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Hacia Un Concepto Politológico de Descentralización
Hacia Un Concepto Politológico de Descentralización
HACIA UN CONCEPTO
1. INTRODUCCION
POLITOLOGICO DE LA
DESCENTRALIZACION DEL ESTADO La descentralización del Estado se ha
convertido en una "moda latinoamericana",
EN AMERICA LATINA pero el debate politológico sobre este tema
CHRISTIAN VON HALDENWANG* apenas ha empezado. Todavía no existe cla-
ridad sobre lo que significa descentralizar.
Son pocos los trabajos que introducen al
análisis categorías de la investigación poli-
tológica en los países del llamado "tercer
mundo". En cambio, predominan enfoques
de las ciencias económicas y administrati-
RESUMEN
vas. Muchas veces ellos reflejan los debates
El tema de la descentralización del Estado, tan sobre descentralización en los países indus-
en boga en Latinoamérica, se ha tendido a trializados, dejando de lado las condiciones
enfocar, fundamentalmente, en sus dimensiones específicas de las sociedades latinoamerica-
económicas y administrativas, ignorando en gran medida
nas. Finalmente, aunque se discuta la des-
sus aspectos políticos, es decir, las
condiciones específicas que caracterizan a las sociedades
centralización desde un ángulo político,
latinoamericanas. En este artículo se esbozan algunas prevalece siempre en la mayoría de los ca-
ideas acerca de un estudio sos lo programático y normativo sobre el
sistemático de la descentralización entendida como análisis.
un instrumento para la estabilización de un Sin embargo, en los últimos años ha em-
sistema político en crisis. Al mismo tiempo se
pezado una intensa discusión política sobre
desarrolla una discusión crítica de los enfoques
teóricos existentes, identificándose cuatro
las reformas del Estado en América Latina.
variables básicas para el estudio de la Más que todo es la escuela marxista la que
d e s c e n t r a l i z a c i ó n : ( 1 ) la crisis del sistema político; trata de relacionar la descentralización con
(2) la forma de descentralización que se escoge para procesos de desarrollo y políticas de domi-
manejar la crisis; (3) las condiciones políticas bajo las nación 1 . Al mismo tiempo, se ha publicado
cuales se viene formulando e implementando la una serie de estudios descriptivos y compa-
descentralización, y (4) los rativos que buscan la elaboración de catego-
resultados que tiene la reforma con respecto a sus rías generales de análisis2 .
objetivos.
En este artículo esbozamos algunas ideas
acerca de un estudio sistemático de la des-
centralización, entendida como un instru-
mento para la estabilización de un sistema
político en crisis. Introducimos primero un
concepto de descentralización que permite el
estudio de diferentes casos con el mismo
esquema metodológico. Sobre la base de es-
te concepto nos dedicamos luego a una dis-
cusión crítica de los enfoques teóricos exis-
tentes. Esto nos llevará a la identificación
de cuatro variables básicas para el estudio
de la descentralización.
3
1. Autofinanciación y recuperación de cos-
Entre otros Boisier, 1990; Rondinelli y Cheema,
1983: 18-25; Schmidt, 1989: 194 s.; Smith, 1985: 8-14;
tos, sobre todo por medio de tarifas.
Curbelo, 1986: 70-74. 2. Cofinanciación: los consumidores parti-
4
Rondinelli 1989: 81-84) distingue (1) desconcen- cipan en la provisión y/o el manteni-
tración, (2) delegación, (3) devolución y (4) privatización.
Con respecto a los primeros tres tipos, Schmidt (1989:
miento del servicio.
195s.) observa seis formas de descentralización guberna- 3. Expansión de los recursos locales por vía
mental(1) desconcentración general (2) funcional, (3) de-
volución general y (4) funcional, (5) delegación política del mejoramiento del sistema de recauda-
y (6) burocrática. ción (catastro, registro, colección).
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marxismo. No todos los estudios sobre la ciencia. El éxito de las reformas depende en
descentralización se prestan a esta clasificación, gran medida de la buena voluntad de las
pero ella nos ayuda en la identificación y elites políticas y burocráticas. Como indi-
crítica de las diferentes premisas teóricas. viduos racionales, ellas están abiertas a ar-
gumentos basados en cálculos de costo-
3.1. Enfoques neoliberales: aumentar la beneficio. En los diferentes estudios neo-
eficiencia por medio del liberales prevalece, por lo tanto, la tenden-
desmantelamiento de la regulación cia de contribuir a la formulación de políti-
estatal cas concretas a partir de cálculos de costo-
beneficio administrativos o económicos.
El análisis neoliberal de los proyectos de Desde una perspectiva politológica, esto
descentralización parte, aunque no siempre crea problemas:
en forma explícita, de una crítica del Esta-
do en los países del tercer mundo que en (1) Queda al margen la diversidad y el
carácter político de las crisis que hoy en
el pasado ha asumido un número creciente
día viven los países latinoamericanos. En
de funciones reguladoras. Esto ha causado
este contexto, Rondinelli et al. (1989:68)
los siguientes problemas6 :
mencionan demandas de cambio institucio-
1. Junto con el crecimiento demográfico y nal, pero no explican cuáles son los me-
la urbanización, ha llegado a una infla- canismos que permiten la articulación efec-
ción de demandas distributivas dirigidas tiva de estas demandas, si están relaciona-
hacia el Estado. das entre sí (como crisis) y cuál es la rela-
2. Al mismo tiempo, el Estado no ha podi- ción entre determinados esquemas de
do ampliar adecuadamente su capacidad demanda (formas de crisis) y formas de des-
administrativa: el aparato burocrático ge- centralización,
neralmente es demasiado grande, dema- (2) Las condiciones políticas que deter-
siado centralizado e insuficientemente minan la descentralización como proceso
coordinado. no tienen lugar sistemático en este concep-
3. Se observa, por ende, una inflación regu- to. Están reducidas al problema del apoyo
lativa, por la cual la administración care- político que la reforma exige de las elites
ce de flexibilidad frente a las demandas (Rondinelli et al., 1989: 77). Sin embargo,
sociales y por lo tanto la calidad de los las condiciones políticas no se dejan redu-
servicios se deteriora. cir al comportamiento de las elites; hay que
4. La crisis del presupuesto estatal es más incluir en el análisis las estructuras institu-
que todo el resultado de una asignación cionales del Estado igual que los esquemas
ineficiente de recursos y de políticas dis- predominantes de la dominación política y
tributivas "irracionales": la politización de la regulación de conflictos dentro de la
de la economía y de la misma adminis- elite. Además, estos factores no sólo influ-
tración estatal viola la buena asignación yen en la implementación de una reforma
de recursos mediante procesos de inter- sino también en las otras fases del proceso.
cambio mercantil. (3) En el modelo neoliberal, la descentra-
Se propone entonces la descentraliza- lización apunta a una asignación más efi-
ción como un programa de modernización ciente de los recursos sociales y un mejora-
administrativa, despolitización económica y miento en la calidad de los servicios esen-
desmantelamiento del Estado ineficiente 7 . ciales. Conviene hacer dos observaciones al
La racionalidad de este programa radica en respecto: primero, para llegar a un concep-
un concepto netamente económico de efi- to manejable de eficiencia en este nivel de
complejidad hay que basarse en un número
limitado de cálculos de costo-beneficio, ex-
6
Véase Rondinelli, 1989: 77-80; Rondinelli y Chee-
cluyendo otros cálculos que también tienen
ma, 1988: 1 s.; Montgomery, 1988: 89s. relevancia política8 . El uso del término se
7
Véanse estudios sobre la privatización de Hemming
8
y Mansoor, 1988; Shirley, 1988; Roth, 1987. Además: Esta observación la hace Offe (1984: 136 s.) en su ar-
Rondinelli et al., 1989. tículo Legitimacy versus Efficieney.
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presta, por lo tanto, al manejo político. Se- das". Se niega así la importancia de estruc-
gundo, en el proyecto de reforma siempre turas y relaciones de clases, de esquemas de
están comprometidos diferentes intereses dominación y de mecanismos de regulación
políticos. Por ende, no se puede discutir la de conflictos dentro de la elite. El Estado
descentralización refiriéndose solamente a viene a ser el árbitro neutral de los conflic-
los objetivos abstractos de eficiencia y efec- tos sociales, formulando las "reglas de jue-
tividad. go" y sobrevigilando su vigencia. La contra-
(4) Hemos introducido la descentraliza- dicción entre este Estado eficiente que de-
ción como proceso. Rondinelli et al. (1989: be perseguir la reforma descentralizadora
59) ofrecen una definición alternativa. Se- y el Estado ineficiente e intervencionista
gún ellos, la descentralización también es que figura como objeto de la reforma es
una "situación en la cual bienes y servicios una falla fundamental de este enfoque, ve-
públicos están provistos primordialmente lada, mas no solucionada, por la concentra-
por medio de las preferencias reveladas de ción en el actor individual y por un concep-
individuos por mecanismos de mercado" to netamente económico de racionalidad,
[mi traducción]. Aparte de que esta defini- que descarta actos de racionalización políti-
ción no parece muy útil para el análisis de ca o cultural. He aquí los límites más im-
procesos políticos, resulta insatisfactoria portantes desde una perspectiva politológi-
por tres razones. ca en el análisis neoliberal de la descentrali-
zación.
Por un lado, si se define la descentraliza-
ción por la demanda individual, las formas
colectivas de articulación de intereses resul- 3.2. Enfoques estructuralistas: aumentar la
tan menos descentralizadas. No obstante, efectividad por medio de la racionalización de
en el campo de los conflictos políticos y de la regulación estatal
la descentralización de poder, esta posición
parece insostenible; solamente bajo la pre- El término "estructuralista" en este con-
misa de mercados despolitizados, la mayor texto tal vez no encontrará la aprobación
individualización es al mismo tiempo la ma- unánime de los lectores. Se le utiliza, porque
yor descentralización. Por otro lado, el dentro de esta escuela contribuciones im-
mercado no siempre implica competencia, portantes vienen de la CEPAL y se enmar-
puesto que frecuentemente existen mono- can en la teoría del desarrollo de esta insti-
polios locales en la oferta privada de bienes tución. Existen ciertas diferencias de opi-
y servicios. Finalmente, tampoco es siem- nión en torno a los estilos de planeación y
pre más eficiente la oferta por el mercado al concepto de crisis 9 . No obstante, los tra-
privado; los mercados reales raras veces fun- bajos discutidos aquí poseen los siguientes
cionan según la teoría económica que no rasgos comunes:
considera el conjunto de las condiciones 1. Para los estructuralistas, la crisis del Esta-
sociopolíticas. do latinoamericano tiene dos dimensio-
Si es cierto, como lo afirman Rondinelli nes: una dimensión internacional que se
et al. (1989: 77), que la descentralización articula como crisis de endeudamiento y
se realiza contra la resistencia de algunos otra dimensión nacional que se expresa
segmentos de la elite y de la burocracia, re- como crisis de distribución y de legiti-
sulta importante la pregunta por las causas, midad.
la articulación y los efectos de esta resisten- 2. La crisis de endeudamiento limita los es-
cia. Este análisis debería incluir los factores pacios políticos de los regímenes latino-
políticos arriba mencionados. Obviamente, americanos hacia afuera y les obliga a
no se puede adelantar este estudio dentro procesos dolorosos de ajuste.
de un enfoque que entiende la política co-
mo la competencia de intereses entre indivi- 3. La crisis de distribución a su vez causa
duos racionales. Para los neoliberales, una una creciente polarización socioeconómi-
"exitosa" descentralización es el resultado
de procesos de negociación entre elites inte- 9
Vease Nolte, 1990: 7 s.; resp.. Borja, 1987: 26 s. y
resadas dentro de instituciones "adecua- Boisier, 1987: 79 s.
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ca que afecta algunas regiones más que a La primera forma se observa en procesos de
otras. Concomitantemente, el Estado modernización autoritaria (ej., Chile). En
disminuye su papel de ajuste social y es- cambio, para los estructuralistas la (necesa-
pacial, porque cuenta con recursos finan- ria) modernización del Estado tiene que
cieros cada vez más limitados y tiende a partir de un nuevo contrato social, o sea
centralizarlos más en tiempos de crisis. debe crear nuevos mecanismos de legitima-
4. Por consiguiente, el régimen pierde legi- ción. El éxito de la reforma se define por su
timidad y la presión política desde la pe- carácter democrático y este último es el re-
riferia sube. Las instituciones tradiciona- sultado de la presión política desde la peri-
les muchas veces no son capaces de ma- feria. Por ende, la tarea principal es la ela-
nejar los nuevos conflictos sociopolí- boración de estrategias de desarrollo que
racionalicen la descentralización político-
ticos.
territorial.
5. Esta incapacidad se debe en buena parte
Los problemas de distribución (especial-
a la sobrecentralización del Estado. En el
mente definida) y de legitimación son iden-
pasado, estructuras centralizadas se justi-
tificados como elementos centrales de la
ficaron por la creación de un Estado de
crisis nacional. Movimientos cívicos y pre-
bienestar y por el proceso de moderniza-
siones hacia la autonomía regional adquie-
ción económica. No obstante, aumenta-
ren entonces un lugar primordial en el pro-
ron la desigualdad regional, causaron el
ceso de la reforma (Boisier, 1990: 21 s.).
crecimiento incontrolado de las ciuda-
Pero cabe la pregunta: ¿cuál es la relación
des, crearon sociedades más dependien-
teórica entre crisis y descentralización? A
tes de la intervención estatal y dificulta-
diferencia del concepto neoliberal, para el
ron la participación sociopolítica de las
problem a de una regulación central in-
minorías.
efectiva la descentralización no es la única
En esta situación, los estructuralistas su- solución posible, sino ésta es más bien el
gieren, no el desmonte de la regulación resultado de una constelación de fuerzas
estatal, sino su racionalización. Se busca la políticas. Para decirlo en términos simples,
eficiencia de los servicios a través de un au- cuanto más fuerte la presión política desde
mento en la efectividad de la regulación. En la periferia, más probable y profunda la
este planteamiento, la descentralización descentralización. Este argumento parece
asume un papel clave: desde una perspecti- problemático:
va económica, debe contribuir a la supera-
(1) Está basado en un modelo de regula-
ción de los efectos locales de la crisis y de ción de conflictos políticos insatisfactorios.
la desigualdad espacial. Desde el punto de Primero, presupone algo que precisamente
vista administrativo, debe flexibilizar las se quiere lograr por la descentralización, a
estructuras de planeación y agilizar la ges- saber: canales funcionales de participación
tión administrativa local y regional. Sin política, que puedan transportar las deman-
embargo, es más importante el aspecto po- das de reforma hacia el centro. La descen-
lítico: con la ampliación de la participación tralización en este concepto es el resultado
política se propone solucionar la crisis de
de una negociación entre intereses centrales
legitimación. Se exige por consiguiente la
e intereses periféricos. En cambio, si asisti-
creación de instituciones locales representa-
mos a una crisis en las reformas de articula-
tivas, capaces de presionar por una reparti-
ción política, parece mucho más lógico
ción equitativa y al mismo tiempo más efi-
que la descentralización sea motivada por
ciente de recursos y que puedan generar el interés de las elites centrales en el mante-
recursos hasta ahora no utilizados (Aroce- nimiento del sistema de dominación. Ahora
na, 1989). bien, se puede imaginar una serie de políti-
Por lo tanto, los estructuralistas suelen cas en respuesta a una pérdida de legitimi-
distinguir dos formas de descentralización: dad. El uso de formas de descentralización
una administrativa, autoritaria y deficiente política (a ésta se refieren los estructuralis-
y la otra política, participativa y completa. tas) exige, por lo tanto, una explicación que
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va más allá de las tendencias generales que cesos de legitimación democrática. La idea
algunos autores mencionan al respecto10 . de que el poder fundamentalmente está en
Segundo, las periferias espaciales no son la las manos de los ciudadanos (el pueblo so-
única fuente posible de demandas de des- berano) niega la existencia de prácticas po-
centralización. Existen otras segmentacio- líticas no democráticas como el autoritaris-
nes sociales e intraelitarias que pueden ju- mo, el paternalismo, el clientelismo y otros
gar un papel decisivo. Tampoco parece ismos, igual que la distribución desigual de
empíricamente correcta la relación entre recursos dentro del proceso de producción
reformas y presión política desde la perife- capitalista dependiente.
ria. Restrepo (1987: 118) observa en este En este contexto es válido decir que los
contexto que los proyectos de descentrali- estructuralistas parten de un modelo alta-
zación por lo general vienen de las elites mente romántico de lo local. Se propone la
centrales11 . construcción de una identidad local (o re-
(2) Hemos introducido un concepto am- gional: Boisier, 1988) y la creación de insti-
plio de descentralización. En cambio, los tuciones que deben representar el interés
estructuralistas utilizan el término sola- común de la sociedad local. No obstante,
mente para reformas que apuntan al otor- como afirma de Mattos (1989: 66-71), las
gamiento de competencias decisorias a uni- relaciones conflictivas de clase también
dades de gobierno inferiores y democrática- existen a nivel local. Aunque pueda darse
mente legitimadas (devolución general), o una convergencia de intereses locales frente
sea, reformas que presumiblemente amplifi- a intereses externos en algunas ocasiones,
can la participación política y socioeco- parece demasiado armonizador el modelo
nómica 12 Además, plantean que un trasla- corporativista de la comunidad local. Ade-
do real de poder depende de la autonomía más, descuida prácticas políticas como el
legal, financiera y organizativa de las insti- caciquismo o el clientelismo, mientras que,
tuciones descentralizadas y de su legitima- precisamente, uno de los aspectos más in-
ción por medio de elecciones. teresantes del tema es el de los efectos de la
Sin embargo, la relación estrecha entre descentralización sobre las prácticas políti-
una forma determinada de descentraliza- cas tradicionales, y viceversa.
ción política y una mejor repartición de La pobreza analítica del enfoque estruc-
los recursos sociales parece problemática. turalista se debe básicamente a un modelo
Por un lado, si el grado de autonomía deci- del Estado que Restrepo (1987: 114) deno-
de sobre el carácter descentralizado de una mina el fetichismo institucional y según el
institución, la pregunta es cuánta autono- cual sociedad conflictiva y Estado regula-
mía se exige y cómo se mide. Se necesitan dor entran en una relación mecánica: la
categorías de diferenciación. Por el otro presión política de la sociedad causa pro-
lado, la afirmación de que la descentraliza- cesos de ajuste estatal y éstos modifican la
ción del poder político depende de la legi- práctica política. El Estado no es la expre-
timación democrática radica en un enten- sión de relaciones de dominación, sino un
dimiento cuestionable de poder: no existe sistema institucionalizado de reglas. Por lo
una relación obligatoria entre poder y pro- tanto, su reforma es una reforma institucio-
nal en el sentido más estrecho de la palabra,
10
Así, Borja (1987: 44-46) identifica como tendencias y no (también) una reforma de los esque-
desfavorables para la descentralización, a saber. (1) Crisis mas de regulación, aspecto siempre crucial
de representación y demandas de participación política de la descentralización.
de base; (2) el carácter tecnocrático y burocrático de la ad-
ministración; (3) desequilibrios territoriales; (4) nuevas
tecnologías de comunicación social; y (5) la crisis econó- 3.3. Enfoques marxistas: ajuste económico y
mica y de intervención estatal. Boisier (1990: 3-12) men- reproducción de la dominación política por
ciona además la revolución científica y técnica que lleva
al fin del fordismo y a nuevas relaciones de trabajo. medio de la privatización, la modernización y
11
En este sentido, Borja (1987: 47) distingue dos gru- la fragmentación de la práctica política
pos de apoyo a la descentralización, uno "bueno" de ac-
tores locales y uno "malo", en el cual dominan actores
centrales. La mayoría de los trabajos críticos sobre
12
Véase p. ej. Palma, 1983; Boisier, 1990: 15 s. la descentralización en América Latina vie-
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el sistema político. Por consiguiente, enten- los procesos de socialización que éste causa.
demos bajo "crisis" la perturbación de pro- En este contexto, tiene que manejar disfun-
cesos de regulación con una potencialidad ciones económicas igual que conflictos po-
desestabilizadora. En la tarea de construir líticos y de legitimidad. Dispone de tres
este concepto, podemos apoyarnos en el tipos de recursos: recursos fiscales, raciona-
trabajo de Claus Offe: lidad administrativa y legitimidad. La esca-
Analizando el Estado de bienestar, Offe sez creciente de estos recursos se debe en
(1984: 51 s.) distingue crisis primarias y gran parte al mencionado aumento de la re-
crisis secundarias. Las primeras son las crisis gulación estatal con sus ineficiencias y fric-
cíclicas inherentes en el proceso de produc- ciones. Con recursos cada vez más limita-
ción capitalista y descritas por las leyes dos, el Estado no puede cumplir sus funcio-
marxistas del movimiento del capital. Sin nes. La crisis de las relaciones entre los sis-
embargo, con respecto a la situación actual, temas sociales es, por lo tanto, una crisis de
su poder explicativo según Offe es más bien regulación estatal.
limitado. Las crisis secundarias hacen refe- A este nivel de abstracción, el concepto
rencia a la regulación del sistema político- de Offe sobre la crisis del Estado de bienes-
administrativo frente al sistema económico tar tiene mucha relevancia para el Estado
por un lado, y al sistema normativo-legiti- periférico, que también tiene supuestamen-
matorio, por el otro. He aquí la crisis del te la función de reconciliar el proceso de
Estado de bienestar (Ibid.: 38-56): producción capitalista con los procesos
Cada uno de los tres sistemas tiene su sociopolíticos que éste causa y que en el
principio básico de organización, a saber: curso del desarrollo capitalista gana auto-
coerción (política), intercambio (económi- nomía relativa como Estado intervencio-
co) y valores (normativos). Sociedades ca- nista. Frente a la heterogeneidad estructu-
pitalistas son caracterizadas por el predo- ral de la economía nacional, el Estado está
minio del principio de intercambio. Frente obligado a una regulación relativamente
a éste, los otros dos principios se encuen- amplia, pero, como Estado dependiente, se
tran en una posición subordinada. Ahora encuentra limitado en su ímpetu de inter-
bien, en el curso del desarrollo capitalista vención burocrática. He aquí las contradic-
los procesos de intercambio se vuelven me- ciones estructurales que disminuyen los re-
nos importantes para la organización de la cursos del Estado. El espacio financiero de
vida social, mientras que los procesos de los Estados latinoamericanos se está estre-
regulación administrativa asumen un papel chando. La política de atraer nuevos recur-
cada vez mayor. Es decir, se aumenta la sos por vías fiscales es rechazada por el
autonomía relativa de los sistemas subor- capital (bloqueo de inversiones, fuga de ca-
dinados frente al sistema económico, aun- pitales). Simultáneamente, crecen las de-
que éste mantiene su predominio. El siste- mandas económicas (infraestructura, inves-
ma político-administrativo se encuentra, por tigación, protección) y sociales con la con-
lo tanto, en el dilema de estar obligado a comitante amenaza de pérdidas de legitimi-
intervenir con el fin de garantizar el funcio- dad si el Estado no responde.
namiento del sistema económico y a la vez En cuanto se refiere a las relaciones entre
limitar su intervención para no poner en sistema político-administrativo y sistema
peligro la dominación del principio de in- normativo-legitimatorio, parece mayor la
tercambio. Además, exige de manera cre- diferencia entre el Estado de bienestar y el
ciente servicios de integración del sistema Estado periférico con su heterogeneidad so-
normativo. Por consiguiente, entran en cri- cial mucho más alta. El primero se caracteri-
sis las relaciones entre los subsistemas so- za en general por esquemas de legitimación
ciales. democrática (recurso: lealtad de masas) y de
Dentro de este enfoque, el Estado no es administración racional. El segundo, en
instrumento de intereses capitalistas, sino cambio, emplea frecuentemente políticas
que está caracterizado por estructuras cons- autoritarias de dominación y esquemas tra-
titucionales y organizacionales mediante las dicionales de distribución. Para el Estado
cuales reconcilia el sistema económico con periférico, históricamente fueron menos
HACIA UN CONCEPTO POLITOLOGICO DE LA DESCENTRALIZACION DEL ESTADO 71
intereses y los de otros grupos importantes, tual en América Latina son los costos de
igual que sobre el marco institucional y co- una reforma, respecto a los recursos finan-
yuntural de la acción política. En cuanto a cieros que ésta pueda aportar al presupues-
este último se refiere, la percepción de cri- to público. Si el aspecto económico de la
sis de las elites se fundamenta en premisas crisis (endeudamiento externo, déficit pre-
teóricas y modelos como los que acabamos supuestal) prevalece en la percepción de las
de discutir. En forma de hipótesis, podemos elites, parece menos probable un "revol-
afirmar que el esquema general del ajuste cón" rotundo y, por ende, costoso a nivel
institucional depende en primera línea del institucional. Además, se puede suponer
concepto de crisis empleado. que en este caso la política de ajuste será
determinada por cálculos de costo-beneficio
4.2. Formas de descentralización más bien de corto plazo.
El costo o el aporte financiero de la des-
Hemos introducido arriba una tipología centralización depende de una serie de fac-
de ocho formas de descentralización. Pues- tores: primero, reformas extensivas (des-
to que la descentralización es un instrumen- concentración general y devolución general)
to de ajuste institucional a nuevas deman- son más costosas, por lo menos a corto pla-
das de regulación estatal, cabe la pregunta, zo, que cambios funcionales y limitados.
¿cuáles son los recursos que las diferentes Influyen aquí la creación de nuevos niveles
formas aportan al sistema político? Hemos de gobierno y de administración, la amplia-
distinguido como recursos del Estado la ra- ción de la planta de personal, yuxtaposicio-
cionalidad administrativa, los medios finan- nes y problemas de coordinación, resisten-
cieros y la legitimidad. cia desde las estructuras viejas, etc. Segun-
(1) Con la racionalidad administrativa se do, la financiación de las instituciones des-
persiguen dos objetivos generales: reducir centralizadas apunta frecuentemente a la
los costos de la regulación y mejorar en ca- captación de nuevos recursos. Una forma
lidad y cantidad los servicios públicos. No mencionada arriba es la cofinanciación, por
obstante, vamos a afirmar que la racionali- la cual los usuarios participan con capital o
dad administrativa como recurso sólo tiene trabajo en la provisión de un servicio. Otra
importancia en el sentido de que por medio forma es el mejoramiento del sistema local
de ella crece el espacio de distribución o de recaudación de impuestos. Una manera
la legitimidad del régimen. Como ya es bien de ampliar el espacio distributivo del Esta-
sabido, la descentralización apunta a la es- do central es la delegación autoritaria de
tabilización de un sistema político en crisis. funciones a niveles inferiores de gobierno
En muchas sociedades periféricas la estabi- sin transferencia adecuada de recursos fi-
lidad política depende en buena parte de nancieros. Tercero, es común la liberación
estructuras de distribución que no tienen de recursos mediante el desmonte de algu-
nada que ver con una administración efi- nos servicios públicos. En este contexto,
ciente en el sentido weberiano. Por lo tan- hay que mencionar la privatización de ser-
to, hay un cierto interés en una administra- vicios sociales o de infraestructura y el des-
ción irracional, lo que arriba hemos discuti- pido masivo de empleados del Estado. Cuar-
do como problema de delimitación dentro to, la privatización de empresas públicas
del sistema político-administrativo. Este in- muchas veces implica un flujo directo de
terés a su vez define políticas de domina- medios hacia el Estado.
ción y de autoprivilegización y puede modi- (1) Sin lugar a dudas, el recurso legiti-
ficarlas cuando las contradicciones de la in- midad tiene mucha relevancia en la situa-
tervención estatal se vuelven críticas, o sea ción actual en América Latina; no es ca-
cuando el régimen pierde de manera signfi- sual que se enfatice la dimensión "demo-
cativa espacios de distribución o legitimi- crática" y "participativa" en casi todos los
dad. En estos casos, la racionalización ad- proyectos descentralizadores. Entendemos
ministrativa puede servir como instrumento aquí bajo "legitimidad" la aprobación por
para la recuperación de recursos. parte de individuos o grupos de un régimen
(2) Lo que sí cuentan en la situación ac- político que se caracteriza por ciertos pro-
HACIA UN CONCEPTO POLITOLOGICO DE LA DESCENTRALIZACION DEL ESTADO 73
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