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POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ

ESCUELA NACIONAL DE FORMACIÓN PROFESIONAL POLICIAL

ESCUELA DE OFICIALES
‘ALFÉREZ PNP MARIANO SANTOS MATEOS’

TRABAJO APLICATIVO
‘Liderazgo y Poder’

Presentado por:
 CAD. ASP. PNP JALISTO TAPIA Justo Alberto (N° 26)
 CAD. ASP. PNP CHÁVEZ HUAMANÍ Mateo Alonso (N° 27)
 CAD. ASP. PNP LLANOS RÍOS Jorge Calogiero (N° 28)
 CAD. ASP. PNP CORONEL DÍAZ Yerson Omar (N° 29)
 CAD. ASP. PNP LEZAMA MATARA Vanessa del Rocío (N° 30)

LIMA – PERÚ
2021
El presente Trabajo se lo dedicamos a Dios
por permitirnos pertenecer a nuestra Digna Escuela
de Oficiales de la PNP, a nuestros padres que día
a día se fuerzan para darnos lo mejor y a nuestros
instructores y catedráticos por todas las enseñanzas.

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Expresamos nuestra gratitud a todas
aquellas personas que siempre estuvieron
presentes en la realización de nuestro sueño
de ser Oficiales de la Policía Nacional del
Perú; todas sus palabras motivadoras, sus
consejos y su permanente aliento han
permitido que estemos transitando esta
senda por Dios, por nuestra Patria y por
nuestra Familia.

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ÍNDICE

DEDICATORIA 1

AGRADECIMIENTO 2

ÍNDICE 3

PRESENTACIÓN 4

CAPÍTULO I: ÁREA PROBLEMÁTICA 5

CAPÍTULO II: OBJETIVOS 7


A. OBJETIVO GENERAL 7
B. OBJETIVOS ESPECÍFICOS 7

CAPÍTULO III: MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL 8

CAPÍTULO IV: MARCO OPERACIONAL 15

CAPÍTULO V: CONCLUSIONES 20

CAPÍTULO VI: RECOMENDACIONES 21

CAPÍTULO VII: APLICACIÓN AL CAMPO POLICIAL 22

BIBLIOGRAFÍA 24

ANEXOS 26

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PRESENTACIÓN

El Presente trabajo monográfico, tiene como objetivo dar a conocer a los Cadetes
de la PNP así como también a los efectivos y público en general, el estudio de los
hechos más relevantes producidos en la policía peruana acorde con los cambios
sustanciales que presenta cada etapa de la historia peruana comprendido entre
los siglos XIX-XX, periodos que de manera importante han marcado el
comportamiento de la sociedad de nuestro país y de la policía peruana como
institución tutelar del Estado. A lo largo del proceso de investigación, y pese a las
limitaciones para la obtención de información, relacionada a la investigación
histórica de la Guardia Civil del Perú, se han recurrido a diversas fuentes que de
alguna manera sustentan el trabajo de investigación realizado.
Así mismo se ha recurrido a diferentes fuentes de observación documental,
orales, entre otras, que con el transcurrir del proceso investigatorio nos han ido
clarificando de forma eficaz los aspectos más relevantes producidos en la historia
de la Guardia Civil del Perú. En la narración de los hechos se emplea un lenguaje
sencillo directo y con diverso material gráfico que nos permite situarnos en los
acontecimientos históricos más resaltantes.

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CAPÍTULO I: ÁREA PROBLEMÁTICA
En la actualidad, los Efectivos de la Policía Nacional del Perú, carecen de una
identificación con su Historia, con su institución la cual los ha acogido, en muchos
casos se puede ver reflejado a través de las acciones que se dan y como es que
estos, brindan una imagen errada sobre nuestra Institución a la Sociedad.
Los actos de Corrupción que han afectado a
CAPÍTULO II: OBJETIVOS

A. OBJETIVO GENERAL

Comprender cabalmente la importancia de los conceptos de liderazgo y de


poder, con la finalidad de sensibilizar a los Cadetes de la Escuela de
Oficiales de la Policía Nacional del Perú en la cultura de la calidad; la que
será fundamental en su futuro accionar policial.

B. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Comprender los conceptos de liderazgo.

2. Comprender los conceptos de poder.

3. Comprender la diferencia entre el liderazgo y el poder como fuente de


influencia sobre otras personas.

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CAPÍTULO III: MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL
El origen de la Guardia Civil del Perú se remonta al año 1873, cuando el
presidente Don Manuel Pardo y Lavalle, mediante dos Decretos Supremos
rubricados: el 31 de diciembre de 1873 (publicado en el Diario Oficial “El Peruano”
el 28 de enero de 1874) y el 23 de marzo de 1874 dispone su creación. Por el
Decreto Supremo rubricado el 31 de diciembre de 1873, con autorización
legislativa del 3 de abril de 1874, se reorganizaron los Cuerpos Policiales
existentes de la siguiente forma:
 “Organización del Vecindario”, integrado por los vecinos, contra
malhechores, a cargo de los alcaldes.
 “Servicios Especiales de Policía”, integrado por la Policía de
Seguridad, en Mercados y lugares públicos.
 “Policía de Establecimientos”.
 “Policía Rural”.
 “Guardias de Cárceles”.
 “Policía de Puertos”, reglamentada por la Marina.
 “Organización de la Fuerza Pública permanente”, para la
conservación del orden, prevención de los delitos en las ciudades y
otros.
Se refiere también a las “Comisarías Urbanas y Rurales” y de la Fuerza Regular
de Policía dividida en Gendarmería y Guardia Civil. Luego serían emitidas las
Resoluciones Supremas de fechas 27 de abril, 3, 8 y 12 de mayo, 23 y 25 de
junio, 8, 10, 26 y 30 de septiembre y, 9 de noviembre de 1874; y, 9 y 21 de abril y
24 de mayo de 1875, disposiciones legales que se refieren a la distribución en
toda la República, Reglamentos de Servicios, de Uniformes, Derechos,
Obligaciones, Haberes, Sanciones y otros, de la Guardia Civil y de la
Gendarmería, como fuerzas integrantes de la Policía peruana y con jurisdicción
en todo el territorio nacional El 9 de noviembre de 1874, el Presidente Don
Manuel Pardo y Lavalle creó la Escuela de Instrucción de la Guardia Civil, la
misma que estuvo formada por una Compañía de 50 plazas en el Batallón de
Gendarmes de Infantería de Lima. Los grados policiales jerárquicos eran:
Comisario Jefe, Comandante de Guardias, Mayor de Guardias, Inspector de

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Guardias, Subinspector de Guardias, Guardia de 1.ª Clase, Guardia de 2.ª Clase y
Corneta. Aunque el Congreso de 1873 había autorizado al Ejecutivo a dar de alta
a un efectivo de cinco mil Policías, se inició el servicio con un mil 912 Guardias
Civiles y un mil 640 Gendarmes, distribuidos en 19 departamentos de la
República, entre los que se contaba la Provincia Litoral de Tarapacá, colindante
por el sur con el departamento boliviano de Atacama.
Durante la Guerra con Chile, la Guardia Civil del Perú tendría una participación
notable combatiendo junto al Ejército del Perú y es en la Batalla de Tarapacá
donde sobresale el Guardia Civil Mariano Santos Mateos cuya acción fue decisiva
para que el Ejército del Perú obtenga la victoria en dicha acción de armas.
Mariano Santos Mateos, el Valiente de Tarapacá, perteneció al Batallón de
Infantería "Guardias de Arequipa" Nº 25, Unidad compuesta por 6 Compañías de
Guardias Civiles, y en esa batalla logró capturar, para las armas peruanas, la
coronela regimentaría (bandera) del Regimiento de Infantería "2.º de Línea" del
ejército adversario siendo felicitado por su acción y ascendido al grado inmediato
superior de Inspector de Guardias de la Guardia Civil del Perú.

CAPÍTULO IV: MARCO OPERACIONAL

Comprender los conceptos de liderazgo y de poder, implica internalizar


personalmente la cultura de la calidad, que es fundamental en su el futuro
accionar policial.

Para tal fin hemos recurrido a diversas fuentes de información, fundamentalmente


directas y bibliográficas electrónicas.

Nuestras fuentes directas se basan en la observación de nuestro entorno social,


académico, familiar, local y nacional.

Nuestras fuentes bibliográficas electrónicas han sido una herramienta de primera


importancia, en razón del entorno de pandemia que estamos viviendo, donde el
Internet es una fuente muy valiosa de datos.

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Se ha revisado bibliografía relacionada con el tema de investigación: el liderazgo
y el poder, recurriendo a autores especializados en la materia, quienes
concuerdan que la efectividad en las organizaciones depende de los buenos
líderes y a través de los buenos conductores la sociedad resuelve el problema de
cómo organizar los esfuerzos colectivos para alcanzar determinados objetivos y
permitir la adaptación de determinados grupos que pueden y deben ser
influenciados positivamente.

El procesamiento de esta información encontrada nos ha llevado a la


comprensión de las similitudes y diferencias existentes entre el liderazgo y el
poder, así como su aplicabilidad policial.

El policía, como representante de la autoridad, ostenta liderazgo en su lugar de


trabajo. Para que este liderazgo sea eficiente, debe orientarse a cumplir con los
propósitos establecidos en la Misión y la Visión de la institución. Eso quiere decir
que debe utilizar las habilidades, conocimientos y valores para movilizar, dirigir y
cohesionar a sus subalternos, compañeros y a la misma comunidad, para
alcanzar ese ideal de todos que es la seguridad ciudadana.
El Policía de hoy necesita desarrollar una forma de pensar y sentir que le permita
desempeñarse con hidalguía en lo profesional, en lo particular y en la vida en
general.

¿Qué necesita la policía, más jefes o más líderes? Algo que los mandos policiales
han constatado ya desde hace tiempo es que “mandar” en un ámbito como el
policial se encuentra en un proceso de reconversión realmente profundo.

Ser autoritario y tener autoridad no es lo mismo. El mando policial debe aprender


a convivir con subordinados no tan ‘complacientes’ con su autoridad. Cualquier
mando actual sabe que las órdenes no se acatan ‘porque sí’, siendo el
cuestionamiento de las misma una constante más que una excepción. Pero que
no cuestionen las órdenes no significa, que no se vayan a cumplir o que el
subordinado quiere tocar las narices de su Jefe a toda costa.

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Por lo tanto, estamos a las puertas de una manera de liderar en los cuerpos
policiales en los que la explicación y la colaboración son requisitos necesarios
para generar trabajo en equipo. Sin duda alguna, será una buena prueba de fuego
que marcará la línea divisoria entre los que mandan y quienes lideran.

La jefatura es un estadio, un puesto, un cargo, una posición que coyunturalmente


o no, alguien ocupa habitualmente por designación.

Asociado al puesto de jefe se otorga determinado poder sobre el cual se apoyará


para la toma de decisiones y la ejecución disciplinada de las mismas.

El liderazgo, por tanto, es una destreza social mediante la cual alguien consigue
unir intereses, ilusionar y entusiasmar a un equipo humano en aras de objetivos
comunes sin necesidad de recurrir a ningún tipo de poder.

Es evidente que el reto sería conseguir que todos los jefes desarrollasen el
liderazgo. Es una obviedad, pero ¿sólo los jefes deben desarrollar esta habilidad?
En una organización no puede haber más jefes que tropa. Sin embargo, una tropa
constituida por verdaderos líderes, a lo mejor no requiere de ningún jefe para
ganar arduas batallas.

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El liderazgo policial representa la capacidad que debe poseer un oficial para
orientar y conducir a sus hombres y a su organización, hacia el logro de un
objetivo.

La esencia del liderazgo militar consiste en influir en otros, para que hagan cosas
que no harían sin la intervención de alguien.

Es más bien influencia y cumplimiento, antes que la relación de ordenar y


obedecer. Tareas inherentes al ejercicio de la actividad del líder policial en su
comunidad jurisdiccional:

 Desarrollar estrategias que resultan del diagnóstico preliminar de situación


articulando recursos y coordinando acciones conjuntas con los vecinos.
 Trabajar en las iniciativas barriales procurando incidir favorablemente en el
desarrollo de las mismas y sobre los objetivos en ellas previstos.
 Conocer y registrar los problemas que hacen al funcionamiento del barrio
como sociedad, proponiendo soluciones prácticas y eficaces.
 Mantener un espacio de consulta permanente con los vecinos recogiendo
sus opiniones e inquietudes.
 Facilitar el acceso a determinados procedimientos administrativos,
guiándolos y procurando facilitar los trámites ante otros organismos.
 Monitorear individualmente los compromisos asumidos con los vecinos,
rindiéndoles cuentas periódicamente de los retrasos o incumplimientos con
relación a los mismos, proponiendo sus correctivos.
 Participar como referente institucional en las reuniones y eventos de las
organizaciones vecinales.
 Implementar talleres de sensibilización en los problemas prioritarios que
afecten a la comunidad.
 Desarrollar campañas educativas en materia de educación vial y
prevención de accidentes de tránsito.

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 Involucrar a los vecinos en la organización y desarrollo de los
emprendimientos barriales, tanto en la definición de las metas como en la
evaluación de los resultados alcanzados.
 Elaborar un plan anual de actividades capaz de recoger el consenso barrial
dirigido a resolver los problemas prioritarios de la comunidad,
determinando las metas a alcanzar, las áreas de responsabilidad, los
plazos de ejecución y los mecanismos de control.
 Recoger los acuerdos de Prevención que pueda suscribirse con los
vecinos. Tales compromisos deberán fundamentarse necesariamente en la
consulta, corresponsabilidad y coparticipación.

ESTILO PASIVO ESTILO ASERTIVO ESTILO AGRESIVO


“No importa...” “Como Conducta verbal: “Yo lo Conducta verbal: “Yo
CONDUCTA VERBAL

tú quieras, está bien...” quiero así, porque si, o Pienso que...”


“Bueno, lo que tú no eres capaz ni “Comprendo que tu...
digas...” “Si se puede... siquiera de eso...” pero yo...” “¿Qué
podría... si no se puede “Tráeme ese tajador... piensas de...?” “Que te
no te preocupes...” rápido pues... o no parece si...” “A mí me
quieres hacerlo...” “Por gustaría...” “¿Tu qué
tu culpa...” “Eres un... opinas... ?”
pareces...”

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Conducta No Verbal: Conducta No Verbal: Conducta No Verbal:
UENCIASCONSEC CONDUCTA NO VERBAL Tono de voz bajo, evita Tono de voz elevado, Tono de voz firme,
el contacto de la discurso rápido y discurso calmado.
mirada, titubeos, atropellado. Mirada fija, Busca y mantiene la
postura corporal agresiva, amenazante. mirada, postura
hundida, expresión Postura corporal tensa, corporal erecta,
facial de temor y/o gestos enérgicos y movimientos
inseguridad, amenazantes. corporales serenos,
movimientos asentimientos hacia los
corporales nerviosos o argumentos de los
torpes. demás

A corto plazo, se puede A corto plazo, la A corto plazo, consigue


creer que el ser pasivo persona consigue lo sus objetivos, aunque
nos evita tener que quiere, pero a muchas veces se
problemas costa de deteriorar la puede ser objeto de
interpersonales, pero relación interpersonal. críticas e incluso puede

CAPÍTULO V: CONCLUSIONES

Poder es ejercer un dominio que permite a quien lo detenta, cumplir con su propia
voluntad, sobre una o más personas. Es adquirido y por lo tanto temporal. La gran
mayoría de personas que ostenta algún poder, no comprende es temporal y,
pretendiendo que es para siempre, hacen pésimo uso de él, corrompiéndose.

El liderazgo, por el contrario, es innato a algunas personas. Permite influir o


inspirar a un grupo de personas, incentivándolas a que actúen con entusiasmo,
para conseguir un fin común. El líder se distingue del resto, inspira y no duda en
tomar decisiones rápidas y generalmente acertadas.

La diferencia entre poder y liderazgo radica en que quien tiene poder, usa las
normas, el dinero o la fuerza, primordialmente para beneficio propio; mientras que
al líder se le sigue naturalmente por su visión, su carisma y su decisión, para
conseguir beneficios colectivos. A quien tiene poder, se le teme u odia; al líder se
le admira y se le sigue.

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CAPÍTULO VI: RECOMENDACIONES

El Comando de la ENFPP debe fomentar en todas las Escuelas de Formación


Policial la cultura de la calidad, poniendo especial énfasis en las bondades del
liderazgo como fuente de un sano poder.

En la Escuela de Oficiales PNP debe potenciarse un repositorio virtual que cuente


con obras digitalizadas de diversos autores relacionados con la cultura de la
calidad, a fin de que estén al alcance directo de los Cadetes para su estudio y
análisis.

Deben fomentarse Círculos de Estudio, donde la plena participación de los


Cadetes permita la internalización de las enseñanzas del liderazgo y su relación
con el poder, para la construcción de una nueva sociedad más empática y justa,
democrática en todo sentido, acorde con una nueva humanidad libre de
sentimientos y emociones negativas y perjudiciales.

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CAPÍTULO VII: APLICABILIDAD AL CAMPO POLICIAL

El estudio y comprensión de la relación entre el liderazgo y el poder, pretende


generar en los Cadetes una visión acerca de la cultura de la calidad como
herramienta para la obtención de las habilidades necesarias para ser miembros
de una institución del tercer milenio, acorde con un ejercicio del poder basado en
el liderazgo.

De esta manera los miembros de la PNP, especialmente quienes comandarán los


destinos de la Institución, como son los Oficiales, serán eficaces agentes de
cambio y luces visibles de una institución fundamental del estado de derecho en
el Perú, evitando repetir una época oscura, a través de su comprensión y
conocimiento.

Quien tiene poder, pero no es un líder, es peligroso, así tenga buenas


intenciones. Mucho peor es si las intenciones son malas. Pero quien tiene poder
y también liderazgo, pero con malas intenciones, es peligrosísimo (n esta
categoría están los tiranos). El poder debe tenerlo quien es íntegro, y tiene

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condiciones de líder con buenas intenciones. Nuestra institución no es ajena es
este escenario deseable.

Pero, ¿Hay efectivos policiales que tengan estas condiciones de liderazgo y


buenas intenciones en sus esferas de poder? Definitivamente si las hay, pero
mucho menos que antes. Hay que formar nuevas generaciones de policías y
moldearlos en la cultura de la calidad para que cuando ostenten el poder sean
verdaderos líderes con sanas intenciones y profesionalismo total.

Es necesario que quien manda y comanda en la PNP, no solo tenga el poder


(que se manifiesta a través del Grado y del Cargo), sino que debe ser un
verdadero líder que, además de sus competencias policiales, tenga un trayecto
comprobado de liderazgo.

Este trabajo busca sensibilizar a los Cadetes de la Escuela de Oficiales de la


PNP, a través del conocimiento e internalización de los conceptos de liderazgo y
poder en la práctica; para que, culminados sus estudios, se integren plenamente
como miembros de una institución competente, confiable y respetada;
comprometida y de reconocido prestigio nacional e internacional.

Contribuir, con pleno conocimiento de causa, y de manera muy respetuosa, en el


irrestricto respeto de los derechos humanos, la defensa de los valores de la
democracia y el engrandecimiento de la cultura de paz y el equilibrio social. A
través de la educación continua, internalizar y practicar todo lo aprendido, con
una profunda vocación de servicio hacia la comunidad organizada.

De esta manera, el futuro Oficial PNP, hoy encarnado en el Cadete de la Escuela


de Oficiales de la PNP, contribuirá firmemente al logro de su finalidad
fundamental, garantizando, manteniendo y restableciendo el Orden Interno; con
poderosas herramientas para prestar ayuda y protección a las personas y a la
comunidad, para garantizar el cumplimiento de las leyes, la seguridad de los
patrimonios público y privado, para prevenir, investigar y combatir la delincuencia
y para vigilar y controlar las fronteras nacionales.
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El estudio del concepto liderazgo y poder en la práctica, contribuirá a solidificar el
profesionalismo de los futuros Oficiales de la PNP; quienes obtendrán un
merecido reconocimiento y respeto, gracias a este bagaje de conocimientos
prácticos que debe manejar todo miembro de la PNP en su diario accionar en
beneficio de la comunidad organizada.

BIBLIOGRAFÍA

1. Constitución Política del Perú


2. Coronel Zapata Cesti, Victor. Historia de la Policía del Perú. Lima, Dirección
General de la Guardia Civil y Policía, 1949.
3. CANEVARO Bocanegra, Nicolás (2004) Auditoría Integral. Lima. Escuela
Nacional de Control.
4. Historia de la Policía del Perú en el siglo XX por el General GC Ernesto
Belmonte Tijero
5. Revista de la Guardia Civil del Perú, Año LVI, Nº 434, noviembre-diciembre de
1988, artículo: Historia de la Guardia Civil del Perú refleja abnegación, sacrificio,
patriotismo y heroicidad a la patria y a la sociedad, que la cubre de gloria e
inmortalidad, páginas 10-20.
6. Revista de la Policía Nacional del Perú, Año 14, Nº 82, abril-mayo-junio de
2002, artículo: Caballeros de la ley, Custodios de la paz, Parte Final, páginas 67-
83.

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ANEXOS

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