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LA CORONA Y EL CETRO

Libro de la Vida

Por Saint Germain


Ahora, queridos amigos, con su permiso, les daré una lección objetiva sobre el
Poder de la Precipitación.

Primero, tienen que caer en cuenta de que, a fin de convertirse en maestros de


la energía, es necesario que usen el instrumento de poder con el que fuimos
dotados en el principio, tanto para atraer como para dispensar energía. Estos
poderes, mis amados, son simbolizados por la corona y el cetro.

El cetro es símbolo de la vara de poder. Es el mismo símbolo que Sanat Kumara


utiliza para evitar que este Planeta y su gente salgan volando por el espacio. Es
igualmente simbólico de la vara de Aarón que se menciona en las escrituras.

La corona representa la conciencia elevada.


Dentro de ustedes mismos, el cetro es su poder de invocación;
el poder de concentrar sus energías en las octavas superiores, por medio de
una invocación mental o física, concentración por la cual las corrientes
superiores son atraídas hacia abajo y cargadas, cargadas y cargadas dentro de
la condición a ser rectificada.

Al mismo tiempo, el corazón y la mente -la conciencia- tienen que


permanecer lo suficientemente quietos como para permitir que la Presencia
de Dios les revele a ustedes aquello que se debería hacer en la situación en
particular que motivó el decreto.

Todo el poder del cetro resultará inservible a menos que haya un receptáculo
-corona- dentro del cual las energías concentradas puedan ser descargadas,
transubstanciadas y preparadas para ser derramadas a la humanidad.

El poder de la corona resultará igualmente inservible sin el poder de


invocación del cetro.
Cuando combinen las dos actividades -el poder de la invocación, el cetro; con
la quietud y reverente escucha de la conciencia elevada, la corona- tendrán
una operación completa. De otra manera, quedará a medio hacer, la principal
razón por la que algunos decretos no producen resultados satisfactorios.

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