Está en la página 1de 12

Conexiones

DIVINAS

e ros c a p í t ulos
rim
P
3

M U E S T R A
a
tr

s
Ejem ue
plar de m

ÉRIC CÉLÉRIER
Fundador de TopChrétien
Conexiones
Divinas
Éric Célérier

Cuando Dios usa a personas normales


Para hacer cosas extraordinarias

Muestra de los 3 primeros capítulos del libro


CAPÍTULO 1

¡Tú, seguro que sí!


Yo, el SEÑOR, te he llamado para manifestar mi
justicia. Te tomaré de la mano y te protegeré, y te daré a
mi pueblo, los israelitas, como símbolo de mi pacto con
ellos. Y serás una luz para guiar a las naciones. Abrirás
los ojos de los ciegos; pondrás a los cautivos en libertad,
soltando a los que están en calabozos oscuros.

La Biblia, Nueva Traducción Viviente, Isaías 42:6-7

Tenía un poco más de dieciocho años. Acababa de recibir a Jesús en mi


vida. Tenía un deseo ardiente de servir a Dios. Estaba completamente
ilusionado. Pero, como cristiano, tenía también muchos comportamien-
tos que sanar. Mi vida estaba en desorden. Al mismo tiempo que iba a
la iglesia, donde aprendía a tocar la guitarra y donde participaba de un
curso sobre cómo compartir mi nueva fe, tenía mal carácter, fumaba y
estaba entregado a la pornografía. Jesús tenía realmente que cambiar
muchas cosas en mí. Aun así, estaba obsesionado por esta pregunta:
“¿Dios me llama a servirle?”. Es cierto, Dios pide a cada cristiano que
le sirva, pero algunos reciben de su parte un llamado especial. Quería
saber con toda certeza si ese era mi caso. Una noche, mientras estaba
en una pequeña reunión de oración organizada por nuestra iglesia en
Pontoise, en los alrededores de París, sentí fuertemente que Dios quería
hablarme. Una voz interior me decía: “¿Quieres saber si te he llamado?
Aquí tienes mi respuesta: toma tu Biblia y ábrela en el libro de Isaías,
capítulo 42, versículos 6 y 7”.

Las primeras palabras de ese pasaje eran: “Yo, el SEÑOR, te he llama-


do…”. Mi corazón saltó de alegría. ¡Sí, Dios me había llamado, estaba
seguro! Leyendo el resto del pasaje, descubrí que me llamaba a ser una
luz en el mundo, según las palabras de Jesús: “y me seréis testigos en Jeru-
salén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” 1 . ¡Estaba
tan feliz! Tenía ganas de compartir esta buena noticia con la primera
persona con la que me cruzase. Saliendo de la reunión me encontré a
un hombre, cristiano de muchos años, al que tenía mucho respeto. Fue
el primero con el que compartí mi entusiasmo: “Esta noche Dios me
ha llamado a servirle. ¡Sí, voy a servir a Dios! ¡Él va a usar mi vida para
tocar a muchísimas personas!”. Su respuesta, sin embargo, fue como un
jarro de fría para mí: “¿Tú? ¡Seguro que no!”.

¿Has sido alguna vez “animado” de esta manera por algunos cristianos?
¡A la vez que José soñaba en color sobre un futuro excepcional, sus
hermanos seguían con la televisión en blanco y negro! 2 No siempre
es fácil ser un visionario, ver por adelantado lo que va a ocurrir, es
raramente algo bien recibido por los demás. Este hermano cristiano
me había frenado en mi impulso. En vez de pensar en lo que Dios me
había dicho de una manera tan milagrosa, no paraba de repetir en mi
interior esas palabras negativas: “¿Tú? ¡Seguro que no!” “¿Tú? ¡Seguro
no!”. Empezaba incluso a amplificarlas: “No valgo para nada, estoy lleno
de defectos, tengo mal carácter, estoy lejos de andar por un camino de
santificación, tengo adicción al tabaco, miro imágenes impuras, no sé
gran cosa de la Biblia, no consigo ayunar, tengo miedo de compartir mi
fe, ...”. Cuando llegué a casa, el llamado que había recibido esa misma
noche parecía muy lejano. Afortunadamente, Dios me habló de nuevo
a través de un versículo que me animó: “Porque irrevocables son los
dones y el llamamiento de Dios” 3 . Después de todo, ¡Él sabe lo que hace!
Puesto que Él me había llamado, Él cumpliría su promesa. Esa noche,
me dormí, confirmado en su promesa.

¿Alguna vez te has sentido desanimado por personas cercanas, incluso


amigos con los que has compartido tu fe cristiana? ¿Ha intentado alguien

1
  La Biblia, Hechos 1.8
2
  La Biblia, Génesis 37
3
  La Biblia, Romanos 11.29

4 CONEXIONES DIVINAS
alguna vez destruir el sueño que Dios puso en tu corazón? ¿Alguien te
ha dicho alguna vez: “¿Tú? ¡Seguro que no!”? Déjame hoy decirte: “¿Tú?
¡Seguro que sí!”

¡ T ú , se g u r o q ue sí ! 5
CAPÍTULO 2

Dios utiliza a personas


normales y corrientes
Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Sal a la parte
más profunda y echad vuestras redes para pescar.
Respondiendo Simón, dijo: Maestro, hemos estado
trabajando toda la noche y no hemos pescado nada,
pero porque tú lo pides, echaré las redes. Y cuando lo
hicieron, encerraron una gran cantidad de peces, de
modo que sus redes se rompían; entonces hicieron señas
a sus compañeros que estaban en la otra barca para
que vinieran a ayudarlos. Y vinieron y llenaron ambas
barcas, de tal manera que se hundían.

La Biblia de las Américas, Lucas 5.4-7

Mi avión acababa de aterrizar en Dallas, Texas. En esa época, TopChré-


tien no era muy conocido, y menos aún en Estados Unidos. Mis amigos
habían venido amablemente a recogerme al aeropuerto. Estaba contento
de haber llegado finalmente, después de tantas horas de vuelo. Apenas
me senté en la parte de atrás del coche, me dijeron sus planes para esa
noche: “Eric, nos imaginamos que debes estar muy cansado por el viaje y
por el cambio de hora, pero, ¿aceptarías acompañarnos a una cena?”. Esta
estaba organizada a favor de una organización cristiana que se ocupaba
de construir capillas en cárceles. Aunque tengo gran aprecio por este tipo
de acciones, no veía realmente la utilidad que tendría asistir a esa velada.
Sus objetivos no parecían tener relación alguna con los de TopChrétien.

¡Todo en mí quería rechazar esa invitación! Pero, después de varios años,


Dios me había ya mostrado la importancia de hacer lo que yo llamo “la
milla extra”, es decir, un esfuerzo que no me apetece en absoluto hacer.
“Y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos”    1,
nos enseña Jesús. Es por eso que acepté la invitación de mis amigos,
Janis y Bob Thomas.

La cena era sabrosa, y los invitados muy simpáticos. Aun así, la velada
era bastante trivial. En el transcurso de la cena, los organizadores cedie-
ron la palabra a un pastor del que había escuchado hablar vagamente,
el doctor Henry Blackaby. Me di cuenta a continuación de que era en
realidad un hombre de Dios excepcional. Es el autor de una treintena de
libros, entre ellos Experiencing God    2 (Experimentando a Dios). Se puso
a predicar con un tono de voz monótono, al punto de que de empecé a
dar cabezadas. Hablaba sobre la pesca milagrosa, explicando que Dios
utiliza a personas normales para hacer cosas extraordinarias. Estaba
a punto de dormirme, cuando el doctor Blackaby empezó a decir con
gran convicción estas tres palabras de manera enfática: “Cast the net!,
Cast the net!” (¡Echa las redes! ¡Echa las redes!).

“Cast the net!”. El net… ¡la red, también llamada Internet!    3 ¡Echar la
red, era lo que Dios me había llamado a hacer a través de la web! Henry
continuó: “Si obedeces a Jesús, si echas tus redes, tendrás la pesca más
abundante y más extraordinaria de toda tu vida”. De manera evidente,
este mensaje iba dirigido a mí, al punto de que los que estaban conmigo
en la mesa se giraron hacia mí, estupefactos. “Eric, ¡esta palabra para ti!”.
Esa noche sentí que Dios me hablaba. Mi corazón latía a toda velocidad.
Dios estaba poniendo esta convicción en mi corazón: Él hace cosas
extraordinarias con personas normales y corrientes. Entendí que esta
palabra era para mí.

Después de la reunión, pude conocer en persona al doctor Blackaby, y le


pregunté: “Dios utiliza a gente normal y corriente, pero, ¿cree usted que

1
  La Biblia, Mateo 5.41
2
  Experiencing God: Knowing and Doing the Will of God, Lifeway Christian Resources,
1990.
3
  Nota del traductor: En francés, se usa comúnmente la palabra “net” para referirse a
Internet.

D ios utili z a a pe r sonas no r m ales y co r r ientes 7


Dios querrá usar franceses?”. Me contestó sonriendo: “¡Seguro, es difícil
encontrar personas más normales y corrientes que los franceses!”. Tomé
su comentario con humor y agradecimiento, mientras reflexionaba: “Si
Dios utiliza a personas normales, entonces ¡soy el candidato perfecto!
Voy, entonces, a recibir esta palabra, a echar la red, a ampliar mi visión,
a esperar pescas milagrosas y otros milagros, puesto que es Jesús quien
me lo pide!”

“En tu palabra echaré la red” , fue la respuesta de Pedro. “Recogieron


una cantidad tan grande de peces que las redes se les rompían”, nos dice
a continuación el pasaje de Lucas 5 . ¿Cómo te sientes hoy? ¿Normal y
corriente, incapaz, no cualificado? Como Pedro, ¿has estado trabajando
toda la noche sin pescar nada? ¿Vas simplemente a quedarte en la orilla,
o vas a echar las redes y a declarar “En tu palabra echaré las redes”? ¡Lo
extraordinario te espera!

8 CONEXIONES DIVINAS
CAPÍTULO 3

Lo imposible no es divino
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de
vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal,
para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y
vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me
hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.

La Biblia, Jeremías 29:11-13

TopChrétien es un portal cristiano francés que ha recibido más de 150


millones de visitas en Internet a lo largo de estos 15 años. Ha dado a
luz a “El Pensamiento del Día”, que anima cada mañana a decenas de
miles de personas. TopChrétien ha desarrollado igualmente el sitio web
PazConDios.net, que se ha transformado con el paso de los años en una
red mundial de evangelización por Internet llamada Jesus.net . Millones
de personas han tenido un encuentro con Jesucristo a través de estas
iniciativas.

En 1998, era un joven pastor de unos treinta años de edad. Había creado
ya dos páginas web en Internet. Mi primera página, lanzada en 1997,
sirvió para dar a conocer la iglesia de Givors, en la región de Lyon,
Francia, en la que mi esposa estábamos trabajando. En aquella época,
¡es muy probable que ningún habitante de esa ciudad tuviese conexión a
Internet! Pero un joven se puso en contacto con nosotros a través de la
página. Se trataba de un joven brasileño llamado Gilberto. “He buscado
por Internet una iglesia en Francia, y la suya es la única que he encontra-
do. Me gustaría hacerles una visita”.

Gilberto decidió dejar su país de origen para venir a encontrarse con


nosotros. Pasó un mes con nosotros en casa, y nos hizo partícipes de los

L o i m posi b le no es divino 9
proyectos maravillosos que Dios estaba llevando a cabo en Brasil. Fue
muy inspirador. Gilberto pasaba mucho tiempo ayunando y orando.
Fue una profunda inspiración para nosotros.

Internet no estaba todavía bien desarrollado en aquella época, pero a


través de esta experiencia tomé consciencia de dos cosas importantes
que más adelante serían determinantes en mi recorrido ministerial: no
solo que hay personas reales escondidas detrás de Internet, sino que esta
red es una puerta internacional extremadamente potente.

La segunda página que creé la bauticé como “Réalités de la Foi, Digest”


(Revista “Realidades de la fe”). Apuntaba esencialmente a publicar
artículos entresacados de la revista del mismo nombre. Después, en
1998, Fabien Créteur, un amigo mío que era pastor en aquella época,
me llamó diciendo: “Eric, no existe ninguna página web para cristianos.
Creo que deberías crear una”.

Le contesté que no sabía absolutamente nada al respecto, a lo que


contestó: “¡Pero, Eric, si eres el único que tiene una página web para
su iglesia! Eres más capaz que cualquier otro”. Añadió, además, que
mantenía contacto con una mujer cristiana que vivía en Suiza y que
estaría dispuesta a ayudarme. Ella y su marido tenían una asociación
especializada en alojamiento de páginas web. Sorprendida al principio,
esta mujer tomó un tiempo para orar al respecto, y finalmente decidió
sostener mi proyecto. Trabajamos juntos durante seis meses sin ni si-
quiera vernos, comunicándonos solamente por email. La envergadura
del trabajo llevado a cabo por esta mujer fue excepcional.

Es en este contexto que llegué a un encuentro nacional de asociaciones


evangélicas, organizada en la región parisina. Emocionado por mi
descubrimiento y por ver el potencial de Internet, tuve una primera
reunión en un stand, donde el responsable de una iglesia importante
me dijo: “¿Hablar de Dios por Internet? Nunca funcionará en Francia”.
En otro stand me dijeron: “Internet no sirve para nada y no tiene el
más mínimo futuro”. Un tercero me frenó de la siguiente manera: “No
tenemos dinero para lanzar este tipo de proyectos en Francia”. Ni un

1 0 CONEXIONES DIVINAS
solo responsable me animó. Ni uno solo me exhortó diciendo: “Dios
puede ayudarte”. Ni uno solo me citó un versículo de la Biblia para que
fuese adelante con el proyecto.

Había chocado con el muro de nuestra mentalidad francesa. Mis pro-


yectos chocaban con esta frase que escuché demasiado a menudo: “No,
no es posible”. Sin embargo, ¡lo imposible no es divino! Con Dios, lo
imposible se convierte en posible. Por la potencia del Espíritu Santo,
“imposible” se convierte en “I’m possible” (del inglés, “yo puedo”). ¡En
Jesús podemos hacerlo!

Somos conscientes de nuestros muros, de nuestro pasado, nuestras


heridas, nuestros errores… pero aún así, si Dios nos dice que es posi-
ble, ¡entonces será posible! Tengo mi conjunto de fracasos, de errores
y problemas, pero no quiero permitirles que me obstaculicen en los
proyectos que Dios tiene para mi vida.

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,


pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”.1

Es a un pueblo exiliado al que Dios se dirige en este pasaje. En medio


de la tormenta, hay esperanza, hay un futuro. ¿Qué es lo que ves para
tu futuro? ¿Crees que será extraordinario, según las promesas de Dios?
¡Declaro que es posible!

1
La Biblia, Jeremías 29:11 

L o i m posi b le no es divino 11
Deja que

Dios Transforme tu

vida
día a día

Suscríbete a “Un MilaGRo cada día”


Al suscribirte, te unirás a miles de personas que
han visto a Dios actuar en sus vidas a través de la
lectura de “Un Milagro Cada Día”, un email diario
inspirador y gratuito. ¡Dios desea transformar tu
vida, día a día!

Suscríbete en Es.Jesus.net Es.Jesus.net

También podría gustarte