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EGOISMO, UN FACTOR DE DESTRUCCION EN LA FAMILIA

Posted on August 15, 2013 by Pastor Eliezer Pérez in Familia 2 Comments

¿Alguna vez ha estado en un chiquero de cerdos? Si lo ha estado, ha podido notar que los cerdos
siempre están comiendo, todos están empujándose, aún a sus crías, para quitarse la comida entre
ellos. Siempre sus hocicos están metidos en lo que les gusta sin importarle los demás. De la misma
manera funcionan muchos matrimonios. Cada cónyuge tiene su hocico metido en lo que le
interesa, piensa en si mismo, en sus intereses, logros, sueños, anhelos, y lo que le gustaría para si.

Egoísmo en la familia

Eso se llama ¡Egoísmo! Este es una de las enfermedades más terribles de las que sufre el ser
humano y lamentablemente la vivimos y desarrollamos en nuestras familias. Muchos han ido al
matrimonio por egoísmo, o sea, pensando solo en lo que pueden obtener o sacar de la otra
persona. Esto lo notamos cuando decimos: “lo que me importa a mí, es ser feliz” “Me caso, porque
no quiero estar solo (a)”. Estas son actitudes egoístas.

El egoísmo se manifiesta de muchas maneras. Una de ellas es por medio de la inmadurez. Por lo
general comenzamos nuestra noviazgo con un amor inmaduro. Nos gusta estar con la persona
amada por la manera en que nos hace sentir emocional y físicamente. Esto es así porque la
inmadurez se concentra en recibir y no en dar. Los inmaduros son impacientes con los errores,
deficiencias y defectos del otro; llevándolo a momentos de arrebatos de ira. Este amor inmaduro
se auto protege porque solo provee para sus propias necesidades por encima de todo.

La solución para este problema es decidir crecer como personas. Proponerse dejar la inmadurez y
aprender a compartir la vida y todo lo que somos y tenemos con nuestros seres queridos. Si no
hacemos esto ese amor inmaduro no soportará la lucha y los momentos difíciles que toda pareja
vive.

Otra manifestación de la inmadurez es “la insensibilidad”. Este elemento es capaz de destruir un


matrimonio, familia o cualquier tipo de relación. Los insensibles no tienen ningún tipo de
consideración para con los sentimientos o pensamientos de los demás. La insensibilidad camina
junto con la falta de entendimiento y comprensión. Muchas mujeres se quejan de la insensibilidad
de sus maridos. Ellas sienten que él no entiende las demandas del hogar, o que no le comprende
cuando le habla de sus problemas.

Tengo un amigo que su esposa se encargó, por unos años, del trabajo duro mientras él estudiaba
en la universidad. Ahora, años después, él está cuidando a los niños, dos o tres veces por semana,
para que su esposa estudie su profesión. Eso es ser sensible a las necesidades y deseos del otro.
¿Lo eres tú?
Por último, la otra manera en cómo se manifiesta el amor egoísta es por medio de “la terquedad”.
Toda persona egoísta es obstinada y testaruda. Muchas veces ninguno en la familia o en la pareja
le gusta bajar la guardia, prefieren morir, antes que reconocer su error o pedir disculpas. La
terquedad hace que algún miembro de la familia tome el control, y que los demás se sometan a él
y sus decisiones, trayendo como consecuencia resentimientos, peleas y amargura. hay que
aprender que en la familia todos deben someterse los unos a los otros; donde todos son valiosos y
cada uno tiene algo que aportar a la relación. Por favor, deje de lado la terquedad y tome la
decisión de ser más flexible y tolerante con los demás. ¡Deje el egoísmo!

La manera de comenzar a superar el egoísmo en la pareja es estableciendo las prioridades de cada


uno de forma clara y en equipo, también trabajando cuales son las expectativas de cada uno; y
conocer qué es lo que el otro espera de usted. Por último traten de unificar los patrones de
conducta. Debido a que venimos de familias y crianza diferentes, necesitamos sentarnos y
determinar cuales van a ser los patrones de la nueva familia.

Por favor no deje que el egoísmo destruya su familia y su felicidad. Desalójela lo más pronto
posible, no le de más lugar en su vida ni en la de su familia. ¡No se rinda!

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