Está en la página 1de 13

LAS POLÍTICAS PÚBLICAS MUNICIPALES SOBRE LOS PRINCIPALES PROBLEMAS

AMBIENTALES EN SANTA FE COLONIAL

Mg. Mauro Luis Pelozatto Reilly1

UM-UNLu-UNLaM

maurolpr@hotmail.com.ar

RESUMEN

El principal objetivo de esta investigación consiste en enumerar y explicar las principales


intervenciones políticas encabezadas por el Cabildo de la Ciudad de Santa Fe y sus
representantes en relación a los principales problemas ambientales que afectaron
recurrentemente a las poblaciones (tanto urbanas como rurales), a los espacios
productivos de las cercanías y de los extramuros de la ciudad, los de la campaña (solares,
quintas, chacras, estancias, etc.), a las prácticas productivas más destacadas de la época
(vaquerías, recogidas de ganado, campos de cultivos, y demás), a la circulación humana
y comercial, al sostenimiento de la defensa de la frontera, etc. Teniendo en cuenta las
afecciones más influyentes (sequías, inundaciones y plagas de langostas), se busca
exponer un análisis tanto cualitativo como cuantitativo, tratando de apreciar los tipos de
regulaciones más frecuentes, las principales problemáticas abordadas, la relación
existente entre las mismas, los intereses sociales, institucionales y económicos que
entraban en juego, el papel de las autoridades políticas y religiosas, y determinar cuáles
fueron los períodos de mayor complejidad y actividad política municipal en lo que se
refiere a las dificultades generadas por las señaladas ‘‘catástrofes’’. Para esto, se
analizaron distintas menciones, descripciones y resoluciones extraídas de varios tomos y
folios de las Actas de Cabildo de Santa Fe (ACSF), disponibles en el Archivo General de
la Provincia de Santa Fe (AGPSF), tratando de encarar un estudio sistematizado de las
fuentes documentales. Se parte de la hipótesis central de que las mediaciones capitulares
fueron múltiples, diversas e influyentes, y que por lo general buscaron el ‘‘bien público’’,
entendido como tal desde el punto de vista de los asentamientos, las condiciones de vida,
de labor, de producción y de alimentación. Asimismo, se puede traer a consideración que
hubo períodos considerablemente más problemáticos que otros, lo cual se traduce en el
número de intervenciones y en la intensidad de las mismas. Por otra parte, se sigue la
idea de que las mencionadas calamidades afectaron, además de a los grupos humanos, a

1 Profesor en Historia egresado de la Universidad de Morón (UM), Especialista y Magíster en


Ciencias Sociales con mención en Historia Social por la Universidad Nacional de Luján (UNLu). Se
desempeña como docente en la materia Historia de América I de la carrera de Profesorado en
Historia (UM), y en los espacios de Seminario de Investigación I y II, correspondientes a la
Licenciatura en Historia de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLu). Como investigador, ha
desarrollado investigaciones sobre diversos temas de Historia Colonial rioplatense y de otras
regiones de Hispanoamérica, las cuales fueron publicadas en distintas revistas académicas y de
divulgación, diarios locales del país y grupos de investigación del exterior. También ha disertado
varios de sus trabajos en distintas universidades e institutos de formación docente de Buenos Aires
y otros puntos de la Argentina.

1
las prácticas agrícola-ganaderas y al comercio, y como consecuencia de ello, a los
ingresos que le interesaban tanto a la sala capitular (entre otras cosas, para el
sostenimiento de los gastos municipales, de las obras públicas y de las distintas
celebraciones cívico-religiosas de la Ciudad) como a la Real Hacienda (fines
recaudatorios, en el marco de una economía fundamentalmente mercantilista). A su vez,
se considera que, tratándose de una sociedad de Antiguo Régimen, eran normales las
atribuciones e intromisiones de carácter religioso, principalmente por parte de
representantes de la Iglesia Católica, ya que las mismas, diversas oraciones y rogativas
funcionaron como forma de buscarle una solución a las dificultades mencionadas. En
cuanto al recorte cronológico elegido, el mismo recorre el período colonial (para poder
apreciar cambios y continuidades), en el espacio político y geográfico seleccionado
(jurisdicción del ayuntamiento santafesino), comenzando en 1584, con la primera
intervención sobre los ataques de las langostas, y finalizando en 1808, tras la última
resolución del cabildo colonial sobre los efectos negativos de las inundaciones.

Introducción

Las diversas problemáticas vinculadas a catástrofes como las plagas, sequías e


inundaciones han sido abordadas por especialistas de distintas disciplinas desde múltiples
objetos de estudio, hipótesis, objetivos, fuentes y metodologías de investigación, incluso
para el período colonial.

En la mayoría de los casos leídos y analizados para este trabajo, las fuentes
bibliográficas pertenecen a variados puntos geográficos de Hispanoamérica durante
ciertos recortes cronológicos. La idea de este breve repaso historiográfico es la de extraer
algunos conceptos, categorías analíticas e hipótesis previas para aplicarlos en el análisis
de los documentos elegidos para este caso.

Desde una perspectiva regional (Nordeste de Brasil) e histórica (época colonial), un


grupo de especialistas se encargaron, a partir del análisis de textos y documentos
descriptivos, de exponer descripciones, ejemplos y características de toda una
multiplicidad de aspectos, como los impactos sociales y económicos de las sequías en
general, la ocupación del espacio, la conformación de espacios y unidades productivas,
las consecuencias de la introducción de la ganadería extensiva, las características del
sistema de producción azucarero, la existencia de distintos tipos de trabajadores y
productores rurales, los rasgos geográficos de la región estudiada, la concepción católica
de las sequías y sus efectos, las afecciones generadas por las catástrofes naturales sobre
la economía y la sociedad, los diversos mecanismos para contrarrestar las situaciones
negativas, las intervenciones estatales, etc. (Santos Gareis, Do Nascimento, Moreira y Da
Silva, 1997: 4-21).

Concentrándose en los perjuicios causados por la falta de aguas sobre la producción


agrícola, Enrique Florescano se encargó de hacer un interesante ensayo sobre dichos
problemas en Nueva España colonial, pudiendo señalar algunos puntos relevantes para

2
los intereses de esta investigación, como la importancia de productos como el maíz para
el consumo interno y los mercados locales y regionales, las consecuencias sociales de la
carestía, el desarrollo de períodos de abundancia y escasez estacionales, la incidencia de
aquellos sobre los precios agrícolas, el lugar ocupado por la inflación especulativa, el
concepto de crisis agropecuaria, el estallido de conflictos sociopolíticos por culpa de las
sequías y todo lo que éstas conllevaban, entre otras cuestiones (Florescano, 2007: 1-5).

Por su parte, Virginia García Acosta se ocupó de profundizar sobre las sequías en la
historia de México, en base al análisis de distintas fuentes primarias, con el objetivo
central de realizar un ensayo en el cual se exponen tanto las sequías acontecidas entre
los siglos XVI-XIX, su localización, alcance geográfico, y sus consecuencias
socioeconómicas. Entre otros elementos, destacó la relevancia de la influencia de la
deforestación en el desarrollo de períodos de secas, sostuvo que los mismos no siempre
eran prolongados, que había relación entre estos, los suministros y los precios, teniendo
efectos negativos desde el punto de vista económico, incluyendo especulación,
desempleo, inflación, levantamientos populares por la carestía y los abusos,
enfermedades y epidemias, etc. Por otro lado, desarrolló dos conceptos clave para ser
utilizados en esta ponencia: el de auxilio divino y el de acciones de las autoridades, los
cuales son profundizados más adelante. Asimismo, resaltó la importancia, entre las
políticas coloniales, del almacenamiento, las exenciones impositivas, los experimentos
agrícolas, las obras públicas y los ajustes de los valores monetarios (siguiendo una lógico
del ‘‘precio justo’’) (García Acosta, 1993: 2-14).

Enfocándose más en las políticas municipales (las cuales fueron muy tenidas en cuenta
para este escrito), la Dra. Blanca Jiménez Cisneros problematizó el suministro y desalojo
del agua en la Ciudad de México tomando prácticamente toda su historia. En lo que toca a
la colonia, remarcó la carencia presupuestaria, la compleja burocracia colonial, y el
manejo discrecional del agua, entre los principales problemas estructurales, mientras que
entre las regulaciones concejiles destacó la construcción de canales de drenaje,
exponiendo ejemplos concretos, sus objetivos y resultados (Jiménez Cisneros, 2011: 3-5).

Respecto a la región analizada (Litoral Rioplatense), si bien no se hallaron demasiados


estudios específicos, sí hay interesantes aportes históricos y geográficos, más que nada
sobre los inconvenientes productos por las inundaciones y sequías. Limitándose a las
primeras, Antonio Brailovsky se propuso cumplir con le objetivo de identificar los factores
que contribuyeron con la consolidación de Buenos Aires como una ciudad inundable,
sosteniendo la idea de que los ‘‘desastres naturales’’ no existen sino como expresión
social y construcción histórica (Brailovsky, 2011: 15-23). Por su cuenta, autores como
Scarpati y Capriolo plantearon el término de eventos hidrológicos extremos, partiendo de
la base de que los mismos tuvieron impactos económico-sociales. A su vez, se pueden
extraer de su trabajo importantes cuestiones metodológicas, como la imposibilidad de
sistematizar toda la información disponible para el período colonial, y la utilización de
fuentes como los Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires (muy similares a las
Actas de Cabildo de Santa Fe) (Scarpati y Capriolo, 2013: 38-39). Por último en esta
parte, me gustaría hacer mención de trabajos más orientados hacia la relación entre faltas

3
de agua e inundaciones con la economía agrícola-ganadera, siempre pensando en la
importancia de la humedad para este tipo de prácticas productivas (Suriano y Ferpozzi,
1993: 23).

Ahora bien, a la hora de analizar las diversas problemáticas de este tipo que tuvieron
lugar en Santa Fe colonial, es preciso tener en cuenta algunas características
estructurales y productivas. En primer término, tener presente que se trató de una
población no muy grande ni concentrada durante buena parte de aquella época: según los
datos expuestos por Nidia Areces, hacia 1621 solo contaba con 810 habitantes, más 266
indios de servicios y un número variado de negros y miembros de otras castas; mientras
que en 1675 fueron registrados 1.300 santafesinos, la mayoría de los cuales, según las
descripciones, se encontraban dedicados a la ‘‘tierra, vaquerías y trajines’’. Recién para
finales del siglo XVIII se puede percibir un gran crecimiento demográfico y urbano, ya que
para ese entonces se estimaba un total de entre 11.292 y 12.630 personas, de las cuales
cerca de 4.000 vivían en la ciudad, lo cual por otra parte nos deja la conclusión de que
seguía siendo una sociedad fundamentalmente rural (Areces, 2000: 168).

En lo correspondiente a la economía, me gustaría señalar varios puntos que fueron


tocados en varias de mis investigaciones precedentes: el carácter innegablemente rural
de la economía, la multiplicidad de funciones económicas del cabildo, las diferentes
políticas llevadas a la práctica según el caso (Pelozatto Reilly, 2015), la importancia de la
ganadería, los mercados que se le presentaban a los productos derivados del vacuno
(Pelozatto Reilly, 2014), la relevancia del abasto de carne local y las distintas mediaciones
capitulares en torno al mismo (Pelozatto Reilly, 2017a), la existencia de otras variantes
para los géneros del bovino (grasa, sebo, cueros, etc.) (Pelozatto Reilly, 2016a), el papel
destacado del ayuntamiento en vinculación con las prácticas productivas pecuarias
(administración de licencias para hacer vaquerías y recogidas de ganado alzado,
organización de las mismas, reconocimiento de vecinos accioneros sobre los planteles de
vacunos salvajes, nombramiento del obligado para el bastimento de carne local, práctica
del remate público de dicho derecho, resolución de conflictos entre distintos productores,
participación en litigios entre la Ciudad y otras jurisdicciones, regulación de las faenas,
controles comerciales, etc.) (Pelozatto Reilly, 2016c; 2017c), así como también la
consideración que se tenía para con otras alternativas mercantiles que se le presentaban
a la ganadería (tales como los envíos de vacunos y mulas en pie hacia otras regiones, la
necesidad de animales de trabajo como bueyes y caballos, la reproducción de ganado
ovino para la obtención de carne y lana, entre otros (Pelozatto Reilly, 2016d; 2017b;
2017d). Además, pude aproximarme a la importancia de la producción agrícola y sus
mercados, y a las mediaciones concejiles en ese sentido (asegurar el abasto de trigo,
maíz y panificados, ajustar los precios, y revisar las existencias, más que nada) (Pelozatto
Reilly, 2016b).

Justamente, lo que me propongo hacer en este trabajo, es apreciar cómo las catástrofes
señaladas afectaron a esa economía, y cómo las autoridades locales trataron de
resolverlas, siguiendo la postura de que el cabildo colonial fue, además de una
corporación en donde se representaban y entraban en tensión los intereses de las élites

4
locales, una institución política con múltiples atribuciones, las cuales iban desde la
administración de justicia ‘‘en primera instancia’’ hasta la organización de las principales
celebraciones públicas y religiosas, pasando por funciones como las vinculadas al
aprovisionamiento de servicios fundamentales (como la carne, el trigo y sus derivados,
etc.), y las obras públicas, entre otras cuestiones (Fradkin y Garavaglia, 2009: 154).

Las principales problemáticas abordadas y las intervenciones del cabildo

A simple vista, se puede afirmar que los asuntos tratados por el ayuntamiento
santafesino en relación a desastres naturales fueron variados, y que a su vez aquellos
‘‘constituyen detonadores de situaciones sociales, económicas y políticas críticas’’ (García
Acosta, 1993: 8). Simultáneamente, vale la pena destacar que las regulaciones
municipales se concentraron primordialmente en tres áreas de conflictos: los generados
por las sequías, las inundaciones y las plagas de langostas, en ese orden de importancia,
como puede apreciarse a continuación:

Gráfico Nº 1: Cantidad de sesiones en donde se trataron diversas problemáticas


Sequías Inundaciones Langostas

10.38%

25.47%

64.15%

Fuentes: AGPSF, ACSF, Tomos I Primera Serie, III ‘‘A’’, III ‘‘B’’, IV, V, VI, VII, VIII, Carpeta Nº 14
‘‘A’’ 73, X ‘‘A’’, X ‘‘B’’, XI, XII ‘‘A’’, XIII ‘‘A’’, XIII ‘‘B’’, XIV ‘‘A’’, XIV ‘‘B’’, XV ‘‘A’’, XV ‘‘B’’, XVI ‘‘A’’,
Varios Documentos 1634-1816, XVI ‘‘B’’, Expedientes Civiles, XVII ‘‘A’’ y XVII ‘‘B’’.

Desde el punto de vista conceptual, se tuvo en cuenta a la sequía:

‘‘…como un extenso lapso de tiempo durante el cual las precipitaciones que generalmente ocurren
en una determinada región, son nulas o escasas; pero esta definición debe considerar otra serie de
variables como magnitud, duración, extensión, frecuencia y, sobre todo, las características del área
geográfica afectada. Para estas épocas en que la medición era prácticamente inexistente, no

5
podemos calcular precipitaciones ni valores mínimos; hemos de conformarnos con la información
mayoritariamente cualitativa que ofrecen las fuentes disponibles’’ (García Acosta, 1993: 6).

Las inundaciones, que tuvieron lugar durante distintos momentos a lo largo del extenso
período analizado, deben ser entendidas como un evento hidrológico extremo con
impactos económico-sociales (Scarpati y Capriolo, 2013: 38), y como una construcción
social e histórica, teniendo en cuenta la relevancia del agua para la sociedad rural y la
producción tanto agraria como pecuaria (Brailovsky, 2011: 16-17). Y las plagas,
generalmente, acompañaban a las sequías y también tenían consecuencias sociales y
productivas adversas (Santos Gareis, Do Nascimento, Moreira y Da Silva, 1997: 16).

Ahora bien, para problematizar el tema, intenté hacer una diferenciación de las distintas
materias abordadas por la sala capitular en torno a los tres ejes problemáticos principales,
como puede apreciarse en los siguientes datos.

Gráfico Nº 2: Evolución de las problemáticas tratadas a lo largo del período


8

0
84 92 00 08 16 24 32 40 48 56 64 72 80 88 96 04 12 20 28 36 44 52 60 68 76 84 92 00 08
15 15 16 16 16 16 16 16 16 16 16 16 16 16 16 17 17 17 17 17 17 17 17 17 17 17 17 18 18

Sequías Inundaciones Plagas de langostas

Fuentes: AGPSF, ACSF, Tomos I Primera Serie, III ‘‘A’’, III ‘‘B’’, IV, V, VI, VII, VIII, Carpeta Nº 14
‘‘A’’ 73, X ‘‘A’’, X ‘‘B’’, XI, XII ‘‘A’’, XIII ‘‘A’’, XIII ‘‘B’’, XIV ‘‘A’’, XIV ‘‘B’’, XV ‘‘A’’, XV ‘‘B’’, XVI ‘‘A’’,
Varios Documentos 1634-1816, XVI ‘‘B’’, Expedientes Civiles, XVII ‘‘A’’ y XVII ‘‘B’’.

6
Gráfico Nº 3: Intervenciones sobre las plagas de langostas (1584-1785)
8
7
6 Destrucción de
langostas
5 Precios
4 Celebraciones religiosas
Quejas
3
2
1
0

Fuentes: AGPSF, ACSF, Tomos I Primera Serie, III ‘‘A’’, III ‘‘B’’, IV, V, VI, VII, VIII, Carpeta Nº 14
‘‘A’’ 73, X ‘‘A’’, X ‘‘B’’, XI, XII ‘‘A’’, XIII ‘‘A’’, XIII ‘‘B’’, XIV ‘‘A’’, XIV ‘‘B’’, XV ‘‘A’’, XV ‘‘B’’, XVI ‘‘A’’,
Varios Documentos 1634-1816, XVI ‘‘B’’, Expedientes Civiles, XVII ‘‘A’’ y XVII ‘‘B’’.

En lo tocante a las plagas, hay que aclarar que, durante todos los años analizados,
solamente se registraron las encabezadas por langostas, las cuales generalmente
dañaban los campos de cultivo, y como consecuencia, cuestiones como el abasto de
bienes de consumo como el trigo, el maíz y los panificados, además de generar
modificaciones en sus precios y ciertas intervenciones municipales. Sería válida la
afirmación de que el cuerpo de alcaldes y regidores no siempre atacó el problema de la
misma manera, y hay algunos ejemplos que sirven para sostenerla: el 22 de octubre de
1584, se resolvió ordenarle al procurador general que procediera con la destrucción de las
langostas, las cuales habían provocado una ‘‘invasión’’ (AGPSF, ACSF, Tomo I Primera
Serie, fols. 82-83b); el 3 de enero de 1652 se decidió permitir los envíos de alimentos
desde el Paraguay, el mismo día que se dieron nuevos precios para el pan, el trigo, el
vino y el vinagre, debido a la esterilidad de las cosechas (AGPSF, ACSF, Tomo III ‘‘A’’,
fols. 230-232b). En este último caso, sería aplicable la idea desarrollada por Florescano,
quien sostuvo la relación entre el carácter estacional de los lapsos de abundancia y de
escasez con las variaciones en los precios (Florescano, 2007: 1). Evaluando resoluciones
de otro tipo, se podría utilizar la definición de auxilio divino, como cuando días más tarde
se hizo una justificación de las fiestas anuales en honor a Nuestra Señora de las
Mercedes por ‘‘haber librado a la ciudad de las langostas’’ (AGPSF, ACSF, Tomo III ‘‘B’’,
fols. 237-240b), pensando en que durante la época colonial:

‘‘Era frecuente que, ante estas situaciones de emergencia, la población recurriera al auxilio divino.
Desde la época prehispánica y aún en algunas sociedades actuales, la asociación directa de los
desastres naturales con la divinidad es una constante…En la época colonial, y todavía durante la
primera mitad del siglo XIX, la sociedad civil organizaba largas y nutridas procesiones religiosas
invocando a un determinado protector…, para pedir que cesaran las calamidades’’ (García Acosta,
1993: 10).

Esto sería más coincidente aún con las mediaciones del cabildo sobre los períodos de
falta de aguas, como puede notarse fácilmente (Gráfico Nº 4). Sobre un total de 68

7
resoluciones vinculadas a los efectos de las sequías, 52 tuvieron que ver con la práctica
de celebraciones de tipo religioso, de las cuales no faltan ejemplos ilustrativos. El 7 de
enero de 1658 se optó por ordenar la realización de una rogativa para contrarrestar la
sequía (AGPSF, ACSF, Tomo III ‘‘B’’, fols. 542-544b); el 7 de julio se tomó la decisión de
hacer lo mismo, esta vez especificándose que la misma sería en honor a San Jerónimo,
Santo Patrono de la Ciudad (AGPSF, ACSF, Tomo VI, fols. 384-384b); el 30 de julio de
1715 se decidió efectuar un novenario en la Iglesia Parroquial en honor al mismo, para
pedirle por la sequía (AGPSF, ACSF, Tomo VII, fols. 374-374b); el 13 de enero de
dispuso oficiar una novena en la Iglesia Matriz en honor al Patrono, el cual consistiría en
misas cantadas para suplicar lluvias ‘‘para las sementeras’’ (AGPSF, ACSF, Tomo X ‘‘B’’,
fols. 412-413b); el 3 de julio de 1749 se explicó que los gastos correspondientes al
novenario de rogaciones serían cubiertos con dinero del ramo de propios del municipio
(AGPSF, ACSF, Tomo XII ‘‘A’’, fols. 70-73b); el 24 de diciembre de 1751 se tuvo que
recurrir a las limosnas para costear una petición religiosa de esa clase (AGPSF, ACSF,
Tomo XII ‘‘A’’, fols. 159-160b); mientras que el sancionado el 3 de octubre de 1774 sería
sostenido por autoridades y vecinos en conjunto (AGPSF, ACSF, Tomo XIV ‘‘B’’, fols. 333-
334b).

Empero, las intromisiones del ayuntamiento estuvieron lejos de limitarse exclusivamente


a las acciones católicas dependientes de la fuerza de la fe. En segundo lugar en
importancia, estuvieron las políticas que buscaron asegurar el abasto de los productos de
primera necesidad en contextos de sequías. A modo de ejemplo, el 28 de julio de 1728,
se trató sobre la importación de trigo de Buenos Aires para el abasto de Santa Fe
(AGPSF, ACSF, Tomo VIII, fols. 238-240b); el 23 de marzo del año siguiente se aceptó la
realización de una ‘‘corrida’’ propuesta por el gobernador a través de su teniente, debido a
la falta de ganados por culpa de la sequía (AGPS, Carpeta Nº 14 ‘‘A’’ 73, fols. 111-113b);
el 25 de noviembre de 1758 se afirmó que, en caso de escasez de alimentos,
correspondía al cuerpo encargarse del mantenimiento de su vecindario (AGPSF, ACSF,
Tomo XIII ‘‘A’’, fols. 112-116b); en la sesión del 7 de octubre de 1772, por la falta de
animales, se permitió que todos los que quisieran hacer faenas lo pudieran realizar pero
con licencia (AGPSF, ACSF, Tomo XIV ‘‘A’’, fols. 219-219b); el 16 de enero se discutió un
pedido para importar ganado, debido a las faltas generadas por las reiteradas secas
(AGPSF, ACSF, Tomo XIV ‘‘B’’, fols. 356-357b); el 25 de enero de 1790 se intervino sobre
la administración de reservas de trigo por la falta generada por las sequías (AGPSF,
ACSF, Tomo XVI ‘‘A’’, fols. 13-16b); el 29 de agosto de 1804 se trató una solicitud de
permiso para hacer recogidas de ganado alzado (AGPSF, ACSF, Tomo XVII ‘‘A’’, fols.
178-180b).

8
Gráfico Nº 4: Las intervenciones sobre las sequías (1654-1804)
60

50
Precios
40 Celebraciones religiosas
Prohibiciones y reglamen-
aciones
30 Impuestos
Importaciones
Abasto de alimentos
20

10

Fuentes: AGPSF, ACSF, Tomos I Primera Serie, III ‘‘A’’, III ‘‘B’’, IV, V, VI, VII, VIII, Carpeta Nº 14
‘‘A’’ 73, X ‘‘A’’, X ‘‘B’’, XI, XII ‘‘A’’, XIII ‘‘A’’, XIII ‘‘B’’, XIV ‘‘A’’, XIV ‘‘B’’, XV ‘‘A’’, XV ‘‘B’’, XVI ‘‘A’’,
Varios Documentos 1634-1816, XVI ‘‘B’’, Expedientes Civiles, XVII ‘‘A’’ y XVII ‘‘B’’.

Otras funciones del cabildo estuvieron vinculadas a la fijación de precios y la aplicación


de gravámenes o impuestos, siguiendo los objetivos de lograr el establecimiento de un
‘‘precio justo’’ y aumentar los ingresos municipales y de la Real Hacienda. Para citar un
caso, el 19 de octubre de 1654 se dieron nuevos precios al vino, al trigo y al pan, y se
intervino sobre las extracciones de harinas, debido a la falta de agua (AGPSF, ACSF,
Tomo III ‘‘B’’, fols. 372-373b). Tampoco faltaron regulaciones comerciales y controles de
producción: el 3 de noviembre de 1772, se llevó a cabo el nombramiento de un
comisionado para que registrara las existencias de trigo en el pago de Los Arroyos, y para
que se encargara de obligar a los productores a vender en la ciudad, debido a la gran
carestía que se sufría por entonces (AGPSF, ACSF, Tomo XIV ‘‘A’’, fols. 221-222b); el 24
de enero de 1774, se autorizó la extracción de ganado (machos únicamente), por la
dispersión resultante de las sequías (AGPSF, ACSF, Tomo XIV ‘‘A’’, fols. 279-280b).

Pasando al tema de las inundaciones, en primer lugar, se puede ver que las
resoluciones de los cabildantes y funcionarios fueron en un sentido distinto a las
anteriormente explicadas:

9
Gráfico Nº 5: Las intervenciones sobre las inundaciones (1648-1808)
16

14

12
Reparaciones
10 Retiradas y traslados
Celebraciones religiosas
8 Quejas
Permisos especiales
6

Fuentes: AGPSF, ACSF, Tomos I Primera Serie, III ‘‘A’’, III ‘‘B’’, IV, V, VI, VII, VIII, Carpeta Nº 14
‘‘A’’ 73, X ‘‘A’’, X ‘‘B’’, XI, XII ‘‘A’’, XIII ‘‘A’’, XIII ‘‘B’’, XIV ‘‘A’’, XIV ‘‘B’’, XV ‘‘A’’, XV ‘‘B’’, XVI ‘‘A’’,
Varios Documentos 1634-1816, XVI ‘‘B’’, Expedientes Civiles, XVII ‘‘A’’ y XVII ‘‘B’’.

Más allá de los permisos especiales, las quejas presentadas ante el ayuntamiento, las
celebraciones religiosas (muy similares a las que se efectuaban en caso de sequías) y las
retiradas y traslados (de poblaciones, tanto urbanas como rurales, y de ganados, para
evitar pérdidas mayores), me gustaría hacer hincapié en las obras públicas que tuvieron
lugar durante la época estudiada.

Los ejemplos son varios y dan cuenta de diversas intervenciones: el 15 de noviembre de


1655 se despachó un poder al Cabildo de Santiago del Estero para que aquel se ocupara
de las obras necesarias para encausar el Río Salado (AGPSF, ACSF, Tomo III ‘‘B’’, fols.
466-467b), mientras que un año después se hicieron concesiones de ganado para que
dicho gobierno municipal pudiera seguir adelante con ese proyecto (AGPSF, ACSF, Tomo
III ‘‘B’’, fols. 493-494b); el 29 de marzo de 1658 se tomaron medidas en torno a la llegada
de indios para los trabajos en las tareas hidráulicas (AGPS, ACSF, Tomo III ‘‘B’’, fols. 555-
556b); en el acuerdo del 8 de abril de 1720 se resolvió tomar las providencias necesarias
para fortificar los cuarteles y casas de San Javier, que sufrían por el avance de las aguas
(AGPSF, ACSF, Tomo VIII, fols. 91-93b); el 9 de agosto de 1773 se mencionaron los
trabajos realizados para contrarrestar los daños causados por las inundaciones:

‘‘El Alcalde Segundo informa que la zanja se reparó el año pasado y se halla al final de la calle
que baja al río desde el Cabildo, se ha arruinado por la creciente y las aguas llovedizas que allí
desaguan. Hace saber que con los hombres que el Sargento Mayor dejó libre en las dos campañas
que este año hizo el vecindario, se trajeron los palos para la estantería necesaria. Solicita la
ejecución de dicha obra y el reparo de la otra calle principal del puerto. Como los presos no serán
suficientes el cuerpo dispone que los vecinos pongan los peones necesarios y que los que entren

10
con carretas contribuyan con el acarreo de los materiales para el terraplén. Debido a la carencia de
propios para reparar y componer calles, cárcel y demás obras públicas, se resuelve que los botes
del trajín del Paraná, traigan 6 piedras por viaje, condición que se suplicará al Gobernador de las
Armas la imponga en cada licencia. Juan de Zarza se encargará de verificar dicho cumplimiento’’
(AGPSF, ACSF, Tomo XIV ‘‘A’’, fols. 248-248b).

De esta última regulación concejil se desprenden varios puntos a tener en cuenta: a) las
funciones del alcalde de segundo voto; b) las consecuencias de las crecidas; c) la
utilización de distintos tipos de trabajadores (milicianos, presidiarios, peones asalariados,
indígenas de las reducciones, etc.); d) la inversión de materiales por parte del cabildo; e)
el pedido de recursos a los comerciantes por falta de dinero público.

Conclusiones

Luego de leer y analizar las fuentes seleccionadas, y de elaborar y exponer datos


descriptivos y cuantitativos en base a las mismas, se podrían enumerar y explicar algunas
aproximaciones finales:

 Los estudios histórico-geográficos sobre desastres naturales son diversos en


cuanto al recorte cronológico-espacial, los temas planteados, las fuentes
utilizadas, las hipótesis y objetivos propuestos, la información elaborada, y las
conclusiones alcanzadas.
 Tras la lectura de las fuentes bibliográficas, se extrajeron varios conceptos e ideas
que pudieron aplicarse al análisis de los documentos, tales como los de
catástrofes naturales como construcción socio-histórica, políticas públicas, la
importancia de recursos como el agua para la economía agraria, eventos
hidrológicos extremos, impactos económico-sociales, auxilio divino, etc.
 Tanto la sociedad como la economía en Santa Fe colonial fueron de carácter
fundamentalmente agrícola-ganadero.
 La producción rural respondía a las demandas de múltiples mercados.
 El bastimento de productos de primera necesidad fue una prioridad para las
autoridades locales.
 Si bien cada fenómeno fue, en líneas generales, independiente, hubo momentos
de coincidencia entre sequías y plagas, o entre cualquiera de aquellas seguidas de
inundaciones o después de ellas.
 Las medidas tomadas por el ayuntamiento fueron diversas, con una notable
concentración en cuestiones vinculadas a las sequías, inundaciones y plagas de
langostas.
 En torno a cada una de las señaladas catástrofes se intervino sobre diversas
problemáticas más puntuales, variables según el caso.
 Los rituales religiosos (católicos), asumieron un papel protagónico, sobre todo en
contextos de secas, destacándose entre los mismos las rogativas, los novenarios y
las misas cantadas.

11
 El municipio y los vecinos (en casos de necesidad) se hicieron cargo de costear
los gastos que representaban las celebraciones cristianas.
 Mayormente se encontraba al Santo Patrono (San Jerónimo) como principal
representante de la lucha contra estas afecciones, aunque también parecen
santos específicos, como la Virgen encargada de repeler a las langostas.
 Se puede percibir la relación entre la carestía y los aumentos de precios en bienes
de consumo como los cereales, sus derivaciones y la carne.
 También hubo políticas que implicaron ajustes de precios, restricciones
comerciales, administración de licencias, organización de prácticas pecuarias,
revisión y conteo de existencias agrarias, entre otras regulaciones.

Bibliografía y fuentes

Archivo General de la Provincia de Santa Fe (AGPSF). Actas de Cabildo de Santa Fe


(ACSF). Tomos I Primera Serie, III ‘‘A’’, III ‘‘B’’, IV, V, VI, VII, VIII, Carpeta Nº 14 ‘‘A’’ 73, X
‘‘A’’, X ‘‘B’’, XI, XII ‘‘A’’, XIII ‘‘A’’, XIII ‘‘B’’, XIV ‘‘A’’, XIV ‘‘B’’, XV ‘‘A’’, XV ‘‘B’’, XVI ‘‘A’’,
Varios Documentos 1634-1816, XVI ‘‘B’’, Expedientes Civiles, XVII ‘‘A’’ y XVII ‘‘B’’.

Areces, Nidia (2000). ‘‘Las sociedades urbanas coloniales’’, en Tandeter, Enrique (Dir.).
Nueva Historia Argentina. Tomo II: la sociedad colonial. Buenos Aires, Editorial
Sudamericana, pp. 145-187.

Brailovsky, Antonio (2011). ‘‘Buenos Aires, ciudad inundable’’, en Nuevo Entorno.


Publicación del Instituto de Ecología y Ambiente Humano, Vol. 1, Nº 1, pp. 15-23.

Florescano, Enrique (2007). ‘‘Memoria remota (Crisis agrícola y carestía del maíz en la
época colonial), en Revista Nexos, publicado el 1 de marzo de 2007.

Fradkin, Raúl y Garavaglia, Juan Carlos (2009). La Argentina colonial. El Río de la Plata
entre los siglos XVI y XIX. Buenos Aires, Siglo XXI Editores.

García Acosta, Virginia (1993). ‘‘Las sequías históricas de México’’, en Revista Desastres
y Sociedad, Red de Estudios Sociales en Prevención de Desastres en América Latina, Nº
1, Año 1, pp. 2-18.

Jiménez Cisneros, Blanca (2011). ‘‘Suministro y desalojo del agua de la Ciudad de


México: de los aztecas al siglo XXI’’, en Revista Digital Universitaria, UNAM, Vol. 12, Nº
10, pp. 3-16.

Pelozatto Reilly, Mauro Luis (2014). ''El Cabildo, la ganadería y el abasto local en el litoral
rioplatense, 1723-1750'', en Actas de las Quintas Jornadas de Historia Regional de La
Matanza, 29 al 31 de octubre de 2014, pp. 230-244.

Pelozatto Reilly, Mauro Luis (2015). ‘‘El Cabildo y la ganadería colonial en el Litoral
Rioplatense a comienzos del siglo XVIII: vaquerías, recogidas de ganado y mercado local

12
en Buenos Aires y Santa Fe’’. Trabajo final de Especialización en Ciencias Sociales con
mención en Historia Social. Universidad Nacional de Luján, mayo de 2015.

Pelozatto Reilly, Mauro Luis (2016). ''El mercado de la grasa y el sebo en Buenos Aires
colonial: actividades productivas, precios y regulaciones durante la primera mitad del siglo
XVIII'', en Revista Raíces, Uruguay, Nº 188, Junio de 2016.

Pelozatto Reilly, Mauro Luis (2016). ''El mercado del trigo en Buenos Aires y el Río de la
Plata durante la primera mitad del siglo XVIII: mercados, políticas económicas y unidades
productivas'', en III Jornadas de estudiantes y graduados de Historia, UNGS, 14 de
octubre de 2016.

Pelozatto Reilly, Mauro Luis (2016). ''Ganado cimarrón y vaquerías en el Río de la Plata
colonial: Aspectos generales'', en Agencia NOVA (Argentina y Santa Fe), 1 de noviembre
de 2016.

Pelozatto Reilly, Mauro Luis (2016). ''La cría y el comercio de mulas entre el Río de la
Plata y el Perú: mercados regionales, actores y grupos sociales (siglos XVI al XIX)'', en
Sociedad Indiana, publicado el 24 de noviembre de 2016.

Pelozatto Reilly, Mauro Luis (2017). ''El Cabildo de Santa Fe y el abasto de carne: una
primera aproximación, 1700-1750'', en Diario Entre Ríos Ya, 11 de marzo de 2017.

Pelozatto Reilly, Mauro Luis (2017). ''La ganadería menor y sus alternativas mercantiles
en Santa Fe colonial'', en Diario Entre Ríos Ya, 20 de mayo de 2017.

Pelozatto Reilly, Mauro Luis (2017). ''Reducciones y vaquerías en el Río de la Plata


Colonial. Intervenciones capitulares y negociaciones con la Compañía de Jesús en torno a
la explotación del ganado vacuno cimarrón. Santa Fe y Buenos Aires, 1677-1726'', en
Jornadas Estudios sobre religión, sociedad y cultura, UCA, 13 de julio de 2017.

Pelozatto Reilly, Mauro Luis (2017). ''El Cabildo frente a las matanzas y extracciones de
bueyes en Santa Fe colonial (1719-1730)'', en Diario NOVA Santa Fe, 5 de octubre de
2017.

Santos Gareis, María, Do Nascimento, José y otros (1997). ‘‘Aspectos históricos de las
sequías en el Nordeste del Brasil colonial (1530-1822)’’, en García Acosta, Virginia
(Coord.). Historia y desastres en América Latina, Red de Estudios Sociales en Prevención
de Desastres en América Latina, Vol. II, pp. 4-28.

Scarpati, Olga y Capriolo, Alberto (2013). ‘‘Sequías e inundaciones en la provincia de


Buenos Aires (Argentina) y su distribución espacio-temporal’’, en Investigaciones
Geográficas. Boletín del Instituto de Geografía, UNAM, Nº 82, pp. 38-51.

Suriano, José y Ferpozzi, Luis (1993). ‘‘Inundaciones y sequías en la historia pampeana’’,


en Revista de la Sociedad Rural de Jesús María, Nº 77, pp. 20-24.

13

También podría gustarte