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LIDERAZGO Y NEGOCIACIÓN

DR. JUAN MANUEL PEÑA AGUILAR

RESUMEN DE LA LEY 9 DEL MAGNETISMO Y


LA LEY 5 DE E. F. HUTTON

ANA ADELA MORALES SOTO


Santiago de Querétaro a 16 de junio de 2021  
9. Ley del magnetismo

El líder no necesita convencer a los demás para que realicen una determinada tarea o para
que se embarquen con él en un nuevo proyecto. Sencillamente, comunica sus planes y el
resto de los profesionales se suman a su iniciativa por puro magnetismo. Esta
capacidad de atracción necesita tiempo para construirse, pero es uno de los principales
valores del liderazgo.

Los Lideres eficaces siempre están a la mira de personas valiosas. cada uno de nosotros
lleva una lista mental del tipo de gente que nos gustaría tener en nuestra organización.
Piense en los siguiente: ¿Sabe qué tipo de personas está buscando ahora mismo? ¿Cómo
describiría a los empleados perfectos? ¿Qué cualidades poseen estos individuos? ¿Quiere
que sean dinámicos y emprendedores? ¿Está buscando líderes? ¿Desea usted que sean
personas de veinte, cuarenta, o sesenta años? Se sugiere hacer una lista de respuestas. Lo
que Usted quiere no determina si obtiene las personas que desea y si estas poseen las
cualidades que busca, lo que lo determina es Usted. Observe la lista que acaba de escribir y
al lado de cada característica marque con una palomita si usted posee esa cualidad, y con
una X si no la posee. Si encuentra muchas “X”, usted está en problemas porque las
personas que ha descrito no son el upo de gente que querrá seguirlo. En la mayor parte de
las situaciones, usted atrae a personas que poseen sus cualidades.
Podemos ver un ejemplo vívido de la Ley del Magnetismo entre los líderes militares de la
Guerra Civil. Cuando los estados del sur se separaron, no se sabía en qué lado pelearían
muchos de los generales. Robert E. Lee era considerado el mejor general de la nación, y el
presidente Lincoln le ofreció el comando del ejército de la Unión. Pero Lee nunca habría
considerado pelear contra Virginia, su estado natal. Rechazó la oferta y se unió a los
Estados Confederados —y lo siguieron los mejores generales del país. Si Lee hubiese
decidido dirigir un ejército de la Unión, muchos otros buenos generales lo habrían seguido
al norte. Como resultado, probablemente la guerra habría sido mucho más corta. Habría
durado 2 años en vez de 5 —y cientos de miles de vidas habrían sido salvadas. Esto le
demuestra que cuanto mejor líder sea, tanto mejor líder atraerá. Y eso causa un impacto
increíble en todo lo que usted hace. ¿Cómo es la gente que actualmente usted atrae a su
departamento u organización? ¿Son los líderes potenciales fuertes y capaces que usted
desea? ¿O podrían ser mejores? Recuerde que la buena calidad de ellos no depende del
procedimiento de búsqueda de empleados, ni del departamento de recursos humanos, ni de
lo que usted cree que es la cualidad del grupo de solicitantes. Depende de usted. Usted sólo
atrae a los que son como usted. Esa es la Ley del Magnetismo.
5. Ley de E. F. Hutton

“Cuando el verdadero líder habla, las personas escuchan”. La frase no es de Maxwell sino
de E. F. Hutton, un financiero estadounidense del s. XX, pero no necesita excesivas
aclaraciones. El liderazgo es conocido y respetado por todos, de ahí que se preste
atención a cualquier intervención de quien lo detenta. Esta ley es, al mismo tiempo, un buen
sistema para reconocer a los mejores líderes. La persona con el título o la que maneja la
reunión, puede que no sea el verdadero líder. El verdadero liderazgo depende de la
influencia. El hombre o mujer que es escuchado es el verdadero líder. Los verdaderos
líderes tienen fortaleza en su carácter, construyen buenas relaciones y saben sobre su
trabajo. Tienen una fuerte intuición y talento.
El líder tiene y sabe manejar la información. Por sí solo, el conocimiento no hace al líder;
pero sin él, nunca podrá serlo.
Recuerda que las personas no necesariamente escuchan debido a la verdad que se comunica
en el mensaje, sino por el respeto que tienen hacia el orador. Cuando aprenda la Ley de E.
F. Hutton, no tendrá dificultad para descubrir quién es el verdadero líder en casi todas las
situaciones. Por ejemplo, vaya a la reunión de un grupo de personas que no conozca y
obsérvelas durante 5 minutos. Sabrá quién es el líder. Cuando alguien hace una pregunta ¿a
quién mira la gente? ¿A quién esperan escuchar? La persona a la que miran es el verdadero
líder. Haga la prueba. La próxima vez que esté en una reunión, observe alrededor de usted.
Mire si nota la diferencia entre estos dos tipos de líderes:

Si nota una disparidad entre la persona que dirige la reunión y la persona que dirige a la
gente, la persona que dirige la reunión no es el verdadero líder. De modo que, si usted está
comenzando en un nuevo puesto y no es el líder, no deje que eso le moleste. La verdadera
prueba de liderazgo no es dónde comienza sino dónde termina.

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