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SECCIÓN 10

GERIATRÍA
J.M. Ribera Casado y P. Gil Gregorio

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Conceptos y generalidades
J.M. Ribera Casado

Introducción Existen muchas razones para entender el auge que la ge-


riatría está teniendo en todo el mundo durante los últimos
Se denomina gerontología al estudio del proceso de enve- años. Entre las más importantes cabe citar las siguientes:
jecimiento en todos sus aspectos. Abarca desde investigacio- 1. La presión demográfica. El número de ancianos crece
nes de biología molecular hasta estudios socioeconómicos, en todos los países desarrollados, y los ancianos cada vez al-
o sobre las consecuencias de la jubilación. El término fue uti- canzan edades más elevadas, con un mejor nivel de salud y
lizado por primera vez por METCHNIKOFF en 1901 en su libro cultura, y con una mayor conciencia de sus derechos en este
La naturaleza del hombre: estudios de una filosofía optimista. terreno.
Tal y como se desprende de su propia definición, los estu- 2. Socioeconómicas, derivadas de la trascendencia que
dios gerontológicos pueden establecerse desde muy diversos las decisiones médicas tienen en la política, en la economía
prismas, abarcan diferentes ciencias y, en ese sentido, son in- y en lo social. Bastaría recordar el volumen económico que
terdisciplinares. La edad moderna de los estudios gerontoló- todos los países deben dedicar a pensiones y el derivado del
gicos se inicia en EE.UU. en 1941, con el establecimiento de consumo de farmacia, o de la necesidad de aportar recursos
los primeros programas de estudio sobre el envejecimiento sanitarios y sociales a los ancianos incapacitados o con pro-
de los que fue pionero Nathan SHOCK. A partir de los años blemas de recuperación.
cincuenta se inicia la época de los estudios longitudinales, 3. Científicas, según la ignorancia existente entre los médi-
de los que el de Baltimore fue, no sólo pionero, sino uno de cos sobre cómo se produce el proceso de envejecer y cuáles
los más completos. En 1975 se crea, también en EE.UU., el son las consecuencias clínicas de este proceso. Hay que te-
Instituto Nacional del Envejecimiento (National Institute of ner en cuenta que la gerontología y la geriatría son materias
Aging). En diferentes países europeos, entre los que se en- que han entrado tarde en la universidad y que, aunque en al-
cuentra España, se avanza en paralelo, aunque con algo más gunos países, como el Reino Unido, EE.UU., Canadá, Israel y
de retraso, menos intensidad y, como se verá en seguida, tal varios más, algunos incluso tan próximos como Italia, for-
vez con una orientación más asistencial, más orientada hacia man ya parte de manera sistemática de los planes de estudio
la geriatría. En la actualidad, las investigaciones gerontológi- de las facultades de medicina, en la mayor parte de los casos
cas están consideradas como prioritarias por los organismos con departamento académico específico y cátedras consoli-
oficiales de ayuda a la investigación de numerosos países. dadas de la especialidad, en otros, como en el nuestro, sólo
La geriatría es la rama de la medicina que estudia los a raíz de la publicación de las “Directrices generales de los
aspectos clínicos, preventivos, terapéuticos y sociales del planes de estudio para la obtención del título de Licenciado
anciano, en situación de salud o de enfermedad. Incluye as- en Medicina” en 1990 y de la concreción por parte de las di-
pectos relativos a la mayor parte de las disciplinas clínicas y ferentes universidades a lo largo de 1992 y 1993, se atisba la
constituye una parte de la gerontología. Es también una cien- posibilidad de que esta enseñanza empiece a incorporarse
cia relativamente joven. En 1909 NASCHER utilizó por primera de manera reglada en la enseñanza pregraduada.
vez el término “geriatría”, refiriéndolo a aquella parte de la Al identificar la especialidad conviene tener claros algu-
medicina relativa a la vejez y sus enfermedades. Pero, sólo a nos conceptos. En primer lugar, que envejecer no es lo mis-
partir de los últimos treinta años, cuando la Dra. Majorie WA- mo que enfermar, si bien, habitualmente, la vejez se acompa-
RREN, en el West Middlesex de Londres, demostró que la asis- ña de un mayor número de padecimientos. Además, no
tencia específica a determinados ancianos mejoraba nota- siempre está clara la frontera entre los tres grupos de proce-
blemente la morbilidad y mortalidad de muchos de ellos, se sos que modulan los cambios que presenta el anciano: a) las
puede hablar del nacimiento de la especialidad propiamente modificaciones fisiológicas establecidas por el simple paso
dicha. Desde entonces, los hechos se precipitan y en los del tiempo (envejecimiento); b) las consecuencias de la ex-
años cuarenta se establecen, sobre todo en Inglaterra, las ba- posición a lo largo de muchos años a agentes como la con-
ses doctrinales de la moderna medicina geriátrica. taminación, el humo, las dietas inadecuadas, el alcohol, el
La Sociedad Internacional de Gerontología fue fundada en estrés o la falta de actividad física (factores de riesgo en sen-
1950 y celebró su primer congreso en Lieja (Bélgica) en julio tido amplio), y c) las enfermedades propiamente dichas o
de ese año. España fue uno de los 14 países fundadores. De sus secuelas acumuladas a lo largo del tiempo. En segundo
hecho, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología ha- término, un anciano no es estrictamente un adulto mayor; en
bía nacido en 1948 y es preciso rendir aquí homenaje a nom- su camino hacia el envejecimiento se han producido cam-
bres como los de Marañón, Vega Díaz, Pañella Casas, Álvarez bios muy importantes en sus órganos y sistemas a nivel mor-
Sala, Blanco Soler, Grande Covián y, sobre todo, Beltrán fológico, fisiológico, funcional, psicológico y también social,
Báguena, promotor principal y primer presidente de la So- cambios que tienen una repercusión directa, como se verá
ciedad. más adelante, en la valoración semiológica –los síntomas y
Las primeras revistas de la especialidad, como el Journal los signos físicos no se manifiestan de la misma forma ni por
of Gerontology o la Revista de la Sociedad Americana de Ge- las mismas causas que en el adulto joven–, en la fisiopatolo-
riatría, datan del final de los años cuarenta. Las primeras eu- gía de sus enfermedades, en la actitud diagnóstica y en las
ropeas son de los cincuenta, y la revista oficial de la Socie- decisiones terapéuticas farmacológicas y no farmacológicas.
dad Española, de los primeros sesenta. En la práctica, el Todos éstos son aspectos que ignora habitualmente el clíni-
término “geriatría” es el que se ha impuesto a la hora de no- co porque nunca se le han enseñado y, sin embargo, tienen
minar oficialmente la especialidad en la mayor parte de los una trascendencia práctica fundamental. Tampoco el geria-
países. De hecho, en España se la reconoce de forma oficial tra es exactamente el internista del paciente anciano. Aun-
con ese nombre desde 1978, año desde el que existen espe- que asuma ese papel; añade a la visión del internista un co-
cialistas formados según el sistema MIR. nocimiento real de los cambios que el proceso de envejecer

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GERIATRÍA

ha introducido en el individuo, una mayor experiencia en TABLA 10.1. Esperanza de vida al nacer en diferentes países
el manejo específico diagnóstico y terapéutico de los pro- del primer y del tercer mundo
blemas clínicos que plantea el anciano y, tal vez lo más im-
portante, una visión más integral de éste que contempla as- Mujeres Varones Global (1990)
pectos sociales, de capacidad y de comportamiento. Australia (1984) 79,1 72,6 76,5
Los ancianos tienen: a) algunas enfermedades específicas Canadá (1982) 79,0 71,9 77,0
de su edad, muy raras o inexistentes en edades anteriores Dinamarca (1984) 77,5 71,5 75,8
(p. ej., amiloidosis cardíaca, carcinoma prostático, inconti- España (1980) 78,6 72,5 77,0
nencia urinaria, etc.); b) otras con una incidencia mucho Estados Unidos (1983) 78,3 71,0 75,9
más alta que la que se encuentra en períodos previos de la Francia (1982) 78,4 70,4 76,4
Gran Bretaña (1984) 77,6 71,6 75,7
vida (infecciones, tumores malignos, cardiopatía isquémica, Islandia (1984) 80,2 73,9 77,8
insuficiencia cardíaca, diabetes, vasculopatías periféricas, Italia (1979) 77,2 70,6 76,0
etc.), facilitadas por los cambios que han ocurrido en su or- Holanda (1984) 79,5 73,0 77,2
ganismo, pero que no se comportan igual que a otras eda- Japón (1984) 80,2 74,5 78,6
des; c) las mismas enfermedades que a cualquier otra edad Noruega (1983) 79,5 72,7 77,1
pero con peculiaridades específicas semiológicas, diagnósti- República Federal
cas y terapéuticas que es necesario conocer, y d) con mucha Alemana (1984) 77,5 70,8 75,2
más frecuencia compromiso de otros órganos y sistemas en Suecia (1984) 79,9 73,8 77,4
Suiza (1982) 79,6 72,7 77,4
el curso de sus enfermedades y concurrencia de más de un
proceso morboso (pluripatología). Además, en mayor medi- Angola (1985) 43,6 40,4 45,5
da que en otras edades, hay que tener en cuenta que todos Chad (1985) 44,6 41,4 46,5
estos procesos se hallan modulados por problemas sociales Etiopía (1980) 42,5 39,3 45,5
(económicos, de soledad, de incapacidades, etc.), psicológi- Gambia (1985) 36,5 33,5 44,0
cos, de comportamiento (actitud ante la vida, deterioro men- Guinea Ecuatorial (1980) 43,6 40,4 47,0
tal, etc.) y por la mayor necesidad de considerar factores India (1985) 55,2 55,6 59,1
como la rehabilitación, reinserción social, etc. Níger (1985) 44,1 40,9 45,5
Sierra Leona (1985) 33,5 32,5 42,0
En resumen, el paciente anciano padece más enfermeda-
des, es mucho más vulnerable a todo tipo de agresión, sus Demographic Yearbook 1985, Naciones Unidas. Nueva York, 1987. Informe so-
mecanismos de defensa son más limitados, en él es menor la bre desarrollo humano 1993. Madrid, Cideal, 1993.
reserva fisiológica, las patologías se imbrican unas sobre
otras en mayor medida que en otras edades, se manifiestan,
diagnostican y tratan en muchos casos de otra forma, y tie- de vida máxima”. Se trata del máximo período de tiempo
nen una mayor implicación social. Todo ello confiere una es- que puede alcanzar la vida de un individuo o animal. Es dife-
pecificidad al paciente geriátrico que el clínico que atiende rente para cada especie y se ha mantenido inmutable a lo
ancianos, sea o no geriatra, debe conocer. Obliga a que largo de los tiempos. Siempre, en todos los períodos de la
deba ser contemplado de una manera integral, en la medida historia y en todas las especies animales, han existido indivi-
de lo posible por un equipo interdisciplinario constituido por duos excepcionales que, en una proporción muy minorita-
médicos, técnicos de enfermería, trabajadores sociales, tera- ria, han logrado vivir ese período de tiempo. En el caso de la
peutas ocupacionales, dietistas, rehabilitadores y psicólogos- especie humana la esperanza de vida máxima se sitúa en tor-
psicogeriatras. no a los 115 años, y no hay ningún tipo de evidencia demos-
Existe controversia en torno a la edad a partir de la cual trada de nadie que, en ningún lugar del mundo o época de
cabe hablar de pacientes geriátricos. De hecho, el factor la historia, haya sobrepasado esa edad. Entre 1970 y 1980 se
edad no es el único, ni tal vez el principal, determinante para produjeron en España (Instituto Nacional de Estadística) 155
definir este concepto. También deben tenerse en cuenta fac- muertes en personas entre 110 y 114 años y ninguna en eda-
tores como la presencia de pluripatología, de problemas so- des superiores. Buena parte de la investigación gerontológica
ciales o de comportamiento, o la necesidad de programas de actual va encaminada a modificar –alargar– esta constante.
recuperación física, psicológica o social. Todos estos hechos El segundo concepto es el de “esperanza o expectativa de
deben ser tomados en consideración a la hora de hablar de vida media”. Se refiere al período de tiempo que, con crite-
“paciente geriátrico”. Este punto reviste especial interés rios estadísticos, puede previsiblemente vivir un individuo a
cuando se establecen los criterios de admisión en las “unida- partir de un momento determinado, bien sea el de su naci-
des de agudos” de geriatría. En la práctica, no más del 10- miento o el de una edad determinada. Para establecer esta
15% de la población que supera los 65 años puede ser consi- cifra se toma como base el conjunto de la población utiliza-
derada como tal en sentido estricto, con proporciones tanto do como punto de referencia y se establece el valor medio
más altas cuanto mayor es la edad del colectivo analizado. previsible. Este concepto es cambiante y de hecho ha sufrido
Después de los 85 años, la mayoría de las personas cuando modificaciones muy importantes a lo largo de la historia y
sufren un proceso agudo intercurrente suelen cumplir crite- también en función del referente geográfico. Así, en la Roma
rios de paciente geriátrico y deben ser evaluados como tal. del siglo I la esperanza de vida media al nacer superaba lige-
En todo caso, la jubilación representa un salto cualitativo ramente los 30 años. En la España de principios del siglo XX
en todos los órdenes suficientemente importante para que la se situaba en los 35 años, mientras que al final de éste, al
edad a la que se produce sea tomada como punto de refe- igual que en el resto de los países desarrollados, está entre
rencia, al menos a efectos de estudios epidemiológicos o de los 75 y 80 años, siempre varios años por encima en el caso
investigación clínica o gerontológica. La edad de jubilación de las mujeres (tabla 10.1). Los datos actuales de España
se establece, en la mayoría de los países de nuestro entorno, (1991) dan una esperanza de vida al nacer en torno a los 80
en los 65 años. En el tercer mundo y en algunos estudios epi- años para las mujeres y a los 74 años para los varones, con
demiológicos multinacionales no es raro tomar como límite muy pocas variaciones regionales. A este cambio han contri-
los 60 años. buido, sobre todo, la reducción de la mortalidad infantil, las
mejoras higiénicas y de alimentación y los avances médicos
de todo tipo: control de infecciones, anestesia, desarrollo de
Aspectos demográficos la cirugía, nuevos fármacos, etc.
En los últimos años se han incorporado dos nuevos con-
Para el análisis de este punto es también necesario aclarar ceptos, los de “esperanza de vida independiente” y “esperan-
algunos conceptos que no siempre son utilizados con propie- za de vida dependiente”, entendiendo por ellos que el indi-
dad. En primer lugar el de “extensión de vida o expectativa viduo en cuestión sea o no capaz de valerse por sí mismo

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CONCEPTOS Y GENERALIDADES

TABLA 10.2. Esperanza de vida en España (1980) para los grupos Se denomina “índice de dependencia de la población an-
de población anciana ciana” al que se establece entre el segmento de población de
65 o más años, a la que cabe considerar como laboralmente
Varones Mujeres Global inactiva (pensionistas), multiplicado por 100, con el com-
A los 65 años 14,8 17,9 16,5 prendido entre los 15 y 64 años, población laboralmente acti-
A los 70 años 11,5 14,0 12,9 va. Este índice en España era en 1986 del 18,7, algo inferior al
A los 75 años 8,8 10,5 9,8 de los países de Europa occidental, en los que se sitúa entre
A los 80 años 6,6 7,6 7,2 20 y 25. Varía también de unas provincias a otras; oscila en-
A los 85 años 4,9 5,6 5,3 tre los 13-14 de Canarias, el País Vasco o Madrid, y 30 de Soria.
A los 90 años 3,7 3,9 3,9
A los 95 años 2,3 2,3 2,3
Todos estos factores desempeñan un importante papel en
los problemas de salud de la población anciana. Así, los estu-
Anuario Estadístico de España 1987. Madrid, INE, 1987. dios realizados con amplios grupos de población en el Reino
Unido han puesto de manifiesto que factores como la densi-
dad de población, el estrato social, el nivel económico, el ni-
TABLA 10.3. Índice de envejecimiento en diferentes países vel cultural o el sexo desempeñan un papel muy importante
1980 1990 2000 2020
en cuanto a la aparición, incidencia e intensidad de la ma-
yor parte de las enfermedades crónicas que afectan al an-
Alemania 15,5 15,5 17,1 21,7 ciano.
Australia 9,6 11,3 11,7 15,4
Bélgica 14,4 14,2 14,7 17,7
Canadá
Dinamarca
9,5
14,4
11,4
15,3
12,8
14,9
18,6
20,1
Asistencia geriátrica
España 11,0 12,7 15,1 17,3
EE.UU. 11,3 12,2 12,5 16,2 De acuerdo con el Libro Blanco sobre El médico y la terce-
Francia 14,0 13,8 15,3 19,5 ra edad se entiende como asistencia geriátrica un conjunto
Irlanda 10,7 11,3 11,1 12,6 de niveles de atención que, desde una óptica sanitaria y so-
Italia 13,5 13,8 15,3 19,4 cial, debe garantizar la calidad de vida de los ancianos habi-
Japón 9,1 11,4 15,2 10,9 tantes de un área sectorizada, proporcionando respuestas
Noruega 14,8 16,2 15,2 18,2 adecuadas a las diferentes situaciones de enfermedad o de
Holanda 11,5 12,7 13,5 18,9
Portugal 10,2 11,8 13,5 15,6
dificultad social que aquéllos presenten. Su objetivo priorita-
Suecia 16,3 17,7 16,6 20,8 rio es conseguir que el anciano permanezca, o se reintegre,
Suiza 13,8 14,8 16,7 24,4 en su domicilio habitual en suficientes condiciones de bie-
Turquía 4,7 4,0 5,0 7,0 nestar y seguridad.
Una asistencia geriátrica bien concebida implica la adop-
Datos de OCDE (Tomados de ARBELO et al. Demografía sanitaria de la anciani-
dad. Ministerio de Sanidad y Consumo. Madrid, 1989). Los datos de España co-
ción de medidas políticas globales que contemplen aspectos
rresponden al INE. Los valores de 1980 son reales. Los restantes son proyec- extraordinariamente amplios y dispersos. Éstos incluyen pun-
ciones. tos tan variados como un nivel adecuado de pensiones, unos
servicios sociales lo más completos posible y pensados te-
niendo en cuenta la realidad del colectivo de ancianos al
(p. ej., desplazarse desde su cama hasta una silla) o requiera que van dirigidos, o unas medidas de política sanitaria que
la ayuda de terceras personas. Hoy se sabe que en nuestro contribuyan a prevenir enfermedades, faciliten la asistencia
país la esperanza de vida de una persona a los 65 años es de integral al anciano cuando éstas se presenten y tengan en
unos 16-17 (tabla 10.2), de los cuales, alrededor de 9 (el cuenta las enfermedades crónicas e incapacitantes a efectos
60%) serán de vida independiente, mientras que el otro 40% de servicios específicos de recuperación, de residencias asis-
lo será de vida dependiente. Estas proporciones se modifican tidas, etc. De acuerdo con ello, el “Plan Gerontológico Nacio-
con el tiempo transcurrido y el período de dependencia au- nal” aprobado por el gobierno en 1993 pretende: “proporcio-
menta a medida que la edad de referencia que se toma es nar a las personas mayores más atención global e integral,
más alta. Reducir cada vez más este período de vida depen- tanto en los aspectos sanitarios como sociales y familiares,
diente constituye uno de los grandes retos de la geriatría ac- coordinando los servicios y las actuaciones sanitarios con los
tual. El lema “Dar vida a los años” ha sido adoptado por nu- servicios sociales dedicados a dicho colectivo”.
merosas instituciones. Por razones obvias aquí sólo se abordarán las cuestiones
Por “índice de envejecimiento” se entiende la propor- referidas a la asistencia sanitaria, y para ello se toman espe-
ción de invididuos mayores de 65 años en relación con el cialmente en consideración las recomendaciones del Conse-
total de la población. Se trata de un índice en crecimiento jo de Europa (1985), las de la Asamblea Mundial sobre el En-
continuo, que ha pasado de ser en España del 7,2% en vejecimiento (Viena, 1982), las de la Sociedad Española de
1950 al 8,2% en 1960, y a superar el 13% en el censo de Geriatría y Gerontología (1986) y las del Plan Gerontológico
1990. Ello significa que si en 1960 el número de españoles Nacional (1993).
mayores de 65 años era de 2.500.000, en 1990 supera los La organización general de la asistencia geriátrica debe
5.000.000. Las previsiones para el año 2010 son de ser integral, con objetivos preventivos, asistenciales, rehabili-
6.200.000 individuos con más de 65 años y, lo que es más tadores y sociales. Debe ser también, lo mismo que la del res-
importante, 1.500.000 por encima de los 80, y se prevé que to de la población, sectorizada, tanto en el medio rural como
superará el 15% antes del año 2000. Este índice es similar al en el urbano, con áreas que abarquen, idealmente, unos
de los demás países europeos desarrollados y muy superior 150.000-300.000 habitantes, lo que supone unos 20.000-40.000
al del resto de los países del mundo (tabla 10.3). Al incre- ancianos. En cada sector cabe considerar, a efectos expo-
mento de este índice contribuye no sólo el hecho de que sitivos, una atención ambulatoria o primaria, una atención
las posibilidades de vida se hayan alargado considerable- hospitalaria y una atención en las residencias asistidas que
mente y exista cada vez mayor número de ancianos en to- podríamos llamar posthospitalaria. Todos estos niveles asis-
dos los subsegmentos de edad, al menos hasta los 95 años, tenciales deben mantener entre sí una coordinación perma-
sino también la disminución en la natalidad que, en el nente, especialmente intensa entre los situados dentro de un
caso de España, ha pasado de ser de 2,8 hijos por mu- mismo sector. En todo caso, debe tenerse en cuenta que el
jer en 1970 a 1,3 en 1990. El índice de envejecimiento se ha objetivo que persigue prioritariamente la geriatría es el man-
utilizado como parámetro para medir el desarrollo de un tenimiento del anciano en su propio domicilio y en buenas
país, estableciéndose de forma arbitraria el valor del 10% condiciones de salud tanto físicas como funcionales, psíqui-
como frontera entre desarrollo y subdesarrollo. cas y sociales.

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GERIATRÍA

Asistencia geriátrica sanitaria en el ambulatorio o primaria Debe tener una concepción “centrífuga”. Todo lo que pue-
da ser atendido fuera del hospital no tiene por qué serlo den-
Un estudio de la primera mitad de los años ochenta estima tro. Con ello se reducen ingresos y se fuerza la relación con
que al menos un tercio de las consultas que se realizaban en los centros de atención primaria, con los hospitales de apoyo
los ambulatorios correspondían a pacientes de más de 65 y con los servicios sociales de la propia área asistencial. Este
años. Esta proporción se eleva al 45% en el caso de los avisos principio es válido antes de acudir el paciente al centro y, so-
de atención a domicilio y al 65% cuando se trataba de avi- bre todo, una vez ha sido ya visto en él. Ello por un criterio
sos urgentes. económico: la atención extrahospitalaria es siempre más ba-
En el nivel de atención primaria, el cuidado del anciano rata; y, sobre todo, conceptual y humano: el anciano no
debe recaer en el médico de familia y será el ambulatorio o debe organizar su vida en torno al hospital, sino buscar su in-
centro de salud el punto inicial de referencia en este sentido. serción en áreas sociales que le sean más próximas y con
Esto hace que el médico de familia deba tener una forma- menor carga negativa que la que supone un hospital. Sus
ción geriátrica específica, formación que debería adquirir principales unidades funcionales son las siguientes:
durante su período de residencia, bien mediante rotaciones 1. Consulta externa, que se nutrirá básicamente de: a) ser-
por servicios acreditados de geriatría, bien mediante asisten- vicio de urgencias externas del hospital; b) médicos de cabe-
cia programada a cursos, seminarios y simposios con acredi- cera y especialistas del centro de atención primaria que con-
tación geriátrica. sideren necesario remitir al anciano para su estudio; c) los
La atención domiciliaria al anciano corresponde básica- demás servicios clínicos del hospital, y d) el resto de las uni-
mente también al médico de atención primaria, tanto en el dades del propio servicio de geriatría.
caso del anciano con enfermedad aguda que realiza una 2. Sistemas eficaces de interconsultas con otros servicios
vida normal, como en aquel que ha sido previamente asisti- hospitalarios. Muchos ancianos ingresados para operaciones
do en el hospital, o en el del que presenta procesos crónicos muy comunes (urológicas, traumatológicas u oftalmológicas,
que requieren controles periódicos. En este tipo de atención entre otras) tienen trastornos asociados complejos y proble-
pueden desempeñar un papel decisivo los servicios de ayu- mas sociales. Unos y otros, así como los problemas de alta,
da a domicilio en su doble vertiente médica y social, tanto si podrán ser afrontados mejor y con mayor rapidez y profesio-
el punto de referencia inicial de estos servicios es el centro nalidad por el servicio de geriatría que por otros servicios
de atención primaria como si es el hospital, como se expone hospitalarios a los que habitualmente se recurre. Así, un estu-
más adelante. También pueden ser de gran ayuda las organi- dio en nuestro propio centro puso de manifiesto una reduc-
zaciones de voluntariado, escasas en nuestro país, pero con ción del 50% en la mortalidad hospitalaria ligada a la cirugía
gran arraigo y efectividad demostrada en otros muchos. de la fractura de cadera en la población mayor, cuando la
Los centros de atención primaria, en coordinación con el evaluación peroperatoria fue realizada por el servicio de ge-
hospital terciario correspondiente a su sector, deben además riatría en lugar de aplicar el modelo previo convencional (in-
desempeñar una labor preventiva, educativa y de seguimien- ternistas y cardiólogos). Igualmente se redujo el tiempo de
to que cubra, al menos, los siguientes aspectos: a) control estancia hospitalaria.
del cumplimiento terapéutico, lo que incluirá también la far- Estos dos niveles asistenciales –consultas externas e inter-
macovigilancia; b) programación de campañas educativas consultas– pueden ser integrados funcionalmente en uno
para los ancianos y sus familiares sobre las enfermedades solo como “unidad de valoración geriátrica”.
más comunes en geriatría, así como de campañas de auto- 3. Camas específicas de agudos en el propio centro y posi-
cuidado y de autocontrol; c) campañas de vacunación en bilidad de contactar con centros del área de salud que dis-
aquellas situaciones que así lo aconsejen, y de forma especí- pongan de camas de media y larga estancia. El candidato
fica campañas de vacunación anticatarral y antigripal en el tipo para estas camas de agudos responde básicamente a al-
otoño para la población en riesgo (los ancianos lo son por guno de estos patrones: a) anciano con pluripatología, pro-
definición), y d) eventualmente, programas de preparación cesos crónicos o limitantes y problema social, más proceso
para la jubilación y en general de educación para la vejez. agudo sobreañadido; b) anciano visto en alguno de los res-
Nuestro Ministerio de Sanidad y Consumo propone en su tantes niveles asistenciales del servicio de geriatría con enfer-
“Ordenación de servicios para la atención sanitaria a las per- medad aguda intercurrente que requiera ingreso, y c) ancia-
sonas mayores” (1993) que la atención primaria garantice no visto en régimen de interconsulta en otros servicios del
tres aspectos básicos de la atención integral al anciano: hospital que, una vez ha superado su problema base, mantie-
a) detección precoz y valoración de las situaciones de riesgo ne problemas médicos que requieren hospitalización. Deter-
y de enfermedad en estos individuos; b) puerta de entrada al minado número de pacientes ancianos se beneficiarán de es-
sistema de salud por la función de agencia que ese nivel tas camas específicas, tanto por la atención médica que van
cumple respecto al usuario del sistema, y c) mayor posibili- a recibir, más orientada hacia ellos y con personal médico
dad de coordinación con los demás recursos (sociales, etc.) y de enfermería especializado, como por su mayor facilidad
a la luz de las necesidades que se detecten en el anciano. de salida (asistencia social inmediata, posibilidad de incor-
porarse al hospital de día o a la atención domiciliaria, etc.).
Obviamente, estos pacientes tendrán unas estancias algo
Asistencia geriátrica sanitaria en el hospital más prolongadas que las generales de los servicios de medi-
El servicio de geriatría de un hospital terciario constituye cina interna del propio hospital, pero siempre inferiores a las
el vértice de la pirámide asistencial del sector y debe estar in- que tendrían en otros servicios médicos, con mejores índices
tegrado y coordinado con el resto de los niveles asistencia- de supervivencia y de calidad de vida.
les. Su principal objetivo es mejorar la atención al anciano 4. Camas de media y larga estancia que no tienen por qué
enfermo, tanto en sus dolencias físicas, como en los aspectos estar ubicadas en el propio centro, pero sí en algún hospital
psicológicos, de prevención y de rehabilitación y, paralela- de apoyo de nivel secundario, dentro del propio sector y
mente, prestar un servicio al hospital dentro del área asisten- guardando una fluida relación funcional con el servicio de
cial que le corresponde, ofrecer unas posibilidades docentes geriatría del hospital terciario. La utilidad de estas camas
al personal en formación, médico y paramédico, contribuir a guarda relación directa con la posibilidad de ligarlas a unida-
la educación sanitaria de enfermos y familiares y, según sus des funcionales de rehabilitación.
posibilidades, realizar una labor investigadora en las áreas 5. Hospital de día. Centro de funcionamiento diurno, sin
de la gerontogeriatría. La implantación de forma progresi- camas de hospitalización, dinámico en sus prestaciones y
va de unidades de geriatría hospitalarias, hoy por hoy muy destinado a completar la recuperación psíquica, física y so-
escasas en nuestro país, está expresamente contemplada tan- cial del paciente anciano. No es un sustitutivo del centro de
to en el Plan Gerontológico, como en la Ordenación de Ser- atención primaria ni del médico de cabecera. Tampoco sus-
vicios del Ministerio de Sanidad. tituye a un hospital de crónicos. Sirve como paso intermedio

1278
CONCEPTOS Y GENERALIDADES

entre la asistencia hospitalaria y la domiciliaria. Sus objetivos se traduce en la posibilidad de abordar con criterios progra-
específicos más importantes son: a) completar la recupera- mados y eficaces los problemas que conducen al anciano al
ción de pacientes ingresados en cualquier servicio hospitala- hospital.
rio, buscando proporcionar la máxima independencia física 2. Consigue que el hospital cubra uno de sus objetivos
posible; b) completar la recuperación funcional mediante la más importantes: el de la “humanización de la asistencia” en
terapia ocupacional; c) mantener bajo tutela hospitalaria a un área, como la geriátrica, donde este problema presenta
pacientes aún en estudio, en recuperación o en control tera- tintes muy dramáticos.
péutico; d) evitar ingresos y reingresos, sirviendo como pun- 3. Reduce las estancias medias de la población geriátrica
to de destino para determinado tipo de enfermos vistos en y también su proporción de ingresos y de reingresos, con lo
las consultas externas o en los centros de atención primaria que ello implica de ahorro.
adscritos al hospital; e) prestar asistencia social especializa- 4. Reduce gastos en capítulos tan importantes como me-
da, y f) proporcionar educación sanitaria a los ancianos y a dios diagnósticos y farmacia, al sistematizar y homogeneizar
sus familiares en programas específicos orientados por enfer- protocolos en aquellos procesos más comunes que son los
medades. que determinan la mayor afluencia de pacientes ancianos al
Los tipos de ancianos que suele recibir son los siguientes: hospital.
a) los que necesitan recuperación física o simplemente man- 5. Además, mediante el servicio de geriatría se puede con-
tenimiento (accidente vascular cerebral en curso, fracturas tribuir a integrar mejor el hospital dentro de su área de salud,
recientemente intervenidas, etc.); b) los que requieren reha- ya que, a través de él, deben establecerse gran número de in-
bilitación o mantenimiento físico especializado (parkinso- terconexiones con el resto de las unidades asistenciales de
nianos, amputados, diabéticos, etc.); c) ancianos que necesi- nivel primario de dicha área de salud.
tan recuperación o soporte psicológico, siempre que no 6. A nivel docente y de investigación, disponer de un servi-
caigan dentro de la psiquiatría propiamente dicha; d) los cio de geriatría permite plantear programas de formación
que necesitan afianzamiento y recuperación de actividades posgraduada para futuros geriatras y también de educación
perdidas durante su enfermedad y estancia hospitalaria (ves- continuada de profesionales médicos (de atención primaria,
tirse, comer u otras actividades de la vida diaria), y e) ancia- especialistas en medicina familiar y comunitaria, etc.), de en-
nos que necesitan cuidados sanitarios que no pueden ser fermería, trabajadores sociales, etc., así como la de realizar
prestados en su domicilio y que no justifican un ingreso. estudios monográficos (lo que incluye tesinas y tesis doctora-
Con el hospital de día se presta al anciano una asistencia les) dentro del área geriátrica en colaboración con otros ser-
integral, atendiendo sus problemas físicos y los relativos a su vicios hospitalarios.
reinserción vital y social tras el alta hospitalaria. Por ello es
una pieza indispensable dentro del servicio de geriatría, ya
que: a) garantiza una asistencia completa; b) evita ingresos
Asistencia geriátrica sanitaria tras el alta del hospital
hospitalarios no necesarios; c) facilita el alta, reduciendo las Ya hemos señalado que el objetivo fundamental de la asis-
estancias, y d) potencia al médico de familia y a las propias tencia geriátrica es mantener al anciano en su domicilio en
familias al ofrecer mayores posibilidades de atención inter- las mejores condiciones de bienestar. En este sentido, el do-
media. micilio debe ser el destino lógico posthospitalario. El proble-
6. Programas de atención domiciliaria. Constituye la fase si- ma reside muchas veces en la imposibilidad que existe, por
guiente y su puesta en marcha resulta sumamente fácil a par- razones médicas o sociales (demencia, enfermedad crónica
tir de la estructura del hospital de día. Incide ampliamente e invalidante, ausencia de personal cuidador, falta de condi-
en la disminución de ingresos y de reingresos, vigilando ciones de la vivienda, etc.), para poder volver al propio ho-
aquellas altas hospitalarias más complicadas tanto desde el gar. El Plan Gerontológico estima que el 19% de las personas
punto de vista médico, como social o de enfermería. mayores de 60 años viven solas, proporción que se eleva al
7. Además, el servicio de geriatría deberá mantener unas 21,5% para los de más de 80 años. Una alternativa a ello son
relaciones de complementariedad regladas e intensas con las residencias de ancianos. Se clasifican habitualmente, se-
otros servicios hospitalarios, lo que incluye por ejemplo: gún sus moradores puedan o no manejarse por sí mismos, en
a) coordinar con el servicio de rehabilitación las posibilida- residencias de válidos o residencias asistidas. También según
des terapéuticas en dicho campo; b) ofrecer a través de sus su número de plazas (macro o minirresidencias) o su depen-
servicios sociales todas las posibilidades existentes en cuan- dencia (del sector público o privadas).
to a información y gestión con el fin de resolver problemas Es difícil saber cuántas plazas de residencias para ancia-
de reinserción social extrahospitalaria; c) colaborar con ser- nos existen en España. Según datos del Instituto Nacional de
vicios como dietética o medicina preventiva en tareas comu- Servicios Sociales (INSERSO), correspondientes al 31 de di-
nes referidas al anciano, o d) establecer protocolos diagnós- ciembre de 1982, existían en España 2,46 plazas de residen-
ticos o terapéuticos comunes con otros servicios. cia por cada 100 personas mayores de 65 años, con una gran
8. Dentro del área de salud correspondiente al hospital, el diferencia de unas provincias a otras. Un 30% de ellas depen-
servicio de geriatría tiene y debe desarrollar, al menos, las si- dían del sector público, un 37% de órdenes religiosas y un
guientes funciones específicas: a) colaborar institucional- 33% de entidades privadas con ánimo de lucro o sin él. Di-
mente con los centros hospitalarios de apoyo que funcionen versos estudios sitúan las necesidades en este sentido en un
como “unidad de larga estancia”; esta colaboración incluye mínimo de 4 plazas por cada 100 ancianos. En otros países
contactos directos frecuentes, actividades comunes y, even- europeos las cifras van de las 2,5 plazas de Inglaterra, cifra
tualmente, rotaciones con intercambio de personal, sobre muy baja que se compensa con unos servicios sociales co-
todo de aquél en formación médica o paramédica; todo ello munitarios muy desarrollados y un elevado número de ca-
va a potenciar y motivar a estos hospitales de apoyo, y b) lo mas para enfermos crónicos, a las 5 de Bélgica o a las 6 de
mismo con los centros de salud, con especial atención a los Alemania. La media se sitúa entre las 4 y 5 camas por 100
aspectos de educación sanitaria referidos al anciano y a su personas de más de 65 años.
familia y, en general, en todo lo que se entiende como medi- El Plan Gerontológico pretende conseguir 3,5 plazas de re-
cina preventiva (información sanitaria, vacunaciones, etc.). sidencia por cada 100 individuos mayores de 65 años para el
Todo lo anterior supone una rentabilidad muy alta para el año 2000. Serían residencias de tamaño medio o pequeño,
hospital general a diferentes niveles y permite un mejor apro- pero con capacidad suficiente para desarrollar programas de
vechamiento de los propios recursos hospitalarios, sin ape- estancias diurnas. Estarían destinadas, sobre todo, a personas
nas modificación en las plantillas de personal y en las parti- mayores en situación de dependencia o semidependencia,
das presupuestarias. En resumen: residentes en el área o sector.
1. Ofrece la oportunidad de una asistencia geriátrica espe- La atención debe centrarse en la necesidad de crear pla-
cífica y real, hoy por hoy escasamente desarrollada, lo que zas en residencias asistidas. Estas residencias deben disponer

1279
GERIATRÍA

de personal médico especializado y de una mínima infraes- inverso. Muchas de estas pérdidas pueden ser parcialmente
tructura sanitaria que incluya los servicios centrales elemen- suplidas durante un tiempo o compensadas a través de los
tales (radiología, laboratorio, etc.), así como uno de rehabili- mecanismos de reserva fisiológica del organismo.
tación. Deben también estar funcionalmente coordinadas Los ejemplos son múltiples. Uno típico podría ser la pérdi-
con el área de salud correspondiente, tanto en lo que se re- da progresiva en el funcionalismo renal secundaria a la dis-
fiere a los centros de atención primaria, como al hospital ter- minución de la población de nefronas, disminución que,
ciario. probablemente, se deba, al menos en gran medida, como en
Servicios sociales complementarios que alivien en parte el el caso de otros parénquimas nobles, a la reducción del flujo
déficit de plazas de residencias pueden ser, además de los ya vascular del riñón. Probablemente muchas de las alteracio-
referidos, los centros de ancianos (sea cual fuere su nombre: nes en el comportamiento o en la función mental del indivi-
hogares del pensionista, centros de la tercera edad, clubes duo tienen también su origen en las pérdidas de población
de jubilados, etc.). En ellos puede desarrollarse una impor- neuronal y sináptica asociadas a la edad.
tante labor cultural, recreativa, de asistencia social, de edu- Con el envejecimiento se produce una pérdida de masa
cación sanitaria, etc., que va a redundar de forma muy impor- muscular esquelética, que se traduce en una reducción de la
tante en la mejora de la salud integral del individuo anciano. fuerza, con limitación para todas las actividades dependien-
En esta línea, el Plan Gerontológico contempla también tes de los músculos. Lo mismo ocurre con la masa ósea, lo
aspectos como facilitar apoyos económicos y materiales a que favorece la aparición de osteoporosis y de aplastamien-
los cuidadores, potenciar los programas sociales de ayuda tos vertebrales y limita la funcionalidad de la columna, o con
domiciliaria, proporcionar apoyos técnicos para la mejora de los tejidos articulares, que pierden elasticidad y, a su través,
viviendas y de los sistemas de transporte, poner en marcha reducen la capacidad funcional de la articulación.
programas de “acogida familiar” o facilitar el acceso de los Otro ejemplo muy típico sería la pérdida de células marca-
mayores a los “bienes culturales”. paso cardíacas del nódulo sinusal. A los 70 años se sabe que
apenas queda el 10% de las que existían en la juventud; no
obstante, esta proporción es capaz de mantener un ritmo si-
Envejecimiento nusal normal, aunque se hace especialmente vulnerable a al-
teraciones como la fibrilación auricular o la enfermedad del
Es difícil establecer con precisión el concepto envejeci- seno ante estímulos discretos que no originarían problemas
miento. Existen numerosas definiciones. Todas ellas coinci- en el adulto joven.
den en señalar que se trata de un proceso dinámico que se 3. Pérdidas o limitaciones funcionales sin alteraciones es-
inicia con el nacimiento y es de naturaleza multifactorial. Al- tructurales demostrables. Son mucho menos frecuentes. Su
guna se refiere a pérdida de vitalidad, lo que implica un au- ejemplo más típico lo constituye la reducción que se observa
mento progresivo de la vulnerabilidad ante cualquier agre- con la edad en la velocidad de conducción de la fibra ner-
sión externa o situación de estrés, y conduce, en último viosa periférica sin acompañamiento de cambios morfológi-
término, a la muerte (HRUZA, 1972). La vitalidad, según ello, cos en el nervio.
se definiría como la capacidad que tiene el organismo para 4. Cambios secundarios a fallos o interrupción de los me-
realizar sus distintas funciones biológicas (BEIER, 1973). A canismos de control. Así, se elevan mucho los niveles de go-
medida que el hombre envejece, va perdiendo vitalidad de nadotropinas en la mujer, como consecuencia del sistema
forma ineludible a través de un deterioro progresivo de casi de retroacción de regulación, cuando, tras la menopausia,
todas sus funciones fisiológicas, y esto ocurre incluso en au- hay una caída en la producción de hormonas sexuales.
sencia de enfermedad. 5. En raras ocasiones se producen respuestas por exceso
Es importante señalar que las pérdidas funcionales en los con aumento de la función. También el sistema endocrino
distintos órganos y sistemas se producen de una manera muy puede ofrecer algunos ejemplos, como el aumento de secre-
diferente en cuanto a intensidad y cadencia de unos a otros, ción de hormona antidiurética en respuesta a las modifica-
existiendo también una gran variabilidad individual entre las ciones con la osmolaridad. Muchos de estos cambios y de
personas. Cuando aumentan los requerimientos, como ocu- los expuestos en los apartados anteriores se acompañan
rre en las situaciones de sobrecarga funcional, la pérdida de de otros que contribuyen a complicar la interpretación de las
vitalidad se hace más evidente. En último término se trata manifestaciones clínicas del anciano y su manejo terapéuti-
de una incapacidad para mantener la homeostasia en situa- co. Así, en relación con la propia regulación hidroelectrolíti-
ciones de estrés fisiológico, incapacidad que se asocia a una ca es necesario tener en cuenta que el anciano presenta me-
pérdida de viabilidad y a un aumento de vulnerabilidad. nor sensibilidad para la sed, lo que contribuye a facilitar su
Hablamos de envejecimiento fisiológico (o eugérico) cuan- deshidratación ante estímulos como la sudación excesiva
do ocurre exclusiva o, al menos, primordialmente, en fun- por calor o la pérdida de líquidos a través de diarreas o de
ción del paso del tiempo, sin estar demasiado (nunca del medicamentos diuréticos.
todo) condicionado por alteraciones patológicas (envejeci- 6. En determinados casos los cambios sólo ocurren en cir-
miento patogérico) o por factores ambientales. Afecta, a tra- cunstancias no basales. Esto es muy típico en los órganos de
vés de cambios estructurales (morfológicos) y funcionales, los sentidos. La presbicia es la limitación para la visión
todos los órganos y sistemas del organismo, con una caden- de cerca, que se manifiesta en la lectura cuando la letra es
cia variable en el tiempo según los individuos. muy pequeña o el texto está muy próximo, lo mismo que la
presbiacusia, que sólo se manifiesta cuando la intensidad del
sonido se reduce considerablemente.
Tipos de cambios con el envejecimiento Es también el caso de la frecuencia cardíaca, que se man-
1. Pérdida total de determinadas funciones. Quizás el tiene prácticamente inalterada en reposo pero que, con el
ejemplo más claro sea la pérdida de la capacidad reproduc- ejercicio, es incapaz de alcanzar las altas frecuencias que
tora en la mujer pasada la edad de la menopausia, pérdida pueden lograrse en los individuos de menor edad. Este ejem-
que, en menor medida y de forma más tardía e irregular, plo puede servir para poner de manifiesto cómo el organis-
también ocurre en el hombre. Otro ejemplo sería la pérdida mo tiende a establecer mecanismos compensadores para
absoluta de la capacidad para percibir determinadas fre- muchos de estos fenómenos. Así, se sabe que el anciano
cuencias acústicas. sano es capaz de mantener un volumen minuto análogo al
2. Cambios funcionales secundarios a otros estructurales. del joven incluso en el ejercicio intenso. Si se tiene en cuen-
Son los más comunes y, en menor o mayor grado, afectan to- ta su incapacidad para alcanzar frecuencias equivalentes, la
dos los órganos y sistemas. Habitualmente las alteraciones única manera de mantener ese volumen minuto es lograr un
funcionales siguen a las pérdidas anatómicas o histológicas, aumento del volumen de eyección por latido, hecho que
aunque no siempre está claro que éste sea el orden y no el efectivamente ocurre a través del mecanismo de Frank-Star-

1280
CONCEPTOS Y GENERALIDADES

ling, lo cual en el joven sólo se hace para compensar las fa- un volumen minuto adecuado merced a un aumento en el
ses iniciales de la insuficiencia cardíaca. volumen de eyección, facilitado por el recurso al mecanismo
de Frank-Starling. En la circulación periférica destacan la
Principales consecuencias de los cambios mala respuesta de los barorreceptores a los cambios postura-
les y el engrosamiento de la pared arterial con mayor rigidez
debidos al envejecimiento del vaso, así como la pérdida de elasticidad y el aumento de
En la configuración general del cuerpo. Se produce una la poscarga.
pérdida de estatura (1 cm por década aproximadamente, a En el aparato respiratorio lo más destacable, ligado tam-
partir de los 40-50 años), que suele atribuirse a la pérdida de bién a la pérdida de las propiedades del tejido pulmonar, es
masa ósea ya referida y a la consecuente reducción en la al- un aumento del volumen residual pulmonar, con una dismi-
tura de los cuerpos vertebrales. Hay, igualmente, una redistri- nución de la capacidad vital y del volumen de reserva espira-
bución del tejido adiposo con tendencia a fijarse de forma torio. Hay también aumento del espacio muerto fisiológico y
centrípeta en el tronco. La pérdida de masa muscular, ya co- pérdida de pequeños vasos periféricos. Desde el punto de
mentada, determina una alteración del índice grasa/masa vista gasométrico, existe una discreta tendencia a la reduc-
noble. Se produce, asimismo, una pérdida en el contenido ción de la PO2 arterial a razón de 0,42 mmHg/año, que ocu-
total de agua, que es más acusada en el líquido intracelular. rre especialmente en el decúbito supino, y una reducción en
En la pared arterial. Los cambios atañen a su capacidad la capacidad de difusión.
para aportar sangre a los distintos territorios, con indepen- Respecto al tubo digestivo, los cambios más importantes
dencia de la enfermedad arteriosclerosa que, en mayor o son: cierta pérdida en su función motora, que en el estóma-
menor medida y con un tiempo variable pero que se inicia go se traduce en retraso en el vaciamiento de los líquidos y
muy precozmente, suele afectar a todos los individuos en las en el intestino en tendencia al estreñimiento; propensión a la
sociedades desarrolladas. Entre estos cambios merece desta- atrofia de la mucosa con disminución de la secreción gástri-
carse un aumento en la íntima de los contenidos de ésteres ca, lo que dificulta la absorción de hierro y de vitamina B12, y
de colesterol y fosfolípidos, de manera que se calcula que tendencia a la aparición de divertículos. El hígado y el pán-
entre la segunda y la sexta década de la vida la íntima acu- creas experimentan pocos cambios. Ello, unido a su gran re-
mula aproximadamente 10 mg de colesterol por cada gramo serva funcional, permite, en ausencia de otras agresiones (al-
de tejido. Este depósito es homogéneo y constante, distinto cohol, sobre todo), que ambos órganos mantengan intactas
del depósito en parches, más extenso e irregular, que carac- unas posibilidades funcionales que van más allá de lo que es
teriza la arteriosclerosis. Ello, unido a la tendencia a aumen- la expectativa de vida máxima.
tar los depósitos de calcio y a la pérdida de propiedades Ya se han señalado algunas de las modificaciones que se
elásticas que se produce en la arteria, origina un aumento en producen en el riñón. Se admite que en la séptima década
la rigidez y, en determinadas áreas, una disminución en la se han perdido al menos el 10% de los glomérulos funcionan-
luz del sistema arterial. tes existentes en la juventud. El flujo renal se reduce, como
En la respuesta de los distintos receptores. Estos cambios mínimo, un 10% por década, afectando de forma selectiva la
son más cualitativos (reducción de su sensibilidad) que zona cortical, mientras queda bastante preservada la medu-
cuantitativos (menor número). Así, la respuesta de los baro- lar. Asimismo se establecen comunicaciones directas entre
rreceptores se amortigua, lo que puede contribuir a explicar arteriolas aferentes y eferentes yuxtaglomerulares y aparecen
la facilidad para la hipotensión ortostática. Lo mismo ocurre microdivertículos en la porción distal de los túbulos. Todo
con los quimiorreceptores o con los exterorreceptores (re- ello determina una disminución progresiva en la cantidad de
ceptores cutáneos). Otros sistemas reguladores, como los re- filtrado y una reducción del aclaramiento de creatinina a
lativos a la termorregulación, a la neurotransmisión, a los sis- partir de la cuarta década, sin aumento paralelo de la creati-
temas superiores de regulación endocrina y metabólica o del nina sérica, debido a la reducción en su producción endóge-
sistema nervioso autónomo, también sufren diferentes cam- na. Los túbulos renales van reduciendo su capacidad, prime-
bios en relación con el envejecimiento, cuyo análisis detalla- ro de concentrar y luego de diluir orina, aumenta el umbral
do escapa a las posibilidades de esta revisión. de reabsorción de la glucosa y existe mayor facilidad para la
Modificaciones en el sistema de regulación hidroelectrolíti- infección.
ca. Ya se han señalado algunas. Hay una disminución en la Los cambios en la vejiga (pérdida de elasticidad y del
sensibilidad a la sed y alteraciones en la secreción y respues- tono muscular, que debilita el suelo de la pelvis y el esfínter
ta de la hormona antidiurética. A ello hay que añadir una im- vesical, y modificaciones en la mucosa con tendencia a la
portante limitación para la retención de sodio. Como resulta- trabeculación y formación de divertículos) y los que ocurren
do, existe una mayor facilidad para la deshidratación que, de en la próstata, en el caso del varón, se encuentran a caballo
esta forma, se constituye, sobre todo en situaciones de estrés, entre lo fisiológico y lo patológico. En todo caso tienden a fa-
en una de las amenazas más grandes de morbimortalidad vorecer la existencia de retención urinaria, de infección y,
para el anciano y en uno de los principales retos para el mé- eventualmente, de incontinencia.
dico encargado de su atención. En el SNC los cambios son extraordinariamente variables y
En el sistema inmunológico. También experimenta nota- están en estrecha relación con las modificaciones en las ca-
bles cambios en el curso del envejecimiento, lo que ocasio- pacidades intelectuales y cognitivas del individuo. Se calcula
na una limitación progresiva para cumplir su papel de vigi- que desde la infancia se produce una pérdida diaria, irregu-
lancia y defensa. Ello se traduce, entre otras cosas, en un lar e irreversible, de unas 50.000 neuronas. Esta pérdida se va
aumento de la tasa de autoanticuerpos circulantes y en una compensando en parte merced al fenómeno de neuroplasti-
mayor facilidad para adquirir enfermedades infecciosas, tu- cidad, que consiste en el desarrollo de estructuras y funcio-
morales y autoinmunes. nes nuevas en determinadas neuronas, mediante el estable-
cimiento de nuevas conexiones sinápticas a través de la
Modificaciones en el funcionamiento formación de nuevos árboles dendríticos. Este fenómeno es
mucho más pobre en los ancianos con demencia. Desde el
de los diferentes aparatos punto de vista estructural se observa una serie de hallazgos-
Ya se han comentado algunos de los principales cambios problema, que en muchos casos se asocian, sobre todo
relativos al aparato circulatorio. Se produce un alargamiento cuando lo hacen en una cuantía superior a la media, a deter-
de la sístole mecánica a expensas de un enlentecimiento en minadas alteraciones neurológicas, como la enfermedad de
la fase de relajación. Desde el punto de vista funcional lo Parkinson o la propia demencia. Entre estos hallazgos cabe
más importante es la pérdida de capacidad de respuesta de citar los ovillos neurofibrilares, los cuerpos de inclusión de
los receptores adrenérgicos, con limitación para alcanzar al- Lewy, la degeneración granulovacuolar, la distrofia neuro-
tas frecuencias durante el ejercicio, y el mantenimiento de axonal o las propias placas seniles.

1281
GERIATRÍA

Existen cambios importantes, como ya se ha señalado, que incluyen modelos animales (biogerontología experimen-
que son objeto de numerosos estudios en la actualidad, en tal) y estudios en humanos, bien sean éstos morfológicos,
los diferentes sistemas de transmisión neurohormonal (dopa- bien funcionales, transversales o longitudinales, observacio-
minérgico, neuroadrenérgico, serotoninérgico, acetilcolínico nes clínicas y/o estudios del envejecimiento celular (citoge-
y aminérgico). rontología). Se trata de un tema que ha apasionado a los
Todo ello se traduce, en el anciano con envejecimiento fi- científicos desde hace más de un siglo. Así, ya Augusto WEIS-
siológico, en el plano somatosensorial en cierta pérdida de MANN en 1881 ligaba la muerte inevitable de las células a su
la sensibilidad táctil, vibratoria y discriminatoria; en el plano incapacidad para reduplicarse de forma indefinida. Nombres
motor, en una menor capacidad de coordinación y de con- como el propio WEISMANN o el de Alexis CARREL en el primer
trol muscular; desde el punto de vista intelectual-cognitivo, tercio de este siglo con su teoría de la inmortalidad celular,
en una pérdida de memoria reciente, con dificultad para aparecen vinculados inevitablemente a cualquier estudio en
nuevos aprendizajes y pérdida de la inteligencia fluida, con- este terreno. Desde 1961, merced en parte a los estudios de
servándose la cristalizada, y en el comportamiento, en pérdi- HAYFLICK, no se ha demostrado que ninguna población celu-
da de la adaptabilidad al medio y en un enlentecimiento en lar humana o animal sea inmortal, entendiendo como tal la
general. posibilidad de autorreproducirse en cultivos seriados conti-
En relación con el sueño, aunque suele aumentar el nú- nuos in vivo o in vitro hasta un mínimo de 100 duplicaciones
mero de horas en la cama, se reduce el número de horas de durante un mínimo de 2 años.
sueño total y de sueño profundo, así como el de movimien- El fundamento de la moderna citogerontología, de la que
tos oculares rápidos (sueño REM), y aumenta el número de WEISMANN y CARREL fueron precursores, estriba en el principio
despertares. También es mayor el número de trastornos aso- de que el origen de los cambios en el proceso de envejecer
ciados al sueño a medida que se eleva la edad de la pobla- en los organismos multicelulares sólo puede deberse a:
ción estudiada. a) trastornos en el seno de una célula individual; b) cambios
El comportamiento del sistema endocrino varía mucho de en los componentes de la matriz extracelular, y/o c) modifi-
unas glándulas a otras. Ya se han indicado algunos de los caciones debidas a la influencia que células con un alto gra-
cambios relativos al funcionamiento del eje hipotálamo-hipo- do de organización jerárquica puedan ejercer sobre otros te-
fisario. En relación con la adenohipófisis cabe señalar que jidos u órganos.
apenas se modifican los niveles de secreción de TSH, ACTH En los últimos años se está prestando gran interés a la cé-
y GH. Sí lo hacen, en cambio, de forma secundaria a las alte- lula grasa como modelo para el estudio del envejecimiento
raciones hormonales ligadas al climaterio, los niveles de FSH celular. Basándose en estos estudios, se considera que se tra-
y LH. El comportamiento de la prolactina muestra una gran ta de un proceso en el que sucesivamente se produce una
variabilidad y es también objeto de numerosos estudios en la pérdida en la absorción de triglicéridos y en la actividad lipo-
actualidad. génica, lipolítica y oxidativa de la célula. Todo ello guardaría
Las hormonas tiroideas T3 y T4 mantienen sus niveles nor- una buena correlación con el progresivo declinar de la sínte-
males. Es posible que exista cierto descenso en su secreción, sis proteica y de su sensibilidad a hormonas, mediadores y
pero se compensaría con una peor eliminación. Algo pareci- otros factores.
do ocurre en las glándulas suprarrenales, donde no se modi- En el momento actual existen numerosas teorías que pre-
fican los niveles de cortisol libre plasmático y urinario, ni los tenden explicar el porqué del proceso de envejecimiento.
de cortisol unido a proteínas, siendo más lento el aclara- Todas ellas tienen una cierta justificación y ninguna es lo su-
miento metabólico del cortisol y menor el número de recep- ficientemente unitaria para proporcionar por sí misma una
tores a glucocorticoides. No cambia tampoco la respuesta de explicación suficiente y satisfactoria. Probablemente, para
la ACTH plasmática a la sobrecarga quirúrgica, a la hipoglu- que se lleve a cabo el proceso de envejecer es necesario que
cemia o a la metapirona. Sí disminuyen la producción de an- se acumulen diversos mecanismos en diferentes ámbitos. En
drógenos suprarrenales y los niveles de aldosterona en san- este sentido, todas o gran parte de las teorías que se resumen
gre y orina. a continuación pueden tener cierta parte de razón. Existen
Hay pocos cambios en las tasas de secreción de insulina, intentos de agrupar en bloques las diferentes teorías del en-
conservándose normal la unión insulina-receptor, por lo que vejecimiento. Una de las clasificaciones más extendidas es la
la menor sensibilidad a la insulina que se aprecia con la que las divide en teorías estocásticas y no estocásticas. En el
edad se atribuye a una mayor resistencia a ella en los tejidos primer caso, los procesos que determinan el envejecimiento
periféricos. Esta resistencia a la insulina es un fenómeno muy ocurrirían de modo aleatorio y se irían acumulando en el
importante en la clínica y contribuye a explicar no sólo el au- transcurso del tiempo como consecuencia de la acumula-
mento de individuos diabéticos y con intolerancia hidrocar- ción de “agresiones” procedentes del medio ambiente hasta
bonada que se observa entre la población anciana (fenóme- alcanzar un nivel incompatible con la vida. En el caso de las
no a cuya explicación ayudan otras causas concomitantes teorías no estocásticas, el proceso de envejecer se establece-
no fisiológicas), sino también el aumento de alteraciones de- ría de acuerdo con unas normas predeterminadas.
rivadas de la presencia de este factor de riesgo, como la car- A continuación se exponen los fundamentos de las más
diopatía isquémica o la enfermedad vascular periférica. comunes de estas teorías.
En el sistema hematológico las modificaciones son muy es- Teoría de los radicales libres o de la peroxidación. Enuncia-
casas. La médula activa se reduce en un tercio entre los 20 y da en 1956 por HARMAN, propugna que los radicales libres
los 70 años y su estudio en el anciano pone de manifiesto un que se forman durante el proceso oxidativo del metabolismo
menor número de células precursoras, pero la potencialidad normal reaccionan con los componentes celulares, originan-
hematopoyética se mantiene siempre muy por encima de las do la muerte de células vitales y, finalmente, el envejeci-
necesidades fisiológicas del individuo. Quizá los cambios miento y la muerte del organismo. Los radicales libres son
más importantes –siempre muy discretos– sean los cualitati- muy reactivos. Ello los convierte, a su vez, en fuente de nue-
vos. Así, hay un ligero aumento en la fragilidad osmótica del vos radicales, y da lugar a una cadena que conduce al con-
hematíe o una menor capacidad bactericida de los neutró- sumo de muchas moléculas estables. Todas las células del
filos. organismo son susceptibles de ser alcanzadas por este proce-
so. Las alteraciones que pueden producirse son resumidas
por HAYFLICK en: a) oxidación acumulativa de colágeno, elas-
Teorías del envejecimiento tina y DNA; b) rotura de las cadenas de mucopolisacáridos a
El estudio de la razón última de todos estos cambios cons- través de una degradación oxidativa; c) acumulación de sus-
tituye una ciencia a la que se conoce como biogerontología tancias metabólicamente inertes; d) cambios en las caracte-
(estudio del envejecimiento de los seres vivos). Para estudiar rísticas de la membrana, de las mitocondrias y lisosomas, y
el envejecimiento humano se recurre a diferentes sistemas e) fibrosis de arteriolas y capilares secundaria a lesiones ori-

1282
CONCEPTOS Y GENERALIDADES

ginadas por productos resultantes de la peroxidación del la pérdida objetiva de células nerviosas y, en algunos casos,
suero y de los componentes de la pared vascular. de los que el ejemplo más claro sería el de las hormonas que
Estudios con agentes antioxidantes (superóxido dismuta- regulan el mecanismo reproductor, pérdida también de la
sa, α-tocoferol, vitamina E, etc.) utilizando como modelos capacidad funcional en el mecanismo endocrino regulador.
animales muy elementales, han permitido, en algunos casos, Sus fallos también son similares a los de la teoría anterior.
prolongar la extensión de vida máxima conocida de la espe- El más importante es su falta de universalidad a la hora de in-
cie correspondiente. Entre los investigadores que han traba- tentar recurrir a ella como una teoría unitaria. Probablemen-
jado en este terreno cabe citar el español Miquel CALATAYUD. te es más fácil explicar los cambios en el sistema nervioso y
Este tipo de respuesta no se ha conseguido en la especie hu- en el endocrinológico como consecuencia del proceso de
mana. envejecimiento que como causa de él.
Teoría de los enlaces cruzados. Tiene su fundamento en Teoría de la acumulación de productos de desecho. Se basa
los cambios moleculares que se producen con la edad extra- en la observación muy antigua de que la mayor parte de las
celular e intracelularmente, cambios que afectan a la infor- células en animales de edad avanzada contienen un número
mación contenida en el DNA y en el RNA. Con la edad se elevado de cuerpos de inclusión. Se trata de productos de
produce una mayor frecuencia de “enlaces covalentes” o degradación metabólica que, en virtud de esta teoría, actua-
mediante bandas de hidrógeno entre macromoléculas, que rían como agentes patógenos para la propia célula, alterarían
si bien inicialmente pueden ser reversibles, a la larga deter- su metabolismo y acelerarían su destrucción. Las más comu-
minan fenómenos de agregación e inmovilización, que con- nes de estas sustancias serían la lipofuscina y la que se cono-
vierten a estas moléculas en inertes o malfuncionantes. Se- ce como degeneración basófila. No parece que ni ellas ni
gún esta teoría, la alteración originada en el DNA daría lugar ningún otro cuerpo de inclusión desempeñen ninguna fun-
a una mutación en la célula y, posteriormente, a su muerte. ción activa en el proceso de envejecer. De hecho la presen-
Esta teoría tiene a su favor que parte de un fenómeno que cia de lipofuscina se interpreta como resultado de reaccio-
realmente ocurre, así como que se trata de un fenómeno nes oxidativas, incrementada en los casos de déficit de
que tiene una cierta base fisiológica y que es potencialmente vitamina E, y su presencia no pasa de ser un mero marcador
aplicable a todos los tejidos. En su contra está el hecho de indirecto de envejecimiento.
que buena parte de las moléculas a las que afecta correspon- Teorías basadas en mecanismos genéticos. Constituirían el
den a células que pueden ser renovadas, y que no se ha de- prototipo de las teorías no estocásticas. Entre ellas cabe in-
mostrado que se trate de una situación cuya extensión sea cluir la de la programación genética, la de la mutación somá-
suficiente como para producir el envejecimiento biológico tica y la del error genético. Todas ellas parten del supuesto
universal que se le quiere atribuir. de que la longevidad de una determinada especie y de sus
Teoría del error catastrófico. Es un buen ejemplo de teoría correspondientes individuos se halla, en gran parte, predeter-
estocástica. Plantea que, con el paso del tiempo, se produ- minada por mecanismos genéticos. A su favor estaría una
cen una serie de errores en la síntesis proteica que acaban cierta correlación en cuanto a la edad que se observa entre
por trastornar la función celular, determinando cambios en los mismos individuos de una familia o la longevidad equiva-
ella que facilitarían su envejecimiento y, finalmente, la muer- lente que se ha descrito en muchos pares de gemelos univite-
te de la célula. Tiene el inconveniente de que, tanto en mo- linos.
delos animales como en humanos, al menos en muchas oca- Según alguna de estas teorías, el individuo nacería con
siones, no se encuentra este tipo de errores en el anciano. una secuencia de envejecimiento escrita (programada) en
Teoría inmunológica. En el curso del envejecimiento se su genoma que le adjudicaría una máxima extensión de
produce un declinar importante del sistema inmunológico. vida, y serían las circunstancias ambientales y patológicas
Los cambios más conocidos son los siguientes: a) pérdidas acumuladas durante la vida de cada uno las que limitarían
cualitativas de los linfocitos CD4 cooperadores, probable ma- en mayor o menor medida esa programación.
yor actividad de los CD8 supresores y menor actividad de los Para otros autores sería la acumulación de un nivel signifi-
CD8 citotóxicos; b) menor capacidad de los linfocitos B para cativo de mutaciones en las células la que produciría las pér-
producir anticuerpos y, en general, para responder a los antí- didas fisiológicas características del hecho de envejecer. Esta
genos externos; c) pérdida progresiva de respuesta en las teoría tuvo un gran predicamento en los 20 años siguientes a
pruebas de hipersensibilidad retardada; d) aumento en la la Segunda Guerra Mundial, según la idea de que las radia-
producción de autoanticuerpos (microsomales, antitiroglo- ciones ambientales podían originar alteraciones genéticas en
bulina, células parietales, músculo liso, etc.); e) aumento en la célula hasta el punto de alcanzar un nivel crítico que de-
la producción de inmunocomplejos circulantes; f) pérdida terminaría su muerte. Para los que hablan de “error genéti-
de la capacidad de reduplicación ante la estimulación con co” estas mutaciones se derivarían de la pérdida de una se-
mitógenos (fitohemaglutinina o concanavalina A), y g) me- cuencia de DNA.
nor capacidad de las células T para producir factor de creci- En su conjunto, insistimos, cabe considerar que ninguna
miento. de estas teorías es por sí misma suficiente para explicar el he-
Todos estos cambios determinan una menor capacidad de cho de envejecer. Parece bastante probable que tanto los
defensa del organismo ante cualquier tipo de agresión y limi- mecanismos genéticos como las pérdidas inmunológicas, o
tan su capacidad para discernir entre lo que le es propio y lo la producción de radicales libres o de enlaces covalentes,
que le es ajeno; debido a ello facilitan la aparición de un ma- contribuyan, en cierta manera, a explicar los fenómenos que
yor número de enfermedades, especialmente de tipo autoin- hoy conocemos e interpretamos como constitutivos del pro-
mune, infeccioso y tumoral. ceso de envejecer. En todo caso la cuestión sigue abierta y es
Aspectos críticos de esta teoría serían, en primer lugar, su previsible que pase mucho tiempo antes de que se le pueda
incapacidad para explicar todos los cambios asociados al dar una respuesta concluyente.
proceso de envejecer. También que el sistema inmunitario
no es totalmente autónomo, sino que está sometido a otros
tipos de regulación superior (genético, hormonal, etc.). Por Concepto de valoración geriátrica
último, que tampoco la terapia sustitutiva ha conseguido, ni
siquiera en los modelos animales más simples, una respuesta La valoración o evaluación geriátrica constituye la herra-
suficientemente satisfactoria en cuanto a enlentecer el pro- mienta fundamental del quehacer clínico del geriatra. Ha
ceso de envejecimiento. sido definida como un “proceso diagnóstico multidimensio-
Teoría neuroendocrina. Tiene una fundamentación análo- nal e interdisciplinario destinado a cuantificar las capacida-
ga a la inmunológica. Según ella, el principal responsable des y los problemas médicos, psicológicos, funcionales y so-
del envejecimiento sería el deterioro en los mecanismos su- ciales del individuo anciano, con la intención de elaborar un
periores de regulación neuroendocrina. Su fundamento sería plan exhaustivo para el tratamiento y el seguimiento a largo

1283
GERIATRÍA

TABLA 10.4. Ventajas de la evaluación geriátrica respecto TABLA 10.5. Datos que debe recoger la evaluación geriátrica
a la tradicional Datos biomédicos
Mejora la exactitud diagnóstica al descubrir problemas ocultos Diagnósticos actuales y pasados. Sobre todo procesos
Mejora las decisiones acerca de la ubicación más adecuada crónicos, señalando su duración y, si es posible, su impacto
del anciano sobre la capacidad funcional
Reduce la necesidad de hospitalización por procesos agudos Datos nutricionales. Dieta habitual, cambios de peso,
Reduce la duración de los ingresos hospitalarios parámetros antropométricos y biológicos
Mejora la situación funcional Historia farmacológica. Fármacos consumidos, duración, dosis
Mejora la situación afectiva y cognitiva y reacciones adversas
Disminuye la prescripción y el consumo de medicamentos
Disminuye el coste de la asistencia Datos funcionales
Prolonga la supervivencia Función física. Analizar el grado de dependencia para realizar
las actividades de la vida diaria: básicas (comer, bañarse,
vestirse, uso del retrete, movilidad y continencia)
e instrumentales (utilización de transportes, ir de compras,
plazo”. La aplicación correcta de los principios de la evalua- uso del dinero, del teléfono, de los medicamentos, tareas
ción geriátrica ha demostrado, en numerosos estudios con- domésticas). Movilidad
trolados, ser extraordinariamente útil en términos de reducir Función cognitiva. Diferenciar las distintas áreas (orientación,
la morbimortalidad de la población anciana, así como en la fijación, memoria reciente, atención, lenguaje,
mejora de su calidad de vida (tabla 10.4). comprensión)
Función emocional. Incluye valorar la presencia de depresión,
En el anciano, como se expone más adelante, con fre- paranoia y alucinaciones, el tipo de personalidad y la
cuencia se superponen –o sustituyen– los que podríamos de- capacidad de adaptación
nominar “problemas” a las enfermedades clásicas. Son pro- Función perceptiva. Incluye audición, habla y visión
blemas de difícil encuadre en los índices tradicionales de los
textos de medicina, pero que a menudo, se convierten en Datos sociales
los principales determinantes del malestar o de la limitación Capacidad social del individuo. Incluye historia matrimonial,
en la calidad de vida del anciano. Pensemos en lo que repre- grado de disponibilidad para aceptar ayudas, presencia
sentan para el anciano las caídas, la malnutrición, los es- de amigos íntimos
Domicilio. Si vive solo o acompañado, características
tados confusionales, la inmovilidad, las dificultades en el del domicilio (ascensor, calefacción, comodidades, etc.)
sueño, la incontinencia, la hipotermia o la respuesta inade- Recursos económicos
cuada a los fármacos, entre otros muchos problemas po- Sistema de apoyo. Incluye cantidad y calidad y uso de soporte
sibles. organizado. Debe identificarse al cuidador principal
Junto a ello el anciano suele presentar limitaciones funcio-
nales físicas, psíquicas o sociales, que también tienen un alto
grado de repercusión en su estado de salud. La palabra fun- importantes. Reviste especial interés ser cuidadoso en la re-
ción en este contexto ha sido definida por WEBSTER como “la cogida de los datos nutricionales así como en los referidos a
capacidad para llevar a cabo por sí mismo una actividad o la historia farmacológica.
un proceso”. En este sentido, una modificación en las capa- Las actividades de la vida diaria suelen dividirse en bási-
cidades o habilidades funcionales del individuo constituye el cas e instrumentales. Muchos ancianos son dependientes
indicador más sensible para identificar nuevas enfermeda- para determinadas funciones sin que los diagnósticos médi-
des. cos justifiquen dicha dependencia; identificar en ellos otras
La finalidad ideal de la evaluación geriátrica estriba en ob- razones de esta dependencia es imprescindible para su trata-
jetivar los diferentes problemas que aquejan al anciano –ob- miento. Las actividades básicas son las que miden los niveles
tener una mayor sensibilidad diagnóstica–, así como en deli- más elementales de la función física (capacidad para comer,
mitar con precisión su situación funcional a todos los asearse, vestirse, etc.). La alteración de estas funciones suele
niveles. Con ello se conseguirá mejorar la elección terapéuti- producirse de forma ordenada, inversa a la secuencia como
ca y las posibilidades de seguimiento, así como aumentar la fueron adquiridas en la infancia. Una escala ampliamente
capacidad de predicción pronóstica. Este afán por recoger y utilizada para su valoración es el índice de Katz.
consignar todo aquello que permita un mejor encuadre de la Las actividades instrumentales de la vida diaria son más
realidad médica del anciano ha recibido con justicia el califi- complejas y, por consiguiente, la incapacidad para su buen
cativo de “exhaustivo” en la literatura americana (compre- uso suele ser más precoz, constituyéndose con frecuencia en
hensive geriatric assessment). marcador de los primeros grados del deterioro de la persona.
Para realizar esta evaluación existen diferentes técnicas, Su valoración puede ser más difícil, en la medida en la que
en su mayor parte basadas en “escalas” preestablecidas, se trata de actividades para las que, incluso en circunstan-
cuya eficacia ha sido validada ampliamente en la literatura cias normales, no es raro recurrir a la ayuda de terceras per-
médica. La elección de un modelo de escala u otro está de- sonas. La escala prefijada más utilizada es la de Lawton (tam-
terminada por las circunstancias individuales del paciente, bién denominada escala de Filadelfia). Con independencia
así como por las preferencias y los hábitos del propio clínico. de lo anterior, es también útil referir de forma expresa la ca-
En la tabla 10.5 se resumen los datos que deben ser recogi- pacidad de movilidad y el tipo de ayuda requerido para ello
dos en una evaluación geriátrica. (bastón, andador, etc.). En España se utiliza con frecuencia
No todos los pacientes ancianos reciben beneficios de un índice global de incapacidad física desarrollado por la
este sistema de evaluación. Los que lo logran en mayor medi- Cruz Roja, que valora de 0 (normal) a 5 (incapacidad absolu-
da son los que se han calificado como pacientes geriátricos, ta) la situación del anciano.
es decir, aquéllos más frágiles, en general de más edad y que La valoración de la función cognitiva es un proceso relati-
a sus distintos problemas médicos (pluripatología) añaden vamente simple en circunstancias normales y bastante com-
alteraciones funcionales, bajo nivel económico y un mal so- plejo cuando existe algún tipo de trastorno en ella. Su altera-
porte social. ción no constituye por sí misma un diagnóstico, como se
Los pormenores acerca de las distintas escalas que nos verá en detalle más adelante. Los cuestionarios –escalas de
permiten cumplimentar los parámetros señalados en la ta- valoración– para explorar el estado mental del anciano han
bla 10.5 escapan de las posibilidades de esta exposición, por demostrado ser útiles para detectar trastornos cognitivos
lo que sólo daremos algunas referencias orientativas. inesperados, lo que justifica su empleo sistemático como par-
Los datos biomédicos se recogen a partir de la historia clí- te de la evaluación geriátrica. El más difundido es el miniexa-
nica general y de la exploración física, pero es deseable dis- men cognitivo desarrollado por Folstein y que en España ha
poner de un modelo protocolizado que impida omisiones sido validado por LOBO. También se utiliza bastante en nues-

1284
CONCEPTOS Y GENERALIDADES

tro país la escala de la Cruz Roja de función mental, que va- hallazgos, la gente en general y también el anciano, los con-
lora ésta en una gradación de 0 (normal) a 5 (incapacidad sidera como “propios de la vejez” y no les da valor de sín-
absoluta). toma.
La evaluación de la situación afectiva puede ser difícil en El propio tipo de vida del anciano, normalmente muy se-
el anciano en la medida en la que éste con frecuencia tiende dentario y poco activo, dificulta la valoración de algunos sín-
a negar sus sentimientos de depresión o ansiedad. Además, tomas; por ejemplo la disnea, que nunca es de grandes es-
con frecuencia presenta molestias somáticas que tienen una fuerzos. Muchas veces el margen entre el síntoma y su
base orgánica real y sus síntomas pueden ser confusos. A ausencia es muy estrecho. Es frecuente el caso del anciano
ello hay que añadir el elemento de confusión que incorpo- con enfermedad crónica respiratoria o cardíaca que, en cir-
ran los efectos a determinados fármacos de uso común en cunstancias basales, se encuentra al límite de sus posibilida-
estas edades. Para la valoración del estado afectivo existen des y al que un pequeño factor desencadenante sobreaña-
también diversas escalas, especialmente orientadas a cono- dido lo coloca en situación de insuficiencia cardíaca o
cer la presencia o no de depresión. La más empleada es la respiratoria franca. En este sentido, es muy importante valo-
escala de Yesavage. rar los pequeños cambios que ocurren en períodos cortos de
La evaluación de la situación social es fundamental, no tiempo, por ejemplo, de un día para otro. Cambios que pue-
sólo para decidir la futura ubicación física del anciano (pro- den consistir en una mayor dificultad o incapacidad para
pio domicilio, domicilios familiares, instituciones, etc.), sino realizar tareas tan simples como levantarse de la mesa o en
también, como veremos más adelante, porque condiciona el esfuerzo que representa el acto de vestirse o de comer. El
buena parte de las decisiones terapéuticas. Aquí no existen equilibrio suele ser inestable y el salto de lo “normal” a lo
escalas validadas y el interrogatorio debe ser orientado por “muy grave” puede establecerse muy rápidamente en el an-
el propio médico en función de las circunstancias individua- ciano.
les de cada paciente. En otros casos, la enfermedad se manifiesta de maneras
diferentes a como lo hace a otras edades. Por ello, los tex-
tos de geriatría suelen tener un capítulo dedicado a la “pre-
Aspectos específicos diagnósticos sentación atípica de las enfermedades”. Los ejemplos son
y terapéuticos del paciente anciano infinitos. Las infecciones agudas, especialmente las respira-
torias y urinarias, que son las más comunes en el anciano,
suelen cursar con temperaturas menos elevadas y con mu-
La relación médico-paciente en el caso del anciano plan- cha frecuencia sin escalofríos. El típico dolor en punta de
tea algunas peculiaridades que van bastante más lejos de la costado de la neumonía es menos común en el anciano.
simple idea de que la comunicación con el paciente anciano Los infartos de miocardio indoloros o con dolor de carac-
es incómoda y difícil, o de que se deben tener en cuenta los terísticas atípicas son también más comunes. Las manifes-
cambios fisiológicos ocurridos en el organismo envejecido al taciones de hiperfunción tiroidea están mucho más ate-
prescribir un determinado fármaco. nuadas. La lista sería enorme. Es frecuente que la patología
de un determinado sistema ponga al descubierto las limita-
ciones de otro. Por ejemplo, el primer síntoma de insufi-
Aspectos diagnósticos ciencia cardíaca pueden ser manifestaciones neurológicas
Es difícil dar normas generales sobre los aspectos específi- o trastornos de conducta derivados de una peor perfusión
cos que encierra la historia clínica del anciano. Algunos de del SNC.
los puntos específicos que se deben tomar en consideración La interpretación de un mismo síntoma o de un signo físi-
al realizarla son los siguientes: a) necesidad de tiempo; b) di- co para el diagnóstico diferencial ofrece también diversas
ficultad de comunicación; c) valoración de los síntomas; perspectivas. Pensemos en los edemas maleolares, cuya apa-
d) interrogatorio por aparatos y por los antecedentes; e) me- rición sería motivo inmediato para acudir al médico en un
dicación que está tomando; f) valoración funcional, psicoló- paciente joven. El anciano muchas veces lo pasa por alto
gica y social, y g) exploración física y paraclínica. como síntoma, pero, si es motivo de consulta, las posibilida-
El primer punto es casi un punto previo. Realizar una his- des de interpretación que se le ofrecen al médico son muy
toria clínica a un anciano lleva más tiempo que hacerlo a diferentes y, probablemente, lo primero que deberá descar-
una persona que no lo es. El médico debe prever este aspec- tar es que existan problemas en la circulación venosa de re-
to. Los ancianos son más lentos en ideación, expresión y mo- torno, algo inhabitual en el paciente joven.
vimiento, tienen en general historias mucho más prolonga- De todo lo expuesto se deduce que en la anamnesis el pa-
das y complejas y necesitan un interrogatorio más extenso y pel del médico debe ser muy cuidadoso y activo, valorando
atento. las pequeñas pistas y reinterrogando siempre que quede la
La comunicación es a menudo difícil. En unos casos, por menor duda. Especial interés revisten el interrogatorio por
problemas muy obvios: pérdida de audición o, con muchísi- aparatos y los antecedentes personales. En el primer caso
ma frecuencia, pérdidas de memoria o confusión mental. porque el anciano suele presentar más alteraciones que
Además, no es excepcional que el anciano tenga una cierta aquella que ha determinado la consulta –alteraciones mu-
actitud negativista o, simplemente, pasiva o de resignación; chas veces inactivas– que es importante hacer aflorar. En el
tampoco lo es que no tenga especial interés en acudir al mé- segundo porque con frecuencia se encuentran entre sus an-
dico –a veces ni siquiera en seguir viviendo– y haya sido la tecedentes enfermedades o intervenciones quirúrgicas que
familia o la institución en la que reside quien haya decidido van a tener relevancia en el momento actual.
llevarlo a consulta. Estos factores deben ser considerados Es importante conocer la totalidad de medicamentos que
por el médico, quien, en la medida de lo posible, debe con- toma el anciano y la forma en que lo hace. Todos los traba-
trastar y completar la historia con algún observador externo, jos epidemiológicos en este sentido coinciden en señalar
familiar o persona responsable. que: a) el anciano es un gran consumidor de fármacos;
La valoración de los síntomas en el paciente anciano es b) con frecuencia se automedica; c) tiende a mantener de
otro de los grandes retos para el médico. Lo es en muchos forma estable el uso de aquellos fármacos que decide le sien-
sentidos. En primer lugar, el anciano no vive sus síntomas en tan bien, y d) interpreta a su gusto las indicaciones del médi-
la misma medida que el joven. Molestias que serían síntomas co en este sentido. La farmacoterapia es con gran frecuencia
llamativos para un adulto joven, como determinados dolores fuente de yatrogenia en este grupo de edad. En todo caso, es
articulares o torácicos, las deformidades articulares, la ten- probable que uno o todos los fármacos que está consumien-
dencia al estreñimiento, la tos seca, la nicturia, las pérdidas do sean inútiles, tengan efectos antagonistas o sinérgicos en-
en los órganos de los sentidos, pueden formar parte de lo tre sí o interfieran negativamente en alguno de los procesos
que el anciano considera normal. Muchos de éstos y de otros patológicos del anciano.

1285
GERIATRÍA

El interrogatorio debe incorporar, como se ha señalado en ción, que comprenden desde las posibles úlceras por decú-
el apartado anterior, aspectos relativos a la valoración fun- bito hasta la dificultad de reincorporarse después a una acti-
cional física, mental y social. Ya se han expuesto cuáles son vidad normal.
los criterios que deben regir este tipo de valoración. Por último, debe recordarse el problema de la comunica-
Las normas para la exploración física no difieren de las ción y de la colaboración. El médico debe convencerse de
aplicables a otras edades. Deben intentar corroborarse todos que el anciano ha comprendido lo que se pretende de él y
los datos obtenidos mediante la anamnesis. También deben está dispuesto a llevarlo a efecto. En este sentido es impor-
valorarse con detalle los órganos de los sentidos. tante asegurarse de forma simultánea la comprensión y el de-
Completada la historia clínica el médico debe orientar los seo de colaboración de la familia o persona responsable.
problemas y ordenarlos según tres criterios: a) gravedad; También hay que recordar y explicar al paciente que los tra-
b) grado de molestias o incomodidades que originan, y c) po- tamientos no lo son para toda la vida y que es necesario re-
sibilidad de actuar sobre ellos. Los criterios para solicitar evaluar de forma periódica la necesidad de mantenerlos,
exploraciones complementarias deberán tener en cuenta modificarlos o suprimirlos.
estas consideraciones, así como la de no molestar en exceso
al anciano, ni originarle gastos innecesarios. En todo caso, al Prescripción de fármacos
menos en el medio hospitalario, deberán realizarse unas El envejecimiento fisiológico y patológico determina cam-
pruebas básicas que incluyan análisis de sangre (pruebas bios importantes en el organismo que deben considerarse al
bioquímicas y hematológicas más habituales), radiología prescribir fármacos. Estos cambios afectan a la farmacodi-
simple de tórax y abdomen, y un electrocardiograma basal. námica, a la farmacocinética, a la aparición de efectos co-
laterales y a la de efectos tóxicos. Obligan a controles más
cuidadosos y aconsejan establecer determinadas recomen-
Aspectos terapéuticos daciones generales.
El médico es siempre el primer medicamento. Esta afirma- Desde el punto de vista farmacodinámico hay que recor-
ción de Pedro LAÍN adquiere en el caso del paciente anciano dar que el envejecimiento origina cambios, en más o en me-
su máximo sentido. También lo tiene el considerar que esta nos, en las respuestas cualitativas y cuantitativas de numero-
actividad terapéutica se inicia en el momento del primer sos receptores. Por ejemplo, las pérdidas en los receptores
contacto y que un objetivo importante es el de conseguir que adrenérgicos son responsables de la incapacidad del ancia-
el anciano colabore como elemento activo en su propio tra- no para alcanzar con el esfuerzo frecuencias cardíacas tan
tamiento. Dicho lo anterior se distinguirán dos apartados. El elevadas como el joven, o de su irregular respuesta al trata-
primero incluye algunas normas prácticas que deben tomar- miento con bloqueadores betadrenérgicos.
se siempre en consideración. El segundo destaca la necesi- La farmacocinética puede verse alterada en todas sus fases
dad de valorar la edad al prescribir fármacos. por los cambios fisiológicos o patológicos producidos duran-
te la vida. La absorción estará comprometida por los cam-
Algunas normas prácticas bios en la función motora del tubo digestivo, así como por
La primera norma es que en geriatría es tal vez más impor- sus eventuales enfermedades previas (cirugía, gastritis atrófi-
tante que en otras edades el primum non nocere, no sólo ca, etc.). La distribución está alterada por la diferente com-
porque el anciano es más susceptible a la agresión farmaco- posición de los fluidos orgánicos, cambios en las proteínas
lógica, sino también porque en él van a ser menores las posi- transportadoras (la hipoalbuminemia es frecuente), diferen-
bilidades de reparar un daño en este sentido. El tema de la te distribución de los volúmenes sanguíneos, disminución
calidad de vida debe tenerse siempre como un objetivo prio- del flujo renal o mayor facilidad para el paso de algunas ba-
ritario. rreras naturales (hematoencefálica). También se altera la
En segundo lugar, hay que tener en cuenta que la variabili- biotransformación metabólica, sobre todo a través de los
dad individual es mucho mayor a medida que avanza la cambios hepáticos que acompañan al envejecimiento. Por
edad. Esto es así tanto por la diferencia entre las trayectorias último, también lo está el proceso de eliminación del fárma-
vitales y de salud que existen de un anciano a otro, como co, que suele ser más lento merced, sobre todo, a las pérdi-
por las distintas connotaciones familiares, sociales, económi- das en el funcionamiento renal.
cas, culturales, de carácter, etc., que presenta cada anciano. Consideremos, además, otros aspectos ya señalados,
Por ello debe huirse de las pautas muy generales y buscar re- como el elevado número de fármacos consumidos por el an-
cetas individuales que puedan ser las óptimas para cada pa- ciano, aspecto favorecido por la facilidad para adquirirlos, el
ciente y para cada situación. carácter mítico de muchos de ellos (hay que insistir en que
Se deben establecer prioridades al decidir el programa te-
rapéutico. Hay que considerar que con frecuencia lo mejor
es enemigo de lo bueno, y que entre la mejor opción y la in- TABLA 10.6. Principales factores de riesgo de aparición
hibición siempre hay soluciones intermedias. El saber nego- de reacciones adversas a medicamentos en el anciano
ciar es fundamental con este grupo de pacientes.
Factores relacionados con enfermedades
También es importante no rechazar a priori determinadas Presencia de pluripatología
actitudes radicales en función de la edad. En nuestros hospi- Gravedad del proceso
tales es habitual ver cómo se niega a un paciente el acceso a Historia previa de reacciones adversas a medicamentos
una unidad de cuidados intensivos en la fase aguda de un in-
farto de miocardio o en una situación equivalente, por tener Factores farmacológicos
determinados años. O cómo, con ese mismo criterio, se le re- Cambios farmacodinámicos y farmacocinéticos
chaza para una intervención quirúrgica, para un programa Polimedicación
de diálisis o para un tratamiento anticoagulante. Este tipo de Dosis y duración del tratamiento
Tipo de fármacos
decisión es mucho más habitual entre los no geriatras y entre
los especialistas responsables de cada una de estas seccio- Factores psicosociales
nes. Se trata de una actitud totalmente rechazable que se co- Existencia de un trastorno cognitivo
menta de forma más detallada en otro apartado de esta sec- Vivir en soledad
ción. Mal cumplimiento
Junto a ello cabe recordar que deben intentar evitarse los Errores en la toma de medicación
ingresos en un hospital y que, si el proceso lo permite, el pro- Automedicación
pio domicilio ofrece grandes ventajas para el anciano enfer- Mal estado nutritivo
Ser atendido por médicos que desconocen el proceso
mo. Cualquier programa debe primar la actividad física. El de envejecimiento
encamamiento prolongado plantea problemas de difícil solu-

1286
PROBLEMAS CLÍNICOS MÁS RELEVANTES EN EL PACIENTE GERIÁTRICO

TABLA 10.7. Tipos de reacciones adversas a medicamentos secuencia que las reacciones adversas a medicamentos sean
más habituales en el anciano muy comunes en este grupo de población. En la tabla 10.6 se
resumen los principales factores de riesgo para la aparición
Inquietud de dichas reacciones, y en la tabla 10.7, las más habitual-
Depresión
Pérdida de memoria
mente encontradas en el anciano.
Incontinencia Todo lo anterior nos lleva a la necesidad de reevaluar
Arritmias con frecuencia el tratamiento farmacológico del anciano, rea-
Caídas lizando controles clínicos de su eficacia y, si fuera necesario,
Confusión con control de las concentraciones farmacológicas. Algunas
Estreñimiento normas elementales en ese sentido se especifican en la ta-
Lesiones cutáneas bla 10.8.
Manifestaciones extrapiramidales

Bibliografía especial
TABLA 10.8. Algunas normas para la administración de fármacos
ARTELO CURBELO A, HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ G, ARBELO LÓPEZ A. Demogra-
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que ancianos válidos que viven en residencias consumen en- na, Salvat, 1994.
tre 6 y 9 fármacos al día y que alrededor del 100% se auto- SOCIEDAD ESPAÑOLA DE GERIATRÍA Y GERONTOLOGÍA. Libro Blanco: El médi-
prescriben alguno de ellos. Todo lo anterior tiene como con- co y la tercera edad. Madrid, Beecham, 1985.

Problemas clínicos más relevantes


en el paciente geriátrico
P. Gil Gregorio

La atención sanitaria a los ancianos es uno de los princi- funcionales, aumentan con la edad. Como consecuencia de
pios, por todos aceptado, de la política sanitaria de los países esta heterogeneidad fisiológica, a la que se añade la diversi-
desarrollados. El progresivo envejecimiento de las socieda- dad en el modo de enfermar que presenta este grupo de po-
des más avanzadas ha llevado a la búsqueda de una metodo- blación, se requiere una aproximación más heterogénea en
logía planificada de atención médica, variando las caracterís- la prestación de los diferentes cuidados.
ticas en los diversos sistemas de salud. 2. Patología múltiple. La norma en el anciano es la presen-
En los últimos años se ha asistido a gran cantidad de avan- cia de pluripatología. La existencia, en un mismo paciente,
ces en el conocimiento sobre la biología y los cambios aso- de múltiples problemas médicos complica el acercamiento
ciados al proceso de envejecimiento. En dichos estudios se diagnóstico y terapéutico. Hay que establecer un orden de
ha podido comprobar que muchos de esos cambios son, en prioridades al instaurar un tratamiento con el fin de evitar la
realidad, el resultado de varios factores de riesgo potencial- plurifarmacia.
mente modificables como alimentación, tabaco, inactividad, 3. Mayor tendencia a la cronicidad y a la aparición de inca-
uso de fármacos e influencias psicosociales. Los principios pacidades. Aunque la incidencia y la prevalencia de enferme-
de la medicina geriátrica, tal y como se entiende hoy, surgie- dades crónicas son mucho mayores en ancianos que en jóve-
ron de varias ideas, como que la vejez no es una enfermedad, nes, esto no significa que el deterioro funcional sea un
que es esencial realizar un diagnóstico lo más exacto posible aspecto normal del envejecimiento. Por el contrario, las alte-
y que son curables o, al menos, tratables muchas de las enfer- raciones crónicas y sus limitaciones funcionales resultantes
medades que aparecen en esta época de la vida. son la consecuencia de diversos procesos patológicos, los
Aspectos comunes de la patología clínica en geriatría son: cuales son con frecuencia previsibles y, en la mayoría de
1. Variabilidad individual. Las variaciones entre los indivi- los casos, tratables. Por lo tanto, la aproximación nihilista a las
duos, desde las perspectivas fisiológicas, fisiopatológicas y/o enfermedades crónicas y a las limitaciones funcionales es to-

1287
GERIATRÍA

talmente imperdonable en el cuidado a los ancianos. Este en la movilidad, y el 68% de los ancianos en el ámbito comu-
tipo de entidades presentan una gran variabilidad en su evo- nitario piensan que su salud es buena o excelente.
lución, plantean problemas no sólo en el manejo clínico sino Las alteraciones funcionales que producen los grandes sín-
también en aspectos sociales y psicológicos, requieren gran- dromes geriátricos pueden ser tratadas si son reconocidas.
des esfuerzos asistenciales para su alivio o mantenimiento y Incluso para aquellas situaciones en las que no existe un tra-
producen graves incapacidades. tamiento efectivo, la utilización apropiada de los diferentes
Para poder establecer un criterio de frecuencia en cuanto servicios sanitarios, las modificaciones ambientales oportu-
a las enfermedades que presentan los ancianos, su gravedad, nas y el adecuado manejo de las actividades de la vida diaria
las limitaciones que provocan, su morbilidad y mortalidad, pueden soslayar la presencia de una determinada incapa-
es necesario recurrir a varias fuentes de información de for- cidad.
ma simultánea. Las más importantes serían: el propio testi-
monio de los ancianos, el de los médicos que los atienden,
los informes de alta hospitalaria, el análisis de las causas de Delirio
muerte y los informes de autopsias. Con todo ello, y basándo-
se en la información de diferentes pruebas, algunas propias y Es un problema psiquiátrico frecuente y serio entre los an-
otras tan contrastadas como las que aparecen en el Libro cianos que, con frecuencia, es pasado por alto por los pro-
Blanco: El médico y la tercera edad o en los anuarios del Insti- fesionales de la salud. El delirio puede definirse como un
tuto Nacional de Estadística, es posible establecer que en síndrome transitorio de comienzo agudo, casi siempre rever-
nuestro medio los trastornos más comunes a partir de los 65 sible, que manifiesta una disfunción cerebral. La disfunción
años son: los que afectan el sistema cardiorrespiratorio, los cerebral es secundaria a una enfermedad sistémica o a tras-
neuropsiquiátricos, las infecciones, los procesos osteoarticu- tornos cerebrales primarios, caracterizados por síntomas de
lares y metabólicos, incluyendo entre estos últimos la diabe- embotamiento intermitente de la conciencia, falta de aten-
tes y los relacionados con la nutrición. Más atrás se hallan los ción y trastornos en el ciclo vigilia/sueño y de la memoria.
trastornos digestivos, genitourinarios, de los órganos de los sen- La terminología utilizada ha sido muy amplia y así, con fre-
tidos, etc. cuencia, se denomina confusión aguda, síndrome cerebral
En el anciano, muchas veces el médico es llamado más agudo, psicosis tóxica, seudosenilidad, etc. La clasificación
para resolver “problemas” concretos que para atender a las actual del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disor-
enfermedades clásicas. Estos problemas, de difícil inclusión ders (DSM-III-R) ha establecido criterios y terminologías es-
en los tratados habituales de medicina interna, se engloban trictos (tabla 10.10).
con frecuencia en lo que se ha dado en llamar “síndromes Aunque el delirio es una manifestación de disfunción ce-
geriátricos”. rebral, se desconoce su fisiopatología. En el anciano los fac-
tores que pueden predisponer a su desarrollo incluyen tras-
tornos sensoriales, lesión cerebral, disminución de la reserva
homeostática reguladora, tensiones psicosociales, presencia
de enfermedades crónicas y cambios fisiológicos relaciona-
Grandes síndromes geriátricos dos con la edad. Se ha postulado igualmente que el delirio
es el resultado de niveles plasmáticos elevados de corticoi-
Los grandes síndromes geriátricos son situaciones que: des en el hipotálamo o de anomalías en la función colinér-
a) presentan una alta incidencia y prevalencia en la pobla- gica.
ción anciana; b) suelen ser el resultado de múltiples y varia-
das etiologías, y c) producen alteraciones significativas en la Causas. En la mayoría de los casos las causas son múltiples y
capacidad funcional del anciano. pueden actuar simultáneamente. No obstante, se pueden dis-
Las alteraciones más importantes son las siguientes: dete- tinguir cuatro grandes grupos causales:
rioro intelectual (demencia, delirio), incontinencia, inestabi- 1. Alteración intracraneal primaria. Sobre todo secundaria
lidad-caídas, inmovilidad, malnutrición, alteraciones senso- a hematoma subdural crónico, tumores intracraneales y acci-
riales (auditivas, visuales), depresión-soledad, impotencia y dente vascular cerebral isquémicos, con mayor frecuencia
situaciones yatrógenas (tabla 10.9). los localizados en el hemisferio dominante y en el área pre-
Aunque estas alteraciones se pueden encontrar en los dife- silviana.
rentes niveles asistenciales, en general son más frecuentes 2. Enfermedades sistémicas. Entre ellas cabe destacar, en
entre los ancianos hospitalizados o institucionalizados en re- la población anciana, la insuficiencia cardíaca, el infarto
sidencias. La presencia de pluripatología y de los grandes agudo de miocardio, las arritmias, los procesos infecciosos,
síndromes geriátricos puede dibujar un cuadro excesivamen- los trastornos metabólicos, la deshidratación, la insuficiencia
te pesimista. Sin embargo, la mayoría de los ancianos viven renal, la impactación fecal y la malnutrición.
en la comunidad y conservan la capacidad para realizar las 3. Agentes tóxicos exógenos. Posiblemente la causa más
actividades de la vida diaria, a pesar de la existencia de di- frecuente en los ancianos sea la intoxicación por fármacos,
versos problemas. Así, el 83% de las personas mayores de en especial los que presentan actividad anticolinérgica.
65 años que viven en la comunidad no presentan limitación Otros fármacos responsables de cuadros confusionales son:
digoxina, cimetidina, hipotensores, benzodiazepinas, antiin-
flamatorios no esteroideos, etc.
TABLA 10.9. Prevalencia de deterioro funcional en los ancianos
Comunidad (%) Hospital (%) Residencia (%) TABLA 10.10. Criterios diagnósticos del delirio
Malnutrición 16 25-75 30-55 Disminución del nivel de conciencia
Incontinencia urinaria 10-20 35 50 Presencia, como mínimo, de dos de los siguientes trastornos
Incontinencia fecal 1 11 50 Alteración de la percepción
Caídas 25/año 2-26/año 52/año Lenguaje incoherente
Inmovilidad 3-6 33,6 65 Alteración del sueño
Depresión 5-10 33 15-50 Aumento o disminución de la actividad psicomotriz
Alteraciones de Desorientación y alteración de la memoria
la visión 40 – – Desarrollo en un corto período de tiempo y fluctuaciones
Alteraciones de a lo largo del día
la audición 25-40 – – Evidencia de causa orgánica en anamnesis, examen clínico
Deterioro intelectual 8-23 30-50 47-65 o de laboratorio

1288
PROBLEMAS CLÍNICOS MÁS RELEVANTES EN EL PACIENTE GERIÁTRICO

4. Factores ambientales. Cambios en la ubicación y depri- 3. Garantizar la seguridad del paciente. Cuando existe agi-
vaciones sensoriales pueden llegar a desencadenar confu- tación acusada, alucinaciones, inquietud o miedo, puede ser
sión en el anciano. necesaria la utilización de antipsicóticos. Al iniciar el trata-
miento se comenzará con dosis bajas, que se aumentarán si
Cuadro clínico. Aunque suele ser de comienzo brusco, pue- no se obtienen los efectos deseados o si no desarrollan efec-
de tener pródromos. Entre ellos se incluyen: pensamiento os- tos tóxicos. Entre los antipsicóticos más utilizados en el an-
curecido, pérdida de atención, de memoria y alteración del ciano se encuentran la tioridazina (dosis de 100 mg/día) y el
sueño. haloperidol (dosis de 0,5-1 mg/día). Los hipnóticos, tranquili-
La señal característica del delirio es la falta de atención. Se zantes menores y antidepresivos deben evitarse, pues pue-
han diseñado dos pruebas específicas para los trastornos de den perpetuar e incluso intensificar el delirio.
la atención, que son la prueba de los números y la prueba
de reconocimiento de letras. En la prueba de los números se
le pide al paciente que repita siete números que el médico le Estados depresivos
recita. La incapacidad para repetir al menos cinco de dichos
números se considera anormal. En la prueba de reconoci- La depresión es, probablemente, el ejemplo común de en-
miento de letras se le pide al paciente que levante la mano fermedad inespecífica y de presentación atípica. Esto entra-
cuando oiga la letra “a”. ña errores diagnósticos, con repercusiones tanto para el pa-
Suelen observarse anomalías en la percepción con altera- ciente como para el medio familiar.
ción en la interpretación de estímulos sensoriales, llevando a Se estima que el 10% de los ancianos que viven en su do-
ilusiones pobremente sistematizadas y de tipo persecutorio micilio presentan tristeza o humor disfórico, y alrededor del
en el 50% de los pacientes, alucinaciones visuales y/o auditi- 5%, un cuadro clínico de depresión. La prevalencia de estas
vas en el 40% e ideas paranoides, sobre todo nocturnas. entidades aumenta en pacientes hospitalizados o que viven
Suele haber alteraciones del sueño y del ritmo vigilia-sue- en residencias. Utilizando los criterios de la DSM-III-R, el Na-
ño, con somnolencia diurna acompañante y sueño nocturno tional Institute of Mental Health Epidemiological Area Program
acortado o fragmentado. También se pueden observar, den- estimó una prevalencia de depresión superior al 1% en varo-
tro de las manifestaciones clínicas, alteraciones del lenguaje, nes y al 3,6% en mujeres mayores de 65 años.
que abarcan desde parafrases hasta un lenguaje ilógico e in-
coherente. Causas. Varios factores biológicos, psicológicos y sociológi-
Desde una perspectiva clínica se pueden distinguir tres va- cos pueden predisponer al desarrollo de depresión. Los cam-
riantes: a) tipo hiperactivo-hiperalerta: el paciente se encuen- bios que ocurren como consecuencia del paso de los años
tra inquieto y agitado, suele ser diagnosticado de demencia; en el SNC, como aumento de la actividad monoaminoxidasa
b) tipo hipoactivo-hipoalerta: aparece letárgico, tiende a ser y disminución en la concentración de neurotransmisores, so-
diagnosticado de depresión, y c) tipo mixto: presenta un com- bre todo catecolaminérgicos, pueden desempeñar un papel
portamiento impredecible. básico en el desarrollo de la depresión.
La demencia, la depresión, los estados psicóticos y la an- Las pérdidas son frecuentes en los ancianos. Las de tipo fí-
siedad deben ser incluidos en el diagnóstico diferencial de sico pueden llevar a una disminución en la capacidad de au-
los síntomas que se presentan como delirio. La confusión ob- tocuidados y a deprivaciones sensoriales que dan como re-
servada en los estados de demencia puede ser intermitente, sultado una pérdida de independencia y aislamiento. Las
pero no suele ser aguda ni gradual, ni tampoco reversible. La pérdidas laborales, económicas y de apoyos sociales tam-
depresión y el delirio pueden tener formas de presentación bién favorecen el desarrollo de la depresión.
similares, haciendo en ocasiones difícil la diferenciación. La existencia de pluripatología orgánica, enfermedades
Los pacientes con delirio de origen orgánico tienden a pre- crónicas e invalidantes y la plurifarmacia son factores que
sentar síntomas psicóticos fluctuantes. Los que padecen psi- pueden predisponer a la aparición de síndromes depresivos
cosis primaria, por otro lado, presentan alucinaciones e ilu- en el anciano.
siones fijas y extrañas.
Cuadro clínico. Quizá la diferencia más notable entre la de-
Evaluación. En primer lugar es necesario un alto índice de presión de los jóvenes y la de los ancianos sea la tendencia
sospecha, sobre todo en los pacientes de alto riesgo. Entre de estos últimos a negar o minimizar la disforia. Más que
éstos se encuentran los ancianos en postoperatorio, con his- quejas de infelicidad, el anciano presenta mayor tendencia a
toria previa de deterioro cognitivo, con deprivaciones senso- estar apático y solitario. Suelen manifestar sentimientos de
riales y los que están tomando múltiples fármacos, sobre inutilidad, pérdida de autoestima, alteraciones perceptivas,
todo anticolinérgicos. de la memoria, trastornos del sueño, del apetito, alteracio-
Se procederá a una cuidadosa exploración clínica para nes de la motricidad y, sobre todo, alteraciones somáticas.
descubrir el trastorno causante del cuadro. Como pruebas De forma alternativa, la depresión en los ancianos puede re-
complementarias, en todo paciente con sospecha de delirio sultar de la presencia de ilusiones paranoides con tal intensi-
se deben determinar electrólitos, creatinina, función hepáti- dad que los síntomas depresivos subyacentes pasen inadver-
ca, VSG y análisis de orina. Si con estas determinaciones no tidos. Las formas de presentación atípica de depresión más
se llega a un diagnóstico, debe ampliarse el estudio con frecuentes son el alcoholismo, la presencia de dolor, la hipo-
ECG, radiografías de tórax y abdomen, determinación de condría y las seudodemencias.
magnesio, calcio, fósforo, gasometría y osmolaridad. El diagnóstico de los estados depresivos es básicamente
El EEG puede ser útil para distinguir varias formas etiológi- clínico. Debido a la existencia de síntomas atípicos es nece-
cas de delirio. Cuando se observen claros signos neuroló- sario acordar unos criterios rígidos, como los que se estable-
gicos de focalidad, se realizará una TC craneal. cen en el DSM-III-R.
La gran mayoría de las pruebas utilizadas en el diagnósti-
Tratamiento. Los objetivos del tratamiento son: co de depresión no han sido validadas para ancianos. La Ge-
1. Corregir la causa subyacente. Para que ésta no se enmas- riatric Depression Scale (GDS) de Yesavage se ha mostrado
care debido a la toma de alguna medicación, se suspende- útil en el diagnóstico de depresión en ancianos físicamente
rán o se reducirán las dosis. enfermos y con deterioro cognitivo.
2. Proporcionar un ambiente tranquilo y de apoyo. La utili- Otro método utilizado es la prueba de supresión de la de-
zación de objetos familiares como relojes, fotografías y calen- xametasona, que consiste en la administración de 1 mg de
darios, procurar un medio ambiente confortable, iluminado, este fármaco. En los pacientes deprimidos no se produce la
un personal regular y sereno producen calma y confianza al supresión esperada en los niveles de cortisol. No obstante,
paciente. esta prueba produce muchos falsos positivos y negativos. Se

1289
GERIATRÍA

ha observado que la depresión está asociada a un bloqueo beneficiosos. La dosis de comienzo recomendadas es de 25-
en la respuesta de TSH a la administración de TRH; sin em- 50 mg/día con incrementos de 25 mg.
bargo, esta prueba presenta también errores. Por último, se 2. Antidepresivos de segunda generación. Aunque son fár-
ha visto que los pacientes deprimidos presentan una dismi- macos más caros, se están convirtiendo en los antidepresivos
nución en la latencia del sueño REM; no obstante, el uso de de elección en los ancianos. Esto se debe sobre todo a su
EEG de sueño en ancianos deprimidos está modificado por perfil de efectos colaterales comparativamente más bajo. En-
la presencia de los cambios fisiológicos propios del envejeci- tre estos agentes se destacan los siguientes:
miento. Fluoxetina: es un inhibidor selectivo de la recaptación de
serotonina cerebral. Tiene una vida media muy larga y la do-
Asociaciones. Una amplia variedad de enfermedades físicas sificación recomendada en los ancianos es de 20 mg/día. Los
pueden presentarse o estar acompañadas de síntomas y sig- efectos colaterales incluyen náuseas, anorexia, irritabilidad e
nos depresivos. Entre las enfermedades claramente relacio- insomnio. Es un antidepresivo activador y por ello puede ser
nadas con la depresión destacaremos: útil en el tratamiento de pacientes deprimidos extremada-
1. Cáncer. La relación puede basarse en la existencia de mente letárgicos.
metástasis cerebrales, aumento de la presión intracraneal, Tradozona: posee una acción similar a la imipramina pero
déficit en el sistema inmune o síndrome paraneoplásico, con menos efectos secundarios. La dosis de comienzo reco-
como ocurre en el carcinoma de páncreas. mendada es de 50 mg 1 o 2 veces al día, con incrementos de
2. Cardiovasculares. Los pacientes con infarto agudo de 50 mg. La sedación es un efecto secundario potencial. Es un
miocardio pueden presentar un síndrome depresivo que con fármaco muy eficaz para tratar la depresión en los ancianos
frecuencia se mantiene en el tiempo. y su utilización tiene más éxito si los pacientes presentan de
3. Cerebrovasculares. La depresión es una complicación forma concomitante ansiedad, disforia o demencia.
específica del accidente vascular cerebral agudo, sobre todo Bupropiona: es un antidepresivo que no presenta semejan-
del localizado en el hemisferio anterior izquierdo. za química alguna con los fármacos antidepresivos conoci-
4. Enfermedad de Parkinson. La depresión se puede obser- dos. Se supone que su acción terapéutica está relacionada
var en el 40-90% de los pacientes, sobre todo en mujeres. con sus propiedades dopaminérgicas. La dosis recomendada
5. Enfermedad de Alzheimer. Los síntomas depresivos sue- es de 450 mg/día. No presenta efectos secundarios cardiovas-
len acompañar las primeras fases de la enfermedad demen- culares ni anticolinérgicos.
ciante y producir un cuadro de seudodemencia. Maprotilina: tiene una vida media muy larga y posee los
6. Otros trastornos. Hipotiroidismo, hipertiroidismo, hiper- mismos efectos secundarios que la imipramina (tricíclico).
paratiroidismo, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, La dosis inicial recomendada es de 75 mg/día en una sola
insuficiencia renal crónica, artritis reumatoide, etc. toma nocturna. La dosis de mantenimiento recomendada es
Determinados fármacos, por sí mismos o por sus efectos de 75-150 mg/día.
secundarios, pueden agravar una depresión existente o mi- 3. Inhibidores de la monoaminoxidasa (IMAO). Su meca-
metizar sus síntomas. Así, destacan, entre otros, digital, α-me- nismo de acción consiste en aumentar la concentración de
tildopa, propranolol, L-dopa, corticoides, inmunosupresores, noradrenalina endógena, noradrenalina y serotonina. No se
citostáticos o hidralazina. los considera fármacos de primera elección en los ancianos
debido a sus posibles interacciones con otros fármacos y ali-
Tratamiento. El tratamiento de elección para un paciente mentos. La fenelzina, el IMAO más empleado, es útil en an-
depende de múltiples factores, entre los que se incluyen la cianos, sobre todo en los que presentan síntomas atípicos,
enfermedad primaria, la gravedad de los síntomas, las situa- como hipocondría, fobias, ansiedad, irritabilidad y depresión
ciones acompañantes y el perfil de efectos colaterales. El con demencia. La dosis recomendada es de 15-60 mg.
margen terapéutico de la concentración sérica del fármaco La meclobemida es un antidepresivo que actúa sobre el
está mal establecido en la mayoría de los fármacos antide- sistema monoaminérgico mediante la inhibición reversible y
presivos. Además, falta información rigurosa sobre la con- selectiva de la MAO del tipo A (RIMA). Disminuye así el me-
centración sérica óptima en los ancianos. Como resultado, la tabolismo de la noradrenalina y de la serotonina, incremen-
medición de sus niveles plasmáticos, aunque es una herra- tándose, por lo tanto, las concentraciones de estos neuro-
mienta clínica importante en los ancianos, debería limitar- transmisores. La dosis inicial es de 300 mg/día. Este fármaco
se a los pacientes que no responden a las dosis terapéuticas carece de los efectos secundarios, como las crisis hipertensi-
y a los que experimentan efectos tóxicos con dosis bajas vas, de otros IMAO. La experiencia en el tratamiento de an-
(tabla 10.11). cianos es escasa en la actualidad.
Entre los diversos abordajes terapéuticos destacaremos los 4. Litio. Es el fármaco de elección en el tratamiento de la
siguientes: manía, aunque puede utilizarse también en la profilaxis de
1. Antidepresivos tricíclicos. Son fármacos eficaces, tienen la depresión unipolar y bipolar. También puede mejorar la
una larga historia de décadas de experiencia que demuestra respuesta a los antidepresivos tricíclicos. Se administra en
su fiabilidad y son relativamente baratos. Sin embargo, pue- dosis de 600-900 mg/día. La toxicidad por litio es más fre-
den producir efectos colaterales anticolinérgicos, sedación, cuente en ancianos y puede ocurrir con concentraciones
arritmias cardíacas e hipotensión ortostática, por lo que su plasmáticas dentro del intervalo de normalidad. No obstante,
uso en los ancianos resulta relativamente poco atractivo. se deben medir las concentraciones sanguíneas 1 o 2 veces
De todos los derivados tricíclicos, los más adecuados para por semana hasta que se alcancen niveles estables. Los efec-
el tratamiento del anciano son la desipramina y la nortrip- tos tóxicos incluyen temblor, convulsiones hiperreflexia y
tilina porque tienen los perfiles de efectos colaterales más coma que puede llevar a la muerte.
5. Combinación de fármacos. La asociación de triyodotiro-
nina con antidepresivos tricíclicos puede aumentar la res-
TABLA 10.11. Dosis de antidepresivos en ancianos puesta del tratamiento al incrementar la sensibilidad de los
receptores noradrenérgicos centrales. Bajas dosis de estró-
Dosis inicial Dosis de mantenimiento genos han demostrado aumentar los efectos de los antide-
Antidepresivo
(mg/día) (mg/día) presivos.
Amitriptilina 10-25 25-100 La depresión agitada es frecuente en los ancianos, y en es-
Doxepina 10-25 25-150 tas situaciones se puede utilizar un ansiolítico con débil efec-
Nortriptilina 10 10-100 to antidepresivo, como el alprazolam.
Maprotilina 10-25 25-150 6. Electrochoque. Está indicado en los pacientes que no
Tradozona 50 50-300 responden al tratamiento médico o en los que la situación
Fluoxetina 20 60-80 clínica no permite la utilización de antidepresivos. Es un mé-

1290
PROBLEMAS CLÍNICOS MÁS RELEVANTES EN EL PACIENTE GERIÁTRICO

todo seguro, bien tolerado y efectivo incluso en edades avan- ción, malnutrición, sepsis de origen urinario, úlceras por pre-
zadas de la vida. Con la nueva metodología y en su forma de sión o enfermedades de incidencia elevada en este grupo de
administración unilateral (sobre el hemisferio dominante) edad, como cáncer o cardiopatías.
las complicaciones son escasas. Éstas consisten en caídas, El paciente demenciado puede sufrir algunas de las enfer-
confusión y alteraciones de la memoria y cardiorrespirato- medades comunes del anciano y, con bastante frecuencia,
rias. Están indicadas 2 o 3 sesiones por semana hasta un total puede presentar varias simultáneamente. Estas situaciones
de 6 a 8. pueden exacerbar su deterioro cognitivo de base, lo que
7. Psicoterapia. Las medidas de soporte y psicoterapia, a obliga a un seguimiento y una actuación terapéutica adecua-
menudo olvidadas en el arsenal terapéutico, son muy útiles dos.
en el tratamiento de las depresiones moderadas. No obstan- En las últimas fases de la demencia los pacientes se en-
te, hay poca información sobre la eficacia de las diversas for- cuentran encamados, incontinentes e imposibilitados para
mas de psicoterapia en el anciano. autoalimentarse. A pesar de las dificultades inherentes a esta
situación, se debe intentar una nutrición e hidratación ade-
Pronóstico. El tratamiento médico debe mantenerse al me- cuadas y movilizar al paciente encamado lo suficiente para
nos 6 meses en los pacientes especialmente vulnerables. Así, evitar las úlceras por presión. En estas fases las convulsiones
en aquellos en los que la enfermedad comienza después de no son infrecuentes y deben ser tratadas con antiepilépticos
los 50 años, el tratamiento se mantendrá durante largos pe- de tipo fenitoína o carbamazepina. No obstante, se deben
ríodos. excluir alteraciones metabólicas como causa de las convul-
El riesgo de suicidio aumenta con la edad. Presentan un siones.
riesgo elevado los pacientes con enfermedad física grave, en- La incontinencia urinaria está presente en el 40-60% de los
fermedad mental y en situación de extrema dependencia. pacientes demenciados. La incontinencia fecal es común en
Los factores psicosociales, como la soledad, la pérdida de los que presentan incontinencia urinaria frecuente. La pérdi-
cónyuge, la jubilación y los procesos patológicos asociados da de continencia es una causa mayor de distrés para los cui-
también potencian la tendencia al suicidio. dados y figura como dato muy importante en la decisión de
ingresar al paciente en una institución o residencia. Las prin-
cipales causas de incontinencia son: delirio, disminución de
Demencia la movilidad, infección, retención urinaria, inflamación, im-
pactación fecal y secundaria a fármacos. La incontinencia
La definición de demencia más ampliamente utilizada en del demenciado puede ser minimizada mediante el desarro-
la actualidad es la que establece el DSM-III-R, según la cual llo de técnicas sistemáticas de toilette, mejorando la capaci-
se requiere que el paciente presente deterioro de la memoria dad para utilizar el baño, evitando la ingesta de líquidos en
a corto y largo plazo, más una alteración, como mínimo, en la noche y, en último lugar, utilizando colectores externos
alguna de las siguientes áreas: pensamiento abstracto, juicio, (sobre todo durante la noche).
lenguaje, praxis, reconocimiento visual, capacidad construc- El vagabundeo, aunque no es estrictamente un problema
cional o personalidad. Estas alteraciones deben ser suficien- médico, es un problema muy frecuente en los cuidados a lar-
temente severas para interferir en la actividad laboral, activi- go plazo en los demenciados. Aproximadamente el 10% de
dades sociales o vida de relación. Estos cambios no deben los pacientes en residencias muestran este tipo de con-
ocurrir exclusivamente durante el curso de un cuadro confu- ductas. Existen tres opciones para combatir el vagabundeo:
sional agudo y debe existir evidencia de una etiología orgáni- medicación, sujeción y modificaciones ambientales o con-
ca o de que la alteración no puede ser atribuida a una enfer- ductuales. Estas últimas son las que plantean menores conse-
medad mental “no orgánica” como la depresión. cuencias adversas y, por tanto, constituyen el método de
Los diferentes datos epidemiológicos indican que tanto la elección. Varios tipos de intervención pueden ser útiles:
incidencia como la prevalencia de demencia guardan re- identificar y eliminar los factores desencadenantes, retirar
lación con la edad. Se puede estimar que el 6% de los in- neurolépticos e hipnóticos sedantes, iniciar períodos alter-
dividuos mayores de 65 años presentan demencia de grado nantes de ejercicio y reposo y repetir las instrucciones al pa-
severo y que hasta en el 10-15% es de intensidad leve o mo- ciente de no salir a la calle. Es aconsejable que los demen-
derada. La prevalencia, en términos generales, se duplica ciados posean una banda o placa de identificación con
cada 5 años después de los 65 años. En cuanto a la inciden- información sobre sus datos personales y diagnósticos.
cia, también se registra un aumento exponencial de las cifras
en función de la edad. Se llegan a alcanzar cifras de inciden-
cia del 10% en la población mayor de 95 años. Los diferentes
Tratamiento conductual
subtipos de demencia se distribuyen de la siguiente forma: Un problema conductual se define como una conducta
50-60% por enfermedad de Alzheimer, 20-25% de origen vas- inapropiada, que interfiere en los cuidados o en la calidad
cular y 10-15% de tipo mixto. de vida del paciente. Esta amplia definición destaca que un
Los diversos aspectos etiopatogénicos, hallazgos neurobio- aspecto clave de los problemas conductuales es su efecto so-
lógicos, manifestaciones clínicas y métodos diagnósticos se bre las personas que interaccionan con el paciente. Entre los
tratan en otros apartados de esta obra. principales problemas se encuentran: agitación en el 24-61%
La supervivencia de los pacientes desde el comienzo de la de los casos, conductas agresivas en el 21%, alucinaciones
enfermedad es variable, pero en su transcurso se asiste a una en el 30-50% y alteraciones del sueño en el 50%.
pérdida progresiva de la función. Se requieren actuaciones El tratamiento efectivo de estas conductas puede incluir
cambiantes y modificaciones en los soportes médicos, fami- farmacoterapia, psicoterapia y manipulaciones ambientales.
liares y comunitarios. Analizaremos las posibilidades tera-
péuticas de los diferentes problemas que ocurren asociados Farmacoterapia. Debe reducirse al mínimo la utilización de
a esta enfermedad. fármacos. Las consecuencias adversas de su consumo son
frecuentes y pueden llevar a aumentar la discapacidad y exa-
cerbar el sufrimiento para el paciente y sus familiares.
Enfermedades intercurrentes La aproximación más prudente es evitar los fármacos y va-
Los pacientes afectos de un síndrome demencial están su- lorar otras alternativas terapéuticas no farmacológicas. Si se
jetos a diversos avatares propios de su grupo de edad, más emplea un fármaco hay que tener en cuenta las siguientes
un riesgo médico adicional que surge de la presencia de una consideraciones: a) se debe realizar una cuidadosa historia
enfermedad cerebral. Los pacientes demenciados raras ve- farmacológica; b) los fármacos se comenzarán a administrar
ces mueren como consecuencia directa de su demencia, a la mitad o la tercera parte de la dosis en jóvenes y se incre-
sino que sucumben por neumonías aspirativas, deshidrata- mentará paulatinamente; c) se utilizará la dosis mínima que

1291
GERIATRÍA

produzca el efecto deseado, y en algunos casos se aceptará Las terapias cognitivas dependen de la memoria y su utili-
una respuesta parcial; d) se deben evitar los regímenes de dad está limitada a las fases iniciales de la enfermedad cuan-
múltiples fármacos; e) se darán las instrucciones tanto de for- do persiste todavía buena parte de su memoria.
ma verbal como escrita; f) se revisará regularmente la medi- La psicoterapia de apoyo tiene como objetivo proporcio-
cación y se retirarán los fármacos que sea posible, y g) se de- nar guías, modular la ansiedad y la inseguridad y facilitar la
terminarán los niveles plasmáticos de los fármacos y de sus obtención de recursos sociales. Puede ser combinada efecti-
metabolitos. vamente con la terapia de reminiscencia, usando la memoria
Los medicamentos más frecuentemente prescritos para tra- remota más intacta para mantener una conexión con el pasa-
tar los problemas conductuales son los neurolépticos, los an- do. Las fotografías, los álbumes familiares y antiguos amigos
tidepresivos y los hipnóticos sedantes. pueden considerarse instrumentos de una valiosa ayuda.
Los neurolépticos han sido la principal farmacoterapia A medida que la enfermedad avanza, la terapia de la reali-
para el tratamiento de los problemas conductuales severos dad se irá enfocando hacia la comida apropiada, el aseo y la
en pacientes con trastornos cognitivos. La actividad anti- conducta socializada.
psicótica resulta del bloqueo dopaminérgico mesolímbico,
mientras que gran parte de los efectos secundarios se deben Manipulaciones ambientales. El medio que rodea al pa-
al bloqueo de receptores dopaminérgicos nigrostriados. En- ciente debe ser modificado y adaptado a las nuevas necesi-
tre los efectos adversos destacan: discinesia tardía, distonía dades del mismo, y debe ser lo menos agresivo y peligroso
aguda, parkinsonismo, acatisia, síndrome neuroléptico ma- posible para estos enfermos que presentan marcado dete-
ligno, toxicidad anticolinérgica y cardiovascular. Ningún rioro cognitivo y alteraciones en la conducta y comporta-
neuroléptico ha demostrado ser más efectivo que otro en el miento.
control de las ilusiones y alucinaciones, y la elección del fár- Todo tipo de actuación ambiental debe ir dirigido a: a) fa-
maco dependerá de sus efectos secundarios. Los fármacos vorecer la realización tanto de actividades básicas como ins-
de elección en el anciano son la tioridazina y el haloperidol. trumentales de la vida diaria mediante las ayudas técnicas
Tioridazina: es una fenotiazina de baja potencia, con esca- necesarias; b) proponer unas normas generales y básicas de
sos efectos extrapiramidales y relativamente alta incidencia seguridad tanto para el paciente como para el cuidador; en-
de acciones anticolinérgicas, sedantes y cardiovasculares. tre ellas se incluyen actuaciones sobre la toma de gas, luz, es-
Haloperidol: es una butirofenona de potencia elevada, con caleras, baño, objetos punzantes y oscuridad, entre otras, y
incidencia alta de efectos extrapiramidales y baja de anticoli- c) establecer unos consejos dirigidos hacia la orientación
nérgicos, sedantes o cardiovasculares. Es el fármaco de elec- temporospacial del paciente y unas normas mínimas para
ción cuando existen alucinaciones y/o delirios. ocupar el tiempo libre con actividades recreativas y terapéu-
Los agentes no neurolépticos que pueden ser útiles en el ticas.
control de la agitación incluyen: propranolol, trazodona,
fluoxetina, buspirona y carbamazepina. Las benzodiazepinas
tienden a aumentar la confusión y no deben ser utilizadas
Recursos comunitarios
para tratar la agitación. Muchos demenciados se encuentran en una fase tan avan-
La depresión es muy frecuente en muchas formas de zada que se requieren cambios constantes en el soporte fa-
demencia; aparece en el 10-40% de los pacientes con enfer- miliar comunitario.
medad de Alzheimer de grado leve o moderado. El antide- Cuidados en el hogar. El recurso comunitario más impor-
presivo de elección es aquel que esté libre de efectos cardio- tante es el propio domicilio familiar y deben realizarse todos
vasculares, no produzca hipotensión ortostática y sea bien los esfuerzos necesarios para mantener al paciente en su do-
tolerado por el anciano. Los fármacos apropiados para los micilio. Aproximadamente el 80% de todos los cuidados al
pacientes con depresión agitada son la trazodona, la nortrip- demenciado son brindados en el hogar y por miembros de la
tilina y la doxepina. Para los pacientes con depresión inhibi- familia. En la mayoría de los casos el cuidador es el cónyuge
da se debe utilizar fluoxetina, desipramina o protriptilina. La (50%), hija o hijo, nuera o yerno. Los programas que ayudan
ansiedad, como síntoma acompañante, no es infrecuente en a conseguir este objetivo incluyen: soportes familiares y cui-
las fases iniciales de la enfermedad. Los fármacos ansiolíti- dados domiciliarios.
cos tipo oxazepam y lorazepam pueden también emplearse A medida que la enfermedad progresa, el cuidador va asu-
pues tienen una vida media corta. miendo diversas tareas, como comprar, adquirir la comida,
El insomnio y el vagabundeo nocturno pueden tratar- conducir, escribir y, cuando el deterioro es ya avanzado, se
se con hipnóticos sedantes, aunque con gran precaución incrementan los cuidados hasta la ayuda en el vestido, la co-
pues con frecuencia aumentan la confusión diurna. Las ben- mida, el aseo. Se dispone de un amplio espectro de ayudas
zodiazepinas de vida media corta, tipo triazolam, pueden (enfermeras, auxiliares, voluntarios) para brindar una aten-
también ser usadas durante breves períodos. ción domiciliaria digna o para proporcionar un descanso al
La agresión sexual es infrecuente, aunque se han obser- cuidador habitual.
vado alteraciones tipo exhibiciones, masturbaciones fre- Los miembros de la familia deben estar involucrados en
cuentes, etc. Los varones sexualmente agresivos pueden ser los programas educacionales que persiguen una mejor co-
tratados, con relativo éxito, con acetato de medroxiprogeste- municación e interacción con el demenciado. También se
rona. deben enseñar técnicas de manejo conductual para mejorar
la conducta, disminuir el estrés de los cuidadores y retrasar
Psicoterapia. Las modalidades de psicoterapia, potencial- la institucionalización del paciente.
mente útiles para su empleo en demenciados, incluyen psi- El hogar requiere adaptaciones, cuyo principal objetivo es
coterapia convencional y terapias cognitivas, de realidad, de conseguir o facilitar las actividades de la vida diaria y crear
grupo, familiar, reminiscencia, directa y de apoyo. El método un espacio vital seguro y que permita al paciente actuar li-
terapéutico se escogerá de acuerdo con el nivel intelectual, bremente. Sin embargo, los cambios no deben convertir al
los conocimientos del psicoterapeuta y los problemas especí- medio en poco familiar o en inaceptable para el cuidador.
ficos que se han de tratar. Se debe prohibir la conducción a este tipo de pacientes.
La pérdida inicial de introspección que presentan estos La demencia es un factor de riesgo definitivo, de forma que
pacientes limita la tradicional psicoterapia psicodinámica a aproximadamente el 30% de los enfermos demenciados
las fases iniciales de la enfermedad, pero durante este tiem- que conducen han tenido un accidente.
po es posible mejorar la ansiedad, aumentar el sentido de Cuidados de día. Los programas de cuidados de día están
control, dirigir los sentimientos de pudor y vergüenza, mejo- localizados en la comunidad y operan junto con centros mé-
rar la comunicación con otros y aliviar el malestar que pro- dicos que proporcionan programas diarios al anciano. Estos
ducen las conductas de maladaptación. programas representan una alternativa a las residencias y re-

1292
PROBLEMAS CLÍNICOS MÁS RELEVANTES EN EL PACIENTE GERIÁTRICO

TABLA 10.12. Principios del tratamiento del paciente demenciado Un acercamiento educacional sobre el diagnóstico, la na-
en el ámbito institucional turaleza y el pronóstico de la demencia es una etapa inicial
para ayudar al cuidador a entender la enfermedad y los cam-
Fomentar visitas de familiares y amigos bios conductuales.
Limitar el número de médicos y enfermeras al cuidado
del paciente demenciado
La terapia familiar puede ayudar a mejorar la “carga” del
Explicar todas las técnicas antes de realizarlas cuidador y su autocontrol. Los problemas comunes de los
Fomentar en el paciente la realización por sí mismo de sus cuidadores incluyen: pérdida de los objetivos vitales, frustra-
actividades ción, ansiedad, tristeza, culpa. El conflicto entre miembros
Implicarlo en la decoración de su habitación de la familia respecto a las responsabilidades y la institucio-
Realizar la higiene personal sin ayuda nalización en residencia son también frecuentes.
Utilizar calendarios para orientarlo en la realidad Los grupos de soporte pueden ser útiles y también sirven
Incluir alimentos familiares en la dieta para impartir información, catarsis y/o aprendizaje de con-
Evitar los ambientes hostiles y proteccionistas
ductas positivas.

trasan la institucionalización de los ancianos que no pueden Alteración de la movilidad


ser atendidos en el hogar a tiempo completo. Las actividades
programáticas incluyen música, ejercicio, recreación y jue- Aunque la epidemiología de la movilidad entre los ancia-
gos. Los programas suelen incluir 10-20 pacientes exclusiva- nos no está perfectamente analizada, ciertos principios pare-
mente demenciados o mixtos y presentan una duración de cen muy claros. La prevalencia y la incidencia de los proble-
varias horas al día, 5 días a la semana y durante 1 a 3 años. mas de movilidad aumentan en la edad avanzada. Según un
Cuidados para el descanso. Consisten en un ingreso duran- estudio realizado en Boston, el 9,3% de los varones y el 11,6%
te un período corto de tiempo (pocos días o semanas) en de las mujeres entre 65 y 69 años presentan dificultad para la
una institución. Estos períodos sirven para cubrir las propias deambulación, y en las personas mayores de 85 años estas ci-
necesidades de salud, contactos con otros familiares o sim- fras alcanzan el 26,1 en los varones y el 32,7% en las mujeres.
plemente para descanso de los cuidadores o familiares.
Causas. Son múltiples las situaciones que predisponen al an-
ciano a disminuir su actividad y, en muchas ocasiones, no es
Cuidados en el ámbito residencial posible destacar una única causa. Entre las principales se in-
Las residencias constituyen un componente integral de los cluyen las siguientes:
cuidados continuados del paciente demenciado. El 5% de la Enfermedades musculosqueléticas. Los procesos degenera-
población mayor de 65 años en EE.UU. se encuentra en resi- tivos de las articulaciones que soportan el peso corporal, los
dencias, y el 40-70% de los ancianos que viven en residencias trastornos del pie del tipo hallux valgus o callosidades, la os-
están demenciados. La mayoría de éstos pasan la fase termi- teoporosis y las fracturas son las situaciones que más predis-
nal de su enfermedad en una residencia. La decisión de ubi- ponen a la inmovilidad.
car a un familiar en una residencia de ancianos es uno de los Enfermedades neurológicas. Los trastornos cerebrovascula-
grandes traumas para el cuidador y puede ser el punto inicial res, la enfermedad de Parkinson y la demencia senil en sus
de desarraigos familiares. Las características y circunstancias últimas fases evolutivas favorecen la inmovilidad.
del cuidador, y no las de la enfermedad, son los principales Enfermedades cardiovasculares. La insuficiencia cardíaca,
determinantes de la institucionalización. El cuidador varón la cardiopatía isquémica, las alteraciones vasculares periféri-
tiende más a institucionalizar que la mujer; asimismo, se tien- cas y la enfermedad respiratoria crónica restringen la activi-
de a institucionalizar más al paciente demenciado si el cui- dad y pueden llevar al encamamiento.
dador es un joven que si es su cónyuge. Fármacos. Gran variedad de fármacos, por sí mismos o por
Existen pocas residencias que tengan establecidos progra- sus efectos secundarios, pueden disminuir la actividad física.
mas específicos para los demenciados. Lo más frecuente es Entre ellos destacan los sedantes e hipnóticos, que pueden
que los pacientes con trastornos cognitivos y sin ellos estén causar somnolencia y trastornos de la marcha, y los antipsi-
unidos (tabla 10.12). En la actualidad ninguna opción ha de- cóticos, en especial los similares a la fenotiazina, que poseen
mostrado ser mejor. efectos extrapiramidales causantes de rigidez y disminución
La transición del hogar a la residencia suele ser difícil para de la movilidad.
la mayoría de los pacientes, se incrementa la confusión y em- Factores psicológicos y ambientales. La disminución de la
peoran las alteraciones conductuales durante las primeras movilidad es una manifestación común de la depresión. El
semanas. Una vez admitido en una residencia, el paciente no miedo a las caídas, la presencia de alteraciones sensoriales y
volverá a su domicilio o lo hará por cortos períodos y, por lo la existencia de un medio ambiental peligroso favorecen la
general, morirá en ella. inmovilidad.

Complicaciones. Las consecuencias de la inmovilidad son


Cuidadores graves y numerosas. El reposo en cama debe reservarse para
Cuando se habla de “carga” para los cuidadores se hace aquellas situaciones clínicas en las que el riesgo inherente a
referencia a la magnitud con que el cuidador percibe su mantener una actividad física sobrepasa a los riesgos muy
situación emocional o física, la vida social y el estado finan- significativos de la inmovilidad.
ciero como consecuencia del cuidado que presta a su fami- La falta de omisión, inherente a no reconocer los proble-
liar demenciado. Dicha carga se reduce cuando otros fa- mas de movilidad como situaciones patológicas y, por lo tan-
miliares brindan ayudas, visitan al paciente y al cuidador y to, potencialmente tratables, es sólo sobrepasada en frecuen-
facilitan breves períodos de descanso. Las grandes cargas in- cia y severidad por el pecado de “consejo”, que ocurre
dican mayor estrés y se correlacionan bien con el grado de cuando familiares, amigos o profesionales de la salud acon-
institucionalización. sejan el reposo en cama como un plan terapéutico para los
La depresión, los síntomas de estrés psicológico, el uso de ancianos.
fármacos psicotropos y las enfermedades clínicas se incre- La inactividad prolongada o la permanencia en cama en-
mentan entre los cuidadores de demenciados. Se ha observa- trañan consecuencias físicas, psicológicas y sociales adver-
do que el 55% de los cuidadores presentan síntomas depresi- sas. Las principales son:
vos. La depresión puede reducirse mediante la participación 1. Alteraciones del metabolismo, que incluyen balance
en grupos de soporte o de terapia, terapia individual o medi- cálcico y nitrogenado negativo, alteración en la tolerancia a
cación. la glucosa y modificaciones farmacocinéticas.

1293
GERIATRÍA

TABLA 10.13. Terapia física en el paciente anciano inmovilizado buyen a la inestabilidad y las caídas. Los sistemas visual, au-
ditivo, neurológico y musculosquelético deben trabajar en
Objetivos
Aliviar el dolor perfectas condiciones para mantener el equilibrio o respon-
Evaluar, mantener y mejorar la amplitud articular der ante situaciones inesperadas.
Evaluar y mejorar la fuerza, dureza y coordinación musculares La visión es importante para mantener la estabilidad tanto
Evaluar y mejorar la marcha y estabilidad en reposo como en movimiento. La disminución en la agu-
Valorar las ayudas a la deambulación deza y los campos visuales y en la sensibilidad de contrastes
Modalidades del tratamiento son hechos observados en este grupo poblacional.
Ejercicio activo (isométrico e isotónico) En los ancianos es frecuente el hallazgo de depósitos cál-
Ejercicio pasivo cicos en el órgano de Corti, cuya consecuencia es una pérdi-
Calor local da del equilibrio, sobre todo en la realización de movimien-
Hidroterapia tos bruscos.
Ultrasonidos Con el envejecimiento se observa una disminución en los
Estimulación eléctrica transcutánea
estímulos propioceptivos, en la velocidad de conducción
nerviosa y en la fuerza y la contracción musculares. Asimis-
mo se comprueban cambios en la marcha. Los ancianos tien-
2. Trastornos psicológicos de tipo depresión y desarrollo den a desarrollar una postura en flexión y una base de sus-
de delirio. tentación ampliada. Es frecuente observar una marcha lenta
3. Alteraciones musculosqueléticas, que incluyen fatiga, con pasos cortos y arrastrando los pies, con una disminución
contracturas, atrofia muscular y disminución de la densidad en el balanceo de los miembros superiores. La presencia de
ósea. enfermedades degenerativas osteoarticulares y los frecuentes
4. Complicaciones cardiopulmonares, pues, como conse- problemas podológicos pueden predisponer a las caídas.
cuencia del encamamiento prolongado, se produce una alte- Para una mejor comprensión, las caídas se dividirán, aun-
ración de los reflejos vasculares y una disminución del volu- que de forma artificial, en tres grandes grupos etiológicos:
men plasmático, todo lo cual predispone a la hipotensión 1. Caídas accidentales. Constituyen el 37% de las caídas.
postural. Es bien conocida la aparición de tromboflebitis, No obstante, los accidentes ocurren habitualmente en pre-
tromboembolia pulmonar, atelectasias y neumonía por aspi- sencia de una situación subyacente que incrementa la
ración, debido a su elevada morbimortalidad. posibilidad de que se produzcan. En pacientes con depri-
5. Consecuencias gastrointestinales y genitourinarias, a ve- vaciones sensoriales, los riesgos ambientales deben ser cui-
ces olvidadas, del tipo estreñimiento, impactación fecal, in- dadosamente valorados. Éstos incluyen: a) suelos resbaladi-
continencia urinaria y/o fecal e infección urinaria son fuente zos por la presencia de agua y/u orina, brillantes al estar
de molestias para el paciente y pueden producir una casca- pulidos o encerados, presencia de alfombras de pelo alto o
da de complicaciones. de rugosidades; b) una iluminación excesivamente intensa,
inadecuada o escasa; c) en el baño suelen ser frecuentes las
Tratamiento. En primer lugar se debe proceder a una cuida- caídas por la presencia de un piso húmedo o con obstácu-
dosa evaluación del estado funcional del paciente. Esta evalua- los, ausencia de barras o asideros y/o una taza de baño muy
ción debe incluir una detallada historia clínica y una valora- baja, y d) escaleras con ausencia de pasamanos, pobremen-
ción en las áreas física, mental (cognitiva y psicológica) y te iluminadas, peldaños gastados o muy elevados.
social. Los componentes de la valoración física comprenden En el hospital y en la residencia, el lugar más frecuente de
las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria y de la caídas es la habitación, sobre todo al lado de la cama, mien-
movilidad. Esta última puede realizarse a través del test de le- tras el paciente se acuesta o se levanta. El pico de máxima
vantarse y andar de Tinnetti que consiste en que el paciente se incidencia de caídas en estos niveles asistenciales ocurre en
levante de la silla, ande 10 pasos, se dé la vuelta y se siente. las primeras semanas. El motivo es la falta de familiaridad
Una vez conocido el grado de capacidad existente, y en con el medio y la ansiedad.
función de ella, se propondrán unos objetivos realizables a Las actividades asociadas con mayor frecuencia a caídas
través de tratamiento y medidas repetidas de la capacidad son el traslado hacia la cama (acostarse o levantarse), la silla
funcional. La fisioterapia debe ir dirigida a aliviar el dolor, o el baño, coger objetos del suelo, bajar escaleras, superfi-
aumentar la fuerza, el endurecimiento muscular, la amplitud cies resbaladizas, realización de actividades peligrosas como
articular y a mejorar la marcha. La terapia ocupacional enfo- deportes, subirse en sillas, etc.
ca sus esfuerzos en la capacidad funcional en las actividades 2. Caídas sin síncope. El 20-25% de las caídas ocurren sin
de la vida diaria mediante la utilización de ayudas y adapta- accidentes ni síncopes. Las enfermedades que producen de-
ciones del propio hogar (tabla 10.13). terioro sensorial, neurológico, cognitivo o musculosquelético
incrementan el riesgo de caídas. El factor de riesgo cardio-
vascular más frecuente es la hipotensión ortostática, que
Caídas puede ser asintomática en el 20% de los ancianos. Existen va-
rias situaciones en las que se puede hacer sintomática, entre
Las caídas son un problema clínico importante entre los ellas figuran: situaciones de bajo gasto cardíaco, disfunción
ancianos por su frecuencia y por sus consecuencias físicas, del sistema nervioso autónomo, deterioro del retorno veno-
psíquicas y sociales. so, permanencia en cama y utilización de determinados fár-
La incidencia depende de la localización del anciano. En macos.
el domicilio se producen 0,5 caídas/persona/año, el 5% de Las enfermedades neurológicas, como la de Parkinson, la
las cuales causan lesiones que en el 50% de los casos requie- parálisis supranuclear progresiva, la hidrocefalia con presión
ren hospitalización. En el medio hospitalario la incidencia es normal, los tumores intracraneales, los hematomas subdura-
de 1,5 caídas/cama/año y se relaciona con la severidad de la les, la disfunción vestibular y la neuropatía periférica, afec-
enfermedad, el motivo de ingreso y la utilización de fár- tan el control postural, producen una marcha anómala y, por
macos. La caída ocasiona una cascada de desastres, de for- lo tanto, favorecen las caídas. En la demencia, la frecuencia
ma que aparecen complicaciones significativas en el 13% de de caídas aumenta debido a una falsa interpretación de los
los casos. En el medio residencial la incidencia es de 2 caí- peligros ambientales y de las propias capacidades.
das/cama/año, de las cuales el 10-25% provoca lesiones, y el Existe una correlación directa entre el número de fárma-
2,4% implica fracturas. cos y la frecuencia de caídas. Los sedantes, al disminuir los
reflejos y el sensorio, son los que se asocian más a menudo a
Causas. Varios factores relacionados con la edad, que sue- caídas. Otros grupos farmacológicos incluyen: diuréticos, hi-
len interactuar con un medio agresivo y peligroso, contri- potensores, antagonistas del calcio, hipoglucemiantes, nitra-

1294
PROBLEMAS CLÍNICOS MÁS RELEVANTES EN EL PACIENTE GERIÁTRICO

tos, barbitúricos y antidepresivos tricíclicos. Los aminoglucó- TABLA 10.14. Principios del tratamiento del anciano
sidos, la furosemida, el ácido acetilsalicílico y la quinidina que ha sufrido una caída
afectan el sistema vestibular y, por este mecanismo, favore-
cen las caídas. Tratamiento de las lesiones
3. Caídas con síncope. Los síncopes causan el 1% de todas Tratamiento de la causa subyacente
Terapia física y educacional
las caídas. El 50% de ellas son de origen cardiovascular. Las Entrenamiento de la marcha
arritmias sólo causan síncopes y caídas cuando se asocian a Fortalecimiento muscular
alteraciones en la irrigación cerebral. Otras causas cardíacas Ayudas para la deambulación
son el infarto agudo de miocardio de presentación atípica, la Adaptaciones
miocardiopatía hipertrófica y la estenosis aórtica. Calzado adecuado
Entre las causas de síncopes vasovagales, incremento del
tono vagal con bradicardia e hipotensión, se encuentran la Actuaciones sobre el medio
tos, la micción, la hiperventilación y la defecación. Eliminar obstáculos
Iluminación adecuada
Modificaciones del hogar
Consecuencias. Las caídas tienen consecuencias en los ám-
bitos médico, psíquico y social.
1. Los problemas médicos son los más obvios e incluyen
fractura de cadera, columna vertebral y costillas. Los ancia- El objetivo básico del tratamiento del paciente después de
nos suelen presentar más traumatismos craneales como con- una caída es minimizar el riesgo de nuevas caídas sin com-
secuencia de una alteración fisiológica del reflejo de protec- prometer la movilidad y la independencia funcional. Los
ción, que consiste en extender la mano para evitar el golpe componentes estratégicos para prevenir las caídas son los si-
cefálico. guientes: a) valoración y manejo de los factores de riesgo;
La fractura de cadera es la lesión que con mayor frecuen- b) observación y evaluación del balanceo y de la marcha;
cia (80% de todas las fracturas del anciano) requiere hospita- c) valoración de la seguridad del medio, y d) revisión de las
lización. El 25% de los pacientes fallece en los siguientes circunstancias de las caídas previas.
6 meses, y el 60% de los que sobreviven presentan disminu- Las primeras medidas terapéuticas consistirán en mejorar
ción importante de la movilidad y el 25% permanece con de- el estado general de salud, tratar los problemas obvios e inte-
pendencia funcional. rrumpir la ingesta de fármacos perjudiciales.
Los hematomas y las laceraciones cutáneas son comunes Tanto el fisioterapeuta como el terapeuta ocupacional
en los ancianos debido a los cambios en la piel, alteraciones pondrán en marcha programas específicos de fortalecimien-
vasculares o enfermedad subyacente. to muscular y de reentrenamiento de la marcha y del balan-
2. Las consecuencias psicológicas incluyen miedo, depre- ceo. El terapeuta corregirá las posturas incorrectas y adiestra-
sión y ansiedad. rá en las formas seguras de acostarse, sentarse y levantarse
3. Las repercusiones en el ámbito social pueden ser dra- tanto de la cama como de la silla. Al aumentar la movilidad,
máticas e incluyen dependencia, aislamiento social e inclu- lo hará la seguridad del paciente. Dentro del quehacer del te-
so institucionalización. rapeuta ocupacional, las adaptaciones en el hogar, que se
El punto final y básico de las consecuencias negativas es acompañarán de una disminución de los peligros ambienta-
la pérdida global de capacidad funcional. les, ocupan un lugar primordial del manejo terapéutico (ta-
bla 10.14). El apoyo psicológico es otro punto fundamental,
Evaluación y tratamiento. En todas las personas mayores sobre todo en relación con los temores del paciente. Puede
de 75 años que sufran una caída es mandatoria la realización ser beneficioso el refuerzo social que implique un aumento
de una evaluación sistemática y detallada. en el número y la variedad de contactos.
La conocida recomendación de realizar una historia co-
rrecta es particularmente valiosa en las caídas. Se valorarán
las actividades antes, durante y después de la caída, la exis- Úlceras por presión
tencia de síntomas prodrómicos y la medicación global que
recibe el paciente. Constituyen la situación más común, prevenible y tratable
La audición y la visión deben examinarse cuidadosamen- de las que acompañan al anciano inmóvil. Como su nombre
te. Hay que valorar la utilización de lentes, la agudeza visual, indica, se producen sobre áreas del cuerpo que están ex-
la visión periférica y la discriminación de colores y contras- puestas a una presión elevada y prolongada.
tes. Se estima que, después de 3 semanas de encamamiento,
Se debe realizar una cuidadosa exploración de la marcha la prevalencia es del 7,7%. El 71% de las úlceras por presión
con el paciente vestido y calzado en forma adecuada, inicial- aparecen en pacientes mayores de 70 años. Se calcula que
mente sentado en un sillón apropiado. La zona que ha de re- aproximadamente el 20% de los ancianos que viven en resi-
correr debe estar libre de barreras y el suelo debe ser uni- dencias desarrollarán úlceras por presión en algún momento
forme. Entre los diferentes parámetros que hay que tener de su evolución.
en cuenta destacan: a) simetría en la longitud de los pasos;
b) inclinación pelviana; c) amplitud del paso largo; d) mo- Factores de riesgo. El principal factor de riesgo es la inmo-
vimiento de los brazos, y e) postura del tronco durante la vilidad, bien por encamamiento bien por sedestación persis-
deambulación. tente.
Se debe examinar el equilibrio, observando balanceo, bra- Los cambios que ocurren en la piel asociados al envejeci-
ceo y oscilaciones durante la incorporación desde la silla, en miento, como la pérdida de vasos en la dermis, el adelgaza-
bipedestación, en la deambulación de puntillas y en el giro miento de la epidermis, el aplanamiento de la línea de unión
del cuerpo. dermoepidérmica, la pérdida de fibras elásticas y el aumento
La valoración del paciente que ha sufrido una caída debe de la permeabilidad cutánea, incrementan la susceptibilidad
incluir la exploración del medio ambiente, en busca de pel- al desarrollo de úlceras.
daños desgastados, barandillas en mal estado, existencia de Lo mismo ocurre con los trastornos nutricionales, como la
alfombras, muebles inestables, escasa iluminación, etc. Asi- hipoproteinemia y los déficit de cinc, de hierro y de ácido as-
mismo, se explorará la capacidad para la realización de acti- córbico. La incontinencia, tanto urinaria como fecal, multi-
vidades básicas (escala de Katz) e instrumentales (escala de plica por cinco el riesgo, al igual que todo tipo de fracturas,
Lawton-Brody), el estado cognitivo (miniexamen cognitivo sobre todo de cadera. Otros factores de riesgo son la presen-
de Folstein) y la presencia de depresión (escala de Yesa- cia de deterioro cognitivo, la insuficiencia vascular periféri-
vage). ca, la desnervación y la anemia.

1295
GERIATRÍA

TABLA 10.15. Principios en el cuidado de las úlceras por presión ha comprobado que uno de los mejores factores de cicatriza-
ción de las úlceras es el establecimiento de un balance nitro-
Prevención genado positivo.
Identificar a los pacientes de riesgo Los antibióticos administrados por vía sistémica están indi-
Disminuir la presión y fricción cados en presencia de sepsis, celulitis, osteomielitis y como
Mantener la piel seca y limpia
Nutrición e hidratación adecuadas profilaxis de la endocarditis. Las sepsis originadas en las úl-
Evitar la sobresedación ceras de presión tienen una mortalidad del 50% en pacientes
hospitalizados. En el 20-30% de los casos están causadas por
Úlceras de grados I y II más de un germen. Por lo tanto, están indicados antibióticos
Evitar la presión y la humedad de amplio espectro (cefotetán o ticarcilina-ácido clavuláni-
Cuidados locales de la piel co) que cubran microorganismos gramnegativos, grampositi-
vos y anaerobios.
Úlceras de grado III Medidas locales. El tratamiento local de la úlcera depende,
Desbridar tejidos necróticos
Limpieza y cuidados de la úlcera en gran medida, de la extensión del daño tisular.
a) Desbridamiento. Si existe material necrótico está indi-
Úlceras de grado IV cado realizar un desbridamiento local sin lesionar el tejido
Desbridar tejidos necróticos de cicatrización. El azúcar granulado puede ser de utilidad
Reparación quirúrgica para limpiar el exceso de secreción purulenta. La utilización
Antibióticos sistémicos si existe celulitis u osteomielitis de preparaciones enzimáticas tipo colagenasa, fibrinolisina,
desoxirribonucleasa y estreptocinasa-estreptodornasa puede
ayudar al desbridamiento quirúrgico.
Cuatro son los elementos implicados en la génesis de estas Es razonable usar un antiséptico local durante un período
úlceras: la presión, las fuerzas de cizallamiento-estiramiento corto. Los que han demostrado ser bactericidas y no citotóxi-
y de fricción, y la humedad. La fricción y la humedad son los cos son, entre otros, la povidona yodada al 0,001% y el hipo-
factores más importantes en el desarrollo de lesiones superfi- clorito sódico al 0,005%.
ciales de la piel, mientras que la presión y el cizallamiento le- b) Curas oclusivas. Los apósitos hidrocoloides oclusivos
sionan los tejidos profundos. han demostrado ser útiles en las heridas superficiales, pero
no en las profundas. Constituyen el tratamiento óptimo para
Estadificación. Las úlceras por presión se clasifican según el las úlceras en estadio II.
grado de lesión tisular. Las nuevas recomendaciones de la c) Cirugía. Se escinde la úlcera en bloque con amplios
Agency for Health Care Policy and Research (AHCPR) estable- márgenes hasta el hueso y se efectúa un injerto rotando una
cen cuatro estadios: placa de espesor completo, con grasa y músculo, para cubrir
Estadio I. Piel intacta pero eritematosa que no blanquea la herida. Este tipo de tratamiento se debe valorar en los esta-
con la presión. dios III y IV.
Estadio II. Pérdida parcial del espesor cutáneo, con afecta- d) Apósitos húmedos. El desbridamiento quirúrgico y enzi-
ción de la epidermis y la dermis. La úlcera es superficial. mático y las gasas no selectivas retrasan la epitelización. Por
Estadio III. Pérdida completa del espesor de la piel, con lo tanto, deben suspenderse cuando se haya eliminado el
afectación del tejido celular subcutáneo. La lesión puede ex- material necrótico y sólo se observe tejido de granulación
tenderse hasta la fascia subyacente, pero no atravesarla. sano y rosado. Cuando la herida está limpia se requiere un
Estadio IV. Pérdida de la piel en todo su espesor, con des- ambiente húmedo para que se produzca la migración de las
trucción extensa, necrosis tisular o lesión de los músculos, células epiteliales hacia la superficie desde el tejido de gra-
huesos o estructuras de soporte. nulación profundo.
Al clasificar las úlceras, es importante señalar que los mús-
culos y el tejido subcutáneo son más susceptibles a la lesión
que la epidermis. Por tanto, el clínico debe sospechar una Incontinencia urinaria
afectación mayor de la que puede indicar la lesión de la su-
perficie cutánea. La incontinencia urinaria se puede definir como la pérdi-
da involuntaria de orina que provoca un problema higiénico
Tratamiento. Con respecto al tratamiento, tanto profiláctico y/o social demostrable objetivamente. Su incidencia en an-
como terapéutico, cabe descatar las siguientes medidas (ta- cianos que viven en la comunidad es del 5-10%, en pacientes
bla 10.15): hospitalizados del 35% y a nivel residencial alcanza al 50%
Medidas generales. La mejor medida es la movilidad conti- de la población.
nuada del paciente: cambiarlo de posición cada 2 h, colo- En relación con la edad se han observado algunos cam-
carlo girado 30º en posición oblicua, no elevar la cabece- bios en el tracto urinario bajo, aunque la universalidad de
ra de la cama más de 30º y levantarlo si está sentado cada los resultados es dudosa. No obstante, entre los cambios en
10 min durante 10 seg. Los colchones de aire con presión al- la función vesical que se atribuyen a la edad se incluyen: me-
ternante y los de agua disminuyen a menos de la mitad la in- nor capacidad de la vejiga, aumento del volumen residual,
cidencia de úlceras por presión en pacientes hospitalizados. contracciones desinhibidas de la vejiga y disminución de la
Medidas antipresión. El objetivo de los diferentes métodos longitud funcional de la uretra. Todas esas alteraciones pre-
existentes es reducir la presión sobre las estructuras óseas a disponen al anciano a desarrollar incontinencia.
valores inferiores a 32 mmHg, ya que es la presión aceptada
a partir de la cual puede cesar el flujo sanguíneo y producir-
se isquemia.
Tipos de incontinencia
Los medios se pueden clasificar en estáticos y dinámicos. Los Incontinencia transitoria. En el 50% de los ancianos hospi-
estáticos sólo ejercen su función cuando se moviliza el pacien- talizados que presentan incontinencia, ésta es de tipo reversi-
te, y entre ellos se incluyen geles, espumas y algunas camas de ble, mientras que en el 33% de los que viven en la comuni-
aire. Los dinámicos requieren un sistema de energía adicional. dad se trata de pérdidas urinarias transitorias. Las causas que
Entre ellos destacan las camas de aire con presión alternante, el desencadenan la incontinencia aguda son múltiples, pero las
sistema de soporte de baja pérdida de aire, las camas de aire principales son: infecciones del tracto urinario, delirio, vagi-
fluidificado y los modernos sistemas de microsferas. nitis o uretritis atrófica, fármacos (sedantes, diuréticos, anti-
Medidas sistémicas. Los factores nutricionales son de gran colinérgicos, antagonistas del calcio), disfunción psicológi-
valor, y puede ser útil establecer una dieta rica en calorías y ca, trastornos endocrinos (hiperglucemia e hipercalcemia),
aminoácidos con suplementos vitamínicos (vitamina C). Se inmovilidad e impactación fecal.

1296
PROBLEMAS CLÍNICOS MÁS RELEVANTES EN EL PACIENTE GERIÁTRICO

Incontinencia de urgencia. También conocida como inesta- TABLA 10.16. Tratamiento de la incontinencia urinaria
bilidad del detrusor, es el tipo de incontinencia urinaria más en los ancianos
frecuente (65% de los casos) entre las personas mayores.
Esta incontinencia se produce cuando las contracciones no Tipo de Tratamiento Tratamiento
inhibidas del detrusor superan la resistencia de la uretra, lo incontinencia no farmacológico farmacológico
que permite la pérdida de pequeñas cantidades de orina. Los De urgencia Terapia de comportamiento Oxibutinina
ancianos presentan una súbita urgencia de orinar y un resi- Entrenamiento de hábitos Flavoxato
duo posmiccional con frecuencia menor de 50 ml. Reentrenamiento vesical Imipramina
Básicamente, existen cuatro mecanismos responsables de Entrenamiento de la Propantelina
este tipo de incontinencia: defectos en la regulación por par- continencia
Biorretroacción
te del SNC, obstrucción del tracto urinario inferior, afecta-
ción orgánica vesical e inestabilidad idiopática. Estrés Ejercicios del suelo pelviano Estrógeno
La hiperactividad del detrusor con deterioro de la contrac- Biorretroacción +
tilidad, entidad descrita recientemente, es desde el punto de Estimulación eléctrica Agonista
vista urodinámico un subtipo de inestabilidad del detrusor. Cirugía alfadrenérgico
La valoración urodinámica parece indicar un deterioro pro-
gresivo de la inestabilidad, aunque son necesarios más estu- Por rebosamiento Sondaje Prazosina
dios para confirmar esa hipótesis. Es una causa preponderan- Cirugía Betanecol
te entre los ancianos ingresados. Por hiperactividad Terapia de comportamiento Relajante
Incontinencia por rebosamiento. Ocurre cuando la presión del detrusor Sondaje vesical tipo
de llenado vesical excede a la uretral, pero sólo con grandes Pañales oxibutinina
volúmenes de orina dentro de la vejiga. Suele corresponder
a la etapa final de la obstrucción del tracto inferior urina-
rio y se caracteriza por un residuo posmiccional superior a
100 ml. gonistas del calcio limitan la disponibilidad de los iones de
Dentro de este grupo se puede incluir el diagnóstico urodi- calcio necesarios para la contracción del detrusor y, median-
námico de detrusor acontráctil. Suele asociarse a lesiones te este mecanismo, reducirían las contracciones no inhibi-
neurológicas tipo accidente vascular cerebral, neuropatía das. No obstante, la experiencia con estos fármacos es es-
diabética o tumoraciones del centro sacro. Clínicamente se casa.
manifiesta con síntomas obstructivos, aunque algunos pa- La teloridina es un fármaco con propiedades anticolinérgi-
cientes pueden referir polaquiuria. cas y bloqueadoras de los canales de calcio, bien tolerado
Incontinencia de estrés. Se produce cuando el aumento de por los ancianos. No se conoce en la actualidad su eficacia
presión intrabdominal supera la resistencia uretral, permi- en relación con otros fármacos.
tiendo la expulsión de pequeñas cantidades de orina. Entre Las técnicas de comportamiento incluyen entrenamiento
sus causas se incluyen la deficiencia estrogénica, la debili- de hábitos, continencia y reentrenamiento vesical. Requie-
dad de los músculos pelvianos, la debilidad del esfínter ure- ren que el anciano tenga niveles funcionales elevados y esté
tral y la obesidad. Clínicamente existen pequeñas pérdidas motivado. Las técnicas de biorretroacción intentan evitar la
de orina después de la tos o de un acceso de risa. El residuo incontinencia alterando las respuestas fisiológicas de la veji-
posmiccional es mínimo. ga y la musculatura del suelo pélvico. Una última opción con
Incontinencia funcional. Este tipo de incontinencia tiene lu- resultados esperanzadores es la estimulación eléctrica.
gar cuando un anciano continente con tracto urinario intac- Incontinencia por rebosamiento. En casos de obstrucción
to no desea o es incapaz de alcanzar el lavabo para orinar. prostática se realizará la prostatectomía. En las situaciones
Son variadas las situaciones que contribuyen a este tipo de de obstrucción de la uretra distal en el sexo femenino se pro-
incontinencia, entre ellas: depresión, hostilidad, alteraciones cederá a dilataciones uretrales o a uretrotomía endoscópica.
musculosqueléticas, ausencia de iluminación en la habita- El tratamiento farmacológico utilizando agonistas colinérgi-
ción, etc. cos y bloqueadores adrenérgicos no suele ser eficaz. No se
tiene experiencia, en la actualidad, con los nuevos inhibido-
Evaluación. Como en la mayoría de las entidades clínicas, res de la α-reductasa.
es conveniente la protocolización diagnóstica. Se comenzará En los casos de detrusor acontráctil, el único método utili-
por una historia clínica lo más completa posible. En la explo- zado es el cateterismo vesical intermitente.
ración física se prestará especial atención a la sensibilidad Incontinencia de estrés. Las contracciones repetidas de los
anal y perianal, con observación del introito vulvar, evalua- músculos del suelo pelviano mejoran la incontinencia de es-
ción prostática, motricidad y reflejos tipo bulbocavernoso y trés en el 60% de los pacientes. Estos ejercicios deben reali-
cremastérico. zarse varias veces al día (100 repeticiones o más), y pueden
Se recomienda una valoración del residuo posmiccional transcurrir de 2 a 9 meses antes de que se aprecie su efecto.
de todo anciano con incontinencia y se sugiere el estudio La estimulación eléctrica del suelo pelviano con corriente fa-
urológico en pacientes con más de 100 ml. El estudio urodi- rádica puede ser útil en algunos casos.
námico formal (cistomanometría, flujometría, prueba de pre- El tratamiento farmacológico está basado en la utilización
sión detrusor/flujo miccional, perfil uretral) no se realiza ha- de alfadrenérgicos (seudoefedrina, 15-30 mg/6-8 h) y un es-
bitualmente durante la evaluación inicial. Las indicaciones trógeno por vía oral o vaginal.
para la práctica de este estudio son: incontinencia tras ciru- El tratamiento quirúrgico consiste en la elevación de la
gía prostática, antes de cirugía de la incontinencia, ausencia unión uretrovesical hacia una situación intrabdominal por
de respuesta médica, aumento del residuo posmiccional y encima del pubis.
existencia de grandes dudas diagnósticas. En ocasiones sólo es posible manejar la incontinencia con
la utilización de colectores externos, compresas y otros mate-
Tratamiento. Incontinencia de urgencia. Los tratamientos bá- riales con propiedades absorbentes (tabla 10.16).
sicos de este tipo de incontinencia incluyen los farmacológi-
cos y la terapia de comportamiento. Se utilizan fármacos con
actividad anticolinérgica y con propiedades antiespasmó- Trastornos sexuales
dicas del tipo oxibutinina (2,5 mg/8-12 h), propantelina
(15 mg/6 h), flavoxato (100-200 mg/6-8 h). Entre los efectos Los prejuicios sociales y la ignorancia llevan a muchos
secundarios de estos fármacos destacan: confusión, agita- profesionales de la salud a evitar el tema de la sexualidad en
ción, hipotensión y, sobre todo, sequedad de boca. Los anta- el anciano. Durante años, la sexualidad de los ancianos fue

1297
GERIATRÍA

catalogada como una aberración; sin embargo, cada vez pa- trada por la ignorancia o malestar del personal del centro y/o
rece más claro y aceptado que la función y la satisfacción se- por los reglamentos inhumanos y mecánicos sobre el com-
xuales son deseables y posibles en la mayoría de ellos. No portamiento institucional “apropiado”.
obstante, en la actualidad muchas insatisfacciones sexuales 6. Las propias personas mayores no admiten su deseo ni
no son referidas y, en consecuencia, no son diagnosticadas su capacidad o, si lo hacen, la culpa puede ser un compañe-
ni tratadas correctamente. ro silencioso.
La actividad sexual depende de las características físicas,
psicológicas y biográficas del individuo, de la existencia de
una pareja y de sus características y también del contexto so-
Cambios patológicos
ciocultural en el que se lleva a cabo la relación. Además de los cambios asociados al envejecimiento en
los aspectos anatómicos, funcionales y psicosociales, mu-
chas enfermedades y fármacos pueden alterar la capacidad
Cambios anatómicos y funcionales sexual.
Varones. Predominan los cambios en la fisiología sobre las La diabetes de larga duración se acompaña de afectación
modificaciones anatómicas. La erección es más tardía y re- vascular y neuropática, ambas relacionadas con la ingurgita-
quiere más caricias y contactos en la estimulación directa so- ción y erección del pene. La cirugía pelviana, a menudo sin
bre el pene. El período refractario tras la erección aumenta causa directa, ha significado una barrera a la actividad se-
notablemente, de forma que una vez desaparecida, suelen xual efectiva. Con el perfeccionamiento de los procedimien-
pasar días antes de obtener otra erección completa. tos quirúrgicos, los vasos sanguíneos apenas resultan afec-
La eyaculación se retrasa como consecuencia de una dis- tados. No obstante, la resección transuretral de próstata pro-
minución en la sensibilidad del mecanismo eyaculador, re- duce, en un pequeño porcentaje de individuos, impotencia
duciéndose de igual manera la frecuencia de eyaculaciones orgánica. Otras enfermedades que pueden interferir en una
precoces. El orgasmo tiene una duración más corta y gene- vida sexual normal incluyen: uremia, enfermedades del tiroi-
ralmente hay una reducción o ausencia de la primera etapa des, desnutrición, enfermedad pulmonar obstructiva crónica,
o demanda eyaculatoria. La segunda etapa, la expulsión del artrosis, artritis reumatoide y presencia de secuelas neuroló-
bolo seminal a través del pene, acaba con una o dos contrac- gicas.
ciones en el anciano, en contraste con las cuatro o más con- La enfermedad coronaria produce con frecuencia la termi-
tracciones del hombre joven. nación de la sexualidad sobre todo después de un infarto
Se desconoce la causa precisa de todos esos cambios. Se agudo de miocardio. Esta situación está basada en rumores,
ha observado un descenso de testosterona circulante y de su mitos y miedos. Las recomendaciones al paciente coronario
conversión en dihidrotestosterona, pero la significación de normalmente se refieren a dejar de fumar, reducir el coleste-
estos descensos es desconocida en la actualidad. rol y la ingestión de lípidos, mientras que la actividad sexual
cabe interpretarla en el contexto de las actividades físicas de
Mujeres. La reducción en los niveles de estrógenos y proges- rehabilitación.
tágenos y de la eficacia circulatoria produce una serie de Los fármacos psicotropos (antidepresivos tricíclicos, anti-
cambios anatómicos y funcionales en la mujer de edad avan- parkinsonianos) con efecto anticolinérgico disminuyen la ca-
zada. La pérdida de tejido vulvar, la reducción del cérvix, del pacidad de erección. El alcohol y los sedantes debilitan la
cuerpo del útero y de los ovarios y la leve disminución del ta- erección y retardan la eyaculación. Los fármacos antihiper-
maño del clítoris tienen un efecto mínimo sobre la actividad tensivos, incluidos los betadrenérgicos, causan disminución
sexual. Las diferencias en el canal vaginal, con mayor in- de la libido, falta de erección y retraso en la eyaculación. En
fluencia en el comportamiento sexual, que se relacionan con consecuencia, en cualquier paciente con disfunción sexual
la edad son: reducción de la longitud y circunferencia, aisla- es necesaria una revisión precoz y cuidadosa del tratamiento
miento gradual de los pliegues vaginales, disminución de la medicamentoso.
mucosa y pérdida de elasticidad. La causa más frecuente de disfunción sexual de origen psi-
Desde el punto de vista funcional, los datos más importan- cógeno es la depresión, que debe descartarse en cualquier
tes son la disminución en la capacidad de la vagina y el au- caso. También puede existir una depresión reactiva a una
mento del tiempo requerido para su lubricación. Es significa- disfunción debida a otra causa, que la empeore.
tivo el hecho de que la respuesta clitorídea permanezca
intacta e incluya la elevación y el alisamiento del borde ante-
rior de la sínfisis.
Impotencia. Dispareunia
La impotencia es un problema muy frecuente entre los va-
rones ancianos, afectando al 25% de ellos a los 65 años, al
Cambios psicosociales 55% a los 75 años y hasta al 75% a los 80 años. La causa más
Numerosos problemas en las áreas psíquica y ambiental frecuente en los ancianos, a diferencia de los jóvenes o per-
dificultan el mantenimiento de una actividad sexual conti- sonas de edad media, es la vascular, responsable de casi la
nuada en el anciano. Por su importancia y frecuencia cabe mitad de los casos. En el 25% puede ser secundaria a fár-
destacar los siguientes: macos, y hasta en el 10%, a depresión. El tratamiento de la
1. El progresivo alargamiento entre las erecciones y la ma- impotencia debe encaminarse a la causa específica. No obs-
yor dificultad para conseguirlas pueden producir una situa- tante en la actualidad se dispone de diversos métodos ines-
ción de ansiedad, la cual, a su vez, puede reducir aún más la pecíficos, como sistemas de tumefacción en vacío, prótesis
actividad sexual. peneanas, inyecciones intracavernosas de papaverina, fento-
2. Muchas personas se niegan a cambiar sus costumbres y lamina o prostaglandinas, que pueden dar resultados acepta-
no aceptan otros métodos de actividad sexual como la esti- bles.
mulación oral o manual. De esta manera se empobrece y re- La dispareunia de introducción puede afectar al 30% de
ducen más las posibles expectativas. las mujeres posmenopáusicas. El adelgazamiento y la seque-
3. Cambios en los “cánones” de belleza que llegan a origi- dad de las paredes vaginales pueden dificultar la penetra-
nar situaciones de “rechazo” del propio cuerpo. ción y causar dolor y sangrado. La uretra y la vejiga, que su-
4. Disponibilidad de pareja y capacidad de ésta para man- fren una ligera atrofia, pueden complicar los síntomas
tener actividad sexual. Así, el 74% de los varones y el 57% de genitales. Las contracciones uterinas durante el orgasmo
las mujeres casadas mantienen alguna actividad sexual, fren- pueden ser espasmódicas y dolorosas en lugar de rítmicas y
te al 31% de los varones y el 6% de las mujeres sin pareja. placenteras. La restauración hormonal (estrógenos y proges-
5. La institucionalización no elimina el deseo ni las necesi- terona) es la terapia más aceptable, en la actualidad, para las
dades sexuales, pero su expresión se ve con frecuencia frus- mujeres menopáusicas y, al parecer, ha sustituido al trata-

1298
PROBLEMAS CLÍNICOS MÁS RELEVANTES EN EL PACIENTE GERIÁTRICO

miento basado en estrógenos. Es un tratamiento eficaz para Las diversas alteraciones del sueño se han clasificado de
aumentar el bienestar y la habilidad para la actividad sexual, forma consensuada en los siguientes grupos: a) alteracio-
reduce la inestabilidad vasomotora, la vaginitis y mejora la nes para conciliar o mantener el sueño; b) somnolencia ex-
lubricación inadecuada. Este método no parece aumentar el cesiva; c) alteraciones del ritmo vigilia-sueño, y d) parasom-
riesgo de cáncer endometrial, flebitis o hepatopatías. La utili- nias.
zación de lubricantes grasos durante el coito puede mejorar
la dispareunia de introducción. Se discute en la actualidad la
utilidad de los andrógenos en las mujeres posmenopáusicas.
Insomnio
Se ha sugerido que la masturbación puede ayudar a man- Las personas con insomnio se quejan de dormir mal por la
tener la potencia en los varones de edad avanzada y la lubri- noche y acusar cansancio durante el día. Esta alteración pue-
cación en las mujeres de la misma edad. Además, estimula el de ser transitoria o persistente. Los insomnios transitorios es-
apetito sexual, contribuye al bienestar y relaja las tensiones. tan desencadenados por un problema médico, situacional o
La investigación clínica y social sugiere que la barrera más psicológico agudo. Se debe tratar la causa subyacente, lo
destructiva y restrictiva de la actividad sexual de los ancia- que incluye consejos generales, retirada de fármacos y/o al-
nos es la actitud social negativa ante la sexualidad en la últi- cohol y, en ocasiones, tratamiento a bajas dosis y durante pe-
ma fase de la vida. El médico tiene una posición privilegiada ríodos cortos con hipnóticos.
para ofrecer la educación sanitaria, de manera que se com- El insomnio se considera persistente cuando su duración
prendan los cambios normales de la sexualidad con la edad, es superior a 3 semanas. Entre sus causas destacan:
dar consejos que sirvan de apoyo y no de crítica y sugerir la 1. Psicológicas, como la depresión, estados de ansiedad,
terapia química y/o psicológica cuando sean necesarios. miedo y enfermedad afectiva bipolar.
2. Abuso de hipnóticos-sedantes.
3. Situaciones médicas como dolor, disnea, parestesias,
Trastornos del sueño disfagia y abstinencia alcohólica.
4. Mioclonías relacionadas con el sueño. Consisten en mo-
Las quejas sobre el sueño en los ancianos no deben ser in- vimientos periódicos de flexión de rodillas, tobillos y caderas
fravaloradas, pues éstos consumen el 40% de todos los hip- con extensión de los dedos de los pies, que suelen durar 20-
nóticos administrados. 40 seg y tienen una periodicidad de más de 5 episodios por
Existen variaciones en el patrón del sueño con el envejeci- hora de sueño. Estos movimientos alteran el sueño normal y
miento fisiológico, entre las cuales cabe destacar las siguien- se asocian a apnea del sueño, narcolepsia, fibromialgias
tes: y uremias. Su prevalencia varía entre el 4 y el 30% del total
1. En general, el tiempo total de sueño está disminuido. El de quejas del sueño. En estos pacientes puede ser eficaz rea-
anciano pasa la mayor parte de su sueño en fases I y II no- lizar un ejercicio físico moderado antes de acostarse y/o do-
REM, y es escasa la fase IV. La fase REM está conservada has- sis moderadas de clorazepam u oxazepam.
ta edades muy avanzadas. No obstante, las variaciones indi- Antes de iniciar un tratamiento farmacológico se debe in-
viduales son muy amplias. vestigar el ambiente que rodea al sueño e incluso indicar al-
2. Alteración para conciliar el sueño. Así, una de cada gunas técnicas que puedan mejorar al insomne. Asimismo,
3 mujeres y uno de cada 5 varones mayores de 65 años tar- se indicarán consejos generales, entre los que destacan evi-
dan una media de 30 min en conciliar el sueño. tar la ingestión de cafeína, nicotina y alcohol antes de acos-
3. El número de despertares, una vez alcanzado el sueño, tarse y la permanencia en la cama sin estar dormido largos
se incrementa con la edad. La mayoría de las personas ma- períodos, e indicar técnicas de relajación progresiva, au-
yores de 65 años presentan despertares de duración superior tohipnosis, meditación y biorretroacción.
a 30 min. Puede iniciarse el tratamiento con difenhidramina, antihis-
4. Hay una mayor tendencia a las siestas; así, alrededor del tamínico sedante, debido a sus escasos efectos secundarios.
20% de los ancianos realizan de forma habitual y rutinaria Los ancianos con insomnio crónico se pueden beneficiar de
una siesta. dosis mínimas de antidepresivos del tipo amitriptilina o trazo-
5. Las enfermedades crónicas, muy frecuentes en los ancia- dona.
nos, con síntomas de dolor, disnea o polaquiuria, pueden inter- Las benzodiazepinas, debido a su toxicidad y riesgo de de-
ferir en el sueño normal. También pueden influir en el sueño pendencia en los ancianos, se utilizarán con mucha cautela,
enfermedades psiquiátricas, como depresión, ansiedad y de- eligiendo la mínima dosis y el fármaco de menor actividad y
mencia. La ingesta de fármacos, muy frecuente en ancianos, vida media. El alprazolam y el oxazepam inducen un co-
puede alterar tanto la cantidad como la calidad del sueño. mienzo rápido del sueño, tienen poca acumulación y provo-
can menos intoxicación. Sin embargo, los riesgos de toleran-
Evaluación. En primer lugar hay que establecer claras dife- cia, dependencia y reacciones de retirada son altos. Las
rencias entre las enfermedades y las alteraciones del sueño. benzodiazepinas de vida media larga, como el diazepam, de-
Así, las quejas sobre las formas de conciliar y mantener el ben evitarse en los ancianos. Los barbitúricos presentan va-
sueño son endémicas, naturales e irreversibles en los ancia- rios inconvenientes, como tendencia a crear hábito, graves
nos y con pocas consecuencias en la calidad de vida y, por interacciones medicamentosas, problemas enzimáticos he-
lo tanto, no requieren un abordaje diagnóstico y terapéutico páticos y fenómenos de rebote como agitación y delirio. És-
complejo. No obstante, la diferencia entre enfermedades y tos son los motivos por los que está contraindicado su uso en
alteraciones no es fácil, sobre todo en el anciano. el tratamiento del insomnio.
Hay que realizar una historia médica y psiquiátrica com-
pleta, con especial atención al consumo de fármacos y alco-
hol. Se debe obtener información sobre el medio ambiente
Somnolencia
durante el sueño, el patrón de comidas, la práctica de ejerci- Se caracteriza por un adormecimiento diurno excesivo,
cio físico y la existencia de situaciones estresantes. Se efec- con deterioro del sueño nocturno. Es importante descartar
tuará una exploración física completa en busca de signos de todas las causas que puedan ser responsables, algunas fácil-
enfermedades que afecten el sueño. mente corregibles, y a las que personas mayores son tan pro-
Cuando se requieran estudios más específicos se utilizará pensas, por ejemplo, hipotiroidismo, uremia, hipercalcemia,
la polisomnografía: el paciente duerme 2-3 noches en un am- anemia, hipercapnia, alteración de la función hepática, epi-
biente con temperatura y ruidos controlados y se realizan lepsia, esclerosis múltiple y neurosífilis. Ciertos fármacos
medidas cuantitativas de latencia del sueño, tiempo total de pueden generar efectos sedantes en los ancianos y ser res-
sueño, frecuencia y duración de los despertares, fases del ponsables de somnolencia. Entre ellos se incluyen: barbitúri-
sueño y movimientos corporales. cos, neurolépticos, antihistamínicos, benzodiazepinas, anti-

1299
GERIATRÍA

depresivos e hipotensores. Una vez descartadas las causas ci- menos 2 h. El sueño nocturno es normal y reparador. No
tadas, es posible hallar: existe un tratamiento ideal en este momento, ya que los esti-
1. Enfermedades respiratorias relacionadas con el sueño, mulantes del SNC han dado pobres resultados.
como la apnea del sueño, que es la causa más común de
somnolencia diurna. Este síndrome se caracteriza por perío- Bibliografía especial
dos de apnea o hipopnea de 10 seg de duración, que ocu- CASSEL CK, REINSENBERG DE, SORENSEN LB, WALSH J. Geriatric Medicine.
rren más de 5 veces a la hora o 30 veces en 7 h. Se pueden Nueva York, Springer, 1990.
distinguir tres formas: a) apnea central, causada por fallo del CUMMINGS JL, BENSON DF. Dementia. A clinical approach. Boston, But-
SNC en la estimulación del diafragma y de los músculos in- terworth-Heineman, 1992.
tercostales; b) apnea obstructiva, causada por alteración en CHIODO L, GERETY MB. Medical evaluation of the geriatric patient. En:
la relajación de los músculos de la garganta en la faringe pos- KATZ MS, ed. Geriatric Medicine. Nueva York, Churchill Livingsto-
terior, y c) apnea mixta, constituida por un tipo central que ne, 1991.
DENHAM MJ, GEORGE CF. Drugs in old age new perspectives. Edimbur-
va seguido de un componente obstructivo. go, Churchill Livingstone, 1990.
El abordaje terapéutico en las formas obstructivas, si son EVANS JG, WILLIAMS TK. Oxford textbook of geriatric medicine. Oxford,
severas, se basa en la cirugía. En las formas centrales se han Oxford Medical Publications, 1992.
utilizado varios fármacos, como teofilina, medroxiprogestero- HAM RH, SLOANE PD. Primary care geriatrics: A case-based approach.
na, protriptilina y naloxona con resultados dudosos. San Luis, Mosby Year Book, 1992.
2. Narcolepsia, caracterizada por crisis de hipersomnia y PATHY MSJ. Principles and practice of geriatric medicine. Chichester,
cataplejía, que se presentan juntas o aisladas. Puede ser John Wiley, 1991.
idiopática o secundaria a tumores cerebrales, encefalitis o PÉREZ D. Pressure ulcers: Updated guideline for treatment and pre-
vention. Geriatrics 1993; 48: 39-44.
traumatismos. El tratamiento consiste en la utilización de es- RIBERA JM. Patología neurológica y psiquiátrica en geriatría. Madrid,
timulantes del SNC del tipo anfetaminas, pemolina y antide- Editores Médicos, 1989.
presivos en casos rebeldes. RIBERA JM, CRUZ AJ. Geriatría en atención primaria. Madrid, Idepsa,
3. Somnolencia idiopática, que representa el 15% de todas 1993
las hipersomnias. El despertar del sueño es difícil, pasando TUETH MJ, CHEONG JA. Delirium: diagnosis and treatment in the older
después a una situación como de embriaguez durante por lo patient. Geriatrics 1993; 48: 75-80.

Aspectos éticos de la asistencia en geriatría


J.M. Ribera Casado

Cuestiones generales gonismo del anciano no siempre es aceptada de buen grado


por la sociedad.
3. De los dos puntos anteriores se derivan connotaciones
Las consideraciones éticas referidas al paciente anciano socioeconómicas importantes. Piénsese en lo que suponen
no tienen por qué ser particularmente distintas de las que se en cuanto a costo las pensiones de jubilación o de enferme-
plantean ante un paciente de cualquier otra edad. No obs- dad, el consumo de farmacia, la creación de una infraestruc-
tante, sí existen algunos aspectos más específicos en los que tura amplia de residencias, etc. Pero, sobre todo, lo que re-
merece la pena insistir. presenta la necesidad de repartir unos recursos que no son
Se trata de valorar una serie de problemas en alza en los infinitos, pero de los que el anciano es, en buena lógica, el
últimos años, que, al igual que otros aspectos de la bioética grupo etario más necesitado.
no referidos de forma específica al anciano, tienen su princi- 4. El mismo cambio en la relación médico-paciente que,
pal razón de ser en dos circunstancias que han alcanzado partiendo de una concepción vertical y paternalista como
gran desarrollo durante este tiempo. En primer lugar, en el modelo único existente desde la medicina griega hasta bien
progreso tecnológico de la medicina, que ha incrementado entrado este siglo, ha iniciado su transformación hacia un
de forma espectacular su oferta efectiva en términos diagnós- patrón mucho más horizontal. Este modelo actual añade a
ticos y terapéuticos, incluyendo apartados como la recupera- los tradicionales principios de “beneficencia” (procurar el
ción o la rehabilitación. En segundo término, en las transfor- bien del enfermo) y de “no maleficencia” (no dañar al pa-
maciones ocurridas en la sociedad. Entre estas últimas las ciente) contemplados en el código hipocrático, dos nuevos
más importantes en nuestro caso han sido las siguientes: principios claves en la bioética actual: el de “autonomía”
1. Los cambios demográficos, con el consecuente aumen- (respeto a los criterios y a la voluntad del enfermo) y el de
to de la población de más edad, tanto en términos relativos “justicia” (dar a cada uno lo suyo con igual consideración y
como absolutos (véase Conceptos y generalidades). respeto). Puede afirmarse que, en el caso de la geriatría, este
2. La propia modificación de la forma de ser y de estar del cambio de modelo y la incorporación de los principios de
anciano en la sociedad. El anciano actual es más culto y exi- autonomía y justicia se está operando de forma mucho más
gente que el de hace una década y tiene mayor conciencia lenta y dificultosa que en otras áreas de la medicina.
de sus propios derechos y deberes. Ello es reconocido por la Por todo lo anterior, se debe admitir que, de hecho, en la
sociedad y por los poderes públicos que la representan. Ex- práctica diaria sí surgen con frecuencia problemas específi-
presión de este hecho pueden ser los programas electorales cos en este terreno referidos a la población anciana.
de los partidos políticos que incluyen, cada vez con más fre- En los años sesenta se acuñó en EE.UU. el término ageís-
cuencia y extensión, puntos relativos a la población mayor. mo, definido como “discriminación en contra del anciano
Sin embargo, como veremos, esta mayor exigencia de prota- sobre la base de su propia edad”. En este sentido, o en el

1300
ASPECTOS ÉTICOS DE LA ASISTENCIA EN GERIATRÍA

más amplio de falta de tolerancia en muchos casos y de abu- avanzada en algunos casos concretos y, de forma especial,
so franco en otros, el vocablo se ha incorporado a otros dife- cuando esta tecnología puede convertirse en instrumento
rentes “ismos” más clásicos, como pueden ser el racismo o el agresor para la calidad de vida del propio individuo, sin ofre-
sexismo. Actitudes “ageístas” –viejistas, podríamos decir en cerle a cambio la esperanza de un futuro mejor. Se ha demos-
español– son comunes fuera y también dentro de la profe- trado que cuando se plantea a una persona mayor la posibili-
sión médica. La palabra “viejo” se utiliza, a menudo, como dad de expresarse sobre este tipo de medidas, en muchos
insulto o, al menos, de forma despectiva. En nuestra propia casos, sus objetivos y actitudes difieren bastante de las imagi-
profesión y en el ámbito hospitalario es habitual oír quejas nadas por sus médicos. El anciano, en general, acepta riesgos
acerca de lo desagradable que resulta atender a pacientes de más altos de mortalidad quirúrgica o posquirúrgica que los
edades avanzadas. Expresiones como “tengo la desgracia que le plantea el cirujano, pero, en cambio, es menos procli-
de que sólo me ingresan viejos” o calificativos como “puros”, ve a someterse a maniobras como la reanimación o la depen-
“momias” o “ficus” referidos a los enfermos de más edad son dencia tecnológica que ofrecen muchas unidades especiales.
frecuentes en nuestros hospitales. En el marco de este viejis- Muchos ancianos prefieren que se les permita morir ante el
mo hay que contemplar buena parte de los problemas éticos temor de ser sometidos a procedimientos excesivamente
que se comentan a continuación. agresivos. Este punto, la voluntad del protagonista, su salva-
guardia ante tratamientos inadecuados, es algo que necesa-
riamente debe ser también tomado en consideración.
Aplicabilidad de la “alta tecnología” a la población anciana
Cada vez con mayor frecuencia se tiende a utilizar el crite-
rio de “rentabilidad” al establecer decisiones médicas. Esta
Decisiones en torno al problema de “la residencia”
rentabilidad puede serlo en términos muy variados: econó- Decimos los geriatras que nuestro objetivo prioritario es
micos, posibilidad de recuperación, expectativa de vida del mantener al anciano en su propia casa, arropado al máximo
paciente, presión social, etc. Sobre esta base, el anciano, por su entorno familiar más inmediato. Ello no siempre es
sobre todo el que “no es de pago”, se ve con frecuencia dis- posible. ¿Dónde ubicar al anciano incapacitado física o psí-
criminado negativamente cuando presenta su opción a un quicamente y/o al que su familia no puede o no quiere man-
programa de coste tecnológico elevado o necesariamente li- tener en casa? El problema es más político que médico. Una
mitado en cuanto al número de personas que pueden benefi- buena infraestructura de residencias asistidas, de programas
ciarse de él. Esto ha ocurrido y sigue ocurriendo en situacio- de atención a domicilio, de hospitales de día y, en general,
nes como los programas de hemodiálisis, el acceso a una amplia oferta de servicios sociales contribuiría a minimi-
unidades de cuidados especiales o el orden de prioridad zarlo. En España, según el Plan Gerontológico Nacional de
ante determinadas exploraciones diagnósticas (resonancia 1993 viven solas el 18% de las personas de más de 60 años y
magnética, TC, etc.) o terapéuticas (anticoagulación oral, el 21,5% de las mayores de 80. Vivir solo plantea numerosos
trombólisis coronaria, alta cirugía, programas de trasplantes, problemas de todo tipo y aumenta la morbimortalidad. En
etc.). En EE.UU. se ha llegado a sugerir que este tipo de me- muchos casos traduce, además, un rechazo de familiares
didas aplicadas a la población mayor sólo se utilicen cuando muy próximos, hijos con frecuencia, que no desean “cargar”
el anciano sea capaz de sufragarlas por sí mismo. En nuestro con el anciano. En residencias viven alrededor del 2,5% de
propio país, una encuesta muy extensa realizada en el ámbi- los mayores de 65 años. La media europea se sitúa entre el
to nacional ha revelado que la edad en sí misma es criterio 4 y el 9%. Aproximadamente una tercera parte de nuestras
absoluto de exclusión para entrar en una unidad coronaria camas de residencia corresponden al sector público, otro ter-
al menos para el 25% de los médicos que trabajan en ellas. cio a instituciones religiosas y el resto a organismos privados
En otras ocasiones han sido criterios supuestamente médi- no religiosos.
cos los que han determinado esta selección negativa, crite- Mientras exista una limitación importante en la oferta de
rios que, en muchos casos, al generalizarse la técnica, han estas camas, la prioridad para acceder a los medios de que
demostrado ser falsos y para los que hoy no se considera la se dispone depende en muchos casos de una decisión médi-
edad una contraindicación. Sin embargo, en la práctica, el ca. El papel del médico se plantea aquí en términos de edu-
anciano sigue encontrando barreras cuando se establece cación sanitaria al paciente y a la familia, de orientación so-
el orden de prioridades para acceder a estos procederes. bre las posibilidades existentes y también de presión social y
Situaciones clínicas que pueden servir de ejemplo serían, política para mejorar en cantidad y calidad esta oferta. Una
entre otras, la cirugía coronaria, las angioplastias, los proce- alta capacidad profesional reconocida en este terreno será el
dimientos trombolíticos, determinados trasplantes de órga- mejor aval para presionar ante los poderes públicos en estas
nos, etc. En todos estos casos se partía a priori de que la cuestiones.
edad era una limitación, en ocasiones excluyente, para acce- Importa insistir en el valor que tiene “la casa” para el an-
der a estos recursos terapéuticos. Hoy, muchos de estos pro- ciano. Si disponer de un hogar adecuado, con todas las con-
cedimientos son norma entre la población anciana e, inclu- notaciones que ello implica, constituye una aspiración lógi-
so, en algunos casos, como en la angioplastia coronaria o en ca para un individuo de cualquier edad, en el caso del
la propia terapia trombolítica, es precisamente en esta pobla- “viejo” esta necesidad es aún mayor, sobre todo por dos ra-
ción donde se han obtenido mejores resultados. zones. En primer lugar, porque pasará en esa “casa” la mayor
La edad nunca debe ser un criterio determinante para ne- parte del día. En segundo término, ligado al anterior, porque
gar a un paciente el acceso a éstos u otros recursos tecnoló- lo previsible es que se convierta en su domicilio último y de-
gicos, fundamentalmente por razones éticas, basadas en el finitivo. Además, el anciano tiene una mayor dificultad para
principio de justicia enunciado antes. Aunque sólo fuera por- aceptar y adaptarse a “lo nuevo”, para reubicarse, por lo que
que el anciano ha contribuido tanto o más que cualquier esta reubicación definitiva debe aproximarse lo más posible
otro individuo más joven a crear la riqueza tecnológica que al modelo de hogar que cabría considerar como óptimo.
puede ofrecer la medicina de hoy, no habría razón moral al- Por todo ello conviene insistir en que entre las obligacio-
guna para negarle la posibilidad de acceder a ella. nes del médico en este terreno está la de velar por una bue-
En todo caso debe admitirse que es posible que el pacien- na asistencia sanitaria en las residencias de ancianos, corres-
te de edad avanzada tenga en muchas más ocasiones razo- pondan éstas al sector público o privado, y denunciar todo
nes “médicas” reales que desaconsejen su incorporación a tipo de insuficiencias o de abusos en este sentido. La inde-
algún programa de este tipo. Si esto ocurre, la negativa se es- fensión en que viven muchos de estos ancianos, el espíritu
tablecerá sobre esta base, pero nunca utilizando como argu- de lucro que caracteriza a muchas de estas residencias y el
mento la partida de nacimiento. propio “ageísmo” social antes comentado, convierten al an-
No obstante, al lado de este derecho debe admitirse la po- ciano aislado en presa fácil de todo tipo de gentes sin escrú-
sibilidad de renunciar a él por parte del paciente de edad pulos y en víctima propiciatoria de las mafias de la miseria.

1301
GERIATRÍA

Derecho al “consentimiento informado” pone un reconocimiento de calidad de vida y de indepen-


dencia para quien dispone ya de un margen muy estrecho
Se deriva del principio de autonomía y constituye el pri- de una y otra.
mero de los derechos del paciente de cualquier edad en ma-
teria de salud. Supone la principal garantía para mantener la
propia autonomía, la propia capacidad de decisión. El médi-
co debe informar de todas las posibles opciones diagnósticas
Abuso y maltrato del anciano
y terapéuticas, con sus ventajas e inconvenientes, incluida El reconocimiento efectivo de que el anciano, al igual que
la de no hacer nada. Junto a ello podrá recomendar una u otros colectivos más frágiles –niños, mujeres–, puede ser, y
otra de estas opciones, pero deberá ser el paciente quien, de hecho es, víctima de abusos y malos tratos por parte de
adecuadamente informado, preste o no su conformidad al sus cuidadores o de las personas que conviven con él, data
plan propuesto. Esto implica la necesidad de un diálogo y el de fechas tan recientes como los años setenta. Serían el lími-
reconocimiento por parte del médico de que el paciente ha te superior del espectro del síndrome de la violencia familiar.
comprendido el tema y tiene capacidad para decidir a favor La American Medical Association ha definido el abuso en
o en contra de su propuesta (rechazo informado). 1987 como todo “aquel acto u omisión que lleva como resul-
Elementos esenciales de este derecho son: la comunica- tado un daño o amenaza de daño para la salud o el bienestar
ción correcta de la información, su comprensión y la volun- de una persona anciana”. Se trata de una definición muy am-
tariedad del consentimiento o rechazo por parte del enfer- plia que incluye las tres categorías esenciales que perfilan el
mo. En el caso del anciano, este derecho suele pasarse por tipo de abuso: maltrato físico, abuso psicológico y abuso
alto en mayor medida que a otras edades, tanto por parte del económico. Con frecuencia estas distintas formas de abu-
médico, como, con frecuencia, por parte de la familia, que so se superponen en una misma víctima.
tiende a erigirse en intérprete exclusivo de su voluntad y con- Aunque, por razones obvias, no existan datos fiables de
veniencia. prevalencia, estudios llevados a cabo por sociólogos y traba-
Un problema que surge con frecuencia es el de la capa- jadores sociales en EE.UU. estiman que, por encima de los
cidad real para tomar decisiones por parte del paciente. Si- 65 años, al menos el 2-3% de la población es víctima de algu-
tuaciones de demencia, de dificultad de comunicación na forma de abuso, proporción que aumenta a medida que
o enfermedades diversas, fundamentalmente neurológicas o lo hace la edad del grupo analizado. En muchas ocasiones el
psiquiátricas, hacen que pueda resultar difícil valorar este anciano no se queja o, en todo caso, no llega a denunciar
punto en los casos límite. El médico es quien primero debe el hecho. Hay que considerar que en aquel país la denuncia
juzgar este aspecto. Para ello deberá valerse de cuantos ele- es siempre legalmente obligada cuando el abuso se produce
mentos considere oportunos, incluidas las diversas pruebas en residencias, y lo es también cuando ocurre en el domici-
clínicas a su alcance y la amplia gama de tests homologados lio en la legislación de la mayor parte de los estados de la
para medir la situación mental de un anciano. Muchas veces, unión.
el propio sentido común es el mejor elemento complementa- Se trata de una cuestión que incide directamente en la
rio en esta valoración. Conviene tener en cuenta que el he- práctica médica. Muy pocas veces lo hace por el papel que,
cho de que el paciente sea poco cooperador o adopte, a jui- eventualmente, el médico pueda desempeñar como protago-
cio del médico, una mala decisión, no constituye prueba nista directo de alguna forma de abuso, pero con mucha ma-
alguna de incapacidad. Excepto en los pacientes en coma o yor frecuencia por su función de testigo y, en ocasiones, de
muy demenciados, la incapacidad casi nunca suele ser abso- denunciante cuando compruebe que estos hechos se han
luta y es importante respetar el margen de capacidad que producido. También por su papel de velador y de apoyo al
pueda quedarle al anciano. anciano para que no lleguen a ocurrir. El médico debe estar
Cuando, pese a todo lo anterior, exista incapacidad mani- especialmente sensibilizado con este punto, tener un alto ín-
fiesta, el consentimiento debe proceder de la familia (proxy dice de sospecha y, ante la menor duda, indagar de la forma
consent). Es importante valorar que las decisiones no vayan que estime más oportuna en cada caso. Un buen conoci-
en perjuicio del propio anciano, ya que sus intereses no miento del medio en el que transcurre la vida del anciano
siempre son coincidentes con los de su familia. Tampoco puede ser muy útil en este sentido. También lo es conocer
aparece siempre claro quién es el representante auténtico cuáles son los mecanismos que con mayor frecuencia deter-
del paciente y puede haber discrepancias entre los distintos minan la existencia de abusos, tema que desborda las posibi-
miembros de la familia. Una ayuda puede ser, en ocasiones, lidades de desarrollo de esta exposición.
la existencia de documentos notariales o de testimonios es- Además del descubrimiento y de la denuncia, algunos
critos por parte del propio interesado. otros papeles del médico en este terreno pueden ser los si-
guientes: la atención profesional, urgente o no según los ca-
Otros derechos del anciano en relación sos, ante los daños producidos; la información y educación a
con la profesión médica la eventual víctima acerca de sus derechos y posibilidades
de actuación; el apoyo al analizar posibles soluciones o es-
Son derechos que se derivan de decisiones médicas con trategias de actuación individuales o colectivas –eventual-
incidencia directa en las condiciones de vida cotidiana del mente como asesor del legislador–, o la búsqueda de interlo-
anciano y que influyen de modo muy importante en su cali- cutores válidos alternativos cuando se trata de víctimas no
dad de vida. A modo de ejemplo, entre los muchos posibles competentes.
se puede tomar el derecho a conducir. Poder conducir un au- Cabe señalar, por último, que en ocasiones puede plan-
tomóvil representa en nuestra sociedad una de las formas de tearse un importante problema ético, especialmente en los
independencia más evidentes. El proceso de envejecer, con casos de los médicos de familia, cuando, como ocurre con
sus limitaciones de todo tipo, especialmente las referidas a frecuencia, el agresor responsable de los abusos se encuen-
los órganos de los sentidos, implica una posibilidad más ele- tra dentro del círculo íntimo de la misma familia y es tam-
vada de sufrir accidentes de tráfico. En la superación de este bién, por ello, paciente del propio médico.
dilema, que puede servir de ejemplo para otras situaciones
comunes en la vida diaria, tienen un papel muy destacado
tanto el legislador como el médico. El primero debe actuali- Atención al paciente terminal
zar las normas de renovación de permisos de conducir y exi-
gir unas revisiones serias y a plazos tanto más cortos cuanto En torno al paciente terminal se centra buena parte de los
mayor sea la edad del individuo. Al médico corresponde ac- problemas éticos más importantes con los que debe enfren-
tuar con rigor y seriedad, manteniendo un equilibrio entre lo tarse el médico. Constituye una paradoja que una de las ca-
que razonablemente puede constituir un riesgo y lo que su- rencias que las facultades de medicina permiten al estudian-

1302
ASPECTOS ÉTICOS DE LA ASISTENCIA EN GERIATRÍA

te que concluye sus estudios de pregrado sea la referida al A la persona que se siente morir, y mucho más a la que
aprendizaje de todo lo concerniente con el proceso de mo- sabe que se va a morir, se le plantean diferentes conflictos
rir. Salvo excepciones, cabe afirmar que ningún programa, que su médico debe conocer y ser capaz de valorar. Estos
disciplina, clase teórica o práctica permite exponer, comen- conflictos, básicamente, pueden agruparse en dos grandes
tar o discutir los problemas de todo tipo que le plantea al apartados: pérdidas y temores. Entre las pérdidas, una de las
médico el encuentro con la muerte. Tampoco la formación más importantes es la de la propia independencia. Indepen-
posgraduada se ocupa en especial de este tema. Es al inicio dencia para llevar a cabo su papel en la familia y en la socie-
de su ejercicio profesional cuando un día cualquiera ese es- dad, para ganar dinero, para manejarse por sí mismo en un
tudiante –ya médico– se encuentra por primera vez con la sentido moral y también en el sentido más físico de la expre-
muerte de forma directa, sin otros apoyos que aquellos que sión (vestirse, comer, lavarse, cubrir sus necesidades fisio-
por sí mismo sea capaz de procurarse, y se ve obligado a en- lógicas, etc.). Se producen pérdidas de imagen y de apa-
frentarse a una situación que lo sobrecoge y le plantea, junto riencia, pérdidas en muchos casos del control de los acon-
a los problemas médicos más o menos previsibles, otros ab- tecimientos, de la capacidad para tomar decisiones e incluso
solutamente inéditos, muchas veces no imaginados y ante para seguir el proceso de la propia enfermedad. Son pér-
los que, con frecuencia, la primera tentación es la de huir. didas a menudo automáticas e inevitables, pero que en oca-
La omisión de una cuestión tan esencial responde, cons- siones se le imponen al paciente desde fuera, desde la
ciente o inconscientemente, a algo que ha sido definido propia familia, desde la sociedad o desde la institución sani-
como una de las características de nuestra época: la tenden- taria, lo que puede multiplicar el carácter doloroso del con-
cia de nuestra sociedad a eludir el problema de la muerte. flicto.
Hablar de ella resulta de mal gusto. Tampoco es un tema so- Entre los miedos cabe destacar en primer lugar el temor a
bre el que pensemos demasiado. Sólo cuando toca muy de la propia muerte, y aquí cabría recordar los trabajos de Elisa-
cerca, algún familiar o amigo muy próximo y, enseguida, ten- beth KÜBLER-ROS, con su sistematización de las cinco fases
demos a olvidarlo. “La muerte y yo nunca nos encontramos”, por las que suele pasar el moribundo: negación, indignación
decía Epicuro. Nuestra sociedad intenta ser fiel a esta norma. y rabia, regateo, depresión y aceptación. A menudo, estos
Una cosa es que sepamos que vamos a morir y otra muy dis- miedos se traducen en pérdidas de esperanza, en sentimien-
tinta es que nos sintamos morir. Además, en último término, tos de frustración cuando se analiza la vida pasada, o en exa-
es el otro el que se muere. La muerte representa un fallo, un geración del sentido de la responsabilidad al pensar en los
fracaso, una frustración para todos, pero que se revela espe- problemas que se dejan pendientes. El miedo se expresa
cialmente desagradable y acusadora para los médicos. también en aspectos mucho más concretos: al dolor que
El anciano es con más frecuencia que ningún otro el pro- puede llegar, a los efectos del tratamiento, a la situación eco-
tagonista de esta historia: 4 de cada 5 muertes hospitalarias nómica o al rechazo y abandono por parte de la familia y los
sobrevienen en mayores de 65 años. Además, en el anciano, amigos.
el problema se plantea con tintes más dramáticos. El anciano En el caso del anciano, estos conflictos normalmente se
nos recuerda demasiado la circunstancia de la muerte. Nues- multiplican. A todo lo expuesto cabe añadir nuevos proble-
tra sociedad, hombres y mujeres, ven en él a un heraldo pró- mas. Piensa que ya ha vivido demasiado y que “los otros” lo
ximo que les anuncia un camino inevitable y les recuerda su saben, que por ello no se le trata como a los jóvenes y que su
condición de mortales. Se mueren los viejos y está bien que pérdida será menos llorada. Con frecuencia se siente como
así sea. Es ley de vida, se dice. Cabe añadir todavía que el an- una carga y que lo suyo sería estar ya muerto. El anciano es
ciano tiene una experiencia mayor de la muerte. La ha vivi- consciente, además, de que la sociedad está organizada en
do en más ocasiones a través de sus conocidos y de su pro- función de la juventud y de la productividad, lo que acentúa
pia familia. Se sabe más familiarizado con ella. La sabe su sensación de estorbo. Además, en muchos casos, él mis-
necesariamente próxima y todas estas vivencias le otorgan mo espera y hasta desea la muerte. Ha sufrido suficientes
mayor sensibilidad ante ella. pérdidas en su entorno para sentirse muy solo –con frecuen-
Dos son los mensajes de partida: el médico no puede cia de hecho lo está– en un mundo que él no entiende ni le
rehuir este tema, que encontrará desde el primer día, ni pue- entiende. El “dejarse morir” constituye un fenómeno mucho
de esquivar su propia responsabilidad, ya que tendrá que más común de lo que habitualmente se piensa en personas
asumir, quiéralo o no, un papel que se extiende más allá del de edad avanzada. Con todo, ninguna de estas consideracio-
mero ejercicio de curar –o intentar curar–, para el que ha nes evita, aunque sí matiza, el carácter conflictivo con que el
sido preparado, y se aproxima al de un director de escena proceso de morir se plantea en el anciano.
que debe –o al menos eso se espera de él en muchas ocasio- Resulta imposible dar unas normas específicas acerca de
nes– ejercer cierto control sobre todas las circunstancias que cuál debe ser la actuación del médico cuando se encuentra
acompañan a la muerte de su enfermo. Por consiguiente, con un anciano moribundo. Tampoco se conoce bien cuál
nuestro médico debe prepararse para ello desde su período es su actitud habitual en estas situaciones. Una fuente de in-
de formación, reflexionar y asumir unas cuantas ideas –sus formación importante –aunque local– en este sentido la
ideas– que le permitan evitar las inhibiciones, no tener que constituye el estudio nacional sobre la eutanasia y otras deci-
improvisar y afrontar, en suma, de una manera coherente siones médicas relativas al final de la vida que se está llevan-
esta situación. do a cabo en Holanda, y cuyos primeros resultados empie-
Ante el hecho de la muerte sólo tenemos dos certezas: la zan a ser publicados. Estos trabajos incluyen encuestas
seguridad de que nos va a alcanzar y la ignorancia del mo- detalladas a 405 médicos, y el análisis de datos obtenidos
mento. Su realidad, la idea que tenemos de la muerte y de su prospectivamente con información acerca de 2.250 muertes.
después condicionan la actitud ante la vida de un gran nú- La muestra es amplia, representativa e ilustra bien la actitud
mero de seres humanos. En el plano medicosocial nuestra del colectivo médico holandés ante esta situación. El 79% de
época ha introducido cambios importantes en la manera de la población objeto de este estudio corresponde a pacientes
vivir la muerte, que van más allá del deseo de ignorarla ya re- mayores de 65 años.
ferido. Se muere de otra forma y en otros sitios. Los hospita- De acuerdo con los primeros resultados se sabe que: a) en
les e instituciones tienden a reemplazar a la propia cama. La el 17,5% de todas las muertes se administraron opiáceos para
tecnificación y los aparatos sustituyen a la familia. Además, aliviar el dolor y otras molestias en dosis suficientemente al-
en muchos casos los avances de la medicina permiten una tas para que existiera la posibilidad de acortar la vida del pa-
razonable estimación aproximativa de algo tan importante ciente; b) en otro 17,5% la decisión más importante fue la de
como es cuándo se va a producir la muerte. Todo ello ha de- no tratar; c) en el 1,8% de los casos al parecer se llegaron a
terminado que la búsqueda de una “muerte digna” se haya administrar dosis letales de fármacos a requerimiento del pa-
convertido en uno de los temas –y de las obsesiones– más ciente; d) en el 0,3% se produjo “asistencia médica” al suici-
discutidos de nuestro tiempo. dio, y e) finalmente en el 0,8% se realizaron actuaciones que

1303
GERIATRÍA

pudieron terminar con la vida del paciente sin que existiera Problema del dolor
una petición explícita y persistente por parte de éste. Aunque
se trata de datos holandeses no dejan de resultar altamente Los enfermos preguntan con frecuencia acerca del dolor
significativos. físico. Sin embargo, el médico debe saber que el temor al do-
En todo caso tiene interés recordar algunos de los proble- lor físico es a menudo más insoportable que el propio dolor
mas concretos con los que deberá enfrentarse el médico al en sentido estricto. Por eso es necesario explicar al enfermo
llegar a este punto. que en el momento actual todos los dolores son controlables
y que, si llega el caso, se aplicarán los medios precisos para
ello. Mucho más importantes, sobre todo en el caso del an-
Comunicación de la noticia ciano, son los sufrimientos morales: el temor a la soledad, al
Se debe o no informar al paciente de su situación. Los há- abandono y a las miserias de todo tipo que el enfermo ancia-
bitos varían mucho según los distintos países y culturas. En el no lúcido percibe y no raramente espera en estas situacio-
mundo de habla inglesa la tendencia es a decir la verdad. En nes, el miedo a la muerte y a la separación. También aquí la
ello pueden influir diversos factores, desde una tradición que actitud del médico tiene gran importancia. Los temores serán
tanto en lo religioso como en lo social favorece esta tenden- tanto menores cuanto mejor sea la relación interpersonal, la
cia, hasta, probablemente, sobre todo en EE.UU., razones confianza del paciente en la persona de su médico y en las
mucho más pragmáticas, como pueden ser el miedo a proce- capacidades de éste para superar los males y temores que
sos por mala práctica médica. En el mundo latino se tiende adivina.
mucho más a ocultar la verdad. Se llevó a cabo una encuesta
relativamente amplia sobre este tema hace años en la que se Dónde morir
pedía la opinión del encuestado tanto referida a sí mismo
como a sus padres y a su cónyuge, así como las razones de Se trata de un problema reciente. Hasta hace 40-50 años
sus respuestas. Merece la pena destacar la inconsecuencia no se moría en los hospitales. El gran desarrollo de la medici-
que representa el hecho de que mientras la mayoría de las na hospitalaria y la tecnificación de la profesión son los que
respuestas eran favorables a una información extensa referi- han determinado este problema. Ya se han mencionado las
da a la propia persona, consideraba que los márgenes de co- cuestiones que plantean en el terreno ético los avances tec-
nocimiento debían ser mucho más restringidos para los de- nológicos y el derecho que asiste al anciano a poder re-
más, especialmente en el caso de los padres (los ancianos). nunciar a algunas de sus “ventajas”. La muerte en el propio
Las razones que eran válidas para uno mismo, es decir, dere- domicilio, con preferencia a la que se produce en la institu-
cho a la verdad, capacidad para asimilar la noticia, necesi- ción, sea ésta hospitalaria o no, se asocia habitualmente a un
dad de resolver asuntos materiales o espirituales, etc., no lo menor riesgo de agresión médica para el anciano moribun-
eran para unos padres de los que se pensaba que no iban a do y también a una mayor posibilidad de despedirse de este
ser capaces de asumir esa información, iban a sufrir mucho mundo en el mismo entorno en el que se ha vivido.
o a los que, en todo caso, se consideraba necesario evitarles
una previsible angustia. Atención religiosa
Debe admitirse que sobre este tema no existen recetas ge-
nerales. Ningún médico puede decirle a otro cómo actuar. La posibilidad de que el anciano reciba o no una atención
Se trata de algo muy personal, que varía en función de varias religiosa en consonancia con sus propias creencias y deseos
circunstancias, en particular de cuatro: características de la depende también, muchas veces, de una decisión médica. El
enfermedad, situación y personalidad del enfermo, actitud descuido, la inadvertencia, el miedo a la reacción del enfer-
del entorno sociofamiliar, especialmente importante en el mo o de su familia o, simplemente, la proyección sobre el
caso del anciano, y, por último, forma de ser y de pensar del paciente de las propias ideas pueden condicionar un vacío
propio médico. En todo caso, al médico debe exigírsele una importante en este terreno. Es difícil valorar en qué medida
reflexión previa cuidadosa, pormenorizada y muy individua- la religión ayuda a superar buena parte de los problemas que
lizada antes de tomar una decisión. acompañan el trance del morir. En todo caso existen eviden-
La experiencia demuestra que en la mayoría de las situa- cias acumuladas a lo largo de la historia para pensar que una
ciones es factible mantener al paciente en la ignorancia du- proporción muy alta de personas, y más probablemente en
rante todo el proceso. No debe ser éste el objetivo funda- el caso del anciano y en un país como el nuestro de profun-
mental. En el fondo de lo que se trata es de buscar la con- da tradición cristiana, desea recibir atención religiosa. La
ducta que pueda ser contemplada éticamente sin rubor y creencia en un más allá, en alguna forma de pervivencia o
que, al mismo tiempo, mantenga el respeto por las creencias de resurrección es algo que puede ayudar de forma muy im-
y necesidades más íntimamente humanas de la persona que portante a superar estos momentos. La facilitación de este
va a morir. El médico debe tener la mente abierta y resolver tipo de asistencia, no olvidándola, ni sintiéndose incómodo
el problema de acuerdo con soluciones individuales y espe- ante ella, debe estar siempre presente en la mente del mé-
cíficas para cada caso. Debe ser prudente y tomarse todos dico.
los plazos que necesite hasta que adquiera una conciencia
clara del grado de información que ese paciente concreto es Orden de no reanimar
capaz de asumir. Con frecuencia el enfermo no sabe real-
mente hasta dónde desea llegar en el camino hacia la ver- Los intentos de reanimación ante una parada cardíaca son
dad, ni tampoco en qué medida será capaz de asumirla. Por una norma común en buena parte de nuestros hospitales.
eso es importante esperar a que se formulen las preguntas, Dada la urgencia de la situación, en numerosos casos estos
observar la convicción con que son planteadas e intentar intentos se llevan a cabo sin tiempo para una reflexión indi-
profundizar en la capacidad del paciente para asumir las res- vidual sobre las posibilidades específicas de recuperación
puestas. Hay que tomar conciencia de que en el mismo mo- del paciente y sin una información precisa acerca de su vo-
mento en el que el médico se manifiesta, inicia una marcha, luntad en este sentido. En el caso del anciano hospitalizado,
de duración y accidentes nunca bien conocidos, pero que el pronóstico de las enfermedades que conducen a este pun-
habrá de recorrer hasta el final de la mano del enfermo. De- to suele ser sombrío, y las pocas encuestas que se conocen
berá hacer equipo con él, con su familia y con su enferme- tampoco apuntan en el sentido de desear ser resucitados. Sin
dad. Serán tareas del médico a lo largo de este camino las de embargo, también es cierto que no suele disponerse de una
aliviar los dolores físicos y los males morales, estimular en la comunicación explícita del anciano sobre este punto. Por
lucha por superar lo que se aproxima, relajar tensiones y an- ello, y teniendo en cuenta la agresividad de esta alternativa
siedades, prever y adelantarse a las vicisitudes y complica- terapéutica, sería una buena norma que tanto el médico que
ciones que vayan surgiendo. atiende de forma habitual al anciano como al que se le pre-

1304
ASPECTOS ÉTICOS DE LA ASISTENCIA EN GERIATRÍA

senta el problema en forma de emergencia médica, extrema- nerse en el lugar del otro, forma de comportamiento reco-
ran la prudencia y rechazaran las actitudes alegremente agre- mendada en todo momento de la relación médico-paciente
sivas. y, mucho más, en estas circunstancias, donde adquiere su
máximo sentido. El resto se deriva de ello. Es algo que,
como dice el Nuevo Testamento, se nos va a dar por añadi-
Alimentación e hidratación artificial dura.
La decisión de proporcionar alimentos o de hidratar a un
paciente anciano, a veces inconsciente, como forma de
mantener su vida constituye otro de los problemas que se le Eutanasia y suicidio asistido
pueden plantear al médico. Evidentemente se recurrirá a ello
siempre que exista una esperanza razonable de recupera- La Real Academia de la Lengua Española define el térmi-
ción o mientras se obtiene información clínica suficiente no eutanasia como “muerte sin sufrimiento físico y, en sen-
acerca de este punto. En caso contrario –situaciones termi- tido restricto, la que así se provoca voluntariamente”. Exis-
nales no reversibles– la decisión puede depender de factores ten varias clasificaciones o divisiones de la eutanasia, ante
como el nivel de conciencia del paciente y la posibilidad todo la que la divide en activa y pasiva. La primera, tam-
de expresar su voluntad, el grado de sufrimientos asociados, bién denominada positiva o directa, implica una actuación
las posibilidades de mantenimiento de la vía de alimenta- expresamente dirigida a facilitar o determinar la muerte del
ción, etc. Por otra parte, en este contexto también existen enfermo. La segunda representa más una omisión que una
grados; así no es lo mismo mantener una simple vía venosa acción e incluye tanto la renuncia al uso de las medidas lla-
que un programa detallado de alimentación enteral o paren- madas extraordinarias para el mantenimiento de la vida,
teral. En general cabría admitir que, siempre que ello sea po- como la utilización de fármacos destinados a mejorar algún
sible, deben intentar mantenerse unas medidas mínimas de síntoma y que pueden secundariamente acelerar la muerte.
soporte. Esta última forma ha recibido el nombre de eutanasia acti-
va indirecta. Otra diferenciación complementaria e impor-
tante es la que distingue entre eutanasia voluntaria o invo-
Otros puntos conflictivos luntaria teniendo en cuenta la voluntad del paciente en los
Otros problemas, tal vez de segundo orden en relación casos, cada vez más comunes, en los que éste la ha expre-
con los que se han comentado, pero que también se le plan- sado.
tean al médico en esta situación y que, por consiguiente, Se trata de un tema que es objeto de reflexiones y polé-
debe conocer, son todos los concernientes a la normativa le- micas entre profesionales del pensamiento procedentes de
gal existente en cada caso: informes, certificaciones, normas áreas tan distintas entre sí como la medicina, el derecho, la
de la propia institución, posibilidades del traslado del cadá- ética o la religión. Su discusión rebasa ampliamente el mar-
ver, solicitud de autopsia, etc. Buena parte de estos puntos co académico e intelectual para alcanzar de forma apasiona-
pueden ser englobados dentro de un contexto más amplio da y extensa a otros muchos grupos sociales y aparecer coti-
como es el de relación con la familia. En el buen o mal plan- dianamente en los medios de comunicación.
teamiento y resolución de estas cuestiones tendrá un papel Se omiten aspectos tan importantes como las connotacio-
muy importante el grado de sintonía que el médico haya ad- nes legales y religiosas. En relación con ello cabe recordar
quirido con el entorno sociofamiliar del enfermo, así como que la eutanasia, en España, desde una perspectiva legal se
la delicadeza formal y el respeto por la situación que se está sigue equiparando a la inducción al suicidio, y así está con-
viviendo. En el momento de producirse el fallecimiento el templada en el artículo 409 del Código Penal, con penas de
médico debe tener prevista la posibilidad de atender las cri- 6 a 12 años de cárcel que pueden ampliarse a 20 en caso
sis nerviosas que puedan presentar algunos de los familiares. de ayuda activa. En este terreno también está abierto el de-
Solicitar y conseguir permiso para un estudio necrópsico es bate en España y son previsibles reformas importantes en los
una de las tareas que inicialmente suelen resultar más incó- próximos años.
modas y difíciles para el médico inexperto. Sin embargo, es Desde una perspectiva médica y, sobre todo, en algunos
algo que, en el ámbito de la medicina hospitalaria, siempre puntos específicos referidos al paciente anciano, hay que re-
debería hacerse. También aquí las normas sobre cómo ha- cordar en primer lugar que, hoy por hoy, los médicos lleva-
cerlo son bastante superfluas, ya que tanto las situaciones mos a cabo con mano amplia, habitualmente sin escrúpulos
como las personalidades son muy diferentes, por lo que morales, y con aceptación mayoritaria por parte de la socie-
cada circunstancia específica determinará cómo debe plan- dad, medidas perfectamente encuadrables dentro de lo que
tearse la petición. Es un error y, con toda probabilidad, una hemos denominado eutanasia pasiva, en particular en indi-
falta de responsabilidad profesional considerar que el hecho viduos de edad avanzada. Se trata de decisiones como omi-
de tratarse de un fallecido de edad avanzada resta valor a las tir actos que podrían prolongar la vida del enfermo: transfu-
aportaciones que eventualmente puedan surgir a partir del siones sanguíneas, administración de determinados fárma-
informe del prosector. cos o traslado a unidades especiales. Junto a ello aplicamos
Así pues, son muchos los conflictos que pueden aquejar al medidas, sobre todo en situaciones de dolor, que pueden
anciano que va a morir y también numerosos los problemas de hecho acortar la vida. Se trata de decisiones que los mo-
que se le pueden plantear al médico responsable de afrontar ralistas justificarían en virtud del principio del doble efecto.
la situación. Ya se ha señalado que no existen recetas válidas Ya se ha comentado cuál es la actitud de los médicos holan-
universales. Pese a ello, se esbozan aquí dos recomendacio- deses con una legislación mucho más permisiva que la es-
nes fundamentales, que tal vez puedan tener algún valor. La pañola.
primera es que cuando uno se encuentra en este caso debe La segunda reflexión en este punto es doble, y el carácter
ante todo y sobre todo mantener la cabeza fría y no dejarse añoso del paciente hace que presente tintes peculiares. Re-
llevar por la intensa emotividad de que suele estar impregna- sulta paradójicamente favorable al anciano que su propia an-
do el ambiente. La racionalidad debe prevalecer sobre los cianidad y, según ella, su previsible mala recuperación lo
sentimientos. Sólo así el médico podrá actuar con libertad y protejan con frecuencia contra una de las mayores amena-
tomar en cada momento la decisión más correcta. zas que se ciernen sobre el paciente moribundo: el encarni-
La segunda recomendación, quizá más importante, es de zamiento terapéutico. Las unidades de cuidados intensivos,
índole general, no puede improvisarse y constituye una acti- máxima expresión de este riesgo y encuadrables dentro de la
tud que se debe ir aprendiendo a lo largo de toda la vida. Se “alta y costosa tecnología”, suelen ser reticentes a la hora de
trata de la necesidad de haber asumido la propia muerte admitir pacientes de edad avanzada. En la misma línea, tan-
como condición indispensable para enfrentarse a la muer- to los médicos como el resto del personal sanitario y la fami-
te de los demás. Sólo de esta manera el médico podrá po- lia, acostumbran a ser indulgentes con el anciano y pensárse-

1305
GERIATRÍA

lo dos veces antes de recomendar cualquier tipo de medida Por último, cabe requerir una constancia escrita y firmada
de las denominadas extraordinarias. por cada una de las partes implicadas de todos los aspectos
En sentido contrario, el anciano en mal estado y con toda mencionados.
suerte de limitaciones presentes y futuras, se constituye en el La complejidad de este tipo de propuestas es obvia. Sin
sujeto ideal para quien tenga la tentación de dar el salto a la embargo, parece evidente que se impone un intento sose-
eutanasia activa. Sus mecanismos de defensa son escasos y gado de búsqueda de soluciones para algunas situaciones
las posibilidades de evitar una agresión de este tipo quedan terminales y que propuestas como la que se acaba de co-
en un buen número de ocasiones en manos de terceros. Las mentar son a priori acreedoras, al menos, de respeto y refle-
decisiones –por acción o por omisión– del médico en estas xión.
situaciones están cargadas de una tremenda responsabili- En una época en la que proliferan las sociedades prodere-
dad. Puede surgir un conflicto importante con la familia del cho a morir dignamente y en las que ya no resulta excepcio-
anciano por las presiones que ésta puede ejercer, y que en nal encontrarse con los denominados testamentos vitales,
buena parte de los casos ejerce en un sentido u otro, atribu- merece también la pena establecer algunas reflexiones sobre
yéndose el papel de intérprete de aquél. Aquí hay que repetir estos puntos. Frank INGELFINGER, que fue director del New En-
que con mayor frecuencia de la que se piensa los intereses y gland Journal of Medicine, comentaba poco antes de morir,
deseos del moribundo y de su familia pueden no ser coinci- en un editorial de la revista, que a la vista de lo que ocurre
dentes. diariamente en nuestros hospitales, con frecuencia resulta
El 20 de septiembre de 1984 un grupo numeroso de médi- un auténtico sarcasmo hablar de muerte digna y que, tal vez,
cos franceses de gran prestigio hizo público un manifiesto en a lo máximo que el médico puede aspirar es a no añadir más
el que, entre otras cosas, afirmaban “haberse sentido impul- indignidad al hecho de morir.
sados en el curso de su carrera a ayudar a los enfermos en En una línea parecida LÓPEZ ARANGUREN (1992) señala, en
fase terminal a acabar su vida en las condiciones menos ma- relación con la muerte del anciano, que el individuo nunca
las posibles con la conciencia de haber cumplido su mi- puede ser en sentido estricto protagonista de su propia muer-
sión”. También decían estar “dispuestos a abordar con los te. Siempre será, por definición, el sujeto pasivo. Nosotros no
enfermos y a petición suya la cuestión de su muerte y a refle- nos morimos, somos muertos. La máxima aspiración en este
xionar con ellos acerca del medio de asegurarles un fin tan terreno, señala, es una muerte estéticamente digna. Dignidad
desprovisto de sufrimiento y angustia como sea posible”. equivaldría a la valoración de la propia vida por los demás y
En este sentido cabe comentar que en los últimos años ante los demás. En este sentido la muerte siempre es sólo un
se están introduciendo alternativas orientadas a favorecer espectáculo en el cual nos morimos para los demás. ¿Qué
lo que se ha denominado asistencia médica al suicidio, con pide entonces LÓPEZ ARANGUREN a la muerte? Cuatro cosas:
la cual se intenta, al menos en EE.UU., encontrar una vía que sea un espectáculo decoroso, que no desdiga de lo que
que permita superar buena parte de los obstáculos éticos y fue nuestra vida, que lo sea en compañía y no en el aisla-
algunos de los legales que plantea esta situación. Hay que miento tecnológico y que lo sea en el propio entorno en el
tener en cuenta que el aumento de la edad se asocia a un que hemos vivido.
incremento notable del riesgo de suicidio. En EE.UU. una Son consideraciones todas ellas que deben ser tenidas en
cuarta parte de los suicidios los llevan a cabo individuos cuenta por el médico, pero que no deben anular el protago-
que han rebasado los 60 años. En España las cifras son pa- nismo, o el preprotagonismo, del individuo que va a morir.
recidas. Además, la mayoría de los ancianos suicidas bus- El respeto a la persona exige que la existencia de un tes-
can ayuda en su médico, aunque pueden no expresarlo di- tamento vital escrito ante testigos o, en su caso, la de una
rectamente. voluntad expresamente dada a conocer, también deba ser
La diferencia fundamental entre la asistencia médica al tomada en consideración. Ello acentúa la confianza del en-
suicidio y la eutanasia voluntaria activa estriba en que en el fermo y le permite, al menos en parte, seguir siendo sujeto de
suicidio asistido el acto final corresponde sólo al paciente y sus propias decisiones.
se reduce enormemente el riesgo de coacción por parte de Cabe señalar, por último, que en el tema de la eutanasia y
médicos, familiares y otras fuerzas sociales. El papel del mé- en el de la muerte en general, la situación no suele plantear-
dico se limita al de consejero y testigo, así como al de facili- se en términos tan nítidos como a veces lo hacen quienes
tar los medios, pero es, en último término, el paciente quien hablan o escriben sobre el tema, sobre todo si no se trata de
decide actuar o no y quien, de hecho, actúa. Se trata de una profesionales de la medicina y sí de expertos en otras áreas
propuesta-alternativa especialmente valorable en el caso del del pensamiento (filósofos, escritores, etc.) cuyas experien-
anciano. cias personales sobre la muerte son muchas veces aisladas.
Como criterios clínicos que justificarían la participación Morirse suele ser un proceso complicado, salpicado de inci-
médica en un suicidio asistido, QUILL, CASSEL y MEIER (1992) dentes, donde el punto final no puede predecirse de forma
proponen los siguientes: exacta ni es tan recortado como algunos creen, donde las
1. El enfermo debe padecer un proceso incurable y aso- miserias, los sufrimientos, las dependencias y, muchas ve-
ciado a sufrimiento muy severo y no controlable. Todo ello ces, la falta más o menos completa de conciencia del que
debe conocerlo el paciente así como las eventuales alternati- muere convierten en retórica buena parte de esas reflexio-
vas terapéuticas. nes.
2. El médico debe estar convencido de que esa situación Pese a ello, la retórica a veces también ayuda. Por eso po-
no se deriva de un tratamiento inadecuado. dría cerrar este capítulo con unas bellas frases publicadas
3. La petición de morir como consecuencia del sufrimien- por ANTONIO GALA con motivo de la muerte de su madre. Son
to, debe proceder de forma clara, repetida y libre del propio palabras que expresan lo que para su autor representa la ex-
enfermo. presión “morir con dignidad” y que constituyen un buen
4. El médico debe estar seguro de que el paciente no tiene ejemplo de auténtico testamento vital: “Desde aquí solemne-
alterada su capacidad de juicio y es capaz de entender todo mente solicito que cuando la vida... me retire su ávida con-
lo que implica su petición. fianza, no se me sostenga, ni un solo instante después, ni el
5. La asistencia médica al suicidio sólo podría darse en el pulso ni el vagido. Deseo vivir con la hermosa dignidad con
contexto de una relación médico-paciente óptima y, en la que vivió este ser que contemplo adentrarse desesperado
medida de lo posible, con un conocimiento previo directo por la muerte, sin que lo dejen preso nuestros perros de pre-
por parte del médico de la enfermedad. sa melosos y cobardes: el malentendido amor, la abnegación
6. Se precisarían la consulta y opinión de otro médico ex- estúpida, la fraudulenta esperanza. Y deseo morir (nunca
perto para asegurar que la propuesta del enfermo es volunta- comprenderé ni toleraré el amor inservible) con la hermosa
ria y racional, así como la seguridad del diagnóstico y del dignidad con que tiene que morir un ser humano, que ha vi-
pronóstico. vido su vida y va a vivir su muerte.”

1306
ASPECTOS ÉTICOS DE LA ASISTENCIA EN GERIATRÍA

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