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Sostenibilidad, desarrollo y Estudiante.

Dary Evelin
calidad de vida Sánchez Tacán
Reseña informativa

El desarrollo sustentable, una posibilidad y miles de


oportunidades.
RESEÑA BIBLIOGRÁFICA
De las teorías del desarrollo al desarrollo sustentable,
Esthela Gutiérrez Garza y Édgar González Gaudiano, México,
Siglo xxi Editores/Universidad Autónoma de Nuevo León, 216 pp.

Day Evelin Sánchez Tacán


Estudiante de Licenciatura en filosofía
correosuyo@hotmail.com

El desarrollo sustentable representa en el campo discursivo de las teorías del desarrollo un


cambio cualitativo que articula el crecimiento, la equidad social y la conservación
ecológica, en la actualidad esto es muy importante porque se está llegando a un sesgo en el
que la población amenaza enormemente la diversidad y la conservación ecológicas, en esta
reseña se recorre la trayectoria de la construcción teórica de la sustentabilidad desde la
propia noción del desarrollo en una perspectiva histórica y destacando la manera en que
fueron articulándose los componentes sociales, ambientales y económicos que hoy por hoy
estructuran en términos sencillos la noción de desarrollo sustentable. Si bien podemos
encontrar que las teorías de desarrollo sustentable han llegado a la mayoría de la población
del mundo, es sugerente esclarecer limitaciones en cuanto a la construcción de una
estrategia para lograr llegar a él de una manera eficaz. En los últimos años se ha producido
una dramática transformación en el medio ambiente en aras de fomentar el desarrollo. La
pregunta que se hace ya no es -¿Las preocupaciones de desarrollo y medio ambiente se
conectan entre sí?" sino "¿Cómo se puede lograr un desarrollo sostenible?-. De repente, la
frase desarrollo sostenible ha sido generalizada, pero muy pocas personas saben realmente
lo que implica. El desarrollo sostenible (DS) se ha transformado en los últimos años en un
desarrollo netamente industrial. Tanto es así que ha captado la atención de actores en varios
niveles, es decir, naciones y organizaciones internacionales, por ejemplo; el Fondo
Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), la Organización Mundial del
Comercio (OMC), Naciones Unidas (ONU), organizaciones no gubernamentales,
organizaciones de la sociedad civil, entre otros. Esto tiene más mayor movilización de lo
que se puede pensar pues se pretende romper la idea de que sin acuerdos para lograr un
esfuerzo por abordar los problemas ambientales causados por el crecimiento económico el
clima no va a mejorar. Para tal efecto se llegan encuentros internacionales para llamar la
atención respecto a este tema, entre otros tenemos la “Cumbre de la Tierra” en Río de
Janeiro (Grober, 2007), la “Cumbre de la Tierra” de Johannesburgo de 2002 (DoddsF.,
2014) y la “Cumbre de la Tierra” de Río de Janeiro. Sin embargo, hay voces de descontento
con respecto a la definición e inconsistencia de DS. Entre tantos eventos internacionales
que buscan esclarecer los objetivos de la humanidad para perpetuar una sostenibilidad
ambiental, nace entonces el afán de pproporcionar una definición universalmente aceptada
de DS sin levantar las cejas. Esto no es para caricaturizar DS, mostrándolo como un
concepto que es débil o impreciso, pero, como campo de arte y ciencia cuya aplicación en
el del desarrollo pasa por encima de nuestra actual comprensión, hasta ahora,
proporcionando un terreno "dulce" al debate, suponemos que para mejorar las interacciones
hombre-amiente-economia.

El titánico recorrido se inicia con la delimitación histórica del surgimiento de las teorías del
desarrollo. Parte de la discusión teórica en el seno de la economía, al afrontar los
cuestionamientos derivados de la desigualdad económica y social con persistencia
observada entre las naciones; debates y revisiones acerca del crecimiento y la acumulación
de capital, así como de la relación entre campo y ciudad y el papel que juega la innovación
tecnológica tanto en la agricultura (en la producción de alimentos) como en la manufactura
y el crecimiento de la población, en países y regiones enteras, perfilando un concepto
ligado a la noción de desarrollo concebido como el “proceso que libera potencialidades y
permite alcanzar un nivel superior a los que se desarrollan”. Además, se menciona con
acierto el resurgimiento de un viejo amigo de cualquier política hegemónica: el
anarquismo, ahora, a inicios del siglo xxi, revestido de múltiples motivos y justificaciones.
Fueron los tiempos en que surgió también la idea del ecodesarrollo, tan efímera como
conciliadora. La revisión no estaría completa si las teorías europeas de la regulación no
hubieran sido consideradas.

Fue en la década de 1980 cuando el término DS entró en el discurso principal. Esto fue
después de La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos
Naturales (UICN) presentó su estrategia mundial de conservación (WCS), cuyo objetivo
general era "lograr desarrollo a través de la conservación de los recursos vivos" (UICN,
1980).

El texto revisa con una postura crítica lo propuesto en América Latina en torno de la idea
de desarrollo. En particular lo propuesto desde la Comisión Económica de las Naciones
Unidas para América Latina y el Caribe (cepal), con una gama de autores latinoamericanos
muy conocidos en México y Centroamérica. Son revisadas también las teorías de la
economía internacional, de la sustitución de importaciones y las que ubican al Estado como
base para el desarrollo. Las tan mencionadas categorías de análisis como centro-periferia,
intercambio comercial, términos de intercambio, etcétera, son recordadas, revaloradas y
cuestionadas con la perspectiva que la historia de estas teorías experimentó.

Lo que entonces era agradable para los oponentes y proponentes por igual, fue, por (WCS)
identificar el DS como el objetivo primordial de la sociedad, esto contribuyó
significativamente a la meta de conciliar los intereses de ambientalista y de desarrollo.
También había un entendiendo que la primacía de la estrategia estaba sesgada hacia los
recursos vivos, principalmente sobre la necesidad de mantener la diversidad genética, los
hábitats y los procesos ecológicos, eso no fue capaz de tratar suficientemente con las
cuestiones contemporáneas emergentes como la política y orden económico, población y
urbanización. Además, esta estrategia fue principalmente accionado por el lado de la oferta;
pasó por alto y divagar en torno a los temas de sostenibilidad desarrollo, y sólo abordó las
cuestiones de sostenibilidad ecológica. Si bien el informe tomó como objetivo fundamental
el conocimiento de los alimentos, el agua, la buena salud y el refugio del desarrollo
tradicional, en cuanto a si la autosuficiencia, la rentabilidad, la idoneidad de tecnología y
centrado en las personas eran objetivos adicionales o los requisitos operativos para lograr el
objetivo tradicional de desarrollo fue ofuscado". Son diversas las posturas de los autores en
cuanto a las propuestas de los movimientos sociales y ambientalistas para aceptar el
concepto que se ha venido amalgamando por los ecologistas conservadores, los
denominados personajes sustentabilidad débil y los humanistas críticos, todas estas
variantes hacen que nuestro concepto haya tomado un pluralismo en su definición, y es por
eso que a día de hoy muchos de los conglomerados ideológicos no se sientan contentos con
el concepto como tal, sin embargo los aportes de la sociedad a lo que conocemos hoy como
la idea de desarrollo sostenible son notables, y entre tanta conflictividad por intereses
personales, los organismos internacionales han sabido darle cabida de manera unánime al
ambiente como ente rector de las acciones de la sociedad en general. Por ello es interesante
como se rescatan los acuerdos, las disoluciones y los alcances de las conferencias por
ejemplo de Estocolmo, Johannesburgo y el informe de Brundtland en los cuales con
variaciones importantes se ve reflejado el afán por qué las acciones que ejecutemos en
nuestro planeta requieran de la responsabilidad conjunta de la humanidad, a lo largo de esta
obra hemos encontrado que la humanidad trata de comprender cada vez más sus ideas
llevándolas a relatos modernos que se encadenan todavía en un optimismo racional por
mejorar lo que sistemáticamente destruimos con el avance demográfico en nuestro pequeño
planeta tierra.

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