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Somos la Carta de Dios

Jim Osterhouse

INTRODUCCIÓN

Las cosas no siempre son como aparentan. Hay un cuadro en Orlando, Florida que está situado en
la parte de arriba sobre el tejado. El costado de la pared esta rajado, abierto aparentemente le cayó
encima otro edificio. ¿Fue esto el resultado de un tornado? O ¿De un huracán? No. El edificio es
una atracción turística que fue construida intencionalmente para atraer la atención de la gente.

La fe Cristiana tampoco es lo que aparenta ser, superficialmente, la salvación es como un esfuerzo


cooperativo entre Dios y la gente. Dios provee el sacrificio de su Hijo Jesús para pagar el precio del
pecado, y la gente provee la fe para recibir el regalo de salvación. Una inspección más cercana de
la Biblia revela algo bastante diferente. Este discurso explicará la verdadera naturaleza de la fe
revelando cinco hechos de la Biblia, usando una memoria simple como herramienta, el acróstico
CARTA.

Una nota para el estudio de Grupos de Líderes

Comience por dar un breve resumen del material, distribuya los libros a los miembros del grupo y
pídales que lean los capítulos que se cubrirá en una segunda sesión. También pídales que lean las
preguntas del tema (incluidas en cada capítulo). Los miembros del grupo pueden desear escribir
ideas de discusión que se les venga a la mente o hacer sus propias preguntas en el margen de la
hoja. Tanto como sea posible, anime a los miembros del grupo para que hagan preguntas que
expresen sus dudas y busquen la seguridad que viene de una discusión saludable guiada por el
Espíritu.

Para cada sesión se debe disponer de tiempo para guiar al grupo con buenas preguntas para la
discusión. La participación es la clave para el éxito del grupo, no tenga miedo al silencio y no
presione a la gente pueden sentirse incómodos por hacerlo. Solicite preguntas de discusión, también
haga las suyas, le ayudara a discernir los pensamientos de los miembros de su grupo.

El Señor Dios se complace cuando la base de ser cristiano es revelada a la gente que nunca la
escucho.

ADVERTENCIA
Que Dios bendiga sus esfuerzos hoy.
Información sin
Transformación
produce hipocresía
y fariseísmo.
Módulo I
Naturaleza Caída
Adán, la primera persona que ha vivido en la tierra, representó a toda la humanidad cuando cayó
en pecado. La Biblia dice que por un solo hombre entró el pecado en el mundo. (Romanos 5:12) y
ese hombre fue Adán. (Génesis 3:1-7) pero cuando Adán cayó, ¿Cuán lejos cayó? ¿Cayó
Completamente o parcialmente? Ahora las personas --que son descendientes físicos de Adán-- ¿Son
completamente incapaces del control del pecado o pueden contribuir algo a su salvación?
Veamos algunos pasajes de la Escritura para comprender lo que la Biblia dice acerca de esto. El
apóstol Pablo escribe en Romanos 3:23 “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de
Dios”.
La idea del pasaje es “Quedarse corto” de algo --por ejemplo, una meta--, significa que fracasamos
en alcanzar esa meta. Este verso dice que toda la gente se queda corta ante la gloria de Dios. Esto
significa que estamos completamente inhabilitados para corresponder a la perfecta rectitud que Dios
necesita de nosotros. Quedamos cortos, nos perdemos. Tratamos de alcanzarla pero no podemos y
fallamos completamente. Esto es muy diferente que decir que obtenemos parcialmente o que
alcanzamos parte de nuestra meta.
Para ilustrar este punto, imaginemos que estamos visitando un alto rascacielos en el centro de una
ciudad grande. Al entrar al atrio del edificio, te pido que permanezcas en el primer piso mientras
camino al nivel del mezanine. Después de mirar abajo me retiro de los pasamanos, salto y choco
con el piso, me fracturo una pierna y algunas costillas. Aunque lesionado y malamente lastimado,
aun soy capaz de ayudarme yo mismo. Me arrastro hacia un teléfono y marco para que me
ayuden. Así es como algunas personas entienden la naturaleza caída del pecado. Hemos caído en
pecado, dicen, pero aún podemos ayudarnos a nosotros mismos a través de la salvación, ya que
solo estamos parcialmente inmovilizados por nuestra caída.
Ahora imaginemos también que estoy curado milagrosamente de mis heridas. Me paro y les digo:
demostraré la comprensión de la extensión de nuestra caída en el pecado. Te pido salir afuera y
pararte en la acera mientras yo tomo el ascensor a la parte superior de la torre y sigo camino hacia
la esquina del edificio. Nuevamente puede contemplar con horror la escena mientras salto 110
pisos. Cuando caigo en el pavimento, estoy muerto. No hay nada que pueda hacer para
ayudarme, estoy completamente destruido, estoy muerto. Solamente Dios puede ayudarme. Este
ejemplo es lo que significa que uno ha caído totalmente en pecado.
La Biblia en Efesios 2:1 dice: “... ustedes estaban muertos en sus delitos y pecados en los cuales
anduvisteis.....” Este es el entendimiento reformado. Estamos muertos en nuestros pecados. El
apóstol Pablo escribe: Salvos por gracia:
“1Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2en los cuales
anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad
del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3entre los cuales también todos
nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y
de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4Pero Dios, que es
rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5aun estando nosotros muertos en pecados,
nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6y juntamente con él nos resucitó, y
asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús” (Efesios 2: 1-6)
2
Estábamos muertos en nuestras transgresiones y pecados pero Dios nos hizo vivir. Para recalcar el
punto, vamos a poner un ejemplo y decir que yo soy el profesor y tú eres uno de mis estudiantes,
cuando entras a la clase un día, me encuentras tendido en el piso y muy enfermo. Sin embargo, me
pides que te traiga un vaso de agua, aunque estoy muy enfermo, me arrastro en el salón hacia la
fuente para conseguir el agua que me pediste. Es muy difícil hacerlo, pero lo hago y vuelvo a la
clase con tu agua.
Ahora imagínate que entras a la clase, me encuentras tendido en el piso muerto y me dices: “¡Jim
consígueme un vaso de agua!” ¿Que pasaría? Nada. No podría hacer lo que me pides porque
estoy muerto, estaría completamente incapaz de responder a tu pedido. La naturaleza caída del
pecador es como esto. Es tan completa, que describe, explica y advierte a la gente que no puede
responder totalmente acerca del mensaje de salvación. Esto significa “Estar muertos en nuestras
transgresiones y pecados.
Ahora esta ¡es una noticia terrible! Si la consecuencia del pecado nos hace totalmente incapaces de
salvarnos a nosotros mismos, ¿Cómo podemos ser salvos? Si estamos muertos espiritualmente
¿Cómo podremos tener vida? La respuesta es: Dios lo hace. Una vez Jesús fue interrogado con esta
misma pregunta por un hombre llamado Nicodemo. En respuesta Jesús le dijo: “Te es necesario
nacer de nuevo” Juan 3:1-8. Cuando entendemos cuan crueles y atroces son las malas noticias
comprendemos con más profundidad cuan excelentes son las buenas noticias.
La Biblia dice que nuestra salvación requiere del trabajo de Dios. La historia en Hechos 16
demuestra esto. Pablo estaba predicando las buenas noticias a un grupo de mujeres que se
reunieron en el río de Filipo......
“14Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a
Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo
decía”. (Hechos 16:14).
Si el Señor no hubiera abierto su corazón, Lidia no habría recibido el mensaje de Pablo, el Señor
obra en nosotros y hace lo que no podemos hacer por nosotros mismos. Por naturaleza nuestras
mentes están obscurecidas, pero Dios nos ilumina (2 Corintios 4:6). Por naturaleza estamos
espiritualmente ciegos (Juan 9:35-41), pero Dios nos permite ver (Juan 9:39) Por naturaleza
estamos espiritualmente sordos pero Dios abre nuestros oídos. (Mateo 13:9-17). Por naturaleza no
podemos creer pero Dios nos da el regalo de la fe.
“8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no
por obras, para que nadie se gloríe 10Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas
obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:8-9)

3
Preguntas

1. Describe una seria caída que has tenido. ¿Cuál es la diferencia entre caída y una caída
fatal?

2. Génesis 3 describe la caída de Adán y Eva en pecado, llevando a toda la humanidad


con ellos en pecado. Esto se refiere a “la caída” ¿Cuán seria fue la caída? ¿Cuál fue el
impacto de la caída? ¿Qué resultados de la caída se ven ahora?

3. ¿Qué puede hacer una persona para superar las consecuencias del pecado?

4. ¿Cómo te hace sentir esta verdad? ¿Desolado? ¿Incapaz? ¿Enojado? ¿Amargado?

5. ¿Qué problemas crea esta verdad para ti?

6. ¿Cómo entiendes la profundidad del pecado y cómo aumenta tu conocimiento acerca de la


muerte de Jesús en la cruz? ¿De la salvación? ¿De la gracia?

4
Adoptados por Dios
Así como una pareja humana escoge a un niño y éste es bienvenido en su familia. Dios nuestro
Padre Celestial hace una elección deliberada para adoptar a ciertas personas y les da la bienvenida
como hijos en su familia.
El apóstol Pablo escribe acerca de la adopción espiritual en su carta a los Efesios: Bendiciones
espirituales en Cristo
“3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4según nos escogió en él antes de la fundación del
mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5en amor habiéndonos predestinado
para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6para
alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, 7en quien tenemos
redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, 8que hizo
sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, 9dándonos a conocer el misterio de
su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, 10de reunir todas las cosas
en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las
que están en la tierra. 11En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al
propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, 12a fin de que seamos para
alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo” (Efesios 1:3-12)
Él anunció de la actividad de Dios al elegirnos aún antes de que creara el mundo. “Él nos eligió...
antes de la fundación del mundo....Nos destinó para adoptarnos como a sus Hijos....” Algunas
personas llaman a esto Doctrina de Elección. La enseñanza acerca de la elección bíblica aparece en
toda la Biblia. Aquí hay algunos ejemplos:
 En el Antiguo Testamento los Israelitas son personas elegidas por Dios. Para que tú seas
persona consagrada al Señor tu Dios. El Señor tu Dios te ha elegido entre todas las personas
de la faz de la tierra para que seas su hijo, su tesoro preciado.
 Un pueblo santo para Jehová: “6Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu
Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la
tierra. 7No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido,
pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; 8sino por cuanto Jehová os amó,
y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano
poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto”
(Deuteronomio 7: 6-8)
 “12Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, El pueblo que él escogió como heredad para
sí” (Salmo 33:12).
 “13Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados
por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la
santificación por el Espíritu y la fe en la verdad” ( 2 Tesalonicenses 2:13)
 Participes de la naturaleza divina. “10Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme
vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás” (2 Pedro 1:10)
 Jesús purifica la destrucción del templo. “22Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería
salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados” (Mateo 24:22)

5
La Biblia enseña claramente que Dios ha elegido a los que serán salvos. Tú puedes preguntarte:
¿Sobre qué base Dios escogió a los que son elegidos? ¿Los eligió antes que tuvieran fe o por que ya
tenían fe? La Biblia dice que aunque el escogido estaba muerto en sus pecados --y por lo tanto, no
es capaz de ejercitar la fe-- Dios los ha elegido para adoptarlos por medio de Cristo en su familia.
Jesús nos habla de la elección en Juan 6. He aquí los comentarios sobre el hecho de que no todos
que lo vieron, creyeron en Él. ¿Porque es este el caso? Escucha:
Jesús el pan de vida. “35Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre;
y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. 36Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
37
Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. 38Porque he
descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 39Y esta es la
voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo
resucite en el día postrero. 40Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al
Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero” (Juan 6: 35-40).
Ciertamente es verdad que “Cada uno que ve al Hijo y cree en Él tendrá vida eterna...” ¿Pero quién
puede ver al Hijo y creer en Él si todas las personas están completamente muertas en sus delitos y
pecados? “Todo aquel que el Padre da” a Jesús.
Otro pasaje que nos enseña acerca de la elección o ser elegido por Dios está en Hechos 13. Aquí el
apóstol Pablo ha estado predicando a la gente judía y ellos estaban rechazando el mensaje. De
manera que Pablo dice en consecuencia. “Está bien, es mucho para ustedes, ahora voy a predicar el
mensaje de salvación a otros gentiles”. El verso 48 nos recuerda la reacción de los gentiles. “48Los
gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que
estaban ordenados para vida eterna” ¿Quiénes creyeron? Los que estaban ordenados para vida
eterna.
Finalmente, debemos recordar que cuando somos elegidos, somos elegidos para un propósito
Efesios 2:10 dice: “10Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales
Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. No somos adoptados por Dios de
modo que podamos sentarnos y decir, “¡Oh, no es Maravilloso que yo sea una de las personas
elegidas de Dios!” Este fue un error de los Israelitas en el Antiguo Testamento. Estaban muy
orgullosos de que Dios los haya elegido. Ellos se alegraron. En realidad se alegraron diciendo
“Somos personas de Dios, lo siento por el resto de ustedes”, sin embargo, Dios quería que fuesen un
ejemplo sobresaliente a las naciones para que otros sean atraídos y por último vivir en la verdad de
Dios, pero fallaron completamente.
De la misma manera, algunas personas no entienden la enseñanza bíblica acerca de la elección. Ellos
lo ven como resultado de su de orgullo, --“Oh, piensas que eres una persona elegida por Dios.
Piensas que eres mejor que nosotros”. No, no son mejores. Los que son adoptados por Dios se dan
cuenta de cuan muertos estaban en sus pecados y cuan totalmente eran dependientes de Dios para
la salvación. No, no son mejores-- los redimidos están agradecidos. No, son mejores no, los
elegidos son llamados para hacerles saber a los demás el camino de la salvación.
En resumen, los cristianos son adoptados por Dios. ¿Sobre qué base? Son elegidos no por buenas
obras o por fe, sino completamente como resultado del amor y misericordia de Dios, no de otra
manera, Dios escoge a las personas como sus hijos en Cristo no por las condiciones que hayan
reunido, sino solamente por la elección soberana de Dios. Esto es lo que la Palabra enseña.

6
Preguntas

1. ¿Ha sido usted adoptado o conoce a alguien que ha sido adoptado? ¿Ha adoptado a un niño?
¿Cómo se siente al haber adoptado un niño? o ¿Ser adoptado?

2. ¿Cuál es el proceso de adopción? ¿El niño elige a sus padres o viceversa?

3. ¿Cuáles son los buenos motivos para adoptar?

4. ¿Por qué piensas que Dios quiere que seamos parte de su familia?

5. ¿Qué podemos hacer para asegurarnos que Dios nos elige?

7
Redención Intencional
Jesús murió intencionalmente. El señor Jesús murió en la cruz para salvar a las personas del pecado
(Mateo 1:21). Él murió por los que el Padre le dio.
De lo que estamos hablando aquí es de: La “redención consumada” Jesús murió como Sacrificio
consumado por el pecado hace casi dos mil años. ¿Qué significa hoy para nosotros? Él consumó la
redención en la cruz, la redención significa “exigir o reparar o tener que pagar un error, por algo
malo”. Algunas personas entienden la palabra redención de otra manera, intentando dar la idea:
“somos uno en Dios otra vez”. Esto no es correcto, ya que la idea describe la reconciliación con
Dios, no la redención. La reconciliación con Dios debe ser precedida por el hecho de la expiación o
pago de nuestros pecados. Y eso es exactamente lo que hizo Jesús en la cruz.
La Biblia nos enseña que la muerte de Jesús --su obra consumada en la cruz-- fue deliberada. El
apóstol Juan añade que:
Jesús es el pan de vida. “37Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo
fuera. 38Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me
envió. 39Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo
nada, sino que lo resucite en el día postrero. 40Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo
aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero” (Juan 6:
37-40).
¿Por quién murió Jesús? Él murió por los que Dios le dio. A cualquiera que Dios da a Jesús,
vendrá a Jesús y recibirá vida eterna. En Juan 10 Jesús mismo se llama el Buen Pastor:
“14Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15así como el Padre me
conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas” (Juan 10:14-15).
¿Para quién da su vida Jesús? ¿Por cada uno? No, Él da su vida para las ovejas que el Padre le ha
dado. Jesús continúa:
“16También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz;
y habrá un rebaño, y un pastor” (Juan 10:16).
¿Quiénes son estas ovejas? Las ovejas iniciales de Dios (hijos de Dios) fueron los Israelitas, la gente
judía. Jesús les habla diciéndoles que tiene otras ovejas. Los judíos dividieron a toda la gente en 2
grupos --judíos y no judíos (gentiles)--. Jesús dice que los gentiles también creerán en Él y serán
incluidos en el redil y habrá un rebaño y un pastor. Recordando, el capítulo 2 los judíos no han
entendido su elección. Pensaron que fueron personas elegidas por Dios y las otras no. Jesús les dice
que están equivocados. Los judíos y gentiles, toda la gente está entre sus ovejas.
“17Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 18Nadie me la quita,
sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar.
Este mandamiento recibí de mi Padre” (Juan 10: 17-18).
La redención de Jesús en la cruz fue deliberada. El Señor derramó su sangre con un propósito. El
cual fue dar una expiación a todas sus ovejas, sin omisión de las personas ya sean, judíos o gentiles.
La redención deliberada de Jesús es evidente no sólo por su muerte por sus ovejas, sino también
por la oración por sus ovejas. Su oración como Sumo Sacerdote se recuerda en Juan 17.
Jesús ora por sus discípulos. “1Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la
hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; 2como le has dado
8
potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste”; “6He manifestado tu
nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu
palabra”; “ 9Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos
son” (Juan 17: 1-2, 6,9)
Estas palabras son habladas por los discípulos. Pero Jesús también ora por los creyentes de hoy:
“20Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de
ellos, 21para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en
nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste” (Juan 17:20-21)
¡Qué cosa sorprendente estar incluidos entre los del mundo por quienes Jesús murió y por aquellos
que él continua orando!
En su primera epístola el apóstol Juan escribe: “13Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el
nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del
Hijo de Dios” (5:13). Nos dirigimos a los creyentes. Juan da una idea de lo que ha pasado:
“9En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al
mundo, para que vivamos por él. 10En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a
Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” (1
Juan 4:9-10)
¿Por quiénes murió Jesús? ¿Por quiénes hizo expiación en la cruz? Algunas personas creen que Jesús
murió por toda la gente, pero también creen que su intención está equivocada por la gente que no
cree. Entonces surge otra pregunta ¿Podría el propósito del Dios Todopoderoso ser frustrado por los
seres humanos? ¡No! Es verdad que el sacrificio de Jesús es suficiente para los pecados de todo el
mundo, pero el sacrificio es aplicado efectivamente para los que Dios ha elegido. Algunas personas
piensan que Jesús se manifiesta para salvar a cada uno, pero la gente puede rechazar la salvación
ofrecida. Si es así, Jesús no consumó la expiación que Él quería consumar. Jesús mismo dijo, “ 4Yo te
he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese” (Juan 17:4).
La expiación fue consumada por Jesús en la cruz. Él dijo: “Cuando Jesús hubo tomado el vinagre,
dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu” (Juan 19:30).
La expiación es aplicada por el Espíritu Santo. Jesús dijo: “44Ninguno puede venir a mí, si el Padre
que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero”. (Juan 6:44).

9
Preguntas

1. Cuándo los niños dicen “No lo hice a propósito” algunas veces significa, “fue un accidente” ¿Qué
más puede significar?

2. Jesús estaba libre para el sacrificio de la cruz que el mismo ofreció (Lucas 18: 31-33)

¿Cuál fue el propósito de la muerte en la cruz?

3. ¿Cuál es la diferencia entre reconciliación y expiación? (Usted puede verificar con un diccionario
de la Biblia). ¿Qué viene primero?

4. Una vez Jesús dijo: “6Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre,
sino por mí”. (Juan 14:6) ¿Por qué Jesús es el único camino posible a Dios? ¿Por qué Jesús es el
único posible sacrificio para el pecado?

5. ¿Pueden los planes e intenciones de Dios ser frustrados por el esfuerzo humano?

¿Por qué?

6. La Biblia dice que Jesús “... salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21) ¿A quiénes se
refiere “su pueblo” ¿Te incluyes tú entre esta gente? ¿Por qué?

10
Transformado por el Espíritu Santo
Una vez que la expiación ha sido hecha, ¿Cómo es aplicada a los creyentes? Por la obra del Espíritu
Santo. El Espíritu Santo capacita a los creyentes para que entiendan las cosas espirituales y
comiencen a vivir en armonía con Dios. El apóstol Pablo toca este punto:
“14Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son
locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14).
Pablo enseña que el Espíritu de Dios obra en nuestros corazones “5y la esperanza no avergüenza;
porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue
dado”. (Romanos 5:5)
El Espíritu Santo reemplaza nuestra rebeldía, de corazones duros, de piedra, a corazones de carne,
receptivos. (Ezequiel 36:26). El Espíritu Santo abre nuestros corazones para recibir las cosas de Dios.
(Hechos 16:14). Nos da el regalo de la fe (Efesios 2:8-10) y remueve nuestra ceguera espiritual (Juan
9:35-41). El Espíritu Santo hace todas las cosas para aplicar la expiación a nuestras vidas.
La idea de que la expiación es simplemente consumada por Cristo pero aplicada por seres humanos
no es verdad. Tampoco es verdad que Jesús solo adquirió nuestra redención en la cruz mientras
nosotros proporcionamos la fe, de manera que, obramos junto con Jesús para lograr nuestra
salvación. Volverse creyente no es esfuerzo cooperativo (Dios y el hombre). La regeneración (el
haber “nacido de nuevo”) no es el resultado de determinar o decidir poner nuestra fe en Jesús; más
bien el nuevo nacimiento precede, antecede la fe. Somos “nacidos de nuevo” por el Espíritu Santo y
¡solo entonces podemos creer! La salvación es completamente la obra de la gracia de Dios.
En su libro “Gracia Desconocida” R.C. Sproul dice que “Dios no solamente proporcionó el potencial
de la salvación, (ofreciendo salvación por medio de la obra consumada por Jesús) sino la salvación
actual (por el Espíritu Santo nos da poder para creer)”.
El resultado de esta afirmación nos lleva a la pregunta: ¿El propósito de Dios fue hacer posible que
la salvación fuera para todos o fue su propósito la salvación sólo para determinadas personas? La
última meta del plan de redención de Dios fue redimir a sus elegidos. Para lograr este fin Él ordenó
el plan. Primero, fue la expiación hecha por Su Hijo. Segundo, fue la aplicación del Espíritu Santo
de esta expiación para el elegido. Dios proporciona para el elegido todo lo que es necesario para su
salvación, incluyendo el regalo de la fe.
Una vez que captamos y entendemos la doctrina de la depravación total (la caída total de la
humanidad) sabemos que los seres humanos no se inclinaran a la fe en la obra de expiación de
Cristo, si Dios no proporciona los medios para la apropiación del beneficio de la expiación, es decir,
la fe en el potencial de la redención de todos que terminaría en la redención actual. (p. 174)....
Lo que la persona no regenerada necesita desesperadamente para llegar a la fe, es regeneración.
Esta es la gracia necesaria. Es (sine qua non) de salvación. A no ser que Dios cambie la disposición
de mi corazón pecador, nunca elegiré cooperar con gracia o abrazar la fe en Cristo... la gracia de
Salvar no ofrece la liberación, sino libera. La gracia de salvar no solamente ofrece regeneración, sino
regenera. Esto es lo que hace que la gracia sea tan graciosa: Dios... hace por nosotros lo que
nosotros mismos no podemos hacer (p. 188).
Mientras estamos hablando acerca de esta obra del Espíritu Santo, me gustaría tener un paseo un
poco corto en la historia de la iglesia para demostrar que el tema del que estamos hablando no es
nuevo.
11
En el quinto siglo D.C. un hombre llamado Pelagio empezó a enseñar que la humanidad nació
buena (eso quiere decir sin pecado natural y sin ser propenso al pecado), él enseñó que los humanos
no cayeron en pecado y, por lo tanto, tenían a habilidad de escoger ya sea lo bueno o lo malo.
Como resultado, no había necesidad del trabajo de transformación del Espíritu Santo para cambiar
los corazones.
Esta enseñanza que fue conocida como Peliaganismo, fue estudiada a la luz de la Biblia y rechazada
por la iglesia en Sínodo de Carthage D.C en el año 418, otra vez en el Consejo de Éfeso D.C en el
año 431 y otra vez en Sínodo de Orange D.C en el año 529.
Once siglos después, en el siglo dieciséis D.C el pelagianismo volvió a aparecer por medio de las
enseñanzas de un teólogo holandés llamado Jacobo Arminio y sus seguidores, conocido como
Arminianismo, también tenía el apodo de semi-pelagianismo porque enseñó que la humanidad cayó
parcialmente en vez de caer completamente. También enseñó que la gente sólo tiene buenas
cualidades, más que ser completamente buenos. Finalmente, sin embargo, es el mismo por
pelagianismo o semi-pelagianismo. Ambos afirman que la gente aún puede elegir a Cristo sin la
ayuda del Espíritu Santo. La salvación es un esfuerzo cooperativo --Dios redime y la humanidad cree-
-.
Esta enseñanza fue contraria a la Escritura y rechazada en Sínodo de Dort D.C año 1618-1619. Las
declaraciones de este sínodo, llamado los Cánones de Dort, están resumidos por la signa o acróstico
CARTA.

12
Preguntas

1. Cuándo una oruga gorda o verde se convierte en una mariposa graciosa, exclamamos: ¡Que
transformación!” ¿Cómo la obra transformadora del Espíritu Santo difiere de las
transformaciones que vemos en la naturaleza?

2. ¿Por qué es necesaria la transformación del Espíritu Santo?

3. Aunque no sabemos exactamente cómo el Espíritu Santo transforma a la gente, podemos ver los
resultados. ¿Cuáles son algunos resultados de la obra transformadora del Espíritu Santo en la vida
de la gente?

4. ¿Necesitas ser transformado?

13
Asidos por Dios
Somos sustentados por Dios, protegidos y seguros por toda la eternidad, esta es una conclusión
alegre del tema. La gente expresa la noción de ser sustentado por Dios de diferentes maneras:
 “Una vez salvados, siempre salvados”. No podemos perder la salvación.
 “Perseverancia de los santos”. Los santos son pecadores salvados por gracia. Persevera hasta
el fin, hasta llegar al cielo.
 “La perseverancia de Dios”. Realmente, Dios es el que persevera en nosotros. Dios nos trae y
lleva consigo.
 “La preservación de los santos” Otra vez, es el énfasis es la acción de Dios, no la nuestra.
 “Seguridad eterna”. Nuestro destino es seguro.
¿Cuál es el entendimiento de la doctrina de la gracia para mí? ¿Significa que no tengo que
preocuparme de mi salvación, estoy sustentado por Dios?
Escucha la enseñanza de la Escritura:
“13En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y
habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14que es las arras de
nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria” (Efesios
1:13-14).
Tenemos una herencia en el cielo pero ahora tenemos la garantía de que verdaderamente la
recibiremos. Esta garantía es la presencia del Espíritu Santo dentro de nosotros con esta garantía a
mano. (O podría decirse “en el corazón”) No tenemos que preocuparnos de que podamos perder
el cielo en el día postrero.
“3Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo
renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4para una herencia
incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5que sois
guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para
ser manifestada en el tiempo postrero” (1 Pedro 1:3-5)
Tenemos una herencia eterna y Dios la está protegiendo para nosotros, en el evangelio de Juan, los
líderes judíos se reunieron con Jesús y le preguntaron. ¿Hasta cuándo nos turbaras el alma? Si tú
eres el Cristo dínoslo abiertamente.
Jesús respondió: “24Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú
eres el Cristo, dínoslo abiertamente. 25Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que
yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; 26pero vosotros no creéis, porque no
sois de mis ovejas, como os he dicho. 27Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28y
yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29Mi Padre que
me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30Yo y el Padre
uno somos” (Juan 10: 24-30).
Hay una imagen correcta en la Escritura, sustentada por Dios. Un aviso popular y seguro afirma que
“Tú estás en buenas manos”, la Biblia nos dice que estamos mejor en las manos de Dios, nadie, ni
aún Satán puede arrebatarnos de las manos de Dios.

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En la carta del apóstol Pablo a la iglesia en Roma empieza explicando que toda la gente, ambos
judíos y gentiles son pecadores en necesidad de salvación “23por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Esto nos revela que las personas son salvas por
medio de la fe en Jesús- “23Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23) y la respuesta agradecida de los que son
salvos es la vida de servicio (pecado- salvación- servicio). Romanos 8:29-30 explica como “29Porque
a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su
Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30Y a los que predestinó, a éstos
también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también”.
Después Pablo siguió con la pregunta de la seguridad eterna.
“35¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o
desnudez, o peligro, o espada? 36Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero. 37Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores
por medio de aquel que nos amó. 38Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni
ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo alto, ni lo profundo, ni
ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor
nuestro”(Romanos 8:35-39).
¡Qué declaración fantástica! Nada en el cielo o la tierra nos separará del amor de Dios. ¿Por qué?
Porque la salvación no depende de nosotros. Depende totalmente de Dios. Muchos cristianos no
experimentan la paz y alegría que Jesús brinda porque están temerosos de perder la salvación.
Piensan que su salvación depende de su fe; ellos temen que una equivocación en su fe les ocasionará
una caída fuera de la mano de Dios.
En contraste, la Biblia enseña que nuestra seguridad eterna no depende en nuestra dependencia pero
si de Dios sustentándonos. El cuadro de un padre y un hijo cogidos de la mano, caminando
desconfiados a lo largo de un sendero. Si el niño esta cogido de la mano del padre y se suelta de él,
se cae. Si el padre le coge de la mano con seguridad el niño está a salvo. El consuelo de la Escritura
no es que los creyentes estén aferrándose de Dios, sino que Dios está aferrándolos a ellos. La
salvación es completamente obra de Dios. Podemos descansar seguros en el conocimiento de su
amor.

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Preguntas

1. Cuenta acerca de aquello que te acuerdas más, que te mantuvo fuerte, en manos (o brazos)
protectores de una persona adulta. ¿Cómo te has sentido?

2. La Biblia enseña que los creyentes están sustentados por Dios. ¿Cómo te hace sentir esa verdad?
¿Cómo afecta en tu comportamiento?

3. La Biblia también enseña que el control de Dios en los creyentes es más fuerte que nuestro
control en Dios. ¿Por qué esto es una fuente de consuelo para los creyentes?

4. Puede ésta seguridad de la salvación hacer que un creyente sea descuidado en la vida cristiana
¿Por qué?

5. ¿Cómo puedes combatir algunas tendencias en el descuido de tu vida?

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