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La región de Siria fue el centro de una civilización semita de gran importancia en torno a las
ciudades de Ebla y Ugarit. Allí tuvo lugar el descubrimiento del bronce.
Tierra de paso, el país ha estado dominado por egipcios, cananeos, hititas, asirios, persas, griegos,
imperio seléucida, romanos, árabes, mongoles, otomanos y franceses, hasta su independencia en
1946.
Durante los años 1950 y 1960 se sucedieron varios golpes de Estado y las relaciones exteriores
estaban marcadas por la oposición al estado de Israel.
Historia antiguaEditar
Los arqueólogos han demostrado que la civilización en Siria era una de las más grandes antiguas
sobre la Tierra. Alrededor de la ciudad excavada de Ebla en el norte de Siria, descubierta en 1975,
un gran imperio semita se diseminó desde el Mar Rojo norte hasta Turquía y al este hasta
Mesopotamia desde el 2500 hasta el 2400 A.C. Ebla parece haber sido fundada alrededor del 3000
A.C y construyó gradualmente su imperio a través del comercio con las ciudades de Sumeria y
Akkad, así como también con pueblos al noroeste. La ciudad de Ebla durante ese tiempo tenía una
población estimada en 260,000. Los eruditos creen que la lengua de Ebla era la lengua semita más
antigua. La civilización ebla era probablemente conquistada por Sargón de Acad alrededor del año
2260 A.C.; la ciudad fue restaurada como la nación de los amoritas unos siglos después y floreció a
principios del segundo milenio AC hasta que fue conquistada por los hititas.
Antigüedad Editar
Durante el segundo milenio a. C., Siria estuvo ocupada sucesivamente por cananeos, fenicios, y
arameos como parte de las desorganizaciones generales asociadas con los Pueblos del Mar. Los
hebreos finalmente se establecieron al sur de Damasco, en la región conocida como Canaán; los
fenicios se establecieron a lo largo de la costa de estas áreas, así como también en el oeste, en la
zona (Líbano) ya conocida por sus cedros.
En el siglo XI a. C. A comienzos del primer milenio antes de Cristo, los arameos formaron varios
reinos, abandonando su estilo de vida nómada y formaron estados federados tribales. Uno de
estos reinos era Aram-Damasco, centrada en su capital, Damasco. La ciudad ganaría preeminencia
en el sur de Siria desde el año 965 a. C. cuando se estableció el reino independiente de Aram-
Damasco. Este nuevo estado se expandió al sur e impidió que el Reino de Israel se extendiera
hacia el norte, pero los dos reinos pronto se enfrentaron ya que ambos trataron de dominar la
región y de obtener la hegemonía comercial en el este. En 853 a. C., el rey Ben-Hadad I de
Damasco conformó una coalición levantina, que incluía fuerzas del reino Aram-Hamat y tropas
suministradas por el rey Acab de Israel, logrando vencer en la batalla de Qarqar al ejército de
Asiria. [1]
En el siglo VIII a. C., Damasco fue derrotada y prácticamente engullida por los asirios y entró en
una era de tinieblas. Los Egipcios, asirios, babilonios e hititas ocuparon sucesivamente el
estratégico suelo de Siria durante este periodo, mientras fuera una tierra de paso entre sus
imperios.
Los persas tomaron el control de Siria como parte de su control general del suroeste de Asia. Este
control se transfirió a los griegos tras las conquistas de Alejandro Magno. Tras su muerte la
hegemonía de Siria pasó a la Dinastía Antigónida , y subsecuentemente a los Seléucidas y
posteriormente los romanos. Seleuco I Nicátor fundó a finales del siglo IV a. C. a Antioquía, como
capital de su imperio en Siria. En el año 83 a. C., cayó bajó el rey de Armenia, Tigranes el Grande.
Los armenios la gobernaron durante trece años, hasta que finalmente el país fue incluido en la
provincia romana de Siria, en el año 64 a. C.
En el periodo de gobierno romano, la gran ciudad de Antioquía, (llamada la «Atenas del este» era
la capital provincial. Era una de las más grandes ciudades del mundo antiguo, con una población
estimada de 500.000 habitantes, siendo un boyante centro de comercio e industria. Al ser una de
las ciudades más ricas y populosas de las provincias del Imperio romano, se ha estimado que la
población de la Siria romana a comienzos del Imperio, solo fue sobrepasada a mitades del siglo XX,
con un censo de 8 millones o más, incluyendo a Palestina y al territorio del río Jordán, excluida la
parte oriental de la actual región allende el Éufrates.
En la época romana, Siria era el hogar de Heliogábalo, un emperador romano de la dinastía Severa
que reinó desde 218 hasta 222. Su familia tenía derechos hereditarios sobre el sacerdocio del dios
del sol El-Gabal, de quien Heliogábalo era el sumo sacerdote en Emesa (actual Homs), en sirio.
Paleocristianismo Editar
Siria fue importante en la historia del cristianismo: Pablo de Tarso se convirtió a esta religión en la
carretera a Damasco y emergió como una significante figura del primer núcleo de la Iglesia
cristiana de Antioquía, primera ciudad no judía que se convirtió al cristianismo. Ciudad a la que
peregrinó a menudo en sus viajes misionales.
En el siglo VII, Siria fue conquistada por los árabes, y la cultura actual data de aquella conquista
musulmana. Secciones de la línea costera de Siria fueron tomadas por señores francos durante las
Cruzadas en el siglo XII. En el siglo XIII, llegaron los primeros mongoles, destruyendo ciudades y
canales de irrigación. A finales del siglo XV, el descubrimiento de una ruta marítima desde Europa
hasta el Lejano Oriente terminó con la necesidad de una ruta comercial a través de Siria. Destruida
por los mongoles, Siria fue parte del Imperio otomano desde el siglo XVI hasta el siglo XX, y se
encontró a sí misma enormemente apartada e ignorada por los asuntos mundiales.
Tras la Primera Guerra Mundial, el Imperio otomano se disolvió, y en 1922 la Liga de las Naciones
repartió el dominio de la antigua Siria entre dos países: el Reino Unido recibió Transjordania y
Palestina, y Francia recibió a las que se convertirían en las actuales Siria y Líbano.
En noviembre de 1956 Siria firmó un pacto con la Unión Soviética, proporcionando un asidero para
la influencia comunista dentro del gobierno a cambio de aviones, tanques, y otros equipos
militares que eran enviados a Siria. Con este aumento en la fortaleza de la tecnología militar siria
preocupaba a Turquía, mientras que parecía factible que Siria pudiese intentar retomar
Alejandreta, una antigua ciudad siria que está ahora en Turquía. Por otro lado, Siria y la U.R.S.S.
acusaron a Turquía de masificar sus tropas en la frontera siria. Durante esta reserva, los
comunistas ganaron más control sobre el gobierno y ejército sirios. Sólo los acalorados debates en
las Naciones Unidas (de la cual Siria era miembro original) aminoraron la amenaza de guerra.
La inestabilidad política de Siria durante los años después del golpe de 1954, el paralelismo de las
políticas sirias y egipcias, y la atracción del liderazgo del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser en
el amanecer de la crisis de Suez crearon el apoyo en Siria para la unión con Egipto. El 1 de febrero
de 1958, el presidente sirio Shukri al-Kuwatli y Nasser anunciaron la fusión de los dos países,
creando la República Árabe Unida, y todos los partidos políticos sirios, así como los comunistas en
ese respecto, cesaron sus actividades abiertas.
La toma del Ba’ath en Siria siguió a un golpe de estado del Ba’ath en Irak el mes anterior. El nuevo
gobierno sirio exploró la posibilidad de federación con Egipto e Irak controlado por el Ba’ath. El
acuerdo se materializó en El Cairo el 17 de abril de 1963, plasmándose en un referéndum sobre la
unidad que se sostendría en septiembre de 1963. Sin embargo, pronto aparecieron desacuerdos
entre las partes y la materialización de la federación tripartita fracasó. Después de eso, los
regímenes del Ba’ath en Siria e Irak comenzaron a trabajar por la unidad bilateral. Estos planes
fracasaron en noviembre de 1963, cuando el régimen Ba’ath en Irak fue derrocado. En mayo de
1964, el presidente Amin Hafiz de la CNCR promulgó una constitución provisional que aseguraba al
Consejo Nacional de la Revolución (CNR), una legislatura compuesta de representantes de
sindicatos de organizaciones masivas—laborales, campesinos y profesionales—un consejo
presidencial, en la que el poder ejecutivo era conferido, y un gabinete. El 23 de febrero de 1966,
un grupo de oficiales del ejército llevó a cabo un exitoso golpe intrapartidario y pusieron en prisión
al presidente Hafiz, disolvieron el gabinete y la CNR, abrogaban a la constitución provisional, y
diseñaron un gobierno regionalista y civil del Ba’ath el 1 de marzo. Los líderes del golpe lo
describieron como una “rectificación” de los principios del partido Ba’ath. Israel invadió Siria en la
guerra de junio de 1967 y capturó y ocupó los Altos del Golán. Esta invasión debilitó al régimen
socialista radical establecido por el golpe de 1966.
El conflicto se desarrolló entre un ala militar moderada y un ala civil más extremista del partido
Ba’ath. La retirada en 1970 de las fuerzas sirias enviadas para ayudar a la OLP durante las
hostilidades del “Septiembre Negro” con Jordania reflejaron este desacuerdo político dentro de la
jefatura del partido Ba’ath. El 13 de noviembre de 1970, el ministro de Defensa Hafez al-Asad
efectuó un pacífico golpe militar, expulsando a la jefatura civil y asumiendo el rol de primer
ministro.
Hafez al-Asad gobernó Siria durante 30 años. En los mismos hay que destacar la intervención de
Siria en la guerra contra Israel en 1973, conocida como Guerra del Yom Kippur.
La guerra civil siria en árabe, الحرب األهلية السوريةal-Ḥarb al-ahliyya al-sūriyya) es un conflicto bélico
iniciado a principios de 2011 y que se desarrolla en la actualidad en Siria.