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La Historia Eclesiastica
La Historia Eclesiastica
Es mi propósito consignar las sucesiones de los santos apóstoles, y los tiempos transcurridos desde
nuestro salvador hasta nosotros; el número y la magnitud de los hechos registrados por la historia
eclesíastica, y el número de los que en ella sobresalieron en el gobierno, de viva voz o por escrito,
fueron embajadores de la palabra de Dios; y también quiénes y cuántos , y cuándo, sorbidos por el
error y llevando hasta el extremo sus novelerías, se proclamaron públicamente a sí mismos
introductores de una mal llamada ciencia y esquilmaron sin piedad, como lobos crueles, el rebaño
de Cristo; y, además, incluso las desventuras que se abatieron sobre toda la nación judía en seguida
que dieron remate a su conspiración contra nuestro salvador, así también el número, el carácter y el
tiempo de los ataques de los paganos contra nuestra doctrina
Crecimiento de la iglesia
La iglesia creció rápidamente. La iglesia empezó en Jerusalén, Pablo se va a Roma y
encuentra cristianos en el s. I a.C.
No hay pueblo donde no haya una iglesia cristiana.
¿cómo sucedió?
No había culto evangelistico (había estudio de la Biblia).
Cada cristiano era un evangelista.
La labor evangelizadora no era función de los pastores sino de la congregación.
Por eso no se podia detener.
Asi mataran a los obispos la iglesia no paraba.
La iglesia crecia por el testimonio personal, intelectual (apologistas-defender, como
Justino-maestro de filosofia, Teofilo-obispo de antioquia, filosofo ateniense Atenao, el más
famoso fue Orígenes de Alejandría-”verdadera filosofía”-cristianismo).
Hay un pasaje de alguien que escribio en contra del cristianismo que dice: el cristianismo
es de gente ignorante, entra por la cocina.
Esta burla fue un elogio, describe la forma de como se evangelizó.
Judaizantes
Práctica judía exagerada o estricta que los separaba de los cristianos moderados, representados por
apóstoles tales como Pedro, Pablo e incluso Santiago. Se ha llegado a pensar que eran de origen
fariseo, pues preconizaban la circuncisión a veces.
Los judaizantes gálatas no sostenían según parece la observancia de toda la ley de Moisés, sino la
adopción de ciertas prácticas judías. Pablo rechazaba sus demandas a favor de la circuncisión, la
celebración de fiestas especiales-judías y la veneración de los ángeles o espíritus. El apóstol afirma
que el hecho de someter al hombre a la circuncisión le abliga a observar toda la ley (5:2-3).
El gnosticismo
Las primera herejías que la iglesia primtiva enfrentó fue el gnosticismo, la cual contaba con
numerosos maestros y sectas, que sostenían una diversidad de enseñanzas básicas que todas las
sectas gnósticas tenían en común.
Entre éstas se halla la enseñanza de que todos los hombres y el mundo no fueron creados por el
Padre de Jesús. Al contrario, fue el Demiurgo: un ángel malvado o una deidad inferior, quien los
creó.
Y, debido a las imperfecciones del Demiurgo, todas las cosas materiales (incluyendo la carne del
hombre) son inherentemente imperfectas e incapaces de salvación. Los gnósticos enseñaban que el
Dios del AT era severo y cruel; éste era el Demiurgo. Algunos de ellos lo llamaron el “Dios justo”,
en contraste al Padre de Jesús que era el “Dios bueno”.
Compadeciéndose de la humanidad, el Dios perfecto que es el Padre de Jesús, envió a su Hijo para
mostrar a los hombres el camino a la salvación. Y puesto que la carne es corrupta por naturaleza, el
Hijo en realidad nunca llegó a ser hombre.
Ciertos gnósticos llamados docetistas, enseñaron que el Hijo sólo había tomado la carne en
apariencia o ilusión. Otros maestros gnósticos, afirmaban que hubo un hombre real llamado Jesús,
cuyo cuerpo fue poseído y usado por el Hijo de Dios, que abandonó a Jesús en la crucifixión.
Rechazan: el bautismo, la comunión (Considerado como ineficaces), la resurrección del cuerpo y el
estado intermedio de los muertos.
El Ebionismo
El término ebionitas (Ebionaioi), es una transliteración de un vocablo arameo que significa
“hombres pobres”. Orígenes y Eusebio asocia el nombre de estas sectas con la pobreza de su
entendimiento, con la pobreza de la ley a la que se aferran, o con el concepto pobre que tenían sobre
Cristo.
Tertuliano, San Hipólito y San Epifanio derivan el nombre de la secta de un tal Ebión, su supuesto
fundador.
Rechazan la preexistencia y divinidad de Cristo, niega la divinidad y el nacimiento virginal de
Cristo, se aferran a la observancia de la ley judaica, tenían por apóstata a San Pablo, sólo reconocen
el evangelio de Mateo.
El Marcionismo
Secta herética fundada el 144 d.C. en Roma por Marción y que continuó en Occidente por 300 años,
pero en Oriente algunos siglos más, especialmente fuera del Imperio Bizantino.
Rechazaron por escrito el AT y enseñaban que Jesucristo no era el Hijo de Dios de los judíos, sino
el Hijo del Dios bueno, que era diferente al Dios de la antigua alianza.
Anticiparon el dualismo más consistente del maniqueísmo y fueron finalmente absorbidos por éste.
Ya que surgieron en la misma infancia del cristianismo y adoptaron una firme organización
eclesiástica, paralela a la de la iglesia Católica, fueron quizás el enemigo más poderoso que el
cristianismo ha conocido jamás.
Sus promotores intentaron revivir el profetismo cristiano, que apenas existía en la época. No
obstante, su concepción del profetismo difería sustancialmente de la tradición primitiva, puesto que
los profetas del montanismo se consideraban receptáculos de la divinidad: no eran ellos quienes
hablaban, era el Espíritu quien hablaba por su boca. Así, Montano era nuevo Paráclito que
continuaba la revelación contenida en el Evangelio.
El término se refiere a la creencia de que los tres: Padre, Hijo y Espíritu Santo son modalidades o
revelaciones diferentes de una misma persona. Dicha creencia es también conocida en los círculos
teológicos como modalismo, patripasianismo o sabelianismo.
EL ORIGEN DEL PAPADO
Las ambiciones del obispo de la “nueva Roma” salieron a la luz en el Concilio de Constantinopla
(381), segundo concilio ecuménico, donde el entonces obispo de roma, Dámaso I, no fue invitado.
Allí se decretó que el obispo de Constantinopla debía tener el primer rango después del obispo de
Roma, “porque Constantinopla es la nueva Roma”.
El propósito era, sin duda, darle a Constantinopla una posición en el Imperio del Este que estuviese
por encima de Antioquía y Alejandría; y Roma.
Dámaso reaccionó inmediatamente, y en el año 382 un sínodo romano declaró – que la iglesia
Romana debía su primacía no a los decretos de un sínodo, sino a los poderes comsionados a Pedro
por Cristo. Roma era, según Dámaso, “la primera sede” (silla del apóstol Pedro).
Dámaso también añadió el término “apostólica” al nombre de la iglesia Romana; y, en su afán de
reclamar suprema autoridad espiritual para sí mismo, fue el primero en apropiarse de las palabras
dichas a Pedro por Cristo: “Tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia”.
EL DECRETO DE MILAN
Edicto de tolerancia
La autoridad imperial se desanimó rápidamente viendo la ineficacia de la persecusión dirigida
contra los cristianos.
En el 313, un poco antes de morir el emperador Galerio promulgó un primer edicto de tolerancia
que solo ratificaba la situación.
En abril de 313, la tetrarquía se dislocó en favor de Constantino, proclamándole Maximus Augustus
mientras su asociado Licinio conservaba el gobierno del Oriente. En febrero de 313 se pusieron de
acuerdo para poner definitivamente fin a la persecusión contra los cristianos en todo el imperio:
“Cuando yo, Constantino Augusto, y yo Licinio Augusto, venimos a Milano bajo felices auspicios y
que búscabamos todo lo que contribuía a la ventaja y al bien público, entre otras cosas que nos
parecían debe ser útiles a todos en varios aspectos, decidimos primero y antes todas cosas dar
ódenes de manera a garantizar el respeto y el honor de la divinidad, es decir que decimos otorgar a
los cristianos y a todos los otros la libertad de seguir la religión que quisieran, de manera que todo
lo divino y el poder celestial que existen puedan sernos favorables, a nosotros y a todos los que
viven bajo nuestra autoridad…
… y además he aquí lo que decidimos concerniente los cristianos. Sus locales donde tenían
costumbre de reunirse antes, si se los compró, que sea nuestro fisco, que sea a cualquier otro, que se
los restituyan a los dichos cristianos sin pago y sin reclamar ninguna compesación (…). Todos estos
bienes deberían ser devueltos a la comunidad de los cristianos (…) sin ningún atraso e
integralmente. Y, para que los términos de nuestra presente ley y nuestra generosidad puedan ser
conocidos de todos, es conveniente que lo que hemos escrito sea afichado (…) y publicado por
todas partes (…) de manera que la ley (…) no escape a nadie.”
Eusebio de Cesarea, Historia eclesiástica, X, 5.
El paganismo
El paganismo estaba mas anclado en Occidente que en Oriente. De las clases rurales, del ejército y
de los medios bárbaros, desapareció poco a poco y naturalmente por los progresos del cristianismo.
Pero Constante debió abandonar la lucha contra la nobleza senatorial pagana, políticamente fuerte,
celosa y hostil. La tolerancia del paganismo fue definitivamente destruida por el emperador
Teodosio por varios edictos. El de Tesalónica (28 de febrero de 380) dice lo siguiente:
“Todos nuestros pueblos… deben adherirse a la fe transmitida a los romanos por el apóstol Pedro,
la que profesan el pontífice Damasio y el obispo Pedro de Alejandría… es decir reconocer, de
acuerdo con la enseñanza apostólica y la doctrina evangélica, la Divinidad una y la Santa Trinidad
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Únicamente los que observan esta ley tienen derecho al
título de cristianos católicos. En cuanto a los otros, esos insensatos extravagantes, son heréticos y
tildados de infamia, sus lugares de reunión no tienen más derecho a ser llamados iglesias; serán
sometidos a la venganza de Dios primero, después a la nuestra…”
EL ARRIANISMO
El arrianismo es una creencia no trinitaria. Afirma que Jesucristo fue creado por Dios Padre y está
subordinado a él. La enseñanzas arrianas fueron atribuidas a Arrio (c. 250 – 335 d. C), un
presbítero en Alejandría, Egipto. Las enseñanzas están opuestas a las principales enseñanzas
católico-romanas sobre la naturaleza de la Santa Trinidad y de la naturaleza de Cristo. La
cristología arriana dice que el hijo de Dios no existió siempre, sino que fue creado por Dios Padre.
Esta creencia se basa en la interpretación del versículo 14:28 del Evangelio de Juan, donde Jesús
dice:
Oyeron que les dije que me voy y volveré a visitarlos. Si me amaran, se alegrarían de que vaya al
Padre, porque el Padre es más que yo.
El Primer Concilio de Nicea del 325 declaró herejía al arrianismo. En el Primer Sínodo de Tiro, en
el 335, Arrio fue exonerado. Tras su muerte, fue anatemizado de nuevo y fue declarado herético
otra vez en el Primer Concilio de Constantinopla del 381.3 Los emperadores romanos Constancio II
(que gobernó del 337 al 361) y Valente (que gobernó del 364 al 378) fueron arrianos o cercanos al
arrianismo
Creencias
La reconstrucción de lo que realmente dijo Arrio y el por qué lo dijo es una gran tarea, porque ha
sobrevivido muy poco de su propio trabajo, con la salvedad de las citas hechas con propósitos
polémicos por sus oponentes, y también porque no se sabe a ciencia cierta qué teorías teológicas y
filosóficas habían conformado su sistema de creencias.14
Los arrianos no creen en la doctrina tradicional de la Trinidad, que sostiene que Dios, Jesús y el
Espíritu Santo son un único ser.La carta del arrio Auxentius de Durostorum16 sobre el misionero
arriano Ulfilas da una imagen clara de las creencias arrianas. Ulfilas fue ordenado obispo por el
arriano
Eusebio de Nicomedia y regresó a su pueblo para emplearse como misionero. Ulfilas creía que Dios
Padre (el Dios Sin Comienzo, el Dios Todopoderoso) siempre había existido y era el único dios
verdadero (Evangelio de Juan 17:3). Así mismo, creía que el Hijo de Dios, Jesucristo, (Dios
"unigénito", Evangelio de Juan 1:18;17 Dios Poderoso, Libro del profeta Isaías 9:6) empezó
después de que el tiempo empezase (Proverbios 8:22-29; Libro de las revelaciones 3:14, Epístola a
los colosenses 1:15), y quien es Señor/Guía (Primera epístola a los corintios 8:6). El Espíritu Santo
(el poder iluminador y santificador) tampoco es Señor/Guía. El capítulo 8, versículo 6, de la
Primera epístola a los corintios 8:6 dice:
[...] para nosotros existe un solo Dios, el Padre, que es principio de todo y fin nuestro y existe un
solo señor, Jesucristo, por quien todo existe y también nosotros.
Primera epístola a los corintios 8:6. Escrita por san Pablo de Tarso a la comunidad cristiana de
Corinto. Siglo I.