Profesora: Andrea Rodriguez

David Harvey
Geógrafo y teórico social de origen británico.

Acumulación por desposesión

Según Harvey, el neoliberalismo ha sido un rotundo fracaso para la estimulación del
crecimiento en todo el mundo. El empleo informal se ha acrecentado en todo el planeta y
los indicadores relacionados a la calidad de vida, arrojan pérdidas en vez de progresos en
el bienestar desde la década del 60. Con la implementación de políticas neoliberales se ha
acelerado el desarrollo geográfico desigual, ciertos territorios avanzan a costa de otros. El
neoliberalismo tuvo un éxito grandioso desde el punto de vista de las clases altas, sirvió y
sirve para restituir el poder de las clases dominantes y para la formación de una clase
capitalista. Esto se debe al dominio de los medios de comunicación por los intereses de las
clases altas que pudo propagarse el mito de que los estados fracasan económicamente
porque no eran competitivos. El incremento de la desigualdad social dentro de un territorio
era interpretado como algo necesario. Las clases mas bajas son culpables de su deterioro
por su falta de capacidad para aumentar su capital humano, no estudian ni se preparan y
trabajan sumisos a la flexibilidad y a la disciplina laboral. Así, los problemas se deben a la
falta de fuerza competitiva o fracasos personales e individuales, culturales y políticos. Es
un mundo darwiniano neoliberal donde solo sobreviven los más aptos.
Por otro lado, vivimos en el auge de la tecnologías de la información y de la comunicación,
en ellas se invierte mas que en la producción y las infraestructuras físicas. Esta tecnología
de la información es la privilegiada del neoliberalismo ya que es útil para la actividad
especulativa y para maximizar ganancias a corto plazo.
A partir de la implementación de las políticas neoliberales se empieza a producir la
acumulación de capitales a través de la perdida de derechos de gran parte de la población
“desposeer a las personas de derechos y de conquistas”.
Desde la conquista de América hasta la actualidad se da este proceso de “Acumulación
por Desposesión” con cuatro aspectos principales:
1- Privatización y mercantilización de todo: empresas estatales y servicios
públicos como agua, luz, gas, transportes, telecomunicaciones, educación,
asistencia sanitaria, sistemas de pensiones, universidades, laboratorios de
investigación, el contenido celular de las semillas (OGM), entre otros. También
se mercantiliza la naturaleza en todas sus formas: a través del turismo, la
explotación de la tierra, la minería, el uso desmedido del agua, la ganadería
con nuevas técnicas (Feed lot) etc.
Las formas culturales también han sido alteradas en todos los espacios, la
historia y la creatividad intelectual etc.
2- Financiarización: hubo un aumento exponencial del capital financiero
(inversiones en bolsas), actividad especulativa y depredadora. Actualmente el
capital financiero es mucho mas importante que el capital productivo como
inversiones reales en el territorio porque es mas rentable.
3- La gestión y la manipulación de la crisis: referido a las crisis de deudas de
los países mas pobres. Se crea, gestiona y manipula las crisis a escala
mundial. Se redistribuye la riqueza desde los países pobres hacia los países
ricos. El tesoro estadounidense, Wall Street y el FMI se convirtieron en los
actores principales para llevar adelante esta causa. Prácticamente, ningún país
en vías de desarrollo permaneció al margen de préstamos. Estos
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endeudamientos son orquestados y gestionados, se calcula que desde 1980

hasta el 2017, cerca de 50 planes Marshall ( aproximadamente 7,6 billones de
dólares) han sido transferidos desde los pueblos de la periferia a sus
acreedores en el centro.
4- Redistribuciones estatales: hace referencia de como a partir de políticas
neoliberales, comienza a darse la distribución de recursos a la inversa, de los
sectores medios o bajos a los sectores mas ricos. Las elites se enriquecen a través
del empobrecimiento de los sectores bajos a través de diferentes mecanismos
como por ejemplo la quita de impuestos a las empresas. La vuelta del
neoliberalismo implica nuevamente la desposesión que se produce de manera
fragmentada: una privatización aquí, un proceso de degradación medioambiental
allá. La desposesión es siempre una pérdida de derechos. El neoliberalismo agrupa
los derechos en torno a dos lógicas de poder dominante: la del estado territorial y la
del capital. De esta manera, los derechos no son universales sino que es el Estado
el que determina su vigencia, por lo tanto los derechos de la ciudadanía son
derivados y condicionales.
Actualmente los países periféricos se dedican a exportar materias primas y también
mano de obra barata, vinculada a ciertos procesos productivos por ejemplo: todo lo
que sea textil, calzado, materiales electrónicos. Estos países que exportan recursos
naturales y mano de obra intensiva y cierta manufactura, se destacan aquellos que
tienen poca o nula regulación ambiental, poca o nula regulación laboral. Esto
significa que son países de bajo costo para las empresas. Por el contrario los
países centrales se dedican a productos industriales de alto valor agregado e
innovación tecnológica.
La acumulación por desposesión viene básicamente por la obtención de ganancias
por parte de las empresas a través de la perdida de derechos como por ejemplo, el
derecho a un ambiente sano, la empresa se instala y sobreexplota los recursos,
contamina y degrada el ambiente porque ese país no regula ni controla. La
población allí instalada pierde de esta manera, el derecho a un ambiente sano
porque depende de ese puesto de trabajo.
A pesar de todo lo expuesto ¿Por qué se sostiene el modelo neoliberal? Harvey
dice, que incluso los opositores a este modelo terminan incorporando algunos
conceptos de este sistema político- económico. La defensa a la propiedad privada
es el pilar básico, se instala por encima de otros derechos. Harvey dice que otro
sería el mundo si esto fuera diferente y se pusieran por encima de la propiedad
privada derechos como el de la educación, calidad de vida, salud etc. La resistencia
al neoliberalismo se complica cuando sus conceptos e ideas están incorporadas en
los propios opositores.
La acumulación por desposesión es un ejercicio de poder que, de una u otra forma, se ha
expresado en el devenir histórico del capitalismo. Aunque esta acumulación por
desposesión cobra fuerza ideológica a partir del modelo neoliberal y representa
actualmente, si no la única forma, sí la más importante, para sostener o incrementar la
acumulación de capital en la geografía glocal . El rasgo económico-político que define
dicha acumulación por desposesión es que su instrumentación, para llevarse a cabo,
necesita obligatoriamente que el Estado y los dueños de capital (productivo, comercial,
financiero) tengan el interés común (“contubernio”) de que los espacios receptores sirvan
para que el capital incremente su capital, y esto solo se logra expropiando el derecho del
trabajador de vivir dignamente con un empleo bien remunerado. En palabras de David
Harvey (2004), lo que posibilita la acumulación por desposesión es la liberación de un
conjunto de activos, incluida la fuerza de trabajo a un coste muy bajo y en algunos casos,
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nulo. En el desarrollo de este trabajo, el espacio geográfico cobra importancia como un

producto que resulta de la relación dialéctica entre dos lógicas de poder: la territorial y la
capitalista. Estas dos lógicas contradictorias y, muchas veces, conflictivas, dibujan en la
geografía mundial configuraciones espaciotemporales. La lógica territorial tiene que ver
con un Estado que ejerce su poder hegemónico sobre un territorio, frente al resto de los
Estados, asegurándose, como es el caso de Estados Unidos de América, de controlar o
apropiarse de ciertos territorios que garanticen su supremacía en la economía mundial. La
otra lógica capitalista es la compuesta por la élite del poder económico (corporativos
transnacionales), que es expresión de fracciones del capital que edifican espacios
productivos, comerciales y financieros, con el objetivo de ensanchar su influencia
económica en el orden mundial y asegurar tasas de retorno crecientes. Pese a que la
acumulación por desposesión se designa de la misma manera en todas las economías de
la geografía mundial, hay diferencias notables sobre sus efectos, entre unas naciones y
otras; por supuesto que los efectos sobre el grueso de la población se sienten más
crudamente en los habitantes de los países pobres. A esto hay que agregarle lo que dice
Harvey (2007) sobre la dimensión espacial de la acumulación de capital mundial, que en
contextos de crisis se intensifica por el despliegue de procesos de acumulación por
desposesión en contra de los países en desarrollo, como son: cobros de intereses
excesivos de deuda pública, repatriación de utilidades de grandes multinacionales,
pérdidas en los precios de intercambio internacional a favor de los países ricos que
controlan los organismos internacionales (FMI, BM) y donde se asientan los bancos y los
corporativos transnacionales más importantes de la economía mundial. La acumulación por
desposesión se aplica como un principio homologado (por igual) en todas las economías
del orbe, sean estas desarrolladas o en desarrollo. Uno de los rasgos que ha cobrado
importancia en el tipo de acumulación por desposesión, y que recomienda la política
neoliberal, se manifiesta en el apoyo irrestricto del Estado para salvaguardar los intereses
del capital financiero y de las instituciones de crédito en crisis, aunque esto vaya en contra
del beneficio económico y social de la mayoría de los pueblos(expropiación de ahorros
bancarios -corralito argentino-, permiso para hacer retiros del banco únicamente de cierta
cantidad, rescate financiero a favor de los bancos -crisis de 2008-, etc.). Se puede hablar
de un común denominador que caracteriza la acumulación por desposesión en todos los
países y que se aplica a partir de la adopción de la ideología neoliberal, que consiste en
promover una empresarización y privatización de instituciones públicas, lo cual lleva al
desmantelamiento del ya casi extinto “Estado de bienestar”.