Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
KATHERIN MONZON
ESTRUCTURA DE LOS
SALMOS
Libro I (Salmos 1-41) :
El primer libro abarca los capítulos del primero hasta el cuarenta y uno, que termina con esta
«doxología» o alabanza:
"13 BENDITO SEA JEHOVÁ, EL DIOS DE ISRAEL, POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. AMÉN Y
AMÉN. (ANTIGUO TESTAMENTO, SALMOS 41:13 "
18 BENDITO SEA JEHOVÁ DIOS, EL DIOS DE ISRAEL, EL ÚNICO QUE HACE MARAVILLAS. 19 Y
BENDITO SEA SU GLORIOSO NOMBRE PARA SIEMPRE, Y TODA LA TIERRA SEA LLENA DE SU
GLORIA. AMÉN Y AMÉN.
Libro III (Salmos 73-89)
KATHERIN MONZON
Libro V (Salmos 107 - 150)
El quinto libro de Salmos abarca desde el salmo 107 hasta el salmo 150. La despedida del
último de los salmos es breve, pero también sumamente enfática y contundente. Con una sola
exclamación declara:
6 ¡TODO LO QUE RESPIRA ALABE A JAH! ¡ALELUYA! , SALMOS 150:6
Cabe también decir que todo el salmo 150, integrado por sólo 6 versículos, es una sola
expresión de alabanza que culmina por esta exclamación. Es decir, el salmo 150 mismo es
considerado un salmo de doxología, que resume y concluye la idea principal de todas las
doxologías anteriores.
TEMAS PRINCIPALES DE
LOS SALMOS
KATHERIN MONZON
1. LOS HIMNOS O CANTOS DE ALABANZA.
Son los Salmos 8, 19,29,33, 46-48,76,84,87,93,96-100,103
106,113,114,117,122,135,136,145-150.
El título hebreo, alabanzas, define acertadamente la mayor
parte del contenido del Salterio
Estos salmos exaltan la grandeza, el poder y el amor divinos,
manifestados en las obras de la creación y en la historia de
Israel, desde su comienzo como nación.
En este conjunto se destacan dos grupos particulares: (a) los
cánticos de Sion que se refieren a la ciudad santa que es
morada del Altísimo y meta de las peregrinaciones (Sal 46; 48;
76; 87; 122); Y (b) los salmos del reino de Dios que aclaman al
Dios de Israel como Rey universaJ (Sal 47; 93; 96-99).
2. LAS SÚPLICAS: SALMOS DE SUFRIMIENTO
O LAMENTACIONES.
Estos poemas no cantan las glorias de Jehová sino
consisten en invocaciones, súplicas y lamentaciones
que se dirigen a Él.
Se dividen estos salmos en dos categorías, individuales
y colectivo: a. Las súplicas individuales expresan el
clamor de los pobres, los enfermos, los perseguidos y
los oprimidos. Piden la intervención salvadora de Dios.
b. Las súplicas colectivas, nacionales o de toda la
comunidad son oraciones que "surgen con motivo de
una angustia colectiva del pueblo: una derrota, una
mala cosecha, una invasión de langostas,,79 (véase
Salmos 12; 44; 60; 74; 79-80; 85; 106; 123; 129;
137). Se pide la liberación divina y restauración del
pueblo.
3. LOS CANTOS DE ACCIÓN DE GRACIAS.
Ejemplos son Salmos 18; 21; 30; 34; 40; 65-68; 92; 116; 118; 124; 129; 138; 144. Casi
todos los salmos de súplica concluyen con agradecimiento a Dios por haber escuchado
la oración del suplicante.
En los poemas de acción de gracias, este agradecimiento se convierte en lo esencial del
Salmo.
KATHERIN MONZON
4. LOS SALMOS REALES Y LOS
SALMOS MESIÁNICOS
Estos salmos no se caracterizan por su forma
literaria uniforme, sino porque en ellos se destacan
el rey, la naturaleza de su dominio y su relación a
Dios.
Fueron compuestos para diversas ocasiones como
la entronización de un nuevo monarca (2; 110) y
una boda de un rey (45).
Hay profecías en favor del rey (2 y 110), plegarias
por el rey (20; 61; 72 Y84), una acción de gracias
por el rey (21), oraciones del monarca (18; 28; 63;
101), un himno real (144) y un canto real de
procesión (132). KATHERIN MONZON
5. LOS SALMOS SAPIENCIALES O DIDÁCTICOS.
A la manera de los maestros de la sabiduría, algunos salmistas enseflan lecciones
indispensables para gozar de la vida. El Salmo 1, la introducción a todo el Salterio, hace
un contraste entre el camino del justo y el del pecador; mientras los salmos 127 y 128
se concentran en las bendiciones de las que disfrutan los piadosos. Las excelencias de
la ley revelada por Dios a su pueblo son temas de Salmos 19:7-11 y 119.
El problema perenne de por qué sufren losjustos y prosperan los malos se trata en los
Salmos 37, 49 y 73.
KATHERIN MONZON
6. LOS SALMOS HISTÓRICOS
Los salmos principales y los períodos que describen son: Salmo 78, del éxodo hasta el
establecimiento de la monarquía davídica; Salmo 105, desde Abraham hasta la
conquista de Canaán; Salmo 106, desde Egipto hasta el tiempo de los jueces; Salmo
136, desde la creación hasta la tierra prometida.
7. LOS SALMOS ALFABÉTICOS O
ACRÓSTICOS
Son los que en cada verso, o en el caso del Salmo 119, cada estrofa, comienzan con
una letra del alfabeto hebreo, en su debido orden. Se cree que el propósito era ayudar
a la memoria en el aprendizaje de estos poemas. Ellos son el 9; 10; 25; 34; 37; 111;
112; 119; 145.
8. LOS SALMOS IMPRECATORIOS.
El término "imprecación" se refiere a maldición. En más de 20 salmos, el poeta respira
un manifiesto espíritu de venganza hacia sus enemigos; pide su derrota y destrucción.
Las más duras maldiciones se encuentran en los Salmos 35; 69; 109y 137, aunque se
hallan también imprecaciones en los Salmos 5; 7; 28; 54; 55; 58; 59; 79; 83; 101 Y 139.
¿Cómo se pueden armonizar las imprecaciones del salmista con las ensefianzas del Sermón
del Monte?
a. Las imprecaciones de los salmos son poesía que suele expresar las ideas con frases
radicales, exagerando la pasión para impresionar al lector. Por ejemplo: "Ciertamente Dios
herirá la cabeza de sus enemigos tu pie se enrojecerá de la sangre de tus enemigos"
(68:21,23).
b. Algunas de estas imprecaciones vibran con la pasión de la guerra. Se dirigen contra los
enemigos de Dios y de su pueblo, los cuales quieren destruir a Israel.
c. Los salmistas se dieron cuenta de que Jehová es aquel "cuyos ojos son demasiado puros
para mirar el mal" (Hab 1: 13), que no puede soportar la iniquidad, la violencia y la
injusticia. La santidad y justicia son atributos divinos. Y esto es lo que provoca el clamor de
venganza de los salmistas sobre los malvados.
e. En las Escrituras se ve que el salmista David no fue vengativo contra sus enemigos
personales, sino que mostró un espíritu de perdón muy notable hacia ellos (véase 1 S 24;
26:5-12; 2 SI; 2:5; 9).
SALMOS
f. El salmista pide que Dios castigue a sus enemigos, en lugar de hacerlo él
mismo.