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Una mirada determinó la raíz.

Te vi y pensé en la naturaleza misma. Árbol frondoso, bello, libre y sin esconder nada. Quise subir a
ti hasta tocar y sentir cada una de tus ramas cual caricia que cautiva y atrapa hasta llegar a tus
frutos. Aroma y esencia que cautivan los sentidos y hacen que me traslade al mismo edén de tu
cuerpo. Delicioso y suculento que hace que muerda más y más hasta comerlo todo. Mi pretensión
aumentó por tu secuela hechizante e insaciable. Así se quedó tu imagen corpórea grabada en mí.
No bastó verte, Quise escarbar hasta llegar a lo más profundo de ti. Llegué a tu raíz y quedé
atrapado, tu mirada me incitó. Tan solo una mirada determinó la raíz.

Diego Manases.

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