfuerzos
normales verticales
según Boussinesq
Figura XVII.24. Hipótesis para calcular la distribución de esfuerzos bajo grupos de pilotes de fricción.
O Grupo de pilotes
O Zapatas aisladas
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wtJ lAP. ITü ¡1111.11 " 1 PEll
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p,r
o
' 1 IZ. 115 11 ,. Figura XVII.25. Curva empírica para
calcular asentamientos de grupos de pi-
lotes en arenas.
AtiCHO DE LA CIMEtHACiotl , m
• Tipo de cimentación.
• Profundidad a la que deberá desplantarse la cimentación.
• Capacidad de carga admisible.
• Estimación de los asentamientos.
• Procesos constructivos.
El estudio de la cimentación del puente presenta dos alternativas de acuerdo a las caracte-
rísticas estratigráficas que se tienen en la zona y tomando en cuenta que la socavación total se
prevé de 0.60 m para un gasto hidráulico Q= l 000m3/seg y una velocidad de la corriente de V= l.5
m/seg. Para la alternativa I, en la que se recomienda una cimentación superficial, se determinó
que la profundidad a la que deben desplantarse los cimientos es variable según lo siguiente:
para determinar Nc se tiene la relación % con cuyo valor en la gráfica XVII.ll se obtiene:
D =6.0
Por lo tanto Nc= 7.0
B= 3.0
10x7
qc = - -+0.5x3.0=24.8 ton/m2
3
qc = 25 ton/m2
CAPACiDAD DE CARGA DE LOS SUELOS 305
considerando c=O, la capaci dad de carga de los pilotes de punta se determina mediante la
expresión:
Las características de la arena donde se desplantarán los pilotes son las siguientes:
Los pilotes tienen un diámetro representado por B de 1.20 m y la profundidad que pene-
tran dentro del estrato resistente simbolizada por Ds=2.50 m.
La relación Ds!B y el ángulo 0 permiten obtener el valor de N'q al ubicarlos en la gráfica
mostrada en la figura XVII.9, de esta forma:
Q8 = 2.50 = 2 . 1 y r/J= 36 o
B 1.20
por lo tanto:
N'q = 80
306 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADÁN RAMOS BAUTISTA
Considerando el NAF = 3.30 m y las propiedades de la arcilla de alta plasticidad que so-
breyace al estrato resistente se tiene:
En un caso como el que se analiza, en el que se tiene una cimentación profunda con pilo-
tes de punta, alojada dentro de una estratigrafía en la que por arriba del estrato resistente se tiene
un manto compresible, debe preverse el fenómeno de fricción negativa que puede presentarse por
algún proceso de consolidación inducido, que en el caso de vías terrestres puede darse por el
efecto del peso de los terraplenes de acceso.
Cuando el suelo baja en cimentaciones con pilotes de punta, parte del peso de ese suelo
que actúa sobre el estrato resistente se alivia, esta reducción de la presión efectiva disminuye la
resistencia al esfuerzo cortante y la capacidad de carga de dicho estrato.
Tomando en cuenta lo anterior determinamos el valor de la fricción negativa con la si-
guiente expresión:
Fn =nC L ·p 11
n =1
C11= !Oton / m 2
LP =12.50m =longitud del pilote
p= 1r xD = 3.1416xl.20 = 3.77m
Fn =1Ox12.50x3.77 = 471.24ton
Por lo tanto:
TALUD RECOMEJ\DABJ.E
TIPO DE MATE RTAI. OBSERV.I\CIONES
L111 rf'~4
Hasta 5 m De !i a 10m Dt: 10 a 15m Mayor de 15m
Otscopctar· JQ llllrte
rnt>)' compar.tos (tcpct>tc).
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milo.d ere ht ;¡Jtur:a ()ic;n
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Arenas limpias poto o Su ~ngu!o de frlcdón inttrna con banquet3 de 1.00 m Cuhrir 1~ taludc.,
n~da compaclas. en la b;ae. cnn pasro.
por lo tanto:
S=0.0185 x 0.27 x 400 = 2.00 cm
En cuanto a los terraplenes de acceso se anticipa que tendrán una altura máxima de 7.5 m
y se prevén asentamientos del orden de 5 cm.
308 ALBERTO RAMÍREZ PIEDRABUENA, ADAN RAMOS BAUTISTA
En conclusión:
Alternativa I
De acuerdo a las características estratigráficas y topohidrául icas del sitio en estudio, para la ci-
mentación de la estructura en proyecto se recomienda:
Cimentación de tipo superficial mediante zapatas corridas.
Desplantar a profundidades variables en las elevaciones siguientes: +8.00 m del Km
23+650, + 6.00 m del Km 23+680 al Km 23+750, + 7.00 m del Km 23+750 al 23+820.
Capacidad de carga admisible para fines de diseño: 25 ton/m2 .
Las excavaciones podrán efectuarse con taludes Y2: 1, cuando se trabaje sobre el nivel de
aguas freáticas y con taludes 1: 1 cuando se trabaje bajo dicho nivel, previo abatimiento de éste
mediante un sistema de bombeo convencional.
Los asentamientos calculados de la estructura, serán del orden de 2 cm inmediatos en su
mayor parte.
No se tendrán problemas de estabil idad en los terraplenes de acceso, los cuales se anticipa
tendrán una altura máxima de 7.5 m en ambas márgenes. Se prevén asentamientos totales de esos
terraplenes del orden de 5 cm.
Alternativa JI
INTRODUCCIÓN
Los grandes avances de la Geotecnia siempre han sido acompañados por el desarrollo de los
equipos y métodos de exploración, muestreo y ensayos de laboratorio; éstos son complementarios
entre sí, pues las técnicas y calidad de las pruebas de exploración y muestreo influyen decisiva-
mente en los resultados obtenidos por el laboratorio, siendo éste el único medio de obtener las
propiedades de los materiales involucrados (suelos y rocas), prever su comportamiento y repro-
ducir los fenómenos a escala bajo condiciones controladas o similares al lugar de estudio.
Lo anterior define bien la filosofia del laboratorio de Geotecnia, pero las actividades de
campo (directas o indirectas) son de vital importancia para el geotecnista, los trabajos de campo
directos son inevitables y siempre previos a los ensayes y pruebas de laboratorio (campaña de
exploración, muestreo y reconocimiento geológico), así como los trabajos de campo indirectos,
que pueden ser previos o alternados con los trabajos de laboratorio (campaña de pruebas geofisicas
y/o levantamiento geológico) y cuya realización estará en función de la magnitud e importancia
del proyecto en cuestión. Todas las pruebas de campo y laboratorio proporcionarán al geotecnista
información, parámetros y criterios de diseño que, sumados a la experiencia, arrojarán los resul-
tados esperados en el proyecto.
Todo lo anterior será siempre verificado y complementado con las observaciones de cam-
po; esto a su vez sirve de acervo experimental y curricular al proyectista o equipo de trabajo para
posteriores proyectos.
Este trabajo pretende dar las bases para la utilización de un laboratorio de Geotecnia, es
decir, proponer un manual de prácticas cuyos resultados sean útiles para lograr proyectos ingenie-
riles más seguros y económicos. Así mismo, se busca dar al estudiante o investigador interesado
la información necesaria para el uso correcto del equipo, sin limitarlo a las prácticas propuestas,
de manera que se promueva por cuenta propia la investigación en el laboratorio.
Las prácticas de Geología, Mecánica de Rocas y Mecánica de Suelos, darán al Geotecnis-
ta una visión más amplia de los materiales con los que está trabajando, así como de su compor-
tamiento ante el medio que los rodea.
La elaboración de este manual, supervisada por el autor, estuvo a cargo de estudiantes de
la Especialización en Geotecnia de la FES Acatlán, los ingenieros Óscar Alejandro Cordero
Realme, Amanda Garduño Gallo, Fernando H. Juárez Rodríguez, Xavier E. Osorio Muñoz, Luis
E. Pérez-Ortiz Cancino y Jorge Rodríguez Valdez, quienes lo desarrollaron como un proyecto
314 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUJRRE
INTRODUCCIÓN
ANTECEDENTES. El profesor de la asignatura señalará los datos y estudios geológicos que re-
quiere todo tipo de obra civil.
DESARROLLO. En esta práctica se pretende que el alumno adquiera las habilidades necesarias
para recabar los datos básicos requeridos en los estudios geológicos, empleando la brújula (Brun-
ton) para obtener el rumbo y echado o buzamiento de las estructuras, capas o estratos. Esto se puede
realizar dentro del laboratorio, utilizando modelos tridimensionales que representen diversas estructu-
ras geológicas. Esta práctica se complementará y ejecutará con la primera práctica de campo.
OBJETIVO. El alumno identificará las principales propiedades físicas de los minerales, así como
las pruebas que sirven para identificarlas.
316 JOSÉ MARÍA CHAVEZ A GUIRRE
DESARROLLO. Para el desarrollo de las pruebas, en esta práctica se deberá contar con una co-
lección de distintos minerales, los conocimientos adquiridos se aplicarán durante las salidas al
campo.
Reactivos
Análisis
Espectrometría
Químico
Prueba del soplete
IDENTIFICACIÓN
DE Densidad
Pruebas
MINERALES Dureza
Físicas
Y ROCAS Resistencia
La materia está formada aproximadamente por 100 elementos, pero el 99% de esta mate-
ria está constituido por los 30 elementos más ligeros, incluyendo a todas las rocas. Es sabido que
los minerales son los constituyentes de las rocas y no obstante que se conocen alrededor de 2 000
tipos distintos, sólo algunos son los formadores principales de cualquier tipo de roca.
Para la identificación de los minerales se consideran sus propiedades fisicas: forma crista-
lina, dureza, peso específico, crucero, color, raspadura y fractura, entre otras.
Forma Cristalina. Cada mineral presenta una forma cristalina característica, producto de su es-
tructura y arreglo molecular.
Lustre. Es la forma en que un mineral se ve a la luz reflejada. Hay varias clases de lustre : metáli-
co, adamantino, vítreo, resinoso, aperlado y sedoso.
Color. Se usa en ciertas distinciones de carácter general. Por ejemplo, los minerales ferrosos ge-
neralmente son obscuros.
u . ,
ESPECIALIDAD EN GEOTECNIA
LABORATORIO DE GEOLOGÍA
IDENTIFICACIÓN
a
DE
PROFESOR:
PRÁCTICA:
MINERALES
F
FORMA
MUESTRA DUREZA LUSTRE CRUCERO COLOR RASPADURA FRACTURA
CRISTALINA
1
2
3
4
5
6
10
11
12
OBSERVACIONES: ·
LABORATORIO DE GEOLOGÍA 319
OBJETIVO. El objetivo de esta práctica consiste en determinar el tipo de roca ígnea en forma
visual con base en la apreciación de su textura y mineralogía.
ANTECEDENTES. Los tres principales grupos en que se dividen las rocas, son tratados en el
curso de Geología de la Licenciatura en Ingeniería Civil, y en la Especialización en Geotecnia de
la FES Acatlán, por lo que el estudiante debe estar ya famjliarizado con el tema.
DESARROLLO. Los minerales primarios, por ser los mas abundantes, son los que dan nombre a
las diferentes clases de rocas ígneas: minerales no máficos (feldespatos, plagioclasas, feldespa-
toides y cuarzo), y minerales máficos (piroxenos, anfiboles, micas y olivino).
• Granularidad
• Cristalinidad
• Fábrica
Afanítica: El tamaiío de los granos fluctúa entre los 0.5 mm y las 10 micras (J.t).
La fábrica se refiere a la forma o desarrollo de las caras de los cristales del mineral y a las rela-
ciones existentes entre los diversos compuestos de la roca.
a
ALUMNO :
ti '
ESPECIALIDAD EN GEOTECNIA
LABORATORIO DE GEOLOGfA
IDENTIFICACIÓN DE ROCAS
PROFESOR:
PRÁCTI CA:
ÍGNEAS
CARACTERISTICAS DE LA MUESTRA:
ESQU I
LOCALIZACIÓN, BARRENO O POZO:
PROFUNDIDAD: A SIMPLE V ISTA
No. DE MUESTRA:
CARACTERISTICAS DE LA MUESTRA.:
COLOR:
ESTRUCTURA:
TEXTURA:
GRANULARIDAD:
CRISTAL! NI DAD:
FÁBRICA:
COMPOSICION MINERALOGICA :
CLASIFICACION:
LABORATORIO DE GEOLOGÍA 321
Las rocas sedimentarias abarcan el 80% de la corteza continental y el 100% de las cuencas oceá-
nicas (alcanzándose en estas áreas espesores desde unos cuantos metros hasta 30 kilómetros). El
volumen total de la corteza terrestre es en 11% sedimentario.
ANTECEDENTES. Los tres principales grupos en que se dividen las rocas sedimentarias son
tratados en los cursos de Geología de la Licenciatura en Ingeniería Civil y de la Especialización
en Geotecnia, por lo que el estudiante debe estar ya familiarizado con el tema.
La arcilla, el cuarzo y la calcita son los minerales más importantes en estas rocas, las cua-
les, en su mayoría, son una mezcla de dos o más elementos.
La textura se define como la constitución de una roca determinada por el tamaño, la forma, orien-
tación de las partículas y el grado de cristalización de la materia. Es un rasgo microscópico y es
de dos tipos: Clástica y No Clástica.
La estructura de una roca sedimentaria es un rasgo macroscópico cuyo estudio se realiza en los
afloramientos o con muestras de mano.
Con los datos obtenidos se llenará el formato "Identificación de Rocas Sedimentarias":
a
FES ACATLÁN ALUMNO:
u .
-
ESPECIALIDAD EN GEOTECNIA
LABORATORIO DE GEOLOGÍA
CARACTERISTICAS DE LA MUESTRA:
IDENTIFICACIÓN DE ROCAS
PROFESOR:
PRÁCTICA:
SEDIMENTARIAS
ESQU
LOCALIZACIÓN, BARRENO O POZO:
PROFUNDIDAD: A SIMPLE VISTA
No. DE MUESTRA:
CARACTERISTICAS DE LA MUESTRA.:
COLOR:
ESTRUCTURA:
TEXTURA:
TAMAÑO:
FORMA:
ORIENTACIÓN:
CRISTALIZACIÓN:
COMPOSICION MINERALOGICA:
CLASIFICACION:
LABORATORIO DE GEOLOGÍA 323
ANTECEDENTES. Los tres principales grupos en que se dividen las rocas metamórficas, son
tratados en los cursos de Geología de la Licenciatura en Ingeniería Civil y de la Especialización
en Geotecnia, por lo que el estudiante ya debe estar familiarizado con el tema.
DESARROLLO. Una roca metamórfica, al igual que los otros dos tipos de roca, se clasifica con
base a sus rasgos texturales y mineralógicos.
Las texturas que pueden presentar las rocas metamórficas desde el punto de vista intergranular
son tres:
CARACTERISTICAS DE LA MUESTRA.:
COLOR:
ESTRUCTURA:
TEXTURA:
TAMAÑO:
FORMA:
ORIENTACIÓN:
CRISTALIZACIÓN:
CLASIFICACION:
LABORATORIO DE GEOLOGÍA 325
OBJETIVO. El objetivo principal es poner en contacto al estudiante con una de las herramientas
fundamentales del geólogo: el microscopio polarizante, el cual es necesario para la identificación
y clasificación de suelos, rocas y minerales.
)oculares
El ocular: se encuentra suelto en el extremo superior del tubo. La señal grabada, por ejemplo
12.5x, indica el aumento individual del ocular. Esta cifra, multiplicada por el coeficiente de
aumento del objetivo proporciona el aumento total del microscopio.
Denominación de los objetivos: Plan 40 0.65 160 0.17 significa, por ejemplo; objetivo pla-
nocromático con coeficiente de aumento 40, apertura numérica 0.65, calculada para una lon-
gitud mecánica del tubo igual a 160 mm y un espesor del cubreobjetos de 0.17 mm.
Palanca para retirar el lente frontal del condensador de la trayectoria de los rayos, para
iluminar campos mayores del objeto.
Tornillos para centrar el condensador: cada marca de microscopios cuenta con sus propias
reglas para centrar el condensador.
Pie con lámpara incorporada de bajo voltaje 6V, 15W (2.5 A). En su parte inferior dispone
de dos orificios donde encastran los carriles que lo unen a las lámparas de microscopía mon-
tadas separadamente.
La preparación de los minerales para su estudio microscópico está condicionada a la clase de mi-
croscopio a utilizar. Si solamente se desea examinar las características superficiales, como cuan-
do se emplea un microscopio binocular, es necesaria poca preparación. En este caso pueden ser
examinados sin montaje especial cristales pequeños, minerales en granos y aun muestras de algu-
nos centímetros de espesor, ya sean opacas o transparentes, en un orden de amplificación de hasta
100 veces.
En otros estudios, el microscopio que se utiliza es distinto para los minerales opacos que
para los transparentes. Los minerales opacos son cortados en formas con una superficie plana, se
montan de manera conveniente para su manipulación y se pulimentan hasta obtener una superfi-
cie brillante; ésta se examina con el microscopio de reflexión. Los minerales transparentes se
pegan a los vidrios portaobjetos con bálsamo de Canadá u otro material de montaje, transparente
y similar. Los cristales pequeños, los granos o los fragmentos se colocan sobre la porción central
del portaobjeto y se observan sin previa preparación, las arenas y los concentrados minerales son
apropiados para este sistema. Las preparaciones, una vez montadas, se examinan con luz transmi-
tida en el microscopio polarizante.
Una forma común de examen microscópico para minerales transparentes, incluye la utili-
zación de secciones delgadas de unos 0.03 mm de espesor y una superficie de algunos centíme-
tros cuadrados (figura XVIII.3).
Son muchos los minerales que pueden ser estudiados en secciones delgadas con el mi-
croscopio polarizante. La mayor aplicación es en el examen de rocas ígneas, metamórficas y
sedimentarias. Pero esta técnica es apta para una utilización más amplia: con las impregna-
328 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUJRRE
ciones convenientes, pueden prepararse muestras de tierra, arcillas y materiales poco consoli-
dados. Los fragmentos minerales también pueden cementarse en una briqueta y pulimentarse
en lámina delgada.
Los cristales minerales, o los compuestos químicos artificiales, están a menudo orientados
y cortados según ángulos determinados con objeto de acentuar ciertas propiedades ópticas. Cuan-
do se desea relacionar la orientación de los cristales individuales en una sección delgada con la
masa rocosa de la que proviene la sección, se marca cuidadosamente la posición de la muestra
rocosa respecto al afloramiento en que fue tomada.
La técnica para la preparación de secciones delgadas varía con la naturale:¿;a del material. El es-
merilado de secciones delgadas de rocas compactas (ígneas, sedimentarias o metamórficas) es un
proceso rutinario. Las rocas friables o fracturadas deben ser firmemente cementadas con una sus-
tancia penetrante aglomerante antes de montarla sobre un cristal portaobjetos. Un método incluye
un calentamiento preliminar de la muestra mineral sumergida en bálsamo de Canadá, ya sea en
plato abierto o bajo una campana de vacío. Se usa metil metacrilato (lucita) para impregnar
en vacío los minerales friables; aunque también se han impregnado muestras de caolín friable con
una resina sintética. La muestra friable es cementada con una mezcla de: 1) resina, 2) agentes
modificantes, 3) catalizador y 4) acelerador. Con este tratamiento se conservan, por ejemplo, cris-
tales con bordes agudos en secciones delgadas de un granito alterado, en el que la caolinita ha
reemplazado al feldespato.
Se debe tener cuidado al escoger el material y decidir la dirección del corte. Si ya se ha
elegido una muestra adecuada para su estudio al microscopio, ésta puede contener material de
grano fino no visible al ojo del observador, estructuras que se aclaren mediante el examen mi-
croscópico o algunas de las características secundarias relevantes en este tipo de análisis. Por
estas razones, es aconsejable marcar claramente en la muestra la dirección en que la sección debe
ser cortada.
LABORATORIO DE GEOLOGÍA 329
Básicamente hay dos métodos para producir una lamina delgada uniforme de 0.03 mm a partir de
una esquirla de algunos centímetros de grosor. En el primero, la esquirla es pulida en etapas suce-
sivas con carborundum y esmeril sobre una pulidora, de modo similar al empleado para producir
una superficie especular en la esquirla. En el segundo método, se corta la esquirla en una sierra
cuidadosamente ajustada a unos 0.06 mm y luego se termina en una pulidora hasta 0.03 mm.
El primer paso en la fabricación de una sección delgada incluye la preparación de una es-
quirla mineral con una superficie lisa apta para ser colocada sobre un portaobjetos. Esta esquirla
puede ser arrancada de la muestra y alisada por uno de sus lados, o aserrada directamente de ella.
Una esquirla ideal tiene un área de 2 cm2 y 3 mm de espesor (figura XVIII.4).
Para cortar esquirlas se pueden utilizar varios tipos de sierras, generalmente de disco me-
tálico con polvo de diamante industrial o de carborundum en el borde. La figura XVIII.5 muestra
una sierra mineralógica ordinaria. Esta puede ser un disco de cobre laminado, endurecido, que
gira dentro de una artesa llena de carborundum y lodo, el borde del disco rotativo recoge el polvo
abrasivo y produce una fricción contra la muestra. Manteniendo una mezcla adecuada de carbo-
rundum, barro y agua es posible cortar completamente en pocos minutos un canal delgado de
unos dos centímetros en cuarzo.
330 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUIRRE
Cuando una esquirla está lista, se pule por un lado una superficie plana utilizando sucesi-
vamente carborundum 100, FFF y 600, terminando con esmeril 302 Y2 de la American Optical
Company. En el caso de una roca muy blanda, se omite el primer pulido con carborundum 100,
ya que es muy grueso y tiende a destruir los materiales blandos.
La superficie de fondo, plana, pero no pulimentada, se lava y seca, y después se monta
sobre un cristal portaobjetos empleando como cementante bálsamo de Canadá o Lakeside 70. El
bálsamo debe ser cocido a 160°C durante unos dos minutos hasta obtener un botón sólido y te-
naz; la esquirla debe ser calentada también a l20°C antes de su montura. El bálsamo no debe ser
sobrecocido, pues se toma demasiado quebradizo y hasta puede volverse castaño. Cuando el bál-
samo está aún líquido y caliente, se coloca la esquirla calentada sobre un portaobjetos previamen-
te untado con bálsamo de Canadá cocido. Calentando el conjunto, queda la esquirla firmemente
cementada al cristal portaobjetos. La ligadura debe ser una capa continua de bálsamo de Canadá
no interrumpida por burbujas de aire; en el caso de que se observen éstas, la esquirla debe ser
LABORATORIO DE GEOLOGÍA 331
calentada, desmontada y montada de nuevo. El problema de la correcta cocción del bálsamo pue-
de ser resuelto utilizando una plancha caliente con termostato de control o una placa con glicerina
como se ve en la figura XVIII. 7. El lakeside 70, calentado a 140°C, puede usarse como cemen-
tante directamente, sin cocer. Su índice de refracción n=1540, es ligeramente más alto que el del
bálsamo (1537). Las bolsas de aire que pueden formarse entre la esquirla y el cristal portaobjetos
son menos frecuentes que con el bálsamo.
Cilindro de expansión
para la glicerina
Placa cóncava
:/
caliente
El pulido mecánico de las esquirlas montadas se ejecuta sobre discos pulidores de me-
tal o sobre una superficie plana. Estos discos deben tener un diámetro mínimo de 30 cm y con
una velocidad de rotación de 600 r.p.m. El cojinete de apoyo debe estar protegido contra el
polvo abrasivo. Las muelas para el pulido fino deben ser de cobre o latón y deben estar rano-
radas; los tipos de ranura helicoidal resultan muy eficaces. Cuando se utilizan sierras de pre-
cisión de diamante para el corte inicial de las esquirlas, hasta seis u ocho centésimas, pueden
terminarse las esquirlas a mano sobre un cristal plano con polvo abrasivo o, en última instan-
cia, con lija de mano.
La lámina se continúa hasta obtener un espesor de unos 0.03 mm, el cual debe contro-
larse durante esta última etapa por la observación microscópica de los colores de interferencia
que dan algunos minerales conocidos que contenga la sección, cuando se le cubre con una
película de agua.
Cuando la sección ha sido pulida hasta su espesor adecuado, se lava para liberarla del pol-
vo de la pulimentación y se seca. Entonces se unta con bálsamo fresco la superficie de la lá-
mina y se calienta y cubre con un cristal cubreobjetos (de 0.17 mm de espesor o menos). A
continuación se enfría la preparación y se disuelve con xylol el exceso de bálsamo que rodea el
borde del cubreobjetos, siguiendo un lavado con kerosene. La sección delgada queda así protegi-
da y lista para su utilización.
·.
CAPÍTULO XIX
LABORATORIO DE MECÁNICA DE ROCAS
INTRODUCCIÓN
Índice
Resistencia
Deformabilidad
Permeabilidad
Determinar:
Descripción de la muestra •Peso saturado Introducir a un horno
(Litológica y geométrica) Wsat a 11 O ± so durante e
24 horas.
•Peso natural Wm
Introducir en un
desecador 30 min.
Ww =Wm- Ws ..
Determinar:
w = Ww/Ws x 100
Peso seco Ws
Determinar Peso
- --.
Descripción de la muestra
(litológica y geométrica)
L Se introduce en un horno a
110 ± soc durante 24 horas .._____
secoWs
~-------------------------~
~ ~
Se introduce en
agua 1.5 horas
L -- - - ' - - - - - - _ _ j
Determinar Peso
húmedo Wh
L . . __ _ _ _ __ __
j
l Se introduce en
agua 3, 6, 12, 24, -
48, 72 horas •
Cuando la diferencia
de Wh 0.1gr
•
ÍNDICE
l. l. INTRODUCCIÓN
1.2. ESPECIFICACIONES
1.3. MARCO DE CARGA
1.4. ENSAMBLAJE DEL PLATO SUPERIOR
1.5. INSTALACIÓN
1.6. SISTEMA HIDRÁULICO
l. 7. OPERACIÓN DEL SISTEMA HIDRÁULICO
1.8. MEDIDORES ANÁLOGOS
1.9. MANTENIMIENTO
1.1 O. SERVICIO Y REFACCIONES
1.11. MAQUINAS DE CÁMARA HOEK
1.1. INTRODUCCIÓN
Estas máquinas de compresión, operadas manualmente, han sido diseñadas para realizar las prue-
bas más significativas y reales que son necesarias en cualquier laboratorio de geotecnia.
Las máquinas de modelo ADR y de pruebas de bloque de 2 000 kN (204 t), tienen un mi-
croprocesador que se basa en leer unidades de carga como las que se han mencionado. Los mode-
los Compact/ADR 500, 1 000 y 1 500 contienen medidores análogos que pueden ajustarse con
diámetros que van desde los 200 mm a los 300 mm, dependiendo del modelo.
Por lo que respecta a los modelos Elect/ADR 2 000 y la máquina de prueba de bloques
de 2000 k.N, tienen modelos de un solo medidor, el cual es de diámetro máximo de 300 mm, y de
dos medidores, con diámetro máximo de 250 mm.
La máquina ADR 3 000 está equipada con una bomba de aproximación rápida como es-
tándar.
Las máquinas de cámara Hoek son esencialmente de compresión Compact 1 500 o
Elect 2 000 con dos platos (superior fijo e inferior), que poseen espigas para los difusores de car-
ga de la cámara Hoek; también poseen orificios en la protección trasera para facilitar el acomodo
de la tubería de aceite.
1.2. ESPECIFICACIONES
Todos los modelos ASTM y ADR 3 000 tienen como estándar una bomba de aproximación rápi-
da; esta bomba es un aditamento extra opcional que puede adaptarse a otros modelos, para lo cual
336 JOSÉ MARÍA CHÁVEZ AGUIRRE
habrá de referirse al catálogo del proveedor para conciliar el tamaño de los platos con la bomba
más adecuada.
La máquina de prueba de bloques contiene unos pernos para fijar distancias (varillas de alcan-
ce), estas piezas de 25 mm se utilizan cuando se prueban especímenes de 190 mm de altura, y las de
50 mm se utilizan junto a las primeras cuando se ensayan especímenes de 140 mm de altura.
Las especificaciones técnicas más importantes son:
MODELOS COMPACT/ADR 500, 1000 Y 1500 ADR Con medidor Con medidor
de 300 mm de200 mm
Ancho (operado manualmente) ----- 540mm 540mm
Existen tres tipos básicos de marcos de carga para las máquinas de compresión; el marco más
pequeño funciona para la Elect/ADR 2 000 y para la máquina de prueba de bloques de 2 000 kN
(204)t), mientras que el tamaño más grande es utilizado para la ADR 3 000.
1) Marco de acero.
2) Plato superior. t ~
3) Protección. ~. Jo.
1
~ <A 'X
4) Plato inferior.
~ :X
5) Protector de polvo. ~XX
2
lA
7) Soporte de Marco. . • 3
4
lX' .,r
.X
1-®
__..
Figura XIX.l. Marco de carga; Arreglo gener al
(Compact/ADR 500, 1 000, y 1 500).
~M
"'--- - <!>
Para este ensamblaje se tienen dos tipos básicos de platos superiores; uno de ellos se encuentra
lleno de aceite y puede reconocerse fácilmente por su fuelle para retenerlo.
Estos ensamblajes· tienen un p lato de 300 mm de diámetro, con excepción de la má-
quina de prueba de bloques; el aceite es especial y sólo puede obtenerse a través del provee-
dor de la máquina. La utilización de otro tipo de aceite puede llegar a perjudicar el
desempeño de la misma.
Los ensamblajes que no contienen aceite tienen platos de diámetros de 165 a 222 mm, de
acuerdo con el modelo adquirido.
338 JOSÉ MARÍA CHAVEZ AGUIRRE
1.5. INSTALACIÓN
1.5.1. Movimientos
Precaución: deberá tenerse cuidado cuando se levante la máquina, ya que el proveedor no se hará
responsable del maltrato a que se someta.
La máquina se encuentra montada sobre una tarima, en la que deberá permanecer hasta
que se encuentre tan cerca como sea posible de su posición final. Para removerla, será necesario
quitar los cuatro tornillos de seguridad.
La máquina puede levantarse con un montacargas o con una grúa y tirantes; el montacar-
gas puede colocarse bajo el plato superior, una vez que se han desmontado las protecciones tanto
trasera como delantera. Para evitar algún posible daño en el plato superior, que está fijo, deberá
colocarse un pedazo de madera entre éste y el montacargas.
En los modelos ADR 3 000 se proporcionan dos argollas que se colocan en el cabezal su-
perior. Los agujeros para el montaje de las argollas se pueden observar cuando se quita el empa-
que de la máquina.
Importante: el viaje máximo del plato es de 50 mm, sin embargo, en los modelos Compact/ADR
500, 1 000 y 1 500 no existe switch de límite de viaje, por lo que la indicación del viaje máximo
en estas máquinas se puede observar en el cilindro hidráulico, ya que al llegar a este límite existe
una marca en la que se indica STOP.
El pistón hidráulico está provisto con un tornillo de purga, el cual puede observarse des-
pués de remover el plato inferior; este tomillo sirve para expulsar cualquier cantidad de aire que
quede atrapado cuando el sistema hidráulico se llena por primera vez. Para abrir y cerrar este tor-
nillo de purga, es necesario utilizar una llave hexagonal AF de 5 mm, la cual se encuentra en el
equipo.
Consultar la parte concerniente a la sección del sistema de potencia para el procedimiento
de purga del sistema hidráulico.
Nota: el tomillo de purga retiene un balín de 8 mm de diámetro, por lo que el tornillo no
debe removerse completamente, ya que esto causaría su pérdida.
Ya que el viaje máximo entre platos es de 50 mm, la separación vertical entre ellos debe ajustarse
utilizando estas varillas, todo esto de acuerdo al tipo de espécimen que se vaya a ensayar. Las
varillas de alcance se localizan entre el plato inferior y la espita del pistón hidráulico; será nece-
sario que toda superficie de unión entre el plato, las varillas de alcance y el pistón hidráulico no
tengan partículas extrañas (partículas de suelo, por ejemplo) antes de ensamblar sus partes.
Nota: las varillas de alcance nunca deberán ser utilizadas sobre el plato.
Para obtener la información necesaria sobre las varillas de alcance disponibles, se deberá
recurrir al catálogo del proveedor.
LABORATORiO DE MECÁNICA DE ROCAS 339
Este sistema proporciona el suministro hidráulico al marco de carga, para levantar el pistón bajo
el plato. De acuerdo al modelo se ajusta con la bomba de aproximación rápida.
1.6.1. Instalación
Eléctrica: el sistema viene provisto con los siguientes cables codificados como:
Café - L - Energía
Azul-N-Neutral
Amarillo 1 Verde- Tierra
El llenado con el aceite antes mencionado se realiza desenroscando la tapa concerniente y pro-
porcionando el aceite especificado en la sección 2.
Inicio: gire la válvula (2) en el sentido contrario a las manecillas del reloj para abrir el re-
torno hidráulico; empuje la válvula de control (1) al máximo; encienda la unidad y permita que el
aceite fluya a través del sistema durante 2 ó 3 minutos y entonces gire la válvula (2) en el sentido
de las manecillas del reloj y cierre el retomo hidráulico; con esto la placa inferior se elevará. Des-
pués de 15 segundos abra la válvula (2).
Nota: cuando la bomba de aproximación rápida esté instalada, gire la válvula (2) comple-
tamente en el sentido de las manecillas del reloj y presione el botón (8) durante algunos segundos
para iniciar la línea suministrada.
La falla al levantarse el plato indicará que existe aire en el sistema hidráulico.
Remueva la placa inferior y cualquier varilla de alcance; gire la válvula (2) en el sentido de las
manecillas del reloj hasta cerrarla, gire la válvula de control (1) al mínimo y encienda la bomba.
Utilizando la llave de hexágono suministrada, desenrosque el tomillo de purga en la parte
superior del pistón del marco de carga.
Nota: no remueva completamente el tornillo de purga, ya que esto ocasionaría la pérdida
del balín de acero.
Con la operación anterior fluirán a través del tomillo aceite y aire; cuando el aceite que
fluya esté libre de burbujas de aire, se atornillará el tornillo de purga y el pistón deberá subir.
La falta de aceite al purgar el sistema, indicará que existe aire atrapado en la bomba, evitando el
flujo normal del aceite; el procedimiento que a continuación se marca ayudará a evitar esto.
Empuje la válvula de control al máximo ( 1); encienda el motor y cierre la válvula de re-
tomo hidráulico (2), espere 15 segundos y cierre la válvula repentinamente. Repita esta operación
durante 3 minutos.
Si la bomba todavía falla, empuje la válvula de control (1) al máximo, encienda y apague
el motor repetidamente.
340 JOSÉ MARÍA CHAVEZAGUIRRE
Encienda la bomba (3) y gire la válvula de liberación de presión (2) completamente, en el sentido
de las manecillas del reloj y empuje la válvula de control (1) al máximo, con la perilla girada en
el sentido de las manecillas del reloj.
Nota: si la bomba de aproximación rápida está instalada, presione el botón (8), hasta que
se encienda. No mueva la válvula (1) de control al máximo.
La palanca inferior se elevará, lo cual se realizará rápidamente cuando se utilice la bomba
de aproximación rápida.
Cuando el espécimen de prueba entre en contacto con el plato superior, ponga la válvula
de control en el mínimo y gire la perilla en el sentido de las manecillas del reloj para mantener el
pase adecuado para que la prueba se realice.
La bomba presenta un sistema de dos etapas de rendimiento de autocambio, una que permite a un
fluido de alta presión lograr una aproximación rápida del plato, y otra que permite lograr que el
espécimen falle sin un esfuerzo manual excesivo.
l. 7. l. Instalación
Llenado: desenrosque el tapón de llenado (1) y llene el tanque de reserva hasta 10 mm antes del
llenado total, con el aceite especificado en la sección 2.
Gire la válvula (6) en el sentido de las manecillas del reloj hasta que esté bien cerrada y use la
placa para bombear aceite al cilindro hidráulico. El indicador (5) deberá estar dentro cuando el plato
se eleve, y afuera cuando se cargue el espécimen de prueba. Cuando la carga incida en el espéci-
men, aplique unas cargas rápidas para asegurar que la válvula de presión autocarnbiable opera
correctamente con la aguja indicadora (5) completamente extendida.
LABORATORIO DE MECANICA DE ROCAS 341
Continúe bombeando hasta que la falla del espécimen ocurra y gire la válvula (6) 2 vuel-
tas en el sentido contrario a las manecillas del reloj, para que el plato baje.
Si falla cuando se eleva el plato, esto indicará que hay aire dentro del sistema hidráulico.
Remueva el plato inferior y las varillas de alcance; utilizando la llave hexagonal desatornille el
tomillo de purga que está en la parte superior del pistón del marco de carga, 4 vueltas.
Nota: no remueva completamente el tomi llo de purga, ya que ésto ocasionaría la pérdida
del balín de acero.
Aceite y aire escaparán a través del tomillo; cuando el aceite que escape no contenga bur-
bujas de aire, entonces se cerrará frrmemente el tornillo de purga.
Si la máquina está acondicionada con un medidor análogo, el tubo capilar deberá ser tam-
bién purgado, por lo tanto, habrá que referirse a la sección de este medidor para ver los detalles
que indican lo necesario para purgar este sistema y su metodología.
Los medidores análogos que se utilizan en las máquinas de compresión de concreto son del tipo
de tubo de Burdon.
Un indicador de carga máxima está dispuesto en el frente del medidor, el cual es operado
por la aguja del indicador de carga y puede ajustarse a cero antes de cada prueba. Cada medidor
está provisto con una tuerca de verificación (1), que se ubica en la boquilla de presión de entrada
del medidor, que reduce el retomo de aceite del mismo después de una falla rápida del espéci-
men, con lo que se evita un posible daño.
Durante la puesta en marcha inicial de la máquina, el sistema hidráulico puede necesitar de purga,
y en adición a lo dicho en el sistema de potencia, es necesario purgar los medidores, ya que el
aire capturado en el tubo capilar del medidor puede ocasionar saltos en la aguja o una respuesta
lenta en ella.
El punto para purgar el medidor capilar está situado en su parte posterior. Para purgar
el sistema del medidor, primero se ajusta el sistema hidráulico operando con la válvula de control
puesta para máximo movimiento del plato; afloje la unión (2) para permitir que fluya el aire
del tubo capi lar.
Nota: tenga cuidado de no perturbar el tubo capilar o la carcasa del medidor.
Cuando el aceite que fluya no contenga burbujas de aire, apriete la unión.
Es posible ajustar a cero el medidor, este ajuste mueve el mecanismo de la aguja sin afectar el
tubo Burdon, sin embargo, es recomendable que cualquier ajuste se evite sin el acceso a la verifi-
cación del medidor de carga.
342 JOSÉ MARÍA CHAVEZAGUIRRE
El ajuste se realiza por medio de un tomillo (3) , al que se puede tener acceso ya sea por
enfrente o por la parte posterior del medidor. Para ajustarlo será necesario quitar la placa que lo
cubre; ajustarlo cuidadosamente para alinear la aguja indicadora (6) con la marca cero en el dial
del medidor.
La fricción entre la aguja indicadora de carga máxima y su soporte puede ajustarse por
medio de un magneto regulable, ya sea atornillándolo o desatornillándolo.
Siempre será recomendable operar esta aguja con fricción mínima, para prevenir que se
llegue al movimiento total de la aguja después de lograr la carga máxima.
1.9. MANTENIMIENTO
l. 9 .l. Diario
Siempre verifique que los platos estén limpios antes de comenzar las pruebas, por lo tanto, será
necesario remover el plato inferior y las varillas de alcance y limpiarlas completamente.
Limpie todas las partículas extrañas del área cercana al pistón hidráulico; en el caso de las
máquinas de 2 000 y 3 000 kN (204 y 304 t), levante el pistón para facilitar la remoción de
esas partículas de entre los pliegues del fuelle.
Verifique que no existan fugas en el sistema hidráulico.
Cuando termine la jornada de pruebas, deje abierta la válvula que proporciona el aceite a
presión, para permitir que el plato inferior llegue a su posición más baja.
1.9.2. Ocasionalmente
1.9.3. Verificación
Es recomendable hacer la solicitud para la verificación de los sistemas de medición de carga por
lo menos una vez al año o con mayor frecuencia, dependiendo de la carga a que se ha sometido la
máquina.
La verificación debe realizarse después de que se ha hecho cualquier ajuste a la máquina
de compresión, la cual puede afectar el sistema de medición. Dicha verificación debe realizarse
por ingenieros calificados y utilizando el equipo apropiado.
Nota: siempre que se calibre la máquina de 3 000 kN (304 t), utilice un difusor de carga
de 150 mm de diámetro aproximadamente.
LABORATORIO DE MECÁNICA DE ROCAS 343
Es recomendable que, ya sea el departamento de servicio del fabricante o del distribuidor, se con-
tacten para detallar las partes de repuesto disponibles o los requerimientos de servicio.
Seleccione la distancia requerida entre platos, utilizando las varillas de alcance que se
suministran.
Prepare la cámara Hoek con el espécimen, como se describe en la parte concerniente a ésta.
Encienda la bomba de la máquina, fije la válvula de control en cero y la válvula del flujo
de retorno en cerrado.
Coloque la cámara Hoek en el distribuidor de carga inferior (3), posicionando y centrando
en la espiga (4).
Utilizando la válvula de control, eleve la cámara hasta que el difusor de carga superior se
ajuste en la espiga de la platina superior.
Cuando la cámara se encuentre bien fija, coloque la válvula de control en flujo cero.
Verifique que el indicador de carga máxima se encuentre en cero.
Coloque y encienda el medidor de rango de carga (verifique el manual del operador).
Verifique la presión de confmamiento de la cámara.
Incremente la carga axial sobre el espécimen girando la válvula de control.
Nota: para prevenir daños a los componentes de la máquina, no exceda la carga máxima
que se encuentra en la siguiente tabla.
Después de la falla del espécimen, fije la válvula de control en flujo cero y abra la válvula
de retomo del flujo.
Tenga cuidado para evitar el colapso del arreglo de prueba.
Cierre la válvula de retomo y escriba el informe de la prueba.
344 JOSÉ MARÍA CHAVEZ AGUIRRE
ÍNDICE
2.1. PREPARACIÓN DEL PANEL
2.2. INSTALACIÓN
2.3. PRUEBA DE PRESIÓN
2.4. MANTENIMIENTO
El panel consiste en un par de medidores de presión calibrados, montados en una caja metálica
que puede ser colocada en la pared o en un banco de trabajo.
El panel pude ajustarse por medio de un tomillo de control, una bomba manual rotatoria y
una válvula de aislamiento (la cual tiene conectada un manómetro de baja presión y un indicador
de nulidad), que permiten el control y la medición de la presión de agua poro.
La unidad también está provista de un tanque de agua y un copie; también se proveen cua-
tro válvulas de entrada/salida junto con 9.0 m de tubería.
2.2. INSTALACIÓN
Nota: habrá que contar con suficiente tubería libre, para asegurar que el panel puede abrirse a su
máxima extensión.
Marque la posición requerida en la pared y perfore seis agujeros para colocar los tomillos de se-
guridad que se proporcionan.
Coloque el panel en la pared; libere los dos tomillos de la derecha para permitir que la uni-
dad pueda abrirse a través de su bisagra, para tener acceso a las conexiones de tuberías ocultas.
Nota: si se utiliza el manómetro EL27-221 con este tipo de montaje, debe montarse por
separado, proporcionando espacio suficiente para que el panel se abra.
Marque la posición requerida en el banco de trabajo y perfore dos agujeros para atornillar el panel.
Asegúrese el panel al banco; el sistema de la bisagra no es utilizado cuando se coloca en
esta posición. El panel deberá montarse en una posición que permita la visibilidad a la parte pos-
terior del mismo.
Antes de atornillar el panel, prepare y realice una prueba de presión.
Nota: cuando se va a utilizar el sistema por primera vez, es conveniente adicionar una
cantidad pequeña de detergente líquido al agua, esto ayudará a dispersar las burbujas de aire ad-
LABORATORIO DE MECÁNICA DE ROCAS 345
heridas a la tubería. Este líquido deberá limpiarse y expulsarse, por agua limpia y sin aire, antes
de utilizar el sistema.
Con las válvulas abiertas, gire completamente el tornillo de control con respecto a las ma-
necillas del reloj, y posteriormente cierre todas las válvulas.
Conecte la línea de suministro de agua sin aire al depósito; cuando esté lleno, cierre la lí-
nea de agua desde su fuente. El agua deberá suministrarse con presión proporcionada por una
bomba.
Abra la válvula 6 y prepare la bomba desenroscando la válvula en sentido contrario a las
manecillas del reloj, cuando la bomba esté totalmente cargada, ciérrela.
Abra las válvulas 1 y 4, y limpie las líneas utilizando la bomba, cuando las líneas estén
listas, cierre las válvulas.
Abra la válvula 5, aflojando el tomillo bajo los medidores y deje correr el agua hasta que
esté libre de burbujas de aire, cierre la válvula de purga de los medidores.
Abra las válvulas 2, 3 y 7, y limpie las lineas utilizando la bomba. Cuando las líneas estén
listas cierre estas válvulas.
Cierre todas las válvulas y cerciórese de que no hay aire atrapado en las líneas. Continúe
limpiando las líneas hasta que todo el aire se remueva del sistema.
Nota: Para volver a preparar la bomba, cierre todas las válvulas; después abra la válvula 6
y atornille la bomba en sentido contrari.o a las manecillas del reloj, de esta manera se extrae agua
del depósito. Cierre la válvula 6 y continúe la operación.
Conecte la línea de presión a la válvula 3 o a la válvula 2. Abra las válvulas 6 y 7, y permita que
el agua fluya a través de esta línea hasta que se encuentre libre de burbujas de aire.
Cierre la válvula 6; abra la 5, y con la línea 7 y la línea de presión abierta, incremente
gradualmente la presión del panel hasta que la máxima presión disponible esté marcada en el me-
didor o hasta que se alcance la máxima presión que pueda medirse en él.
Debido a que la aplicación de presión libera burbujas de aire atrapadas, libere esta presión
lentamente por medio de la válvula 6 y repita el procedimiento de preparación para la línea.
Observe que no haya fugas evidentes bajo presión en las conexiones ni en las válvulas;
cualquier fuga deberá rectificarse apretando cuidadosamente las conexiones.
Vuelva a aplicar presión al panel hasta el máximo permitido por el medidor.
Nota: Habrá un cierto incremento de expansión y contracción del nuevo panel cuando el
primero esté activo. Mantenga la presión hasta el tope todo el tiempo necesario.
Mantenga la presión máxima por un período de 24 horas; cualquier fuga se manifestará
por una pérdida de presión en el medidor. Las fugas deberán rectificarse y la prueba de presión
deberá continuar.
Una vez que la prueba se complete, libere la presión del panel reduciendo lentamente la
de suministro hasta cero y abriendo la válvula 6. No reduzca la presión rápidamente ya que puede
ocasionarle daños al medidor.
Cierre todas las válvulas y asegure el panel a la pared; a partir de este momento estará listo para
utilizarse.
346 JOSÉ MARÍA CHAVEZAGUJRRE
2.4. MANTENIMIENTO
Después de los ajustes iniciales y la prueba de presión, el panel necesitará poca o ninguna aten-
ción durante un largo período, además de la limpieza general.
Si es necesario reemplazar los empaques de las válvulas habrá que drenar el sistema com-
pletamente, y cambiar las partes necesarias, para volver a preparar y realizar la prueba de presión
que se describe en la sección 3.
Para remplazar el medidor de presión, se drena el sistema y se remueven los dos tornillos
de seguridad de la parte trasera del panel; con cuidado se jalará el medidor y se desatornillará el
bloque deareador.
Coloque un nuevo medidor al bloque deareador, asegurando el nuevo sello para agua, el
cual se fija al niple del medidor. Fije el medidor al panel y prepare y realice la prueba de presión
como se indica en la sección 3.
Para remplazar el anillo de empaque de la bomba del sistema, se desatornilla la tapa del
cilindro de la bomba y cuidadosamente se extrae el pistón del cilindro; se coloca entonces un
nuevo empaque y se ensambla de nuevo la bomba. Posteriormente se prepara el panel y se realiza
la prueba de presión indicada en la sección 3.
Cuando se reemplace la unidad de la bomba, se drena el sistema, se remueven las tuberías
de la parte posterior del cilindro y se desatornillan los dos tornillos de seguridad del marco del
panel; retire entonces cuidadosamente la bomba y su soporte guía de la caja del panel, coloque la
nueva bomba y ensamble de nuevo el panel. Una vez hecho esto se realizan las pruebas de pre-
sión.
3. PREPARACIÓN DE MUESTRAS
Para lograr buenos resultados en los ensayes de roca en laboratorio, es de gran importancia la
adecuada preparación de las muestras. El procedimiento se muestra en la figura XIX.2, y es el
siguiente:
1.TALADRAR
3. CORTE 4.ALISAR
2. RECOBRAR
CORAZÓN
Figura XIX.2. procedimiento para la operación de una muestra de roca para realizar pruebas de compresión
triaxial.
1) Perforar.
2) Extraer núcleo.
3) Cortar los bordes sobrantes.
4) Pulimentar los extremos.
Máquina diseñada para extraer núcleos (corazones) a partir de muestras de roca. Estos corazones
pueden extraerse de muestras regulares o irregulares de roca o de algún otro material duro, como
concreto, para su preparación final, antes de ser ensayados.
La máquina lleva una mordaza para sujetar firmemente el material durante el ciclo de cor-
te. Se debe de utilizar agua como fluido enfriador. Según el tipo de broca se puede obtener:
Tamaño del núcleo Diámetro del núcleo Profundidad efectiva del núcleo
EX 21.46 mm 100mm
AX 30.10 mm 100mm
1.5 in 1.5 in 100mm
BX 42.04 mm 110 mm
NX 54.74 mm 140 mm
Con esta prueba se pretende medir la resistencia de una muestra cilíndrica de roca (núcleo) sujeta
a compresión triaxial. Usualmente se requiere realizar varias pruebas con incrementos de la pre-
sión confinante para así obtener la información necesaria para calcular el valor de la fricción in-
tema, la cohesión aparente e y el módulo de y oung.
La prueba se realiza con el equipo adecuado, por ejemplo con una máquina de compresión
para cilindros de concreto, o prensa universal, para así aplicar y medir la carga axial aplicada a la
muestra, y un instrumento que permita mantener constante la presión lateral deseada. Se requiere
también de una cámara triaxial en la cual se introduce la muestra en una membrana flexible im-
permeable y se coloca entre dos platinas. Además, un dispositivo para medir la deformación y el
esfuerzo (ver figura XIX.5 y aspectos teóricos en el Capítulo XI).
350 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUIRRE
ASIENTO ESFÉRICO
DE ACERO
El cuerpo tiene dos conexiones autosellables, una para conectarse al sistema de presión
hidráulica, y la otra para desarear la cámara y para conectar los instrumentos de medición de pre-
sión si se requiere. Lleva también pistones de acero esféricos con el mismo diámetro de la mues-
tra que se colocan en los extremos para minimizar la flexión, esto es, los extremos de la muestra
deben estar planos, pero no necesariamente paralelos; la carga axial es transferida a los extremos de
la muestra a través de estos pistones.
Una ventaja del diseño de la cámara es que si al completar una prueba no se rompe la ca-
misa de hule en que se encuentra la muestra, no es necesario drenar el fluido confinante antes de
insertar la siguiente muestra en la cámara.
Para lograr resultados más confiables, se recomienda utilizar núcleos con una relación al-
tura diámetro (h/d) 2,5 a 3 (standard ASTM e ISRM) y que la superficie de los extremos esté pla-
na con tolerancias de 0.0025 a 0.012 mm dependiendo del diámetro de la muestra.
352 JOSÉ MARÍA CHAVEZ AGUIRRE
Las pruebas para obtener la resistencia a la tensión, son ensayes 100% de laboratorio. Estas prue-
bas son una extensión de las real izadas en especírnenes o ci lindros de concreto.
El conocimiento de este parámetro, tiene su aplicación en el diseño de cimentaciones y
principal mente en el de claros y techos para túneles o secciones que están sometidos a :flexoten-
sión. Las pruebas para obtener la tensión en rocas son principalmente 4: 1) tensión directa (ot); 2)
carga puntual; 3) tensión indirecta ( cri); 4) flexión (crf) (figura XIX.l 0).
Las pruebas real izadas en cilindros de concreto sirvieron de base a las que se hacen en ro-
cas y en ambas se aplica la teoría de la elasticidad, donde el módulo de elasticidad a la tensión es
mucho menor que el de compresión (casi 1:10). La resistencia a la tensión puede obtenerse de
varias maneras y generalmente se obtiene de rocas poco alteradas a inalteradas.
45.00
40.00
1 ~
,..... ~
35.00 ,. ¡.o"""
~
30.00
25.00
20.00
2
)~
, ~
,-
~~
3 .....,. ~ .,.
~
II5 15.00
·u
/""' ~
,1
e 10.00
OJ
(;)
.(i5 5.00
OJ
o:: 0 .00
o 100 200 300 400 500
2
600
Figura XIX.lO. Comparación entre Flexión Resistencia a la compresión, en kg/cm
los diferentes tipos de pruebas (CFE, 2 Brasilena
Manual de Obras Civiles, 1980). 3 Axial
La prueba brasileña muestra una distribución más uniforme y homogénea de los esfuerzos
aplicados al cilindro, lo que no se observa en el desarrollo de las pruebas de tensión directa, don-
de la probeta presenta fisuram ientos desde el inicio; esto provoca incertidumbre y mayor disper-
sión entre los valores obtenidos. Es conveniente realizar ambas pruebas, pues cada una
proporciona información diferente pero valiosa en el estudio de los macizos rocosos y más si
consideramos a éstos como un medio discontinuo.
O'¡ = En la prueba de Tensión Indirecta sólo intervienen las discontinuidades a nivel de cristal,
que caracterizan la homogeneidad, cohesión ó matriz de la roca.
354 JOSÉ MARÍA CHAVEZ AGUIRRE
CJ't =En la prueba de Tensión Directa intervienen las discontinuidades mayores o fracturas que
perturban los esfuerzos de tensión al presentarse esfuerzos de torsión; esta prueba, al con-
trario de la Brasileña, indica el grado de fisuramiento del cilindro y por lo tanto del macizo
en estudio (González Cuevas, 1995).
6.1 Prueba de Tensión Directa: en esta prueba se debe de rebajar la parte central del núcleo
extraído, para que la muestra, al fallar, lo haga por el centro, que es la parte deseada. La transmi-
sión de la fuerza se hace por medio de unas tapas metálicas que se unen o pegan con pegamento,
resinas o productos epóxicos (figura XIX.ll ).
Este método da el más bajo valor del esfuerzo a la tensión, el cual se calcula por medio de
la fórmula siguiente:
T
0"1 = -;Donde : A = re* r 2
A
6.2 Prueba de Tensión Indirecta o Brasileña: esta prueba se desarrolló en el año de 1948, casi
simultáneamente en Brasil por Lobo Cameiro y en Japón por Ak.azagua, pero es mundialmente
conocida como la "Prueba Brasileña", en la que se aplican los criterios de la Teoría de la Elasti-
cidad para materiales ideales, en los que las deformaciones son proporcionales a las fuerzas apli-
cadas, en compresión o tensión (fig. XIX. l2).
rr
O"e
O"p '\
Fractura
1
~ • 1
Ela:s-t1co '+- -+ Plástíco
El espécimen de ensaye se prepara con una relación h/d = 0,5 para ser sometido a una
compresión a lo largo como se muestra en la figura XIX.l3 a y b. La carga que se aplica sobre el
núcleo de roca es de manera indirecta, por medio de matriales suaves como el triplay o el corcho
y, considerando a la roca como un material elástico, se generan esfuerzos de tensión
uniformemente distribuidos a todo lo largo del plano diametral como se muestra en la misma
figura ; la resistencia se obtiene por medio de la fórmula:
2
a1 = p = 0.6366~
JrDl Dl
6.3 Prueba de Flexión: un núcleo de roca es sometido a una prueba de compresión, cargado en 4
puntos como se muestra en la figura XIX.l4. Cuando los esfuerzos son mayores que la
resistencia a la tensión de la roca, la muestra falla en su parte central.
Carga
Aplicada P
-
.: ~
.. .. . . . ..
.. . .. . ... .
16*(Pmax.)*/
a---_..:. ___..:.._
1 - 3trD 3
6.4 Prueba de Carga Puntual: las cargas de compresión son aplicadas hasta la falla por medio
de unas puntas de acero (cuya resistencia debe ser mucho mayor que la de cualquier roca) en
ambas caras de la muestra cilíndrica, colocada previamente de manera horizontal (ver figura
XIX.l5). La falla se va desarrollando con la aparición de fracturas de tensión, paralelamente al
eje de cargado.
La longitud de la probeta debe ser como mínimo 1.4 veces el diámetro. El factor de
esfuerzo del índice en el punto cargado está dado por la siguiente fórmula, para un núcleo de
50 mm.
p
11=-
2
D
LABORATORIO DE MECÁNICA DE ROCAS 357
Debido a que el esfuerzo encontrado en el punto cargado varía con el diámetro del núcleo,
es necesario obtener un factor de corrección en el punto cargado de una probeta de 50 mm. Este
factor se puede utilizar para estimar los esfuerzos de compresión uniaxial en rocas duras con la
fórmula siguiente:
Nucleo de
Roca
T
o
Figura XIX.lS. Aplicación de Carga Puntual. 1
CARGA
NOIWAL
CAltOA T ANOENCIAL l
Figura XIX.16. Determinación en laboratorio de la prueba de corte directo (Cañete, E. L., 1995).
Algunas probetas se han ensayado con su contenido natural de agua y otras se han satura-
do previamente.
INTRODUCCIÓN
OBJETIVO. Introducir al estudiante al procedimiento básico para determinar los parámetros del
suelo como el ángulo de fricción interna <1> , la cohesión del suelo e y su resistencia al esfuerzo
cortante (-r = e+ tan <j>), además del módulo de elasticidad.
ANTECEDENTES. Los profesores de la asignatura y del laboratorio deberán de explicar los mé-
todos y pruebas que se uti lizan para la obtención de las propiedades mecánicas de los suelos, así
como las teorías de Mohr- Coulomb que sirven para determinar sus propiedades mecánicas, tanto
de suelos cohesivos como en friccionantes.
Los asentamientos de una cimentación en suelo, el cambio de presiones debidas a peque-
ños movimientos en muros de contención u otros elementos de cimentación, y la fluencia en suelos
ocasionada por la aplicación local de una carga, se determinan por la relación esfuerzo-
deformación. La investigación experimental utilizada para determinar esta relación, normalmente
se lleva a cabo en una prueba de compresión triaxial.
Durante la prueba, las muestras de suelo inalterado son gradualmente cargadas hasta lle-
gar a la falla que corresponde al máximo esfuerzo cortante. La prueba se realiza colocando una
muestra cilíndrica del suelo, rodeada de una membrana de hule, en una cámara triaxial (figura
XX.l) y sometiéndola a la presión de un fluido isotrópico.
360 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUJRRE
Se aplica carga axial por medio de un pistón de carga de manera que la muestra se defor-
me a un ritmo constante de incrementos.
La prueba triaxial puede realizarse en diferentes maneras (figura XX.2):
TIPOS DE PRUEBAS
MEDCION DE ESFUERZOS MEOICION DE ESFUERZOS EFECTIVOS
TOTALES
CONSOLIDADA DRENADA
RAPIDA NO DRCNADA Y
NOCONIOLIDADA NO DRCNAOA
r
CARGA AXIlL APLICADA
81· «1)
1: = e + cr tan <P
donde:
Desarrollo de la prueba: Diseñado específicamente para aplicar cargas con una deformación
constante, para un rango completo de especímenes triaxiales y diferentes tipos de pruebas. Puede
tener otras aplicaciones que estén dentro del rango de velocidad de la prueba, siempre y cuando la
carga máxima no exceda el límite del marco (dependiendo del modelo).
Descripción general del equipo: El marco de carga que opera manualmente tiene dos velocidades
de operación. La velocidad permite al operador elevar o bajar la plataforma rápidamente, por
ejemplo, al terminar la prueba. La velocidad lenta tiene un rango de aproximadamente 0.01 3 mm
de movimiento de la plataforma por revolución de la manivela, lo cual está diseñado para el aco-
modo de las muestras.
La parte superior es ajustable e incorpora un elemento esférico para los anillos de carga.
Aplicación: Para la realización de pruebas triaxiales con muestras de hasta 100 mm de diámetro.
Descripción general: Consiste en una cámara de policarbonato transparente que tiene un pistón
en la tapa y una base con doble fondo. Tres tomillos simples se utilizan para fijar la parte superior
de la cámara a la base, lo que permite un fácil ensamblaje y desensamblaje.
362 JOSÉ MARÍA CHAVEZAGUIRRE
./
.Ó- -•, '·· '"
"'
Sujetadores
de goma
de goma
Cilindro de
tu cita
La base de la cámara tiene 4 puntos internos para drenar en la tapa y en el fondo. Dos de
estos tienen válvulas especiales sin cambio de volumen.
A la cámara triaxial se le puede adaptar un transductor sumergible.
TRANSDUCTOR SUMERGffiLE
Aplicación: Colocado dentro de la cámara triaxial da una señal eléctrica proporcional a la carga
axial, asegurando una medición precisa del esfuerzo.
Descripción general: Estos transductores han sido diseñados para operar sumergidos dentro de
ambientes presurizados sin responder a la presión de confinamiento de la cámara.
El transductor da una señal eléctrica proporcional al componente axial de la carga aplica-
da, ésta se mide directamente en la muestra eliminando el efecto de fricción del pistón de carga.
El transductor se compone de un sistema sensible a la carga que funciona por medio de un
extensómetro eléctrico strain gauge.
Adaptador de base: Adapta la cámara triaxial para usarla con un tamaño particular de muestra. Se
fabrica con aluminio anodizado.
Tapa porosa: Utilizada para distribuir la carga sobre toda el área de la muestra cuando se requie-
re drenar. Fabricada con una aleación ligera. Incluye un tubo de nylon y una conexión hacia la
línea de drenaje en la base.
Disco poroso: Filtro para asegurar un adecuado paso del agua hacia dentro y fuera de la muestra.
Se requieren dos discos.
Anillos de sellado: Utilizados para sellar la membrana en la base y la tapa a ambos extremos de la
muestra. En paquetes de diez piezas.
Estira-membrana: Se utiliza para abrir la membrana y así permitir el fácil acomodo de la muestra
sin alterarla.
Papel filtro: Utilizado para drenar los lados de la muestra cuando ésta tiene baja permeahilidad.
Son muy útiles para s::tturar arcillas antes de consolidar y cargar.
Formador para arenas: Instrumento diseñado para preparar muestras de suelos no cohesivos que
de otra manera no podrían montarse en una cámara triaxial. Fabricado de una aleación no ferrosa.
364 JOSÉ MARÍA CHÁVEZAGUJRRE
Calzador de membrana: Para colocar el anillo de sellado de membrana con la mínima afectación
a la muestra.
Bureta de drenado de 1O mi: Prepara las muestras no cohesivas al aplicarles una presión negativa
en la base de la muestra y al medir el agua que entra y sale de la misma cuando se realiza la prue-
ba con la muestra abierta a la atmósfera. Viene con conexiones para la cámara triaxial.
Válvula sin cambio de volumen: Idéntica a las dos válvulas que vienen con la cámara triaxial y
utilizada para medir la presión de poro y para cuando se instala la bureta de drenado
IUUTA
VÁLVULA
PRÁCTICA 2. Consolidación
OBJETIVO. El estudiante comprenderá e identificará los procesos mecánicos que generan el fe-
nómeno de consolidación en suelos saturados, en función del tiempo y del historial de las cargas
por soportar.
ANTECEDENTES. Los profesores de la asignatura y del laboratorio deberán de explicar los fe-
nómenos hidráulicos y mecánicos que provocan la consolidación primaria y secundaria.
Las pruebas de consolidación se utilizan para determinar la velocidad y magnitud de la
consolidación de un suelo cuando está confinado lateralmente y cargado axialmente. Estos datos
se requieren para cualquier cimentación, camino o en ingeniería de suelos. De hecho, la velocidad
y grado de asentamiento que se puede estimar para una estructura en particular, proviene gene-
ralmente de los resultados de las pruebas de laboratorio realizadas a muestras del suelo subyacen-
te (figura. XX.6).
TEORÍA DE LA CONSOLiDACiÓN
EL AGUA ES
EMPUJADA
HACIA AFUERA
CARGA
nEUPO
IITH±I.~
1 2 S 4 S
la velocidad de consolidación varia: B suelo aumen1a su dureza
en suelos de grano grueso es rápida, al incrementar la C8lg8
en suelos de grano fino es lenta
EQUIPO
Aplicación: Es utilizado para determinar la velocidad y magnitud del asentamiento de una mues-
tra de suelo. Se puede utilizar en suelos cohesivos saturados y en no saturados, ya que lo que in-
fluye en el volumen de las arenas (disminución o aumento) es la compacidad relativa (er).
Descripción General del consolidómetro: consiste en una estructura rígida de una aleación de
aluminio que evita cualquier deformación al aplicar la carga.
El brazo de ensamble es sostenido con precisión, y tiene tres posiciones con pendientes
9: 1, 10: 1 y 11: l. La viga del brazo tiene contrapeso.
En la plataforma se montan las celdas de consolidación, en ella hay un eje para asegurar el
centrado de la celda bajo el yugo de carga.
La capacidad es de 8 800 k:Pa en muestras de 50 mm de diámetro con el brazo en 11: l.
LIMITES IDEALES
DE INCLINACION
DURANTE LA PRUEBA INICIO DE LA PRUEBA
__.-·-·-·A
.,_·- .-.B
FINAL CON CARGA
MAXIMA
ACCESORIOS
PRÁCTICA 3. Permeabilidad
ARENA INTEMPERIZADA
TIPO DE SUELO GRAVA ARENA LIMPIA ARENA MUY FINA ARCILLA INTACTA
O ARENA LIMOSA
EQUIPO
PERMEÁMETRO DE CARGA CONSTANTE
Aplicación y Descripción:
Equipo utilizado para pruebas de permeabilidad en suelos granulares (arenas y gravas).
La muestra se coloca en una celda de acrílico a la cual se introduce agua de un tanque con
nivel constante. A los lados de la celda hay orificios para disminuir la presión, los cuales están
conectados a los manómetros montados en un panel junto con una escala métrica.
El agua que pasa por la muestra es acumulada y medida, ya sea por cantidad específica o
por un periodo de tiempo determinado. La reducción de carga se aprecia a partir de la variación
del nivel de agua en los manómetros.
Elementos:
Celda para Permeámetro de Carga Constante (figura XX.l 0).
Cuerpo de acrílico transparente sujeto entre dos placas de material no ferroso. Puede ser:
De 75 mm de diámetro interno, con tres puntos para disminuir la presión, y de 2.6 kg.
De 114 mm de diámetro interno, con seis puntos para disminuir la presión y otros seis
adicionales que se encuentran cerrados. Esta celda requiere de dos paneles manométricos. - Su
peso es de 6.1 kg.
Base con manómetros.
Panel autosustentable que contiene tres tubos de vidrio, una escala métrica y tubería de
conexión para los puntos de salida de presión de la celda. Peso: 2.8 kg.
Fabricado de acrílico transparente con accesorios para empotrarlo en la pared. Los tubos de lle-
nado, de desagüe y de excedencias van adosados a la base del tanque. Peso: 2.4 kg.
Aplicación y Descripción:
Las arcillas y los limos se prueban en el permeámetro de carga variable, en donde la muestra es
confmada en un cilindro metálico que está conectado a un tubo largo de vidrio lleno de agua des-
aireada. El flujo de agua que pasa por la muestra se conoce al observar como disminuye el nivel
de agua en el tubo.
Es importante que los suelos de muy baja permeabilidad estén sellados dentro del cilindro
para evitar filtración a los lados de la muestra, dando falsos resultados de alto flujo de agua. An-
tes de realizar la prueba, la muestra debe estar completamente saturada, ya que la presencia de
aire en ella restringiría el flujo de agua y daría resultados falsos de baja permeabilidad.
Elementos:
Permeámetro Compacto.
Esta celda es básicamente un molde Proctor de 1/30 pie3 que se encuentra entre base y tapa, de
manera que se pueda realizar la prueba de una muestra compacta. Peso 8.5 kg.
Con tres tubos de vidrio de 1.5 mm, 3.0 mm y 4.5 mm de diámetro, aproximadamente 1.4 m de
largo. Lleva una escala métrica de madera y tubería gruesa de hule. Los tubos están adosados a
una superficie de madera que puede colocarse en una pared, y están conectados en la base de una
válvula de salida. Peso 2.3 kg.
Tanque desareador. Fabricado en acrílico con entrada y salida para flujo y conexiones con
tubo de hule. Está diseñado para resistir presiones reducidas, y puede colocarse sobre la pared.
Peso. 2.9 kg.
Instrumento fácil de usar, ideal para laboratorio de suelos y agregados, determina fácilmente la
permeabilidad y con él se puede observar el fenómeno de arenas movedizas. Al ser de plástico
transparente, permite ver el comportamiento del suelo y del flujo del agua durante la prueba.
La celda tiene 63 mm de diámetro y acepta muestras de 254 mm de alto. Lleva una escala gra-
duada y un tubo capilar adosado a la celda. Incluye las conexiones para entrada y salida, así como
la tubería de hule necesaria. Peso: 2.1 kg.
4.1 HISTORIA DEL PRESIÓMETRO MENARD. Los orígenes del presiómetro se remontan
hasta 1930 cuando el ingeniero alemán Kogler imaginó un dispositivo que permitía realizar un
ensaye de carga lateral dentro de una perforación. Sin embargo, este aparato no fue desarrollado
LABORATORIO DE MECÁNICA DE SUELOS 373
sino hasta 1955 en que el ingeniero francés Louis Menard, inspirado en la idea de Kogler, presen-
tó un prototipo en el que se distinguían ya los elementos que componen al presiómetro actual.
Pero fue hasta 1965 cuando se tuvo mayor aceptación y aplicaciones, debido a los resultados fa-
vorables obtenidos tanto en Europa como en Canadá.
El presiómetro está compuesto por los elementos que se muestran en la figura XX.l4.
Consola de medición: también llamada "controlador presión-volumen" (CPV), regula y mide
la presión del agua y del aire utilizados durante el ensaye, así como la correspondiente varia-
ción del volumen dentro del sistema "tubería-sonda".
Manómetro
Pincipal
Tubería
---
--
............
~:...,..;::----Celda de resgua rdo
'\o." Figura XX.14. Presiómetro Menard.
374 JOSÉ MARÍA CHAVEZ AGUJRRE
Sonda dilatable: se compone de tres cámaras, una celda de medición o central (que recibe el agua
a presión desde la consola de control), y dos celdas de guardia, estas últimas colocadas en los
extremos de la central, permitiéndole únicamente deformaciones en la dirección radial.
Tuberías coaxiales: transportan el agua y aire a presión desde la consola de control hasta las cá-
maras central y de guardia de la sonda presiométrica.
Como complemento al equipo presiométrico básico, se puede colocar la sonda dentro de
un tubo de ademe ranurado flexible, de manera que las irregularidades de la perforación y/o par-
tículas existentes no dañen las membranas de la sonda.
a) Instalación de la sonda dentro del terreno. Para la instalación de la sonda se requiere efectuar
una perforación en el terreno, de modo que la alteración en el material de la pared de la cavidad
sea mínimo. Esta operación es fundamental ya que la curva presiométrica y los parámetros resul-
tantes de su interpretación representan al suelo contenido dentro de una corona cilíndrica (de 25 a
30 cm de espesor) y si ésta se encuentra poco alterada por las operaciones de instalación de
la sonda, entonces podrá considerarse que dichos parámetros representan al suelo in situ en esta-
do virgen (figura XX.15).
LÍNEA DE AGUA
'
APRESION
CELDA DE
GUARDA-~
CELDA DE
'
MEDICION
CELDA DE
GUARDA
'
LINEA DE GAS ---~...........
'
APRESION
Figura XX.lS. Esquema de las celdas del Presiómetro.
LABORATORIO DE MECÁNICA DE SUELOS 375
b) Carga del suelo. Una vez instalada la sonda a la profundidad deseada, se procede a la
operación de carga del suelo. Esto consiste en incrementar la presión dentro de la sonda según
una progresión aritmética registrando la correspondiente variación de volumen que ocurre
durante un periodo a presión constante.
De acuerdo con las normas establecidas por Menard, el ensaye debe incluir de seis a quin-
ce incrementos iguales de presión, durante los cuales se registran las lecturas de deformación a
15, 30 y 60 segundos.
Respecto al número de ensayes a ejecutar dentro de un sondeo presiométrico, éstos deben
ser realizados sistemáticamente metro a metro de profundidad, para establecer un perfil relativa-
mente continuo de las propiedades de resistencia y deformabilidad del suelo.
La interpretación de los diagramas de carga obtenidos a cada nivel (figura XX.l6), permüe calcu-
lar las características mecánicas esenciales del terreno:
El módulo de deformación presiométrica (E)
La presión de ruptura a presión (P1)
.
V,enl
cm 3
"
CURVA TIPICA
1
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p,en kg/cm 2
PRESION
Figura XX.16. Curva de presión típica (Tomado del Manual de Obras Civiles CFE.,Tomo B.3.4.).
376 JOSÉ MARÍA CHAVEZAGUIRRE
PERFIL PRESIOIIIETAICO
PROYECTO: UIIIT!U.L TC).lrO!KA. tztnALts Q). .. u._.a
SOHOI:O' ·--· FECHA; JUNIO IH8 .
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CJ CJ CJ CJ
Figura XX.17. Perfil presiométrico clásico.
Por medio de un sondeo de penetración con cono dinámico (figura XX.18) complementa-
do con el ensaye de penetración estándar, realizado en el mismo terreno que el sondeo presiomé-
trico del ejemplo anterior, se muestra lo errático del terreno y se distinguen los estratos resistentes
de los materiales poco densos y relativamente deformables.
Al comparar los perfiles que resultan del sondeo de penetración y del presiométrico SP-1
(figura XX.l9), se observa que al ejecutar los ensayes metro a metro de profundidad, el perfil
presiornétrico permite establecer también la naturaleza de los materiales y proporciona una des-
cripción casi continua de los parámetros de resistencia y deformabilidad del terreno, directamente
aplicables al cálculo de la capacidad de carga y a los asentamientos de una cimentación.
LABORATOR.IO DE MECÁNICA DE SUELOS 377
Además, también se puede observar en esta figura que los ensayes presiométricos pueden
ser ejecutados a cualquier nivel y en todo tipo de terreno.
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~'.:•:1 ::;f"'T !:.'ls:.PJ 1 ~.. m.
La utilización práctica del ensaye presiométrico se encuentra orientada hacia el empleo de los
parámetros presiométricos (E y Pl) en fórmulas semi-empíricas para el cálculo del asentamiento y
de la capacidad de carga, respectivamente.
Se estima que la previsión de los asentamientos con base en los ensayes presiométricos y
los métodos semiempíricos es del mismo orden(± 20%) que los asentamientos medidos bajo
diferentes tipos de cimentación.
4.6. CONCLUSIONES
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