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El juicio una cuestión estratégica, el mejor valor del juicio penal es distinguir quién
es culpable de quién es inocente “descubrir la verdad” el juicio es un ejercicio
profundamente estratégico, en un específico sentido mediante la prueba no habla
por sí sola, la prueba debe ser presentada y puesta al servicio de nuestro relato,
nuestra versión acerca de qué fue lo que realmente ocurrió la prueba debe ser
presentada, debe ser ofrecida al interior de un relato, debe ordenarse al servicio
de la versión para la cual está siendo ofrecida siendo la labor del abogado pues,
hacer que llegue el mensaje, y el mecanismo natural de transmisión es el relato,
ya que el juicio oral puede ser caracterizado como la construcción de un relato, en
que cada uno de los actores va aportando su trozo de historia. A demás los
litigantes deben, trabajan con por decirlo de algún modo en teorías jurídicas que
se traduce en saber distinguir qué encaja en cuál parte del juicio oral hechos o
derecho.
Una proposición fáctica es una afirmación de hecho, respecto del caso concreto,
una proposición fáctica es un elemento legal reformulado en un lenguaje corriente,
que se remite a experiencias concretas del caso, sobre las que un testigo sí puede
declarar. Es decir, la prueba en el lenguaje del juicio es una de las partes más
relevantes, ya que cada una de las proposiciones fácticas que conforman nuestro
relato debe ser probada y en consecuencia, la construcción precisa y clara de la
proposición fáctica determina completamente la prueba.
Por lo tanto, se habla de La teoría del caso es un ángulo desde el cual es posible
ver toda la prueba; un sillón cómodo y mullido desde el cual apreciar la
información que el juicio arroja, en términos tales que, si el tribunal contempla el
juicio desde ese sillón, llegará a las conclusiones que le estamos ofreciendo. Una
vez que se tiene una teoría del caso, la regla es casi absoluta la teoría del caso
domina todo lo que hago dentro del proceso particularmente dentro del juicio y
nunca, hago nada inconsistente con la teoría del caso. Todas las proposiciones
fácticas que se intentaran acreditar en juicio, toda la prueba que se presente para
acreditar dichas proposiciones fácticas, todo examen, contra examen y alegato
que realizo dentro del juicio, están al servicio de y son funcionales a mi teoría del
caso.
El examen directo de testigos puede ser visualizado como una actividad destinada
a la narración de un relato, los énfasis del examen directo se dirigen por esencia a
obtener proposiciones fácticas del testigo que me permitan acreditar elementos de
las teorías jurídicas que configuran mi propia teoría del caso. Solventar la
credibilidad del testigo significa entregar elementos de juicio para convencer al
juzgador de que ese testigo específico es una persona digna de crédito. Un
segundo objetivo básico presente en cualquier examen directo es el de obtener un
relato que sustente las proposiciones fácticas que nuestra teoría del caso requiere,
esto es, aquellos hechos y detalles que apuntan a que la historia realmente ocurrió
como nuestra parte lo señala. Es a través de la declaración de testigos o peritos
en donde los objetos y documentos se acreditarán como tales y dejarán de ser
cuestiones abstractas, convirtiéndose en el objeto y documento concreto de este
caso. Principales objetivos del examen directo, es posible señalar que el mismo
contempla típicamente dos etapas o contenidos; una primera destinada a
“acreditar” o “legitimar” al testigo y una segunda que tiene por objeto obtener el
relato de los hechos que componen su testimonio., las características de un
examen directo efectivo son el “cine” donde debemos adoptar decisiones
trascendentes, exigimos historias completas, claras, creíbles, ya que necesitamos
poder producir una verdadera imagen mental antes de decidir si es cierto o no,
cómo se produjo, cuándo, por cuánto tiempo, por qué, cuánto de responsabilidad
le es imputable, el segundo punto es la “Dieta” tiene que ver con qué
proposiciones fácticas este testigo puede acreditar y, en ese sentido, hay que
discriminar información, igual que las dietas, el tercer punto es la “organización del
examen directo” el cual debe vincularse a la estrategia general de nuestro caso, la
organización del examen directo tiene dos grandes temas que deben ser resueltos
por el litigante: el orden de presentación de los testigos y el orden del testimonio.
La preparación del testigo hace mención que destacar que resulta difícil concebir
un buen examen directo (particularmente del testigo que comparece por primera
vez a juicio) sin que exista un trabajo previo de preparación del mismo de parte del
litigante, por lo que se dan algunas recomendaciones basadas en la acumulación
de experiencias y buenas prácticas, como son el “lenguaje común” el objetivo
principal del examen directo –ofrecer un relato convincente– no puede ponerse en
riesgo por el empleo de un lenguaje excesivamente técnico, especializado o
incomprensible, “ir directo al punto” presentar la evidencia de manera directa,
evitando rodeos que puedan desdibujar lo principal de la historia, “escuchar al
testigo” ya que el testimonio de un testigo no logra siquiera acaparar la atención
del abogado que lo llamó a declarar, tampoco el de los jueces, “adelantar
debilidades y explicarlas” La idea es, pues, adelantar los elementos que perjudican
la credibilidad de nuestras testigos, “no leer en el examen directo” pasa cuando el
abogado se concentra en su libreto y no en las respuestas del testigo, perdiendo el
estado de alerta y dejando pasar finalmente oportunidades para aprovechar y
reaccionar a la información que el testigo está aportando, “uso de apoyo grafico”
una imagen vale mil palabras, el uso de diagramas, mapas u otro tipo de
representaciones gráficas puede ser muy útil e ilustrativo, especialmente si
consideramos que las descripciones abstractas de lugares o situaciones pueden
perjudicar la adecuada comprensión del hecho por parte del juzgador.
Contra examen
Una de las apuestas más fundamentales del modelo acusatorio particularmente en
sus versiones más adversariales es que la contradictor edad de la prueba unida a
la inmediación de los jueces– va a producir información de mejor calidad para
resolver el caso. El sistema se basa en que alguien someta cada pedazo de
información que ingresa al debate al test de credibilidad más riguroso posible; el
sistema además confía en que quien está en mejor posición e interés para realizar
esta labor lo más seriamente posible es la contraparte, al sistema le interesa
enormemente, entonces, que las partes tengan amplias posibilidades de contra
examinar la prueba presentada por la otra parte.
El ámbito del contra examen es cualquier tema que sea relevante para alguno de
sus objetivos legítimos el sentido del contra examen es, precisamente, testear la
calidad de la información traída unilateralmente al juicio por el examen directo,
entonces es igualmente cierto que cualquier cuestión que impacte dicha calidad,
haya sido cubierta o no por el examen directo.
En primer lugar, por prueba pericial se debe entender, en principio, a un perito que
comparece a juicio oral y presta declaración ante el tribunal en forma directa, a
través del examen directo y el contra examen de las partes. Esto no quiere decir
que el informe escrito no tenga ninguna utilidad en el juicio. Técnicamente, el
informe escrito es una declaración previa y, en tanto tal, puede ser utilizado para
los dos fines mencionados anteriormente. Un aspecto clave a tener presente es
que por más idóneo que sea el perito en abstracto, su peso probatorio en juicio
depende esencialmente de los elementos de credibilidad que seamos capaces de
transmitir y acreditar en el juicio. Para cumplir con el objetivo de acreditar a los
peritos, nuestras primeras preguntas deben dirigirse a que éste demuestre su
experticia, una vez que hemos acreditado suficientemente la experticia de nuestro
perito, debemos producir el testimonio. La producción del testimonio de los peritos,
en general, se sujeta a las mismas reglas de litigación que cualquier testigo Los
peritos no son testigos presenciales de los hechos y en consecuencia,
normalmente no tienen una cronología que relatar. El relato de los peritos
normalmente será temático, es decir, cubrirá las distintas conclusiones y los
procedimientos llevados adelante para arribar a las mismas. Sobre dicho
testimonio, deberá lograrse que el experto declare para la comprensión del
tribunal. Habrá que hacerle ver que, si se requirió un experto, es precisamente
porque los hechos resultan incognoscibles para los jueces en la forma en que
están descritos, y requieren de una explicación por alguien con experticia. Sobre
dicho testimonio, deberá lograrse que el experto declare para la comprensión del
tribunal. Habrá que hacerle ver que, si se requirió un experto, es precisamente
porque los hechos resultan incognoscibles para los jueces en la forma en que
están descritos, y requieren de una explicación por alguien con experticia.
El contra examen en peritos y testigos expertos es que, en una parte importante
de casos, el contra examen se dirige principalmente a desacreditar su experticia o
la idoneidad de su testimonio, el perito puede ser desacreditado por información
acerca de su remuneración y la adecuación de esta a los montos inusuales para el
tipo de trabajo realizado, sí, un perito que comparece a diario siempre apoyando la
tesis de los fiscales podría manifestar un cierto compromiso con la persecución
penal que eventualmente podría dar para una línea de desacreditación y por r las
cuestiones asociadas a la carrera profesional y el prestigio. El perito suele ser
miembro de una comunidad de conocimiento. Lo que no puede ingresar en la
prueba es el informe pericial, en tanto tal. Esto no significa que productos
elaborados por el perito que pueden o no ser piezas contenidas en el informe no
puedan ser usados en el juicio en el contexto de la declaración del perito y
eventualmente, ser ingresados en la prueba, Ese es el caso, por ejemplo, de los
diagramas, tablas, líneas cronológicas, simulaciones computacionales u otras
formas de apoyo gráfico confeccionadas por el perito, reconocidas por él durante
su examen, y utilizadas para graficar su testimonio.
El alegato de apertura
El rompecabezas es nuestra teoría del caso, que surge de la prueba presentada,
en unas ocasiones más nítida que en otras. Es por eso que necesitamos explicar
al tribunal de qué manera debe mirarse la evidencia del juicio. Las instancias para
ello son básicamente dos: el alegato de apertura y el alegato final En el primero
anunciaremos al tribunal qué es lo que están a punto de ver en el juicio que se
inicia. En el segundo haremos ver al tribunal de qué manera nuestro anuncio se ha
cumplido.
El alegato de apertura es una actividad fundamental del litigante, pues constituye
la oportunidad para presentar su teoría del caso ante el tribunal. Por medio del
alegato de apertura los jueces tomarán por primera vez contacto con los hechos y
antecedentes que fundamentan el caso de la parte.
El alegato tiene por objeto fijar una cierta versión de los hechos del caso y hacer
una promesa de evidencia que luego será presentada en el juicio, elemento clave
al estructurar estratégicamente el alegato de apertura será situarnos en la cabeza
de los jueces y entender que para ellos esta es la primera actividad sistemática en
la que se impondrán del contenido de la causa y, particularmente, de nuestra
teoría del caso. Toda vez que el alegato de apertura representa una de las
actividades iniciales del juicio, lo que corresponde realizar en su desarrollo es
básicamente la presentación de los elementos fácticos del caso y, eventualmente,
su vinculación con las normas aplicables ser en lo mayor posible conciso en los
elementos del alegato en un tiempo menor y ello no perjudica su claridad ni su
estructura, es conveniente realizarlo tan breve como sea posible y no debe
contaminarse con opiniones personales del litigante.
Consideraciones de carácter táctico aconsejan que es preferible entregar la
explicación de los detalles a los testigos y no desarrollarlos en los alegatos de
apertura. Lo contrario puede generar que nuestro alegato sea poco atractivo para
los jueces –largo y aburrido– y, por consiguiente, que ellos pierdan la atención de
los elementos centrales de la teoría del caso y de la prueba.
Un alegato de apertura debe tener introducción fijar en la mente de los juzgadores
una primera impresión acerca de nuestra teoría del caso identificación de los
principales intervinientes en el caso permite a los abogados personalizar y
humanizar un conflicto que hasta ese momento los jueces solo conocen en
abstracto, en este sentido, las personas tienen nombres, apellidos, características
y atributos concretos. Toda la gracia de estos atributos es que permiten identificar
a las personas y distinguirlas, un tercer elemento que debe contener el alegato de
apertura es escena tener una descripción clara del lugar donde ocurrieron los
hechos es clave para sustentar nuestra teoría del caso y para tener una adecuada
comprensión de cómo ellos ocurrieron, cuarta bases para la absolución o condena
muchos alegatos de apertura incluyen un resumen de los elementos jurídicos que
están en juego
El alegato final
El alegato final no puede tener mayor importancia en la litigación: es el primer y
único ejercicio argumentativo en todo el juicio el alegato final no solo permite al
abogado sugerir conclusiones al tribunal acerca de la prueba presentada. Es
recién aquí donde ensamblaremos todas las piezas del rompecabezas que hemos
venido armando a través de la presentación de la prueba, allí mostraremos al
tribunal de qué manera cada pedazo de prueba y cada trozo de información se
conjuga para probar nuestras proposiciones fácticas y hacer creíble nuestra teoría
del caso, respecto de la prueba, una petición concreta y las razones por las cuales
se pretende tener derecho a dicha petición. La querrán escuchar en forma clara,
eficiente y de un modo que capture y mantenga su atención. El alegato final es el
único debate explícito de los litigantes por la credibilidad de sus respectivas
teorías del caso, el alegato final no solo permite sacar conclusiones de la prueba,
sino que hacerlo es todo el sentido de esta instancia. Una conclusión es una
específica visión acerca de qué proposición fáctica resulta acreditada por la
prueba presentada en juicio y del modo en que ésta debe ser valorada.
Un buen alegato final debiera comportarse como un borrador de sentencia para
los jueces. Esto es lo que nos interesa ofrecerle al tribunal al momento del alegato
final: una argumentación acerca de “lo que la prueba, prueba” y una relación entre
dichos hechos y las teorías jurídicas aplicables que, virtualmente, ponga a los
jueces en condiciones de poner su firma en dicho razonamiento y hacer de él la
sentencia del caso.
Tema central
Opinión personal
La lectura me pareció muy bien explicada dado a que su forma de escritura del
autor plantea las ideas de lo general a lo particular explicando la caracterización
de cada uno de los roles que tienen los participantes en el juicio oral, además
maneja la metodología de que se lleva de forma regular en un juicio oral haciendo
énfasis en las fortalezas y debilidades que debe tener un litigante a la hora de
cada etapa sea en la teoría del caso, examen directo y contra examen así como
la importancia de atraer la atención del juez en todo momento dígase en la etapa
de alegatos iniciales o alegatos finales, me pareció una forma excelente que el
autor incluyera que ejemplos explicativos dado a que en mi caso como soy
Licenciado en sociología no estoy muy familiarizado con la terminología, sin
embargo pude entenderlo.