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Atahualpa
Atahualpa
Atahualpa
Según Juan de Betanzos, Atahualpa nació en Cuzco15 y su madre era una ñusta
(princesa inca) cuzqueña llamaba Palla Coca, del linaje de Ynga Yupangue
(Pachacútec).1617
En el siglo xviii el sacerdote Juan de Velasco, usando como fuente una supuesta
obra de Marcos de Niza (que nunca ha sido encontrada), recopiló información sobre
la existencia del Reino de Quito, formado por la etnia de los shyris o scyris, que
habría desaparecido al ser conquistado por los incas.22 Esa obra incluye una lista
de los reyes de Quito, el último de los cuales, Cacha Duchicela, habría sido el
curaca (cacique inca) derrotado y muerto por el inca Huayna Cápac. Según esta
versión, Paccha, la hija de Cacha Duchicela, se habría desposado con Huayna Cápac,
y de esa unión habría nacido Atahualpa como hijo legítimo.23 Varios historiadores,
como el peruano Raúl Porras Barrenechea y el ecuatoriano Jacinto Jijón y Caamaño,
han rechazado esta versión por carecer de fundamento histórico y arqueológico.22
La mayoría de los historiadores peruanos sostiene que, según las crónicas más
confiables (Cieza, Sarmiento, Betanzos, que tomaron sus informes de primera mano),
Atahualpa nació en Cuzco y su madre fue una princesa de linaje inca.24 Estos
historiadores consideran que el bando de Huáscar inventó la versión del origen
quiteño de Atahualpa para mostrarlo ante los españoles como un usurpador y
bastardo. También creen que muchos cronistas interpretaron la división del imperio
entre los dos hijos de Huayna Cápac (Huáscar, el primogénito y heredero legítimo; y
Atahualpa, el bastardo y usurpador) de acuerdo con su concepción europea u
occidental de las costumbres políticas de los incas. Según Rostworowski esto es
erróneo porque el derecho al trono inca no dependía exclusivamente de la
primogenitura ni de la línea paterna (el hijo de la hermana del Inca podía también
ser heredero), sino que influían también consideraciones prácticas como la
capacidad para el mando.25
Según Hugo Burgos Guevara, el hecho de que Túpac Yupanqui naciera en Vilcashuamán y
su hijo Huayna Cápac en Tomebamba parece indicar que Atahualpa pudo haber nacido en
Quito, como parte de una política expansionista del imperio y como una manera de
reforzar una conquista de índole político-religiosa.26
Otros historiadores ecuatorianos, como Enrique Ayala Mora,27 consideran más
probable que Atahualpa naciera en Carangue o Caranqui, en la actual provincia de
Imbabura, cantón Ibarra (Ecuador). Basan esta idea en las crónicas de Fernando de
Montesinos28 y Pedro Cieza de León (aunque este último menciona dicha versión para
refutarla, a favor de la de Cuzco).
Tamara Estupiñan Viteri, historiadora que ha publicado numerosos trabajos respecto
a Atahualpa y su círculo cercano en aquel tiempo, sostiene que nació en Cuzco. 2930
La siguiente tabla resume las versiones de varios cronistas e historiadores:
Cuando tenía trece años se produjo en el norte del imperio una rebelión de dos
pueblos de esa región, los caranquis y los cayambis. Junto con su padre y su
hermano Ninan Cuyuchi marchó al frente del ejército incaico hacia las provincias
del norte (región de Quito). Quedaron en Cuzco cuatro gobernadores, entre ellos
Huáscar.41
Atahualpa se quedó en Quito con su padre más de diez años, ayudándole a sofocar las
rebeliones y a conquistar nuevas tierras.42 Para ello contó con el apoyo de hábiles
generales incas, como Calcuchimac y Quisquis. Durante este período aprendió las
tareas del gobierno y ganó prestigio por el valor que desplegaba en las acciones
bélicas.24
Atahualpa contó con el apoyo del ejército incaico del norte, formado por soldados
quiteños y comandado por los generales Quisquis y Calcuchimac.51 También le
apoyaron varios pueblos del norte del imperio incaico (pastos, carangues y
cayambis), deseosos de vengarse de las masacres cometidas por los cuzqueños años
antes durante la guerra de conquista incaica.48 Huáscar contaba con el ejército
incaico de Cuzco y sus aliados del sur del imperio, y sus fuerzas eran más
numerosas. Sin embargo, debido a las intrigas de los nobles cuzqueños descontentos
con Huáscar, varios jefes que apoyaban a Huáscar se cambiaron de bando durante la
guerra, equilibrando así las fuerzas.51