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Genu recurvatum
G. Demey, S. Lustig, E. Servien, P. Neyret

El genu recurvatum se define como la hiperextensión de la rodilla más allá de 180◦ o


posición cero de referencia. En la mayoría de los casos es bilateral, simétrico, de origen
constitucional y asintomático. Puede ser congénito o adquirido (óseo, ligamentoso o
mixto) y, en este caso, asimétrico y posiblemente sintomático. Se presenta con diversas
manifestaciones clínicas: dolor, inestabilidad femorotibial, inestabilidad femoropatelar,
desigualdad de longitud de los miembros inferiores e incluso un perjuicio estético. La
exploración física debe ser completa y, sobre todo, bilateral comparativa. La exploración
radiológica permite medir el grado del recurvatum, tanto en el aspecto óseo intraarti-
cular o extraarticular como en el aspecto ligamentoso. El recurvatum óseo es distinto
al ligamentoso, pero pueden estar asociados. La búsqueda etiológica permite escoger el
tratamiento adecuado. En el tratamiento quirúrgico predominan las técnicas de osteo-
tomía de abertura tibial anterior, pero no son las únicas. De forma asociada o aislada
también pueden efectuarse procedimientos ligamentosos o conservadores.
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Palabras clave: Genu recurvatum; Osteotomía tibial anterior; Osteotomía femoral;


Poliomielitis; Inclinación tibial; Ángulo epifisario femoral

Plan  Introducción
■ Introducción 1 El genu recurvatum puede ser congénito, constitucio-
■ Definición 1 nal o adquirido. La mayoría de las veces corresponde
Genu recurvatum constitucional (o familiar) 1 a un estado fisiológico frecuente del adulto [1] . En este
Genu recurvatum congénito 2 caso contribuye al bloqueo correcto de la rodilla en la
Genu recurvatum adquirido 2 vida diaria y puede ser indispensable para la acelera-

ción final en una carrera de velocidad. Hay consenso
Exploración clínica 2
respecto a que el recurvatum simétrico debe preservarse.
Síntomas encontrados en la anamnesis 2
La simetría se refiere aquí a la similitud entre ambos
Exploración de la marcha 2
miembros.
Medida del genu recurvatum 2
En cambio, los genu recurvatum adquiridos suelen ser
Exploración general de los dos miembros inferiores 2
asimétricos y sintomáticos, y deben considerarse como
■ Pruebas complementarias 3 patológicos. Asimismo, un genu recurvatum mayor a 20◦
Radiografías 3 se considera excesivo. En estos casos, es indispensable
Tomografía computarizada 3 pensar en su corrección quirúrgica.
■ Etiología 4
Genu recurvatum constitucional 4
Genu recurvatum congénito
Genu recurvatum adquirido
4
4
 Definición
■ Métodos terapéuticos 5 El genu recurvatum se define por el grado de hiperex-
Métodos conservadores 5 tensión de la rodilla más allá de la alineación femorotibial
Métodos quirúrgicos óseos 5 sagital igual a 180◦ o posición 0 de referencia. Un ángulo
Técnicas ligamentosas 7 femorotibial a 190◦ corresponde a un recurvatum global
■ Indicaciones 8 igual a 10◦ .
En caso de genu recurvatum constitucional 8 Se distinguen tres tipos de genu recurvatum.
En caso de genu recurvatum óseo 8
En caso de deformación tibial 8
En caso de recurvatum ligamentoso 8 Genu recurvatum constitucional
En caso de recurvatum mixto y, sobre todo, en el contexto
de la poliomielitis 8
(o familiar)
■ Conclusión 8 El genu recurvatum bilateral y simétrico es común. Está
presente en numerosas personas y suele ser asintomático.

EMC - Aparato locomotor 1


Volume 47 > n◦ 1 > marzo 2014
http://dx.doi.org/10.1016/S1286-935X(14)66936-7
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A B
Figura 1. Medida del genu recurvatum (A, B).

Se trata del recurvatum constitucional o familiar, normal- articulación femoropatelar y causa atrofia del cuádriceps.
mente inferior a 15◦ . En una población de referencia de La hiperextensión también puede causar inestabilidad
100 personas, Lecuire et al [1] encontraron hiperextensio- femoropatelar debido a una posición falsamente alta de
nes de la rodilla de 0-5◦ en el 11% de los casos, de 5-10◦ en la rótula.
el 21% y de 10-15◦ en el 8%. De hallazgo fortuito o como Además, los pacientes tienen dificultades para caminar
resultado de una valoración estética, no necesita ningún sobre una superficie irregular y para practicar deportes.
tratamiento especial [1] . Sin embargo, más allá de 15◦ , o en También puede observarse desigualdad de los miembros
presencia de síntomas, puede ser necesario el tratamiento inferiores. El genu valgum es frecuente y produce la
quirúrgico. impresión de un seudoalargamiento del miembro infe-
rior. Por el contrario, el cierre precoz de la placa de
crecimiento proximal de la tibia puede provocar un
Genu recurvatum congénito acortamiento.

El genu recurvatum es mucho más infrecuente y más


grave. A menudo se asocia a artrogriposis (luxación con-
génita de la rodilla por malformación compleja de la
Exploración de la marcha
articulación). La mayoría de las veces necesita un trata- La pregunta es si el paciente utiliza el recurvatum con
miento quirúrgico. apoyo monopodal en el transcurso de la marcha. Este
concepto es fundamental en el tratamiento del genu
recurvatum poliomielítico. Hay que preservar esta posi-
Genu recurvatum adquirido ción porque es la única garantía del bloqueo de la rodilla
El genu recurvatum adquirido es la consecuencia, por en este tipo de lesión muscular. Si el recurvatum se agrava
ejemplo, de una fractura distal del fémur distal o proxi- durante la marcha, se habla de «basculación en recurva-
mal de la tibia consolidada con callo vicioso o de déficits tum durante el apoyo monopodal».
musculares secundarios a una parálisis. La causa puede
ser ósea o ligamentosa. En el estudio clinicorradiológico
se mide el genu recurvatum global y se evalúa la parte ósea Medida del genu recurvatum (Fig. 1)
(femoral o tibial) y, luego, la parte ligamentosa en caso de
recurvatum mixto. La asimetría se busca:
• con el paciente en decúbito prono, ambos fémures
apoyados en el extremo de la camilla y las piernas
extendidas en el aire. Se aprecia la altura de los talones
 Exploración clínica y, en caso de genu recurvatum asimétrico, se observa
una diferencia;
En todos los casos debe valorarse la simetría. Un genu • con los pies del paciente apoyados sobre el vientre del
recurvatum asimétrico es a priori patológico, por lo que facultativo (situado al pie de la camilla) para detec-
la exploración debe ser forzosamente bilateral y compara- tar una asimetría en hiperextensión, signo de un genu
tiva. recurvatum asimétrico (es el método que nosotros pre-
ferimos).

Síntomas encontrados en la anamnesis


Los síntomas principales son el dolor de las rodillas, Exploración general de los dos
las inestabilidades femorotibiales o femoropatelares, una miembros inferiores
deformación antiestética, tumefacciones o una debilidad
del miembro inferior [1–8] . Se busca una deformación frontal [9] , en varo o en valgo,
La inestabilidad femorotibial anteroposterior y la y se verifica si se agrava o no al pasar de la extensión a la
debilidad del miembro inferior son secundarias a la hipe- hiperextensión. El recurvatum con rotación tibial interna
rextensión, que disminuye el brazo de palanca de la puede agravar un varo tibial.

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Figura 2.
A. Ángulo de genu recurvatum global (R)
formado por los ejes anatómicos tibial y
F femoral.
B. Ángulo de inclinación tibial (T) calcu-
lado a partir del ángulo formado por el
eje anatómico tibial y la tangente al pla-
tillo tibial interno.
C. Ángulo epifisario femoral (F) medido a
partir del ángulo formado por las rectas
R T perpendiculares a la cortical femoral ante-
rior y tangente a la línea de Blumensaat.
Debe compararse con el lado opuesto.

A B C

Se observa la longitud de los miembros en busca de Radiografías


una desigualdad: verdadera en caso de epifisiodesis y falsa
en caso de recurvatum mayor, en el cual el miembro que La exploración radiográfica consiste en:
parece acortado recupera la longitud normal en posición • una goniometría de los miembros inferiores con apoyo
cero. bipodal, que informa sobre las posibles deformaciones
A continuación se observa lateralmente la rodilla en frontales y las desigualdades de longitud;
flexión. Esto permite ver la absorción asimétrica de la • una placa panorámica lateral con el miembro inferior
tuberosidad tibial anterior (TTA) como secuela de una epi- en hiperextensión, que permite calcular el recurvatum
fisiodesis. global y sus componentes óseos, femoral o tibial (Fig. 2).
Se busca una laxitud anterior, posterior o frontal, y En las deformaciones distales, el recurvatum femoral
signos meniscales que orientan hacia un muy probable se determina midiendo el ángulo epifisario femoral en
mecanismo traumático. Luego se mide la rotación o tor- comparación con el lado contrario. En la zona metafisoe-
sión tibial externa. pifisaria se busca también un callo vicioso en recurvatum,
Puede medirse en bipedestación o en decúbito. En bipe- el cual se determina a partir del ángulo definido por las
destación se colocan las rodillas juntas (rótulas de frente dos rectas tangentes a la cortical anterior del fémur a
y paralelas al plano frontal). El eje que pasa por los maléo- ambos lados de la deformación ósea. Especialmente en
los y el eje frontal forman un ángulo que corresponde a la deformación distal, los autores de este artículo prefie-
la rotación o torsión tibial. En decúbito se coloca las rodi- ren la medición comparativa en ambas rodillas del ángulo
llas en extensión y las rótulas al cenit (paralelas al plano formado por la tangente a la cortical anterior de la línea
de la camilla, horizontal). El ángulo entre el eje de los de Blumensaat, que permite cuantificar el recurvatum de
maléolos y el plano horizontal corresponde a la rotación origen femoral.
tibial. El análisis simple del recurvatum tibial consiste en
Se verifica el estado de las estructuras posteroexternas medir la inclinación tibial, en general orientada hacia
mediante la prueba de Hughston (recurvatum-rotación atrás y hacia abajo, igual a 10◦ ± 3◦ . También hay que
externa) [10] . Con el paciente en decúbito, se levantan buscar una deformación tibial diafisaria, secundaria al
ambos miembros inferiores sosteniéndolos por los dedos traumatismo que causó el recurvatum tibial.
gordos. El recurvatum asimétrico en esta posición, con la La inclinación tibial puede medirse de varias mane-
tibia en rotación externa, indica la lesión de las estructuras ras [11] , tomando como eje la cresta tibial anterior, la
ligamentosas posteroexternas. cortical posterior o el eje peroneo. Los autores de este artí-
Después se buscan hiperlaxitudes de las otras articula- culo miden el eje como lo indicaban Dejour y Bonnin [12] .
ciones (recurvatum del codo, hiperextensión del pulgar, El eje de referencia tibial corresponde a la bisectriz de las
laxitud glenohumeral) o, al contrario, rigidez muscular, dos rectas situadas a 10 cm entre las corticales anterior y
sobre todo del cuádriceps y de los isquiosurales. La rigi- posterior, debajo de la TTA:
dez del cuádriceps se valora con el paciente en decúbito • una radiografía lateral de la rodilla a 30◦ de flexión
prono, es decir, con la cadera en extensión sobre la cami- para calcular la altura rotuliana con el índice de Caton-
lla, y se mide la distancia talón-nalga durante la flexión Deschamps [13] ;
máxima de la rodilla. Los isquiosurales se evalúan con • una radiografía anteroposterior con apoyo monopo-
la cadera a 90◦ de flexión y el pie en flexión dorsal. Se dal para detectar una posible decoaptación femorotibial
coloca la rodilla en extensión máxima y se mide el ángulo externa.
poplíteo. Además, puede sumarse una traslación tibial posterior,
La exploración física completa permite analizar mejor ya sea en relación directa con una ruptura del ligamento
el recurvatum en su totalidad, pero no basta para sacar cruzado posterior (LCP) o debida a la inversión de la incli-
una conclusión, por lo que es necesario indicar pruebas nación tibial.
complementarias. La radiografía panorámica lateral se efectúa en ambos
miembros inferiores a efectos de comparar los ángulos y
las estructuras óseas, así como para buscar callos viciosos
y secuelas de fracturas o de epifisiodesis.

 Pruebas complementarias Tomografía computarizada


El objetivo es cuantificar el recurvatum global de ambas Esta exploración es necesaria en presencia de callos
rodillas, calcular la parte ósea en el fémur y/o la tibia y, en viciosos, sobre todo femorales, en busca de trastornos
algunos casos, deducir la participación ligamentosa. de torsión. Las mediciones comparativas de la antever-

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sión femoral, de la distancia entre la TTA y el fondo de del platillo tibial o una traslación tibial posterior (no hay
la garganta troclear (TA-GT) y de la torsión tibial permi- que confundir este aspecto clínico con un cuadro de rup-
ten analizar las deformaciones alrededor de la rodilla en tura del LCP).
su globalidad con el fin de tratar otras anomalías, si es Hay varias causas:
necesario en la misma intervención. • traumatismos por golpe directo sobre la TTA;
Después de esta exploración clinicorradiológica com- • despegamiento epifisario o fractura diafisaria irradiada
pleta se aprecia y analiza la causa del recurvatum para en la metáfisis [20–22] ; otra causa puede ser la actividad
adaptar lo mejor posible la conducta terapéutica. deportiva sostenida con traumatismos repetidos de la
placa de crecimiento [23] ;
• lesiones iatrogénicas, numerosas en el niño [24] :
 Etiología ◦ traumatismos por grapados para corregir una desi-
gualdad de longitud de los miembros o un defecto
Genu recurvatum constitucional del eje frontal;
◦ tratamiento ortopédico con yeso;
De frecuencia considerable, se observa en el 40% de ◦ transposición de la TTA en el tratamiento quirúrgico
la población [14] . Está comprendido entre 5-15◦ , con un de una inestabilidad rotuliana;
término medio de 10◦ . ◦ radioterapia o raspado por tumor óseo del extremo
Se debe en general a una hiperlaxitud ligamentosa cons- superior de la tibia;
titucional. En términos fisiológicos, el compartimento ◦ fusión poco afortunada de un injerto óseo tibial;
femorotibial externo es más móvil que el interno. El bos- ◦ colocación de una tracción transtibial [25] ;
tezo externo en flexión, presente en cualquier persona • osteomielitis y otros procesos infecciosos;
normal, también se manifiesta en extensión en la per- • secuelas de una enfermedad de Osgood-Schlatter [6] de
sona hiperlaxa. Además, la distensión de las estructuras evolución espontánea o tratada de forma quirúrgica
posteriores permite el bloqueo de la rodilla, pero ya no (por ejemplo, durante la perforación);
en posición de extensión a 0◦ sino en recurvatum. Esto • enfermedad de Ehlers-Danlos [26] .
conduce a una hiperrotación tibial externa con traslación Además, las radiografías pueden revelar un callo vicioso
posterior del platillo tibial lateral. metafisodiafisario como secuela de una fractura femoral o
En algunos pocos casos, se asocia a una hipoplasia del tibial. En este caso, el recurvatum se asocia a menudo a
cóndilo femoral lateral y, en consecuencia, a genu valgum. otras deformaciones, frontales o de rotación, que deben
El genu recurvatum constitucional suele ser asinto- detectarse para adaptar el tratamiento.
mático. Sin embargo, a veces es el perjuicio estético el
que conduce al paciente a la consulta. Con todo, Dejour
advertía cierta propensión de estas rodillas a las rupturas Genu recurvatum articular
del ligamento cruzado anterior (LCA) y a las luxaciones En la tibia: fracturas articulares con hundimiento ante-
de la rótula, sobre todo más allá de un recurvatum de rior de los platillos tibiales. Por lo general, se trata de un
20◦ . esguince grave con lesión del pivote central durante una
En muchos casos se asocia a las inestabilidades rotu- hiperextensión con fractura del platillo por hiperpresión
lianas, de las cuales es uno de los factores secundarios tibial anterior.
favorecedores. La hiperextensión necesaria para el blo- En el fémur: se trata principalmente de secuelas de frac-
queo genera una seudorótula alta. Esta posición rotuliana turas y muy pocas veces de una hipoplasia del cóndilo
puede causar algunos problemas durante la flexión, con lateral, en cuyo caso se asocian genu recurvatum y genu
trastornos en el enganche femoropatelar, e incluso ines- valgum.
tabilidad rotuliana.

Genu recurvatum congénito Genu recurvatum de origen ligamentoso


De forma esquemática, se distinguen dos tipos: la dis-
Muy a menudo bilateral y simétrico, en ocasiones no es
tensión progresiva y la ruptura traumática en el contexto
más que la expresión de una hiperlaxitud en el momento
de un esguince grave complejo.
del nacimiento, que experimenta una regresión con el
paso de los años gracias al uso de aparatos correctores
que mantienen la rodilla en ligera flexión. Sin embargo,
puede tener otras causas. Hay que descartar las anomalías Genu recurvatum de origen mixto
graves del sistema neuromuscular [15, 16] , las artrogriposis Se trata de una deformación compuesta por una disten-
congénitas múltiples [17] y las condrodistrofias [18] . sión capsuloligamentosa posterior y un recurvatum óseo.
La lesión poliomielítica es la causa más típica [18, 27]
Genu recurvatum adquirido (Fig. 3). La parálisis inicial del cuádriceps genera una posi-
ción en recurvatum durante la marcha, indispensable para
Se distinguen los genu recurvatum de origen óseo, liga- el bloqueo de la rodilla, que tiende a aumentar las presio-
mentoso o mixtos (osteoligamentosos). nes en la parte anterior de los platillos tibiales por el exceso
de movimiento de los cóndilos femorales. A continuación
Genu recurvatum de origen óseo se produce una lesión del cartílago de crecimiento tibial,
una disminución de la inclinación tibial y, por tanto, un
La causa puede ser extraarticular o articular. También recurvatum óseo. De forma paralela se intensifica la dis-
hay que distinguir el origen femoral y tibial. tensión capsuloligamentosa posterior, hecho que agrava
Genu recurvatum extraarticular el genu recurvatum.
En caso de recurvatum extraarticular, las causas son Los traumatismos que asocian esguince grave y fractura
numerosas. Con frecuencia se trata de una lesión del car- con aplastamiento tibial anterior también causan recur-
tílago de crecimiento del niño. vatum mixto.
Este mecanismo crea una epifisiodesis anterior que ter- Por último, puede citarse el recurvatum secundario a
mina en un defecto de orientación de la inclinación las coxopatías de la infancia. En este caso, la deformación
tibial [19] . El diagnóstico se sospecha en la inspección por de la rodilla es consecutiva al desarrollo de una postura
una atrofia de la TTA, un relieve anormal asimétrico del viciosa vinculada a la lesión de la cadera, y forma parte de
cóndilo femoral sobre la pierna, una absorción posterior lo que antes se denominaba «rodilla compleja».

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Métodos quirúrgicos óseos


Osteotomía femoral correctora baja
De práctica difícil, se usa para corregir el defecto del
eje sagital, pero también muy a menudo las anomalías
asociadas en rotación o en valgo.
La tomografía computarizada (TC) suele ser indispensa-
ble para la programación quirúrgica. Se recomienda una
osteotomía de sustracción posterior. La intervención se
efectúa por una vía de acceso externa. La fijación se realiza
con placa de 90◦ . En general, se deja una charnela poste-
rior con la intención de obtener más solidez. Los autores
prefieren esta solución a la abertura anterior, pues ésta
plantea el problema de la tensión del sistema extensor,
que se opone a la corrección del recurvatum (Fig. 4).
Para los pacientes pediátricos se había descrito una téc-
nica de osteotomía femoral en «V», más inmovilización
con yeso sin osteosíntesis.
La osteotomía femoral es excepcional, salvo en la infan-
cia o en caso de callo vicioso femoral supracondíleo.

Osteotomía tibial alta


Figura 3. Genu recurvatum causado por una lesión poliomie- Responde a la necesidad de corregir una inclinación
lítica. tibial invertida [3, 11, 29–31] . Los autores de este artículo uti-
lizan la técnica de Dejour [32] y Lecuire [1] , derivada del
 Métodos terapéuticos método original de Lexer [33] y Brett [34] .
El principio es efectuar una osteotomía de aber-
tura anterior supratuberositaria con preservación de una
El tratamiento de un genu recurvatum necesita el estu-
charnela posterior (definida por la región anatómica com-
dio clínico y radiológico completo de la anomalía y de las
prendida entre las fibras del LCP y la inserción tibial de las
posibles deformaciones asociadas.
cubiertas posteriores) (Fig. 5).
La vía de acceso es anterointerna a lo largo del borde
interno del tendón rotuliano. La elevación de la TTA se
Métodos conservadores consigue gracias a una varilla ósea corticoesponjosa rese-
cada a lo largo de 6-8 cm (Fig. 6).
Se trata principalmente de la indicación de aparatos Se colocan clavos-guía anteroposteriores a partir de
ortopédicos y férulas que limitan la extensión e impiden unos 4 cm por debajo de la interlínea articular, en direc-
la posición en recurvatum. Sin embargo, su uso diario es ción ascendente por la inserción de las fibras posteriores
penoso para el paciente. La rehabilitación apunta al for- del LCP por encima de la inserción tibial de las cubiertas
talecimiento de los músculos flexores de la rodilla pero condíleas, para así obtener un efecto de charnela (Fig. 7).
sin fortalecer el cuádriceps, porque tendería a agravar el Se desliza la legra por debajo del haz superficial del
recurvatum. Noyes recomienda las taloneras y, sobre todo, ligamento lateral interno por dentro, previa desinserción
los tacones altos. En caso de recurvatum constitucional, parcial del tibial anterior por encima y por delante.
muchos pacientes mejoran con estos métodos simples. La osteotomía con sierra oscilante por debajo de los
Respecto a genu recurvatum de origen neurológico clavos pasa por encima de la articulación peroneotibial
paralítico, lo primero es la búsqueda etiológica [28] . superior. La osteotomía tibial se abre introduciendo en el
El tratamiento se basa en la protetización con orte- hueso, de forma sucesiva y uno sobre otro, osteótomos
sis para combatir la posición viciosa, la kinesiterapia de Lambotte con el fin de obtener el grado de correc-
convencional y la rehabilitación con retroalimentación ción previsto en la programación quirúrgica (Fig. 8). Se
electrogoniométrica. Pueden indicarse algunos procedi- considera, como primera aproximación, que 1 mm de
mientos quirúrgicos no óseos como la neurotomía o osteotomía de abertura permite obtener una corrección de
técnicas destinadas a los tendones. unos 2◦ . Durante la programación, para calcular los grados

Figura 4. Osteotomía femoral por sustrac-


ción posterior (A-C).

A B C

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A B C D
Figura 5. Principios de la osteotomía tibial antirrecurvatum. Obsérvese que la tuberosidad tibial anterior se fija en función de la abertura
anterior para no generar una rótula baja (A-D).

Figura 6. Vía de acceso anterointerna y elevación de 6-8 cm


de la tuberosidad tibial anterior.

Figura 8. Apilamiento de osteótomos de Lambotte hasta obte-


ner la abertura necesaria.

La cortical posterior se fragiliza con una broca de


3,2 mm a modo de «sello postal». El control clínico debe
ser sistemático a efectos de detectar una hipercorrección,
es decir, una deformación en flexión (Fig. 9). La osteosín-
tesis se efectúa con dos grapas de Blount a ambos lados de
la TTA.
El foco se llena con injerto óseo corticoesponjoso
extraído de la cresta ilíaca anterior homolateral (Fig. 10).
La TTA se fija con dos tornillos AO de 4,5 mm anteropos-
teriores sin modificar la altura rotuliana, es decir, elevando
la TTA una distancia equivalente a la altura de la abertura
anterior para evitar una rótula baja postoperatoria.
Al hacer la osteotomía se preserva una charnela tibial
Figura 7. Colocación de clavos-guía anteroposteriores. posterior, incluso en caso de que sea necesaria la correc-
ción en el plano frontal. Al respecto, la abertura tibial
de corrección deben tenerse en cuenta la anomalía ósea y anterior puede asociarse a cierto grado de corrección en
la anomalía clínica. este plano, recordando que en tal caso no hay que tratar de
Es inútil efectuar una osteotomía del peroné. corregir todo sino privilegiar la corrección del recurvatum.
Un recurvatum óseo de 20◦ puede tener una escasa En algunas situaciones, en función de los datos de la
expresión clínica, medida entonces en 10◦ , que no nece- TC y de los valores de TA-GT, puede optarse por una ligera
sita desde luego una corrección de 20◦ por el riesgo de medialización de la TTA.
producir una deformación en flexión, muy penosa para el En el postoperatorio se prescribe una movilización
paciente. progresiva sin superar 90◦ de flexión antes de 60 días (con-
Observación: el riesgo y la tendencia son la varización solidación de la varilla tibial), inmovilización con férula
tibial. En consecuencia, es preferible deslizar los osteóto- posterior de resina a 10◦ de flexión y controles radiográ-
mos hacia dentro. ficos, en especial una placa de la rodilla en proyección

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A B
Figura 9.
A. Recurvatum antes de la corrección.
B. Después de la corrección.

de ellos se manifestaban conformes y uno tenía dolores


persistentes. El recurvatum clínico medio preoperatorio
había sido de 22◦ y en el último control era de 11◦ . No se
produjo ningún estado de flexión permanente. La flexión
postoperatoria media era de 136◦ . La inclinación tibial
inicial de 92◦ de promedio era de 82◦ en el postoperatorio.
Tampoco se observó una pérdida de la corrección con el
paso del tiempo. La altura rotuliana medida con el índice
de Caton-Deschamps [13] era de 1,15 en el preoperatorio
y de 1,1 en el postoperatorio. Con relación a la escala
de la International Knee Society, los valores relativos a
rodilla y función eran de 74 en el último control. En
los tres pacientes con poliomielitis, las escalas clínicas
eran especialmente bajas, con una puntuación de 44 para
rodilla y de 33 para función.
Van Raaij y De Wall Malefijt [8] han comunicado los
resultados de una serie de 24 osteotomías tibiales altas
por genu recurvatum realizadas entre 1988 y 2005, con
Figura 10. Osteosíntesis con dos grapas de Blount a ambos
un seguimiento promedio de 7,4 años: en el 83% de los
lados de la tuberosidad tibial anterior.
pacientes eran satisfactorios. Los autores no señalaron
ninguna complicación infecciosa ni defecto de consoli-
dación.
lateral para medir la corrección obtenida. Las indicacio-
Se observó una tendencia a la varización tibial (incli-
nes incluyen un diferimiento del apoyo durante 60 días,
nación medial de la interlínea) con una modificación
marcha con dos bastones y una prevención antitrombó-
media de 1,3◦ . La inclinación tibial pasaba de 11,7 a
tica.
21,1◦ (corrección media de 9,4◦ ). La altura rotuliana había
disminuido, con un índice de Blackburne-Peel [38] que
Otras técnicas óseas pasó de 0,9 a 0,7. Cabe señalar que al no efectuar una
En caso de recurvatum por epifisiodesis, muy pocas elevación de la tuberosidad tibial, los autores no tuvie-
veces puede ser necesaria una desepifisiodesis para tratar ron en cuenta la altura rotuliana en el transcurso de la
de corregir la inclinación tibial. Algunos callos femorales cirugía.
o tibiales necesitan osteotomías correctoras localizadas. En ningún paciente se observaron signos de artrosis
La osteotomía tibial puede fijarse con un fijador externo en las radiografías. Uno de ellos presentó una rótula
de Ilizarov. También se han descrito varias técnicas de baja con artrosis femoropatelar secundaria, pero este
corrección para indicación pediátrica. La técnica con fija- paciente había sido tratado antes con una transferen-
dor externo de Ilizarov proporciona buenos resultados [35] , cia de la TTA. Dos años después de la cirugía, debido
incluso en casos de gran deformación [36] . Choi et al [4] han a un accidente deportivo, un paciente sufrió una rup-
publicado una serie de 10 pacientes tratados con el fija- tura del LCA que fue tratada desde el punto de vista
dor externo de Ilizarov por genu recurvatum secundario funcional. Otro paciente padeció algoneurodistrofia en
al cierre prematuro y asimétrico de la placa de crecimiento el postoperatorio. Dos pacientes presentaron problemas
tibial proximal. en el territorio del nervio femorocutáneo, consecuti-
vos a la obtención del injerto óseo de la cresta ilíaca
Resultados homolateral.
En 2009, se comunicaron los resultados de
16 osteotomías tibiales altas por genu recurvatum
realizadas entre 1997 y 2006 [37] . Las causas eran diversas: Técnicas ligamentosas
secuelas de poliomielitis (n = 3), lesiones multiligamen-
tosas (n = 3), callo vicioso de la tibia proximal (n = 6) y Con estos procedimientos quirúrgicos se pretende com-
epifisiodesis de la tibia (n = 3). La edad promedio en el batir la distensión capsuloligamentosa posterior o volver a
momento de la cirugía fue de 36 años (16-78). Después tensar el plano ligamentoso para evitar el recurvatum. En
de la intervención no se observó ninguna seudoartrosis. el contexto del tratamiento del recurvatum óseo, pueden
Doce pacientes fueron controlados a los 69 meses. Once asociarse a las técnicas óseas [1, 39] .

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Figura 11. Vía de acceso retroligamentosa interna y sutura


por imbricación de la cubierta condílea interna.

A B

Capsulorrafia posterior interna y externa curvatum o férulas simples. Aunque se toleran mal, estas
ortesis permiten evitar el agravamiento de las lesiones.
Por sí sola no permite alcanzar el objetivo que se
En el adulto, la osteotomía tibial anterior es la interven-
persigue. Para llevarla a cabo hace falta una doble vía retro-
ción mejor codificada. En caso de varo y rotación externa,
ligamentosa. Se trata de volver a tensar la cápsula posterior
a veces se asocia un efecto de valguización.
o las cubiertas condíleas en su inserción femoral.
Hay varias técnicas. Las dos principales son las siguien-
tes: En caso de recurvatum ligamentoso
• la primera consiste en desinsertar la cápsula del hueso
para volver a insertarla después de tensarla a un nivel Las técnicas ligamentosas efectuadas de forma aislada y
más proximal; el medio de fijación puede ser un túnel repetida son difíciles y producen malos resultados Siempre
transóseo o grapado; hay que asociar una reconstrucción del LCP y/o del LCA.
• la segunda consiste en volver a tensarla con una sutura En caso de desequilibrio frontal, para proteger las suturas
de la cápsula sobre sí por imbricación (Fig. 11). y mejorar la escala funcional se indica de forma sistemá-
La capsulorrafia está sometida a una distensión secun- tica una osteotomía tibial de valguización. Si no, en caso
daria o, al contrario, a la aparición de una flexión de que la inclinación tibial no sea suficiente, el desequili-
permanente por tensión excesiva. brio sagital se corrige con una osteotomía de flexión tibial
Durante la rehabilitación se recomienda mantener una (abertura anterior).
flexión de algunos grados mientras dura la fase de cicatri-
zación (45-60 días).
En caso de recurvatum mixto y, sobre
todo, en el contexto de la poliomielitis
 Indicaciones Se asocia la osteotomía de abertura tibial anterior y la
tensión capsuloligamentosa posterior. En caso de polio-
Dependen principalmente de la causa y del contexto. mielitis el tratamiento es global, sin pasar por alto la
posible asociación de un equino o una desigualdad de
longitud.
En caso de genu recurvatum
constitucional
Este tipo de recurvatum suele ser inferior a 20◦ . Los
autores de este artículo recomiendan vigilar la deforma-
“ Puntos esenciales
ción con férulas de postura y fortalecimiento muscular en
kinesiterapia. Se insiste en la utilidad de las taloneras o los • Determinar la causa del genu recurvatum
tacones altos. • Hacer una exploración física completa, bilateral
y simétrica
• Realizar una valoración radiológica completa
En caso de genu recurvatum óseo • Determinar el origen óseo, ligamentoso o mixto
En función de la molestia y del grado de deformación del genu recurvatum adquirido
(más allá de 15-20◦ ), se recomienda una corrección qui- • Indicar un tratamiento adecuado en función de
rúrgica. la causa del genu recurvatum
Se ha visto que un recurvatum femoral se trata mediante • No tratar un genu recurvatum constitucional
osteotomía correctora de cierre posterior, a menudo aso- simétrico y asintomático
ciada a otro tipo de corrección, de desrotación o, con
frecuencia, de varización.

En caso de deformación tibial  Conclusión


En el niño son escasas las indicaciones de desepifisiode- El tratamiento del genu recurvatum necesita un análisis
sis por secuelas de epifisiodesis traumática o iatrogénica. clínico y radiológico completo para determinar el origen
Muchas veces el recurvatum se corrige; si no, hay que espe- (óseo, ligamentoso o mixto), la causa, la progresión, las
rar la maduración ósea para efectuar la intervención en compensaciones posibles, la influencia en la marcha y la
la edad adulta. Mientras tanto, se indican ortesis antirre- repercusión global en el miembro inferior.

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Genu recurvatum  E – 14-411

Además, antes de adoptar la conducta terapéutica se [17] Lampasi M, Antonioli D, Donzelli O. Management of knee
considera, como siempre, la edad del paciente, la madurez deformities in children with arthrogryposis. Musculoskeletal Surg
ósea en el niño y el contexto. 2012;96:161–9.
En general, la indicación quirúrgica se impone ante una [18] Tachdjian N. Genu recurvatum and affections of the brain and
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deformación de más de 20◦ en caso de genu recurvatum ladelphia: WB Saunders; 1972971–4.
bilateral. Si es inferior, se tienen en cuenta los síntomas, la [19] Judet J, Judet H. Genu recurvatum caused by a cartilage lesion of
repercusión funcional y, sobre todo, el carácter asimétrico the superior union of the tibia. Rev Chir Orthop 1975;61(Suppl.
de la deformación. 2):296–300.
La parte ósea se resuelve bien con las diversas osteoto- [20] Morton KS, Starr DE. Closure of the anterior portion of the upper
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G. Demey (demeyguillaume@gmail.com).
Lyon Ortho Clinic, Clinique de la Sauvegarde, 29b, avenue des Sources, 69009 Lyon, France.
S. Lustig.
E. Servien.
P. Neyret.
Centre Albert Trillat, Hôpital de la Croix Rousse, 103, grande rue de la Croix rousse, 69004 Lyon, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Demey G, Lustig S, Servien E, Neyret P. Genu recurvatum.
EMC - Aparato locomotor 2014;47(1):1-9 [Artículo E – 14-411].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
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