Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Desemple
o desde 1986 a 2019. Foto: El País.
En 35 años de democracia, las “herencias económicas” han sido todas complejas (algunas
más que otras, claro) con diferentes indicadores a los que el gobierno entrante debía
prestarle rápida atención. Según los números, la “herencia” que recibió el gobierno de José
Mujica de parte del de Tabaré Vázquez puede considerarse la menos compleja y la que
recibió Julio María Sanguinetti de la dictadura la más apremiante.
“El gobierno democrático (que asumió en 1985) heredó una situación económica
desastrosa”, sintetizó el economista Gabriel Oddone en el libro “El Declive. Una mirada a
la economía uruguaya del siglo XX”.
Veamos los números: tres años de recesión (con caída del Producto Interno Bruto
(PIB) per cápita de 17,2% entre 1982 y 1984-, desempleo en 14% de la Población
Económicamente Activa (PEA), déficit fiscal de 9,5% del PIB a fin de 1984 y la deuda
pública bruta representando el 100% del Producto en 1985. Además el poder de compra de
los salarios se había deteriorado 28% en tres años y la inflación era de 66,13% a fin de
1984.
A eso se sumaban los coletazos de la crisis financiera de 1982-1983 que llevó al Banco
Central (BCU) a comprar las carteras de deudores en riesgo y negociar la venta de algunos
bancos.
Inflación
desde 1985 a 2019. Foto: El País.
Sanguinetti heredó de Lacalle un déficit fiscal en aumento (3% del PIB en 1994), la
economía en crecimiento, el desempleo estable por encima del 8% de la PEA y una
inflación en descenso (si bien seguía largamente en dos dígitos).
Variación
PIB desde 1985 a 2019. Foto: archivo El País.
El segundo gobierno colorado tras la dictadura debió encarar una reforma previsional, por
la presión que las jubilaciones ejercían sobre el fisco. En 1996 se creó el régimen de ahorro
previsional privado (AFAP; fracasaron varios intentos de impedirlo por medio de
referendos), lo que gradualmente quitó presión sobre el Banco de Previsión Social (BPS).
El plan de estabilización iniciado en 1991 se continuó y en 1998 se alcanzó una inflación
de un dígito (8,63%) por primera vez en 42 años.
“A finales de 1998 se instaló una recesión económica que se prolongó hasta finalizar 2002.
A partir de 1997, pero sobre todo durante 1998, el gobierno no valoró adecuadamente la
sustentabilidad del crecimiento de la economía iniciado en 1995”, apuntó Oddone.
Así Jorge Batlle heredó una economía en recesión, un déficit fiscal por encima del 3% del
PIB y el desempleo en dos dígitos (11%).
Sin embargo, “en medio de una recesión que ya abarcaba seis trimestres el gobierno
decidió ‘esperar’ a que las señales desde el exterior mejoraran”, indicó Oddone. El
gobierno de Sanguinetti al final y el de Batlle en el inicio “parecen haber optado siempre
por el diagnóstico menos pesimista”, agregó. Así, no flexibilizó la política cambiaria, la
coalición de gobierno aprobó en el Parlamento un Presupuesto con aumento del gasto.
En 2002 el PIB cayó fuertemente, el desempleo llegó a un récord desde que hay registros
(1970) y la inflación volvió a los dos dígitos.
Déficit
fiscal desde 1985 a 2019. Foto: El País.
Pero en 2014 el impulso externo había aminorado, y las empresas públicas que habían
aumentado la inversión sumado a un incremento del gasto, deterioraron las cuentas del
fisco. Así la segunda administración de Vázquez heredó una economía en desaceleración,
un déficit fiscal en alza (3,4% del PIB) y posibles inversiones que terminaron en un fracaso
(la regasificadora, por ejemplo). Durante este período, la región no ayudó, por lo que la
economía lució prácticamente estancada, el desempleo aumentó, la inflación termina
acercándose a los dos dígitos (8,79% a fin de 2019) y el déficit fiscal (sin el “efecto
cincuentones”) está en uno de los niveles más alto desde 1989: 4,6% del PIB, esa es la
herencia que recibirá Luis Lacalle Pou. Aunque, tiene como aspectos positivos que la
economía lleva el ciclo más largo de crecimiento: 17 años. Además la pobreza se mantiene
en un dígito.
Esta Secretaría de Estado fue creada por ley en 1830, aunque por entonces era el Ministerio
de Hacienda, hasta que en 1943 pasó a ser Ministerio de Economía. El 17 de enero de 1970
mediante una ley pasó a tener su actual denominación de Ministerio de Economía y
Finanzas.
Arbeleche será la 14ª en asumir el cargo desde la vuelta a la democracia. Desde 1985, por
distintas circunstancias, solamente tres ministros completaron el período de gobierno: los
contadores Ricardo Zerbino (1985-1990) y Danilo Astori (2015-2020) y el
economista Luis Mosca (1995-2000). Astori además es el único que repitió en el cargo
(había estado entre marzo de 2005 y septiembre de 2008 previamente).
Por las atribuciones que tiene y los ámbitos en que participa, el MEF es una suerte de
“superministerio”. Es uno de los cargos de mayor confianza del presidente y en el caso de
Arbeleche no es la excepción, ya que desde 2014 está en la mesa chica de asesores de
Lacalle Pou. Prueba de ello, es la libertad que tuvo para armar su equipo a gusto.