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Hablar de concepto de 

propiedad en Roma, es hablar de las diversas épocas que conforman


su historia. En cada una de ellas la propiedad se nos presenta como un derecho con
características propias y, en esencia, con diferente naturaleza.

Podría afirmarse que la génesis de la propiedad se identifica con las profundas


transformaciones sociales y económicas que en su dilatada existencia sufre el Derecho
romano.

En el más antiguo Derecho Romano no existía una propiedad individual sino una propiedad
colectiva de las Gentes, al menos en lo que se refiere a los fundos cultivables.

El dominium ex iure quiritium era la única especie de propiedad que el Derecho romano


conocía. De Gayo aprendemos que en aquella lejana época o se era propietario ex iure
quiritium, o nada; no existían situaciones sustitutivas, paralelas o análogas (Gayo 2, 40).

LA ADQUISICION

Y para ser propietario era necesario el concurso de varias condiciones, y éstas son, la
capacidad en la persona, la idoneidad en la cosa, y un modo específico y determinado de
adquisición:

a) Eran capaces del dominium ex iure quiritium aquéllos que gozaban del ius commercii, esto
es, los ciudadanos romanos desde luego, y aquellos latinos a los que hubiese sido concedido
el ius commercii.

b) Podían ser objeto del dominium ex iure quiritium sólo aquellas cosas susceptibles de


comercio según el ius civile  romano: por lo que respecta a las cosas muebles eran casi todas
susceptibles de comercio; entre los inmuebles sólo aquéllos situados en suelo itálico, no
pudiendo ser objeto de propiedad privada los fundos provinciales, por cuanto pertenecían al
Estado romano.

c) Eran modos legítimos de adquisición de la propiedad, reconocidos por el derecho romano:


la mancipatio para las cosas mancipables (res mancipi), la  traditio para las cosas no
mancipables (res nec mancipi) y la  in iure cessio, indistintamente para ambas categorías.

PERDIDA DE LA POSESION
La posesión en Derecho romano termina o cuando se pierde la disponibilidad de hecho sobre la cosa, o
cuando cesa el animus o intención de poseer.
INTRODUCCION

La primera afirmación necesaria para ordenar el estudio pretende despejar


desde ya un equívoco. En Roma no se conoció una definición de propiedad como la
contenida en el Código francés o en el Código Civil chileno; ni siquiera, una definición
como la de Bartolo: dominium est ius utendi et abutendi re sua quatenus iuris ratio
patitur. Por lo demás, los juristas romanos, poco inclinados a elaborar definiciones de
carácter general, enfrentaban por lo demás el tema del dominio sin conocer la
moderna categoría conceptual de derecho subjetivo. De aquí que, al menos desde la
perspectiva del Derecho romano, resulta claro que la principal dimensión que le
interesa a la protección constitucional de la propiedad, la indemnidad patrimonial, no
tiene como antecedente histórico el tratamiento del dominio ni de la proprietas
romana.

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