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Sigmund Freud y La Tradición Psicoanalítica Clásica
Sigmund Freud y La Tradición Psicoanalítica Clásica
J.
I ,
*Ot
^l
t^ lrt I ¡rl ll,
5
D [.lr<¡r clí'ica y de la de clínicos qúi: Irt.rrr,,s.(,.1)(.r'r,,.r(r. rc.ritl.
1, t..rrrcl
:rlrrmnos' Algunos de los casos, como Arrl}'r,, ,1,, ,.r ,.rr,írrrr,, .r, r,,rrrr:rrclo
1) t'r¡ r:l 6 y Harvey en el 9, describen r:l cu..u,.nrr,, ,1.: rr,,
p r<'l:rtivarnente nuevo y sin experiencia c.. lr*,r,r,.,,,,,,
¡,rir.,,rrr:¡lista
rfrit.s lxrra los
t
D r¡rr.'l:rs i,novaciones teóricas exploraclas
:,u n r:l
c, (:.\()s t,¡rfrrrl.s frrcron
nlcrlte útiles. (Las ilustraciones extendiclils,.,,, .,.,,,,¡r.rriciones
a
- r'.,rir rlr:l trabajo con varios pacientes, cuyas ligura, 1,a,, ,i.i.r ¿rlteradas
) y ,.rrrhiradas para preservar la confidencialldad.) A pcs:rr de que
las
rt'<»r'l:r.s ¡rsicoanalíticas han sido desarrolladas por aurores en diferentes L. sicn¿uND FREUD
- ¡rrrfscs y diferentes punros de la evolución hisrórica y cultural, quere-
Y I-A TRADICIÓN PSICOANALÍTICA
CL{SICA
- .rrs rc,s:rlr¿r la aplicabilidad de las ideas psicoanalíticas l, g"rrrá r."1,
- t¡rrt' vivc rr^a vida real con problemas reales en nuestro "
*,rrráo actual.
)
a s. t .r'¡r(rr (r.c,ro de los innovadores más importantes del psico-
El pozo del pasado es muy profundo
[...] y <:u:rrrr, rr¡;Ís
hondo sondeamos, cuanro más investiganrua
y ,,,,, i,,,,.,
a ,rrr.¡lr',r', 1,,,,rlit'rtli;*. sc¡lía llevar consigo ur*
pistála cuando
l,r,',, rr.r ',r¡ rr.rl,,ri,r t'n institutos de tenor más tradicional. La".,rdí" "
namos en el mundo del pasado,
,"nro"rrá, .í"r.,,irr,,,,,,.
a
que los crmrenros más tempranos
coloca- de Ia humanidad, dc su
,,,,1,r, historia y cultura, se revelan como
l,.r r.1 .rrril sirr Ir:rc:r:r comentario alguno
y procedía a leer su insondables.
a rr,rr( rr, r.r l¡¡v,r i.rl,lr .rcrrtc, alguien preguntaba sobre la pistola,
'¡rr. ril r.s¡,,rlr(lf.r ( (). v,z, arruble que era para udlizarl".o'l, primera
a lo Tl¡omas Mann
)
llt'r:,,n.r (llr(., (.n lulirr[ rlc referirse a las ideas que estaba pa.rarrt.rrdo, En 1873, cuando Freud tenía diecisiete años, el
- l)r('llrrr.uir si lo rlir"llo cra acaso urealmente psicoanálisisr. Sea.ierta o arqueólogo alemán
Heinrich schliemann reunió indicios
) rr,, l,r lrisr.r'ir, t:u¡rra mucho del ambiente del mundo psicoanalítico de fuentes fragmentarias ranro
a ( ().r('rrl)()r.iir('(), cr cl cu¿rl el
psicoanálisis ha esrado luchando para
históricas cuanto literarias yrocarnó
tr rrrrrg,rn ciudad de'[-roya r:n r:r
planicie cosrera de lo que hoy.es Tr.qrir-
a .rl,,rrrtlir','y
'r'.l<'lirrirsc.
En este libro damos tratamiento r rrara urrr"
ri,' ,lt' i,lr'.rs, ;r v('('('ri (:()nrpetidoras entre sí, a veces complementarias,
gún otro acontecimiento.que hry".nc..rdido
T;l vez no t,ry,, t,,,t,íi.,-,,i,,
ta.t.r r,r ir,r.gi.,r.,i,irr.rt.
a
',,
r" r() (rr(' ( ().\rirrry(', rorla.s urealmente psicoanálisisr, poiqra derivan It-tyd' que tenía la tendencia , l"rpi*^"ln hclrocs .,rigu.s c.rrr.
a rl, r r'¡¡,Lr.r, ir'rr¡ ;r irrrrl<¡, detallada y diferenciad, qrre .l pricoan¿íli-
".r
f
Moisés y Aníbal' Más tarde, .l .onrul,o.J
se al despacho de un arqueólogo,
i. F..rrd llegó a ascrnei¿rr-
lleno de;*;i;r';i;U;ái.,
a ,,r,, r, ,rlr¡., tlr. l.r r.xPr.l.icrrcia humana.
Sin embargo, el lugar en que Fieud
excavaba no era la tierra, sino
a menres_ de sus pacientes.y las herramientas que
".ill, "" .r"" ,,
las
a 29
)
MÁs ALtÁ r)E FRf-r)D SIGMUND Fn¡uo y LA tk^r)tCIitN t,srCoANAt_t-fiCA clÁstctA
t
Iectual en sí misma, sino una explicación de los c,,rl,('l)1.\ r¡rr,' l'r, rr,l esruviesen dañados, la insensibilidad no se limitaría
a la mano. pero la
Iegó al psicoanáiisis contemPoráneo, no examinart'trr,,, ,:,, ,1, ".t' r,,ll,, «anestesia de guante, riene sentido desde la
perspe*ivá psicológica: ra
en todos sus detalles. No obstante, un esbozo gcltt'r',rl ,1,'l ,1,':,¡,lre'1irr,' idea que el paciente riene acerca d. su mano ., i.nt."l p^r^r^áirlr,,,
cronológico de los conceptos más importantes dc litttr.l ,'s..r',rr,i,¡l ción. No son los nervios los que están dañados: algo .riá
desor<r.,
para apreciar su origen en los problemas clínicos qtlt: lr.' ¡,tr't.'rrl,rt()rr srrs ".,
en los pensamientos del paciente, en sus pensamientos acerca
clc sr¡
pacientes. A diferencia de Schliemann, que sabía colt cx;l( t il rr(l l. r ¡ttt' mano. Posiblemente, el paciente no renga r...ro directo a esos
pensa-
estaba buscando, Freud tropezó con el «pozo del pasrt.l,rr, str :t(((s() ;t mientos: es posible que los mismos .r,é., ,rr..r,es de la prrr.'.orr.-
las profundidades, mientras iba de camino procurando rcsptirtil.,t ,t l:ts cjente de su psique. Pero, a pesar de eilo, tienen ,rn pod.roro
efccrc, y
dificultades de sus pacientes en la vida presente y en la srrperficic. dan origen a un fenómeno fisico.
charcot demostró no solamente que situaciones como r:r u:rrr.s(<.
sia de guante, o la parílisis o la.egu.rahistéricas se
debía,
rr l:rs irrt..rs
Dr.L c¡,RseRo A LA PSIQUE más que a los nervios dañados, sino también que las ideas
potlf:rrr ¡rr.,
ducir asimismo una cura (en general ,.*por"rü¡. Charcot r,rlí,
.oll.".
Freud se graduó en la Escuela de Medicina en una época en que a pacientes suyos en rrance y, mediante sugestión hipnótica,
inducía
el estudio de la estructura física del cerebro estaba en su primer flore- síntoma. que antes no habían estado p..r..r,... Él podría
_histéricos
cimiento. Hacía poco tiempo que se había aislado la neurona, Ia célu- haber dicho algo asl como: uCuando despierte, no será.ap",
dJu.-r, .,
la nerviosa individual; se estaban desarrollando técnicas para seguir los de caminar'. Pero lo más sorprend..r,. .." que solía utilirar Ia srr¡,,t.sr i,irr
recorridos nerviosos; apenas se estaba comenzando a p-ercibir la enor- hipnótica para remover en forma t.*pordio, sínromas, r,,,. i..,,,r,, ,¡,,,.
me complejidad del cerebro. Freud comenzó su camino como investi- los que sufrían de ceguera o de parílisis histérica vicr.¡r «¡ (:rrir.r.r¡
gador de neurofisiología, y cuando pasó de la investigación ala prác- El problema no está en la carne; la rnant¡, l.s.rj.s. 1.r,,
¡,r, rrr.r.,.
tica clínica, atendió pacientes que sufrían lo que en ese entonces se están sanas. El problema estriba en una iclca r¡rr.. s(. (.r(
lr{.rrr.r rr¡, r r , r,
entendía como condiciones neurológicas: nervios débiles o dañados. nuestra consciencia: la idea que tiene el
¡;rrr:i.lrrr'.1,.,¡rr,. .. |,¡,1, .,, rr
Las dramáticas demostraciones de los renombrados neurólogos Jean- tir, no puedever, no puede caminar. E.i" itlr.:r
¡r:rrrilir.rr.r (.,,,.rrrr.rr,..
Martin Charcot e Hippolyte Bernheim, que Freud tuvo oportunidad tada por otra idea, Ia orden hipnótica crc sc.tir', .r,. v,.r, 1r(. {.rrrr,
de presenciar durante su estancia en Francia, despertaron su interés en Esta última, introducida en la mente der sujcr«r
¡,.,r ,.r r,r¡,r,,rrr,,.rr,,r.
las ideas inconscientes haciendo que el foco de su preocupación se des- puede controlar la experiencia y el comportanlicnl(), .r
l,r.:,.r¡ ,1, ,¡rr,
plazara del cerebro a la psique, dando así un paso de trascendentales parece ser totalmente desconocida e inaccesible ,,r,r rr,
P.rrr ..1 ,,,i.,,,,)
consecuencias.' Antes de Freud, los histéricos, o sea, los pr.i.,,,,r.r,¡,r,. ,,,,1,f.,,,
,1,
Por ejemplo, la nanestesia de guante,, la falta de sensibilidad en disfunciones fisicas pero que no evidenciaban nirrgrirr i,,,¡,,.,1,,,,,
,,r,,
la mano, carece de sentido desde el punto de vista neurológico. Los flsico, real y obvio, r..o.rrid"rrban como simuladorr.s rk.r.rrf
,.rrrr,,l,,
nervios de la mano se extienden por el brazo. Si los mismos como tales des, como impostores de dudosa moralidad o
como vfr.lirr.r:,,r, rrr .,r.,
tema nervioso debilitado en forma general,
que produc.fu <lisf ,rr, r,,rr, .,
30
p M,4§ ALIi DH FaEUB
. SIGMUNL) FR[t,ll] y ¡,A'tnAl)t(I()N ps¡C()^NAt.fl.lcA CtAsr(:A
p
: ¿Por qué cierras ideas adq'uirlan en l¡r rne,te u,s crnliclad tan cubierto.al perro de eu «dama dc compañfa inglesa, a quien no
b diferente de las ideas ordinarias? ¿cómo cÉ quc lna misrnas sc hacfan
inaccesibles? ¿Cómo desarrollaban la capacidsd dc haecr scmcjantes
a¡naban, Iengüeteando un vaso para beber ag"* (pI:S¡. pappenheim
I relató en ese momento aon muahu rabia la .*.n* qu., .n ,,., rno*.n-
I
p
estragos?
Josef Breuer, un muy respetado médico vienés, especialista en
medicina interna y primer colaborador de Freud, habfa rcalizado ya
ciertos progresos para dar respuesra a estas preguntas. En l 880, Breuer
to, habla callado por cortesla. Al salir del trance, piaio Breuer un
vaso de agua.
'
"
Breuer contó a Freud acerca de estas experiencias, de las que
este
.l .;;; ;rl;;,*rdil;;;;1,;rr.
)
I ce hipnótico y la instó a que hablara acerca de su disgusto. Ella sentfa
rechazo, pero él la urgió a hacerlo. Superando una fuerte resisrencia,
ella recordó haber entrado recienreménte en su habitación y haber des-
a su labor en medicina interna. Esros sucesos
tarde, cuando.las nociones psicornrlfti.as
fu.rán ,..rr.rrdor riio *uito. años más
i; .;;;;fr;;;;;;;;;;;ü;.
capltulo. g) habían alcanzado un avance suficiente
ción y elaboración de desarrollos semejantes (aunque
.o*o pár" o**irir;;i;;;;r.rr_
I 32
¿.-*iri. ,.ri;;; ;;.;§.
x7
MAs ALI-A DE, FREUT) SlcvuNo Fttuo v LA.rrt ?¡(.r()N pslcoANAI-fTIC^ cLAsrcA
A
y fundamentada por sus esfuerzos clínicos. A menuclo, la teoría a
4
que se disociaban y se tornaban por eso mismo prolrlr.rrr.irrr .r,, r'r.rrr l.rs da
que habían tenido lugar durante estados alterados,l.',r,rr., r(.n( r,¡, (¡r(. llevó a innovaciones técnicas que generaron a su vez nuevos datos clí-
él denominó «estados hipnoidesr. Por ejemplo, l,;r¡r¡,t.rrlr,.rrrr ,.sr,rt,,r nicos, los que invariablemente estimularon de nuevo los avances te<i-
á
exhausta y sobre-estresada por atender a su padrc crrli.l r¡r,,. l,os .rt or¡
tecimientos perturbadores no podÍan ser integraclos..rr srrs l)r.)((.s()s
ricos. Durante esta década, el psicoanálisis emergió del hipnotisn"ro y
pasó a ser una metodología y un tratamiento diferentes en sí misrnosr ;4
mentales ordinarios porque habían sido registrados cn un t.s(irtlt¡ r¡rt'rr en ella se establecieron muchos de los conceptos básicos que guían el el
tal de alteración, cuando ella no era ya ella misma. Al ¡rorrcrl:r cn ( r:rn.
ce y animarla a revivir los recuerdos, la escisión se curó, .sc
¡rrorlrrjo cl
procesamiento normal de las emociones y la psique recuperó su uni-
pensamiento psicoanalítico hasta el día de hoy.
Freud comenzó a sentir que la hipnosis era menos útil para obte-
ner un acceso a los recuerdos y sentimientos patógenos de lo que tanro
4
á
dad. Thl vez, pensaba Breue¡ ciertas personas son más propensas que él cuanto Breuer habían considerado inicialmente. Con cl t'¡t'r'inticn FI
otras a entrar en esmdos hipnoides y, por eso, tienen más probabilida-
des de volverse histéricas.
to de su experiencia clínica, se dio cuenta de que t.¡rttcll<, Itt:is t rur i;tl
para una remoción permanente de los síntomas cra (luc r:l Irr:rrtli:rl
FI
Freud planteó una hipótesis muy diferente: para é1, las memorias censurado, inconsciente, s€ tornara accesible en fornra gcttcr-al a la
¿
y sentimientos patógenos no se habían disociado a raíz de un previo
estado de consciencia alterado, sino porque el contenido concrero de
esas memorias y sentimientos era perturbador, inaceptable, estando en
consciencia normal. (Para Pappenheim, por ejemplo, el pensamiento
inconsciente puede haber sido algo así como: nodio al perro de esta
mujer y me da rabia que ella le permita beber de mi vason.) Las remi-
7
¿
conflicto con el resto de las ideas y senrimienros de la persona. Y el niscencias oinquietantes» que emergían durante un trance hipnótico
¿
hecho de que hubiesen ido a parar a una parre diferente del psiquismo
clcl paciente no se debía, para é1, simplemente a que hubiesen sido
volvían a deslizarse fuera del al¿ance de la consciencia cuando el
paciente salía de la hipnosis. Había una fuerza de resistencia en l:r psi d
registrados por una vía diferente: antes bien, eran incompatibles con el
resto del contenido consciente y, por esa razón, habían sido manteni-
que del paciente, que Freud llamó defensa I gue, en forma:rctiv.r,
mantenía los recuerdos fuera de la consciencia. (Una mujer jovt:n y
€4
é4
dos activamente fuera de la consciencia. La diferencia entre estas hipó-
tesis tempranas de Breuer y Freud pone de relieve los atributos qr'r. ll.-
bien educada de la época y la clase social de Pappenhe irn Ir<¡ lt:tl» Lr
sentido un enfado tan indecoroso por el perro.) I'll tr:rrttt'lri¡rrrriti.,r
eludía artificialmente la defensa, permitiendo al arl:tlist:r ,t, ,,',1, r ,r 1,,',
d
garían a ser característicos de la comprensión freudiana del psiquismo ¿
a lo largo de su subsiguiente carrera. Mientras que Breuer veía a los supurantes secretos. Pero era el paciente el quc tlcct'si¡,tl,.t ,.,[,,'t 1' t,,,
histéricos como personas susceptibles de estados alterados de cons- podía porque Ia resistencia frente a ese recuerdcl prtrti.rtl,tr (y ,r ,,1r,,',
¿
ciencia, de sufrir una escisión, Freud los veía como personas desgarra- similares vinculados asociativamente al mismo) sc rcittst:tl.tl,.' ,n ¿
das por conflictos y cargadas con secretos escondidos, tanto sobre sí cuanto el trance terminaba. Estar simplemente infornrado :tt t'r'. rr ,1,'l ¿
mismas cuanto sobre otras personas. secreto a través del analista después del trance habrla durkr ,rl ¡r:rr i.rr
te una consciencia meramente intelectual del mismo, pcr() rr() lln:r
¿
consciencia experiencial. (Basada en su fe en el analista, l':tp¡rt'trlr.'irrr C4
Dp m HIPNoSIS AL PSICoANALISIS
¿
dl
en toda la historia del pensamiento. La reoría se vio siemprc estimula-
34
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d
1
ir
.la
M^sAt tA¡rt lrrt¡r
1.
,
a ''r ,c.ral intermedio entre la .ons.i.n.i" norm"l d. vigiria y.i;;;... tas, identificadas y disueltas. Freud
creyó que, al analizar ,as asociacio_
a 37
a
a
Stctr¿ut'lo FREUD Y tA ]'RADlclÓN PslcoANALfl'lcA cI-'{sicA
MAs ALIA D!: FRLUI)
nerla al de amenazas. Le resultaba muy diflcil permitirsc actt¡lr lor, .r."pu de su control. Era preciso
drrra .,r.rrta, estaba monitoreando y juzgando constantemelltc
stl
"...ho
en forma espontánea en toda circunstancia. consiguientelncntc, su
-"r e inhibiendo así sus propios procesos mentales'
vida estaba por opresión e inquietud' A cada Paso se imagi- experiencia
(ilt,¡i,r
"f..t*d* Según descubrió Freud, Io más úti1 para pacie,t-cs ct'rl¡o
naba el peor escenario potibl. y, después, registraba a fold: :l
mundo
lirr tlc rlrs,ttl,rir
tal no era íudir sus defensas (a uavés de 1a hipn.sis) :r
que Ia .od."b, buscando claves para fijar la probabilidad de que tal crrtnt¡ sc tll:tttifcst;r
sus secretos, sino explorar las mismas defensas
escenario se verificara. central del proccso rrrillftit «r ¡r:tsti
ban en la situación analítica. El foco
En los primeros de análisis se hizo un creciente segui-
meses
Ella al análisis de Ia transferencia (el desplazamiento de los scntimicrltos y
miento d. .rt", dudas, cavilaciones y temores hasta su infancia'
á.r.o, conflictivos del paciente hacia el analista) y al análisis de Ia resis-
recordó haber tenido mucho miedo de que algo desastroso ocurriese
a
poderespremo- tencia (los impedimentos de la asociación tibre)'
sus padres o a sus parientes. Solía jugar imaginándose
nitorios: si un número par de coches giraba por la esquina en los pró-
ximos dos minutos, todo est"rí" en orden; Pero un número impar
sig-
SuP.Nos
nificaría que, seguramente, sucedería un desastre'
Gloiir.r.,r]oo de acuerdo en comenzar sus sesiones de análisis en
Entre las asociaciones que hacían los pacientcs tlt' litt'tttl
st'
rela-
una forma muy semejante a la de lo-s-pacientes de Freud' a saber' firrrlrt scrrt«:jeutc
No ob^stante, pronto' esto se hizo encontraban sus sueños. Freud trataba los sueños en
tando todo Io que experimentaba' l¡tislllos contu-
Comenzó a tener gran dificultad para recono-cer qué a las otras asociaciones: para é1, era probable que los
problemático. tcmPranas.
que ndebía' hablar' Frente a la horri- viesen pensamientos ocultos y referencias a experiencias
.r*, d. 1o que sentía, aqueilo de 1o
Támbién él tenía cier-
con Ei mismo Freud fue un «soñado, prolífico.
ble posibiiidad de no tener nada- que decir, se dedicó a preparar tiempo hasta que
decir en las sesiones. A tos slntomas neuróticos inquietantes' No pasó mucho
antelación y de forma detallada lo que iba a
per-
por parte del ;l ;i;;" se convirtió .n s., prciente más imporranre. se sumergió
,r...s, d.jab" d,e hablar por completo' Bajo cierta coacción
tenía ;;;J;."* en la nueva técnica que había creado, generando asocia-
analista, reveló qu. había comenzado a sentirse ansiosa porque onírica y
ciones con los elementos que aparecían en^s.u ,Ptopi" vida
dificultades Para c4Ptar lo que el analista le decía' Las preguntas
y los
comunicando sus auto-descubrimientos en febriles cartas que
enviaba I
dichos del arr*lirt" i. p"...á., compli.ados y de.orientadores, las
gi.nd.s' y su propia mente, demasiado pequeña'
res-
a su amigo berlinés, el flsico \X/ilhelm Fliess, qYtln:':1'b:' a seme- d
puestas ndemasiado
' Errrr. las obsáaciones clínicrs más importantes de Freud se
jante diáncia, como el cuasi analistade Freud' En 1895' Freud sin-
I
encuenrra el hecho de que las dificultades del paciente en
la situación iiO q,-,. había captado el secreto de la formación de los sueños'
d
analltica (la resistenci^ y l" t,,"'ftrencia) no son un obstáculo para el Freud.seconvenciódequelossueñossoncumplimientosdisfra.
zados de deseos confilictivos (Freud, 1900). En el sueño, la ftrerza
diná-
d
tratamiento, sino propiamente el núcleo del mismo' En
de muchos meses, se hizo evidente gue los temores de Gloria
pecro a la asociación libre y a las interpre:taciones
el transcurso
con res-
'leL analista deriva-
mica (las defensas), clLrc ordinariamente impide que los deseos prohibi-
dos alcancen la cor,rci.,rcia, se encuenrra debilitada, como en el tra-nce
d
39
38
.i
I¿
í
r
! M¡s ¡luÁ og l¡nrufl
D S¡c¡¿ul.lD Fnltun y l,^ l,R^r,tct()N t,st(:oANALfTrcA cLAsrcA
D
I hipnótico. Probablemente, si eldeseo cstuvieüe
directa en el sueño, es-re se int.rrumpirf*. pn,
rcpressnt¡do cn forma
excremenros de algrtn perro. pero habfa algo ominoso
en lo que había
a compromiso entre la fuerzaque impulsa
eflo, §e cstabrecc asf un
el dcceo hacia la
traldo consigo. El suefro terminó con un- sentimiento
de horroroso
, desasosiego (bastantc semcjante ¿ los sentimientos
y la que bloquea el acceso a esta rlltima.
El dcseo p;.;; "onu.i.r"i*a generra., f", f*
,
sucño sólo en forma camuflada, como
un intruuo "prr.....,
dirfrr;J;;;;,
q".
vainas alienlgenas de la"pelfcula Inuasion of the Body
si*t¡row) i*-
q"r.:? corresponder al medio en que aparcce. El vcrdadero .ig"inL_ sión d.e los abracuerposl).
) do dcl sueño (/as pensamientos oi¡r¡ri rarcnur) Al igual que con todos los sueños importantes, a lo largo
del aná_
sufre un elaborado
T proceso de distorsión que dene por resulrado
el sueño ,rl ,. to
lisis salieron reiteradamente a ra luz ,o.u", asociaciones
y riirrifi."dor.
cxperimenta (el contenido manifiesto der "o*o Algunas de las asociaciones de Gloria con particul"r
¡ sueño). Recursos como ra r.lárrli^ para las
t :-"^1!:1rt*iu:,
el desplazamierrto y el simbolism.,r" .*p[rj"r^.".1 :.or1,r.
tempranas de Freud acerca. de la ármación
de I", ;á;; ,;
t trabajo onlrico para hacer que ros inaceptabres
latentes se tornen en imágenes r..pr.bl.r,
p.nr"mi.nto, orrtri.o,
r";q;l;;;;;;;;;r.r_
las siguientes:
Teniendo ella cinco años, nació un hermano. Ella
recordó tener
I temente sin sentido, rejidas en ra irama
d. ,.rr" historia (rkiirar¡¿o
una,vaga comprensión_del papel de su padre en
madre y, por último, haberse sentido muy celosa
el embarazo de su
, yrund,yi1) que sirve precisamenre para manrener aI sujeto del sueño de que el padre
fucra de la pista. hubiese dado un niño a la madre tugii a.-"
-*úl*;ir;r*,." ;il"-E.,ilií"r,.,
) . La técnica para interpretar los sueños se sigue de esta concepción recuerdos d1 m1ñecy.que le ..*.rtr"C*
;r**T,,,
¡ de su formación. se afsla cada eremento
ier contenido manifiesto der
bién recuerdos horribles de su relación remprana
con su h.r-"rro,
t cueño y se lo asocia con ros orros. La
asociación d. r", ;if;"1., .1.-
cuya llegada sintió virtualmente como un
d.rrrtr..
I mcnros conduce en diversas direcciones,
recuendos, pensamientos y sentimienros
exponiendo ;;;ifb;rr.,
que fá fr* .*"¿
_
De.de la perspectiva de ra teoría frcudiana
sueños, el sueño de Gloria podría interpretarse
de la formación de los
..;; ,i;;,
¡ tl;il ¿.
t"-"r"u, Como niña pequeña
desplazami:n ro y rimbolii".ió.,, . G; ;; .oÁo m,rj.,
e incluso
esruyo
f :._iÍ:rr*ión,
tlnalmente, las difbrentes lfneas de asociaciór, ,.
,rrr.r".r, i. .l ,,rdo
intensamente apegada a su padre y ru "¿utrr,'éi.ria
-i.Áb;;trti ¿;;;;
erótica de su relación con el padre "se condensa
, los pensamientos oníricos latentes. L,
i;;;;rl" i.irr.t"]""*r- ." h ;;;"; ;;;
T
te el proceso de su formación siguiend".t;;;;il;;l;;;;*-
¡ --r ::j,:::'1.* d.
zad'o a su zaparo y'1 ':*yo " ür,
simbolizado
y su interés ;;;p#;iiiürr_
ficie disfrazada hacia lor...r.tofq,r. l. en er mismo.) su hermano .." o"r"'.n"
r,rby"...r. un rrozo de excremenro y su ,egada había
) ," _^.11 1^:ii.0".,
Freud delineó .n su ..o.í" d. los sueños
pasó a ser
estropeado ra relación eró-
tica con su padre. No podía .,ilrr5 ¿irr.r"-iit'e
ta Pauta estructural central para su comprensión de tod.os los n *;;;ü;;r.
) ^La fenóme- suT:o que le daba tanta rabia, de modo
, i:' Ilq"l.ls
importantes. esrrucffi IJl;; ;;;';.;;;:.., que tendió,
accidente que el padre no podla controlai,EJ
*i."rlo á;-;;
ros actos ta,rdos y los errores modvados
en general tienen todos ra .rnm¿;#"rn¿#j.i
) q:e los sue{oplse establece .ñ ..,úr;;il ;;; ,"
sucño, una historia curiosa y extraña,'oculta
los p.rr"*i.rr.r;;;1.",
:::::::yura
pensamlenro o sentimiento inaceptabre latcntes que subyacen: dáseos infantif. ii y temor. El'u*;;.,
) y ra defens".orr,r" ér. Er mare- -le
una cornposición disfrazlda
rial prohibido sólo puede ,...d.. r*."rrr.i.¡.ütii-¿il" sus más p-f,r,dá, deseos UA"iiil;
) ¿rñ;""¿". $e
de sus defensas conrra rales deseos,
y
LJn sueño remprano de Gloria "pued. .rr,r.'.-.ji¿orür;"ol]"d.,il;'_.ir_
*dirrr". ¿*á. .* p."p."f*.
I Soñó que tenía cinco años y esperaba
con gran .*ii.*li¿r, A
boración secundariar) en una exrraña
narrjciórr.
, regreso de su padre del trabajo. Cr"náo
.rr. U.foir.;;;";;;..
tenía algo desagradable .r, .l ,rprto, pr.u"Lr.r.""r.,"iJü*_i.
a 1",
, 40
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a 'L.,i-:t1
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F
MAs Ar.ri DE FRF-UD SlcvuNo Fntuo v t.A ilr^r)l(it()N pstcoÁNAli-l'tcA ctLslcA
semejante. La sexualidad en general y su padre en paiticular le parecían Freud hacia la sexualidad en su cxploración de los orígenes de la histeria.
42 ,¡ t
lir--
F
p M^sA¡t^r)r lt¡¡rt' Sltivtl¡tl l;ttltlt, t l^ lrAt.¡ r¡l ll,,,tr rl,lN¡t.f'L¡CACtr$Ic^
i.¡
i.ir Freud amplió y desarrolló s;,r t".,,1.r ,1,. l.r .,,,lrr,r rr'rrr irrl:rrrril n
pesar de la considerable crítica quc cn((¡nrrt'r r.rrrrr. lri r,lt.|,¡5 ¡¡¡1,111-
colapso de su teoría clc lrr scrl., ti«i, irrf :rntil lo forzó a confrontarse de
una forma muy difcrcrrr(, co, s.s tl¡rr.s clínicos. Había compartido Ia
En 1896 murió su padre y Freud tuv() unir scr.ic rlc srrt.iros r¡rrc
suposición generalizadl dc srr ó¡roca cn el sentido de que los niños, si
se los deja actuar por s, p'opio irnpulso, son sexualmente inocentes.
T.a sexualidad emergía con los cambios hormonales de la pubertad. La
I
- su propia infancia, existiese un encuentro dc lndt¡lc scxru¡I. .Si rocla cia por parre de un seducror adulto. Pero si las seducciones nunca
neurosis comienza con una seducción, y él mismo turf:r sft¡tor¡lils ncu-
- habían tenido lugar, si el análisis no estaba poniendo al descubierto
t róticos, él debla de haber sufrido seducción. Pero aún no habfr clc.scrr- recuerdos de sucesos, sino de deseos y anhelos, había que repensar
t bierto ningún recuerdo de esa naturdeza. Los sueños sobrc str padre
pareclan sugerir algo diferente: como muchachito había tenido deseos
toda la suposición de la inocencia infantil. El colapso de la teoría r
+
f,
Ha sido una seña particular del genio de Freud el convertir apa-
rentes reveses en oportunidades para mayores investigaciones. El
la vida? Los descubrimientos clhLos de Freud lo llevaron a repensar la
naturaleza de la sexualidad y su papel en la psique ., g.r.rrl.
i
t 4.Jeffrey Masson (1984) atacó los morivos que ruvo Freud para abandonar la teoría I-a teoría d.e las pulsiones
I
t de la seducción, motivos que, según Masson, tienen que ver con los grotescos inren-
tos de Freud de ocultar el abuso infantil paterno y el abuso médico de pacientes (par- La teoría de la sexualidad desarrollada por Freud a Io rargo de los
) ticularmente en el caso de Fliess). años siguientes (1905b) se basa en la noción de pukión instintiva, que
t 44
t +)
t
d
MAS ALIÁ DE FRE,UD
Slctr¡uNo Fn¡_uo y t.A fl{Al)t(.t()N psrcoAt\:At_incA ct-Astc^
llegó a convertirse en el elemen,o aorrrrrrra,ivo fttlltlttrtr, ¡,t.rl ,l, l¡,rl.t :,tr te pasa a ocupar un puesto central y organizador de Ia vida emociorr:rl
subsiguiente teorización. del niño. fuí, Freud propuso una secuencia de fases psicosexuales r,n l,rs
Según argumentaba Freud, la psique es ult al)irl;11,, ¡r,tt.t ,1,:',.tt cuales una u otra parte del cuerpo y la concomitanre actividacl lilri<li
gar estímulos que inciden sobre ella.5 Hay dos clrts.s tlt t'rllrtrtrlos: nal asumen la preeminencia: las fases oral, anal, fálica y genital.u
externos (como un predador amenazante) e interllos (.<,trt,r ,'l 1,,,r,, Si el psicoan;ílisis en general era como una excavación ar<1rrr,«rki
bre). Los estímulos externos pueden ser evitados rttit't¡tr':ts ,¡rr.' l,,s gica, el desarrollo y la elaboración de la visión de Freud accrca clc l:r
internos siguen creciendo. La psique se estructura tlc tal ttrtltt'ril (ltt(l sexualidad humana tuvo toda la intensidad y la emoción propia clc las
pueda contener, conúolar ¡ en lo posible, descargar l«rs cstínttll.s expediciones de los primeros exploradores que buscaban l:rs fircrrrr.s tlcl
inrcrnos. Nilo. Freud comenzó por el canal principal: Ia sexrr:rlirl,r.l :r,lrrlr,r y .rr
Entre los estímulos internos ocupan un lugar central los irlstin- papel central y obvio en la experiencia humana. l)r,r'o ¿tl,irr,lt' :,r' urr, r.r '
¿Qué se presenta como su fuente? Las asociacir¡rrr.s,l.. 1.,, ¡,.r, rr rrrr rlr
..
tos sexuales. Según Freud, estos se presentan como una amplia serie de
tensiones que surgen de diferentes partes del cuerpo y que demandan Freud con sus experiencias presentes y los recucrrl.,s ,1,' ,l.rr.r l)r,rl,,r,,,r
una actividad orientada a su descarga. Así, por ejemplo, la libido oral vamente más temprana que ellos revelaron brin.larcrr:r Iirr'rr,l t.l r,lrr
surge en la cavidad oral (sufuente), crea una necesidad de succión (su culo que necesitaba para navegar por ese canal haci:r t'l l,:rs:r.lt,, lr.r, r.r
metd.) y se dirige y vincula a algo (generalmente externo a la persona) experiencias, fantasías y deseos cadavezmás temprano.s. l,.l t::rrrll ¡,r rrr
como el pecho (su objeto), requerido para la satisfacción. Según Freud, cipal se dividió varias veces. No había un comienzo único dc la scxu:r
la fuente y la meta son propiedades inherentes de la pulsión, mientras lidad, ni en un despertar súbito ni en un rrauma especíli«r (t.,rrr,, 1,,
que el objeto se descr¡bre mediante la expe¡iencia. Así, al alimentarse, sugería la teoría de laseducción). La sexualidad renía rnutlros rril,ur.r
para la preservación de sí misrno, el bebé descubre que el pecho es una rios (Freud los denominó uinstintos componentesr). Irll;r n() (.rrr, n.,,r
fuente de placer libidinal. Por tanto, a través de la experiencia, el pecho como genitalidad, sino en una sensualidad rlilirsr, lt,,.rliz.r,l.r , rr ,lrf ,
pasa a ser el primer objeto libidinal. rentes Partes del cuerpo y estimulada a trirv¿s .1.' ,r,,r, lr,r,, 1' ,lrl, r, r,r,,,
La concentración de terminaciones nerviosas en órganos particu- actividades durante los primeros aíros dc vi<l:r.
lares se relaciona con su función como fuente de pulsiones libidinales. Según creyó Freud, los impulsos dc, l:r s,'xr¡.rlr,l.¡,1 ¡rrl.rrrrrl ,,,,1,r,
Según Freud, estas «zonas erógenas, tienen siempre la capacidad para viven en la adultez disfrazados (síntomas ncurriri,,,r,) r, n,, ,lr,,lr.r.,,rrlr,.
(perversiones sexuales). Algunos de ellos pcrsistt'n ( ()ru() ( ., r, r.r., r ..ri
la excitación sexual, pero a lo largo de la infancia va adquiriendo pree-
minencia una u otra y la actividad que implicala zona correspondien- mulantes, habiendo sido subsumidos bajo la rrr...r,r rilrirrr.r ,l,. l.r r, l.¡, r,,r'
genital. Pero la mayoría de los elementos de la cx¡r<.rir.n, i,r :,,.xrr.rl
5. Er. ñodclo eñ del todo @ct.rfsri@ d.l¿ ciociá e¡ tiempos <tc FEud, que É
bawba rplimorc en la tuio d. Ncwton y.n Ia biolosl¡ de D.ruin y comprendia
tanto ¿ts c¡i¡turs vi% .@r" l"' .bj"b; i'-i-"d";" S*. . -*.i,, n .* y 6. b
És .f¡tie' 6 tod¿vi, pEScDiEl porque, . p.s d. qtr( ln w,,.,l.|.! I .l.l
&á en@d. slos genitales, ¡r€ud sEró quc cl ¡iño de "',,,,
I mUnie¡to. Lá i@ría tftudi¿na d. tiú pút¡ionB * ¿ividc Í¿dicionálrn nt en dos ya
diñetriotre d¡f<GnG: uú psi@togra d. l¿ squalid.d, d. l¿ coffcmción de si uM @mprcúió¡ de la Ealidad dc do§ sqc dife@t4 ¡i ¡ampo.,, ,lt Lr ,,,r 1,1, rrr r,
h¡iedád d. los sesiEl6 mdculiDG y femrninG. FEud poruló .t,tr. ,,, .., r,,,,,, .
-i,.. y a. t. .g-ta,, y *" .""i,i*l"g¡" q* ,." *..¡ d. h diribución y los nmo c...n qc elpene y rl.clr¡oris sn.quiv.l.nc ysupui{ ,'ik i,'l' l' ¡ ,.
rcgulacion deJa cncrgir y de L6 fu.@ dr¡Iñi(ó dp h p"qu.. Háy uñr ósidú'bte
contmcÁi¡ a«ru de qu( ú j¡d.p.ndjcDto sn ,rnhA dimctuioner enrF sl fvéM . t¡s @nePros iEudiu6 d.l d.sr,rcllu ,l,l t'i,¡ , .
'
rl ci[ / HotztM. 1976). . iu ilbsisui.¡tG úisiones se¡á, obj€io de @ruid.mdó¡ .n cl opitulo s.
46
ru.-
llr
i'f M¡:, ¡l I ¡ r,r I r,r r,r ,
demasiado inaceptables.como.para
¡rc.rririrr,'. ¡ir.,rifit.rt i,ir,t1ju,,". s" rado lugares para coses r¡trc r.rl:rvfrr ,o tenían asignado uno en forma
construyen, de ese modo, elaborada.s rlr.l.,rrs;rs
tD represión o para derivarlas hacia activicl,rrlc,s
l);r;r rr;rrr(.rrcr.llrs llajo regular.) Desde la perspccrivr clc la teoría fieudiina de la sexualidad
,
Jr
I
la experiencia adulta está alimentado pclr
ir,,l.rrriv:r.s. Asl, cl río de
c:r c.¡r¡rrir¡rr¡ l,r,rrlr clc sus
infantil, estas personas esri{n cleclicadas a reforzar las defensas conrra
lircntes infandles, ahora mezcladas, los impulsos eróticos anales. Apartarse de su régimen les resulm peli-
1| disfrazatla.s, corrrlrin:rclus cntre sí
clr lo que se presenta aparentemente como groso. si se tolera en general el polvo o la suciedad, ya no ,. podre l
i
1f
t Consideremos el erotismo anal. El ano,
un to([o tl.xll,sparcnte.
con su agregado de ter_
limitar la defecación al baño y se producirá una pesadiila .rplorir".
minaciones nerviosas y su paper cenrral durante
l
los añás áel entrena_
1f miento higiénico, es^ una importante zona
intensos deseos de defecar .u".rdo y donde
erógena. El niño tiene
El Complejo de Edipo
l, plaíca,d. _oi*ir*. lo,
- ,laceres sensuales de la eliminación, de maniiular y estimular
+. .1. encima y de producir olores fecales. La
socializació""i".ro,
.;ü
La pieza central en la teorra freudiana d.el desarrolro fue el
r r.rrj.'r. completo de inhibiciones
rrrr 'accrse Complejo de Edipo. Freud creyó que los diferentes elementos de
- y restricciones de tales deseos.
sexualidad convergen alrededor de la edad de cinco o seis años
la
) L;r t l<'li't',r.irirr debe ser regulada y .onrrol"d":
sóro es p*-iriiL .. .r_
organización genital en.la que la componente d.e los instintos
en una
( ,rrsr;¡r( i..s cs'ccíficas.
) Hay que establec., ,.rr, .i.rtJgrado de pulcri- pre-geni-
rrrtl y ..k's:rrrrrllar principios b,í.icos de higiene tales (como la oralidad y la analidaá) resurtan subsumid.os
corporal. tr¡o"un"
hegemonía genital. La meta de todos ros deseos del niño
- ¿(]rri .srrcctJc enronces con los impl,rlro, anales?
Freud
prr, á ,.. l"
) llcgó a l. corclusión d.^.?.". existe un ".áti.o, relación genital con el progenitor del sexo opuesro. H
n";".orrinuo á.",_0"["r,r",o prágenitor der
mismo sexo se rransforma en un rival peligroso y t.',iáo.
analrs cuanro orales y Éálicos., l" .rp.rí.ncia adulta, y q"'. g;;;
;rr. fMá, ,r.d.
- del funcionamiento adulto .rtá .orrrtr,rido
para brindar o bien formas
[1923],.Freud introdujo el concepto drl rr"*p¡r¡o negatiuo i ni$r,- ,"
) disfrazadas de gratificación o defensr,
.f..ii,,r"r, .- ;i;,-.;;';;;;.-
el que el niño toma como objeto al progenitori.l
.ñir-o sexo 1i.l'.1"1
) cuencia, complejas combinaciones de "* sexo opuesro se convierre en rival.) at i!"a que
el Edipo de sáfo.I.r,
gratificr.í0" y a.i.;r;.
todo niño está destinado a seguir ,,r, d.-r.o, d. ... Áodo,
) , H"y personas, por ejemplo, q,r. ,'o, experras ár, proJ,r.i. desor_ ¡ a quedar
/+9
)
t
d L
MAs ALLA t)E FREUD
SIL]MUND IInEuo y LÁ I ItAt)I(,I.)N I,SICoANAI-ÍTICA CLASICA
niño renuncie a las ambiciones'edípicas. F,n 1923,lir, rr,l r¡rr,,, Irr¡,, ,l pulsiones como Roy Schafer (véase capítulo 7) adviert e qúe «para noso
concepto de superyó, un comPonente clave del idul rl,'¡,,,,.,11,, r,,1, ffos,la línea narrativa más adaptable, confiable, inclusiva, soporrablt. y
ro del Complejo de Edipo, que da cuenta de la irrtclrr,rlr'¿,r, r,ir, ,1,'1,,. útil de todas es el Complejo de Edipo en todasucomplejidarcl y t,,rr
valores parentales que acompaña la resolución clc l,r l,r, lr,r t,lr¡,i,,r y rodas sus sorpresas» (1983, p.276).
mantiene bajo control la sexualidad infantil. Freu<l trrv., lir,rrr .lif i, ul
tad para explicar la resolución del Complejo de Erli1,., y tl tsr:rlrh,i
miento del superyó en las niñas, para quienes podía ¡rrcsrrrrrirsr' .¡ut' l:r El conflicto psíquico
castración era una amenaza de menor monta. (Ti'atar,.,nros t'n {irnn:r
rnás completa este tema de los diferentes caminos de clcserrrlk, rlc Las perspectivas introducidas por Freud al prcs(.nrrrr srrs rt.,r f;r
muchachos y chicas en el capítulo B.) del inconsciente, de la sexualidad infantil y dc las ptrlsi.rr.,s inr,rirrr
Los detalles y la estructura del Complejo de Edipo dependcn de vas han pasado a ser en tal medida un lugar cornr'in ,¡rr,. ,.,, ,lrll, rl
factores constitucionales y experienciales y difieren de un individuo a apreciar en forma precisa cuán revolucionaria fuc str ..,,r,,g,r(.n.,rr')n ,l{
otro. Pero, según sugirió Freud, para todos nosotros vale por igual que la psique y cuán impactante sigue siendo aún hoy. St,1,,rirr r,u¡,i1.¡,
los temas centrales de la sexualidad infantil se organizan en el Complejo Freud, lo que experimentamos como nuestra psique es t:ur .stil«r un;r
de Edipo y que esa organización pasa a ser la estructura subyacente pequeña parte de la misma: el resto no es en absoluto rransp:trcnr(.
para el resto de la vida. Como dijo el estudioso del psicoanálisis Jay para nuestra débil consciencia. El real significado de mucho <lc 1.,
Greenberg (1991): que pensamos, sentimos y hacemos está determinaclo crr l.,n,r.r
inconsciente, fuera del alcance de nuestra conscienc.irr. L.r ¡,,,i,¡rr,
Para Freud, el Complejo de Edipo era tanro el acontecimienro
tiene elaborados recursos para regular las tension..s insrirrrir,.r., ,¡u,
nodal del desarrollo normal como el conflicto central de las neu- son la fuente de toda motivación y que ejerccn un;r ( ()nrrur.r ¡rr .,r.,
rosis. En el contexto de este complejo se rorna comprensible la paraalcanzar una descarga, La aparente transl):u(.lr( irr ,1,. l.r uri rl, , ,.
interacción de fuerzas psíquicas tanto en la salud mental como en una ilusión: la psique y la personalidad son (irl):r¡,:,unr.rnr(.rrr (,r,
la patología psíquica. Es una extraordinaria invención analítica, plejas e intrincadamente entretejidas clc irrr¡rrrls,r, nr:,rurrr',r,,., rl,
un marco para conceptuahzar la.dinámica familia¡ y su residuo en transformaciones de esos impulsos y dc dclcns:ls (.n srr ( ()nrr.r l,r, ¡¡,1
Ia vida psíquica del niño. (p. 5) escribió:
El Complejo de Edipo ha sido siempre el concepto más amplia- Lo que llamamos el ucarácter, de un hombre está consritt¡irlo t'¡r
mente asociado con el psicoan:ílisis freudiano. Greenberg (1991) afir- buena parte con el material de las excitaciones sexu¿rles, y s(' (r)nr
mó que el significado de este concepto ha cambiado en forma notable pone de pulsiones fijadas desde la infancia, de orras:r<l<¡uirirl,rs
a lo largo de décadas de teoría psicoanalítica y que la visión de Freud por sublimación y de construcciones destinadas l sof rr.rr;u r¡rr,r.,
acerca de la posesión y rivalidad sexual ha sido vastamente ampliada mociones perversas, reconocidas e inaplicables. (19{)51r, ¡r. .) ll,l)
para incluir una serie de diferentes tipos de motivación y variadas
constelaciones de dinámica familiar. Sin embargo, Ia identidad de un Para Freud, la esencia misma de la personaliclacl t.s t.l r,.,,rrir.,,1,,
ufreudiano, suele depender, generalmente, de la integración de varias del entretejido de impulsos y defensa.
innovaciones teóricas y técnicas en una'¿isión ampliada del Complejo En el análisis de Gloria se hizo evidente que algr,rnos tl,, 1,,,,
1,r,,
de Edipo. Así, incluso un teórico tan crítico ¡le la teoría clásicade las blemas centra,les co, los que había luchado en su infa'ci:r inrl:lit rlr rrr
50
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IrAl )¡( :r()N pstco^N^t.iTlcA cr_Ast(:A (
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ypoderfueronocupandounlugardecrecienr.,inrlx)rr.urir.r,r¡1.r.,,1,..,
cripciones clínicas de Freud durante la década.r,. i,r0
mente unas a orras. La sarud mental idear no implica una ausencia
de
C
¡,t ¡1¡, (.r { r,rr represión, sino el sostenimiento de_ una represión modulada
to a la teoría, consideraba la agresión y el saclis,r. .r,,,,., ,.r,,,,,,.r¡r,r, (r( que per_ C
mite la gratificación impidiendo ar mismo tiempo que los r*f,rl.o,
la sexualidad, como componenres de la pulsión scxr:rl (.rsí,
plo, en el sadismo oral o anal).
¡r,rr t.jr.rrr sexuales y agresivos de carácter primitivo se hagan con el
poder. El giro
f
En 1920, Freud introdujo lo que llegó a cor(x(:rs(.t.rr. r;r /¿,¿r
hacia una visión más oscura de los instintos irajo .orrsigo,
en Freud,
C
ria del dualismo pulsional y que asignó a la agresi<5^ rrrr t:.sr;rtrrs i¡,,rr:rl
una actitud de mayor aprecio hacia los .o.rtrol., ,o.ialls,
qlr. ü
consideraba necesarios para salvar a la gente de sí misma. "ho."
que el de la sexualidad como fuenre de la energía irstirrtiv, lr;í.sicrr
t¡rrc pasó de una remprana filosofia política implícita de tenc¡r
Ái, r,..,,,1 ;
impulsa los procesos psíquicos. Tal agregado no era cle rnc,or ,o,,rr..,,,,
ctra,rí¿r. niano a una más oscura, de tinre hobbesiano. En el libro rn¿is ;
El modo en que un teórico .o*prád. la motivación, los objerivos lcítk¡
qu1 sulf1cen al comporramienro, deja una impronta crucial en
sobre la cultura, El malestar de k cubura (1930), Freud
pintó un cua_ c\
visión de la psique y de la actividad humana. En sus escritos
su
tempra-
dro del ser humano que necesita de la cultura pr." rob."rrivir
en cuanro la cultura implica la renuncia a los instintor,
pero que, d
nos (por ejemplo, 1908), Freud presentó una imagen de las
p.rsán"s
,uf.. siempre
y necesariamente de algún tipo de insatisfacción fundamental.s C
en lucha conrra impulsos y deseos que habían prr"Jo , ,.,
en gran medida, a ruíz de convenciones sociares acerca de la
p.oiibidor, e
algunas.de las cuales consideraba innecesariarnente severas
sexuaridad,
I
vas. se imaginaba el resultado de un análisis exitoso como
individuos
y restricti- D¡ m ToPoGRAFfA A LA ESTRUCTURA
o
consrrucrivamenre libres de.repre.sión, capaces de utirizar su
múrtiple Otra innovación_de importancia, introdrrr.i<l;r r.rr l(),1 l, rrrvo o
instinto sexual para su propio placer y satisfacción.
ver con_l,s categorías básicas en las que Frc'rl rlisrrilrrrf,r
t¡rrr.
r,r,, ,lrf,.r.rr,.,, J
Pero, especialmente a partir de 1920, la visión de Freud
acerca de
la naturaleza humana se fue oscureciendo en forma creciente.T Freud
partes de la experiencia.
e
se fue convenciendo de que lo reprimido no eran
soramenre i.,or..rri
vos deseos sexuales, sino ia poderosa, sarvaje desrructividal
a. .," i",
Ya desde sus tempranas diferencias rrrrr llrr.r¡,.r .r ,,rr¡,,,r
recuerdos reprimidos, Freud consideró r:l rrrrrf lir r() ( ()nr(,
,1, lr,:
, I ¡,r,,1,1, r,r,
o
tinto de muerte. con este cambio cruciar en la forma en que Freud
clínico central subyacente a toda patologírr
¡rsÍt¡rrr.r ,.rr¡,, r., r,il,,r
;
I
r
I
sofía, su hija predilecta, como elementos que co,tribuyero, ar
y la muerte de
crecimienro de su pesi-
toalacríticadelasconvencionessociares,enfatizannecesariamenrt:l;r:,.,,¡l.r,r,
pulsionesmástempranadeFrcud,enraqueraausenciaderepresiónp,,,.r,.u,r.,,,,,,,,,,rr., I
mismo.
algo constructivo en lugar clc clcsastroso. IF
54 G
G
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a
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+ ,\4^,,
^t
t1 l,l ¡ r,rrr ,
I
co (del inconsciente, con sus desc<rs, Basándose fr¡t'rrt'lrr.lrr.
¡ t'r'r conflicto con los- más aceptabr".,
iln¡,s¡l¡,,,., ), r(.( .(.rrl()\ ,,,.,, l.rilrlc*, po, Freud retrató a l:r Irurrr,ur,l.¡.1 .,,nr«,
r'.
,rclríl.ras darwinianas de su tiern-
r.¡s
.r.lr (()rr.\( i(.r¡((. y r.volucionada en forma incom_
rlt'nrostró ser insufir ' r)r(.(.,r.s..it.^re) pleta,.como desgarra.r,r
,; r)()r' ,rr;r t.scisión
fundamentar enre móviles
, ic,,cia crínica r IHI;| l,:,, ,1:11i,,,,,,;,
r bestialesy conducL:rs y (.{)rnlx)rrarxicntos
'la l'¡r l'¡ tt'.,a de que+il:ij:ff l],;,,:lff-
,: ,:,;:; civilizados, entre una naru_
raleza animal y aspiraci.rr., .,,1,r,.o1..- y
'lr llir t,
ros deseos a irnpa,l'ro. ilrtr,rs, ir.rrrr.s t.sr:rlr (., (()l¡-
c.n las defensas, no con el conscient"
y cl ¡rrc. ..,,,rr. i.,,,., y q*.
zació.n contenía para Frcucl ,rto_di.na.ij
.l
-irmo o;; J. ,r.,r_
10 .s irrr¡rosible que las defensas sean
5 l:r consciencia. Si sé,
realmente co.sr:ic,rr.s.:rc:r:r.si[>re-s
conoccr alg', «lcr" co,ro-
a
rencia con su comprensión de r"
zoología y de la psicología animar
,"r"r"rlrl I',t_Tlil:i:
d.;;-p"), Freud veía;L; p.r_
:.j;
ccr también
n"u * sonas como impulsadas a una resuel
'L
i. Ios pacientes;; Fr*fu "1X1,il'.i,,ll'.:T::ff:to
,-,o ,ólo ;;;;l':fi;üX.t::*:y;": fin de llegar a ser aceptables
r^ y ,^p), b,irq,-,.á" á. pf"*r.
ranto
a
p;; ;;.", cuanro
que rampoco sabían que los tenían. uno debe ocurtar frente a sí mismo para sí mismo,
No sólo f., i_p"fr"r;;;r;;: estos móviles puramenre hedoni-
i nconscientes, sino
- que-también p"r..ír.r-s..lo las
defensas. "r* cos. Según la
visión propuesra por Freud,
el yo, con la ayuda dc las p*:_
) lrcro Freud descubrió
en el inconscienre: la culpa, Ias
sencias parentales inrernalizaja,
.n .t ,r.ro
a ¡, r,,1 ri I r i
"lgo^_a,
t i., r rt.s, los au ro_castigo-s.
lJs."a]liil rirllTr,rr",n", .;.rnftol i mp urs os u.,,i,r.,
.iá i;;;;;H# TI Iiüi;,l.iJ,.T:í ;.ff [ :l
a ,1, ( ;l,,rr.r r(.sr)(.(.r() de su
padre.rtrb"n..d;;;;.", .,,#1.
''rr' 'r( rrr¡r;¡1 r1!¡¡' cila merecía el castigo que imaginaba a.
el que hay orras person"r. Él
I
..rultrd;;;;,
lena de secretos
/ á'
psique ampliamenre des_
;-i"to":;;"i;; ;;s..-
) r''rrlr\ rl'' r¡rrit'rrt's ir,a¡;inariam.rra. recibir de
de elra. su inconsciente
:,T:'#':ffi:'Ji¡a' impulsos o: estos
tl -"'o'nl Jt lo
'
r'ttlt'trf'r r¡. st'¡l«r tlt,.sc.s prohibidos, "b,rí"b"n
sino también defensas contra .f::: neuróticos, cuyo en
reprimido, crea ros slnromas
- .1,'r.,,, .r I.r vr.z (lu(. ;lur(),ilclrsaciones esos haber descif¡ado. código Freud sentía
) A rlrttlitlrr t¡rrt: l. noció., ,.*p.".r,
y castigos por los rnismos.
de Freud sobre el inconscienre
) st' fi¡r: lr:*-ir:.tlt¡ r,:ís compreja,
p,rio un Iugar en e,a a todo
) l" t¡¡¡1' rc''rrlrlba i,rcrcsanre, r ,ádo ro"rigr"*e
iripri.ado en el conflicro psico- El rscaoo oE FR¡uo
rlir;í¡rit.r. C.ando Freud comenrO
) , no,J, que Ia fronrera báica en la
a
,
¡rsir¡rrt: rro pasaba entre er consciente y er inconsciente, Freud consideró
sino por dentro
.lt'l irr,'«¡rrscicrrte mismo, .u b,im i..,t
;.i, i;" m. :lT :: H: ff ff :: X1,1.,:":: f : ;I,ff ;
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l"s *¡,srir,rivos primarios de
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la psique:ffi:#:tt,l,ffTrÍ1'
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a que, ocultos en la narración -: f
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a l'.1 nr.xk.kr cstructural coloca,"io,
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secreros pertenecientes a ra
subjetñ;ü;t"r::.;Tf:::itlff]
a ,lcl r,.lf',.^.'l irr.unrJ*re, los
I
t,t, ,'lh, yo y superyti. p.ero estos no son
res psicoanalíricos que Io
esas^narraciones que.nos
,igui..on ¡,rurá, d. d;;;;'o-rl
r"o*
a lricn rrcs tipos muy diferenres de
..giir., topográficas, sino más
acción,"el .llo.l;;;;.;;
Doracrones secundarias,
h"cemo,
"..a."
rejidas a partir d"
d. aosotros mismos son ela-
"" ;;li;;;;ffi;
a de excitaciones borboteantes, (1933,
estructuradas, impursivas; el yo
p. áS¡, d. .".;;;;J
il",
""
., ..nr^.ol".ción de funciones regula_
tro de fragmentos de ,i,lld-"
los, fantasías y percepclones,
priq,ii., prr;i"',0..r.r,., deseos
il..
y anhe_
) doras que manrienen bajo citrol I", i;;;l;;r;;ij.; Freud mantuvo rrn2
esperanzas y temores.
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) un conjunro de valores morales y
,.titud., d. ,,rto..í,i;;;;;;^_
sobre el p,i.;;;árj;; :#,"'H;|i,L*ff un conrror estricto
v
a das en gran medida en rorno
de
lás imág.n.r*p"...rad., internalizadas.
cr»no ciencia (Grosskunr,,
rgqi). H;;; ffi: nl':::;1.:-*.,:::
a 56
" con los que Freud rompió
(o q,r.'.o_!;;;.""
él) y, .r, forma tem_
)
57
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I
I
Stc;lr.,tuNt FREttt) Y t"{ 1ll^Dt()(1N PstcoANAt-lflc¡. cláslcA
e
MAS ALLA DE FREUI)
I
C
fueron leves variaciones pero, Por fortuna Para nosotros, este tipo de
prana, entre ellos Alfred Adler,'Carl GustavJung, Otto It;rrrlt y S;ttt.lpr
Ferenczi. Muchos de sus concePtos y percepcionc§, atllt tlcsrtlr«,llitclos diferencias evolucionaron hacia la fértil abundancia de escuelas del
I
C
fuera de la corriente principal freudiana, hallaron déct.l,ts tltfs trtl'e lc stt pensamiento analítico contemPoráneo, a las que daremos tratamiertto
canrino de regreso al pensamiento psicoanalítico, siu (ltl(:, cll 1¡r,trc:ral, en los capltulos que siguen.e I
se ffibutara reconocimiento a los disidentes pioneros. Por cjctlt¡rlo, la t
temprana afirmación de Adler a favor del primado de la agrcsión y clcl
poder fue retomada por el mismo Freud en su introducción a la pul-
I
sión agresiva, y el énfasis puesto por Adler en los factores sociales y I
políticos anticipó importantes desarrollos realizados por oculturalistas, I
como Harry Stack Sullivan, Erich Fromm y Karen Horney. El tem-
prano interés de Jung en el selffue continLrado en los campos de la psi-
I
cología del self (capítulo 6) y de las relaciones objetales (capítulos 4 y
I
5) a lo largo las últimas décadas. La otra gran Preocupación de Jung, I
la de la espiritualidad, fue vituperada durante décadas en el seno de la I
teoría freudiana a causa de Ia repugnancia de Freud frente a la religión
(1927). Pero la misma ha retornado en la forma de la teoría psicoana-
I
lÍtica contemporánea que integra la psicodinámica y la espiritualidad I
(Sorenson, 1994). El revolucionario trabajo de Rank acerca de la (
voluntad anticipó fuertemente varias i nvestigaciones contemporáneas (
acerca de la condición propia de agente lagency, agencia] (véase capí-
tulo 7). Y el pensamiento radical y la experimentación clínica de I
Ferenczi prefiguraron en gran medida y, en algunos casos, influencia- I
ron concretamente los recientes desarrollos del psicoanálisis interperso- I
nal (capítulo 3) y las teorías de las relaciones objetales (capítulos 4 y 5).
I
Los cosmólogos creen que, en los momentos iniciales que siguie- I
ron al big bang, eme'rgieron leves- variaciones en el seno de la densidad (
extraordinariamente compacta de la materia. Sin esas variaciones, el 9. En los capítulos que siguen consideramos la obra de tquclkl' trúrir,¡ r¡rrr lr,lr
universo hubiese sido siempre necesariamente uniforme y se hubiese
I
introducido líneas innovadoras de importancia mayor en la tcolln ¡rsitrr.rrr,rlltt, a rl¡1rr
distribuido en forma parera. Ellas posibilitaron que la materia cuajara nos (como los psicólogos freudianos del ego), mantienen cl mt¡thlo lrl¡rrr rlr l'rru,l, I
en galaxias separadas y en los mundos que se desarrollaron dentro de pero se apartan de él de manera significativa; otros (como F;¡irblirrr y \,)Vitrrrkrrttl
mantienen el lenguaje de Freud, pero alteran sus premisas básitltsi ottr¡q (rrrrtrr
I
ellas. Los desiubrimientos de Freud dieron origen al universo del psi-
Loewald, Schafer y Lacan) desar¡ollan ampliamente ciertas dimersio¡rcs rk' l,r vrrtril I
coanálisis en forma tan exclusiva y completa como el big bang dio ori- .de Freud y minimizan otras. tmbién han realiza<Io aportacioncs i,nl).r.rr(r ll!
gen al universo en el que nos encontramos. Las aportaciones de Freud autores que precisaron y extendieron el marco básico establecido por lrrcrul. l'lltrr 1,,¡
I
fueron notablemente ricas y densas, y la segunda generación de teóri- más importantes se cuentan Jacob Arlow (1 985, I 987), Charles Brenncr ( I 97(r, I'lt{.t ¡ (
cos desarrolló diferentes facetas de las rnismas. En su momento, estas y §?-illiam Grossman (1992).
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