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Museo Nacional de Shanghái

El Museo de Shanghái está dedicado al arte chino antiguo. Se encuentra en la


Plaza del Pueblo, en el distrito de Huangpu de la municipalidad de Shanghái, en
la República Popular China.
El museo abrió por primera vez sus puertas en el año 1952 en un edificio
modernista de la calle Nanjing. Posteriormente (1959) se trasladó a la calle Henan.
El museo actual se inauguró en el año 1996.
El edificio que alberga el museo tiene forma circular y ocupa un área de 39.200 m²
de los que más de 10 000 están dedicados a exposiciones. Su altura es de 29,5
metros, divididos en cinco pisos. Diseñado por un arquitecto local, el edificio tiene
una forma circular sobre una base cuadrada, simbolizando así la antigua
percepción china del mundo: Un cielo redondo, una tierra cuadrada.
El museo contiene una colección de más de 120.000 piezas, divididas en diez
categorías diferentes: bronce, escultura, cerámica, jade, pintura, caligrafía, sellos,
monedas,colleciones de máscaras, muebles de las dinastías Ming y Qing y artes
de las minorías chinas.
Museo de Mascaras Hahoe
Bailes de Mascaras sin carnaval

El museo se encuentra localizado dentro de la Aldea Hahoe de Andong (Material


Folclórico de Importancia nº 122). Al ser la aldea tradicional y folclórica principal de
Corea, es el lugar de origen de la máscara Hahoe (Tesoro Nacional nº 121) y de la
Danza de Máscaras de Hahoe (Patrimonio Cultural Intangible nº 69). En este
Museo de Máscaras de Hahoe podrá observar no solo las máscaras Hahoe, sino
también los diferentes tipos de máscaras de todas las regiones del país, exhibidas
de forma sistematizada. Además, como reúne todo tipo de máscaras del mundo,
tendrá la posibilidad de compararlas con las de Corea.

Entre la gran variedad de máscaras que fueron utilizadas en diferentes tipos de


eventos, ceremonias y rituales, se destacan: las máscaras Bongsan, Gangnyeong
y  Eunnyul, que corresponden a la provincia de Hwanghaedo, las máscaras
Yeongju y Songpa de Seúl, las máscaras Dongnae, Suyeong, Goseong, Gasan y
Tongyeong, de la región de Yeongnam, etc., entre otras máscaras, que poseen
una forma y rostro peculiares. De entre las máscaras extranjeras están las
provenientes de países africanos, de México, China, Indonesia, Nueva Zelanda,
Francia, las islas Salomón, las islas Cook, etc., entre un total de 30 países.
Desde la antigüedad y hasta hoy en día, las máscaras fueron utilizadas para
distintas finalidades y establecimientos: en las danzas, en las actividades médicas,
en las ceremonias religiosas, en las actuaciones teatrales, en los funerales, etc.,
dependiendo de las costumbres y tradiciones de las naciones. Para su fabricación
se han utilizado papel, madera, piel de animales, cuero, caparazón de tortuga,
huesos de animales, piedras, barro, etc., entre otros materiales. 

En el edificio principal está la sala de las máscaras coreanas, y en los pisos 1 y 2


del edificio anexo se encuentran las máscaras en general, tanto nacionales como
extranjeras. Consta de las siguientes instalaciones: espacio recreativo al aire libre,
instituto de estudios, etc., y para una mejor comprensión, las salas de exhibiciones
están equipadas con materiales audiovisuales, textos, representaciones
tridimensionales, etc., entre otros medios. Con el fin de conservar, difundir y
promover la cultura tradicional, se realizan eventos y espectáculos en los que se
utilizan las máscaras.

Tarifa: Adultos (de 19-65 años de edad): individual: 2.000 wones / grupal (más
de 30 personas): 1.500 wones.
Adolescentes (de 7-18 años de edad): individual: 1.000 wones / grupal (más de
30 personas): 600 wones.

Transporte Público: Tome el tren o el autobús con destino a Andong. Tras


bajar en la Estación de Trenes de Andong o en la Terminal de Autobuses
Interurbanos, tome el autobús urbano 46 (baje en la última parada “Aldea Hahoe”/
duración aproximada: 40 minutos).
Danza de las máscaras de Hahoe: Al volver a la entrada nos dirigimos
al museo de máscaras donde a las 14h tiene lugar una representación
de teatro con máscaras. Por supuesto, la representación es en coreano,
aunque el texto aparece en unas pantallas traducido al inglés… o a algún
idioma que pretende serlo porque no entendemos nada de lo suponemos han
traducido con Google translator. Los coreanos parecen divertirse mucho con
lo que están viendo.
El Museo de Máscaras de Hahoe, que consistía en cinco salones de exposición de
máscaras.
El primer salón: se podían observar todas las máscaras tradicionales coreanas.
Pude ver que las máscaras coreanas tienen características peculiares que pueden
resultar extravagantes porque en realidad buscan exagerar los rasgos de los
personajes que representan. Tenían proporciones muy grandes y se dice que
cada detalle, de cierta forma, era para mostrar simbólicamente la clase social a la
que identifican, como la máscara de Yangban o la de aristócrata.

El segundo y tercer salón: se encontraban las máscaras tradicionales de los


diferentes países asiáticos.
El cuarto salón: había máscaras de otras partes del mundo. Ahí se logra
encontrar las máscaras de Bolivia también, junto con las de muchos otros países.
El quinto salón: había otras exposiciones especiales relacionadas.
El Museo de las Nacionales de Yunnan

El museo de Yunnan situado en afueras de Kunming, alberga tantas colecciones


de objetos completos de las culturas de minoría de Yunnan.
El Museo de las Nacionalidades de Yunnan tiene una de las mejores y más
variadas colecciones de máscaras en China. Está situado en las afueras de la
ciudad.
Está abierto todos los días desde las 9 a 17 horas. La sala de las máscaras es la
sala 5, está en la planta segunda. Contiene entre 200 y 300 máscaras agrupadas
temáticamente.

La protectora Palden Lhamo.

            Palden Lhamo es una de las principales deidades protectoras del budismo
tibetano. Entre sus muchas funciones, es la protectora especial de la ciudad de
Lhasa, la orden Gelugpa del budismo tibetano y los Dalai Lamas del Tíbet. Fue
invitada al Tíbet alrededor del siglo XI desde la India.
La leyenda dice que estaba casada con un rey malvado en Sri Lanka. Le pidió a
su marido que dejara de matar seres humanos, y mientras él seguía luchando y
matando, ella juró matar a su único hijo si no prometía no llevar al pueblo de
Lanka a una mayor violencia y canibalismo.
La piel desollada de su hijo, utilizada como manta de la silla de montar en su mula,
muestra que él no accedió a su petición. Cabalga sobre un mar de sangre.
Alrededor de su cintura cuelga un cinturón con cabezas cortadas. Sostiene una
taza de cráneo en su mano izquierda. Estas imágenes de violencia son entendidas
por los iniciados como símbolos sagrados de transformación interior en una cultura
religiosa compasiva que rechaza toda forma de acción, pensamiento o palabra
que pueda ser perjudicial para otros seres vivos.

 En la máscara, su aterrador carácter está indicado por su boca un poco abierta
mostrando dientes agresivos, sus ojos saltones, sus amplias cejas, el tercer ojo
que le permite ver más allá de las apariencias y la diadema de los cráneos.

Las máscaras son uno de los objetos culturales más universales, estando
presentes entre pueblos y naciones de los cinco continentes. Como una de las
manifestaciones artísticas y religiosas más arcaicas, las máscaras han
acompañado a los seres humanos durante milenios. Su cualidad básica, de ocultar
y transformar los rostros humanos y ponérselo a las misteriosas entidades
espirituales, ha sido utilizada para transcender la esencia humana de los
practicantes religiosos y la divina de los espíritus con quien ellos se comunican,
recreando un espacio mágico en el que personas y espíritus se pueden comunicar
en condiciones de igualdad.
La máscara de un espíritu señala su presencia en un lugar y tiempo determinado,
convierte a esa entidad insondable en una realidad concreta, con unas
características determinadas por la tradición, y la coloca a la vez al alcance de los
seres humanos, que ya van a poder solicitar sus favores o aplacar su acción
maligna. El sacerdote con su máscara trasciende su propia humanidad, y sin llegar
a ser una deidad, se sitúa en un plano de igualdad con ellas.
La máscara hace del hombre un superhombre. En el mundo de las máscaras se
recrea ese momento primordial en el que, antes de la caída de los primeros,
humanos y dioses interactuaban libremente. Con ese recurso, durante el baile de
las máscaras, una de sus primeras utilizaciones, se detiene el tiempo regresando
al momento de la creación, desde donde se podrá modificar el futuro a voluntad.

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