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A TRAVÉS DEL ETER

Durante la década del 20 la radiodifusión se convirtió en el nuevo entretenimiento de las


familias del país.

Al recorrer el museo vemos muchas radios de diferentes tamaños y formas, efectivamente


son solo una muestra de la variedad que abundaba en el mercado

La radio fue una tecnología que rápidamente se adaptó al bolsillo del oyente, su precio, en
los negocios del ramo, se adecuaba a las posibilidades económicas de cada familia.

Básicamente, la radio, no tenía una tecnología compleja. Su construcción hogareña era


posible, estaba al alcance de la mano de cualquier trabajador habilidoso dispuesto a
construir su propio aparato en el tallercito del fondo de la casa. Los trabajadores podían
adquirir a través de revistas especializadas, en las denominadas broadcasting, los
conocimientos técnicos para armar una radio.

Es importante el lugar que las radios ocuparon en el hogar, durante las décadas del 20, 30 y
40 tenían un espacio privilegiado en la sala o en el comedor. Allí se reunía la familia para
escuchar los programas favoritos que por entonces eran los radioteatros, los programas
cómicos y musicales. No faltaban en esa grilla las conferencias y los discursos políticos.

Muchos programas tenían auspiciantes, era una forma de propaganda, las empresas
pagaban a la radio dinero para que una emisión llevara el nombre del producto que querían
promocionar. Algunos fueron muy exitosos, duraron muchos años en el aire, incluso,
cuando apareció la televisión pasaron a auspiciar programas televisivos que inicialmente
salían en vivo.
Los radioteatros contaban con actuaciones estelares, actrices y actores comenzaron sus
carreras en las tardes- noches de la radio y después pasaron al cine. Ese entretenimiento era
escuchado por toda la familia y servía como espacio de reunión y posteriormente de
diálogo. Cómo se resolvían las historias de los radioteatros era tema de conversación no
sólo en la casa sino también en la feria y en la fábrica.

Los programas cómicos fueron muy exitosos, Nini Marshall y Pepe Iglesias “El Zorro” eran
los actores cómicos más importantes de la primera época de la radio.

Nini debuto como cantante en 1934 y tuvo programas en las emisoras, por entonces, más
escuchadas: Radio Cultura, Radio Porteña, Radio Belgrano y Radio Nacional; a través de
sus sketches fue introduciendo imitaciones sobre personajes femeninos habituales en la
sociedad de la época: Cándida, la gallega; Catita, la italiana recién llegada, Doña Jovita.
No es difícil pensar que Nini era muy escuchada en Berisso. Su éxito fue tan significativo
que sus personajes pasaron al cine y al teatro.
El tango, también fue uno de los pilares del entretenimiento radial, los cantantes y las
orquestas típicas actuaban en vivo con mucha concurrencia de público en los estudios, estos
momentos hacían las delicias de los oyentes. Los músicos más exitosos comenzaron a
grabar discos y los hogares más acomodados pudieron acceder a las vitrolas para sumarlas
al mobiliario.

La radio acercó a los trabajadores al mundo del entretenimiento masivo y de los consumos
modernos como los jabones y otros productos de moda en esa época.

Con el correr del tiempo las radios fueron reduciendo su tamaño, se achicaron y ya no
usaron válvulas o lámparas, en los tempranos 60 apareció la SPIKA, y con ella otra forma
de escucharla. Los oyentes hicieron un uso variado de este pequeño dispositivo, lo ponían
debajo de la almohada para escuchar “Modart en la Noche” o se la acercaban al oído para
vivir con cierta intimidad el partido del domingo.

Hoy escuchamos radio por internet, en los teléfonos celulares, en el reloj despertador de la
mañana. Su vitalidad como medio de comunicación sigue vigente y algunos dicen que su
lenguaje continúa enamorando a las audiencias.
Idea y realización
Mirta Zaida Lobato
Universidad de Buenos Aires

Texto
Ana Lía Rey
Universidad de Buenos Aires

Fotografía
Guadalupe Rodríguez Rey

Con el apoyo de

Ministerio de Cultura de la Nación, Dirección Nacional de Innovación Cultural,


CONCURSO NACIONAL DE INNOVACION CULTURAL, 2016.

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