Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
A lo largo de la historia las adicciones han venido acompañando al ser humano en su proceso
de evolución, el beber alcohol, el fumar cigarrillo, el beber pócimas, fumar marihuana,
utilizar el opio para el dolor, entre otras adicciones más, se han involucrado en la vida de las
personas, incluso algunas han representado en un primer momento “libertad” un ejemplo
claro es el cigarrillo; cuando en el año 1929 se les presentó a las mujeres como un acto de
liberación, pero esto solo fue un montaje para aumentar el consumo del cigarrillo en EEUU
como una estrategia de mercadeo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su
informe neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas se define la
adicción como una enfermedad psicoemocional, física y con una dependencia o necesidad
hacia una sustancia, actividad o relación. Respecto a esto, Becoña y Cortés (2010) mencionan
que actualmente es posible identificar que muchas de las adicciones de los tiempos antiguos
todavía las vemos en la actualidad en algunos casos modificadas por la tecnología, en el caso
de las nuevas adicciones los derivados industriales o químicos, son los que hacen de éstas un
toque “ especial” por ejemplo la heroína, la cocaína, las drogas de diseño, el LSD, que son
consideradas como las más destacadas, pero también encontramos las adicciones
comportamentales; las cuales son sustancias y son producto de la sociedad tecnológica, como
es el caso de la adicción a Internet, al juego de azar, al teléfono móvil, a los teléfonos
eróticos, al sexo, a las compras, y a una gama de conductas que pueden llegar a ser adictivas.
Al momento de hablar de las adicciones hay que tener en cuenta que una de las características
principales de esta conducta es la pérdida del control; es decir, la persona pierde el control
sobre la conducta adictiva sin contar que esta le produce dependencia, lo que conlleva a que
afecte en su vida.
Todas las adicciones tienen una “base” posiblemente muy parecida; es decir se pueden
presentar los mismos síntomas en una adicción al cigarrillo como a las nuevas tecnologías;
esto sucede porque a pesar de ser distintas el sistema de recompensa es el mismo
(estimulación del sistema dopaminérgico mesolímbico) ya sea en un adicción a una sustancia
o conducta.
Para profundizar sobre el tema de las adicciones, se desarrollará específicamente una de ellas
en particular, la cual es la ninfomanía, definiéndola inicialmente desde la perspectiva de
Krafft-Ebing (como se citó en Pérez y Guardiola, 2016), como una energía anormal enfocada
directamente en las sensaciones y representaciones sexuales, aspecto generador de impulsos
violentos y recurrentes, cuyo único fin es consumar la satisfacción sexual; no obstante, el acto
contiene un trasfondo de mayor significante, el cual es mitigar el sufrimiento psíquico.
Existen diversos elementos que caracterizan la presente adicción, a partir de Carnes (citado
por Pérez y Guardiola, 2016), es posible identificar que una particularidad presente en esta es
un sentimiento de culpa y vergüenza por querer conseguir la satisfacción sexual, en donde se
genera un deseo de repetición constante del acto que se lleva a cabo, acompañado de ideas
permanentes que contienen representaciones sexuales. Es decir, que la conducta adictiva
Desde la infancia la mujer reconoce su clítoris como fuente principal de placer, es ahí donde
está la sensibilidad para llegar a la satisfacción, pero cuando es insatisfacción, perdiendo así
la fuente del placer primordial, nos referimos entonces a la pulsión sexual siendo expulsada
por la pulsión de muerte, estrictamente freudiana ya que sostiene que existe un masoquismo
en el origen de la vida relacionado con un núcleo presente en todo ser al que se denomina
thanatos, o pulsión de muerte. Freud (1920).
Las formas de dolor emocional insoportable por la cual pasa una ninfómana ya sea por
traumas precoces de la infancia, en donde la figura de los padres se representa
simbólicamente, los abusos sexuales tienen un peso fuerte en esta adicción, el aborto,
educación estricta y maltrato físico, se transforma en distorsión en donde el dolor es placer.
La mujer que sufre esta adicción se encuentra afectada en un desequilibrio constante en su
carácter y posee una personalidad neurótica, en donde la insatisfacción y la necesidad de
colmar sus vacíos emocionales la llevan a las mayor inconformidad con la vida, inquietud y
concentración alterada.
Por otro lado, se convierte en una manera inadecuada de encontrar afecto, lo cual lleva a la
creencia de que el único medio de conseguirlo son las relaciones sexuales, y debido a que
estas no son guiadas por el placer y lo son más por la necesidad, llega a generar malestar
emocional y culpabilidad. En estos casos el sexo se convierte en un remedio para reducir el
descontento a nivel emocional, mientras que la actividad sexual se transforma en algo
morboso y obsesivo. De este modo, se utiliza el sexo como una estrategia de afrontamiento;
sí se está eufórico, el cuerpo pide celebrarlo. Si se está desanimado, es una forma de animarse
Reid, Harper y Anderson, (2009). Adicional a esto el consumo del alcohol y otras drogas
como los opiáceos también puede facilitar la alteración del libido e incluso el desarrollo de
una adicción al sexo.
Continuando con el hilo de ideas, las adicciones tienen unas secuelas, no todos los sujetos
comparten las mismas causas, así como tampoco las mismas consecuencias, éstas pueden
estar ligadas tanto a la salud física, como a la psíquica del adicto, según Goodman (1997, p.
340) se comienzan a reflejar cuando hay una continuidad del comportamiento adictivo a
pesar de las consecuencias significativamente destructivas.
Todo lo mencionado con anterioridad puede conducir al adicto a tener comportamientos que
pueden repercutir de manera negativa en la vida de ellos y en la de un otro, entre estos está,
según Romero (2005), la pornografía, prostitución, exhibicionismo, vouyerismo, llamadas
telefónicas indecentes, vandalismo sexual (acoso sexual), abuso infantil, incesto y violación
sexual.
Tratamientos o intervención:
Terapia:
Otras recomendaciones:
A lo largo de los años la ninfomanía ha tenido un lugar mal visto en la sociedad, como
consecuencia de eso las cosas cambiaron gracias a la psicología clínica, la cual da su lugar
como adicción en este campo, desarrollando así distintos procedimientos para controlar o
estabilizar la adicción, en este caso la ninfomanía.
Anónimo. (2007). Conducta sexual compulsiva. Revista Mayo Clinic. Recuperado de:
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/compulsive-sexual-behavior/diagnosis-
treatment/drc-20360453
Becoña & Cortés. (2010). Manual de adicciones para psicólogos especialistas en psicología
clínica en formación. Recuperado de:
http://www.fundacioncsz.org/ArchivosPublicaciones/270.pdf
Reid, Harper y Anderson (2009), Echeburúa (2012) ¿existe realmente la adicción al sexo?.
Recuperado de: http://adicciones.es/index.php/adicciones/article/view/77/76
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/compulsive-sexual-behavior/diagnosis-
treatment/drc-20360453