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PUBLICACIONES DEL INSTITUTO GEOLÓGICO Y MINERO DE ESPAÑA

Serie: CUADERNOS DEL MUSEO GEOMINERO, Nº 29

EL PATRIMONIO GEOLÓGICO Y MINERO.


IDENTIDAD Y MOTOR DE DESARROLLO
XVII Congreso Internacional sobre Patrimonio Geológico y Minero
XXI Sesión Científica de la Sociedad Española
para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero

Editores: Luis Mansilla Plaza


Josep Mª Mata Perelló
EL PATRIMONIO GEOLÓGICO Y MINERO.
IDENTIDAD Y MOTOR DE DESARROLLO
XVII Congreso Internacional sobre Patrimonio Geológico y Minero

XXI Sesión Científica de la Sociedad Española


para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero

Editores:
Luis Mansilla Plaza y Josep Mª Mata Perelló

Instituto Geológico y Minero de España


Madrid, 2019
Serie: CUADERNOS DEL MUSEO GEOMINERO 29

Congreso Internacional sobre Patrimonio Geológico y Minero (17ª. 2017.


Almadén, Ciudad Real)

El patrimonio geológico y minero [Archivo de ordenador] : identidad y motor


de desarrollo / XVII Congreso Internacional sobre Patrimonio Geológico y
Minero ; XXI Sesión Científica de la Sociedad Española para la Defensa del
Patrimonio Geológico y Minero ; editores, Luis Mansilla Plaza y Josep Mª Mata
Perelló. – Madrid : Instituto Geológico y Minero de España, 2019

1324 p. : il. ; 12 cm. - (Cuadernos del Museo Geominero ; 29)

ISBN: 978-84-9138-081-8

1. geología divulgación 2. congreso I. Sociedad Española para la Defensa del


Patrimonio Geológico y Minero. Sesión Científica (21ª. 2017. Almadén, Ciudad
Real) II. Instituto Geológico y Minero de España, ed. III. Mansilla Plaza, Luis,
ed. IV. Mata Perelló, Josep Mª., ed. V. Serie

551(042.3)

Imagen de cubierta: Vista general de Almadén, con los castilletes mineros de San
Joaquín y San Teodoro en primer término. Fotografía: EMG Fotografía.

Referencia a este volumen:


Mansilla Plaza, L. y Mata Perelló, J.M. (Eds.) 2019. El patrimonio geológico y
minero. Identidad y motor de desarrollo. Cuadernos del Museo Geominero, 29.
Instituto Geológico y Minero de España, Madrid.

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Luis Mansilla Plaza y Josep Mª Mata Perelló (Eds.)
EL PATRIMONIO GEOLÓGICO Y MINERO. IDENTIDAD Y MOTOR DE DESARROLLO. Cuadernos del Museo Geominero, nº 29
Instituto Geológico y Minero de España, Madrid, 2019. ISBN: 978-84-9138-081-8
© Instituto Geológico y Minero de España

JOSÉ ENRIQUE DE OLANO Y LOYZAGA (1858-1934). INGENIERO, EMPRESARIO,


POLÍTICO Y FUNDADOR DE “CARBONES DE BERGA, SA”

JOSÉ ENRIQUE DE OLANO Y LOYZAGA (1858-1934). ENGINEER,


ENTREPRENEUR, POLITICIAN AND FOUNDER OF “CARBONES DE BERGA, SA”
R. Serra Rotés
Área de Desarrollo Económico Local. Diputación de Barcelona, serrarr@diba.cat

Resumen: La comunicación versa sobre la figura de José Enrique de Olano y Loyzaga (1858-1934) y su
destacado protagonismo en el proceso de modernización y explotación de los recursos carboníferos de la
cuenca minera de Berga, en su triple faceta: como ingeniero de minas, como empresario y como político
destacado del período de la Restauración en Cataluña. El artículo esboza facetas poco conocidas del que
fue conde de Fígols: los orígenes de su fortuna, la historia de la naviera familiar, su llegada a Barcelona y su
integración en la vida económica y política de Cataluña. Olano impulsó la modernización de la minería del
carbón en la cuenca bergadana y la finalización de la línea ferroviaria sin la cual era imposible el desarrollo
de la cuenca minera. Destaca especialmente su interés por los proyectos de generación de hidroelectricidad
y termoelectricidad en Catalunya y en la cuenca del Tajo, y también su implicación política en las filas de los
partidos conservadores y anticatalanistas.

Palabras clave: Minería, José Enrique de Olano, Carbón, Termoelectricidad, Hidroelectricidad, Navegación
marítima, Carbones de Berga SA (CBSA).

Abstract: The proposal of communication deals with the figure of Jose Enrique de Olano Loyzaga (1958-
1934) and his outstanding role in the process of modernization and exploitation of the coal resources of the
mining basin of Berga. In his triple facet: as a mining engineer, as businessman and as politician distinguished
of the Restoration period in Catalonia. The article outlines little-known facets of the Count of Fígols: the
origins of his fortune, the history of the family shipping company, his arrival in Barcelona and his integration
into the economic and political life of Catalonia. Olano promoted the modernization of coal mining in the
Berguedà basin and promoted the completion of the railway line without which the development of the
mining basin was impossible. Particularly noteworthy is the interest in hydroelectricity and thermoelectricity
generation projects in Catalonia and in the Tajo basin, as well as the family origins of Olano linked to maritime
trade; and also his political involvement in the ranks of the conservative and anti-Catalan parties.

Keywords: Mining, Coal, José Enrique de Olano, Thermoelectricity, Hydroelectricity, Maritime navigation,
Carbones de Berga SA.(CBSA).

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LUIS MANSILLA PLAZA Y JOSEP Mª MATA PERELLÓ (EDITORES)

INTRODUCCIÓN

La historia de la familia Olano explica, en buena manera, la trayectoria del protagonista de este artículo,
José Enrique de Olano y Loyzaga, que nació en Liverpool el 28 de marzo de 1858 y murió en Barcelona el 3
de diciembre de 1934. También el papel que jugó, como empresario y político en Barcelona, en la comarca
minera de Berga situada en la zona norte de la provincia de Barcelona y en Cataluña, durante el reinado de
Alfonso XIII.

LA FAMILIA OLANO

Los Olano están documentados desde principios del s. XVII en Zeanuri, un municipio del interior de
Vizcaya. A mediados del s. XVIII se trasladaron a Bilbao donde desplegaron una intensa actividad naviera y
comercial que les llevó a Liverpool donde formaron junto a otras familias vascas, una activa colonia dedicada
al comercio de ultramar, estableciendo una intensa política matrimonial y un notable interés por proporcionar
a sus hijos varones una sólida formación en ingeniería y navegación marítima.
En 1871 los Abaitua ocupaban la casa del núm. 69 de Slawi Street; en ella vivían Luis de Abaitua, sus
hijos Felipe y Eulalia, y un buen número de sobrinos: Ignacio, estudiante de arquitectura, Rosario, Juan Narciso
de Olano, estudiante de ingeniería civil, las hermanas María y Manuela Adaro, y también la institutriz, el
mayordomo y la criada; Ana de Olano, hermana de Juan Narciso, estaba interna en una escuela de señoritas
en una calle próxima a la vivienda familiar. En 1871 se celebró, en la iglesia católica de San Francisco Javier
de Salisbury Street, la boda entre los hermanos Abaitua y Olano: Eulalia se casó con Juan Narciso, que había
comenzado a trabajar en la sede de Liverpool de la compañía “Olano, Larriaga y Cia”, y Felipe con Ana Olano
(Jiménez Ocho de Alda, 2011, 741-762). Juan Narciso y Anna eran hermanos de José Domingo Olano Aritua
(1796-1867) casado con Isidora de Iriondo Otalora (? -1829), los abuelos de nuestro protagonista.
El heredero del matrimonio Olano-Iriondo, José Antonio (Bilbao 1827-Barcelona 1895) fue un auténtico
hombre de negocios y el creador de la fortuna familiar. Además de comerciante y fundador de la naviera
“Olano, Larrinaga & Cía”, fue el primer presidente de la fábrica de hierro de Sestao “La Vizcaya”, accionista
de la colonia Sedó de Esparraguera (Barcelona), afiliado al partido liberal y Vicepresidente primero de la
Diputación Provincial de Barcelona. José Antonio se casó en 1849 con Juliana Loizaga y Almada (1828-
1849); de los hijos de este matrimonio, Emiliano (1850-1930), Francisco (1854-?), Adela (? - 1921), Narciso
(? - 1924), José Enrique (1858- 1934) y Anna Enriqueta (1861- 1892), los dos menores nacieron en Liverpool.
El certificado de nacimiento de José Enrique figura en el expediente del archivo del Senado del Reino de
España; es un “Certificate of Baptism” de St. Peter’s Catholic Church, Seel Street, de Liverpool, solicitado por
el propio Olano cuando fue nombrado senador, y en él se concreta que nació el 28 de marzo de 1858 y fue
bautizado el 7 de abril, con los nombres de Joseph Henry de Olano.

Los hermanos Olano Loyzaga

Emiliano, empresario e ingeniero al frente de empresas siderúrgicas (“Sociedad Anónima de Metalurgia


y Construcciones La Vizcaya”) y mineras (“Cía Plumbífera SA Collado del Cobo”), desplegó una notable
actividad pública una vez finalizada su etapa en la naviera familiar. Casado dos veces y padre de cinco hijos,
fruto de su primer matrimonio con Mercedes Cabada en 1869, su primogénito nació en Manila, donde el
matrimonio se había trasladado para encargarse de la comercial de “Olano, Larrinaga & Cía”. En Manila

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EL PATRIMONIO GEOLÓGICO Y MINERO. IDENTIDAD Y MOTOR DE DESARROLLO

Emiliano se relacionó con la élite intelectual de la colonia y presidió el Liceo Artístico y Literario de la capital,
cuyo objetico era promover la literatura y la poesía españolas en el archipiélago.
De regreso a la península se instaló en Bilbao donde presidió la Cámara de Comercio, Industria y
Navegación (1897-1899), fue miembro fundador y presidente de la Liga de Productores, representante de la
Junta de Obras del Puerto de Bilbao, ocupando diferentes cargos entre 1901 y 1914, miembro del consejo
de administración del ferrocarril Bilbao-Lezama e impulsor de la Bolsa de Bilbao. También fue, durante los
bienios 1894-95 y 1896-97, alcalde de Bilbao, impulsando la construcción de la red de alcantarillado, el
abastecimiento de agua potable, el alumbrado público, las obras de ampliación del ensanche, la construcción
del cementerio, la ampliación del puente del Arenal y la conexión del ferrocarril Bilbao-Santander con el
centro de la ciudad (Agirreazkuenaga; Serrano, 2002: 591-606).
Francisco, el segundo de los hermanos, dedicó su vida profesional a la gestión de un patrimonio
inmobiliario notable situado en Plentzia, donde se casó con Petra Luisa Olaguíbel Larragoiti (1828-1882),
hija del armador y empresario Nicolás Olaguibel que también participó activamente en el comercio con Cuba
y Filipinas y que de regreso de la aventura colonial invirtió en ferrocarriles, fundó el Banco de Bilbao, fue
Diputado General de Vizcaya y destacado carlista. Francisco de Olano intuyó las oportunidades de Plenzia que
se convirtió en uno de los núcleos de veraneo más prósperos del País Vasco gracias al impulso urbanístico que
supuso la construcción de los paseos, que aumentaron el atractivo turístico del lugar, ganando espacio para la
construcción de segundas residencias. Fundador de la Sociedad Anónima Aurrera de Plentzia constituida en
1892, fue principal promotor y accionista del casino y de la Sociedad de Recreo. Fue concejal del ayuntamiento
de Bilbao entre 1899 y 1803, y miembro del consejo de administración de la “Compañía del ferrocarril de Las
Arenas a Plencia” (Beascoechea , 2011, p.183- 208)
Adela, la mayor de las chicas Olano-Loyzaga, se casó en Madrid con Agustín de la Serna y de Ruiz, un
militar andaluz con una larga carrera política como gobernador civil de Baleares, Santander, Guipúzcoa,
Córdoba, Málaga, Cádiz, Valladolid y Álava, y senador por la provincia de Huesca en diferentes ocasiones
(1907-1908, 1908-1909, 1909-1910).
Los otros hermanos, Narciso, Anna Enriqueta y José Enrique, y también el padre ya viudo, José Antonio
de Olano Iriondo, se instalaron en Barcelona en torno a 1879-1881. De Narciso, casado en primeras nupcias
con la barcelonesa Rosa Reig y Martí (1864-1910), hija del abogado, industrial textil, concejal de Barcelona,
diputado y acérrimo defensor del proteccionismo Eduardo Reig Carreras; su segunda esposa fue Margarita
Capella Dolcet; de él sólo sabemos que fue uno de los accionistas de “Carbones de Berga SA”, la empresa
que fundó en 1911 su hermano José Enrique.
Ana Enriqueta se casó en 1892 con Ángel Dulce (1857-1931), Marqués de Castellflorite, título nobiliario
creado por Isabel II en 1860, y que también fue accionista de la empresa minera “Carbones de Berga SA”.
Fue heredero de este matrimonio su sobrino Joaquín Buxó Dulce de Abaigar, cuarto Marqués de Castellflorite
que fue, entre 1949 y 1967, Presidente de la Diputación de Barcelona.
José Enrique fue el eje de la familia Olano en Barcelona y junto a él vivieron el padre, los hermanos y
los cuñados, con quienes mantuvo una estrecha relación, no sólo familiar, también económica, y con los que
compartió fiestas y actos públicos, amistades, fidelidades y afinidades políticas.

LOS OLANO Y LA NAVEGACIÓN MARÍTIMA TRANSOCEÁNICA

José Antonio Olano Iriondo llegó a Liverpool en 1860 con el objetivo de hacer negocios como comerciante
y “agente de buques”; transcurridos dos años fundaba la naviera “Olano, Larrinaga & Cía” con Ramón de

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Larrinaga (Mundaka 1827-Liverpool 1888) que se dedicaba a la fabricación de velas y al aprovisionamiento


de buques en aquella ciudad. Pronto se integró a la naviera, el capitán Juan Baptista Longa cuñado de
Larrinaga.
Inglaterra se había convertido en la transportista del mundo cuando en 1849 había eliminado las
leyes proteccionistas, abriendo sus puertos a los armadores de otros países. La naviera “Olano, Larrinaga
& Company” fue una de las pocas empresas españolas instalada en Inglaterra formada íntegramente por
capital vasco y todos sus barcos se matricularon en el puerto de Bilbao hasta 1898, año en que la guerra
hispano-estadounidense aconsejó el cambio de bandera. Aprovechaban de esta manera las ventajas que
suponía disponer de barcos construidos en los astilleros ingleses y las que proporcionaba navegar con bandera
española y fondear en los puertos coloniales. El objetivo de la compañía era el comercio transoceánico,
uniendo Liverpool con las colonias americanas de Cuba, Puerto Rico y Filipinas con Estados Unidos, y los
puertos españoles, mediante barcos de vela, primero, y vapores después (Valdivieso, 2003, p. 455-465).

De Bilbao a Liverpool

El primer barco de la compañía fue la barcaza “Olano” al que se sumaron en 1864 otros veleros; este
velero de hierro de 488 toneladas de registro bruto, se convirtió en símbolo de la primera etapa. Adquirido
en los astilleros irlandeses “Harland & Wolff” era singular puesto que siendo un velero en una época en que
ya se había generalizado la navegación a vapor, disponía de un doble fondo, una característica únicamente
necesaria en vapores o motonaves. Su primer viaje entre Liverpool y Manila fue largo y un reto para la naviera:
capitaneado por Juan de Longa, zarpó de Liverpool el 22 de marzo de 1864 y regresó un año después, el 25
de marzo de 1865.
Fueron los vapores los que impulsaron la naviera; al primero, el “Buenaventura”, se sumaron doce más,
bautizados con los nombres de: “Emiliano”, “Álava”, “Yrurac-Bat”, “Aurrerá”, “León”, “Cádiz”, “ Reina
Mercedes “, “Jorge Juan”, “Elcano”, “Victoria”, “Churruca” y “Gravina”, que fueron destinados a la ruta
Liverpool (A Coruña y/o Santander) -La Habana y/o Matanzas- Nueva Orleans- Liverpool, un viaje triangular
con productos especializados: azúcar de las Antillas a los Estados Unidos, algodón de Nueva Orleans,
Charleston, Savannah y Galveston y cereales y petróleo de Baltimore, Norfolk y Nueva York, a Liverpool y a
los puertos peninsulares.
A finales del XIX los negocios entorno al comercio marítimo no se reducían al transporte de mercancías; el
tráfico de pasajeros y de correo abrió una importante y novedosa línea de negocio que los Olano y sus socios
no desaprovecharon. Los puertos del Cantábrico, especialmente los gallegos, pero también los asturianos,
Santander y los de la zona norte de Portugal, se convirtieron desde mediados del siglo XIX, en puertos
de migración hacia América, abriendo grandes expectativas a las compañías navieras que comenzaron
a programar viajes regulares. Entre estas compañías cabe destacar a “Olavarría y Cía.”, “Hamburgo
amerikanische Packetfahr AG”, “Messageries marítima”, “The Belgian Royal Mail” y, en menor grado “Olano
Larrinaga y Cía.”, que también trabajó para terceros.
La naviera “Antonio López” que había ganado el concurso de la ruta en las Antillas se vio obligada
a solucionar el problema del transporte de tropas cuando, en 1868, estalló el conflicto de la Guerra de
Cuba que, en diferentes etapas, terminó con la independencia de la isla en 1898. La compañía “Antonio
López” subarrendó embarques de tropas y lo hizo repetidamente a favor de la “Olano, Larrinaga y Cía.”,
reservándose siempre para sí la explotación de las cantinas, las cuales proporcionaron a la naviera de los
López entre 60.000 y 70.000 pesetas netas por viaje.

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EL PATRIMONIO GEOLÓGICO Y MINERO. IDENTIDAD Y MOTOR DE DESARROLLO

La apuesta por el Pacífico

La apertura del canal de Suez en 1867 supuso un avance espectacular para la navegación entre Europa
y Asia, y una posición estratégica de primer orden para el Mediterráneo en general y el puerto de Barcelona
en particular. Nuevos retos y nuevas oportunidades que Ramón de Larrinaga quiso aprovechar proponiendo
a sus socios crear una línea de vapores entre Europa y Extremo Oriente y Asia a través de Suez.
Acompaña a la historia oficial de la naviera la leyenda que cuenta que esta idea no entusiasmó a los Olano
pero que, una vez discutida se acordó dejar en manos de la suerte la decisión final. Una moneda lanzada al
aire dio la razón a Larrinaga, y desde entonces el dibujo de las tres manos de los socios unidas en señal de
compromiso se convirtió en la imagen de la empresa, integrándose en todas las banderas y estandartes de la
compañía. Una de estas banderas se conserva en el National Maritime Museum de Greenwich, en Londres.
El vapor “Buenaventura” de 81,27 m de eslora, 1.071,50 toneladas, 160 caballos y un valor de 27.000
libras esterlinas, fue el primer vapor de bandera española que atravesó el Canal de Suez, en mayo de 1871,
con el capitán Ramón de Larrinaga al frente. Partiendo de Liverpool hizo escala en Cádiz, Barcelona, Suez,
Adén, Sri Lanka, Singapur y Manila; regresó a Liverpool el 3 de noviembre, cargado de madera, especies,
azúcar, te y tabaco. La ruta hasta Filipinas fue un éxito, puesto que en los puertos continentales del Pacífico,
especialmente en Shanghái pero también en algunos del Japón, operaban desde mediados s. XIX cónsules
españoles. Japón había firmado en 1868 un tratado de amistad, comercio y navegación con España, y fue la
compañía Olano-Larrinaga la que enlazó Filipinas con Japón y Barcelona, p​​ osibilitando la primera importación
de objetos artísticos en 1878.
A pesar de que el gobierno había aprobado por decreto el 7 de julio de 1870 el establecimiento de la
línea de vapores entre Barcelona y Manila, la ruta era una apuesta arriesgada puesto que el gobierno no
había adjudicado la línea a ninguna compañía. Por lo tanto, cuando la compañía “Olano, Larrinaga y Cía.”
inició sus viajes en 1871 no tenía ninguna garantía de obtener la concesión definitiva.
Entre 1873 y 1879 la naviera fletó doce viajes anuales, transportando mercancías, correo y viajeros,
especialmente funcionarios civiles y militares en tránsito entre España y Filipinas. El viaje mensual, que duraba
entre 40 y 45 días, desde el puerto de Liverpool hasta Manila, realizaba escalas en Cádiz, Barcelona, Puerto
Said-Canal de Suez, Adén, Sri Lanka y Singapur, entre otros enclaves y bases de carboneo, necesarias para
reponer alimentos frescos, agua potable para el pasaje y la tripulación, y cargar carbón, y agua para las
calderas, entre otros productos. Llegados al archipiélago conectaban con las islas y los territorios continentales
vecinos a través de veleros, goletas, pailebotes, lorchas y todo tipo de embarcaciones locales que realizaban
el cabotaje por las costas cargando múltiples productos.
Ante la incertidumbre, en 1879 los Olano-Larrinaga decidieron solicitar oficialmente la concesión (AHN,
Ultramar, 5233, Exp.20) pero el Ministerio de Ultramar optó por convocar un concurso público abierto que no
solo enfrontó a las compañías que compitieron, también a los puertos de Cádiz y de Barcelona, y a los sectores
empresariales de Cataluña, hasta el punto que la polémica llegó a provocar la escisión del Fomento de la
Producción Nacional, la organización patronal más importante de Cataluña (Rodrigo Alharilla, 2009, 201).
En 1878 la compañía “Olano Larrinaga y Cía.” había participado en el concurso para la concesión del
servicio estatal de barcos-correo con los puertos americanos, concurso que se resolvió a favor de “A. López
y Compañía”, convertida en 1881 en “Sociedad Anónima Compañía Trasatlántica”. Se trataba, sin lugar a
dudas, de un intento de consolidar una nueva ruta ante la debilidad de su posición en el Pacífico.
Cuando el Ministerio de Ultramar sacó a concurso la explotación en exclusividad del servicio oficial
de vapores-correo España-Filipinas, la futura empresa ganadora no solo se beneficiaría de la subvención

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directa del Estado, sino también del importante negocio del transporte de la hoja de tabaco filipina que
se suministraba a las fábricas de la península en unos años en que se estaba preparando el desestanco
del tabaco en el archipiélago asiático. A este le siguió la creación de la “Compañía General de Tabacos de
Filipinas” en 1881, presidida por Antonio López, y de la cual “Olano, Larrinaga y Cia” figura como accionista
minoritario en 1882.
Olano Larrinaga compitió con tres empresas: las navieras catalanas de Joaquín Gurri Prat y la de Juan
Anglada Ruiz, y la valenciana “Marques de Campo” a quien el ministerio concedió el concurso el 30 de enero
de 1880. Los Olano-Larrinaga vendieron a la naviera valenciana tres de los buques empleados en esa línea del
Pacífico y concentraron el resto en la flota a la línea Cuba-Puerto Rico y Estados Unidos. Transcurridos cuatro
años, en 1884, el Ministerio de Ultramar concedió autorización para que la naviera valenciana traspasara la
concesión a la “Compañía Transatlántica”.
Ante la nueva situación los Olano decidieron abandonar la aventura marítima y acordaron con sus socios
intercambiar las acciones de la naviera y las de la fábrica de Sestao. La “Olano, Larrinaga and Cia” se disolvió
en 1883; con diez barcos de vapor y un registro bruto de 100.000 toneladas, era la octava naviera española.
“Larrinaga & Co.” con funciones de armador, agente comercial y consignatario, abanderada a partir de
1899 bajo pabellón británico, creó dos sociedades anónimas, “Larrinaga Steamship Co., Ltd.“, y “Miguel de
Larrinaga Steamship Co., Ltd. “, y alargó su vida hasta principios de los años setenta del s. XX, cuando fue
vendida a una naviera griega (Jordan, 1974, 81-84).

De Liverpool a Bilbao

Las inversiones que la naviera había hecho en el campo de la siderurgia ayudaron al reparto de las
empresas y del patrimonio, y el regreso familiar a Bilbao. En 1882 un grupo de empresarios vascos vinculados
a actividades mineras y mercantiles habían fundado la “Sociedad Anónima de Metalurgia y Construcción
Vizcaya”, conocida popularmente como “La Vizcaya”, con un capital social de 12.500.000 pesetas, repartidos
en acciones de 25.000 pts.
La sociedad “Olano, Larrinaga y Cía. era el socio mayoritario, con 5.000 acciones equivalentes al 20%
del total; los otros accionistas eran Benigno de Salazar, Juan de Durañona, los hermanos Chavarri Salazar,
Víctor y Benigno, Pedro P. de Gandarias, Federico de Echevarría, José Mª de San Martín, y Emiliano de Olano;
los Olano y más concretamente Emiliano que heredó las acciones de la naviera, lideraron la primera etapa de
la empresa pero con la incorporación de nuevos accionistas disminuyó su cuota a favor de la familia Chávarri
que llegó a controlar entre el 40-52% de las juntas de accionistas. Gracias a los enormes beneficios de esta
siderurgia, tanto en el período inicial como en la fase posterior de reconversión en “Altos Hornos de Vizcaya”,
Emiliano Olano rentabilizó extraordinariamente su inversión inicial.
La fábrica de Sestao, que llegó a tener 2700 trabajadores, se construyó con tecnología y técnicos belgas
de la sociedad “John Cokcerill” de Seraing, contactados por Benigno y Víctor Chávarri Salazar, que habían
estudiado ingeniería en la ciudad belga de Lieja.“La Vizcaya” se dedicaba a la fabricación de lingotes de
hierro para el mercado nacional y exterior. La materia prima procedía de las minas de los socios de la
compañía y junto a la factoría creció una zona industrial de primer orden, con industrias complementarias
de productos semielaborados: “La Iberia” que con 700 trabajadores se dedicaba a la producción de latón;
la “Aurrera” dedicada a la fundición de piezas de hierro y acero y en la construcción de maquinaria; y la
“Basconia” destinada a la fabricación, a gran escala, de latas para la industria conservera.

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EL PATRIMONIO GEOLÓGICO Y MINERO. IDENTIDAD Y MOTOR DE DESARROLLO

DE BILBAO A BARCELONA: JOSÉ ENRIQUE DE OLANO

Fue en estos años de reorientación de los negocios familiares que José Antonio de Olano Iriondo decidió
instalarse en Barcelona junto a su hijo José Enrique que probablemente había escogido esta ciudad como
residencia permanente. La ciudad, y especialmente su puerto, no les eran desconocidos por qué era un punto
estratégico de la ruta oriental de la naviera, y por tanto Olano Iriondo entendió que ofrecía oportunidades
para sus hijos menores. Especialmente para José Enrique que, finalizados sus estudios de ingeniería de
minas, canales y puertos en la universidad belga de Lovaina, casado en 1892 con Natalia de Barandiarán
de la Bárcena (Castro Urdiales 1865- Barcelona 1924) y con 32 años, pronto destacó como secretario de la
organización Fomento del Trabajo Nacional de Barcelona.
La Vanguardia presentaba en 1890 elogiosas biografías de algunos miembros de la poderosa organización
empresarial y de Olano destacaba su carácter emprendedor, su formación en ingeniería, el ser representante
en Barcelona de “La Vizcaya”, miembro del Consejo General y del Jurado de la Exposición Universal de
Barcelona, y entre otros muchos cargos también su propuesta de remodelación del puerto barcelonés. Un
buen punto de partida de la que fue su carrera como empresario, y que despegó en 1895, a la muerte de
su padre. Hasta esta fecha el patriarca Olano se dedicaba a los negocios y su hijo a las relaciones públicas,
una faceta en la que siempre destacó, aprovechando las oportunidades que le ofrecía la prensa de la época
y las estrechas relaciones que fue tejiendo con la burguesía catalana, en cuyo círculo se integró rápida y
eficazmente.

Olano y el puerto de Barcelona

De esta etapa son, como indica la crónica periodística, los estudios sobre el puerto de Barcelona de
1881, recién llegado a la ciudad y finalizados sus estudios universitarios en Lovaina donde curso ingeniería
industrial, civil y de minas, estudios que le fueron convalidados en 1899. La formación preuniversitaria la
cursó en el prestigioso Stonyhurst College fundado por los jesuitas para educar a las elites católicas inglesas.
En esta primera etapa en Barcelona se centró en demostrar sus conocimientos técnicos con la publicación
de dos trabajos: “Estudio comercial sobre la fabricación del carburo de calcio en España”, de 1897 –la
producción industrial se había iniciado en Suiza en 1895– y el “Proyecto de distribución interior del Puerto
de Barcelona” de 1881. También dedicó tiempo y energías a las relaciones sociales, y a establecer buenos
contactos que le llevaron a conocer las oportunidades que ofrecía la minería catalana de finales del s. XIX, y
que despertaron su interés por la cuenca de Berga.
El proyecto que Olano propuso para el puerto de Barcelona incluía una memoria descriptiva, facultativa
y económica completa, con más 120 páginas, de las cuales 22 eran planos detallados del puerto en esta
fecha, y de las reformas que el ingeniero proponía. El proyecto, que no fue aceptado por las autoridades
portuarias, fue premiado con la medalla de plata en la Exposición Internacional Geográfica celebrada en
Venecia aquel mismo año. Apostaba por construir un dique flotante, una opción novedosa pero técnicamente
más adecuada para un puerto fluvial como los que Olano había conocido en Liverpool y Londres, que para un
puerto marítimo como el de Barcelona (Moreno Rico 1997, 25-40).
Olano continuó vinculado al puerto de Barcelona, más concretamente a la faceta lúdica y deportiva que
ofrecía el puerto, donde impulsó dos deportes estrechamente vinculados a los círculos elitistas de la burguesía
y muy acorde con su formación inglesa: el remo y la vela. Al mismo tiempo que Barcelona proyectaba la
ampliación y adaptación del puerto a los nuevos requerimientos de la navegación a vapor en relación al

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almacenaje, carga y descarga, distribución de mercancías, enlaces ferroviarios y tránsito de pasajeros, se


planteaba nuevos espacios para el ocio, como los baños y los balnearios, y también para las relaciones
sociales y la práctica deportiva. Se había superado con éxito el reto de la Exposición Universal de 1888,
las autoridades portuarias y la gran burguesía estaban dispuestas para convertir la ciudad en una estación
balnearia marítima y de veraneo, que comenzó a promoverse como La perla del Mediterráneo.
Las obras de urbanización del puerto, muy lentas de ejecución, fueron claves para poder impulsar estos
nuevos usos deportivos y de ocio: en 1907 se inauguró la estación marítima y el embarcadero de pasajeros en
la Puerta de la Paz, con restaurante, servicio de telégrafo y correos, y se iniciaron las obras del ansiado Paseo
Marítimo, que había de unir el Llobregat y el Besos, uno de los grandes proyectos de Cambó, y del cual sólo
se ejecutó el tramo entre la Barceloneta y Montjuïc.
La lentitud en las obras y el conflicto con las actividades industriales del puerto, explican que durante
años las actividades lúdicas y deportivas se localizaron en la zona central del puerto, en la playa de la Mar
Bella, y es aquí donde nacen y crecen los primeros clubs deportivos de la ciudad: en 1879 el Club Catalán
de Regatas, el Club de Regatas de Barcelona y la Asociación de excursiones marítimas en 1881, y el Club
Náutico en 1883.
Del mismo modo que la práctica deportiva y el nacimiento del fútbol se relacionan con entornos urbanos,
industriales y por influencia de técnicos ingleses –Athletic Club de Bilbao, Huelva Recreation Club o Foot-ball
Club Barcelona, p​ or ejemplo– se desarrollaron las prácticas de baños de mar y el concepto de club y sede
social de los diferentes deportes. Olano, formado en Inglaterra y en Bélgica, esnob y cosmopolita, era un
apasionado de la vela y del remo, este último ya se practicaba en Barcelona que había fundado el Club de
Regatas en 1874 que integró a algunos yachtmen que practicaban la vela desde 1871.
En 1881, recién llegado a la ciudad, Olano impulsó la fundación del Club de Regatas de Barcelona
para el cual consiguió, en 1888, el título de “Real” después de nombrar presidente honorífico a Alfonso
XIII y organizar con éxito actividades durante la Exposición Universal. Un número creciente de socios y de
embarcaciones de remo y de vela propiciaron, en 1902 su fusión con el Real Yacht Club, con quien hasta
este momento habían rivalizado no sólo en las competiciones sino también en la captación de socios y en la
relevancia social i política (Joaniquet, 2007, 53-57).
La nueva entidad, Real Club Náutico de Barcelona, presidida por Olano hasta 1909 llegó a tener más
de 400 socios; se mezclaban deportistas, financieros, vividores y artistas como por ejemplo Pere Romeu,
propietario de la famosa cervecería “Els Quatre Gats”, los industriales Maristany, armadores como Manuel
Muntadas, el pintor Llaverias o Joan Miró Trepat empresario de la construcción y hermano de uno de los
fundadores del RCD Espanyol, propietario de una embarcación donde se reunían semanalmente artistas de
la bohemia barcelonesa, los pintores Casas, Rusiñol, Utrillo y Clarassó y donde se servía champán con tostada
de alioli”. El interés de Olano para integrar, bajo su dirección, el club bohemio y arruinado era evidente, sobre
todo cuando la vela fue reconocida por el barón de Coubertin, como disciplina olímpica y este deporte vivía
momentos de plenitud entre los círculos sociales más cosmopolitas.
Esta fusión, bajo el nombre de Real Club de Barcelona, duró poco; el control de Olano y sobre todo su
deseo de ganar las competiciones –incluso inscribiendo clubs fantasmas– provocó, en 1909, una nueva
escisión temporal. La prensa de la época se hizo eco de estas polémicas, especialmente el semanario satírico,
catalanista y de izquierdas “Papitu” que calificaba Olano de autoritario y extremadamente deseoso de ganar
las competiciones más importantes. Olano contaba con el apoyo de personajes destacados como Salvador
y Luis Vidal hijos del consejero del Banco de Barcelona, o los hermanos Parés, muy bien relacionados con
el naviero y senador Antonio López, el banquero Evaristo Arnús, el armador Manuel Muntadas, el Marqués

128
EL PATRIMONIO GEOLÓGICO Y MINERO. IDENTIDAD Y MOTOR DE DESARROLLO

de Llumàs o los hermanos Witty, propietarios del hotel de las Cuatro Naciones, que le proporcionaron la
presidencia del Real Club Náutico de Barcelona durante dos períodos más, 1909-1912 y 1918-1919 (Tatjer,
1996, p. 371-392.

LAS EXPLOTACIONES MINERAS DE LA CUENCA DE BERGA

En 1893 el grupo financiero de Bilbao DGS de Olano compró las minas, las concesiones mineras y la
concesión de la línea ferroviaria de Manresa a Guardiola de la sociedad anónima “Ferrocarril y Minas de
Berga” por el precio de medio millón en efectivo y 1.200.000 en obligaciones. En 1895, el mismo año de
la muerte de José A. Olano Iriondo, todo este patrimonio pasó a manos de su hijo, José Enrique, accionista
principal de la empresa familiar después de que se hiciera efectivo el reparto de la herencia paterna.
Olano transformó el alto Berguedà en una región minera moderna; a las nuevas explotaciones, modernas
instalaciones industriales (lavadero de carbón, central de gas pobre, la hidroeléctrica de El Collet, talleres,
etc.) y la finalización de las obras del ferrocarril minero, añadió la construcción de las colonias mineras de
San Cornelio, San José y la Consolación (Cercs). En pocos años, la empresa de Olano logró figurar entre las
más productivas del país, y el empresario fue reconocido por Alfonso XIII con el título de conde de Fígols
cuando, en 1908, el monarca visitó la cuenca minera. Olano construyó su árbol genealógico cuando preparó
el expediente para obtener el título de conde y también esbozo el blasón; estos documentos se conservan en
la Biblioteca de Cataluña.
En 1904, cuando el ferrocarril llegó a la estación de Fígols-Las Minas, todo estaba a punto: una
impresionante red de planos inclinados y teleféricos llevaba el carbón desde las minas situadas a diferentes
niveles (San Cornelio, 952 m de altitud; Alfonso, 935 m; Esteban, 876 m; San José, 815 m, y la Consolación,
707 m) hasta la estación (643 m) del ferrocarril. La galería San José, electrificada desde 1905 con una línea
de alta tensión que provenía de la central hidroeléctrica de El Collet y de la central de gas pobre, era la
más moderna, y la que visitaron Alfonso XIII en 1908 y la infanta Isabel de Borbón en 1916. Los antiguos
candiles fueron sustituidos por lámparas de carburo; los mulos arrastraban los convoyes de hasta siete
vagonetas llenas de carbón y se generalizaron las lámparas de seguridad. Las galerías en constante proceso
de modernización explican el aumento de producción y de mineros contratados (Serra 2017).
El 17 de febrero de 1911 se constituía la Sociedad Anónima Carbones de Berga” (CBSA), con un capital
de seis millones de pesetas, 5.970.000 de las cuales fueron aportados por Olano y el resto por diferentes
socios entre los que cabe destacar a dos familiares directos, su hermano, Narciso y su cuñado, el marqués de
Castellflorite. El resto de socios eran importantes industriales.
Eusebio Bertrand y Serra (Barcelona, 1877-1945) industrial textil algodonero con fábricas en Manresa,
Sant Fruitós de Bages, Molins de Rei y Barcelona, ​​considerado en 1935 por el boletín de la “International
Federation of Master. Cotton Spinners and Manufactures Associations” de Manchester, como el empresario
algodonero individual más importante del mundo en número de telares y un gran consumidor de carbón.
Fue miembro fundador de la Lliga Regionalista, dirigente del somaten y diputado a Cortes por Puigcerdá
(1907-1923), donde impulsó la construcción del campo de golf y el Hotel del Golf de Puigcerdá, la mejora de
la carretera de la collada de Toses y el ferrocarril entre Ripoll y la Tour de Querol. Consejero de Fomento del
Trabajo Nacional, del Instituto de Fomento del Cultivo del Algodón, de la Maquinista Terrestre y Marítima SA,
del Banco de España y del Banco Hispano Americano, presidente del primer Salón del Automóvil de Barcelona
y de la Compañía Catalana de Gas y Electricitat SA.

129
LUIS MANSILLA PLAZA Y JOSEP Mª MATA PERELLÓ (EDITORES)

Salvador Vidal y Largacha (¿-Barcelona 1929), comerciante y miembro de la junta del Banco de España,
cargo que mantuvo durante más de 40 años, hasta la desaparición de la entidad en 1920; y Ramón Vila y
Marqués (1874-1963), importante industrial textil, copropietario de la empresa familiar “Viuda e Hijos de
José Vilà”, dedicada a la producción de tejidos de algodón y muy especialmente al blanqueo, tinte, apresto y
estampado, situada en Sant Martí de Provençals. El 1906 fundó la Sociedad Española de Seda Viscosa (SESV)
a partir de la adquisición de la patente Criss & Bevab, cedida por la Societé Generale de Soie Artificielle de
Bruselas, compañía vinculada a la Viscose d’Ernest Carnot, que patentó, el 1884, el sistema de fabricación
de seda artificial. El 1923 fundó la Sociedad Anónima de Fibras Artificiales (SAFA) instalada en Blanes, que el
1973 llegó a tener 2.500 trabajadores; en esta gran industria se fabricó también y por primera vez en España,
rayón (1933) y nilón (1950).
Olano aportó a la nueva sociedad cincuenta y tres concesiones mineras, las instalaciones de las minas,
máquinas y herramientas, oficinas, almacenes, talleres y el cuartel de la Guardia Civil, los terrenos situados al
pie de la estación del ferrocarril en Manresa, las fincas de la Ternera, el Jou, Capdevila, el Faro y San Cornelio,
y la concesión de aprovechamiento hidráulico del Llobregat al Collet, en Guardiola de Berguedà. Se reservó
para él y su familia la torre y los jardines que la rodeaban. El proceso de modernización fue constante; en
1965 los Olano vendieron CBSA a la gran empresa eléctrica FECSA. En 1974 figuraba en la lista de las
principales empresas españolas, ocupando la posición 131.
La historia de la cuenca minera en general y de las minas de Fígols en particular se mantiene viva gracias
al trabajo del Museo de las Minas de Cercs, inaugurado en 1999 en la colonia minera de Sant Cornelio
(Cercs). El museo, concebido como un centro de interpretación, dispone de salas de exposición permanente,
ubicadas en el edificio que en su inicio fue un convento de monjas y, a partir de 1931, “Hogar del Minero”,
donde se muestra cómo era la vida a pie de mina y las características y usos del carbón; un piso de la colonia
de la década de los cuarenta; la sala de audiovisuales y, por último, los 450 metros de la galería Sant Romà
donde un tren minero permite a los visitantes acceder al interior de la galería. Finalmente, el visitante puede
pasear por toda la colonia minera y su ámbito de influencia.

OLANO Y EL REY ALFONSO XIII

Alfonso XIII visitó en diferentes ocasiones Cataluña; de todos los viajes, nos interesa especialmente el que
efectuó en otoño de 1908 durante quince días, visitando en primer lugar Barcelona y sus grandes industrias
como la España Industrial y la Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona, pero también las cuencas
industriales del Ter y del Llobregat, visitando empresas, así como las colonias y complejos industriales de los
dos ríos. El viaje se preparó con mucho cuidado y en todos los lugares que visitó se produjeron muestras
de incondicional apoyo a la monarquía y al sistema político –el presidente del gobierno Antonio Maura
acompañaba al monarca– especialmente por parte de la clase obrera que había protagonizado episodios de
fuerte conflictividad. A pesar la estricta vigilancia y el despliegue policial, durante el viaje, concretamente los
días 26 y 28 de octubre se produjeron, en Barcelona, pequeñas explosiones.
Visitando las cuencas superiores del Ter y del Llobregat, territorios tradicionalmente carlistas, el gobierno
quería hacer evidente que los Borbones eran, finalmente, los reyes de todos los catalanes, no sólo de los que
hasta hacía poco habían apoyado al pretendiente carlista, sino incluso de los nacionalistas que agrupados en
la candidatura de Solidaridad Catalana, ocupaban los principales cargos del Ayuntamiento y de la Diputación
de Barcelona, como es el caso del alcalde, el republicano Albert Bastardas y del Presidente de la Diputación
Enric Prat de la Riba.

130
EL PATRIMONIO GEOLÓGICO Y MINERO. IDENTIDAD Y MOTOR DE DESARROLLO

El 31 de octubre el rey visitó la Colonia Pons donde su propietario, Luis G. Pons y Enrich, ofreció un
banquete al monarca y a sus 140 invitados, en su mayoría empresarios. El viaje continuó hasta la Colonia
Rosal, Berga y Fígols donde el rey cenó y pasó la noche en la residencia que Olano tenía en las instalaciones
mineras. Al día siguiente, 1 de noviembre, y después de la misa de campaña tomaron el tren hasta Guardiola
y La Pobla de Lillet, donde visitaron la fábrica de cemento del Clot del Moro, acompañados por Eusebio Güell
y sus hijos. Por la noche el monarca y sus acompañantes más directos pernoctaron de nuevo en la residencia
de Olano y a la mañana siguiente visitaron la mina San José. El almuerzo tuvo lugar en la torre de la colonia
Monegal, propiedad de José Monegal Nogués, alcalde de Barcelona entre 1902 y 1903, senador y presidente
de la Cámara de Comercio de Barcelona.
La estancia del rey en la cuenca minera fue determinante, no sólo por qué Olano obtuvo el 25 de febrero
de 1909 el título de conde de Fígols, sino porque nuestro protagonista se convirtió en un defensor a ultranza
del monarca lo que le permitió iniciar una carrera política que, sus correligionarios, calificaron de brillante.
Alfonso XIII concedió, el 20 de enero de 1919, a Natalia Barandiaran, esposa de Olano, el título de Dama de
la Real Orden de Damas Nobles de la Reina María Luisa, título que sumó al de condesa. Los títulos nobiliarios
amentaron la autoestima del conde de Fígols, que también consiguió la Gran Croce dell’Ordine di S. Gregorio
Magno, classe civile otorgada por Benito XV.
La concesión del título de conde hay que situarla en la estrategia de aristocratizar a la burguesía catalana
que llevaba a cabo Alfonso XIII, muy especialmente a raíz de la aparición en el escenario político y con mucha
fuerza, de la Lliga Regionalista en Cataluña y del republicanismo en Barcelona, eliminando cualquier opción
electoral destacada a los partidos dinásticos, tanto en las elecciones legislativas como las municipales.
Este nuevo escenario político impulsó la concesión de títulos, no sólo a personas destacadas en el ámbito
político, económico o profesional, también y muy especialmente a personas que habían mostrado fidelidad a
los partidos dinásticos, a la corona y a la “patria”. La relación de títulos concedidos deja claro, especialmente
a partir de 1918, que recayeron en personas vinculadas a la anticatalanista Unión Monárquica Nacional y
a los más destacados cargos del Somatén, la milicia armada creada en 1919 para combatir el obrerismo
revolucionario.
En este escenario político se mueve muy bien el conde de Fígols. Fue senador por Girona en las legislaturas
1914-1915 y 1916-1917, y diputado a Cortes por el distrito electoral de Berga durante los períodos 1918-
1919, 1919-1920, 1921-1922 y 1922-1923, cuando el partido conservador había quedado reducido a la
mínima expresión en Cataluña. El papel de Olano en el Senado y en el Congreso fue más que discreto; no
así en el día a día de la política catalana. Olano fue un destacado miembro del partido Unión Monárquica
Nacional (UMN), fundado en febrero de 1919 –siguiendo el ejemplo de la Liga de Acción Monárquica
(LAM) de Vizcaya que fusionó a liberales, conservadores y mauristas con el objetivo de frenar el creciente
nacionalismo en el País Vasco– y reunía el sector más unionista y conservador del monarquismo catalán (De
Riquer, 2013, 223-249).
Dirigida por el industrial lanero de Terrassa, Alfonso Sala y Argemí –desde 1926 conde de Egara–, además
de Olano, formaban parte de la UMN el abogado Manuel Ríos y Ríos –con título de marqués de Olerdola
desde 1889– , Darío Romeo y Torrent –con título de barón de Viver desde 1901–, el financiero Josep M. Milán
y Campos –desde 1926 conde de Montseny–, el abogado Benito de Pomés –con título de conde de Santa
María de Pomés concedido en 1905 por el Papa Pío X a petición del cardenal Casañas–, José de Caralt y
Sala –conde de Caralt desde 1916–, Ramón de Godó y Lallana propietario de La Vanguardia –conde de Godó
desde 1916– , los fabricantes Jaume Cussó y Benet Bardinas, y Lluís Pons y Tusquets, propietario y diputado,
entre otros; el secretario de la UMN era el periodista Aurelio Joaniquet.

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LUIS MANSILLA PLAZA Y JOSEP Mª MATA PERELLÓ (EDITORES)

Aunque el objetivo de la UMN era frenar el protagonismo de la Lliga, en una primera etapa no pasaron de
ser una larga lista de notables; empezaron a ser influyentes y decisivos con la llegada, en mayo de 1922 y a
la capitanía general de Barcelona, de Miguel Primo de Rivera al que dieron decidido apoyo en la preparación
del golpe de estado y en su posterior obra de gobierno, un apoyo que el dictador premió.
El 15 de enero, el gobernador civil, general Losada, tomó posesión de la presidencia de la Diputación de
Barcelona y al cabo de pocos días reunía los nuevos diputados nombrados a dedo, entre ellos a los industriales
Magí Gallifa de Manresa, Antonio Pons y Arola dueño de la colonia Pons de Puig-reig, Antonio Rosal Cortina
dueño de la colonia Rosal de Berga, y José Enrique de Olano, conde de Fígols. En sesión constitutiva nombraron
al conde de Fígols, Presidente de la Diputación y a Pons Arola secretario de la misma. La presidencia del
Consejo Permanente de la Mancomunidad recayó en Alfonso Sala Argemí. Fueron nombramientos breves,
del 20 de enero 1924 al 31 de marzo 1925. Olano fue sustituido al frente de la poderosa Diputación de
Barcelona por Josep M. Milán y Camps, elevado a la categoría de conde de Montseny, pero conservó, hasta
1930, la vicepresidencia primera de esta institución.
En la cuenca minera el conde de Fígols controló la situación: hasta 1919 apoyó a los candidatos de la
Lliga en las elecciones a Cortes, y a partir de esta fecha en que se presentó como candidato, contó con el
apoyo de la Lliga y fue el mismo Cambó quien impuso la candidatura de Olano a sus correligionarios del
Berguedà que apostaban por otro candidato. El impulso del catalanismo político, a raíz de la redacción
del Estatuto de Autonomía de 1918, la agitación de la clase obrera y la expansión de la CNT, radicalizaron
al conservador Olano que en 1927, con motivo del homenaje que le tributó la comarca y ante todas las
autoridades civiles y militares de Cataluña y de los treinta y siete alcaldes del Berguedà que le nombraban
hijo adoptivo y predilecto de la comarca y alcalde honorario y perpetuo de Berga dijo: “He de confesar que
conociendo mi falta de condiciones, jamás pensé actuar en la vida pública y por esto entré muy tarde en la
política; pero entre en ella y muy de lleno cuando me apercibí que la atmósfera venenosa del catalanismo,
cauce del separatismo y el socialismo, cauce del comunismo, invadían Cataluña”.

OLANO Y LA PRODUCCIÓN DE ELECTRICIDAD

Con Olano la cuenca carbonífera de Berga se convirtió en la más importante de Cataluña y una de las
pioneras en el uso de la electricidad gracias a la construcción de una central de gas pobre y una central
hidroeléctrica (Serra, 2017). Fue una apuesta meditada y programada por el equipo técnico integrado por
asturianos que, procedentes de la escuela de capataces de minas de Mieres, acompañó a Olano en la primera
etapa en que la empresa minera funcionaba con el nombre comercial de “Minas de Berga de José E de
Olano” o “DGE José de Olano”.
La construcción de la central de Gas Pobre, situada muy cerca de la bocamina Esteve fue el primer
proyecto de electrificación; se trababa de un gasógeno de inyección sistema Dawson que se había introducido
en España en 1892 cuando su inventor, Joseph Emerson Dowson, acordó con la empresa Crossley Brothers,
incorporar su gasógeno a los motores Crossley. La empresa de Manchester distribuía sus motores a través
de su representante, la empresa Julius G. Neville que desde 1870 estaba instalada en Barcelona, dedicaba
a la importación de maquinaria y que a partir de 1892 se especializó en la comercialización de motores de
combustión interna para la generación de electricidad.
No hemos podido documentar si la central de Gas Pobre de Olano fue instalada por Julius N. Neville o por
la Sociedad Anglo-Española de Motores, Gasógenos y Maquinaria General, formada en 1902 por la fusión de

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EL PATRIMONIO GEOLÓGICO Y MINERO. IDENTIDAD Y MOTOR DE DESARROLLO

Julius G. Neville y la mallorquina La Maquinista Naval (1893-1902), pero tanto las dimensiones de la central
como su potencia, 200 caballos de fuerza a partir de dos motores, y el hecho que Neuville participó en la
Exposición de Carbones organizada por la Diputación de Barcelona de 1901 con un gasógeno Dowson con
máquina de gas Crossley, hace plausible la hipótesis que fue allí donde Olano hizo su encargo.
La central de Gas Pobre producía corriente continua destinada a la ventilación de la mina Esteve, muy
próxima a la central, y probablemente también proporcionó el alumbrado a la casa señorial de Olano que,
construida a pie de mina y junto a la estación del ferrocarril, alojo al rey Alfonso XIII y a su sequito más directo
durante las dos noches en que el monarca pernocto en la casa de Olano en 1908.
En junio de 1906 Olano había adquirido la concesión del aprovechamiento destinado a fuerza motriz
de las aguas del rio Llobregat justo en el punto en que el Llobregat confluye con su afluente, el Bastareny.
El proyecto comprendía la construcción de tres líneas eléctricas de alta tensión que conectaban la central
hidroeléctrica con las minas de Fígols, zona central de la explotación donde estaban ubicados los almacenes
y talleres, el lavadero, las fábricas de briquetas y ovoides y la estación del ferrocarril; la segunda línea
alimentaba la mina Narciso del Coto Matilde, en Sant Corneli (Cercs) donde se ubicaban también la cantina,
la iglesia y un primer núcleo de viviendas para los obreros; la tercera línea era la de la mina Sadurní del Coto
Murciélago (El Far) en el término de La Nou que Olano arrendó, en torno a 1908, a la Compañía General de
Asfaltos y Portland Asland, para alimentar la fábrica de cemento inaugurada por Eusebio Güell en 1904 en
el Clot del Moro.
El 1911 las líneas de transporte eléctrico funcionaban a pleno rendimiento y figuran, junto a la central
hidroeléctrica, como uno de los activos que José E de Olano aportaba a la constitución de la sociedad CBSA.
Se trataba de una línea trifásica de 5000 voltios sobre postes de madera, de siete quilómetros de recorrido,
que alimentaba la subcentral de la mina, en la que se transformaba la corriente alterna en continua a 300
voltios. Las obras de la central exigieron la construcción de dos represas, una en el Llobregat y otra en el
Bastareny, unidas por un canal de 717,12 m que permitía el traspaso de agua del afluente al Llobregat, y
desde este, mediante un canal de 2.033 m de longitud, paralelo al río, y en acueducto sobre el pequeño
afluente del Abellol, conectaba con la casa de aguas, la tubería de 1350 mm de diámetro y la nueva turbina.
Esta, una Francis con una potencia de 680 CV obtenidos a partir de un caudal de 3.060 l/seg, y un salto
útil de 21,90 m, quedó instalada en 1912. La turbina fue fabricada por la casa alemana Voith que había
desarrollado algunas de las más grandes y poderosas turbinas Francis del momento, entre ellas las doce de
las cataratas del Niágara en 1904, con 12.000 CV de potencia global. Se ha destacado la importancia de
las empresas extranjeras, la suiza Escher Wyss y la alemana Voilh en el montaje de las grandes centrales
eléctricas en España.
El proyecto de Olano coincide con el límite de la energía hidromecánica minifundista y, cuando siendo una
pequeña central hidroeléctrica incorpora dos de las innovaciones técnicas que a partir de 1906 revolucionaron
la producción de energía hidroeléctrica en Cataluña: la producción de corriente alterna en centrales eléctricas
que posibilitó el transporte de electricidad a gran distancia y la adopción de motores polifásicos en las
fábricas gracias al avance de las máquinas eléctricas.

Otros proyectos eléctricos

La escritura de constitución de CBSA define, entre los objetivos de la sociedad minera figura el del estudio
y adquisición de saltos de agua, construcción de las obras necesarias para el aprovechamiento de su fuerza
en toda clase de empresas mineras y de aplicaciones eléctricas. La producción de electricidad no se concentró

133
LUIS MANSILLA PLAZA Y JOSEP Mª MATA PERELLÓ (EDITORES)

en la cuenca de Berga; Olano impulsó diversos proyectos empresariales, algunos de los cuales no llegaron a
materializarse.
Buen ejemplo de ello es el proyecto de aprovechamiento hidroeléctrico del río Tajo en la provincia de
Cáceres, que le ocupó tiempo y esfuerzos desde que, en 1919, inició la primera solicitud de concesión entre
el tramo Talavera de la Reina (Toledo) y la frontera portuguesa, que incluía también, los aprovechamientos de
los afluentes Tiétar y Alagón. Le siguieron otras, en total siete, seis de las cuales cubrían la casi totalidad de
la parte española del río Tajo y una séptima en el tramo del Tiétar, inmediato a la desembocadura del Tajo. La
Sociedad Hidroeléctrica del Oeste de España, presidida por el conde de Fígols, contaba con capital francés y
con la participación, económica y técnica, de Pedro García Faria uno de los ingenieros de Caminos, Canales y
Puertos más notables de principios del XX, y del ingeniero José María Valdés. Modificado el proyecto y obtenida
la concesión en 1929, el conde de Fígols impulsó los trabajos preparatorios y presentó, en 1932, el proyecto
definitivo de la primera presa en el río Tajo, que no pudo llevar a cabo (García Adán, J. C. 2012, p.82-84).
Olano también impulsó la creación de la asociación Unión de Productores de Energía Hidráulica de
España que, domiciliada en Barcelona, presidió durante el bienio 1926-27, y de la cual formaban parte como
vicepresidente Emilio Ríu, senador, ex subsecretario de Hacienda y representante de la Sociedad Productora
de Fuerzas Motrices; el marqués de Garcillán en representación de Empresas Eléctricas SA; J. M. de Guillen-
García, ingeniero y miembro del Sindicato de Estudios Hidroeléctricos del Pirineo; Pedro Pujol y Thomas,
propietario de la colonia industrial de El Collet, miembro de la Junta de Protección a la Industria Nacional
y representante de Saltos del Cadí y Llobregat; Ignacio Girona, ingeniero y miembro del Consejo Superior
de Fomento; F. Junoy, ingeniero de Electrometalúrgica del Ebro, SA; Adolfo Gaminde de Saltos del Ter; A.
Nada de Alumbrado de Poblaciones; C. Massó de Sociedad de Aplicaciones Industriales; J. Puig Marró por
la Cooperativa de Fluido Eléctrico; L. Santasusana por Concesiones Hidráulicas Sert; y A. Lleó y Morera por
concesiones Llavorsí.
A comienzos de la década de 1920 y como consecuencia de la crisis económica provocada por el fin de
la Primera Guerra Mundial, Olano se planteó destinar una parte de la producción de carbón a la generación
de termoelectricidad con la construcción de una central térmica a pie de mina. Para ello estableció contactos
con la compañía Cooperativa de Fluido Eléctrico que tenía centrales hidroeléctricas en los ríos Segre y Alto
Cardener, pero el proyecto no cuajó, y finalmente esta compañía eléctrica construyó la central térmica de
Adrall (Alt Urgell, Lérida). Olano no desfalleció en su intento y mantuvo conversaciones con Francesc Cambó
quien, con otros industriales, había fundado la Compañia Hispano Americana de Electricidad, SA (CHADE),
pero tampoco consiguió su objetivo. No era fácil, porque además de construir la central térmica, lo que
necesitaba Olano era una red de distribución de electricidad de alta tensión que no tenía.
Para la distribución de la electricidad Olano y CBSA se asociaron con una empresa del sector, la SA
Impulsora de Negocios Eléctricos, con el objetivo de distribuir la energía eléctrica. El proyecto, una vez más no
prosperó, y tampoco el de participar en el proyecto que en 1926 impulsaba el Ministerio de Trabajo, Comercio
e Industria para el diseño y la ejecución de la llamada Red Nacional de Energía Eléctrica que, conjuntamente
con la red de las diferentes compañías de distribución, habían de conectar las centrales térmicas e hidráulicas
con los centros de consumo. El concurso provocó que diferentes empresarios y empresas presentaran ofertas
y elaboraran proyectos, y es en este contexto, de construcción de la red, que Olano entra en contacto
con Alfredo Viñas Heras, director general de la compañía Energía Eléctrica de Cataluña (EEC), y consigue,
finalmente, construir la central de Fígols. El contrato firmado en diciembre de 1929 comprometía a Olano
a suministrar el carbón a precio de coste a cambio que EEC abonara a CBSA una cantidad por cada Kw/h
producido en dicha central, revisable en función de los futuros incrementos de las tarifas eléctricas.

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EL PATRIMONIO GEOLÓGICO Y MINERO. IDENTIDAD Y MOTOR DE DESARROLLO

La colaboración con EEC, integrada más tarde al grupo Barcelona Traction, favoreció desde el primer
momento a CBSA. En la memoria de empresa de 1928 se destaca que en períodos de intensa sequía la
compañía minera podía disponer, por parte de EEC, de “una acometida auxiliar desde su línea de 22.000
v que pasa por nuestras minas”. De la central térmica de Fígols solo se conserva el edificio de calderas y el
de turbinas, pero las magníficas fotografías del fondo FECSA custodiado en el Archivo Nacional de Cataluña
(ANC) permiten conocer, paso a paso, la construcción de la central.

La primera central térmica de Fígols de 1929-1931

Las obras se iniciaron en 1929 y finalizaron en 1931 de la mano de la empresa Riegos y Fuerza del Ebro,
SA, filial de La Canadiense. Aunque la potencia de la central de Fígols era limitada en comparación con las
grandes centrales barcelonesas de Mata o Sant Adrià, la CT de Fígols supone una novedad interesante en
la estrategia productiva de la Barcelona Traction puesto que las centrales existentes hasta 1925 estaban
orientadas específicamente el abastecimiento urbano. La de Fígols, como la de Adrall, constituye un ejemplo
típico de central de bocamina, encaminada al aprovechamiento de los yacimientos de lignito, y para
suministrar electricidad a la zona industrial próxima a Barcelona. Adrall y Fígols complementaban el primer
sistema de producción formado por las centrales barcelonesas (Alayo, 2007, 478-479).
La térmica constaba de dos calderas con un rendimiento máximo de 35 toneladas de vapor/hora a carga
máxima continua, y un turbogenerador que tenía una potencia máxima de 10.000 kW. La central disponía
de un condensador de superficie, y el agua procedía, primero del canal industrial de Berga y después de unos
pozos cercanos. El carbón utilizado para la alimentación de las calderas se transportaba por medio de un
plano inclinado desde el nuevo lavadero de carbón, construido con este objetivo, hasta la central, donde una
vez pulverizado se utilizaba como combustible.
Las obras de construcción del nuevo lavadero de carbón conocido popularmente como la “llimpia” que
incorporaba tanques Dorr, se iniciaron en 1928, siendo el primer edificio de cemento armado de la comarca
del Berguedà. La gran estructura fue contratada a Compagnie de Fives-Lille, una de las grandes empresas de
ingeniería de Francia especializada en la fabricación de locomotoras de vapor, pero también en imponentes
obras como la estructura de acero de Gare d’Orsay, los ascensores de la Torre Eiffel o puentes colgantes en
el Danubio.
La obertura del socavón Consolación o Mina Nova que se inició en 1922, con 1700 metros de longitud,
permitió centralizar todo el transporte de entrada y salida de la explotación; esta obra fue considerada como
la más importante acometida por CBSA a lo largo de su historia. La prolongación del plano inclinado Natalia;
la modernización del sistema de transporte desde los tajos hasta los vagones mediante la instalación de los
coladeros oscilantes; la sustitución de tracción animal por locomotoras eléctricas; la instalación de nuevos y
potentes ventiladores; y la presencia del ingeniero Ramón M. Cerezo Blanco protagonista de este importante
proceso de modernización llevado a cabo entre 1922 y 1934, no es posible entender la construcción de la
primera térmica.
La CT Fígols se diseñó con dos turboalternadores pero en realidad sólo se instaló uno, construido por
la casa British Thomson Houston, una empresa de ingeniería británica especializada en la fabricación de
maquinaria pesada. El turboalternador trabajaba a presión de 22 kilos/cm2, a temperatura de 375ºC, y
proporcionaba una potencia de 13.600 CV a 3000 rpm. El vapor se conseguía a partir de dos calderas de 671
m2 de superficie, que trabajaban a la presión de 25 kg /cm2 y una temperatura máxima de 400º C; estaban
equipadas con dos recalentadores con un total de 1908 m2 y estaban provistas de cámaras de combustión

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LUIS MANSILLA PLAZA Y JOSEP Mª MATA PERELLÓ (EDITORES)

del sistema Bailey, alimentadas por carbón pulverizado. La chimenea de la central, de unos 50 metros de
altura, escupía el humo de un carbón, lignito, que podía llegar a tener un 30 por ciento de cenizas y un 8
por ciento de azufre. La central consumía carbón en polvo que previamente se había tratado en el moderno
lavadero de carbón inaugurado en 1931. La central se conectó a la estación transformadora de Vic en 1931
mediante una línea de alta tensión de 84 kilómetros, alimentada por cuatro transformadores monofásicos de
3000 KVA a las tensiones de 6.300 / 23.200 v.

CONCLUSIONES

Hasta la proclamación de la II República Olano vivió en el centro del poder. La prensa barcelonesa,
especialmente La Vanguardia pero también la madrileña, se hacía eco de las recepciones, fiestas, bailes, y
actos sociales de todo tipo que acogía la familia a su imponente casa y jardines de “Los Pinos”, construida, en
1917-18 por el arquitecto Enric Sagnier en la Vía Augusta de Barcelona. Allí se reunía esa nueva aristocracia
que, rodeada de militares y gobernadores, y muy a menudo también de miembros del gobierno y de la familia
real durante sus viajes a Barcelona, ​​dominó la vida política y económica de Barcelona y de Cataluña en los
años de la dictadura de Primo de Rivera.
Siempre atento al proceso de modernización de la explotación minera (obertura del socavón Consolación
en 1926, locomotoras eléctricas para el transporte interior, construcción de planos inclinados y teleféricos,
nuevo lavadero de carbón y central térmica) y a la ampliación de las colonias mineras con más viviendas y
servicios, sus políticas paternalistas no pudieron evitar la acción revolucionaria de los mineros de Fígols que
en enero de 1932 protagonizaron una revuelta que intentó colectivizar la empresa CBSA y poner en marcha
una experiencia de comunismo libertario.
Olano murió el 3 de diciembre de 1934 al no poder superar “una bronconeumonía, de cuyas resultas
queda gravemente quebrantado en su salud”, y fue enterrado el lunes 10 de diciembre; los funerales tuvieron
lugar en la iglesia barcelonesa de Nuestra Señora de la Bonanova. Finalizaba una etapa de la historia de la
cuenca minera de Berga que Olano convirtió en la más importante de Cataluña.

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LUIS MANSILLA PLAZA Y JOSEP Mª MATA PERELLÓ (EDITORES)

Plano de la ría de Bilbao (1880-1920) en un documento informativo sobre el servicio de verano del Tranvía. BNE EPH/18(1-3)

Mapa de Liverpool realizado en 1836 por el ingeniero y cartógrafo Michael Alexander Gage

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EL PATRIMONIO GEOLÓGICO Y MINERO. IDENTIDAD Y MOTOR DE DESARROLLO

LA BARCA OLANO | Vida Marítima

el Gobierno mando y mantuvo un subinspector residente en Liverpool. Antes de que un buque


pudiese ser registrado bajo bandera española debía, no obstante, pasar una inspección y
confirmación de propiedad en un puerto español. Después debía pagar una tasa en la Aduana
nacional. Altas tasas a la importación eran aplicadas a las mercancías descargadas en España
por buques de bandera extranjera que viniesen de las colonias y esto se mantuvo hasta el
final de la guerra Hispano-Americana de 1.898 cuando España perdió el control de Cuba y
Puerto Rico, y vendió Guam y las Filipinas a los Estados Unidos por 20 millones de dólares”…
David Eccles en su magnífico libro Larrinaga Line. 1.863-1.974 (ISBN: 0-9543310-5-2),
editado por The World Ship Society hace está casi introducción a la historia de la referida
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compañía.
La barca Olano de la naviera “Olano, Larrinaga & Cia” (1863)

file:///C|/Users/serrarr/Desktop/LA%20BARCA%20OLANO%20_%20Vida%20Marítima.html[24/06/2018 21:07:40]

La bandera de la naviera “Olano, Larrinaga Co. Ltd ” blanca, rectangular y con tres manos juntas en rojo en el centro,
se conserva en el National Maritime Museum, Greenwich, de Londres.

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LUIS MANSILLA PLAZA Y JOSEP Mª MATA PERELLÓ (EDITORES)

El vapor “Buenaventura”, de la naviera Olano, Larrinaga y Cia, inauguró la primera línea regular de vapores entre España y Filipinas por
el Canal de Suez en junio de 1871.

Propaganda de la ruta del Pacífico publicitada en el periódico La Vanguardia el 20 de febrero de 1881.

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EL PATRIMONIO GEOLÓGICO Y MINERO. IDENTIDAD Y MOTOR DE DESARROLLO

Dibujo del proyecto de ampliación del puerto de Barcelona propuesto por JE de Olano.

Postal del Real Club Náutico de Barcelona, obra del arquitecto Enrique Sagnier.

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LUIS MANSILLA PLAZA Y JOSEP Mª MATA PERELLÓ (EDITORES)

Portada de la revista semanal ilustrada Ilustració Catalana dedicada a la visita


de Alfonso XIII a las minas de JE de Olano.

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EL PATRIMONIO GEOLÓGICO Y MINERO. IDENTIDAD Y MOTOR DE DESARROLLO

Acción de la empresa “Carbones de Berga, SA” fundada por JE de Olano en 1911.

JE de Olano en la estación de Fígols-Las Minas de la línea ferroviaria de Manresa a Guardiola de Berguedá.

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LUIS MANSILLA PLAZA Y JOSEP Mª MATA PERELLÓ (EDITORES)


Conjunto de postales del conjunto minero de Fígols realizadas por el fotógrafo L. Roisin (1915)

Olano junto a las turbinas de la central hidroeléctrica de El Collet, en el río Llobregat (1911)

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EL PATRIMONIO GEOLÓGICO Y MINERO. IDENTIDAD Y MOTOR DE DESARROLLO

Central termoeléctrica de Fígols inaugurada el 1929.

Vista general de la colonia minera de San Cornelio. En primer término las instalaciones del Muse Minas de Cercs

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