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CARRERA:
Ingeniería ambiental
MATERIA:
Vida y Trascendencia
NOMBRE:
Adriana Quezada
PROFESOR:
Italo Paez
GRUPO:
Cuenca – Ecuador
¿Por qué la dimensión espiritual es un valor importante para el ser humano?
“La relación espiritual es mucho más preciada que la física. La relación espiritual sin la
física es como el cuerpo sin alma” Mahatma Gandhi
Podemos señalar que “la espiritualidad supone contar con un sistema de pensamiento que
permite al ser humano comprender la vida, su dirección y su expresión, que oriente elecciones y
juicios, organice proyectos, dote de dirección última a nuestras acciones individuales” (Consuelo,
2009) dándonos a entender que un ser espiritual es aquel que sabe quién es, qué es y hacia dónde
se dirige, permitiéndole entrar en un estado de autonomía y a su vez, convertirse en un ser
visionario capaz de conectarse consigo mismo y con otros. Con respecto a las religiones, estas
conciben a la espiritualidad desde su propia experiencia o creencia.
El budismo expresa que la vida es sufrimiento cuando nos aferramos a los deseos terrenales,
entonces, para deshacernos de ello debemos identificar y neutralizar lo que nos causa dolor a través
del Camino Óctuple. Refiriéndose a que la espiritualidad nos ayuda a comprender que debemos
prescindir de todos los deseos que frustren nuestra existencia, esto llevara a la persona a encontrar
la madurez necesaria para vivir una vida más plena y sin ataduras, de manera prudente y saludable.
En cuanto al hinduismo, esta habla sobre el karma, el cual hace referencia a que cada
persona obtiene lo que se merece, dependiendo si obro bien o mal en el pasado, este se verá
reflejado en su futura reencarnación y la única forma de librase de ello es mediante el nirvana. En
definitiva, nos expresa que la espiritualidad se encuentra basada los buenos valores que inculca
una persona en su vida para poder llevarla por el buen camino hasta ver sus metas y sueños
cumplidos.
Mientras tanto el islamismo, concibe que la buena conducta orientado hacia una fe te
permite vivir en armonía con Dios y con todo aquello que te rodea, además de comprender que
todos somos iguales ante los ojos del señor. Esto alude a que cuando el ser humano se vuelve un
ser espiritual podrá llevar una vida sana, humilde y llena fe, orientada a estar espiritualmente más
cerca con lo divino y sentirnos seres libres que buscan obrar bien con el prójimo.
Por su parte, el judaísmo resalta que nuestro accionar debe estar basado en los
mandamientos que Dios nos implantó, enfatizando que él “es más honrado y respetado cuanta
mayor importancia le demos a la justicia, la piedad, el amor y la caridad” (Arias, Briones, & Loor,
2017). Aclarándonos que las personas para vivir espiritualmente deben basar su obrar en los
mandamientos implementados por Dios para poder convivir armónicamente con nuestro prójimo
y que nuestras buenas acciones son las que regocijaran al señor.