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“Instituciones educativas: dinámicas institucionales en situaciones críticas“; Fernández.

Ficha
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* I. Las instituciones, protección y sufrimiento
El movimiento institucional. Una institución es en un principio un objeto cultural que expresa cierta cuota de poder
social. La institución expresa la posibilidad de lo grupal o colectivo para regular el comportamiento individual. El nacimiento y
acontecer del sujeto humano se produce en una serie de relaciones y sucesos pautados por instituciones diversas, que por el
proceso de socialización pasan a formar parte de la subjetividad y a funcionar como un regulador social interno. Las
interiorizaciones más profundas se hacen en los primeros períodos de vida, la primera autoridad la paterna.
El núcleo del terror queda disponible para expresarse como culpa y remordimiento frente a la transgresión y funciona
como un organizador para el resto de las normas sociales que se hacen propias.
Las normas que tienen mayor vigencia en un grupo social, se presentan al individuo de manera múltiple, de ahí
proviene parte de su poder regulador, son las normas expresas y dichas en las relaciones, por otro lado, son las que hallan lugar
en el nivel de las representaciones colectivas y hacen posible la identificación con los otros y con el grupo. Por último funcionan
como un código, que permite hacer orden y concierto en la masa del estímulo social.
Violar los marcos que establecen las instituciones, desviarse, no acarrean solo el riesgo del castigo eterno e interno de
la autoridad, sino además correr el riesgo de ser desmembrado del cuerpo grupal y derivar hacia una posición irreversible de
extranjero. Cuando el poder regulador de las instituciones internalizadas fracasa, el conjunto ejerce su poder de vigilancia y
castigo.
Este es el esquema descriptivo que estamos utilizando:
 Un conjunto amplio de sujetos humanos y su organización que les permite asegurar las necesidades básicas para subsistir.
 Un conjunto de producciones culturales que procuran sostener esta organización.
 Un proceso que posibilita este sostén, la socialización y otros que ayudan en sus efectos que es el control social.
 Una tensión inevitable entre los deseos de los individuos y la necesidad de amoldarlos a la forma social admitida.
 Otro conjunto de producciones culturales destinadas a convencer y generar el sacrificio del deseo individual en pro de la
estabilidad colectiva.

Incluyamos un nivel de complicación: El conjunto social no es homogéneo. Dentro de él se diferencian a grupos y


sectores que reivindican su derecho al usufructo de una mayor cuota de bienes sociales. Estos grupos conquistan- en general a
través de medios cruentos- el usufructo de estos derechos.
Tales explicaciones conforman una trama que encubre la violencia de la expropiación de derechos en el origen de las
diferencias y las dejan en un orden natural que no se cuestiona.
Nos hallamos entonces frente a otra tensión inevitable: la que se establece entre los grupos y sectores con diferente
posición respecto de esos derechos especiales y frente a otro conjunto de producciones culturales, las que procuran quitar
peligrosidad a la tensión, encubriendo las diferencias.
Agreguemos otra complicación más, cuando las instituciones se singularizan en la forma de una unidad organizacional
concreta, definen un espacio geográfico, imaginario y simbólico, en donde el sujeto humano encuentra a la vez, un lugar de
seguridad, pertenencia y desarrollo que contiene en el mismo ámbito la enajenación, la exclusión y el sufrimiento (Marx)
Un nuevo orden de significados, reglas y valores debe generarse para asegurar la vida del establecimiento,
generándose un nivel más sofisticado de tensiones.

- Síntesis de enunciados para el análisis institucional.


· El ser humano es un ser social y su misma naturaleza es un estado emergente de su acción en la trama de relaciones
sociales.
· Es posible considerar entonces que cualquier hecho humano puede ser visto como resultante de un conjunto de

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determinantes.
· Las instituciones son producciones de la vida social que aseguran la persistencia de las condiciones garantes de su
continuidad en la modalidad y dirección que funciona como legítima.
· Se ven incluidas en un juego de explicitación y encubrimiento, explicitación que muestra el orden como el único
posible y encubrimiento de las múltiples violencias sobre las que se asienta.
· El juego social alrededor  de esta necesidad de mostrar y ocultar es el motor generador de una serie de construcciones
culturales, mitos, leyendas, ideologías, teorías, sirven para disminuir la tensión que cuesta la socialización y la pertenencia a los
distintos grupos y organizaciones.
· Encontraremos siempre tres ejes de significación en cualquier hecho o creación humana, por una parte el nivel de
significación del mundo interno del sujeto que se activa en la interacción, porque moviliza y frustra necesidades y deseos. Por
otra , el nivel de significación proveniente de la ubicación de sujetos y grupos en la trama relacional de los sistemas de poder y
por último, el nivel de significación derivado de la lucha entre las tendencias a encubrir y develar los contenidos que han sido
objeto de represión psicoafectiva-sociopítica.
· Estos niveles de significación tienden a ligarse en diferentes tipos de configuración, potenciando unas y otras la
peligrosidad real o fantaseada de su emergencia.
· Intentar explicar cualquier hecho social debe transitar el intrincado camino de destejer esos niveles de significación,
para poner a la luz la trama de relaciones entre las tensiones básicas y las construcciones ideológicas.

* Los enfoques institucionales.


Los enfoques  institucionales han procurado, encontrar caminos para desenmarañar la trama de significados que teje la
cultura sobre sus propias contradicciones.
Lo mismo ha procurado el psicoanálisis, al centrarse en la marca de las experiencias primitivas, las angustias arcaicas,
las fantasías originales, las construcciones resultantes de los complejos, etc., constituyen el núcleo del material  que el
psicoanálisis procura develar, que permite al sujeto reajustar la mirada hacia el mundo exterior.
Las prácticas de intervención institucional han encontrado sustento teórico alternativo o articuladamente en las teorías
dentro del campo de la psicología y entre teorías sociales que centran su preocupación en el estudio de la tensión y el conflicto
de la dinámica social.
El conocimiento de lo institucional y su organización teórica es siempre la resultante de una práctica colectiva. La
resultante de esta mirada es múltiple, por ser el producto de la interacción de varios, que se conciertan para comprender hecho.
En la medida en que la mirada colectiva encuentra las tensiones y motivos de los hechos, se encadena
imperceptiblemente pero consistentemente con el deseo de transformación.
El peligro que acompaña al uso de estos enfoques es doble, por un lado conmociona los lazos que atan las
explicaciones habituales con las necesidades defensivas del sujeto, por otro pone en cuestión la necesariedad de ciertas
realidades que las explicaciones daban por inamovibles.
Supuestos que dan síntesis a este planteo:
· Existe en toda organización social, un monto de conocimiento que permanece oculto y cuya develación es soslayada
cuando no impedida por medios de diversa potencia represiva.
· No solo este conocimiento es el que se tiene sobre las causas de las diferencias sociales y las de enajenación, sino que
en sí mismo y por permanecer vedado, es determinante de mayor enajenación y diferencias.
· Los grupos y sectores que en una formación social se benefician de una estabilidad mantenida por la ocultación de este
conocimiento, sostienen fuertes barreras y operan para impedir su develamiento y difusión.
· También resisten este develamiento las personas perjudicadas por el ocultamiento
· La liberación del conocimiento y su circulación tienen en sí un efecto liberador. Generan movimientos sociales que
procuran la transformación de las condiciones de enajenación e injusticia.

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* Las instituciones educativas.
n el núcleo de las instituciones educativas se  halla  la razón de la esclavitud al mismo tiempo que de la libertad. Se
trata con un conjunto de órdenes que promueven la enajenación del individuo y lo empujan a una inserción cultural prefijada a
su deseo, pero a través de la transmisión de conocimientos, le entrega la llave para acceder a la conciencia de la individuación.
Estas instituciones definen un espacio de tres: el sujeto, el conocimiento y el otro que, al mismo tiempo que el ojo y la
mirada que vigila, es el vértice de una relación de confrontación.
Tal vez sea cuestión de pensar que la cantidad de producción ideológica que sirve para demostrar la falta de libertad
que ofrecen las instituciones educativas, está también al servicio de ocultar su real potencial de cambio.
Se trata de instituciones complejas la interrogación entonces es acerca de la medida en que podemos comenzar por
desbrozar la complejidad y precisar la índole del campo para un proceso de desalineación.

* Las escuelas algunos interrogantes.


Cada escuela específica  es el ámbito que concretiza una norma o modelo de tipo universal: el vigente en nuestra
cultura. Dentro de los rasgos generales podemos encontrar:
· Existencia de un ambiente artificial en el que se aíslan algunas personas.
· Diferenciación de estas personas, por edad cronológica o por la edad social: adultos -maduros-sabios y jóvenes-
inmaduros-ignorantes.
· Asignación de roles específicos a cada uno de los grupos en un proceso de intercambio destinado a garantizar que el
segundo grupo adquiera ciertos rasgos importantes para la comunidad.
· Recorte de un conjunto de información, saberes, modos de valorar y percibir la realidad y en el vehículo que se supone
que los últimos adquirirán los rasgos deseados.
· Conjunto de imágenes de alto contenido emocional y se acompañan de la sensación de estar en un "orden normal"
· Algún conjunto de indicadores de la existencia de una trama simbólica, en las que está presente significaciones
estructuradas alrededor de la figura del maestro.
· La cualidad idiosincrásica del quehacer de cada establecimiento a pesar de sus semejanzas con otros de la misma
índole.
· El modo tan particular con qué están sobre la mesa en la dinámica manifiesta de las escuelas, situaciones,
circunstancias, sentimientos, fenómenos, que no aparecerían como normales en tras organizaciones.
· La trama de contradicciones de base sobre la que parece asentado el funcionamiento de cada escuela singular:
Exigencia formal de comportamiento homogéneo vs. deseo de los individuos y grupos de actuar siguiendo su propio estilo y
criterios; Presión para basar las acciones en los criterios de autoridad de la tradición vs. tendencia a basar la acción en al análisis
crítico de la realidad; Tendencia a encubrir la violencia que supone la dirección de los comportamientos vs. Tendencia a develar
las condiciones de violencia y suplantarlas por otras que permitan el respeto por las diferencias; Demanda de conservar las
características del contexto en sí en el espacio institucional vs. Demanda de transformar las condiciones institucionales.
Basados en la lectura de los informes sobre trabajos institucionales en establecimientos educativos de Bs. As. Parece
evidente que los establecimientos educativos sufren la incidencia de mandatos sociales paradójicos, se ven demandados por
ejemplo: para asegurar una educación para todos, garantizando al mismo tiempo la selección de algunos, etc..
Estas demandas se evidencian en sus aspectos manifiestos a través de la formulación de fines y objetivos y en sus
aspectos latentes a través de la asignación diferencial de recursos y modelos de trabajo y en la fijación social de expectativas de
rendimiento. 
Por otra parte , también hay datos para sostener que la dinámica de los establecimientos educativos sufre  de por lo
menos cuatro tipos de componentes fantasmáticos:
· Los vinculados a las relaciones con las experiencias de gestación, nacimiento, alimentación y crianza. Resultan
activados por las relaciones de ayuda de la tarea educativa y el intenso intercambio afectivo, sobre todo en los modelos

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convencionales con fuerte componente de sometimiento.
· Los vinculados a las experiencias de logro de autonomía y diferenciación respecto a los otros, el ejercicio de poder
sobre los propios actos, son activados por los componentes de exposición de sí en los resultados, vigilancia y control que
adquiere la función educativa respecto al logro.
· Los vinculados a las experiencias primarias de ser observado, juzgado, comparado y en definitiva elegido o rechazado
por personajes de alta significación emocional resultan activados por la índole competitiva de la vida institucional y las funciones
encubiertas de selección social.
· Los vinculados a la relación entre la curiosidad, el deseo de conocer y el consecuente temor a la sanción, la exclusión y
el castigo, son activados por la significación de poder asociada al conocimiento y los modos sociales e institucionales de proteger
el privilegio de conocer y la concentración del conocimiento en sectores o grupos de autoridad.
La acción de ambos tipos de estímulos (los provenientes de los mandatos sociales y los emergentes de la activación de
significados fantasmáticos ligados a experiencias vitales previas) en sus relaciones múltiples, incide sobre la constitución del
objeto-institución en todas sus variantes.
La operación de estos significados en el funcionamiento institucional, determina la posibilidad de discriminar tres
niveles de manifestación:
· Formal: constituido por los hechos y productos que provienen de la interacción técnica y social de los individuos y
grupos, en función de la tarea y los fines institucionales.
· Informal: configurado por los hechos y productos de las relaciones socioemocionales de los individuos y grupos en
áreas referidas a su vida como comunidad.
· Fantasmático: constituido por los hechos y productos de la participación de imágenes, fantasías, temores, ansiedades,
relacionados con los climas y estados emocionales compartidos.
La cantidad y calidad de las interrupciones o disfunciones institucionales y la índole de los mecanismos para enfrentar
dificultades tienen relación directa con el poder de discriminación.
Parece formar parte del conjunto de características generales de las escuelas, el mantenimiento de la discriminación
mediante defensas de negación, racionalización, desplazamiento y encubrimiento ideológico de las dificultades. No hemos
hallado desarrollo de las capacidades institucionales para diagnosticar, plantear, buscar alternativas de solución, probarlas...en
los problemas en los que puedan comprometer aspectos nucleares de la cultura institucional.
Las circunstancias sociales de la Argentina provocan una serie de fenómenos en las escuelas, que ilustran la
desprotección señalada. Frente al impacto de un contexto turbulento, utilizan primero como defensa, la rigidización de la
negación, la idealización y la externalización de responsabilidades. Cuando esto fracasa y la realidad se impone brutalmente,
surgen fenómenos de impotencia, sentimientos y estados colectivos de desesperanza con sus secuelas de deserción, ausentismo,
enfermedad en los docentes, fracaso escolar en los alumnos, desplazamiento general a formas desviadas de interacción,
hostilidad, violencia, etc..

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