Los efluentes líquidos mineros se originan principalmente en la manipulación de
los productos mineros con agua o soluciones químicas, o por las interacciones naturales que se producen entre los productos mineros y las aguas superficiales o de lluvia (Higueras y Oyarzun, 2012)
Así, la interacción entre los metales y minerales extraídos y el agua, puede
originar distintas reacciones, en función de su naturaleza y de la fisicoquímica del agua. En cuanto a mineralogía, cada mineral presenta distintos comportamientos frente a esta: existen solubles e insolubles, hidrolizables y no hidrolizables, sorbentes y no sorbentes. Cada uno de estos, a su vez, dependen de otros factores que se deben tomar en cuenta para su aprovechamiento (Higueras y Oyarzun, 2012).
Entre los efluentes líquidos más importantes en minería, se tienen:
Drenajes ácidos de mina
Aguas infiltradas a través de la roca mineralizada Relaves de los procesos de concentración Soluciones residuales gastadas de procesos de lixiviación, extracción por solvente y electrodeposición Aguas de lavados de gases en fundiciones y plantas de ácido
Los contaminantes relacionados a estos procesos, generalmente comprenden
metales, sulfatos, compuestos de cianuro y otros componentes inorgánicos peligrosos para el medio ambiente y la vida humana (Huerta, 2015).