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ARQUIDIÓCESIS DE SANTIAGO DE LOS CABALLEROS

Escuela de Diáconos Permanentes San Esteban

ADVOCACIONES DE LA VIRGEN MARIA

Trabajo presentado por:


Juan Francisco Rojas Luna
1813

MARIALOGIA
Prof. P. Elvin Ismael Domínguez

Licey al Medio, Santiago de los Caballeros, R. D.


junio2021
ADVOCACIONES DE LA VIRGEN MARÍA
Una advocación Mariana es una alusión mística relativa a apariciones, dones o atributos de
la Virgen María. La Iglesia Católica reconoce innumerables advocaciones en torno a la figura
de la Madre de Jesús, a las cuales se rinde culto de diversas maneras.
Existen dos tipos de advocaciones: las de carácter místico, relativas a dones, misterios,
actos sobrenaturales o fenómenos taumatúrgicos de la Virgen, como Anunciación,
Asunción, Presentación, etc; y las apariciones terrenales, que en muchos casos han dado
lugar a la construcción de santuarios dedicados a la Virgen, tales como Lourdes en Francia,
Fátima en Portugal, Guadalupe en México, entre otros.
Las advocaciones Marianas se suelen nombrar con las fórmulas “Santa María de”, “Virgen
de” o “Nuestra Señora de”. Igualmente, las advocaciones suelen dar lugar en muchos casos
a nombres propios femeninos, compuestos del nombre María y su advocación: María del
Carmen, María de los Dolores, María de Lourdes, etc. Aunque el nombre sea diferente en
cuanto al atributo relativo a la Virgen María siempre se refiere únicamente a esta, así se
haga mención de varios nombres en un mismo momento, la instancia es la misma, la
Virgen María.
Hay diferentes advocaciones de la virgen maría podemos mencionar algunas de ellas como:
Nuestra Señora del Perpetuo socorro
Nuestra Señora de los Ángeles
Nuestra Señora del Rosario
La Virgen de la Altagracia, de las cuales hablaré más adelante.
El 27 de junio se celebra la Fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de los
Padres Redentoristas y cuyo icono original está en el altar mayor de la Iglesia de San Alfonso
del Esquilino, en Roma.
Esta imagen recuerda el cuidado de la Virgen por Jesús, desde su concepción hasta su
muerte, y que hoy sigue protegiendo a sus hijos que acuden a ella.
Se dice que en el siglo XV un comerciante adinerado del Mar Mediterráneo tenía la pintura
del Perpetuo Socorro, aunque se desconoce el cómo llegó a sus manos. Para proteger el
cuadro de ser destruido, decidió llevarlo a Italia y en la travesía se desató una terrible
tormenta.
El comerciante tomó el cuadro en alto, pidió socorro y el mar se calmó. Estando ya en Roma,
él tenía un amigo, a quien le mostró el cuadro y le dijo que un día el mundo entero rendiría
homenaje a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Después de un tiempo, el mercader enfermó y, antes de morir, le hizo prometer a su amigo
que colocaría la pintura en una iglesia ilustre. Sin embargo, la esposa del amigo se encariño
con la pintura y este no realizó su promesa.
Nuestra Señora se le apareció al hombre en varias ocasiones pidiéndole cumpliera, pero al
no querer disgustar a su mujer, enfermó y murió. Más adelante la Virgen habló con la hija de
seis años y le dio el mismo mensaje de que deseaba que el cuadro fuera puesto en una iglesia.
La pequeña fue y se lo contó a su madre.
La mamá se asustó y a una vecina que se burló de lo ocurrido le vinieron unos dolores tan
fuertes que solo se alivió cuando invocó arrepentida la ayuda de la Virgen y tocó el cuadro.
Nuestra Señora se volvió a aparecer a la niña y le dijo que la pintura debía ser puesta en la
iglesia de San Mateo, que quedaba entre las Basílicas Santa María la Mayor y San Juan de
Letrán. Finalmente, así se hizo y se obraron grandes milagros.
Siglos después, Napoleón destruyó muchas iglesias, entre ellas la de San Mateo, pero un
padre agustino logró llevarse secretamente el cuadro y más adelante fue colocado en una
capilla agustiniana en Posterula.
Los Redentoristas construyen la Iglesia de San Alfonso sobre las ruinas de la iglesia de San
Mateo y en sus investigaciones descubrieron que antes ahí estaba el milagroso cuadro de del
Perpetuo Socorro y que lo tenían los Agustinos. Gracias a un sacerdote jesuita conocieron el
deseo de la Virgen de ser honrada en ese lugar.
Es así que el superior de los Redentoristas solicitó al Beato Pío IX, quien dispuso que el
cuadro fuera devuelto a la Iglesia entre Santa María la Mayor y San Juan de Letrán.
Asimismo, encargó a los Redentoristas que hicieran que Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
fuera conocida.
Los Agustinos, una vez que supieron la historia y el deseo del Pontífice, gustosos devolvieron
la imagen mariana para complacer a la Virgen.
Hoy en día la devoción a Nuestra Señora del perpetuo Socorro se ha expandido por diversos
lugares, construyéndose iglesias y santuarios en su honor. Su retrato es conocido y venerado
en todas partes del mundo.
NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES

En Cartago, ciudad de Costa Rica se encuentra uno de los más importantes santuarios de
Centro América en el cual es venerada la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles. La
imagen es de piedra y pequeña; sostiene al Niño Jesús en sus brazos y está vestida a la usanza
española. Sobre el origen de su veneración, la tradición cuenta que el 2 de agosto de 1635
saliendo una india anciana a recoger leña seca en el monte, vio sobre una peña una imagen
de María con el Niño Jesús en los brazos. Sorprendida ante este hallazgo inesperado, la tomó
con cuidado y la escondió en su casa. Volvió al día siguiente al monte, y su asombro fue
grande al ver la imagen en el mismo sitio en que la había hallado el día anterior. Pensó que
se trataba de una broma, pero decidió tomarla de nuevo, la llevó a su casa y la guardó.
Al día siguiente ocurrió lo mismo y llena de temor fue donde el sacerdote del pueblo a
contarle lo ocurrido. El sacerdote le pidió a la anciana que le trajera la imagen. Así lo hizo,
pero la imagen desapareció nuevamente de casa del sacerdote y volvió a ser hallada en el
monte. Pronto se difundió la noticia del maravilloso suceso y se resolvió trasladar a la imagen
a la parroquia. Muy pronto se empezó a difundir entre la población la veneración a la santa
imagen a quien se le llamaba Nuestra Señora de los Ángeles, por haberse aparecido el día en
que la Iglesia celebra a la Virgen de este nombre. A los pocos días, la imagen desapareció
del lugar en que la habían colocado y fue nuevamente hallada sobre la roca de la primera
aparición. Comprendieron entonces que el deseo de la Virgen era que se erigiera un templo
en aquel sitio.
La "Negrita", como la llaman los costarricenses, fue coronada solemnemente el 25 de abril
de 1926.
NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO

Patrona de Guatemala, su festividad se celebra el 7 de octubre. La devoción a María bajo la


advocación de la Virgen del Rosario, se remonta al medioevo y cobra fuerza durante el
Renacimiento. En Guatemala, con el establecimiento de los dominicos en Ciudad Vieja,
Almolonga, se empezó a difundir la tradición del rezo del Rosario. La primera cofradía del
Rosario fue fundada en 1559. Francisco Marroquín, primer obispo consagrado de América,
exhortó al pueblo de Santiago, hoy Antigua Guatemala, a «que sería conveniente se erigiese
en la iglesia de Santo Domingo la Confraternidad del Rosario, como había en muchos
conventos de la Orden, para que ahí se extendiese tan santa devoción». La fiesta del Rosario
a nivel mundial tiene su origen en la batalla de Lepanto, el 7 de octubre de 1571. Según los
Papas San Pío V y Gregorio XIII, la ayuda de "Nuestra Señora" y la revelación de que
mediante el Rosario se ganaría la batalla, fueron la chispa para instituir la fiesta.
Siglos atrás, Santo Domingo de Guzmán y la Orden de Predicadores habían difundido la
devoción en España, Portugal e Italia. Fray Lope de Montoya, predicador dominico en
Guatemala, mandó esculpir en madera y plata la imagen de la Virgen del Rosario, terminada
en diciembre de 1592. No se conoce el nombre del escultor guatemalteco que esculpió tan
maravillosa imagen. Según Antonio de Remesal, «era el mejor que existía en su tiempo en
Indias, 1619». Su forma original no puede ser apreciada, pues la imagen se presenta a los
fieles revestida de elaboradas vestiduras y adornos.
Antonio de Fuentes y Guzmán escribiría más tarde: «Tiene dos varas de alto y lleva en sus
brazos un niño, como de un mes, dormido, de movimiento tan natural, tan vivo y
halagüeño...», también lleva un gran rosario en la mano derecha. La tradición popular dice
que la Virgen María salió a recorrer América y el Niño se durmió al llegar a Guatemala, por
eso se quedó en la imagen así. La imagen es producto de la orfebrería colonial. Es típicamente
barroca y representa a María reina del cielo y tierra, con manto y corona imperial, y con el
cetro en sus manos. Completa el cuadro la luna bajo sus pies, símbolo de pureza inmaculada.
La Virgen tiene un hermoso rostro que, según cuentan sus devotos, cambia su color rosado
encendido a otro mucho más pálido cuando surge algún conflicto o se aproxima alguna
desgracia para la nación. Fue declarada patrona de Santiago, hoy Antigua Guatemala, en
1651 con ocasión de los temblores que azotaron la ciudad. Luego, en 1717 y 1773, la imagen
fue restaurada, debido a los daños ocasionados por los terremotos de Santa Marta. El 1 de
enero de 1776, con la instalación de los dominicos en la Nueva Guatemala, hoy la capital del
país, la imagen fue trasladada al templo de Santo Domingo en la ciudad de Guatemala, donde
se encuentra actualmente. Este templo que fue bendito en 1808, es de estilo neoclásico,
aunque con reminiscencias barrocas. Los caudillos de la independencia la escogieron en 1821
como Patrona, cuando reunidos en los claustros de Belén, bajo las órdenes de Juan de la
Concepción, determinaron liberar a su país.
Durante el tiempo de la colonia su cofradía fue una de las más grandes de todo el territorio.
La Virgen del Rosario fue solemnemente declarada "Reina de Guatemala" en 1833 y
coronada canónicamente por monseñor Luis Durou y Sure el 28 de enero de 1934. La gran
ceremonia tuvo lugar en la plaza principal, al frente de la fachada de la Catedral, por
autorización del Papa Pío XI. La coronación de la imagen debió hacerse al aire libre pues no
se halló ningún templo lo suficientemente grande para albergar a la multitud. La corona que
el arzobispo le colocó sobre la cabeza de la bendita imagen, es una valiosa obra de orfebrería
que manifiesta la devoción y el entusiasmo popular de los guatemaltecos.
Los artistas que la confeccionaron utilizaron entre otras piedras preciosas, 121 esmeraldas,
44 brillantes, 80 perlas y una rosa de oro. En 1992, a 400 años de que la imagen fuera
terminada, fue nombrada Alcaldesa Perpetua de la Ciudad de Guatemala.
LA VIRGEN DE LA ALTAGRACIA

La Virgen de la Altagracia es la Protectora del Pueblo Dominicano (por confusión, muchas


personas piensan que es la Patrona del país; la Virgen de las Mercedes es la Patrona de la
República Dominicana). Su devoción, por parte de la población católica, se inició en el país
durante el período colonial, de donde pasó a otras regiones de América.
El 12 de mayo de 1512 es erigida en parroquia la villa de Salvaleón de Higüey por el obispo
de Santo Domingo, García Padilla. Para esa época, se instalaron en Higüey los hermanos
Alonso y Antonio de Trejo, naturales de Plasencia, en Extremadura (España), quienes
fundaron un trapiche para producir azúcar. Al mudarse estos hermanos a la villa de Higüey,
trajeron consigo la imagen de la Virgen de la Altagracia y, más tarde, la ofrecieron a la
parroquia para que todos pudieran venerarla.
En su relación del año de 1650, el canónigo Luis Gerónimo de Alcócer dice:
“La imagen miraculosa de nuestra Señora de Alta Gracia está en la villa de Higüey, como
treinta leguas dista Ciudad de Santo Domingo; son innumerables las misericordias que Dios
Nuestro Señor ha obrado y cada día obra con los que se encomiendan a su Santa imagen:
consta que la trajeron a esta isla dos hidalgos naturales de Placencia en Extremadura,
nombrados Alonso y Antonio de Trexo que fueron de los primeros pobladores de esta isla,
personas nobles como consta de una cédula del Rey Don Felipe Primero, año de 1506, en
que encomienda al Gobernador de esta Isla que los acomode y aproveche en ella, y habiendo
experimentado algunos milagros que había hecho con ellos la pusieron para mayor
veneración en la Iglesia parroquial de Higüey, adonde eran vecinos y tenían haciendas.
Parece que no quiere Dios Nuestro Señor que salga de aquella villa, porque a los principios
enviaron por ella el arzobispo y cabildo de la Catedral y se desapareció de un arca a donde la
traían cerrada con veneración y cuidado y el mismo tiempo se apareció en su Iglesia de
Higüey adonde solía estar; está pintada en un lienzo muy delgado de media vara de largo y
la pintura es del nacimiento y está Nuestra Señora con el Niño Jesús delante y San José a sus
espaldas. Y con a ver tanto tiempo tiene muy vivos los colores y la pintura como fresca; van
en romería a esta santa imagen de Nuestra Señora de Alta Gracia de toda isla y de las partes
de las Indias que están más cerca y cada día se ven muchos milagros que por ser tantos ya no
se averiguan ni escriben, algunos en señal de agradecimiento, los hacen pintar en las paredes
y otras parte de la Iglesia y con ser los menos ya no hay lugar para más; son muchas las
limosnas que se hacen a esta santa Iglesia y así está bien proveída de ornamentos y tiene
muchas lámparas de plata delante de su santa imagen”.

Desde principios del siglo 17, y quizás poco antes, la devoción por la Virgen de la Altagracia
pasó a Puerto Rico, específicamente a Coamo. Los viajeros que se trasladaban desde la Isla
de Santo Domingo a Puerto Rico lo hacían por el “puerto del Higüey” (Boca de Yuma) y
atravesaban el Canal de la Mona para llegar al puerto de San Germán. Por temor a los piratas
que frecuentaban estos mares y mientras esperaban barcos en el “puerto del Higüey”, los
viajeros acudían al santuario de la Virgen de la Altagracia en la villa de Higüey, implorando
su protección contra los peligros del mar y de los piratas.
En 1690, los españoles encabezados por Antonio Miniel invadieron el territorio del Oeste y
el 21 de enero derrotaron a los franceses en la histórica batalla de la Sabana Real de la
Limonada, pereciendo el gobernador francés Cussy en la acción y retirándose luego los
españoles a Santiago.
Como las tropas procedentes del Este de la isla elevaron sus plegarias a Nuestra Señora de la
Altagracia la víspera del combate, al verse triunfantes iniciaron la celebración de su fiesta
religiosa en ese día (21 de enero), en vez del 15 de agosto, costumbre que se ha mantenido a
través de las generaciones hasta nuestros días.
En 1692 el arzobispo Isidoro Rodríguez Lorenzo escribió una carta dirigida “a todos los fieles
cristianos, estantes y habitantes, vecinos y moradores de este nuestro arzobispado” en donde
por primera vez aparece una autoridad eclesiástica aprobando como buena y válida la fiesta
del 21 de enero.
Al pasar el tiempo, se perdió el conocimiento del origen de la imagen. Fue el padre Gabriel
Benito Moreno del Christo quien años después inventaría la leyenda del “Viejo, los Dos Ríos
y del Sueño Misterioso”, que el poeta y escritor Rafael Deligne recogió en su obra Encargo
Difícil y por igual el escritor y también poeta Juan Elías Moscoso en su obra Chiquitica de
Higüey. Pero la leyenda surge debido a vacíos en la historia y, unida a los datos históricos,
nos dan una percepción de lo que fue la realidad. La leyenda y la historia se complementan.
A principio del siglo 20, Monseñor Arturo de Meriño, arzobispo de Santo Domingo, pidió a
la Santa Sede la concesión de Oficio Divino y Misa Propia para el día de la Virgen de la
Altagracia suplicando, además, que fuese como festividad de precepto los 21 de enero, ya
que los 15 de agosto no se podía pues la Iglesia Católica celebraba en esa fecha el Misterio
de la Asunción de la Virgen a los Cielos. El pedimento fue aprobado y la concesión es
efectiva para toda la Arquidiócesis de Santo Domingo. El 21 de enero fue declarado
oficialmente día no laborable y de fiesta nacional en todo el territorio nacional durante el
gobierno de Horacio Vásquez.
La imagen de Nuestra Señora de Altagracia tuvo el privilegio especial de haber sido coronada
dos veces. El 15 de agosto de 1922, en el pontificado de Pío Xl, sobre el Baluarte 27 de
febrero o Puerta del Conde fue canónicamente coronada Nuestra Señora de la Altagracia,
traída desde su Santuario de la Villa de Higüey, hasta la Capital de la República
El Papa San Juan Pablo II, durante su visita al país, coronó personalmente el 25 de enero de
1979 a la imagen con una diadema de plata sobredorada, regalo personal suyo a la virgen.
La advocación de la Virgen de Altagracia es muy popular, concurriendo a su santuario todos
los años numerosas romerías que van desde los más apartados confines de la isla a ofrendarle
los votos y promesas hechas en momentos de tribulación. Su santuario se encuentra en la
ciudad oriental de Salvaleón de Higüey.

SIMILITUDES
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
La imagen sostiene en los brazos al niño, recuerda el cuidado de Virgen María por Jesús
desde su concepción hasta su muerte.
El cuadro fue llevado por un comerciante. La virgen se les apareció a varias personas
incluyendo una niña de seis años pidiéndole que pusieran el cuadro en la Iglesia de San Mateo
Nuestra Señora de los Ángeles
Coronada solemnemente el 25 de abril de 1926, la imagen sostiene al niño en los brazos.
Su veneración es porque una anciana salió a buscar leña, vio sobre una peña una imagen de
María con el niño Jesús en los brazos.
La señora se llevo la imagen y la escondió en su casa, al otro día la imagen estaba encima de
la piedra donde estaba originalmente, esto le sucedió varias veces y decidió llevársela al
sacerdote el cual también la guardo y al otro día apareció en el mismo lugar de origen.
Luego fue llevada a la Iglesia y empezó a ser venerada, también se apareció la virgen en el
mismo lugar de origen y decidieron hacer una iglesia en ese lugar.
Nuestra Señora del Rosario
La imagen tiene al niño cargado en los brazos, como de un mes de nacido y dormido, la
tradición cuenta que la virgen salió a recorrer América y el niño se durmió.
Declarada reina de Guatemala en 1833, coronada por el arzobispo autorizado por el papa Pio
XI. Fue coronada al aire libre debido a que no había un lugar cerrado para tantas personas.
La Virgen de la Altagracia
La imagen la trajeron dos hermanos productores de azúcar y la ofrecieron a la parroquia para
ser venerada. El obispo y el cabildo de la catedral trataron de llevársela, pero desapareció y
apareció en la Iglesia de los dos hermanos productores de azúcar en Higüey donde solía estar.
La pintura es del nacimiento del niño Jesús y esta nuestra Señora con el niño delante y san
José a su espalda. Fue coronada dos veces primero por el papa Pio XI y por San Juan Pablo
II personalmente el 25de enero de 1979.

DIFERENCIA
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Se celebra el 27 de junio, el cuadro mientras estuvo en la Iglesia de San Mateo ocurrieron
grandes milagros, luego este templo fue destruido por napoleón.
Los Padres Redentorista solicitaron al Papa Pio IX quien dispuso que el cuadro fuera devuelto
a la Iglesia entre Santa María la Mayor y San Juan de Letrán en Roma.
Nuestra Señora de los Ángeles
Se celebra el 2 de agosto, patrona de Costa Rica

Nuestra Señora del Rosario


Se celebra el 7 de octubre debido a la batalla de lepanto en 1571, patrona de Guatemala
La primera Cofradía del Rosario fue fundada en 1559 por Santo Domingo de Guzmán y la
orden de los predicadores habían difundido la devoción en España, Portugal e Italia.
Lleva un gran Rosario en la mano derecha, cuando ocurren conflicto la Virgen cambia de
color rosado encendido a otro más pálido,
La Virgen de la Altagracia
Protectora del pueblo dominicano, pintada en lienzo muy delgado.
En 1960 los españoles invadieron el territorio del oeste y el 21 de enero la tropa del este de
la isla elevó suplica y plegaria a nuestra Señora de la Altagracia a la víspera de la batalla de
la cual obtuvieron la victoria y a partir de ahí iniciaron la celebración de su fiesta religiosa.
Monseñor Arturo de Meriño, arzobispo de Santo Domingo, pidió a la santa sede la concesión
de oficio divino y misa propia para el día de la Virgen de la Altagracia.

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