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TEOLOGÍA FUNDAMENTAL

Hna. Ana Milena Quintero B

Tutor: Gonzalo Rendón

FUNDACION UNIVERSITARIA CLARETIANA

PROGRAMA DE TEOLOGIA

MEDELLIN

2010
EL REGRESO DE LA MAMÁ PRODIGA

La familia Gómez Giraldo se constituyó como tal en el año 1980, conformada por
Gildardo Gómez Moreno y Elena Giraldo Gómez de esta unión nacen dos hijos
Antonio Gómez y Yamile Gómez, todo en la familia era armonía, unidad, paz,
alegría, felicidad, amor, buena formación ética y moral, este ambiente hogareño
prevaleció por 11 años, hasta que la mamá intempestivamente abandona el hogar
sin razones y motivos para hacerlo. Esta ausencia generó un caos a nivel familiar,
se fue quien estabilizaba afectiva, psicológica y espiritualmente la vida de cada
uno de sus integrantes.

La familia no estaba preparada para enfrentar y asumir las responsabilidades y


tareas que le corresponden a una mamá, generando una crisis en todas sus
dimensiones pues los hijos quedaron muy pequeños de 8 y 10 años donde la
presencia de la mamá era indispensable en esta etapa de transición en la que se
encontraban, lo que creó una profunda herida y estancamiento en el proceso
evolutivo de estos niños, y un desencanto y sin sentido en la vida en su esposo
que a pesar de esta desilusión supo llevar y asumir con valentía la tarea de ser
mamá a la vez, esta situación creó incluso una profunda crisis de fe
experimentando el abandono y la ausencia de Dios; la partida de ella se prolongo
por 8 años en los que buscó en otras experiencias encontrarle sentido a la vida,
disfrutando de nuevas amistades, experiencias, tipos de trabajo no todos
encaminados a dignificar su propia vida, pero tenía que buscar para sobrevivir,
hasta caer en un sin sentido de lo que había creído era lo mejor para ella. Y como
el Hijo pródigo viéndose esclava, indigna, huérfana evoca su pasado y recuerda la
experiencia de amor en la que vivía, la fidelidad y el derroche de bondad y amor
incondicional de su esposo quien supo estar con ella en todos los momentos de su
vida, tristes y alegres, buenos y malos, triunfos y fracasos, quien la ayudó en la
conquista de sus sueños y a realizarse como mujer y madre, revive la alegría, la
ternura de la razón de su existencia sus hijos, entonces viene la nostalgia, el
sentimiento de culpa, el deseo de reparar el daño y se pone en pie porque quiere
darse una nueva oportunidad y Dios en su infinita bondad se fue revelando y
tejiendo una mujer nueva que supo abrirse a su gracia en el momento más oscuro
de su vida dejando que El hiciera en su miseria una verdadera historia de
salvación y le muestra un camino distinto, cumpliéndose lo dicho en la sagrada
escritura “cuando soy débil entonces es cuando soy fuerte”, porque “donde
abunda el pecado sobre abunda la gracia”, Dios rechaza el pecado pero ama y
acoge en su infinito amor y misericordia al pecador.
Esta hija pródiga que estaba perdida ha emprendido el camino de regreso a casa,
estaba muerta y vuelve a la vida y la familia la recibe y acoge con amor y
misericordia devolviéndole la dignidad de esposa y madre, devolviéndole la
libertad en la alegría, en la manera de ser y estar y revelarse a cada uno con amor
y ternura que la caracterizan, le ofrecieron y celebraron una verdadera fiesta de
encuentro y reconciliación pues todos volvieron a sonreír y ser felices.

La familia fue testigo del proceso de transformación y metanóia que ella hizo con
la intervención de Dios, pues fue revelando en el día a día las maravillas que el
creador había hecho, mujer renovada en el espíritu, orante, como la samaritana
que por mucho tiempo anduvo mendigando afecto y no encontró satisfacción
alguna, se dejo encontrar, seducir por Jesús colmando su corazón de tanta
felicidad que sólo El le bastó para recuperar su dignidad y su sentido de vida,
desde ésta experiencia profunda de encuentro con el Señor se hace discípula –
misionera en la comunidad parroquial, liderando procesos de evangelización
integral en los niños a través de la formación sacramental, en los jóvenes desde la
formación en valores y acompañamiento en sus retiros espirituales, en las familias
acompañando desde su experiencia dolorosa procesos de transformación y
renovación conyugal para recuperar en ellos su primer amor y el compromiso y la
responsabilidad en la formación de sus hijos como base y fundamento en la
sociedad.

Esta gran mujer supo abrazar coherentemente el proyecto de Jesús llevando y


proclamando la buena noticia en la zona rural y urbana a los pobres, campesinos,
desplazados, llevando el pan de la Palabra y la Palabra del pan, desarrollando
proyectos que recuperen su dignidad de personas e hijos de Dios, creando
conciencia crítica y despertando en ellos la creatividad y la capacidad para
defender sus derechos.

Esta historia de salvación y revelación de Dios en ésta mujer, muestran cómo el


dolor y el sufrimiento asumidos desde la fe y la esperanza hacen posible una
creatura nueva y una familia nueva, llevándolos a vivir la vida no desde el espíritu
carnal o terrenal, sino desde el Espíritu de Dios. Su testimonio de vida contagia y
arrastra a muchas personas de la comunidad a leer en clave de fe los
acontecimientos dolorosos transformándolos en una oportunidad de crecimiento a
nivel integral.

La experiencia de revelación del amor de Dios exige apertura a la gracia Divina y


una escucha atenta a la Palabra de Dios como lo hizo ésta mujer para
redimensionar su vida y convertirse así en Testigo de la Resurrección.

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