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Otoño americano
[PRIMER ACTO]
Formato proyectado
TRILOGÍA
Formato actual
IDEA ORIGINAL PARA UNA PUESTA EN ESCENA
Autor
HERNANDO MARTÍNEZ ARIAS
Fecha de creación
AGOSTO-OCTUBRE DEL 2011
Lugar
BOGOTÁ, COLOMBIA
Personajes
EL EXPLICADOR
SUS AMIGOS
DISCÍPULOS
COMENTARISTA
VOCES
No pertenezco a ninguna
nación, a ninguna civilización, a ninguna
sociedad, a ninguna raza, sólo al Divino.
La Tierra está en el trabajo de parto
de una civilización única, incluyente y flexible,
común a toda la especie humana, en la que cada
cultura antigua y moderna aportará su
contribución y en la que cada agregado humano
claramente definido introducirá un elemento de
variación necesario. En el desenvolvimiento de
este objetivo, lo que haya de perdurar tendrá
inevitablemente que someterse a una cierta lucha.
Lo más apto para sobrevivir será todo aquello
que pueda servir mejor las tendencias que la
Naturaleza esté deseando para la humanidad
—no sólo las tendencias del momento, sino
aquellas que resucitarán del pasado y las aún
incipientes del futuro. Sobrevivirá asimismo todo
cuanto pueda ayudar eficazmente a las fuerzas de
la liberación y de la síntesis, todo aquello que
mejor tienda a adaptarse y a ajustarse y a revelar
el sentido oculto de los esfuerzos parturientos de
la Gran Madre.
Sri Aurobindo, El ideal de la unidad humana
15 de marzo de 1916
página
Acto I
[Plano terrestre]
Otoño americano 9
Escena 1
A propósito de la naturaleza divina del hombre 10
Escena 2
A propósito del Estado republicano
como un negocio privado 26
Escena 3
A propósito de la moneda
como verdadero servidor público 84
Escena 4
A propósito de la batalla de los espíritus 103
Escena 5
A propósito de nuestra revolución espiritual 127
Acto I
[Plano terrestre]
OTOÑO AMERICANO
Preludio
SRI AUROBINDO: «Hay momentos en que el Espíritu se
mueve entre los hombres y el aliento del Señor se esparce
sobre las aguas de nuestro ser; hay otros en que este se
retira y deja a los hombres actuar en la fortaleza o la
debilidad de su propio egoísmo. Los primeros son
periodos en los que incluso un pequeño esfuerzo produce
grandes resultados y cambia el destino; los segundos son
espacios de tiempo en los que mucha labor conduce a la
hechura de un nimio resultado. Es verdad que estos
últimos quizás preparan los primeros, quizás son la
columna de humo del sacrificio que se eleva hacia el cielo
invocando la lluvia de la prodigalidad de Dios.
Infeliz es el hombre o la nación que, llegado el momento
divino, se encuentra durmiendo o sin preparación para
usarlo, porque la lámpara no ha sido encendida para la
bienvenida y los oídos son sordos al llamado. Pero mayor
aún la pesadumbre para quienes son fuertes y están listos,
y sin embargo desperdician la fuerza y desaprovechan el
momento; para ellos es una pérdida irreparable o una gran
destrucción.
En la hora de Dios limpia tu alma de todo autoengaño,
hipocresía y vana adulación propia para que puedas mirar
directo a tu espíritu y escuchar aquello que le convoca.
Toda insinceridad de la naturaleza, que alguna vez fue tu
defensa ante la mirada del Maestro y la luz del ideal, se
convierte ahora en un agujero en tu armadura e invita al
golpe. Aun si de momento vences, es peor para ti, porque
el golpe volverá después y te derrumbará en medio de tu
triunfo. Pero siendo puro espantas todo miedo; pues la
hora suele ser terrible, un fuego y un torbellino y una
tempestad, una pisada en el lagar de la ira de Dios; pero
10
aquel que en esa hora pueda erguirse en la verdad de su
propósito es quien permanecerá; aunque caiga, se
levantará de nuevo; aunque parezca pasar sobre las alas del
viento, regresará. No permitas que mundana prudencia
susurre muy cerca de tu oído; porque esta es la hora de lo
inesperado, lo incalculable, lo inmensurable. No midas el
poder del Aliento con tus mezquinos instrumentos, solo
confía y avanza.
Ante todo mantén tu alma limpia, aunque sea a ratos, del
clamor del ego. Entonces un fuego marchará delante tuyo
en la noche y la tormenta será tu ayudante y tu bandera
ondeará en la más alta cima de la grandeza que había de
ser conquistada».
[La hora de Dios]
12
Occidente limitamos al concepto de omnipresencia. Pero, si
bien es cierto que se trata del Uno que lo es Todo y está en
todas partes y en todos los seres y es la esencia de todas
las cosas, no es menos cierto que, en esta divina comedia
que es la vida, Él es la expresión del Deleite Inmortal, del
Gozo Infinito, de la Bienaventuranza Suprema. Es
indefinible, y lo limitamos cuando tratamos de definirlo. En
ese sentido me identifico con la concepción vedántica del
hombre y de la vida, es decir, creo que como origen, causa,
objeto y soporte de la existencia hay un Silencio y Paz, un
Sin-Nombre y Sin-Forma que es omnisciente, omnipotente
y omnipresente, cuyo modo natural de ser trasciende todo
lo manifiesto y que adoptó todos los nombres y todas las
máscaras el día que quiso conocerse en el mundo de la
forma. Desde esta perspectiva evolucionista, ya no es
cuestión de Creador y creación, como dos que están
separados y son distintos, uno por fuera del otro, sino de
un Dios encarnado en el universo material que se
manifiesta progresivamente, que anuncia a cada paso la
unidad intrínseca entre Él y nosotros. El máximo propósito
de nuestra estancia en la Tierra es descubrirlo.
14
que nunca habíamos estado en contacto y cuya
manifestación hace factible la vida divina en la Tierra).
16
plenamente consigo misma a medida que desarrolla su
cuerpo activo y mental, su vida orgánica y expresiva».
[El ciclo humano]
18
Estos y otros mecanismos infantiles son los mecanismos de
Dios en el mundo manifiesto. Por eso Aurobindo dice que
Dios es un niño eterno jugando un juego eterno en un jardín
eterno. Hasta ahí todo está bien, incluso es bello, y si uno es
sensible puede captar la atmósfera poética. Pero cuando la
muerte, la crueldad, la ignorancia, el error y el sufrimiento
hacen su aparición, el juego se tiñe de sangre y no queremos
seguir en él; el jardín se ensombrece y nos despertamos en
un tugurio terrenal, sin risas, sin encanto, sin Dios.
20
SRI AUROBINDO: «40- Hay cuatro acontecimientos
magníficos en la historia: el sitio de Troya, la vida y
crucifixión de Cristo, el exilio de Krishna en Brindavan y
el coloquio con Áryuna en el campo de Kurukshetra. El
sitio de Troya creó la Antigua Grecia, el exilio en
Brindavan creó la religión devocional (porque antes solo
había meditación y adoración), Cristo desde su cruz
humanizó a Europa, el coloquio en Kurukshetra un día
liberará a la humanidad. Y no obstante, se dice que estos
cuatro acontecimientos jamás sucedieron».
[Pensamientos y aforismos]
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crearon este y otros mundos: el Señor de la Falsedad, el de
las Tinieblas, el de la Muerte y el de la Crueldad.
24
SRI AUROBINDO: «El encuentro del hombre con Dios
siempre supone una penetración, una entrada del Divino
en lo humano y una inmersión del hombre en la
Divinidad.
Pero esta inmersión no significa una inmolación. La
extinción no es el cometido de toda esta búsqueda y esta
pasión, de este sufrimiento y este delirio. El juego jamás
habría empezado si ese fuese a ser su final.
Deleitarse es el secreto. Aprende sobre el deleite absoluto
y aprenderás de Dios.
¿Cuál fue entonces el comienzo de toda esta historia? Una
existencia que se multiplicó a sí misma por el puro deleite
de ser, y que se sumergió en incontables millares de
formas para poderse hallar a sí misma incontablemente.
¿Y cuál es la mitad? Una división que se esfuerza por
abrirse paso hacia una unidad múltiple, una ignorancia
que brega en pos de un torrente de luz diversa, un dolor
que puja por alcanzar un éxtasis inimaginable. Pues todas
estas cosas son formas oscuras y perversas vibraciones.
¿Y cuál será el final de toda esta historia? Si la miel pudiera
degustarse a sí misma y a todas sus gotas juntas, y todas sus
gotas pudieran saborearse unas a otras, y cada una de ellas
degustara la totalidad del panal como a sí misma, así
terminarán Dios, el alma humana y el universo.
El Amor es la tónica, la Alegría es la melodía, el Poder es
el acorde, el Conocimiento es el ejecutante, el Todo
infinito es a la vez el compositor y la audiencia. Solo
conocemos los desacordes preliminares, que son tan
desafinados como será esplendorosa la armonía; pero con
toda seguridad llegaremos a la fuga de la Felicidad divina».
[Pensamientos y destellos]
Exeunt
Preludio
SRI AUROBINDO: «Dondequiera que veas un gran final,
puedes estar seguro de un gran comienzo. Cuando una
inmensa y dolorosa destrucción aterre tu mente,
consuélala con la certeza de una vasta y grandiosa
creación. Dios está allí, no solo en la imperturbable y
delicada voz interior, sino también en el fuego y el
torbellino.
Cuanto mayor la destrucción, más libres las posibilidades
de creación; pero la destrucción es a menudo larga, lenta y
opresiva, la creación tardía en su llegada o interrumpida
en su triunfo. La noche vuelve una y otra vez y el día se
detiene o incluso parece haber sido un falso amanecer. Así
que no desesperes, solo observa y obra. Quienes anhelan
con violencia, pronto desesperan: ni esperes ni temas, ten
la certeza del propósito Divino y tu voluntad para llevarlo
a cabo.
La mano del Artista divino trabaja a menudo como si
dudara de su genio y de su material. Parece tocar y probar
y abandonar, recoger y desechar y recoger de nuevo,
modelar y fracasar y estropear y volver a ensamblar.
Sorpresas y decepciones acompañan su obra antes de que
todas las cosas estén listas. Lo que fue seleccionado, se
lanza al abismo de la reprobación; lo que fue rechazado, se
convierte en piedra angular de un poderoso edificio. Pero
detrás de todo está la aguda visión de un conocimiento
que sobrepasa nuestra razón y la sonrisa lenta de una
capacidad infinita.
Dios tiene ante sí todo el tiempo y no necesita estar siempre
apurado. Él está seguro de su propósito y de su éxito y no le
importa deshacer su trabajo cientos de veces para llevarlo
26
más cerca de la perfección. La paciencia es nuestra primera
gran lección necesaria, no la parsimonia de movimiento del
tímido, del escéptico, del hastiado, del negligente, del
resignado o del enclenque; la paciencia llena de una calma y
concentrada fuerza que vigila y se prepara para la hora de
los grandes e inesperados acontecimientos, pocos pero
suficientes para cambiar el destino.
¿Por qué Dios martilla tan ferozmente su mundo, lo
pisotea y lo manosea como a una argamasa, lo arroja tan a
menudo en el baño de sangre y en el enrojecido e infernal
calor de la hornaza? Porque la humanidad en la masa
sigue siendo un mineral duro, crudo y vil que de otro
modo no se dejará fundir ni moldear; tal como es su
material, así es su método. Si aquel se dejara transmutar
en un metal más noble y puro, sus maneras serían más
suaves y dulces, más ligeros y justos sus usos.
¿Por qué escogió o concibió semejante material, cuando
tenía todas las infinitas posibilidades para elegir? Porque
en su Idea divina vio ante sí no solo la belleza y la dulzura
y la pureza, sino también la fuerza, la voluntad y la
grandeza. No desprecies la fuerza, ni la odies por la fealdad
de algunas de sus caras, ni pienses que Dios es solo amor.
Toda perfecta perfección debe tener algo en ella de la
sustancia del héroe e incluso del Titán. Pero la mayor
fuerza nace de la mayor dificultad».
[Pensamientos y destellos]
28
fui a presentar ante una firma francesa el plan que estaba
promoviendo y que consistía en integrar todo el continente
americano, desde Canadá hasta Chile, mediante un sistema
ferroviario. En esa reunión aprendí que ese tipo de
emprendimientos no podían adelantarse sin consultar al
Amo, más específicamente, supe que si quería proseguir
con la propuesta debía estructurarla desde España, que es
la sede encargada de manejar los intereses del Señor del
Kapital para América Latina, porque a Francia se le han
encomendado los de África. Supe que es así como el Amo
decide la vida política y económica de la humanidad, por
intermedio de sus poderosos capataces en cada uno de los
potreros de esta finca que llamamos Tierra. Mi último
vestigio de ingenuidad se esfumó cuando mis
interlocutores preguntaron sorprendidos: “Viniendo de
donde vienes, ¿cómo no tienes claro el procedimiento?”
¡Yo, que sinceramente había llegado a creer que nuestra
condición de país subdesarrollado era la consecuencia de
nuestra falta de ideas y recursos, el fruto de una nación
indolente y discapacitada! Ahí mismo y de repente se me
despertó el colombiano: me quité la corbata, reconocí la
falsedad de una vida empeñada, hundí todos mis barcos y
sus velas, salí directo a la librería y me entregué a la más
estupenda de las aventuras de mi conciencia.
30
CIENCIA FICCIÓN. ¿NO SERÁ MÁS BIEN LA INEXORABLE CRISIS
DEL CAPITALISMO?
32
segundas nupcias desposó a Catalina Zapata Cárdenas y
Valero, quien en medio del asfixiante calor tropical logró
dar a luz a Fernando, Cristóbal, Juan, Antonia, Catalina y
Jerónima.
El oro —no cabe duda— ha logrado que obstinadamente de
esta sola cuna desciendan diecisiete “primeras damas” y
dieciséis presidentes de Colombia:
1) Timotea Carvajal Marulanda, sexta nieta, y segunda
esposa del presidente José María Obando.
2) Domitila Gómez Barrientos, sexta nieta, esposa de
Francisco Antonio Obregón, quien reemplazó como
ministro encargado al general José María Melo.
3) Marcelina Barrientos Zuláibar, séptima nieta, primera
esposa del presidente Mariano Ospina Rodríguez.
4) María del Rosario Barrientos Zuláibar, séptima nieta,
segunda esposa del presidente Mariano Ospina Rodríguez
y hermana de la anterior.
5) Enriqueta Vásquez Jaramillo, octava nieta, tercera
esposa del presidente Mariano Ospina Rodríguez.
6) Carolina Vásquez Uribe, novena nieta, esposa del
presidente Pedro Nel Ospina Vásquez.
7) Carmen Tamayo Restrepo, octava nieta, esposa de
Salvador Camacho Roldán, presidente encargado en
1868.
8) Isabel Gaviria Duque, octava nieta, esposa del
presidente Carlos E. Restrepo.
9) María Teresa Londoño Sáenz, octava nieta, esposa del
presidente Enrique Olaya Herrera.
10) Carola Correa Londoño, novena nieta, esposa del
presidente Gustavo Rojas Pinilla (abuelo del alcalde de
Bogotá Samuel Moreno Rojas).
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SRI AUROBINDO: «El Estado monárquico [...] aplastó o
subordinó las libertades religiosas de los hombres e hizo
de un orden eclesiástico servil o complaciente el sacerdote
de su derecho divino, y de la Religión la criada de un
trono seglar. Destruyó las libertades de la aristocracia y le
dejó sus privilegios, e incluso estos solo le fueron
admitidos para que apoyara o reforzara el poder del rey.
Luego de usar a la burguesía en contra de los nobles,
destruyó, donde pudo, sus libertades cívicas reales y vivas y
permitió solo algunas formas exteriores y su cuota de
derecho y privilegio especial. En cuanto al pueblo, no
tenía libertades que destruir. De esta manera el Estado
monárquico concentró en sus propias actividades la
totalidad de la vida nacional. La Iglesia lo asistió con su
influencia moral, los nobles con sus tradiciones militares y
su habilidad, la burguesía con el talento y la manipulación
de sus abogados y el genio literario o el poder
administrativo de sus eruditos, sus pensadores y sus
hombres de innata capacidad de negocios; el pueblo pagó
impuestos y alimentó con su sangre las ambiciones
personales y nacionales de la monarquía. Pero toda esta
poderosa estructura y esta organización tan estrechamente
tejida estaba condenada por su mismo triunfo y
predestinada a colapsar ya fuera por un desplome o por
una gradual abdicación más o menos renuente ante
nuevas necesidades e intervenciones. Fue tolerado y
sostenido en tanto la nación sintió consciente o
subconscientemente su necesidad y justificación; una vez
que esta fue satisfecha y cesó, inevitablemente volvieron
las viejas reivindicaciones que, ahora plenamente
conscientes, no pudieron seguir siendo suprimidas o
permanentemente reprimidas. Al transformar el viejo
orden en un mero simulacro, la monarquía había
destruido su propia base. La autoridad sacerdotal de la
Iglesia, una vez cuestionada en sus fundamentos
espirituales, no podía seguir siendo sostenida por medios
temporales, por la espada y la ley; la aristocracia, que había
conservado sus privilegios pero perdido sus funciones
reales, se tornó odiosa y dudosa para las clases inferiores;
35 ¡Qué tiempos divinos!
la burguesía, consciente de su talento, irritada por su
inferioridad social y política, despertada por la voz de sus
pensadores, lideró el movimiento de rebelión y apeló a la
ayuda de la plebe; las masas —mudas, oprimidas, sufridas—
se sublevaron con este nuevo apoyo que en otros tiempos
les había sido negado y revirtieron por completo la
jerarquía social. De allí el colapso del viejo mundo y el
nacimiento de una nueva era».
[El ideal de la unidad humana]
38
con la excusa de que este imperio menor sería el aliado
ideal para deshacerse más fácilmente del amo inglés. Tal
actitud revela la inconsciencia y la miopía política de un
abogado a quien los medios han transformado en un santo,
pero quien, aún con las mejores intenciones, terminó
actuando como títere del nazismo en India. A mi entender,
así como ante el pueblo judío Pilatos planteó el dilema de
libertar a Jesús o a Barrabás y el pueblo escogió liberar a
Barrabás, para la India y para el mundo de hoy la elección
está entre Aurobindo y Gandhi.
46
ignorancia de la naturaleza inferior, puede ser usurpado
para servir al ego o retenido por las influencias antidivinas
y pervertido en sus propósitos. Es, ciertamente, una de las
tres fuerzas —poder, riqueza, sexo— que más atraen al ego
humano y a los seres antidivinos; y suelen ser las peor
ejercidas y las peor usadas por quienes las retienen. Los
que buscan y acaparan la riqueza son a menudo más
poseídos que poseedores; pocos se libran del todo de
cierta influencia perturbadora que el antidivino ha
estampado en ella tras siglos de haberla secuestrado y
pervertido. Por esta razón, la mayoría de las disciplinas
espirituales insisten en un completo autocontrol, desapego
y renuncia a toda atadura a la riqueza y a todo deseo
personal y egoísta de poseerla. Algunas, incluso, prohíben
el dinero y las posesiones y proclaman la pobreza y una
vida de privaciones como la única condición espiritual.
Pero eso es un error que deja el poder en manos de las
fuerzas hostiles. Reconquistarlo para el Divino, a quien
pertenece, y usarlo divinamente para la vida divina es la
vía supramental del aspirante a yogui.
No debes darle la espalda con ascética displicencia al
poder del dinero, a las facilidades que ofrece y a los
objetos que trae, como tampoco cultivar un apego
apasionado hacia ellos o un espíritu de servilismo
autocomplaciente hacia sus gratificaciones. Mira la riqueza
simplemente como un poder que ha de ser ganado de
nuevo para la Madre y puesto a su servicio.
Toda riqueza pertenece al Divino y aquellos que la
detentan son sus custodios, no sus poseedores. Está con
ellos hoy, mañana puede estar en cualquier otra parte.
Todo depende del modo en que se desempeñen mientras
estén encargados de ella: con qué espíritu, con qué
conciencia la usen, para qué propósito.
Cuando el dinero sea para tu uso personal, cuida todo lo
que tienes o lo que consigues o lo que te trae como si
fuera de la Madre. No exijas nada, pero acepta lo que
recibas de ella y utilízalo para los propósitos con que te fue
dado. Sé íntegramente desprendido, íntegramente
47 ¡Qué tiempos divinos!
escrupuloso, exacto, cuidadoso en el detalle, un buen
custodio; considera siempre que estás encargado de
manejar sus posesiones y no las tuyas. Además, lo que
recibas de ella, ponlo religiosamente a sus pies; no desvíes
nada para tu propósito ni el de nadie más.
No admires a los hombres por sus posesiones ni te dejes
impresionar por la apariencia, el poder o la influencia.
Cuando pidas para la Madre, debes sentir que es ella
quien exige a través tuyo una nimia parte de lo que le
pertenece y el hombre al que le pidas será juzgado por su
respuesta.
Si estás libre de toda mancha con relación al dinero, pero
sin el rechazo ascético, tendrás mucha más fuerza para
dirigir el dinero de la obra divina. Las señales de esta
libertad son una mente ecuánime, haber dejado de exigir y
dedicarle por completo todo lo que posees y recibes y todo
tu poder de adquisición a la Divina Madre Universal y a
su obra. Cualquier perturbación mental con relación al
dinero y a su uso, cualquier reclamo, cualquier reticencia
es indicio seguro de alguna imperfección o atadura.
El ideal de este tipo de aspirante a yogui es aquel a quien,
si se le exige vivir pobremente, puede hacerlo sin que
ningún sentimiento de carencia le afecte o interfiera con
el pleno juego interior de la conciencia divina; y si se le
exige vivir en la opulencia, también puede hacerlo sin por
un instante dejarse seducir o apegarse a la riqueza o a las
cosas que usa o volverse servil con la autocomplacencia o
someterse débilmente a los hábitos que crean las
posesiones. La divina Voluntad y el divino Ananda [deleite de la
existencia] son todo para él.
50
recursos tendría que hacerse necesariamente con la
participación del sector privado porque Bolivia no disponía
de los medios financieros suficientes. Ahora bien, el sector
privado, en cualquier actividad y en cualquier país, solo
puede operar si cuenta con recursos financieros. ¿Parece
obvio? Pues aunque lo parezca no lo es, porque para que un
empresario tenga recursos a su disposición debe pedirlos
en préstamo en esas prenderías que denominamos bancos,
los cuales solo se los facilitan a quienes tienen bienes o un
salario para empeñar, o a quienes ya pertenecen al
monopolio del Señor K, es decir, a esas compañías
multinacionales que suelen apresurarse a contribuir tan
generosamente con la explotación de nuestros recursos
naturales, como la BP o la EXXON o la DRUMMOND.
52
EL EXPLICADOR: Pasé muchos años de mi vida como
representante para Colombia de bancos internacionales y
asociado a personas cuyas familias han estado vinculadas
durante los últimos 160 años a los grupos de poder político
y financiero de este país. Pero fue tan solo hacia el 2003
cuando, precisamente atendiendo la lectura sociopolítica
de Aurobindo, me puse a la tarea de estudiar a fondo el
sistema financiero internacional y su evolución durante
los últimos 250 años. La fuente más lúcida de consulta
sobre este tema me la ofreció la obra del norteamericano
Eustace Mullins [1923-1910], investigador de la Biblioteca del
Congreso de los Estados Unidos, realizada bajo la dirección
del poeta Ezra Pound [1885-1972] y publicada bajo el título Los
secretos de la Reserva Federal [Secrets of the Federal Reserve,
54
estrategia de endeudar simultáneamente a ambos imperios
—Francia e Inglaterra— lo convirtió en el auténtico
vencedor de la Batalla de Waterloo. Al finalizar la
contienda [en junio de 1815], mediante una gesta magistral de
especulación financiera, Nathan se apoderó del control del
Banco de Inglaterra, consagrándose así como la autoridad
monetaria de la pujante actividad económica mundial. A
partir de entonces los acreedores Rothschild sometieron a
Europa y sus colonias. Hasta nuestros días.
56
entonces parte del Reino Unido Neerlandés, es decir, de
dónde habían salido los empréstitos en 1782, y fue firmado
por John Quincy Adams, es decir, el hijo de aquel con quien
habían pactado el negocio. Y para satisfacción del Señor K,
el Tratado incluía la renovación de la licencia del Banco
Central, que reanudó su operación en 1816. Ardua y larga
fue la lucha de incontables ciudadanos norteamericanos
por liberarse del yugo de esta camarilla; durante casi cien
años muchos visionarios anunciaron el abismo al que
conduciría esta ardid. Fue gracias a esto que en 1836, bajo
el liderazgo del presidente Andrew Jackson [1767-1845], la
concesión no se renovó.
VOZ DE ANDREW JACKSON [enfurecido por las tácticas de los banqueros que
pretendían persuadirlo de renovar la concesión para operar el Segundo Banco de Emisión de los
: «Ustedes son una guarida de víboras. Tengo la
Estados Unidos]
intención de aniquilarlos y por la Gracia de Dios los
aniquilaré. Si el pueblo entendiera la flagrante injusticia
de nuestro sistema monetario y bancario, se sublevaría de
inmediato».
VOZ DEL POETA EZRA POUND [en 1950, siendo prisionero político del Señor K
bajo la artimaña de la locura en el Hospital St. Elizabeth, en Washington] : «He aquí, a
57 ¡Qué tiempos divinos!
secas, los hechos de la gran traición. Wilson y House se
dieron cuenta de que estaban haciendo algo trascendental.
Uno no puede entender los motivos de los hombres y este
par probablemente creía en lo que estaba haciendo. En lo
que no creían era en un gobierno representativo. Ellos
creían en el gobierno de una oligarquía sin control, cuyos
actos solo se manifiestan después de un intervalo tan largo
que el electorado sería por siempre incapaz de hacer algo
eficaz para remediar las depredaciones».
58
Rothschild en Nueva York y socio de Paul Warburg en el
Banco Kuhn Loeb & Cía.
62
experticia de “instaurar un sistema que proveyera un
circulante suficientemente elástico para financiar las
transacciones”. Como parte del paquete de ayudas
económicas destinado a “rescatar de la crisis” a la familia
López, se le compró [el 16 de julio de 1923] el hermoso edificio que
había servido de sede a su empresa por la no despreciable
suma de 750.000 pesos oro y allí se instaló la naciente
entidad. El capital de base para tan próspera iniciativa
sumó diez millones de pesos oro en aportes privados más
el aporte estatal. Este último ascendió a cinco millones de
dólares, tomados de la “indemnización” que el Señor K-
sucursal Estados Unidos le debía [según el Tratado Urrutia-Thompson,
1
Jorge Eliécer Gaitán, candidato a la presidencia por el Partido Liberal, fue asesinado
saliendo de su oficina, en pleno centro de la capital. Su muerte desencadenó una ola de
disturbios que arrasaron con gran parte de la ciudad, por ello se le conoce como “El
Bogotazo”.
2
Conocida como La Violencia, esta guerra fratricida, que incendió los campos
enfrentando a los seguidores de ambos partidos tradicionales, fue azuzada por sus jefes y
espoleada desde los púlpitos de las iglesias, se prolongó hasta bien entrada la década de los
sesenta y terminó vertiendo su caudal de sangre en las nacientes guerrillas del Llano.
64
que vieron chocar entre sí fueron sus vasos de whisky en el
Jockey o en el Gun Club.
ESCALA GLOBAL
66
Casa Rothschild diseñaron el Tratado de Maastricht [firmado
68
alrededor de 250 años y se encaminó a la conformación de
una aristocracia vitalicia, encargada de fundar los partidos
políticos que legitimaran el Estado y lo administraran en
representación del Amo. Te repito, el derecho de sucesión
es vitalicio, y este no es un hecho menor pues explica por
qué en la escena política de todas las repúblicas se pueden
rastrear “linajes de alcurnia”, que no son otra cosa que una
recreación artificial de las aristocracias medievales. A
estos reyezuelos locales se les dio un amplio margen de
manejo en sus potreros, a cambio de reconocer a
perpetuidad al Señor K como Amo y Señor de toda la
hacienda y como única autoridad monetaria. Aunque
eventualmente ocupan cargos públicos como la
Presidencia de la República, suelen manejar imágenes de
muy bajo perfil, revestidas ante todo de sobriedad,
ecuanimidad y prestancia, acatando la regla de oro de “ser
sin parecer”. Su misión consiste, primero que todo, en
encubrir los intereses privados del Amo haciéndolos pasar
como de interés nacional; segundo, mantener a la sombra
la anónima e impenetrable pirámide de poder a la que
pertenecen; tercero, regir con milimétrica precisión a sus
huestes —haciendo valer el axioma de que “en política todo
favor se paga”—; y finalmente, organizar la burocracia
estatal para premiar a sus barones electorales, quienes la
utilizan para reclutar y alimentar desde allí a sus tropas.
70
a cuotas más o menos jugosas en la administración del
Estado, de ahí que se escuche decir entre dientes: “En esa
administración la Registraduría era de Samper... El
transporte en Bogotá siempre ha sido de Pastrana... Eso
fue cuando la Contraloría era de Turbay... El señor Plata, el
que financió la campaña de Samuel Moreno, ese se le
apuntó a las basuras en la capital de la mano de Julio
César Turbay Júnior... Tenga cuidado, acuérdese que todo
lo que tiene que ver con minas es de los Ospina y que si se
mete con el petróleo se está metiendo con los López... ¿El
Banco de la República? Ese negocito tiene tres puntas: los
Ospina, los López y los Holguín”.
UNIDOS?
74
Hablemos de los Estados Unidos. Si es cierto que cada
nación está sola frente a su destino y se debate y defiende
con las herramientas que tiene para hacer valer sus
intereses, no es menos verdad que cuando se viste con el
traje del Estado republicano encaja de inmediato como una
pieza en el engranaje político del imperio del Señor K y
cumple un rol determinado en función de las prerrogativas
del Amo. En ese diagrama, desde 1823 los Estados Unidos
actúan como su sheriff, son su policía mundial. ¿Cómo se
les asignó este papel? Fue John Quincy Adams [1767-1848],
76
manteniendo a México bajo su yugo durante toda la
Primera Guerra Mundial—, para que [el 23 de febrero de 1919] se
creara el Comité Internacional de Banqueros, que pactó la
refinanciación de la deuda mexicana y acordó las nuevas
políticas de protección a la inversión extranjera. La
membresía del Comité incluyó a los representantes de J. P.
Morgan & Co.; Kuhn; Loeb & Co.; National City Bank; Chase
National Bank; Mexican Railway Co. Ltd y Banque de Paris
et des Pays-Bas, es decir, lo más granado del Señor K.
80
crediticio está concentrado. El crecimiento de la nación,
por lo tanto, y todas nuestras actividades están en manos
de unos pocos hombres. Nos hemos convertido en uno de
los gobiernos peor manejados, uno de los más
completamente controlados y dominados gobiernos del
mundo civilizado —ya no un gobierno fruto de la libre
opinión, ni un gobierno fruto de la convicción y del voto
de la mayoría, sino un gobierno fruto de la opinión y de la
coacción de un puñado de hombres dominantes».
Exeunt
82
Escena 3
Preludio
MADRE: «Esta mañana, mientras ojeaba el mes que
comienza y me preguntaba cómo podía servirte mejor,
escuché la vocecita interior —un murmullo en el silencio—
y esto fue lo que me dijo: “Mira qué poco importan las
circunstancias externas. ¿Por qué preocuparse y
tensionarse buscando realizar tu propia concepción de la
Verdad? Sé más flexible, más confiada. El único deber es
no dejarse perturbar por nada. Atormentarse por hacer lo
correcto causa tanto daño como tener mala voluntad. Solo
en la calma de las aguas profundas se halla la posibilidad
del Verdadero Servicio”».
[Plegarias y meditaciones, 2 de agosto de 1913]
84
medianas y sus Estados, los arrodilló políticamente con
doctrinas represivas como el Patriot Act, los amedrantó
mediante tácticas terroristas para robarles las libertades
que creían tener, los puso en una condición de penuria
para el próximo quinquenio y, luego de engrosar filas y
filas de desempleados, decidió hacer de China, Corea,
Indonesia y Brasil su parque industrial.
Sobra decir que no somos anarquistas; amamos la libertad
individual, pero la concebimos hermanada al orden, la
armonía y la equidad. Y como el puente entre el individuo
y la humanidad es la nación, la única manera en que
aspiramos a animar la libertad individual es dentro de un
marco de naciones auténticamente libres. ¿Cuál es, en ese
orden de ideas, el actual mapa de libertades individuales y
colectivas? Considerémoslo en los siguientes términos:
88
1) La gente no obedece leyes, pero le teme al garrote que
hay detrás en manos de quienes hacen que se cumplan,
llámense CIA, Mossad, Interpol, DAS o Policía Nacional. Esas
leyes y esa policía surgen de un contrato social que todos
estamos obligados a acatar. ¿Quién es la autoridad máxima
dentro de este contrato social? Siendo la moneda el
principio rector de la organización social, quien la emite y
dicta las políticas financieras, económicas y fiscales es de
hecho la máxima autoridad. Lo demás es cháchara, porque
quien pone la plata, pone las condiciones.
92
—esclavos, capataces y redundantes— a una salida
pragmática que abarca dos movimientos distintos, pero
asociados: la disolución de los Bancos Centrales y la
demolición del Estado y su maquinaria de falsedad. ¿Suena
a utopía? Quizás, pero el legítimo patriotismo y la razón
dictan que solo recuperando el poder de la moneda y su
emisión para ponerla al servicio de las comunidades, y
simultánea o sucesivamente desmontando los Estados
para recuperar las soberanías nacionales habremos
despojado de sus privilegios al Señor K y a su aristocracia
política y financiera de manera rotunda y pertinaz. De lo
contrario nuestra nación nonata, esa alma múltiple
privada de libre expresión, esa madre común que ha sido
secuestrada, perderá su última oportunidad de realizarse.
Exeunt
Escena 4
Preludio
MENTIRA?
102
de un ser infraracional. En esta primera etapa, en la que
llevamos millones de años, somos sin embargo como bebés
de un año porque perdimos la intuición instintiva
característica del animal que hace que su vida no esté
sujeta a error, dejamos atrás ese útil conocimiento
espontáneo para caminar, torpemente, de la inconsciencia
a la ignorancia con el fin de desarrollar y ejercitar los
invisibles músculos de la mente. Necesitaremos mucho
mejores herramientas si pretendemos salir de la
ignorancia y encaminarnos hacia la conciencia. El único
maestro que hemos tenido en este largo trecho es el error.
Nos jalonan las necesidades físicas, emocionales, vitales y
mentales y su apremiante satisfacción, al tiempo que
carecemos de la menor capacidad de conocimiento, más
allá de esta mente dividida, ignorante y egoísta, que nada
sabe y todo lo justifica. Desde este punto de vista, el
egoísmo ha sido entonces una verdad de la Naturaleza.
104
EL EXPLICADOR: Por ser el corazón de Dios, la metrópolis de
Ananda en el plano Material, la Tierra siempre ha estado a
salvo. Y precisamente aquí cabría introducir la idea de que
las noches son más oscuras un minuto antes del amanecer;
en mi lectura, es eso lo que ha ocurrido durante los últimos
cien años de la historia de la humanidad. Ese amanecer es
nuestra promesa, no es una utopía, en mi opinión es más
utópico pretender que las cosas permanezcan tal como
están.
106
Los hombres, empujados por el conflicto de fuerzas,
cometen un sacrificio sublime, ofrecen sus vidas en
sangriento holocausto...
Supremo, Maestro eterno, permite que todo eso no sea en
vano, que los inagotables torrentes de Tu Fuerza Divina se
expandan sobre la Tierra, penetrando la enrarecida
atmósfera, las energías en lucha, todo el violento caos de
los elementos en batalla; ¡y que la luz pura de Tu
Conocimiento y el inextinguible amor de Tu Bendición
colmen los corazones, penetren las almas, iluminen las
conciencias y hagan surgir de esta oscuridad, de estas
sombrías, terribles y recias tinieblas, el esplendor de Tu
majestuosa Presencia!
Mi ser está ante Ti en un holocausto integral con el fin de
hacer efectivo su holocausto inconsciente.
Acepta esta ofrenda, responde a nuestro llamado: ¡Ven!»
[Plegarias y meditaciones, 4 de agosto de 1914]
SRI AUROBINDO:
110
EL EXPLICADOR: La verdadera diferencia entre nosotros, seres
humanos, y el mundo animal radica en que nosotros somos
un espíritu individualizado que habita un ser animal. Un
caballo, por ejemplo, no es un alma individual, el espíritu
que lo anima es el espíritu de su especie. Por el contrario,
el atavío que nuestra alma ha construido y desarrollado
hasta hoy en el mundo de la forma está compuesto, además
de otros y básicamente por tres seres distintos, cada uno
con su psicología propia:
112
expresarse en todo el esplendor de una conciencia
divinizada. Hoy aún se conjugan de forma irracional,
mañana lo harán ineludiblemente de forma racional y
algún día en todo el esplendor supramental.
114
vive en otro barrio, lejos de ellos, fuera del mundo, en unas
alturas más bien brumosas e inalcanzables mientras se está
con vida. Para estos creyentes el regreso al origen, el
contacto con la fuente, la percepción de la existencia divina,
la experiencia de Dios solo puede darse cuando mueren y
van al Cielo. (No siempre derecho, también han adoptado la
opción transitoria del Purgatorio e incluso la menos
atractiva del Infierno).
SRI AUROBINDO:
«El hombre en la vida del mundo da forma a los sueños de
Dios.
Pero todo está allí, incluso los opuestos divinos;
Él es una pequeña fachada de las obras de la Naturaleza,
Un contorno pensante de una Fuerza críptica.
En él ella revela todo lo que en ella es,
Sus glorias caminan en él y sus tinieblas».
[Savitri, VII:2]
118
Tierra, en cuanto creemos que parte del propósito del alma
es precisamente recordar a Dios desde la materia,
despertarlo desde la célula misma, y poner a su servicio, al
servicio del dios individual e interior que nos constituye,
nuestra mente, nuestro corazón y nuestra voluntad.
120
divino y de la caridad; el budismo le ha mostrado una
manera noble de ser más sabio, más gentil, más puro; el
judaísmo y el islamismo cómo ser religiosamente fiel en la
acción y celosamente devoto a Dios; el hinduismo le ha
abierto las más amplias y profundas posibilidades
espirituales. Se lograría una gran cosa si todas estas
visiones de Dios pudieran abrazarse y fundirse la una en la
otra; pero el dogma intelectual y el egoísmo de los cultos
se interponen en el camino.
Todas las religiones han salvado un número de almas,
pero todavía ninguna ha sido capaz de espiritualizar a la
humanidad. Para ello no se requieren cultos ni credos,
sino un esfuerzo sostenido e integral del individuo en su
evolución espiritual.
Los cambios que hoy vemos en el mundo son
intelectuales, morales, físicos en su ideal y en su intención:
la revolución espiritual espera su hora, y mientras tanto
expele sus ondas aquí y allá. Hasta que llegue, el
significado de esos cambios no se puede entender y hasta
entonces todas las interpretaciones de los eventos actuales
y los pronósticos sobre el futuro del hombre son cosas
vanas. Porque su naturaleza, su poder y su suceso son
aquello que determinará el próximo ciclo de nuestra
humanidad».
[Pensamientos y destellos]
124
de nuestro destino divino en esta Tierra, en la
inquebrantable convicción de que un torrente de Fuerza
paciente, constante, firme, perseverante, activa, despierta,
consciente y corajuda alimenta el espíritu indomable y
victorioso del guerrero sagrado que ha de surgir de
nosotros para dar la lucha final en esta batalla de los
espíritus. Pero, y esto debo decirlo con firmeza, si la razón
no logra vencer la irracionalidad, ninguno de nosotros
aceptará ser violentado, ninguno agachará la cabeza ni se
dejará doblegar pasivamente, y es entonces cuando saldrá
a flote nuestra real y genuina solidaridad social.
Exeunt
128
puede ayudar al progreso humano en la Tierra, mientras
que las religiones ortodoxas miraban la vida terrenal del
hombre con ojos de piadoso dolor y aflicción y se
apresuraban a invitarlo a soportar quieta y resignadamente
—incluso a darles la bienvenida a— sus crudezas, sus
crueldades, sus opresiones, sus tribulaciones como un
medio para aprender a apreciar y a merecer la mejor vida
que nos será dada en el más allá. La fe, incluso una fe
intelectual, siempre debe ser una trabajadora de milagros,
y esta religión de la humanidad, aún sin haber tomado
forma corporal ni apariencia militante o un medio visible
de autorrealización, fue sin embargo capaz de efectuar en
gran parte lo que se propuso. Hasta cierto punto
humanizó la sociedad, humanizó la ley y el castigo,
humanizó la actitud del hombre hacia el hombre, abolió la
tortura legal y las formas más crudas de esclavitud, levantó
a los deprimidos y reivindicó a los humillados, le dio
grandes esperanzas a la humanidad, estimuló la filantropía
y la caridad y el servicio a la humanidad, alentó por
doquier el deseo de libertad, puso un freno a la opresión y
redujo considerablemente sus manifestaciones más
brutales. Casi tuvo éxito en humanizar la guerra y quizás
lo habría logrado del todo de no haber sido por la
tendencia opuesta de la ciencia moderna. Hizo posible
que el hombre concibiera que un mundo sin guerra era
imaginable sin tener que esperar la Edad de Oro cristiana.
En todo caso, el cambio que se produjo fue tal que,
mientras la paz solía ser un raro interludio en medio de
una guerra constante, la guerra se convirtió en un
interludio, si bien un interludio bastante frecuente, en
medio de una paz, si bien hasta ahora solo de una paz
armada. Ese puede que no sea un gran paso, pero es, de
todas maneras, un paso hacia adelante. Ella aportó nuevos
conceptos sobre la dignidad del ser humano y abrió ideas
y perspectivas nuevas para su educación, su desarrollo y
sus potencialidades. Ella impartió luz; hizo al hombre más
sensible a su responsabilidad frente al progreso y la
felicidad de la especie; elevó el nivel promedio del respeto
de sí y de las capacidades de la humanidad; le dio
129 ¡Qué tiempos divinos!
esperanza al siervo, autoafirmación al oprimido e hizo del
trabajador, en su condición de hombre, un igual en
potencia del rico y del poderoso. Cierto, si comparamos lo
que es con lo que debería ser, lo alcanzado hasta hoy con
el ideal, todo esto nos parecerá un exiguo trabajo de
preparación. Pero fue un récord notable para un siglo y
medio o un poco más y para un espíritu desprovisto de
cuerpo que tuvo que trabajar con los instrumentos que
pudo encontrar y que aún no tenía ni forma, ni
habitación ni motor visible que le permitiera una acción
concentrada. Aunque quizás fue en ello que residió su
poder y su ventaja, dado que la salvó de cristalizarse en
una forma y de petrificarse o por lo menos de perder la
mayor libertad y sutileza de su acción.
Sin embargo, para hacer realidad todo su futuro esta idea
y religión de la humanidad debe volverse más explícita,
más insistente y más categóricamente imperativa. De lo
contrario solo actuará con claridad en las mentes de unos
pocos y con las masas será apenas una influencia
modificadora, pero no se convertirá en la norma de vida
humana. Y en tanto que esto sea así, ella no puede
prevalecer por completo sobre su enemigo principal. Este
enemigo, el enemigo de toda religión real, es el egoísmo
humano, el egoísmo del individuo, el egoísmo de clase y el
de la nación. Durante un tiempo ella pudo suavizarlos,
atenuarlos, forzarlos a frenar sus manifestaciones más
arrogantes, abiertas y brutales, obligarlos a adoptar
mejores instituciones, pero no a abrirle espacio al amor de
la humanidad, ni a reconocer una unidad real entre los
hombres. Pues tal debe ser esencialmente la meta de la
religión de la humanidad, al igual que debe ser la meta
terrestre de toda religión humana: amor, reconocimiento
mutuo de una fraternidad humana, vivo sentido de la
unicidad y praxis de la unicidad humana en el
pensamiento, los sentimientos y la vida, ideal que fue
expresado por primera vez hace unos miles de años en el
antiguo himno védico y que siempre debe permanecer
como el más alto precepto del espíritu en nosotros para
130
con la vida humana en la Tierra. Hasta que esto no se
haya dado, la religión de la humanidad seguirá sin
consumarse. Una vez dado esto, el único cambio
psicológico necesario se habrá efectuado, el cambio
psicológico sin el cual ninguna unidad formal y mecánica,
política y administrativa puede ser real y segura. Si este
solo cambio se efectúa, la unificación externa de la
humanidad podría incluso no ser indispensable o, si lo es,
se producirá naturalmente, no por medios catastróficos,
como parece probable hasta ahora, sino por la sola
insistencia de la mente humana, y tal unificación estará
garantizada por una necesidad esencial de nuestra
naturaleza humana, más perfeccionada y más desarrollada.
Pero es este el dilema: si una religión de la humanidad,
una religión puramente intelectual y sentimental, bastará
para provocar un cambio de tal magnitud en nuestra
psicología. La debilidad de la idea intelectual, incluso
cuando se apoya en un llamado a los sentimientos y las
emociones, consiste en que no penetra hasta el centro del
ser humano. El intelecto y los sentimientos son solo
instrumentos del ser y pueden ser o bien los instrumentos
de su forma inferior y exterior o bien del hombre interior
y superior: siervos del ego o canales del alma. El propósito
de la religión de la humanidad se formuló en el siglo XVIII
mediante una especie de intuición básica; ese propósito
era y continúa siendo recrear la sociedad humana a
imagen de tres ideas afines: libertad, igualdad y
fraternidad. Ninguna de ellas ha sido realmente
conquistada a pesar de todos los progresos. La libertad,
que ha sido tan ruidosamente proclamada como esencial
al progreso moderno, es una libertad externa, mecánica e
irreal. La igualdad, que ha sido tan perseguida y batallada,
es asimismo externa y mecánica y terminará siendo una
igualdad irreal. En cuanto a la fraternidad, ni siquiera se
considera como un principio práctico de organización de
la vida y lo que se nos presenta como su substituto es un
principio externo y mecánico de asociación paritaria o, en
el mejor de los casos, una camaradería laboral. Esto es
porque la idea de humanidad en una edad intelectual ha
131 ¡Qué tiempos divinos!
sido obligada a enmascarar su verdadero carácter de
religión, de cosa del alma y del espíritu, y a apelar a la
mente vital y física del hombre y no a su ser interior. Su
esfuerzo se ha limitado a intentar revolucionar las
instituciones políticas y sociales y a modificar las ideas y
sentimientos de la mente humana común con el fin de
volver prácticas estas instituciones; ha obrado sobre el
mecanismo de la vida humana y sobre la mente externa
más que sobre el alma de la especie. Ha trabajado para
establecer libertad, igualdad y ayuda mutua políticas,
sociales y legales en el seno de una asociación paritaria.
Pero aunque estos objetivos tienen gran importancia en su
propio campo, no son el asunto central; ellos solo pueden
garantizarse cuando se fundamentan en un cambio de la
naturaleza interior del hombre y en su manera interior de
vivir; en sí mismos solo tienen importancia como medios
para dar una más amplia perspectiva y un mejor campo al
desarrollo del hombre hacia ese cambio y, una vez
alcanzado, como la manifestación exterior de una vida
interior más vasta. Libertad, igualdad, fraternidad son tres
divinidades del alma; no se pueden alcanzar realmente a
través de los mecanismos exteriores de la sociedad ni el
hombre las puede realizar mientras viva exclusivamente en
el ego individual o colectivo. Cuando el ego reclama
libertad, termina en un individualismo competitivo.
Cuando reivindica igualdad, se topa primero con el
conflicto, y luego, en un esfuerzo por ignorar las
variaciones de la Naturaleza y como único medio que le da
resultado, construye una sociedad artificial y mecánica.
Una sociedad que persigue la libertad como su ideal es
incapaz de llevar a cabo la igualdad; una sociedad que
aspira a la igualdad estará obligada a sacrificar la libertad.
Y para el ego hablar de fraternidad es hablar de algo
opuesto a su naturaleza. Todo lo que conoce es la
asociación encaminada a la búsqueda de fines egoístas
comunes y lo máximo que puede alcanzar es una
organización más rigurosa para la distribución pareja del
trabajo, la producción, el consumo y la diversión.
132
No obstante, la fraternidad es la clave real del triple
evangelio de la idea de humanidad. La unión de la
libertad y la igualdad solo puede lograrse mediante el
poder de la fraternidad humana y no puede basarse en
nada distinto. Pero la fraternidad existe solo en el alma y
por el alma; no puede existir por nada más. Pues esta
fraternidad no es un asunto de parentesco físico, ni de
asociación vital ni de acuerdo intelectual. Cuando el alma
exige libertad, es la libertad de desarrollarse, de desarrollar
el divino en el hombre y en todo su ser. Cuando demanda
igualdad, lo que está demandando es esa libertad para
todos por igual y el reconocimiento de la misma alma, la
misma divinidad en todos los seres humanos. Cuando
pugna por fraternidad, está basando esa igual libertad de
desarrollo en un objetivo común, una vida común, una
unidad de pensamiento y de sentimiento fundada en el
reconocimiento de esta unidad espiritual interior. De
hecho, esta trinidad constituye la naturaleza misma del
alma; porque la libertad, la igualdad y la unidad son los
atributos eternos del Espíritu. Reconocer prácticamente
esta verdad, despertar el alma en el hombre y tratar de
hacerlo vivir en su alma y no en su ego es el significado
más profundo de la religión, y es a ello que debe llegar la
religión de la humanidad si desea consumarse plenamente
en la vida de la especie».
[El ideal de la unidad humana]
HOY AL 99%.
134
raza humana fueran mejorados, amplificados y
transformados quizás tanto que producirán otra especie,
pero aquí mismo, sin necesidad de volver a iniciar el ciclo
evolutivo o de excluirnos de él.
136
EL EXPLICADOR: SRI AUROBINDO, ¿HACIA QUÉ TIPO DE SOCIEDAD
NOS DIRIGIMOS?
5
Jagannatha es uno de los nombres sánscritos usados para denominar al Divino.
Significa “señor” (natha) del “universo” (jagat). La imagen del carruaje, por su parte, ha
sido usada por la tradición vedanta como una metáfora del cuerpo. En consecuencia,
cuando se hace referencia al “carruaje de Jagannatha” se alude a la relación alma-cuerpo
bien sea de un individuo o de una comunidad.
138
Sus labios repiten la sentencia: “Más vale malo conocido,
que bueno por conocer”. En este carruaje hay una
perspectiva brillante y clara de alcanzar, aunque no al
Divino, el Vacío de Brahman.
La carreta de bueyes del ego tamásico es segura siempre y
cuando ruede en los polvorientos caminos destapados de
las aldeas. Nos estremece pensar lo que podría pasarle si
un día toma las avenidas del mundo donde transitan
presurosos cientos de automóviles. El peligro radica en el
hecho de que está más allá del conocimiento y de la
capacidad del ego tamásico el reconocer o admitir cuándo
es tiempo de cambiar de vehículo. No es proclive a
hacerlo, pues, entonces, su negocio y su propiedad se
perderían. Cuando surge una dificultad, unos cuantos
pasajeros dicen: “No, déjalo así. Nos sirve porque es
nuestro”. Estos son patriotas ortodoxos o sentimentales.
Algunos dicen: “¿Por qué no hacerle unos cuantos
arreglitos?”, como si mediante este simple recurso, la
carreta de bueyes se pudiera transformar de inmediato en
una perfecta e inapreciable limusina. A tales patriotas se
les conoce como reformadores. Otros dicen: “Tengamos
de nuevo nuestro hermoso carruaje de antaño”. A veces,
incluso tratan de encontrar la manera y los medios de
llevar a cabo esta imposibilidad. No existe la menor señal
en ninguna parte que garantice que sus esperanzas alguna
vez se harán realidad.
Si tenemos que elegir uno de estos tres vehículos,
renunciando a empeños aún mayores, entonces es lógico
construir un nuevo carruaje del ego sáttvico. Pero mientras
el carruaje de Jagannatha no se haya construido, la
sociedad ideal tampoco tendrá forma. Esa es la imagen
ideal y máxima, la manifestación de la verdad más elevada
y profunda. Impulsada por la Deidad Universal, la raza
humana se esfuerza por crearla, pero debido a la
ignorancia de la Naturaleza solo consigue crear una
imagen diferente, ya sea deformada, cruda y fea o, si es
medianamente aceptable, incompleta a pesar de su belleza.
En lugar de crear una Shiva, modela un enano o un
139 ¡Qué tiempos divinos!
demonio o una deidad inferior de los mundos
intermedios.
Nadie conoce la verdadera forma o el diseño del carruaje
de Jagannatha, ningún artista de la vida es capaz de
dibujarlo. Oculta bajo muchas capas, esta imagen
resplandece en el corazón de la Deidad Universal. La
intención de Dios es manifestarla y establecerla en el
mundo material, progresivamente, a través del esfuerzo de
muchos Enviados Divinos, videntes y creadores.
El verdadero nombre del carruaje de Jagannatha no es
sociedad, sino comuna. No una asociación informal
humana con diversas tendencias o una mera multitud,
sino una organización indivisible sin convencionalismos;
comunidad gnóstica creada por el deleite y el poder
unificador del auto-conocimiento y del conocimiento
divino.
Sociedad (sawa) es el nombre dado a la organización, a ese
dispositivo que permite que una colectividad humana
trabaje junta. Al comprender la raíz de la palabra, también
podemos aprehender su significado. El sufijo sama
significa unidos, la raíz aj significa ir, correr, luchar. Miles
de personas se unen en aras del trabajo y para satisfacer
sus deseos. Ellos persiguen objetivos múltiples en el
mismo campo —¿quién puede llegar primero?, ¿quién
puede llegar a la cima?— y a causa de esto hay lucha,
competencia, disputas y peleas no solo entre ellos sino
también con otras sociedades. Para poner orden en este
caos, para obtener ayuda y satisfacer las tendencias
mentales, se establecen diversas relaciones e ideales; el
resultado es algo temporal, incompleto y que se ha logrado
con dificultad. Esta es la imagen de la sociedad, de la
existencia inferior.
La sociedad inferior se basa en la división. Una unidad
parcial, incierta y de corta duración se construye sobre esa
división. La estructura de la sociedad ideal es todo lo
contrario. La unidad es la base, hay un juego de
diferenciación en pro del placer multiforme, no de la
140
división. En la sociedad encontramos un indicio de la
unidad física y mentalmente concebida que surge del
trabajo, pero la unidad basada en el ser es el alma de la
comuna espiritual.
Ha habido varios intentos parciales y sin éxito de
establecer una comunidad en un campo limitado, ya sea
inspirado en las ideas intelectuales de Occidente o con el
fin de practicar sin impedimentos la disciplina de la
inacción que conduce al Nirvana como entre los budistas,
o debido a la intensidad de los sentimientos espirituales
como en las comunidades cristianas primitivas. Pero al
poco tiempo todos los defectos, las imperfecciones y las
tendencias normales de la sociedad infiltraron la comuna
espiritual y la redujeron a la sociedad ordinaria. La idea de
un intelecto inquieto no puede perdurar; es arrastrado por
la corriente irresistible de viejos y nuevos impulsos vitales.
La intensidad emocional no puede dar resultado en este
empeño; a la emoción la desgasta su propio ímpetu. Uno
debe buscar el Nirvana por sí solo; formar una comuna en
busca del Nirvana es una acción contradictoria. Una
comuna espiritual es, debido a su misma naturaleza, el
campo de juego del trabajo y la reciprocidad.
El día que la unidad fundamentada en el alma nazca
mediante la armonía y la integración del conocimiento, la
dedicación y las obras, tal como las impulsa la voluntad del
Supremo, la Persona Universal, ese día el carruaje de
Jagannatha aparecerá en las avenidas del mundo, irradiando
su luz en todas las direcciones. Satya Yuga, la Era de la
Verdad, descenderá sobre la Tierra, el mundo del hombre
mortal se convertirá en el campo de juego del Divino, en la
ciudad-templo de Dios, en la metrópolis de Ananda».
[El carruaje de Jagannatha]
AGUARDA?
142
surgió esta idea de la unidad de las religiones, de “esta
cosa única” que está detrás de todas estas manifestaciones;
y esta idea ha sido, por así decirlo, el tope de la aspiración
humana. Y bien, eso, eso está en la frontera, es algo que
aún pertenece completamente al mundo sobremental, a la
creación sobremental y que, desde allí, parece estar
mirando hacia “esta otra cosa” que es una nueva creación
y que no puede asir. Para asirla se requiere un vuelco. Hay
que salir de la creación sobremental. Hacía falta que la
nueva creación, la creación supramental, tuviera lugar.
Y ahora, todas esas vejeces lucen tan viejas, tan caducas,
tan arbitrarias... todo un travestismo de la verdadera
verdad.
En la creación supramental ya no habrá religiones. La vida
entera será la expresión, el florecimiento en cada forma,
de la Unidad divina manifestándose en el mundo. Y ya no
habrá más eso que ahora los hombres llaman dioses.
Esos portentosos seres divinos podrán participar en la
nueva creación; pero para ello, tendrán que revestirse
sobre la Tierra de lo que podemos denominar “la
sustancia supramental”. Y si hay entre ellos quienes
escojan permanecer en sus mundos tal cual son, si deciden
no manifestarse físicamente, su relación con los seres de
un mundo terrestre supramental será una relación de
amigos, de colaboradores, de iguales, porque la esencia
divina más elevada será manifestada en los seres del nuevo
mundo supramental sobre la Tierra.
Cuando la sustancia física sea supramentalizada, encarnar
en la Tierra ya no será causa de inferioridad, todo lo
contrario. Allí se ganará una plenitud imposible de
obtener de otra manera.
Pero todo eso es el futuro; es un futuro... que ya comenzó,
pero que tomará cierto tiempo para realizarse
integralmente. Entre tanto, estamos en una situación muy
especial, extremadamente especial, sin precedente.
Asistimos al nacimiento de un mundo nuevo, jovencito,
débil —no en su esencia, sino en su manifestación
143 ¡Qué tiempos divinos!
exterior— aún no reconocido, ni siquiera sentido, negado
por la mayoría. Pero está aquí. Está aquí, haciendo un
esfuerzo por crecer, absolutamente seguro del resultado.
Pero el camino para llegar allí es un camino
completamente nuevo, que aún no ha sido trazado
—¡nadie ha ido allí, nadie ha hecho eso! Es un debut, un
debut universal. En resumen, es una aventura
absolutamente inesperada e impredecible.
Hay quienes aman la aventura. Acudo a ellos y les digo:
“Los invito a la gran aventura”.
No es cuestión de rehacer espiritualmente lo que otros
han hecho antes que nosotros, pues nuestra aventura
comienza mucho más allá. Se trata de una nueva creación,
enteramente nueva, con todo lo que implica de
imprevistos, de riesgos, de albures —una verdadera aventura,
cuyo objetivo es una victoria cierta, pero cuya ruta es
desconocida y debe ser abierta paso a paso entre lo
inexplorado. Algo que nunca ha sido en este actual
universo y que nunca se dará de nuevo de la misma
manera. Si les interesa... pues bien, embarquémonos. Lo
que les suceda mañana, no tengo idea.
Hay que dejar a un lado todo cuanto se ha previsto, todo
cuanto se ha ensayado, todo cuanto se ha construido, y
así... empezar a caminar hacia lo desconocido. ¡Y que sea
lo que sea! Voilà».
[Preguntas y respuestas, 10 de julio de 1957]
Cortina
144
SUPLEMENTO PARA SER DISTRIBUIDO ENTRE LOS ESPECTADORES DE ESTA OBRA
LA ISHA UPANISHAD
Para el Señor todo esto es un recinto sea cual sea aquella móvil cosa
que en él se mueva.
¿Por qué dices que hay un cosmos? No hay cosmos, solo el Uno en
movimiento.
Lo que tú llamas cosmos es el movimiento de Kali4; asume así tu
existencia en el mundo. En tu visión de inabarcable quietud eres
Espíritu y habitas; en tu movimiento y acción exterior eres Materia y
constructor del recinto. Contempla así a tu ser.
El movimiento tiene muchos nudos y tus ojos ven cada nudo como un
objeto; muchas corrientes y tu mente ve cada corriente como una fuerza
y una tendencia. Fuerzas y objetos son las formas de Kali.
A cada una de sus formas le damos un nombre. ¿Qué nombre? Palabra,
sonido, vibración del ser, el hijo del infinito y el padre del
1
Aunque en sánscrito el término Upanishad es femenino, también es usual su
traducción al género masculino.
2
La Upanishad (del sánscrito upa, desplazamiento físico, ni, movimiento hacia abajo y
shad, sentarse, quiere decir literalmente “venir a sentarse respetuosamente al pie del
maestro para escuchar su enseñanza”) es cada uno de los más de 200 libros sagrados
hindúes conocidos desde el siglo VII. Consisten en especulaciones filosóficas sobre
textos de los Vedas. Dado que Isha significa “Ser Supremo”, Isha Upanishad puede
interpretarse como “Escuchar la Palabra de Dios”.
3
El aforismo es una frase breve y concisa que expresa de manera completa un principio
o una regla de alguna ciencia o arte. Sri Aurobindo tradujo, analizó y comentó La Isha
Upanishad de forma exhaustiva, a partir de 1900 y durante los siguientes quince años,
debido a la identificación especial que tuvo con esta obra vedántica. Dentro de esa
copiosa producción, estos aforismos pueden considerarse la quintaesencia de su
interpretación sobre esta Upanishad.
4
Kali, término sánscrito que significa “la Madre oscura”, es el nombre con que se
conoce en la tradición hindú a la “Energía suprema, benéfica incluso cuando usa la
máscara de la destrucción”. Simboliza la fuerza de la Naturaleza.
pensamiento. Antes de que la forma pueda ser, el nombre y la idea
deben haber existido.
Los iluminados a medias dicen “A cualquier forma que se construye, el
Señor entra a habitar”; pero el Vidente sabe que aquello que el Señor
ve en Su propio ser, se convierte en Idea y busca una forma y un
recinto.
El universo es una vibración rítmica de existencia infinita que se
multiplica a sí mismo en muchas armonías y las sostiene bien
ordenadas en el tipo original de movimiento.
Tú miras una piedra y dices: “Es inmóvil”. Así es, pero solo para la
experiencia sensorial. Para el ojo que ve, está construida de movimiento
y se compone de movimiento. En la repetición ordenada de los
movimientos atómicos que la componen reside su aparente quietud.
Toda estabilidad es un ritmo en equilibrio fijo. Alteras el ritmo, la
estabilidad se disuelve y se torna inestable.
No hay un solo ritmo que pueda ser eternamente estable; por lo tanto
el universo es un océano en continuo flujo, y todo en él es mutable y
transitorio. Cada cosa en la Naturaleza persiste hasta que el propósito
de Kali se cumple en ella; luego se disuelve y se transforma en un
componente de alguna otra armonía.
La Manifestación es eterna, pero todo universo pasa. La necesidad de
universo persiste por siempre, pero ningún mundo particular de cosas
puede permanecer; pues cada universo es solo un ritmo extraído de un
número infinito de movimientos posibles. Cualquier sistema en la
Naturaleza o de la Naturaleza que ha sido completamente resuelto,
debe ceder lugar a una nueva armonía.
No obstante, todo mundo y en cada mundo todo es eterno en su ser
esencial; pues toda existencia esencial es el Ser Supremo sin fin ni
principio.
Las formas y los nombres también son Dios y eternos; pero, en el
cosmos, su eternidad es recurrente, no de persistencia ininterrumpida.
Cada forma y cada idea que alguna vez ha sido, existe todavía y puede
volver a ocurrir de nuevo; cada forma o idea que ha de ser, ya existe y
fue desde el principio. El tiempo es una convención del movimiento,
no una condición de la existencia.
146
Aquello que habita las formas de Kali es Ser y Señor del Movimiento.
El Espíritu es el amo de la Materia, no su siervo; el Alma determina la
Forma & la Acción y no está determinada por ellas. El Espíritu refleja
en su conocimiento la actividad de la Naturaleza, pero solo aquellas
actividades que él mismo ha compelido a la Naturaleza a iniciar.
El alma en el cuerpo es soberana del cuerpo y no está sometida a sus
leyes ni limitada por sus experiencias.
El alma no está constituida por la mente y sus actividades, ya que estas
también son partes de la Naturaleza y meros movimientos.
La mente y el cuerpo son instrumentos del omnisciente y omnipotente
Ser secreto dentro de nosotros.
El alma en el cuerpo no está limitada en el espacio por el cuerpo ni en
la experiencia por la mente; el universo entero es su recinto.
Solo hay un Ser de las cosas, un alma en multitudinarias formas. De
cuerpo y mente estoy separado incluso de mi hermano o mi amante,
pero al sobrepasar el cuerpo y la mente me puedo convertir en ser y en
experiencia en uno con todas las cosas, incluso con la piedra y el árbol.
Mi alma universal ya no necesita estar limitada por mi mente y cuerpo
individual, como tampoco mi conciencia individual está limitada por
las experiencias de una sola célula de mi cuerpo. Las paredes que nos
aprisionan han sido construidas por la Naturaleza en su movimiento y
solo existen en sus reinos inferiores. A medida que uno asciende se
convierten en fronteras convencionales que siempre podemos atravesar
y, en las cumbres, ellas se limitan a demarcar compartimentos en
nuestra conciencia universal.
El alma no se mueve, pero el movimiento de la Naturaleza tiene lugar
en su perfecta quietud.
El movimiento de la Naturaleza no es un movimiento real o material,
sino la vibración de la autoconciencia del alma.
La Naturaleza es Conciencia-Fuerza, el poder expresivo de
autoconciencia del Ser Supremo, mediante el cual todo lo que Él ve en
Sí Mismo, se convierte en forma de conciencia.
148
El movimiento de la Naturaleza es un séptuple flujo, cada corriente
sometida a su propia ley de movimiento, pero conteniendo latente,
expresada o insinuada en sí misma a sus seis hermanas o compañeras.
La Naturaleza se compone de Ser, Voluntad o Fuerza, Deleite,
Supramente, Mente, Vida y Materia.
El Alma puede asentarse en cualquiera de estos principios y, de acuerdo
con su ubicación, su perspectiva cambia y ve un mundo diferente; todo
mundo es una simple perspectiva organizada y armonizada del Espíritu.
Lo que Dios ve, existe; lo que Él ve con orden y armonía, se convierte
en un mundo.
Hay siete mundos: el del Puro Ser; el de la Pura Voluntad o Fuerza; el
del Puro Deleite Creativo; el Supramental; el del Puro Pensamiento; el
de la Pura Vitalidad; el de la Pura Materia.
El alma en el Mundo del Puro Ser es pura verdad de ser y se percibe a sí
misma como una en la multiplicidad del cosmos.
El alma en el Mundo de la Pura Voluntad o Fuerza es pura fuerza de
voluntad y conocimiento divinos y posee al universo omnisciente y
omnipotentemente como su ser extendido.
El alma en el Mundo del Puro Deleite se multiplica a sí misma en la
autocreación universal y la inalterable alegría de ser.
El alma en el Mundo Supramental se percibe a sí misma en el orden y
la disposición de unidad comprendida en la multiplicidad, todas las
cosas en su unidad y cada cosa en su lugar, tiempo y circunstancia
correctos. No está sometida a la tiranía de las impresiones, sino que
contiene y abarca los objetos que conoce.
El alma en el Mundo del Puro Pensamiento recibe la impresión pura
de objetos separados y de su suma recibe la impresión de la totalidad.
Es la mente quien mide, limita y divide.
El alma en el Mundo de la Pura Vitalidad se vierte a sí misma en
variada energía vital.
El alma en el Mundo de la Pura Materia olvida la fuerza de la
conciencia en la forma de conciencia.
La materia es el último peldaño de la escalera y el alma que ha
descendido hasta la Materia tiende, por su naturaleza secreta e impulso
149 ¡Qué tiempos divinos!
propio inevitable, a volver a emerger desde la forma hacia la libertad del
puro ser universal. Estos son los dos movimientos que rigen la
existencia cósmica: el descenso hasta la materia o mera forma y el
ascenso hacia el Espíritu y Dios.
El hombre es un Ser Mental que ha penetrado un cuerpo material
vitalizado y está buscando facultarlo de pensamiento e idealidad
infinitos para que se convierta en el perfecto instrumento, sede y
recinto del Ser Supremo manifiesto.
La mente en el mundo material está atenta a dos tipos de
conocimiento: los impactos provenientes del exterior, corporales o
mentales, recibidos por el pensamiento individual y traducidos a
valores mentales, y el conocimiento proveniente del interior, espiritual,
ideal o mental, traducido de manera similar.
Los cuerpos físicos inertes reciben todos los impactos que recibe la
mente, pero al estar desprovistos de pensamiento organizado, los
retienen solo en la mente absorta en la materia y son incapaces de
traducirlos en símbolos mentales.
Nuestros cuerpos, inertes por naturaleza, son cuerpos físicos movidos
por la vida y la mente. También reciben todos los impactos, pero no
todos ellos se traducen en valores mentales. De los que se traducen,
algunos son interpretados de manera imperfecta, otros perfectamente,
algunos de inmediato, otros solo después de una más o menos
prolongada incubación dentro de la mente absorta en la materia. Con
respecto al conocimiento interior se presentan los mismos fenómenos
variables: allí todo el conocimiento que se traduce en valores mentales
constituye la sustancia de nuestra conciencia de vigilia. Esta conciencia
de vigilia que el Ser Mental acepta como sí mismo y que está organizada
alrededor de la sensación de un yo central es el ego.
El Ser Mental encarnado es en su conciencia mucho más vasto que el
ego; tiene una amplia cobertura de conocimiento y experiencia del
pasado, el presente y el futuro, de lo cercano y lo distante, de esta y
otras vidas, de este y otros mundos, todo lo cual no está disponible para
el ego. Al ego se le escapan muchas cosas y olvida las que advierte; el
Ser Mental nota y recuerda todas las experiencias.
Eso que acontece en nuestra energía vital y en nuestros cuerpos por
debajo del nivel de la mente de vigilia es nuestro ser subconsciente en
150
el mundo; eso que acontece en nuestra mente y en nuestros principios
superiores por encima del nivel de nuestra mente de vigilia es nuestro
ser supraconsciente. El ego a menudo recibe indicios, más o menos
oscuros, de una u otra fuente cuyo origen es incapaz de rastrear.
El hombre progresa a medida que expande su conciencia y hace que
cada vez más amplias y más agudas experiencias estén disponibles para
la percepción y el deleite de la conciencia de vigilia; y a medida que
puede ascender a cumbres más altas de la mente y más allá de la mente
hacia la idealidad y el espíritu.
La manera más rápida y más eficaz de avanzar y autorrealizarse es
disolver el ego en el goce de una conciencia infinita, al principio de
manera mental en el Ser Mental Universal, pero luego de manera ideal
y espiritual en el Supramental Personal e Impersonal.
La trascendencia y disolución del yo mental en el cuerpo es, por lo
tanto, el primer objetivo de toda práctica Vedanta.
Esta trascendencia y disolución puede resultar ya sea en la pérdida del
yo mental y el hundimiento en una especie de adormecimiento, de
indiferenciado desinterés por lo material; o bien en la pérdida del yo
cósmico en el Nirvana, en una dilución trascendental del sentido de la
existencia; o bien en la universalización del yo mental y la alegría de la
manifestación divina en el cosmos y más allá, en una identificación
plena con la Creación. Esta última es la meta que le propone al hombre
la Isha Upanishad.
El ego, identificando al Ser Mental con sus experiencias corporales,
vitales y mentales que hacen parte de la corriente del movimiento de la
Naturaleza y que están sometidas a la Naturaleza y al proceso del
movimiento, cree erróneamente que el alma es esclava de la Naturaleza
y no su soberana. Esta es la ilusión de la esclavitud que el Ser Mental
acepta o busca destruir. Quienes la aceptan son almas esclavas, quienes
tratan de destruirla son almas libertarias, quienes la han destruido son
almas libres de toda ilusión y limitación.
En realidad, ningún alma es esclava y por lo tanto ninguna está
buscando la liberación o ser liberada de la esclavitud; estas son todas
condiciones de la mente de vigilia y no del ser o espíritu que es el Ser
Supremo, eternamente soberano y libre.
152
ininterrumpida energía. En consecuencia, no existe la inmortalidad
física.
La organización de la vida animada individual tiende a acelerar el
periodo de desintegración al introducir choques de una intensidad de
fuerza ajena a la materia, la cual desgasta su forma material por medio
de su actividad. Por lo tanto, la planta se desintegra mientras que la
piedra y el metal perseveran en su propio equilibrio.
Al penetrar en el cuerpo vitalizado, la mente tiende a acelerar aún más
el periodo de desintegración debido a que sus altas vibraciones son
exigentes para el cuerpo.
La mente es un nudo de movimiento en la corriente de la conciencia
mental. Al igual que la vida, la mente en sí misma no está sometida a la
muerte, solo a ser expulsada del cuerpo vitalizado que ha ocupado. Sin
embargo, debido a que el ego se identifica con el cuerpo y entiende su
vida solo como esta residencia en su actual cuerpo físico burdo y
perecedero, tiene la experiencia mental de una muerte física.
La experiencia de la muerte es por lo tanto una combinación entre la
aparente ignorancia de la mente mortal sobre su verdadera naturaleza
inmortal y la limitación de energía en el cuerpo a raíz de la cual la
forma que habitamos se envejece debido a los choques vibratorios de
energía vital y a la vibración del pensamiento. Entendemos por muerte
no la disolución de la vida o de la mente, sino la desintegración de la
forma o cuerpo.
La desintegración del cuerpo no es la verdadera muerte del ser mental
llamado hombre; es solo una mudanza en la dimensión y en las
vecindades de la conciencia. La materia del cuerpo cambia sus
componentes y agregados, el ser mental persiste tanto en su esencia
como en su personalidad y encarna en otras formas y entornos.
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