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Revista EURE (Vol. XVII, N 50), pp. 61-77, Santiago 1990

HACIA UN CONCEPTO
1. INTRODUCCION
POLITOLOGICO DE LA
DESCENTRALIZACION DEL ESTADO La descentralización del Estado se ha
convertido en una "moda latinoamericana",
EN AMERICA LATINA pero el debate politológico sobre este tema
CHRISTIAN VON HALDENWANG* apenas ha empezado. Todavía no existe cla-
ridad sobre lo que significa descentralizar.
Son pocos los trabajos que introducen al
análisis categorías de la investigación poli-
tológica en los países del llamado "tercer
mundo". En cambio, predominan enfoques
de las ciencias económicas y administrati-
RESUMEN
vas. Muchas veces ellos reflejan los debates
El tema de la descentralización del Estado, tan sobre descentralización en los países indus-
en boga en Latinoamérica, se ha tendido a trializados, dejando de lado las condiciones
enfocar, fundamentalmente, en sus dimensiones específicas de las sociedades latinoamerica-
económicas y administrativas, ignorando en gran medida
nas. Finalmente, aunque se discuta la des-
sus aspectos políticos, es decir, las
condiciones específicas que caracterizan a las sociedades
centralización desde un ángulo político,
latinoamericanas. En este artículo se esbozan algunas prevalece siempre en la mayoría de los ca-
ideas acerca de un estudio sos lo programático y normativo sobre el
sistemático de la descentralización entendida como análisis.
un instrumento para la estabilización de un Sin embargo, en los últimos años ha em-
sistema político en crisis. Al mismo tiempo se
pezado una intensa discusión política sobre
desarrolla una discusión crítica de los enfoques
teóricos existentes, identificándose cuatro
las reformas del Estado en América Latina.
variables básicas para el estudio de la Más que todo es la escuela marxista la que
d e s c e n t r a l i z a c i ó n : ( 1 ) la crisis del sistema político; trata de relacionar la descentralización con
(2) la forma de descentralización que se escoge para procesos de desarrollo y políticas de domi-
manejar la crisis; (3) las condiciones políticas bajo las nación 1 . Al mismo tiempo, se ha publicado
cuales se viene formulando e implementando la una serie de estudios descriptivos y compa-
descentralización, y (4) los rativos que buscan la elaboración de catego-
resultados que tiene la reforma con respecto a sus rías generales de análisis2 .
objetivos.
En este artículo esbozamos algunas ideas
acerca de un estudio sistemático de la des-
centralización, entendida como un instru-
mento para la estabilización de un sistema
político en crisis. Introducimos primero un
concepto de descentralización que permite el
estudio de diferentes casos con el mismo
esquema metodológico. Sobre la base de es-
te concepto nos dedicamos luego a una dis-
cusión crítica de los enfoques teóricos exis-
tentes. Esto nos llevará a la identificación
de cuatro variables básicas para el estudio
de la descentralización.

* M.A. en Ciencia Política y Filosofía en la Universidad 1


Véase por ejemplo: de Mattos, 1989; Restrepo Bote-
de T übingen . E stu dio s de P o stg rado en G eorgetow n ro, 1989 ; Corragio, 1989; Faletto, 1988; Slater, 1989.
U niversity. A ctualm ente trabaja en su te sis doctoral 2
Medellín, 1989; Laurelli y Rofman, 1989; Borja, et
en Argentina y Colombia. al., 1989.
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2. DESCENTRALIZACION: TRANSFERIR dentro de la administración estatal (ej.,


COMPETENCIAS SOBRE prefecturas) (desconcentración general);
DECISIONES POLITICAS (b) La transferencia de funciones especí-
ficas a instituciones locales del aparato
ministerial (desconcentración funcional),
Nuestro tema es la descentralización del
o (c) A agencias semiestatales fuera de la
Estado o, en un sentido más amplio, del sis-
burocracia tradicional de los ministerios
tema político. ¿Qué significa en esta pers-
(delegación burocrática).
pectiva descentralizar? Al nivel de la teoría
de sistemas, supone trasladar competencias 2. Con la descentralización política se plan-
de una unidad superior a una o varias uni- tea ofrecer nuevas posibilidades de parti-
dades inferiores. Al nivel de sistemas políti- cipación política al nivel local o regional:
cos, la descentralización modifica el apara- (a) Se trasladan funciones específicas a
to institucional político-administrativo, instituciones semiestatales en las cuales
trasladándose competencias a unidades in partidos o grupos de interés ejercen una
feriores (funcional o territorialmente defi- influencia decisiva (delegación política);
nidas) dentro del aparato estatal, o bien a (b) Se transfieren competencias a entida-
instituciones fuera del Estado. Dentro de des territoriales (regionales o locales) le-
este marco es posible distinguir diferentes gitimadas por medio de elecciones y do-
formas de descentralización, lo que discu- tadas con cierta autonom ía frente al
tiremos a continuación. Finalmente, al ni- gobierto central (devolución general);
vel de autorregulación y funcionamiento (c) En algunos campos específicos, insti-
del sistema político, la descentralización tuciones locales especializadas y repre-
es un proceso de adaptación que tiene di- sentativas pueden recibir poderes deciso-
ferentes fases y se caracteriza por el contrario- ríos (devolución funcional).
dicciones, retrocesos y yuxtaposiciones
(Curbelo, 1986: 70). 3. A través de la descentralización económi-
ca se quiere limitar las funciones estata-
2.1. Formas de descentralización les de regulación económica y de distri-
bución social, aliviando de esta manera el
Proliferan hoy en día propuestas de cla- presupuesto del Estado y liberando las
sificación de la descentralización 3 . La si- fuerzas del mercado : (a) Se privatizan fun-
guiente tipología se apoya en Rondinelli ciones públicas, competencias adminis-
y Schmidt, distinguiendo formas de des- trativas o medios de producción (privati-
centralización según estén dirigidas al sis- zación); (b) Se desregula legal o política-
tema de administración estatal, al sistema mente a mercados anteriormente contro-
de legitimación política o al sistema eco- lados por el Estado, trasladando compe-
nómico4 . tencias decisorias al mercado y a los indi-
viduos que allí interactúan (desregula-
1 La descentralización administrativa apun-
ción).
ta al aumento de la "eficiencia" en la
asignación y apropiación de recursos por En cuanto la descentralización se refie-
parte de las administraciones nacionales. re a la transferencia de competencias, exis-
Puede asumir las siguientes formas: (a) El ten diferentes posibilidades de financia-
traslado de competencias hacia niveles miento. Rondinelli (1989: 86-94) mencio-
inferiores y horizontalmente integrados na siete:

3
1. Autofinanciación y recuperación de cos-
Entre otros Boisier, 1990; Rondinelli y Cheema,
1983: 18-25; Schmidt, 1989: 194 s.; Smith, 1985: 8-14;
tos, sobre todo por medio de tarifas.
Curbelo, 1986: 70-74. 2. Cofinanciación: los consumidores parti-
4
Rondinelli 1989: 81-84) distingue (1) desconcen- cipan en la provisión y/o el manteni-
tración, (2) delegación, (3) devolución y (4) privatización.
Con respecto a los primeros tres tipos, Schmidt (1989:
miento del servicio.
195s.) observa seis formas de descentralización guberna- 3. Expansión de los recursos locales por vía
mental(1) desconcentración general (2) funcional, (3) de-
volución general y (4) funcional, (5) delegación política del mejoramiento del sistema de recauda-
y (6) burocrática. ción (catastro, registro, colección).
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4. Transferencias intergubernamentales: (a) (el económico), modificando la regulación


impuestos compartidos entre diferen- política (de coerción) por una de intercam-
tes niveles gubernamentales, (b) transfe- bio 5 . No aumenta necesariamente el núme-
rencias acordes a población, etc., (e) fon- ro de actores sociales y tampoco existe una
dos para proyectos específicos, (d) reem- relación directa y jerárquica entre las insti-
bolsos de gastos asumidos por gobiernos tuciones afectadas. ¿Por qué, entonces, hay
locales, (e) exenciones de impuestos que incluir la privatización en el concepto
otorgadas a individuos que invierten ca- de descentralización?
pital en actividades específicas, (f) bonos Por un lado, el aparato estatal cede com-
a individuos para la compra de ciertos petencias por medio de la privatización y lo
productos o servicios. hace (dentro de un programa) en una serie
5. Autorización al endeudamiento muni- de casos, lo que normalmente aumenta el
cipal. número de actores comprometidos en pro-
6. Sistemas de provisión de servicios que ge- cesos decisorios. Simultáneamente, se ob-
neran empleo a nivel local, facilitando de serva un desmantelamiento del Estado que
esta manera a la población la compra de puede estar motivado por una crisis de li-
los servicios. quidez de corto plazo, pero que también
está enmarcado en un modelo de moderni-
7. Diversas medidas de reducción de costos. zación cuya importancia para la descentrali-
El esquema de financiación de una insti- zación en América Latina se estudiará aba-
tución descentralizada puede ser una mez- jo. De otra forma, parece innegable que el
cla de diferentes formas y determina en traslado de decisiones del sistema político-
buen grado su autonomía frente al centro. administrativo al sistema económico resulta
Sin embargo, como observa Smith (1985: ser un cambio en la institucionalidad del
88), una alta dependencia financiera no ne- Estado. Finalmente, el Estado muchas ve-
cesariamente supone la pérdida total de ces retiene un alto grado de control sobre
autonomía política. Al mismo tiempo, el la asignación de recursos y la política de
control central no sólo depende del sistema precios o tarifas de las empresas privatiza-
de financiación, sino también de la capaci- das, así que existen relaciones por lo menos
dad del centro de fijar topes y prioridades parcialmente jerárquicas entre los actores
al gasto local y de controlar la administra- envueltos en el proceso de privatización.
ción de recursos. En este contexto, Clark Podemos concluir que la privatización de
(1984: 198-200) distingue dos poderes que empresas y servicios públicos es una manera
juntos definen el grado de autonomía de un de descentralizar la regulación estatal.
gobierno local, a saber, poder de iniciativa
y poder de inmunidad. El primero hace
referencia al espacio de gestión activa del 3. TRES ENFOQUES TEORICOS
gobierno local en la realización de sus
tareas. El segundo invoca la falta de una Descentralizar significa intervenir en la
instancia de control en definidos campos de estructura institucional político-administra-
acción. El esquema de financiación puede tiva con el fin de modificar la forma y el
afectar una o las dos dimensiones de la auto- grado de la regulación estatal en determina-
nomía local. dos campos políticos. El análisis de las re-
formas descentralizadoras depende funda-
2.2. Un concepto amplio de mentalmente del análisis de esta regulación,
descentralización o sea de la perspectiva que uno tiene del Es-
tado y sus relaciones con otros subsistemas
Nuestro concepto de descentralización in- sociales. Es común la distinción de tres es-
cluye la privatización de empresas estatales cuelas paradigmáticas, nombradas (neo-)
y servicios públicos, aunque ésta, a primera liberalismo, (neo-) estructuralismo y (neo-)
vista, no es más que la transferencia de
competencias decisorias de un subsistema 5
El concepto de subsistemas sociales con sus respec-
social (el político-administrativo) al otro tivos medios de regulación viene de Offe, 1984: 37-53.
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marxismo. No todos los estudios sobre la ciencia. El éxito de las reformas depende en
descentralización se prestan a esta clasificación, gran medida de la buena voluntad de las
pero ella nos ayuda en la identificación y elites políticas y burocráticas. Como indi-
crítica de las diferentes premisas teóricas. viduos racionales, ellas están abiertas a ar-
gumentos basados en cálculos de costo-
3.1. Enfoques neoliberales: aumentar la beneficio. En los diferentes estudios neo-
eficiencia por medio del liberales prevalece, por lo tanto, la tenden-
desmantelamiento de la regulación cia de contribuir a la formulación de políti-
estatal cas concretas a partir de cálculos de costo-
beneficio administrativos o económicos.
El análisis neoliberal de los proyectos de Desde una perspectiva politológica, esto
descentralización parte, aunque no siempre crea problemas:
en forma explícita, de una crítica del Esta-
do en los países del tercer mundo que en (1) Queda al margen la diversidad y el
carácter político de las crisis que hoy en
el pasado ha asumido un número creciente
día viven los países latinoamericanos. En
de funciones reguladoras. Esto ha causado
este contexto, Rondinelli et al. (1989:68)
los siguientes problemas6 :
mencionan demandas de cambio institucio-
1. Junto con el crecimiento demográfico y nal, pero no explican cuáles son los me-
la urbanización, ha llegado a una infla- canismos que permiten la articulación efec-
ción de demandas distributivas dirigidas tiva de estas demandas, si están relaciona-
hacia el Estado. das entre sí (como crisis) y cuál es la rela-
2. Al mismo tiempo, el Estado no ha podi- ción entre determinados esquemas de
do ampliar adecuadamente su capacidad demanda (formas de crisis) y formas de des-
administrativa: el aparato burocrático ge- centralización,
neralmente es demasiado grande, dema- (2) Las condiciones políticas que deter-
siado centralizado e insuficientemente minan la descentralización como proceso
coordinado. no tienen lugar sistemático en este concep-
3. Se observa, por ende, una inflación regu- to. Están reducidas al problema del apoyo
lativa, por la cual la administración care- político que la reforma exige de las elites
ce de flexibilidad frente a las demandas (Rondinelli et al., 1989: 77). Sin embargo,
sociales y por lo tanto la calidad de los las condiciones políticas no se dejan redu-
servicios se deteriora. cir al comportamiento de las elites; hay que
4. La crisis del presupuesto estatal es más incluir en el análisis las estructuras institu-
que todo el resultado de una asignación cionales del Estado igual que los esquemas
ineficiente de recursos y de políticas dis- predominantes de la dominación política y
tributivas "irracionales": la politización de la regulación de conflictos dentro de la
de la economía y de la misma adminis- elite. Además, estos factores no sólo influ-
tración estatal viola la buena asignación yen en la implementación de una reforma
de recursos mediante procesos de inter- sino también en las otras fases del proceso.
cambio mercantil. (3) En el modelo neoliberal, la descentra-
Se propone entonces la descentraliza- lización apunta a una asignación más efi-
ción como un programa de modernización ciente de los recursos sociales y un mejora-
administrativa, despolitización económica y miento en la calidad de los servicios esen-
desmantelamiento del Estado ineficiente 7 . ciales. Conviene hacer dos observaciones al
La racionalidad de este programa radica en respecto: primero, para llegar a un concep-
un concepto netamente económico de efi- to manejable de eficiencia en este nivel de
complejidad hay que basarse en un número
limitado de cálculos de costo-beneficio, ex-
6
Véase Rondinelli, 1989: 77-80; Rondinelli y Chee-
cluyendo otros cálculos que también tienen
ma, 1988: 1 s.; Montgomery, 1988: 89s. relevancia política8 . El uso del término se
7
Véanse estudios sobre la privatización de Hemming
8
y Mansoor, 1988; Shirley, 1988; Roth, 1987. Además: Esta observación la hace Offe (1984: 136 s.) en su ar-
Rondinelli et al., 1989. tículo Legitimacy versus Efficieney.
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presta, por lo tanto, al manejo político. Se- das". Se niega así la importancia de estruc-
gundo, en el proyecto de reforma siempre turas y relaciones de clases, de esquemas de
están comprometidos diferentes intereses dominación y de mecanismos de regulación
políticos. Por ende, no se puede discutir la de conflictos dentro de la elite. El Estado
descentralización refiriéndose solamente a viene a ser el árbitro neutral de los conflic-
los objetivos abstractos de eficiencia y efec- tos sociales, formulando las "reglas de jue-
tividad. go" y sobrevigilando su vigencia. La contra-
(4) Hemos introducido la descentraliza- dicción entre este Estado eficiente que de-
ción como proceso. Rondinelli et al. (1989: be perseguir la reforma descentralizadora
59) ofrecen una definición alternativa. Se- y el Estado ineficiente e intervencionista
gún ellos, la descentralización también es que figura como objeto de la reforma es
una "situación en la cual bienes y servicios una falla fundamental de este enfoque, ve-
públicos están provistos primordialmente lada, mas no solucionada, por la concentra-
por medio de las preferencias reveladas de ción en el actor individual y por un concep-
individuos por mecanismos de mercado" to netamente económico de racionalidad,
[mi traducción]. Aparte de que esta defini- que descarta actos de racionalización políti-
ción no parece muy útil para el análisis de ca o cultural. He aquí los límites más im-
procesos políticos, resulta insatisfactoria portantes desde una perspectiva politológi-
por tres razones. ca en el análisis neoliberal de la descentrali-
zación.
Por un lado, si se define la descentraliza-
ción por la demanda individual, las formas
colectivas de articulación de intereses resul- 3.2. Enfoques estructuralistas: aumentar la
tan menos descentralizadas. No obstante, efectividad por medio de la racionalización de
en el campo de los conflictos políticos y de la regulación estatal
la descentralización de poder, esta posición
parece insostenible; solamente bajo la pre- El término "estructuralista" en este con-
misa de mercados despolitizados, la mayor texto tal vez no encontrará la aprobación
individualización es al mismo tiempo la ma- unánime de los lectores. Se le utiliza, porque
yor descentralización. Por otro lado, el dentro de esta escuela contribuciones im-
mercado no siempre implica competencia, portantes vienen de la CEPAL y se enmar-
puesto que frecuentemente existen mono- can en la teoría del desarrollo de esta insti-
polios locales en la oferta privada de bienes tución. Existen ciertas diferencias de opi-
y servicios. Finalmente, tampoco es siem- nión en torno a los estilos de planeación y
pre más eficiente la oferta por el mercado al concepto de crisis 9 . No obstante, los tra-
privado; los mercados reales raras veces fun- bajos discutidos aquí poseen los siguientes
cionan según la teoría económica que no rasgos comunes:
considera el conjunto de las condiciones 1. Para los estructuralistas, la crisis del Esta-
sociopolíticas. do latinoamericano tiene dos dimensio-
Si es cierto, como lo afirman Rondinelli nes: una dimensión internacional que se
et al. (1989: 77), que la descentralización articula como crisis de endeudamiento y
se realiza contra la resistencia de algunos otra dimensión nacional que se expresa
segmentos de la elite y de la burocracia, re- como crisis de distribución y de legiti-
sulta importante la pregunta por las causas, midad.
la articulación y los efectos de esta resisten- 2. La crisis de endeudamiento limita los es-
cia. Este análisis debería incluir los factores pacios políticos de los regímenes latino-
políticos arriba mencionados. Obviamente, americanos hacia afuera y les obliga a
no se puede adelantar este estudio dentro procesos dolorosos de ajuste.
de un enfoque que entiende la política co-
mo la competencia de intereses entre indivi- 3. La crisis de distribución a su vez causa
duos racionales. Para los neoliberales, una una creciente polarización socioeconómi-
"exitosa" descentralización es el resultado
de procesos de negociación entre elites inte- 9
Vease Nolte, 1990: 7 s.; resp.. Borja, 1987: 26 s. y
resadas dentro de instituciones "adecua- Boisier, 1987: 79 s.
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ca que afecta algunas regiones más que a La primera forma se observa en procesos de
otras. Concomitantemente, el Estado modernización autoritaria (ej., Chile). En
disminuye su papel de ajuste social y es- cambio, para los estructuralistas la (necesa-
pacial, porque cuenta con recursos finan- ria) modernización del Estado tiene que
cieros cada vez más limitados y tiende a partir de un nuevo contrato social, o sea
centralizarlos más en tiempos de crisis. debe crear nuevos mecanismos de legitima-
4. Por consiguiente, el régimen pierde legi- ción. El éxito de la reforma se define por su
timidad y la presión política desde la pe- carácter democrático y este último es el re-
riferia sube. Las instituciones tradiciona- sultado de la presión política desde la peri-
les muchas veces no son capaces de ma- feria. Por ende, la tarea principal es la ela-
nejar los nuevos conflictos sociopolí- boración de estrategias de desarrollo que
racionalicen la descentralización político-
ticos.
territorial.
5. Esta incapacidad se debe en buena parte
Los problemas de distribución (especial-
a la sobrecentralización del Estado. En el
mente definida) y de legitimación son iden-
pasado, estructuras centralizadas se justi-
tificados como elementos centrales de la
ficaron por la creación de un Estado de
crisis nacional. Movimientos cívicos y pre-
bienestar y por el proceso de moderniza-
siones hacia la autonomía regional adquie-
ción económica. No obstante, aumenta-
ren entonces un lugar primordial en el pro-
ron la desigualdad regional, causaron el
ceso de la reforma (Boisier, 1990: 21 s.).
crecimiento incontrolado de las ciuda-
Pero cabe la pregunta: ¿cuál es la relación
des, crearon sociedades más dependien-
teórica entre crisis y descentralización? A
tes de la intervención estatal y dificulta-
diferencia del concepto neoliberal, para el
ron la participación sociopolítica de las
problem a de una regulación central in-
minorías.
efectiva la descentralización no es la única
En esta situación, los estructuralistas su- solución posible, sino ésta es más bien el
gieren, no el desmonte de la regulación resultado de una constelación de fuerzas
estatal, sino su racionalización. Se busca la políticas. Para decirlo en términos simples,
eficiencia de los servicios a través de un au- cuanto más fuerte la presión política desde
mento en la efectividad de la regulación. En la periferia, más probable y profunda la
este planteamiento, la descentralización descentralización. Este argumento parece
asume un papel clave: desde una perspecti- problemático:
va económica, debe contribuir a la supera-
(1) Está basado en un modelo de regula-
ción de los efectos locales de la crisis y de ción de conflictos políticos insatisfactorios.
la desigualdad espacial. Desde el punto de Primero, presupone algo que precisamente
vista administrativo, debe flexibilizar las se quiere lograr por la descentralización, a
estructuras de planeación y agilizar la ges- saber: canales funcionales de participación
tión administrativa local y regional. Sin política, que puedan transportar las deman-
embargo, es más importante el aspecto po- das de reforma hacia el centro. La descen-
lítico: con la ampliación de la participación tralización en este concepto es el resultado
política se propone solucionar la crisis de
de una negociación entre intereses centrales
legitimación. Se exige por consiguiente la
e intereses periféricos. En cambio, si asisti-
creación de instituciones locales representa-
mos a una crisis en las reformas de articula-
tivas, capaces de presionar por una reparti-
ción política, parece mucho más lógico
ción equitativa y al mismo tiempo más efi-
que la descentralización sea motivada por
ciente de recursos y que puedan generar el interés de las elites centrales en el mante-
recursos hasta ahora no utilizados (Aroce- nimiento del sistema de dominación. Ahora
na, 1989). bien, se puede imaginar una serie de políti-
Por lo tanto, los estructuralistas suelen cas en respuesta a una pérdida de legitimi-
distinguir dos formas de descentralización: dad. El uso de formas de descentralización
una administrativa, autoritaria y deficiente política (a ésta se refieren los estructuralis-
y la otra política, participativa y completa. tas) exige, por lo tanto, una explicación que
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va más allá de las tendencias generales que cesos de legitimación democrática. La idea
algunos autores mencionan al respecto10 . de que el poder fundamentalmente está en
Segundo, las periferias espaciales no son la las manos de los ciudadanos (el pueblo so-
única fuente posible de demandas de des- berano) niega la existencia de prácticas po-
centralización. Existen otras segmentacio- líticas no democráticas como el autoritaris-
nes sociales e intraelitarias que pueden ju- mo, el paternalismo, el clientelismo y otros
gar un papel decisivo. Tampoco parece ismos, igual que la distribución desigual de
empíricamente correcta la relación entre recursos dentro del proceso de producción
reformas y presión política desde la perife- capitalista dependiente.
ria. Restrepo (1987: 118) observa en este En este contexto es válido decir que los
contexto que los proyectos de descentrali- estructuralistas parten de un modelo alta-
zación por lo general vienen de las elites mente romántico de lo local. Se propone la
centrales11 . construcción de una identidad local (o re-
(2) Hemos introducido un concepto am- gional: Boisier, 1988) y la creación de insti-
plio de descentralización. En cambio, los tuciones que deben representar el interés
estructuralistas utilizan el término sola- común de la sociedad local. No obstante,
mente para reformas que apuntan al otor- como afirma de Mattos (1989: 66-71), las
gamiento de competencias decisorias a uni- relaciones conflictivas de clase también
dades de gobierno inferiores y democrática- existen a nivel local. Aunque pueda darse
mente legitimadas (devolución general), o una convergencia de intereses locales frente
sea, reformas que presumiblemente amplifi- a intereses externos en algunas ocasiones,
can la participación política y socioeco- parece demasiado armonizador el modelo
nómica 12 Además, plantean que un trasla- corporativista de la comunidad local. Ade-
do real de poder depende de la autonomía más, descuida prácticas políticas como el
legal, financiera y organizativa de las insti- caciquismo o el clientelismo, mientras que,
tuciones descentralizadas y de su legitima- precisamente, uno de los aspectos más in-
ción por medio de elecciones. teresantes del tema es el de los efectos de la
Sin embargo, la relación estrecha entre descentralización sobre las prácticas políti-
una forma determinada de descentraliza- cas tradicionales, y viceversa.
ción política y una mejor repartición de La pobreza analítica del enfoque estruc-
los recursos sociales parece problemática. turalista se debe básicamente a un modelo
Por un lado, si el grado de autonomía deci- del Estado que Restrepo (1987: 114) deno-
de sobre el carácter descentralizado de una mina el fetichismo institucional y según el
institución, la pregunta es cuánta autono- cual sociedad conflictiva y Estado regula-
mía se exige y cómo se mide. Se necesitan dor entran en una relación mecánica: la
categorías de diferenciación. Por el otro presión política de la sociedad causa pro-
lado, la afirmación de que la descentraliza- cesos de ajuste estatal y éstos modifican la
ción del poder político depende de la legi- práctica política. El Estado no es la expre-
timación democrática radica en un enten- sión de relaciones de dominación, sino un
dimiento cuestionable de poder: no existe sistema institucionalizado de reglas. Por lo
una relación obligatoria entre poder y pro- tanto, su reforma es una reforma institucio-
nal en el sentido más estrecho de la palabra,
10
Así, Borja (1987: 44-46) identifica como tendencias y no (también) una reforma de los esque-
desfavorables para la descentralización, a saber. (1) Crisis mas de regulación, aspecto siempre crucial
de representación y demandas de participación política de la descentralización.
de base; (2) el carácter tecnocrático y burocrático de la ad-
ministración; (3) desequilibrios territoriales; (4) nuevas
tecnologías de comunicación social; y (5) la crisis econó- 3.3. Enfoques marxistas: ajuste económico y
mica y de intervención estatal. Boisier (1990: 3-12) men- reproducción de la dominación política por
ciona además la revolución científica y técnica que lleva
al fin del fordismo y a nuevas relaciones de trabajo. medio de la privatización, la modernización y
11
En este sentido, Borja (1987: 47) distingue dos gru- la fragmentación de la práctica política
pos de apoyo a la descentralización, uno "bueno" de ac-
tores locales y uno "malo", en el cual dominan actores
centrales. La mayoría de los trabajos críticos sobre
12
Véase p. ej. Palma, 1983; Boisier, 1990: 15 s. la descentralización en América Latina vie-
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ne de la pluma de autores marxistas o inspi- cionista y de bienestar como expresión de


rados por el marxismo. Es más evidente este modelo. Hay, por lo tanto, una lógica
aquí el interés en el aspecto político de la común en las diferentes reformas: todas
descentralización y en la comparación de contribuyen a un proceso multidimensional
diferentes casos. El argumento normalmen- de ajuste.
te está basado en los siguientes plantea- Se entiende la descentralización como un
mientos: proceso de reestructuración que tiene una
1. En tiempos de reestructuración económi- necesidad histórica en una situación de cri-
ca a nivel mundial, la llamada nueva fase sis y dependencia. Su forma concreta es el
de acumulación, los países dependientes, resultado de los conflictos entre las diferen-
que en el pasado han venido creando am- tes fracciones del capital y del desarrollo
plias capacidades de intervención estatal, general de las fuerzas productivas. La di-
viven fuertes presiones de ajuste. mensión participativa de la descentraliza-
ción es criticada como un instrumento de
2. Por un lado, tienen que manejar una cri-
fragmentar la práctica política, de crear un
sis económica que se articula como crisis
consenso social sobre un proyecto moder-
de endeudamiento hacia afuera y crisis
nizador fundamental antidemocrático y po-
presupuestal hacia adentro y que es el
larizante y de buscar a la vez la plena inte-
objeto de los llamados programas de
gración de las fuerzas sociales en el proceso
ajuste.
de producción capitalista.
3. Por el otro lado, se vuelven críticas las Volvamos otra vez el concepto de crisis,
relaciones entre Estado y sociedad. Fren-
que ocupa un lugar central en esta argu-
te a los profundos cambios sociales y con
mentación; en la teoría marxista, las crisis
la disminución de las capacidades de dis-
son mecanismos de la reestructuración del
tribución, los instrumentos de la inter-
modelo de acumulación (O'Connor 1987:
vención estatal se muestran insuficientes,
93) y, de esta manera, elemento indispen-
irracionales o demasiado costosos. Esta
sable del desarrollo capitalista. No obstan-
crisis se quiere solucionar con la llamada
te, en lo que se refiere a las relaciones entre
modernización del Estado.
crisis económica y su procesamiento políti-
4. Al mismo tiempo, casi todos los Estados co de un lado, y entre crisis económica y
de América Latina experimentan pérdi- crisis política del otro, el enfoque utiliza
das de legitimidad y nuevas formas de premisas simplificadoras que han sido cri-
articulación de intereses, que en parte ticadas dentro del mismo paradigma de
escapan al control del Estado. En forma clases13:
de reacción se vienen ofreciendo nuevas (1) El proceso político de ajuste es aquí
posibilidades de participación dentro de el fruto directo de la necesidad económica
arenas políticas funcional o especialmen- objetiva. Se descarta el hecho de que el Es-
te diversificadas. Esto se llama la demo- tado en los países del tercer mundo es hoy
cratización del régimen. en día un subsistema social con sus propios
Bajo las consignas de ajuste, moderniza- medios de regulación y criterios de raciona-
ción y democratización se presentan hoy en lidad que le dan una autonomía relativa
día diversos proyectos de reforma. Sin em- frente a otras entidades sociales. Esto no
bargo, las tres dimensiones están interrela- quiere decir que el Estado se haya liberado
cionadas: el análisis marxista las interpreta de todos los intereses sociales; más bien,
como mecanismos de manejo de crisis por supone que el procesamiento político de
el Estado que a su vez debe ajustarse a las las articulaciones sociales es un proceso
nuevas condiciones de acumulación mun- complejo en el cual influye un amplio es-
dial. El aumento de la flexibilidad en la
producción, la transnacionalización del ca-
13
pital y la monopolización de los mercados Me refiero al debate marxista del Estado, cuyas te-
sis centrales se encuentran resumidas en Laclau (1986).
han causado crisis en el centro y en la peri- Véase también el artículo instructivo de Faletto (1988).
feria que, a la vez, afectan el modelo de Una discusión detallada de teorías marxistas de crisis ofre-
acumulación vigente y el Estado interven- ce O'Connor (1987, sobre todo: 60-71 y 109-128).
HACIA UN CONCEPTO POLITOLOGICO DE LA DESCENTRALIZACION DEL ESTADO 69

pectro de intereses y condiciones políticas. descentralización no es más que una res-


De manera similar, o es tautológica o em- puesta a una nueva fase de acumulación ca-
píricamente falsa la argumentación que las pitalista, tiende a desaparecer el Estado
políticas estatales de distribución sirven di- como categoría analítica. La descentraliza-
rectamente a los intereses del capital. "Dis- ción se vuelve entonces necesidad histórica,
tribución" es una categoría política, no su forma depende de los conflictos de clase,
económica. su éxito se define por lo que contribuye al
(2) En la teoría de la ortodoxia marxista, proceso de ajuste. De esta manera, los mar-
las crisis económicas causan una agudiza- xistas adoptan el planteamiento neoliberal
ción de los conflictos entre las diferentes como paradigma de la descentralización y
fracciones de capital y una disminución de lo explican con argumentos de las teorías
los recursos estatales. Los conflictos del ca- de crisis y de la dependencia. Desde una
pital penetran al aparato del Estado por di- perspectiva de ciencia política, esto parece
ferentes caminos (colonización de partes insatisfactorio.
del aparato, funciones de vigilancia y regu-
lación del Estado, entre otros). La carencia
de recursos estatales, a su vez, pone en peli- 4. CUATRO VARIABLES PARA EL
gro el sistema de distribución y, por ende,
ESTUDIO POLITOLOGICO DE LA
de legitimación. En esta argumentación, la
autonomía del Estado radica en la coyun- DESCENTRALIZACION
tura de los conflictos de clase y no, como
lo hemos expuesto arriba, en el proceso de En lo que sigue, vamos a introducir cua-
diferenciación sistémica. Por lo tanto, cual- tro variables que han mostrado su impor-
quier crisis qua definitionem expresa cam- tancia en la discusión de las tres escuelas
bios estructurales en el proceso de acumu- teóricas. Ellas son: (1) la crisis del sistema
lación. político; (2) la forma de descentralización
En resumen, ¿cuáles son las fallas funda- que se escoge para manejar esta crisis; (3)
mentales del enfoque marxista en el análisis las condiciones políticas, bajo las cuales se
de la descentralización? Primero, entiende viene formulando e implementando la des-
la descentralización como proceso de ajuste centralización ;y (4) los resultados que tiene
con una racionalidad coherente, de largo la reforma con respecto a sus objetivos. La
plazo, económica y orientada al exterior, discusión de estas variables debe contribuir
negando de esta manera la importancia de a la construcción de un marco de análisis
planteamientos contradictorios, de corto que permitirá el estudio de diferentes casos
plazo, políticos y orientados al interior. Se- de descentralización.
gundo, tiene un concepto unívoco de crisis,
dejando de lado la variedad de las situacio- 4.1. Crisis
nes que puedan incidir en el proyecto de
descentralización. Tercero, el desempeño Como hemos visto, la relación entre des-
de las relaciones de clase es una variable im- centralización y crisis no sólo es obvia, sino
portante, pero no es la única, para el análi- que también la construyen teóricamente las
sis de las condiciones políticas de la descen- tres escuelas. Sin embargo, hemos criticado
tralización. Cuarto, las reformas no sólo a los tres conceptos como insatisfactorios
son programas de ajuste orientados a la eco- por diversas razones. A continuación, va-
nomía mundial, sino también procesos po- mos a presentar un concepto tal vez más
líticos que se dirigen primordialmente al adecuado para nuestro enfoque. De ahí,
sistema de regulación del Estado nacional. se podrán avanzar algunas hipótesis acerca
Parece justificada la crítica por parte de de la relación entre descentralización y di-
algunos autores marxistas de que los neo- ferentes interpretaciones (parciales) de la
liberales reducen la descentralización a una crisis actual.
cuestión técnica y que los estructuralistas La descentralización es una reforma de
emplean un modelo poco realista de con- las funciones estatales de regulación que
flictos políticos. Sin embargo, cuando la tiene el objetivo fundamental de estabilizar
70 REVISTA EURF N o 50

el sistema político. Por consiguiente, enten- los procesos de socialización que éste causa.
demos bajo "crisis" la perturbación de pro- En este contexto, tiene que manejar disfun-
cesos de regulación con una potencialidad ciones económicas igual que conflictos po-
desestabilizadora. En la tarea de construir líticos y de legitimidad. Dispone de tres
este concepto, podemos apoyarnos en el tipos de recursos: recursos fiscales, raciona-
trabajo de Claus Offe: lidad administrativa y legitimidad. La esca-
Analizando el Estado de bienestar, Offe sez creciente de estos recursos se debe en
(1984: 51 s.) distingue crisis primarias y gran parte al mencionado aumento de la re-
crisis secundarias. Las primeras son las crisis gulación estatal con sus ineficiencias y fric-
cíclicas inherentes en el proceso de produc- ciones. Con recursos cada vez más limita-
ción capitalista y descritas por las leyes dos, el Estado no puede cumplir sus funcio-
marxistas del movimiento del capital. Sin nes. La crisis de las relaciones entre los sis-
embargo, con respecto a la situación actual, temas sociales es, por lo tanto, una crisis de
su poder explicativo según Offe es más bien regulación estatal.
limitado. Las crisis secundarias hacen refe- A este nivel de abstracción, el concepto
rencia a la regulación del sistema político- de Offe sobre la crisis del Estado de bienes-
administrativo frente al sistema económico tar tiene mucha relevancia para el Estado
por un lado, y al sistema normativo-legiti- periférico, que también tiene supuestamen-
matorio, por el otro. He aquí la crisis del te la función de reconciliar el proceso de
Estado de bienestar (Ibid.: 38-56): producción capitalista con los procesos
Cada uno de los tres sistemas tiene su sociopolíticos que éste causa y que en el
principio básico de organización, a saber: curso del desarrollo capitalista gana auto-
coerción (política), intercambio (económi- nomía relativa como Estado intervencio-
co) y valores (normativos). Sociedades ca- nista. Frente a la heterogeneidad estructu-
pitalistas son caracterizadas por el predo- ral de la economía nacional, el Estado está
minio del principio de intercambio. Frente obligado a una regulación relativamente
a éste, los otros dos principios se encuen- amplia, pero, como Estado dependiente, se
tran en una posición subordinada. Ahora encuentra limitado en su ímpetu de inter-
bien, en el curso del desarrollo capitalista vención burocrática. He aquí las contradic-
los procesos de intercambio se vuelven me- ciones estructurales que disminuyen los re-
nos importantes para la organización de la cursos del Estado. El espacio financiero de
vida social, mientras que los procesos de los Estados latinoamericanos se está estre-
regulación administrativa asumen un papel chando. La política de atraer nuevos recur-
cada vez mayor. Es decir, se aumenta la sos por vías fiscales es rechazada por el
autonomía relativa de los sistemas subor- capital (bloqueo de inversiones, fuga de ca-
dinados frente al sistema económico, aun- pitales). Simultáneamente, crecen las de-
que éste mantiene su predominio. El siste- mandas económicas (infraestructura, inves-
ma político-administrativo se encuentra, por tigación, protección) y sociales con la con-
lo tanto, en el dilema de estar obligado a comitante amenaza de pérdidas de legitimi-
intervenir con el fin de garantizar el funcio- dad si el Estado no responde.
namiento del sistema económico y a la vez En cuanto se refiere a las relaciones entre
limitar su intervención para no poner en sistema político-administrativo y sistema
peligro la dominación del principio de in- normativo-legitimatorio, parece mayor la
tercambio. Además, exige de manera cre- diferencia entre el Estado de bienestar y el
ciente servicios de integración del sistema Estado periférico con su heterogeneidad so-
normativo. Por consiguiente, entran en cri- cial mucho más alta. El primero se caracteri-
sis las relaciones entre los subsistemas so- za en general por esquemas de legitimación
ciales. democrática (recurso: lealtad de masas) y de
Dentro de este enfoque, el Estado no es administración racional. El segundo, en
instrumento de intereses capitalistas, sino cambio, emplea frecuentemente políticas
que está caracterizado por estructuras cons- autoritarias de dominación y esquemas tra-
titucionales y organizacionales mediante las dicionales de distribución. Para el Estado
cuales reconcilia el sistema económico con periférico, históricamente fueron menos
HACIA UN CONCEPTO POLITOLOGICO DE LA DESCENTRALIZACION DEL ESTADO 71

importantes los recursos de racionalidad Los neoliberales ubican el problema fun-


administrativa y lealtad de masas que la ca- damental, por un lado, en mala delimita-
pacidad coercitiva y la cohesión interna de ción entre sistema político-administrativo
la elite. No obstante, podemos hablar de y sistema económico y, por el otro, en la
una carencia crítica de los dos primeros re- mala delimitación entre regulación econó-
cursos hoy en día. mica y legitimación política dentro del apa-
rato estatal. De este análisis resultan las de-
La importancia de la racionalidad admi- mandas del desmantelamiento del Estado
nistrativa como instrumento para bajar los intervencionista (privatización) y de la mo-
costos de la regulación estatal crece con la dernización del aparato estatal en el sentido
demanda de recursos financieros. El Estado de una diferenciación funcional interna. Se
ya no puede asumir los gastos de una distri- trata de contrarrestar la inflación de deman-
bución económicamente ineficiente a través das sociales dirigidas hacia el Estado con la
de un aparato burocrático altamente politi- limitación de los servicios reguladores. El
zado. Sin embargo, este sistema de distribu- problema de la legitimación tiende a desapa-
ción cumple una función esencial en la pro- recer en este enfoque.
ducción de lealtad de sectores sociales es-
tratégicamente importantes (burocracia, Para los estructuralistas, en cambio, el as-
clase media técnica, militar, entre otros). pecto político es primordial. La crisis de re-
Simultáneamente, crece la precariedad de gulación estatal frente al sistema económi-
otras formas de producción de lealtad co es por consiguiente una cuestión de ra-
(clientelismo, patrimonialismo) por los cionalidad administrativa y no de delimita-
cambios demográficos y sociales. En cam- ción entre los sistemas. En el centro del
bio, mecanismos democráticos de legitima- concepto estructuralista se encuentra la cri-
ción se vuelven más atractivos, primero co- sis de legitimidad, entendida como crisis del
mo proyecto político-ideológico en oposi- contrato social. No se puede mejorar la si-
ción a gobiernos militares, después como tuación de los recursos estatales sin formas
proyecto oficial de gobiernos civiles. modernas de legitimación que abren nuevas
fuentes de recursos financieros, aumentan
No todas las crisis de distribución se la efectividad administrativa y aseguran la
transforman en crisis política. Para que esto lealtad de las masas. El predominio social
suceda, hay que contar con dos condiciones del principio de intercambio no se discute
necesarias: primero, los beneficiarios del es- en este modelo voluntarista.
quema de distribución no se dejan satisfa- Finalmente, dentro del enfoque marxis-
cer con beneficios compensatorios (ej., gra- ta, las crisis sociales se derivan de los movi-
tificaciones simbólicas). Se observa, enton- mientos del capital. El sistema económico
ces, una pérdida de legitimidad. Segundo, con su dinámica causa procesos de ajuste
ésta se vuelve crisis política cuando afecta social y les impone su lógica. La dinámica
la cohesión dentro de la elite y permite la política del proceso y la complejidad de las
formulación de proyectos político-ideoló- relaciones entre los sistemas sociales que-
gicos alternativos (Przeworski, 1986: 51 s.). dan al margen del análisis.
Hemos visto que, como resultado de su ¿Qué importancia tienen estas reflexio-
intervención, el Estado no puede cumplir nes para nuestro tema? Hemos tratado de
más su función de intermediario entre pro- relacionar dos conceptos, crisis y descentra-
ducción y socialización. Por lo tanto, crisis lización, al nivel teórico en forma lógica,
económica y crisis política son dos aspectos coherente y justificable. Al nivel empírico,
de una crisis del Estado periférico que radi- hay que relacionar fenómenos. Lo que aquí
ca en la discrepancia entre regulación nece- cuenta no son tanto las condiciones objeti-
saria y regulación política y financieramen- vas, sino más bien la percepción de las elites
te posible. Volviendo ahora a los conceptos políticas que tienen que enfrentarse a una
de crisis de las tres escuelas arriba discuti- situación que ellas juzguen desestabilizado-
das, parece posible afirmar que las tres se ra. La decisión de adoptar un cierto pro-
concentran en uno u otro aspecto, pero no yecto de descentralización depende, por lo
en la situación en su totalidad. tanto, de informaciones sobre los propios
72 REVISTA EURE N o 50

intereses y los de otros grupos importantes, tual en América Latina son los costos de
igual que sobre el marco institucional y co- una reforma, respecto a los recursos finan-
yuntural de la acción política. En cuanto a cieros que ésta pueda aportar al presupues-
este último se refiere, la percepción de cri- to público. Si el aspecto económico de la
sis de las elites se fundamenta en premisas crisis (endeudamiento externo, déficit pre-
teóricas y modelos como los que acabamos supuestal) prevalece en la percepción de las
de discutir. En forma de hipótesis, podemos elites, parece menos probable un "revol-
afirmar que el esquema general del ajuste cón" rotundo y, por ende, costoso a nivel
institucional depende en primera línea del institucional. Además, se puede suponer
concepto de crisis empleado. que en este caso la política de ajuste será
determinada por cálculos de costo-beneficio
4.2. Formas de descentralización más bien de corto plazo.
El costo o el aporte financiero de la des-
Hemos introducido arriba una tipología centralización depende de una serie de fac-
de ocho formas de descentralización. Pues- tores: primero, reformas extensivas (des-
to que la descentralización es un instrumen- concentración general y devolución general)
to de ajuste institucional a nuevas deman- son más costosas, por lo menos a corto pla-
das de regulación estatal, cabe la pregunta, zo, que cambios funcionales y limitados.
¿cuáles son los recursos que las diferentes Influyen aquí la creación de nuevos niveles
formas aportan al sistema político? Hemos de gobierno y de administración, la amplia-
distinguido como recursos del Estado la ra- ción de la planta de personal, yuxtaposicio-
cionalidad administrativa, los medios finan- nes y problemas de coordinación, resisten-
cieros y la legitimidad. cia desde las estructuras viejas, etc. Segun-
(1) Con la racionalidad administrativa se do, la financiación de las instituciones des-
persiguen dos objetivos generales: reducir centralizadas apunta frecuentemente a la
los costos de la regulación y mejorar en ca- captación de nuevos recursos. Una forma
lidad y cantidad los servicios públicos. No mencionada arriba es la cofinanciación, por
obstante, vamos a afirmar que la racionali- la cual los usuarios participan con capital o
dad administrativa como recurso sólo tiene trabajo en la provisión de un servicio. Otra
importancia en el sentido de que por medio forma es el mejoramiento del sistema local
de ella crece el espacio de distribución o de recaudación de impuestos. Una manera
la legitimidad del régimen. Como ya es bien de ampliar el espacio distributivo del Esta-
sabido, la descentralización apunta a la es- do central es la delegación autoritaria de
tabilización de un sistema político en crisis. funciones a niveles inferiores de gobierno
En muchas sociedades periféricas la estabi- sin transferencia adecuada de recursos fi-
lidad política depende en buena parte de nancieros. Tercero, es común la liberación
estructuras de distribución que no tienen de recursos mediante el desmonte de algu-
nada que ver con una administración efi- nos servicios públicos. En este contexto,
ciente en el sentido weberiano. Por lo tan- hay que mencionar la privatización de ser-
to, hay un cierto interés en una administra- vicios sociales o de infraestructura y el des-
ción irracional, lo que arriba hemos discuti- pido masivo de empleados del Estado. Cuar-
do como problema de delimitación dentro to, la privatización de empresas públicas
del sistema político-administrativo. Este in- muchas veces implica un flujo directo de
terés a su vez define políticas de domina- medios hacia el Estado.
ción y de autoprivilegización y puede modi- (1) Sin lugar a dudas, el recurso legiti-
ficarlas cuando las contradicciones de la in- midad tiene mucha relevancia en la situa-
tervención estatal se vuelven críticas, o sea ción actual en América Latina; no es ca-
cuando el régimen pierde de manera signfi- sual que se enfatice la dimensión "demo-
cativa espacios de distribución o legitimi- crática" y "participativa" en casi todos los
dad. En estos casos, la racionalización ad- proyectos descentralizadores. Entendemos
ministrativa puede servir como instrumento aquí bajo "legitimidad" la aprobación por
para la recuperación de recursos. parte de individuos o grupos de un régimen
(2) Lo que sí cuentan en la situación ac- político que se caracteriza por ciertos pro-
HACIA UN CONCEPTO POLITOLOGICO DE LA DESCENTRALIZACION DEL ESTADO 73

cesos y estructuras de dominación política veces se declara como proceso de aprendi-


y repartición de recursos. Esta aprobación zaje político.
puede radicar económicamente en las polí- 4. Finalmente, la privatización también
ticas de distribución, políticamente en pro- puede contribuir a la legitimación de un
cesos formales de elección y decisión políti- régimen, beneficiando por ejemplo a grupos
ca e ideológicamente en la oferta de lugares cuyo apoyo político tiene importancia es-
de integración simbólica. Se puede suponer tratégica. El régimen puede utilizar recursos
de manera hipotética que formas políticas generados por la privatización para la am-
e ideológicas de legitimación prevalecen pliación de servicios sociales. Por lo menos
cuando los espacios de distribución se en- para una parte de la población, la privatiza-
cuentran limitados (ej., por las crisis del pre- ción de servicios puede implicar un aumen-
supuesto). De este modo, la descentraliza- to en la calidad de ellos.
ción puede cumplir una función legitima-
dora en varios aspectos de la crisis actual: 4.3. Condiciones políticas
1. Como proyecto político-ideológico,
Hemos relacionado diferentes opciones
contribuye a la reproducción simbólica del
de descentralización con la percepción de
régimen; por un lado, las ofertas de demo-
crisis de las elites involucradas. Sin embar-
cratización y participación tienen un carác-
go, no cabe duda de que las condiciones po-
ter apelativo. Por otro lado, el proyecto de
líticas en su conjunto influyen en la formu-
la modernización del Estado con criterios
lación e implementación de la reforma des-
de racionalidad administrativa ayuda en la
centralizadora. En este contexto, podemos
construcción de una imagen del Estado
identificar cuatro variables, recogiendo al-
como expresión neutral del interés común.
gunas observaciones de Gregory Schmidt
De esta manera, la descentralización puede
(1989: 196-198).
contribuir a la legitimación de un régimen
aun antes de su implementación. (1) Según Schmidt, grupos de interés y
partidos dominan el proceso político en re-
2. El carácter legitimador de la descen- gímenes democráticos, mientras que el Es-
tralización política tiene dos posibles di- tado tiene mucho más autonomía en regí-
mensiones: primero, la reforma abre nuevas menes autoritarios. En el primer caso hay
arenas políticas a nivel regional o local, varias opciones de descentralización, pero
creando nuevas formas de participación y son más adecuadas las formas de devolu-
control ciudadano. No obstante, estas are- ción general y delegación política. Bajo re-
nas políticas siempre constituyen también gímenes autoritarios se descarta la descen-
nuevos lugares de intervención estatal. Se- tralización política.
gundo, amplifica estructuras participativas
Frente a la diversidad de los regímenes
ya existentes, sobre todo por medio de for-
latinoamericanos, parece necesaria una ma-
mas de descentralización funcionales y es-
yor diferenciación de la variable. A este ni-
pecíficas (devolución funcional).
vel de agregación (democrático o autorita-
3. Otro aspecto es el mejoramiento cua- rio), el valor explicativo del argumento es
litativo o cuantitativo de los servicios públi- limitado. La mayoría de los regímenes la-
cos a través de la descentralización adminis- tinoamericanos hoy en día están caracteri-
trativa. Reformas administrativas pueden zados por una mezcla compleja y dinámica
servir para la ampliación espacial de servi- de políticas integrativas y excluyentes, de-
cios sociales. Ciertos grupos de usuarios mocráticas y autoritarias. Tomando esto en
pueden beneficiarse de servicios más econó- cuenta, parece más útil la identificación de
micos prestados por una administración las políticas de dominación prevalecientes
más eficiente, ya que la descentralización que la clasificación en tipos de régimen, lo
funcional de unidades administrativas faci- que además permite estudiar la relación en-
lita la oferta de servicios a grupos específi- tre estas políticas y la descentralización. La
cos. Por medio de la cofinanciación se bus- argumentación de Schmidt sugiere una rela-
ca también una mayor identificación de los ción unívoca, en el sentido de que los regí-
usuarios con la oferta de servicios, lo que a menes políticos tienden a reproducir las
74 REVISTA EURE N o 50

políticas predominantes de dominación en (Palma, 1983: 4-8). A pesar de que en la


el marco de las reformas descentralizadoras. praxis política los Estados federales en
(2) La segunda variable es la de la buro- América Latina normalmente no son menos
cratización que relaciona la integración y centralizados que los Estados unitarios, pa-
diferenciación funcional del aparato estatal rece lógico que el orden constitucional in-
con la extensión de la reforma descentrali- fluye en el espectro de opciones de descen-
zadora. Cuanto más desarrollado el aparato tralización, ya que en los Estados federales
del Estado, más difícil se vuelve la imple- existe un nivel de gobierno inferior con es-
mentación de reformas extensivas, por dos tatutos y autonomía constitucional. Es de
razones: primero, existe una tendencia al suponer que la descentralización político-
conservantismo estructural del aparato bu- administrativa en estos Estados se concen-
rocrático diferenciado. Segundo, y más im- trará en la transferencia de competencias y
portante, en muchas sociedades periféricas recursos hacia los Estados federales. Al mis-
el control político (la colonización) de la mo tiempo, el orden constitucional crea lo
burocracia decide en buena parte sobre la que se puede llamar "ventanas de oportuni-
repartición de los recursos esenciales. Lo dad" para reformas. Schmidt (1989: 220-
que quiere decir (otra vez en forma hipoté- 225) observa ventanas de oportunidad en
tica) que el grado de resistencia al cambio los primeros arios del ciclo presidencial en
de la burocracia depende también de los in- países con un orden democrático y vigente.
tereses de las elites que vienen controlando Sostiene que en este período el gobierno se
partes del aparato estatal. encuentra en una situación privilegiada para
adelantar reformas institucionales.
(3) La tercera variable, formación de
alianzas, se fundamenta en la premisa de que He aquí cuatro variables que especifican
alianzas entre diferentes grupos dominan el el conjunto de las condiciones políticas pa-
proceso político, buscando el control sobre ra la descentralización. Dos de estas varia-
el Estado. Por su poder de bloqueo mutuo, bles hacen referencia a estructuras institu-
la implementación de cualquier forma de cionales, o sea, la estructura del aparato es-
descentralización se vuelve sumamente di- tatal y el orden constitucional del sistema
fícil. De todas maneras, vale la siguiente político. Las dos restantes fueron procesos
aclaración: dentro de sistemas políticos en institucionalizados de mantenimiento del
los cuales la mayoría de la sociedad no tie- régimen de dominación, por un lado, y de
ne acceso al poder, la variable se refiere más la regulación de conflictos dentro de la
que todo a la regulación de conflictos den- elite, por el otro. De todas maneras, las
tro de la elite. Es la elite central la que nor- condiciones políticas no sólo afectan la for-
malmente define el proyecto de descentrali- ma institucional del proyecto de descentra-
zación y sus conflictos internos influyen en lización, sino también el curso de la imple-
la implementación. Podemos formular otra mentación y los resultados de la reforma.
hipótesis: cuando la élite se encuentra co-
4.4. Resultados
hesionada en torno a los objetivos básicos
del régimen y a los mecanismos de regula- Dentro del proyecto de reforma, el éxito
ción de conflictos, parece poco probable de la descentralización se define, en gene-
una reforma extensiva de descentralización ral, por los recursos que pueda aportar a un
política. Sin embargo, resulta más probable sistema político que enfrenta espacios es-
en este caso la implementación del proyec- trechos de distribución y una pérdida de
to de reforma. legitimidad. En este contexto hemos men-
(4) El cuarto factor importante es la for- cionado a los medios financieros y a la legi-
ma constitucional de las instituciones polí- timidad como recursos políticos básicos.
ticas. Ellas no sólo son el producto de con- Sin embargo, los cambios institucionales de
flictos sociopolíticos, sino que constituyen la reforma también pueden crear disfuncio-
también el marco más o menos fijo dentro nes para el sistema político-administrativo
del cual estos conflictos se desenvuelven. en la medida en que estrechen más los espa-
Para nuestro tema, la diferenciación entre cios distributivos o hagan más presión sobre
Estados federales y unitarios es decisiva el sistema de legitimación.
HACIA UN CONCEPTO POLITOLOGICO DE LA DESCENTRALIZACION DEL ESTADO 75

El aumento de demandas de distribución de las cuales dependen jerárquicamente.


dirigidas hacia el Estado no siempre refleja Sin embargo, como observa Smith (1985:
un crecimiento de las necesidades objetivas. 91-98), las unidades inferiores frecuente-
También puede ser la expresión de una ca- mente aumentan su autonomía a través
pacidad creciente de articulación política, de informaciones y conocimientos espe-
resultado, por ejemplo, de la urbanización, la ciales y no siempre están dispuestas a
movilización de sectores marginados, la asumir su función de filtro arriba des-
importancia estratégica de algunos grupos crita.
específicos y, de manera indirecta, del des- 5. En casos de descentralización política y
monte del Estado social. El Estado a su vez bajo la presión de grandes expectativas,
puede reaccionar con una serie de políticas, los gobiernos locales posiblemente van a
entre ellas, la descentralización administra- dirigirse al centro en representación de su
tiva y social que en este contexto tiene las clientela, aprovechando los canales ins-
siguientes funciones: titucionalizados dentro del sistema polí-
Por un lado, nuevos niveles políticos fil- tico-administrativo.
tran a los intereses sociales mediante la 6. Finalmente, los mecanismos que llevan a
fragmentación espacial y la traducción ad- una creciente demanda de distribución
ministrativa de sus demandas, haciéndoles presuponen en parte procesos de apren-
manejables para el centro. Por otro lado, las dizaje, pero no en el sentido de una edu-
instituciones descentralizadas cumplen una cación hacia la democracia: se trata más
función de racionalización hacia abajo, blo- bien del hecho de que no se utilizan ple-
queando demandas irracionales, captando namente desde el principio las nuevas
nuevos recursos y ofreciendo servicios. Sin posibilidades de participación.
embargo, es posible que la misma descen-
tralización produzca una mayor presión dis- Ya se ha mencionado que una de las fun-
tributiva: ciones de la descentralización es el aumento
de la legitimidad del régimen político14 . En
1. Los costos de la reorganización institu- todo eso, de la reforma no siempre resulta
cional posiblemente implican la reduc- realmente una mayor legitimidad:
ción de otros gastos, desfavoreciendo
determinados grupos (ej., partes de la bu- 1. Si el proyecto de descentralización no se
rocracia ministerial en el caso de la des- implementa o trae resultados imprevis-
centralización administrativa). Ellos van tos, pierde su carácter ideológico-apela-
a articular nuevas demandas frente al sis- tivo. Este efecto se refuerza cuando gru-
tema político-administrativo. pos de oposición presentan proyectos al-
ternativos y de pronto más democráticos.
2. La privatización de empresas también
puede aumentar (por lo menos a corto 2. La descentralización, sobre todo en sus
plazo) la presión distributiva, dado un formas económicas, implica normalmen-
cierto grado de organización sindical. En te el desmonte o empeoramiento de algu-
general, los procesos de empobrecimien- nos servicios sociales y, por consiguiente,
to de vastos sectores sociales que suelen la pérdida parcial o total de la lealtad po-
acompañar a los programas de privatiza- lítica de los afectados. Entre ellos figu-
ción van a aumentar la demanda por ser- ran sectores populares y marginados que
vicios básicos y sociales. de manera creciente articulan su incon-
formidad fuera de los canales de parti-
3. A nivel local, la descentralización admi-
cipación ofrecidos por el Estado. Fre-
nistrativa y política puede hacer más
cuentemente, éste reacciona con el de-
presente, transparente y accesible el Es-
tado, permitiendo de esta manera una
mayor efectividad en la articulación de 14
Esta observación vale aun en los casos de los regíme-
intereses. nes militares: la descentralización en Chile bajo Pinochet
por cierto no buscó la lealtad de las masas, pero sí la mo-
4. Es común que se tome a las unidades ad- dernización del Estado en el marco de un modelo neolibe-
ministrativas descentralizadas como re- ral de desarrollo, lo cual aseguró a los militares el apoyo
presentantes de las entidades centrales, de fracciones importantes del capital.
76 REVISTA EURE N° 50

sempeño de su poder coercitivo y de re- tro de la ciencia política. Finalmente, he-


presión. mos esbozado algunas ideas frente a cuatro
3. No obstante, frente a grupos que tienen variables que juzgamos de importancia cru-
importancia estratégica y capacidad de cial para el entendimiento de los procesos
articulación política, el Estado tiene un de descentralización en América Latina.
espacio de represión mucho más limita- Dada la complejidad del asunto, la elabo-
do. Cuando estos grupos se ven afectados ración de un aparato terminológico y de
por la descentralización, pueden ejercer variables teóricas constituye apenas un pri-
una presión significativa sobre el régimen mer paso. Sin embargo, es un paso indis-
y de este modo influir en el rumbo de la pensable hacia un análisis que tome en cuen-
reforma. ta lo común y lo específico, lo estructural
y lo conyuntural de los diferentes casos.
4. Finalmente, la creación de nuevos niveles
Tenemos que avanzar en esta dirección para
de administración y gobierno puede cau-
que al fin podamos entrar en un debate real-
sar mayores expectativas frente al siste-
mente fructífero y realista sobre los bene-
ma político-administrativo, movilizando a
ficios y peligros que trae esta nueva "moda
sectores sociales hasta entonces apáti-
latinoamericana", la descentralización.
cos. A corto plazo, esto puede aumentar
la legitimidad del régimen, sobre todo en
casos de transformación del régimen po- BIBLIOGRAFIA
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