El poema describe una escena nocturna oscura y tormentosa. En este contexto, el narrador ve a su amada vestida de blanco en su boda con otro hombre. Aunque ella parece feliz, el narrador cree que en el fondo lo recordará a él, ya que él fue su primer amor y le enseñó sobre el amor y la pasión. El narrador no le reprocha casarse con otro, sino que celebra que ella sea feliz, aunque él sabe que los vestidos blancos ya no significan lo mismo para él desde que la perdió.
El poema describe una escena nocturna oscura y tormentosa. En este contexto, el narrador ve a su amada vestida de blanco en su boda con otro hombre. Aunque ella parece feliz, el narrador cree que en el fondo lo recordará a él, ya que él fue su primer amor y le enseñó sobre el amor y la pasión. El narrador no le reprocha casarse con otro, sino que celebra que ella sea feliz, aunque él sabe que los vestidos blancos ya no significan lo mismo para él desde que la perdió.
El poema describe una escena nocturna oscura y tormentosa. En este contexto, el narrador ve a su amada vestida de blanco en su boda con otro hombre. Aunque ella parece feliz, el narrador cree que en el fondo lo recordará a él, ya que él fue su primer amor y le enseñó sobre el amor y la pasión. El narrador no le reprocha casarse con otro, sino que celebra que ella sea feliz, aunque él sabe que los vestidos blancos ya no significan lo mismo para él desde que la perdió.
Las estrellas titilando de frió en su locura Los rayos de la tormenta intentaban iluminar con el viento Pero la pertinaz lluvia ensombrecía aún más el firmamento Una neblina viscosa cubría sin piedad el paisaje Un hecho inusual estuvo por concluir su viaje Con ello llegaba el final de una etapa ligera Y mi mirada quedaba quieta a punto de entrar en ceguera Sentía que me elevaba en manos sombrías Con el rostro paralizado, las manos frías, Al verte vestida de blanco y gavilla de flores Con anillo entre tus dedos que un día acariciaron mis cumbres Aunque en tu rostro caído; la felicidad pareciera que prescinde Tal vez solo sean por impulsos que la realidad esconde O caso en tu mente cruza el poeta que siempre añoras Aquel romántico hombre que le podías besar mil horas El que te enseño a besar y amar con pureza y sin sosiego El que cautivo tu sublime corazón cuando apenas era ciego De quien era luz cuando tus lágrimas eran por prosperidad De quien era autentico dueño de tu excelsa felicidad
Después de haber vivido a mi lado como nunca
Te enlazas como si nada de blanco y sin bronca Mientras los demás te ven irradiada de toda bendita pureza Yo te veo llena de pecados por lo que hicimos rehusando la nobleza Quizá con los mismos sustantivos te referirás al que hoy te engalana Con las mismas actitudes intentaras quitarme de tu almohada Pero cuando mires en el cielo el atardecer con fondo oscuro Seguro recordaras todo lo que dio mi corazón puro
No reprocho por que hoy ya seas toda una esposa
Celebro alzando tu copa esa dicha que deje entre una fosa Sabías que en mi camino; los vestidos blancos siguen perdidos Porque mí en filosofía no existen las promesas de halagos heridos Entendiste que ningún poeta es árbol para hacer sombra al mismo sitio Ni es agua para vivir calmando al sediento Tampoco es sol para vivir alumbrando el mismo mundo Pero tiene un sentimiento que lo añoraras cuando todo esté perdido Flavio Bautista Soto