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r-

J.
I ,
*Ot
^l
t^ lrt I ¡rl ll,

5
D [.lr<¡r clí'ica y de la de clínicos qúi: Irt.rrr,,s.(,.1)(.r'r,,.r(r. rc.ritl.
1, t..rrrcl
:rlrrmnos' Algunos de los casos, como Arrl}'r,, ,1,, ,.r ,.rr,írrrr,, .r, r,,rrrr:rrclo
1) t'r¡ r:l 6 y Harvey en el 9, describen r:l cu..u,.nrr,, ,1.: rr,,
p r<'l:rtivarnente nuevo y sin experiencia c.. lr*,r,r,.,,,,,,
¡,rir.,,rrr:¡lista
rfrit.s lxrra los
t
D r¡rr.'l:rs i,novaciones teóricas exploraclas
:,u n r:l
c, (:.\()s t,¡rfrrrl.s frrcron
nlcrlte útiles. (Las ilustraciones extendiclils,.,,, .,.,,,,¡r.rriciones
a
- r'.,rir rlr:l trabajo con varios pacientes, cuyas ligura, 1,a,, ,i.i.r ¿rlteradas
) y ,.rrrhiradas para preservar la confidencialldad.) A pcs:rr de que
las
rt'<»r'l:r.s ¡rsicoanalíticas han sido desarrolladas por aurores en diferentes L. sicn¿uND FREUD
- ¡rrrfscs y diferentes punros de la evolución hisrórica y cultural, quere-
Y I-A TRADICIÓN PSICOANALÍTICA
CL{SICA
- .rrs rc,s:rlr¿r la aplicabilidad de las ideas psicoanalíticas l, g"rrrá r."1,
- t¡rrt' vivc rr^a vida real con problemas reales en nuestro "
*,rrráo actual.
)
a s. t .r'¡r(rr (r.c,ro de los innovadores más importantes del psico-
El pozo del pasado es muy profundo
[...] y <:u:rrrr, rr¡;Ís
hondo sondeamos, cuanro más investiganrua
y ,,,,, i,,,,.,
a ,rrr.¡lr',r', 1,,,,rlit'rtli;*. sc¡lía llevar consigo ur*
pistála cuando
l,r,',, rr.r ',r¡ rr.rl,,ri,r t'n institutos de tenor más tradicional. La".,rdí" "
namos en el mundo del pasado,
,"nro"rrá, .í"r.,,irr,,,,,,.

a
que los crmrenros más tempranos
coloca- de Ia humanidad, dc su
,,,,1,r, historia y cultura, se revelan como
l,.r r.1 .rrril sirr Ir:rc:r:r comentario alguno
y procedía a leer su insondables.

a rr,rr( rr, r.r l¡¡v,r i.rl,lr .rcrrtc, alguien preguntaba sobre la pistola,
'¡rr. ril r.s¡,,rlr(lf.r ( (). v,z, arruble que era para udlizarl".o'l, primera
a lo Tl¡omas Mann

)
llt'r:,,n.r (llr(., (.n lulirr[ rlc referirse a las ideas que estaba pa.rarrt.rrdo, En 1873, cuando Freud tenía diecisiete años, el
- l)r('llrrr.uir si lo rlir"llo cra acaso urealmente psicoanálisisr. Sea.ierta o arqueólogo alemán
Heinrich schliemann reunió indicios
) rr,, l,r lrisr.r'ir, t:u¡rra mucho del ambiente del mundo psicoanalítico de fuentes fragmentarias ranro

a ( ().r('rrl)()r.iir('(), cr cl cu¿rl el
psicoanálisis ha esrado luchando para
históricas cuanto literarias yrocarnó
tr rrrrrg,rn ciudad de'[-roya r:n r:r
planicie cosrera de lo que hoy.es Tr.qrir-
a .rl,,rrrtlir','y
'r'.l<'lirrirsc.
En este libro damos tratamiento r rrara urrr"
ri,' ,lt' i,lr'.rs, ;r v('('('ri (:()nrpetidoras entre sí, a veces complementarias,
gún otro acontecimiento.que hry".nc..rdido
T;l vez no t,ry,, t,,,t,íi.,-,,i,,
ta.t.r r,r ir,r.gi.,r.,i,irr.rt.
a
',,

r" r() (rr(' ( ().\rirrry(', rorla.s urealmente psicoanálisisr, poiqra derivan It-tyd' que tenía la tendencia , l"rpi*^"ln hclrocs .,rigu.s c.rrr.
a rl, r r'¡¡,Lr.r, ir'rr¡ ;r irrrrl<¡, detallada y diferenciad, qrre .l pricoan¿íli-
".r
f
Moisés y Aníbal' Más tarde, .l .onrul,o.J
se al despacho de un arqueólogo,
i. F..rrd llegó a ascrnei¿rr-
lleno de;*;i;r';i;U;ái.,
a ,,r,, r, ,rlr¡., tlr. l.r r.xPr.l.icrrcia humana.
Sin embargo, el lugar en que Fieud
excavaba no era la tierra, sino
a menres_ de sus pacientes.y las herramientas que
".ill, "" .r"" ,,
las

a pala y los cepillos, sino las


tanre, el enrusiasmo .ra .l mismo.
int.rp..ta.io;;;
ñ.Jilñ[;.'*;1,
a un Iugar importante preparó
Fr.ud .irrti¿ ;;-ü;;;r:;;;;r"
I* r..;;';;I#iil.iI".,.olll"l,,
a v
estrucrura subyacente a Ia psique
hu*"rrí y para desenrerrar la histo_
ria arcaica, tanto-del paciente individu"r
..,ár'.o de ra humanidad roda.
) EI desarrollo histórico de Ias reorías
a i,trincado y complejo. No siendo nuesrra
;. ñil ;;;;;r.
p*rp..Jr" fil;;;#,.
a 28

a 29

)
MÁs ALtÁ r)E FRf-r)D SIGMUND Fn¡uo y LA tk^r)tCIitN t,srCoANAt_t-fiCA clÁstctA
t

Iectual en sí misma, sino una explicación de los c,,rl,('l)1.\ r¡rr,' l'r, rr,l esruviesen dañados, la insensibilidad no se limitaría
a la mano. pero la
Iegó al psicoanáiisis contemPoráneo, no examinart'trr,,, ,:,, ,1, ".t' r,,ll,, «anestesia de guante, riene sentido desde la
perspe*ivá psicológica: ra
en todos sus detalles. No obstante, un esbozo gcltt'r',rl ,1,'l ,1,':,¡,lre'1irr,' idea que el paciente riene acerca d. su mano ., i.nt."l p^r^r^áirlr,,,
cronológico de los conceptos más importantes dc litttr.l ,'s..r',rr,i,¡l ción. No son los nervios los que están dañados: algo .riá
desor<r.,
para apreciar su origen en los problemas clínicos qtlt: lr.' ¡,tr't.'rrl,rt()rr srrs ".,
en los pensamientos del paciente, en sus pensamientos acerca
clc sr¡
pacientes. A diferencia de Schliemann, que sabía colt cx;l( t il rr(l l. r ¡ttt' mano. Posiblemente, el paciente no renga r...ro directo a esos
pensa-
estaba buscando, Freud tropezó con el «pozo del pasrt.l,rr, str :t(((s() ;t mientos: es posible que los mismos .r,é., ,rr..r,es de la prrr.'.orr.-
las profundidades, mientras iba de camino procurando rcsptirtil.,t ,t l:ts cjente de su psique. Pero, a pesar de eilo, tienen ,rn pod.roro
efccrc, y
dificultades de sus pacientes en la vida presente y en la srrperficic. dan origen a un fenómeno fisico.
charcot demostró no solamente que situaciones como r:r u:rrr.s(<.
sia de guante, o la parílisis o la.egu.rahistéricas se
debía,
rr l:rs irrt..rs
Dr.L c¡,RseRo A LA PSIQUE más que a los nervios dañados, sino también que las ideas
potlf:rrr ¡rr.,
ducir asimismo una cura (en general ,.*por"rü¡. Charcot r,rlí,
.oll.".
Freud se graduó en la Escuela de Medicina en una época en que a pacientes suyos en rrance y, mediante sugestión hipnótica,
inducía
el estudio de la estructura física del cerebro estaba en su primer flore- síntoma. que antes no habían estado p..r..r,... Él podría
_histéricos
cimiento. Hacía poco tiempo que se había aislado la neurona, Ia célu- haber dicho algo asl como: uCuando despierte, no será.ap",
dJu.-r, .,
la nerviosa individual; se estaban desarrollando técnicas para seguir los de caminar'. Pero lo más sorprend..r,. .." que solía utilirar Ia srr¡,,t.sr i,irr
recorridos nerviosos; apenas se estaba comenzando a p-ercibir la enor- hipnótica para remover en forma t.*pordio, sínromas, r,,,. i..,,,r,, ,¡,,,.
me complejidad del cerebro. Freud comenzó su camino como investi- los que sufrían de ceguera o de parílisis histérica vicr.¡r «¡ (:rrir.r.r¡
gador de neurofisiología, y cuando pasó de la investigación ala prác- El problema no está en la carne; la rnant¡, l.s.rj.s. 1.r,,
¡,r, rrr.r.,.
tica clínica, atendió pacientes que sufrían lo que en ese entonces se están sanas. El problema estriba en una iclca r¡rr.. s(. (.r(
lr{.rrr.r rr¡, r r , r,
entendía como condiciones neurológicas: nervios débiles o dañados. nuestra consciencia: la idea que tiene el
¡;rrr:i.lrrr'.1,.,¡rr,. .. |,¡,1, .,, rr
Las dramáticas demostraciones de los renombrados neurólogos Jean- tir, no puedever, no puede caminar. E.i" itlr.:r
¡r:rrrilir.rr.r (.,,,.rrrr.rr,..
Martin Charcot e Hippolyte Bernheim, que Freud tuvo oportunidad tada por otra idea, Ia orden hipnótica crc sc.tir', .r,. v,.r, 1r(. {.rrrr,
de presenciar durante su estancia en Francia, despertaron su interés en Esta última, introducida en la mente der sujcr«r
¡,.,r ,.r r,r¡,r,,rrr,,.rr,,r.
las ideas inconscientes haciendo que el foco de su preocupación se des- puede controlar la experiencia y el comportanlicnl(), .r
l,r.:,.r¡ ,1, ,¡rr,
plazara del cerebro a la psique, dando así un paso de trascendentales parece ser totalmente desconocida e inaccesible ,,r,r rr,
P.rrr ..1 ,,,i.,,,,)
consecuencias.' Antes de Freud, los histéricos, o sea, los pr.i.,,,,r.r,¡,r,. ,,,,1,f.,,,
,1,
Por ejemplo, la nanestesia de guante,, la falta de sensibilidad en disfunciones fisicas pero que no evidenciaban nirrgrirr i,,,¡,,.,1,,,,,
,,r,,
la mano, carece de sentido desde el punto de vista neurológico. Los flsico, real y obvio, r..o.rrid"rrban como simuladorr.s rk.r.rrf
,.rrrr,,l,,
nervios de la mano se extienden por el brazo. Si los mismos como tales des, como impostores de dudosa moralidad o
como vfr.lirr.r:,,r, rrr .,r.,
tema nervioso debilitado en forma general,
que produc.fu <lisf ,rr, r,,rr, .,

aleatorias y carenres de senddo. §gri.rrdo l"lírr.n


dc (.1r,rr,,,r,,1,
y psicólogos han descrito, tarrto entes cuanto durante la Bernheim y de otros médicos que prrc"tic"ban
1. Ivluchos filósofos, poetas la hipnosis, Iirr:rrrr , r,.,,,,,..
vida de Freud, ideas y sentimientos que opcrrrr fi', r,r rl.t la consciencia (véase tró que los histéricos sufrían no una enfermedacr áer
.e..b.o, sirr<» rrr. r,r
Ellenberger, 1970). mente. Eran las ideas, y no los nervios, ia fuente
de su probLema.

30
p M,4§ ALIi DH FaEUB
. SIGMUNL) FR[t,ll] y ¡,A'tnAl)t(I()N ps¡C()^NAt.fl.lcA CtAsr(:A

p
: ¿Por qué cierras ideas adq'uirlan en l¡r rne,te u,s crnliclad tan cubierto.al perro de eu «dama dc compañfa inglesa, a quien no
b diferente de las ideas ordinarias? ¿cómo cÉ quc lna misrnas sc hacfan
inaccesibles? ¿Cómo desarrollaban la capacidsd dc haecr scmcjantes
a¡naban, Iengüeteando un vaso para beber ag"* (pI:S¡. pappenheim

I relató en ese momento aon muahu rabia la .*.n* qu., .n ,,., rno*.n-

I
p
estragos?
Josef Breuer, un muy respetado médico vienés, especialista en
medicina interna y primer colaborador de Freud, habfa rcalizado ya
ciertos progresos para dar respuesra a estas preguntas. En l 880, Breuer
to, habla callado por cortesla. Al salir del trance, piaio Breuer un
vaso de agua.
'
"
Breuer contó a Freud acerca de estas experiencias, de las que
este

? habfa tenido bajo tratamienro a una mujcr joven y brillante llamada


tomó conocimiento con_avidez. En 1893, p,rbli."-r,
enslyo psicoanalítico,. oComunicación pr.ii-inrrr,
ü-;ilil;".
¡.r"i* .iprir..,
) Bertha Pappenheim, que llegó a ser más tarde una pioncra en la disci-
«el histérico sufre por la mayor parte de ieminiscencias, (
I plina del trabajo sociai. Durante un perfodo en que habfa tenido que p.33). según
ellos, la histeria tenía su causa en recuerdos retenidos y ér, ,.rrai-i.rr-
p cuidar de su padre enfermo, Pappenheim habfa desarrollado toda una
serie de dramáticos sfnromas, incluyendo parálisis y disfunciones del
tos que nunca se habían vivido por el camino ordinario. separados

I habla. Breuer intentó resolver *l pril.-rtlo.¿.riol, en trance hip-


del resto de la mente, .y: recuerdos y sentimientos sólo emergfan

t nótico y utilizando los procedimientos experimentales de charcot y áe


otros investigadores, removiendo los síntomas mediante l" ,,rg.riiór,
supurando hacia la superficie
aparentemente inexplicables. si-en
forma de síntomas des"orr"ertrnü, y
tales sÍntomas se persegulan hasta sus
orígenes, su sigqificado se haría evidente y ro, ,.*i*iJntos
posthipnótica. A pesar de que los intentos de Breuer no fueron"efecti- se descar-
pT*" en una explosión catártica, d.rp,ré, d. l; ...¿ l;, ilr;;
E vos, la situación creada por el trance hipnótico hizo que pappenheim
t comenzara a hablar acerca de sus diferenres síntomas. Breuer, demos-
habrían desaparecido. Freud y Breuemgr.g"ron capítulos de
carga teórca e rnformes de casos más extensos (incluyendo
mayor
el de
b trando las cualidades de algo que llegaría a ser crucial en un psicoana-
lista curiosidad y la disposición a seguir la pisra del paciente-, *:* Pappenheim, a quien llamaron ¿"; ol;
rtp*;ii;; é;
b -la
I5
1895 los Estudios sobre la histeria.
simplemente la dejó hablar. Con cierto estímulo de su parte; las aso-
Thl vez, la pregunta más importante que plantearon esros d.escu_
ciaciones de la paciente llevarían de regreso al punto de-aparición del
brimientos cllnicos iniciales fue la siguieo,.,
sfntoma, necesariamente algún aconrecimiento perturbador y estresan- lpo, qué razón ;i.,t*
experiencias generan sentimientos que se disocian, ,. ,.prrrn
te. Pappenheim y Breuer descubrieron que esre verbalización y la des- del resto
b carga emocional que se produce al emerger la memoria del incidente
de la mente? En este primer:tr*ba,¡o psicoanalltico, Érrud y
Breuer
) originalmente perturbador tenían efectos curativos. A través de este
escribieron en realidad Lpítulos *oíi.r" .; loo r.f-ril ;;'ü;""
p proceso, que Pappenheim denominí «cbimnelt-sweeping, limpieza de
dos hipótesis muy diferentes. Breuer que
"rgumentó
ras tp.rifn.iau

II chimenea, los síntomas desaparecieron (Freud / Breuer, L895, p. 55).


En un punto, por ejemplo, Pappenheim se sintió incapaz de
beber llquido alguno. No sabía por q,ri p.ro, de pronto, había ámen-
2. La prolongada distancia cronológ.ica entre el traramiento
de Breuer a Anna o. y su
publicación conjunta con Freud sobre la histeria se debió
zado a sentir repugnancia de toda bebida. A ralz de esa abstinencia, en p"r,. r" ár*, .á"1¿-
:
II sufrió deshidratación y enfermó seriamente. Empleando el procedi-
miento que hablan desarrollado entre los dos, Breuer la colocó en rran-
tica en que te¡minó ese üatamiento. Anna o.
Breuer que se manifestó en un embarazo histérico.
side,"b.le shock a Breuer y lo Ilevó a abandon",
"
desarroiló una transferencia
lhl."*;.;;;;J;;;;r_
erótica hacia

.l .;;; ;rl;;,*rdil;;;;1,;rr.

)
I ce hipnótico y la instó a que hablara acerca de su disgusto. Ella sentfa
rechazo, pero él la urgió a hacerlo. Superando una fuerte resisrencia,
ella recordó haber entrado recienreménte en su habitación y haber des-
a su labor en medicina interna. Esros sucesos
tarde, cuando.las nociones psicornrlfti.as
fu.rán ,..rr.rrdor riio *uito. años más
i; .;;;;fr;;;;;;;;;;;ü;.
capltulo. g) habían alcanzado un avance suficiente
ción y elaboración de desarrollos semejantes (aunque
.o*o pár" o**irir;;i;;;;r.rr_

I 32
¿.-*iri. ,.ri;;; ;;.;§.
x7
MAs ALI-A DE, FREUT) SlcvuNo Fttuo v LA.rrt ?¡(.r()N pslcoANAI-fTIC^ cLAsrcA
A
y fundamentada por sus esfuerzos clínicos. A menuclo, la teoría a
4
que se disociaban y se tornaban por eso mismo prolrlr.rrr.irrr .r,, r'r.rrr l.rs da
que habían tenido lugar durante estados alterados,l.',r,rr., r(.n( r,¡, (¡r(. llevó a innovaciones técnicas que generaron a su vez nuevos datos clí-
él denominó «estados hipnoidesr. Por ejemplo, l,;r¡r¡,t.rrlr,.rrrr ,.sr,rt,,r nicos, los que invariablemente estimularon de nuevo los avances te<i-
á
exhausta y sobre-estresada por atender a su padrc crrli.l r¡r,,. l,os .rt or¡
tecimientos perturbadores no podÍan ser integraclos..rr srrs l)r.)((.s()s
ricos. Durante esta década, el psicoanálisis emergió del hipnotisn"ro y
pasó a ser una metodología y un tratamiento diferentes en sí misrnosr ;4
mentales ordinarios porque habían sido registrados cn un t.s(irtlt¡ r¡rt'rr en ella se establecieron muchos de los conceptos básicos que guían el el
tal de alteración, cuando ella no era ya ella misma. Al ¡rorrcrl:r cn ( r:rn.
ce y animarla a revivir los recuerdos, la escisión se curó, .sc
¡rrorlrrjo cl
procesamiento normal de las emociones y la psique recuperó su uni-
pensamiento psicoanalítico hasta el día de hoy.
Freud comenzó a sentir que la hipnosis era menos útil para obte-
ner un acceso a los recuerdos y sentimientos patógenos de lo que tanro
4
á
dad. Thl vez, pensaba Breue¡ ciertas personas son más propensas que él cuanto Breuer habían considerado inicialmente. Con cl t'¡t'r'inticn FI
otras a entrar en esmdos hipnoides y, por eso, tienen más probabilida-
des de volverse histéricas.
to de su experiencia clínica, se dio cuenta de que t.¡rttcll<, Itt:is t rur i;tl
para una remoción permanente de los síntomas cra (luc r:l Irr:rrtli:rl
FI
Freud planteó una hipótesis muy diferente: para é1, las memorias censurado, inconsciente, s€ tornara accesible en fornra gcttcr-al a la
¿
y sentimientos patógenos no se habían disociado a raíz de un previo
estado de consciencia alterado, sino porque el contenido concrero de
esas memorias y sentimientos era perturbador, inaceptable, estando en
consciencia normal. (Para Pappenheim, por ejemplo, el pensamiento
inconsciente puede haber sido algo así como: nodio al perro de esta
mujer y me da rabia que ella le permita beber de mi vason.) Las remi-
7
¿
conflicto con el resto de las ideas y senrimienros de la persona. Y el niscencias oinquietantes» que emergían durante un trance hipnótico
¿
hecho de que hubiesen ido a parar a una parre diferente del psiquismo
clcl paciente no se debía, para é1, simplemente a que hubiesen sido
volvían a deslizarse fuera del al¿ance de la consciencia cuando el
paciente salía de la hipnosis. Había una fuerza de resistencia en l:r psi d
registrados por una vía diferente: antes bien, eran incompatibles con el
resto del contenido consciente y, por esa razón, habían sido manteni-
que del paciente, que Freud llamó defensa I gue, en forma:rctiv.r,
mantenía los recuerdos fuera de la consciencia. (Una mujer jovt:n y
€4
é4
dos activamente fuera de la consciencia. La diferencia entre estas hipó-
tesis tempranas de Breuer y Freud pone de relieve los atributos qr'r. ll.-
bien educada de la época y la clase social de Pappenhe irn Ir<¡ lt:tl» Lr
sentido un enfado tan indecoroso por el perro.) I'll tr:rrttt'lri¡rrrriti.,r
eludía artificialmente la defensa, permitiendo al arl:tlist:r ,t, ,,',1, r ,r 1,,',
d
garían a ser característicos de la comprensión freudiana del psiquismo ¿
a lo largo de su subsiguiente carrera. Mientras que Breuer veía a los supurantes secretos. Pero era el paciente el quc tlcct'si¡,tl,.t ,.,[,,'t 1' t,,,
histéricos como personas susceptibles de estados alterados de cons- podía porque Ia resistencia frente a ese recuerdcl prtrti.rtl,tr (y ,r ,,1r,,',
¿
ciencia, de sufrir una escisión, Freud los veía como personas desgarra- similares vinculados asociativamente al mismo) sc rcittst:tl.tl,.' ,n ¿
das por conflictos y cargadas con secretos escondidos, tanto sobre sí cuanto el trance terminaba. Estar simplemente infornrado :tt t'r'. rr ,1,'l ¿
mismas cuanto sobre otras personas. secreto a través del analista después del trance habrla durkr ,rl ¡r:rr i.rr
te una consciencia meramente intelectual del mismo, pcr() rr() lln:r
¿
consciencia experiencial. (Basada en su fe en el analista, l':tp¡rt'trlr.'irrr C4
Dp m HIPNoSIS AL PSICoANALISIS

De 1895 a 1905, Freud produjo una explosión de creadvidad


teórica y de innovación técnica clínica que, tal vez, no tenga parangón
habría sabido que debía odiar al perro y, probablementc, tutttlri«(tr ;r l;r
dueña, pero no hal¡ría sentido el odio y el disgusto.)
c
C1

¿
dl
en toda la historia del pensamiento. La reoría se vio siemprc estimula-

34
cd
d
1
ir
.la
M^sAt tA¡rt lrrt¡r
1.
,

Stt;¡,¡U¡,¡l, l,lrt tI t l A l trAtrtr rot l t,.,rr ( iAN^¡ lt ¡(]A CLASICA


ia Ei modelo topográfico
ra tanto, las defensas sigut'rr rrtliv:¡s y
¡rrrr.rrcrr ser encaradas. Ar animar al
- La lucha de Freud con este crírir.rr
lrrr¡l,l<.1¡r.r (ou(lu,() .r (r.lr(.iirlcs
paciente a informar sobrc t*1.
¡,,,,,.,,,,ri".,to que le venga a la mente,
{ avances teóricos y técnicos, En cuanto
r¡ rlr lrrr.f.r, rir,.rr,r , ().¡(.r7(t ir (()rr-
el analista espera que el pac:ic,r,l cr,,.r" el proceso
normal de selección
ccbir un modeh topogrdfco de la psiquc,
l. trivitrit(r,r,,r;r ,.¡r rrt.s :írrr6itos
que tamiza el contenido co.flictiv.. No ot.t"nte,
er paciente está ple-

a .lif crentes: uno inconsciente, que.onti"n. i.l.as y scrrr irrrir..r,s irr;rr.c¡rta_


lrlc's; trno/rr-consciente'que clntiene
ideas y sc.tir¡ri.rrrs :r<..¡rtrrrrr..,
<¡rre
namente despierto y se le puede mosrrar
de sus pensamientos contiene ideas y r.ndmi..rto,
que el fluir no inrenciohado
disfrazados que ha
su.sceptibles de llegar a ser conscienres;
.s«rtt estado manteniendo fuera de su consciencia.
-
a :rqucllas ideas y sentimientos conscienres
y el tprtscirrttr,,,¡,1" .:.r,,,,i.,r.
ticr,p. p,,iti.,,[,.*
en'cada
t Los avances teóricos. representados por
fueron acompañados por innorraciones
el ..rua"lo ,"prf.,iC."
Transferencia y resistencia
téái.".. La tarea p"rO
- de ser el descubrimiento de los secreros "lirrl."
a der paciente
parte del analista a la remoción de las defensas 0.,
contra esos secreros en
rri-p""rJ.l"
según descubrió Freud, es imposible realizar
la asociació. Iilrrc
a la ptopia psique del paciente. Freud luchó
por enconrrar un método
duranre un largo período de tiempo. Las defensas
jan los pensamientos que guard* r'rn" relación
impidcn q;
";,..,
la '¡rrt' Ptrclicsc desmantelar o disorver las defensas más que aplacarras tem_ demasiado csr-r.cr';r

p 1,,,r:¡lrrr.rrr', como lo hacía la hipnosis. Hacia el ."*Lio


á..-i;ü;r."_
1'r,,,'l rrr<(r.tl,,,lc la asociación libre, elprocedimiena, Uad..
qr". r;.."_
con^los secretos reprimidos. Además,
los pensamientos y sentimientos
conflictivos que consriruyen el centro de las
dificultrdá, d.i
a vir.riri :r,rrerrir cr. cnrnil':es .n 1" árumna
vertebrar de ra técnica
son pronto transferidos a la persona del
analista, que pasa ,J, oÁ1.,"
t;.;;"*
5 l)st(():ilt.tllll(:t. de intenso anhelo, amor y/,, odio. El
samientos embarazo.sos o aparentemente
pacienr... ,i.g,
".n"
"
hablar d. p.;_
p".ti..rl", to.-
i.f lla asociación nil¡re frecuencia, el paciente afirma que no
mivialer,
que, a menudo, tales.pensamienros tienen
por objeto i ;;il;;. ¿."
tiene f.rrrr*i.n,o dg";". F;ra
a comenzó a especular entonces que ra
resisrencia prrti.irr.s asocir¡-
"
a La asociación libre retuvo algunas de
norismo. El paciente reposa confortablemente
las formas exteriores del hip_
ciones libres era exactamenre la misma
comienzo los recuerdos originales fi.rera
fuerzaque iabía em¡rrrj:rrl. :rl
de la áns.i.rr.ir-
a c'r)rorno sereno y pacífico, situación
sobre un diván en un
esta que pretende inducir un esra_ -.lr: esta^transferenciay esta resistencialas
que necesitan ..,, .r1r,,.r_
.(r;;,;;,,,

a ''r ,c.ral intermedio entre la .ons.i.n.i" norm"l d. vigiria y.i;;;... tas, identificadas y disueltas. Freud
creyó que, al analizar ,as asociacio_

a l''l rrrrrli.sra se encuenrra derrás de ra cabecera


del diván, fuera del alcan-
rt tlc l:r visión directa del paciente. Este úrtimo d;.
nes libres del paciente
acceder a ambas caras del conflicro
y su resiste".i,
"
tales asociaci"".r, praf,
a ¿ l:r cabeza sin esforzarse por tamizar
o
;;i;;;1.;;.".
seleccion*, p..rr"*i.rr,or; o lo
patógeno: primero, los sentimien_
tos y recuerdos secretos y, ,.gurrdo,
l* l.f.rr"r, lo, p.r."*i"rra, ,
a a.ima a rransformarse en un observador pasivo
d.:";;;;;;;;"r" sentimientos que rechazan aquellos sentimientos
y ,..,r.rdo, ,.;;.;"r.
a de consciencia: <,rcómpórtese.como lo hari"
f..J ;; ü;;;;;."
el tren del lado de la ventanira que describiera Podemos ver esre conflicto en el caso
a IIo cómo cambia el paisaje *r.
para su vecino der oasi-
r,.r rrlrtr, (Fr.,rdl;rir,
menos de treinta años que creció
de Gloria, una abogada de
en una familia de clase media aka en
a Como recurso estratégico, la asociación libre O."iró.'"'
ayuda ,t *ílm"
una gran ciudad del oeste de Estados
unidos. Gloria acudió en bús-
a discernir los secretos del paciente, sus deseos
inconsciente s; mientras" :T:1i
a
de.tratamiento analítico porque
ra oeclslón de casarse o no
,. ..r.orr,r"b" p"rrlir"d. fr.rrt.
a 36
con el hombre .on .l qre había vivido ya

a 37
a
a
Stctr¿ut'lo FREUD Y tA ]'RADlclÓN PslcoANALfl'lcA cI-'{sicA
MAs ALIA D!: FRLUI)

ban de los mismos remores que habían dominado


su infancia y rlrrt:
durante cierto tiempo. uNo sé si es el hombre adecuador, tlt't
f,r. li,l rrrr:i
clcl ,¡tr,',
lisis comenzó a revelar que el casamiento no era la únicir f tt'rt t'tt lrr t¡ttt: s*by".í*r, a su adultez ansiosa e inhibida. Estaba convencida
emergerían pensamient's y f rtrr
Gloria sufría de indecisión. A pesar de que nunca lo habla rtt'tit:ttl:rtkr tri ,i a.¡"U, fluir simplemenre sus ideas,
Sus sentirniclrtt¡s' l,s
t«rtlrts Lrs tasías peligrosas y profundamente conflictivas'
siquiera frente a sí misma, una duda generalizada ensonlbl'ccfa
fro**, i. ,r, .r"ipo, su imaginación, dominarlos a toda cost:t' Sirl
t:x¡ro- eran peligrosos' arncrt:tz:rlt;trt
áre"s importantes de su vida. Virtualmente cada actividad parccírt

nerla al de amenazas. Le resultaba muy diflcil permitirsc actt¡lr lor, .r."pu de su control. Era preciso
drrra .,r.rrta, estaba monitoreando y juzgando constantemelltc
stl
"...ho
en forma espontánea en toda circunstancia. consiguientelncntc, su
-"r e inhibiendo así sus propios procesos mentales'
vida estaba por opresión e inquietud' A cada Paso se imagi- experiencia
(ilt,¡i,r
"f..t*d* Según descubrió Freud, Io más úti1 para pacie,t-cs ct'rl¡o
naba el peor escenario potibl. y, después, registraba a fold: :l
mundo
lirr tlc rlrs,ttl,rir
tal no era íudir sus defensas (a uavés de 1a hipn.sis) :r
que Ia .od."b, buscando claves para fijar la probabilidad de que tal crrtnt¡ sc tll:tttifcst;r
sus secretos, sino explorar las mismas defensas
escenario se verificara. central del proccso rrrillftit «r ¡r:tsti
ban en la situación analítica. El foco
En los primeros de análisis se hizo un creciente segui-
meses
Ella al análisis de Ia transferencia (el desplazamiento de los scntimicrltos y
miento d. .rt", dudas, cavilaciones y temores hasta su infancia'
á.r.o, conflictivos del paciente hacia el analista) y al análisis de Ia resis-
recordó haber tenido mucho miedo de que algo desastroso ocurriese
a
poderespremo- tencia (los impedimentos de la asociación tibre)'
sus padres o a sus parientes. Solía jugar imaginándose
nitorios: si un número par de coches giraba por la esquina en los pró-
ximos dos minutos, todo est"rí" en orden; Pero un número impar
sig-
SuP.Nos
nificaría que, seguramente, sucedería un desastre'
Gloiir.r.,r]oo de acuerdo en comenzar sus sesiones de análisis en
Entre las asociaciones que hacían los pacientcs tlt' litt'tttl
st'
rela-
una forma muy semejante a la de lo-s-pacientes de Freud' a saber' firrrlrt scrrt«:jeutc
No ob^stante, pronto' esto se hizo encontraban sus sueños. Freud trataba los sueños en
tando todo Io que experimentaba' l¡tislllos contu-
Comenzó a tener gran dificultad para recono-cer qué a las otras asociaciones: para é1, era probable que los
problemático. tcmPranas.
que ndebía' hablar' Frente a la horri- viesen pensamientos ocultos y referencias a experiencias
.r*, d. 1o que sentía, aqueilo de 1o
Támbién él tenía cier-
con Ei mismo Freud fue un «soñado, prolífico.
ble posibiiidad de no tener nada- que decir, se dedicó a preparar tiempo hasta que
decir en las sesiones. A tos slntomas neuróticos inquietantes' No pasó mucho
antelación y de forma detallada lo que iba a
per-
por parte del ;l ;i;;" se convirtió .n s., prciente más imporranre. se sumergió
,r...s, d.jab" d,e hablar por completo' Bajo cierta coacción
tenía ;;;J;."* en la nueva técnica que había creado, generando asocia-
analista, reveló qu. había comenzado a sentirse ansiosa porque onírica y
ciones con los elementos que aparecían en^s.u ,Ptopi" vida
dificultades Para c4Ptar lo que el analista le decía' Las preguntas
y los
comunicando sus auto-descubrimientos en febriles cartas que
enviaba I
dichos del arr*lirt" i. p"...á., compli.ados y de.orientadores, las
gi.nd.s' y su propia mente, demasiado pequeña'
res-
a su amigo berlinés, el flsico \X/ilhelm Fliess, qYtln:':1'b:' a seme- d
puestas ndemasiado
' Errrr. las obsáaciones clínicrs más importantes de Freud se
jante diáncia, como el cuasi analistade Freud' En 1895' Freud sin-
I
encuenrra el hecho de que las dificultades del paciente en
la situación iiO q,-,. había captado el secreto de la formación de los sueños'
d
analltica (la resistenci^ y l" t,,"'ftrencia) no son un obstáculo para el Freud.seconvenciódequelossueñossoncumplimientosdisfra.
zados de deseos confilictivos (Freud, 1900). En el sueño, la ftrerza
diná-
d
tratamiento, sino propiamente el núcleo del mismo' En
de muchos meses, se hizo evidente gue los temores de Gloria
pecro a la asociación libre y a las interpre:taciones
el transcurso
con res-
'leL analista deriva-
mica (las defensas), clLrc ordinariamente impide que los deseos prohibi-
dos alcancen la cor,rci.,rcia, se encuenrra debilitada, como en el tra-nce
d
39
38

.i
I¿
í
r
! M¡s ¡luÁ og l¡nrufl
D S¡c¡¿ul.lD Fnltun y l,^ l,R^r,tct()N t,st(:oANALfTrcA cLAsrcA

D
I hipnótico. Probablemente, si eldeseo cstuvieüe
directa en el sueño, es-re se int.rrumpirf*. pn,
rcpressnt¡do cn forma
excremenros de algrtn perro. pero habfa algo ominoso
en lo que había
a compromiso entre la fuerzaque impulsa
eflo, §e cstabrecc asf un
el dcceo hacia la
traldo consigo. El suefro terminó con un- sentimiento
de horroroso
, desasosiego (bastantc semcjante ¿ los sentimientos
y la que bloquea el acceso a esta rlltima.
El dcseo p;.;; "onu.i.r"i*a generra., f", f*
,
sucño sólo en forma camuflada, como
un intruuo "prr.....,
dirfrr;J;;;;,
q".
vainas alienlgenas de la"pelfcula Inuasion of the Body
si*t¡row) i*-
q"r.:? corresponder al medio en que aparcce. El vcrdadero .ig"inL_ sión d.e los abracuerposl).
) do dcl sueño (/as pensamientos oi¡r¡ri rarcnur) Al igual que con todos los sueños importantes, a lo largo
del aná_
sufre un elaborado
T proceso de distorsión que dene por resulrado
el sueño ,rl ,. to
lisis salieron reiteradamente a ra luz ,o.u", asociaciones
y riirrifi."dor.
cxperimenta (el contenido manifiesto der "o*o Algunas de las asociaciones de Gloria con particul"r
¡ sueño). Recursos como ra r.lárrli^ para las
t :-"^1!:1rt*iu:,
el desplazamierrto y el simbolism.,r" .*p[rj"r^.".1 :.or1,r.
tempranas de Freud acerca. de la ármación
de I", ;á;; ,;
t trabajo onlrico para hacer que ros inaceptabres
latentes se tornen en imágenes r..pr.bl.r,
p.nr"mi.nto, orrtri.o,
r";q;l;;;;;;;;;r.r_
las siguientes:
Teniendo ella cinco años, nació un hermano. Ella
recordó tener
I temente sin sentido, rejidas en ra irama
d. ,.rr" historia (rkiirar¡¿o
una,vaga comprensión_del papel de su padre en
madre y, por último, haberse sentido muy celosa
el embarazo de su
, yrund,yi1) que sirve precisamenre para manrener aI sujeto del sueño de que el padre
fucra de la pista. hubiese dado un niño a la madre tugii a.-"
-*úl*;ir;r*,." ;il"-E.,ilií"r,.,
) . La técnica para interpretar los sueños se sigue de esta concepción recuerdos d1 m1ñecy.que le ..*.rtr"C*
;r**T,,,
¡ de su formación. se afsla cada eremento
ier contenido manifiesto der
bién recuerdos horribles de su relación remprana
con su h.r-"rro,
t cueño y se lo asocia con ros orros. La
asociación d. r", ;if;"1., .1.-
cuya llegada sintió virtualmente como un
d.rrrtr..
I mcnros conduce en diversas direcciones,
recuendos, pensamientos y sentimienros
exponiendo ;;;ifb;rr.,
que fá fr* .*"¿
_
De.de la perspectiva de ra teoría frcudiana
sueños, el sueño de Gloria podría interpretarse
de la formación de los
..;; ,i;;,
¡ tl;il ¿.
t"-"r"u, Como niña pequeña
desplazami:n ro y rimbolii".ió.,, . G; ;; .oÁo m,rj.,
e incluso
esruyo
f :._iÍ:rr*ión,
tlnalmente, las difbrentes lfneas de asociaciór, ,.
,rrr.r".r, i. .l ,,rdo
intensamente apegada a su padre y ru "¿utrr,'éi.ria
-i.Áb;;trti ¿;;;;
erótica de su relación con el padre "se condensa
, los pensamientos oníricos latentes. L,
i;;;;rl" i.irr.t"]""*r- ." h ;;;"; ;;;
T
te el proceso de su formación siguiend".t;;;;il;;l;;;;*-
¡ --r ::j,:::'1.* d.
zad'o a su zaparo y'1 ':*yo " ür,
simbolizado
y su interés ;;;p#;iiiürr_
ficie disfrazada hacia lor...r.tofq,r. l. en er mismo.) su hermano .." o"r"'.n"
r,rby"...r. un rrozo de excremenro y su ,egada había
) ," _^.11 1^:ii.0".,
Freud delineó .n su ..o.í" d. los sueños
pasó a ser
estropeado ra relación eró-
tica con su padre. No podía .,ilrr5 ¿irr.r"-iit'e
ta Pauta estructural central para su comprensión de tod.os los n *;;;ü;;r.
) ^La fenóme- suT:o que le daba tanta rabia, de modo
, i:' Ilq"l.ls
importantes. esrrucffi IJl;; ;;;';.;;;:.., que tendió,
accidente que el padre no podla controlai,EJ
*i."rlo á;-;;
ros actos ta,rdos y los errores modvados
en general tienen todos ra .rnm¿;#"rn¿#j.i
) q:e los sue{oplse establece .ñ ..,úr;;il ;;; ,"
sucño, una historia curiosa y extraña,'oculta
los p.rr"*i.rr.r;;;1.",
:::::::yura
pensamlenro o sentimiento inaceptabre latcntes que subyacen: dáseos infantif. ii y temor. El'u*;;.,
) y ra defens".orr,r" ér. Er mare- -le
una cornposición disfrazlda
rial prohibido sólo puede ,...d.. r*."rrr.i.¡.ütii-¿il" sus más p-f,r,dá, deseos UA"iiil;
) ¿rñ;""¿". $e
de sus defensas conrra rales deseos,
y
LJn sueño remprano de Gloria "pued. .rr,r.'.-.ji¿orür;"ol]"d.,il;'_.ir_
*dirrr". ¿*á. .* p."p."f*.
I Soñó que tenía cinco años y esperaba
con gran .*ii.*li¿r, A
boración secundariar) en una exrraña
narrjciórr.
, regreso de su padre del trabajo. Cr"náo
.rr. U.foir.;;;";;;..
tenía algo desagradable .r, .l ,rprto, pr.u"Lr.r.""r.,"iJü*_i.
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MAs Ar.ri DE FRF-UD SlcvuNo Fntuo v t.A ilr^r)l(it()N pstcoÁNAli-l'tcA ctLslcA

Sgxuar.ro¡» INFANTIL intensamente atractivos y profundamente peligrosos. La misma sirtr:r


ción analítica, al igual que todas las áreas importantes y genera<lor',rs ,1,'
El otro trascendental descubrimiento realizado por lirt'trrl rltr;tn ansiedad en su vida, estaba organizada (en la transferencia) cn l()r'n() ,l
te esos mismos años fue el establecimiento de la ir.nportrtt,. ir .k l.s esta configuración central y traumática: las interpreraciones clc,l rrrirlis
sueños respecto del tipo de los recuerdos y secretos pcrttrlb:rtLrrt's rt los ta, al igual que el pene de su padre, parecían enormes, inrcns:urrt.rr(t.
que él llegaba en sus excavaciones psicológicas. A medida (lrrc su (:xl)c- atractivas y extremadamente peligrosas; su mente, como su vaginl crr
riencia clínica se fue extendiendo, Freud descubrió que, it Incntr,l<r, los la infancia, era pequeña y vulnerable. EIla anhelaba dar cabida a lrrs
síntomas que creía removidos mediante el método catártico (adapta<Jo interpretaciones, pero temía que las mismas Ia destruyeran.
a partir del tratamiento de Breuer a Pappenheim) volvían a presentar- Un último aspecto de los tempranos descubrilnicnros clírrir t,s .lt.
se. Cuando investigó más sobre los mismos, se puso en evidencia quc Freud fue aún más llamativo: si se upelaban, sistt.rn:lri(;un(.nr(. l.',
el acontecimiento que se había considerado como el origen del síntoma recuerdos de la sexualidad infantil para llegar ll;rstrr su nri( l(., l, rrur
ocultaba una experiencia desagradable de data más temprana. Mientras bador, todos estaban invariablemente concctu«lrrs ( ()n un ( .( l(,.rr, I
no se siguiese la huella del síntoma hasta el período más temprano, era sexual de uno u otro tipo. Estos descubrirnicntos ll.'v,uorr.r lir..rr,l .r
probable que el mismo recurriera. A menudo se trataba de una serie de formular la controvertida teoría de la seducción infantil: I:r r.rrus;r rrtli
episodios relacionados en forma asociativa que se iniciaba en la tem- cal de toda neurosis era Ia introducción premarura de la scxualiclatl t'rr
prana infancia. Era necesario exhumarlos todos. Freud comenzó a sos- la experiencia del niño.3 Este, cuya natural inocencia no lc purrrrir,.
pechar que los conflictos y síntomas actuales estaban invariablemente procesar la experiencia, vuelve a ser víctirna de la misma (-u:ur.l,, .,r,
iigados con sucesos en la temprana infancia. propia sexualidad se despierta naturalmente en la pubc'rr:r.1. I r,,. n,,r,,
Freud descubrió que muchos de sus pacientes, no sólo los histé- dosos e intensos sentimientos de la adolescencia vrrclv.'n .¡ r'rr, r,r ¡,1, r l, ,.
ricos, sufrían de perturbadores recuerdos de experiencias tempranas. Si recuerdos y sentimientos de la edad tempranlr, :rtr';r¡r;rrl.:, ( n .,rr l¡rrn.l
se examinaba cada recuerdo expuesto para ver si ocultaba prototipos no procesada debajo de la superficie del psi<¡rrisrrr., rL l rrrrr,,, I, r r,.rr
más ternpranos, todos los síntomas podían ser perseguidos hasta llegar una potente presión que da origen a síntorrlrs rrt'r rrrit ir , ,.,
a incidentes traumáticos acaecidos durante la temprana infancia (antes Esta teoría temprana sugeriría quc los r'(:(u('r(l()s tlr'( ,l,,r.r tlr ,.rr,,
de los seis años). Y, lo que era aún más sorprendente, esos incidentes sentimientos y temores con respecto a su padlc rlclrí;rlr ,r, ult.rr .rl¡,rrrr.r
tenían que ver en forma invariable con experiencias precoces en el situación real de seducción por parte del mismtr. Y, crr t,li,, ro, ( il.¡i,r
campo de la sexualidad. tenía muchos recuerdos, no de un acoso explícito, pcro sí clc ullyr t¡rrt.
Gloria y su analista descubrieron gradualmente la importancia ella percibía como un intenso interés de su padre por su scxualitl:r.l,
central de las relaciones tempranas de Ia paciente con su padre, rela- acdtud esta que le producía espanto: a pesar de las pcrici«rnr.s,lt. ¡,ri
ciones que ella hallaba al mismo tiempo emocionantes y terribles. vacidad de la niña, él solía irrumpir en su habitación y hacfu torrsrrrr:¡
Durante el tratamiento emergieron muchos recuerdos que tenían por ciones y comentarios acerca de su maduración física rlc rur:r nr.ur(.r.r
objeto a su padre pavoneándose en su semi-desnudez. Ella sentía a su que le resultaba sumamente incómoda y embarazosir.
vez fascinación y repulsión por el pene paterno, que le parecía enorme
y demoníaco. En sus tempranas luchas con la información que había
sido capaz de reunir acerca de la sexualidad y la reproducción, no *rrbr;o en común de Breuer con Freud terminó poco después dc la ¡rtrl,li,.r, r,irr
podía imaginarse cómo su pequeña vagina podría dar cabida a un pene de los Estudios sobre la htsteri¿-, por lo menos en parre
a. raíz del controvcrtido gi r,, , ic

semejante. La sexualidad en general y su padre en paiticular le parecían Freud hacia la sexualidad en su cxploración de los orígenes de la histeria.

42 ,¡ t
lir--
F
p M^sA¡t^r)r lt¡¡rt' Sltivtl¡tl l;ttltlt, t l^ lrAt.¡ r¡l ll,,,tr rl,lN¡t.f'L¡CACtr$Ic^

i.¡
i.ir Freud amplió y desarrolló s;,r t".,,1.r ,1,. l.r .,,,lrr,r rr'rrr irrl:rrrril n
pesar de la considerable crítica quc cn((¡nrrt'r r.rrrrr. lri r,lt.|,¡5 ¡¡¡1,111-
colapso de su teoría clc lrr scrl., ti«i, irrf :rntil lo forzó a confrontarse de
una forma muy difcrcrrr(, co, s.s tl¡rr.s clínicos. Había compartido Ia

i.f, cos. Al mismo tiempo, luchó con su pro¡rio


interpretación de sus sueños.
¡,,rs.r,lo snvr,,n,l,,sr.rlt. la

En 1896 murió su padre y Freud tuv() unir scr.ic rlc srrt.iros r¡rrc
suposición generalizadl dc srr ó¡roca cn el sentido de que los niños, si
se los deja actuar por s, p'opio irnpulso, son sexualmente inocentes.
T.a sexualidad emergía con los cambios hormonales de la pubertad. La
I

rcvelaban sentimientos para con sus padrc.s c¡rrc: lc rcsulr:u1)n s()rl)r(:n-


1I clc.tes. Freud se había preguntado acerca dc la ¡xrsiIrilitl,r.l .lt. (luc, ..
teoría de la seducción infantil había parecido tan convincente porque
explicaba la introducción de la sexualidad en la inocencia de la infan-
I

- su propia infancia, existiese un encuentro dc lndt¡lc scxru¡I. .Si rocla cia por parre de un seducror adulto. Pero si las seducciones nunca
neurosis comienza con una seducción, y él mismo turf:r sft¡tor¡lils ncu-
- habían tenido lugar, si el análisis no estaba poniendo al descubierto
t róticos, él debla de haber sufrido seducción. Pero aún no habfr clc.scrr- recuerdos de sucesos, sino de deseos y anhelos, había que repensar
t bierto ningún recuerdo de esa naturdeza. Los sueños sobrc str padre
pareclan sugerir algo diferente: como muchachito había tenido deseos
toda la suposición de la inocencia infantil. El colapso de la teoría r

de la seducción infantil condujo en lB97 al surgimienio de la teoría <Je


sexuales para con su madre y habla visto a su padre como.un peligro-
- la sexualidad infantil. Según creyó Freud .r,oi..r, los impulsos, fan-
so rival; tenía un sentimiento de triunfo en relación con el reciente tasías y conflictos que había descubierto derrás de los síntomas neuró-
- l:rllccilniento de su padre. Parecía como si Freud, en su infancia, no ticos de sus pacientes no derivaban de contaminación externa, sino del
- lrr¡lricsc sirlo seducido sino, más bien, hubiese deseado serlo. psiquismo del niño en cuanro ral.
) l,os sorprcndentes descubrimientos de Freud acerca de sl mismo Freud se convenció en forma crecienre de que no sólo Ia niñez de
st: trrrullrrr (()n sus crecientes dudas acerca de la teoría de la seducción
- los futuros neuróticos, sino la de todos los hombres y mujeres está
) infirntil. [.os sfntomas neuróticos eran muy comunes. ¿Era posible que dominada por intensos conflictos sexuales. Además, la sexualidad que se
tantos niíros vieneses de clase media alta fuesen objeto de abuso en
) forma tan rutinaria por parte de sus mayores? Irónicamente, cuanto
oculta en la sintomatología neurótica no se limita a la relación hetero-

t más datos acumulaba Freud.en apoyo de su teoría (la mayoría de Ios


sexual convencional, sino qrr. se asemeja más a Ia sexualidad de las per-
versiones. se implican en ella no sólo los genitales, sino también orras
T pacientes recuperaba lo que parecían ser recuerdos de experiencias partes del cuerpo, como la boca y el ano, y no sólo procesos cor¡romlcs
t sexuales en la infancia), tanto menos probable le parecía su teoría.
Reuniendo estas líneas de reflexión, llegó a la trascendente conclusión
como el coito, sino también el succiona¡ defecar y hasta el mirar. sc,gtin
sentía Freud a esra altura, esta amplia paleta de irr.r.r., y a.tividades
) qrre anunció en una carra a Fliess en 18972 era probable que muchos características de la sexualidad, t".rio d. l" neurosis cuanto de la perver-
) tlc los encuentros de índole sexual no hubiesen ienido lugar, sino que sión, podía perseguirse hasta Ia sexualidad natural de la infancá. pero
t lucsen rqcuerdos de deseos y anhelos (Freud, 1985, pp. 283-ZB7).4
¿por qué la sexualidad es un ran poderoso causanre de dificultades en

+
f,
Ha sido una seña particular del genio de Freud el convertir apa-
rentes reveses en oportunidades para mayores investigaciones. El
la vida? Los descubrimientos clhLos de Freud lo llevaron a repensar la
naturaleza de la sexualidad y su papel en la psique ., g.r.rrl.

i
t 4.Jeffrey Masson (1984) atacó los morivos que ruvo Freud para abandonar la teoría I-a teoría d.e las pulsiones
I

t de la seducción, motivos que, según Masson, tienen que ver con los grotescos inren-
tos de Freud de ocultar el abuso infantil paterno y el abuso médico de pacientes (par- La teoría de la sexualidad desarrollada por Freud a Io rargo de los
) ticularmente en el caso de Fliess). años siguientes (1905b) se basa en la noción de pukión instintiva, que

t 44

t +)

t
d
MAS ALIÁ DE FRE,UD
Slctr¡uNo Fn¡_uo y t.A fl{Al)t(.t()N psrcoAt\:At_incA ct-Astc^

llegó a convertirse en el elemen,o aorrrrrrra,ivo fttlltlttrtr, ¡,t.rl ,l, l¡,rl.t :,tr te pasa a ocupar un puesto central y organizador de Ia vida emociorr:rl
subsiguiente teorización. del niño. fuí, Freud propuso una secuencia de fases psicosexuales r,n l,rs
Según argumentaba Freud, la psique es ult al)irl;11,, ¡r,tt.t ,1,:',.tt cuales una u otra parte del cuerpo y la concomitanre actividacl lilri<li
gar estímulos que inciden sobre ella.5 Hay dos clrts.s tlt t'rllrtrtrlos: nal asumen la preeminencia: las fases oral, anal, fálica y genital.u
externos (como un predador amenazante) e interllos (.<,trt,r ,'l 1,,,r,, Si el psicoan;ílisis en general era como una excavación ar<1rrr,«rki
bre). Los estímulos externos pueden ser evitados rttit't¡tr':ts ,¡rr.' l,,s gica, el desarrollo y la elaboración de la visión de Freud accrca clc l:r
internos siguen creciendo. La psique se estructura tlc tal ttrtltt'ril (ltt(l sexualidad humana tuvo toda la intensidad y la emoción propia clc las
pueda contener, conúolar ¡ en lo posible, descargar l«rs cstínttll.s expediciones de los primeros exploradores que buscaban l:rs fircrrrr.s tlcl
inrcrnos. Nilo. Freud comenzó por el canal principal: Ia sexrr:rlirl,r.l :r,lrrlr,r y .rr
Entre los estímulos internos ocupan un lugar central los irlstin- papel central y obvio en la experiencia humana. l)r,r'o ¿tl,irr,lt' :,r' urr, r.r '

¿Qué se presenta como su fuente? Las asociacir¡rrr.s,l.. 1.,, ¡,.r, rr rrrr rlr
..
tos sexuales. Según Freud, estos se presentan como una amplia serie de
tensiones que surgen de diferentes partes del cuerpo y que demandan Freud con sus experiencias presentes y los recucrrl.,s ,1,' ,l.rr.r l)r,rl,,r,,,r
una actividad orientada a su descarga. Así, por ejemplo, la libido oral vamente más temprana que ellos revelaron brin.larcrr:r Iirr'rr,l t.l r,lrr
surge en la cavidad oral (sufuente), crea una necesidad de succión (su culo que necesitaba para navegar por ese canal haci:r t'l l,:rs:r.lt,, lr.r, r.r
metd.) y se dirige y vincula a algo (generalmente externo a la persona) experiencias, fantasías y deseos cadavezmás temprano.s. l,.l t::rrrll ¡,r rrr
como el pecho (su objeto), requerido para la satisfacción. Según Freud, cipal se dividió varias veces. No había un comienzo único dc la scxu:r
la fuente y la meta son propiedades inherentes de la pulsión, mientras lidad, ni en un despertar súbito ni en un rrauma especíli«r (t.,rrr,, 1,,
que el objeto se descr¡bre mediante la expe¡iencia. Así, al alimentarse, sugería la teoría de laseducción). La sexualidad renía rnutlros rril,ur.r
para la preservación de sí misrno, el bebé descubre que el pecho es una rios (Freud los denominó uinstintos componentesr). Irll;r n() (.rrr, n.,,r
fuente de placer libidinal. Por tanto, a través de la experiencia, el pecho como genitalidad, sino en una sensualidad rlilirsr, lt,,.rliz.r,l.r , rr ,lrf ,
pasa a ser el primer objeto libidinal. rentes Partes del cuerpo y estimulada a trirv¿s .1.' ,r,,r, lr,r,, 1' ,lrl, r, r,r,,,
La concentración de terminaciones nerviosas en órganos particu- actividades durante los primeros aíros dc vi<l:r.
lares se relaciona con su función como fuente de pulsiones libidinales. Según creyó Freud, los impulsos dc, l:r s,'xr¡.rlr,l.¡,1 ¡rrl.rrrrrl ,,,,1,r,
Según Freud, estas «zonas erógenas, tienen siempre la capacidad para viven en la adultez disfrazados (síntomas ncurriri,,,r,) r, n,, ,lr,,lr.r.,,rrlr,.
(perversiones sexuales). Algunos de ellos pcrsistt'n ( ()ru() ( ., r, r.r., r ..ri
la excitación sexual, pero a lo largo de la infancia va adquiriendo pree-
minencia una u otra y la actividad que implicala zona correspondien- mulantes, habiendo sido subsumidos bajo la rrr...r,r rilrirrr.r ,l,. l.r r, l.¡, r,,r'
genital. Pero la mayoría de los elementos de la cx¡r<.rir.n, i,r :,,.xrr.rl

5. Er. ñodclo eñ del todo @ct.rfsri@ d.l¿ ciociá e¡ tiempos <tc FEud, que É
bawba rplimorc en la tuio d. Ncwton y.n Ia biolosl¡ de D.ruin y comprendia
tanto ¿ts c¡i¡turs vi% .@r" l"' .bj"b; i'-i-"d";" S*. . -*.i,, n .* y 6. b
És .f¡tie' 6 tod¿vi, pEScDiEl porque, . p.s d. qtr( ln w,,.,l.|.! I .l.l
&á en@d. slos genitales, ¡r€ud sEró quc cl ¡iño de "',,,,
I mUnie¡to. Lá i@ría tftudi¿na d. tiú pút¡ionB * ¿ividc Í¿dicionálrn nt en dos ya

diñetriotre d¡f<GnG: uú psi@togra d. l¿ squalid.d, d. l¿ coffcmción de si uM @mprcúió¡ de la Ealidad dc do§ sqc dife@t4 ¡i ¡ampo.,, ,lt Lr ,,,r 1,1, rrr r,
h¡iedád d. los sesiEl6 mdculiDG y femrninG. FEud poruló .t,tr. ,,, .., r,,,,,, .
-i,.. y a. t. .g-ta,, y *" .""i,i*l"g¡" q* ,." *..¡ d. h diribución y los nmo c...n qc elpene y rl.clr¡oris sn.quiv.l.nc ysupui{ ,'ik i,'l' l' ¡ ,.
rcgulacion deJa cncrgir y de L6 fu.@ dr¡Iñi(ó dp h p"qu.. Háy uñr ósidú'bte
contmcÁi¡ a«ru de qu( ú j¡d.p.ndjcDto sn ,rnhA dimctuioner enrF sl fvéM . t¡s @nePros iEudiu6 d.l d.sr,rcllu ,l,l t'i,¡ , .
'
rl ci[ / HotztM. 1976). . iu ilbsisui.¡tG úisiones se¡á, obj€io de @ruid.mdó¡ .n cl opitulo s.

46

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sll;MUNt I l,lrt r rt I r I 4 I trÁl,l( l( rr I t.,,tr I r^l,t^l I t.lCA. cLAslcA


ll

fi. infantilson inaceptables para.rrt


¡rsr,¡rrr'.r,rrrr.r ,,,,, r.rrrr,r,r.r. rr,rr rrr rrrcjor
de las circunstancias, se canaliz,r,r, tr,rvri,, rrr.r,rrr¡r.r,,r,. da, seca y guardacla :*1('s (l(' .¡rr,. l,r ,.,rri«ra se haya digerido. Todas las
J. sublimadas' de meta inhibida. Mrr.:rr:¡s
rrc r.¡s
1ir,,riri.,,r.ión
i,srilrriv;rs
Irrsr,,rrr.:, son
superficies están lirn¡ri:rs. ( l.r¡r, lrrrl'ri¡rr:rlcs dejan siemf,re la casa de sus

5 .rr.áo ilegaron. (Han encon-


anfitriones un poco urls .r'tk',:rrl,, .¡,,"
I

demasiado inaceptables.como.para
¡rc.rririrr,'. ¡ir.,rifit.rt i,ir,t1ju,,". s" rado lugares para coses r¡trc r.rl:rvfrr ,o tenían asignado uno en forma
construyen, de ese modo, elaborada.s rlr.l.,rrs;rs
tD represión o para derivarlas hacia activicl,rrlc,s
l);r;r rr;rrr(.rrcr.llrs llajo regular.) Desde la perspccrivr clc la teoría fieudiina de la sexualidad
,

Jr
I
la experiencia adulta está alimentado pclr
ir,,l.rrriv:r.s. Asl, cl río de
c:r c.¡r¡rrir¡rr¡ l,r,rrlr clc sus
infantil, estas personas esri{n cleclicadas a reforzar las defensas conrra
lircntes infandles, ahora mezcladas, los impulsos eróticos anales. Apartarse de su régimen les resulm peli-
1| disfrazatla.s, corrrlrin:rclus cntre sí
clr lo que se presenta aparentemente como groso. si se tolera en general el polvo o la suciedad, ya no ,. podre l
i

1f
t Consideremos el erotismo anal. El ano,
un to([o tl.xll,sparcnte.
con su agregado de ter_
limitar la defecación al baño y se producirá una pesadiila .rplorir".
minaciones nerviosas y su paper cenrral durante
l
los añás áel entrena_
1f miento higiénico, es^ una importante zona
intensos deseos de defecar .u".rdo y donde
erógena. El niño tiene
El Complejo de Edipo
l, plaíca,d. _oi*ir*. lo,
- ,laceres sensuales de la eliminación, de maniiular y estimular
+. .1. encima y de producir olores fecales. La
socializació""i".ro,
.;ü
La pieza central en la teorra freudiana d.el desarrolro fue el
r r.rrj.'r. completo de inhibiciones
rrrr 'accrse Complejo de Edipo. Freud creyó que los diferentes elementos de
- y restricciones de tales deseos.
sexualidad convergen alrededor de la edad de cinco o seis años
la
) L;r t l<'li't',r.irirr debe ser regulada y .onrrol"d":
sóro es p*-iriiL .. .r_
organización genital en.la que la componente d.e los instintos
en una
( ,rrsr;¡r( i..s cs'ccíficas.
) Hay que establec., ,.rr, .i.rtJgrado de pulcri- pre-geni-
rrrtl y ..k's:rrrrrllar principios b,í.icos de higiene tales (como la oralidad y la analidaá) resurtan subsumid.os
corporal. tr¡o"un"
hegemonía genital. La meta de todos ros deseos del niño
- ¿(]rri .srrcctJc enronces con los impl,rlro, anales?
Freud
prr, á ,.. l"
) llcgó a l. corclusión d.^.?.". existe un ".áti.o, relación genital con el progenitor del sexo opuesro. H
n";".orrinuo á.",_0"["r,r",o prágenitor der
mismo sexo se rransforma en un rival peligroso y t.',iáo.
analrs cuanro orales y Éálicos., l" .rp.rí.ncia adulta, y q"'. g;;;
;rr. fMá, ,r.d.
- del funcionamiento adulto .rtá .orrrtr,rido
para brindar o bien formas
[1923],.Freud introdujo el concepto drl rr"*p¡r¡o negatiuo i ni$r,- ,"
) disfrazadas de gratificación o defensr,
.f..ii,,r"r, .- ;i;,-.;;';;;;.-
el que el niño toma como objeto al progenitori.l
.ñir-o sexo 1i.l'.1"1
) cuencia, complejas combinaciones de "* sexo opuesro se convierre en rival.) at i!"a que
el Edipo de sáfo.I.r,
gratificr.í0" y a.i.;r;.
todo niño está destinado a seguir ,,r, d.-r.o, d. ... Áodo,
) , H"y personas, por ejemplo, q,r. ,'o, experras ár, proJ,r.i. desor_ ¡ a quedar

p <k:n. No pueden tolerar la p,rl.irud,


que experim.rrrr, .o_o ,.pr.ri
p-reso un poderoso drama pasional de dificil resolución. L, álor"-
¡*
a
ción_del Complejo de Edipo depende en cada niño,
v,r y sofocante. Como huéspedes, siempr.
iejan la ** j. ,"r?n- derable, del curso que hayan .*ido las organiza.i;r.,
en medida consr-
rriones un poco más sucia que cuando il.g"rá.
O.ra. t" p.r[...i"_ Para el niño con una fuerre fijación oral, la"§enialidad
;;;€.*;;:r.
{ de la teoría de Freud ,obre ia sexualidad
iifantil, ."1., p..rorr"', .r,a, "r,rriJ i._r,
f,
orales (la sexualidad adquiere tintes de depeldencia). para
encontrando constanremente salidas para
impuls"r a.'.r.J.*rlr¿ .l .ri¡o .on
una fuerte fijación anal, la genitalidad asumirá
levemenre disfrazados y dirigidos ..rr,r.i".,
J,i;; r";i t.*ár rrrd., (ir;;"
) La "
_contrapartida de esre grupo la constituyen orras personas
lidad se impregna con imágenes de dominación
y control). l

Según creyó Freud, el Cornplejo de Edipá ,. ,.r,r.lrr.


-
cuyas vidas están dedicadas al oiden y la
pulcrituá y qr... ,rJ ,,rJ.., .
clc f a amenaza de la angustia de cistració,.
a rravés
to§rIla suciedad. Es gente para la.rr"l ,oá", t", .*j, il;;J;;;".. un muchacho desea erimi-
)
I

o¿Dónde va esto?», pregunran siempre. ,:rr la amenaza de su ri"val c-astránd.l;;,;p;;;;p""f,;"l.'.*r_


La vajilla de la cena est¿ l"lrr_
) gará de la misrna manera. Sólo la
d. .rrt.".ii'hace que el
4B ^^inu)
)
1i

/+9
)
t
d L
MAs ALLA t)E FREUD
SIL]MUND IInEuo y LÁ I ItAt)I(,I.)N I,SICoANAI-ÍTICA CLASICA

niño renuncie a las ambiciones'edípicas. F,n 1923,lir, rr,l r¡rr,,, Irr¡,, ,l pulsiones como Roy Schafer (véase capítulo 7) adviert e qúe «para noso
concepto de superyó, un comPonente clave del idul rl,'¡,,,,.,11,, r,,1, ffos,la línea narrativa más adaptable, confiable, inclusiva, soporrablt. y
ro del Complejo de Edipo, que da cuenta de la irrtclrr,rlr'¿,r, r,ir, ,1,'1,,. útil de todas es el Complejo de Edipo en todasucomplejidarcl y t,,rr
valores parentales que acompaña la resolución clc l,r l,r, lr,r t,lr¡,i,,r y rodas sus sorpresas» (1983, p.276).
mantiene bajo control la sexualidad infantil. Freu<l trrv., lir,rrr .lif i, ul
tad para explicar la resolución del Complejo de Erli1,., y tl tsr:rlrh,i
miento del superyó en las niñas, para quienes podía ¡rrcsrrrrrirsr' .¡ut' l:r El conflicto psíquico
castración era una amenaza de menor monta. (Ti'atar,.,nros t'n {irnn:r
rnás completa este tema de los diferentes caminos de clcserrrlk, rlc Las perspectivas introducidas por Freud al prcs(.nrrrr srrs rt.,r f;r
muchachos y chicas en el capítulo B.) del inconsciente, de la sexualidad infantil y dc las ptrlsi.rr.,s inr,rirrr
Los detalles y la estructura del Complejo de Edipo dependcn de vas han pasado a ser en tal medida un lugar cornr'in ,¡rr,. ,.,, ,lrll, rl
factores constitucionales y experienciales y difieren de un individuo a apreciar en forma precisa cuán revolucionaria fuc str ..,,r,,g,r(.n.,rr')n ,l{
otro. Pero, según sugirió Freud, para todos nosotros vale por igual que la psique y cuán impactante sigue siendo aún hoy. St,1,,rirr r,u¡,i1.¡,
los temas centrales de la sexualidad infantil se organizan en el Complejo Freud, lo que experimentamos como nuestra psique es t:ur .stil«r un;r
de Edipo y que esa organización pasa a ser la estructura subyacente pequeña parte de la misma: el resto no es en absoluto rransp:trcnr(.
para el resto de la vida. Como dijo el estudioso del psicoanálisis Jay para nuestra débil consciencia. El real significado de mucho <lc 1.,
Greenberg (1991): que pensamos, sentimos y hacemos está determinaclo crr l.,n,r.r
inconsciente, fuera del alcance de nuestra conscienc.irr. L.r ¡,,,i,¡rr,
Para Freud, el Complejo de Edipo era tanro el acontecimienro
tiene elaborados recursos para regular las tension..s insrirrrir,.r., ,¡u,
nodal del desarrollo normal como el conflicto central de las neu- son la fuente de toda motivación y que ejerccn un;r ( ()nrrur.r ¡rr .,r.,
rosis. En el contexto de este complejo se rorna comprensible la paraalcanzar una descarga, La aparente transl):u(.lr( irr ,1,. l.r uri rl, , ,.
interacción de fuerzas psíquicas tanto en la salud mental como en una ilusión: la psique y la personalidad son (irl):r¡,:,unr.rnr(.rrr (,r,
la patología psíquica. Es una extraordinaria invención analítica, plejas e intrincadamente entretejidas clc irrr¡rrrls,r, nr:,rurrr',r,,., rl,
un marco para conceptuahzar la.dinámica familia¡ y su residuo en transformaciones de esos impulsos y dc dclcns:ls (.n srr ( ()nrr.r l,r, ¡¡,1
Ia vida psíquica del niño. (p. 5) escribió:

El Complejo de Edipo ha sido siempre el concepto más amplia- Lo que llamamos el ucarácter, de un hombre está consritt¡irlo t'¡r
mente asociado con el psicoan:ílisis freudiano. Greenberg (1991) afir- buena parte con el material de las excitaciones sexu¿rles, y s(' (r)nr
mó que el significado de este concepto ha cambiado en forma notable pone de pulsiones fijadas desde la infancia, de orras:r<l<¡uirirl,rs
a lo largo de décadas de teoría psicoanalítica y que la visión de Freud por sublimación y de construcciones destinadas l sof rr.rr;u r¡rr,r.,
acerca de la posesión y rivalidad sexual ha sido vastamente ampliada mociones perversas, reconocidas e inaplicables. (19{)51r, ¡r. .) ll,l)
para incluir una serie de diferentes tipos de motivación y variadas
constelaciones de dinámica familiar. Sin embargo, Ia identidad de un Para Freud, la esencia misma de la personaliclacl t.s t.l r,.,,rrir.,,1,,
ufreudiano, suele depender, generalmente, de la integración de varias del entretejido de impulsos y defensa.
innovaciones teóricas y técnicas en una'¿isión ampliada del Complejo En el análisis de Gloria se hizo evidente que algr,rnos tl,, 1,,,,
1,r,,
de Edipo. Así, incluso un teórico tan crítico ¡le la teoría clásicade las blemas centra,les co, los que había luchado en su infa'ci:r inrl:lit rlr rrr

50
r
+r
p M^\ At I
^
trl I lrt trl, Stcvtttt¡l Ilt{l,l lt ¡ f ¡
^
¡rAr ,l1 t{ rt t r,,,tr ¡^t.lAl.f I.t(:A (llfst(á

I

is conflictos relacionados con descos c ir¡r1,rr1,,,,,, rlrr ru.l., r,rr,l,.,¡rrr.,l;rr.orr


cuando Gloria llegó a la aclrrlrcz? l.a vicla scxual en cuanro tal le resultó
i5 incrustados de diferentes formas cn su
lx.r,,n,¡lr,l.r,l .r,lulr.r durante mucho tiempo dcsagradal:lc y a veces penosa. Era corno si la
b La infancia de Gloria emergiri .rr f ,r r¡r,r , .r,l.r v,.¿ rrr.i:, vfvitr"r ;r l<r
largo de los primeros meses de trarruuicrrto. I,ll,r,,,r¡rr.rr,¿,.,.r tl:rrsr:
experiencia adulta del sexo esruviese organizada a Io largo de las líneas

i.15
I

cuenta de que su primer síntoma plenalrr.,rrt,. r¡curriri,., lr.rl,l,r ;r¡r:rrt,r.i.


do alrededor de la edad de once o docc rrrros, r.u,ur,lr, ¡us,.xr,.rr,li,l,rs
de sus fantasías de infancia, de modo que Ia experiencia actual de desa-
grado hizo que rrarara de evitarla lo más posible. No obstante, las
características excitantes del sexo estaban contenidas en fantasías mas-
cavilaciones obsesivas se hicieron muy inqtrit:tilnr(.¡i y t.v.,lu, i.,rr,u¡¡r
turbatorias que contenían elementos de rapto, sometimiento y domi-
- hacia una compulsión perturbadora. Gloria solfa <¡r..,1:rrsr. ,[.s¡ri.r.r:r rlr.
nación. El sexo como enrrega penosa era áemasiado terrorífico como
- noche cavilando sobre el calor y el frío. Iba al baii«r y:rbr.frr 1,,',
¡irili,s para que ella se enrregase a él en la realidad. En cambio, la fantasía
de agua fría y caliente en forma secuencial; caliente-li-1.-.,,li..r,t..l.fi.l,,;
- caliente-caliente-frío-frío; caliente-frío-frío-caliente-calicntc-fi.ír¡-fir«r-
controlable (donde ella misma se uabría, y se ncerrabar) del sexo como
ñ enrrega penosa era lo suficienremente segura como para permitirle un
caliente. se sentía atormentada por el problema de cómo rermi.ar la
goce muy intenso.
- secuencia con un sentido de finalidad. Ninguna de las secuencias parc-
Pero no sólo en la sexualidad adulta se descubriero. las huellas tlc
) cfa tener un final natural: cada una de ellas podía extenderse en unnl-
los conflictos infantiles de Gloria. Toda su vida podría enrenderse
t;rs rt:1'rcr.iciones. solía ir una y otra vez procurando llegar a un fin, hasta
- ,¡rrt' ,h:rrrclonaba su empresa en un estado de ansioso agotamiento.
como una batalla que puso su emergenre inteligencia, sus ralenros, su
) Lrr ;r¡rrLrición del síntoma de Gloria coincidió con el comienzo de
expresión personal y su vitalidad en lucha conrra sus d.esesperad,os
esfuerzos por controlarlo todo. uno de Ios ejemplos más vívidos de
esta
- .srr ¡rrrlrt:rt:rrl, cr¡ando su cuerpo, sus reacciones y sentimientos comenza-
lucha central y generalizada fue su dificultad para cuidar plantas. E[a
) r«¡u a cunrlriar dc una forma que la llenaba de temor. El crecimiento d.e
solía comprar plantas en un vivero y cuidarlas ., fo.-, .fectiv"
su.s pechos y sus primeras menstruaciones atraían mucho la atención por un
de riempo. Pero cuando se iniciaba un nuevo crecimienro, no podía resis-
- su padre, que solla hacer frecuentes y entusiastas comentarios sobre
tir la compulsión de abrir manualmenre los_nuevos brores, i-piai.ra. :
) ambos signos, felicitándola por ellos. La ampliación de su propia capa-
así todo desarrollo. En forma similar, prá.ii.am.nte toda área
{ cidad de excitación sexual le resultaba sumamente problemáticá porq,r., de su
propia vida se vio oprimida por la convicción de que necesirab¿ vclrrr
para ella, la sexualidad esraba muy ligada con aterradoras imág.rres de
y controlar en forma vigilante todas sus e*pr"sionÁ físicas y narrrr..lcs
- rrna traumática entrega a figuras masculinas más grandes, fuertes e inti-
para que no se escaparan de su conrrol poniéndola así en
)
a rrrirladoras. Tál vez, el manar del agua a través de los grifos represenraba peligro.
la crupción de su femineidad y sexualidad y las cualidades de frío y calor

) .lcl :rgua representaban las mismas cualidades en sus senrimientos. En el


Le pumróN
a lnarco de la comprensión que tenía Freud de los slntomas como forma-
AGRESTvA

a ciones de compromiso disfrazadas, la lucha de Gloria con los grifos era


una actuación desplazada y camuflada de su intenso conflicto
rer ser abierta y querer cerrarse ella misma, entre su deseo de ".r,r.
qrr.-
.rrar.g"rr.
1920, Freud consideró que el instinto sexual era la fuente
de todo con-
flicto y de toda patologá psíquica. si bien escribió sobre orros
- a los procesos naturales que se suscitaban en su cuerpo y r,r, d"r.ri..r- instin-
) dos esfuerzos por obtener el control y el dominio ,oLr.'lo,
tos aparre de Ia sexualidad (por,ejemplo, Ios de
preservación de sí
) -ir-o.. mismo), sentla que eran los impulsos y d.r.o, provi.rientes
de la pul_
¿Qué sucedió, empero, con este conflicto central, con esta lucha sión sexual, con toda rr, .o-pl.;idrd y ru los que.r."Uá U
) entre impulsos prohibidos y defensas conrra los mismos impulsos "pr.*io,
auto-fragmentación. Los problemas que imilicaban
sadisrno
) <)
"grJrió.r,

) 53

t
{
lvf-,is ar_rÁ oe Fn¡ur>
SlcvuNo Fn¡uo y LA
.f
IrAl )¡( :r()N pstco^N^t.iTlcA cr_Ast(:A (
(
ypoderfueronocupandounlugardecrecienr.,inrlx)rr.urir.r,r¡1.r.,,1,..,
cripciones clínicas de Freud durante la década.r,. i,r0
mente unas a orras. La sarud mental idear no implica una ausencia
de
C
¡,t ¡1¡, (.r { r,rr represión, sino el sostenimiento de_ una represión modulada
to a la teoría, consideraba la agresión y el saclis,r. .r,,,,., ,.r,,,,,,.r¡r,r, (r( que per_ C
mite la gratificación impidiendo ar mismo tiempo que los r*f,rl.o,
la sexualidad, como componenres de la pulsión scxr:rl (.rsí,
plo, en el sadismo oral o anal).
¡r,rr t.jr.rrr sexuales y agresivos de carácter primitivo se hagan con el
poder. El giro
f
En 1920, Freud introdujo lo que llegó a cor(x(:rs(.t.rr. r;r /¿,¿r
hacia una visión más oscura de los instintos irajo .orrsigo,
en Freud,
C
ria del dualismo pulsional y que asignó a la agresi<5^ rrrr t:.sr;rtrrs i¡,,rr:rl
una actitud de mayor aprecio hacia los .o.rtrol., ,o.ialls,
qlr. ü
consideraba necesarios para salvar a la gente de sí misma. "ho."
que el de la sexualidad como fuenre de la energía irstirrtiv, lr;í.sicrr
t¡rrc pasó de una remprana filosofia política implícita de tenc¡r
Ái, r,..,,,1 ;
impulsa los procesos psíquicos. Tal agregado no era cle rnc,or ,o,,rr..,,,,
ctra,rí¿r. niano a una más oscura, de tinre hobbesiano. En el libro rn¿is ;
El modo en que un teórico .o*prád. la motivación, los objerivos lcítk¡
qu1 sulf1cen al comporramienro, deja una impronta crucial en
sobre la cultura, El malestar de k cubura (1930), Freud
pintó un cua_ c\
visión de la psique y de la actividad humana. En sus escritos
su
tempra-
dro del ser humano que necesita de la cultura pr." rob."rrivir
en cuanro la cultura implica la renuncia a los instintor,
pero que, d
nos (por ejemplo, 1908), Freud presentó una imagen de las
p.rsán"s
,uf.. siempre
y necesariamente de algún tipo de insatisfacción fundamental.s C
en lucha conrra impulsos y deseos que habían prr"Jo , ,.,
en gran medida, a ruíz de convenciones sociares acerca de la
p.oiibidor, e
algunas.de las cuales consideraba innecesariarnente severas
sexuaridad,
I
vas. se imaginaba el resultado de un análisis exitoso como
individuos
y restricti- D¡ m ToPoGRAFfA A LA ESTRUCTURA
o
consrrucrivamenre libres de.repre.sión, capaces de utirizar su
múrtiple Otra innovación_de importancia, introdrrr.i<l;r r.rr l(),1 l, rrrvo o
instinto sexual para su propio placer y satisfacción.
ver con_l,s categorías básicas en las que Frc'rl rlisrrilrrrf,r
t¡rrr.
r,r,, ,lrf,.r.rr,.,, J
Pero, especialmente a partir de 1920, la visión de Freud
acerca de
la naturaleza humana se fue oscureciendo en forma creciente.T Freud
partes de la experiencia.
e
se fue convenciendo de que lo reprimido no eran
soramenre i.,or..rri
vos deseos sexuales, sino ia poderosa, sarvaje desrructividal
a. .," i",
Ya desde sus tempranas diferencias rrrrr llrr.r¡,.r .r ,,rr¡,,,r
recuerdos reprimidos, Freud consideró r:l rrrrrf lir r() ( ()nr(,
,1, lr,:
, I ¡,r,,1,1, r,r,
o
tinto de muerte. con este cambio cruciar en la forma en que Freud
clínico central subyacente a toda patologírr
¡rsÍt¡rrr.r ,.rr¡,, r., r,il,,r
;
I
r

se fav.o¡itas sobre la psique (y sobre.i pro..r,r:rrr;rl,i,,)


irnaginaba los instintos se llegó a una import".rt" ,.forÁulación r.r.rrr rlt r¡ rrr¡¡
der militar. LIna parte de la psique estaba.n g.r",,r,. (()ntr:r l;r otr,r
modo en que las primeras
_generaciones
de psicoanalistas comprendie-
ron la relación entre el individuo y la socieáad. La represiór,
tomas eran una consecuencia directa, aunquc c,rr;l,s(.ir.r(1.1,
,,¡,,
(l(. r.r,r.r
1, 1.,, J
impuesta en forma innecesaria por una sociedad restrictiva,
.,o ui..r. lucha oculta y subyacente. Los modelo, t.ó.i.o, tic
li¡.r:rtl ;rr t.rt .r rl,. l.r
]
sino que p-sique fueron esfuerzos por descubrir el conflicto
dcl ¡,,rr.i,.rrr,,, ,,,,,: , ,,, ]
es una forma de control sociai que salva a las personas
de sí mismas y
les hace posible convivir sin esrar matándose y exprotándose
el núcleo del tratamiento analítico.
a
conrinua-
o
& c*ríticos ;
7. Muchos intérpretes consideran los horrendos acontecimienros
Mundial, los comienzos de la lucha de Freud con su propio cáncer
de la primera Gue¡ra o'
sociales posreriores como, por
mpro, Herbert Nrfarcust, ( r ,) ,, ,, ) l, r r, r r r ,,¡,
B¡own (1959), que se inspiraron iuar,a-.n,a en
eje

ros conceptos tr. I,¡,.r¡,r ¡,.rr (,


r

I
sofía, su hija predilecta, como elementos que co,tribuyero, ar
y la muerte de
crecimienro de su pesi-
toalacríticadelasconvencionessociares,enfatizannecesariamenrt:l;r:,.,,¡l.r,r,
pulsionesmástempranadeFrcud,enraqueraausenciaderepresiónp,,,.r,.u,r.,,,,,,,,,,rr., I
mismo.
algo constructivo en lugar clc clcsastroso. IF
54 G
G
lF
a
r
t|
+ ,\4^,,
^t
t1 l,l ¡ r,rrr ,

Str;lr,tr tNt r I tit r r, 1¡ \ I lr \t,t( t, ¡l J t,.,¡( ( )ANA¡_l-Ilc7\


¡
I
CUisl(-A

En los primeros años de lu tl«i.;r.1.¡


rlr I ,1.,{), ,
L,,,, 1,.1,, r,r¡,.¡ir:ífi_

I
co (del inconsciente, con sus desc<rs, Basándose fr¡t'rrt'lrr.lrr.
¡ t'r'r conflicto con los- más aceptabr".,
iln¡,s¡l¡,,,., ), r(.( .(.rrl()\ ,,,.,, l.rilrlc*, po, Freud retrató a l:r Irurrr,ur,l.¡.1 .,,nr«,
r'.
,rclríl.ras darwinianas de su tiern-
r.¡s
.r.lr (()rr.\( i(.r¡((. y r.volucionada en forma incom_
rlt'nrostró ser insufir ' r)r(.(.,r.s..it.^re) pleta,.como desgarra.r,r
,; r)()r' ,rr;r t.scisión
fundamentar enre móviles
, ic,,cia crínica r IHI;| l,:,, ,1:11i,,,,,,;,
r bestialesy conducL:rs y (.{)rnlx)rrarxicntos
'la l'¡r l'¡ tt'.,a de que+il:ij:ff l],;,,:lff-
,: ,:,;:; civilizados, entre una naru_
raleza animal y aspiraci.rr., .,,1,r,.o1..- y
'lr llir t,
ros deseos a irnpa,l'ro. ilrtr,rs, ir.rrrr.s t.sr:rlr (., (()l¡-
c.n las defensas, no con el conscient"
y cl ¡rrc. ..,,,rr. i.,,,., y q*.
zació.n contenía para Frcucl ,rto_di.na.ij
.l
-irmo o;; J. ,r.,r_
10 .s irrr¡rosible que las defensas sean
5 l:r consciencia. Si sé,
realmente co.sr:ic,rr.s.:rc:r:r.si[>re-s
conoccr alg', «lcr" co,ro-
a
rencia con su comprensión de r"
zoología y de la psicología animar
,"r"r"rlrl I',t_Tlil:i:
d.;;-p"), Freud veía;L; p.r_
:.j;
ccr también
n"u * sonas como impulsadas a una resuel
'L
i. Ios pacientes;; Fr*fu "1X1,il'.i,,ll'.:T::ff:to
,-,o ,ólo ;;;;l':fi;üX.t::*:y;": fin de llegar a ser aceptables
r^ y ,^p), b,irq,-,.á" á. pf"*r.
ranto
a
p;; ;;.", cuanro
que rampoco sabían que los tenían. uno debe ocurtar frente a sí mismo para sí mismo,
No sólo f., i_p"fr"r;;;r;;: estos móviles puramenre hedoni-
i nconscientes, sino
- que-también p"r..ír.r-s..lo las
defensas. "r* cos. Según la
visión propuesra por Freud,
el yo, con la ayuda dc las p*:_
) lrcro Freud descubrió
en el inconscienre: la culpa, Ias
sencias parentales inrernalizaja,
.n .t ,r.ro
a ¡, r,,1 ri I r i
"lgo^_a,
t i., r rt.s, los au ro_castigo-s.
lJs."a]liil rirllTr,rr",n", .;.rnftol i mp urs os u.,,i,r.,
.iá i;;;;;H# TI Iiüi;,l.iJ,.T:í ;.ff [ :l
a ,1, ( ;l,,rr.r r(.sr)(.(.r() de su
padre.rtrb"n..d;;;;.", .,,#1.
''rr' 'r( rrr¡r;¡1 r1!¡¡' cila merecía el castigo que imaginaba a.
el que hay orras person"r. Él
I
..rultrd;;;;,
lena de secretos
/ á'
psique ampliamenre des_
;-i"to":;;"i;; ;;s..-
) r''rrlr\ rl'' r¡rrit'rrt's ir,a¡;inariam.rra. recibir de
de elra. su inconsciente
:,T:'#':ffi:'Ji¡a' impulsos o: estos
tl -"'o'nl Jt lo
'
r'ttlt'trf'r r¡. st'¡l«r tlt,.sc.s prohibidos, "b,rí"b"n
sino también defensas contra .f::: neuróticos, cuyo en
reprimido, crea ros slnromas
- .1,'r.,,, .r I.r vr.z (lu(. ;lur(),ilclrsaciones esos haber descif¡ado. código Freud sentía
) A rlrttlitlrr t¡rrt: l. noció., ,.*p.".r,
y castigos por los rnismos.
de Freud sobre el inconscienre
) st' fi¡r: lr:*-ir:.tlt¡ r,:ís compreja,
p,rio un Iugar en e,a a todo
) l" t¡¡¡1' rc''rrlrlba i,rcrcsanre, r ,ádo ro"rigr"*e
iripri.ado en el conflicro psico- El rscaoo oE FR¡uo
rlir;í¡rit.r. C.ando Freud comenrO
) , no,J, que Ia fronrera báica en la
a
,
¡rsir¡rrt: rro pasaba entre er consciente y er inconsciente, Freud consideró
sino por dentro
.lt'l irr,'«¡rrscicrrte mismo, .u b,im i..,t
;.i, i;" m. :lT :: H: ff ff :: X1,1.,:":: f : ;I,ff ;
a ¡r'
'rr
l"s *¡,srir,rivos primarios de
se hizo aaaaarrio
la psique:ffi:#:tt,l,ffTrÍ1'
au
a que, ocultos en la narración -: f
de los ,u.Ro
a l'.1 nr.xk.kr cstructural coloca,"io,
t,,
ü-il tl;::ff;:::Tijffi:':ff:
secreros pertenecientes a ra
subjetñ;ü;t"r::.;Tf:::itlff]
a ,lcl r,.lf',.^.'l irr.unrJ*re, los
I
t,t, ,'lh, yo y superyti. p.ero estos no son
res psicoanalíricos que Io
esas^narraciones que.nos
,igui..on ¡,rurá, d. d;;;;'o-rl
r"o*
a lricn rrcs tipos muy diferenres de
..giir., topográficas, sino más
acción,"el .llo.l;;;;.;;
Doracrones secundarias,
h"cemo,
"..a."
rejidas a partir d"
d. aosotros mismos son ela-
"" ;;li;;;;ffi;
a de excitaciones borboteantes, (1933,
estructuradas, impursivas; el yo
p. áS¡, d. .".;;;;J
il",
""
., ..nr^.ol".ción de funciones regula_
tro de fragmentos de ,i,lld-"
los, fantasías y percepclones,
priq,ii., prr;i"',0..r.r,., deseos
il..
y anhe_
) doras que manrienen bajo citrol I", i;;;l;;r;;ij.; Freud mantuvo rrn2
esperanzas y temores.
'-'.
-r-í
.,:;:ff: ., ".."^-r--
) un conjunro de valores morales y
,.titud., d. ,,rto..í,i;;;;;;^_
sobre el p,i.;;;árj;; :#,"'H;|i,L*ff un conrror estricto
v
a das en gran medida en rorno
de
lás imág.n.r*p"...rad., internalizadas.
cr»no ciencia (Grosskunr,,
rgqi). H;;; ffi: nl':::;1.:-*.,:::
a 56
" con los que Freud rompió
(o q,r.'.o_!;;;.""
él) y, .r, forma tem_
)
57
)
{
I
I
Stc;lr.,tuNt FREttt) Y t"{ 1ll^Dt()(1N PstcoANAt-lflc¡. cláslcA
e
MAS ALLA DE FREUI)
I
C
fueron leves variaciones pero, Por fortuna Para nosotros, este tipo de
prana, entre ellos Alfred Adler,'Carl GustavJung, Otto It;rrrlt y S;ttt.lpr
Ferenczi. Muchos de sus concePtos y percepcionc§, atllt tlcsrtlr«,llitclos diferencias evolucionaron hacia la fértil abundancia de escuelas del
I
C
fuera de la corriente principal freudiana, hallaron déct.l,ts tltfs trtl'e lc stt pensamiento analítico contemPoráneo, a las que daremos tratamiertto
canrino de regreso al pensamiento psicoanalítico, siu (ltl(:, cll 1¡r,trc:ral, en los capltulos que siguen.e I
se ffibutara reconocimiento a los disidentes pioneros. Por cjctlt¡rlo, la t
temprana afirmación de Adler a favor del primado de la agrcsión y clcl
poder fue retomada por el mismo Freud en su introducción a la pul-
I
sión agresiva, y el énfasis puesto por Adler en los factores sociales y I
políticos anticipó importantes desarrollos realizados por oculturalistas, I
como Harry Stack Sullivan, Erich Fromm y Karen Horney. El tem-
prano interés de Jung en el selffue continLrado en los campos de la psi-
I
cología del self (capítulo 6) y de las relaciones objetales (capítulos 4 y
I
5) a lo largo las últimas décadas. La otra gran Preocupación de Jung, I
la de la espiritualidad, fue vituperada durante décadas en el seno de la I
teoría freudiana a causa de Ia repugnancia de Freud frente a la religión
(1927). Pero la misma ha retornado en la forma de la teoría psicoana-
I
lÍtica contemporánea que integra la psicodinámica y la espiritualidad I
(Sorenson, 1994). El revolucionario trabajo de Rank acerca de la (
voluntad anticipó fuertemente varias i nvestigaciones contemporáneas (
acerca de la condición propia de agente lagency, agencia] (véase capí-
tulo 7). Y el pensamiento radical y la experimentación clínica de I
Ferenczi prefiguraron en gran medida y, en algunos casos, influencia- I
ron concretamente los recientes desarrollos del psicoanálisis interperso- I
nal (capítulo 3) y las teorías de las relaciones objetales (capítulos 4 y 5).
I
Los cosmólogos creen que, en los momentos iniciales que siguie- I
ron al big bang, eme'rgieron leves- variaciones en el seno de la densidad (
extraordinariamente compacta de la materia. Sin esas variaciones, el 9. En los capítulos que siguen consideramos la obra de tquclkl' trúrir,¡ r¡rrr lr,lr
universo hubiese sido siempre necesariamente uniforme y se hubiese
I
introducido líneas innovadoras de importancia mayor en la tcolln ¡rsitrr.rrr,rlltt, a rl¡1rr
distribuido en forma parera. Ellas posibilitaron que la materia cuajara nos (como los psicólogos freudianos del ego), mantienen cl mt¡thlo lrl¡rrr rlr l'rru,l, I
en galaxias separadas y en los mundos que se desarrollaron dentro de pero se apartan de él de manera significativa; otros (como F;¡irblirrr y \,)Vitrrrkrrttl
mantienen el lenguaje de Freud, pero alteran sus premisas básitltsi ottr¡q (rrrrtrr
I
ellas. Los desiubrimientos de Freud dieron origen al universo del psi-
Loewald, Schafer y Lacan) desar¡ollan ampliamente ciertas dimersio¡rcs rk' l,r vrrtril I
coanálisis en forma tan exclusiva y completa como el big bang dio ori- .de Freud y minimizan otras. tmbién han realiza<Io aportacioncs i,nl).r.rr(r ll!
gen al universo en el que nos encontramos. Las aportaciones de Freud autores que precisaron y extendieron el marco básico establecido por lrrcrul. l'lltrr 1,,¡
I
fueron notablemente ricas y densas, y la segunda generación de teóri- más importantes se cuentan Jacob Arlow (1 985, I 987), Charles Brenncr ( I 97(r, I'lt{.t ¡ (
cos desarrolló diferentes facetas de las rnismas. En su momento, estas y §?-illiam Grossman (1992).
(

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