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EJEMPLOS DE ARTÍCULOS DE LOS

TIPOS DE INVESTIGACIÓN

Estudiantes:

Chavesta Ayasta Milleni

Docente:

Dra. Cecilia Vidaurre Nieto

Curso:

Investigación en comunicación

Ciclo:

VII

Chiclayo, 06 de mayo del 2021

1. BIBLIOGRAFICO
Las cuatro posibles teorías sobre la COVID que maneja la
OMS
El esperado informe de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) sobre el origen de la COVID-19, publicado
hoy tras 28 días de trabajo de campo de expertos en Wuhan
(China), presenta cuatro posibles teorías sobre la aparición
del coronavirus SARS-CoV-2 en humanos, sin descartar
ninguna del todo.

2. EXPLORATORIO

¿Cuáles son los factores de riesgo del


cáncer de pulmón?
Los investigadores han identificado varios factores de riesgo que pueden aumentar
las posibilidades de contraer cáncer de pulmón.

El hábito de fumar
Fumar cigarrillos es el factor de riesgo principal para contraer cáncer de pulmón. En
los Estados Unidos, fumar cigarrillos está vinculado a alrededor del 80 % al 90 % de
las muertes por cáncer de pulmón. El consumo de productos de tabaco, como puros y
pipas, también aumenta el riesgo de cáncer de pulmón. El humo del tabaco es una
mezcla mortal de más de 7000 sustancias químicas, muchas de ellas tóxicas. Se sabe
de al menos 70 que causan cáncer en personas o animales.

Las personas que fuman cigarrillos son entre 15 y 30 veces más propensas a contraer
cáncer de pulmón o a morir debido a esta enfermedad que las personas que no
fuman. Incluso fumar unos cuántos cigarrillos al día o de manera ocasional aumenta
el riesgo de contraer cáncer de pulmón. El riesgo se incrementa con el número de
años que tiene una persona de fumar y con la cantidad de cigarrillos que fuma por
día.

Las personas que dejan de fumar tienen menos riesgo de padecer cáncer de pulmón
que si continuaran fumando, pero más riesgo que las que nunca fumaron. Dejar de
fumar a cualquier edad puede reducir el riesgo de cáncer de pulmón.

Fumar cigarrillos puede causar cáncer en casi todas las partes del cuerpo. Fumar
cigarrillos causa cánceres en la boca y la garganta, el esófago, el estómago, el colon,
el recto, el hígado, el páncreas, la laringe, la tráquea, los bronquios, el riñón y pelvis
renal, la vejiga urinaria y el cuello uterino, y también ocasiona leucemia mielógena
aguda.
El humo secundario del cigarro

El humo del cigarrillo, las pipas o los puros que fuman otras personas (humo
secundario) también causa cáncer de pulmón. Cuando una persona respira el humo
secundario, es como si estuviera fumando. En los Estados Unidos, una de cuatro
personas que no fuman, entre las que se incluyen 14 millones de niños, estuvieron
expuestas al humo de segunda mano durante el 2013–2014.

El radón es un gas natural que viene de las rocas y la tierra y que puede quedar
atrapado en las casas y otras edificaciones. No tiene olor, sabor ni se puede ver. De
acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental, el radón causa unos 20 000 casos
anuales de cáncer de pulmón, lo que lo convierte en la segunda causa principal de
esta enfermedad. Se calcula que cerca de una de cada 15 casas en los Estados Unidos
tiene altos niveles de radón. Esta agencia recomienda realizar pruebas para detectar
radón en las casas y utilizar métodos demostrados para reducir los altos niveles de
dicho gas.

Otras sustancias
Entre las sustancias que se encuentran en algunos sitios de trabajo y que aumentan el
riesgo de cáncer de pulmón se incluyen el asbesto, el arsénico, las emisiones de
diésel y algunas formas de silicio y cromo. Muchas de estas sustancias pueden
aumentar el riesgo de cáncer de pulmón, especialmente en los fumadores.

Antecedentes personales o familiares del cáncer de pulmón


Si usted es sobreviviente de cáncer de pulmón, hay riesgo de que pueda tener otro
cáncer de pulmón, especialmente si fuma. Su riesgo de padecer cáncer de pulmón
puede ser mayor si sus padres, hermanos o hijos tuvieron la enfermedad.  Esto puede
ser así porque también fuman, o viven o trabajan en el mismo lugar donde están
expuestos al radón y a otras sustancias que pueden causar cáncer de pulmón.

Radioterapia en el tórax
Los sobrevivientes de cáncer que recibieron radioterapia en el tórax (pecho) tienen
un riesgo mayor de padecer cáncer de pulmón.

Alimentación
Los científicos están estudiando diversos alimentos y suplementos nutricionales para
determinar si aumentan el riesgo de cáncer de pulmón. Hay mucho más que
necesitamos saber. Sí sabemos que los fumadores que toman suplementos de beta-
caroteno tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón. Para obtener más
información, visite Prevención del cáncer de pulmón.external icon
El arsénico presente en el agua para el consumo (principalmente de pozos privados)
también puede aumentar el riesgo.

3. EX POS FACTO
LA EDUCACIÓN VIRTUAL EN TIEMPOS DE
PANDEMIA
Estos esforzados defensores de la vida y la salud han demostrado con acciones su
vocación de servicio (y de sacrificio). A la par, el mundo comienza a exigir a
todos que no permitamos que este virus nos paralice como sociedad, que seamos
creativos y que aprendamos a vivir con optimismo en estos tiempos de pandemia.
La migración a la educación virtual
Son muchos los sectores que poco a poco, en total respeto de las
recomendaciones de aislamiento social, comienzan a brindar soluciones y a
sumar desde su lugar. Uno de los sectores que ha tenido que responder con
urgencia a esta situación de crisis es el de la educación.
Investigadores, docentes, alumnos y el equipo administrativo que da soporte a sus
actividades han dicho al mundo que la formación no se detiene, que el
aprendizaje no se posterga; por ello, en un esfuerzo titánico han implementado
estrategias de educación virtual en tan solo unas semanas. Es cierto que existen
aspectos de la formación personal que será muy difícil trasladar a la modalidad en
línea; sin embargo, es imperativo en este contexto migrar a una educación no
presencial.
El salón tradicional de clases es un potencial foco de contagio y, por esto, las
medidas preventivas contra la transmisión de este virus han incluido siempre
entre sus primeras acciones la cancelación de las clases presenciales a todos los
niveles. Y, es posible que una de las últimas actividades que se vuelvan a permitir
sea congregar nuevamente a los alumnos en un aula para participar de una clase.
Por esto, durante varias semanas tendremos a millones de personas enfrentándose
a un nuevo modo de enseñar y aprender.
Aquí, comparto algunas reflexiones para hacer más llevadera esta experiencia y
aprovecharla al máximo.
El aprendizaje en red: el alumno y el profesor
El alumno siempre ha sido el eje de la educación; sin embargo, en la educación
virtual pasa a ser el protagonista indiscutible. En una sesión magistral en la
modalidad presencial, la responsabilidad de desarrollar y explicar los contenidos
es del profesor; por el contrario, en el modelo de educación virtual, la clase
magistral por videoconferencia es un contenido excepcional, lo que predomina es
un trabajo de orientación al alumno para ofrecerle mecanismos que le permitan ir
explorando la materia.
Así, en la educación virtual, el alumno, guiado por el profesor, utiliza muchos de
los recursos que brinda el entorno digital para acceder a información valiosa y
realizar actividades que le permitan afianzar el conocimiento y desarrollar
competencias.
La educación virtual se enmarca en una cultura de la convergencia y del
compartir; por esto, es recomendable que el profesor señale como material de la
asignatura el uso de los diversos recursos formativos gratuitos que se encuentran
en el entorno digital, desde un artículo científico hasta cursos completos que se
encuentran en línea. Claramente, esta experiencia individual del alumno luego
debe debatirse y enriquecerse en el aula virtual.
Universidades de primer nivel tienen recursos formativos libres y, con el
desarrollo de la pandemia, se han liberado muchos más cursos y talleres en todo
el mundo. La búsqueda de los recursos más idóneos depende de cada profesor,
porque cada materia tiene espacios especializados para ello. Se puede ver como
ejemplo https://www.kadenze.com y https://devcode.la
En la educación virtual, el rol del profesor contempla la planificación y el
acompañamiento del proceso de aprendizaje del alumno para garantizar que se
cumplan los objetivos de la asignatura. En este sentido, el profesor ha de ser
capaz de facilitar y favorecer el uso del ecosistema de medios en el que se
desenvuelve el alumno, como las redes sociales y los entornos colaborativos
digitales. Aprovechar estas plataformas interactivas y las actividades en red con
una finalidad educativa puede ser una estrategia muy acertada si se sabe manejar.
La evaluación
Es importante hacer referencia también al sistema de evaluación. La evaluación
tradicional supone aislar al alumno de cualquier fuente de información durante el
tiempo que dura un examen. Esto es imposible en la educación virtual, porque el
alumno puede rendir el examen acompañado de todo el material que desee e,
incluso, contrastar sus respuestas con un grupo de compañeros en tiempo real.
Por esto, es importante diseñar evaluaciones que valoren el desarrollo de
competencias.
Por ejemplo, se puede crear foros de discusión para que el alumno
periódicamente comente de manera crítica un tema. También es importante dejar
pequeños trabajos que tengan una implicación personal muy clara, como aplicar
un tema estudiado a su contexto particular o a algún tema específico que al
alumno le apasione.
Y, en relación con el examen final, el mecanismo por excelencia es poner una
evaluación con un temporizador. Así, por la limitación temporal, el alumno
tendrá que concentrarse en responder las preguntas planteadas en vez de
dedicarse a contrastar o conversar con otros durante el tiempo del examen.
Superando la crisis con educación
Es importante agradecer a todos los profesores y alumnos que están demostrando
en estos días su fortaleza y resiliencia. Son los tiempos difíciles los que
evidencian el carácter y aquello de lo que estamos hechos. He sido testigo de que
contamos con investigadores y docentes con una vocación clara, que no han
escatimado en robar horas al día para capacitarse y poder brindar la mejor
educación a sus alumnos.
También, he observado a estudiantes de primera, quienes no solo han tomado un
rol activo para informar y transmitir un mensaje de civismo y solidaridad en estos
tiempos, sino que han entendido que el valor de cualquier institución educativa
reside en sus miembros y en su compromiso con ser mejores personas, cada vez
mejor formadas y preparadas para afrontar los retos del futuro.
4. EXPERIMENTAL
La marihuana podría combatir las inflamaciones provocadas por
el coronavirus
Se hace un
La marihuana podría tener propiedades que sirvan para combatir la inflamación estudio de dos
variables:
que produce en nuestro cuerpo el coronavirus. Así lo señala un estudio conjunto coronavirus y
de investigadores de Pathway Research, la Universidad de Calgary y la marihuana.
Universidad de Lethbridge publicado en la web de publicaciones estadunidense
Aging.
Se plantea una
El estudio planteó una hipótesis acerca de que los extractos de cannabis sativa hipótesis.
pueden usarse regular a la baja la tormenta de citocinas, que precede al Síndrome
de Dificultad Respiratoria Aguda y a menudo conduce a la muerte.
Se explica el
En la investigación se emplearon 23 extractos de marihuana en tejidos humanos efecto que
produce.
artificiales para comprobar la forma en que se reducirían los niveles del receptor
de las células a la que se adhiere el virus para extender la infección.
Se hace el
El resultado fue que siete extractos resultaron muy efectivos, causando una estudio en un
grupo control
profunda y concertada regulación descendente de las proteínas COX2, TNF, IL-6, artificial.
CCL2 y otras citoquinas y vías relacionadas con la inflamación y la fibrosis.
Los científicos destacaron que se pudo inhibir el factor de necrosis tumoral Se analiza la
(TNF) y de la glucoproteína llamada Interleucina-6, ambos puntos esenciales relación causa
y efecto que
luego que se tratan de moléculas que quedan expuestas a la tormenta de citocinas produce.
de la Covid-19.
Los otros 13 extractos de marihuana ayudaron a regular la expresión del ACE2,
reduciendo así los peligros inflamatorios característicos de la infección por
Covid-19, pero también para otras enfermedades y afecciones reumatológicas.

Consumo de marihuana y daño cerebral en escolares


chilenos: el estudio científico pionero
Al hablar de Marihuana hablamos de cannabis pero no de cannabinoides, ¿cuál es
la diferencia?:
La marihuana proviene de la planta de cáñamo llamada “Cannabis Sativa” y su
principal sustancia química psicoactiva, es decir, que tiene un efecto sobre el
sistema nervioso central, es el delta-9-tetrahydrocannabinol (THC). El THC es
una sustancia muy potente, que tiene el efecto nocivo y adictivo de la marihuana.
La marihuana tiene más de 500 componentes, entre los cuales alrededor de 80
son cannabinoides. De estos últimos, muy pocos han sido estudiados: el THC,
CBD y CBN. El THC es el cannabinoide más abundante de la planta y es el
responsable de sus efectos placenteros. Del resto de los componentes de la planta
se sabe sólo de unos pocos (terpenos, hidrocarburos, cetonas, aldehídos).
Algunos de ellos son los mismos que se encuentran en el cigarrillo, como el
alquitrán, aunque en la marihuana este compuesto se encuentra en una
concentración cuatro veces mayor.
Los cannabinoides, en palabras sencillas, serían sustancias que actúan sobre los
receptores endocannabinoides. “Endo” porque son propios de nuestro organismo.
Es decir, nuestro cuerpo tiene sus cannabinoides, una suerte de farmacia propia,
cuya función es regular el stress y las emociones placenteras.
Cuando el cuerpo recibe cannabinoides externos, que pueden ser también
sintéticos (remedios que se hacen en laboratorios) o fitocannabinoides
(cannabinoides de la planta de la marihuana), se engaña a nuestro sistema
endocanabinoide. Así, el sistema comienza a confundirse y reduce sus propios
receptores, lo que conlleva a que el sujeto necesite más de la sustancia para
alcanzar el placer. De ahí se desencadena el clásico circuito de la adicción.
POR QUÉ LA MARIHUANA AFECTA APRENDIZAJE Y MEMORIA
Uno de los estudios más impresionantes al respecto, realizado por más de 40
científicos de varios países, acaba de aparecer en la revista Journal of
Neurosciences (enero 2019). Esta investigación, financiada por la Comunidad
Europea, entre otras muchas de las instituciones que contribuyeron, se hizo en 46
adolescentes consumidores de marihuana no en grandes dosis. El estudio
concluyó que incluso un consumo bajo producía anomalías en la formación del
cerebro y que esto generaría disminución de las habilidades de aprendizaje,
presencia de mal humor e indecisión respecto al cómo actuar.
Otro gran estudio explica por qué con el consumo de marihuana disminuye la
capacidad cognitiva, especialmente la atención y memoria: la principal causa de
la disminución de la memoria y aprendizaje es la disminución de las fibras de
conexión. Nuestro cerebro es una inmensa “red de circuitos”, en donde cada área
y su respectiva función están interconectadas. Fumar marihuana antes de los 20
años conlleva una disminución de hasta un 80 % de las fibras que conectan el
precuneus –la zona del cerebro que coordina información que viene de todas
partes del cerebro– con el hipocampo, que es la zona involucrada en la formación
de nuevos recuerdos, orientación espacial y memoria.
¿Se pueden recuperar las funciones de memoria y aprendizaje afectadas por el
consumo de marihuana luego de un mes sin consumo?
Las investigaciones al respecto coinciden en que depende de la edad en que se
comience a consumir. El consumo de marihuana antes de los 20 años produce
cambios en la estructura misma del cerebro, ya que a esta edad nuestro cerebro se
encuentra en proceso de desarrollo y cambio. El estudio de Meier en 1.037
sujetos que comenzaron a consumir a los 14 años, y a los cuales se los evaluó en
tres momentos distintos entre los 14 y 30 años, mostró que aquellos que fumaron
marihuana en forma constante durante la adolescencia, perdieron en promedio
entre 8 a 10 puntos de coeficiente intelectual (CI). Es decir, en términos de CI, el
sujeto que era brillante pasó a ser normal y el normal, bajó a limítrofe. Este es el
estudio más grande que se ha realizado sobre el efecto del consumo continuado
de marihuana en el cerebro.
Las capacidades mentales perdidas no se restauraron completamente en aquellas
personas que dejaron de fumar marihuana en la edad adulta. Sin embargo,
aquellos que comenzaron a fumar en la edad adulta no mostraron disminuciones
significativas en su coeficiente intelectual. Esto no necesariamente indica que el
consumo no haya tenido efectos, ya que el THC es muy dañino a toda edad, sobre
todo en la actualidad en que la marihuana tiene al menos 10 veces más
concentración de THC que en los años 60, 70 y 80.
La evidencia sobre el daño por consumo es cada vez más aplastante. Acaba de
aparecer el estudio más grande del cerebro con 62.454 escaners[3]. Aquí se
identificaron factores que aceleran el envejecimiento cerebral, demostrándose que
la esquizofrenia, marihuana y alcohol, son los que más contribuían al
envejecimiento cerebral.
EJEMPLOS DE DAÑOS EN EL CEREBRO A LARGO PLAZO
Los daños van a depender de la cantidad de consumo, la edad y los factores
individuales de la persona, por ejemplo, la genética de cada sujeto. Hay mucha
evidencia científica respecto al tema marihuana y esquizofrenia. El consumo en
personas con vulnerabilidad genética influye directamente en el desarrollo de
psicosis. Este fenómeno está bastante documentado y estudiado en nuestro país.
La evidencia científica nos muestra la relación entre ciertos trastornos en salud
mental y el uso de marihuana, específicamente cuadros de esquizofrenia,
trastornos anímicos, ataques de pánico, y también suicidio, los que se gatillarían,
favorecerían o empeorarían, con el abuso de esta droga.
NUESTRO ESTUDIO
Un estudio realizado por nosotros, evaluó de manera comparativa a jóvenes
escolares fumadores exclusivos de marihuana versus no consumidores de ninguna
sustancia. Nos interesó que sólo consumieran marihuana y no otra droga, que
jamás hubieran presentado antecedentes de consumo ni consultado a un
especialista por problemas de adicción. En definitiva, escolares que no
constituyeran aún un problema de salud pública. Se consideró consumidor al
alumno que declarara un mínimo de cuatro episodios de consumo exclusivo de
cannabis durante el último mes, con una habitualidad mínima de 18 meses. Los
jóvenes pertenecían a diferentes realidades socioeconómicas, se tomaron
adolescentes provenientes de la educación pública, subvencionada y particular. A
todos se les aplicó encuestas de salud, se revisaron sus informes de notas, se les
aplicaron tests de inteligencia y pruebas neuropsicológicas que median atención,
memoria y concentración.
Las diferencias entre el grupo de control (no consumidores) y el de consumidores
fueron muy significativas. Al comparar los test con las imágenes cerebrales
(Neurospect) que se tomaron de esos mismos niños, los resultados mostraron que
la mayoría de los escolares consumidores presentó una anormalidad en la zona
relacionada con la motivación, planificación e iniciativa, lo que se traducía en la
práctica en conductas tales como: jóvenes desmotivados, sin interés de seguir
estudiando ni de terminar los proyectos que empezaban. También se encontró
áreas que estaban extremadamente alteradas en la zona que se relaciona con el
procesamiento de la información.
Hay que precisar que los resultados también mostraron diferencias individuales.
Si bien todos mostraron anormalidades, los efectos en cada uno podían diferir en
cuanto a la magnitud de la zona que se veía afectada, dando cuenta de una
susceptibilidad individual. Sin embargo, se encontraron patrones comunes:
múltiples áreas absolutamente desorganizadas, tanto en el lóbulo frontal como en
los temporales, parietales, occipital y en el cerebelo, área que tiene que ver con la
coordinación motora, de ahí la relación entre accidentes de tránsito y consumo de
marihuana.
Finalmente, nuestros resultados confirmaron lo que la literatura internacional ya
había demostrado: que las áreas relacionadas con el aprendizaje, memoria y
ánimo, se veían afectadas con el consumo de marihuana.
Este estudio fue el primero realizado en una población no consultante, por ende,
en jóvenes invisibilizados, que no se considera que tengan aún un problema de
salud. Fuera de los datos duros, lo más relevante fue constatar que los jóvenes
escolares no tenían idea del daño que se estaban haciendo, comprobando la baja
percepción de riesgo asociada al consumo. El escenario era bastante peor de lo
que habíamos imaginado.
Creo que este estudio tiene el mérito de haberse anticipado a una situación que
comenzó a hacerse cada año más grave y que nos tiene hoy ostentando el record
mundial en consumo escolar, lo que –en los distintos estudios revisados– se ha
relacionado con la disminución en la percepción de riesgo.
Al respecto, el estudio realizado en Chile por SENDA (2016), da cuenta de que la
percepción de riesgo ha disminuido exponencialmente en los últimos diez años.
De esta forma, la percepción de riesgo por consumo “experimental de
marihuana” llega al 28,9%, esto es 13,6 puntos porcentuales menos que en 2006.
Mientras que el riesgo percibido por “consumo frecuente”, para el mismo
período, ha bajado de un 90,3% a un 64,9%. De acuerdo a los diversos estudios
internacionales mencionados, estos datos pudieran relacionarse con otro hallazgo
registrado por SENDA, respecto al “promedio de días de consumo de marihuana
en el último mes” en población de 12 a 18 años, el que en 2016 era de 10,5,
comparado con 7,2 en 2006, demostrando así un aumento significativo.

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