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I

)
FERNANDO CHAIJ

Doctor en Filosofia y Letras por la Universidad Na-


cional de Buenos Aires — Autor de las siguientes
obras: El Desenlace del Drama Mundial, Hacia um Vi­
da Me/or, Paz en la Angustia, Libertad del Temor. El
Dilema del Hombre en esta Era de Revoluciön. Pre-
paraciön para la Crisis Fim l, asi como de numerosos
articulos.

FUERZAS SUPERIORES
QUE ACTUAN
EN LA VIDA HUMANA

EDITORIAL SAFELIZ
A R A V A C A , 8 ■ M A D R ID - 3
la edicion espanola: 8.000 ejemplares. 1982.
75.000 ejemplares en circulacion en Latinoamerica.

Copyright 1982 — Editorial SAFEL1Z, S.L.


ISBN 84-7208-044-7

Deposito legal: M 24.210/1982

Impreso en Espana — Gräficas M A R-CAR, S.A.


Ulises, 95 — MADRID-33
/ ----------------------------------------------------------------^

INDICE

V_____________________________ )

PAGINA

P r ö lo g o ............................................................................................ .............................. 9

Reconodmiento ............................................................................................................ 10

Introduction .................................................................................................................. 11

I. HL H1PNOTISMO

1. El hipnotismo como respuesta a la angustia h u m a n a...................... 1/

2. Que es y que no es el h ip n otism o......................................................... 27

3. Los pros y los contras de la hipnosis en m edicina............................. 43

4. El aspecto itico y social del h ip n o tism o .............................................. 55

5. El hipnotismo y lareligidn ...................................................................... 75

6. cQui fuerzas actiian en lahipnosis? ....................................................... 83

7
II. ESPIRITISMO, OCULTISMO Y PARAPSICOLOGLA

7. La dorada promesa del e sp iritism o ....................................................... 89

8. Los fend me nos del espiritismo ante la investigacidn cientifica . . . 97

9. Un gran problema: quidnes son los espiritus del espiritismo . . . . 119

10. Parapsicologia y percepcidn extrasensorial ........................................ 125

11. Un importante documento que merece ser examinado ......... ........ 141

12. La inmortalidad del alma enfocada por la revelacidn ...................... 157

13. ^Existe un castigo eterno? ...................................................................... 169

14. Una parabola interesante: el rico y Läzaro ........................................ 181

15. El gran problema resuelto: identification de las "fuerzas superiores" 191

16. Espiritismo y cristianismo ...................................................................... 205

17. El espiritismo enfocado por la profecia biblica ................................. 225

18. jTiene alguna vinculacitin el hipnotismo con el espiritismo? . . . . 231

III. EL PROBLEMA DE LA SANIDAD Y LA FEL1CIDAD

19- La sanidad y los milagros ...................................................................... 241

20. La fuente suprema de la salud y la inm ortalidad............................... 253

21. Para hallar gozo y paz en la vida ......................................................... 265

22. Una sintesis esclarecedora de la verdad .............................................. 271

23. La aurora de un mundo nuevo y f e l i z ................................................... 281

8
r "N

PROLOGO

v. _____ J
El tema de este libro reviste el mds alto interds humano
y cientifico. Tiene que ver con problemas que afectan el cuer-
po y la psiquis, y que estdn intimamente vinculados con el
bienestar y la tranquilidad presente y futura del ser humano.
La preparacion de esta obra fue encarada por esta editorial
despues de reiteradas demandas de que, entre los numerosos
titulos que ella da a la estampa anualmente, figurase un libro
que encarara con realismo y con seriedad un asunto que ha
sido materia de mil especulaciones, muchas veces carentes de
fundamento y responsabilidad.
Con la profundidad y la solvencia intelectual que lo carac-
terizan, el Dr. Fernando Chaij ha realizado una prolija inves-
tigacion de la materia, un examen objetivo de los hechos
correspondientes, cuya cxposicion no por cientifica va en des-
medro de la expresion, siempre agil y amena. Por otra parte,
a las fuentes a las cuales suele recurrirse, el autor ha anadido
otra fundamental, que con frecuencia se olvida o se tergiversa.
La lectura de este libro resultard del mas agudo interes
para toda persona en cuya alma alienta la inquietud de desen-
tranar los maravillosos misterios de la vida. Lo damos a pu-
blicidad con la certeza de que no solo despejard algunos de
los mds intrigantes secretes de la naturaleza, sino que a la vez
abrird el camino a una vida de mayor esperanza, de gozo mds
profundo y de mds duradera satisfaccion.
LOS ED ITO RES

9
r Λ

RECONOCIMIENTO

V____ J

El ctutor desea dejar expresa constancia de su agradecimiento a


las numerosas personas que tuvieron la gentileza de leer el
manuscrito de esta obray contribuir con utiles observaciones y
sugerencias. Entre ellos en particular a los siguientes:
MARCELO HAMMERLY*
SERGIO COLLINS
VICTOR AMPUERO MATTA
HECTOR PEREYRA SUAREZ
LORENZO J. BAUM
MARCELO I. FAYARD
RICARDO UTT

* Autor de Encictopedia Medien Modema, obra de nuestro fondo editorial..

10
r Λ

INTRODUCCION

v J

TpS FUNDAM ENTAL en el hombre el anhelo de develar


el arcano de que aparentemente se presentan rodeados
ciertos hechos de la vida. En efecto, una serie de fendmenos
que ocurren con cierta frecuencia y que parecen escapar a los
procesos ordinarios y a las leyes naturales, intrigan la mente
de toda persona reflexiva y le plantean un enigma a veces
angustioso.
En dpocas pretdritas, cuando los conocimientos cientificos
no habian alcanzado su actual madurez, la humanidad tratd
de buscar —y le parecid hallarlas— soluciones a este problema,
a tono con las concepciones entonces en boga, soluciones que
aun hoy siguen siendo aceptables para pueblos actuales que
se hallan en la infancia del desarrollo cultural. Pero dstas
resultan ya, en los ambientes cultos de la tierra, no sdlo pue­
riles sino supersticiosas, y por lo tanto inadmisibles.
Desconforme, pues, con las explicaciones del pasado, el
ser humano se ha abocado, con todos los recursos con que
cuenta, al estudio de esas fuerzas misteriosas que parecen
actuar en su vida. De ahi que no solamente la filosofia y la
religidn se ocupen ahora de estos temas, sino que en forma
muy particular los aborde la ciencia, cuyas posibilidades mo-
dernas permiten realizar utilisimas y esclarecedoras experien-
cias para el estudio de hechos antano restringidos al ocultis-
mo, la magia, la hechiceria, la astrologia y otras actividades
similares.

11
Siendo que la urgencia del hombre por descorrer el velo
del misterio es universal y eterna, esta era prodigiosa de los
satilites artificiales y de la energia nuclear no se conforma
con las extraordinarias conquistas logradas en el ämbito de
las realizaciones präcticas, sino que anhela tambien dar una
respuesta ldgica y documentada a las preguntas que surgen
en la mente, ante la comprobacion diaria de hechos realmente
misteriosos e intrigantes.
La nutrida producciön bibliogräfica y periodistica, cada
vez mäs abundante, sobre temas tales como la hipnosis y sus
fendmenos, sobre parapsicologia, clarividencia, espiritismo, te-
lepatia, levitacidn, curaciones milagrosas, materializaciones de
espiritus o cuerpos astrales, comunicaciones con seres falleci-
dos, etc., y la publicacidn frecuente de experiencias en las que
se tomaron todos los recaudos cientificos para precaverse con­
tra posibles fraudes o alucinaciones, hacen que la persona
culta de nuestros dias se pregunte si, al fin y al cabo, no hay
algo de real en todo esto, y atizan su interes por llegar, de
una vez por todas, al fondo mismo del tema para descifrarlo.
Esta obra se propone estudiar estos problemas en forma
objetiva e imparcial, desde el enfoque triple de la filosofia,
de la ciencia y de la religidn. Pero su verdadero merito con-
sistira en que, ademäs de esos elementos de juicio, interesantes
pero tal vez insuficientes, afiadira la investigacidn de una
fuente que resultarä valiosa e indispensable, una fuente ver-
daderamente autorizada y segura, que acudirä en nuestro au-
xilio para esclarecer asuntos que, de otra manera, permane-
cerian envueltos en las tinieblas de la duda y la incertidumbre.
Siendo que la mayor parte de los fendmenos que parecen
responder a las potencias misteriosas que afectan o pueden
afectar nuestra vida, se agrupan bajo los conceptos gendricos
de hipnotismo por una parte, y espiritismo por la otra, dstos
serän nuestros dos primeros temas de estudio.
Justo es sin embargo senalar que, amen del gran interes
que revisten estos dos asuntos para toda persona mediana-
mente culta, por la necesidad que tiene cada uno de nosotros
de resolver el enigma de lo aparentemente misterioso, encie-
rran para todo lector una importancia mucho mayor.
Tanto el hipnotismo como el espiritismo, en sus diversas

13
manifestaciones, han pasado por una evolucidn histdrica mas
o menos larga, y han llegado a florecer en forma muy particu­
lar en nuestra era moderna, porque ofrecen la promesa de
resolver la angustia de nuestros dias, y se presentan como un
bälsamo para los dolores humanos. De ahi la necesidad que
tenemos de determinar su verdadera eficacia, y descubrir si
acaso no hay otro medio mas radical, otro procedimiento mas
util para resolver los problemas del hombre.
Trataremos, pues, de responder preguntas como las si-
guientes: {Es realmente el hipnotismo o el espiritismo una
respuesta a la angustia humana? {Cuänta eficacia terapeutica
tiene la hipnosis? {Presenta esta actividad peligros e inconve-
nientes, tanto para quienes la practican como para los que
se someten a sus tecnicas? {Hay conflicto entre el hipnotismo
y la religidn? De todas maneras, {cuäles son las fuerzas que
actiian para producir en la persona hipnotizada los raros fe-
nomenos psiquicos y fisicos que caracterizan el trance pro-
fundo?
Y en cuanto al espiritismo, {logra en realidad ponernos en
comunicacidn autdntica con el mundo de los espiritus? {Quid-
nes son esos espiritus? {Son realmente espiritus desencarnados?
{Puede haber entre ellos potencias maleficas que quieran per-
judicar al hombre? Y si tal fuera el caso, {existe alguna forma
de proteccidn segura contra las mismas? {Que es el espiritu,
y que es el alma? {Es compatible el espiritismo con el cris-
tianismo? Pero la parte mäs positiva de esta obra es la final,
que aborda “el problema de la sanidad y la felicidad” . En
ella veremos que existe una fuente suprema de salud fisica
y mental, y tambidn de felicidad. El hombre posee a su alcance
los medios para echar mano de esa fuente, de manera tal que
logre en este mundo, lleno de fatigas y sinsabores, la paz y el
gozo que anhela su alma, preparändose para la era de mayores
conquistas cuyos albores ya comienzan a divisarse.

14
PRIMERA PARTE:

EL HIPNOTISMO
1 EL HIPNOTISMO COMO
1 RESPUESTA A LA ANGUSTIA
i HUMANA

IVIMOS en un mundo enfermo. Es cada dia mayor la


V cantidad de dolencias de todo orden que aflige a los
hombres. Pero lo alarmante es que el mayor nümero de las
enfermedades que agobian a la humanidad no son exclusiva
o fundamentalmente orgänicas, sino las llamadas funcionales,
es decir, aquellas que no reconocen como causa ninguna lesiöri
comprobable, sino que responden bäsicamente a los proble-
mas internos del alma o a las tensiones de la vida moderna.
Los hombres soportan un peso de dolor y ansiedad que
se traduce en las mas diversas y raras manifestaciones pato-
ldgicas. De cada diez, eniermos, seis o siete padccen trastornos
de caracter funcional: en ellos los factores emocionales, las
situaciones angustiosas en que se debaten, constituyen la ge­
nesis de su mal. Y en los restantes tres o cuatro pacientes de
esos diez, que soportan dolencias orgänicas, esas mismas causas
psiquicas pueden ser tambi^n un importante factor que con-
tribuya a la produccidn de su mal. Esto es lo que expresa el

2 17
Dr. J. A. Quina Gonzalez, en un interesante trabajo aparecido
no hace mucho en La Semana Medica, de Buenos Aires.
La ansiedad: el mal del siglo
Bien afirma, por otra parte, el Dr. Spiteri, en su Tratado
de Hipnosis Medica, que “todo enfermo tiene una angustia
primaria, inconsciente” .*1) Es este un siglo de angustia. La
extraordinaria proliferacion de las dolencias humanas es un
indice elocuente de este hecho, por lo mismo que la mayor
parte de ellas se originan en la ansiedad, el temor y la lucha
sin cuartel que nos impone la convivencia en este mundo
agitado de nuestros dias.
“Si quisieramos poner un ejemplo de todas las manifes-
taciones somaticas debidas a factores psiquicos —agrega el Dr.
Spiteri—, podriamos escribir un grueso volumen, pues se da
la cifra de 70 por ciento de enfermedades en las que hay
participacidn, gran participacion psiquica” d2>
Muchas son las personas que luchan con una constitucion
nerviosa hereditariamente deficiente, y a quienes los sinsabo-
res y las luchas de la vida afectan en forma muy pronunciada,
determinando la apariciön de trastornos psiquicos y fisicos.
En Inglaterra se realizo una aleccionadora experiencia
durante la segunda guerra mundial. Se selecciond a un grupo
especial de doscientos aviadores, cuyo estudio clinico y radio-
ldgico comprobd que no padecian de ningün trastorno ul-
ceroso activo ni sospechable. En -cambio eran todos ellos in-
dividuos psiquicamente inestables, pues tenian algun trauma
que los hacia propensos a los choques emocionales. Se los
envio al frente a bombardear a Alemania, de donde regresa-
ron a las cuatro horas. Un nuevo examen de esos hombres
revelo que sölo esas cuatro horas de fuerte tension emocional,
fueron suficientes para hacer que 194 de los doscientos des-
arrollaran ulcera de estomago. He ahi demostrada la tremen-
da repercusion de la mente sobre el cuerpo.

Angustia y enfermedades funcionales


Pero no son sdlo las personas que por herencia tienen
una predisposicidn especial a la neurosis, o los individuos que
debido a problemas de la nifiez llevan en su alma una herida
18
moral oculta, que tiende a manifestarse psiquica o fisicamente,
los ünicos que sufren el impacto de las enfermedades funcio-
nales, es decir, las que no denen como causa una lesidn or­
gan ica. Una gran proporcidn de los seres humanos pueden
ser afectados por las mas diversas dolencias y molestias, como
consecuencia de tensiones que no hallan alivio, de problemas
que no encuentran solucidn.
“Cualquier clase de frustracidn mantenida —comenta el
autor ya mencionado— puede dar origen a sintomas soma-
ticos. Y no sdlo las frustraciones, sino todo tipo de conflictos
no solucionados, puede producir localizaciones corporales”/ 3)
Esas localizaciones abarcan la mas amplia gama de los
trastornos fisicos, desde los mäs leves hasta los mäs seriös y
rebeldes. Entre eilos figuran: sensacidn de fatiga y falta de
energia fisica, dolores en diversas partes del cuerpo, desdrde-
nes digesdvos, estrefiimiento, insomnio, dolores de cabeza,
vision borrosa, irregularidades menstruates, perdida del ape-
tito, enfermedades de la piel (eczema, acnd, dermatitis sebo-
rreica, psoriasis), enuresis (perdida involuntaria nocturna de
orina), agotamiento, dlceras de estdmago o duodeno, asma,
trastornos cardiacos, palpitaciones, arritmias e hipertensidn ar­
terial. (0
El cuadro de la salud psiquica y mental del mundo
Pero esta epoca nuestra, de caracteristicas tan peculiares,
ofrece ademäs otra particularidad: no sdlo las enfermedades
somäticas aumentan dia a dia, como sintoma inequivoco del
desasosiego y la zozobra del hombre, sino que la modalidad
mäs trägica de los desajustes orgänicos, es a saber, las enfer­
medades mentales, afligen a una alarmante proporcidn de la
humanidad, particularmente en los ambientes mäs evolucio-
nados.
Solo en los Estados Unidos existen nueve millones de per­
sonas que sufren de enfermedades mentales. Se calcula que
de cada doce nifios nacidos en ese pais, uno sufrirä, en algiin
momento de su vida, de alguna enfermedad mental, lo sufi-
cientemente grave como para requerir hospitalizacidn. Na-
turalmente que el niimero de los que sufren trastornos men­
tales menos graves es mucho mayor. Los pacientes internados

19
Vivim os en un m undo de angustia V ^ ^ a P g ^ r t a s ^ n T m b a r g o "h a y espe-
am enaza de destrucciön atomica golpean a su s puenaa
ranza para el hombre atribulado .
τ

en los hospitales psiquiätricos de la gran naciön, representan


el cincuenta por ciento de los enfermos de todos los hospitales
del pais. Esta es la estadistica que apareciö en El Correo,
publicaciön de la UNESCO, en mayo de 1959. Hoy, segura-
mente las cifras serian mäs alarmantes.
El panorama del dolor humano se amplia aun mäs cuando
consideramos que por cada enfermo mental tratado en una
instituciön psicopätica, existen otros 80 ό 90 que sufren de
prooesos neuröticos mäs o menos graves, que llevan una vida
desdichada y constituyen un problema y una carga para las
personas que los rodean y deben soportar su hostilidad y el
desajuste de su personalidad.
Por esa razön se ha instituido recientemente el Ano Mun-
dial de la Salud Mental, que no se limita al ano calendario,
sino que dio comienzo a una campafia permanente de caräcter
internacional, para propagar los principios que gobiernan el
desarrollo sano y normal del cuerpo y la mente, en su intima
relaciön reciproca.

Suicidios: estadisticas elocuentes


Una encuesta efectuada por la Universidad de Yale, en
los Estados Unidos, revelö que, despues de los accidentes, los
suicidios son la principal causa de mortalidad entre los estu-
diantes norteamericanos. En el pais entero se registra una
ola de suicidios que es realmente sintomätica de la angustia
que domina a la sociedad civilizada del mundo. La Organi-
zaciön de la Sanidad Mundial anunciö que en un solo ano
se registraron 16.993 suicidios en Norteamörica, y que el
Japön ocupa el segundo lugar en la estadistica mundial, pues
figura con 16.311 suicidios en el mismo ano.
El psiquiatra japones, Dr. Takeyama, afirma: “Cuanto
mäs alto el nivel educacional entre la juventud japonesa, mäs
alta la cantidad de suicidios, porque la educaciön los capacita
a los jövenes para sentir su frustraciön en forma mäs aguda.
De todos los estudiantes de los colegios y las universidades
—comenta este profesional— el 40% ha considerado alguna
vez por lo menos la posibilidad del suicidio” / 5)
Queda pues en pie el hecho trägico de que el aumento de
las enfermedades fisicas, de los trastornos neuröticos y de las

21
afecciones mentales, asi como la ola de suicidios que envuelve
a la humanidad, es una triste evidencia de que vivimos en
un mundo de angustia, un mundo de zozobra y desasosiego.

Las fuentes del malestar del hombre


.jCuales son las fuentes de esa angustia? Son dos. Primero,
las tensiones externas comunes, que comportan peligro y
producen temor, inestabilidad, incertidumbre: la tirantez in-
ternacional, los disturbios politicos, la amenaza de destruccibn
de la humanidad con las formidables fuerzas recientemente
descubiertas; los problemas de la vida hogarena, los conflictos
familiäres, la lucha diaria por la subsistencia, con el encare-
cimiento constante del costo de la vida, el temor a la desocu-
pacibn, la competencia comercial y profesional. Todo esto
forma el cuadro de un conjunto de factores que gravitan sobre
el hombre de nuestros dias, para hacerlo vivir en un clima de
verdadera ansiedad.
Pero a esto hay que agregar otra fuente mäs prolifica de
malestar espiritual; los problemas intimos de la vida: el sen-
timiento de culpa, el odio al prbjimo, la ira, la envidia, los
celos, el descontento, el temor, el egoismo; estos son otros tan-
tos azotes animicos que agotan la reserva moral y fisica, y ter-
minan por sumir, a quien es dominado por ellos, en la deses-
peracibn.
^Que relacibn tiene todo esto con el hipnotismo? Mucha.
Indiscutiblemente que la razbn por la cual la hipnosis
halla en estos dias una difusibn tan amplia y una acogida
cada vez mayor de parte de profesionales y enfermos, es que
esta tecnica se presenta como una respuesta a la angustia del
hombre, como un remedio a sus dolores morales y fisicos, co­
mo un bälsamo para mitigar sus heridas.
Es evidente que la medicina tradiciohal carece de recursos
para combatir las causas primarias que producen las enfer-
medades humanas. Y debido, precisamente, a que los profe­
sionales del arte de curar han comprobado el fracaso de todos
los demas procedimientos terapeuticos para resolver los graves
problemas de la vida, tanto internos como externos, para
solucionar los intrincados conflictoS emocionales, cierta co-
rriente mddica estä recurriendo a esta tecnica como a una

22
(Fotografia cedida por cortesia de la Embajada de la
Repüblica Federal de Alemania.) La ola de suicidios que envuelve al
mundo, como evidencia de su malestar
afecta particularmente a la juventud
estudiosa que puebla las universidades.

23
tabla salvadora, con la esperanza de encontrar en ella el reme-
dio para esta clase de males.
Tan to estä preocupando a los hombres de ciencia la gene-
ralizada situacidn de angustia que oprime a la humanidad,
que en el curso de los primeros meses de 1960 se reuniö en
Buenos Aires lo que se dio en llamar el Colegio Internacional
sobre Estados Depresivos, con la presencia y participacidn de
las mäs eminentes autoridades mundiales en psiquiatria y
psicoterapia, para tratar de hallar remedio a este grave pro-
blema.
<jEs el hipnotismo una respuesta acertada para esta con-
diciön de la humanidad? ^Resuelve la hipnosis los problemas
patologicos que tienen hondas raices animicas, esos problemas
que no logran encarar con έχύο otras ramas de la medicina?
<iEs la hipnoterapia el remedio para los males del cuerpo y del
alma?
Estas son las preguntas que trataremos de responder en
los capitulos siguientes.
Hay esperanza
Utilizando las acertadas palabras de una autora inspirada
que se ha destacado en el estudio de este apasionante tema,
diremos que “muchas enfermedades son el resultado de la
depresidn mental. Las penas, la ansiedad, el descontento, el
remordimiento, el sentimiento de culpabilidad y desconfianza,
menoscaban las fuerzas vitales, y llevan al decaimiento y a la
muerte. . . .
“El valor, la esperanza, la fe, la simpatia y el amor fo-
mentan la salud y alargan la vida. Un espiritu satisfecho y
alegre es como salud para el cuerpo y fuerza para el alma” .W
Hay esperanza para el hombre atribulado.
Si, los hondos conflictos del alma, que no hallan solucidn
en los procedimientos terap0uticos comunes, resultan total-
mente resueltos con una tecnica espiritual maravillosa que
explicaremos en esta obra, y que tiende a reemplazar la de-
presiön, la ansiedad, el descontento, la culpa, la angustia, por
el valor, la esperanza, la fe, el amor, la paz y la dicha perso­
nal; una tecnica que modifica sustancialmente la estructura
individual y la vida familiar, una tecnica admirable que esta

24
al alcance de cada uno de nosotros, y que nos darä el exito en
la tarea de lograr la mayor conquista de la vida: la del bien
y la felicidad.
Elevemos nuestra vista a las altas cumbres de la esperanza,
doradas por la luz resplandeciente del sol. Tengamos fe en
el destino supremo del hombre, que es un destino de dicha,
de gozo y de bien.

(1) Häctor Walfisch Spiteri, Tratado de Occult, pägs. 200, 201. Nueva York,
Hipnosis Medico, päg. 290. Buenos 1959.
Aires, 1960. (5) Revista Time, de Chicago, del 26
(2) Id., op. cit., päg. 299. de enero de 1959.
(6) Elena G. de White, E l Ministerio
(3) Id., op. cit., päg. 276.
de Curaciön, päg. 185. Publicaciones
(4) D. H. Rawcliffe, Illusions and De­ Interamericanas, Mountain View,
lusions of the Supernatural and the Calif., Estados Unidos, 1959.

25
QUE ES Y QUE NO ES EL
HIPNOTISMO

ΤΓΈ IN TER ES en el apasionante tema del hipnotismo esta


casi desplazando ya el que hasta hoy dispensara el publico
en general al asunto de los satelites artificiales. Pues si la
posibilidad de los viajes interplanetarios y la marcha de los
numerosos artefactos humanos por el espacio exterior concita
la ldgica curiosidad de todo el mundo, los raros y misteriosos
fendmenos que produce el hipnotismo tocan al hombre mucho
mäs de cerca, porque son problemas que tienen que ver con
su cuerpo y con su mente, y guardan una relacidn directa con
su salud y su,felicidad.
Una tarea dificil
Sin embargo, antes de entrar en las intrigantes reconditeces
del hipnotismo, corresponde que ensayemos una definicion del
mismo, para saber de que estamos hablando.
Lamentablemente aqui empieza nuestro primer problema.
'..Aqui tropezamos con las primeras y graves dificultades que,
como veremos luego, tienen un significado muy elocuente.
Hallamos, en efecto, que no existe ninguna uniformidad
en la definicion de hipnosis. No puede haberla, porque los
hipnotizadores manejan fuerzas que desconocen. El Dr. Isaac
Gubel, presidente de la Sociedad Argentina de Hipnoterapia,
en una disertacion que diera sobre su especialidad en Santiago
de Chile, declard:
“En realidad, una definiciön matemätica [de la hipnosis]

27

\
es imposible, por cuanto cada escuela tiene la suya. Sin em­
bargo, podemos decir que se trata de un estado psicosomatico
que se caracteriza por el aumento de la sugestibilidad y el
estrechamiento de la conciencia en una idea sugerida por el
operador” / 1) <"
Otro estudioso del tema, D. H. Rawcliffe, dice que “el
hipnotismo es meramente un metodo particular de inducir
un estado de exagerada sugestionabilidad en el individuo. Al
sujeto profilndamente hipnotizado —agrega— puede hacersele
experimentar toda clase de ilusiones; puede obligärselo a reali-
zar los actos mäs absurdos e irrazonables; puede llevärselo a
asumir una personalidad totalmente diferente, a recordar he-
chos cuya existencia habia olvidado largo tiempo ha, a caer
en un trance de rigida catalepsia, o a llegar a estar insensible
al dolor” / 2)
La escuela de Pavlov, el gran hombre de ciencia ruso,
creador de la teoria de los reflejos condicionados, interpreta
la hipnosis como un fenomeno psiquico y somätico resultante
de una excitacion, concentrada en un punto del cerebro, con
inhibicion de todos los demäs puntos cerebrales. Esta exci-
taciön se lograria por medio de la palabra.
Pero quien estudie a fondo la teoria neurologica de Pavlov,
se darä cuenta de que, en el mejor de los casos, ella podria
explicar sdlo ciertos aspectos muy limitados de la hipnosis.
El Dr. E. F. Duprat, ex presidente de la Asociacion Cien-
tifica Argentina de Hipnologia, escribiendo para sus colegas,
aconseja: “Sugerimos al lector que busque en las teorias mo-
dernas existentes, un fundamento cientifico a Jas tecnicas [de la
hipnosis]” / 3) Y entre esas teorias modernas hay para todos
los gustos.
Una personalidad destacada en el campo de la medicina
psicosomätica y de la hipnologia, el Dr. Franz Volgyesi, des-
pues de manifestar que “la hipnosis es un estado de conciencia
reducida”, adelanta la “ teoria vasomotora”, que explica los
fenömenos del hipnotismo en base a que quedan “desconecta-
das algunas regiones cerebrales. En la hipnosis queda sus-
pendida la actividad de los centros animicos de la corteza
cerebral, en especial la de los centros superiores conscientes
de la regiön frontal” . De esta manera, establece el que “la
funciön de la regiön £rontal del Cerebro del individuo hip-
notizado queda suspendida, y su conciencia individual y sus
funciones volitivas resultan sustituidas por las de la regiön
frontal del cerebro del hipnotizador. . . .. El rasgo caracte-
ristico del estado hipnötico es la desconexibn parcial de las
funciones volitivas, oponentes, criticas e inhibitorias de la
regiön prefrontal del cerebro” . Y complementa su teoria ex-
plicando que, a su juicio, lo que induce el estado de hipnosis
es la pobreza de sangre en el cerebro, producida por la dis-
minuciön de la irrigaciön sanguinea a travös de los vasos
capilares que lo atraviesan.<4>
Lo que el Dr. Volgyesi no explica ni puede explicar es cö-
mo puede incidir sölo la palabra para determinar esa hipote-
tica pobreza en la irrigaciön sanguinea del cerebro, que seria
la causa de la hipnosis,. Pues el mismo declara en otra parte
de su obra: “ ,iQuö es la hipnosis? Esta pregunta no es fäcil
de contestar. La ciencia no ha conseguido todavia explicar quö
es el suefio” .<5> Y reitera: “,>Que es la hipnosis? (Qu6 es la
sugestiön? Ambos son conceptos psicolögicos, y sin embargo
cada uno los entiende de modo diverso” .(6>
No existe, pues, una definiciön precisa y uniforme, fruto
de un conocimiento acabado del proceso hipnötico. Esto es
lo que dice casi textualmente el Dr. David Curotto Costa,
hipnölogo y docente libre de la Facultad de Medicina de
Buenos Aires: “El mecanismo, la esencia de la hipnosis, no
esta bien establecido, y por mucho tiempo serä discutido” .<7>
“La mayor parte de los mäs prominentes psicopatölogos
que han utilizado en forma regular el hipnotismo en el curso
de sus deberes profesionales, poseen tan sölo las mäs ambiguas
ideas sobre la teoria referente al tema” .<8)
Algunos hombres de ciencia han pretendido salir del im­
passe atribuyendo todos los fenömenos de la hipnosis a la
sugestiön. La sugestiön, no obstante, pödria explicar sölo las
manifestaciones mäs sencillas de la hipnosis. Por otra parte,
aun cuando esto pudiera aceptarse, “una explicaciön fisiolö-
gica de la sugestiön —nos dice Rawcliffe— esta muy lejos de
poder desarrollarse. Se necesitarän grandes progresos en nues-
tros conocimientos antes de que siquiera tengamos la espe-
ranza de resolver este problema” .<9) Y apunta el mismo autor:

29
“Todavia no es inminente el hallazgo de una explicacibn
completa de la psicologia del hipnotismo; ni hay probabili-
dad de que haya explicacion alguna antes que los psicblogos
hayan entendido plenamente todos los fenomenos de la su-
gestibn. . . . Existe una considerable confusibn de ideas sobre
el tema del hipnotismo entre los mismos psicblogos” .
<jQue fuerzas misteriosas actiian en la produccibn del es-
tado hipnotico? He ahi la gran pregunta.

Un comun denominador
Pese, sin embargo, a esa ignorancia del mecanismo intimo
de la hipnosis, existe una notable uniformidad en cuanto a
un hecho bäsico que caracteriza al sujeto hipnotizado, y que
constituye el comtin denominador de todas las definiciones:
hay en el paciente un estado de irresponsabilidad, de sujecibn
mas o menos completa a la voluntad del hipnotizador, segiin el
grado de profundidad del trance. Deja de funcionar en el indi-
viduo la propia razbn, la propia voluntad, el propio criterio.
El Dr. Gubel habla de “estrechamiento del campo de la
conciencia” ; Pavlov de la “inhibicibn de todos los demäs
puntos cerebrales” ; el Dr. Volgyesi de la sustitucibn de la
conciencia individual y las facultades volitivas por las del
hipnotizador, con la desconexibn de las “facultades volitivas,
oponentes, criticas e inhibitorias”.
Rawcliffe dice que “un estado de sopor y aflojamiento le
quita al sujeto la energia mental, adormece sus facultades'
criticas” . E l Dr. Spiteri, a base de su experiencia diaria
como hipnblogo declara: “La condicibn del sujeto hipnoti­
zado es tal que la idea sugerida se impone . . . por medio de
una especie de automatismo cerebral”, indicando mas ade-
lante que en el estado sonambulico de la hipnosis “el automa­
tismo es completo. El organismo humano se ha convertido
casi en una mäquina, obediente a la voluntad del opera-
dor” .<12i

Karos fenomenos psiquicos y fisicos en el


trance hipnotico
^Que mbtodo utilizan los hipnotizadores modernos para
llevar a sus pacientes al estado de trance? Fundamentalmente,

30
la palabra. Aunque a veces hacen que el sujeto fije la vista
en algün punto definido, brillante o no, mayormente la tec-
nica consiste en actuar a base de ordenes orales. En un am­
biente tranquilo, poco iluminado, tibio, el medico va hablan-
do con voz mondtona, lenta, sugiriendo al paciente, comodi-
dad, aflojamiento muscular, bienestar, sueno, hasta que induce
el estado de hipnosis.
Esta puede llegar a diversos grados de profundidad, y segiin
el nivel que alcance, serän los efectos fisicos y psiquicos que se
manifiesten, y el tipo de drdenes que el sujeto estara en con-
diciones de acatar.
En el grado muy liviano el sujeto presenta relajacidn
muscular, inmovilidad de la mirada y caida de los pdrpados.
En el grado leve hay catalepsia (rigidez) de los pärpados,
y catalepsia de los miembros.
En el grado mediano, la catalepsia o rigidez fisica ya es
general, y los movimientos son automäticos.
El siguiente es el llamado grado profundo, en que se pro­
duce la anestesia (es decir insensibilidad al dolor) de los
pianos superficiales del cuerpo, y tambien alteraciones de la
sensibilidad. Aqui el hipnotizador puede hacer sugestiones
que el paciente cumplirä fielmente despuds de despertar del
trance, denominadas sugestiones posthipndticas. En este caso
son todavia sugestiones posthipnoticas simples. Tambien ya
hay aqui a.lucinaciones (es decir percepcidn por los sentidos
de cosas que no existen: imägenes visuales, ruidos, olores,
sabores, etc.). El individuo comienza a poder conversar sin
despertar. Puede haber ademäs amnesia parcial o pdrdida de
la memoria.
El quinto nivel de la hipnosis es el muy profundo, llamado
tambien sonambülico o estuporoso. Aqui el paciente puede
abrir los ojos sin despertar. Hay alucinaciones complicadas.
Ocurre una confusidn entre la propia imagination y la reali­
dad. Puede haber movimientos involuntarios. Las sugestio­
nes posthipndticas pueden ser mas complejas. Se produce la
anestesia de pianos profundos, de tal suerte que se han rea-
lizado diversos tipos de operaciones con esta clase de anestesia.
La amnesia es total. Tambien el hipnotizador puede ejercer
influencia sobre el funcionamiento de las visceras.

31
A un paciente hipnotizado se le puede clavar
una aguja hipodermica tantas veces como se
quiera sin que sienta ningun dolor.
En unas pocas demostraciones präcticas realizadas ante sus
colegas, el Dr. Hector Walfisch Spiteri, psicopatölogo e hip-
notizador que suele dictar clases de hipnotismo para medicos
en Buenos Aires, logro de parte de sus pacientes hipnotizados
las siguientes manifestaciones: clavö unas agujas de inyeccio-
nes en el antebrazo de una sefiora sin que ella sintiera el mi-
nimo dolor; toed la nina del ojo de un hombre hipnotizado
sin que este pestaneara; produjo afonia en otro sujeto; y
luego de nuevo anestesia del antebrazo; logrdt alucinaciones
tactiles ordenando al paciente que introdujera la mano en
una supuesta palangana con agua caliente que habia al lado
del lecho: cuando este la introdujo (no habia tal palangana),
la retiro con un gemido por haberse quemado; le entrego
una lapicera y le dijo que era una flor: el paciente la recibio
afirmando que era un clavel, aspiro la fragancia e hizo un
comentario sobre su aroma; le hizo ver un mar inexistente;
le hizo apagar una vela que tampoco existia; le ordenb que
cuando abriera los ojos veria a un leon que se le vendria
encima: el enfermo dio un grito de horror y se echb hacia
aträs, y hubo de ser sujetado por el medico para no caerse;
le hizo sentir un ruido ensordecedor de campanas; le hizo
experimentar picaduras de mosquitos; le hizo sentir frio y
calor sucesivamente; le hizo tomar cafe tibio como si fuera
cerveza helada, y por fin produjo en el una'regresion en la
edad que determinb que el enfermo escribiera τηαπιά, papa
y neue con letra infantil.i13)
• Al describir el estado profundo de la hipnosis, este autor
afirma: “El rostro presenta una expresion de indiferencia y
aparente aislamiento animico. Pareceria que el sujeto estu-
viera ausente con respecto a todo lo que le rodea, excepto
la persona del hipnologo”/ 14) al cual se halla totalmente so-
metido.
De manera que podn'amos definir el hipnotismo diciendo
que es una tecnica especial por la cual un individuo actiia
sobre otro produciendo en el un estado de hipersugestibili-
dad, en que responde a sus ordenes, tanto mäs plenamente
cuanto mayor sea el grado de profundidad obtenido. Cesa en-
tonces la voiuntad del hipnotizado, sus facultades criticas y la
conciencia de lo que le rodea, salvo la persona y la voz del

33
3
hipnotizador. Queda el paciente tan sometido al operador
que este puede hacerle sentir frio o calor; puede hacerlo
cantar, reir o llorar; puede producir dolor o calmarlo; puede
determinar cambios fisiolbgicos notables en el comportamiento
de las visceras, particularmente del corazbn y los vasos san-
guineos y el aparato digestivo, y hasta pueden realizarse algu-
nas operaciones, muchas veces en un campo exento de he-
morragia.
“Queriendo mostrar a uno de mis alumnos extranjeros
—relata el Dr. Franz Volgyesi— como se puede acelerar o re-
tardar de modo casi impresionante la funcibn cardiaca, el pul-
so, por medio de sugestion, realizada durante la hipnosis,
comprobe que en Lazlb [uno de sus pacientes] se podian
conseguir facilisimamente pulsaciones de 112 ό 30 en lugar
de sus normales 72. . . .
“ Una vez —el hecho es excepcional, pues yo era por enton-
ces enemigo de tales cosas— le sugeri que una Have de mi
llavero era un trozo de hierro candente, y le roce con ella la
parte posterior del antebrazo . . . Lazio gimib a grandes
voces y retirb rapidamente el brazo. Unos segundos despues,
la piel rozada por la Have fria empezb a enrojecer vivamente,
y ello ocurrib sin que nosotros apartäramos ni por un mo-
mento la vista” .<ι0>
Si la disminucibn de la conciencia en el hipnotizado —co-
menta el Dr. Volgyesi— se lleva hasta el grado necesario, “pue­
den provocarse en el irregularidades sensitivas, violentos cam­
bios del estado de änimo, incluso modificaciones del sistema
nervioso y de las visceras (pulso, actividad intestinal, secre-
ciones, etc.) y hasta en algunos casos modificaciones del con-
tenido de la sangre en calcio y aziicar. Benedek conseguia,
como lo mostrb en un film, producir hipertensibn, acelera-
cibn del pulso, grandes sudores, sollozos y llanto, sugiriendo
a una mujer hipnotizada que se encontraba en un entierro.
Un segundo despubs sugeria al mismo sujeto, sin transicibn al-
guna, risa y buen humor, con exito absoluto. Sugiriendole
que tocaba agua caliente, la temperatura del sujeto subia
tres grados” .("b
■ Hasta se ha logrado invertir el efecto de ciertas drogas
poderosas por la sugestion hipnbtica. El Dr. Walfisch Spiteri

34
Un sujeto hipnotizado realiza cualquier tipo de
movimiento que le ordene el hipnotizador.

IJ
relata el interesante caso de una persona hipnotizada a quien
se le administro una cantidad de opio, normalmente consti-
pante. Se le sugirio que se trataba de pastillas de purgante,
y el opio actud como si fuera croton.<17>
^Que potencias misteriosas, que fuerzas extraordinarias
son las que se ponen en accidn para producir semejantes ma-
nifestaciones psicofisicas, y que parecen contrariar las leyes
naturales? Esperamos ir desentranando paulatinamente, a tra-
ves de nuestra exposicidn, los aspectos ocultos y aparentemente
desconocidos del hipnotismo.

Quienes pueden ser hipnotizados


Para que se produzca el estado de hipnosis, debe haber
una actitud de "colaboracidn”, es decir que el sujeto debe
estar dispuesto a que se lo hipnotice, porque el hipnotismo
entrana fundamentalmente la subordinacion, la entrega de
una voluntad a otra.
Ademäs, debe haber concentracion en un solo pensamien-
to con exclusion de los demäs, a la orden del operador que
sugiere relajamiento fisico, pesadez, bienestar, suefio. Por esto,
las personas de mente vigorosa, capaces de concentrarse, son
las que resultan mäs fäcilmente hipnotizables. A causa de ello
resulta muy dificil hipnotizar a un oligofrenico (debil mental)
o a un psicdpata (aquejado por alguna enfermedad m ental).
Por la misma razön es dificil hipnotizar a los nifios muy pe-
quefios. A partir de los seis anos es cuando comienza a ser
mas posible la hipnosis, y la mayor susceptibilidad dura apro-
ximadamente hasta los 55 anos.
Hay individuos refractarios a la hipnosis, que no entran
en el tren de “colaboracion” o entrega, y por lo tanto no son
hipnotizables. La experiencia de los hipnotizadores revela
que este niimero oscila entre un 5 y un 10 por ciento. Esta-
disticas recogidas por Lecron y Bordeaux sobre el grado de
profundidad de la hipnosis —pues tampoco es posible llevar
a todos los hipnotizados a los niveles mäs profundos del
trance— establecen que un 10% de las personas son capaces
de llegar solo al estado muy leve; el 25% puede llegar hasta
un trance leve o ligero; el 35% alcanza un grado profundo,
y solo el 25% de los casos puede llegar al grado muy profundo.

36
JiSrJL

El psicopatologo produce en su paciente hipnotizado una regresion en la edad, ye n


ese estado hace que el sujeto escriba en una hoja de papel las palabras "mamä",
I "papa" y "nene" con letra infantil.
gDesde cudndo data el hipnotismo?
El hipnotismo es una de las tecnicas mas antiguas cono-
cidas por el hombre, practicada aiin en las comarcas menos
civilizadas de la tierra. La utilizaron los magos y hechiceros
de la antigiiedad, y la siguen usando, bajo distintas modali-
dades, personajes actuales del Oriente, llamados yoguis, der-
viches, faquires y cabalistas.
Paracelso, en el siglo XVI, fue el primero que intento
englobar los fenomenos del hipnotismo bajo una 'doctrina
sistemätica, y afirmo que todos los seres estän sometidos al
influjo sideromagnetico de los astros. El jesuita M. Hell co-
menzo a usar la varita mägica construida de un material
magnetico para realizar curas a fines del siglo XVIII.
Pero el verdadero iniciador del hipnotismo en su etapa
moderna es Francisco Antonio Mesmer (1734-1815), medico
alemän, creador de la doctrina del magnetismo animal. Opi-
naba que el organismo del hombre estä formado del mismo
fluido que compone el universo, y que habia iwi equilibrio
constante entre el fluido interno y el externo. El manteni-
miento de esa armonia era a su parecer lo que determinaba
la salud del cuerpo. Y esto es lo que pretendia realizar por
medio de sus tecnicas hipnoticas. Aplicaba tratamientos co-
lectivos. Reunia a sus enfermos en un salon silencioso y
oscuro. Les hacia tomar asiento en torno a una cubeta de
la cual sobresalian varas de hierro que Mesmer habia "car-
gado” anteriormente del “magnetismo” de su persona, y que
ellos tomaban en sus manos. Los pacientes, uno tras otro,
iban cayendo en estado hipnotico, pasando por una etapa de
gritos y crisis convulsiva. En un determinado momento apa-
recia la figura imponente de Mesmer vestido de un largo
manto y armado de una varita, con la cual tocaba a los que
todavia no estaban en trance, de manera que les producia el
mismo choque nervioso y los hacia caer en el estado de hip-
nosis.
El Marques de Puysegur en Francia, el abate Faria en el
mismo pais, Johann Gaspar Lava ter en Alemania, y John
Elliotson y James Braid en Inglaterra, constituyen figuras des-
collantes en la practica del hipnotismo del siglo pasado, asi

38
A un paciente debidamente hipnotizado se le
puede realizar cualquier tipo de intervencion
quimrgica sin anestesia, sin que por supuesto
note el mas minimo dolor.
como las de Charcot, creador de la escuela de 'la Salpetriere,
y Liebeault, fundador de la escuela de Nancy.
Hoy el hipnotismo, aunque rechazado de plano por una
importante y muy sana corriente de grandes cabezas de la
medicina, y observado con fria indiferencia o despreciado por
el sector mayoritario de los profesionales, estä tomando in-
cremento sin embargo en los diversos paises al impulso de la
propaganda y la practica de un nücleo creciente de medicos
que afirman hallar en el un recurso terapeutico adicional
notable.
Una confusion que debe evitarse
Pero antes de poner punto final a este capitulo preliminar
en nuestras consideraciones sobre el hipnotismo, queremos
dejar aclarada una confusion a la cual resultan inducidas mu-
chas personas con inquietudes sobre esta materia.
Algunos au tores, en el exagerado afän de hacer aparecer
al hipnotismo como algo totalmente innocuo y libre de todo
peligro, han adelantado una definicion de hipnotismo que es
completamente equivoca. Han afirmado que el hipnotismo
es tan solo un estado emocional eft que actiian fundamen­
talmente las “relaciones interpersonales constructivas”, un es­
tado natural en que todas las personas entran y del cual salen
en forma espontänea y con frecuencia. Por ejemplo, dicen,
la madre cuando arrulla a su bebe para dormirlo logra un
estado de hipnosis en el mismo. Cuando un amigo habla con
otro, y trata de influir sobre el, estä haciendo hipnotismo.
Al finalizar una conferencia que tuvimos ocasion de dar
sobre este tema, ante ptiblico mixto, tres de los medicos pre­
sentes, que se dedican al hipnotismo, sostuvieron con nosotros
un interesante y prolongado cambio de impresiones. Uno de
eilos pretendia que mientras estäbamos disertando con calor
y conviccion, tratando de llevar al auditorio a la comprension
del tema, estäbamos influyendo hipnoticamente. No admiti-
mos este criterio.
Para que haya hipnotismo, debe haber estado de hipnosis.
Una mera conversacion, una sugerencia, un discurso, la rela-
cion amistosa entre dos personas, nunca produce estado de
hipnosis, pues este se revela clarisimamente, aun en su gra-
do mäs leve, mediante manifestaciones somäticas y psiquicas

40
que crean un estado de subordination —tanto mas completa
cuanto mayor la profundidad del trance—, del hipnotizado
al hipnotizador.
Ahora bien, <iofrece el hipnotismo algunos peligros e in-
convenientes que merecen tomarse en cuenta? ,;Anulan esos
peligros, en el caso de existir, los beneficios que los hipndlogos
atribuyen a la hipnoterapia? Esto es lo que veremos en el
proximo capitulo.

(1) El Mercurio, de Santiago de Chile, teri, päg. 427, Buenos Aires, 1960.
16 de noviembre de 1959. (8) D. H. Rawcliffe, opus cit., päg. 71.
(2) D. H. Rawcliffe, Illusions and De­ (9) Id., päg. 92.
lusions of the Supernatural and the (10) Id., pägs. 69, 70.
Occult, päg. 67, N. York, 1959. (11) Id., päg. 73.
(3) E. F. Duprat, Hipnotismo, Tec- (12) H. Walfisch Spiteri, Tratado dc
nicas e Indicaciones Terapeuticas, Hipnosis Medico, pägs. 175, 177.
päg. 13, Buenos Aires. Buenos Aires, 1960.
(4) Franz Volgyesi, El Alma lo es (13) Id., pägs. 7-38, 117-166.
Tod·., (Desde la Demonologia Has- (14) Id., päg. 243.
ta la Hipnosis Terapeutica), pägs. (15) Franz Volgyesi, opus cit., päg.
330, 331, 349, 350, Barcelona, 1956. 287, 288. Barcelona, 1956.
(5) Id., päg. 47. (16) Id., pägs. 347, 348.
(6) Id., päg. 302. (17) Spiteri, opus cit., päg. 492.
(7) Citado en Trat ado de Hipnosis M e­
dico, del Dr. Hector Walfisch Spi-

41
r3 LOS PROS Y LOS CONTRAS DE
■ \

LA HIPNOSIS EN MEDICINA

L
E Nsoluciones
SU permanente y loable afän por hallar las mejores
para sus arduos problemas, tanto los del cuerpo
como los de la psiquis, el hombre ha estado usando el hipno-
tismo con finalidades mddicas y terapeuticas, desde hace casi
un par de siglos.
Con este propösito, una de las präcticas mas antiguas de
la humanidad, envuelta en un ropaje moderno, y con rötulo
cientifico, ha invadido francamente el campo de la medicina.

Aplicaciones medicas del hipnotismo


Aunque combatida la hipnosis por muchos, y considerada
con indiferencia o con desprecio por un amplio sector de la
profesidn medica, a partir de Mesmer ha venido siendo aco-
gida y utilizada por un nücleo creciente de profesionales,
quienes la han aplicado a los mäs diversos aspectos de la me­
dicina.
En cirugia. Oportunamente explicamos que en los grados
mas avanzados del estado de hipnosis se logra la anestesia,
bien de los pianos (superficiales del cuerpo, bien de los pro­
fundos. Por eso la cirugia ha constituido uno de los campos
de aplicacidn del hipnotismo, ya desde principios del siglo
pasado.
En 1845, el cirujano ingles Dr. James Esdaile, fue nom-
brado director de un hospital gubernamental de la India,

43
con el proposito especifico de introducir el uso del “mesme-
rismo” —como se llamaba entonces al hipnotismo— en la prac­
tica regular del nosocomio. Esto sucedia antes de que se hu-
biera comenzado a utilizar en cirugia el cloroformo y el eter.
Los hindties son altamente sugestionables, y en una ele-
vada proportion pueden alcanzar los grados profundos del
trance hipnötico. De manera que al Dr. Esdaile se le presen-
taba una gran oportunidad de ensayar este procedimiento
como anestesia.
Su exito resulto poco menos que espectacular. Realizo
un total de 261 operaciones quirurgicas, mientras sus enfer-
mos se hallaban inconscientes bajo anestesia hipnotica. Entre
estas intervenciones figuran amputaciones de miembros y or-
ganos, extirpation de cancer de mejilla, de tumores cartila-
ginosos de oido, operation de cataratas, aserramiento de cabe-
za de hueso en una fractura complicada, prolapso del ano,
reduccidn de hernia estrangulada, extension de brazos y ro-
dillas contraidas, extirparcion de tumor en el antro maxilar,
etc.*1)
En 1842, el Dr. Juan Elliotson fundo un hospital con el
proposito de utilizar la hipnosis como anestesia quiriirgica.
A despecho de este expreso plan, y pese a los exitos logrados
por Esdaile en la India, no se usd la hipnosis en la practica
medica, debido al oprobio general en que se tenia al htp-
notismo por entonces.
Aunque hoy en dia no es demasiado generalizada la prac­
tica de operar con anestesia hipnotica, algunos hipndlogos la
recomiendan y se realizan de vez en cuando algunas interven­
ciones de esta manera, a veces complementando la anestesia hip-
ndtica con la administration de algtin anestesico quimico en
el proceso del acto quirtirgico.
Una caracteristrca de algunas de estas operaciones reali-
zadas con anestesia hipnotica parece ser la ausencia de hemo-
rragia. En un trabajo titulado “La hipnosis en la actuali-
dad”, el Dr. Alberto Casavalle, vocal titular del Centro de
Hipnodoncia de Buenos Aires, escribe: "En cirugia sus re-
sultados [de la hipnosis] son maravillosos. Se trabaja ante
un paciente totalmente sedado, insensible, que permite actuar
al operador comoda y seguramente en un campo exento de

44
I

sangre, puesto que mediante la hipnosis se regulan a voluntad


las funciones dependientes del sistema vegetativo. El desper-
tar y el postoperatorio, por otra parte, no ofrecen inconve-
nientes de ninguna indole".<2>
Hablando del problema del hipertiroidismo, por ejemplo,
el Dr. Walfisch Spiteri dice que la hipnosis sirve para un pre
y un postoperatorio mäs tranquilos, tan importantes en la
cirugia del bocio, y anade que tiene conocimiento de un caso
operado por el Dr.'Vergara con anestesia hipndticad3)
En odontologia. Por sus propiedades anestesicas se estä
usando tambien el hipnotismo en odontologia, particular-
mente para extracciones dentarias y para cirugia de la boca.
En muchos casos de extracciones, no sdlo se obtiene la anes­
tesia, sino tambidn se impide del todo o en alto grado la he-
morragia. Y hasta parece poder influirse sobre el funciona-
miento de las gländulas salivales, deteniendose la afluencia de
saliva a la boca.
En la Facultad de Odontologia de Buenos Aires se han
hecho demostraciones de hipnotismo ante los alumnos, esti-
muländoselos a estudiar esta tdcnica, aunque la mayor parte
de los odontdlogos es reacia a su utilizacidn. Lo propio ocurre
con los odontdlogos en Norteamerica. Y aunque en Inglate-
rra, la Asociacidn Dental Britanica es favorable al uso de la
hipnosis, no estimula especificamente su empleo.
En obstetricia se estä realizando con creciente frecuencia
el parto sin dolor bajo trance hipndtico.

El hipnotismo y la medicina psicosomatica


Pero donde la aplicacidn de la hipnosis se ha hecho mas
general es en la medicina psicosomatica. Nos referimos en un
capitulo anterior a la tremcnda repercusidn que tienen los
problemas de la vida, las emociones y la angustia, sobre el
organismo humano. Por esto, una alta proporcidn de todas
las dolencias que afligen a los hombres se denominan funcio-
nales, porque en su aparicidn no interviene ninguna lesidn
orgänica, sino que la perturbacidn es producida por factores
psiquicos sobre el desarrollo de las funciones del cuerpo o
soma. Debido a ello, se designan como enfermedades psico-
somäticas.

45
La medicina moderna, aun cuando utiliza su vasto arsenal
de recursos medicamentosos y terapeuticos, ha comprobado
su impotencia para resolver los problemas de la psiquis, que
constituyen la raiz original de este tipo de trastornos fun-
cionales.
Ninguna droga es capaz de brindar paz al corazon angus-
tiado por un conflicto interior. A lo sumo podrä sedarlo y
darle un aparente alivio, suprimiendo el sintoma en forma
transitoria. Ningun medicamento puede quitar un sentimien-
to de odio, de rencor, de envidia, que tanto dafio reportan a
la salud. Ningun especifico podrä conjurar la ira para trans-
formarla en calma y bondad, o eliminar el miedo, tan gene·
ralizado en nuestros dias.
Por esto, el micleo de medicos que se dedican a la hipnosis,
utiliza este metodo como una nueva forma de tratamiento,
con un optimismo y una fe, y a veces con una consagracidn
que son realmente loables.
La Dra. Galina Solovey, miembro de una Sociedad de Hip­
nosis Cllnica y Experimental de Estados Unidos, y jefe de
clinica de un hospital de Montevideo, expone una larga lista
de dolencias en las cuales se aplica el hipnotismo.
La lista se inicia con trastornos del tubo digestivo: per-
dida del apetito, vdmitos que no obedecen a causa orgänica,
ardores estomacales, pesadez, sintomas hepaticos, diarreas y
constipacidn. Acerca de la relacidn directa que existe entre
la condicidn de la mente y el funcionamiento de los drganos,
en particular ei estas molestias del tubo digestivo, declara
la Dra. Solovey:
“Estos trastornos pueden combinarse en forma tal que si-
mulan con gran exactitud el cuadro de una enfermedad orgä­
nica. Un caso tipico es el de los ‘sindromes ulcerosos funcio-
nales’, en los cuales existen los mismos dolores, la misma aci-
dez, el mismo espasmo del piloro que caracterizan la ulcera
del estdmago o del duodeno. Actualmente se ha comprobado
que los factores psiquicos pueden ser causa de una verdadera
tilcera” .(4l Efectivamente, recuirdese al respecto la ilustrativa
experiencia con los pilotos, comentada en el primer capitulo.
Pero sigamos con la lista de trastornos funcionales a los
cuales se aplican las tecnicas hipndticas:

46

El hipnotismo se ha usado para inten-


tar curar el häbito, que tantos ninos
tienen, de morderse las unas.

47
Sintomas del corazön de origen psiquico: palpitaciones,
alteraciones del ritmo del corazön y dolores precordiales, asi
como hipertensiön arterial (alta presidn de la sangre). Re-
cuerdese de paso, no obstante, que todas estas alteraciones pa-
tologicas y las que seguiremos enumerando, pueden ser de-
terminadas tambiin por enfermedades orgänicas.
Aparato urinario: enuresis en los nirios, o sea perdida invo-
luntaria de orina durante el sueno.
Enfermedades alergicas: “ Hoy se sabe —dice Solovey—
que el proceso alergico resulta de un mecanismo sumamente
complejo, en el cual juegan un rol importante los factores
psiquicos” /·5)
Enfermedades psicdgenas calificadas como reumäticas.
Obesidad. En muchos casos el obeso es una persona que
encuentra alivio a su tensiön psiquica comiendo, y lo hace
en exceso. En este sentido, es comparable al fumador o al
alcoholico.
Neurologia: dolores de cabeza, jaquecas, neuralgias de
caräcter psicögeno. Contracturas, espasmos, temblores, tics.
Cegueras, sorderas y anestesias no orignadas por lesidn alguna.
Tartamudez.
En pediatria, se observa que los ninos reproducen muchos
de los trastornos psicogenos que se manifiestan en los adultos,
como ansiedad, temores, enuresis, tartamudez, estados aler-
gicos, obsesiones, mordeduras de unas, etc.
Enfermedades cutäneas. La piel parece reflejar con par­
ticular sensibilidad las influencias de las emociones, y hay una
Serie de alteraciones patolögicas producidas directamente por
conflictos animicos.
En ginecologia se ha comprobado tambien el origen psi­
quico de muchas de las alteraciones menstruales, y hasta hay
un tipo de esterilidad que algunos autores insisten en que es
psicogena, y la explican indicando que se produce un espasmo
en las trompas que impide que el ovulo llegue a ser fecundado.

La bipnosis y el psicoanalisis
Sabido es que el psicoanalisis es un procedimiento psico-
terapeutico ideado por Freud para el tratamiento de las neu­
rosis. Aunque en la neurosis no existe ninguna lesion del

48
sistema nervioso, y el paciente conserva la plena conciencia
y responsabilidad de sus actos, aquel sufre de un verdadero
trastorno psiquico, de un desequilibrio nervioso, que se mani-
fiesta en la conducta, y se caracteriza por una confusion afec-
tiva, un estado de angustia, de hostilidad, de insatisfaccion, de
inadaptacion, etc., y otras veces produce alguna localizacion
somdtica.
Freud creo la doctrina del inconsciente, una parte sumer-
gida de la personalidad, a donde van a parar todas las expe-
riencias penosas, los hechos hirientes de la moral, los recuer-
dos inaceptables para la conciencia. Estos impulsos, deseos
y recuerdos, en algunos casos se traducen con el tiempo, segtin
Freud, en sintomas neuroticos, a veces de orden exclusiva-
mente psiquico, y otras veces en manifestaciones somaticas.
La tecnica ideada por Freud para combatir la neurosis,
llamada psicoanalisis, consiste en tener con el paciente una
larga Serie de conversaciones, tendientes a revelarle al medico
cuäl es la experiencia penosa, generalmente de la ninez, que
constituye el trauma o herida psiquica, venciendo la resis-
tencia natural e inconsciente del enfermo.
No vamos a entrar ahora en la consideracion del valor que
tiene el psicoanalisis como procedimiento terapeutico para
encarar los males del alma. Ya nos ocupamos de este asunto
en nuestra obra titulada Paz en la Angustia·. Aunque puede
haber algunos casos en que convenga poner al enfermo en
manos de un psicoanalista capaz, concienzudo e Integra, tu-
vimos ocasion de referirnos en general a la impotencia del
psicoanalisis para resolver los problemas del hombre, y a los
graves peligros, perjuicios e inconvenientes a que esta expues-
to quien se someta a ese tratamiento. Solo diremos aqui que
algunos usan tambien ahora la hipnosis en combinacion con
el psicoanalisis, para abreviar el tiempo necesario para des-
cubrir el trauma psiquico o la espina causante de la neurosis.
A este metodo se lo denomina hipnoanälisis.

'fCuanta eficacia terapeutica tiene el hipnotismo?


^Cura realmente las enfermedades el hipnotismo?
La respuesta es rotundamente negativa.
,:Por que el hipnotismo no cura? Sencillamente porque,

49
4
en el mejor de los casos, la hipnosis ataca los sintomas, pero
no la causa misma de la enfermedad. Por lo tanto, aunque
aceptäramos un cierto porcentaje de aparentes o relativos
exitos, tendriamos que especificar que se trata de mejorias
transitorias, fugaces, porque afectan sdlo los sintomas.
Los propios entusiastas del hipnotismo y los mismos hip-
nologos lo declaran sin ambages. El Dr. Spiteri, en su Trata-
do de Hipnosis Medica reconoce este hecho, al afirmar: "Si
bien esto implica una conducta puramente sintomdtica, su
nt Hidad momentdnea para disminuir la angustia o la ansiedad
la convierten en un recurso extraordinario. . . .” <6)
Pero entonces, alguien observarä, y con justa razon: Si se
trata de que con el hipnotismo se logra una modificacidn pu­
ramente sintomätica y momentanea, no tiene este metodo gran
valor terapeutico. Es como una droga que hace dormir unas
horas o un calmante que hace olvidar el dolor por un rato.
Ademäs, agregamos nosotros, si a este hecho de que la mejo-
ria es solo muy parcial y efimera, se uniera otro hecho, el
relativo a algunos graves peligros, inconvenientes y perjuicios
del hipnotismo, no solo llegariamos a la conclusion de que la
hipnosis no es mäs eficaz que otros sistemas de terapia igual-
mente impotentes, sino que quedaria totalmente descartada
como tratamiento, a causa de esos peligros adicionales.
“Aunque los eiectos terapeuticos de la sugestion hipnotica
son a menudo notables —apunta Rawcliffe, otro conocedor
del hipnotismo—, resultan por lo general efimeros, puesto
que las excesivas tensiones nerviosas basicas que producen los
sintomas no son suprimidas” .<T)
Y reitera en otra parte de su obra: “Entre los que van a
los sanadores ‘psiqu'icos’ para encontrar alivio a sus dolores,
debe haber muchos que sufren de trastornos neuroticos con
etiologia psicologica. . . . Tales dolores pueden curarse facil-
mente por sugestion, pero a menos que el conflicto mental
originador o fuente de la tension nerviosa se descubra y
se träte, lo probable es que el alivio sea solamente tempora-
rio”.(8)
La Dra. Marie Beinon Ray, al referirse a este mismo hecho,
ha escrito:
“Hoy el hipnotismo es un metodo valioso de la medicina.

50
Con frecuencia permite al facultativo curar trastornos nervio-
sos con mayor rapidez que otros metodos mas complicados.
Pero mucha de esa genie sufre recaidas. ,>Por que? Porque
con el hipnotismo solo son eliminados los sintomas, y eslos
son el resultado y no la causa” A")
Sigmund Freud, el celebre iniciadoY del psicoanalisis, uti­
lize) por un tiempo el hipnotismo como metodo terapeutico
coadyuvante con el psicoanalisis, pero se convencid no solo
de su peligrb sino tambien de su ineficacia, hecho que consta
en el siguiente pärrafo de su libro Psicologia de las Masas y
Andlisis del Yo:
“ Mi estudio de las formas de la nerviosidad general —dice
Freud— me llevo asimismo a modificar la tecnica catartica.
Abandone la hipnosis e intente sustituirla por otro metodo,
buscando superar la limitacion del tratamiento a los estados
histeriformes. Ademas, habia comprobado dos graves insufi-
ciencias del empleo del hipnotismo, incluso en su aplicacion
a la catarsis. En primer lugar, los resultados terapeuticos S
obtenidos desaparecian ante la menor perturbacion de la
relacion personal entre medico y enfermo. Volvian cierta-
mente a aparecer una vez conseguida la reconciliacion, pero
se demostraba asi que la relacion personal afectiva —factor
imposible de dominar— era mas poderosa que la labor catarti­
ca [hipnotica], Ademas, liegt) un dia en el que me fue dado
comprobar algo que sospechaba ya desde niucho tiempo atrds.
Una de mis pacientes mas dociles, con la cual habia obtenido
por medio del hipnotismo los mas favorables resultados, me
sorprendio, un dia que habia logrado liberarla de un doloroso
acceso, refiriendolo a su causa inicial, echandome los brazos
al cuello al despertar del suefio hipnotico. Una criada que
llamo a la puerta en aquellos momentos nos evito una penosa
explicacion, pero desde tal dia renunciamos, por un acuerdo
täcito, a la continuacion del tratamiento hipnotico. Suficien-
temente modesto para no atribuir aquel incidente a mis atrac-
tivos personales, supuse haber descubierto con el la naturaleza
del elemento mistico que actuaba detras del hipnotismo.
Para suprimirlo, o por lo menos aislarlo, tenia que abandonar
el procedimiento hipnotico” .(10>
Es evidente que, a juicio de Freud, si habia alguna virtud

51
pasajera en el procedimiento hipndtico, esa virtud se debia
mayormente a la relacidn personal afectiva.
Para atacar la causa profunda de los trastornos psicoso-
mäticos se requiere, sin duda alguna, una tecnica completa-
mente distinta, un enfoque del todo diverso de los problemas
de la vida. Afirmamos que existe tal tecnica y que se conoce
tal enfoque, los cuales han dado extraordinarios resultados:
a ello nos referiremos en un capitulo posterior.
Sin embargo hay algo mas al respecto. <;Es en realidad la
hipnosis la que alivia aun los sintomas? ^Que dicen las esta-
disticas?
En un articulo reciente, el Dr. H. J. Eysenck, profesor de
psicologia de la Universidad de Londres, y director de los
Laboratories Psicolögicos de la misma casa de estudios supe-
riores, comenta, con respecto a la eficacia del psicoanälisis,
la estadistica que este suele presentar en su favor, segiin la
cual dos de cada tres enfermos neuroticos mejoran con esa
tecnica. Dice el mencionado psicdlogo: “Si se toman, como lo
hizo el Dr. Peter Denker, de Nueva York, 500 neuroticos graves,
y se los encomienda al respectivo medico de familia, que los
tratarä con los medicamentos corrientes expendidos en la bo-
tica,. y con sus leales consejos e indicaciones, se comprobara
el sorprendente fenomeno de que a lo menos' dos de cada
tres enfermos se habrän restablecido al cabo de los dos anos.
En realidad, casi lo mismo sucede cuando al enfermo no se lo
somete a ningtin tratamiento” .(11)
Exactamente lo mismo puede decirse del hipnotismo. Las
estadisticas que pudieran presentarnos los hipnologos no signi-
ficarian nada, porque establecerian una equivoca relaciön de
causa y efecto.
Aun un medico hipnologo, como la Dra. G. Solovey de
Milechnin, reconoce que las mejorias que ocurren en los pa-
cientes sometidos al hipnotismo, no se producen por el hip­
notismo propiamente dicho, sino por la "relacion interper­
sonal constructiva” entre medico y paciente. AI hablar de
varios metodos psicoterapeuticos, apunta: “Tanto las escuelas
mencionadas como todas las demäs LOGRAN CURAR EN­
FERMOS, y el porcentaje de mejorias que obtienen estas di-
ferentes escuelas tiene muy pequenas oscilaciones. . . . Es

52
claro —termina diciendo—, que el factor curativo de estas
varias psicoterapias [entre las cuales incluye el hipnotismo],
no reside en lo que hay de diferente en las ideas y los procedi-
mientos que utilizan, sino en algo que es comtin a todas estas
escuelas y orientaciones . . . una relacion interpersonal cons-
tructiva” .*12*
En otras palabras, aun esos resultados logrados por las
tecnicas hipnoticas, que segiin confesion de los mismos hipno-
tizadores, son efimeros, no se deben al uso de la hipnosis,
sino a la influencia personal que el trato con sus pacientes les
permite ejercer.
Afirmamos en conclusion que los hipoteticos beneficios
transitorios logrados para el paciente por el medico que recu-
rre al estado de hipnosis, se podrian obtener en forma mas
franca y duradera por medio de una psicoterapia mas sencilla
y directa, que no sometiera al paciente a los graves riesgos y
positivos inconvenientes a que nos referiremos en el proximo
capitulo.

(1) Rawcliffe, Illusions and Delusions (.8) Id., pag. 227.


of the Supernatural and the Occult, (9) Marie Beinon Ray, Revelacioncs
pag. 221 y siguientes. de la Psiquiatria, pag. 115. Buenos
(2) Alberto Casavalle, La Hipnosis en Aires, 1955.
la Actualidad, en Liberia, revista (10) Sigmund Freud, Psicologia dc las
de intercambio cultural universita- Musas y Andlisis del Yo, tomo
rio. Buenos Aires, julio-agosto de IX de las Obras Complctas, pag.
1959. 258. Santiago Rueda, editor. Bue­
(3) Spiteri, Tratado de Hipnosis M e­ nos Aires, 1953.
dico, pag. 360. (11) H. J. Eysenck, ( Que Hay de d er-
(4) Galina Solovey y Anatol Milech- to en el Psicoandlisis? en Selcccio-
nin, El Hipnotismo de Hoy, pag. nes del Reader’s Digest, marzo de
199. Buenos Aires, 1947. 1960.
(5) Ibid. (.12) Galina Solovey. opus cit., pägs. 178.
(6) Spiteri, opus cit., pag. 244. 179.
(7) Rawcliffe. opus cit., pag. 68.

53
-
r4 EL ASPECTO ETICO Y SOCIAL
DEL HIPNOTISMO

l _____________________________________________ /

“ rpO D O medico que juega con el hipnotismo estä jugando


A con dinamita”, declard no hace mucho el profesor Ha­
rold Rossen, de la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore,
Estados Unidos, al presenlar un interesante informe ante un
calificado auditorio de cuatro mil psiquiatras reunidos en la
Convencion Anual de Atlantic City.

c‘Es petigroso el hipnotismo?


,;Comporta realmente, el empleo del hipnotismo, verda-
deros riesgos que lo hacen peligroso? Esto es lo que afirman
los propios hipnologos. Para empezar con el menor de todos
esos peligros, diremos que es totalmente contraindicado hacer
tratamiento hipnotico a un esquizofrenico (una de las mo·
dalidades mäs frecuentes de la insania), porque en opinidn
de los especializados podria agravar su estado en forma irre­
versible, o, siendo un fronterizo, convertirlo en un esquizo­
frenico franco.
Con razon, pues, el Dr. Spiteri declara: “Afecciones como
la esquizofrenia deben saberse diagnosticar antes de actuar,
pues su utilizacion [del hipnotismo] en este caso, por ejemplo,
puede agravar la afeccion, desencadenar otros sintomas o ace-
lerar su evolucidn” / 1) Y no sdlo en un esquizofrenico resulta

55
peligrosa y contraindicada la hipnosis, sino tambien en otros
enfermos mentales, como los paranoicos y los esquizoides.
De donde se deduce que, aun suponiendo que este metodo
no tuviera ningiin otro inconveniente, para ser aplicado con
cierta seguridad, deberia manejarlo un experto psiquiatra,
porque “en ciertos esquizoides fronterizos la hipnosis les puede
hacer cruzar la frontera y caer en una esquizofrenia. . . .
“Ciertos paranoicos, sometidos a hipnosis, pueden un buen
dia aparecer con un revolver, diciendo que les hemos robado
el pensamiento, o injertado una maquina en el cerebro, et­
cetera. jCuidado con los paranoicos!” *2)
El Dr. Harold Rossen, mencionado en el primer pärrafo,
que es presidente de la Comision de Hipnosis de la Asocia-
cidn Midica Americana, hablando ante los cuatro mil psi-
quiatras, e “ informando acerca de su experiencia personal,
declare . . . que durante los Ultimos siete afios el ha tenido
que internar en casas de alienados a ocho de los mas distin-
guidos hipnotizadores con que cuenta la profesion medica en
Estados Unidos. Y agrego que a lo largo de ese mismo periodo
el ha sido llamado a atender a no menos de tres hipnotizadores
cada mes” .*3)
Preguntamos: <;Puede ser inofensiva una actividad que es
capaz de producir tan nefastas consecuencias, precisamente en
quienes la realizan o se ocupan de ella, aun con propdsitos
terapeu'ticos?

Autohipnosis
La autohipnosis, es decir, la capacidad que desarrolla un
individuo, medico o paciente, de inducir el estado hipnotico
en si mismo, constituye una de las modalidades mas colmadas
de peligros del hipnotismo. En algunos casos, ese estado so-
breviene aparentemente en forma espontänea mientras una
persona estä en su casa, pero en realidad ocurre a raiz de una
orden que el medico hipnotista ha dado al paciente. Vayamos
notando de paso algo de los poderes del arma que el paciente
pone en manos del hipnologo a quien se somete. En otros
casos es el mismo medico el que se habitua a autohipnotizarse,
con la vana esperanza de experimentar alivio el mismo de las
angustias y los problemas emocionales que lo aquejan.

56
“La experiencia obtenida en Estados Unidos —explica el
Dr. Juan Marin—, demuestra que entre los hipnotizadores ha
ido extendidndose la practica yde autohipnotizarse, cosa que
tambidn hicieron los viejos hindües y los sabios egipcios de la
epoca faradnica. Pero resulta que la autohipnosis se trans-
forma en una especie de droga semejante a la morfina, con
cuyo uso el desdichado que cae en sus redes entra en un pozo
del que nunca se sale, en este caso un pozo de locura y alu-
cinacidn. —Y finaliza diciendo:— El Dr. Rosen narrd en su
discurso de Atlantic City casos verdaderamente conmovedores.
Es mejor, pues, no jugar con fuego, y resistir a la tentacidii
de ahondar demasiado en los pliegues de la conciencia hu-
mana”/'*)
Al comentar el Dr. Walfisch Spiteri el procedimiento de
los hipndlogos para producir autohipnosis en algunos pacien-
tes, dändoles la orden mientras estan en trance en el consul-
torio, explica: “Si no se tomara especial cuidado con esto,
podria el paciente entrar en hipnosis y no despertar sino des-
pues de 8 a 10 horas, en que se pasa, generalmente, a un
sueno natural. T al cosa me pasd con Guillermo —agrega—.
No recuerdo si yo no insist! lo suficiente o si el no entendid
bien la tecnica. El hecho es que entrd en autohipnosis y pasd
la excepcional cantidad de tres dias en ese estado. Fue tras-
ladado a un hospital, donde, por su pulso bradicärdico [muy
lento] y tenso, su tez rosada, y sus pupilas ligeramente midrid-
ticas [dilatadas], fue considerado como un intoxicado barbi-
türico. . . . Se lo sometid a lavajes de estdmago, inyecciones
de coramina endovenosa, etc. Por supuesto, se despertd recidn
a los tres dias, cuando se agotd su autohipnosis, y pasd al suefio
natural” / 5)

^Resulta realmente avasallada la personalidad?


Dijimos en otra parte, que caracteriza el estado de hipnosis
una entrega incondicional de la voluntad de una persona a
otra, una renuncia deliberada al libre albedrio personal, en­
trega y renuncia que en el vocabulario del hipnotismo se dis-
frazan con el nombre de "colaboracidn”, y que rematan en un
sometimiento total del hipnotizado al operador, tanto durante
el trance hipndtico como en el resto de su vida.

57
Esto se acrecienta con el hecho de que, para que se produzca
hipnosis, el medicq recurre a tecnicas diversas para impresionar
a su paciente con la idea de sus poderes y capacidades perso-
hales, y crear en el de entrada un estado de sometimiento.
Tambien es indispensable el fenomeno llamado rapport,
es decir, una especie de union afectiva que se produce entre
medico y paciente, y que hace que la figura del operador ocupe
en la mente y el alma del enfermo el primer lugar, para lo cual
debe verificarse una verdadera transferencia o desplazamiento
de toda otra persona o concepto. Por ejemplo una mujer ca-
sada transfiere sus sentimientos de afecto y admiracidn por su
esposo a su medico. Y una persona religiosa, un sincero cris-
tiano, automäticamente desaloja de su alma la figura excelsa
de Jesus, a quien considera el Medico y el Maestro por exce-
lencia, para reemplazarla por la del hipnologo. Es una especie
de endiosamiento y de fijaciön sentimental que va a tener,
en la vida practica, sus consecuencias perniciosas y a veces
präcticamente imposibles de anular.
Este es probablemente uno de los aspectos mas negativos
y mas dafiinos de la practica del hipnotismo, por cuanto este
remata en un avasallamiento completo de la personalidad, en
un sometimiento de una mente a otra mente, de una vida a
otra vida.
A1 tratar, en un capitulo anterior, de la esencia del hipno­
tismo, explicamos que, a pesar de que las definiciones son muy
dispares, debido al desconocimiento que existe de su meca-
nismo intimo, todas ellas coinciden en un hecho bäsico: en
que bajo el trance se produce en el hipnotizado un “estrecha-
miento del campo de la conciencia” ; aquel se transforma en
un ente mecänico del todo obediente a la voz del operador,
quien lo hace llorar o reir, le hace sentir calor o frio, le hace
experimentar alegria o pena, y determina en su psiquismo una
cantidad de ilusiones y alucinaciones que modifican funda-
mentalmente su conducta.
Tanto es esto asi que uno de los autores afirma que los
centros de la regidn prefrontal del cerebro quedan desconec-
tados, y son sustituidos por los del hipnotizador, ya que cesan
las facultades criticas, volitivas e inhibitorias.
Ya aqui entramos en un problema grave de caräcter etico,

58
V

moral, y tambien de caräcter social. Puede verse, pues, de


paso, que el hipnotismo no es un tema exclusiva o fundamen­
talmente midico o cientifico. Es en primer lugar un problema
etico.
,iEs moralmente justo, seguro, correcto, que un ser huma-
no renuncie a su responsabilidad, a su libertad individual,
a su raciocinio, y se coloque en forma tan completa en manos
de otro ser humano, por mucho titulo profesional que tenga?
Tenemos el mas alto respeto y hasta admiracidn por los mu-
chos medicos que se dedican con empeno desinteresado y con
verdadero carifio a la hipnosis, con el afan de beneficiar a sus
pacientes. Sin embargo su sinceridad no los exime de su po-
sicidn errbnea. Por otra parte, no podemos sino admitir que
la ciencia no es garantia de moral, que el conocimiento no
pone a un hombre necesariamente a cubierto de sus malas
inclinaciones, y que en el fondo del ser humano duerme, y
a veces estä muy despierta, la tendencia a la perversidn.
Bien, dirä alguien: Reconozco que el hipnotismo presenta
estos tremendos peligros, y que comporta una anulacidn de la
conciencia, del raciocinio y el juicio personal. Pero ,mo es
licito usarlo siquiera para propositos de anestesia operatoria?
,>No comporta tambidn anular la conciencia la anestesia qui-
mica cuando se opera a un paciente? Y por otro lado, ,-no
representa tambien una anulacion del juicio y de la conciencia
el procedimiento de inyectar una cierta dosis de pentotal a
un sujeto que estä siendo psicoanalizado, para ayudarlo a ven­
eer las resistencias inconscientes, permitidndole que saque a
luz las experiencias olvidadas de su vida?
Respondemos: Tanto en la anestesia quimica como en el
psicoanälisis hecho con pentotal, se sume al paciente en la
inconsciencia absoluta o en la condition intermedia entre la
inconsciencia y la vigilia, es cierto; pero ese individuo total-
mente inconsciente o semiinconsciente, no esta en un estado
de hipersugestibilidad, y por lo tanto no es receptivo, no puede
ser receptäculo docil de sugestiones y ördenes que se vea en
la obligaciön de cumplir sin ejercer su propia libertad y ra­
ciocinio. (Esto, desde luego, no significa que seamos parti-
darios siquiera del uso del pentotal u otra droga similar para
el narcoanälisis.) I

59
Aun el paciente hipnotiz^do con exclusivos propositos ope-
ratorios, se halla en un estado de receptividad que lo hace
vulnerable a aceptar cualesquiera sugestiones o a realizar cua-
lesquiera actos, sin la posibilidad de usar de su libre albedrio.
Por lo tanto, en cualquier circunstancia, y con cualquier
propbsito, la hipnosis sigue siendo la misma “dinamita”, como
la califico el Dr. Rossen.
Lo peor del caso es que la avasalladora influencia del
hipnotizador sobre su enfermo y el sojuzgamiento de su vo-
luntad, no se limitan, exclusivamente, al momento mismo en
que se halla en estado de trance, sino que se extienden al resto
de su experiencia vital, particularmente en base a otra fa-
cultad que, aunque empiricamente, tiene el operador.

Las misteriosas sugestiones posthipnoticas


“Entre los mas notables efectos descubiertos por los hip-
nologos experimentales —explica Rawcliffe—, estaba el de la
sugestibn posthipnbtica. Se hallb que en los sujetos altamente
sugestionables podia darse una orden durante el estado de
hipnosis, que se cumpliria despues que la persona hubiera
sido despertada. El periodo que media desde su despertar
hasta la realizacibn de la orden o ‘sugestibn’, variaba desde
unos pocos minutos hasta varios dias o semanas, jo en algunos
casos aun meses! Si sobrevenia la amnesia [el olvido de algo],
ya sea en forma espontanea o por expresa orden del operador,
el sujeto no se daba cuenta de por que realizaba una accibn de-
finida irracional en un tiempo definido establecido por el
operador.
• “ . . . De estos informes surgia un hecho sencillo, es a saber,
que los efectos de la sugestibn posthipnbtica podrian, en cier-
tas circunstancias, afectar el comportamiento subsiguiente del
, sujeto hipnotizado hasta un grado inesperado” / 6)
Y para que se vea cuän obligado estä el sujeto a cumplir
con este tipo de brdents, es decir cuän avasallada se encuentra
su libertad, cuän sometido estd a otra voluntad, repärese en
lo siguiente:
“Hay a menudo una batalla en la mente del sujeto cuando
llega el tiempo de poner en practica la sugestibn amnesica
demorada. Estando en dominio pleno de todas sus facultades,

60
el puede comenzar a sentir inquietud e incomodidad, y gene-
ralmente se hace consciente de alguna compulsion a hacer al-
guna cosa de la cual no puede dar razon. A veces siente que
necesita hacer algo y no tiene tranquilidad mental hasta que
la accibn no este realizada” .<7>
A veces pasan anos entre el momento en que el hipnblogo
da la orden y el instante en que esta debe realizarse, y el en-
fermo se ve compelido a obedecer al pie de la letra. El psico-
patblogo e hipnotista argentino Dr. Walfisch Spiteri nos dice:
“Con respecto al tiempo de duracibn de las sugerencias intra-
hipnbticas [asi prefiere llamarlas el], podemos decir que hay
experiencias de cumplimiento de brdenes despues de muchi-
simos anos. Yo personalmente he dado brdenes —dice el—,
con fines de experiencia, de que enfermos, se verian compeli-
dos a llamarme por telefono y saludarme despues de uno, dos
y tres anos de alejamiento del consultorio. Estas brdenes la
gran mayoria de las veces fueron cumplidas, buscando el pa-
ciente una excusa cualquiera, mas o menos aceptable (una ra-
cionalizacibn) para haberlo hecho” .W
Tan seguros estän los medicos que usan el hipnotismo de
la tremenda influencia que ejercen sobre sus pacientes en el
resto de su vida, y tan condicionada queda esa vida a las brde-
nes o normas impartidas por el operador, que agrega el hip­
nblogo ya mencionado, con respecto al caso de un paciente
opέrado bajo anestesia: “Se podrän sugerir normas de vida
para el fnturo, y tambien se podrä, mediante hipnosis, si se
cree necesario, dar ordenes para que una vez dado de alta el
enfermo, siga un tratamiento adecuado con el medico de ca-
becera o con el especialista que corresponda”/ 0)
En otras palabras, el paciente se ve obligado a seguir en
forma ciega e incondicional las directivas, las normas de vida
o las ordenes que se le hayan impartido, sin poder ejercer el
mismo su propio juicip, su propio criterio, su propia voluntad.
Es decir que se convierte en there de ötro hombre. Llegado
el momento de poner en ejecucibn la sugestibn, hipnotica,
sentirä una obligacibn de hacerlo, y una intranquilidad mien-
tras no la ejecute; y ni siquiera sabrä por qub hace lo que
hace, pues las mäs de las veces el hipnotista sugiere la amnesia
sobre el hecho de que la orden proviene de έΐ.

61
Asi, el ser humano, pierde la caracteristica que lo jerar-
quiza por sobre todos los demas seres de la creacion y que lo
identifica como hombre, es a saber, la libertad.
Agriguese a esto el grave riesgo de que la perversidad
humana —que no es anulada por el conocimiento cientifico
ni por el titulo profesional—, quiera valerse de esta facultad
misteriosa que esgrime, para satisfacer su egoismo o su concu-
piscencia, y se verä como, el someterse a hipnosis, significa
colocar en manos de un tercero un arma con la cual έ5ΐε puede
arruinar impunemente una vida.
O aun sin llegar a ese extremo, un profesional que tenga
las mas cristalinas intenciones, pero cuyos conceptos sobre la
vida y la moral esten equivocados, puede realizar un dafio
inmenso y tal vez insanable.

gEs posible violar las normas morales de un


hipnotizado?
Una corriente de entusiastas de la hipnosis e hipnologos
modernos insiste en aseverar que el operador hipnotico no
puede ir contra las normas eticas de un sujeto cualqpiera.
Conversabamos no hace mucho con un medico hipnblogo
que declare de manera terminante que no se puede obligar
a ningün paciente a actuar en contra de sus conceptos morales.
“ Basta —afirmo el— que Ud. ordene a una mujer que se des-
nude para que ella desobedezca” . Le respondimos que pro-
bablemente esto podria ser asi en el grado leve de la hipnosis,
donde la disminucidn de la conciencia y del juicio critico es
tambien leve, como un bebedor que estuviera en las prime-
ras manifestaciones del estado de embriaguez; pero que lle-
vando al paciente a los estados mas profundos, donde la anu-
lacibn de la voluntad y del raciocinio es mäs completa y hasta
total, es perfectamente posible hacer cometer al sujeto actos
antisociales y tambien delictuosos. Tuvo que admitirlo, pero
explico que no siempre necesitaba ir a los niveles profundos
de la hipnosis para sus tratamientos. No obstante, se sabe
que por lo general los operadores ahondan la hipnosis hasta
donde les sea posible, porque de esa manera logran con mas
facilidad los efectos que desean en sus pacientes.
Por algo sera que en algunos hospitales de Buenos Aires

62
existe la norma de que, toda vez que un medico aplique hip­
nosis a una mujer, debe haber otra persona en el consultorio.
Deciamos, sin embargo, mas arriba, que uno de los peligros
mayores de la hipnosis radica en las sugestiones posthipnoticas,
a raiz de las cuales el paciente se ve obligado a proceder dfe
determinada manera, sin que para ello medie en absoluto su
voluntad o su juicio, y aun en contra de ambas cosas.
Y la posibilidad va hasta la producciön de ilusiones o aluci-
naciones posthipnoticas. "Como ejemplo de una probable
pseudo-alucinacion o ilusion posthipndtica podemos citar el
caso divertido —relata Rawcliffe— del hipnotizador que hip-
notizo a un sujeto muy susceptible y le dijo que dentro de
siete minutos estaria nadando en una piscina. Le sugirid en-
tonces la amnesia y el hombre fue despertado de inmediato.
Precisamente al tiempo indicado, el sujeto se lanzd sobre el
suelo como si zambullera, y comenzd a nadar vigorosamente,
primero de costado, luego de pecho y finalmente golpeando
el piso con la espalda, llamando en voz alta a sus amigos por
nombre” . <10>
<>Puede pedirse un grado mäs completo de sometimiento,
de compulsion y de falta de sentido critico?
Bernheim, una de las grandes cabezas del hipnotismo mo-
demo, de fines del siglo pasado, que milito en la corriente
denominada Escuela de Nancy, escribiendo acerca de la feno-
menologia del mismo, dice al referirse al sonambulismo indu-
cido hipnoticamente:
"Deseo hablar sobre la posibilidad de inducir a los sonäm-
bulos [hipnotizados] por medio de la sugestidn, actos e ilusio­
nes de los sentidos y alucinaciones que no se manifestarän
durante el sueno sino al despertar. El paciente oye lo que le
digo cuando estä dormido, pero no conserva luego ningiin
recuerdo de lo que le he dicho. El ya no sabe que le hable.
La idea sugerida aparece en su mente cuando despierta, pero
el ha olvidado su origen y cree que es espontänea. Hechos de
esta clase han sido observados por A. Bertrand, Noiset, Lieba-
net y Richet. He repetido estas observaciones varias veces en
un gran numero de casos hipnoticos y estoy convencido de su
exactitud”.
Pasa entonces a relatar una larga serie de casos, a cuäl mäs

63
interesante, de los cuales apenas reproduciremos dos o tres.
“Sugestione a D. durante el sueno —cuenta Bernheim— que
al despertar se frotara su muslo y la pierna doloridos, que luego
saliera de la cama, caminara hasta la ventana y volviera a la
cama. Realizo todos estos actos sin sospechar que se le habia
dado una orden mientras dormia.
“Sugestione a S. en una ocasibn, que al despertar se pusiera
el sombrero, me lo trajera a la habitacion contigua y lo pusiera
en mi cabeza. Esto hizo sih saber por que.
“En otra ocasion, cuando mi colega Charpentier estaba pre­
sente, sugestione al paciente diciendole que tan pronto como
se despertara, tomara el paraguas de mi colega que estaba en
la cama, lo abriera, y caminara dos veces por el corredor al
cual daba la habitacion. Un tiempo despu£s lo desperte. Antes
de que abriera los ojos salimos de la habitacion para que nues-
tra presencia no le recordara la sugestion. Pronto lo vimos
venir con el paraguas en la mano pero no abierto (a pesar de
la sugestion). Camino dos veces por el corredor. Le pregunte:
£Que estd haciendo?
“—Estoy tomando aire —respondio.
“—^Por que? ^Tiene c'alor?
{_ “—No, es solo idea mia. Ocasionalmente camino aqui
afuera.
^Para que el paraguas? Es de M. Charpentier.
iQue? Yo crei que era mio; se le parece. Lo llevare al
lugar de donde lo saque.
“A veces el sujeto se rinde de cansancio —dice el Dr. Bern­
heim— tratando de encontrar una razon para las ideas de su
mente” .
El siguiente es otro caso que encierra gran interis:
“ X. es un contador de 47 afios, inteligente y equilibrado.
Tiene calambres de escritor, pero es de naturaleza vigorosa .. .
“En una ocasion, durante su suefio [hipnotico], le sugeri
el siguiente acto: ‘Cuando despierte ira a mi oficina y escribira:
“ He dormido muy bien” en una hoja de papel, y pondra una
cruz despues de su nombre.
“Lo desperte despues de un cuarto de hora. Fue a la ofi­
cina, escribib la fräse que yo le habia puesto en la mente, la
firmo e hizo una cruz al lado de su nombre.

64
I

iQue significa esta cruz? —pregunte.


" Eso —dijo— juro que no lo se; lo hice sin pensar.
“Al dia siguiente le sugeri, mientras dormia: ‘Cuando des-
pierte escribirä: “Ir£ a ver al Sr. Liebanet cuando Ud. saiga”,
lo firmarä, pero con un error; en vez de firmar H. . . . firmarä
el mio, Bernheim. Luego verä que ha hecho un error, borrarä
mi nombre, y pondrä el suyo en cambio’.
“Esto hizo al despertar, y parecia muy confundido por su
error. Pidid disculpas. Pero no sospechd que la responsabi-
lidad del error no era suya, ni que yo se lo habia sugerido.
“ Repito que es un hombre inteligente, y no es histerico ni
nervioso. Su imaginacion es tranquila y su mente estä bien
equilibrada. Insisto en ello, porque ciertas personas que no
estän suficientemente ilustradas sobre este tema, insisten en
afirmar que solamente aquellos que tienen temperamento neu-
rotico son susceptibles de ser puestos en condicidn de sonäm-
bulos” . <12>
Preguntamos: <;Qud habria acontecido si el Dr. Bernheim
no le hubiera ordenado que rectificara el error? <;Que hubiera
ocurrido si otro hipnotizador sjn conciencia hubiera ordenado
a este contador que hiciera un cheque por tres millones de
francos y lo firmara imitando la riibrica de algun fuerte diente
del banco donde trabajaba?
<iQue pasa en la mente del sujeto cuando ha recibido una
orden bajo hipnosis para realizar un determinado acto o seguir
una conducta especifica mäs tarde en el estado de vigilia?
“La manera en que se manifiestan las sugestiones en los
sujetos —dice Beaunis—, da una informacidn valiosa respecto
al estado de la voluntad en el sonambulismo [hipnbtico],
Desde el punto de vista psicologico no hay nada mäs curioso
que observar el despertar y el desarrollo de la idea sugerida
en las casas de los sujetos.
“ Por ejemplo, estamos en medio de una conversacidn que
nada tiene que ver con la sugestion. De pronto, el hipnotiza­
dor que estä alerta y observando a su sujeto sin demostrarlo,
nota una especie de interrupcion pensada, un shock interior
que se manifiesta por una sena casi imperceptible, una mirada,
un gesto, una arruga en la cai'ä; luego .la conversacidn sigue,
pero la idea vuelve, aunque todavia debil e indecisa. Hay un

65
s
poco de sorpresa en la mirada. Sentimos que algo inesperado
pasa por su mente, de tanto en tanto, como un relämpago.
“ La idea poco a poco toma mäs fuerza. Se apodera mäs y
inäs de la inteligencia: la lucha ha comenzado. Los ojos, los
gestos, todo habla, todo revela el combate interno. El sujeto
todavia escucha la conversacion pero en forma vaga, mecänica;
su mente estä en otra parte. Todo su ser es presa de una idea
fija que se fuerza mäs y mäs dentro de su mente. El momento
ha llegado; toda vacilacion desaparece. La cara tiene una
expresion notable de resolucion, y el sujeto se levanta y realiza
el acto indicado.
“Esta lucha es mäs o menos duradera y mäs o menos ener-
gica, de acuerdo con la naturaleza del acto sugerido, y sobre
todo de acuerdo con la condicion del sonämbulo” .
Y vease como termina este ilustre autor sus observaciones:
“Cuando el sujeto ha sido hipnotizado con frecuencia, esto
obtiene tal influencia sobre el que lo obliga a realizar los
actos mäs excentricos, mäs penosos, y hasta los mäs peligrosos,
sin que haga ningun esfuerzo apreciable por resistir”. <13>

jPuede consumarse delito bajo la sugestion


posthipnotica?
El Dr. Bernheim, que es quien cita a su colega Beaunis,
manifiesta que difiere levemente de el, en el sentido de que a
veces hay una lucha o una resistencia mäs o menos debil a la
orden dada hipnoticamente. Y presenta algunos casos en que
hubo lucha y vacilacion, pero donde la sugestion salib triun-
fante, aunque el acto sugerido era antisocial.
“El Dr. Dumont —relata el Dr. Bernheim— trajo una joven
histerica a la Sociedad Medica de Nancy. Fue hipnotizada y
se le sugirio que, al despertar, sacara el tubo de vidrio de la
lämpara a gas, se lo pusiera en el bolsillo y se lo llevara cuando
se fuera. Despues que se la desperto, se dio vuelta timidamente
hacia la mesa, y parecio confusa al ver que todos la miraban.
Luego, despues de alguna vacilaciön, se trepo de rodillas sobre
la mesa. Quedo asi dos minutos, aparentemente avergonzada
de su postura; miro alternativamente a las personas que la
rodeaban y al objeto que debia llevar, estiro la mano y lo sacd.
Luego, repentinamente, saco el tubo, se lo puso en el bolsillo

66
y se fue apurada. No consintid en dejarlo hasta que no aban-
dond la habitacidn” . <14>
Pero este es sdlo uno de los diversos casos de robo sugerido
hipndticamente y realizado en forma compulsiva por el sujeto,
pese al bochorno experimentado por la presencia de los demäs.
Vease, por ejemplo, esta otra experiencia instructiva:
“En una ocasidn sugestione a A. —sigue presentando Bem-
heim un caso propio— para que, cuando despertara, viera una
cuchara de plata en una silla deträs de el y se la pusiera en el
bolsillo. No se dio vuelta al despertar, y no vio la cuchara,
pero habia un reloj en una mesa frente a el. Ademäs yo le
habia sugerido la alucinacidn negativa de que no veria a nadie
en la habitacidn y se encontraria solo, y esto sucedid. La idea
del robo sugerido de la cuchara entrd en su mente relacionän-
dola con el reloj. Lo mird, lo tomd, y luego dijo: ‘No, eso seria
robar’, y lo dejd. Si se hubiera repetido la sugestidn de robar
la cuchara en forma imperativa y violenta —comenta Bern-
heim— no hay duda de que hubiera ejecutado el acto.
“ He tenido ocasidn de hipnotizarlo de nuevo, y le sugeri
lo mismo imperativamente:
Ud. se pondrä la cuchara en el bolsillo. No puede dejar
de hacerlo.
“Al despertar vio la cuchara, titubed un poco, y luego dijo:
“—Dios mio, esto es aun peor —y se la puso en el bolsi­
llo”. O5)
El Dr. Alfredo Achäval, psiquiatra argentino que participd
no hace mucho en una mesa redonda auspiciada por la Facul-
tad de Periodismo de Buenos Aires, manifestd que el hipno-
tismo es un arma sumamente terrible, porque puede ser utili-
zada con fines inconfesables. Por ejemplo, menciond al Dr.
Hammershlag, quien, en su obra Hypnotism and Crime, relata
el asalto a un banco de Copenhague bajo la influencia hipnd-
tica de un amigo; el casamiento bajo sugestidn hipndtica en
el affaire Czynsky-baronesa von Zedlitz, y adernas la confesidn
bajo hipnosis que hizo una persona de haber cometido un acto
criminal al que era ajena, como el incendio del Reichstag
ocurrido en 1933.
Citd tambien a Masnet, que en su obra Le Somnambulisme
Provoque, sostiene que el hipnotizador se convierte en agente

67
exclusivo y necesario de toda la actividad fisica y mental del
hipnotizado, y tambien al Dr.'Ure, que asevera que "en el
sonambulismo [hipnotico] la mujer puede prestar consenti-
miento que no prestaria en un estado normal” . <le>
En el libro mencionado mas arriba, del Dr. Heiz Ham-
mershlag, titulado Hypnotism and Crime (Hipnotismo y cri­
men), hallamos el siguiente interesante relato, que constituye
otra notable experiencia confirmatoria de que puede obligarse
a cometer crimenes o actos delictuosos a personas hipnotizadas
que no lo harian en estado normal.
‘‘Al final del verano de 1934 —informa el Dr. Hammersh-
lag—, un oficial, a quien se identificarä por Η. E., informd a
la policia de investigaciones de Heidelberg, que su esposa ha-
bia sido despojada de tres mil marcos alemanes como resultado
de la tergiversacion de los hechos. El creia que el perpetrador
de este hecho era un hombre que se habia presentado a su
esposa como un medico, bajo varios nombres obviamente ficti-
cios, pero cuyo nombre verdadero era desconocido para el y
para su esposa. Esta persona habia sometido a su esposa a
tratamiento hipndtico para aliviar diversas enfermedades. Pro-
bablemente la habia inducido'a creer que sufria de esas enfer­
medades a fin de justificar la continuacion del tratamiento y
sus constantes exigencias de dinero. Aun parecia posible que
el supuesto medico se hubiera aprovechado de la total depen-
dencia de la senora para abusar sexualmente de ella. Todos los
esfuerzos por descubrir al culpable mediante las direcciones
que habia dado resultaron infructuosos. Respecto del trata­
miento, su esposa sabia linicamente que acostumbraba colocar
su mano sobre su cabeza y decide que ahora quedaria comple-
tamente tranquila y que se dormiria de inmediato. A pesar
de todos sus esfuerzos no pudo recordar ningiin detalle adi-
cional. La esposa procedia de una familia de agricultores Sana,
nunca estuvo enferma en su infancia, y nunca antes habia ma-
nifestado senales de trastorno nervioso” . (Pag. 92).
La policia de investigaciones puso el caso en manos del Dr.
Ludwig Mayer, quien, despues de largos meses de investigaciön
puso en claro los turbios manejos del “Dr. Walter”, el culpa­
ble, y la complicada tecnica de sugestion posthipnotica e in-
duccidn de amnesia en la victima.

68
\

Cuando este “Dr. Walter” descubrid que el esposo de su


victima habia entrado en sospechas de que algo andaba mal
en el tratamiento de su esposa, a juzgar por su extrana con-
ducta, le ordend, en estado hipndtico, que asesinara a su esposo.
Esto debia lograrlo por diferentes medios, todos los cuales,
afortunadamente, fracasaron. Primero le ordend que le pre-
parara una comida de hongos venenosos. Lo hizo asi la senora,
pero el esposo no pudo comer el potaje a causa del gusto desa-
gradable. Tuvo dolor de estdmago, cdlicos, pero se recuperd.
En la segunda oportunidad le ordend poner veneno en el cate.
Lo hizo, pero el esposo se librd porque los polvos blancos se
habian volcado en el bolsillo de la esposa, y pudo colocar poca
cantidad. Y finalmente, en dos oportunidades, le hizo desco-
nectar los frenos de la motocicleta del marido. En ambos casos
este chocd y se lesiond, pero quedd con vida. Finalmente, en
dos oportunidades, le sugirid a ella que se suicidara. Intentd
hacerlo pero fue librada por otras personas.
Por cierto que Walter no sugeria directamente cometer el
crimen o el suicidio, sino que usaba un procedimiento indi-
recto (y esto desmiente a los hipndlogos que afirman que no
es posible cometer crimen bajo estado de hipnosis si es que
la persona no tiene previamente tendencia a ello). He aqui
una declaracidn de la “Sra. E”, como se llama a la victima, que
aclara perfectamente este punto:
“ ‘Se me ocurre algo relacionado con tabletas [el Dr. Mayer
hipnotizaba a esta senora, le presentaba algunas palabras cla­
ves y le pedia que estableciera una asociacidn de ideas en torno
a ellas; asi es como surgid esta declaracidn], pero vagamente.
Ocurrid en 1933 que Walter me dijo que yo tenia tantas pre-
ocupaciones y estaba muy afligida porque en casa necesitaba
dinero con urgencia y a causa de mi enfermedad. Asi me in-
died que debia pedirle a mi medico que me recetara tabletas
de Pantopon, las cuales me harian dormir mejor. Me dio la
siguiente indicacidn para tomarlas: "Permanezca tranquila du­
rante todo el dia y beba unicamente agua tibia. En la noche,
a eso de las ocho, tome cinco tabletas, luego ponga el reloj
despertador para que suene a la medianoche y Ud. pueda to-
mar otras cinco tabletas; las cinco tabletas restantes tdmelas
poco despuds, alrededor de las dos de la manana” . El envase

69
de las tabletas debia romperlo y arrojarlo al inodoro. No
ocurrio nada de lo previsto porque me fue imposible conse-
guir las tabletas” (Pag. 112).
“Cuando la Sra. E. mäs tarde le hablo al “medico” otra vez
acerca de los celos de su esposo, Walter declard —asi lo infor-
mo ella—, que su esposo habia hablado basändose en algo mäs;
el le era infiel y queria divorciarse o deshacerse de ella de
alguna otra manera. Seria mejor que ella se ahogara en el
Rin en cuanto se le presentara una buena oportunidad.
“ Έη mi desesperacion realmente queria ahogarme en el
Rin’, prosigue la Sra. E. en su informe, ‘pero me lo impidio
nuestra ama de Haves, quien me habia seguido hasta el rio'.
(Esta declaracion fue corroborada por testigos presenciales.)
‘Permaneci durante mucho tiempo bajo una terrible ten­
sion’ ” (Pag. 114).
El “Dr. Walter” y un complice, finalmente fueron descu-
biertos y condenados a prision, en 1936, despues de dos afios
de investigation. El Dr. Hammershlag pasa a continuation a
extraer algunas conclusiones de este caso.
“Ciertamente significaria una restriction importante a la
validez general de ciertas conclusiones el que la Sra. E. hubiera
manifestado sefiales de enfermedad o labilidad mental, pero
las investigaciones efectuadas concienzudamente por neurdlo-
gos y psiquiatras demostraron que no se trataba de una psi-
copata, una histerica o una mujer desequilibrada moralmente.
Los especialistas de la Clinica para Mujeres y la Clinica de
Nervios de la Universidad de Heidelberg, como tambien la
Clinica Psiquiätrica de la Universidad de Freiberg, junto con
otras consultas expertas, concordaron con esta conclusion y
excluyeron desde el mismo principio la posibilidad de que la
Sra. E. fuera una desequilibrada y una persona morbosamente
sugestionable. . . .
“Se ha senalado repetidamente por escrito y en la practica
que la hipnosis nunca puede hacer impacto en el nucleo mis­
mo de la personalidad del hipnotizado, y que ‘aun en la hip­
nosis profunda una parte de la personalidad permanece y sigue
existiendo y mantiene cierto grado de vigilancia sobre los pro-
cesos y acetones del individuo. Por lo tanto, a pesar de la
preparacidn hipnotica mäs estricta y el curso del pensamiento

70
completamente alterado que resulta de la sugestidn, la perso­
nalidad moral como tal no puede ser completamente excluida’.
“En relacion con esto citaremos un informe experimental
comunicado por el medico Dr. Karl Schmitz:
“ Έη la hipnosis profunda . . . el sujeto de experimentacidn
recibe la instruccidn de que a una serial dada que se le pre-
sentarä en estado de vigilia debe tomar un punal que encon-
trarä frente a el, atacar al colaborador del medico y hundirlo
violentamente en su cuerpo. De acuerdo con este plan, el su­
jeto (que es una mujer) toma el punal . . . avanza vivamente
hacia el otro con el arma levantada . . . y repentinamente des-
fallece, es acometida por un miedo terrible . . . , y el cuchillo
cae al suelo. Räpido como el relämpago, el sujeto del experi-
mento se vuelve, cubre el rostro con las manos . . . y apenas
logra caer extenuada en una silla, donde queda temblando; . . .
es el cuadro completo de un grave ataque de ansiedad’.
“El autor de este experimento lo considera evidencia sufi-
ciente para basar sobre ella la declaracion de que ‘es completa­
mente imposible obligar a una persona a cometer un acto cri­
minal mediante la instruccion hipndtica'. Resume su idea de
este modo: una persona no puede inducir a otra a cometer
un crimen bajo hipnosis si esta no tiene las inclinaciones co-
rrespondientes. Podria discutirse la exactitud de este punto
de vista no solo por los acontecimientos y los hechos sino tam-
bien por una consideracion muy sencilla: basta sugerir tal
‘inclinacion’ al sujeto y fortalecerla en el emocionalmente a
fin de crearle la disposicion a aceptar la sugestion criminal.
Si se coloca un punal o una pistola en la mano de un sujeto
hipnotizado y luego se le ordena matar a un tercero, en la
mayoria de los casos, no hay duda, su yo rechazarä esta exigen-
cia. Sin embargo, la situacion puede cambiar si, como sucedid
en el caso de la Sra. E. que intento asesinar a su esposo, se
inyecta en el sujeto el odio, la venganza o sentimientos simi-
lares, como la base y la razdn del acto. Si Schmitz hubiera
sugerido a su sujeto detalladamente que la otra persona aten-
taba contra su vida o que era responsable de alguna calamidad
que habia experimentado, posiblemente su intento hubiera
tenido un desenlace diferente.
“ Un ejemplo de las concepciones errdneas de diferentes au-

71
tores puede tomarse nuevamente de la obra citada de Schmitz
( Was ist—was kann—was nützt Hypnose), quien concluye co-
mo sigue:
“ ‘Vemos . . . en concordancia con experimentos clasicos,
que no es posible incitar directamente al asesinato, al robo’. . . .
“ Podemos objetar esta declaracion diciendo que hay asi
llamados experimentos ‘cläsicos’, los mäs esclarecedores de los
cuales ya hemo^ citado, que demuestran justamente lo con­
trario. Sin embargo es mäs importante refutar el concepto
cientificamente insostenible de que solo la falta de ‘ideas mo­
rales obstaculizantes en el inconsciente’ hace posible que se
induzca a un hombre a cometer un crimen bajo hipnosis. Que
nunca hay ideas morales en el inconsciente es algo que nece-
sita mencionarse sblo de paso; es uno de los principios bäsicos
que operan en psicologia profunda y no requiere ninguna
aclaracibn adicional. . . .
“No hay ninguna base para sostener que la debilidad moral
de un sujeto hipnotizado es una condicion para el abuso de
la hipnosis, y que habria podido ser inducido a cometer un
delito aun conscientemente. El peligro esta mds en el hecho
de que bajo la influencia de la hipnosis se evita la facultad
moral existente; al poner a un lado las barreras conscientes,
el sujeto puede ser inducido a actuar de una manera en la
que no actuaria conscientemente.
“El caso de Walter demuestra, sin embargo, que la influen­
cia hipnotica puede tener consecuencias mäs extensas que las
descriptas. Walter hizo que la Sra. E. llevara a cabo acciones
que evidentemente estaban en pugna con todo su ser. No
existe la minima evidencia para suponer que sus sugestiones
correspondian a sus impulsos originales o distaban algo de
ellos.
“En estas circunstancias nos vemos forzados a hacer frente
a la pregunta de cömo es posible que una persona mental-
mente sana se prestara para ser usada y explotada con propo-
sitos criminales tan contrarios a su personalidad mäs intima,
los cuales lleva a cabo como si ella fuera una extrana para si
misma. En respuesta a este interrogante, permitanme citar una
descripcion dada por la Sra. E. acerca de sus reacciones durante
la influencia hipnotica de Walter:

72
" ‘Ya no soy mas la misma persona que antes. Hay algo
diferente que me gobierna. No quiero hacer algo pero lo llevo
a cabo lo mismo, o bien quiero hacer algo y sin embargo hay
algo que me lo prohibe. Me sobrecogio una gran indiferencia,
y finalmente no pensaba en nada mäs fuera de hacer lo que
Walter deseaba. Si actuaba de este modo siempre me sentia
mäs comoda. Pero nunca estaba libre dentro de mi —siempre
habia algo que me oprimia. . . . No podia luchar contra estas ’
presiones. A fin de lograr reposo, preferia dormir. Despubs de
un tiempo, este estado terminaba, y la presibn se desvanecia
cuando obedecia las brdenes de la voz interior’ (17>
Todo esto, y mucho mäs que podria anadirse, documenta
el hecho de que, bajo el trance hipnbtico o por sugestion hip-
.nbtica, pueden realizarse actos delictuosos, crimenes o hechos
antisociales y peligrosos para el individuo. He ahi una de las
principales razones que hacen peligroso el empleo de la hip­
nosis como tratamiento.
Esta posicibn, basada en la experiencia y comprobada por
los hechos, es confirmada por otros numerosos autores. Por
ejemplo, Andres Salter advierte sobre los peligros morales del
hipnotismo en el siguiente pärrafo:
“Considerando la hipnosis unicamente en su aspecto de
condicionamiento, nos damos cuenta de que seria posible en-
sefiar a un individuo procederes antisociales involuntarios.
Concuerdo con Rowland, Wells y Brenman, quienes afirman
que, mediante procederes adecuados, sin que estos sean pre-
cisamente arteros, puede lograrse que las personas hipnotizadas
realicen actos antisociales, llegando hasta el extremo de danarse
a si mismas o danar a otros en forma criminal.
“Como resultado de la sugestion hipnbtica hubo personas
que robaron dinero, se precipitaron a levantar viboras de cas-
cabel y arrojaron äcido sulfürico al rostro de un hombre que,
ignorändolo el hipnotizado, estaba protegido por un vidrio
invisible. Estas investigaciones resultan reveladoras y las re-
comendamos a la consideracibn del lector. Expresändolo lisa
y llanamente, mediante la hipnosis es posible obligar a las
personas a cometer crimenes. Los que hablan de la necesidad
de que la sugestion hipnbtica concuerde con el 'cbdigo moral’
del individuo, debieran revisar sus conceptos’’. <18>

73
Conclusion
Por lo tanto, y en conclusion, el hipnotismo, desde el punto
de vista moral y social, comporta en el caso del operador, arro-
garse un derecho que no le pertenece, consumar una grave
violacidn de la personalidad humana. Para el paciente signi-
fica una peligrosa y perniciosa entrega de su voluntad y una
renuncia a su libertad y responsabilidad, lo cual nunca se hace
impunemente.
La comision compulsiva de crimenes y delitos y la ejecucion
de actos perjudiciales para el individuo, es tambien perfecta-
mente posible como resultado de la sugestion posthipnotica.
Pero aun cuando este no fuera el caso, y el hipnologo fuera
un individuo de moralidad intachable, la persona que accede
a que se la hipnotice se expone a que toda su vida futura
pueda quedar sometida a la voluntad y personalidad de su
hipnotizador, pudiendo verse en la necesidad de adoptar en
su vida normas de conducta, ideas y sentimientos que no le
pertenecen y no la benefician.
Para evitar todos esos graves peligros y problemas, y parti-
cularmente frente a la seguridad que tenemos de que existe
un recurso supremo de autentica curacion y bienestar, todo
hombre o mujer que no renuncie a sus nobles atributos hu-
manos, se abstendra de someterse al hipnotismo en cualquiera
de sus formas. Sin embargo hay aspectos atin mas graves y
especificos que abordaremos en el proximo capitulo.

(1) Hector Walfisch Spiteri, Tratado Hipnosis, citado por Spiteri, en


de Hipnosis Midica, päg. 427. Tratado de Hipnosis Medico, pägs.
(2) Id., päg. 326. 179, 180.
(3) Dr. Juan Marin, en una colabora- (12) Id., pägs. 182, 183.
cion para El Mcrcurio, de Santiago (13) Citado por Bernheim, y reproduci-
de Chile, del 2 de julio de 1960. do por Spiteri, en op. cit., pägs.
(4) Ibid. 183, 184.
(5) Spiteri, opus cit., pägs. 302-308. (14) Bernheim, en Spiteri, op. cit., pägs.
(6) D. M. Rawcliffe, Illusions and 184, 185.
Delusions of the Supernatural and (15) Id., päg. 185.
the Occult, päg. 47. (16) Diario La Razön, de Buenos Aires,
(7) Id., päg. 80. del 30 de agosto de 1960.
(8) Spiteri, op cit., päg. 254. (17) Heiz Hammershlag, Hypnotism and
(9) Id., päg. 406. Crime, cap. 7, pägs. 115-121.
(10) Rawcliffe. op. cit., päg. 80. (18) Andres Salter, What is Hypnosis,
(11) Bernheim, Fenomenologia de la pägs. 13, 14.

74
r5 EL HIPNOTISMO Y LA
Λ

RELIGION

i J

. IT'X IST E algiin conflicto entre el hipnotismo y la religidn?


Al margen de las consideraciones puramente £ticas y
humanas, ^puede una persona devota y religiosa participar en
el hipnotismo sin violentar su conciencia, o hay alguna obje-
cidn fundamental que hace que la hipnosis sea incompatible
con la religiön?
Naturalmente que cuando hablamos de la religidn, no nos
referimos a cualquier religion, sino a la religion por antono-
masia, la religiön fundada por Jesucristo, que es la autentica.
Ahora bien, esa religion se halla contenida en las Santas Escri-
turas, o sea en los libros sagrados de la Biblia. Por lo mismo,
ese libro maravilloso, no solo es la joya mas extraordinaria
de la literatura mundial, y ha sido alabado y ensalzado por
literatos, estadistas, filösofos y hombres de ciencia, sino que
su lectura ha sido recomendada por todas las ramas de la igle-
sia cristiana, porque esta considera a la Biblia como el docu-
■ mento fundamental del cristianismo.
Por ejemplo en la Enciclica Providentissimus Deus, de
Leon XIII, dada en 1893, leemos: “Nos, nos propusimos tam-
bien, desde hace mucho tiempo, reanimar y recomendar del
mismo modo este tan noble estudio de la Sagrada Escritura";
y algunos parrafos mas adelante explicaba la misma enciclica
que “la causa principal por qud este estudio nos parece tan
digno de toda recomendacion es, aparte de la excelencrttr de
tal ciencia y de la reverencia que debemos a la palabra de Dios,
la multiple utilidad que de ella nace, segiin lo atestigua cer-

75
tisimamente el Espiritu Santo cuando dice: ‘Toda la Escritura
divinamente inspirada es ütil para instruir, para razonar, para
conmover, para acomodarse a la justicia a fin de que el hom-
bre de Dios sea perfecto y pronto a toda buena obra’ W
De igual manera, las ramas jno catölicas del cristianismo
proclaman unänimemente su fe en las Santas Escrituras como
el libro que contiene la revelaciön de Dios, y como la norma
inspirada de su doctrina y su conducta.
El mismo Senor Jesus dio este admirable consejo: "Escu-
drinad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas
teneis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de
mi” . <2> Esta orden del gran Maestro jerarquiza a la Biblia
como el instrumento bäsico del cristianismo autentico.
Por lo tanto, para contestar la pregunta tan importante
que nos hemos formulado, de si el hipnotismo se halla en
conflicto con la fe cristiana, hemos de recurrir a la Biblia a
fin de conocer los principios y las normas de vida que ella
senala para el hombre, para el hijo de Dios. Hemos de escu-
drifiarla a fin de conocer el uso correcto de las facultades que
el Creador nos ha otorgado.

La jerarquta moral del hombre


En los pärrafos iniciales del Antiguo Testamento, que es
la primera parte de la Biblia, leemos la conocida expresidn:
“Dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme
a nuestra semejanza. . . . Y creö Dios al hombre a su imagen,
a imagen de Dios lo creo” . <3>
Esta declaraciön de las Escrituras, segtin la cual Dios formd
al hombre a su propia imagen, tiene una importancia funda­
mental para sentar las bases de la solucidn de nuestro proble-
ma, porque establece en forma categorica, inconfundible, la
jerarquia moral del hombre. En efecto, Adan y Eva llevaban
la imagen y los atributos morales de Dios mismo. Poseian
ciertas facultades especiales que no les fueron dadas a los de-
mäs seres de la creaciön, y que los distinguen de todos ellos,
para convertirlos en la gloriosa corona de la obra magnifica
del Creador.
Afirma el relato del Gdnesis: "Vio Dios todo lo que habia
hecho, y he aqui que era bueno en gran manera” . <4> Nuestros

76
"Dijo Dios: Hagamos al hombre a
nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza... Y creö Dios al hombre a
su imagen, a imagen de Dios lo creö".
(Gönesis 1: 26, 27).

77

t
primeros padres eran entonces perfectos fisica, mental y mo­
ralmente. La salud perfecta, la hermosura, la simetria, la in-
teligencia y la nobleza, eran algunas de sus notables caracte-
risticas psicofisicas. Y aun cuando poco despues de su creaciön
cedieron a las incitaciones al mal, y voluntariamente violaron
las leyes sabias e inmutables de Dios, fundamento necesario
del orden y bienestar, y aun cuando a travös de los siglos que
han transcurrido desde entonces se ha ido operando un pro-
ceso paulatino de decaimiento y degeneration fisica y moral,
todavia el hombre conserva las marcas distintivas de su origen
divino y de su perfecciön primigenia.

Nobles atributos divinos del ser humano


jCuäles son los atributos humanos que determinan la seme-
janza del hombre con Dios?
En primer lugar la conciencia, y la autoconsciencia. S01o
el hombre tiene conciencia de que existe, y a la vez es cons-
ciente de que tiene conciencia. Sabe quien es y para que existe.
Ademäs posee un drgano espiritual censor de su conducta y
orientador de sus acciones, que por consenso universal se
denomina tambien conciencia. Este le brinda su aprobacidn
cuando actiia bien y lo reprueba cuando procede mal. Ast se
dice de un hombre que tiene o no tiene tranquilidad de con­
ciencia.
Ademäs, posee el ser humano inteligencia y raciocinio,
capacidad para discriminar el bien y el mal, para pesar el pro
y el contra de las cosas. El ejercicio paciente de sus facultades
intelectuales le ha permitido ir acrecentando su acervo de co-
nocimientos, de tal manera que ha llegado a realizar las mäs
extraordinarias conquistas en el campo de la ciencia, del arte,
de la industria, y ha conseguido domefiar las fuerzas fantästicäs
del universo, utilizändolas en su beneficio, aunque lamenta-
blemente tambien en su perjuicio.
Tambien estä el hombre dotado de voluntad, la capacidad
de elegir, decidir, tomar resoluciones. Y junto con la voluntad
Dios le ha dado mecanismos especiales de inhibicidn para
ejercer dominio propio y resistir los deseos o impulsos que son
perjudiciales para si mismo y para los demäs. En este sentido
no sölo es un ente moral, sino tambiin es un ser libre. Porque

78
la voluntad que lo caracteriza comporta su condicion de agente
moral libre.
Todo esto es asi porque fue formado a la imagen de Dios.
Ahora bien, al implantar el Creador en la naturaleza fisica
y psiquica del hombre estos diversos atributos, lo convirtib
en un ser responsable de sus actos.
,;Que ocurre con este hombre, dotado de estas nobles facul-
tades, durante el estado de hipnosis?

Una subversion del plan de Dios


Como ya se ha visto, el trance hipnbtico se funda en un
estrechamiento o una anulacibn del campo de la conciencia
—segiin la profundidad del trance—, en una suspension mas o
menos completa del raciocinio individual, que queda reem-
plazado por el del hipnotizador, en una nulificacibn de su
voluntad, y por ende en la imposibilidad de tomar determina-
ciones en forma responsable, consciente e inteligente.
Todo esto se realiza merced a una renuncia voluntaria,
deliberada, que hace el hombre a su condicion de ser moral
libre y responsable, no solo durante la sesibn hipnbtica, sino
despues de la misma por las sugestiones posthipnbticas, lo cual
termina en el dominio de una mente por otra mente.
(iCbmo considera Dios esta renuncia que hace una de las
partes a su libertad y responsabilidad, y el avasallamiento de
la personalidad que realiza la otra parte?
No cabe duda de que esto constituye una subversibn del
plan divino, a la cual el hombre no tiene derecho. La pauta
del pensamiento del Creador la hallamos en la actitud que el
mismo asume frente al hombre. En efecto, cuando las Sagradas
Escrituras pintan con palabras sencillas el cuadro emocionante
de Cristo llamando a la puerta del corazbn para pedir acceso
al mismo, presentan al gran Maestro pronunciando estas pa­
labras: “ He aqui, yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oyere
mi voz, y abriere la puerta, entrare a bl, y cenare con el, y el
conmigo” . <*>
Tiene el Seflor en tan alta consideracibn la libertad hu-
mana, que en ningun momento fuerza la entrada a la vida
intima, sino que se detiene, respetuoso de la facultad que nos
ha otorgado, a la puerta del corazbn, esperando que el hombre

79
mismo le abra y le permita el acceso. De otra suerte, el huesped
divino se marcha. La religion de Jesus es una religiön de li-
bertad y de eleccion.
Si Dios mismo no viola la personalidad del ser que cred
a su imagen, mucho menos tiene derecho, ser humano alguno,
de avasallar la conciencia de un semejante.

"Guarda tu corazon"
Ademäs, hallamos en las Escrituras este gran principio mo­
ral normativo del ejercicio de los atributos del hombre: "Sobre
toda cosa guardada, guarda tu corazdn, porque de el mana la
vida” . El vocablo “corazon” es una expresidn generica y
simbolica que incluye todos los atributos humanos: las facul-
tades intelectivas (la inteligencia y el raciocinio); las facultades
afectivar. (las emociones y los sentimientos); las facultades voli-
tivas (la voluntad). A1 constituir todas ellas la psiquis humana
y reflejar la semejanza divina, vienen a ser la ciudadela de
la personalidad. Y nir.giin hombre puede renunciar, impu-
nemente para su salud y su bienestar presente y futuro, a la
soberania inviolable que le corresponde en el ämbito de esa
fortaleza que Dios le concedio para el gobierno de su propia
persona.
Si quisieramos explicar de otra manera lo que ocurre en
la intimidad del ser humano cuando entra en el estado de
hipnosis, diriamos que sencillamente se anula la conciencia o
el consciente, dejando en libertad tan sdlo el inconsciente. Y
como el consciente es la unica zona de la personalidad donde
se halla el organo censor y vigilante de la conducta y los pen-
samientos, las ordenes y sugestiones del operador van direc-
tamente al inconsciente sin pasar por el tamiz de la concien­
cia, y se convierten en pensamientos o acciones propias. Asi
es como se automatiza al ser humano haci£ndolo vulnerable
a cualquier intrusion ajena, no importa su naturaleza.
Es como si en una determinada ciudad se eliminara del
todo la institucidn policial, y se la dejara a merced de los
elementos maleantes, que podrian actuar impunemente sin
ser estorbados.
Elena G. de White, escritora ilustre que ha compuesto pägi-
nas de oro sobre este tema, encara el hipnotismo desde el punto

80
de vista cristiano en los siguientes pärrafos tan oportunos:
"Hay una forma de curaciön mental que es una de los
agentes mäs eficaces para el mal. Por medio de esta supuesta
ciencia, una mente se sujeta a la influencia directiva de otra,
de tal manera que la individualidad de la mäs dibil queda
sumergida en la de la mäs fuerte. Una persona pone en acciön
la voluntad de otra. Sostienese que asi el curso de los pensa-
mientos puede modificarse, que se pueden transmitir impulsos
saludables y que es posible capacitar a los pacientes para re-
sistir y vencer la enfermedad.
“Este metodo de curacidn ha sido empleado por personas
que desconocian su verdadera naturaleza y tendencia, y que
lo creian util al enfermo. Pero la asi llamada ciencia estä fun-
dada en principios falsos. Es ajena a la naturaleza y al espiritu
de Cristo. No conduce hacia Aquel que es vida y salvaciön.
El que atrae a las mentes hacia si las induce a separarse de la
verdadera fuente de su fuerza.
“No es propdsito de Dios que ser humano alguno someta
su mente y su voluntad al gobierno de otro «para llegar a ser
instrumento pasivo en sus manos. Nadie debe sumergir su
individualidad en la de otro. Nadie debe considerar a ser hu­
mano alguno como fuente de curacion. Sölo debe depender
de Dios. En su dignidad varonil, concedida por Dios, debe
dejarse dirigir por Dios mismo y no por entidad humana
alguna.
"Dios quiere poner a los hombres en relaciön directa con-
sigo mismo. En todo su trato con los seres humanos reconoce
el principio de la responsabilidad personal. Procura fomentar
el sentimiento de dependencia personal, y hacer sentir la ne-
cesidad de la direccidn personal. Desea asociar lo humano con
lo divino, para que los hombres se transformen a la imagen
divina. . . .
“De todos los errores aceptados entre los profesos cristianos,
ninguno constituye un engano mäs peligroso ni mäs eficaz para
apartar al hombre de Dios. Por muy inofensivo que parezca,
si se aplica a los pacientes tiende a destruirlos, y no a restau-
rarlos. .. .
“Temible es el poder que asi se da a los hombres y mujeres
mal intencionados. jCuäntas oportunidades proporciona a los

81
6
que viven explotando la flaqueza o las locuras ajenas! jCuän-
tos hay que, merced al dominio que ejercen sobre mentes debi­
les o enfermizas, encuentran medios para satisfacer sus pasio-
nes licenciosas o su avaricia!” O)
En resumen, pues, los principios del cristianismo, tal como
surgen de la Palabra de Dios y del trato del Creador con sus
criaturas, repudian la practica del hipnotismo, porque ella
comporta una renuncia, contraria al plan divino, a los nobles
atributos que hacen del hombre lo que es.
El hombre fue hecho por Dios libre y responsable de sus
actos, y no puede conferir esa responsabilidad a ninguna otra
persona, porque individualmente sera llamado a rendir cuenta
de su conducta.
Estä, ademäs, el hipnotismo en conflicto con la religidn
cristiana porque induce al paciente a depender enteramente
del hipnotizador. La personalidad de este no solo determina
una preponderante y peligrosa fijacidn afectiva, sino que des-
plaza de la mente del paciente a otras personas que deben
seguir ocupando su lugar en los sentimientos, y particular-
mente aparta la vista de .la figura sublime e incomparable de
Jesus, el Divino Maestro y el verdadero sanador del alma y
del cuerpo, el verdadero centro de una vida util y feliz.

(1) Coleccidn Completa de Enciclicas caciones Interamericanas, Mountain


Pontificias, preparada por las F a­ View, Estados Unidos, 1959.
cilitates de Filosofia y Teologia de ( * ) En todos los casos en que se citan,
San Miguel, Primer Tomo, pdg. en referencias documentales, palabras de
489, Buenos Aires, 1959. las Sagradas Escrituras, cuando despues
(2) Sagradas Escrituras, libro de S. de la referencia no aparece indicacidn
Juan 5:39, V. Valera. ( *) alguna, esto significa que se ha usado la
version Reina-Valera.
(3) Sagradas Escrituras, libro del Gene­ El primer numero, que figura a con-
sis 1:26, 27. tinuacion de la mencion del respectivo
(4) Id., 1:31. libro de la Biblia, senala el capitulo; el
(5) Apocalipsis 3:20. numero o numeros que van despues de
(6) Proverbios 4 :23. los dos puntos, designan los versiculos.
(7) Elena G. de White, El Ministerio Por ejemplo, S. Juan 5:39 significa: libro
de Curacidn, pigs. 185-187. Publi- de S. Juan, capitulo 5, versiculo 39.

82
Λ
I
β <;QUE FUERZAS ACTUAN EN
° LA HIPNOSIS?
l
OS GRANDES estudiosos de la hipnosis estän acordes en
senalar la ignorancia que existe en cuanto a la verdadera
naturaleza del estado hipnotico, la cual resulta ademäs refle-
jada eri la disparidad de la definiciones y explicaciones ofreci-
das por los autores especializados en la materia.
Quienes utilizan el hipnotismo, aunque se träte de profe-
sionales y hombres de ciencia, estan manejando evidentemente
fuerzas que desconocen.
No es posible explicar y probar cientificamente como y por
que ocurren los raros fcnomenos y los cambios misteriosos y
profundos que se producen en la mente y el cuerpo durante
el trance hipnötico.

Profundas modificaciones del mecanismo psicofisico


Como lo vimos en el segundo capitulo, estos pueden abar-
car desde un mero relajamiento muscular, pesadez de los par-
pados y leve embotamiento mental, hasta manifestaciones mu-
cho mas profundas y definidas, como: inconsciencia de todo
cuanto hay alrededor salvo la voz del operador, supresion de
la capacidad de juzgar, modificacidn de las funciones del sis-
tema nervioso y de los visceras, irregularidades sensitivas (que
van hasta la posibilidad de producir quemaduras con objetos
frios), anestesia parcial o total, superficial o piofunda, cambios
en el ritmo cardiaco y la presion arterial, catalepsia (rigidez
muscular), embotamiento psiquico, paralizacion motriz, ilu-

83
siones, alucinaciones, cambios en la composicibn de la sangre,
etc.
Mencionamos tambien las misteriosas sugestiones posthip-
nbticas, en virtud de las cuales, brdenes dadas por el hipnblogo
durante el trance, y sobre las cuales se extiende una amnesia
completa, se cumplen al pie de la letra horas, dias, meses o aun
aims despues, por ilbgicas o irracionales que sean.
Todas estas manifestaciones configuran situaciones que
modifican totalmente el normal comportamiento orgänico y
mental del hombre, y que parecen contrariar las leyes natu­
rales.
Por ejemplo, lo normal es que, para que se produzca una
quemadura de primero o segundo grado, haya un agente fisico
o quimico que la determine. Puede ser el calor, puede ser un
acido, etc. Pero esta ley parece quedar alterada en el hipno-
tismo, en el cual la mera sugestibn verbal determina no sdlo
el dolor de una quemadura, sino la aparicibn evidente de la
lesion propiamente dicha.
Por otra parte, lo normal es que, para que se produzca
anestesia local o general, o para que ocurra un estado de em-
botamiento mental o inconsciencia completa, sea necesario
administrar algun elemento quimico, por via respiratoria, in-
trarraquidea, endovenosa, intramuscular, oral o rectal. Podrä
no conocerse a fondo de que manera obra en la intimidad de
los tejidos, y cbmo afecta el sistema nervioso una determinada
droga. Pero por lo pronto se sabe que es esa droga, introducida
por alguna de las diferentes vias en el organismo, lo que de­
termina tales efectos bien especificos.
En cambio, ^que es lo que incide, en el caso de la hipnosis,
para producir todas las alteraciones ya mencionadas? He aqui
el aparente misterio.

Meras teortas indemostrables


^Qub medio se utiliza para hipnotizar a una persona? Fun-
damentalmente, la palabra. ,jPero cbmo puede la palabra, por
poderosa que sea, producir cambios tan extraordinarios?
Las diversas explicaciones dispares que existen al respecto
son meras teorias o hipbtesis indemostrables.
Hay autores que aseveran que la explicacibn de la hipnosis

84
radica en el poder de la sugestibn, pero al intentar explicar
que es la sugestiön y cdmo y por que actua, se ven en la nece-
sidad de reconocer que es un terreno desconocido. Por lo
tanto, no se gana mucho con cambiar de vocablo para designar
a un conjunto de fenbmenos que aparecen en el individuo
sometido a la hipnosis, y que no hay forma de explicar.
Reiteramos, pues, la afirmacibn de que los hipnblogos pro-
ceden en forma empirica, manejando fuerzas misteriosas que
desconocen. Mas aun, son usados ellos mismos como instru-
mentos inconscientes de esas potencias de caräcter extrahu-
mano.
Cuän sabia es, entonces, la advertencia ya mencionada del
Dr. Harold Rossen, presidente de la Comisibn de Hipnosis de
la Asociacibn Mbdica Americana, de que todo mbdico que
juega con el hipnotismo estä jugando con dinamita, adverten­
cia abonada por su propia experiencia profesional, pues expli­
ca que en los Ultimos siete anos ha sido llamado a atender
psiquiatricamente a un termino medio de tres hipnotizadores
cada mes, y que en el mismo lapso debio internar en estable-
cimientos de alienados a ocho de los mäs distinguidos hipnb-
logos de los Estados Unidos.
Debe hacernos pensar seriamente el que una actividad o
tecnica que se considera de valor terapeutico determine tales
resultados, precisamente en aquellos que la utilizah para pro-
ducir sus supuestos beneficios en los demäs.

El planteo del problema


Pese, sin embargo, al aparente misterio que envuelve las
tecnicas hipnbticas y los resultados de las mismas, estamos en
situaciön de investigar sus origenes y por lo tanto su verdadera
naturaleza.
Pero como la dilucidacion de este interrogante implica la
necesidad de extendernos primeramente en otras consideracio-
nes que corresponden a algunos de los capitulos siguientes,
dejamos planteado el problema de cuäles son las fuerzas que
actuan en la hipnosis, y diferimos su solucion para un poco
mäs adelante en el desarrollo de nuestra obra.

86
SEGUNDA PARTE:
ESPIRITISMO, OCULTISMO
Y PARAPSICOLOGIA
r7 LA DORADA PROMESA DEL
\

ESPIRITISMO
l _____________________________________________)

DESDE iniciacidn a mediados del siglo pasado, la fase


su

moderna de la evolucion del espiritismo ha registrado


hasta nuestros dias un crecimiento notable, y su äuge esta co-
brando hoy contornos espectaculares. La razdn de esta popu-
laridad la hallamos en la dorada promesa que formula el espi­
ritismo de resolver uno de los misterios mas apasionantes que
intrigan la mente del hombre: el misterio de la muerte.
No sdlo ofrece la dilucidacion del gran interrogante de cuäl
es la condicidn del hombre despues de la muerte, sino que les
promete a los vivos hacerles cruzar la aparentemente vedada
frontera entre dos mundos, para ponerlos en comunicacidn
con el reino de los muertos.
Por otro lado, como parte integrante de sus actividades,
figuran las escenas de sanamiento fisico, lo cual toca otra fibra
muy sensible del corazon humano, siempre ävido de satisfacer
su anhelo de salud y felicidad.
Los capitulos de esta segunda parte de la obra no sdlo se
dedicarän a analizar la validez de la doctrina del espiritismo,
asi como de sus interesantes fenomenos, sino tambien a deter-

89
minar si en verdad es capaz de cumplir su promesa, y a estu-
diar el intrigante asunto del espiritu y el alma, en su relacion
con el cuerpo. Tambien analizaran el apasionante asunto de
la parapsicologia.
Los misteriosos golpes de Hydesville
Corria el mes de marzo de 1848 cuando, en el apacible
pueblo de Hydesville, estado de Nueva York, en los Estados
Unidos, la familia de Juan D. Fox, que ademäs de los padres
se componia de dos hijas, Margarita de quince anos, y Cata­
lina de doce, comenzo a ser perturbada durante las noches por
ruidos misteriosos cuyo origen se ignoraba.
Lo peor era que, desde el propio comienzo, los ruidos pare-
cian revelar inteligencia. Despues que los moradores de la
casa agotaron los esfuerzos por explicar la procedencia de esos
golpes, resolvieron llamar a varios de su vecinos, algunos vigo-
rosamente escepticos, para que fueran testigos presenciales.
Pero ninguno pudo ofrecer una explication satisfactoria.
Algo interesante era que los golpes daban las edades de los
presentes, el numero de hijos de cada persona, y una Serie de
datos por el estilo. Por fin, el supuesto autor misterioso de
los golpes, que para entonces ya se comunicaba en forma inte-
ligente con las dos ninas mediante un codigo especial, mani­
festo ser el espiritu de un hombre de 31 anos de edad, cuyas
iniciales eran C. R., que habia sido asesinado en esa casa hacla
cinco anos, dejando una familia de tres ninas y dos muchachos,
y que su cuerpo habia sido enterrado en el sdtano.
Durante los dias siguientes la familia Fox se dedico a hacer
excavaciones en el lugar indicado, y aun cuando de primera
intention no se halld otra cosa que agua, cuando algunos me-
ses mas tarde se reanudo el trabajo, como a un metro de pro-
fundidad en el sotano se hallaron dientes, huesos y cabello
pertenecientes a un hombre.
Como era de esperarse, estos sucesos produjeron verdadera
sensation, y su noticia cruzo el pais de un extremo a otro en
poco tiempo. A esto se unia la circunstancia de que las dos
ninas, que al principio tanto se asustaran de los golpes, habian
aprendido a comunicarse perfectamente con la fuente miste-
riosa de los mismos, convirtiendose en mediums.

90
Cuando poco tiempo despues Margarita Fox fue a vivir
con una hermana casada en Rochester, Nueva York, y Catalina
visito otra localidad vecina, en ambos lugares empezaron de
inmediato a producirse golpes de la misma naturaleza en las
respectivas casas. Numerosas personas, que concurrian a ob-
servar, comenzaron a practicar maniobras similares, para des-
cubrir que tambien ellas poseian la facultad medianimica. En
los proximos dos o tres arios, el ejercicio de esta practica se
difundio, como si se tratara de una epidemia, por todos los
estados del Este.
Estos son los sucesos que habitualmente se consideran el
comienzo del espiritismo moderno. Si bien ha habido mucha
discusion en cuanto a si esos golpes procedian autenticamente
de una fuente supranormal y extrahumana o si eran el fruto
de algün fraude, indudablemente ha prevalecido la primera
posiciön, en razon de que no se ha podido descubrir ningün
origen conocido ni triquinuela alguna que explicara su pro-
duccion. Ademäs, muchas de las respuestas que se recibian
por medio de los golpes eran totalmente desconocidas para
las mediums.
Por otra parte, la teoria del origen sobrenatural de los
golpes ha sido establecida por investigadores tales como Sir
Guillermo Barrett, Sir Guillermo Crookes (celebre fisico, des-
cubridor de los rayos catbdicos), el Dr. Jose Maxwell y otros,
que realizaron experiencias concienzudamente practicadas.

Dijusion extraordinaria del espiritismo


Hechos de una naturaleza similar se manifestaron poco
despues en otros lugares. Por ejemplo en la ciudad de Strat­
ford, estado de Connecticut, precisamente en la casa de un
pastor presbiteriano, el Dr. Phelps, comenzaron a ocurrir en
1850 una Serie de perturbaciones que parecian inexplicables.
Muchos objetos eran arrojados del lugar donde se hallaban,
las ventanas eran rotas, se oian golpes que contestaban en
forma inteligente a preguntas, y se producian otros hechos
similares.
Algunos testigos oculares de estos sucesos dejaron relatos
hechos de primera mano. Por ejemplo, un tal Sr. Beach vio
cdmo se movia una caja de fosforos y cdmo los fösforos salta-

91
ban de la misma hacia el exterior, sin causa visible. Debido
a que se trataba de una persona esceptica, no admitio la exis-
tencia de espiritus, antes supuso que “existe en la naturaleza
un elemento hasta ahora desconocido para el mundo cienti-
fico” . <2) Los trastornos continuaron durante unos ochos me-
ses sin que pudiera descubrirseles causa natural alguna.
Una de las personas que mas resultaron impresionadas por
estos primeros sucesos del espiritismo moderno fue Juan Worth
Edmunds, que antes habia sido senador y mas tarde fue juez
de la Corte Suprema del estado. Este personaje quedd conven-
cido por los golpes de Rochester, pues le contestaban pregun-
tas que el formulaba. A1 hacer las investigaciones del caso,
llevo consigo a un electrotecnico para cerciorarse de que no
se trataba de algiin fendmeno de electricidad. Mas tarde, su
propif hija Laura desarrolld la facultad de la clarividencia y
la mediumnidad. Por tal motivo, esta sefiorita habld idiomas
extranjeros que normalmente desconocia, y solia describir a
espiritus, algunos de Jos cuales, aunque le resultaban descono-
cidos a ella, eran reconocidos por algunos de los presentes
como amigos fallecidos. Este hombre publicd una obra en dos
voluminosos tomos sobre el espiritismo, en los afios 1853 a
1855.
Pero no fue sdlo en los Estados Unidos donde el espiritismo
se abrid paso y conquistd inmumerables adeptos, sino que tam-
bien esto ocurrid en Inglaterra. Particularmente con la llegada
a ese pais de dos mediums en 1852 —las Sras. de Hayden y de
Roberts— comenzd tambien en las Isias Britänicas la historia
de los golpes y los movimientos de mesa que indicaban letras
del alfabeto para la formacidn de mensajes definidos.
Largo seria multiplicar nombres y sucesos en este desarrollo
del espiritismo, que ya para fines del siglo se cultivaba por
todos los ambitos del nuevo mundo asi como en la vieja
Europa.
Las estadisticas nos dicen que en 1892 habia ya en los Esta­
dos Unidos nada menos que 11.000.000 de adherentes del espi­
ritismo, que albergaban la esperanza de comunicarse con los
espiritus de los muertos y de resolver sus problemas relativos
a la vida de ultratumba. En 1912 existian 10.000 m6diums y
un gran niimero de propagandistas de la doctrina espiritista.

92
Desde cuando data el espiritismo
Aun cuando 1848 senala el comienzo de su etapa moderna,
no cabe duda de que la verdadera historia del espiritismo es
tan antigua como la humanidad. “Constituye un hecho que
invariablemente se descuenta por parte de los propios inves-
tigadores psiquicos —dice Rawcliffe— que la investigacidn psi-
quica, o parapsicologia, tiene su genesis en los mitos, el fol­
klore, la magia y el misticismo de la precivilizacion. . . La
diferencia entre ciertas präcticas de la brujerxa medieval y los
experimentos de la ‘psicoquinesis’ realizada dentro de los re-
cintos universitarios en Carolina del Norte, es mayormente
de grado.
“Existe, en breve, una continuidad historica ininterrum-
pida observable entre las supersticiones del ocultismo de los
tiempos pasados y el ocultismo mas sofisticado que florece en
el tiempo actual bajo los titulos eufemisticos de investigacion
psiquica, metapsiquica y parapsicologia” . (3)
En los primeros libros del Antiguo Testamento, escritos
por Moises, se mencionan toda una Serie de personages que
cultivaban artes de magia, encantamiento, astrologia, o que
tenian espiritu pitonico. Por ejemplo en Deuteronomio, quin-
to libro de Moises, se nombran especificamente los que hacian
pasar a sus hijos por el fuego, los practicantes de adivinaciones,
los agoreros, los sortilegos, los hechiceros, los que fraguaban
encantamientos, los que preguntaban a piton, los mägicos o
magos, y particularmente los que consultaban a los muertos.
Y expresiones similares se reiteran a traves de todo el texto
de los libros de la Biblia.
Allan Kardec, una de las grandes cabezas del espiritismo,
reconoce esta continuidad y esta evidente relacidn entre las
formas antiguas del espiritismo —que por otra parte continiian
practicändose en algunos sectores del mundo—, con las formas
modernas de nuestra epoca.
“Se acusa al espiritismo de parentesco con la magia y la
hechiceria —dice Kardec—; pero se olvida que la astronomia
tiene por primogenitai4*) la astrologia judicial que no estä bien
lejos de nosotros; que la quimica es hija de la alquim ia.. . .
“Del mismo modo debe considerarse el espiritismo, respecto

93
de la magia y la hechiceria; tambien se apoyaban estas en la
manifestation de los espiritus, como la astrologia en el movi-
iniento de los astros; pero en la ignorancia de las leyes que
rigen el mundo espiritual, mezclaban aquellas, en esas relacio-
nes, präcticas y creencias ridiculas, de las que el espiritismo
moderno, fruto de la experiencia y de la observation, ha dado
buena cuenta” . (*)
Y afirma ademäs: “El espiritismo no es, pues, de creation
moderna ni mucho menos; todo prueba que los antiguos lo
conocian tan bien o quizä mejor que nosotros, con la unica
diferencia de que se ensenaba mediante ciertas precauciones
misteriosas que lo hacian inaccesible al vulgo” .
La verdad es que el espiritismo ha ido evolucionando nota-
blemente en sus formas, y acomodando la manera especifica
de su cultivo al ambiente, a la modalidad de la gente y a su
cultura. Aun hoy en dia hay un espiritismo vulgar, que en
parte se mezcla con creencias y prdcticas supersticiosas, y un
espiritismo culto, que atrae a personas de mds alto nivel inte-
lectual. Y hasta hay un tipo de espiritismo universitario, al
cual nos referiremos mas tarde.
Sin embargo en las diferentes formas de espiritismo hay
un elemento connin: la creencia de que los espiritus de los
muertos viven e influyen en los humanos y se comunican con
eilos.
En una determination sintetica de la doctrina bdsica del
espiritismo, dice Allan Kardec: “El espiritismo estd fundado
en la existencia de un mundo invisible formado de seres incor-
poreos que pueblan el espacio, y que no son otra cosa que las
almas de los que han vivido en la tierra o en otros globos,
donde han dejado su envoltura material. Estos son los seres
que denominamos con el nombre de espiritus; nos rodean sin
cesar y ejercen sobre los hombres, a pesar de estos, gran in-
fluencia”. (7>
En las päginas siguientes nos proponemos estudiar si en
realidad existe ese mundo invisible formado por seres incor-
poreos. Ademäs, si se obtiene verdadero beneficio de la comu-
nicacion con los mismos. Y por supuesto, en el caso de existir,
quienes son esos espiritus.
Todos estos son asuntos de tan apasionante interes, y tan

94
No cabe duda de que el espiritismo
cada dia consigue mas adeptos en todo
el mundo. Su äuge estä alcanzando
cotas verdaderamente espectacula-
res. La razon de esta popularidad, que
crece sin cesar, la hallamos en la
dorada promesa que formula de
resolver uno de los misterios mäs
apasionantes que intrigan la mente
del hombre: la muerte.

95
intimamente vinculados estan a nuestra experiencia vital y a
nuestra felicidad, que bien vale la pena meditarlos y analizar-
los, utilizando los mejores elementos de juicio que poseamos.
La incertidumbre y el misterio crean confusidn, temores y an-
gustias. En tanto que el conocimiento seguro relativo a estos
problemas proporciona certidumbre, estabilidad y satisfaccidn.

(1) Un relato completo de estos im· (3) Rawcliffe, Illusions and Delusions,
presionantes sucesos (con docu- päg. 14.
mentos de testigos) puede hallarse (4) Deuteronomio 18:10-12.
en E. W. Capron, Modern Spiri­ (4a) Evidentemente es un lapsus en la
tualism: Its Facts and Fanaticisms traduccion. Debiera decir “ antece-
(Espiritismo Moderno: sus Hechos sora” .
y Fanatismos), pägs. 33.-56. Boston, (5) Allan Kardec, Revelaciön Espiri-
1855. \tista, pägs. 19, 20. Buenos Aires.
(6) Id., jQ u i es el EspiritismoT, pÄg.
(2) Podmore, M odern S p ir itu a lis m , 35. Buenos Aires, 1957.
päg. 197. (7) Id., pdg. 64.

96
r8 LOS FENOMENOS DEL
ESPIRITISMO ANTE LA
A

INVESTIGACION CIENTIFICA
l J

UNOproduccion
de los aspectos mäs llamativos del espiritismo es la
de hechos misteriosos, de la mäs diversa espe-
cie, de un orden aparentemente supranormal, que parecen
escapar a las leyes naturales conocidas. Tales, por ejemplo,
los que ocurren en la penumbra de una cämara de sesiones,
con intervencion de un medium: actos de levitaciön de objetos
o ruerpos, es decir, su elevacion en el espacio sin intervenciön
humana; fenomenos de telequinesia: objetos o muebles que
cambian de lugar, o que son extraidos de la habitaciön con
sus puertas hermeticamente cerradas; mensajes escritos por la
mano del medium con la propia letra del ser difunto del cual
pretenden provenir; instrumentos de miisica existentes o inexis­
tentes, häbilmente tocados por manos invisibles; voces de per­
sonas fallecidas que se oyen con toda nitidez; apariciön de
‘fantasmas’ o materializaciones de espiritus, que reproducen

97
con exactitud maravillosa las facciones de un ser fallecido;
revelacidn de secretos de la vida del muerto, totalmente des-
conocidos para el medium, pero conocidos para algtin pariente
cercano presente; ruidos misteriosos de cadenas que se arras-
tran; golpes inteligentes que traducen mensajes; mesas que se
mueven; manifestaciones ruidosas y desordenadas que hacen
inhabitable una casa, etc., etc.

La autenticidad de los fenomenos


^Son realmente autenticos estos fendmenos o se deben a
fraudes?
Este es un problema previo y fundamental, que ha susci-
tado mucha discusidn y un gran caudal de investigacidn cien-
tifica realizada por personas ajenas a la doctrina espiritista,
y hasta por escepticos e incrddulos.
No hay duda de que los trabajos realizados dejan un gran
saldo de fraudes y de trampas. Sin embargo existe una canti-
dad impresionante de fenomenos producidos por el espiritismo
en sus diversas y variadas manifestaciones, que han resistido
todas las pruebas, y han debido ser catalogados por eminentes
hombres de ciencia como manifestaciones reales y autenticas
de hechos anormales o supranormales, de un caräcter sobre-
natural.
Desde los propios origenes del espiritismo moderno, a me-
diados del siglo pasado, hombres de ciencia probos y cautos
han dedicado tiempo y esfuerzo a investigar estos fendmenos
con absoluta imparcialidad y hasta con gran escepticismo.

Las primeras investigaciones cientificas


Por ejemplo en 1869 —para comenzar con algunas de las
primeras experiencias— la Sociedad Dialectica de Londres de-
signd a una comision de mäs de cuarenta personas, entre las
cuales habia"hombres de ciencia y medicos legistas, para que
investigaran los fenomenos que, segiin se aseveraba, eran “ma­
nifestaciones espirituales” .
La comision en pleno o diversas subcomisiones de la misma
realizaron una meritoria labor investigativa de primera mano.
A1 principio, las cuatro quintas partes de las diversas subco­
misiones eran “ totalmente escepticas en cuanfo a la realidad

98
de los fenomenos sosten'idos, creyendo firmemente que eran
resultado de impostura o de engaüos, o de accion muscular
involuntaria” . Pero luego ocurrio una notable transformacion
en el veredicto: “Fue solo por evidencias irresistibles —dice el
informe—, bajo condiciones que impiden la posibilidad de
cualquiera de estas soluciones, y despues de pruebas y expe-
riencias muchas veces repetidas, coino las mas escepticas de
vuestras subcomisiones, llegaron a convencerse lentamente y
a desgano de que los fenomenos exhibidos en el curso de sus
prolongadas investigaciones, eran hechos veridicos” . d)
Aun cuando en las investigaciones de esta comision diver-
sos miembros describieron su propia experiencia personal, la
del Dr. H. D. Jencken, abogado, ofrece particular interes. Este
personaje ya habia tenido ocasion de “observar en su propio
domicilio la levitacion de una mesa y un piano de tamano
regular, sin que ninguna mano tocara los muebles; tambien
habia observado un acordeon mantenido en el espacio durante
diez o veinte minutos, sostenido y tocado por un agente invi­
sible. Habia visto tambien el manejo de carbones encendidos,
levitaciones y alargamiento de objetos; ademas manos de espi-
ritus que se disolvian lentamente mientras las tomaba, y mu­
chas otras cosas, mayormente valiendose de la mediumnidad
de D. D. Home” .
Otro de los miembros que ofrecieron un notable testimonio
fue Cromwell F. Valery, bien conocido electronico. Siendo
su propia esposa medium, en cierta ocasion predijo ella la
aparicion de tres tilceras en su pecho. Para cada una se sefia-
laba dia y hora. Lo predicho ocurrio con absoluta exactitud
unas tres semanas despues de anunciado. Tambien se habian
prescripto los tratamientos para sanar las mencionadas ulceras,
los cuales surtieron el efecto anticipado.
Aun cuando en los trabajos de la Comision de la Sociedad
Dialectica de Londres abundaban las personas dispuestas a
presentar un testimonio positivo de lo que habian observado
y oido, no se podia lograr que los escepticos aparecieran ante
la Comision para expresar un testimonio negativo ante aboga-
dos, medicos y hombres de ciencia, y para ser interrogados
con libertad por ellos.
Tal vez uno de los informes que mäs llama la atenciön

99
es el relativo a fenömenos de “materializacibn de espiritus” .
Este hecho, evidentemente, afios aträs ya habia sido observado
en los Estados Unidos en algunas sesiones en que actuaban las
ninas Fox. Tambien se habian tenido noticias de diversos
casos en relacion con Home y otros.
Sir Guillermo Crookes, celebre fisico y quimico (1832-
1910), dejo documentados algunos de estos hechos observados
directamente por el, despues de tomar todas las precauciones
en que puede pensar un hombre de ciencia. Las reuniones
del caso se realizaron a menudo en su propia casa, usando a
la Srta. Florence Cook conto medium. En una de eilas apa-
recio la forma de Katie King, ataviada con brillante vestido
bianco y con cabello rubio dorado. La medium se hallaba
vestida de negro y su cabello era oscuro, de manera que no
habia forma de confundir a ambas personas. Ademäs, las pul-
saciones eran diferentes. Por otra parte, la medium llevaba
aros, y Katie no los usaba. Tambien Katie era mucho mäs
alta que la medium. No podia tratarse de una alucinacibn,
porque la aparicion fue fotografiada mas de cuarenta veces.

Interesantes trabajos de la Asociacion de


Investigaciones Psiquicas de Londres
Hacia fines del siglo pasado surgib en los circulos cienti-
ficos de Londres otro esfuerzo metbdico y bien realizado para
investigar los fenomenos supranormales que iba produciendo
el espiritismo, en su räpida difusibn.
El profesor Guillermo Barrett, quien ya habia realizado
personalmente algunas experiehcias, y habia llamado la aten-
cibn de la Asociacion Britänica para el Progreso de la Ciencia
sobre fenomenos de hipnotismo y telepatia, despues de realizar
varias consultas, patrocinb la fundacion de la Asociacion de
Investigaciones Psiquicas, cuya presidencia se encomendo al
profesor Enrique Sidgwick.
Los obietivos de la misma debian ser, segiin sus propios
estatutos, los siguientes:
“ 1. Un examen de la naturaleza y extension de cualquier
influencia que pueda ser ejercida por una mente sobre otra,
de diversa manera que por los medios sensoriales conocidos.
“2. El estudio del hipnotismo y el mesmerismo, y una

100
investigation del pretendido fenomeno de la clarividencia.
“3. Una investigacidn cuidadosa de cualesquiera informes,
que descansaran en testimonios suficientemente fuertes y no
demasiado remotos, sobre apariciones coincidentes con algiin
acontecimiento externo (como por ejemplo una muerte), o que
dieran datos previamente desconocidos para la persona re-
ceptora de los mismos, o que hubieran sido verificados por dos
o tres personas en forma independiente.
“4. Una investigation de diversos fenomenos aparentemen-
te inexplicables por las leyes naturales conocidas, y comtin-
mente adjudicados por los espiritistas a inteligencias extra-
humanas.
“5. La recoleccion y eolation del material existente sobre
la historia de estos temas”. (*)
La entidad, que obtuvo su personeria juridica en 1895, fue
fundada en 1882, y no podia tener propositos mas seriös ni
estar constituida por personas mas capaces e imparciales; por
lo mismo ha tratado de ser cientifica, y de seguir los hechos,
cualquiera fuera el lugar adonde estos condujeran. Existia
para la investigation, y no para la propaganda.
Durante los primeros anos de su existencia, las actuaciones
de la Asociacion Britänica de Investigaciones Psiquicas tuvie-
ron que ver mayormente con discusiones y experimentos sobre
hipnotismo y telepatia. Habia sin embargo relatos de algunas
pocas apariciones, casas “habitadas”, premonition, escritura
automätica, etc.
Pero donde esta Asociacion realiza realmente el comienzo
de sus investigaciones mas profundas sobre los fendmenos espi­
ritistas, es con el caso de una medium llamada Sra. Piper.
Ya esta medium habia sido analizada por el celebre psied-
logo norteamericano, Prof. William James, de la Universidad
de Harvard. Los resultados de las reuniones que James tuvo
con la Sra. Piper lo convencieron de que tenia facultades su­
pranormales. Asi por lo menos consta en las Actas de la Aso­
ciacion. <5> La inteligencia que controlaba a la medium, que
afirmaba ser el espiritu de un medico frances llamado Phinuit,
reveld poseer un sorprendente ciimulo de conocimiento rela-
tivo a los extintos parientes de los presentes, a los cuales pre-
tendia poder buscar "al otro lado” .

101
La ciencia con sus potentisimos radio- El mayor radiotelescopio giratorio del m undo en el
Eifel (Alemania).
telescopios conoce cada dia mejor el (Fotografia cedida por cortesia de la Embajada de la
espacio intersideral, pero no tiene Repijblica Federal de Alemania.)
explicaciones satisfactorias para los
llamadQs fenomenos paranormalas.

102
Estos conocimientos sobrepasaban en forma evidente lo
que la medium podia haber adquirido por los medios normales.
El profesor James, aunque nunca llego a militar abierta-
mente en el espiritismo o a aceptar sus doctrinas, escribid sobre
sus experiencias con la Sra. Piper lo siguiente:
“En los trances de esta medium no puedo resistir la con-
viccidn de que aparece un conocimiento que ella nunca ha
obtenido por el uso normal y vigil de sus ojos, oidos o ingenio.
Cuäl pueda ser la fuente de este conocimiento no lo se, y
tampoco tengo siquiera una vislumbre de sugerencia explica-
tiva que hacer; sin embargo no puedo escapar a la admision
de que tal conocimiento es un hecho” .<6)
Lo cierto es que en 1887 la Sra. de Piper se coloco bajo la
supervisidn del Dr. Ricardo Hodgson. En el invierno de
1889-90 fue a Inglaterra, e intervino en sesiones en Liverpool,
Cambridge y Londres, en las que participd, entre otros sabios,
Sir Oliverio Lodge, fisico y fiildsofo inglds fallecido en 1940.
La mayor parte de los investigadores arribaron a conclusio-
nes parecidas a las del Prof. James.
Por ejemplo F. W. H. Myers, a quien le tocaba redactar
los informes para la publicacion, escribiö: "El Prof. Lodge,
el Sr. Leaf y yo mismo, que estamos preparando estos relatos
para la publicacidn, no tenemos ninguna teoria que queremos
imponer al lector. Como se verä, sobre ciertos puntos externos
o preliminares, no solo nosotros tres, sino todos los que han
tenido una adecuada oportunidad de juzgar las cosas, nos ha-
llamos decididamente de acuerdo” .
Observese sin embargo cdmo en la parte interpretativa ya
no habia opinidn uniforme, pues sigue diciendo: “ Pero sobre
la cuestidn mäs delicada e interesante relativa al origen del
cual proceden las aseveraciones presentadas en el trance, no
podemos unirnos en ningun punto de vista absoluto. Con-
cordamos solo en sostener que lo que expresd la medium revela
que el conocimiento ha sido adquirido por alguna inteligencia
en alguna forma supranormal”.<7>
Extraordinarius experiencias del Dr. Pablo Gibier
Uno de los miembros destacados de la Asociacidn de In-
vestigaciones Psiquicas de Londres, el Dr. Pablo Gibier,

103
alumno y continuador de Pasteur, investigador y hombre de
laboratorio, interno de los hospitales de Paris y mäs tarde
Director del Instituto Bacterioldgico Pasteur de Nueva York,
miembro a la vez de la Academia de Ciencias de Nueva York,
escribid un trabajo titulado Materializaciones de Fantasmas,
en que relata el resultado de sus apasionantes investigaciones
hechas con el concurso de una medium, cuyo seuddnimo era
Sra. Salmon.
Seria demasiado largo y no cabria en los limites de esta
obra, reproducir in extenso una buena parte de esas expe-
riencias, pero como eilas estan al alcance de cualquiera, nos
contentaremos con solo citar entre comillas o resumir lo mäs
destacado de los relatos que hace el autor en la obra mencio-
nada mäs arriba.
Reconoce el Dr. Gibier la propensidn de muchos mediums
a simular o realizar fraudes, por lo cual habla de la “conse-
cuente necesidad de hallarse alerta todo el tiempo de la
sesion. Si alguien llega a decirnos —afirma έ\— que tiene
pruebas positivas de que un verdadero medium ha sido sor-
prendido con las manos en la masa, no quedaremos muy
extranados: ello probaria, simplemente, que ha deseado hacer
mäs räpido lo que puede obtener normalmente y que ha fa-
llado, adulterando, en consecuencia, su produccidn, y ello
es todo. Toca a los experimentadores adoptar sus precau-
ciones” .(8l
En las experiencias realizadas por el Dr. Gibier con la Sra.
Salmon, se valid de una jaula completada por un gabinete de
tapices, y de un gabinete especial sin jaula, y explica con lujo
de detalles la construccion de la jaula f-on enrejado metälico
y armazones de madera recubiertos p^i el enrejado.
Describe este investigador “fendmenos de materializaciones
observados fuera del gabinete, con el medium encerrado bajo
Have” . En una sesion, por ejemplo, ‘‘voces distintas unas de
otras se escuchan, no en la caja propiamente hablando, sino
desde el gabinete situado a su costado; primeramente es una
voz de jovencita que nos desea las buenas tardes; la voz es
seria y jocosa por momentos. Se trata de uno de los 'con-
troles’ o ‘guias’ del medium que dice llamarse Maudy” . Luego,
"a grandes intervalos, manos blancas y finas . . . se deslizan

104
desde lo alto del gabinete hasta aproximadamente la parte
media.
“ Un brazo y una mano desnudos y otra mano se muestran
en muchos intervalos y, al mismo tiempo, en los dos extre-
raos de la caja gabinete, hacia dos metros de distancia de
nosotros.

Apariciones sorprendentes de cuerpo entero


“ Una forma femenina vestida de bianco, que tiene una
altura por lo menos de mäs de 16 centimetres de diferencia
a su favor respecto a la medium, separa las cortinas del gabi­
nete, a la derecha de la jaula, y sale avanzando delante de las
cortinas. . . .
“Otra forma femenina de talla menos elevada, llevando
una corona y una cintura luminosa, sale bruscamente de
entre las cortinas, sin hacer el menor ruido” .
Aparece entonces un hombre de talla superior a la me­
diana. Mas tarde surge la forma de un nino. Cuando des-
aparece esta vision, sale una voz de la jaula que indica que
se trata de una criatura de algunos meses que ha fallecido
recientemente.
“Elian [uno de los controles] aparece entre los cortina-
dos. . . Me acerco a el, y tomo, con mi mano derecha —dice el
Dr. Gibier— su mano derecha; estrecho esa mano y me devuel-
ve el apretdn. La mano que estrecho es tibia, larga, firme, un
poco huesuda; sin duda una mano de obrere, mano trabaja-
jadora, mientras que la mano del medium es bastante mäs
pequena, blanda y grasosa”.
“ Muchas otras apariciones se muestran todavia; entre ellas
una mujer que expresa haber perdido la vida en un recientc
naufragio y viene presentändose con su vestimenta totalmente
mojada; algunos de los presentes, que la tocamos, quedamos
con las manos mojadas” .
Otra aparicidn “con la una de su dedo indice rasga las
cuerdas teniendo la guitarra con su brazo extendido durante
quince o veinte segundos, y luego desaparece llevando la
guitarra al gabinete o luego de haberla dejado a la en-
trada” d9>

10 5
El pasaje de un medium a traves de una puerta
cerrada
En otra experiencia explica el Dr. Gibier el “pasaje del
medium a traves de la puerta de la jaula”, por supuesto ce­
rrada. Despues de dos horas de sesiön, la voz del control orde-
na venir a buscar a la Sra. Salmon que estä agotada. Esta se
halla en el interior de la jaula, hermeticamente cerrada, y con
la Have colocada en el bolsillo del medico. Cuando este se
adelanto para abrir la puerta, una mano lo rechazo firme-
mente. Instantes despues, relata el experimentador, "veo la
cortina inflarse como bajo la presion de un cuerpo voluminoso.
Agarre la masa que se presentaba delante de nosotros y quede
sorprendidc al sentir que tenia entre mis brazos a una mujer
desvanecida” . Era la Sra. Salmon, que fue atendida por las
damas presentes, mientras los demäs comprobaban que la
jaula permanecia hermeticamente cerrada. Las cortinas es-
taban tales como al comienzo. La puerta y las paredes se halla-
ban intactas. Los tres estampillados de las junturas, y la ce-
rradura del candado, tambien intactos.
En otra sesion, “manos de distintos tamanos y forma pro-
venientes del gabinete” fueron vistas “acariciar la espalda,
la cabeza o el cuerpo de los asistentes a la derecha del medium” .
“ Una cara se muestra por encima de mi cabeza —sigue
relatando el Dr. Gibier— y es vista por las personas sentadas
en frente de nosotros. Objetos diversos han sido tornados del
interior del gabinete y trasladados por sobre nuestra cabeza:
las cuerdas de una guitarra puesta encima de una mesa en el
gabinete, algo mäs de un metro por deträs del medium, sona-
ron varias veces repitiendo sones y luego el instrumento fue
deslizado por entre las dos personas ubicadas a la derecha
del medium” .(10>
Se refiere que en la misma sesion “varias lineas de escri-
tura fueron trazadas con läpiz sobre una hoja comiin de papel
bianco ubicada cerca de la guitarra, en el interior del gabi­
nete”.
En la reunidn del 10 de diciembre de 1898, entre las di-
versas materializaciones registradas se halla la de “una forma
femenina enteramente vestida de bianco” que "sale del gabi-

106
El Dr. Pablo Gibier, continuador de Pasteur, investigador y
hombre de laboratorio, que fue director del Insituto Bacterio-
logico Pasteur y miembro de la Academia de Ciencias de la
ciudad de Nueva York, relata extraordinarias experiencias de
apariciones corporales y materializaciones de espfritus.
nete y avanza vivamente hacia las sefioras D. y B., quienes
irrumpen a gritar simultäneamente: ‘jBlanca! jBlanca!’ La
aparicion se arroja en los brazos de la senora D. —continua
el relato— y le dice en un frances sin ningiin matiz ajeno:
‘jMi tia, mi tia, estoy feliz de veros!’ y volviendose hacia la
senora B.: ‘jY a ti tambien, Victoria!’ Estas dos damas, muy
emocionadas, responden a la aparicidn con palabras muy afec-
tuosas y familiäres, la abrazan, se besan tiernamente, lo mismo
que el senor B., que viene a ser primo politico. . . La apari­
cion permanece aproximadamente dos minutos con nos-
otros” .*11)
Una de las consideraciones finales que hace el Dr. Gibier
en el relato de sus experiencias es que “las materializaciones
. . . pueden ser no solamente vistas y oidas, sino tambien
tocadas, fotografiadas y moldeadas” .(12>
Realidad de los espiritus materializados
El Dr. Otero Acevedo, en su obra Los Fantasmas, despues
de historiar la evolucion del espiritismo moderno y hablar
de las experiencias de Crookes con las apariciones de Katie
King, explicando que este cientifico tuvo ocasiön de docu-
mentar fotogräficamente la aparicion de espiritus materiali­
zados, y simultäneamente a la medium dormida, cita las pa­
labras del ingeniero frances Mac Nab. Este “no cree en la
existencia, y por lo tanto en la intervencion de espiritus” ,
y sin embargo “se expresa —dice el Dr. Otero— de una
manera terminante al ocuparse de las materializaciones de
formas humanas o fantasmas:
“ ‘Los hechos mäs inverosimiles —dice el ingeniero Mac
Nab— son las producciones espontäneas de formas vivas, visi­
bles y tangibles, tan reales como puede serlo todo objeto
real, y de las cuales suministran una prueba indiscutible las
fotografias. . . .
“ ‘Yo no tengo para que examinar si el hecho es verosimil
o no, puesto que la verosimilitud no es un caräcter cientifico:
lo que yo afirmo es que έΐ existe, porque he visto el fantasma,
lo he tocado y lo he fotografiado en condiciones rigurosas de
vigilancia.
“ ‘No se trata de formas vagas, vaporosas, transparentes,

108
I
como se figura de ordinario a las apariciones, sino de cuerpos
humanos absolutamente identicos, a la vista y al tacto, a los
que vemos y tocamos diariamente’ (Le Lotus, pägs. 726, 727,
del niim. 24, correspondiente al mes de marzo de 1889) ” .<13)
Un hombre de ciencia, Shaw Desmond, declara en su obra
Psychic Pitfalls, que el profesor Carlos Richet, conocido fisio-
logo, despues de haber realizado experiencias durante treinta
anos, se vio en la obligacion de admitir las materializaciones
de espiritus. Y comenta: “Se ingenio para lograr espiritus
tan netamente materializados, que los pesaba, los media, les
tomaba la presion arterial, y generalmente hacia con ellos
lo que cualquiera puede hacer con los cuerpos fisicos de sus
amigos” / 13')
La etapa ultramoderna del espiritismo
Alguien podria todavia presentar la leve objecion de que
todas estas experiencias cientificamente realizadas y perfecta-
mente documentadas por personas que nos merecen la mas
alta confianza, pertenecen al siglo pasado. Por eso queremos
completar este somero estudio de los fenomenos del espiritis­
mo ante la investigacion cientifica, hablando de hechos y tra-
bajos realizados en nuestro propio tiempo, para mostrar de
paso, como el espiritismo ha ido evolucionando para adap-
tarse a la modalidad de la ciencia contemporanea.
El hecho es que, con el nombre moderno de parapsicologia,
es decir, el estudio de los fenomenos que escapan al arnbito
de la psicologia natural, las investigaciones relativas al ocul-
tismo y al espiritismo han invadido las universidades, donde
se dictan cätedras sobre esta especialidad y se han montado
laboratorios para la experimentacion, y se aceptan tesis sobre
estos temas para optar a los titulos doctorales.
“Las investigaciones del ocultismo —comenta Rawcliffe,
gran estudioso de esta actividad— hoy en dia estän asumiendo
proporciones alarmantes, pues existe una tendencia que em-
pezo cuando el enfasis de la investigacion psiquica se desplazo
de la sala de sesiones al laboratorio, de las comunicaciones de
espiritus y el ectoplasma a los experimentos mas metodicos
en telepatia, clarividencia y psicoquinesis” / 14)
Siendo este autor un enemigo del espiritismo, mientras

109
registra la invasion de los circulos universitarios por esta dis-
ciplina hace constar tambien sus protestas al decir:

El espiritismo invade la universidad


“La difusion del estudio del ocultismo en las universida-
des modernas, es en si misma ya un problema serio. Pero
cuando tal investigacion es reconocida por el otorgamiento
de grados academicos, no puede dejar de despertar un senti-
miento semejante al desmayo. En los anos recientes, la Uni­
versidad de Londres ha otorgado un doctorado en filosofia
y un doctorado en ciencias por una tesis sobre clarividencia
y por experimentos de telepatia metafisica, respectivamente;
Cambridge acepto una tesis sobre ‘Conocimiento paranormal’,
que le permitio a su autor obtener el titulo de medico; Oxford
concedio a un bien conocido defensor del espiritismo el grado
de doctor en filosofia por una tesis . . . sobre ‘los poderes so-
brenaturales o paranormales’ de conocimientos poseidos por
ciertos mediums. La Universidad de Duke fue la primera en
conceder un doctorado por una investigacion de los poderes
ocultistas de la mente. . . .
“La Sociedad Universitaria de Melbourne para la Investi-
gacibn Psiquica tiene como presidente al profesor de lbgica
y metodologia cientifica de la universidad: una paradoja que
demuestra excelentemente el extraordinario atractivo del ocul­
tismo moderno bajo su aspecto de investigacion cientifica’’.<15)
“Es cuando llegamos a los casos en que las facilidades de
las universidades nacionales se ponen a disposition de los
investigadores ocultistas, cuando uno se da cuenta del grado
en que el ocultismo esta dominando la cultura moderna. Des-
de hace tiempo se han estado organizando fraternidades para
la investigacion psiquica en las universidades norteamericanas
de Harvard y Stanford. El College de la ciudad de Nueva
York permite que su laboratorio de psicologia sea usado para
experimentos psiquicos. La Universidad de Duke tiene su
propio laboratorio de parapsicologia. En Inglaterra, por ejem-
plo, la Universidad de Cambridge posee la organization estu-
diantil Perrot para la investigacion psiquica, mientras que
la Universidad de Londres ha fomentado oficialmente la causa
de la investigacion en el ocultismo, proporcionando ayuda

110
El Dr. Acevedo tambiön se refiere a
sorprendentes apariciones ocurridas
durante sesiones expiritistas.
economica para realizar experimentos en telepatia o en meta-
fisica. Las universidades continentales de Groningen, Bonn,
Leyden y Utrecht, todas han dado sancidn oficial a la investi­
gation psiquica dentro de sus claustros. Se informd reciente-
mente que se ha establecido en la Universidad de Buenos
Aires un departamento de investigacidn psiquica” .<161
Pero el espiritismo con sus extraordinarias manifestaciones
supranormales no solo se reduce hoy a las universidades, sino
que ha tenido una gran difusion popular, y el tema interesa
tanto al hombre comiin, de cultura media, que es recogido
por una importante y creciente produccidn bibliografica y por
las publicaciones periodicas mas comunes. Por ejemplo, el
diario La Razön, de Buenos Aires, publica en ocasiones ver-
daderas series de articulos sobre esta materia, vulgarizando la
historia del espiritismo, las actividades de sus principales ca-
bezas, y describiendo algunos de los trabajos mas destacados.
Entresacamos de uno de esos articulos, el siguiente dato
de interns:
“El ingeniero Jose S. Fernandez, profesor de Fisica y Ma-
tematicas de las Universidades de La Plata y Buenos Aires,
que fue fundador y primer presidente de la Sociedad Argen­
tina de Parapsicologia, y uno de los hombres que mas ha
trabajado para apuntalar con fundamentos sdlidos a esta cien-
cia que hasta hace muy pocos anos apenas se conocia [en
realidad lo ünico de nuevo es el nombre cientifico dc para­
psicologia, que define las mismas actividades], narra la acti-
vidad del sabio hungaro Juan Foronyi” .
Refiere a continuacion que este hombre fundd la Sociedad
Cientifica de Metapsiquica de Hungria, que llegd a cobrar
fama por lo espectacular de sus actividades. En ella se com-
probaban traslaciones de objetos, que en parapsicologia —nom­
bre moderno de las actividades espiritistas— se denomina tele-
quinesia; la apertura de puertas sin intervention humana; la
desaparicion de objetos; y hasta se documento "el aterrador
movimiento de fantasmas en casas encantadas” .<17)
Finaliza el articulista expresando que despuds de que este
cientifico fmngaro asistid a importantes congresos mundiales
realizados en Londres, Estocolmo, Viena, Paris, Copenhague,
Roma y Atenas, en ocasidn de su visita a Buenos Aires, fue

112
invitado a una reunion en donde, como primer mimero, y a
la manera de aperitivo, realizd pruebas de levitacidn.

Hazaüas sorprendentes de Carlos Mirabelli


Las hazanas del medium brasileno contemporaneo Carlos
Mirabelli que han sido comentadas en todo el mundo como
hechos de relieve extraordinario, aun entre las manifestaciones
del ocultismo, constituyen un verdadero desafio incontestable
para los escepticos, y una evidencia adicional de la operacidn
de potencias Supranormales en la vida del hombre, cuando
estas son provocadas.
Ya no se trata de lograr hechos inusitados en la consabida
camara de sesiones que debe estar a media luz, sino que son
episodios que ocurren a la luz plena del dia o bajo una luz
artificial brillante.
Cuando Mirabelli ha logrado el estado de trance, ha actua-
do como medium orador y como mddium escritor. En el pri­
mer caso habld hasta en veinte o mas idiomas, totalmente
desconocidos para el en estado de vigilia, disertando sobre
una amplia diversidad de temas, entre los cuales figuraban:
medicina, psicologia, derecho, filosofia, economia, religion,
ocultismo, etc. Como escritor, escribid en cierta oportunidad
en 28 ό 30 idiomas. Produjo con rapidez unas 25 päginas en
persa, idioma oriental muy diferente de los indoeuropeos y
mucho mas complicado.
Entre los fendmenos fisicos que produjo estando en trance
como medium se cuentan: el haber jugado partidas de biliar
sin haber tocado el taco; levitacidn; desaparicidn de entre
sus amigos en la estacidn ferroviaria de San Pablo, para ha-
llarse, dos minutos despuds, en otro lugar que distaba varias
millas; el haber desaparecido de una pieza de sesiones sin
desatar las cuerdas con que estaba atado, para hallarse, ins­
tantes mas tarde, en estado de trance en otra habitacidn con-
tigua.
Logrd adernas la materializacidn del supuesto espiritu de
una nina muerta, reconocida, abrazada y besada por su padre
presente, quien estuvo con ella 36 minutos. Dos hombres de
ciencia certificaron esta materializacidn.(17l>

113
8
Los espiritus psicoanalizados y probados por el
galvanometro
El Instituto Psiquico Americano llevo a eabo no hace mu-
cho algunos experimentos totalmente nuevos con tecnicas
modernisimas para determinar si los espiritus que aparecen
en las sesiones espiritistas, encarnändose en el medium, son
realmente personalidades distintas de las del medium, o si en
el estado de trance espiritista se manifiesta el inconsciente del
propio medium. Esto se realizo mediante anälisis psicologicos
y pruebas instrumentales, para establecer las diferencias men­
tales y emocionales entre el medium y el espiritu control.
A tal efecto se utilizo la lista standard de 100 “ palabras
estimulo” del psicologo Jung. Con esta tecnica se le pide al
sujeto que conteste a cada “palabra estimulo” con una pala-
bra de reaccion. Y como no existen en el mundo dos personas
con experiencias vitales identicas, en estas respuestas se regis-
tran diferencias apreciables entre un paciente y otro, segiin
sus caracteristicas intelectuales y emocionales.
Este test se aplico a una medium, la Sra. de Garrett, en
su estado normal, y luego, cuando afirmaba estar bajo el do-
minio de su “espiritu control” denominado Uvani.
Es interesante notar que tanto este test psicologico como
las pruebas hechas con el galvanometro, sefialaron diferencias
tan amplias que era evidente que procedian de dos persona­
lidades distintas. Hereward Carrington, que menciona estas
experiencias, dice: “Sus reacciones galvänicas de tiempo y a
las palabras, son correspondientemente desemejantes. Ppr lo
general el ‘bloqueo’ ocurre con diferentes palabras, lo que de
muestra que sus reacciones emocionales son extraordinaria
mente diferentes” . (10>
Ademäs, se solicitd la cooperacion del mencionado control
Uvani para que se retirara en forma temporaria, permitien-
do que otro espiritu tomara posesion directa del cuerpo y la
personalidad de la medium en estado de trance. Como resul-
tado, afirma Carrington, "se produjeron una cantidad de va-
riaciones galvänicas, que diferian mucho de las registradas en
el caso de la Sra. de Garrett en estado normal, por una parte,
y de las de Uvani, por la otra”d2°)

114
La parapsicologta y la transmision del pensamiento
Otra de las manifestaciones asombrosas que se logran por
actividades espiritistas es la transmision del pensamiento sin
la utilizacidn de los procedimientos conocidos, hecho que es-
tudia con gran atencidn la parapsicologta.
Ast como en los fendmenos fisicos supranormales hay que
descartar una cantidad de hechos fraudulentos e ilusiones, en
materia de telepatia hay que aceptar que muchisimos hechos
corrientes en la vida cotidiana que suelen citarse como ejem-
plos de telepatia no son otra cosa que coincidencias sin mayor
significado.
Pero por otra parte no puede negarse la realidad evidente
de que existe transmision autentica del pensamiento por fuer-
zas de orden espiritual extrahumanas, que determinan fend-
menos realmente sorprendentes y que no admiten otra expli-
cacidn fuera de la intervencidn de estas fuerzas misteriosas a
las cuales nos estamos refiriendo.
Tal, por ejemplo, el caso del celebre explorador Hubert
Wilkings, que tuvo ocasidn de enviar telepäticamente sus
mensajes desde la zona ärtica para que fueran captados en los
Estados Unidos. En su libro titulado Pensamientos a Traves
del Espacio, relata que, antes de partir para su expedicidn al
Polo Norte —a fines de 1937—, sabiendo de antemano que
ciertas condiciones climäticas, y particularmente las auroras
boreales, le impedirian transmitir mensajes cuando estuviera
en aquellas gelidas y desiertas extensiones, se puso de acuerdo
con uno de sus colaboradores que permanecid en Nueva York
para que, tres veces por semana y a horas definidas, concentrara
su pensamiento para captar por telepatia las noticias que le
enviara Wilkins, con la consigna de que ese mismo dia escri-
biria los mensajes recibidos de esa suerte y se los enviaria por
correo al Dr. Gardner Murphy, a la sazdn jefe del Depto. de
Parapsicologta de la Universidad de Columbia.
El resultado fue asombroso, y revela la intervencidn de
una potencia ajena al hombre mismo. Sherman registrd datos
precisos, exactos, que luego fueron confirmados absolutamente.
Asi, el explorador, el dia 30 de noviembre de ese ano trans-
mitid los siguientes hechos, que fueron registrados cabalmente

115
por Sherman: su ubicacidn, indicando la longitud y latitud
con precisidn matemätica; y la tarea que estaba realizando —to-
mando observaciones de la estrella polar para fijar el Norte—.
En otra ocasidn Sherman percibid algunos de los accidentes
que sufrid Wilkins en el polo, como por ejemplo la rotura
de la caja del cigiiefial del avidn. ^
Notable clartvidencia en accion
Un ministro religioso que por entonces ejercia sus fun-
ciones en Londres, el Sr. Elman J. Folkenberg, describe, en un
articulo de la revista Ministry, de Washington, EE. UU., el
siguiente caso interesantisimo, como una de las tantas demos-
traciones pdblicas de clarividencia y telepatia:
“Las reuniones que el Sr. Jose Benjamin —un dirigente
espiritista— realiza dos veces por semana son caracteristicas
de esta nueva y agresiva campafia. A pesar del derecho de
entrada de un chelin que se cobra, acuden grandes multitudes.
Por espacio de una hora y media el Sr. Benjamin recorre la
plataforma, causando la impresidn de mantener al auditorio
en la palma de la mano. Sus demostraciones de mensajes psi-
quicos son salpicadas liberalmente con numerosas citas bibli-
cas, muchas de las cuales son häbilmente aisladas de su con-
texto y usadas equivocadamente con extrana efectividad.
“Cierto dia —sigue relatando el pastor Folkenberg— cuan-
do iba en camino a una de las reuniones del. Sr. Benjamin,
descendi en una estacidn subterranea cerca del auditorium
donde se llevaban a cabo. Se me acercd una agradable pareja
preguntändome por el Foresters’ Hall. Despues de decirle que
yo tambien lo buscaba, nos pusimos en marcha juntos. Mis
nuevos amigos me dijeron que era la primera vez que concu-
rrian a una reunidn de esa clase. . . . Por casualidad encon-
tramos tres asientos juntos.
“Al servicio de canto siguid un ejercicio devdcional de
diez minutos. . . . Despuds de cantar otro himno, el confe-
renciante inicid una de las presentaciones mas asombrosas
que he presenciado. En medio de sus mensajes, supuestamente
procedentes de espiritus directores del otro mundo, se detuvo
y dijo: ‘Entre las numerosas personas que han venido por
primera vez a este lugar, se encuentran un caballero y una

116
dama que llegaron de Ciudad del Cabo, Sudäfrica, el 6 de
abril’. Volvidndose repentinamente hacia nosotros, senald en
forma directa la ultima fila, donde estäbamos sentados, y pro-
siguid: ‘Voy a decir el nombre ahora. . . . N ...................... Si,
el Sr. N........... y su esposa’, y senald a los nuevos amigos a quie-
nes habia encontrado en la estacidn del subterräneo. Los ros-
tros de estas personas revelaban un profundo asombro. ‘Hace
menos de seis semanas —continud el orador— la querida her-
mana de la Sra. N ........... fallecid y cruzd al otro lado’. Y sin
la menor vacilacidn anadid: ‘Por el correo de esta mafiana
ella ha recibido un gran sobre adreo con una carta y una foto-
grafia de su hermana desaparecida’. Haciendo una pausa
anuncid: ‘Esa fotografia fue tomada en la playa de Ciudad
del Cabo dos dias antes de su muerte, ocurrida en un acci-
dente automovilistico. Y ademas —dijo con decisidn— la Sra.
N........... tiene consigo la fotografia en el compartimento de-
recho de su cartera de color castafio’.
“Con mano temblorosa, la Sra. N ........... sacd la fotografia
de la cartera, asi como la carta junto con la cual habia llegado
esa misma manana. Ύ —preguntd el orador— £cdmo sd yo
todo esto? jPorque su hermana estä de pie a mi lado en este
mismo instante!’ ”
<;Era cierto que el espiritu de esa sefiora estaba junto al
conferenciante que revelaba aquellos datos tan precisos, evi-
dentemente sin que ninguna persona humana hubiera po-
dido facilitärselos? Y si tal no fuera el caso, ,>c0mo podia ser
tan especifico y tan exacto en la presentacidn de los mismos?
Volveremos en breve sobre este punto y daremos la respuesta
a ambas preguntas en el prdximo capitulo.

Conclusion
Si los limites de esta obra lo permitieran, podriamos ex-
tendernos mucho mäs en el relato de hechos asombrosos, pro-
ducidos por influencias espiritistas, cuya existencia nos consta
por haber sido referidos por amigos nuestros y en algunos
casos por parientes, todos los cuales fueron testigos oculares
de los sucesos.
Pero creemos que con lo que ya queda expuesto en este
capitulo estä ampliamente probadö el hecho de que una gran

117
/

cantidad de las extranas manifestaciones producidas por las


actividades del espiritismo son absolutamente autenticas, y re-
velan la existencia de verdaderas fuerzas misteriosas poderosas,
supranormales, extrahumanas, sin cuya intervencion no po-
dria explicarse la producciön de esos fendmenos.
Las experiencias cientificas realizadas con todos los re-
caudps necesarios por hombres de destacadisima actuacion
en el campo de la fisica, la quimica, la medicina general, la
psiquiatria, la psicologia, asi como en otros ramos importan­
tes del saber humano, comprueban la actuacion de esas fuer­
zas denominadas espiritus.
Ahora bien, el apasionante problema que hay que resolver
a continuacion es este: (jQuienes son esos espiritus? Este seni
el tema de nuestro proximo capitulo.

(1) Report on Spiritualism of the Com­ (9) Id., pigs. 18-24.


mittee of the London Dialectical (10) Id., pigs. 26. 27.
Society, pag. 9, citado en J . Arthur (11) Id., pig. 33.
Hill, Spiritualism, its History, Phe­ (12) Id., pig. 52.
nomena and Doctrine, pigs. 52. (13) Otero Acevedo, Los Fantasmas,
53, Londres, 1918. pag. 53. Buenos Aires, 1958.
(2) J. Arthur Hill, op. eit., päg. 54.
(3) Researches in the Phenomena of (13a) Shaw Desmond, Psychic Pitfalls,
Spiritualism, 1874, citado por J. pag. 137.
Arthur Hill, en op. cit.. pags. 56. (14) Rawcliffe, Illusions and Delusions,
57. op. cit., pag. 10.
(4) Hill. op. cit., pag. 71. (15) Id., pags. 10, 11.
(5) Proceedings, Society for Psychical (16) Id., pag. 10.
Research, vol. vi, pags. 651-659. (17) Diario La Razon, de Buenos Aires.
(6) Discurso del presidente a la S.P .R .. 12 de febrero de 1960.
Proceedings, vol. xii, pags. 5, 6. (17a) Revista Vida Fcliz de Buenos
(7) Proceedings, S.P .R .. vol. vi, pag. Aires, enero de 1960.
436.
(8) Pablo Gibier, Las Matcrializaciones (19) Hereward Carrington. The Case
for Psychic Survival.
de Fantasmas, pigs. 11, 12. Buenos
Aires. 1958. (20) Id., pags. 64, 65.
1 UN GRAN PROBLEMA:
9 QUIENES SON LOS
, ESPIRITUS DEL ESPIRITISMO

HPENEMOS necesidad absoluta de determinar con toda cer-


tidumbre quienes son y de donde proceden las potencias
misteriosas que producen las manifestaciones paranormales de
tipo espiritista que describimos con cierta amplitud en el ca-
pitulo anterior.
Despues de seguir a los hombres de ciencia en sus investi-
gaciones a traves de mas de un siglo de experiencias pacientes
e imparciales, y de analizar todo cuanto se ha trabajado y
escrito, y descartando un buen porcentaje de fraudes, ardides
y triquinuelas, queda un saldo apreciable de manifestaciones
autenticas cuyo origen extrahumano y sobrenatural no se
puede discutir, y que, sin duda alguna, tenemos que admitir
que proceden de espiritus.
Estos espiritus, o potencias espirituales invisibles, poseen
evidentemente mayores poderes que el hombre; poderes que
se manifiestan en ocasiones transmitiendo conocimientos aje-
nos al medium, en otras encarnandose para asumir formas
humanas visibles que reproducen con exactitud las de algtin
ser fallecido, o en otras aun produciendo manifestaciones di-
versas que escapan a las leyes naturales.

Lo que la ciencia no puede descubrir


Hasta alii va la ciencia. La investigaciön cientifica esta
perfectamente acorde en dar su veredicto con respecto a la

119
existencia real de esas potencias espirituales invisibles. Pero
avanzar mas alia de este punto, la ciencia no esta en condicibn
de hacerlo, porque ya no tiene elementos de juicio con los
cuales trabajar. Lo demäs ya entraria en el terreno dogmätico,
religioso o filosbfico, que es completamente ajeno a la ciencia.
Por esto, el Dr. Pablo Gibier, notable medico y hombre de
laboratorio a cuyos interesantes trabajos de investigacibn nos
referimos en el capitulo anterior, y que probb en forma feha-
ciente la existencia de fuerzas o personalidades espirituales
que se materializan, producen levitacibn, telequinesia, etc.,
cuando llegb al final de sus observaciones escribib:
“El problema concerniente a estos hechos, una vez reco-
nocida la autenticidad de las materializaciones, esta muy lejos
de quedar resuelto. En efecto: en presencia de hechos tan
inauditos, el experimentador que, de la negacibn a priori ha
pasado a la duda, y de esta a la certitud, se pregunta que son
esas formas humanas que nos dan la impresibn de vida y se
desvanecen ante nuestras miradas, en nuestros propios brazos;
formas que, en breves segundos brotan del suelo o de los
cortinados y que, asi tambien, räpidamente, desaparecen. Y
surgen, entonces, las preguntas siguientes” .(11
En los pärrafos que continiian plantea el autor varias pre­
guntas, y entre eilas esta, que es la que mas nos interesa a los
efectos de nuestro estudio:
"Las personalidades que nos hablan, con una voz que les
pertenece, ison en realidad lo que ellas dicen ser?
“ Hemos visto antes de.ahora —sigue diciendo el Dr. Gi­
bier—, que Elian [espiritu control de la medium], no pudo
o no quiso darnos ninguna explicacibn, cuando la hemos pe-
dido, acerca de la desmaterializacibn. Fue bastante menos
reservado cuando le preguntamos si no era una segunda per-
sonalidad o una personificacibn emergente del subconscientc
del mbdium, de donde emanarian, asimismo, todas las otras
materializaciones. Nos dice, con todo bnfasis, que tanto el
como los otros espiritus que se manifiestan por medio de este
instrumento —el medium—, son entidades libres, personali­
dades independientes, espiritus desencarnados. . . Sin aceptar
ciegamente afirmaciones de la indole que se acaba de con­
signor —acota el autor—, acaso no podemos detenernos uh

120
momento y reflexionar sobre esta cuestion e, incluso, esperar
que el fenomeno de materializacion nos provea, en un futuro
cercano, la solucion de este punto inquietante que en el
momento actual confronta la psicologia: ^Subliminal o es­
piritus? <;0 acaso las dos cosas? O, <<quien sabe ni uno ni
otro? —E insiste en la duda y en la incertidumbre—. Si no
son lo que ellos dicen ser —sigue preguntando el hombre de
ciencia— ique pueden ser? . . . —Y finaliza con esta observa-
cion—: Seria premature abordar esta cuestion en este mo­
mento” .<2>
El mismo tipo de duda, basada en la falta de datos para
poder definir cientificamente quienes son los espiritus del
espiritismo, surge del informe presentado por F. W. H. Myers,
redactor de los trabajos de la Asociacion de Investigaciones
Psiquicas de Londres, quien escribe: “El Prof. Lodge, el Sr.
Leaf y yo mismo, que estamos preparando estos informes para
la publicacion, no tenemos ninguna teoria que queramos im-
poner al lector. Como se verä, sobre ciertos puntos externos
o preliminares, no sdlo nosotros tres, sino todos los que han
tenido una adecuada oportunidad de juzgar las cosas, nos
hallamos decididamente de acuerdo” . Esto se refiere a la
existencia real de potencias supranormales que determinan
los raros fenomenos espiritistas.
Mas en la parte interpretativa, ya no existe uniformidad,
pues continiia afirmando: “Pero sobre la cuestibn mas deli-
cada e interesante relativa al origen del cual proceden las
manifestaciones aparecidas en el trance, no podemos unirnos
en ningiin punto de vista absoluto” .<s)

La psicologia no posee la solucion


Y bien, ya que la ciencia no estä en condiciones de con-
testar esta pregunta tan fundamental, ^a dbnde recurriremos
para hallar la respuesta? Diversos sectores del pensamiento
humano tienen sus respectivas hipbtesis. Asi por ejemplo, la
psicologia habia adelantado, hasta hace poco, la idea de que
esos espiritus eran emanaciones o manifestaciones del incons-
ciente del mbdium. Pero ya vimos que merced a trabajos muy
recientes, la psicologia psicoanalitica y aun la fisiolbgica y
experimental, estän llegando a la conclusiön de que no puede

121
tratarse del inconsciente, ya que tanto los tests psicoanaliticos
de Jung corao las comprobaciones instrumentales, particular-
mente con el galvanometro, establecen que el medium en
estado normal y el medium en estado de trance —es decir
dominado por uno de esos espiritus— revelan ser dos personas
totalmente distintas.

Una aseveracion interesada e indemostrable


Si la psicologia no tiene la solucion, ique dice la filosofia,
que afirma la teologia popular, que declara el propio espiri-
tismo?
Desde luego que este ultimo pretende que estas personali-
dades invisibles son los espiritus desencarnados de los muertos,
que aparecen para trabar contacto con los vivos con el pro-
pösito de convencerlos acerca de que hay una vida en ultra-
tumba. ϊΕη que se basa el espiritismo para sentar esta doc-
trina? Su linico fundamento consiste en la propia aseveracion
de los espiritus. Pero la logica mas simple nos indica que esa
aseveracion no constituye ninguna garantia, asi como no com-
porta ninguna garantia para cualquiera de nosotros que se
presente en su casa un buen dia un senor bien trajeado y
asevere ser Fulano de Tal.
Nunca olvidaremos un episodio en que nos toco participar
y que constituye una buena ilustracion de cuan poco vale a
veces la declaracion de la parte interesada. Se presentd en
nuestro estudio un senor de impresionante presencia que se
hizo anunciar como neurocirujano. Como no conociamos su
nombre, alegd que era amigo de numerosas personas que eran
intimos amigos nuestros, mencionando sus nombres, ocupa-
ciones, y circunstancias particulares de su vida. Manifestd
que se hallaba en una grave emergencia: poseia un cheque
librado a su nombre por una elevada suma de dinero, pero
que como los bancos ya habian cerrado, y se encontraba sin
efectivo, estaba en la necesidad de recurrir a algiin amigo,
porque tenia su coche en compostura en el garage, y necesitaba
sacarlo para hacer un viaje a una ciudad distante en la que su
esposa habia sido operada de urgencia.
Todos los datos que presentaba eran aparentemente exactos;
sus modales afables y conquistadores; su vocabulario concor-

122
dante con su supuesta profesion. Habia un solo dato que nos
despertaba sospecha: era demasiado locuaz. Cuanto mas ha-
blaba aquel hombre, mayor desconfianza nos despertaba. Ppr
fin, no queriendo exigirle un documento de identidad, lo
cual hubiera sido poco delicado, optamos por martifestarle
que lamentäbamos mucho no poder prestarle el dinero que
solicitaba.
Pocos dias despues llegamos a saber que con el mismo
ardid y los mismos argumentos, habia enganado a un amigo
nuestro y le habia sacado varios miles de pesos. Era pasar
por credulos aceptar su declaracion como suficiente prueba
de su identidad, muy particularmente cuando su forma de
hablar iba despertandonos creciente sospecha.
De identica manera, en un terreno mil veces mas delicado,
cuando ya no estän en juego solo unos pocos miles de pesos,
sino toda una doctrina que tiene que ver directamente con
nuestra felicidad y bienestar, no podemos aceptar credula e
ingenuamente la afirmacion de los espiritus como elemento
fehaciente en que fundar nuestra composicion de lugar, rna-
xime cuando la actuacion de los mismos, los propositos que
persiguen con sus fenomenos, y la influencia que ejercen sobre
muchisimos seres humanos, despiertan muy fundadas sospe-
chas. Afiadase a esto el agravante de que, segun lo afirman
los propios apostoles del espiritismo, Allan Kardec y Conan
Doyle, una gran parte de los espiritus son mentirosos y en-
ganadores. Si esto es comprobadamente asi en el caso de mu-
chos de los espiritus, <ique seguridad tenemos de que todas las
fuerzas espirituales que hacen su aparicion en las sesiones no
participan de la misma naturaleza?

gResuelve el problema la teologia?


Sin quererlo, la teologia popular ha prestado su apoyo al
espiritismo al postular la inmortalidad del alma o el espiritu.
Pues naturalmente, si el espiritu o alma sigue viviendo des­
pues de la muerte, se halla en alguna parte, y podria ser fäcil
que se comunicase con los vivos y ejercier^ sobre ellos su in­
fluencia.
Pero preguntamos: ^de donde ha obtenido, una fuerte co-
rriente de la teologia cristiana, esta concepcidn del espiritu

123
o alma inmortal? Y por otra parte, ,;que es el espiritu y que
es el alma? Ya tendremos ocasion de ver mas adelante, que
estos son dos problemas intimamente vinculados que la teolo-
gia no puede resolver. En realidad la teologia postula la in-
mortalidad del espiritu sin tener otra base que una herencia
recibida de la filosofia griega, una posicion injertada en el
dogmatismo decadente de la cristiandad a traves del neopla-
tonismo de los primeros siglos de nuestra era.
<>Y qu£ fuiidamento tiene la filosofia para ofrecer una solu-
cidn del problema? Ninguno.
En resumen, pues, la ciencia no estä en condiciones de
responder a la importante pregunta de quienes son los espi-
ritus. Adernas, la mera afirmacion de los espiritus mismos,
que es la base de la doctrina espiritista, no puede merecernos
confianza, porque caeriamos en la credulidad de aceptar uni-
lateralmente el testimonio de la propia parte interesada sin
otro elemento fehaciente. Tampoco la filosofia ni la teologia
paracristiana son capaces de resolver este problema, ni el
problema relacionado, de que es el alma y que es el espiritu,
y a trav£s de siglos de especulaciones no han hecho la luz en
el tenebroso panorama.
Si tal es el caso, es qvidente que para dar la respuesta
acertada a este interrogante, es indispensable disponer de una
fuente mas autorizada que la especulacidn filosdfica o el dog­
matismo teoldgico.
^Existe una fuente semejante, que nos permita abordar
de lleno la solucidn del problema planteado? Esto es lo que
examinaremos en el proximo capitulo.

(1) Pablo Gibicr, Las Materializaciones Research, vol. vi, pig. 436, citado
de FatUasmas, pig. 51. por J . Arthur Hill en Spiritualism,
(2) Id., pigs. 53, 54. pigs. 75, 76.
(3) Proceedings, Society for Psychical

124
PARAPSICOLOGIA Y
PERCEPCION
EXTRASENSORIAL

Tj^RAN las 7:30 de la tarde del 5 de septiembre de 1920. En


la casa del Dr. W. J. Crawford, profesor de la Escuela Tec-
nica Superior y Universidad de la ciudad de Belfast, Irlan-
da, todo esta dispuesto para comenzar con una sesidn espe­
cial en que el Dr. F. Mel Stevenson quiere comprobar fotogrä-
ficamente la realidad de ciertas materializaciones o aparicidn
de fantasinas que el Dr. Crawford, antes de su muerte, habia
documentado reiteradair.ente.
La mddium es la Srta. Catalina Goligher. El Dr. Stevenson,
despues de consultar a los “operadores” o fuerzas invisibles,
recibe, median te golpes en cddigo de una mesa especial, per-
miso para tomar fotografias con luz roja. Mäs, se le permite
sentarse junto a la mddium durante la sesidn. De esta manera
puede observar directamente todo cuanto ocurre a lo largo
del proceso.
El circulo de personas presentes se compone mayormente
de miembros de la familia Goligher, todos con capacidades
mediumnisticas. Tambidn se hallan en la sala un fotdgrafo
profesional muy conocido en Belfast, dos mddicos y un renom-
brado pintor.

Revelaciones de las placas fotograficas


Se han tornado ya todas las precauciones para evitar cual-
quier truco. El Sr. Santiago Pollock, el fotdgrafo, ha contro-

12 5
lado todas las placas que va a usar, y cada fotografia se toma
con cinco cämaras en forma simultänea.
El cuerpo de la medium se sume en un estado de rigidez y
tensiön. Las cämaras son accionadas para realizar cinco dife-
rentes tomas. Y al efectuarse la revelacion se descubre el si-
guiente resultado:
Primera toma: negativa.
Seganda toma: aparece una materializacion, es decir, una
masa plasmätica o “ teleplästica” cerca del tobillo de la me­
dium.
Tercera toma: la materializacion se extiende entre el to­
billo de la medium y la cara inferior de la mesa, frente a la
cual se halla la Srta. Goligher.
Cuarta toma: la materializacion o fantasma estä en el re-
gazo de la medium.
El Dr. Stevenson, al escribir. el informe de lo que paso en
esa experimentacion, se expresa de esta manera:
“Para todos los que ban seguido con atencion la intensa
labor del extinto Dr. Crawford —en cuya casa se habia reali-
zado esta sesion—, no sera necesaria ninguna confirmacion
sobre la autenticidad de sus resultados [aparicion visible de
formaciones o fantasmas]. Mas para los escepticos que no ter-
minaban de convencerse, me siento feliz de poder ofrecer las
pruebas arriba citadas que segiin mi opinion son irrefutables.
“Estoy convencido de que toda persona que tome parte
en una sesion como la descrita mas arriba, sentira la presencia
de una inteligencia invisible cuyas energias rebasan las fron-
teras del razonamiento humano". W
Desde fines del siglo XVIII, cuando Emmanuel Kant, el
gran filosofo de Koenisberg, escribio sobre Swedenborg —no­
table vidente que predijo un gran incendio en Estocolmo, a
450 kilometros de distancia, describiendolo con detalles—,
basta los mäs recientes fenomenos supranormales de nuestros
dias, la ciencia y la psicologia, a traves de sus mas conspicuos
representantes, han tratado infructuosamente de desentrafiar
el misterio de esas fuerzas extraordinarias que escapan a todas
las leyes fisicas y cdsmicas conocidas por el hombre.
En las ültimas ddcadas se ha ido estructurando una nueva
disciplina que se ha dado en llamar parapsicologia. El prefijo
12 6
para quiere decir al lado de. Otros autores la denominan
metapsiquica. En este ultimo vocablo, el prefijo meta quiere
decir mds alia (de la psicologia).
Cualquiera sea la denominacion que se use, esta rama de
los estudios humanos trata de investigar los fenomenos que
parecen escapar a las leyes naturales. Gardner Murphy define
la parapsicologia como “la rama de la psicologia que se ocupa
de lo paranormal, esto es, de los hechos psiquicos que parecen
escapar al dominio de lo que, hasta el presente, se reconoce
como leyes normales” . <2> Roberto Amadou la define como
“el estudio de los hechos extrafios, curiosos, extraordinarios,
inhabituales, cuyas manifestaciones no han sido clasificadas
aun por la ciencia cläsica, para las cuales no se ha formulado
ni anticipado ninguna explicacion, y cuya existencia es aiin
dudosa”. <3>
La finalidad de la parapsicologia no es otra que la del
ocultismo. Sin embargo, la preocupacidn principal de la pri-
mera consiste en descubrir las leyes que gobiernan esos feno­
menos paranormales, si acaso existieran. De ahi la definicion
de Richet: “La metapsiquica es la ciencia que tiene por ob-
jeto los fenomenos fisicos o psicoldgicos producidos por fuer-
zas que parecen inteligentes o por facultades desconocidas de
la mente” . <4>

El campo de la parapsicologia
La esperanza de los parapsicologos modernos es que los
hechos parapsicologicos, que hoy por hoy son inexplicables,
puedan algiin dia entrar en el marco de la ciencia clasica, por
lo que la tarea principal, o mejor dicho el ideal basico de esa
disciplina, consiste en llegar a demostrar que el fenomeno pa­
ranormal es perfectamente normal. En este sentido la parapsi­
cologia se diferencia radicalmente del ocultismo y del espiri-
tismo, ya que estas dos actividades reconocen que los fenome­
nos que son materia de su interes son extraordinarios e inex­
plicables en base a las leyes naturales.
,;Cual es, entonces, el campo especifico de la parapsicologia?
Podrian dividirse en dos clases los fenomenos estudiados por
ella: los objelivos, es decir, los que se verifican fuera de la
mente de la persona, o sea los externos, que son faciles de cap-
12 7
tar por los sentidos; y los subjetivos, que son unicamente in-
ternos, mentales.
Nombres nuevos de fenomenos viejos
Los parapsicologos, por lo mismo que quieren darles a las
manifestaciones pai anormales una interpretacion diferente
que la del espiritismo, han tratado de cambiar los nombres
de esos fenomenos, utilizando t£rminos extraidos del griego
y el latin. Por ejemplo, en lugar de llamar mediums a los in-
dividuos por intermedio de los cuales aparecen esas manifes­
taciones raras, los denominan metagnomos cuando producen
fenomenos solo mentales, y teleplastas, cuando producen fe­
nomenos fisicos o externos.
He aqui una breve lista de los fenomenos estudiados por
la parapsicologia: la telepatia, o sea la supuesta transmision
del pensamiento sin el uso de los sentidos; la televidencia, o sea
la facultad de anticipar los hechos futuros o de conocer he-
chos referentes a lugares distantes sin un conocimiento previo
obtenido por los medios naturales; la telequinesia, o sea el
movimiento anormal de objetos que contradice las leyes de la
gravedad; la ectoplasmia, o sea la aparicion de materializa-
ciones o fantasmas; las casas encantadas o “ poltergeist”, o
sean desordenes fisicos producidos en casas sin ninguna expli-
cacion natural (pedreas, ruidos, golpes, movimiento de ar-
ticulos sin ninguna accion humana); las curaciones paranor­
males, etc.
Es de notar que existe en los estudios parapsicoldgicos un
estado de confusion y vaguedad que impide darle a esta dis-
ciplina el nombre de ciencia.
Reni öudre explica: “ Los hechos que la ciencia moderna
clasifica en el capitulo de la llamada metapsiquica, o como se
dice ahora de la parapsicologia, pertenecen a la categoria de
lo maravilloso. Vienen de la mas remota antigiiedad. Desde
que existen historiadores se conocen relatos de adivinacion,
doble vista, levitacion, apariciones, obsesiones, posesion, cura-
ciones milagrosas. .. Hay concordancia entre las antiguas tra-
diciones y las observaciones modernas, reforzadas a menudo
por la experimentacion”. (5>
Amadou llama a la parapsicologia una ciencia en for-
12 8
macion. Por ahora, todo lo que ella hace es continuar explo-
rando los fenomenos paranormales con rigor cientifico, para
comprobar su indudable existencia, y para darles a aqu^llos
nombres diferentes, a fin de no confundirse con el espiritismo.
La parapsicologia tiene que hacer una verdadera gimnasia
mental y lingiiistica para elaborar una probable interpreta-
cion. Lo malo, sin embargo, es observar que esa supuesta in­
terpretation no es otra cosa que un juego de palabras que no
anade absolutamente ninguna luz a la comprension del ori­
gen de estos fenomenos tan -extraordinarios.
Desde mediados del siglo pasado, cuando nacio la etapa
moderna del espiritismo con los golpes misteriosos en la casa
de la familia Fox, hasta nuestros dias, ha habido una ροΐέ-
mica relativa a la identidad de las fuerzas que producen los
intrigantes fenomenos que se realizan en las sesiones. Esta
polemica se agudizo en las recientes dicadas de nuestro siglo,
con el nacimiento de la parapsicologia. En efecto, mientras
el espiritismo insiste en afirmar que esas fuerzas inteligentes
que se manifiestan de tan diversas maneras son los espiritus
desencarnados de los muertos —afirmacion que no es posible
probar—, los parapsicologos rechazan esa tesis, colocan un
gran signo de interrogation, y esperan que, mediante la con-
tinua experimentation cientifica, les resulte posible algun dia
establecer que los fenomenos supranormales son producidos
por elementos y leyes naturales, hoy por hoy desconocidos.
De ahi el nuevo vocabulario de la parapsicologia. Por
ejemplo, lo que el espiritismo llama lucidez o clarividencia,
se llama en el lenguaje de esta moderna disciplina metagno-
mia (de meta, mas alia, y gnome, conocimiento): esto es, el
conocimiento de hechos o cosas sensibles normalmente inac-
cesibles a la mente. Richet, otro parapsicologo, prefirio usar
la expresion criptestesia (de kr ip tos oculto, y aisthesis, sensa­
tion). En cambio otros han usado la expresion percepcion
extrasensorial (que como tuvo su origen en ingles, se abrevia
de esta manera: ESP), o sea la percepcion de hechos e ideas sin
el uso de los sentidos.
El ocultismo invade la Universidad
Con la aparicion de la parapsicologia, los estudios de los
12 9
9
fenomenos del ocultismo han invadido francamente la Uni-
versidad moderna. Hasta la tercera decada de nuestro siglo,
los hombres de ciencia se resistian a que se efectuaran investi-
gaciones de tipo espiritista en las universidades. Pero el psi-
cblogo norteamericano Guillermo McDougall fue.el primero
que defendio la idea de abrir las puertas de las altas casas
de estudio a este tipo de indagacion, en una conferencia que
pronuncio en 1926 en la Universidad de Clark, Estados Uni-
dos.
En 1930 se creaba en la Universidad de Duke (Estados
Unidos), el primer laboratorio de parapsicologia, pertene-
ciente al Departamento de Psicologia de la misma. Su direc­
tor era el profesor Jose B. Rhine. En 1939, ya habia una lista
de 42 casas de estudios superiores que realizaban investiga-
ciones parapsicologicas. Y desde entonces varias universida­
des europeas y latinoamericanas siguieron ese ejemplo. En
1948 se fundo en Buenos Aires la Sociedad Argentina de Pa­
rapsicologia. Pocos afios mas tarde se creaba una institucion
similar en Montevideo, Uruguay.
Hoy en dia las principales universidades inglesas y ameri-
canas, reconociendo a la parapsicologia como una disciplina
experimental, otorgan becas, forman equipos cientificos y ex-
piden diplomas doctorales por tesis realizadas en el campo
de la parapsicologia.
Realidad de los fenomenos analizados
Por lo menos tocla esta actividad parapsicologica moderna
ha teniclo una gran virtucl: la de demostrar sin lugar a dudas
la absoluta realidad de los fenomenos supranormales que for­
man el campo de su investigation.
Ya el famoso sabio ingles, William Crookes —mencionado
en otro capitulo—, se habia empenado a fondo en analizar con
rigurosa tecnica cientifica algunos de los fenomenos espiritis-
tas. Crookes era un celebre fisico y quimico. Fue el descubri-
dor del talio y de las radiaciones catodicas, y esto le valio el
premio Nobel de Fisica. Sin duda era uno de los sabios mäs
destacados de su bora. Initio sus investigaciones en este terre-
no en 1869, y al final de cuatro anos de trabajo intenso es-
cribio:
130
!
“Los diversos fenomenos que acabo de comprobar son tan
extraordinarios y tan completamente opuestos a los puntos
de creencia cientifica mäs arraigados —entre otros el de la
universal e invariable accion de la fuerza de gravitacion—, que
aün ahora, recordando los detalles de lo que he sido testigo,
hay antagonismo en mi mente, entre mi razon, que me dice
que es cientificamente imposible, y el testimonio de mis sen-
tidos de la vista y el tacto (testimonio corroborado por los
sentidos de todas las personas presentes), que me dicen que
no son testimonios enganosos, especialmente cuando deponen
en cohtra de mis ideas preconcebidas” .<°>
Alexis Carrel informa, en uno de sus libros, de algunas cu-
raciones paranormales que el pudo comprobar en Lourdes.
“Enfermos que, casi instantaneamente, curaron de varias afec-
ciones, tales como la tuberculosis osea o peritoneal, abscesos
frios, heridas supuradas, lupus, cancer, etc.’’(7)
Tanto en tiempos antiguos como modernos, algunos fa-
quires y mediums han logrado la incombustibilidad al con-
tacto del fuego vivo. El medium D. D. Home introducia la
mano sin proteccion alguna en el fuego vivo. Tomaba car-
bones ardientes y los mantenia por varios minutos sobre su
piel sin sufrir ninguna quemadura, ni siquiera de primer
grado.
Musso relata que “el Dr. Tanagras, presidente de la So-
ciedad de Metapsiquica de Atenas, comprobo la pirovasia en
algunos devotos de San Constantino (cerca de Salonica).. .
Inician [eilos] una danza ritual cuyo ritmo va in crescendo
basta llegar a ser frenetico. Entran asi en estado extätico y
‘sienten’ el deseo de caminar sobre el fuego. . . No se observa
luego ninguna serial de quemadura en las plantas de los
pies”d8>
El yogui Swami, en 1938, en la Universidad de Calcuta,
absorbier una cantidad del poderoso toxico llamado cianuro
de potasio, Suficiente para matar a cualquier ser humano, y
no sufrio el menor trastorno.
Por otra parte, los casos de poltergeist o casas encantadas,
son tän numerosos y han sido tan perfectamente documenta­
dos que no usaremos mucho espacio para repetir algunas de
las experiencias especificas.
131
“Estos trastornos, estos fen0menos de poltergeist cuya exis-
tencia nos es atestiguada con notable constancia, <;qu£ son con
exactitud? —pregunta Amadou—. ,;Cuales son exactamente
los hechos que los manifiestan?
“Ademäs de los muebles que se desplazan, las ventanas y
puertas que golpean y la vajilla que se rompe, se trata muy
a menudo de campanulas que no dejan de agitarse estrepitosa-
mente sin causa aparente, aun despu^s de haber sido aisladas
por la supresion de los cordones e hilos. Son igualmente fre-
cuentes los casos de lluvias de piedras que presentan carac-
terlsticas muy notables, como cuando las piedras siguen tra-
yectorias contrarias a las leyes fisicas, o se detienen en el aire,
o caen lentamente, o alcanzan con insölita destreza un bianco
determinado, o golpean sin herir, o bien sin rebotar, como
si fueran empunadas por una mano invisible; o como cuando
las piedras estän calientes y hasta ardientes.
“En otros casos, las cobijas son violentamente arrebatadas
de la cama de las personas acostadas y £stas son levantadas
y depositadas suavemente en el suelo, a menos que las mismas
camas sean volcadas. Mas raramente hay abundantes caidas
de agua, de lodo y de ceniza, desaparicidn brusca de objetos
que mäs tarde son restituidos de una manera igualmente mis-
teriosa. Tambi^n se comprueban a veces fenomenos perse-
cutorios durante los cuales las ropas se encienden sobre la
victima designada; a veces las llamas llegan a encender el
lecho donde esta acostada o la casa donde habita; en estos
casos se asiste al desprendimiento de abajo hacia arriba, de
brillantes chispas azuladas que se precipitan sobre la victima,
el lecho o la casa” .W
Fenomenos de percepcion extrasensorial
En realidad, el campo mäs explorado hoy en dia por la
parapsicologia son los fenomenos de percepcion extrasensorial
(que se abrevia ESP, del ingles: extra-sensory perception), este
es el t^rmino genirico utilizado por el Prof. J. B. Rhine y la
parapsicologia actual para designar toda percepcion, conoci-
miento o experiencia logrados sin el uso de los sentidos, o
sea en forma paranormal.
La percepcion extrasensorial abarca definidamente tres ac-
132
tividades: 1) la telepatia, o sea la supuesta transmisidn del
pensamiento (expresado de alguna manera, pero desconocido
para el receptor); 2) la clarividencia, o sea el conocimiento,
sin la intervencidn de los sentidos, de un hecho o fendmeno
objetivo; y 3) la precognition, o sea la percepcidn supranor-
mal de ciertos hechos del futuro.
Los trabajos de Rhine
Fue el Prof. Rhine el que mäs hizo para darle jerarqula
casi cientifica a la parapsicologia moderna por sus traba­
jos relativos a las percepciones extrasensoriales. Lo que este
parapsicdlogo ha intentado hacer es demostrar que ciertos
individuos tienen una facultad especial de adivinar hechos
que no habia forma de conocer por las vias normales.
Todas las investigaciones de Rhine se basan en el calculo
de probabilidades, para determinar si una persona especifica
acierta muchas mas veces que lo probable. Las experiencias
de este investigador se han realizado utilizando mazos de 25
naipes o barajas, cada uno de los cuales se compone de cinco
diferentes series. Las cinco cartas que forman la base tienen
cada una un dibujo distinto. Las cartas se revuelven y se mez-
clan de tal manera que nadie pueda conocer su orden, a fin
de que el azar juegue libremente en la seleccidn o adivina-
cion que hace el sujeto.
El sujeto enuncia el signo de cada carta que elige: si su
declaracidn coincide con la realidad, es un acierto; si no coin­
cide es una falla. Normalmente existe una posibilidad en cin­
co de que el simbolo indicado por έΐ sea el de la carta adi-
vinada. Es decir, que de las 25 cartas con que se trabaja, podrd
tener un promedio de cinco aciertos, solo por la ley de las
probabilidades.
Ahora bien, como esa probabilidad no siempre se realiza,
sino que el azar hace que los aciertos sean mäs o menos de lo
esperado, se repite la prueba en una indefinida cantidad de
experiencias para tomar un tdrmino medio, y se determina
asi cuäl es la desviacion standard. Esa desviacion se considera
normal.
Cuando un idividuo, en numerosas pruebas, logra un acier­
to superior a lo que puede esperarse por el azar, tomando en
133
cuenta la desviacion standard, se considera que tiene faculta-
des de percepcion extrasensorial.
Se ha encontrado que hay personas que tienen un indice
de adertos sensiblemente superior al normal, lo cual indicaria
que hay personas que poseen percepcion extrasensorial.
Este es otro de los hechos paranormales que ni la ciencia
ni la parapsicologia estän en condiciones de explicar.
C. E. M. Hansell, en su libro ESP, A Scientific Evaluation
(capitulo 13), al hacer una critica del mdodo de Rhine sefiala
en las pruebas de este tipo varios factores negativos: 1) El
caräcter inadecuado de las condiciones en que se realizaron
los experimentos; 2) la ausencia de una critica sana durante
las pruebas; 3) lo inadecuado del informe en si; 4) preten-
siones excesivas expresadas por Rhine y Pratt; 5) la incapa-
cidad de realizar ningiin tipo de prediccion a raiz de los
resultados de sus experiencias.
Dice ademäs Hansell: “En los Estados Unidos, la ESP
ha llegado a ser mas rara y menos pronunciada en sus efectos
durante los ultimos 35 afios. Individuos de un alto indice de
aciertos que se descubrian facilmente en la decada del 30 resul-
taron imposibles de encontrar a partir de 1939. . .
“En Inglaterra, las personas que manifestaron ESP du­
rante los primeros dias de la Sociedad de Investigaciones Psi-
quicas eran numerosas, pero luego tales sujetos desaparecie-
ron cast completamente en la decada del 30”,<10> cuando se
extremaron las precauciones.
La parapsicologia en los paises sovieticos
Hasta hace poco se creia que las actividades de la para­
psicologia y las manifestaciones de percepcion extrasensorial
no habian invadido el ambito de los paises sovi£ticos. Pero
hoy en dia se sabe que tanto en Rusia como en los demas
paises comunistas se ha avanzado probablemente mucho mas
que en Occidente en esa materia.
En una obra aparecida hace poco de Sheila Ostrander y
Lynn Schroeder, titulada Psychic. Discoveries Behind the Iron
Curtain (Descubrimientos del ocultismo detras de la Cortina
de Hierro), estos autores cuentan como tomaron contacto con
la realidad rusa:
134
“Cuando aterrizamos en Mosci'i en el verano de 1968, co-
menzamos a preguntarnos si tendriamos que valernos de ha-
bilidades parapsicologicas para encontrar a algunos de los
hombres de ciencia comunistas. No se trataba de que ellos
nunca hubieran oido hablar de nosotros. Cuando supimos de
la siibita aparicion de la ESP en Rusia, habiamos escrito, sin
esperar mucho resvdtado, a algunos hombres de ciencia que
supuestamente estaban envueltos en la cuestion. Muchos de
ellos nos sorprendieron con cartas certificadas y cables en que
nos contaban de sus actividades. Y las cartas continuaron
llegando. De Kiev, de Leningrado, de Moscti, de Novosibirsk,
durante ties anos, cada pocos meses, solia aparecer una carta
con estampillas sovieticas llenas de iecortes referentes a prue­
bas de ESP, y que hablaban de discusiones y planes grandiosos
sobre investigaciones psiquicas. Finalmente Eduardo Naumov
nos escribio: <;Por que no vienen a Rusia y observan por si
mismos lo que estamos haciendo? Nos invitaba a una confe-
rencia internacional de ESP que se realizaria en MosciV’.Oi)
Los mismos autores informan que en una reunion de los
mas destacados hombres de ciencia rusos realizada en Lenin­
grado en abril de 1960, el Dr. Leonidas L. Vasilev, un fisiologo
reconocido internacionalmente, expreso lo siguiente: “Bajo
el regimen de Stalin, hemos realizado extensas investigaciones
en ESP, sobre las cuales hasta ahora habiamos guardado com-
pleto silencio. Hoy en dia la armada de guerra norteameri-
cana esta probando la telepatia en sus submarinos atomicos.
La ciencia sovietica ha realizado con exito muchos experimen-
tos de telepatia en el pasado cuarto de siglo. Es urgente que
depongamos nuestros prejuicios. Debemos lanzarnos otra vez
a la exploracion de este campo vital”.<l2>
Al afio siguiente, ya Vasilev encabezaba un laboratorio de
parapsicologia en la Universidad de Leningrado. Un decreto
ruso de 1963 dio preferente atencion a las ciencas biologicas,
entre las cuales la Union de las RR. SS. incluye la parapsico­
logia.
Una de las historias mas interesantes relativas a la para­
psicologia en Rusia es la de la Sra. Nelya Mikhailova, una me­
dium de Leningrado. Ella posee la facultad de mover objetos
solo con mirarlos. Fosforos, vasos de vino, manzanas, jarras,

135
y hasta objetos mayores como tubos de aluminio, cambian
de lugar aparentemente solo con su pensamiento.
El mas notable medium de Rusia
Probablemente el caso rnäs dramätico de nn medium o
metagnomo que conocio Rusia es el de Wolf G. Messing, quien
fue sometido a las pruebas mas dificiles por Jose Stalin en
persona, con resultados perfectamente satisfactorios, por lo
cual se le concedio ciudadania sovietica y se lo honro con
toda clase de muestras de confianza.
Precisamente en medio de una funcion teatral en que el
medium estaba trabajando en la ciudad bielorrusa de Gomel,
dos pelicias sovieticos uniformados subieron al proscenio y
anunciaron al püblico: “ Lamentamos anunciar que la fun­
cion ha terminado”, y se llevaron detenido a Messing con
destino desconocido en un auto que estaba esperando. “ Lle-
gamos a algtin lugar —yo no sabia donde era —dice Messing—.
Fui introducido en una habitaciön de lo que parecia ser un
hotel. Despues de un tiempo fui llevado a otra habitacion.
Entro un hombre de bigotes” . El medium se encontraba fren-
te a Jose Stalin.
Siendo que Wolf Messing ya habia sido sometido a prueba
por personajes como Einstein, Freud y Gandhi, y los habia
convencido de sus capacidades supranormales, no se arredro
ahora. Acababa de huir de los nazis cuando estos invadieron
Polonia, porque Hitler habia puesto precio a su cabeza, ofre-
ciendo 200.000 marcos por ella, ya que el medium habia pre-
dicho la muerte del dictador alemän.
Stalin lo sometid a varias pruebas. La primera consistia
en que Messing entrara en un banco de Moscd, donde era des­
conocido, y extrajera de alguna manera 100.000 rublos. Lo
logrd con toda facilidad. “ Llegue hasta la ventanilla del ca-
jero y le entregud una hoja de papel en bianco”, cuenta Mes­
sing. Este abrid una caja y la puso sobre el mostrador. En-
tonces el medium sugestiond al cajero a entregarle la enorme
suma de dinero. El cajero mird la hoja de papel, abrid la caja
fuerte y entregd los 100.000 rublos. Dos oficiales de Stalin es-
taban con el para comprobar la veracidad del incidente.
La segunda prueba fue todavia mäs dificil. Se lo llevd a
136
Messing a una importante oficina gubernamental, tal vez en
el interior del Kremlin. A tres diferentes grupos de guardas
se les habia impartido la orden de no dejar salir a Messing
de la oficina ni del edificio. Tampoco tenia el permiso escrito
de salida. Realizo el experimento sin problema, y salio sin
ser molestado.
Una tercera prueba consistio en que se le ordeno entrar
sin permiso y sin pase en el santuario de Stalin en Kuntsevo.
Innumerables policias y guardas rodeaban esa residencia de
campo, y un ejercito de guardaespaldas rondaban por la mis-
ma. Todos los empleados de la casa eran miembros de la po-
licia secreta. Pero algunos dias despues de que se le ordeno
hacer la prueba, mientras Stalin estaba trabajando en un es-
critorio lleno de documentos importantes, aparecio frente a
el Messing en persona. Los guardaespaldas cle Stalin le die-
ron paso respetuosamente. Y lo propio hicieron los policial
y todo el personal.
Stalin lo miro petrificado.
—(Como lo consiguio? —le pregunto.
—Sugestione a todos, guardas y empleados, con este pen-
samiento: “Soy Lavrenty Beria”, el jefe de la temida policia
secreta rusa.
Los discos voladores y la parapsicologia en Rusia
^Tiene algo que ver la parapsicologia con los famosos pla-
tos voladores? Definidamente.
En primer lugar, permitasenos insistir en el hecho de que
estos constituyen realidades innegables äunque desconocidas
hasta el presente. El Dr. Fdlix U. Ziegel, director del Insti­
tute de Aviacion de Moscü, escribio en la revista sovidtica
Suena, de abril de 1967: “En realidad, el radar sovietico ha
estado detectando objetos voladores no identificados ya por
veinte anos”.
Lo interesante es que un mes antes de que apareciera nin-
giin anuncio publico de objetos voladores no identificados
(OVNI), los parapsicdlogos rusos llegaron a la conclusion de
que era conveniente estudiar el fendmeno. Y asi, se reunie-
ron con dos grupos de fisicos para realizar un seminario sobre
“Maneras posibles de comunicarse con civilizaciones extra-

137
terrestres” . Luego, la discusion abordo el tema de los OVNI.
La declaracion del Dr. Ziegel fue: “ Parecemos estar tratando
con una realidad todavia inexplorada” .
Otro autor ruso explico que probablemente los religiosos
que creen en la segunda aparicion de Cristo en la tierra, no
esten del todo errados, aunque tal vez tendrian que cambiar
un poco el enfoque de su creencia. En el capitulo siguiente
habra otras consideraciones sobre este interesante tema de
los OVNI.
La realidad de la ESP
Pese a la critica que se le ha liecho al m£todo estadistico
de Rhine, existen muchisimos casos documentados de tele-
patia, si por la telepatia se entiende, no la transmision de un
pensamiento no expresado, sino de un pensamiento que de
alguna manera se ha exteriorizado, pero que sin embargo era
desconocido para el sujeto. Tambien hay muchos casos de
clarividencia y de precognicion.
Albert Freiherr von Schrenck informa acerca de intere-
santes experimentos realizados en el seno de la Sociedad Psi-
cologica de Munich el 19 de abril de 1887 con una medium
cuyo pseudonimo es Lina. Lina esta comodamente sentada
en un sillon, y en esa posicion el operador la sume en el estado
de hipnosis. El Dr. Schrenck o su esposa van a una habitacion
condgua y escriben sobre un pizarron una orden q.ue Lina
debe efectuar. Notese de paso que la orden esta escrita, de
manera que es un pensamiento ya expresado. Mas tarde vere-
mos la importancia que este hecho tiene. En forma notable
y exacta, Lina realiza cada vez la accion sugerida por la orden
escrita del hipnodzador. Esto se realiza no solo mientras ella
esta en estado de hipnosis, sino ya despierta, como resultado
de una sugestion posthipnotica, escrita en el pizarron de la
pieza contigua. Lina realiza al pie de la letra las acciones or-
denadas, una vez que es despertada del trance hipnodco.
Hay muchos casos semejantes de personas que captan un
pensamiento expresado, o reciben informacion con respecto a
hechos fisicos ocurridos en lugares muy distantes, o aun a veces
sobre sucesos que habrän de ocurrir en el futuro. Ni la psicolo-
gia ni la parapsicologia, ni siquiera la doctrina espiritista,
son capaces de explicar estos hechos en forma satisfactoria.
138
Relatividad y limitaciones de la parapsicologia
La esencia de los fenomenos paranormales, su origen, sus
causas profundas, resultan del todo desconocidos para la inte-
ligencia del hombre. No importa la fuente Humana a la cual
se recurra, no importa el metodo que se emplee o la disciplina
o ciencia que se use, el velo del misterio continuant rodeando
ese conjunto de realidades, liasta que el investigador llegue a
la tinica gran fuente que puede suplir con seguridad y exacti-
tud la informacion necesaria para despejar la incognita. Eso
es lo que haremos en los proximos capitulos de esta obra para
ilustrar nuestro tema.
Con respecto a la parapsicologia misma, los propios culto-
res de esa incipiente ciencia, son francos en admitir sus limi­
taciones. Por ejemplo, el Prof. J. Ricardo Musso afirma con
todo candor y honestidad:
"Las teorias que liasta aqui hemos resumido estän bien
lejos de ser satisfactorias. Las modernas concepciones sobre
la estructura logica de la ciencia, exigen que las teorias, para
que no sean consideradas como viero jitego de palabras, deben
estar provistas de signiftcacion; es decir, deben poder ser
comprobables —y anade—: Ninguna de estas teorias [de la
parapsicologia] reiine todavia este requisito indispensable, y
solo sirven, por lo tanto, y por ahora, como gimnasia men­
tal”.«13)
Mas franco no podria haber sido un hombre especializado
en esta disciplina. Lo cual nos deja practicamente a fojas
cero en la tremenda tarea de dilucidar el origen de estos feno­
menos para descubrir la identidad de los poderes inteligentes
que parecen estarlos produciendo.
Los parapsicologos continuan tratando de abrirse paso, a
fuerza de palpar el camino, en las tinieblas del misterio, y
aunque ponen en duda la teoria espiritista de que quienes
producen los fenomenos supranormales son espiritus de seres
humanos muertos, no tienen el valor de negarlas ni denen
otra cosa que ofrecer. Es decir que se Italian desorientados.
“Seria insensato negar la posibilidad de que pudieran real-
mente ser espiritus —declara Musso—; pero seria infundado
afirmarlo’’.«14)
139
Conclusion
Hemos visto pues, como la parapsicologia se ha venido
esforzando, al utilizar todos los elementos a su alcance, por
lograr dos resultados definidos: 1) comprobar la realidad de
los fendmenos del ocultismo; 2) descubrir las leyes que los
rigen y establecer su origen, fijando con certeza la identidad
de las potencias inteligentes que hay deträs.
En cuanto al primer problema, la parapsicologia lo ha
resuelto de una manera ampliamente satisfactoria, y todos los
investigadores estän acordes en establecer que las manifesta-
ciones de hechos supranormales son una realidad. Todavia
discuten si esas fuerzas son exclusivamente facultades inter-
nas del medium, metagnomo o teleplasta, o si son poderes
exteriores.
Con respecto al segundo problema, la investigacion no ha
dado al hombre un äpice de seguridad o de explicacion, y el
misterio continua siendo tan impenetrable, desde el punto
de vista humano, como lo fue en los albores de la historia.
Sin embargo no hemos de ser pesimistas. Existe una fuente
superior que esta en condiciones de resolver el enigma y acla-
rar en forma completa el apasionante problema. A ella nos
referiremos en el capitulo siguiente.

(1) Albert Freiherr von Shrenck — (7) Alexis Carrel, La Incdgnita del
Notzing, Problcmas Bdsicos de la Hombre, pdg. 168.
Parapsicologia, pags. 132-153, Edi- (8) J . Ricardo Musso, Opus cit., pdgs.
ciones Troquel. Buenos Aires, 1966. 72, 73.
(2) Encyclopedy of Psychology, Harri- (9) Roberto Amadou, Opus cit., pag. 71.
man. (10) C. E. N. Hansell, E S P., A Scien­
(3) Roberto Amadou, La Parapsicolo­ tific Evaluation, pigs. 181-184. Nue-
gia, pdg. 30, Editorial Paidös, Bue­ va York, 1966.
nos Aires, 1964. (11) Sheila Ostrander y Lynn Schroe-
(4) Rend Sudre, Tratado dc Parapsico­ der, Psychic Discoveries Behind the
logia, pdg. 55, Ediciones Siglo X X , Iron Curtain, pdg. 4. Englewood
Buenos Aires. Cliffs, N. J., Estados Unidos, 1970.
(5) Rend Sudre, Opus cit., päg. 15. (12) Id., pdg. 6.
(6) J . Ricardo Musso, En los Lim ites (13) J. Ricardo Musso, Opus cit., pdg.
de la Psicologia, pdgs. 27, 28. Edi­ 298.
torial Paidös, Buenos Aires, 1965. (14) Musso, Opus cit., pdg. 230.

14 0
UN IMPORTANTE
11 DOCUMENTO QUE MERECE
SER EXAMINADO
______________________________)

UNtimo
ESTU D IAN TE universitario que finalizaba su penul-
afio de estudios, encard decididamente un dia a uno
de sus profesores, el que mas lo habia impresionado por su
erudicidn y su actividad como investigador, y le presentd el
problema que lo venia preocupando:
—Doctor Ricci —le dijo—, necesito que me de una orien-
tacidn.
—Con todo gusto —respondid el dinämico y viejo catedrä-
tico, mientras posaba su aguda mirada en los ojos del joven
que se le habia acercado.
—Tengo interes en descubrir —explicd el alumno—, algiin
tema de importancia y de interds cientifico e histdrico que
sea materia de mi futura tesis doctoral.
La respuesta no se hizo esperar. El profesor, conociendo
al estudiante, le replied sin vacilacidn:
—Le aconsejo que elija Ud. un tema de arqueologia pa-
lestiniana. Yo le proporcionare numerosos documentos ori­
ginales que son fruto de expediciones arqueoldgicas. Asi Ud.
podria confirmar, en su tesis, lo que ya ha sido demostrado:
la autenticidad y veracidad histdrica de la Biblia.
141
El joven estudiante, que no era otro que quien escribe,
abrio grandes sus ojos. No esperaba una respuesta por el
estilo. Sobre todo por la posiciön decididamente esceptica,
y hasta atea, del docente.
El Dr. Clemente Ricci, hoy extinto, que dictaba, antes de
jubilarse, su ultimo curso de Historia de las Religiones en la
Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad Nacional de
Buenos Aires, era uno de los mäs conspicuos y eruditos pro-
fesores de la casa. Dominaba el sänscrito, el hebreo, el griego
y el latin, ademäs de varios idiomas vivos, y era autor de nu-
merosos trabajos de investigacion historica.
Debido a sus convicciones, imprimia a sus clases una orien-
tacion concordante.

Sincero reconocimiento de un esceptico


Esto nos habia dado ocasidn de conversar en privado con
el profesor en numerosas oportunidades. Y lo que mäs nos
sorprendia en cada una de esas amables pläticas era que, in-
faliblemente, terminaban con un consejo que el Dr. Ricci,
hombre arreligioso, daba a su alumno, con ponderaci0nöy
enfätico ademän: “Nunca deje de investigar la Biblia. No
permita que mis clases le resten interes en el estudio de eae
libro maravilloso. Las Escrituras constituyen una luz resplan-
deciente, un fanal en la vida. .
En realidad, las clases del Dr. Ricci, lejos de disminuir
nuestro gusto y apetencia por el estudio de ese libro admirable
que se llama la Biblia, no hacian sino profundizar nuestro
anhelo de seguir investigändolo. Sin embargo, nunca habia-
mos adjudicado a esos consejos del esceptico catedrätico todo
el peso y la sinceridad que tenian, hasta el dia en que, en res­
puesta a nuestra pregunta, nos recomendo oficialmente la
realizacion de un trabajo de investigacion serio y cientifico,
que seria apadrinado por el mismo, para confirmar la auten-
ticidad e historicidad de la Biblia.
Hasta hace medio siglo, y aun algo menos, la denominada
alta critica se ufanaba en aseverar que buena parte de la
Biblia se componia de leyendas ideadas por sus escritores.
Pero la arqueologia de los Ultimos cincuenta anos ha desente-
rrado de las arenas del tiempo miliares de documentos que

14 2
establecen en forma concluyente el caräcter histdrico, veridico
y aut^ntico de los relatos biblicos, de manera que la critica
erudita acepta hoy ese libro como un admirable documento
histdrico, digno de nuestra mäs absoluta confianza.
Hace muchos arms, cuando el autor debatia en su mente
el problema de la identidad y el origen de las fuerzas supra­
normales cuya existencia han comprobado las investigaciones
cientificas, se decidid a examinar de una manera cabal e im-
parcial este antiquisimo documento constituido por las Sa-
gras Escrituras. Y en έΐ halld no sdlo inniimeras referencias
a fendmenos psiquicos, sino tambien declaraciones de un in­
te rs apasionante sobre el estado del hombre despuis de la
muerte, y sobre su posibilidad de intervenir en las actividades
y problemas de nuestro mundo.
Pero la pregunta que surgid en nuestra mente al leer ase-
veraciones tan sorprendentes era £sta: ,;Qu£ valor tienen tales
postulados? ^Que autoridad los respalda?

jExiste alguna fuente autorizada y segura?


Albergabamos el deseo d6 descubrir una fuente mäs auto­
rizada que la filosofia, la teologia dogmätica y popular, y el
espiritismo, y necesitäbamos cerciorarnos de si existia un do­
cumento tab Asi se suscitd en nosotros la secreta pregunta:
jPodrä ser la Biblia esa fuente?
Para aceptar la premisa de que la Biblia era la fuente auto­
rizada, resultaba indispensable que esto fuera respaldado por
pruebas objetivas, concluyentes, indiscutibles. En ausencia de
esas pruebas, habia que descartar esa posibilidad.
Con este interrogante en vista nos dimos a la tarea de exa­
minar el documento que hoy deseamos invitar al lector a con-
siderar con nosotros.
Por una parte, en base a las pruebas arqueoldgicas acumu-
ladas en medio siglo, llegamos a la conclusidn de que la cri­
tica histdrica moderna ha llegado a aceptar que la Biblia es
autentica, es decir, que sus libros fueron escritos en realidad
en las epocas a que pretenden pertenecer; ademäs, que es veri-
dica, o sea que los relatos y narraciones que hace de hechos
histdricos, son ciertos y corresponden a la realidad.
T an evidente e indiscutible era esto, que eruditos de corte

143
casi ateo, pero historiograficamente bien informados, como el
Dr. Ricci, lo aceptaban como un hecho comprobado.
Sin embargo, esto no era suficiente. Nos resultaba necesa-
rio hallar alguna prueba o pruebas objetivas y externas de que
los libros de la Biblia habian sido escritos en base a una
inspiracidn y a una autoridad superiores a la humana, como
en ellos se afirma.
Uh elemento indiscutible de prueba
En nuestra busqueda descubrimos con asombro que exis-
tian en las Escrituras una serie de profecias o predicciones
que, escritas cinco o seis siglos antes de nuestra era, predecian
el curso de la historia, anunciando el surgimiento y la caida
de los grandes imperios universales, las caracteristicas de cada
uno, y una serie de hechos concretos y precisos. Y al repasar
mentalmente los grandes sucesos del acontecer histdrico, des­
cubrimos de inmediato el cumplimiento cabal, exacto y cir-
cunstanciado de esas profecias.
No se trataba sölo de una o dos predicciones biblicas, sino
de decenas de presagios que se distinguian por su caräcter pre-
ciso, con mencidn de imperios, nombres de monarcas siglos
antes de su nacimiento, y periodos histdricos definidos por
anos y sucesos especificos. Notamos que todo ello se habia
cumplido con cabal exactitud en la realidad histdrica.
Por ejemplo, en el libro de Daniel (Antiguo Testamento),
mäs de cinco siglos antes de nuestra era, una profecia estable-
cia el afio en que Jesus debia ser bautizado y el ario en que
debia ser muerto, ademäs de otros diversös fendmenos de im-
portancia histdrica. Todas estas anticipaciones admirables se
cumplieron con matemätica exactitud.
El capitulo 53 del libro biblico de Isaias, asi como algunos
de los Salmos, narraban con mäs de seis siglos de antelacidn
los episodios de la pasidn de Cristo, los cuales se realizaron al
pie de la letra.
Los capitulos 29 y 30 del libro de Ezequiel prenunciaron
el hecho de que Egipto, el poderoso imperio de la antigiiedad,
llegaria a perder su lustre y su gloria de antafio, para ocupar
en forma definitiva un puesto de segunda importancia en el
concierto de las naciones. Y la historia ha dado testimonio,

144
objetivamente, de la veracidad de ese vaticinio profetico.
El profeta Isaias (capitulo 13) predijo la total destruc­
tion del opulento Imperio Neobabilbnico, el cual, un siglo
despues de ese anticipo, seguia extendiendo sus tentäculos por
los cuatro cabos del Asia. Pero llegb el dia en que la soberbia
silueta de Babilonia, metropoli del mundo en su hora, des-
aparecio para siempre, de tal manera que hoy las ruinas de la
ciudad imperial constituyen otro impresionante monumento
del cumplimiento de las profecias biblicas.
Predicciones relativas a Tiro y Sidon, las dos grandes
capitales fenicias; presagios sobre la diaspora y los sufrimien-
tos del pueblo hebreo; anticipaciones que describian la situa­
tion social y politica de nuestros dias, dadas por Cristo, todas
han hallado un cumplimiento impresionante y hasta dra­
ma tico.
Mientras ibamos analizando tantos hechos de una obje-
tividad indudable, no podiamos menos que formularnos la
pregunta: <iPueden todos estos cumplimientos ser fruto de la
casualidad? <>Es posible que los autores de estas profecias las
hayan producido guiados meramente por su propia sabiduria
y capacidad mental?
Esa aseveracion parecia muy ilogica e irreal. El futuro
estä rodeado de un velo impenetrable para el ser humano.
Ningun hombre, por sabio que sea, puede penetrar en el
porvenir y establecer con seguridad lo que una sola hora tiene
en reserva para el. Mucho menos tiene la capacidad de de-
terminar el curso entero de la historia.
Una profecia de las Escrituras, despues de bosquejar la
historia del mundo a traves de 2.500 anos (Daniel 7), esta-
blecia con siglos de anticipacibn el periodo de 1260 anos de
auge politico-religioso del Vaticano durante la Edad Media.
Una serie de admirables profecias del Apocalipsis esbozan
los sucesos cumbres de la humanidad, particularmente du­
rante la era cristiana.
Una profecia especifica del Antiguo Testamento indicaba
que cuando llegara el ‘‘tiempo del fin” , se produciria el aumen-
to de la ciencia, y que los hombres se embarcarian en la era
de la velocidad (Daniel 12:4), dos cosas que estan cumplien-
dose ante nuestra atbnita mirada con sorprendente realismo.

14 5
10
Inf alible criterio de inspiration
El profeta Isaias registro en su libro, 700 afios antes de
Cristo, un significativo desafio que patentiza la nulidad hu-
mana frente a la tarea de conocer anticipadamente el futuro.
He aqui sus palabras: “ jPresentad vuestra causa! . . . jpro-
ducid vuestros alegatosl . . . Saquen a luz y nos declaren lo
que ha de suceder: declarad las predicciones anteriores, sean
cuales fueren, para que las consideremos, y sepamos en que
pararon, o, que nos hagan oir las cosas por venir. |Declarad
las cosas que vendrän en lo sucesivo, para que sepamos que
sois dioses!” *1)
Ante la pretensidn de las religiones paganas de la anti-
giiedad, con sus numerosas deidades yertas de madera, de
piedra o de metal, plantea el profeta un desafio a pronosticar
los sucesos del remoto futuro, o a examinar el cumplimiento
de algiin definido prondstico hecho por ellas, como prueba
de su caräcter divino. Pero ese desafio se ha extendido tam-
bien 'a todos los sabios del mundo.
Veintisiete siglos han pasado desde entonces. Mas este
reto no fue contestado. No pudo serlo. Porque la facultad
de anticipar lo por venir sdlo la posee la* Divinidad. Para la
mente de cualquier ser humano, por mucha erudicidn o ciencia
que posea, los sucesos del futuro estän cubiertos por un velo
impenetrable, y sus declaraciones serän meras conjeturas.
A1 encontrarnos, pues, con un documento que contiene
no una sino veintenas de profecias que bosquejaban en forma
precisa los grandes acontecimientos del devenir humano, rea-
lizados en la historia con exactitud sorprendente, tenemos que
llegar a la forzosa conclusidn de que ese documento no puede
ser de procedencia sdlo humana, sino que es de origen divino,
y que fue escrito por inspiracidn de Dios.
T al es el caso con las Sagradas Escrituras, llamadas tambien
la Biblia, o la Palabra de Dios. Es el libro que el gran argen-
tino Domingo Eaustino Sarmiento denomind “el libro padre
de todos los libros” , una verdadera joya de la literatura mun-
dial, la mäs extraordinaria de todas, el libro mas difundido
y leido del mundo, traducido hoy total o parcialmente a mas
de mil den idiomas y dialectos.

14 6
El profeta Isalas, uno de los autores biblicos, contesta su
desafio indicando que Dios ha predicho el futuro: “Yo soy
Dios, y no hay mäs Dios, y nada hay a mi semejante; que
anuncio lo porvenir desde el principio, y desde antiguo lo
que adn no era hecho” .<2)
En efecto, como ya lo afirmamos, hallamos en las Sagradas
Escrituras toda una Serie de profecias milenarias de caräcter
muy concreto, que establecian los grandes sucesos de la histo-
ria futura, y que ademäs describian el panorama de nuestro
tiempo en el orden politico, social, moral, religioso y cultural.
Resulta en realidad apasionante ir comprobando, punto por
punto, el cumplimiento histdrico acabado de cada una de estas
profecias, y llegar a la ineludible conclusion de que esas pre-
dicciones, asi como todo el libro admirable que las contiene,
fueron compuestos por inspiracidn superior, y llevan por lo
tan to el sello de su origen divino.

El libro que resuelve los misterios humanos


<;Por qud traemos este tema a colacidn? Sencillkmente
porque dejamos demostrado, en el capitulo anterior, que ni
la ciencia, ni la filosofia, ni la parapsicologia, ni la teologia
conventional, estan;en condiciones de resolver el dificil pro-
blema de quidnes son las personalidades espirituales que reali-
zan tan extraordinarios fendmenos en las sesiones del espiri-
tismo o fuera de ellas, y que hasta se materializan. Ademäs, no
pueden decirnos qud es el espiritu, qud es el alma, y qud rela-
cidn tienen el uno y la otra con el cuerpo.
La ciencia se ha declarado incapaz de resolver estos mis­
terios, porque en el caso particular de identificar los espiri-
tus o siquiera de definir qud es el espiritu humano, no tiene
elementos de comprobacidn. Ella establece que existen fuerzas o
poderes supranormales, pero no tiene forma de saber qud son.
La especulacidn filosdfica, parapsicoldgica o teoldgica ha
estado abordando estos problemas desde hace tiempo, pero
las posiciones a las cuales llegan estas disciplinas son meras
construcciones verbalistas sin comprobacidn alguna, y par-
ticipan del caräcter de conjeturas, o, en el mejor de los casos,
podriamos llamarlas hipdtesis; pero son absolutamente in-
demostrables.

147
Es evidente, segiin lo afirmamos, que necesitamos disponer
de una fuente superior, de una autoridad divina que pueda
resolvernos estos problemas. En efecto, sölo Dios, que ha he-
cho al hombre y a todos los seres de la creacion; solo Dios, para
quien no existe misterio alguno, estä en condiciones de indicar
con toda claridad quienes son los espiritus del espiritismo,
y que pasa con el hombre despuds de la muerte.
Y la Biblia es el libro divino que contiene la solucidn
de los misterios humanos. S. Pedro afirma que “ los santos
hombres de Dios’’ que escribieron los libros de la Biblia,
“hablaron siendo inspirados del Espiritu Santo” . A u n cuan-
do escribieron utilizando su propio vocabulario y redactaron
sus libros en su propio estilo personal, el material les fue
“revelado” o “inspirado” por Dios.
Este criterio lo confirma S. Pablo cuando dice: “Toda
Escritura es inspirada por Dios; y ütil para la enseöanza, para
la reprensiön, para la correcciön, para inslruccion en justicia;
a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, estando bien pre-
parado para toda buena obra”.<4> En otras palabras, la Es­
critura declara ser la revelacion de Dios.
La verdad relativa a los problemas espirituales que nos
ocupan, no puede ser descubierta ni por el metodo empirico
de las ciencias, ni por el metodo racionalista de la filosofia
o la teologia filosofica. La ünica manera en que el hombre
puede conocer la realidad sobre su verdadero estado despuis
de la muerte, y sobre la identidad de los espiritus y su natu-
raleza, es por revelacion de Dios. Lo mismo puede decirse de
toda verdad en el orden religioso, que tiene que ver con
nuestro bienestar eterno y con nuestra salvaciön.
Y la comprobacidn terminante de que las Sagradas Escri-
turas son la revelacidn de Dios, estä en el cumplimiento estu-
pendo de sus milenarias profecias.
Solo a los efectos de ejemplificar el caräcter especifico y
claro de estas profecias de la Biblia, nos dedicaremos a analizar
brevemente una de eilas, que se halla registrada en el capi-
tulo segundo del libro de Daniel. Esta pieza profetica nos
presenta una maravillosa sintesis anticipada de un proceso
histörico que abarca 2.500 anos, en el que se predicen los
eventos mäs descollantes de la humanidad.

148
Un monarca ansioso y desorientado
El relato que se presenta en este capitulo se halla lleno de
interes humano.
Un poderoso monarca absolutista de la antigiiedad aca-
baba de ordenar la muerte de todo el cuerpo de sabios de su
imperio, entre los cuales figuraban los astrdlogos, los magos,
los encantadores y los ariispices, que tantas veces habian sido
sus consejeros, y que en tantas oportunidades habian preten-
dido pronosticar el porvenir. iQue ocurria ahora?
El rey Nabucodonosor, gran artifice del Nuevo Imperio
Babildnico, que inauguro su notable gobierno el ano 604 AC,
se hallaba agitado por graves pensamientos relativos al futuro
de su imperio. En las horas de la noche, un suerio impresio-
nante y nitido lo ha dejado profundamente conmovido. Pero
como por mas que se esfuerza no logra veneer el olvido total
que como un velo misterioso ha cubierto su vision onirica,
convoca a sus grandes hombres para exigir de ellos su signi-
ficado.
Estos reclaman como condicion previa el relato del sueno,
sin lo cual alegan no ser capaces de poner en ejercicio su
supuesta sabiduria. Pero el monarca insiste en que lo ha olvi-
dado totalmente, y en que ellos deben en primer termino
reconstruirlo, para luego darle su significado, evidenternente
de caräcter politico.
Con gran consternacion, “ los caldeos respondieron delante
del rey —segiin reza el interesante relato del libro de Daniel—,
y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar
el negocio del rey: ademäs de esto, ningiin rey, principe ni
senor, pregunto cosa semejante a ningiin mago, ni astrologo,
ni caldeo. Finalmente, el negocio que el rey demanda, es sin­
gular, ni hay quien lo pueda declarar delante del rey, salvo
los dioses, cuya morada no es con la carne” .(°>
Esta declaracion de los astrologos de la corte babildnica
del siglo VII AC expresa una verdad inconcusa, indudable.
La capacidad humana tiene sus limites: se les pedia a aque-
llos hombres una imposibilidad. Solo Dios esta en condiciones
de conocer los intimos pensamientos inexpresados del hom­
bre, y solo el tiene la capacidad de pronosticar el porvenir.
149
El rey Nabucodonosor, airado por no conseguir que al-
guicn le interprete su sueno, ordena la destruction de todos
los sabios de Babilonia. Cuando este decreto estä por ponerse
en ejecucion, buscan entre los consejeros reales a Daniel, un
joven hebreo que, junto con otros, ha sido traido de Judea
en una reciente expedition conquistadora del monarca, y es
educado en la corte para servir mas tarde en los negocios ρύ-
blicos.
Enterado que fue este hombre del motivo de la orden real,
se presenta con toda confianza ante Nabucodonosor y promete
resolver el problema,r pero solicita tiempo. “ Fuese luego
Daniel a su casa —sigue afirmando el relato biblico— . . .
para demandar misericordias del Dios del cielo sobre este
misterio. . . Entonces el arcano le fue revelado a Daniel en
visiön de noche; por lo cual bendijo Daniel al Dios del cie­
lo” .
Cuando el joven vidente aparece en la presencia de Na­
bucodonosor, ästas son sus palabras:
“El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni aströlogos,
ni magos, ni adivinos lo.pueden ensenar al rey. Mas hay un
Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y äl ha hecho
saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer al cabo
de dias. . . . Y a mi es revelado este misterio, no por sabiduria
que en mi haya mäs que en todos los vivientes, sino para que
yo notifique al rey la declaracidn” .!7)
Estas palabras, desde luego, despiertan la ävida expectativa
del gobernante, que se dispone a escuchar con atencidn cada
palabra de este hombre extraordinario, mäxime cuando ase-
vera que la fuente de la revelaciön que estä por hacer es Dios
mismo, con quien se ha comunicado.
“Tu, oh rey —empieza Daniel diciendo—, veias, y he aqui
una grande imagen. Esta imagen, que era muy grande, y
cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y
su aspecto era muy terrible” .
Nabucodonosor asiente con gran satisfaccidn, y una debil
sonrisa ilumina su rostro hasta ahora torvo. Su confianza en
el profeta va creciendo, porque ya estä realizando la parte
que parecia imposible: estä reconstruyendo el sueno.
“La cabeza de esta imagen —prosigue el profeta— era de

150
fino oro; sus pechos y sus brazos, de plata; su vientre y sus
muslos, de metal [bronce]; sus piernas de hierro; sus pies, en
parte de hierro y en parte de barro cocido.
“Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no
con mano, la cual hirid a la imagen en sus pies de hierro y de
barro cocido, y los desmenuzd. Entonces fue tambidn desme-
nuzado el hierro, el barro cocido, el metal, la plata y el oro,
y se tornaron como tamo de las eras del verano: y levantdlos
el viento, y nunca mäs se les halld lugar. Mas la piedra que
hirid a la imagen, fue hecha un gran monte, que hinchid toda
la tierra —y Daniel subraya la seguridad con que se expresa
con esta otra fräse—. Este es el sueno; la declaracidn de el
diremos tambien en presencia del rey” d8)
La procesion de los grandes itnperios mundiales
La alegria del joven monarca, que se trasunta en su rostro,
es apenas frenada por la ansiedad con que espera la interpre-
tacidn de su sueno. No le cabe duda alguna de que esa inter-
pretacidn serä fidedigna, porque la reconstruccidn precisa de
la visidn misma ha sido absolutamente fiel, aun en sus detalles.
“Tü, oh rey, eres rey de reyes —continua el profeta— . . .
td eres aquella cabeza de oro” .W
No podia ser mas halagador para el tirano aquel comienzo
de la interpretacidn profetica. Ademas concuerda cabalmente
con la realidad. Babilonia, despues de la caida de Ninive,
habia llegado a ser la indiscutida capital del mundo, y el
imperio que regia se extendia por todos los ämbitos del Asia
occidental, la parte de la tierra entonces civilizada. El brillo,
la opulencia y la grandiosidad de aquella potencia se habian
logrado mayormente merced a la destacada actuacidn de Na­
bucodonosor.
Nadie, en ese momento, se atreve a pensar que aquel flore-
ciente y glorioso imperio de oro podia llegar pronto a su fin.
Pero Daniel prosigue con toda certidumbre y dignidad:
“Despuds de ti se levantara otro reino menor que tiV’(10>,
asi como la plata del pecho y los brazos seguian al oro de la
cabeza.
La historia confirmd el cumplimiento de ese prondstico.
Unos sesinta anos despues que Daniel hablara de esta suerte,

151
en dias en que Babilonia se habia debilitado mucho, la ciudad
Cue tomada por asalto. El hecho ocurrio a manos del general
Giro, que encabezo bien pronto el imperio persa —represen·
tado por la plata—, y que sucedio a la aurea Babilonia.
Pero Daniel prosigue con su interpretacion: “Y [se levan-
tara] otro tercer reino [que corresponde al bronce del vientre
y los muslos], el cual se ensenorearä de toda la tierra"/11) En
cumplimiento de esta parte, Persia, despues de ocupar el esce-
nario como una potencia de proyeccion mundial, cayo tam-
bien ante el arrollador empuje de Alejandro Magno, monarca
de la fase helenistica de la historia de Grecia. Alejandro, co­
mo sabemos, uno de los mäs destacados genios militares de
todos los tiempos, se lanzo a una carrera de conquistas que
mas parecia una excursion que una campafia militar, por la
rapidez con que fue realizada. Toda el Asia Menor, Fenicia,
Palestina, Egipto, Mesopotamia, Persia, fueron cayendo con
extraordinaria celeridad, y los ejercitos de Alejandro llegaron
hasta los limites de la India.
Con esto queda visto el asombroso cumplimiento de las
tres primeras etapas, que cubrian mäs de cinco siglos de his­
toria. Cuando Daniel llega en su explicacion al cuarto reino,
el de las piernas de hierrb, declara: “Y el cuarto reino sera
fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y doma todas
las cosas, y como el hierro que quebranta todas estas cosas,
desmenuzara y quebrantarä” d12> jQuien es este cuarto reino?
Surge en nuestra mente, con fuerza de evidencia, la ferrea
imagen del imperio romano, que sucede al efimero imperio
helenistico de Alejandro. En Roma todo era de hierro: su
organizacion, altamente militarizada; su disciplina rigurosa;
sus armas; su yugo sobre los vencidos. En poco tiempo Roma
llego a ser el formidable imperio que cubria una vastisima
extension, la que iba desde el Africa hasta Inglaterra, y desde
Espafia hasta Persia.

Caida y desmembramiento de la ferrea Roma


Pero segiin la profecia, Roma tampoco seria eterna. ^Cual
seria su fin? Daniel responde: “Y lo que viste de los pies y los
dedos . . . el reino sera dividido” d13> Asi como las piernas
rematan en diez dedos, aquel imperio mundial donde no se

152
ponia el sol seria tambien del todo destruido y fragmentado.
Efectivamente. Durante los siglos IV y V DC, el imperio
habia entrado en una epoca de debilidad y de corrupcibn,
que coincidio con las invasiones bärbaras de los pueblos ger-
mänicos. En sucesivas andanadas, estas invasiones terminaron
por veneer y someter a Roma, produciendo la disolucibn del
imperio y el establecimiento de una serie de monarquias en
que se fue conjugando la poblacibn romana con los pueblos
invasores, para dar nacimiento a las principales naciones eu­
ropeas: los francos (en Francia), los burgundios (en Suiza),
los anglo-sajones (en Inglaterra), los alamanos (en Alemania),
los suevos (en Portugal), los visigodos (en Espana), los lom-
bardos (en Italia), etc.

Tres palabras y el rumbo de la historia


Pero hay un elemento de esta profecia que es de un ca-
räcter tan preciso, y que se fue concretando de manera tan
admirable a travbs de toda la historia a partir de la divisibn
de Roma, que conviene destacarlo en forma especial. Daniel,
en su interpretacibn, realiza el atrevido pronbstico: ‘‘Cuanto
a aquello que viste, el hierro mezclado con el tiesto de barro,
mezdaranse con simiente humana [los diez reinos], mas no
se pegarän el uno con el otro, como el hierro no se mistura
con el tiesto” .!14)
Hay aqui una doble declaracibn: 1?) las potencias europeas
harian constantes esfuerzos para unirse de nuevo, recurriendo
aun al expediente de mezclarse con simiente humana, es dedr,
de entrar en alianzas matrimoniales con miras a la reconsolida-
cibn; como notable cumplimiento de esta prediccibn, las casas
reinantes de Europa a comienzos de nuestro siglo, se hallaban
intimamente emparentadas. Pero 29) “No se pegarän” . Y
estas tres palabras sentenciosas han marcado el rumbo de la
historia a partir de la divisibn de Roma. El que maneja las
riendas del poder daba su fallo: no habria mas imperios mun-
diales. A pesar de las tentativas que se hicieran, el ex imperio
romano, o sea Europa, no volveria a unirse.
En cumplimiento de estas tres palabras profbticas, resulta-
ron fallidos todos los esfuerzos para construir un gran impe­
rio: Carlomagno, Carlos V, Napolebn, el käiser de la Ale-

15 3
mania de la primera guerra, Hitler: todos estos nombres han
pasado a la historia como simbolos de esfuerzos fracasados en
ese sentido. Tampoco el proyecto de los Estados Unidos de
Europa iba a prosperar para la amalgamation politica de los
paises del viejo continente. Asi como el hierro no se mezcla
ni se amalgama con el barro cocido, tampoco volverian a
pegarse los viejos fragmentos. jLa profecia biblica lo habia
dispuesto hacia 25 siglos!

La intervention de una nueva potencia


(2.500 aims de historia bosquejados y maravillosamente
cumplidos! Sdlo la presciencia de Aquel que rige los destinos
del mundo, y en cuyas manos esta la suerte de las naciones,
podia hacer semejante anticipation, y solo el libro maravilloso
cuyos mensajes fueron recibidos por revelation divina, podia
haber registrado estas profecias.
Pero. falta aiin el desenlace del drama humano. Mientras
el atdnito monarca sigue con honda concentracidn la inter-
pretacidn del vidente, este corona su discurso con la mas
asombrosa declaracidn.
Ya en la descripcidn Daniel ha dicho: “Estabas mirando,
hasta que una piedra fue cortada, no con mano, la cual hirid
a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido y los des-
menuzd. Entonces fue tambien desmenuzado el hierro, el
barro cocido, el metal, la plata y el oro, y se tornaron como
tamo de las eras del verano: levantdlos el viento, y nunca mäs
se les halld lugar. Mas la piedra que hirid a la imagen, fue
hecha un gran monte, que hinchid toda la tierra” .*11*)
Y al interpretar este episodio final en que culmina el relato,
dice Daniel: “En los dias de estos reyes [es decir en los dias
de las naciones europeas], levantara el Dios del cielo un reino
que nunca jamäs se corromperä; y no sera dejado a otro pueblo
este reino; el cual desmenuzarä y consumirä todos estos reinos,
y el permanecerä para siempre. De la manera que viste que
del monte fue cortada una piedra, no con manos, la cual
desmenuzd al hierro, al metal, al tiesto, a la plata y al oro;
el gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo
porvenir: y el sueno es verdadero, y fiel su declaracidn”.<le)
Estos versiculos establecen que en breve todas las potencias

154
de la tierra han de ser desmenuzadas y pulverizadas, por la
intervencibn de una piedra majestuosa desprendida del monte.
Ninguna nacibn moderna ha de volver a regir al mundo con
vara de hierro, porque Dios ha puesto limite a la ambicibn de
los dictadores y los totalitarismos. En cambio ocurrirä un su-
ceso extraordinario que pondrä punto final a la historia de la
tierra con sus dolores y angustias, para inaugurar un reino
nuevo y feliz.
En esta transformacibn, la clave, el elemento decisivo, es
la Piedra, una nueva potencia. Pero ya no se trata de una
potencia humana o terrena. En las Sagradas Escrituras la
piedra no es otra cosa que el propio Sefior Jesüs, que vino
una vez al mundo como nifio desvalido, vivib como “ Hijo
del hombre” entre los hombres, y depuso sublimemente su
vida como “el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo” .
Pero esta segunda vez Jesus vendrä como Rey de reyes y
Sefior de sefiores, con la gloria y la majestad de su jerarquia
celeste. Vendrä en forma poderosa, para intervenir en los
destinos de este viejo mundo lleno de dolor y de injusticia,
y para inaugurar un reino perfecto. La profecia indica que la
Piedra se convirtib en un gran monte que llenb toda la tierra.
"El Dios del cielo levantarä un reino que nunca jamäs se
corromperä” .
Toda la Biblia estä llena de profedas y promesas relativas
al regreso glorioso de Cristo a la tierra con propbsitos de re-
dencibn. Este hecho majestuoso constituye la esperanza su-
prema de la humanidad, particularmente en estos momentos
en que el mal agobia a los mortales y el dolor oprime los
corazones. La segunda venida de Jesus, que exige la prepara-
cibn espiritual de cada persona que desea participar de ese
reino de gloria, suaviza las horas de lucha y ofrece un estimulo
poderoso para la conquista del ideal.

Conclusion
Un libro maravilloso que contiene decenas de profecias
como estas, cuyo cumplimiento puede comprobarse en los he-
chos de la historia, ofrece a toda persona inteligente la demos-
tracibn mäs categbrica de que es el libro de Dios, una obra

15 5
recibida por revelacion, inspirada directamente por el Unico
que conoce el fin desde el principio, el Unico para quien no
existen misterios insolubles, porque es el Creador de todos los
seres y de todo cuanto existe. A esfa fuente segura y autori-
zada acudiremos con toda confianza para buscar la solucion
de los problemas que hemos planteado en el capitulo anterior.

(1) Sagradas Escrituras, libro de Isaias. (7) Vers. 27-30.


cap. 41, vers. 21-2J, Version Mo· (8) Vers. 31-36.
derna. (9) Vers. 37, 38.
(2) Isaias 46:9, 10. (10) Vers. 39.
(3) Segunda Epistola de S. Pedro 1:21. (Π ) Ibid.
(4) Segunda Epistola de S. Pablo a (12) Vers. 40.
Timoteo 3:16, 17, Version Moder- (13) Vers. 41.
na. (14) Vers. 43.
(5) Daniel, cap. 2, vers. 10, 11. » (IS) Vers. 34, 35.
(6) Daniel 2:17-19. (16) Vers. 44, 45.

156
f )
1 LA INMORTALIDAD DEL
12 ALMA ENFOCADA POR LA
REVELACION
________ J
TTA CIA tres diäs que la aeronave R-101 se habia estrellado
·■ -·*- en un lugar de Francia, determinando la muerte del avia-
dor Irwin, cuando Harry Price, celebre estudioso de los feno-
menos de la parapsicologia, comprometid a la conocida me­
dium Sra. de Garrett —de quien ya nos ocupamos en otro
capitulo—, para que hiciera aparecer al espiritu del aviador.
Relata el investigador britänicoW que poco despues de
comenzar la sesion se hizo presente “ Uvani”, el espiritu con­
trol de la medium, quien anuncio que estaba por lograrse
comunicacion con el extinto piloto que comandaba el apa-
rato destruido. De pronto, la voz de la Sra. de Garrett cambio,
y el supuesto espiritu dio un informe tecnico detallado de las
causas del desastre. Mas tarde se probo que las observaciones
logradas en la sesion espiritista eran correctas.
<;Se trataba, en realidad, del espiritu del aviador Irwin?
Era evidente que el informe recibido en la sesidn no provenia
de la medium, porque-las declaraciones excedian su conoci-
miento y pericia en asuntos de aviacion, y porque todavia de
ninguna manera habria tenido tiempo de lograr los datos
fidedignos, siendo que no estaba realizada la investigation
correspondiente. Es indiscutible que el relato fue realizado
por un espiritu o inteligencia ajena a la medium. £Quien era?
(jPodia tratarse del propio espiritu del aviador fallecido?

157
Ya dijimos que la unica manera en que podra resolverse
con absoluta seguridad el problema de cuäl es la condicibn
del hombre despubs de la muerte y la identificacibn de los
espiritus que aparecen en las sesiones, es en base al testimonio
de Alguien que este muy por encima de la inteligencia y la
capacidad humana, siendo que en la dilucidacibn de esta
incognita, la ciencia no tiene elementos para actuar; y que las
meras especulaciones de la filosofia, la teologia seudocristiana
o la tradicibn, no tienen ningbn valor probatorio. Recurri-
remos, pues, a la revelacibn divina, que segbn demostramos
en el capitulo anterior, estä contenida en las Sagradas Escri-
turas.
El problema de la inmortalidad
Pero hay un problema previo: determinar qub es el alma
y que es el espiritu, y qub relacibn guardan ellos con el cuerpo.
Tanto en el vocabulario popular, como en el filosbfico y
teolbgico, las voces “alma” y “espiritu” tienen un sentido
vago e impreciso, y a menudo se usan indistintamente como
sinbnimos.
Pero en forma casi invariable se vinculan estos conceptos
con la idea de inmortalidad. Asi por ejemplo, se afirma que
el alma o el espiritu son inmortales por naturaleza, son indes-
tructibles, y por lo tanto continban existiendo despues de la
muerte.
Esta afirmacibn, que se acepta como si fuera un hecho,
se halla muy lejos de ser una verdad, y no encuentra ningun
asidero en la Palabra de Dios. Esta fuente es la unica autori-
dad en la materia, pues en ella habla nada. menos que el
Creador del hombre, el Autor de la vida.
En ningbn pasaje de las Sagradas Escrituras consta que el
hombre, su alma o su espiritu sea inmortal. La inmortalidad
es un atributo que puede ser buscado y logrado por el ser
humano, pero como un don de Dios y no como una condicibn
inherente.
Los bnicos pasajes biblicos donde se usan los vocablos
“ inmortal" o “inmortalidad” son los siguientes cinco, todos
pertenecientes al apbstol S. Pablo:
a) 1* Timoteo 1:17 aplica la expresibn a Dios: ". . . al
Rey de los siglos, invisible, inmortal. . .”

15 8
b) Romanos 2:7 se refiere a los seres humanos que “bus-
can gloria y honra e inmortalidad” . Luego, si la buscan, es
porque no la poseen inherentemente.
c) l a Corintios 15:53, 54 habla del momento especial en
que a un determinado sector de los seres humanos se le con-
cederä la inmortalidad: “Cuando esto mortal fuere vestido
de inmortalidad. . .”
d) l a Timoteo 6:16, se refiere a “nuestro Senor Jesucristo
. . . poderoso Rey de reyes y Senor de senores; quien solo tiene
inmortalidad” . Este texto indica categdricamente que el Se-
nor Jesus es el unico Ser inmortal. En la Versidn de Mons.
Straubinger la traduccidn es mucho mas clara, pues dice:
"El bendito y unico Dominador, Rey de los reyes y Senor
de los senores; el unico que posee inmortalidad” .
e) 2a Timoteo 1:10 dice que Jesucristo "quitd la muerte
y sacd a luz la vida y la inmortalidad por el Evangelio” .
Las siguientes conclusiones son evidentes:
1) En ninguno de estos versiculos se atribuye al hombre
la inmortalidad como facultad natural, inherente.
2) En uno de ellos se alude a los seres humanos que buscan
la inmortalidad. Por lo tanto no la poseen inherentemente,
y pueden no lograrla o pueden perderla.
3) En otro de esos pasajes se declara con todo dnfasis que
Cristo es el tinico que posee la inmortalidad.
4) Pero en ninguna de esas declaraciones inspiradas de la
Biblia se relaciona el concepto de “inmortal” o “ inmortalidad”
con el concepto de “alma” o “espiritu”.
Antes al contrario, en numerosos lugares la Biblia dice
que el "alm a” muere o puede morir. Por ejemplo en Ezequiel
18:4 se lee: “El alma que pecare, esa morirä”. Y en S. Mateo
10:28: “No temäis a los que matan el cuerpo, mas el alma
no pueden matar: temed antes a aquel que‘puede destruir el
alma y el cuerpo en el infierno” .
Es, pues, terminante, en la revelacidn divina, la conclusibn
de que no sölo no existe en el hombre un espiritu o un alma
inmortal por naturaleza, sino que, lo que la Biblia designa
con ese nombre puede morir y puede ser destruido.
La inmortalidad es un don que el hombre puede lograr
sölo por medio del Evangelio de Cristo, y en base al cumpli-

159
(

miento de ciertas condiciones, que oportunamente estudiare-


mos. De manera que es una inmortalidad condicional.

iQue es el alma y que es el espiritu?


Para poder contestar estas preguntas, tendremos que co-
menzar por desembarazarnos de toda idea preconcebida, de
todo concepto tradicional, e investigar a traves de la Palabra
de Dios la acepcion precisa de cada uno de esos vocablos.
Una concepcion hondamente arraigada en la conciencia po­
pular, heredada del paganismo, y transmitida a trav£s de la
filosofia griega, particularmente el neoplatonismo, al cristia-
nismo popular —ya distanciado' de las ensenanzas originales
de la Biblia—, fue plasmando en la mente del pueblo la idea
de que el alma o el espiritu es una entidad inmortal, cons-
ciente, pensante, indestructible y eterna, que se desprende del
cuerpo en ocasion de la muerte, y continua viviendo, gozando,
sufriendo, e interviniendo en los asuntos humanos. Pero la
Biblia desvirtua totalmente esta idea tan popular.
Digamos antes de paso que para descubrir que es en la
Biblia el alma y que es el espiritu, es decir, para conocer el
significado de estas palabras, no podemos recurrir al diccio-
nario castellano, ni siquiera al hebreo y al griego, porque el
diccionario nos darä la acepcion de estas voces en la actua-
lidad, o en una epoca definida, que puede no ser aquella en
la cual se escribio el correspondiente pärrafo biblico.
La linica manera de conocer el significado exacto de estas
voces es buscandolo en la propia Biblia. Afortunadamentc
las Escrituras son su propio interprete, de manera que compa-
rando un versiculo con otro, llegaremos a resolver el proble-
ma.
Desde luego que el asunto no es simple. Es menester
recordar que el hebreo, idioma original del Antiguo Testa-
mento, y el griego, idioma en que fue escrito el Nuevo Testa-
mento, son lenguas en un sentido mas complejas, ricas y per-
fectas que las modernas. Una palabra en hebreo o en griego
puede tener varios significados, uno de los cuales solamente
se traduce a veces con exactitud por medio de cierta palabra
castellana, la cual, a su vez, puede tener otras acepciones.
La palabra alma es traducida de dos vocablos hebreos del

16 0
Antiguo Testamento: nephesh y nislmma, y de un vocablo
griego del Nuevo Testamento: psije. Todas estas voces se
vierten de diferentes maneras en una multitud de pasajes de
la Biblia, pero a'traves de esas versiones se destaca el sentido
mas fundamental y primario de criatura, persona, vida.
La palabra espiritu se traduce en el Antiguo Testamento
del vocablo hebreo niaj, y en el Nuevo Testamento de la voz
griega pneuma; y el sentido primario y bäsico de ambas pala-
bras originales es, aliento, respiracion.
El gran erudito Young, en su voluminosa Concordancia
exhaustiva y analitica de la Biblia, ofrece la siguiente tabla
en la cual trata de resumir el aspecto lingiiistico del problema:

Veces
Idioma Palabra que fue Traducci<5n Otras
traduccionos Observacionea
empleade. principal

hebreo niphesh 721 alma vida, "a lm a " proviene casi


persona siempre de niphesh

griego psij4 103 alma vida, "a lm a " proviene


mente siempre de p siji

viento, "e sp iritu " proviene


hebreo niaj 398 espiritu aliento, siempre de ruaj
olor
espirar,
griego pneuma 383 espiritu viento,
' vida

hebreo nis him a 21 aliento soplo,


espiritu

Un detenido estudio de todos los 1.626 textos biblicos


en que se utilizan las palabras “alma" o "espiritu”, da por
resultado las siguientes dos conclusiones 'fundamentales:
1) En ninguna parte ellas se asocian al concepto de in­
mortal o inmortalidad, como ya lo explicamos en el acäpite
anterior.
2) En ninguno de esos pasajes se indica que pueda existir
un alma o espiritu fuera del cuerpo, o que se träte de una
entidad inmaterial que se desprenda del cuerpo en oportu-
nidad de la muerte, para seguir actuando en forma consciente.

161
11
El proceso de la creacion y el de la muerte
Las palabras "alm a” y “espiritu” no tienen invariable­
mente el mismo significado en todos los textos, y aunque en
algunos casos no hay una distincion perfectamente clara entre
eilas, podemos clasificar los pasajes biblicos en que se usan
estas expresiones, grosso modo, en tres grupos. Considerare-
mos bajo este acäpite solo el primer grupo.
La definicion de las palabras “alma’»'y “espiritu” corres-
pondiente a este grupo surge de dos versiculos claves: uno
que nos refiere el proceso de la creaciön, y otro que alude al
proceso de la muerte.
En el libro del Genesis se nos relata de esta suerte la ma-
nera en que el hombre fue creado: “Formo, pues, Jehova
Dios al hombre del polvo de la tierra, y alento en su nariz
soplo [original hebreo nishdma: espiritu] de vida; y fue el
hombre en alma [nephesh] viviente” (Ginesis 2:7).
Aqui estä claramente definido cada uno de los elementos
cuyo significado buscamos. El cuerpo es la parte material,
somätica, hecha por Dios con toda su admirable y perfecta
complejidad.
El espiritu es la vida, el soplo, el alien to, o la corriente
vital divina que el Creador hizo desprender de si mismo para
infundirla en el cuerpo, a fin de darle vida.
El alma viviente es el ser vivo, dotado de las facultades
superiores, resultado de la union del cuerpo con el espiritu,
la chispa o soplo de vida que viene de Dios.
La estructura bioldgica, con su maravilloso mecanismo ce­
rebral, es indispensable para la utilization del espiritu o soplo
vital divino y para la manifestation de la vida, asi como la
instalacidn electrica adecuadamente hecha es indispensable
para el aprovechamiento util de la corriente que procede de
la central o planta electrica. Este cuerpo, o soma, con sus
drganos admirables y su complicado sistema nervioso, es ne-
cesario para la existencia y el desarrollo de una personalidad
humana, caracterizada por procesos animicos inexistentes en
los animales, y por una vida espiritual superior y peculiar
al hombre, hecho expresamente a la imagen de Dios.
Asi como el oxfgeno y el hidrdgeno, al combinarse en la

162
proporcion de dos a uno, determinan la formaciön de un cuer­
po completamente distinto de los dos originales, es a saber,
el agua, la uniön del cuerpo con el espiritu da lugar a la
formaciön de un alma, o sea un ser vivo.
Un tocadiscos tambien podria ser una adecuada ilustra-
cidn de esta uniön. El soma, la parte material, o el cuerpo,
estaria representado por el aparato mismo en su fase material.
El espiritu estaria simbolizado por la corriente elöctrica, y
el alma por la rmisica resultante.
Cuando las Escrituras describen el proceso inverso al de la
creaciön del hombre, es decir el de la muerte, confirman esta
definiciön de cuerpo, espiritu y alma, y fundamentan la
comprensiön correcta de estos tres conceptos, pues la Biblia
habla de que “el polvo se tome a la tierra, como era, y el espi­
ritu se vuelve a Dios, que lo dio” (Eclesiastös 12:7). Y en el
Salmo 104 (vers. 29) dice de Dios, refiriöndose a la muerte
de los hombres: “Les quitas el espiritu, dejan de ser, y tör-
nanse en su polvo” .
Estä comprobado que el cuerpo humano se halla consti-
tuido de los mismös elementos que forman la tierra, de ma-
nera que cuando sobreviene la muerte, el organismo fisico se
corrompe y se disgrega en sus elementos primarios.
Asi como al crear al hombre Dios infundiö el espiritu de
vida o aliento vital en la materia inerte, y por ese espiritu
el cuerpo yerto se convirtiö en alma viviente; cuando el hom­
bre muere, el polvo se torna a la tierra, y la muerte ocurre
porque el espiritu, o sea la chispa de vida que procede de Dios,
vuelve a Dios que la dio.
Este doble proceso resulta perfectamente ilustrado, ade-
mäs, por lo que ocurre con la luz electrica. El foco apagado
es el cuerpo yerto. La corriente es el espiritu o aliento de
vida que viene de Dios, la gran central o planta elöctrica. El
foco prendido que despide luz es el alma viviente.
Movemos la Have, dando paso a la corriente que llega al
foco, y dste se prende. Dios mueve la Have de su poder en-
viando la corriente vital, y el cuerpo se convierte en un ser
vivo, en un alma viviente. Volvemos a mover la Have cor-
tando la corriente, y el foco se apaga. Dios retira del orga­
nismo su corriente vital, el espiritu o soplo de vida, el cual re-

16 3

1
gresa a la gran central electrica, y como consecuencia el hom-
bre muere, deja de ser, y su cuerpo se convierte en polvo.
Ahora bien, £de qu£ manera vuelve el espiritu a Dios?
Exactamente de la misma forma en que vino. <;C0mo provino
de Dios el espiritu? jComo un ente inmortal, inteligente,
consciente? No, sino como una fuerza no individualizada,
como un principio que da vida, adecuadamente representado
por la corriente electrica. De la misma suerte regresa a Dios,
como la electricidad a la planta electrica. De este pasaje ja ­
mas podria colegirse la existencia de un alma que sigue vivien-
do despues de la muerte.
El sueno de Lazaro
Por lo tanto, la cortdiciön del hombre despues de su deceso
es de una absoluta inactividad e inconsciencia, similar a la del
sueno sano y profundo, libre de pesadillas. Cuando Jesus ha-
blo de la muerte de su amigo Lazaro, mientras se hallaba en
viaje para ir a resucitarlo, dijo a sus discipulos: “ Lazaro,
nuestro amigo, duerme; mas voy a despertarle del sueno” (S.
Juan 11:11). Y el apostol S. Pablo se refiere a los muertos
como "los que durmieron” (1 Tesalonicenses 4:14).
Para la Biblia la muerte es meramente un sueno. Y este
concepto halla su confirmacion aun en la etimologia de la
palabra cementerio, que procede del griego koimeterion, es
decir, “dormitorio” .
Esta gran verdad biblica de la inactividad perfectamente
inconsciente del hombre despues de la muerte, se reitera una
y otra vez en las Escrituras. “Los que viven saben que han
de morir —declara el sabio Salomon—, mas los muertos nada
saben, ni tienen mäs paga; porque su memoria es puesta en
olvido. Tambien su amor, y su odio y su envidia, fenecio ya:
ni tienen ya mas parte en el siglo, en todo lo que se hace
debajo del sol” (Eclesiastes 9:5, 6).
Y David apuntala esta seguridad con la siguiente declara-
cion, referente al hombre que muere: “Saldrä su espiritu,
tornaräse en su tierra: en aquel dia perecerän sus pensamien-
tos” (Salmo 146:4).
Y Job, uno de los primeros patriarcas, dice que “el hombre
morirä, y sera cortado. . . . Sus hijos serän honrados, y έΐ no

164
lo sabrä; o serän humillados, y no entenderä de eilos” (Tob
14:10, 21).
Los que han muerto entran en un estado tan completo
de inconsciencia y de desconexion con el mundo de los vivos,
que "su memoria es puesta en olvido”. Sus sentimientos, sus
pensamientos, toda su actividad cognoscitiva, afectiva y voli-
tiva ya no existe; por lo tanto "no tienen ya mas parte en el
siglo [es decir en el mundo], en todo todo lo que se hacc
debajo del sol” . Sus propios hijos pueden ser honrados o
humillados, pero eilos no tienen forma de enterarse de esto.
Sencillamente no existen.
Mas esa inconsciencia no es eterna. La muerte no es el
fin de todo. La Biblia habla de una resurreccidn que reiine
de nuevo la chispa de vida de Dios con el cuerpo, devolvidn-
dole al ser la existencia.
“Tus muertos vivirän —declara el profeta Isaias—; junto
con mi cuerpo muerto resucitarän. jDespertad y cantad, mo-
radores del polvo! . . . y la tierra echarä los muertos” (Isaias
26:19).
El Seftor Jesus se refiere tambien al fenomeno de la resu-
rreccidn con estas palabras claras y precisas: “Vendrä hora,
cuando todos los que estän en los sepulcros oirän su voz; y
los que hicieron bien, saldrän a resurreccidn de vida; mas los
que hicieron mal, a resurreccidn de condenacidn” (S. Juan
5:28, 29).

Otros usos de las palabras "alm a” y "espiritu”


Pero tenemos que referirnos a otras acepciones de las
palabras “alma” y "espiritu” . Segün la primera definicidn
que ya mencionamos, hay un grupo de pasajes biblicos en que
“espiritu” significa aliento de vida, soplo vital de Dios, y
“alma” significa persona viva.
En un segundo grupo de pasajes, muy afines a los ante­
riores, estas palabras sencillamente quieren decir "vida” . He
aqui algunos ejemplos:
Cuando Jesus expird en la cruz, exclamd: “Padre, en tus
manos encomiendo mi espiritu” (S. Lucas 23:46). Y el pro-
tomärtir Esteban, en ocasidn de su muerte dijo: “Sefior Jestis,
recibe mi espiritu” (Hechos 7:59). En ambos lugares podria

16 5
traducirse la voz pneuma por "vida”, y se refiere evidente-
mente a la corriente vital de procedencia divina. Cuando
S. Lucas describe la resurreccion de la hija de Jairo, declara:
“Su espiritu [ pneuma] νοίνΐό, y se levanto” (S. Lucas 8:55).
Y aqui otra vez el pneuma es el aliento de vida.
Cuando en el Gdnesis se habla de la muerte de Raquel se
dice de ella que muriö “ . . . al salirsele el alma” . Y en 1 Reyes
17:22 se menciona un caso en que el profeta Elias or6 por la
resurreccion de un nino, “y el alma [nephesh] del nirio νοίνΐό
a sus entranas, y reviviö” . Ahora bien, <;que es lo que habia
salido del nino cuando muri6? En el vers. 17 se afirma: “ No
quedö en el resuello [ nishama] ” . En estos pasajes no puede
entenderse otra acepcion de la palabra “alma” —cuyo original
hebreo es nephesh y nishama— que la que obviamente surge
del texto, es decir, "vida” . En los tres versiculos podria re-
emplazarse la palabra original por “vida”, y tendriamos el
sentido exacto de los pärrafos.
En el Nuevo Testamento, la palabra psijd se traduce muchas
veces por “vida” . Por ejemplo, Jesus dijo: “El que hallare
su vida [psije] la perderä; y el que perdiere su vida [psije]
por causa de mi, la hallarä” (S. Mateo 10:39).

Los distintos aspectos de la personalidad


En un tercer grupo de textos biblicos las palabras origi­
nales que se traducen por “ alma” y "espiritu” aluden eviden-
temente, por extensi0n, a los distintos aspectos de la persona­
lidad humana. Veamos algunos ejemplos.
Declara S. Pablo: “Y el Dios de paz os santifique en todo;
para que vuestro espiritu [pneuma] y alma [psijd] y cuerpo
[soma] sea guardado entero sin reprension para la venida de
nuestro Sefior Jesucristo” (1 Tesalonicenses 5:23). Aqur es
claro que el apöstol, con las tres palabras, se refiere a la tota-
lidad de la personalidad humana en el piano fisico y psiquico;
y fuera del cuerpo se designan dos modalidades o facetas de
la parte no somätica de la persona. Destaca pues este texto
tres factores que constituyen un todo indivisible, y que deben
ser mantenidos santos.
El söma o cuerpo, es la base biolögica indispensable para

166
la vida, y el conservarlo incontaminado por los vicios y las
pasiones, propende a su santificacidn.
La psije o alma, es el conjunto de los afectos, las pasiones,
los instintos y los deseos, que si se les da rienda suelta lleva-
rän al hombre al pecado, pero que, santificados por el poder
divino, se mantienen en sujecidn y desempenan una misidn
noble en la vida.
El pneuma o espiritu, podriamos deducir que es el con-
junto de las facultades superiores: el pensamiento, la inteli-
gencia, la razdn, la conciencia, que mantenidos santos y al
servicio de Dios, constituyen la fuerza rectora de la vida.
En este grupo de textos biblicos podriamos incluir tam-
bien los que siguen:
Romanos 8:10: “Si Cristo estä en vosotros, el cuerpo a la
verdad estä muerto a causa del pecado; mas el espiritu [pneu­
ma] vive a causa de la justicia” . Aqui, en tanto que “cuerpo”
representa las pasiones y pecados, la fuerza del mal, "espiritu”
[pneuma] es la inteligencia guiada por la conciencia, la razon
y los principios cristianos.
1 Corintios 5:3: “Ausente con el cuerpo, mas presente en
espiritu” . Aunque S. Pablo estaba ausente fisicamente de la
ciudad de Corinto, estaba presente en pensamiento.
1 Corintios 7:34 habla de la doncella, y declara que debe
ser “santa asi en el cuerpo como en el espiritu [pneuma]”,
es decir en el aspecto fisico y mental.
Romanos 8:16: “El mismo Espiritu da testimonio a nues-
tro espiritu [pneuma] que somos hijos de Dios”, es decir que
el Espiritu de Dios da testimonio a nuestra inteligencia, a
nuestra razdn.
Para que se vea la diversidad de matices —aunque intima-
mente relacionados— de la palabra “alma” en la Biblia, men-
cionaremos los siguientes hechos interesantes:

“Psije” en el Nuevo Testamente se traduce:


—40 veces como “vida” o “vidas” . Ej.: S. Mateo 2:20,
V.M.; 6:25; 16:25.
—58 veces como “alma” o “almas” . Ei.: S. Mateo 10:28;
11:29.

167
—Otras veces como “persona”. Ej.: Hechos 7:14; 1 Pedro
3:20.
—Como "mente” o “änimo” . Ej.: Hechos 14:2.
—Como "änimo” o “corazon” . Ej.: Efesios 6:6.
—Como el asiento de las emociones. Ej.: S. Marcos 14:34:
S. Lucas 2:25.
“Nephesh” se traduce en el Antiguo Testamente:
—Como “alma”. Ej.: Genesis 2:7; 12:5, 13.(21
—Como “alma viviente” de los animales o “criatura” .
Ej.: Genesis 1:21, 24; 2 :19-<3>
—Como “persona” . Ej.: Genesis 14:21.
—Como “vida” . Ej.: Genesis 9:4; Exodo 4:19, V.M.; Josue
2:14, V.M.
Pero ninguno de estos vocablos, en ningun pasaje biblico,
trasunta ni remotamente la idea de una entidad inmortal,
consciente, que viva o pueda vivir fuera del cuerpo. Por otra
parte, nunca se hallan estas palabras asociadas a la idea de
inmortal. La inmortalidad no es un atributo inherente al
hombre, sino un don que Dios quiere darle y qu'e el ser hu-
mano puede lograr por medio de Cristo si cumple las condi-
ciones necesarias.

(1) Harry Price, Search for Truth. Revisada, con buen criterio, lo re-
M y Life of Psychical Research, emplaza por scr viviente.
pag. 159. (3) La misma explicacion de la nota 2
(2) Si bien la Version Valera antigua cabe en estc caso.
emplea el vocablo alma, la Version

16 8
s

r ^EXISTE UN CASTIGO
■\

ETERNO?

i
T A M ENTE humana se rebela frente al dogma de un in-
fierno eterno. La idea de que los reprobos o impios sufri-
rän los tormentos de un homo de fuego que arderä perpetua-
mente, por todos los siglos de la eternidad, para continuar
quemdndolos sir. consumirlos, produciendoles sufrimientos an-
gustiosos sin esperanza alguna de terminacion, es una ense-
nanza cmel que ha producido mucha angustia mental, y que
ha inducido a miles a declararse ateos.
T an popular y arraigado es este dogma seudocristiano, y
tan cruel e ilogico a la vez, que varios sectores del cristianismo
han optado por imaginar que el infierno al cual se refiere la
Biblia es meramente una expresiön alegorica, y simboliza al­
guna clase de sufrimiento moral que afligira a los pecadores.
En tanto que el infierno para algunos es una realidad
tremenda e indiscutible que los mantiene constantemente azo-
rados, para los escepticos es solo una invencidn pueril y su-
persticiosa que utilizan los clerigos para mantener el dominio
de las conciencias.
La Biblia y el infierno eterno
Digamos pues desde ahora que, segtin las Sagradas Escri-
turas, existe en efecto un infierno, existe un castigo para los
que rechacen deliberadamente el plan de Dios para su salva-
169
cion. Pero es un infierno completamente distinto del que nos
presenta la teologia popular.
Basados en la autoridad infalible de la Palabra de Dios,
rechazamos de piano la idea de un infierno eterno, a la cual
no pueden escapar los tedlogos que aceptan como dogma la
inmortalidad inherente del alma. Si el alma no puede morir,
y tiene que seguir viviendo eternamente despues que el hombre
muere, por ser indestructible, habiendo llevado una vida de-
pravada el ser humano estaria forzosamente obligada a existir
por toda la eternidad para sufrir un castigo interminable.
Rechazamos esta ensenanza en primer lugar por ilbgica,
absurda y obviamente injusta, pues va contra nuestro sentido
comiin. El mis elemental concepto de justicia impugna el
proceder de un Dios que somete al peor de todos los suplicios
en forma interminable a seres humanos que, por degenerados
y perversos que sean, no viven mäs de ochenta o noventa
arms. Y por este lapso de maldad, ,;debe sufrir un hombre o
una mujer el mäs doloroso de los tormentos, es a saber, el de
quemarse vivo, y continuar quemandose sin consumirse ni
perder el conocimiento, no una hora, ni un dia, ni un arm
o un siglo, ni un millbn de siglos, sino durante todos los mi-
llones de siglos de la eternidad?
Por otro lado, esta doctrina se halla en total desacuerdo
con el cuadro que la Biblia nos presenta de un Dios que, a
la vez que justo, es misericordioso y pleno de amor. Tan
cierto es esto que cuando el apbstol San Juan quiere destacar
la caracteristica que m is define a la Divinidad afirma: “El
que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor” .*1) Un
Jesus, Hijo de Dios, que cuando estuvo en la tierra se com-
placia en tomar a los nifios en sus rodillas para acariciarlos
y bendecirlos, y que depuso su vida por la salvaciön de los
humanos, no puede complacerse en quemarlos por toda la
eternidad sin aplacarse jamis. Este dogma desnaturaliza al
Dios de amor para reemplazarlo por un dios cruelmente im­
placable.
El mövil fundamental del cristianismo autentico
En tercer lugar esta idea de un infierno eterno es total­
mente antibiblica y anticristiana porque induce a los hombres

17 0
Cristo nos enseno en la oraciön modelo, el Padrenuestro, a
dirigirnos a Dios como a un Padre; un Padre al que se respeta
y obedece porque es amor, y no por temor a un pretendido
tormento eterno que infligirä a los que no acepten ser hijos
suyos.

171
a actuar por temor y no por amor. En base a esta falsa doc-
trina, los hombres con tendencias religiosas son inducidos a
reconciliarse con Dios movidos por un sentimiento de miedo,
y no de amante obediencia, y algunos sistemas teolbgicos han
echado mano de esta vivencia de terror, que despierta en el
alma la sola mencibn del infierno eterno, erigibndola en la
motivacibn bäsica de su predica.
Esto contraria el mbvil fundamental del cristianismo au-
tentico, que es el amor. La Palabra de Dios declara que “el
amor de Dios esta derramado en nuestros corazones” / 2) y que
“el perfecto amor echa fuera el temor” .<3) S. Pablo agrega:
“El amor de Cristo nos constrifte” / 4)
En una oportunidad el Senor Jesüs, ansioso de ensenar
a sus discipulos a orar, es decir invocar al Padre en una ple-
garia y expresarle sus necesidades, formulb una oracibn breve
pero magistral, que se inicia con las conocidas palabras “ Padre
nuestro que estäs en los cielos”, destacando de esta manera el
rasgo preponderante de carino que gobierna en las relaciones
de la Divinidad con sus criaturas. Lo mismo puede verse en
la inspirada expresibn del profeta Oseas, quien trato de re-
flejar de esta suerte los sentimientos de ternura que tiene Dios
hacia los hombres: “Con cuerdas humanas los traje, con cuer-
das de amor” / 5) Ademas aseveran las Escrituras acerca del
Ser Supremo que es “ tardo para la ira y grande en benigni-
dad” / e)
Como una reafirmacibn de este principio tenemos una
fräse significativa en el segundo mandamiento de la ley de
Dios, en el cual, al ordenar el Senor: "N o te haras imagen,
ni ninguna semejanza de cosa que estb arriba en el cielo, ni
abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra: no te
inclinaräs a ellas ni las honraräs”, da como razbn de este
mandato el siguiente hecho: “Porque yo soy Jehovä tu Dios,
fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los
hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, a los que me abo-
rrecen, y que hago misericordia en miliares a los que me aman
y guardan mis mandamientos” / 7) Es decir que mientras la
justicia de Dios alcanza en sus consecuencias, en la ley de la
herencia, hasta la cuarta generacibn, la misericordia abarca
miliares de generaciones: sobrepasa mil veces al castigo.

172
Hay un cuarto sentido en que el dogma de un castigo
eterno contradice las ensenanzas de la Biblia: perpetua e in-
mortaliza el pecado, el dolor y el sufrimiento, conservando
en el universo de Dios una mancha, en tanto que la Escritura
afirma categoricamente: “ Limpiarä Dios toda lägrima de los
ojos de ellos; y la muerte no sera mas; y no habrä mäs llanto,
ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas son pasadas” .<8)
No pueden los salvos estar felices en el reino eterno de
Dios si saben que en el infierno estän sufriendo dolores atroces
y perpetuos seres queridos, hijos, padres, hermanos y amigos.
Ademäs, Dios tendria que seguir sosteniendo milagrosa--
mente la vida de las infortunadas victimas, es decir, evitando
que se ccnsumieran en las llamas, con el proposito de obli-
garlas a padecer un castigo que nunca termina. Esto rebaja
a un Dios de excelsa nobleza y de inefable bondad a la cate-
goria de un ser vil.
Esta concepcion de Dios justificaria las persecuciones reli-
giosas que mancillan la historia de mas de una iglesia. Pues
si sometiendo a una persona a un sufrimiento temporal, por
cruel y prolongado que sea, se logra salvarla del castigo del
fuego eterno, resulta no solo licito sino aconsejable hacerlo.
La ensefianza de un infierno perpetuo es consecuencia
inevitable del dogma de la inmortalidad inherente del alma.
Pero ya demostramos documentadamente que la Biblia, unica
autoridad en materia de fe y sobre problemas de ultratumba,
asevera de la manera mas categürica, que el alma humana es
mortal, y que la inmortalidad es condicional, pues constituye
un don de Dios que sdlo logran quienes cumplen las condi-
ciones. "El alma que pecare —declara el profeta Ezequiel—
esa morirä” .(9) Y el propio Senor Jesüs dijo: “Temed antes
a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo”.(10)
Declaraciones como las anteriores concuerdan perfecta-
mente con otras inspiradas afirmaciones biblicas. Por ejemplo,
con las palabras que segun el Genesis Dios mismo le dirigiü
a Adän cuando le advirtiö: “Del ärbol de ciencia del bien y
del mal no comeräs de έΐ; porque el dia que de el comieres,
moriras” .(I1l Siendo que, segun las propias palabras de la
Divinidad, Adän seria pasible de muerte si violaba la ley di-
vina, no podia ser inmortal. Ademäs, se nos relata que despuds

173
que el hombre, contraviniendo la exhortacidn divina, peco, el
Creador dijo: “ Porque no alargue su mano, y tome tambien
del ärbol de la vida, y coma, y viva para siempre . . . sacolo
Jehova del huerto de Eden”/ 12) declaracidn que confirma la
naturaleza mortal del hombre.
Ya vimos en el capitulo anterior que los muertos, lejos
de despedir un alma que va en forma inmediata al cielo, al
infierno o al purgatorio, o a alguna otja esfera de la cual
pueda volver a la tierra para comunicarse con los vivos, yace
en la mäs perfecta e inactiva inconsciencia/13) hasta el dia
de la resurrecciön y el juicio retributivo de D ios/14) Veamos
ahora cuäl es la suerte de los humanos en ese momento so-
lemne.
Las dos tinicas alternativas
Hay solamente dos posibilidades. La primera consiste en
la obtenciön de la vida eterna y la inmortalidad concedida
por Dios para habitar en su sempiterno reino de paz. Este
es un regalo, un don inmerecido que el Creador otorga a sus
criaturas con la sola condition de aceptar a Cristo por la fe
como el Salvador personal, pues esta es la unica manera en
que podemos reconciliarnos con Dios y obtener de έΐ el poder
que transforma la conducta y habilita al hombre a vivir segiin
los preceptos celestiales. “ La dädiva de Dios es vida eterna
en Cristo Jesus Senor nuestro”/ 15) "De tal manera amd Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigenito, para que todo
aquel que en έΐ cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” / 1®)
La segunda y tinica alternativa fuera de ese destino de
dicha perdurable, consiste en la muerte, pues leemos: “ La
paga del pecado es muerte” . Esa muerte es la cesacidn total
y definitiva de la vida, la aniquilacidn completa de la perso-
nalidad, y es denominada por San Juan en el Apocalipsis "la
muerte segunda” / 17)
La naturaleza del castigo de los reprobos
Existe una cantidad impresionante de pasajes biblicos que
corroboran este hecho fundamental de la destruccidn defini­
tiva y completa de los impios, vale decir de aquellos que no
hayan aceptado a Jesus en su vida, sino que se hayan aferrado

174
al pecado. Y aun corriendo el riesgo de abundar en estas con-
sideraciones, y sdlo con el animo de sentar de una manera
rotunda e incontrovertible la verdad de que se trata de una
muerte real y definitiva, de la anulacidn total de los que hayan
rechazado la misericordiosa provisidn divina, detallamos a con­
tinuation una serie de veinte pasajes biblicos, que por cierto
podrian multiplicarse, y que, utilizando distintos verbos, nos
presentan una extraordinaria reiteraciön de esta verdad. Fren-
te a la referenda biblica correspondiente, transcribiremos solo
la expresion clave.
Salmo 68:2: “Perecerdn los impios” .
Apocalipsis 20:9: “Descendiö fuego del cielo, y los devoro” .
Isaias 1:28: “Serän consumidos” .
Nahum 1:10: "Serän consumidos como las estopas” .
Hebreos 10;27: "Hervor de fuego que ha de devorar”.
Romanos 2:12: " Perecerdn” ,
Salmo 59:13: “Acdbalos, para que no sean". (V.M .).
Salmo 145:20: “ Destruird a los impios” .
S. Mateo 3:12: “ Quemard la paja".
Isaias 1:31: “El fuerte serd como estopa” .
Salmo 104:35: "Sean consumidos de la tierra los pecadores,
y los impios dejen de ser".
Salmo 92:7: "Para ser destruidos para siempre” .
Salmo 92:9: “Perecerdn tus enemigos” .
Salmo 37:28: “La simiente de los impios serä extirpada’’.
Salmo 37:22: “Los malditos de el serän talados” .
Salmo 37:38: “La postrimeria de los impios fue talada” .
Salmo 94:23: “Los destruird por su propia maldad; los
talard Jehovä” .
Apocalipsis 21:8: "Su parte serä en el lago ardiendo, . . .
que es la muerte segunda” .
Malaquias 4:1: “Viene el dia ardiente como un homo; y
todos los soberbios, y todos los que hacen maldad,
serdn estopa; y aquel dia que vendrä, los abrasard, ha
dicho Jehovä de los ejercitos, el cual no les dejard ni
raiz ni rama” .
Romanos 6:23: “La paga del pecado es muerte” .
Ezequiel 28:19: “Para siempre dejards de ser” .
Cualquier comentario adicional a estos textos es superfluo

175
ante la claridad contundente con que los mismos reiteran la
destruccidn completa de los r£probos.

(Que es el infierno?
Pero, ,;acaso no habla la Biblia del infierno? —se apresurarä
a preguntar quien haya leido el Libro de los libros. Y contes-
tamos: si, existe un infierno, pero muy diferente de aquel del
cual se nos ha hablado desde los dias de nuestra nifiez.
Analicemos pues el infierno en sus diferentes caracteristi-
cas: su naturaleza y destino original; su propdsito y resultados;
su duraciön; el tiempo en que realizard su obra.
La palabra ‘‘infierno”, que se utiliza en el Antiguo Tes-
tamento, ha sido traducida del vocablo hebreo sheol, que
significa literalmente “sepulcro”, “sepultura”, “huesa”, “abis-
mo” , “fosa”. Esta voz hebrea ha sido traducida en decenas
de pasajes del Antiguo Testamento como “sepulcro”, y unas
pocas veces ha sido vertida como “infierno". Pero en estos
casos, asi como en los anteriores, no significa sino "sepulcro”,
o "sepultura” .
En el Nuevo Testamento, "infierno” responde a dos voca-
blos griegos. El primero es hades, que significa literalmente
"sepulcro”, o "muerte” . El segundo es gehinna, nombre
dado primeramente al valle de Ηίηηόη, al sur de Jerusalön,
donde se echaban los desperdicios y ademäs los cadäveres de
los animales y tambien de los maleantes, que eran quemados
en ese lugar.
Dejando de lado todos los pasajes en que la palabra res­
ponde al original shedl o hddes, casos en los cuales no tiene
otro sentido que “estado de muerte” o "sepulcro”, analicemos
los lugares en que en el original se emplea la voz griega
gehenna. En ellos, la palabra "infierno” designa un lugar
especial en que los que hayan rechazado la misericordia de
Dios serän destruidos por el fuego. Asl por ejemplo, en el
Sermdn de la Montana, Jesus advierte acerca de las funestas
consecuencias de guardar enojo y rencor en el corazdn, con
estas palabras: “Cualquiera que se enojare locamente con su
hermano, serä culpado del juicio; y cualquiera que dijere
a su hermano, Raca, serä culpado del concejo; y cualquiera
que dijere, Fatuo, serä culpado del infierno del fuego” .<18>

176
Si hay una cuestiön que todo ser humano se plantea, äsa es la
de la muerte. <|Acaba todo con ella? iHay algo de nosostros
que sobrevive eternamente? iEs razonable creer en la "resu-
rrecciön de la carne" de la que habla el Credo?

12 177
Aqui se establece que el infierno sera a base de fuego, y que
tendrä por propdsito castigar al pecador.
Lo mismo se advierte en este otro pasaje: “Si tu ojo te
fuere ocasidn de caer, säcalo y ^chalo de ti: mejor te es entrar
con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado
en el infierno del fuego” . E n confirmacidn de estos pasajes,
en Apocalipsis 20:15 leemos que "el que no fue hallado escrito
en el libro de la vida, fue lanzado en el lago de fuego” , Aqui
se da un nombre distinto al castigo final de los perdidos, de-
nominandose “ lago de fuego” a lo que en S. Mateo el Senor
llama “ infierno de fuego” .
Es de interns sin embargo recordar que ese infierno nunca
fue hecho para los seres humanos. Su propdsito original fue
destruir a los seres celestiales que se rebelaron contra el go-
bierno de Dios y provocaron toda la tragedia de este mundo:
el diablo y sus ängeles o demonios. Asi lo declara el Nuevo
Testamento al relatar las palabras que el Maestro les dirä en
el dia del ajuste final de cuentas a los que no hayan permitido
que el Evangelio los librara del pecado: "Entonces dirä tam-
bi£n [el Rey celestial] a los que estarän a la izquierda: Apar-
taos de mi, malditos, al fuego eterno<20> preparado para el
diablo y para sus ängeles” . <21>
No existe un lugar definido del universo en el cual en este
momento estin ardiendo los pecadores. El infierno de la Bi­
blia, el lago de fuego y azufre que terminarä con la rebelidn
y el pecado, estarä constituido por nuestro propio planeta,
cuyos elementos serän abrasados y se fundirän, al final de los
tiempos, cuando llegue la hora en que Dios ejecute sentencia.
Asi lo establece la Segunda Epistola de S. Pedro al decir:
“ Mas los cielos que son ahora, y la tierra, son conservados por
la misma palabra, guardados para el fuego en el dia del juicio,
y de la perdiciön de los hombres impios” .<22) Ndtese que la
tierra y los cielos atmosfericos que la rodean, estän reservados
para el dia del juicio, en que serän destruidos por fuego,
juntamente con los hombres impios. Este concepto se halla
mäs aclarado en los pasajes siguientes del mismo capitulo:
“ El dia del Sefior vendrä como ladrdn en la noche; en el cual
los cielos [atmosföricos] pasarän con grande estruendo, y los
elementos ardiendo serän deshechos, y la tierra y las obras

178
que en ella estän serän quemadas. Pues como todas estas cosas
han de ser deshechas, <;qub tales conviene que vosotros seäis
en santas y pias conversaciones, esperando y apresurändoos
para la venida del dia de Dios, en el cual los cielos siendo
encendidos serän deshechos, y los elementos siendo abrasados,
se fundirän?” ^23) Insiste el apbstol en que toda esta labor des-
tructiva se harä “el dia del juicio”, “el dia del Senor”, "el dia
de Dios” .
Mai podrian los pecadores estar ardiendo en estos mo-
mentos en las torturantes llamas de un infierno actual —fruto
de la fantasia y los dogmas populäres— cuando la misma Es-
critura establece la inconsciencia total y absoluta de los muer-
tos<24> hasta el dia de la resurreccibn, en que recibirän el pago
conforme a sus obras.(25>
gHay un infierno etemo?
<)Qu£ duracibn tiene el castigo del infierno? <;Por cuänto
tiempo continuarä ardiendo la tierra y quemändose los pe­
cadores?
Ese infierno dura tan sblo mientras realiza su obra triste
pero necesaria de purificar la tierra por el fuego y destruir a
Satanäs, origen de todo engafio, pecado y dolor, a sus ängeles
secuaces, y a los seres humanos que, desoyendo los llamados
de la misericordia de Dios, prefirieron aferrarse al pecado re-
chazando el plan de gratuita salvacibn por Cristo Jesus.
La serie de verbos diferentes, ya mencionados mäs arriba,
que usan las Escrituras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento, para referirse al castigo de los hombres que no
se hayan preparado para el futuro reino inmortal, convencen
con fuerza de evidencia indiscutible acerca de la destruccibn
completa de tales personas, y desvirtüan de una manera irre­
futable la creencia en un infierno perpetuo. Dificilmente
podriamos hallar en el vocabulario humano una gama mäs
variada y completa de palabras para reiterar el pensamiento
de una muerte real y una destruccibn definitiva.
Sin embargo, algunos estudiosos sinceros de la Biblia des-
cubrirän unos pocos pasajes que parecerän contradecir esa
multitud de textos. Esas declaraciones son de tres tipos, y
vamos a analizarlas en detalle bajo tres encabezamientos.

179
T r es expresiones aparentemente arduas
A) Fuego inextinguible; fuego que nunca se apaga
(S. Mateo 3:12; S. Lucas 3:17; S. Marcos 9:44)
Estos versiculos hablan del fuego que devorarä a los impios,
y usan una mera figura literaria, una hiperbole, que no puede
entenderse literalmente, sino que es menester interpretarla
en funcibn de todo el conjunto de declaraciones biblicas que
tratan del mismo problema.
Ese “fuego que nunca se apaga”, se apagarä sin embargo
cuando haya cumplido su obra de consumir y destruir a Sa­
tanäs y sus ängeles, a todos los impios y la tierra entera con
todos sus elementos. Vamos a demostrar que-esto es asi y que
se trata de una mera figura. S. Pedro declara en su segunda
epistola con respecto al fin de los malos: "Mas los cielos
[atmosfäricos] que son ahora, y la tierra, son conservados por
la misma palabra, guardados para el fuego en el dia del juicio,
y de la perdiciön de los hombres impios. . . . El dia del Seöor
vendrä como ladrön en la noche; en el cual los cielos pasarän
con grande estruendo, y los elementos ardiendo serän des-
hechos, y la tierra y las obras que en ella estän serän quema-
das” .(2e)
Es äse el fuego al que aluden los versiculos de los Evan-
gelios que mencionan el "fuego que nunca se apaga” .. Es el
fuego que consume la tierra y sus impios moradores. Pero ese
fuego "que nunca se apaga” , segün el N. Testamento se apa­
garä completamente, pues S. Juan, en su ultima y gloriosa
visidn profetica del Apocalipsis nos dice: “Y vi un cielo
nuevo y una tierra nueva: porque el primer cielo y la primera
tierra.se fueron, y el mar ya no es. Y yo Juan vi la santa
ciudad, Jerusalän nueva” .<27> Y asi continüa describiendo la
morada de los redimidos con todas sus hermosuraS y maravi-
llosas oportunidades. Asi pues, la tierra que estaba ardiendo,
S. Juan la vio por fin transformada en un precioso vergel. El
“fuego que nunca se apaga” mientras tenga algo que quemar,
se habrä apagado.
B) “Fuego eterno; tormento eterno” j
(S. Mateo 18:8; S. Mateo 25:46)
Ya vimos que ese “ fuego eterno” que se enciende para

180
abrasar la tierra en oportunidad del juicio retributivo de Dios
termina, pues a esa misma tierra S. Juan la vio hermosa y re-
novada.
La palabra "eterno” y la expresidn "para siempre” no de­
notan en todos los casos —en la Biblia— duracidn ilimitada.
Por ejemplo, en el libro del Exodo, al hablarse del sistema
de servidumbre entre los hebreos, se establecid que el siervo
que a los siete anos preferia quedar voluntariamente con su
amo y no aprovechar la franquicia de su liberacidn gratuita,
seria "siervo para siempre” .W Pero en Levitico (25:39-41)
se establece que toda servidumbre cesa automäticamente en
el afio del jubileo; de manera que “para siempre” no impli-
caba perpetuidad.
El profeta Jonas se refiere al tiempo que estuvo en el vientre
de un pez con estas palabras: "L a tierra echd sus cerraduras
sobre mi para siempre” , Pero a rengldn seguido dice: “ Mas
td sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehovä Dios mio” .<29)
De manera que otra vez la expresidn “para siempre” denota
un tiempo muy limitado.
En S. Judas leemos lo sigiriente sobre el castigo de los än-
geles caidos: “Y a los ängeles que no guardaron su dignidad,
mäs dejaron su habitacidn, los ha reservado debajo de oscu-
ridad en prisiones eternas hasta el juicio del gran dia”Λ30)
Es decir que las "prisiones eternas” duran sdlo “hasta el juicio
del gran dia” .
De igual manera el mismo S. Judas dice en el versiculo
siguiente que las corrompidas ciudades de Sodoma y Gomo­
rra “fueron puestas por ejemplo, sufriendo el juicio del fuego
eterno”A31) Aqui se alude al fuego que Dios hizo descender
del cielo y que consumid a esas ciudades, y no al fuego del
juicio venidero, pues Jesus, al hablar del castigo definitivo
de Sodoma y Gomorra habla en futuro.<S2> Mas lo interesante
es que el fuego que consumid a Sodoma y Gomorra y al que
la Biblia llama “eterno”, hace rato que no arde. Otra vez se
advierte que la palabra “eterno” no denota en estos casos du-
racidn ilimitada.
^Qud son entonces el “fuego eterno” y el “ tormento eter­
no” ? Son un fuego y un tormento de consecuencias eternas,
pues anularän completamente la personalidad, no dejändole

181
“ni raiz ni rama” . Un ejemplo de esta acepciön del vocablo
"eterno” lo tenemos en los siguientes dos casos:
2“ Tesalonicenses 1:9: “Serän castigados de eterna per-
diciön” .
Hebreos 6:2: “Juicio eterno” .*33)
Ni el juicio o examen ni la perdiciön son algo iterativo,
que continua realizändose a traves de toda la eternidad. Por
consiguiente, es obvio que tanto la perdiciön como el examen
del caso de los seres humanos que se hace en el juicio inves-
tigador, son eternos en sus consecuencias. Asi tambiön lo es
el fuego destructor de los impios.
C) “Para siempre jamds”
(Apocalipsis 20:10)
El tercer pasaje intrigante es el de Apocalipsis 20:10 que
dice: “Y el diablo que los engafiaba fue lanzado en el lago
de fuego y azufre, donde estä la bestia y el falso profeta: y
serän atormentados dia y noche para siempre jamds” .
La particula griega eis, que en la Versiön Reina-Valera
se traduce muy bien por “ para” , denota “direcciön hacia” ,
“movimiento a” . “Atormentados . . . para siempre jamas”
no implica un tormento que continua realizändose en forma
iterativa durante los siglos de los siglos, sino un castigo cuyas
consecuencias duran para siempre. Todavia hoy usamos ex-
presiones similares: “ Aprende para siempre”, le decimos a un
nino, al administrate algun correctivo. “Vas a escarmentar
para siempre”, e'tc.
Entender de otra manera el texto en cuestiön seria afirmar
que la Biblia se contradice, y pretender edificar la teoria del
tormento eterno sobre uno o dos textos que utilizan una figura
literaria, desconociendo toda una imponente cantidad de sen-
tencias biblicas sobre el mismo asunto, las cuales establecen
con absoluta certidumbre el propösito de Dios de terminar en
forma radical y definitiva con el pecado y los pecadores.

Una "extrana obra” de amor


Dios no envia ese fuego sobre la tierra para solazarse en el
sufrimiento. Para έΐ, la tarea de castigar es un mal necesario,

18 2
es algo contrario a su naturaleza. Por eso el Senor califica de
"extrana” esa operaciön. El profeta Isaias afirma: “ Porque
Jehova se levantarä como en el monte Perasim, como en el
valle de Gabaön se enojarä; para hacer su obra, su extrana
obra, y para hacer su operaciön, su extrana operaciön” / 34)
Como el cirujano que se ve en la imperiosa necesidad de am-
putar un miembro desde la raiz para salvar la vida, realiza
la extrana operaciön lamentando tener que hacerla, el divino
Cirujano tendra que efectuar la desagradable operaciön de
borrar de la existencia, en el dia de la sentencia final, todo lo
que no se haya preparado para el nuevo orden mundial de
perfecciön y paz, y que ademas podria ser un germen de di-
soluciön.
Por esta razön el Senor hace este ruego amoroso, ahora
cuando estä al alcance de los hijos de Adän prevenirse de la
destrucciön eterna, y tomar las providencias del caso: “Echad
de vosotros todas vuestras iniquidades con que habeis preva-
ricado, y haceos corazön nuevo y espiritu nuevo. <;Y por que
morireis, casa de Israel? Que no quiero la muerte del que
muere, dice el Senor Jehova; convertios pues, y vivireis” / 35)
. Estas palabras son dictadas por el tierno amor que Dios
profesa hacia cada uno de nosotros, seres hechos a su imagen
y semejanza. Aun cuando hacemos frente a las debilidades
de la came, y nos vemos sometidos a los efectos del pecado,
que es violaciön de la ley divina, si aceptamos la invitaciön
de Dios, sometiöndonos a la influencia de su poder en nues-
tros corazones, seremos transformados y corvvertidos; recibi-
remos un nuevo corazön, y estaremos asi preparados para
morar en el eterno reino de justicia, paz y felicidad, donde
todo sera dicha, alegria y perfecciön.
He ahi el destino glorioso que Dios tiene reservado para
cada uno de nosotros, siTan sölo decide someterse al mara-
villoso plan divino que transforma y marca nuevos rumbos a
la vida.
Cuando Dios finalice la extrana operaciön de limpiar esta
tierra del pecado, cuando nuestro planeta deje de ser el lago
de fuego en que se convertirä por breve lapso, se cristalizarä
la magnifica y grandiosa visiön profötica en que Dios le mos-
trö al amado apöstol las glorias inefables del Edön restaurado:

183
"Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva —exclama S. Juan—. . ..
Y yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalen nueva, que descendia
del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su
marido. Y oi una gran voz del cielo que decia: He aqui el
tabernäculo de Dios con los hombres, y morarä con ellos; . . .
y la muerte no serä mäs; y no habri mäs llanto, ni clamor, ni
dolor; porque las primeras cosas son pasadas” .<38> Dios anhela
que cada ser humano llegue a disfrutar del inefable gozo per­
manente de ese mundo radiante del futuro.

(1) 1* S. Juan 4:8. (21) S. Mateo 25:41.


(2) Romanos 5:S. (22) 29 S. Pedro 3:7.
(J) 1* S. Juan 4:18. (23) Id., 3:10-12.
(4) 29 Corintios 5:14. (24) S. Juan 11:11; Eclesiastes 9:5, 6;
(5) Oseas 11:4. Salmo 146:4.
(6) Exodo 34:6. (25) S. Juan 5:28, 29.
(7) Id., 20:4-6. (26) 29 S. Pedro 3:7-12.
(8) Apocalipsis 21:4. (27) Apocalipsis 21:1, 2.
(9) Ezequiel 18:4. (28) Exodo 21:2-6.
(10) S. Mateo 10:28. (29) JonAs 2:6, 7.
(11) Genesis 2:17. (30) S. Judas 6.
(12) Id., 3:22, 23. (31) Id., 7.
(13) S. Juan 11:11; Eclesiastes 9:5, 6; (32) S. Mateo 10:15.
Salmo 146:4. (33) Aqui la palabra juicio no se re-
(14) S. Juan 5:28. 29. fiere al castigo, sino al estudio pre-
(15) Romanos 6:23. vio del caso, pues la palabra ori­
(16) S. Juan 3:16. ginal es kritna, y procede del ver-
(17) Apocalipsis 20:14. bo krino, que significa “ discernir,
(18) S. Mateo 5:22. examiner” .
(19) Id., 18:9. (34) Isaias 28:21.
(20) De consecuencias eternas; vease (35) Ezequiel 18:31, 32.
mAs adelante en este mismo capi- (36) Apocalipsis 21:1-4.
tulo.

184
r14
' UNA PARABOLA
INTERESANTE: EL RICO Y
Λ

, LAZARO
I J
LGUNOS estudiosos de las Escrituras se han sentido a veces
confundidos por la antojadiza interpretaciön que ciertos
tedlogos han querido dar al relato del rico y Läzaro, que hizo
Jesds en una ocasidn.
“Habia un hombre rico —dijo el Maestro—, que se vestia
de purpura y de lino fino, y hacia cada dia banquete con es-
plendidez. Habia tambien un mendigo llamado Läzaro, el
cual estaba echado a la puerta de el, lleno de llagas, y deseando
hartarse de las migajas que caian de la mesa del rico; y aun
los perros venian y le lamian las llagas. Y acontecid que murid
el mendigo, y fue llevado por sus ängeles al seno de Abrahän:
y murid tambien el rico, y fue sepultado. Y en el infierno
[hddes] alzd sus ojos, estando en los tormentos, y vio a Abra­
hän de lejos, y a Lazaro en su seno. Entonces dl, dando voces,
dijo; Padre Abrahän, ten misericordia de mi, y envia a Läzaro
que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua;
porque soy atormentado en esta llama.
“Y dijole Abrahän: Hijo, acuerdate que recibiste tus bienes
en tu vida, y Läzaro tambien males; mas ahora este es conso-
lado aqui, y td atormentado. Y ademäs de esto, una grande
sima estä constituida entre nosotros y vosotros, que los que
quisieran pasar de aqui a vosotros, no pueden, ni de alia para
acä. Y dijo: Ruegote, pues, padre, que le envies a la casa de
mi padre; porque tengo cinco hermanos, para que les testifique,
porque no vengan ellos tambien a este lugar de tormento. Y
Abrahän le dice: A Moises y a los profetas tienen: diganlos.
18 5
El entonces dijo: No, padre Abfahän: mas si alguno fuere a
eilos de los muertos, se arrepentirän. Mas Abrahän le dijo:
Si no oyen a Moises y a los profetas, tampoco se persuadirän,
si alguno se levantare de los muertos” .(1>
Algunos han pretendido que estos versiculos ensefian cuäl
es la condicion de los buenos y los malos despues de la muerte.
Afirman tambien que estos pasajes establecen el hecho de que
el alma es inmortal, y que en el momento de fallecer el indi-
viduo va directamente al cielo o al infierno.
La realidad sin embargo es otra, como lo demostraremos
en seguida:

Una parabola alegorica


Esta es una nrera parabola, vale decir, un relato ilustrativo.
Mas todavia, es una parabola de caräcter alegorico, que se vale
de personajes irreales y hechos inverosimiles, utilizando sen-
cillamente una tradicion supersticiosa para ensenar ciertas
verdades espirituales que nada tienen que hacer con la condi­
cion de ultratumba.
De esta suerte, el Sefior Jesus hacia frente a su auditorio
colocandose en su propio terreno. Como muchos de los que>
escuchaban sostenian la doctrina —desde luego divorciada de
la revelacion— de que entre la muerte y la resurreccion me-
diaba una existencia consciente, el Sefior compuso una para­
bola utilizando esas opiniones, para ensefiar que ningiin hom-
bre sera apreciado en base a sus posesiones sino a su caracter,
y destaco la necesidad de usar debidamente para el bien de
los demäs los dones que el Sefior nos da. Ademäs, ensefio que
despues de la muerte ya no habrä otra oportunidad de salvarse.
No puede tratarse del relato de un hecho veridico que ocu-
rrio en lugares literales, y ni siquiera puede ser una parabola
literal, porque de serlo tropezaria con una serie de contrasen-
tidos y contradicciones que descartan del todo esa posibilidad.
Esta es la finica ocasion, en toda la Biblia, en que se hace
referenda al hddes (traducido como infierno en la Version
Valera) como un lugar de tormento, pues en todas las dernas
oportunidades se emplea la voz gehenna con este propo-
sito. Vimos oportunamente que hades significa "tumba,
huesa, muerte” , y se usa en todos los casos para designar mc-

18 6
ramente el sepulcro, la condiciön de muerte. Pero es evidente
que aqui Jesus esta echando mano a la tradiciön que entonces
estaba en boga, la cual consideraba al hddes como lugar de
castigo, tradiciön que, como muchas de las actuales tradiciones
religiosas, esta en total desacuerdo con la ensefianza biblica.

No puede ser literal


Si fuera un relato literal tropezariamos con el absurdo de
que los que estän gozando en el “seno de Abrahan” y los que
estän sufriendo en el hddes estän los unos al alcance de la
voz y a la vista de los otros, y sin embargo tan distanciados
que no se pueden alcanzar.
Si son espiritus desencarnados o almas las que estaban en
el hddes y en el Seno de Abrahan, nos hallamos con un con-
trasentido: se mencionan miembros del cuerpo, se habla de
dedos, de lengua, y segtin la creencia popular el alma o espi-
ritu desencarnado no tiene cuerpo ni miembros. Si eran los
cuerpos literales del rico y Läzaro los que estaban gozando y
sufriendo, esto es una contradicciön de lo que ensefia la Biblia:
es a saber, que los cuerpos serän reconstituidos tan sölo en
ocasiön de la resurrecciön;(2) y en el relato, los dos personajes
aparecerian trasladändose inmediatamente, en ocasiön de la
muerte, y con sus cuerpos, a sus correspondientes lugares de
recompensa.
Ahora bien, si se trata de una parabola, y no de un relato
veridico, resulta evidente que una verdad fundamental como
la del estado y la suerte del hombre despues de la muerte, no
puede edificarse sobre una parabola o meramente sobre una
alegoria, muy en particular cuando ella contradice toda una
Serie de pasajes y ensefianzas biblicas.
Si se tratara de una parabola literal a la cual se quisiera
asignar la intenciön de ensefiar una verdad relativa a la con­
diciön del hombre despues de la muerte, incurririamos en el
evidente absurdo de hacer aparecer a nuestro Sefior contradi-
ciendose, porque el afirma claramente que tanto los justos
como los impios serän recompensados segtin sus obras “cuando
el Hijo del hombre venga en su gloria” .<3>
Si los muertos en realidad sostienen un diälogo entre ellos,
entonces la parabola contradice las explicitas declaraciones

187
biblicas segün las cuales los muertos nada saben, porque “en
aquel dia [el de su muerte] perecerän sus pensamientos” .(4>

Escollos biblicos
La idea de que la recompensa es recibida en ocasiün de la
muerte, como algunos quisieran colegir de esta parabola, ofre
ce los siguientes escollos que la descartan como plausible:
1) Contradice la ensenanza biblica referente al dia dci
juicio:
a) Hechos 17:31 afirma que Dios “ha establecido un
dia, en el cual ha de juzgar al mundo con justicia” .
b) S. Mateo 25:31, 32 declara que ese dia ocurrira
"cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y
todos los santos ängeles con el”, es decir, en ocasiün
de la segunda venida gloriosa del Senor.
c) El mismo Senor Jesus reafirmü esa verdad al hacer
esta promesa: "He aqui yo vengo presto, y mi galar-
don conmigo, para recompensar a cada uno segün
fuere su obra” .<5>
2) Contradice las declaraciones de las Escrituras sobre la
inconsciencia del sueno de la muerte.
Lo evidente, segün la Biblia, es que ni Läzaro ni el hom­
bre rico, de haber existido como personajes reales, han recibido
todavia su recompensa, pues ellos esperan, en la silenciosa e
inactiva inconsciencia del sueno de la muerte, hasta que llegue
el momento de la resurrecciün.
Entonces el Senor, “con voz de arcängel y con trompeta de
Dios descenderä del cielo; y los muertos en Cristo resucitarän
primero” .üü En esa hora maravillosa, “ todos los que estän en
los sepulcros oirän su voz; y los que hicieron bien saldrän a
resurrecciün de vida; mas los que hicieron mal a resurrecciün
de condenaciün”.<7>
Conclusiones
En base a todas estas evidencias, queda descartado el hecho
de cjue pueda tratarse de un relato veridico o de una parabola
literal, y arribamos a las siguientes conclusiones:
1) Es una parabola alegürica, con un diälogo totalmente
imaginario. En varios otros lugares de la Biblia puede hallarse

188
este tipo de relatos o parabolas alegöricas. En ellas, no sölo los
personajes y los hechos no son veridicos o reales, sino que hasta
son inverosimiles, como en una fäbula.
Por ejemplo, en la alegoria que hallamos en Isaias 14:9-11
se presenta a una Serie de reyes muertos que, aunque se halla-
ban en sus tumbas, aparecen surgiendo de ellas y sentändose
en tronos en el sheol, para conversar sobre la suerte del pode-
roso rey de Babilonia.
En Jueces 9:8-15 Jotham presenta una parabola alegörica
en la cual hace hablar y actuar a los ärboles como si fueran
personajes de carne y hueso.
En el mismo sentido, en esta parabola de Cristo, se hace
hablar ficticiamente a dos personajes inexistentes, y que si
hubieran vivido alguna vez, estarian ahora esperando en
el silencio de sus tumbas el dia de la resurrecciön y del
juicio.
2) Este diälogo ficticio y alegörico tiene la önica intenciön
de ensenar que el valor de un hombre depende no de cuanto
tiene sino de como utiliza lo que posee, y que despues de la
muerte no habra en absoluto ocasiön de salvarse. El caräcter
es lo que determina el destino, y este esta fijado definitiva-
mente cuando el hombre muere.
3) Asi como son ficticios los personajes, y asi como el diä­
logo es ficticio, ficticio tambien es el tiempo, o de otra manera
la parabola contradice toda la instrucciön biblica respecto del
juicio y la resurrecciön.
4) Si Cristo utilizö esta tradiciön —contraria a las Escri-
turas— corriente en aquellos dias, no fue con la intenciön de
apoyar su error, sino para. manifestar la inconsecuencia de la
posiciön de los fariseos valiendose de sus propias ensenanzas
erroneas, y combatir en ellos el orgullo con que despreciaban
al pobre y se separaban de el.
Por fin, es en verdad consoladora la doctrina autentica-
mente cristiana ensenada por las Escrituras, de que los seres
humanos que han muerto a travös de los siglos no estän pa-
deciendo los sufrimientos inenarrables del infierno, aunque
hayan despreciado su oportunidad en esta vida; ni tampoco
sufrirän por toda la eternidad, sino que Dios en su misericor-
dia permitirä que su vida se extinga y lleguen a ser como si

189
nunca hubieran existido, pues el erradicara la pena, el dolor
y la angustia de este cansado mundo y de todo el universo.
Y mas hermoso es atm tener la certeza de que, no solo nadie
sufrira eternamente, sino que, ademäs, todos los que pongan
su empeno y acepten la amorosa provisidn de Dios, podran
disfrutar por los siglos sin fin de una vida plena de armonia,
lelicidad y gozo indescriptible y permanente, en una tierra
renovada de belleza incomparable.

(1) S. Lucas 16:19-31. (4) Salmo 146:4; 115:17.


(2) S. Juan 5:28, 29; 1* Tesalonicen- (5) Apocalipsis 22:12.
ses 4:16. (6) 1» Tesalonicenses 4:16.
(3) S. Mateo 25:31-41. (7) S. Juan 5:28, 29.
I EL GRAN PROBLEMA
« RESUELTO: IDENTIFICACION
W DE LAS "FUERZAS
_________________SUPERIORES’>

LAblecido
INVESTIGACION hecha con criterio cientifico ha esta-
fuera de toda duda que en las sesiones espiritistas
ocurren manifestaciones supranormales, y revelan su presencia
fuerzas espirituales que disponen de poderes superiores a los
del hombre.
Es igualmente cierto, sin embargo, que la afirmacidn del
espiritismo de que esas fuerzas estän constituidas por espiritus
desencarnados de seres humanos muertos, es no solo indemos-
trable, sino que contradice abiertamente las mas explicitas
declaraciones de la Biblia.
Al abordar este importante problema, vimos que la iden­
tification de esas fuerzas misteriosas no puede lograrse por
ninguno de los metodos de investigacidn que el hombre tiene
a su alcance, porque se trata de un asunto que trasciende el
campo del conocimiento y la experimentacidn humanos. Por
lo mismo advertimos que era imperioso recurrir a una fuente
inspirada, que con autoridad indiscutible diera el dictamen
final, porque solo el Creador, autor de la vida y de los seres
que pueblan el universo, tiene la capacidad de contestar nues-
tra pregunta.

191
Con este motivo ofrecimos las pruebas mas contundentes
de que las Sagradas Escrituras son una fuente inspirada por
Dios, y como tal contienen la verdad revelada al hombre por
parte de Aquel para quien no existen misterios.
Lo que nos digan los autores mäs destacados, los mas cele-
bres teologos o los mas conspicuos apbstoles del espiritismo,
por sincero que sea su juicio, por alto que sea su prestigio,
tiene el valor de una mera opinibn humana. Unicamente las
Escrituras, cuya inspiracibn divina es un hecho comprobado,
pueden con verdadera autoridad contestar el gran interrogan-
te, y darnos la satisfaction de haber hallado la solution final
de esta debatida cuestibn. »
Precisamente sobre este asunto de las relaciones humanas
con los espiritus, asi como sobre la condition del hombre en
ultratumba, las Escrituras contienen innumerables referencias
de una claridad absoluta. Ellas aseveran de la manera mäs
categbrica —como lo demostramos en los capitulos anteriores—
que el alma no es inmortal por naturaleza, y que el ser huma-
no, desde el momento de su muerte hasta el de la resurreccibn,
permanece en la mäs completa e inactiva inconsciencia, total-
mente desvinculado de todo cuanto pasa debajo del sol.
Por esa razbn, los espiritus del espiritismo no son ni pueden
ser espiritus desencarnados de hombres muertos. Esta afirma-
cibn, hecha por la doctrina espiritista, contradice abiertamente
la ensefianza de la Palabra de Dios, y por lo tanto es falsa.
Ahora bien, si no nos hallamos en presencia de los espiritus
de los muertos, tiene que tratarse de otros poderes extrahu-
manos dotados de la capacidad de manifestarse de una manera
supranormal y extraordinaria.
(jQuienes son estos espiritus segiin la Biblia?

"Huestes espirituales de iniquidad”


En las Escrituras se nos habla de seres espirituales, invisi­
bles para los hombres, que a veces se materializan, y que ejer-
citan poderes sobrehumanos. Estas potencias espirituales son
de dos brdenes: las unas buenas, denominadas “ängeles” , a las
cuales Dios utiliza para obras de protection y ayuda en favor
de los hombres, y las otras maleficas y enganosas, que llegaron
a esa condicibn porque voluntariamente se apartaron del plan

192
original divino, y participaron en un movimiento de rebelion
contra el justo gobierno de Dios.
San Pablo habla de estas ultimas y las describe como pode-
rosos enemigos invisibles del hombre, y advierte a los hijos de
Dios acerca de la necesidad de buscar contra ellas eficaz pro-
teccion. A1 respecto dice: “No tenemos lucha contra came y
sangre, sino contra los principados, contra las potestades, con­
tra los gobernantes de las tinieblas de este mundo, contra las
huestes espirituales de iniquidad en las regiones celestiales” / 1)
Este texto inspirado puntualiza la existencia de “huestes
espirituales de iniquidad”, principados y potestades que, aun-
que invisibles a los ojos humanos, son de una realidad abso­
luta, pues guerrean contra los hijos de Dios, de tal suerte que
nuestra lucha como seres humanos es muy desigual, ya que
no la entablamos contra enemigos semejantes a nosotros, de
carne y sangre, sino contra estos contrincantes espirituales rau-
cho mäs temibles.
Ante la ensenanza tan clara y reiterada de la Palabra de
Dios, se deshacen como nubes las declaraciones del espiritjsmo
a traves de sus mäs detacados representantes. Allan Kardec
sostiene que los “demonios, no son otra cosa que espiritus,
aun atrasados e imperfectos, que hacen el mal en estado de
espiritus, como lo hacian en el de hombres; . . . y que los än-
geles o espiritus puros no son seres· creados excepcionalmente”,
sino espiritus de hombres mäs evolucionadosd2)
Dios ha revelado especificamente en las Escrituras que ni
los demonios o espiritus caidos, ni los ängeles buenos, son
espiritus de hombres, sino seres espirituales creados por Dios
antes que el hombre, de un orden totalmente distinto.

El ministerio de los angeles


La Biblia se refiere reiteradamente al benefico ministerio
de los ängeles de Dios, los ängeles buenos, a los cuales define
como “espiritus ministradores, enviados para hacer servicio a
favor de los que han de heredar la salvacibn” .*3) Refirämonos
en primer termino a ellos.
En primer lugar recordemos el hecho de que los ängeles
son seres espirituales creados por Dios.fd No son ni pueden
ser espiritus desencarnados, porque la Biblia habla de ängeles

19 3
13
antes que hubiera muerto ningtin hombre, ya que en la oca-
sion en que nuestros primeros padres pecaron fueron expul-
sados del Eden, y Dios “puso al Oriente del huerto de Eden
querubines, . . . para guardar el camino del ärbol de la vida” .<5>
En cuanto a su naturaleza explica la Biblia que son seres
espirituales, pues hablando San Pablo de Cristo dice de el: “El
que hace a sus ängeles espiritus. . .",(e> es decir que carecen de
cuerpo material, si bien es cierto que pueden revestirse de la
forma humana, y en repetidas oportunidades lo han hecho,
como en la ocasidn en que la malvada ciudad de Sodoma fue
destruida. Angeles visitaron entonces al patriarca Lot para
anunciarle esa calamidad e instarlo a que abandonara la ciu­
dad. “Llegaron, pues —dice el libro del Genesis—, los dos
ängeles a Sodoma a la caida de la tarde: y Lot estaba sentado
a la puerta de Sodoma” .<7) El relato sigue refiriendo que el
hombre de Dios, sin saber que se trataba de ängeles, los invito
a su casa y los hospedo.
Ademäs, sabemos por las Escrituras que los ängeles son de­
rm orden superior a los seres humanos. Cuando el autor de
los Salmos pregunta en un inspirado cäntico de alabanza a
Dios: “<Que es el hombre, para que tengas de el memoria, y
el hijo del hombre, que lo visites?” , responde por inspiracion
divina: “Le has hecho poco menor que los ängeles” .
Hay desde luego diversas categorias de ängeles, y aunque
el menor de eilos es muy superior al hombre en poder, difieren
tambien entre si en rango y capacidad. La Biblia menciona
los serafines;<9> los querubines;<10' y los ängeles propiamente
dichos o “ängeles del Senor” .(n >

Espiritus ministradores
Como queda dicho mäs arriba, su misiön es siempre bene-
fica, porque se los llama "espiritus ministradores” o servidores,
que Dios envia para ayudar y auxiliar a sus hijos en las dis-
tintas circunstancias de la vida.<12) Particularmente en los
momentos de peligro, material o espiritual, visible o invisible,
se nos' asegura que "el ängel de Jehovä acampa en derredor
de los que le temen y los defiende” .(13>
Tambien tienen la misidn de actuar como testigos de las
acciones, palabras y motivos de los hombres, que son minucio-

19 4
samente registrados. De alii el consejo que hallamos en las
Escrituras: “ No sueltes tu boca para hacer pecar a tu carne,
ni digas delante del angel que fue ignorantia”/ 14) Porque
esos ängeles llevan un “ libro de memoria” en que se asientan
las palabras y actos humanos, buenos y m alos/15> Esos son los
libros que en el gran dia del juicio han de ofrecer el testimonio
de la vida de cada persona, pues hablando de ese dia solemne
de ajuste final de cuentas, el autor del Apocalipsis relata esta
vision: “Vi los muertos, grandes y pequenos, que estaban de-
laate de Dios; y los libros fueron abiertos: . . . y fueron juz-
gados los muertos por las cosas que estaban escritas en los
libros, segiin sus obras” / le>
Aun cuando es importante la funcidn que desempenan los
ängeles como testigos al registrar los hechos humanos, la mayor
de sus tareas consiste en ofrecer ayuda y proteccidn a los hijos
de Dios. Sabemos que cada persona fiel, que vive en armonia
con la voluntad divina, tiene a su lado un ängel. En efecto,
cuando el Maestro instd a sus oyentes, fariseos soberbios que
menospreciaban a los pobres, a cambiar de actitud, les dijo:
“ Mirad no tengäis en poco a algunos de estos pequenos; por­
que os digo que sus ängeles [es decir, los respectivos ängeles
de esas personas consideradas “pequenos” ] en los cielos ven
siempre la faz de mi Padre” / 17)

Notables hazanas benefactoras


En los momentos de afliccidn y angustia, en las horas de
peligro, cuando las calamidades asechan los pasos de un hijo
de Dios, la maravillosa promesa divina es: “No te sobrevendrä
mal, ni plaga tocarä tu morada. Pues que a sus ängeles man-
darä acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las
manos te llevarän, porque tu pie no tropiece en piedra” / 18>
Estos seres invisibles han actuado de manera prodigiosa en
innumerables ocasiones, muchas veces afectando la forma hu-
mana, para salvar los incautoj pies de ninos y adultos. Son
miiltiples las oportunidades semejantes que se relatan en las
Escrituras.
Cuando un noble hijo de Dios, como el profeta Daniel, fue
echado en el foso de los leones para ser devorado por esas fieras
hambrientas, como resultado de una intriga urdida por el odio

195
que su rectitud inspiraba a sus colaboradores, fue testigo de
un hccho impresionante. A1 relatarlo, el profeta dice: “El Dios
mio envio su angel, el cual cerro la boca de los leones, para
que no me hiciesen mal” dln)
En otra oportunidad, memorable en los anales del pueblo
de Israel, cuando el ejercito del rey asirio Senaquerib amena-
zaba a la ciudad de Jerusalen, y los jefes militares enemigos
se expresaban en forma blasfema contra Dios, “la misma noche
salio el ängel de Jehova, e hirio en el campo de los asirios
ciento ochenta y cinco mil; y como se levantaron por la ma-
nana, he aqui los cuerpos de los muertos” .(20)
Un poderoso angel llamo al Salvador de la tumba, donde
habia sido colocado, despues de remover la pesada piedra, ante
el pavor de los soldados romanos que custodiaban el sepulcro,
los cuales quedaron tendidos en tierra como muertos de azo-
ramiento.
Un ängel de Dios abrio las puertas de la cärcel cuando los
apostoles fueron apresados en Jerusalen por predicar el men-
saje de salvacion, y otro angel realizo identica obra en favor
de Pablo y Silas en la cärcel de Filipos.
No solo en los tiempos biblicos, sino a traves de todos los
siglos, los fieles hijos de Dios han sido visitados, acompanados
y liberados maravillosamente por la intervencibn providencial
de los ängeles de Dios, a veces de manera invisible. Pero en
numerosas oportunidades estos mensajeros divinos asumieron
la forma humana.

Espiritus embusteros
Volvamos a nuestra pregunta. Si los espiritus no pertenecen
a seres humanos muertos, ^pueden ser ängeles buenos? La res-
puesta es rotundamente negativa. <>Por que? Por la sencilla
razön de que estos espiritus que aparecen en las sesiones son
impostores: ellos mismos afirman ser espiritus de seres huma­
nos muertos y, al hacerlo, aseveran una falsedad. Luego no
pueden ser ängeles de Dios, que son tan veraces, tan perfectos
en su esfera, y tan puros como Dios mismo.
El espiritismo admite que algunos espiritus son mentirosos.
Allan Kardec asevera que existen “espiritus embusteros, hipo-
critas. . . que toman nombres venerandos para procurar, a

196
favor de la mascara con que se cubren, acreditar ideas a me-
nudo muy extravagantes y absurdas” / 21)
Asi explica el espiritismo las ocasiones en que un medium
hace aparecer el supuesto espiritu de una persona que creia
muerta y luego se comprueba que la misma no habia fallecido.
El caso del Dr. S. G. Soal y Gordon Davis es uno de ellos. El
primero de los nombrados creia que su amigo Davis habia
perdido la vida en la guerra. En una sesion espiritista con la
medium Blanche Cooper, el Dr. Soal fue informado de que
un espiritu que se llamaba Gordon TTavis deseaba comunicarse
con el.
La voz era exactamente la del supuesto difunto. La seme-
janza era impresionante. Las caracteristicas de la personalidad
de Davis estaban reflejadas con tanta exactitud que fue posible
impresionar a un profesional. Tiempo despues, sin embargo,
el Dr. Soal descubrio que su amigo no habia muertod22)
Pero, segiin las Escrituras, no sblo algunos de los espiritus
—como declara Allan Kardec— son embusteros, sino que todos
ellos son mentirosos, porque afirman una falsedad y se hacen
pasar por quienes no son.
La unica posibilidad que nos queda es identificar a esos
espiritus como las potencias maleficas, las “huestes espirituales
de iniquidad” de que habia San Pablo. Y vamos a demostrarlo
por las Sagradas Escrituras.
Veamos en primer termino algo referente a la procedencia
y la historia de estos seres maleficos, de estas potencias miste-
riosas y a la vez impostoras. ^De dbnde proceden? <iQui£n las
cred? (jPudo un Dios perfecto y bueno formar seres viles y
enganadores?

La bistoria de Lucifer
Para responder a esta pregunta, tendremos que remontar-
nos a los sucesos de una gran batalla ocurrida en el cielo,
mencionada'^h el capitulo 12 del Apocalipsis. Alii, San Juan
el revelador relata la visidn que Dios le dio: “ Fue hecha una
gran batalla en el cielo: Miguel y sus ängeles lidiaban contra
el dragbn; y lidiaba el dragon y sus ängeles, y no prevalecie-
ron, ni su lugar fue mäs hallado en el cielo. Y fue lanzado
fuera aquel gran dragbn, la serpiente antigua, que se llama

197
Diablo y Satanäs, el cual engana a todo el mundo; fue arro-
jado en tierra, y sus ängeles fueron arrojados con έ1” .<23)
Dos son los personajes principales de esta espectacular
batalla librada tiempo antes de la creacion de este mundo:
por una parte Miguel, es decir, Jesus, el jefe supremo de las
huestes angelicas fieles, o sea los ängeles buenos; por la otra
el dragdn, que capitanea a una cantidad de angeles malos,
secuaces de el. El pasaje aclara de inmediato que el gran dra-
gön es “la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanäs” .
Afirma ademäs que es una potencia engafiadora, y que como
resultado del combate fue vencido y arrojado a la tierra junto
con los ängeles que lo seguian.
<;De donde procede Satanäs o el Diablo? ^Como logro se-
ducir a una hueste de ängeles que llegaron a ser los demonios,
y que participan en esa funesta tarea de enganar a todo el
mundo? ^Sabemos algo mäs en concreto acerca de esta poten­
cia malefica, de sus actividades, de su poderio? ^Como pudo
Dios haber creado a Satanäs?
La Biblia tiene la palabra.
Dios nunca creo un diablo ni demonios. Dios formo a se­
res perfectos y buenos, pero dotados de libre albedrio. Y en
el Antiguo Testamento se relata la triste historia del que una
vez fuera el ser angelical mäs exaltado de las mansiones celes-
tiales, Lucifer —es decir el portador de luz—a quien Dios habia
creado perfecto y habia asignado la encumbrada misidn de ser
el “querubin grande, cubridor”, pues era el “Lucero, hijo de
la manana” . He aqui el elegiaco relato biblico:
“ jComo caiste del cielo, oh Lucero, hijo de la manana!
Cortado fuiste por tierra, tti que debilitabas las gentes. Tti
que decias en tu corazon: Subire al cielo, en lo alto, junto a
las estrellas de Dios ensalzare mi solio. . . y sere semejante al
Altisimo. Mas tti derribado eres en el sepulcro, a los lafios de
la huesa”d24> “Tti, querubin grande, cubridor: y yo te puse;
en el santo monte de Dios .estuviste; en medio de piedras de
fuego has andado. Perfecto eras en todos tus caminos, desde
el dia que fuiste creado, hasta que se halld en ti maldad. . . .
Fuiste lleno de iniquidad, y pecaste: por lo que yo te eche del
monte de Dios, y te arroje de entre las piedras de fuego, oh
querubin cubridor. Enaltecidse tu corazdn a causa de tu her-

19 8
-

I
:
I
mosura, corrompiste tu sabiduria a causa de tu resplandor: yo
te arrojare por tierra” / 25)
Dios creb, pues, un ser de exaltada belleza, de absoluta
perfeccibn, de maravilloso poder. Pero la envidia, la soberbia,
la ambicibn egoista, corrompieron su santidad·. Acusb al Hijo
de Dios. Guerreb contra el. Sedujo nada menos que a la ter-
cera parte de los angeles del cielo/20) y junto con ellos fue
—arrojado de la morada celestial y reducido a la tierra.
No sin razbn, pues, cuando San Pablo alude a Satanas y
sus angeles malos, es decir los demonios, afirma que "no tene-
mos lucha contra carne y sangre, sino contra los principados,
contra las potestades, contra los gobernantes de las tinieblas
de este mundo, contra las huestes espirituales de iniquidad en
las regiones celestiales” .
La acusacibn de que se trata de “huestes espirituales de
iniquidad” resulta confirmada por una clara denuncia que el
Senor Jesus dirigib a los fariseos cuando les dijo: “Vosotros de
vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre
quereis cumplir” . Y continuando su discurso acerca del diablo
dijo: “El, homicida ha sido desde el principio, y no permane-
cib en la verdad, porque no hay verdad en el. Cuando habia
mentira, de suyo habia: porque es mentiroso, y padre de men-
tiras” d27)
Tres caracteristicas identificadoras
Ahora bien, las potencias misteriosas que producen extra-
fias manifestaciones paranormales en las sesiones espiritistas
tienen tres caracteristicas distintivas, y los escritos inspirados
de la Palabra de Dios adjudican esos tres rasgos a Satanas y
a sus angeles caidos o demonios:
1) Son invisibles, espirituales, pues sblo ocasionalmente se
matecializan, y en forma fugaz.
Cuando San Pablo habia de los demonios dice que preci-
samente no son seres de carne y sangre, sino “malicias espiri­
tuales” o “huestes espirituales”.
2) Son mentirosos, impostores, pues aseveran ser los espi-
ritus de los muertos, cuando segiin la Biblia "los muertos nada
saben, . . . su memoria es puesta en olvido; . . . ni tienen ya
mäs parte en el siglo [mundo], en todo lo que se hace debajo
del sol” / 28)

199
Jesus aseverb de Satanäs: “No hay verdad en el. Cuando
habla mentira, de suyo habla: porque es mentiroso, y padre
de mentira” .<2°) Y al aludir San Pablo al Anticristo, dice que
su “advenimiento es segtin operacion de Satanäs, con grande
potencia, y senales, y milagros mentirosos, y con todo engano
de iniquidad”.<3°)
Desde que Satanäs fue arrojado del cielo junto con sus
ängeles secuaces, el principal proposito de su existencia es
enganar, seducir, llevar a los hombres a la perdicion y a la
ruina, y oponerse a toda verdad.
Los espiritus del espiritismo se presentan como personajes
eminentemente mentirosos, al aseverar una impostura con res-
pecto a tu propia identidad, y por lo tanto cumplen con esta
segunda caracteristica.
3) Son poderosos, inteligentes, capaces de realizar tareas
supranormales, imposibles para el hombre. La investigacibn
hecha con metodo cientifico ha demostrado que las manifes-
taciones espiritistas son totalmente inexplicables dentro del
marco de las leyes naturales, y estän incluidas en el orden de
fenomenos que en lenguaje religioso se denominan “milagros” .
Este tercer rasgo de identificacion tambien es adjudicado
por la Escritura a Satanäs y los espiritus malos, pues dice que
actiian “con grande potencia, y senales, y milagros” . “ Hace
grandes senales —dice San Juan —, de tal manera que aun hace
descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.
Y engana a los moradores de la tierra por las senales [otra
palabra por “milagros” ] que le ha sido dado hacer” .<31>

Una obra maestra de jraude y destruction


Pero tal vez de entre las tres, la cualidad mäs destacada
es la del engano, la del propösito de oponerse a la verdad y
sutilmente perjudicar y perder a los hombres. Estos espiritus
maleficos, de filiaciön satänica, se relacionan estrechamente
con los seres humanos, tratando de influir en sus pensamientos
y acciones, creando egoismos, atizando desinteligencias, pro-
moviendo odios, crimenes y toda clase de pecados y maldades,
o sencillamente envolviendo el error en una gran dosis de
verdad para enganar con mäs facilidad.
Cualquiera de estos espiritus, que hubiera acompafiado a

200
una persona a traves de su vida, interesändose en todo cuanto
hacia e influyendola para mal, a fin de lograr su destruction
final, se halla tan compenetrado de su personalidad, de los
secretos de su vida, de su idiosincrasia, que despues de la muer-
te, y valiendose del poder supranormal de que dispone, estä
en condiciones de reproducir su voz, su letra, sus contornos
fisicos y exacta fisonomia en una materializacidn, y aparecer
en la camara espiritista haciendose pasar por el difunto, o
dando datos referentes a su vida, desconocidos para los cir-
cunstantes.
Por otro lado, siendo que Satanäs y los malos espiritus, al
ser arrojados del cielo, no perdieron sus facultades sobrehu-
manas y su maravilloso poder, estän en condiciones de realizar
todas las demäs manifestaciones supranormales propias de esas
reuniones.
Uno de estos espiritus malificos, enganadores, una de estas
malicias espirituales, que todavia conserva, a pesar de su estado
caido, sus facultades y capacidades muy superiores a las del
hombre, puede perfectamente ser el agente de cualquiera de
los fenomenos objetivos analizados por el espiritismo, el ocul-
tismo o la parapsicologia. Puede p'roducir fenomenos de tele-
quinesia, levitation o materialization de fantasmas. Puede
aparecer con la propia semejanza de algun ser humano muerto.
Puede imitar perfectamente la letra, conocer los hechos y se­
cretos y la vida de un individuo, y transmitirlos por sugestion
directa sin problema a un m£dium que έΐ utiliza como ope-
rador visible.
Una de esas potencias malificas o demonios, utilizando sus
capacidades, puede tomar posesion de la mente de una per­
sona, y transmitirle, extrasensorialmente, por una sugestion
mental directa, el conocimiento de cualquier hecho lejano, sea
en el tiempo o en el espacio.
AI respecto, Vernard B. Kachinski. <!ei trotecndlogo y ex-
perto en telepatia de la Unidn Sovietiia. ha realizado profun-
dos estudios del sistema nervioso y ha llegado a la conclusion
de que "el sistema nervioso humano es capaz de reaccionar a
estimulos cuyas fuentes de origen son todavia desconocidas” .1
Mas todavia, siendo Satanäs y sus ängeles potencias emi-
nentemente destructivas —hasta el punto de que Dios se lo

201
permite—, pueden perfectamente planear las circunstancias
para destruir la vida del presidente de los Estados Unidos con
mucha anticipation, y comunicar ese hecho a una adivina que
esta, consciente o inconscientemente, a su servicio.
Lo que si Satanäs no puede hacer es leer los pensamientos
de nadie si no han sido expresados. Esa es una facultad que
solo corresponde a Dios. Tampoco pueden Satanäs o sus agen-
tes dar vida, pero pueden producir curaciones paranormales
retirando las causas de una enfermedad que el mismo ha pro-
ducido. Asi puede realizar hechos milagrosos, muchas veces
adjudicados a Dios
Pero la obra maestra de fraude que efectiian el diablo y sus
malos ängeles no termina aqui, pues trata de enganar, si le es
posible, aun a los cristianos, a los hijos de Dios.

gAparece Jesus en las " camaras” ?


El Sefior Jesucristo, en su memorable sermon profetico
dado para presentar las senates de su segunda venida, men·
.ciona como una de ellas la aparicion de falsos cristos y falsos
profetas, que tratarian de falsificar el acontecimiento glorioso
de su aparicion/33) y al respecto hace la siguiente advertencia:
“ Entonces, si alguno os dijere: He aqui el Cristo, o alii,
no creäis. Porque se levantarän falsos cristos y falsos profetas, „
y darän senales grandes y prodigios; de tal manera que enga-
narän, si es posible, aun a los escogidos. He aqui os lo he dicho
antes: Asi que, si os dijeren: He aqui en el desierto estä; no
salgäis: He aqui en las cämaras; no creäis. Porque como el
relämpago que sale del Oriente y se muestra hasta el occidente,
asi serä tambiin la venida del Hijo del hombre” .<34)
Cristo vendrä por segunda vez, segiin lo que ensena la Bi
blia, con grande poder y gloria, en las nubes del cielo, y todo
ojo lo verä, en forma tan clara y manifiesta como el reläm­
pago que fulgura en una noche tenebrosa rasgando las tinie-
blas nocturnas, desde el Oriente hasta el Occidente. Pero entre
los diversos metodos con que el archienganador tratarä de fal­
sificar este suceso majestuoso, figura el de las "cämaras” . Por
esto Jesiis mismo advierte que “cuando os dijeren: . . . he aqui
en las cämaras; no creäis” .
Efectivamente, se ha proclamado la aparicion de Cristo en

202
las sesiones espiritistas, y se han publicado innumeubles men-
sajes como provenientes del espiritu de Cristo, aparecido a
instancias de un medium en actos espiritistas, como los que
realiza de tanto en tanto la Escuela Cientifica Basilio en el
Luna Park, de Buenos Aires.
Aun cuando apreciamos de veras a todos los que sincera-
mente militan en esa ideologia, nos vemos en la necesidad de
establecer, con la autoridad de la divina Palabra inspirada,
la filiaciön satänica del espiritismo, cuya practica no sdlo en-
gana y descarria al hombre de las rectas sendas del ünico Evan-
gelio que salva, sino que frecuentemente perturba el alma,
trastorna las facultades mentales, y sume al ser humano en
una esclavizadora dependencia de los espiritus, llevändolo a
la desorientaciön y la desesperacion.
Esa es la razön por la cual, de manera terminante y enfa-
tica, la Biblia condena al espiritismo y lo proscribe en cual-
quiera de sus formas, antiguas o modernas, considerändolo
como una abominacion a la vista de Dios. He aqui el man-
dato que hallamos en las Escrituras: “No sea hallado en ti
quien haga pasar su hijo o su hija por el fuego, ni practicante
de adivinaciones, ni agorero, ni sortilego, ni hechicero, ni fra-
guador de encantamiento, ni quien pregunte a pitön, ni ma-
gico, ni quien pregunte a los muertos. Porque es abominacidn
a Jehova cualquiera que hace estas cosas” .<351
En el pröximo capitulo abordaremos la parte propiamente
doctrinaria del espiritismo, comparändola con el autentico
cristianismo de la Palabra de Dios, para destacar la total in-
compatibilidad entre ambos sistemas.
Pero en conclusidn es conveniente notar en el pasaje ya
mencionado que Dios no podia haber utilizado una descrip­
tion mas completa de todas las formas del espiritismo, inclu-
yendo especificamente el comercio con los espiritus que preten-
dian ser de los muertos. Al declarar el Ser supremo que todo
eso es abominacidn, y que tambien lo es el consultar a los
muertos, es propio que recordemos que el cristiano, el hijo de
Dios, dispone de un mtiodo maravilloso y seguro por el cual
puede resolver sus dudas, hallar la orientacidn que necesita,
y solucionar los arduos y angustiosos problemas de la vida:
es el mtiodo de la oration, es decir el diälogo, la comunicacidn

203
directa con Dios, que establece un contacto vivo y reconfor-
tante con la Fuente suprema de todo poder y toda bendicidn.
Ademas es hermoso recordar que, aun cuando nuestros ene-
migos invisibles son poderosos, astutos, y estän constantemente
asechando nuestro camino, por cada angel caido o demonio,
emisario de Satanas, hay por lo menos dos angeles de Dios
que acampan junto a nosotros para defendernos, si sdlo en-
comendamos cotidianamente nuestra vida a Dios y nos dispo-
nemos a cumplir su voluntad. Satanas es un enemigo vencido
por Cristo, y nuestro Salvador quiere cumplir en nosotros su
maravillosa promesa: “He aqut yo estoy con vosotros todos los
dias” .(30> Y “si Dios por nosotros, <;quien contra nosotros?” (37)

(1) Efesios 6:12, VM. (20) 2 Reyes 19:35.


(2) Allan Kardec, Revelacidn Espiri· (21) Allan Kardec, El Evangelio Segun
tista, pags. 27, 28, Buenos Aires. cl Espiritismo, pig. 193, Buenos
(3) Hebreos 1:14, VM. Aires, 1957.
(4) Colosenscs 1:16, 17. (22) Antonio Flew, The Neiu Approach
(5) Genesis 3:24. to Psychical Research, pag. 65.
(6) Hebreos 1:7. (23) Apocalipsis 12:7-9.
(7) Genesis 19:1-3. (24) Isaias 14:12-15.
(8) Salmo 8:4, 5. (25) Ezequiel 28:13-17.
(9) Isaias 6:2. (26) Apocalipsis 12:4.
(10) Ezequiel 28:14. (27) S. Juan 8:44.
(11) S. Mateo 28:2. (28) Eclesiastes 9:5, 6.
(12) Hebreos 1:14. (29) S. Juan 8:44.
(13) Salmo 34:7. (30) 2* Tesalonicenses 2:9, 10.
(14) Eclesiastes 5:6. (31) Id., Apocalipsis 13:13, 14.
(15) Malaquias 3:16. (32) Louis Pawels y Jacques Bergier,
(16) Apocalipsis 20:12. Impossible Possibilities, pig. 43.
(17) S. Mateo 18:10. (33) S. Mateo 24:5, 11.
(18) Salmo 91:10-12. (34) S. Mateo 24:23-27.
(19) Daniel 6:22. (35) Deuteronomio 18:10-12.
(36) S. Mateo 28:20.
(37) Romanos 8:31.

204
Λ
r
1
ESPIRITISMO Y
16 CRISTIANISMO
I

l_____________________ J

TVTADA menos que quince obispos de la Iglesia Anglicana


’ son miembros de la Junta Consultiva de la Fraternidad
de Iglesias para Estudios Psiquicos y Espirituales, una organi-
zacion definidamente espiritista con sede en la ciudad d^i
Londres.*
^Pero es en realidad compatible el espiritismo con el cris-
tianismo?
Cuando el extinto obispo episcopal James A. Pike anuncid
que habia estado recientemente en comunicacion con su hijo
muerto, quien se suicido en 1966, esta noticia aparecid en los
titulares de todos los diarios del pais. En California, la prensa
continud publicando por varios dias nuevos detalles de los
acontecimientos extranos relacionados con el diälogo del obis­
po con su hijo.
Dos semanas despuds que James A. Pike (hijo, se quitara
la vida el 4 de febrero de 1966, comenzaron a producirse una
serie de acontecimientos del mäs extraordinario caräcter en el
apartamento que entonces ocupaba el obispo en Cambridge,
Inglaterra, donde estaba pasando su vacacidn, y donde el hijo
habia vivido mientras estudiaba en la universidad. Ante la

* Les Keinsolving, corresponsal religioso, en “ Communication With the Dead” ,


una colaboraciön publicada en San Francisco Chronicle, del 7 de octubre de 1967.

205
mirada atonita de varios visitantes, los libros comenzaron a
moverse de un lugar a otro, alfileres de gancho abiertos co­
menzaron a disponerse de tal manera que representaban la
hora de la muerte del hijo, y alguna fuerza arreglaba en forma
muy prolija las ropas en una mitad del ropero, mientras que
las que estaban en la otra mitad se revolvian en absoluto caos
o eran desparramadas por la habitation. El pastor David
Barr, de la diocesis de San Francisco, estaba con el obispo
Pike, y habia tambien otras personas. Se trataba de un caso
regular de poltergeist, o casa encantada.
“Una vez un espejo se deslizo de un estante de un ropero
y comenzo a caer al suelo. No habia ninguna razon para que
se moviera. Lo observamos con asombro, y David alcanzo a
tomarlo con las manos antes de llegar al suelo” (San Fran­
cisco Chronicle, 29 de Sept, de 1976).
Siendo que los acontecimientos ocurridos lo alarmaron y
lo intrigaron tanto, Pike decidio consultar con otros dos clti
rigos. Despuis de hacer una lista de sesenta acontecimientos
extrarios, fue a ver a Canon John Pearce-Higgins, de la ca-
tedral de Southwark, y al obispo Mervyn Stockwood. El pri-
mero actuaba como presidente de la Sociedad para el Estudio
de Fendmenos Psiquicos y Espirituales de Inglaterra. El in-
terpreto que los acontecimientos significaban que el hijo del
obispo deseaba comunicarse con su padre. Sus dos colegas
enviaron al obispo a entrevistar a la famosa medium inglesa,
Sra. Ena Twigg. Fue asi como comenzaron las conversaciones
entre el supuesto hijo y el padre por medio del servicio de
esta mujer.
Por consejo de la mddium, el obispo Pike mas tarde fue a
ver al Padre Rauscher, de Nueva Jersey, presidente de otra
organization espiritista llamada Fraternidad de Fronteras Es­
pirituales, y tambien a Arturo Ford, un pastor de la Iglesia
de los Discipulos de Cristo, que es un medium. En el trans-
curso de un programa de television canadiense, Ford entro
en un estado de trance espiritista el 3 de septiembre de 1967,
hora en la cual Pike pretende haber hablado de nuevo con
su hijo Jim.
Junto con Diana Kennedy, que mas tarde llego a ser su
tercera esposa, Pike escribio un libro muy popular acerca de

206
sus experiencias, titulado The Other Side (El otro lado). En
septiembre de 1969 el obispo y su esposa Diana fueron a
Tierra Santa, a fin de realizar una investigacion para escribir
un libro sobre la vida de Cristo. Al perderse en el desierto,
la pareja se separo, y Diana fue a pedir ayuda. Algunos ärabes
la encontraron, y la policia israeli organizo una btisqueda del
obispo. Arturo Ford llamo a Diana en Jerusaten para decirle
que έΐ habia tenido una vision de Pike y lo habia visto vivo
en una caverna. La Sra. Pike y varios de los otros midiums
tuvieron visiones similares. La medium londinense Ena Twigg
intento ponerse en contacto con Pike, pero no recibio res-
puesta. Siete dias despuis que los Pike abandonaron su auto-
movil en el desierto, un policia de la frontera encontro el
cuerpo del obispo en una gran roca. Estaba muerto. Algunos
meses mas tarde la Sra. de Pike escribio un libro acerca de la
muerte de su esposo y de los fenomenos extraordinarios que
la rodearon.
De este relato se destacan algunos detalles de vital impor-
tancia para el tema que estudiamos:
1. No solamente el obispo Pike, sino muchos otros cl^rigos
y ministros de las iglesias cristianas, tales como el Dr. Norman
Vincent Peale, han tenido una intima vinculacion con activi-
dades espiritistas, algunas realizadas bajo la direccion de so-
ciedades relacionadas con las iglesias. Aunque estas entidades
emplean una variada terminologia, tal como “investigaciones
psiquicas”, “parapsicologia”, “fronteras espirituales” y “per-
cepcidn extrasensorial”, para disfrazar en cierta forma su na-
turaleza ocultista, todas esas organizaciones son esencialmente
cien por ciento espiritistas.
2. Algunos pastores son no solamente miembros, sino diri-
gentes de organizaciones espiritistas, y en algunos casos son
tambiin mediums, como en el caso de Arturo Ford.
3. El obispo Pike trato de explicar la supuesta supervi-
vencia de su hijo despu£s de la muerte, que se habia suicidado,
y sus comunicaciones con el, utilizando la doctrina cristiana
de la resurreccion. Pero a fin de hacerlo, o tenia que admitir
una ignorancia completa de la posicion biblica sobre el tema,
o desvirtuar totalmente las enseüanzas de la Biblia de que
los muertos no resucitan sino hasta la segunda venida de Cristo.

207
(1 Tesalonicenses 4:13-17; 1 Corintios 15:51-55.)
En vista de tales hechos, es imperativo que estudiemos la
relacidn del espiritismo con el cristianismo.
Uno de los hechos mäs significativos de nuestra £poca en
lo que atane al desarrollo del espiritismo, es su extraordi-
naria adaptabilidad, lo cual lo adecua a las diferentes ipocas
y modalidades, con el proposito de captar el interes y la aten-
cidn de todos los sectores de la humanidad. Manteniendo su
tinte mägico, primitivo y supersticioso, cautiva a los sectores
de bajo nivel intelectual de la sociedad, especialmente en cier-
tos paises y regiones del mundo. Afectando la forma de una
ciencia que estudia fenomenos psiquicos y leyes naturales, se
denomina parapsicologia y entra en los circulos cultos y uni-
versitarios. Y con el objeto de interesar a los devotos, una de
las mas importantes corrientes del espiritismo estä recubrien-
dose de un manto de religion, y trata de confundirse y hasta
identificarse con el cristianismo.
Una serie de organizaciones espiritistas modernas celebran
reuniones de corte religioso, con entonacion de himnos sa-
grados, invocaciön de Jesüs, oraciones y plegarias, y lectura y
comentario de pasajes de la Biblia. Ademäs, la ideologia espi-
ritista hace permanentes tentativas de infiltrarse en la teologia
cristiana de nuestros dias, particularmente en varias de sus
ramas.
En los Estados Unidos se organizo el ano 1956 la Fraterni-
dad de Fronteras EspiritUales (Spiritual Frontiers Fellowship),
con el deliberado proposito de estimular entre las diversas
iglesias cristianas el estudio de los fenomenos psiquicos del
espiritismo, sobre todo de parte de los hombres cultos. En
Inglaterra se ha establecido una entidad muy similar denomi-
nada Fraternidad de Iglesias de Gran Bretana para el Estudio
Psiquico, y resulta de interes saber que en su comision directiva
figuran destacados miembros del clero anglicano y pastores
protestantes. Uno de los puntos de vista que sostiene tal Fra­
ternidad, es que los mediums constituyen los “videntes” mo-
dernos. Otras organizaciones muy populäres, como la llamada
Escuela Cientifica Basilio, en la Argentina, realizan reuniones
con subido matiz religioso, y pretenden ser de corte cristiano.
En los Ultimos tiempos se han venido realizando, sobre todo

208
en Inglaterra, verdaderas sesiones espiritistas de sanamiento en
algunos templos cristianos evangelicos los domingos por la
mafiana, a la hora del culto solemne del dia, y no se ha visto
ningun inconveniente en la practica de la invocacidn de los
espiritus para comunicarse con ellos, durante la reunidn re-
ligiosa.
Allan Kardec, ya en el siglo pasado, sostenia que el espiri­
tismo “es esencialmente cristiano”, porque ensefia y desarrolla
la doctrina de Jesu s/') y que, “ tomando su punto de partida
en las mismas palabras de Cristo, . . . es una consecuencia
directa de su doctrina” / 2)

g'Es compatible el cristianismo con el espiritismo?


(lExiste sin embargo alguna afinidad entre los postulados
del espiritismo y la doctrina autentica de Jesus? En otras pa­
labras, ^puede uno ser cristiano y espiritista a la vez? La res-
puesta es una negacidn categdrica. El cristianismo no es com­
patible con el espiritismo. Aun cuando este pretende aceptar
el Evangelio de Cristo/3) so pretexto de completar sus ense-
nanzas/4) lo desnaturaliza completamente, torciendo sus pre-
ceptos maravillosos.
Tendremos ocasidn de demostrar en este capitulo de ma-
nera especifica y concreta que el espiritismo es una negacidn
fundamental del cristianismo. Ya el propio origen satänico
de esta actividad nos lo estä indicando. Lo vimos al hablar
de las “malicias espirituales” o demonios, que aseveran ser
espiritus de los muertos, cuando la Biblia afirma que “los
muertos nada saben” .
En realidad la primera sesidn espiritista ocurrid en los
albores de la historia humana, en el jardin del Eddn. Dios
habia formado al hombre y a la mujer con nobles cualidades,
hermosos, perfectos, felices, para que cuanto mäs vivieran mäs
fueran intensificando esa felicidad. No obstante, J a dicha del
hombre dependia de su permanente obediencia a la ley de
Dios, y como era libre y responsable, estaba propenso a perder
su bienestar si hacia mal uso de su libertad.
Las Escrituras nos explican que Satanäs, el verdadero autor
e inspirador de los fendmenos y procedimientos espiritistas,

209
14
utilizö como primer m6dium a la serpiente, que “era astuta
—segiin declaran las Escrituras—, mäs que todos los animales
del campo que Jehova habia hecho” . Este medium fue el que
se acercd a la mujer, Eva, para encandilarla con su belleza y
engafiarla con sus palabras mentirosas.
La felicidad y la vida del hombre dependlan de su obe-
diencia a las leyes de Dios, que son el fundamento de su go-
bierno, el trasunto de su perfecto caräcter, la condicidn de la
armonia y el bienestar. Entre estas leyes figuraba la de no
consumir el fruto de un drbol unico en su especie, que debia
quedar en el Eden intacto, como un simbolo de la soberania
divina y de que el hombre depende de Dios.
Pero la serpiente —dice el relato biblico— "dijo a la mujer:
,;Conque Dios os ha dicho: No comäis de todo ärbol del
huerto? Y la mujer respondib a la serpiente: Del fruto de los
ärboles del huerto comemos; mas del fruto del ärbol que estä
en medio del huerto dijo Dios: No comereis de el, ni le toca-
reis, porque no muräis. Entonces la serpiente dijo a la mujer:
No morireis” .(5>
He aqui la primera gran mentira, pronunciada en la pri-
mera sesion espiritista que hubo en el mundo: una serpiente
usada como medium, que disfrazaba bajo su hermoso e ino-
cente aspecto al querubin caido —pues las Escrituras identifi-
can a ‘la serpiente antigua que se llama Diablo y Satanas”—/*>
y el primer embuste pronunciado por el "padre de toda men­
tira”, como llama la Biblia al diablo.
Sobre este primer engano se han ido plasmando, a traves
de los siglos, toda una serie de sistemas religiosos paganos y
seudocristianos, degenerados y divorciados de la religidn au-
tentica y original; toda una serie de escuelas filosoficas, y par-
ticularmente el espiritismo, en todas sus modalidades.
El ropaje cristiano de que pretende recubrirse el espiritis­
mo moderno, y su pretension de ser, ademäs de una ciencia de
observacion, una doctrina esencialmente cristiana, nos coloca
frente a la necesidad de demostrar la absoluta falacia de esta
posicion. Aunque tenemos buenos amigos espiritistas, y sal-
vando la sinceridad de miles de personas que navegan en esa
corriente —quienes ignoran su verdadera esencia y son instru-
mentos de fuerzas que desconocen—; sin el änimo de ofender a

210
nadie sino con el exclusivo proposito de fundamentar la ver-
dad, pasamos a exponer los hechos siguientes.

La tinica norma discriminatoria de la verdad


La tinica prueba de identidad de los espiritus, segtin nos
la presenta el espiritismo, es la propia declaracion de los mis-
mos, que aseveran ser espiritus de muertos. Pero tambien el
espiritismo afirma —segiin la expresion de Allan Kardec— que
"las comunicaciones que se reciben de los espiritus pueden
ser . . . exactas o falsas, . . . segun la naturaleza de los espiritus
que se manifiestan” .<71 “ Espiritus embusteros . . . han pasado
a la erraticidad” .*") "Los hay [espiritus] que se contentan con
ser ligeros o traviesos, otros mentirosos, enganadores . . ,” (9)
Ahora bien, en adicion al hecho fundamental que descali-
fica la declaracibn de identidad de los espiritus —el tratarse
del testimonio parcial de parte interesada—, el mismo espiri­
tismo asevera que hay multitud de espiritus enganosos y em­
busteros. Preguntamos: Si una parte de los espiritus son men­
tirosos, ique garantia tenemos de que no sean mentirosos todos
los espiritus? Eso es precisamente lo que nos dice la Escritura:
que todos son mentirosos. Pero aun prescindiendo por un
instante de la inspirada aseveracion biblica, y colocändonos
en la mera posibilidad de que el resto de los espiritus tambien
puedan ser embusteros, <;c0mo podemos tener la seguridad de
que no lo son? <>Que criterio utilizaremos para descubrir su
verdadera naturaleza? <;Que norma discriminatoria puede re-
sultar segura?
Es del todo claro que el juicio humano es insuficiente. Hu-
manamente no hay forma de estar seguro. Lo tinico que puede
darnos esa seguridad es la Palabra divina. Y ella sindica a
todos los espiritus del espiritismo como embusteros —no solo
a una parte de ellos— y desenmascara su filiacion satänica y
demoniaca.
No se puede ser cristiano y espiritista a la vez, fundamen­
talmente porque el espiritismo contradice en forma abierta
una ensenanza del autentico cristianismo de la Biblia, es a
saber, la absoluta inconsciencia de los muertos y la imposibi-
lidad de que ellos se comuniquen con los vivos. El espiritismo
proclama como postulado basico de su filosofia la primera

211
mentira satänica: “No moriräs” , y hace aparecer a los espiritus
embusteros de los demonios como espiritus desencarnados de
hombres muertos.
El solo hecho de que una filosofia o teologia contrarie una
sola ensenanza de las Sagradas Escrituras, es suficiente para
desecharla de plano como de origen espurio y enganoso, puesto
que, como ya vimos oportunamente, la Palabra de Dios cons-
tituye la norma suprema y tinica de la verdad, siendo que en
ella habla y se revela la Divinidad misma.

"Probad los espiritus”


Habiendo previsto Dios anticipadamente el surgimiento
de doctrinas erroneas, y conociendo de antemano la obra ne-
fasta que harian Satanäs y sus espiritus secuaces, dio en su
divina Palabra este sabio consejo por medio del apostol San
Juan:
“No ’creais a todo espiritu, sino probad los espiritus si
son de Dios; porque muchos falsos profetas son salidos en el
mundo” .(10>
Y si Dios niismo nos indica que debemos probar las doctri­
nas y los espiritus para saber si son verdadeios o falsos, si son
de origen divino o satänico, tiene que habernos dado las prue-
bas especificas para el caso en las propias Escrituras. Helas
aqui:
Primera prueba. El primer criterio para probar la veraci-
dad de los espiritus nos lo ofrece el Antiguo Testamento, pre-
cisamente al hablar de la practica de comunicarse con los su-
puestos muertos: "Si os dijeren —declara el profeta Isaias—:
Preguntad a los pythones y a los adivinos, que susurran ha-
blando, responded: ;No consultarä el pueblo a su Dios? <;Ape-
larä por los vivos a los muertos?” *11!
Descalifica totalmente esta pretensidn de querer consultar
a los muertos, los cuales “ nada saben, . . . ni tienen ya mas
parte en el siglo, en todo lo que se hace debajo del sol“ .*12'
Y a renglon seguido del pasaje en que desautoriza la practica
de comunicarse con los muertos, enuncia la primera gran regia
discriminatoria de la verdad:
“ [A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto,
es porque no les ha amanecido” .*13! “La ley” y “el testimonio”

212
son dos expresiones que designan las Sagradas Escrituras, las
cuales se erigen aqui, por expreso mandato divino, en la nor­
ma suprema e infalible de la verdad. Cualquier doctrina, cual-
quier espiritu que no hable de acuerdo con la Biblia, han de
ser totalmente desechados, porque no les ha amanecido. Estän
en la noche espiritual; estän en el error.
Y tal es el caso del espiritismo. Contradiciendo la ense-
nanza de la Biblia, este afirma:
a) Que los espiritus son las almas de los que han vivido
en la tierra o en otros mundos, despojados de su envoltura
corporal,!14) mientras que Dios establece en su Palabra que
cuando el hombre muere, “saldrd su espiritu, tornaräse en su
tierra; en aquel dia perecerän sus pensamientos”, y “los muer­
tos nada saben, . . . porque su memoria es puesta en olvido . . .
ni tienen ya mas parte en el siglo [mundo], en todo lo que se
hace debajo del sol” .!I5>
b) Que “ los demonios no son otra cosa que espiritus atra-
sados e imperfectos, que hacen el mal en estado de espiritus,
como lo hacian en el de hombres” . Ademäs, que “los ängeles
o espiritus puros no son . . . sino espiritus que han alcanzado
el fin despues de haber seguido la escala del progreso”.!16)
Con esto contradice explicitos textos de las Escrituras segtin
los cuales, tanto los ängeles buenos como los ängeles caidos o
demonios, no son espiritus de hombres —ya que se mencionan
antes que hubiera muerto hombre alguno!17)— sino seres crea-
dos por Dios y superiores al hombre, de quien dice el salmista:
“Le has hecho un poco menor que los ängeles” .!18)
Veremos luego que ademäs de esto, una serie de postulados
que constituyen la esencia misma. de la filosofia espiritista,
contravienen la Palabra de Dios. Pero completemos en primer
lugar la' lista de las tres pruebas bäsicas para aquilatar los
espiritus.
Segunda prueba. Hela aqui; “Todo espiritu que no con-
fiesa que Jesucristo es venido en carne, no es de Dios” .!lu)
Jesucristo y su condicion de Hijo de Dios, Jesucristo y su
advenimiento a este mundo en carne para morir por el ser
humano y redimirlo de su condicidn pecaminosa y mortal, es
la esencia, la columna vertebral misma del cristianismo y de
toda la Biblia, y por lo tanto cualquier doctrina que directa

213
o indirectamente rechaza a Cristo como Salvador de los hom-
bres y anula su sacrificio expiatorio, estä descalificada por
anticristiana, ya que el apdstol dice: “Esto es el espiritu del
Anticristo”.*20)
La doctrina espiritista de la reencarnacidn, segiin la cual
“el alma progresa sin cesar a traves de una serie de exisfencias
sucesivas, hasta adquirir el grado de perfeccion que pueda
aproximarla a Dios”/ 21) cualquiera haya sido su condicitin
espiritual en la tierra, prescinde completamente del caracter
indispensable de la mediacion de Cristo para llevarnos a Dios
y a la periecciön. Jesus declare: “ Yo soy el camino, y la ver-
dad, y la vida: nadie viene al Padre sino por mi” / 22) Pres­
cinde tambidn del caracter indispensable del sacrificio expia­
torio de Cristo para la salvacidn del hombre, porque segiin lo
expresa San Juan, “de tal manera amd Dios al mundo, que
ha dado a su Hijo unigenito, para que todo aquel que en el
cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”/ 23) y segiin lo esta-
blecid San Pedro, “en ningiin otro hay salud [salvacidn]; por­
que no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres,
en que podamos ser salvos” .*24) Cristo es el camino unico y
el metodo exclusivo para el acceso a Dios, a la salvacidn y la
perfeccidn.
De manera que la teoria de la reencarnacidn no solo se
opone a la Biblia sino que particularmente hace tabla rasa
del sacrificio expiatorio de Jesus, ensenanza vertebral que co-
rre, como un hilo de oro, a traves de todas las päginas del
Sagrado Volumen.

Juzgar el arbol por los frutos


Tercera prueba. El tercer criterio para juzgar el origen de
una teoria o de un espiritu es este, dado por el mismo Seftor
Jesiis: “ Por sus frutos los conocereis. <>Cdgense uvas de los
espinos, o higos de los abrojos? Asi, todo buen ärbol lleva
buenos frutos; mas el ärbol maleado lleva malos frutos".*25)
Esta advertencia la dio el Maestro a raiz de la pretensidn
de los ensenadores erqbusteros, acerca de Jos cuales amonestd:
“Guardaos de los falsOs profetas, que vienen a vosotros con
vestidos de ovejas, mas de dentro son lobos rapaces” . Segiin
esto, cualquier doctrina, cualquier filosofia, cualquier activi-

<Π4

Como dijo Cristo, al igual que los ärbo-


les, las personas y las doctrinas
deben ser juzgadas por los frutos que
producen.

215
dad, debe ser juzgada por los resultados que produzca su
ejercicio.
jCuales son los frutos del espiritismo?
La doctrina espiritista ha propagado, en el transcurso del
tiempo, errores y enganos, precisamente sobre los temas mas
medulares de la Sagrada Escritura, apartando a los hombres
y mujeres incautos de la unica fuente de verdad —la Biblia—,
y de la unica fuente de salvacibn —Cristo Jesus—, y sumiendo-
dolos finalmente en la desesperacibn y la perdicibn. S01o la
eternidad podra revelar sus abarcantes y funestos resultados
en almas perdidas para siempre.
Pero dejando de lado por el momento esos amargos frutos,
que tal vez hoy no les resultan tan evidentes a muchas perso­
nas, y hablando de los efectos mas objetivos e inmediatos de
la practica del espiritismo sobre el cuerpo y la mente de miles
de seres, no podemos sino lamentar hondamente que tantas
personas incautas resulten tan perjudicadas en forma al pa-
recer irreversible.
Los mismos expositores maximos del espiritismo admiten
las manifestaciones visibles y objetivas de un doniinio fisico
y psiquico completo y perjudicial que ejercen los espiritus
sobre multitud de personas. “ La fascinacibn obsesional es mu·
cho mas grave —dice Allan Kardec—, porque el medium estä
completamente fascinado. El espiritu que le domina se apo-
dera de su confianza, hasta paralizar su propio juicio respecto
de las comunicaciones, y hasta hacerle encontrar sublimes las
cosas mäs absurdas” . Y anade poco despubs: “La subyugacibn
obsesional, designada en otro tiempo con el nombre de pose-
sidn, es una coaccibn fisica producida siempre por espiritus de
la peor especie, y que puede hasta neutralizar el libre albedrio.
Se limita, a menudo, a simples impresiones desagradables; pero
provoca a veces movimientos desordenados; actos de insensa-
tez, gritos y palabras incoherentes o injuriosas, cuya ridiculez
conoce de vez en cuando, aunque sin poder evitarlas aquel
que es victima de semejante situacibn” .<2°1
En los tiempos de Cristo habia multitud de poseidos o en-
demoniados, victimas de estos malos espiritus. Evidentemente
hoy tambibn los hay, cuando los propios dirigentes del espiri­
tismo han observado su actuacibn. Y aun cuando estos horn-

216
bres, tal vez sinceramente, sostengan que este tipo de obsesidn
no tiene nada que ver con la mediumnidad, la Sagrada Escri-
tura ensena que las linicas personas que pueden ser asi afecta-
das en sus facultades mentales y en su equilibrio iisico, son las
que prestan su consentimiento a Satanäs y los demonios, bien
mediante el, comercio con los espiritus, termi-nantemente pro-
hibido en la Biblia, o bien mediante el abandono deliberado
de los rectos principios divinos, con lo que el individuo se
coloca abiertamente en el terreno de Satanas.
Por otro lado, el espiritismo tiene un efecto moral corrup-
tor sobre la mente humana. No solo puede desequilibrar las
facultades mentales, sino que tambidn trastorna el sentido mo­
ral y debilita el dominio propio. He aqui el testimonio de
Elena G. de White al respecto:
“El mundo sabe muy poco todavia de la influencia corrup-
tora del espiritismo. Se levantd el teldn, y se me reveld gran
parte de su obra devastadora. Vi a algunas personas que ha-
bian tenido experiencia en cl espiritismo, y renunciado des­
pues a el, que se estremecen al considerar cuän cerca se halla-
ron de la ruina completa. Häbian perdido el dominio propio.
y Satanas las obligaba a hacer lo que detestaban” .<27>
El Dr. Franz Volgyesi fue un destacado medico hipnotizador
que por un tiempo actud tambien en fendmenos espiritistas
valiendose de un medium llamado Lazld. Como una demos-
tracidn de la influencia de la actividad espiritista sobre el me­
dium, escribid este profesional:.
“Luego sufrid Lazld [el medium] muchos golpes del des-
tino, enfermedades y excesivas emociones. Empujd a muchos
hombres al suicidio. Una vez, su novia y el decidieron suici-
darse. Estrechändose mutuamente, Lazld atravesd a su novia
y a si mismo con el mismo proyectil disparado en la zona del
corazdn. La novia murid, pero el sand, y pagd su acto con
una ligera condena” .(2s)
Resulta muy interesante el testimonio del Dr. Volgyesi res­
pecto de los resultados de las actividades medianimicas sobre
la psiquis humana:
“Despues del caso Lazld deje de ocuparme personalmente
de los trabajos e investigaciones que habia emprendido en
este terreno. Me habia convencido de que ese loco vagar por

217
regiones supraconscientes encierra muchos peligros para e!
sistema nervioso superdesarrollado, demasiado fino, exaltado
y sensible de los mediums” .<29>

Espiritismo y alienacion mental


Allan Kardec declara con razön, hablando de la obsesion,
que “esta no procede de ninguna lesion cerebral, sino de la
subyugacidn ejercida por los espiritus maleficos sobre ciertos
individuos, y tiene, a veces, las apariencias de la locura pro-
piamente dicha” .<30> El espiritismo sostiene que solo los espi­
ritus maleficos realizan esta obra. Pero nosotros sabemos por
la autorhada Palabra de Dios que todos los espiritus que se
manifiestan como resultado de las actividades espiritistas son
“ malicias espirituales” , espiritus maleficos o demonios secua-
ces del diablo, interesados en enganar, perjudicar, destruir.
Si no actiian todos ellos y en todas las circunstancias de esta
manera burdamente nociva para el soma y la psiquis, es sdlo
para dar pie a la clasificacidn que hace el espiritismo de espi­
ritus buenos y malos, veraces y mentirosos. Sin embargo, el
estudioso de las Escrituras no necesita ^rrar en esta materia.
Satanäs engafia y trata de cautivar a cada uno en su terreno
y acomodändose a su modalidad y a su nivel. A los hombres
de temperamento cientifico y de aha cultura, les hace aparecer
el espiritismo moderno y culto de nuestros dias como una
ciencia, que nada tiene que ver con la magia o la hechiceria.
A las personas religiosas que militan en los diversos cultos,
intenta atraparlos con la modalidad del espiritismo que afecta
la forma de una religidn y adopta präcticas religiosas. A los
enfermos trata de alcanzarlos por el lado de la curacidn. A la
masa supersticiosa o a los pueblos incultos, intenta enredarlos
con el tipo de espiritismo primitivo, con mezcla de magia y
supersticidn, y que sin embargo logra manifestaciones que no
pueden explicar las leyes naturales.
En el prdlogo que la Editorial Constancia —nombre de una
importante y culta agrupacidn espiritista de Buenos Aires—
le hace a la obra Las Materialiiaciones de Fantasmas, del Dr.
Pablo Gibier, que citamos oportunamente, puede leerse el si-
guiente pärrafo significativo, acerca del efecto extraordinario
que sobre el cuerpo y la mente ejerce el cültivo de las activi-

218
dades espiritistas: “Digamos que la Sra. Salmon es el seudd-
nimo con que la medium se escudaba . . . y que luego de estas
experiencias con Gibier, tuviera que dejar de experimentar,
pues mantuvo durante un tiempo incoercibles vdmitos y estas
hemoptisis ponian en peligro su integridad fisica, salud y vida.
Esta es, por otra parte, una de las frecuencias de la medium-
nidad, sobre todo la objetiva” .*31) Y en confirmacidn de esto,
el propio experimentador psiquico al cual nos referimos narra
el estado en que hallo a su medium en una de las experiencias,
una muestra de lo que le ocurria cantidad de veces: “ La Sra.
Salmon estaba totalmente extenuada, la cara paiida, hinchada
y cubierta de sudores, las pupilas saltadas y los ojos entur-
biados” .*32)
El Dr. Otero Acevedo, otro investigador espiritista, cuenta
un episodio y hace un comentario muy significativo: "Cuando
el fendmeno ha terminado —dice— Eusapia [la medium] des-
pierta bruscamente y dice que estä hecho (je fatto!) ; despues
es necesario que guarde reposo y que al dia siguiente descanse,
acaso para reparar un gasto considerable de fuerza, que ori-
gina en ella raquialgias intensas. Este gasto nervioso de los
mediums que caen en trapce —comenta luego—, suele ser tan
grande en algunos, que a la larga los mata” .<33>
Pero no sdlo los efectos se notan sobre el cuerpo, como en
estos casos, sino que se extienden sobre la mente. El investi­
gador Rawcliffe nos da en estas frases el resultado de sus
observaciones:
“ Muchos mediums son mentalmente desequilibrados hasta
un grado que raya en la verdadera demencia, y solamente los
mäs crddulos de entre su cambiante clientela pueden perma-
necer ciegos a este hecho. Muchisimos mediums muestran
sefialada evidencia de paranoia. Un caso tal fue el de la ιηέ-
dium germana Mina Müller, quien fue estudiada por el Dr.
Fünfgeld, de la clinica psiquiätrica de la Universidad de
Frankfort’’.*34)
Un hecho verdaderamente elocuente del efecto que sobre
la mente tiene la militancia en las filas del espiritismo, lo
teriemos en la elevada cantidad de alienados mentales en cuya
historia clinica consta, como antecedente, actividad espiritista.
Innumerables personas que entran con frecuencia en la
drbita de nuestra experiencia arrastran en su cuerpo y sobre
219
todo en su psiquis los efectos destructores de las potencias
satänicas que dominaron una vez su ser, "Algunas pobres
almas —explica con autoridad la escritora antes citada—, fasci-
nadas por las palabras elocuentes de los maestros del espiri-
tismo, se entregan a su influencia; mas tarde descubren su ca-
räcter mortifero y quisieran renunciar a έΐ y huir, pero no
pueden. Satanäs las retiene por su poder, no quiere dejarlas
en libertad. . . . Elio representara un conflicto renido. Satanäs
reforzarä su contingente de ängeles malos que han dominado
a estas personas; pero si los santos de Dios, con profunda hu-
mildad, oran y ayunan, sus oraciones prevalecerän. Jesus co-
misionarä a ängeles santos para resistir a Satänäs, y £ste sera
ahuyentado, y su poder sobre los afligidos, quebrantado, Ύ
les dijo: Este genero con nada puede salir, sino con oracidn
y ayuno’ (Mar. 9:29)” .(·16>
Muchos individuos que una vez militaron en el espiritismo,
e intentaron romper las coyundas del artero enemigo cuando
sus mentes fueron iluminadas por la verdad de las Sagradas
Escrituras y por la gracia de Dios, han tenido que luchar a
brazo partido, sostenfendo verdaderas batallas angustiosas de
orden mental y fisico, pero resultaron victoriosos, porque el
poder divino, que viene en auxilio del hombre sincere, excede
ampliamente a la fuerza satänica.

Otras contradicciones evidentes


Dijimos que la doctrina espiritista contradice la Biblia en
su posicidn con respecto a los espiritus, los ängeles y los demo-
nios; en su ensenanza de la reencarnacion, y en el virtual re-
chazo del sacrificio expiatorio de Grrsto, nuestro Salvador.
Enunciaremos muy sucintamente a continuacion otra serie
de hechos fundamentales en que el espiritismo contradice la
Palabra de Dios.
1. Pone en duda la revelacion directa de Dios en su Pala­
bra, que es fundamento de la verdad/3“) cuando, segun lo
demostramos ampliamente, el cumplimiento admirable de las
milenarias profecias y otra serie de hechos comprueban en for­
ma objetiva el caräcter divinamente inspirado de la Biblia.
2. Rechaza el relato biblico de la caida del hombre en el
pecado, y el sacrificio de Cristo como fundamento del cristia-

220
nismo y del plan divino para redimir al ser humano y darle
vida eterna/37)
3. Declara que despues de la muerte hay oportunidad de
expiaciön y de elevacion espiritual, postura afin a la reen­
carnacion/38) y que todas las almas alcanzarän el mismo fin/39)
cuando la Palabra de Dios ensena expresamente lo que sigue:
a) , Habra un juicio final ineludible en el cual todos hemos
de comparecer, pues San Pablo dice: “Es menester que todos
nosotros parezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada
uno reciba segun lo que hubiere hecho por medio del cuerpo,
ora sea bueno o malo” (2® Corintios 5:10).
b) Esta vida constituye la unica oportunidad del hombre,
V no puede existir reencarnacion ni nueva oportunidad, por

cuantc despues de la muerte viene el juicio y la retribucidn


final y definitiva.
—“Esta establecido a los hombres que mueran una vez —dice
San Pablo— y despue:, el juicio” (Hebreos 9:27). Despu^s de
la muerte —una unica muerte— no viene la reencarnacion,
sino el juicio y la retribucidn final.
—“Viene el dia ardiente como un horno —asevera el pro-
feta—, y todos los que hacen maldad serän estopa; y aquel dia
que vendrä los abrasard, ha dicho Jehova de los ejercitos, el
cual no les dejarä ni raiz ni rama” (Malaquias 4:1). El castigo
de los malos es la destruccion definitiva, la anulacidn completa
de la vida.
4. Pretende que el hombre alcanzarä por su propio esfuer-
zo, a travds de la reencarnacion, la perfeccidnd40)
La Sagrada Escritura ensena, como corazdn mismo del
Evangelio:
a) La inutilidad del esfuerzo humano para cambiar la
vida: “<>Mudara el negro su pellejo, y el leopardo sus man-
chas? Asi tambien podreis vosotros hacer bien, estando habi-
tuados a hacer mal” (Jeremias 13:23).
b) La indispensable intervenciön del poder divino, unico
capaz de transformar el caräbter:
—“Os dare corazön nuevo, y pondre espiritu nuevo dentro
de vosotros” (Ezequiel 36:26).
—“Si alguno estä en Cristo, nueva criatura es: las cosas
viejas pasaron; he aqui todas son hechas nuevas” (2^ Corin­
tios 5:17).
221
5. El espiritismo niega la personalidad del diablo, de Sa-
tanas, y por ende del pecado(41) cuando la Biblia ensena que
S^tanäs es un ser que fue creado por Dios hermoso y perfecto,
pero que peco y fue expulsado de la morada celestial (Isaias
14:12-14; Ezequiel 28:13-17; Apocalipsis 12:7-9); es un ser de
existencia absolutamente real, que estä siempre al acecho de
los incautos (1^ S. Pedro 5:8), pero que puede ser perfecta-
mente vencido por el poder divino que nos auxilia.

Lo que la Biblia dice del espiritismo


No es raro, pues, que en base a las flagrantes contradiccio-
nes en que el espiritismo incurre con respecto a la Palabra de
Dios y a la manera en que desvirtua los mismos fundamentos
del Evangelio de Cristo, siendo, como es, una doctrina de ori­
gen e inspiration satänicos, y por lo tanto mentirosa, Dios
haya dejado registrados en la Biblia clarisimos mandatos que
proscriben cömpletamente esta doctrina y todas sus präcticas.
En efecto, hallamos estas claras ordenes en la Biblia:
“ No os volväis a los encantadores y a los adivinos [los me­
diums espiritistas de la antigüedad]: no los consulteis, ensu-
ciändoos con eilos: Yo Jehova vuestro Dios”.(4Z) . Notese que
este mandato no es de origen meramente mosaico, sino direc-
tamente divino, pues lo suscribe “ Yo Jehova vuestro Dios”,
para que nadie tuviera la tentacion de considerar que era algo
transitorio y dado para un determinado pueblo.
Otra prohibition biblica del espiritismo reza asi: “ No sea
hallado en ti quien haga pasar su hijo o su hija por el fuego
—enumera aqui todas las modalidades del espiritismo anti-
guo—, ni practicante de adivinaciones, ni agorero, ni sortilego,
ni hechicero, ni fraguador de encantamientos, ni quien pregun-
te a piton, ni mägico; ni quien pregunte a los muertos. Porque
es abomination a Jehova cualquiera que hace estas cosas” .(43>
“Y cuando os dijeren: Acudid a los espiritus y a los adivi­
nos, que chirrian y mascullan, responded: ^No debe un pueblo
mäs bien acudir a su Dios? ipor los vivos acaso ha de acudir
a los muertos?” (44>
Tan grave era en la antigua teocracia hebrea el contravenir
estas ordenes de Dios, dadas para el bien del pueblo, que su
infraccion acarreaba la muerte del culpable, es decir, de la

222
persona que practicaba cualquier forma de espiritismo: “El
hombre o la mujer en quien hubiere espiritu pithonico o de
adivinacibn, han de ser muertos: los apedrearän con piedras;
su sangre sobre ellos” .<45>
Es absolutamente esencial que toda persona que desee ser
un fiel cristiano, un hijo de Dios, y anhele gozar de la com-
pania y proteccidn divina, corte en forma total y definitiva
todo tipo de vinculacion con el espiritismo, si alguna vez la
ha tenido, y no la emprenda nunca, aventurändose en el te-
rreno del enemigo.
Una inspirada autora, que ha escrito capitulos magistrales
y orientadores sobre este asunto, Elena G. de White, declara:
“Pocas son las personas que tienen un justo concepto del poder
engafioso del espiritismo y del peligro que hay en caer bajo
su influencia. Muchas personas juegan con el sin otro objeto
que el de satisfacer su curiosidad. No tienen fe verdadera en
el, y se llenarian de horror al pensar en abandonarse al do-
minio de los espiritus. Pero se aventuran en terreno vedado,
y el poderoso destructor ejerce su ascendiente sobre eilos con­
tra su voluntad. Pero una vez que los induce a abandonar sus
inteligencias a su direccibn, los mantiene cautivos. Es impo-
sible que con su propia fuerza rompan el encanto hechicero
y seductor„ Solo el poder de Dios otorgado en contestacion a
la fervorosa oraciön de fe, puede libertär a esas almas pri-
sioneras” .*46)
Gracias a Dios que el poder divino es tan amplio, tan om­
nipotente y eficaz, y se halla tan a nuestro alcance en una
generosa provision de amor, que nadie necesita ser vencido
por las potencias cautivantes y engaflosas de Satanäs, si sdlo
se mantiene de parte de Dios y la verdad, y presta atenciön
a este consejo de San Pablo: “Vestios de toda la armadura de
Dios, para que podäis estar firmes contra las asechanzas del
diablo. . . . Por tanto tomad toda la armadura de Dios, para
que podäis resistir en el dia malo, y estar firmes, habiendo
acabado todo” .<47>

(1) Allan Kardec, jQ u i Es cl Espiri­ (3) Id., päg. 30.


t i s m o ? päg. 12. Buenos Aires, (4) Id., päg. 23.
1957. (5) Genesis 3:1-4.
(2) Id., Revelaciön Espiritista, päg. 26. (6) Apocalipsis 12:9.

223
(7) Allan Kardec, iQ ue Es cl Espiri- (29) Id., pig. 292.
tism of, pag. 88. (30) iQ n i Es el Espiritism of, pig. 55.
(8) Id., El Evangelio Segun el Espi- (31) Pablo Gibier, " Las Materializacio-
tismo, pig. 193. nes de Fantasmas”, pag. 7.
(9) Id., jQ ue E s el E spiritism of, pig. (32) Id., pig. 40.
84. (33) Otero Acevedo, Los Fantasmas,
(10) 1? S. Juan 4:1. pig. 55.
(11) Isaias 8:19. (34) D. H. Rawcliffe, Illusions and De­
(12) Eclesiastes 9:5. lusions of the Supernatural and
(13) Isaias 8:20. the Occult, pig. 172.
(14) Allan Kardec, jQuö Es el Espiri· (35) Joyas de los Testimonios, tomo 1,
tism of. pag. 82. pigs. 119, 120.
(15) Salmo 146:4; Eclesiastes 9:5, 6. (36) Revelaciön Espiritista, pig. 11.
(16) Allan Kardec, Revelaciön Espiritis­ (37) Conan Doyle, The New Revelation,
ta, pags. 27, 28. pigs. 70-73, 75, Londres, 1918.
(17) Genesis 3:24. (38) Id., pigs. 29, 90, 91; Revelaciön
(18) Salmo 8:4, 5. Espiritista, pigs. 27, 29, 30, 32./
(19) 1* S. Juan 4:2, 3. (39) Revelaciön Espiritista, pig. 27.
(20) Ibid. (40) El Evangelio Segun el Espiritismo,
(21) Allan Kardec, Revelaciön Espiri- pigs. 118, 244.
lista, pag. 27. (41) jQ ne Es -el Espiritismof, pags. 13,
(22) San Juan 14:6. 69.
(23) San Juan 3:16. (42) Levitico 19:31.
(24) Hechos 4:12. (43) Deuteronomio 18:10-12.
(25) S. Mateo 7:16, 17. (44) Isaias 8:19, VM.
(26) iQ ue Es el Espiritismof, pags. 95, (45) Levitico 20:27.
96. (46) Elena G. de White, Seguridad y
(27) Elena G. de White, Joyas de los Paz en el Conflicto de los Siglos,
Testimonios, tomo 1, pag. 119. pig. 615, Buenos Aires, 1955.
(28) Franz Volgyesi, El Alma Io Es To- (47) Efesios 6:11-13.
do, pag. 289, Barcelona, 1956.
EL ESPIRITISMO ENFOCADO
POR LA PROFECIA BIBLICA

___________________ J

FUEde alosmediados del ano 1947 cuando se comenzo a hablar


misteriosos platos voladores. Desde entonces hasta
nuestros dias, mucho es lo que se ha escrito sobre la materia
en diarios, revistas y libros. Los periodicos han venido publi-
cando con relativa frecuencia multiples relatos de apariciones
fugaces y a veces desconcertantes de estos ignotos objetos del
espacio.
La Fuerza Aerea de los Estados Unidos, como entidad mi-
litar encargada de velar por la seguridad del pais, ha realizado
investigaciones especiales para tratar de penetrar deträs del
velo de lo desconocido, y descubrir que son estos cuerpos ce­
lestes que se deslizan aparentemente a velocidades fantästicas,
de donde proceden, quienes los tripulan y que proposito los
trae. Es evidente que estas preguntas no han podido contes-
tarse.
En los Ultimos anos, ademäs de las notas periodisticas, han
salido a luz una cantidad de libros sobre el asunto. Algunos
de eilos han sido escritos por miembros y ex miembros de las
fuerzas armadas, como los del mayor Donald E. Keyhoe, oficial
retirado de la Infanteria de Marina norteamericana. En eilos
asevera el haber invadido el secreto o f i c i a l . O t r a s publica-
ciones menores tal vez nos merezcan menos confianza.
15 225
El misterio de los platos voladores
A traves de toda esta literatura, y merced a los esfuerzos
realizados y las investigaciones hechas, no puede uno sino lle-
gar a la conclusion de que los platos voladores son una reali-
dad dificil de negar, aunque se desconozca su naturaleza, su
procedencia y su misiön.
Creemos ademas que este misterio, sobre el cual la ciencia
no ha sido capaz de opinar, fuera de comprobar su realidad,
podria hallar una explicaciön perfectamente plausible, lögica
y satisfactoria en las profecias de la Biblia. En efecto, eilas
nos dicen que en los Ultimos tiempos de la historia humana,
que precederian inmediatamente a la segunda venida gloriosa
de Cristo, Satanäs, el gran enemigo de Dios y la verdad, empe-
cinado en su obra devastadora y embustera, actuaria —dijo
San Pablo—, “con grande potencia, y senales, y milagros men-
tirosos, y con todo engano de iniquidad” .<2> Y en el Apoca-
lipsis se pleclara que el mismo poder “hace grandes senales,

I
de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la
tierra delante de los hombres. Y engana a los moradores de
la tierra por las senales que le ha sido dado hacer” .<3)

Si los platos voladores constituyen fenömenos supranor­


males, y no responden en su mecanismo y funcionamiento a

I
las leyes fisicas conocidas, y si los raros personajes, bajos y
feos, llamados marcianos, a quienes a veces algunos afirman
haber visto tripular esos aparatos, no son seres humanos, una
explicaciön plausible en el marco de las declaraciones biblicas
es que podrian ser seres y fenömenos satänicos, que aparecen
esporädicamente, como parte de un vasto plan de creciente
desarrollo de maravillas, senales y milagros realizados por

I
Satanäs y sus huestes, a traves de las diversas formas del espi-
ritismo o fuera de eilas, con el propösito de confundir, enga-
fiar, desviar de la verdad y de Dios, y destruir finalmente. jY
quien sabe que misiön desempenarän en lo futuro estos raros
fenömenos y otros mäs que utilizarä el diablo para confundir
y seducir a los hombresl
Una asombrosa triple alianxa
En una impresionante visiön profetica que el apöstol San
Juan tuvo en la Isla de Patmos, observö una asombrosa triple

226
alianza de poderes engafiosos y perseguidores, que describio
con estas palabras: “Y vi salir de la boca del dragon, y de la
boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espiritus
inmundos a manera de ranas: porque son espiritus de demo-
nios, que hacen senales, para ir a los reyes de la tierra y de
todo el mundo, para congregarlos para la batalla de aquel
gran dia del Dios Todopoderoso”, batalla que la Biblia deno-
mina Armageddn/'*)
Aunque carecemos de espacio para explicar y documentar
biblicamente a que potencia representa cada uno de estos sim-
bolos profeticos, por lo menos dejamos sentado que el “ dra­
gon”, que es “ la serpiente antigua, que se llama Diablo y
Satanas”,(5> representa en este caso al espiritismo con todas
sus manifestaciones sobrenaturales demoniacas. Ademäs, el
factor aglutinante de las tres grandes fuerzas, estä represen-
tado por “espiritus inmundos” o “espiritus de demonios” que,
actuando al conjuro del espiritismo, harian grandes senales
para congregar a los reyes de la tierra, a -fin de sumirlos en la
batalla mas terrible de la historia, con miras a la destruccion
definitive de la humanidad.
Esto augura un auge extraordinario del espiritismo como
una serial del fin. A menudo se presenta la difusidn de la
doctrina espiritista y el arraigo que va teniendo en el pueblo
como una evidencia de su bondad y su veracidad. Pero Dios
declara en su Palabra que su origen es satänico y su proposito
destructor, aunque muchos de sus dirigentes sean los primeros
engafiados y actuen como instrumentos inconscientes del po-
der del diablo. La profecia anunciaba, siglos atras, que el
espiritismo y sus milagros se irian popularizando y extendien-
do, y que este sistema maestro de error, junto con su jefe su­
premo, continuarian su guerra contra la verdad hasta la hora
de la segunda venida de Cristo. Luego, despues de un periodo
de mil afios, “el diablo que los enganaba, fue lanzado en el
lago de fuego y azufre, donde esta la bestia y el falsp pro­
feta” / 6)
De manera que, lejos de ser una prueba de veracidad, la
fuerza y persistencia creciente del espiritismo constituyen un
cumplimiento de la profecia, y por ende una confirmaciön de
su origen satanico.

227
Falsos cristos y falsos prof etas
Al contemplar San Juan en vision algunos de los episodios
finales de la historia, antes de la segunda venida de Cristo,
dijo: “ jAy de los moradores de la tierra y del mar! porque
el diablo ha descendido a vosotros, teniendo grande ira, sa-
biendo que tiene poco tiempo” .<7)
En esta actividad desesperada que desplegaria el diablo
en las postrimerias del tiempo presente, se destacaria, segtin
el mismo Sefior Jesus, la aparicion de falsos profetas y las
espurias manifestaciones de Cristo. En su sermdn profetico,
en que pinta las caracteristicas de nuestra epoca, el Maestro
declarb: “Vendran muchos en mi nombre diciendo: Yo soy
el Cristo; y a muchos engafiaran". "Porque se levantaran
falsos Cristos, y falsos profetas, y daran sefiales grandes y pro-
digios; de tal manera que engafiaran, si es posible, aun a los
escogidos” .W
Lo interesante es advertir que Jesiis mismo especifica que
se pretenderä hacer pasar a espiritus mentirosos de error por
Cristo en las cämaras y las sesiones espiritistas, y advierte:
“Entonces, si alguno os dijere: He aqui el Cristo, o alii, no
creäis. Porque se levantaran falsos Cristos.. . . He aqui os lo
he dicho antes. Asi que, si os dijeren: He aqui en el desierto
esta; no salgais: He aqui en las cämaras; no creäis. Porque
como el relampago que sale del Oriente y se muestra hasta el
occidente, asi serä tambien la venida del Hijo del hombre” .bb
Son frecuentes en estos dias los actos espiritistas que se
realizan, ora sea en sesiones de tipo tradicional, ora ante in-
mensos auditorios, en que se pretende hacer aparecer a Cristo,
y se alega recibir mensajes de el. La profecia dada en forma
tan especifica hace veinte siglos se cumple de una manera im-
presionante ante nuestros ojos.
El acto culminante del drama
Pero la profecia de nuestro Sefior que acabamos de trans­
criber establece un esfuerzo del espiritismo por falsificar el
gran acto culminante del drama humano, el regreso majes-
tuoso de Cristo a la tierra, que segiin el texto citado ocurrirä
en forma tan notoria, visible, publica y gloriosa como el re­
lampago que disipa las tinieblas de una noche de tormenta.

228
“ Mediante la manifestation de un poder sobrenatural —co-
menta Elena G. de White—, al utilizar a la serpiente como
agente suyo, Satanäs hizo caer a Adän y Eva en el Eden. Antes
que termine el tiempo, realizarä prodigios aun mayores. Hasta
tlonde alcance su poder, realizarä verdaderos milagros. Dice
la Escritura: ‘Engana a los moradores de la tierra por las
senales que le ha sido dado hacer’ (Apocalipsis 13:14); no
simplemente por lo que pretende hacer. En este pasaje se
presenta algo mäs que imposturas. Pero hay un limite que
Satanäs no puede superar; y entonces recurre al engano y
falsifica la obra que no puede realizar en verdad. En los pos-
treros dias se presentarä de tal manera que harä creer a los
hombres que es Cristo venido por segunda vez al mundo. Se
transformarä en verdad en un ängel de luz. Pero, aunque
tenga la apariencia de Cristo en todo detalle exterior, no en-
ganarä sino a aquellos que, como el antiguo Faraon, procuran
resistir a la verdad” .<]°)
E insiste esta inspirada autora, en este comentario funda­
mental: “ El acto capital que coronarä el gran drama del en­
gano, serä que el mismo Satanäs se darä por el Cristo. . . .
En varias partes de la tierra, Satanäs se manifestarä a los hofn-
bres como ser majestuoso, de un brillo deslumbrador, parecido
a la descripcidn que del Hijo de Dios nos da San Juan en el
Apocalipsis. La gloria que lo rodea superarä cuanto hayan
visto los ojos de los mortales. El grito de triunfo repercutirä
por los aires: 'jCristo ha venidol jCristo ha venido!’ El pue­
blo se postrarä en adoration ante el, mientras levanta sus ma-
nos y pronuncia una bendicion sobre ellos como Cristo cuando
bendecia a los discipulos en la tierra. Su voz es suave y acom-
pasada, aunque llena de melodia. En tono amable y compa-
sivo enuncia algunas de las verdades celestiales y llenas de
gracia que pronunciaba el Salvador” .*11)
Asi se cumple la profecia biblica de que Satanäs se transfi-
guraria en ängel de luz*12) tratando de enganar, si fuera posi-
ble, a los mismos escogidos.*13)
Pero ninguno de los que confian en Dios y aceptan las
Sagradas Escrituras como su divina Palabra inspirada, podrä
ser envuelto por estos ardides maestros del gran enemigo.
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las hace —dijo

229
Jesus—, le comparare a un hombre prudente, que edifico su
casa sobre la pefia; y descendio lluvia, y vinieron rios, y so-
plaron vientos, y combatieron aquella casa; y no cayfi: porque
estaba fundada sobre Ia pefia” / 14)
Si fundamos el edificio de nuestra fe, en temas de tan vital
interes como este, sobre la pefia sfilida e inconmovible de la
Palabra de Dios, ninguna tormenta podrä movernos, y atra-
vesaremos incfilumes los mäs recios vendavales, escudados por
la eterna verdad de las Escrituras. Saldremos victoriosos de
la batalla contra el engafio y la tentaciön, porque, siguiendo
el consejo del apostol, estaremos revestidos de “ toda la arma-
dura de Dios”, teniendo en nuestras manos “ la espada del
Espiritu, que es la Palabra de Dios” .(13>

(1) Donald E. Keyhoe, Platos Volado- (9) S. Mateo 24:23-27.


res de Otros Mundos, N. York, (10) Elena G. de White, Joyas de los
1953, y Mexico, D.F., 1955. Id., Testimonios, tomo 1. pigs. 123,
The Flying Saucers A re Real, N. \ 124. Buenos Aires, 1951.
York. 1950. (11) Id., Seguridad y Paz cn cl Con-
(2) 29 Tesalonicenses 2:9, 10. flicto de los Siglos, pig. 682. Buenos
(3) Apocalipsis 13:13, 14. Aires, 1955.
(4) Id., 16:13, 14. (12) 29 Corintios 11:14.
(5) Id., 12:9. (13) S. Mateo 24:24.
(6) Id., 20:10. (14) S. Mateo 7:24, 25.
(7) Id., 12:12. (15) Efesios 6:11, 17, VM.
(8) S. Mateo 24:5, 24.

230
Λ
<ΤΙΕΝΕ ALGUNA
VINCULACION EL
HIPNOTISMO CON EL
ESPIRITISMO?
___________I__________ /

ALciencia
T R A T A R el tema del hipnotismo, demostramos que la
no ha logrado desentranar su intimo misterio, ni
v puede expedirse en forma categdrica y demostrable sobre cuä-
les son las fuerzas que actiian para producir las enigmaticas
manifestaciones fisicas y psiquicas que caracterizan el trance
hipndtico. Siendo dste el caso, caemos en la necesidad de re-
currir a una fuente mas autorizada que la ciencia, es a saber,
la Palabra de Dios, en la cual trataremos de hallar la orien-
tacidn necesaria para la solucidn de este problema.
Dejamos de intento este aspecto para tratarlo ahora, en
que tenemos a nuestro alcance el criterio y los elementos de
juicio que hemos menester; pues ya sabemos, por una parte,
que la Sagrada Escritura es realmente un libro inspirado por
Dios y por lo tanto habla con toda autoridad sobre temas que
escapan a la ciencia y al conocimiento humanos; por otra parte
ya conocemos la esencia intima y el origen del espiritismo.

(Cuales son las fuerzas que actiian para producir


el estado de hipnosis?
Los que utilizan el hipnotismo, aun tratdndose de grandes
hombres de ciencia, manejan, pues, fuerzas que desconocen.
La Sagrada Escritura, como ya vimos, habla de "malicias

231
espirituales en los aires”/ 1) seres que no son de carne y sangre,
sino espiritus, pero que constituyen entidades de existencia
perfectamente real: se trata de Satanäs y los ängeles caidos, ο
demonios. Elios son los que, segiin la Biblia, se manifiestan
en las actividades del espiritismo.
Indiscutiblemente que esas son las mismas fuerzas que.
aprovechändose de la total entrega de una mente a otra mente,
pueden intervenir en el proceso hipndtico profundo, y cuya
intervencion explicaria la aparicidn de los raros fendmenos
y los cambios misteriosos que se producen en la psiquis y el
soma de la persona que entra en trance sonambiilico.
Elena G. de White, que ha escrito capitulos de oro sobre
este asunto tan apasionante, tiene una declaracidn de extraor-
dinario valor que resulta altamente orientadora, y que estä
perfectamente encuadrada en el enfoque biblico de la cues-
tidn. “Sus agentes [del gran enganador: Satanäs] —escribid
ella refiridndose a los que en su epoca utilizaban la curacidn
"magnetica”, o sea la hipnoterapia de aquel tiempo— conti-
ndan pretendicndo curar la enfermedad. Atribuyen su poder
a la electricidad, el magnetismo, o los asi llamados ‘remedios
simpäticos’. A la verdad no son sino conductos para las co-
rrientes electricas de Satanas. Por este medio dl echa su en-
salmo sobre los cuerpos y las almas de los hombres’M2)
El organismo y el cerebro humano tiene sus corrientes
eldctricas propias, que mantienen y regulan la dinämica fisio-
ldgica y mental. Asi es como puede traducirse en un gräfico
una de esas corrientes, mediante un electroencefaldgrafo, por
ejemplo. Pero aqui, csta pluma autorizada nos habla de co­
rrientes electricas extrahumanas, que proceden del exterior,
y que se generan nada menos que en Satanäs. Mediante la
accidn del poder que dste posee, y que puede aplicar para
dominar a una mente y a un organismo que se han sometido,
podrian explicarse perfectamente todos los cambios psicofisi-
cos que caracterizan el estado profundo de hipnosis, y que
parecen contrariar las leyes naturales, como por ejemplo la
produccidn de quemaduras con un hierro frio, o los resultados
que se obtienen con las sugestiones posthipndticas.
Resulta evidente, a juzgar por este pärrafo tan revelador
y por lo que establece San Pablo en su Epistola a los Efesios

232
que, ademäs de los dos factores conocidos que se necesitan
para producir el estado de hipnosis, es a saber, el arte del
hipnotizador y la disposicidn del sujeto a ser hipnotizado,
puede intervenir, y de hecho interviene muchas veces, un tercer
elemento invisible pero nefasto: son las “corrientes electricas
de Satanas”, el poder del enemigo actuando en forma directa
sobre la mente y el cuerpo. Esta intervencion extrahumana
constituye una explicacion suficiente de los cambios referidos,
y a la vez una demostracion adicional del gravisimo peligro
de practicar el hipno'tismo por una parte, o someterse a esa
tecnica como paciente o sujeto por la otra.

El trance espiritista y el trance hipnotico


El hecho de que no solo las manifestaciones espiritistas
sean producidas por las potencias satänicas, sino tambien lo
sea muchas veces el estado de hipnosis profunda, resulta ade-
mds abonado por la estrecha vinculacion y gran similitud que
se advierte entre el trance hipnotico y el trance medianimico,
o sea del medium espiritista. Esta semejanza ha sido estudiada
por numerosos investigadores y observadores psiquicos.
“ En el caso de muchos mediums —asegura Rawcliffe— el
trance parece ser similar al del estado hipnotico. El medium
yace en un lecho, completamente relajado, con los ojos cerra-
dos, hasta que! se logra un estado de pasividad. En este estado
su forma de hablar se asemeja al de la persona dormida. En
muchos casos en que las acciones subsiguientes y el habla del
medium se asemejan a las que se presencian en el caso del
sonambulismo hipnotico, es evidente que la sugestion es el
principio operativo no menos que en la hipnosis normal. La
principal diferencia descansa en el hecho de que habitual-
mente en la hipnosis las sugestiones son dadas en forma directa
por el operador, en tanto que, en el caso del medium, la su­
gestion deriva del estado de expectativa no solo de parte del
medium, sino tambien de los que se hallan sentados. En una
cantidad de casos aun podemos dar por sentada la existencia
de un estado de completa autohipnosis” d3>
E insiste el mismo autor mas adelante en este concepto
con las siguientes palabras:
“ Existe una estrecha relacion entre el estado hipndtico y

233
el estado de trance medianimico. Los experimentos han de-
mostrado que es posible inducir un trance medianimico invo-
luntario en un sujeto histerico por medio de una sugestion
posthipnotica, y que bajo tales circunstancias el sujeto preten-
dera estar controlado por un ‘espiritu’, cuyas expresiones esta-
rän en consonancia con ideas previamente sugeridas mientras
se hallaba bajo hipnosis” .(4)

Interesantes experimentos reveladores


Resulta de gran interes, al respecto, la opinidn de otro
gran hipnologo y teorizante sobre estos asuntos, el Dr. Franz
Volgyesi, quien refiere el siguiente caso:
“ Una vez, en una reunidn a la que asistian tambien varios
ministros con sus familiäres,'utilici como medium a un joven
tejedor artesano, al que hipnotice, y con el que pudimos prac-
ticar diversos experimentos adivinatorios’’. Y pasa a relatar
como aquel joven pasd de un trance hipndtico a un trance
espiritista:
“Entre otros experimentos realizamos el siguiente: un ofi-
cial de elevada graduacidn —dice Volgyesi— le presentd una
pregunta, de la que nadie de los presentes (tampoco yo) tenia
la menor idea, y desde luego tampoco el medium. . . . La cues-
tion que se planted al medium fue: ‘En Pancsova (sur de Hun·
gria), en el niimero X de cierta calle, se produjo un robo el
8 de julio de 1915’. . . .
“El resultado fue impresionante: el tejedor hipnotizado,
absolutamente desconocido hasta entonces por todos los pre­
sentes y que jamäs habia estado en Pancsova, y al que ni si-
quiera habia yo dicho lo que ibamos a hacer aquella tarde,
empezo a hablar de una casa que veia, una de cuyas fachadas
daba al agua (rio o arroyo). Siguio diciendo cuäntas ventanas
habia en la fachada, y luego entrd en otros detalles: ‘Veo en
la habitacion a un hombre de uniforme y a una mujer en
traje de campesina. Estän ocupados en abrir la puerta del
armario y acaban violentändola. Luego cogen del cajdn de
arriba un llavero que se encontraba debajo de las ropas’ ”,<5>
y continud dando una serie de detalles menudos de la accidn
de latrocinio, que, segun el testimonio del oficial, coincidian
perfectamente con la realidad.

234
El mismo autor narra otros experimentos similares, que
revelan como, en un estado de trance hipnotico, se logro un
trance medianimico con fenomenos sorprendentes de revela-
cion de hechos completamente desconocidos para el medium,
y que denotan la intervention de una inteligencia suprahu-
mana, de un espiritu perfectamente familiarizado con los he­
chos acerca de los cuales se formulaban las preguntas.

Espiritus "controles” humanos y extrahumanos


En la hipnosis una mente domina a otra y la gobierna
totalmente a su antojo, haciendo entrar al hipnotizado en
una hora en blanco de su vida. Pero al amparo de la anula-
cidn de la conciencia y voluntad del que pasa por el trance
hipnötico, es perfectamente posible, y ocurre muchas veces,
que no solo la mente del hipnotista actüe como “espiritu con­
trol”, sino que tambi^n cualquier otro de los espiritus de demo-
nios, o Satanäs mismo, tome posesion de aquella personalidad,
transformando el trance meramente hipnotico en trance me­
dianimico.
“Sea que el trance de los mediums se deba a una autohip-
nosis o a una hipnosis provocada por un espiritu —dice J. A.
Buckwalter—, de cualquier forma constituye un sometimiento
del subconsciente a las impresiones del espiritu invasor, el
cual domina y trabaja como un espiritu control hipnotizador,
mediante el medium hipnotizado por el espiritu/6)
“ Un hombre de negocios de San Francisco —relata el escri-
tor citado—, al discutir con el autor el asunto de la autohip-
nosis, hablö acerca de su antigua practica de autohipnotizarse
y de un repentino abandono de dicho häbito. Cuando insis-
timos en saber por que habia abandonado esa costumbre conto
que al acostarse cierta noche, mientras se encontraba reali-
zando el proceso para establecer la autohipnosis, sintiö como
si lo comenzara a dominar una autoridad extrana. La lucha
con lo que parecia ser una personalidad espiritual invasora
lo aterrorizö tanto, que desde ese dia nunca mäs volvid a in-
tentar el autohipnotismo. Es evidente que con el fenömeno
hipnotico se relacionan fuerzas o personalidades extranas
ocultas” .
En su obra The Case for Psychic Survival, Hereward Ca­

235
rrington refiere un dialogo sostenido con cl espiritu control de
la medium espiritista Sra. Eileen de Garrett, llamado Uvani.
Este espiritu control cxplica la manera en que gobierna la
personalidad de la medium durante el trance, y lo hace en los
siguientes terminos que transcribimos: “Cuando se acerca el
momento, puedo impresionar en el subconsciente no solo mi
presencia sino la de otros, y controlo ese subconscierite. . . .
Esta es una parte tie su mente muy cambiante, y por lo tanto
es propio que usentos esa imagination de la mente mediante
lo que puede llamarse hipnotismo” .(7> Y agrega: “Yo me pro-
yecto mediante el subconsciente, porque este es mäs docil. . . .
El subconsciente es el vehiculo; mi expresion lo emplea como'
las notas de un piano: asi manejo ese fragmento del alma ” . * " 1
Es notable que en la description que hace el espiritu para
explicar la torma en que maneja la personalidad del medium,
utiliza la palabra “hipnotismo”, aseverando que usa la mente
de la Sra. de Garrett "mediante lo que puede llamarse hipno­
tismo” . En otras palabras, el trance del medium viene a ser
un trance hipnotico producido por la actuation de un espi­
ritu diabolico.

Un peligroso momento Ln bianco de la vida


Frente a estos hechos, resulta evidente que cuando una
persona consiente en el sometimiento que se requiere para
que sea hipnotizada, y hace tabla rasa de su individualidad,
de su juicio, su raciocinio, su libertad, no solo se coloca com-
pletamente a la merced de otro ser lnimano, que puede infe-
rirle graves danos, aprovecharse de el o establecer normas de
conducta desafortunadas, sino que tambien abre la puerta
para que ese momento en bianco de su vida sea aprovechado
por el mayor de todos los operadores, Satanas mismo, o cual-
quiera de sus espiritus secuaces. Y entonces nada constructivo
puede esperarse, sino una esclavizacion en las garras del, ene-
migo de todo lo bueno.
Gon cuanta razon, pucs, Elena G. de White escribio en su
tnagnifica obra El Ministerio de Curaciön, hablando del hip­
notismo: "Por muy inofensivo que parezea, si se aplica a los
pacientes, tiende a destruirlos, y no a restaurarlos. Abre una
puerta por donde Satanas entrant a tomar posesidn, tanto de

236
El tomodensidömetro, uno de los m äs modernos aparatos El funcionamiento del cerebro es uno de los
que permiten un estudio detallado del cerebro.
(Fotografie cedida por cortesia de la Embajada de Francia). grandes misterios del organismo humano, que
ahora el hombre comienza a desvelar.
la mente sometida a la direction de otra mente, como de la
que se arroga esa direccion” / 9)
En adicion a este grave perjuicio, el proceso de la hipnosis
produce ademäs un debilitamiento de la voluntad y de la
personalidad, que justifica la expresidn “ tiende a destruirlos
[a los pacientes]” : “Temporalmente se siente alivio, pero la
mente de una persona que es asi controlada, nunca mas vuelve
a ser tan fuerte y confiable” / 10)
Cuanto mäs seguro y edificante es, en momentos de ansie-
dad, angustia o enfermedad, acudir a la gran fuente divina
de la que precede toda salud, todo bienestar: Cristo Jesus. El
contacto con el fortalece, tonifica, cura y proporciona gozo
y alegria.

(1) San Pablo, en Efesios 6. (6) J. A. Buckwalter. Pcligros del Hip-


(2) Elena G. de White, Joyas de los notismo, en la revista Vida Fclis,
Testimonies, tomo 2, pig. 52. Bue­ de marzo de 1959.
nos Aires, 1956. (7) The Case for Psychic Survival,
(3) D. H. Rawcliffe, Illusions and De­ pag. 142.
lusions of the Supernatural and (8) Id., pag. 143.
the Occult, pag. 171. (9) E. G. de White, El Ministerio dc
(4) Id., pkg. 177. Curaciön, pig. 187. Mountain
(5) Franz Volgyesi, El Alma Io Es To- View. Calif., EE. UU., 1959.
do, pigs. 293, 294. (10) Id., Medical M inistry, pags. 115,
116.

238
TERCERA PARTE:

EL PROBLEMA DE LA
SANIDAD Y LA
FELICIDAD
r
I
\

LA SANIDAD Y LOS
19 MILAGROS

1_____ _________ )

T OS SANAMIENTOS fisicos milagrosos, reales o ficticios,


en que intervienen fuerzas extrahumanas, en una forma
tal que parecen no responder al proceso normal de las leyes
naturales, constituyen una realidad en nuestro mundo. Ocu-
rren hoy con relativa frecuencia, y se han producido tambien
antafio.
Por otra parte, en las päginas de la Sagrada Escritura se
relatan muy numerosas escenas de sanamiento instantäneo,
tanto en los dias del Antiguo Testamento, logrados por los
profetas y hombres de Dios, como tambien en los dias de
Cristo y los apdstoles, quienes los realizaron en muy amplia
profusidn. Y en los tiempos actuales sigue 'habiendo milagros
de sanamiento en el seno de la iglesia cristiana, aun cuando
no con la abundancia de la epoca apostdlica.
En esta clase de fendmenos, hay un elemento muy sutil en
que resulta vital ejercer una sabia discriminacidn orientada
por la Biblia, ünica norma de verdad: hay sanidad autdntica
de origen divino, y hay sanidad, verdadera o aparente, obrada
por potencias satänicas.

241
16
Sanamientos por los espiritus
El espiritismo moderno esta difundiendose aceleradamente,
en gran parte debido a la terapeutica milagrosa que emplea
para producir curaciones sorprendentes por la intervencibn de
los espiritus. Y ya no se trata raeramente de fenbmenos que
ocurren en la intimidad de una camara semioscura, o por la
prescripcibn de algun modesto sanador que aplica procedi-
mientos rituales, o logra curaciones por la invocacibn de los
espiritus. Se han establecido verdaderos hospitales espiritistas
atendidos por profesionales de esa ideologia, que utilizan,
desde luego, procedimientos propios. Asi, la curacibn practi-
cada en el ocultismo y la magia de antafio, ha adquirido una
modalidad ultramoderna, y existen sanadores espiritistas que
aseveran haber conseguido cientos de miles de curaciones,
mientras pretenden estar controlados, en estado de trance,
por el supuesto espiritu de algiin famoso mbdico del pasado.
No hace mucho se publicaron noticias extraordinarias pro-
cedentes de Londres, sobre un espiritu que se materializa para
realizar verdaderas operaciones quirurgicas. “ La sesibn —co-
menta el cronista al referirse al caso concreto—, comenzb en
una atmbsfera de adoracibn religiosa. El medium, la Sra. Isson
Northage, entrb en su gabinete y cayb en trance. Aparecib la
negra silueta de una forma materializada y se trasladb al lado
de la mesa de operaciones.
“Este espiritu respondia al nombre del Dr. Reynolds. El
paciente sufria de una blcera duodenal aguda, que necesitaba
ser extirpada. El espiritu materializado colocb las esponjas
de gasa sobre el abdomen del paciente y congelb esa porcibn
de su cuerpo mediante hipnotismo. Entonces parecib como
si las manos del mbdico-espiritu se hubieran desmaterializado
y desaparecido dentro del paciente. Mas tarde informb a los
que estaban a su alrededor que iba a sacar la ulcera por una
incisibn temporaria practicada sobre el estbmago.
“Despubs de completar aparentemente esta intervencibn,
realizb una segunda, quitando algunas astillas de hueso de
una nariz fracturada. Luego de terminar la sesibn con una
oracibn, uno de los ayudantes recogib la blcera y las astillas
de hueso. Se analizb la ulcera en un laboratorio mbdico, y se
la declarb ulcera aguda” / 1)

242
En la revista La Idea, de Buenos Aires, örgano de la Con-
federacidn Espiritista Argentina, aparecid hace algiin tiempo
un reportaje hecho al Dr. Francisco Zicarelli (h), testigo pre-
sencial de operaciones quiriirgicas realizadas por un sencillo
mddium espiritista brasileno llamado Jose Pedro Freitas, “el
cual —afirma el periodista— posee verdaderas facultades me·
diiimnicas productoras de una extraordinaria fenomenologia
trascendente, sirviendo ademäs de intermediario al ser espi-
ritual llamado en la tierra Dr. Adolfo Fritz, famoso mddico
y cirujano aleman fallecido en Rusia” .(2>
En este reportaje, el Dr. Zicarelli pasa a relatar dos opera­
ciones oculares realizadas por el medium, controlado por el
espiritu, en la ciudad de Congonhas Do Campo, estado de
Minas Gerais. En eilas tuvo ocasiön de ayudar personalmente
y presencia: el sanamiento de los pacientes.

Sorprendentes milagros, sutiles y enganosos


La proliferacion de lo> milagros del espiritismo no sor-
prende a quienes conocen las Escrituras, porque segun lo ade-
lantamos en otro capitulo, en sus profecias se predice preci-
samente ese hecho para el tiempo del fin, es decir, la epoca
en que estamos viviendo/3)
Elena G. de White ofrece los siguientes interesantes comen-
tarios acerca de esos pronosticos biblicos:
“Por medio del espiritismo han de cumplirse milagros; los
enfermos sananin, y se realizarän muchos prodigios innegables.
Y como los espiritus profesarän creer en la Biblia y manifes-
taran respeto por las instituciones de la iglesia, su obra serä
aceptada como manifestacidn del poder divino”.^)
Aqui es donde radica el caräcter realmente peligroso de
estas manifestaciones supranormales del espiritismo. “Algu-
nos estaran tentados a recibir estos prodigios como provenien-
tes de Dios. Habra enfermos que sanaran delante de nosotros.
Se realizarän milagros ante nuestra vista. ^Estamos preparados
para la prueba que nos aguarda cuando se manifiesten mäs
plenamente los milagros mentirosos de Satanas?” <5)
El ser sorprendidos en la buena fe por los enganosos mila­
gros de sanamiento que, siendo obrados por el poder satänico,
pretenderän tener un origen divino, comporta un doble y

243
grave peligro, del cual toda persona interesada en su bienestar
presente y eterno debe precaverse:
1) El ser enganado por estos milagros lleva a la persona a
vincularse con el espiritismo, con todas sus nefastas consecuen-
cias mediatas e inmediatas, para quedar atrapado en sus po­
tentes garras, que no son sino las garras de Satanäs, de las
cuales solo podrä librarse merced a duras batallas y al auxilio
poderoso de Dios.
2) Los pacientes sometidos a la influencia de los sanadores
espiritistas y aun de hipnotizadores, denen a veces que sopor-
tar, por el resto de sus dias, salvo una intervencion milagrosa
de Dios en su vida, efectos debilitantes y perniciosos. “Se
habla —dice E. G. de White— de las maravillosas curaciones
realizadas por algiin clarividente o sanador magnbtico, y ella
[se refiere a una madre] le confia a su amado, poniendolo tan
ciertamente en las manos de Satanäs como si este estuviese a
su lado. En muchos casos, la vida futura del nino queda do-
minada por una potencia satänica que parece imposible de
quebrantar” .(e>
Sanadores colectivos
En otras ocasiones los milagros aparentes o reales son obra-
dos por sanadores colectivos. Hace algunos anos, la poblacibn
del gran Buenos Aires se vio hondamente conmovida y per-
pleja frente a las reuniones de caräcter espectacular que diri-
gia cierto pastor perteneciente a una congregacion religiosa
que hace de la sanidad, el don de lenguas y los milagros, la
piedra fundamental de su doctrina y präctica.
Una ävida multitud de decenas de miles de personas se
congregaba noche tras noche en una cancha de ftitbol de la
metrbpoli.
La predica giraba fundamentalmente en torno al sana-
miento fisico, y se insistia en el hecho de que la mision de
Jesus consistib en sanar a los hombres de toda enfermedad
y toda dolencia. La parte de la reunibn que despertaba mayor
expectativa era aquella en que el predicador iba formulando
una especie de oracibn o plegaria a Dios, hacibndola repetir
por el publico en voz alta, en la que solicitaba en tonos im­
peratives y dramäticos, la curacibn de todos los enfermos. En

244
efecto, cada noche centenares de ellos entraban en la cancha
propiamente dicha y rodeaban en un amplio circulo el palco
del pastor, entre los cuales figuraban ancianos en Camillas,
lisiados en sillas de ruedas o en sillas comunes, paraplejicos
con muletas, enfermos con desviacion de la columna vertebral,
ninos con paralisis infantil, ciegos con sus bastones blancos
y toda otra suerte de dolientes.
Una vez que finalizaba la oracion que repetia el püblico,
continuaba orando el propio predicador, y entonces, llegado
el momento culminante, invitaba a todos los enfermos a tra-
tar de moverse ejerciendo fe, y al püblico de las tribunas y
de la cancha a mover las piernas, a agitar los brazos, a repetir
reiteradamente y en voz alta la expresiün: “Gloria a Dios” .
Asi se producia un clima general de excitaciün y frenesx colec­
tivos y de sugestiün sobre la mente de una masa humana pre-
parada para los “milagros”.
(iPodian aquellas escenas contar realmente con la presencia
y bendiciün de Dios? ^Tenia todo aquello origen divino? En
ese caso la discriminaciün era aün mäs sutil y dificil, ya que
los dirigentes de aquellos actos pretendian pertenecer a una
agrupaciün religiosa cristiana, cantaban himnos, predicaban
sobre algunos pasajes del Evangelio, y hacian o pretendian
hacer oraciones a Dios.
La ünica autoridad segura a la cual podemos recurrir en
procura de una informaciün definitiva y cierta sobre cualquier
materia de orden religioso o sobrenatural es, como ya lo sabe-
mos, la Sagrada Escritura, en la cual auscultamos nada menos
que el veredicto de Dios.
Frente a cualquier milagro o manifestaciün sobrenatural
de orden espiritual, cualquiera sea el movimiento o ideologia
en cuyo seno ocurra, es menester tener presentes las' palabras
que pronunciara N. S. Jesucristo en el inmortal sermün pro-
fetico en que delineo las condiciones del mundo social, poli­
tico y religioso que imperarian en los dias finales de la his-
toria, y que serian una serial precursora de su segunda venida:
"Se levantarän falsos Cristos y falsos profetas —declarü Jesus—
y daran senales grandes y prodigios; de tal manera que enga-
narän, si es posible, aun a los escogidos” .(7> La expresiün
“falsos profetas” tipifica una Serie de movimi.mtos religiosos

245
y espiritistas que adoptarian las formas exteriores del culto
a Dios, pero que serian enganosos o falsos, calculados para
seducir, si fuera posible, a los propios “escogidos” , o sea, a
los cristianos piadosos y sinceros, valiöndose de senates y pro-
digios. De alii el consejo del apöstol San Pablo: ''T en cuidado
de ti mismo y de la doctrina” .W
Frente a la advertencia de Jesucristo, pues, y siguiendo el
consejo del apöstol, veamos concretamente el problema que
nos ocupa bajo dos enfoques: a) el sanamiento fisico en el
Evangelio; b) el tema de los milagros en la ensenanza biblica
y en la realidad.

El problema del sanamiento fisico


Del estudio del Evangelio se desprende claramente que la
misiön de Jesus no consiste primaria o fundamentalmente en
el sanamiento del cuerpo, sino en la rehabilitaciön espiritual
del ser humano, lo cual incluye el perdön del pecado por parte
de Dios y en virtud del sacrificio expiatorio de Jesus,<9> la
consiguiente paz del alma,<t0> el triunfo sobre las debilidades
humanas y tendencias pecaminosas de la carne,(11) y la segu-
ridad de la vida eterna/12) que se caracterizarä por una salud
y una felicidad perfectas.
Cierto es que Jesus realizö incontables milagros de sana­
miento fisico, pero todos ellos tenian la finalidad especifica
de fundar la fe de la gente en su caräcter mesiänico, y pre-
sentarlo como Salvador del pecado. En este sentido, la cura-
ciön fisica era simbölica del sanamiento del alma y constituia
una lecciön objetiva de la ensenanza espiritual del Evangelio,
tanto como las paräbolas o los relatos del Maestro.
Naturalmente que Jesus es el gran Mödico, la fuente su­
preme de toda sanidad autentica, y asi como antafio colocaba
sus manos sobre los dolientes y pronunciaba su potente pala-
bra restauradora, anhela hoy proporcionar salud, vida y feli­
cidad. Pero su virtud sanadora no siempre opera en la forma
espectacular de un milagro instantäneo sino a traves de los
factores de reconstrucciön que implantö en el propio orga-
nismo. La curaciön de origen divino siempre se produce en
base a una relaciön personal con Cristo y con Dios y como
fruto de la oraciön de fe.

246
Condiciones de la oraciön por los enfermos
La oraciön por el enfermo requiere, segiin las propias Es-
crituras, el cumplimiento de algunas condiciones para que
sea acepta a Dios.
En primer lugar, debe ser precedida por una experiencia
de contriciön, la confesiön del pecado y su abandono. Ade-
mäs, debe ser hecha con fe. “Confesaos vuestras faltas unos
a otros —declara el apöstol Santiago—, y rogad los unos por
los otros, para que seats sanos; la oraciön del justo, obrando
eficazmente puede mucho” .<13> Es biblico rogar a Dios que
sane a un enfermo, pero antes de hacerlo es propio y necesario
ensenarle a confesar sus pecados, obtener el perdön de los
mismos y abandonarlos.
En segundo lugar, siendo que la enfermedad en muchos
casos es producida o agravada por la violaciön de las leyes
naturales que gobiernan nuestra salud, la oraciön por un en­
fermo presupone previamente lograr de parte del paciente la
disposiciön a abandonar todas las präcticas antihigienicas que
debilitan la constituciön fisica. Seria un contrasentido pedir
a Dios que sanara a un enfermo de angina tabacal o cancer
del pulmön, por ejemplo, mientras öste no resolviera aban­
donar el vicio que ha producido su grave afecciön. En ese
caso, lo que algunos denominan “fe” no seria otra cosa que
una presunciön, o pretension irreverente, y si Dios lo sanara,
el beneficiado reanudaria la practica del häbito pernicioso, y
la salud le resultaria una maldiciön en lugar de una bendiciön.
Por ultimo, siendo que nosotros no sabemos justamente lo
que nos conviene,<u > y siguiendo el ejemplo de Cristo en el
Getsemani/15) la oraciön por el enfermo debe asumir la forma
de una intercesiön y no de una orden. No puede ser impera­
tive, sino de acuerdo con la förmula: “Si asi es tu voluntad” .
No todos sanarän. Y esto no por falta de fe. El apöstol
San Pablo le rogö reiteradamente al Senor que lo sanara, pero
Dios le respondiö en forma negativa diciöndole: “Bästate mi
gracia, porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona”dle>
En su caso, como en el de muchos otros, la enfermedad fue
permitida por Dios con un fin misericordioso y disciplinario.
Ademäs, Dios dejarä que muchos enfermos por los cuales se
ora, mueran, y declara: “Bienaventurados los muertos que de

247
aqui adelante mueren en el Seftor. Si, dice el Espiritu, que
descansarän de sus trabajos” .<17)
Por otra parte, si bien la curacion divina se opera muchas
veces en forma de un milagro, vale decir, de manera instan-
tänea y sin seguir el pro.ceso natural, en la mayor parte de
las ocasiones esa curacion no descarta la inteligente colabora-
ciön humana y el empleo de la ciencia medica y los recursos
terapeuticos que Dios ha puesto en manos del hombre.(I8>
Cuando la oracibn por los enfermos carece de estas tres
condiciones bäsicas —hace caso omiso de la transgresibn de las
leyes de la salud y las normas de higiene, no atiende la con-
fesibn y el abandono del pecado, y no es un ruego de que se
cumpla la voluntad de Dios sino una orden— dificilmente
puede ser aprobada o contestada por Dios.

El problema de los milagros


Pero aqui surge la pregunta: ^Como es entonces que invo-
caciones que estän lejos de llenar estos requisitos, han produ-
cido sanamientos milagrosos? Con respecto al caso concreto
que hemos relatado, corresponde afirmar que personalmente
no los hemos visto, aunque concurrimos para observar en for­
ma objetiva lo que acontecia.
Sin embargo, no negamos la posibilidad de que se hayan
efectuado curaciones. Aun sin disponer de ningiin poder so-
brenatural, en un clima de excitacion general y ejerciendo
una fuerte sugestibn colectiva, pueden sanar enfermos de ori­
gen neurbtico o histerico. Sabido es que la neurosis puede
dar por resultado toda clase de irregularidades funcionales en
el organismo, y hasta puede producir ceguera y parälisis por
causas puramente emocionales, y que estas disfunciones pue­
den desaparecer en determinado momento si se logra hacer
el debido impacto sobre el subconsciente, donde muchas veces
se hunde la raiz del trauma psiquico.
Pero vamos mäs lejos. Aun admitimos la posibilidad de
que se efectüen milagros de verdadero sanamiento de lesiones
reales y profundas en el organismo. Ocurrirän estos milagros
en forma manifiesta en los dias finales como resultado de las
actividades del espiritismo, segtin lo declaran las profecias
biblicas.

248
Los milagros como prueba de origen divino
No hemos de olvidar, sin embargo, el hecho de que, segtin
las Escrituras, el milagro en si no es ninguna evidencia del
origen divino del movimiento, la ideologia o la persona que
lo realiza. Jesüs pronostico que habria senales y milagros
entre los autenticos hijos de Dios.<19> Pero la Biblia agrega,
como ya vimos, que habrä tambien milagros en los falsos mo-
vimientos religiosos y en el espiritismo, obrados por el poder
satänico.
El espiritismo, en una de sus modalidades modernas, esta
asumiendo cada vez mäs la capa externa del cristianismo, y
por el poder demoniaco estä en condiciones de realizar mila­
gros innegables de todo tipo, y tambien en materia de sana-
miento. De manera que el milagro en si no prueba su origen
divino.
Cuando el apostol San Pablo se refiere, por ejemplo, al
advenimiento del Anticristo, declara: “A aquel· inicuo, cuyo
advenimiento es segtin operacion de Satanäs, con grande po-
tencia y senales y milagros mentirosos” .(2°) Es decir que Sa­
tanäs, el padre de toda mentira, el archienemigo de Dios, pre-
pararia el advenimiento de esa potencia opositora de la verdad
haciendo grandes despliegues de senales y milagros enganosos,
que pretenderian provenir de Dios, en tanto que su originador
serla el demonio.
En el Apocalipsis, el apbstol San Juan pronostica el surgi-
miento de otra potencia perseguidora y enemiga de Dios di-
ciendo: “Y hace grandes senales . . . y engana a los moradores
de la tierra por las senales que le ha sido dado hacer” d21>
Otra vez hallamos aqui que los milagros proceden de una
fuente ajena a Dios y enemiga de el.

Dos pruebas infalibles


Descartando los casos en que el milagro es solo aparente
y la curacion —momentänea o permanente—, es producida por
mera sugestibn, y yendo al terreno de los verdaderos milagros,
formulamos esta pregunta: Si estos en si no son evidencia de
que proceden de Dios, £c0mo podemos saber, entonces, cuändo
son de origen divino y cuändo son de origen satänico?

249
En las Sagradas Escrituras se nos dan dos pruebas infalibles
que podemos aplicar para establecer la identidad de cualquier
fendmeno sobrenatural. La primera es la que se registra en
Isaias 8:20: ‘‘|A la ley y al testimoniol Si no dijeren conforme
a esto, es porque no les ha amanecido” . Si el taumaturgo o el
movimiento en cuyo seno se verifican los milagros esta en un
ciento por ciento de acuerdo con las ensefianzas de la Palabra
de Dios.'y respeta y cumple la ley divina, es decir, el Decälogo,
los Diez Mandamientos, ya esto nos proporciona un primer
indicio favorable. Si por el contrario, halläramos a un diri-
gente religioso que procede en desacuerdo con algunas de las
ensefianzas de la Biblia y habla contra la ley, sabriamos a cien-
cia cierta que, en caso de realizar milagros, estos no pueden
tener origen divino. En este sentido, el espiritismo de ninguna
manera puede ser instrumento para la realizaciön de prodigios
de origen divino, porque sus doctrinas son abiertamente con-
trarias a las Escrituras.
La segunda prueba inequivoca la hallamos en el Evangelio
de San Mateo 7:15-23, y se resume en esta sentencia: "Por sus
frutos los conocereis” . Si la obra de una determinada doctrina,
predicador o agrupacidn religiosa produce verdaderas transfor-
maciones en la vida de sus adeptos, inducidndolos a dejar los
vicios y las practicas pecaminosas, haciendo del mentiroso un
hombre honrado, del holgazän un trabajador consciente, del
lascivo un hombre puro, del ebrio un temperante, del iracundo
una persona mansa y amable, etc., podemos tener la segunda
prueba de que el origen de los milagros es divino.
El pasaje biblico que sefialamos en el pärrafo anterior re­
gistra las siguientes palabras de Cristo: “ Muchos me dirän en
aquel dia: Sefior, Sefior, ,jno profetizamos en tu nombre, y en
tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos mu­
chos milagros? Y entonces les protestard: Nunca os conoci;
apartaos de mi, obradores de maldad” . Porque “no todo el
que me dice: Sefior, Sefior —agrega el Maestro— entrara en
el reino de los cielos, mas el que hiciere la voluntad de mi
Padre que estä en los cielos”.
Si, muchos taumaturgos (obradores de milagros) serän re-
chazados en el dia del ajuste final de cuentas, porque la prueba
decisiva de la filiacidn divina no consiste en la consumacidn

250
de prodigios y senates —siendo que Satanäs tambi£n los rea-
liza— sino en hacer la voluntad de Dios, por el cumplimiento
de su Palabra y de su Ley, reflejado en los frutos de la vida
practica cotidiana.

(1) J . Arturo Buckwalter, en la re- (9) 1* S. Juan 1:7, 9; Salmo 32:5.


vista Vida Feliz, de Buenos Aires, (10) Romanos 5:1; Salmo 32:1, 2.
de noviembre de 1959. (11) 1? Corintios 15:57; Filipenses 4:
(2) Revista La Idea, de Buenos Aires, 13.
agosto-septiembre de 1959. (12) S. Juan 3:16; 1» S. Juan 2:25.
(3) 2* Tesalonicenses 2:9, 10; Apoca- (13) Santiago 5:16.
lipsis 13:13, 14; 16:13, 14. (14) Romanos 8:26.
(4) Elena G. de White, Seguridad y (15) S. Lucas 22:42.
Paz en cl Conflicto de los Siglos, (16) 29 Corintios 12:7-10.
pägs. 645, 646. (17) Apocalipsis 14:13.
(5) Id., Joyas de los Testimonies, tomo (18) Isaias 38:21; S. Juan 9:7.
1, päg. 101. (19) S. Marcos 16:15-20.
(6) Id., tomo 2, päg. 53. (.20) 29 Tesalonicenses 2:9.
(7) S. Mateo 24:24. (21) Apocalipsis 13:13, 14.
(8) 1* Timoteo 4:16.

251
La naturaleza es uno de los medios que el Creador ha esta-
blecido para que nos pongamos en contacto con El y obten-
gamos paz y sosiego.
\

LA FUENTE SUPREMA DE
LA SALUD Y LA
INMORTALIDAD
__________________________________________

E L tuales
PROPOSITO final de las mas diversas ideologias espiri-
y procedimientos psicoteräpicos ensayados por la
humanidad a traves de su historia, es resolver el angustioso
problema del dolor y aliviar la desesperanza que aflige a los
hombres. El hipnotismo, el psicoanalisis, el espiritismo, cada
uno en su esfera y valiendose de sus recursos, pretenden sanar
al enfermo del cuerpo y del alma, y llevar aliento y esperanza
a su afligido corazon. Pero como ya tuvimos ocasidn de de-
mostrar, ninguno de estos caminos^1' conduce a tales resulta-
dos. Estos metodos resultan impotentes para encarar con exito
los hondos problemas del alma. Existe una sola terapia radi-
calmente eficaz para el dolor hurnano: Cristo Jesüs; un solo
remedio especifico y probado para las tensiones y angustias:
su maravillosa doctrina de paz y poder, el Evangelio autentico.
Y tanto Jesus como su doctrina se hallan en la Palabra de
Dios. Por eso, cuando el conocido traductor de la Biblia, Mons.
Dr. Juan Straubinger, se refirio a uno de los mas difundidos
metodos usados para resolver los problemas del hombre, el
psicoanalisis, escribio estas extraordinarias palabras:
“El grande, el sumo psicoanalisis estä en la Biblia, pues
ella y solo ella nos ensena a desnudar enteramente el corazdn,
y sdlo con sus luces de espiritus aprendemos a ser del todo
sinceros coil nosotros mismos.
“ Frente a la sabiduria de la Biblia, no hay complejos, por-

253
Ί

que en ella habla Dios que ‘conoce lo intimo del corazon'


(Salmo 43:22).(1,) Ella descubre nuestros complejos y los re-
suelve de un modo definitivo. Ella escudrina el corazdn para
indicar a cada cual su camino (Jeremias 17:10). Ella sabe
nuestros intimos pensamientos (Jeremias 20:12); pone a prue-
ba los corazones (1 Crdnicas 29:17; Jeremias 12:3); los pesa
(Proverbios 21:2) y luego los inclina a la solucidn que les con-
viene (ibid. 1 ); los ilumina como luz que resplandece entre ti-
nieblas (2 Corintios 4:6); los alienta (Salmo 26:14)<lb> y termina
su obra renovändolos por completo (Salmo 50:12)(1'1 y dändo-
les firmeza definitiva (1 Tesalonicenses 3:13).
“Una sola cosa exige este gran maestro; lo mismo que exige
todo psicoanalista: sinceridad. Esto le basta. Y hay mäs aün:
asi como, segiin el refrän, el que se excusa se acusa, asi tam­
bien —lo que es mejor— frente a la Biblia, el que se acusa,
se excusa” . _ ~
Algunos de los mas grandes sabios que forjo la historia
bebieron en las päginas maravillosas de la Biblia no sdlo la
inspiracidn que necesitaban para perseverar en el arduo ca­
mino que los condujo a sus notables conquistas cientificas,
sino tambien las frescas aguas de sus verdades sedantes y
curativas.
Newton, que al decir de Ernesto Jones, es “el genio mas
grande de todos los tiempos”, aquel que “nunca forjd una
hipötesis”, y cuya “obra cientifica estä marcada con el sello
de una rigida objetividad”, era un ferviente estudioso de la
Biblia, de sus doctrinas y profecias, porque la consideraba la
fuente suprema de la verdad y la felicidad.
Faraday, de quien se ha dicho que es el mäs grande fisico
del siglo X IX, leia tambien con devocidn las päginas sagradas
de las Escrituras, porque en ellas encontraba el manantial
soberano de la salvacidn y la inmortalidad. Cuando en cierta
ocasidn se le preguntd cuäl era el hecho mäs importante de
su vida, aquel hombre de ciencia, acostumbrado a tomar en
cuenta los hechos, replied: "El mäs grande hecho de mi vida,
fue la salvaciön de mi alma por la fe en Cristo, el dia en que
lo acepti como Salvador” .
"Cristo es el manantial de la vida —ha dicho Elena G. de
White—. Lo que muchos necesitan es un conocimiento mas

254
claro de el; necesitan que se les ensene con paciencia y bon-
dad, pero tambien con fervor, a abrir de par en par todo su
ser a las influencias curativas del cielo. Cuando el sol del
amor de Dios ilumina los oscuros rincones del alma, el can-
sancio y el descontento pasäh, y satisfacciones gratas vigorizan
la mente, al par que dan salud y energia al cuerpo” .<3>
La virtud sanadora de Cristo y su Evangelio radica preci-
samente en el hecho de que, como luz bienhechora, invade
todos los oscuros rincones del alma, y los ilumina con los
rayos poderosos de la esperanza, el amor, el gozo y la paz.
Muchisimas de las irregularidades orgänicas proceden di-
rectamente de los complejos problemas de la mente o son
agravados por östos. El Dr. H. Walfisch Spiteri reconoce este
hecho fundamental al decir: “Cualquier clase de frustracidn
puede dar origen a sintomas somaticos. Y no sdlo las frustra-
ciones, sino tambiin todo tipo de conflicto no solucionado
puede producir localizaciones corporales. . . . Siempre, ante
un enfermo, no debemos sdlo pensar en el sintoma que nos
ofrece. Debemos preocuparnos por su estado emocional. . . .
Haciendo este trabajo en forma cotidiana, nos vamos a encon-
trar con la sorpresa de que deträs de cada ülcera, asma, eczema,
etc., hay una persona que tiene problemas, tristezas, que a
poco de hablar pasan a primer piano, empequeneciendo la
importancia del sintoma que ofrecia al entrar en el consul-
torio”.(‘ )

C6mo obtener lo que el hipnotismo no puede dar


El hipnotismo pretende beneficiar a ese paciente aquejado
por sus graves tensiones y congojas, ofrecidndole seis benefi-
cios que pasaremos a comentar.
La hipnoterapia queda totalmente descartada, como pro-
cedimiento curativo, por los graves peligros que comporta y
por los positivos perjuicios mediatos e inmediatos que ya
quedan explicados. Adernas, corresponde establecer que los
seis beneficios que se le adjudican y que se mencionan a con-
tinuacidn, son superficiales y relativos. Mientras tanto, vea-
mos cdmo el contacto vivo del alma con Cristo y su Evangelio,
proporciona esos mismos bienes, pero en forma profunda,
permanente y real.

255
1. Relajamiento fisico y mental y por ende descanso. A
traves del tiempo y del espacio, frente a cada problema y ten­
sion de la vida, siguen resonando las maravillosas palabras del
mayor de todos los medicos, que se ofrece a si mismo como
factor supremo de alivio y descanso. “Venid a mi —dijo Je ­
sus— todos los que estais trabajados y cargados, que yo os hare
descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mi,
que soy manso y humilde de corazon; y hallareis descanso
para vuestras almas” .
El descanso espiritual proporciona la relajacion fisica mas
natural, profunda y permanente, que no necesita depender de
procedimientos objetables y artificiosos.
2. El rapport, es decir, la dependencia afectiva de un me­
dico con el cual el paciente ha establecido una relacidn de
confianza. Ya vimos como, tanto en el psicoanälisis como en
el hipnotismo, el rapport entrafia graves riesgos y positivos
males, que anulan del todo los beneficios sblo aparentes. En
cambio, en I3 . relacion personal del alma con Cristo, el mas
leal de todos los amigos, el mas comprensivo de todos los
psicoterapeutas, el mas grande de todos los medicos, se esta-
blece una confianza tan absoluta en Aquel que es la Fuente
soberana de toda felicidad, que los problemas dejan de an-
gustiarnos, porque el los toma a su cargo. De ahi el sabio
consejo del apöstol San Pedro: ‘‘Echando toda vuestra solici-
tud en el [en Cristo], porque el tiene cuidado de vosotros”/ “)
y tambien el del salmista: “Encomienda a Jehova tu camino,
y espera en el, y el hard” / 7)
3. La investigacion de las causas psiquicas de una enfer-
medad funcional o neurotica, lo cual aclara la confusion men­
tal y coloca al paciente en el camino de la curacion. El proce-
dimiento que ofrece el Evangelio es mäs eficaz, mas breve y
mas digno.
Hablando el salmista acerca de su relacidn personal con
Dios y con Cristo dice: "T u me has examinado y conocido.
Τύ has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido
desde lejos mis pensamientos”, y por lo tanto David se sometio
al agudo anälisis del alma que Dios puede hacer, elevando
esta plegaria: “Examiname, oh Dios, y conoce mi corazdn;
pruebame y reconoce mis pensamientos; y ve si hay en mi

256
Existe una sola terapia radicalmente eficaz para el
dolor humano: Cristo Jesus; un solo remedio espe-
cifico para las dolencias y angustias: su maravillosa
doctrina de paz y poder.

17 257

J
camino de perversidad, y guiame en el camino eterno” .<8>
Cuando el corazdn del hombre entra, por medio de la ora-
ciön secreta, en esta experiencia de dialogo intimo con Dios
y con Cristo, y abre de par en par las compuertas del alma
para que el Sefior escudrine sus mas ocultas reconditeces, el
Espiritu de Dios saca del consciente y del inconsciente toda
causa de enfermedad psiquica o fisica, aclara el panorama de
la vida, y confronta al ser humano con su deber.
4. La catarsis espiritual, que puede producir beneficios p
tiales y fugaces en la hipnoterapia o la psicoterapia, pero que
obliga al enfermo a renunciar a su dignidad o a quebrar el
circulo de sus confidencias, se realiza de una manera amplia
y plena en el procedimiento biblico y cristiano de la confe-
sidn directa a Dios, sin la mediacion de ningiin ser humano.
Y lo hermoso es que la confesidn no sölo alivia sino que otorga
el perdon divino, la paz y el olvido definitivo del pecado.
David afirmo: “ Mi pecado te declare, y no encubri mi
iniquidad. Confesare, dije, contra mi mis rebeliones a Jehova;
y tu perdonaste la maldad de mi pecado” .(9> Y al hablar del
efecto reconfortante de esta verdadera catarsis espiritual, y
contrastarlo con la situacidn angustiosa anterior a la confesidn,
explicd: “ Mientras calle [sin confesar mi mal], envejecieronse
mis huesos en mi gemir todo el dia. . . . Volvidse mi verdor
en sequedades de estio” . Mas luego agrega: “Bienaventurado
aquel cuyas iniquidades son perdonadas, y borrados sus peca-
dos”, por haberlos confesado a Dios.<10>
El complejo de culpabilidad, es una de las mas hondas
raices de la congoja y la enfermedad humana, y lo unico que
puede limpiar el alma de todo sentimiento de culpa es la san-
gre de Cristo derramada por el pecador y aceptada por la fe,
mediante la confesidn sincera del pecado. “La sangre de Jesu-
cristo su Hijo —declara San Juan— nos limpia de todo peca­
do. . . . Si confesamos nuestros pecados, el es fiel y justo para
que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda mal­
dad” .Ο») Y este perddn produce una paz autöntica y perma­
nente.
5. Despojar de contenido emocional algün suceso traum
tizante. Las sugestiones hipndticas o posthipndticas denen
mucho menos valor en este sentido que el efecto transformador

258
de los sentimientos que produce la entrada de Cristo en el
corazon, quien dulcifica con su presencia maravillosa toda la
agriedad afectiva que pueda molestarnos. A este respecto Je-
süs declare: "La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo
la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazon, ni tenga
miedo” .<12)
Cuando Cristo es una realidad en la experiencia cotidiana,
elimina todos los recuerdos ingratos, borra todos los resenti-
mientos, derramando su amor en el corazdn, y puebla la vida
de afectos pures y emociones agradables y reconfortantes.
6. Producir amnesia sobre los capitulos desagradables de
la vida. Muy transitoria y falaz, amen de superficial, serä esa
amnesia [olvido] cuando la logra la hipnoterapia. El tinico
procedimiento eficaz para cambiar el contenido de la vida es
Jesus actuando en la intimidad del ser. “Si alguno estä en
Cristo —explico San Pablo—, nueva criatura es: las cosas viejas
pasaron; he aqui todas son hechas nuevas”.<13>
El Evangelio de Cristo, por medio del poder del Espiritu
de Dios, proporciona una renovacidn completa de todos los
aspectos negativos de la personalidad. Los vicios son aban-
donados, las debilidades corregidas, los defectos de caräcter
superados, los egoismos vencidos, la intemperancia dominada,
las emociones refinadas y enaltecidas. La vida se llena de amor,
gozo, paz, y sentimientos amables haciä los demäs.

El factor que hace livianas las cargas de la vida


Nadie vaya a suponer sin embargo que en la vida autenti-
camente cristiana desaparecen todos los problemas. Es cierto
que muchos de ellos se eliminan. Particularmente los proble­
mas de relacidn. San Pablo nos explica que en lugar de “ene-
mistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, . . . envi-
dias”, en el hombre que resuelve aceptar los sublimes princi-
pios del Evangelio y permite que el poder de Cristo actiie libre-
mente en el, se produce “el fruto del Espiritu”, que consiste
en “amor, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, man-
sedumbre, templanza” .(14>
Pero algunas de las frustraciones propias de la vida hu-
mana le tocan igualmente al cristiano y al que no lo es.
Las preocupaciones de la vida cotidiana, la dura lucha por

259
ganar dignamente el pan, las enfermedades, el tener que vivir
en un medio hostil y hacer frente a incomprensiones, malos
cntendidos, espiritu desagradecido, etc., tambien le tocan en
suerte al hijo de Dios. Pero hay una diferencia fundamental:
en tanto que los sinsabores tienden a llevar a la desesperacion
al hombre sin Dios y sin Cristo, en aquel que ha aceptado a
su gran Maestro y sigue en sus pasos, todas las adversidades
estän impregnadas del bälsamo maravilloso y dulcificador de
la esperanza cristiana.
Con respecto a aquellas luchas que el cristianismo no eli-
mina, en la persona que sostiene una experiencia de relacion
personal con Cristo, existe una forma fundamentalmente dis-
tinta de encarar esos problemas. Mas todavia, el cristiano
tiene a su disposicion un extraordinario caudal de energia
moral, que recibe diariamente de Dios, la fuente inagotable de
todo poder. Ese caudal de energia le permite hacer frente con
ventaja a todas las adversidades. Las cargas que a el le toca
llevar podran ser mas pesadas que las que tiene un hombre
sin Cristo, pero dispone de tanta mayor fuerza, que se le hacen
infinitamente mas livianas que a su semejante que prescinde
de Cristo. El profeta Isaias lo ha expresado hermosamente en
estas palabras: "Los que esperan en Jehova tendran nuevas
fuerzas; levantarän las alas como aguilas; correrän, y no se
cansaran; taminarän, y no se fatigardn” .<15>
Aun fuera del ämbito de las Escrituras, los mismos profe-
sionales han llegado a descubrir, a traves de su experiencia
cotidiana con sus pacientes, la necesidad del factor religioso.
El Dr. Frank S. Caprio expreso: “ Es ünicamente por medio
de una religion del alma, una sublimaciön de nuestros pesares,
como podemos resistir emocionalmente las adversidades de la
vida” .<1B)
Ademas, el cristianismo proporciona un nuevo motivo que
da sentido a la vida, factor esencial para la felicidad y el bien-
estar emocional. El Dr. Enrique Mouchet, conocido psiquia-
tra, psicologo y profesor universitario argentino, escribiendo
sobre el tema de la fatiga dice: “Ninguna persona es feliz, cual-
quiera sea su edad, si carece de cicupacion fecunda que de sen­
tido a su existencia. El organismo perdura en condiciones
biologicas satisfactorias si diariamente consume energias que

260
son luego recuperadas y acrecentadas en las horas de descanso
y distraction. . . . La vida es una acumulacidn y consumicidn
ritmica de energias. Ni aun los ancianos deben permanecer
inactivos si quieren conservar sano su cuerpo y lticido su espi-
ritu. . . . La ociosidad introduce en el ambito de su mundo
moral un temible enemigo en su alegria de vivir: el sentimien-
to de inutilidad. Todo ser humano, cuantos sean sus anos,
debe sentirse obligado a llenar una funcion litil, ya sea en el
seno de la familia, ya sea en el seno de la comunidad, si quiere
ser una persona sana y dichosa”.(17)
El verdadero cristianismo nos impone como un deber pla-
centero el ser de beneficio para nuestros semejantes, el realizar
servicio abnegado en favor de los demäs, el compartir con los
otros los bienes materiales que disfrutamos y tambien el cono-
cimiento de una verdad que nos hace felices. Y esto da un
sentido nuevo a la vida: vivimos para servir, para beneficiar.
Nos sentimos utiles, y por lo tanto somos dichosos y propen-
demos de paso a la mejor salud de nuestro organismo.

Para conseguir lo que el espiritismo es incapaz


de conceder
Ya vimos que el espiritismo no puede cumplir sus prome­
sas. Promete resolver el mäs angustioso de los misterios que
atenacean la mente humana: el misterio de la muerte, y darle
al hombre information sobre el mundo de ultratumba. Pero
en lugar de esto le ofrece una mentira, encadenada con otra
Serie de falsedades, y le presenta a seres maleficos disfrazados
de espiritus humanos desencarnados. En cambio las Sagradas
Escrituras resuelven el problema, asegurändonos que los di-
funtos descansan en el sueno inconsciente de la muerte, espe-
rando el dia de la resurrection. Ellas nos advierten de los
graves peligros de relacionarnos con los espiritus, y nos ofrecen
la eficaz protection de Dios y sus angeles en nuestra batalla
cotidiana contra Satanas y sus huestes.
El espiritismo promete al hombre orientation espiritual y
consuelo en el dolor, pero no puede cumplir su promesa, y lo
. linico que hace es enganar, desviar de la senda segura y con-
ducir a la desesperacion y a la perdition final. En cambio
Cristo, nuestro Salvador, el Hijo de Dios, nos proporciona cl

261
consuelo de su permanente presencia y maravillosa compania
en las adversidades de la vida. El nos dice: “ No temas, porque
yo te redimi; te puse nombre, mio eres tii. Cuando pasares
por las aguas, yo sere contigo; y por los rios, no te anegarän.
Cuando pasares por el fuego, no te quemaräs, ni la llama
arderä en ti” .<18> Ni las aguas de la adversidad, ni los rios de
la afliccibn, ni el fuego del dolor podrän desesperar o destruir
al cristiano, porque Jesus le ha dicho: "No te desampararb,
ni te dejarb".(lü>
El espiritismo promete sanidad fisica y mental. Y aun
cuando a veces la otorga transitoriamente, deja la personali-
dad subyugada, sometida al poder satänico, y presa de poten-
cias cuyo unico propbsito es llevar a la destruccibn. Pero lo
que el espiritismo no hace, lo realiza Cristo en nuestro favor
con toda amplitud. El es la fuente soberana de la vida, la
salud y la felicidad. Tenemos el privilegio de elevar a el nues-
tra siiplica sincera, para exponerle nuestros dolores y tristezas,
y para pedirle la salud, si bsa es su voluntad. Y si ello es para
nuestro bien, bl contestarä nuestra plegaria, como contestb el
pedido del ciego, del cojo y del leproso durante su ministerio
terrenal. Y si no es para nuestro bien, responded nuestra
oracibn ofrecibndonos una medida multiplicada de gracia y
fuerza espiritual, de fe y esperanza, de tal manera' que poda-
mos sobrellevar la enfermedad eon gozo y alegria, hasta que
llegue el dia dichoso en que en el reino de Dios ya no haya
dolores.
El espiritismo promete al hombre hacerle ascender paula-
tinamente las esferas del perfeccionamiento espiritual para
llevarlo por fin a una inmortalidad feliz; pero deja su alma
hambrienta con el engafio de la reencarnacibn, negando la
validez del sacrificio de Jesus y separändolo de la persona de
Cristo, el unico camino que conduce a la salvacibn y la inmor­
talidad. “La paga del pecado es muerte —declarb San Pablo—;
mas la dädiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesus Senor
nuestro” .<20>
En suma, pues, todo lo que el hipnotismo y el espiritismo
son incapaces de dar, se logra exclusiva y ampliamente por
medio de Cristo y sus magistrales ensenanzas, contenidas en
la viviente Palabra de Dios. Ella contiene el agua refrescante

262
que sacia la sed del alma. “El que bebiere del agua que yo
le dar£ —prometio el Maestro—, para siempre no tendrä sed,
mas el agua que yo le dare sera en el una fuente de agua que
sake para vida eterna” .*21) Corresponde a cada uno aceptar
esta generosa oferta de Jesüs, y experimentar sus beneficos
efectos,

(1) A la impotencia y los peligros del (6) 1? S. Pedro 5:7.


psicoanälisis nos referimos en nues­ (7) Salmo 37:5.
tra obra anterior, Paz en la An- (8) Salmo 139:1-3, 23. 24.
gustia. (9) Salmo 32:5.
(la ) En la Version Valera, este pasaje (10) Id., vers. 1-3.
corresponde a Salmo 44:21. (11) 1? S. Juan 1:7-9.
(lb) En la Version Valera: Salmo (12) S. Juan 14:27.
27:14. (13) 2? Corintios 5:17.
(lc ) En la Version Valera: Salmo (14) Gälatas 5:20-23.
51:10. (15) Isaias 40:31.
(2) Espiritualidad Blblica, pig. 45. (16) Frank S. Caprio, First A id for
Edicicnes Plantin, Buenos Aires. Mental Injures (Primeros auxilios
(3) Elen? G. de White, El Ministerio para accidentes mentales), en Your
de ('uracidn, päg. 191. Publica- Health, vol. 10, No. 4, 1949.
cionts Interamericanas, Mountain (17) Enrique Mouchet, en la revista
View, California, Estados Unidos. Atldntida, de Buenos Aires, de
1959. julio de 1960.
(4) H. Walfisch Spiteri, Tratado de (18) Isaias 43:1, 2.
Hipnosis Medica, pags. :.’76, 277. (19) Hebreos 13:5.
Buenos Aires, 1960. (20) Romanos 6:23.
(5) S. Mateo 11:28, 29. (21) S. Juan 4:14.

263

PARA HALLAR GOZO Y PAZ
EN LA VIDA

EL hombre.
PROPOSITO permanente de Dios es la felicidad del
T al fue su plan original para la raza humana.
Con ese motivo creo a Adan y luego a Eva a su imagen y se-
mejanza, dotados de perfeccion, con todos los nobles atributos
que hacian de ellos la corona magnifica de la creacion. A1
observar su obra comprobo que todo cuanto habia hecho, y par-
ticularmente el ser humano, era “bueno en gran manera’’.(1)
El gran objetivo que indujp a la Divinidad a crear seres
que llevaran su perfecta imagen, a fin de que cuanto mas vi-
vieran, mas plenamente la reflejaran, era alegrarse en su com-
pania inteligente y en su obediencia voluntaria, y tener un
nuevo receptäculo en que depositar su amor y su carino pa­
ternal.
Naturalmente que para que la felicidad de Dios y la del
hombre fueran cabales, este debia gozar de libre albedrio, de
voluntad, de inteligencia y raciocinio, lo cual comportaba el
peligro de que este ser libre y responsable usara mal su liber-
tad y desobedeciera las leyes eternas de Dios, fundamento del
orden, la armonia y la paz en el universo.
Lamentablemente, ya vimos que tal fue el caso. Adan y
Eva desobedecieron a Dios; pecaron; quebrantaron la gran
norma de justicia y verdad, que es la ley divina, y se atrajeron
como resultado el sufrimiento, la enfermedad, la tristeza y la
muertc para si mismos y para todos sus descendientes.

265
Pero Dios habia previsto esa desafortunada contingencia,
y para hacerle frente habia elaborado un plan maravilloso que
trasunta su inquebrantable amor hacia el hombre y su deseo
permanente de otorgarle gozo y paz. La puesta en marcha de
ese plan divino de redencibn del hombre ocurrib el dia mismo
en que nuestros primeros padres transgredieron la ley de Dios,
cediendo a las arteras insinuaciones de Satanas. Y antes que
Adän y Eva tuvieran que oir la sentencia inevitable de su
pecado, escucharon de labios divinos la seguridad de su re­
dencibn final por medio de la "simiente de la mujer”, es decir
Cristo, quien triunfaria en forma definitiva en el prolongado
conflicto con Satanas, y le asestaria a la serpiente, el diablo,
un golpe mortal sobre la cabeza, en beneficio de los seres hu-
manos que serian tambibn rescatados de la perdicibn.<2>

El factor fundamental de la felicidad


Es un hecho, comprobable en numerosos pasajes biblicos,
que la intencibn de Dios para los hombres continüa siendo la
misma que al principio: hacerlos felices, brindarles gozo. “Go-
zaos en el Senor siempre —son las palabras de la Escritura, y
San Pablo reitera—: otra vez os digo: Que os gocbis’’.<3) El
fruto invariable del verdadero cristianismo en la vida es la
paz y el gozo. Esto es lo que asegura la Palabra de Dios al
decir: “El fruto del Espiritu es amor, gozo, paz” .(4>
Pero el factor determinante y bäsico de ese gozo y esa paz
es Jesus. Ya lo vimos en el capitulo anterior. El nos invita a
ir a el, cuando estamos angustiados y afligidos, para hallar des-
canso. Promete concedernos una paz que el mundo no conoce.
Nos dice: “No se turbe vuestro corazbn, ni tenga miedo” , pre-
cisamente en una bpoca en que el temor y la angustia es el
mal del siglo.
Lo que por encima de todo necesitamos comprender para
apropiarnos de esos bienes inefables es que ellos se hallan in-
disolublemente vinculados con la persona de Jesus. Estin
presentes en nuestra vida cuando Cristo entra en ella. Desa-
parecen cuando sale. De alii el consejo del Maestro: "Estad
en mi, y yo en vosotros. Como el pimpano no puede llevar
fruto de si mismo, si no estuviere en la vid; asi ni vosotros,
si no estuviereis en mi” . Y segun San Pablo, dos de los prin-

266
cipales frutos son el gozo y la paz. “Yo soy la vid —contimia
diciendo Cristo—, vosotros los pämpanos: el que estä en mi,
y yo en έΐ, este lleva mucho fruto; porque sin mi nada podäis
hacer” .<5)
Dificilmente podria haber una metäfora que ilustrara en
forma mas vigorosa y convincente la necesidad que el hombre
tiene de Cristo. El pämpano o rama que se separa de la vid
pierde su ünica fuente de vida, sosten y alimento, y por lo
tanto se marchita y muere. T al ocurre con el hombre sepa-
i;ado de Cristo. Jesus constituye su ünica esperanza de llevar
una vida util, gozosa y feliz. Y cuanto mas estrecha, robusta
y plena sea su uniün con el gran Maestro, mäs lozanos y abun­
dantes serän los frutos que lleve.

Cristo a bordo en la tormenta


Harry Anderson, eximio artista norteamericano, pintü ma-
gistralmente la escena de una tormenta en el mar. Las olas
golpean enfurecidas un barquichuelo tripulado por una fa-
milia, y ocultan totalmente la cubierta con sus aguas revueltas
y espumosas. Sobresalen de ellas la forma del padre, la madre
y un nino, con sus cabelleras flotando al aire. Afligidos, diri-
gen sus miradas al personaje que, con aire majestuoso y sereno,
empuna el timün con seguridad absoluta. Es Jesus. La dul-
zura que irradia de su rostro, la bondad y la firmeza que bro-
tan de sus ojos, infunden soberana confianza. Hay en las caras
ansiedad, pero no desesperaciün. Hay actitud de alerta, pero no
desaliento. Cristo esta a bordo, y el timün estä en sus manos.
Cuando el alma estä identificada con Cristo, la vida esta
llena de paz y alegria, de confianza y bienestar. Pueden las
tormentas y las adversidades azotar inclementes el frägil barco
en que bogamos. Puede la mar estar turbulenta y las olas em-
bravecidas cubrirnos con sus espumas. Pero cuando el Maes­
tro estä a bordo, έΐ maneja el timün, y el vendaval pierde sus
terrores. Una serenidad imperturbable, una confianza abso­
luta, sostienen al hijo de Dios.
Mas no sülo es Jesiis nuestro asilo seguro en las inclemen-
cias de la vida, sino que es tambiün la Fuente suprema y ünica
de la felicidad temporal y eterna. Es a la vez el tinico camino
a la salvacidn y a la inmortalidad.

267
Podemos cambiar nuestro destino
Desde el comienzo, Dios quiso que el hombre fuera feliz
e inmortal. Pero esa felicidad y esa inmortalidad estaban con-
dicionadas a la obediencia. Por esto, desde que el hombre
violo voluntariamente la ley de Dios, atrajo sobre si la 'infeli-
cidad'y la muerte. Y hoy, estos resultados constituyen la triste
suerte de todos los seres que estän sin Cristo.
San Pablo explica con palabras lianas y comprensibles la
tragedia del hombre. “El pecado —o sea la violaciön de la ley
divina(s>— entrd en el mundo por un hombre [Adän], y por
el pecado la muerte, y la muerte asi pasd a todos los hombres,
pues que todos pecaron” .<7)
Aun cuando la inevitable consecuencia del pecado es la
muerte y tambien el dolor y la infelicidad, Dios proporciond
un remedio para el pecado, y un metodo seguro para cambiar
el triste destino del hombre, la herencia de muerte, en vida
eterna, paz y bien.. Ese metodo es Jesus. El es el centro del
plan de salvacion. Es el camino obligado para llegar a Dios,
la verdad y la inmortalidad.
Con su muerte expiatoria pago nuestra deuda y cumplio
la exigencia de la ley divina, para que nosotros, aceptando su
sacrificio por la fe, obtuvieramos la vida eterna. “La paga
del pecado es muerte; mas la dädiva de Dios es vida eterna
en Cristo Jesus Senor nuestro”.(8> Esta es la antitesis que se
presenta ante cada uno de nosotros: permanecer en nuestra
condicion natural, sometidos a la sentencia de muerte por
nuestros pecados, o aceptar a Jestis como nuestro Salvador,
ejercer fe en el, y obtener como un don o regalo de Dios la
vida eterna.
El amoroso plan divino se sintetiza, pues, en estas escuetas
palabras: “De tal manera amo Dios al mundo, que ha dado
a su Hijo unigenito, para que todo aquel que en el cree, no
se pierda, mas tenga vida eterna” .<°)
Cristo es la senda tinica que lleva a Dios y a la vida. Jestis
le dijo una vez a Tornas, lento para creer: “Yo soy el camino,
y la verdad, y la vida: nadie viene el Padre, sino por mi” .<10>
Y San Pedro declard acerca del Salvador hablando ante el
Sanedrin judio: “En ningtin otro hay salvacion; porque no

268
hay otro nombre debajo del cielo, dado a lös hombres, en el
cual podamos ser salvos” .
Toda ideologia que prescinda de Cristo como Hijo de Dios
humanado y muerto por el rescate de los pecados humanos,
es un falso camino. Toda teologia que le quite a Jesus el
caräcter de Salvador ünico e imprescindible, desvia al hombre
de la unica senda que puede conducirlo a la salvacidn y la
vida eterna.
Siete pasos maravillosos hacia la jelicidad
,;C0mo se apropia el hombre de los meritos salvadores del
sacrificio de Cristo?
1) En primer lugar ejerciendo je en Jesus y aceptandolo
como Salvador personal. Un hombre afligido formuld una
vez la pregunta mäs importante que pueda salir de labios
humanos: “<Que es menester que yo haga para ser salvo?” Y
San Pablo respondid aquella interrogacidn angustiosa del alma
con estas claras palabras: “Cree en el Senor Jesucristo, y seräs
salvo tii y tu casa” .<12> Y en una de sus epistolas agrega: “Jus-
tificados pues por la fe. tenemos paz para con Dios por medio
de nuestro Senor Jesucristo” .<13>
2) Ademäs, reconociendo su culpabilidad y su necesidad
de Cristo, y manifestando dolor por haber ofendido a Dios
y violado su ley. Esto se llama en la Biblia arrepentimiento.
Este fue el consejo de San Pedro cuando un numeroso grupo
de personas le preguntaron: “<;Que haremos?” Les respondid:
“Arrepentios . . . para perddn de los pecados” .<14>
3) Una vez que la persona, convencida por el Espiritu de
Dios, experimenta el arrepentimiento, realiza naturalmente la
confesion de sus pecados directamente a Dios. Este es el tercer
paso. “El que encubre sus pecados —ensefian las Escrituras por
boca de Salomon— no prosperarä; mas el que los confiesa y
se aparta, alcanzarä misericordia” .<15> Dios estä siempre an-
sioso de recibir la confesion de todo pecador mediante la
oracidn secreta.
4) Hecha la confesidn sincera, fruto de un arrepentimiento
genuino, en el nombre del sacrificio de Cristo, Dios otorga el
perdon, y concede la paz al pecador perdonado. “Si confesa-
mos nuestros pecados, el [Dios] es fiel y justo para que nos

269
perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad” .<le)
5) Asi se produce el episodio del nuevo nacimiento, es
decir, el comienzo de una vida nueva por el poder de Dios,
que inicia un proceso de evolucibn espiritual y transformacibn
progresiva y ascendente, llamado conversion. “Responded Je ­
sus y dijole —le hablaba a Nicodemo, y habla a todo ser hu-
mano—: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere
otra vez, no puede ver el reino de Dios” .0 7)
6) El plan divino no sblo asegura el perdbn del pecado, la
aceptacibn del hombre por parte de Dios y la paz del alma,
sino que tambibn hace provisibn para la superacion de las
debilidades y la santificacion de la vida, mediante el poder
del Espiritu Santo que continiia obrando en el ser. "La senda
de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento
hasta que el dia es perfecto’’.^18) Es un crecimiento perma­
nente.
7) Y al fin de la jornada terrenal, Dios le reserva a todo
hijo suyo, fiel y obediente, un porvenir de dicha inefable, una
inmortalidad feliz en su eterno reino de paz.
He ahi los siete pasos que conducen, por un camino de
gratas emociones, triunfos sucesivos y satisfacciones crecientes,
al destino de gloria que Dios tuvo para el hombre desde el
principio, y que, a pesar de haber sido parcialmente demorado
por la intervencibn satänica que determinb'el pecado volunta-
rio, permanece firme y se cumplirä plenamente por la abne-
gada intervencibn de Cristo Jesus.
De manera que Cristo no es sblo una promesa cierta de un
porvenir brillante, sino un companero maravilloso que marcha
hoy a nuestro lado para sostenernos, protegernos y guiarnos,
para hacernos felices aqui mismo, en nuestro cotidiano ba-
tallar, en nuestra peregrinacibn por este mundo, disipando las
sombras, aliviando las cargas y resolviendo los problemas.

(1) Genesis 1:31. (10) S. Juan 14:6.


(2) Genesis 3:15. (11) Hechos 4:12, VM
(3) Filipenses 4:4. (12) Hechos 16:30, 31.
(4) G&latas 5:22. (13) Romanos 5:1.
(5) S. Juan 15:4, 5. (14) Hechos 2:37, 38.
(6) 1* S. Juan 3:4. (15) Proverbios 28:13.
(7) Romanos 5:12. (16) 1* S. Juan 1:9.
(8) Romanos 6:23.t (17) S. Juan 3:3.
(9) S. Juan 3:16. (18) Proverbios 4:18.

270
r22 UNA SINTESIS
ESCLARECEDORA DE LA
Λ

VERDAD

Γ A BUSQUEDA de la verdad ha sido siempre de un interns


apasionante para el hombre. Nobles investigadores han
pasado por infinitos desvelos y fatigas, y han realizado gran-
des sacrificios para descubrir una verdad cientifica, poniendo
a veces en peligro su propia vida. Pero cada nuevo descubri-
miento proporciona tanta alegria, tanta satisfaccidn, que el
esfuerzo invertido resulta ampliamente compensado y el pre-
cio no parece excesivo.
Si esto ocurre en el ämbito de la ciencia, donde las con-
quistas denen una repercusidn sdlo temporal, resulta mucho
mas cierto en el ämbito de la religidn, en el que el conoci-
miento de la verdad tiene que ver no sdlo con la felicidad en
este mundo sino tambien con la salvacidn eterna.
Ya demostramos que la verdad en el campo espiritual no
se puede alcanzar por la mera via de la experimentacidn ni
por razonamiento lögico, sino que resulta indispensable la
revelacidn. Ya sabemos, por otra parte, que esa revelacibn
estd contenida en las Sagradas Escrituras, el gran libro del
cristianismo, cuyo texto fue compuesto por inspiracidn divina.
Por lo tanto, esta fuente consdtuye la norma esencial de toda
verdad religiosa.

Una biisqueda apasionante


Con todo, aun en este terreno se requiere un trabajo de
investigaciön concienzuda, de biisqueda diligente, en la Pa-

271
labra de Dios, de sus maravillosas verdades salvadoras. Ocurre
con la Biblia lo mismo que con una mina. Es indispensable
excavar con paciencia hasta encontrar las vetas del metal pre-
cioso, y una vez halladas, continuar excavando para seguirlas.
Cuanto mas se ahonda, mas oro se encuentra, mas apasionante
se torna la biisqueda, y mas satisfactorios y remunerativos los
resultados.
Ademäs, el descubrimiento de las verdades biblicas, am£n
de la satisfaccion que proporciona todo hallazgo feliz, fortalece
nuestra seguridad, nuestra confianza y nuestro bienestar. Lle-
gamos a exclamar con el apöstol San Pablo: “Yo se a quien he
creido, y estoy cierto que es poderoso para guardar mi depö-
sito para aquel dia’’.^1!
De ahi el consejo que Jesus da a sus discipulos: "Escudri-
nad las Escrituras”/ 2) y el encomio que San Lucas hace de los
cristianos de Berea cuando dice: “ Fueron estos mäs nobles
que los de Tesalbnica, pues recibieron la palabra con toda
solicitud, escudrinando cada dia las Escrituras, si estas cosas
eran asi” / 3) Eran, pues, mäs nobles porque escudrinaban ca­
da dia las Escrituras.
De manera que el conocimiento de las verdades contenidas
en la Biblia estä intimamente relacionado con nuestra feli-
cidad y nuestra salvacion.
Por eso hemos considerado oportuno, antes de finalizar
nuestro diälogo con el amable lector, y en adiciön a las ense-
nanzas biblicas especialmente desarrolladas en los capitulos
anteriores, hacer una sintesis esclarecedora aunque brevisima,
de las otras verdades mäs importantes de las Escrituras.

Vision panordmica de principios fundamentales


1. La inspiracion de las Sagradas Escrituras, es fundamento
de nuestra seguridad en materia religiosa, y convierte ese ma-
ravilloso libro en la norma suprema de nuestra fe y la pauta
de nuestra vida. Ella es completa en si misma, y no necesita
ningün aditamento, porque cuando San Pablo dice que "toda
Escritura es inspirada divinamente” , agrega tambiön que es
“ütil para ensenar, para redargüir, para corregir, para instituir
en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, entera-
mente instruido para toda buena obra” (2® Timoteo 3:16, 17).

272
El obedecer sus preceptos e identificarnos con ella, nos permi-
tirä colocarnos a cubierto de todos los peligros y rechazar con
έχύο todos los ataques del enemigo, como lo hizo nuestro Se-
fior cuando respondia a toda tentacion con un “escrito estä”
(S. Mateo 4).
2. Las tres Personas que componen la Dwinidad son el Pa­
dre, el Hijo y el Espiritu Santo. Cada una de eilas es divina,
y es una persona en si, pero las tres constituyen una unidad
perfecta que no encuentra simil alguno en la tierra, de manera
que piensan, planean y actuan en absoluta y perfecta conso-
nancia (S. Mateo 28:19; S. Juan 17:21,22; 16:7,13,14). El
misterio de su cabal unidad, armonia e interdependencia, den-
tro de su individualidad como personas, nunca serä abarcado
en esta tierra por la mente finita del hombre, como un vaso
no puede contener la mar.
3. Dios es el Creador de todo cuanto existe (Genesis 1).
He aqui algunas de sus notables caracteristicas:
a) Tiene vida en si, porque es el au tor de la vida. S.
Juan 5:26.
b) Es un Dios personal, y al mismo tiempo es omni-
presente. Sal. 139:7-12.
c) Aunque estä en todas partes, el Creador estä por
encima y es diferente de la criatura, y por lo tanto
la Biblia rechaza el error panteista de hacer de los
seres y las cosas parte de Dios. Romanos 1:21-23.
d) Es todopoderoso. S. Mateo 19:26.
e) Dios es amor, y por esto dio por el hombre lo mejor
que tenia, a su propio Hijo Jesucristo. H S. Juan 4:
8, 9; S. Juan 3:16.
f) Es justo, y a la vez lleno de misericordia y bondad.
Salmo 129:4; Nehemias 9:31.
4. Jesucristo es el Hijo de Dios, el personaje central de las
Escrituras, y la tinica y gran esperanza del hombre:
a) Es tan divino y eterno como Dios mismo. 1“ S. Juan
5:20; S. Juan 1:1-3.
b) Tiene vida en si mismo como el Padre. S. Juan 10:
28; 5:26.
c) Es el creador de todo cuanto existe, junto con el
Padre. Hebreos 1:2; S. Juan 1:1-3.

18 273
d) Se hizo hombre, y vivid sometido a todas las prue-
bas y tentaciones de la humanidad. Filipenses 2:6,
7; Hebreps 2:14, 16-18.
e) Pese a ello, roantuvo un caräcter perfecto: nunca
peed. Hebreos4:15.
f) Ofrecid voluntäriamente su vida por la salvacidn de
los hombres. Isalas 53:1; 1“ S. Pedro 2:24.
g) Por su vida perfecta y su sacrificio expiatorio llegd
a ser nuestro dnico Salvador. S. Tuan 3:16; Hechos
4:12.
h) Es por ello nuestro. Pontifice. Hebreos 8:1-6.
i) Es nuestro dnico intercesor ante Dios, nuestro dnico
Abogado ante el Padre. 1* Timoteo 2:5; 1* S. Juan
2 : 1.
5. El Espiritu Santo es la tercera Persona de la Divinidad.
a) Es enviado por Dios como representante del Padre
y del Hijo. S. Juan 16:7; 14:26.
b) Gracias a su mediacidn, Dios puede morar en el co-
razdn humano entrando en una relacidn personal
con el hombre. Salmo 51:11; Romanos 8:9; l?i Co-
rintios 2:11, 12.
c) Es quien convence al hombre de que ha pecado. S.
Juan 16:8.
d) Es el poder. que opera el nuevo nacimiento. S. Juan
3:5-8; Tito 3:5.
e) Nos guia a toda verdad; es el dnico Maestro infali-
ble. S. Juan 16:13; S. Mateo 10:19, 20; S. Juan 14:26.
f) Se produjo un derramamiento especial del Espiritu
en la ipoca apostdlica. Hechos 2.
g) De la misma suerte habrä una concesidn abundante
del mismo poder en estos dias finales de la historia.
Joel 2:28-32.
h) El es quien impartirä poder para finalizar la tarea
evangelizadora en el mundo. Hechos 1:8; Zacarias
4:6.
6. El hombre, creado por Dios, cayo en el pecado y fue
redimido por Cristo.
a) El hombre fue creado a la imagen divina. Genesis
1:26, 27.

274
b) Dios se proponia que viviera feliz en el Eddn. Ge­
nesis 2:8-10.
c) Mediante la institucidn del hogar, debia fructificar
y multiplicarse para llenar la tierra de seres dicho-
sos. Gdnesis 1:27, 28; 2:24.
d) Pero el pecado atrajo sobre los hombres la debilidad
moral y la muerte. Romanos 3:23; 5:12; 6:23.
e) Aunque el hombre es impotente, Cristo le ofrece el
triunfo sobre el mal. Jeremias 13:23; Romanos 7:
14-25; 1®Corintios 15:57.
f) El sacrificio vicario de Cristo salva del pecado y otor-
ga poder para vivir una vida nueva. 1®S. Pedro 2:24.
7. La justification del hombre se produce por la fe en
Cristo. Las obras que se hacen con el fin deliberado de ganar
la salvacidn no tienen poder ni mdrito alguno, porque la ma-
nera exclusiva en que podemos ser justificados —o convertidos
en justos— es por gracia, es decir, por el favor o regalo inme-
recido que Dios nos otorga, con la condicidn de que ejerzamos
fe en Jesus y lo aceptemos como nuestro Salvador personal.
Gälatas 2:16; Romanos 3:20; Efesios 2:8,9; Romanos 3:24.
8. La conversion y la santificacion siguen a la justification.
La justificacidn, que entrana el derecho a la salvacidn, se logra
por la fe. Pero el hombre necesita luego una preparacidn para
el cielo. Esta comienza con el nuevo nacimiento (S. Juan 3:
1-8), que determina un cambio en la conducta y actuacidn del
hombre (Efesios 4:22-32). Luego se va operando un perfeccio-
namiento del caräcter o santificacidn (1* Tesalonicenses 4:3).
9. La oration es el medio para comunicarse con Dios. Esta
constituye el diälogo directo con la Divinidad, ante quien el
cristiano puede abrir su corazdn y expresarle en forma espon-
tänea sus necesidades y aspiraciones.
a) Cristo ensefid a orar y anima al hombre a hacerlo.
S. Mateo 6:6-13; 7:7-12; Santiago 5:16.
b) En oracidn se confiesa a Dios el pecado y se recibe
perddn. Salmo51; 32:5; 1® S. Juan 1:9.
c) La oracidn se usa para expresar gratitud a Dios por
sus bondades y pedirle poder para triunfar. Salmo
34:1; S. Mateo 6:13.
d) Por la oracidn el cristiano le confia a Dios sus pro-

275
blemas y recibe orientacibn y auxilio. Salmo 37:5.
10. La ley de Dios, o Decdlogo, es norma eterna de justicia.
a) Abarca los supremos principios de conducta y la
suma del deber humano. Eclesiastbs 12:13.
b) Es eterna e inmutable, porque es el reflejo del ca-
rdcter de Dios. S. Mateo 5:17-19.
c) Es santa, justa y buena. Romanos 7:12.
d) Sera el cbdigo en base al cual se hard el juicio. San­
tiago 2:10-12.
e) Senala el pecado y conduce a Jesus. Romanos 7:7:
Santiago 1:22-25; Galatas 3:24.
f) Es la norma para la vida cristiana, y Cristo nos capa-
cita para cumplirla escribiendola en nuestro cora-
ζόη. Hebreos8:10.
La mas popular de las ramas del cristianismo ha intentado
alterar la ley de Dios. Esa alteracibn se produjo suprimiendo
en los catecismos comunes el segundo mandamiento que co-
mienza diciendo: "No te haras imagen, ni ninguna semejanza
de cosa que este arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en
las aguas debajo de la tierra: no te inclinards a ellas ni las
honrards. . .” (Exodo 20:4, 5).
11. La observancia del verdadero dia de reposo, ertseriado
en las Escrituras, es violada generalmente por un gran sector
de la cristiandad, pues en lugar de observarse el septimo dia
de la semana, o sdbado, se festeja el primero, o domingo. Este
cambio fue tambibn instituido en el cristianismo popular, que
asi intentb la segunda alteracibn de la eterna ley divina.
El mandamiento en las Escrituras dice textualmente: “Acor-
darte has del dia del reposo, para santificarlo: seis dias traba-
jards, y haras toda tu obra; mas el septimo dia serd reposo
para Jehovd tu Dios; no hagas en el obra alguna, tu, ni tu
hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu
extranjero que estd dentro de tus puertas; porque en seis dias
hizo Jehovd los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que
en ellos hay, y reposb en el sbptimo dia: por tanto Jehova
bendijo el dia de reposo y lo santificb” (Exodo 20:8-11).
Siendo que la ley es eterna e inmutable, tanto que no podia
modificarse siquiera un tilde o una jota de la misma, el cambio
de un mandamiento entero constituye una adulteracibn perni-

276
ciosa y grave. Esta gravedad se acrecienta por el hecho de que,
en el mismo mandamiento, escrito por el dedo de Dios, el
Sefior se dignd explicar las razones concretas por las cuales el
descanso debia efectuarse el sbptimo dia, o säbado, y no en
ningiin otro.
a) El säbado es el monumento recordativo de la crea-
cibn de Dios. Exodo 20:11.
b) Durante los 40 anos de peregrinacidn del pueblo he-
breo por el desierto, Dios realizaba un doble milagro
para hacer posible la fiel observancia del säbado.
Exodo 16.
c) El ejemplo de Cristo en la observancia del säbado
lo confirma como dia sagrado. S. Juan 15:10; S. Lu­
cas 4:16-21.
d) Fue observado por los apdstoles. Hechos 17:2; 18:1-4.
e) En todas las epocas hubo cristianos fieles que lo ob-
servaron, aunque fueran minoria, sin sumarse a la
apostasia general.
f) En 1844 se formo una iglesia que resucitö esta per-
dida institucidn biblica —la observancia del säbado
como verdadero dia de reposo—, que llegö a llamarse
Iglesia Adventista del Sbptimo Dia.
g) La fidelidad a los mandamientos de Dios —inclusive
el cuarto—serä la caracteristica del verdadero pueblo
de Dios del ultimo tiempo. Apocalipsis 14:12.
h) En la tierra nueva, los redimidos irän cada säbado a
adorar a Dios observando ese dia. Isaias 66:22, 23.
i) De alii la promesa que Dios hace de darles parte en
su eterno reino a los que no pisoteen el säbado, sino
lo respeten y observen. Isaias 58:13, 14.
12. Dios establece el deber religiose de cuidar la salud.
a) Todo lo que favorece la buena salud se conforma
al plan de Dios. 3* S. Juan 2.
b) Segiin la Biblia, el cuerpo es templo de Dios. 1* Co-
rintios 3:16, 17; 6:19,20.
c) Por lo tanto, todo lo que perjudique la salud, man-
cilia ese templo e impide la presencia de Dios en έΐ.
d) Por ello, la religiön de la Biblia elimina de los hä-
bitos del hijo de Dios el uso del alcohol, el tabaco,

277
los estupefacientes, y todo alimento malsano, e im-
pone a la vez la moderaciön en las cosas buenas.
e) Siendo que las leyes de la salud son tan sagradas co-
mo la ley moral de Dios, el llevar una vida higiinica,
pura y exenta de vicios es parte integrante de la
autintica religiön de Cristo.
IS. Es inminente la segunda venida de Jesüs. Es ^sta una
de las ensefianzas que mäs veces se menciona en las Escrituras.
a) Este suceso ha sido la esperanza milenaria de los
patriarcas y profetas de la antigüedad. S. Judas 14;
Job 19:23-26; Isaias 40:10; 25:8,9; Daniel 2:44.
b) Es la gran esperanza de los apdstoles. Tito 2:12, 13;
2“ S. Pedro 3:9-12; Apocalipsis 1:7.
c) El mismo Sefior Jesus prometiö volver. S. Juan 14:
1-3.
d) Toda una multitud de profecias anuncian la inmi-
nencia de este suceso. S. Mateo 24; S. Lucas 21; Da­
niel 2:44; 7:13, 14.
e) Ocurrirä en forma literal, visible, y gloriosa. Hechos
1:10, 11; S. Mateo 24:24-27; Apocalipsis 1:7.
f) Necesitamos una preparacidn espiritual para ese
fausto acontecimiento. S. Lucas 21:34-36.
14. El estado inconsciente de los muertos y la imposibilidad
de que se comuniquen con los vivos, son temas que ya han
sido ampliamente expuestos en esta obra, y constituyen un
elemento importante en el armonioso conjunto de verdades
biblicas.
a) La resurrecciön de los justos se realiza en ocasiön
del regreso de Cristo. 1* Tesalonicenses 4:16,17.
b) La resurreccidn de los impios ocurre mil afios mäs
tarde, para que sean juzgados y destruidos para siem-
pre. Apocalipsis 20:5; Malaquias 4:1.
c) Los que hayan muerto en Jesus resucitarän con cuer-
pos incorruptibles e inmortales cuando vuelva Cris­
to, y los hijos de Dios fieles que est^n vivos serän
transformados sin ver la muerte. 1“ Corintios 15:
51-55; 1“ Tesalonicenses 4:15-17.
15. La Santa Cena o Eucaristia es un rito sagrado mera-
mente conmemorativo. El pan y el vino son meros simbolos

278
del cuerpo y la sangre de Cristo, y no sufren ninguna trans-
formaciön, pues Jesus fue sacrificado una sola vez (1® S. Pedro
3:18; Hebreos 9:28).
16. El bautismo por immersion representa el nuevo naci-
miento. Este Santo rito de la iglesia, portal de entrada del
cristiano en la confraternidad de los hermanos, representa la
sepultura del hombre viejo en la tumba liquida, y la resurrec-
cidn del hombre nuevo para andar en novedad de vida (Ro­
manos 6:3-6). Cristo fue bautizado por inmersiön (S. Mateo
3:13-17), y asi se practicd siempre esta ceremonia en la era
apöstdlica; y asi debe continuar efectuändose para no desvir-
tuar su hermoso simbolismo.
"Cotnpra la verdad”
Afortunadamente existe una iglesia que sigue y practica
al pie de la letra todas estas ensefianzas de la Biblia, y otras
mäs que aqui no hay espacio para detallar: es la Iglesia Ad-
ventista del Septimo Dia, que propicia la publicacidn de esta
obra.
El gran consejo que dan las Escrituras es este: “Compra la
verdad, y no la vendas” (Proverbios 23:23). La verdad es el
mäs precioso de todos los tesoros, porque ella estä indisoluble-
mente vinculada a nuestra felicidad en este mundo y a nuestra
salvacidn eterna. El adoptarla sin reservas, el identificarse con
ella, el vivirla, comporta nada menos que incorporar a Jesus
en la vida, pues el ha dicho: "Yo soy el camino, y la verdad
y la vida”, y cuando έΐ toma posesidn del corazön, lo llena
de satisfaction, gozo y alegria. Cristo y su verdad han hecho
felices a miliares de personas sinceras. Y cada ser humano estä
invitado a disfrutar de esa placentera experiencia.

(1) 2* Timoteo 1:12. asuntos, sientase en la libertad de


(2) S. Juan 5:39. dirigirse al autor, a la direccion de
(3) Hechos 17:11. esta editorial, y con el mayor gusto
(4) Cualquier lector que tuviera inte­ este hard lo posible por orientarlo
rns en ampliar alguno de estos en su noble busqueda.

279
La certeza del nacimiento de la adTora
de un mundo nuevo y feliz es la espe-
ranza que puede dar sentido a esta
vida.
Γ LA AURORA DE UN MUNDO
Λ

23 NUEVO Y FELIZ

L _______________________________________________

E L elANHELO de un mundo mejor ha sido acariciado por


hombre en todas las epocas, desde el dia mismo en
que nuestra humanidad comenzb a conocer la tragedia del
dolor que la oprime. Escritores y fildsofos, sabios y hombres
de ciencia, gobernantes y estadistas, dedicaron sus afanes a
elaborar, en la teoria o en la practica, procedimientos nove-
dosos y sistemas sociales y politicos que aseguraran un estado
perfecto de bienestar. La Republica de Platdn, La Politica
de Aristdteles, la busqueda de la piedra1filosofal y el elixir de
larga vida de la alquimia del Medioevo, Utopia de Tomäs
Moro, La Ciudad del Sol de Campanella, no son sino algunos
ejemplos de este afän milenario del ser humano.

Por qu0 ban fracasado las utopias bumanas


Los reiterados fracasos que el hombre ha soportado al no
ver cumplida esta noble aspiracion, no debe convertirnos sin
embargo en escepticos y hacernos abandonar toda esperanza
de que llegue por fin algun dia la aurora de un mundo nuevo
y feliz. Antes bien, ello debe inducirnos a analizar en forma
realista el agudo problema, y hacernos cobrar conciencia de
que la causa del fracasö de todos los esfuerzos por mejorar al
mundo radican en lo siguiente: no se ha tornado en cuenta
la verdadera condicidn del hombre, que en su estado natural,

281
desde la caida de nuestros primeros padres, es malo y egoista;
ademäs se ha prescindido del ünico factor que puede transfor­
mer el corazön humano, es a saber, el poder de Dios.
Las Sagradas Escrituras, que exponen estos problemas con
realismo y franqueza, y a la vez con la autoridad que emana
de su inspiracidn divina, no sdlo nos dicen que Dios cred al
mundo hermoso y perfecto, y al hombre bueno y noble; no
sölo declaran que el caos y el sufrimiento son consecuencia de
la voluntaria violacidn de la ley de Dios por parte del linaje
de Adan. Tambien afirman que pronto el Creador restaurarä
la armonia, la paz y la felicidad primeras. Fue el plan divino
que el hombre viviera feliz. Este plan sufrid un retraso por
causa de la desobediencia humana, pero al fin ha de realizarse
en forma cabal.

Vivimos en la hora de Dios


El cumplimiento de una multitud de profecias milenarias
de la Biblia sefiala el hecho de que las agonias del mundo
estan a punto de terminar, puesto que nos hallamos en la hora
que serä testigo del suceso cumbre de la historia, la segunda
venida de Cristo con esplendor y majestad para poner fin a
todas las penurias y eliminar todos los dolores.
“Cuando estas cosas comenzaren a hacerse —es decir, cuando
comenzaren a cumplirse las profecias que yo os he dado—, mi-
rad —dijo Cristo—, y levantad vuestras cabezas, porque vuestra
redencidn estä cerca. Y les dijo una paräbola: Mirad la hi-
guera y todos los ärboles. Cuando ya brotan, vidndolo, de
vosotros mismos entendeis que el verano estä ya cerca. Asi
tambien vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, entended
que estä cerca el reino de Dios” .(1)
La expresidn "el reino de Dios” designa precisamente un
mundo nuevo donde no habrä injusticia, ni enfermedad, ni
tristeza, ni llanto, ni muerte; un mundo perfectamente real,
donde los que hayan obtenido la necesaria preparacidn podrän
disfrutar de una existencia dichosa que nunca tendrä fin. -
Esta tierra con todas sus mancillas y fealdades ha de ser
destruida y purificada por el fuego, para dar lugar a la tierra
nueva, exenta de pecado, que serä la patria de los redimidos.
“El dia del Sefior vendrä como ladrdn en la noche —escribid

282
San Pedro—; en el cual los cielos [la atmdsfera] pasarän con
grande estruendo, y los elementos, ardiendo serän deshechos,
y la tierra y las obras que en ella estän serän quemadas” . En
vista de lo cual hace la siguiente reflexidn: “ Pues como todas
estas cosas han de ser deshechas, ,>qu£ tales conviene que vos­
otros seäis en santas y pias conversaciones, esperando y apre-
surändoos para la venida del dia de Dios, en el cual los cielos
siendo encendidos serän deshechos, y los elementos, siendo
abrasados, se fundirän? Bien que esperamos cielos nuevos y
tierra nueva, segun sus promesas, en los cuales mora la jus-
ticia” .<2)
Al convertirse la tierra en una gigantesca hoguera, reducirä
a la nada —y esto es una manifestaciön de la misericordia de
Dios— no s61o los rastros materiales del pecado, sino tambi^n
a Satanäs, el autor primero de todo lo malo, y a los pecadores
que hayan rehusado aceptar a Jesus y conformar su vida/con
sus preceptos. Dios “no les dejarä —es la expresidn del profeta
Malaquias— ni raiz [Satanäs] ni rama [los perdidos]” / 3)
Pero una vez realizada esta necesaria obra purificadora,
una vez desaparecido el pecado y la rebelidn del universo,
Dios restaurarä la pristina belleza de la tierra, y toda ella se
convertirä de nuevo en un Eddn de paz y hermosyra.

Pälidas vislumbres de un destino de gloria


Tan extraordinarias y superiores a la actual experiencia
del hombre serän las glorias de la tierra nueva, que ni los
mäs exaltados arrebatos del pensamiento humano, ni los mäs
felices vuelos de su fantasia, alcanzarän a concebir la realidad
que espera a los bienaventurados. "Cosas que ojo no vio —nos
dice San Pablo—, ni oido oyd, y que jamäs entraron en pensa­
miento humano, las cosas grandes que ha preparado Dios para
los que le aman” .<4>
San Juan intenta en el Apocalipsis darnos una vislumbre
de ese glorioso hogar de los redimidos cuanto dice: “Y vi un
cielo [atmosfdrico] nuevo, y una tierra nueva: porque el pri­
mer cielo y la primera tierra se fueron, y el mar ya no es. Y
yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalin nueva, que descendia
del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para
su marido. Y oi una gran voz del cielo que decia: He aqui el

283
tabernäculo de Dios con los hombres, y morarä con eilos; y
eilos serän su pueblo, y el mismo Dios serä su Dios con eilos.
Y limpiarä Dios toda lägrima de los ojos de ellos; y la muerte
no serä mäs; y no habrä mäs llanto, ni clamor, ni dolor: por-
que las primeras cosas son pasadas. Y el que estaba sentado
en el trono dijo: He aqui yo hago nuevas todas las cosas” / 5)
El profeta Isaias refrenda esta maravillosa promesa divina
de restauracidn: “He aqui que yo creo nuevos cielos y nueva
tierra: y de lo primero no habrä memoria, ni mäs vendrä al
pensamiento. Mas os gozar^is y os alegrar&s por siglo de siglo
en las cosas que yo creo: porque he aqui que yo creo a Jeru-
salön alegria, y a su pueblo gozo. Y alegrartme con Jerusaldn,
y gozarime con mi pueblo; y nunca mäs se oirän en ella voz
de lloro ni voz de clamor” / 6)

Un mundo sin sufrimiento


El lloro, el clamor, el dolor, la enfermedad, la muerte,
serän totalmente desconocidos en el Ed^n restaurado. Ni una
leve sombra de pena empalidecerä el brillo de la dicha per­
fecta y del gozo sin limites que tendrän los habitantes de esa
tierra maravillosa de paz. Las angustias que aqui agobian el
alma, los problemas que hoy acongojan la mente, las adversi-
dades que azotan la vida, nunca mäs volverän a aparecer.
No habrä ya enfermedad ni muerte. “ No dirä el morador
—dice Isaias—: Estoy enfermo; el pueblo que morare en ella
[en Siön] serä absuelto de pecado”/ 7) Los que en este mundo
padecieron la agonia moral y fisica de un defecto corporal,
disfrutarän de una perfecta salud y belleza. “Los ojos de los
ciegos serän abiertos, y los oidos de los sordos se abrirän. En-
tonces el cojo saltarä como un ciervo, y cantarä la lengua del
mudo” / 8)
Acerca de la maravillosa transformaciön de la naturaleza
fisica y la eliminaciön total de la muerte se expresa el apdstol
San Pablo con frases que infunden gran esperanza: “ He aqui
os declaro un misterio —dice—; no todos dormiremos, mas
todos seremos mudados [transformados], en un momento, en
un abrir de ojos, al sonar la ultima trompeta: porque sonarä
la trompeta, y los muertos resucitarän incorruptibles, y nos-
otros seremos mudados. Porque es necesario que este cuerpo

284
corruptible se revista de incorrupciön, y que este cuerpo mor­
tal se revista de inmortalidad. Y cuando este cuerpo corrup­
tible se haya revestido de incorrupcidn, y esto mortal se haya
revestido de inmortalidad, entonces serä verificado el dicho
que estä escrito: [Tragada ha sido la muerte victoriosamente!
^Dönde estä, oh Muerte, tu aguijön? <;D0nde estä, oh Sepulcro,
tu victoria?” ^9)
La propia tierra, el ambiente geogräfico donde morarän
los redimidos, sufrirä transformaciones tan radicales que serä
irreconocible. Los desiertos inmensos despoblados de vegeta-
cion, serän reemplazados por lozanas praderas y bosques ma-
jestuosos llenos de verdor y alegrla. Las imponentes cordille­
ras con sus picos bravios, que hoy estän bordeadas de temibles
precipicios pavorosos, serän sustituidas por bellas y verdes coli-
nas con bosquecillos apacibles, y de sus laderas brotarän fres­
cos manantiales que se reunirän en arroyos rumorosos y cris-
talinos. Los pantanos de clima insalubre poblados de alimanas
y serpientes, serän reemplazados por bosques deliciosos a cuya
fresca sombra se extenderän vergeles de flores y frutas. El pro-
feta se goza en la descripcidn que es apenas un reflejo pälido
de lo que serä la realidad: “Alegrarse han el desierto y la sole-
dad: el yermo se gozarä, y florecerä como la rosa. Florecerä
profusamente, y tambien se alegrarä y cantarä con jtibilo: la
gloria del Libano le serä dada, la hermosura de Carmel y de
Sar0n”.(10>
Contrariamente a lo que ensefia cierta teologia ajena a la
Biblia, los hijos de Dios, redimidos por el sacrificio de Cristo,
llevarän una existencia perfectamente real y material, y uno
de sus mayores deleites consistirä en trabajar fisica y men-
talmente.

Alegrias e incentives del mundo del futuro


El profeta continüa su inspirada descripciön de los placeres
de la tierra nueva: “Edificarän casas tambien —declara Isaias—,
y habitarän en eilas; plantarän vifias, y comerän su fruto. No
edificarän 'mäs para que otro habite, ni plantarän para que
otro coma; porque como los dias de un ärbol serän los dias
de mi pueblo, y mis escogidos agotarän el usufructo de la obra
de sus manos” .^11)

285
,jQu^ cosa hay que despierte mäs entusiasmo y apasione
mas que proyectar y edificar una casa, sobre todo cuando no
existe Iimitaciön de recursos? Esta serä una de las ocupaciones
mäs agradables en el hogar de los salvados. ,;Qu£ distracciön
hay que reporte mäs refrigerio y gozo que cultivar un huerto,
y observar c6mo la tierra devuelve con creces el esfuerzo in-
vertido, en plantas lozanas, flores delicadas y frutos deliciosos?
He aqul otra de las alegrias de la tierra nueva.
Pero ninguna de estas actividades tan reconfortantes para
el cuerpo y la mente producirä fatiga ni agotamiento. No
habrä espinas y cardos. La tierra serä feraz y fäcil de trabajar.
Toda la superficie del planeta serä un vergel extraordinario.
La vida en el hogar que Cristo habrä preparado para cada
uno de los redimidos por su sangre, se caracterizarä por un
desenvolvimiento constante de las facultades mentales y fisicas,
asi como de las virtudes espirituales. A trav£s de la eternidad
se irä produciendo una evolucidn maravillosa, a medida que
los hombres y mujeres ejerciten los nobles poderes de que Dios
los dotara. Alii se cumplirän los mäs altos anhelos del corazdn,
se cristalizarän las mäs doradas esperanzas, se alcanzarän los
mäs nobles ideales.
Mientras la inteligencia, gracias a la investigaciön de los
temas mäs maravillosos, se vaya ampliando y profundizando,
irä obteniendo a la vez una comprensidn cada vez mäs com-
pleta del amor de Dios, del misericordioso sacrificio de Cristo,
y del ahora incomprensible plan de salvaciön. Y los siglos
sin limite irän brindando nuevos incentivos para la vida, nue-
vos placeres y alegrias, y nuevas maravillas que admirar en
el universo inconmensurable de Dios.
Todo esto es lo que aguarda a quien no se contente con
conocer teöricamente las verdades redentoras de la Biblia, sino
que resuelva acogerlas en su vida y conformar con eilas su
conducta. Amigo lector, hoy como antafio, Cristo pasa junto
a ti y te dice: “Sigueme” .<12) Si escoges ser su discipulo, ha-
bräs hecho la decisiön mäs sabia de tu vida.
(1) S. Lucas 21:28-31. (7) Isaias 33:24.
(2) 2* S. Pedro 3:10-13. (8) Isaias 35:5.
(3) Malaquias 4:1. (9) 1* Corintios 15:51-55.
(4) 1* Corintios 2:9, VM. (10) Isaias 35:1, 2.
(5) Apocalipsis 21:1*5. (11) Isaias 65:21-23, VM.
(6) Isaias 65:17-19. (12) S. Mateo 9:9.

286
Amigo lector:
El autor desea invitarlo
a que le escriba con toda
libertad p ara expresarle
sus impresiones y opinio·
nes sobre esta obra, o para
formulaχ cualquier consul·
ta, aclarar cualquier duda
o solicitor cualquier con-
sejo. Las cartas pueden
dirigirse a la direccion de
esta editorial, con la segu·
ridad de que serdn contes-
tadas.
Fernando Chaij

287
Si quiere usted conocer toda la verdad sobre

• E L HIPIMOTISMO

• LA CO M U N IC AC IO N CON L O S E S P IR IT U S

• E L O C U LTISM O

• LA P A R A P S IC O L O G IA Y LA PER C EPC IO N
E X T R A S E N S O R IA L

• L O S O V N IS

• LA S CU RAC I OWES M IL AG RO SAS

• LA V ID A D E S P U E S DE LA V ID A

Lea atentamente esta obra en la que hallara una


respuesta clara, concisa y autorizada, sin concesiones
a la especulacion y la fantasia.

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