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CONOMIA
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6. ¿QUÉ ES EL DEG?
Desde hace algún tiempo, el FMI ha estado considerando adoptar una serie de medidas
para satisfacer mejor las necesidades de los países miembros de bajo ingreso. La
importancia de los esfuerzos del FMI fue destacada en un reciente examen de su
estrategia a mediano plazo. La institución ha emprendido una exhaustiva reevaluación
de su relación con los países de bajo ingreso, dirigida a lograr que sus servicios de
crédito y asesoramiento respondan más estrechamente a las necesidades concretas de
estos países y a definir mejor su vinculación con las autoridades nacionales, la sociedad
civil y otros socios en el desarrollo.
I. La función del F.M.I. con respecto a los Países Miembros de Bajo Ingreso
La reunión cumbre de las Naciones Unidas sobre la aplicación de la Declaración del
Milenio, que tuvo lugar en septiembre de 2005, atrajo la atención mundial hacia la
necesidad de tomar medidas audaces para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del
Milenio (ODM). El Fondo Monetario Internacional (FMI) es uno de los numerosos
organismos —nacionales e internacionales— que trabajan de manera mancomunada
para llevar a buen término los ODM. La principal contribución del FMI a esta labor es
de promover la estabilidad macroeconómica y financiera, requisito crucial para la
reducción de la pobreza y para el crecimiento económico.
El FMI se ha abocado a un proceso de reflexión sobre la suficiencia y utilidad de los
instrumentos que emplea en su relación con los miembros de bajo ingreso, proceso que
está próximo a concluir. De ese proceso de revisión han surgido las siguientes
propuestas:
Seguir empleando el servicio para el crecimiento y la lucha contra la pobreza (SCLP)
como instrumento principal para asistir a los miembros de bajo ingreso.
Crear un nuevo mecanismo dentro de la Cuenta Fiduciaria del SCLP, cuya finalidad
sería la de ayudar a los miembros de bajo ingreso que enfrentan shocks exógenos.
Establecer un nuevo mecanismo no financiero, el Instrumento de Apoyo a la Política
Económica (IAPE), con el objeto de mejorar la forma en que el FMI respalda las
políticas económicas sólidas y transmite señales que permiten distinguirlas.
Como parte de esta tarea de reflexión sobre su respaldo a los países de bajo ingreso, el
FMI también está analizando su función dentro del proceso de la estrategia de reducción
de la pobreza (ERP) y recientemente ha reevaluado el diseño de los programas
respaldados por el SCLP.
II. Evaluación del marco de la estrategia de reducción de la pobreza
El FMI está trabajando en estrecha colaboración con otros socios en el desarrollo a
efectos de garantizar que el marco de la estrategia de reducción de la pobreza constituya
una herramienta eficaz para ampliar los esfuerzos que cada país realiza con el objeto de
promover el crecimiento, reducir la pobreza y avanzar hacia los ODM. A fin de que este
compromiso se traduzca en sus prácticas de trabajo y de ese modo su participación
resulte más eficaz, el FMI está reevaluando su función dentro del proceso de la ERP y la
articulación de esa función con los servicios financieros y otras formas de interacción
con los países de bajo ingreso. Una prioridad clave es incorporar el proceso de la ERP
dentro de los actuales procesos y sistemas de toma de decisiones, incluidos los
correspondientes al presupuesto anual, y armonizar la ERP con los programas
encuadrados en el mecanismo del SCLP, así como también con la labor señalizadora y
de alivio de la deuda que se lleva a cabo con el respaldo del FMI.
El examen de 2005 del mecanismo de la ERP —Equilibrio entre las responsabilidades e
incremento de los resultados— reveló que dicho mecanismo ha contribuido a colocar la
reducción de la pobreza en el centro del debate sobre las políticas públicas. La
elaboración y aplicación de los DELP trajo aparejada una mejora de algunos indicadores
socioeconómicos en los países de bajo ingreso, especialmente en África, un incremento
del gasto social y una mejor gestión de los recursos públicos en un marco de mayor
transparencia y responsabilidad, especialmente entre los países pobres muy endeudados
(PPME).
Para el FMI es una prioridad ayudar a los países de bajo ingreso a manejar los efectos
macroeconómicos de un incremento de la ayuda y a encarar las limitaciones, tanto en
términos de de capital humano y físico como de orden institucional, que impiden un
aprovechamiento eficaz del respaldo brindado por los donantes. El FMI intensificará su
labor en el desarrollo de capacidades con el fin de ayudar a los países a integrar la ERP
dentro de su respectivo proceso interno de toma de decisiones.
III. El servicio para el crecimiento y la lucha contra la pobreza
El servicio para el crecimiento y la lucha contra la pobreza (SCLP) sigue siendo el
principal mecanismo con que cuenta el FMI para asistir a los países de bajo ingreso. La
finalidad de este servicio establecido en septiembre de 1999 es hoy, como en ese
momento, hacer que la reducción de la pobreza y el crecimiento ocupen un lugar más
central en las operaciones crediticias que el FMI realiza con los países miembros más
pobres. En cada caso el SCLP se estructura a partir de DELP integrales elaborados por
los países. A fin de continuar prestando un respaldo eficaz a los esfuerzos que hacen los
miembros de bajo ingreso para mejorar la estabilidad macroeconómica, lograr un
crecimiento sostenible y reducir la pobreza, el FMI es consciente de que debe adaptarse
a las nuevas y cambiantes necesidades de sus miembros.
Recientemente el FMI concluyó una evaluación del diseño de los programas
respaldados por el SCLP entre los miembros de bajo ingreso con economías más
estables, o países en una etapa avanzada del proceso de estabilización. Se observó que,
si bien muchos países de bajo ingreso aún deben realizar un considerable ajuste
macroeconómico, muchos otros han logrado una amplia estabilidad macroeconómica y
un crecimiento sostenido, a menudo con el respaldo del FMI.
La evaluación mencionada confirmó la importancia de la estabilidad macroeconómica y
de la apertura de la economía para lograr un crecimiento sostenido. Puso de relieve la
función crucial de la inversión privada y de las exportaciones y además centró la
atención en la importancia de la solidez de las instituciones. En ella también se analizó
cómo crear un espacio fiscal para atender las necesidades urgentes en materia del gasto,
aparte de lo que pueda lograrse mediante una mejor asignación de los recursos
existentes. Una de las observaciones fundamentales se refiere a la importancia de una
acertada coordinación de las políticas fiscal y monetaria para manejar una mayor
afluencia de ayuda extranjera. En cuanto a la política monetaria, las conclusiones del
estudio son favorables al establecimiento de metas de inflación de un dígito, pero
dejando cierto margen para aplicar metas monetarias más flexibles que reflejen una
mayor profundidad del mercado financiero.
IV. Protección contra los shocks exógenos
El Directorio del FMI ha aprobado en principio la creación de un nuevo servicio como
parte de la Cuenta Fiduciaria del SCLP para los miembros de bajo ingreso que enfrentan
shocks exógenos. Mediante este servicio se dará respaldo en condiciones concesionarias
a los miembros de bajo ingreso que no cuenten con un acuerdo en el marco del SCLP.
Este mecanismo servirá asimismo como una red de protección para los países que
deseen dejar de participar en forma continua en programas del SCLP. Este servicio
complementa los servicios disponibles en la actualidad para asistir a los países de bajo
ingreso afectados por shocks, tales como un aumento del acceso al SCLP, el servicio de
financiamiento compensatorio, la subvención de asistencia de emergencia a países en
situación de pos conflicto y para catástrofes naturales, el uso de recursos del tramo de
crédito y el Mecanismo de Integración Comercial, en el caso de deficiencias de la
balanza de pagos causadas por la liberalización del comercio multilateral.
V. Apoyo a la política económica y función señalizadora
El FMI ha estado trabajando en propuestas específicas acerca del apoyo a la política
económica y la función señalizadora en los países de bajo ingreso y en un nuevo
mecanismo no financiero, el Instrumento de Apoyo a la Política Económica (IAPE), que
pronto entrará en funcionamiento. El Directorio resolvió crear este instrumento por
considerar que los servicios normales disponibles para los países de bajo ingreso no
permiten al FMI satisfacer plenamente la necesidad de dar apoyo, supervisar y avalar las
políticas económicas de dichos países.
El IAPE será una importante alternativa que se suma a la lista de servicios entre los
cuales los países de bajo ingreso pueden escoger la forma de relación que deseen
establecer con el FMI. El uso de este servicio sería totalmente voluntario para los
miembros habilitados para acceder al SCLP que deseen que sus políticas reciban el aval
del FMI, pero que no necesariamente desean o necesitan su asistencia financiera. Dichos
países deberán contar con estrategias de reducción de la pobreza y marcos de política
apropiados y eficaces. Además de servir de apoyo a los países en el diseño de sus
políticas, el IAPE transmitiría una “señal” a los donantes, la comunidad empresarial y
demás agentes acerca de la calidad de esas políticas.
Para acceder al IAPE los países deberán diseñar políticas que cumplan con la
condicionalidad de los tramos de crédito superiores. El Directorio del FMI llevará a
cabo revisiones semestrales regulares de todo programa avalado por el IAPE. De ese
modo, podrá hacer una evaluación multidimensional de las políticas y determinar si el
programa, en su conjunto, se mantiene en el rumbo previsto. La publicación de los
documentos relacionados con el IAPE será voluntaria, pero se presumirá la aprobación
del país para publicarlos.
VI. Necesidades de financiamiento del SCLP
A fin de que el SCLP pueda responder adecuadamente a las necesidades futuras, se está
trabajando para estimar las exigencias de financiamiento del SCLP a mediano plazo. Al
efecto, se tomarán en cuenta las consecuencias del alivio de la deuda y la incorporación
del IAPE y del mecanismo de financiamiento para casos de shock, así como las
alternativas para incrementar la capacidad crediticia del SCLP. El Directorio del FMI ha
hecho hincapié en la estrecha vinculación entre el financiamiento de las operaciones de
otorgamiento de préstamos concesionarios y un mayor alivio de la deuda y considera
que la institución debe estar adecuadamente equipada para hacer frente a una futura
demanda de financiamiento como parte del respaldo que brinda a los países de bajo
ingreso. El Directorio ha destacado además el hecho de que el financiamiento adicional
del mecanismo previsto para los casos de shock se obtendría de los donantes según se lo
requiriera.
VII. Alivio de la deuda y sostenibilidad de la deuda
Se han logrado considerables progresos en la implementación de la Iniciativa reforzada
para los PPME.
En total, 18 países han alcanzado el punto de culminación y 10 se encuentran en la fase
provisional. Asimismo, en la reciente evaluación de la iniciativa se elaboró una lista
preliminar de otros 13 países habilitados. Dicha lista comprende aquellos países que
quedaron habilitados luego de que el FMI y el Banco Mundial acordaran en 2004
prorrogar hasta 2006 la posibilidad de encuadramiento en la iniciativa y permitir así que
más países se beneficiaran con el alivio de la deuda para los PPME.
El Directorio del FMI ha analizado la propuesta del G-8 para otorgar más alivio de la
deuda a los países pobres muy endeudados y está considerando las formas de ponerla en
práctica, concentrándose principalmente en temas relativos al trato igualitario, la
condicionalidad y el financiamiento. Existe consenso en cuanto a que mediante la
propuesta se podría eliminar gran parte de la deuda externa de varios de los países más
pobres del mundo, liberando así recursos para que avancen más rápidamente hacia el
logro de los ODM.
El Directorio ha destacado la importancia de proteger la situación económica y
financiera del FMI y de no afectar su capacidad futura de otorgar préstamos a los
miembros de bajo ingreso. En tal sentido, ha acogido con beneplácito el compromiso
del G-8 de aportar recursos adicionales para satisfacer diversas necesidades. El personal
técnico del FMI está analizando los detalles de la implementación de la propuesta.
Dado que el Directorio no ha adoptado aún una decisión sobre el modo de implementar
la propuesta del G-8, el FMI seguirá actuando en el marco de las políticas y los
procedimientos actualmente vigentes hasta que las mayorías necesarias resuelvan
cambiar o modificar dichas políticas.
Para preservar los beneficios que el alivio de la deuda traería a más largo plazo,
especialmente en vista de las permanentes necesidades de financiamiento de muchos
países de bajo ingreso, seguirá siendo crucial ayudar a los países a evitar un
endeudamiento excesivo. Esta es la finalidad del nuevo marco de sostenibilidad de la
deuda para los países de bajo ingreso ya adoptado en 2005 por los directorios del FMI y
del Banco Mundial. Dicho marco tiene por objeto ayudar a los países de bajo ingreso a
evitar una excesiva acumulación de deuda mientras avanzan hacia la concreción de los
ODM.
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