Sintetiza la vía de negación y vía de eminencia que desarrolla Santo Tomás
para explicar la naturaleza o esencia de Dios.
Vía de negación: La vía de negación consiste en eliminar o descartar de la noción de Dios todo lo que sea incompatible, todo lo que suponga imperfección; de manera que así se determinan sus diferencias respecto de las criaturas, se muestra que Dios no es como ellas. Entonces resulta que Dios es simple, perfecto, bien supremo, infinito, omnipresente, inmutable y eterno. Este procedimiento negativo tiene su fundamento en la circunstancia de que todo nuestro conocimiento de Dios es siempre deficiente, y su ser siempre nos quedará oculto; y éste es el conocimiento supremo que podemos tener de Él en esta vida: que conozcamos que Dios está por encima de todo lo que pensamos acerca de Él. Vía de eminencia: Como las cosas sensibles son efectos de Dios, es posible conocer a Dios indirectamente como causa de ellas, porque necesariamente tiene que haber cierta semejanza entre el efecto y la causa (por ello se demostró su existencia a partir de la existencia de las cosas sensibles). Entonces, todas las perfecciones que se encuentran en las criaturas tendrán que encontrase también en Dios, puesto que es la causa de todas ellas, sólo que en grado eminente, de manera infinitamente superior.; y por esto, se concluye que Dios es infinitamente sabio, infinitamente bueno e infinitamente justo.