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SECCION QUINTA.

LA RELACIÓN JURÍDICA COMERCIAL

UNIDAD XV. EL SUJETO DE LAS RELACIONES COMERCIALES


EL COMERCIANTE: 1) Noción a) Sistemas legislativos b) Reglas contenidas enel Código de
Comercio c) Adquisición y pérdida de la calidad. 2) LA REPRESENTACIÓN. Noción.
OBLIGACIONES DEL COMERCIANTE: 1) LIBROS DE COMERCIO. a) Sistemas. b) Formalidades
c) Efectos d) Correspondencia y documentación e) Exhibición y el secreto de los negocios
mercantiles f) Valor probatorio g) Actividades eximidas. 2) RENDICION DE CUENTAS: a) Sujetos
b) Requisitos c) Oportunidad d) Lugar.
ATRIBUTOS: 1) NOMBRE COMERCIAL: a) Concepto e importancia b) Distintos supuestos:
establecimiento principal, sede, sucursal y filial. 3) CAPACIDAD PARA EL EJERCICIO DEL
COMERCIO: Prohibiciones e incompatibilidades.

LA RELACIÓN JURÍDICA COMERCIAL

Introducción

Las primeras relaciones comerciales eran ejercidas por los comerciantes matriculados en
las corporaciones que actuaban como sociedades cerradas en las que si surgía algún
conflicto entre ellos, la jurisdicción comercial era ejercida por los mismos pares. El
comercio fue expandiéndose y universalizándose a través del tiempo y en la actualidad es
el Estado que, en forma directa o indirecta, está involucrado en las distintas modalidades
de contratación que tienen por objeto un acto de comercio.
La relación jurídica comercial tiene tres elementos: el primer elemento son los sujetos; el
segundo elemento, el vínculo jurídico entre esos dos sujetos; y el tercer elemento es el
objeto sobre el que recae la relación.
Con relación al primer elemento, son sujetos de las relaciones comerciales todas las
personas físicas o jurídicas, éstas últimas pudiendo ser tanto de carácter público o privado,
sean o no comerciantes, ya que quien ejecuta un acto de comercio queda sometido a la ley
y jurisdicción comercial.
En particular, podemos mencionar conforme a la legislación vigente, las personas jurídicas
que enumera el art. 33 del CC: sociedades comerciales, las asociaciones civiles y simples
asociaciones (art. 46 CC), las sociedades de economía mixta (DL 15.349/46), las
sociedades del estado (L 20.705) y las empresas del estado en cuanto ejecuten acto de
comercio aunque por esto no adquieren la calidad de comerciantes (Siburu, Thaller).
El vínculo jurídico es la relación entre los sujetos, que puede surgir de manera natural,
por conexión, accidental, unilateralmente, o por disposición de la ley (arts. 5, 6, 7 y 8 C.
Com.).
Así íntimamente relacionado al vínculo jurídico se encuentra el objeto, que éste es el acto
de comercio que les otorga a los sujetos un status o calidad jurídica particular con efectos
propios de esa calidad, sean estos comerciantes o no comerciantes, ya que asumir ese rol
no les confiere la calidad de tales. Ejemplo típico de esto, son los actos unilateralmente
comerciales (art.7 CCom), donde una de las partes es comerciante y la otra no lo es, sin
embargo en virtud del acto, queda sometido a la ley y jurisdicción comercial. Como ejemplo
se puede decir que el hecho de ir a comprar un auto a una concesionaria de automóviles
constituye un acto de comercio, siendo el vendedor el comerciante y el comprador un
particular que no se convierte en comerciante pero en virtud del acto, se somete a la ley y
jurisdicción comercial, el acto se “tiñe” de comercialidad.
EL SUJETO DE LAS RELACIONES COMERCIALES

EL COMERCIANTE

1) Noción
El comerciante es el sujeto típico de las relaciones jurídicas comerciales. Es la persona
que comercia profesional y habitualmente (ROMERO - 2010). El ejercicio de la actividad
mercantil hace que el comerciante adquiera esa calidad, ya que por el status jurídico del
que goza, queda sometido a un régimen jurídico especial propio. El mismo tiene una serie
de derechos y obligaciones propias de su condición, las que analizaremos a continuación.

a) Sistemas legislativos

Los sistemas legislativos han tratado de fijar las pautas para determinar cuándo estamos
frente a un comerciante a fin de aplicarle las obligaciones propias de esa calidad.

Sistema Objetivo o realista


El Código de Comercio francés estableció un criterio realista u objetivo ya que tiene en
cuenta la actividad. En su artículo 1°, describe como comerciante a quien realiza actos de
comercio haciendo de ello su profesión habitual. Luego se completó por la doctrina y la
jurisprudencia con la capacidad y el ejercicio en nombre propio. La calidad de comerciante
se adquiere por el ejercicio de actos de comercio, sin la necesidad de la inscripción en el
registro público. Hoy los comerciantes en Francia, sean nacionales o extranjeros deben
inscribirse en la matrícula para no ser multados.

Sistema Subjetivo o formalista


Es el sistema alemán y suizo que exige la inscripción en la matrícula para ser considerado
comerciante; es un sistema formalista.

Sistema mixto
Es el sistema de nuestro código de comercio, que tiene fuente francesa. La condición de
comerciante se adquiere por el sólo ejercicio habitual de la actividad comercial. La
exigencia de matricularse en el Registro Público de Comercio, según nuestro Código, es
facultativa y constituye una presunción iuris tantum de comercialidad a toda su actividad.
En algunas ramas del comercio la matrícula es obligatoria y debe estar inscripta en el
Registro Público de Comercio, como en el caso de la importación o exportación de
mercaderías al exterior, para quienes comercian sustancias farmacéuticas, semillas,
electrónica, equipos e instrumental médicos, operadores turísticos, entre otros.

b) Reglas contenidas en el Código de Comercio

El art. 1° del C.Com., establece: “la ley declara comerciantes a todos los individuos que,
teniendo capacidad legal para contratar, ejercen de cuenta propia actos de comercio,
haciendo de ello profesión habitual”.

Condiciones legales
1°) Capacidad legal para contratar, se exige la capacidad para el ejercicio del comercio, es
decir mayores de 18 años. La Ley 26.579/2009, modifica la edad en que las personas
físicas adquieren su mayoría de edad, adecuándola a la normativa internacional y la
legislación vigente en el Mercosur.
Con el nuevo sistema a partir de los 18 años los individuos cuentan con plena capacidad
para el ejercicio del comercio.
La capacidad e incapacidad está reglada por el régimen general establecido en el Código
Civil, Libro I, “De las Personas”, arts. 30 y ss. - persona jurídica- y arts. 126 y ss. - persona
física-, y la secc III, tit. I, cap. II, “De los que pueden contratar”, en los arts. 1160 y ss.
Por otra parte, el Código de Comercio reglamenta la capacidad para el ejercicio del
comercio en el artículo 9: “Es hábil para ejercer el comercio toda persona que, según las
leyes comunes, tiene la libre administración de sus bienes. Los que según estas mismas
leyes no se obligan por sus pactos o contratos, son igualmente incapaces para celebrar
actos de comercio, salvas las modificaciones de los artículos siguientes”. Hoy se
encuentran derogados por la ley 26.579/09, los arts. 10, 11 y 12 del Código de Comercio.
La regla es que el incapaz de hecho como, menores, dementes o sordomudos que no
pueden darse a entender por escrito están incapacitados para obrar. La ley les permite
ejercer el comercio a través de sus representantes necesarios (padre, madre, tutor,
curador, según cada caso particular) y éstos debe contar con la autorización judicial
respectiva a esos fines (arts. 54, 55, 274, 294, 297, 434, 435, 443 y 444 del Código Civil).
En caso de los emancipados, el nuevo art. 131 C.C. mantiene el instituto de la
emancipación por matrimonio.
En lo que se refiere a la posibilidad de constituir sociedades comerciales de tipos que
establecen la responsabilidad solidaria e ilimitada por las deudas sociales, por ejemplo
Sociedades Colectivas, para algunos autores tales como Richard y Muiño, el aporte para la
constitución o integración tiene el carácter de una fianza, por lo que, por aplicación del art.
134 inc 3 C.C., no podrían constituir ni integrar sociedades de este tipo por estar vedada la
posibilidad de afianzar obligaciones. Para otros autores, tales como Halperín, no se puede
equiparar esa participación social a una fianza, por lo que no regiría para este caso la
prohibición señalada.
Se mantiene el supuesto del menor adulto (14 a 18 años) que trabaja (art.283 CC) o que
obtuvo título habilitante para el ejercicio de una profesión (art.128 CC) quien puede
disponer y administrar los bienes adquiridos con el producto de su trabajo o profesión.
Conforme los artículos mencionados al menor adulto le está permitido ejercer el comercio y
con dichos bienes puede, administrar, disponer y entre otras cuestiones, formar
sociedades comerciales.
Con relación a los inhabilitados, (art. 152 bis y 152 ter CC) tienen una capacidad general
restringida, sujeta a las limitaciones especiales de la decisión judicial de inhabilitación, ya
que la sentencia puede vedar al inhabilitado la realización de ciertos actos. En cuanto a la
actividad comercial, pueden constituir sociedades comerciales con la conformidad del
curador y de acuerdo a los límites fijados en la sentencia que declara la inhabilitación.
En cuanto a los condenados, el art. 12 del CP establece lo siguiente: “La reclusión y la
prisión por más de tres años llevan como inherente la inhabilitación absoluta, por el tiempo
de la condena, la que podrá durar hasta tres años más, si así lo resuelve el tribunal, de
acuerdo con la índole del delito. Importan además la privación, mientras dure la pena, de la
patria potestad, de la administración de los bienes y del derecho de disponer de ellos por
actos entre vivos. El penado quedará sujeto a la curatela establecida por el Código Civil
para los incapaces”. Podrán formar parte de una sociedad comercial si cuentan con un
representante el curador y la venia judicial para el acto.
2) Ejercicio de actos de comercio. Los actos de comercio son las actividades económicas
simples y complejas que se manifiestan en actos u operaciones (Bolafio). Están
enunciadas en el artículo 8 C.Com., como negociaciones, operaciones de cambio,
compraventa, seguros etc. Por ejercicio debe entenderse la asunción de la responsabilidad
de los actos efectuados en el propio nombre comercial aunque éstos sean realizados por
un representante. No necesariamente debe entenderse como acto de comercio el ejercicio
material de la actividad.
3°) Ejercicio de cuenta propia. Lo correcto es decir en nombre propio. De esa forma se
asume la responsabilidad frente a terceros, ya que hay actos de comercio que se ejecutan
por cuenta ajena como en el caso de los martilleros o comisionistas o agentes de bolsa.
4°) Profesión habitual: se concibe solo si esa actividad es realizada en forma permanente,
estable y en forma profesional, como un buen hombre de negocios.

c) Adquisición y pérdida de la calidad

La calidad comerciante se adquiere con el ejercicio profesional y habitual de los actos de


comercio, salvo las situaciones ya explicitadas en las que es necesario poseer matrícula
inscripta en el Registro Público de Comercio. Se pierde la calidad de tal por el cese del
ejercicio de actos de comercio, salvo en los casos de la declaración de quiebra, liquidación
de las sociedades comerciales, entre otros, en donde la pérdida de dicha calidad proviene
de una situación desencadenante del cese de la actividad. Otra situación de cese se da en
los bancos comerciales cuando el Banco Central les revoca la autorización para funcionar.

2) LA REPRESENTACION

Noción

La representación surge cuando un individuo (representante, sujeto de la declaración de


voluntad) ejecuta un negocio jurídico en nombre de otro (representado, sujeto del interés)
de modo que el negocio se considera como celebrado directamente por este último y los
derechos y obligaciones emergentes del acto celebrado por el representante pasan
directamente al representado como si esta hubiera celebrado el negocio
(FONTANARROSA - 1969). Esta puede ser legal o voluntaria, directa e indirecta.
La representación legal, es aquella impuesta por la ley para las personas físicas incapaces.
Tales son la patria potestad o responsabilidad parental. El proyecto de Código Civil
(Pto.CCU) conceptúa a la responsabilidad parental como el conjunto de deberes y
derechos que corresponden a los progenitores sobre la persona y bienes del hijo, para su
protección, desarrollo y formación integral mientras sea menor de edad y no se haya
emancipado (MicroIuris.com - Cita: MJ-DOC-6111-AR - MJD6111). La tutela para los
menores de edad y la curatela para los incapaces mayores. En el caso de los mayores con
capacidad restringida, el proyecto de Código Unificado establece la figura del “curador
asistente”. Las personas jurídicas tienen una representación legal necesaria para su
actuación. Según el tipo, el representante legal podrá ser el presidente del directorio en la
sociedad anónima, el gerente en las sociedades de responsabilidad limitada, los síndicos y
liquidadores en concursos y quiebras que representan a los acreedores y gestión
representativa (art.2297 CC).
La representación voluntaria se origina directamente en la voluntad del representado
siendo un caso típico el contrato de mandato que se celebra con una concesionaria a los
fines de la venta de un automotor. Lo mismo sucede con el corredor inmobiliario, el
despachante de aduana, el martillero.
En ambos casos estamos en presencia de un negocio representativo que tiene los
siguientes requisitos: 1) autorización representativa o facultad para representar que es el
acto mediante el cual el representado o la ley otorga al representante el poder para emitir
la declaración de voluntad a través de un poder o procura; 2) Contemplatio domini: es la
exigencia de quien contrata a nombre ajeno lo ponga en conocimiento del tercero con
quien celebra el negocio para que sepa que está actuando por su representado, a quién
pasarán todos los efectos del acto; 3) límites al poder, es importante que el representante
actúe dentro de los límites del poder o autorización de lo contrario necesitará de la
ratificación del acto y si fuere abusiva su actuación y perjudica a su representado deberá
pagarle a este daños y perjuicios (ROMERO - 2010).
La representación es directa o propia cuando el sujeto de la declaración de la voluntad le
hace conocer al tercero que está actuando en nombre y representación de otro, es el caso
del mandato comercial, como así también en los casos de corretaje, remate, y demás actos
ya señalados precedentemente. Los efectos del acto generan responsabilidad directa en el
representado y los terceros. En el ejercicio del comercio tenemos un personaje típico de
representación con carácter general y permanente como es el factor o gerente que tiene un
mandato general del dueño del negocio (art.138 C.Com.), quien celebra negocios en
nombre del principal, quedando éste obligado con los terceros con los que el factor
contrata.
La representación es indirecta o impropia cuando el sujeto de la voluntad la emite como
propia y los terceros contratan directamente con él. Los efectos jurídicos del acto recaen
sobre el celebrante o agente; es el caso del comisionista (art.233 C. Com.). En este caso
del dueño del negocio tiene acciones directamente contra el celebrante o agente y no con
los terceros.

OBLIGACIONES DEL COMERCIANTE

Introducción

El Código de Comercio enuncia en el art. 33 las obligaciones de los comerciantes: 1°) La


inscripción en el registro público, tanto de la matrícula como de los documentos que
requieren ser inscriptos para ser oponibles a terceros, así tenemos, la inscripción de la
transferencia del fondo de comercio (art. 7 ley 11.867), de los contratos de sociedades
comerciales (art. 5, 7, 12 y 60 ley 19.550 y sus modificaciones), sentencias de divorcio (art.
36 inc. 2 C.Com), inscripción de poderes otorgados a los factores y su revocación (art. 36
inc. 4 C.Com.) y demás actos que las leyes especiales ordenen inscribir (art. 25 C.Com.);
2°) La obligación de seguir un orden uniforme de contabilidad y de tener los libros
necesarios a tal fin (arts. 43 C.Com y ss.) ; 3°) La conservación de correspondencia que
tenga relación con el giro del comerciante, así como la de todos los libros de la contabilidad
(art.67 C.Com.); 4°) Rendir cuentas en los términos de la ley (arts.68 C.Com. y ss.).
La calidad de comerciante exige la aplicación de normas que son propias de esa actividad.
En realidad de las enumeradas en el artículo 33 del C.Com., sólo la de rendir de cuentas
es una obligación, las demás son cargas ya que no pueden ser exigidas por terceros y solo
importan la pérdida de ciertos beneficios; por ejemplo el llevar libros conforme lo ordena la
ley, permite al comerciante en caso de juicio ofrecerlos como medio de prueba para aclarar
los puntos de la controversia, siempre que hayan sido llevados en forma y con la
documentación de respaldo (art.63 CCom).

REGISTRO PUBLICO DE COMERCIO


El Registro Público es una institución que en la antigüedad tenía la misión de inscribir a
quienes ejercían la profesión de comerciantes, así se sabía quienes integraban las
corporaciones; en el Medioevo estaba vinculada a la actividad de los gremios de los
mercaderes que llevaban una nómina de todos los que los integraban; en el mismo se
anotaban datos personales y todas las modificaciones referidas a su actividad.
El Código de Comercio nos presenta el Registro Público de Comercio con un sistema
realista y publicista; es decir que las inscripciones corresponden a actos celebrados con
anterioridad y a los cuales la registración les confiere publicidad y los hace oponibles a
terceros. Sin embargo la toma de razón en el registro no subsana los vicios que el acto
pudiera tener ya que no se hace un juicio de valor.
En práctica judicial las inscripciones de la matrícula, la rúbrica de los libros de comercio y
los contratos de constitución sociedades regulares como así también sus modificaciones,
se hacen previo un trámite judicial en los Juzgados especializados en sociedades y
quiebras de la capital en nuestra provincia.
El tribunal interviniente controla el cumplimiento de los requisitos legales, es decir que el
documento o acto pueda inscribirse, debiendo tener en cuenta la competencia del tribunal,
la capacidad de quien solicita la inscripción, verifica la validez del acto cuya registración
solicita, controla las formas externas del acto y si el mismo reúne las condiciones
establecidas por la ley para que la inscripción sea procedente, la que se ordena mediante
una resolución. La inscripción se formaliza mediante la presentación de la copia fiel del
documento que se manda a inscribir, el que es transcripto en hojas de protocolo que el
mismo registro proporciona, se pagan los sellados de ley y se ingresa el trámite en la
sección correspondiente (matrícula, sociedades comerciales, anónimas, asociaciones
civiles, rúbrica, etc.), y se procede a la toma de razón.
El registro lleva un protocolo según la materia de los documentos que se inscriben, están
los protocolos de sociedades anónimas, de mandatos, de la matrícula etc., los mismos son
llevados cronológicamente, foliados, rubricados como garantía de control y de seguridad
para los terceros que quieran obtener información sobre comerciantes individuales,
sociedades comerciales, asociaciones civiles o fundaciones.
El Registro Público de Comercio en la Provincia de Córdoba, está regulado por la Ley
8652/98, a cargo de la Dirección de Inspección de Personas Jurídicas, que depende del
Poder Ejecutivo. Tiene funciones registrales (art.3), funciones de fiscalización de las
personas jurídicas públicas y privadas (art.6 y 7), autoriza y fiscaliza el funcionamiento de
las asociaciones civiles y fundaciones (art. 10) y funciones administrativas (art.12) ya que
dicta resoluciones para organizar los procedimientos administrativos a través de los
cuales se procesa la documentación que ingresa y emana en el ejercicio de sus funciones.
El funcionamiento del registro público de comercio se organiza en forma independiente en
cada jurisdicción provincial.

1) LIBROS DE COMERCIO

La contabilidad y los estados contables constituyen un medio de prueba documental


instrumental de quienes gestionan o administran una actividad comercial, industrial o de
servicio, sean personas individuales o jurídicas privadas o públicas a través de la cual se
reflejan sus actos y negociaciones.
Se hace extensiva la obligación a cualquier persona, previa la rubricación de los libros
conforme las leyes especiales. Se exceptúan a quienes ejercen profesiones liberales,
agropecuarias y ligadas a las mismas cuando no están organizadas como sociedades
comerciales. A través de la contabilidad se aprecia la situación patrimonial y éxito de un
emprendimiento mercantil; satisfaciendo el interés propio de su titular para la toma de
decisiones; de los terceros que contratan con él para conocer su situación económica y del
fisco para determinar los gravámenes a que están sujetas las referidas actividades.
El Código de Comercio enuncia en el art. 33, inc. 2, la obligación de los comerciantes de
seguir un orden uniforme de contabilidad y de tener los libros necesarios a tal fin.

a) Sistemas

Los sistemas son tres: 1) de libertad, es el sistema inglés deja librado a los comerciantes el
criterio para llevar su contabilidad en orden, es el sistema previsto en los códigos suizo y
alemán; 2) sistema restringido: es el código francés, italiano y nuestro hasta 1963; detalla
cuáles son los libros indispensables, el modo y la forma de llevarlos; y 3) sistema mixto: es
el adoptado por nuestro código de comercio, dec.-ley 4777/1963. Están regulados en el
Código de Comercio, en el Libro I, Titulo II, Capítulo III, arts. 43 a 67 inclusive.
El Código de Comercio establece los libros obligatorios: 1) Diario (art. 45 C.Com.), en
donde se anotan día por día las operaciones y según el orden en que se vayan efectuando;
2) inventario y balance (arts. 48 a 52 C. Com.), el que se refiere al balance anual contable
al que están obligados a realizar quienes ejerzan el comercio, sean personas físicas o
jurídicas, de donde surgirá la verdadera situación patrimonial de quien desarrolla una
actividad comercial. Los libros enunciados son los que forman la contabilidad organizada.
Los casos particulares los encontramos en la Ley de Sociedades que además de los libros
obligatorios impuestos por el código, deben llevar por su actividad comercial el Libro de
Actas, y si es sociedad anónima, deben llevar Libro de Registro de Accionistas, Libro de
Registro a las Asambleas, además donde se dejan constancia de los actos de los órganos
colegiados como el Libro de Actas de Asamblea y Libro de Actas de Directorio. Los
agentes de bolsa, art. 47 de la Ley 17.811; Aseguradoras, art. 37 de la Ley 20.091,
Entidades Financieras, arts 36, 37 de la ley 21.526, y Carta Orgánica del BCRA, art. 34.
Transportistas conforme la normativa dictada por CNRT.
Los libros de contabilidad deben llevarse respetando los principios a saber: 1°) claridad,
(art.62 y 63 LS) ya que el balance representa la situación patrimonial de un comerciante en
un determinado momento; 2°) veracidad y exactitud, que significa exactitud en los asientos
y su valoración, no deben ocultar los valores reales de las partidas, (art.51 CCom), y 3°)
uniformidad en los criterios y métodos utilizados para confeccionar los balances,
normalmente según reglas impuestas por los colegios profesionales de Ciencias
Económicas de cada jurisdicción.

b) Formalidades

La contabilidad se debe llevar conforme al método más aceptado que es el de partida


doble, que ha sido formalmente incorporado a la Ley de Sociedades dando detalles de
cómo deben hacerse las cuentas y balances, art. 63 y ss. Los asientos deben hacerse en
orden, cronológicamente, art.45 C.Com.; respetando los requisitos del art. 54 C.Com., no
debe haber raspaduras, enmiendas, ni interlineados.
Las formalidades intrínsecas son que deben ser llevados en idioma nacional, el
comerciante extranjero puede hacerlo en su idioma de origen y traducirlo con un traductor
oficial en caso de juicio (art.66 C.Com.). La contabilidad debe tener unidad, y criterios
uniformes de valoración.
Las formalidades extrínsecas se refieren a los aspectos externos. El artículo 53 C.Com.,
se refiere a las formalidades extrínsecas, la encuadernación y foliatura impide la sustitución
de hojas y evita los fraudes. Actualmente el sistema permite las hojas móviles que utilizan
las grandes empresas previa autorización de la autoridad de contralor. El legislador ha
previsto en la legislación de fondo la función de publicidad del Registro que debe llevar la
nómina de las personas que solicitan la rúbrica y otorga la posibilidad para la consulta de
los interesados conforme a las jurisdicciones locales.

c) Efectos – Valor Probatorio

El Código de Comercio, en su art. 63, hace referencia al valor probatorio de los libros de
comercio que deben ser admitidos en juicio como prueba para quien los lleve en forma, y
para quien los presente aunque no se lleven en forma siempre que se cuente con la
documentación de respaldo. Entre personas que llevan la contabilidad en forma la prueba
surgirá de la compulsa de los asientos referidos al punto de la controversia, pero una vez
aceptado este medio de prueba no podrá aceptar los asientos favorables y desechar los
que le son adversos. Queda al arbitrio judicial la posibilidad de valerse de otros medios de
prueba.
Para quien no lleva contabilidad los libros son principio de prueba por escrito, art. 64 C.
Com. Para quien lleva libros, los mismos tienen el valor de una confesión.

d) Correspondencia y documentación

Se fija el plazo de diez (10) años para la conservación de la contabilidad y la


documentación de respaldo, obligación que se extiende a los herederos del titular de los
libros (art. 67 C.Com.).

e) Exhibición y el Secreto de los negocios mercantiles

El Código de Comercio establece dos clases de exhibición de libros, lo que aparece como
una excepción al principio del secreto de los negocios mercantiles; la que puede ser
general cuando debe exhibirse toda la contabilidad o parcial cuando está referida a los
asientos de una negociación objeto de controversia.
La exhibición general se encuentra dispuesta en el art. 58 C.Com.: “La exhibición general
de los libros de los comerciantes sólo puede decretarse a instancias de parte de los juicios
de sucesión, comunión o sociedad, administración o gestión mercantil por cuenta ajena y
en caso de liquidación o quiebra”. En el caso del Juicio Sucesorio, pueden pedir la
exhibición de la contabilidad del causante: los herederos, los acreedores del causante y del
heredero, el donatario y los herederos del donante, con la finalidad de conocer la situación
patrimonial del causante. En el caso de las sociedades comerciales, puede el socio en las
S.R.L., el síndico en las S.A. y accionistas que posean el 2% del capital social. El caso de
comunión se refiere a la existencia de un condominio o en el caso del matrimonio,
determinará la exhibición, la porción que le corresponde a cada uno. En el caso de
administración o gestión por cuenta ajena, como por ejemplo el gestor de negocios, o el
factor debe hacer conocer a su representado los movimientos comerciales que realice. En
caso de liquidación o quiebra, es una consecuencia propia de ambos procesos, ya que el
comerciante pierde la administración de sus bienes que pasa a ejercerla el liquidador o
síndico.
En cuanto a la exhibición particular o parcial es la establecida en el art. 59 C.Com., la que
procede bajo las siguientes condiciones: 1) Debe darse en juicio entre comerciante
fundada en la comunidad de asientos; 2) se da a instancia de parte o de oficio; 3) Debe
limitarse al objeto del pleito; 4) no puede ser sustituida por un extracto del asiento
efectuado por el contador del comercio; 5) no puede ser compulsiva, pero si se negara el
comerciante, será juzgado por los asientos del adversario (art. 56 C.Com.); 6) Debe
realizarse en el domicilio del comerciante y en su presencia (art. 60 C.Com.).
En cuanto al secreto de los negocios mercantiles se refiere a lo establecido en el art. 57
C.Com.: “Ninguna autoridad, Juez o Tribunal, bajo pretexto alguno, puede hacer pesquisas
de oficio, para inquirir si los comerciantes llevan o no libros arreglados”.
El precepto consagra el secreto profesional, de confidencialidad, el que cede en los casos
previstos en la ley cuando se encuentra comprometido el interés público. En razón de ello,
existe en el Código Penal el art. 156, que tipifica la violación del secreto profesional, y
sanciona a quien lo dé a conocer.

RENDICION DE CUENTAS

a) Sujetos

La rendición de cuentas consiste en informar al dueño del negocio o interesado en él, todo
lo que ha hecho en su interés, determinando y detallando los pasos realizados para
establecer la situación jurídica entre gestor o administrador y el dueño del negocio.
Todos los que ejecutan actos comerciales en representación de otro están obligados a
rendir cuentos de dichos actos. Se deben presentar al dueño del negocio detalles de todas
las operaciones realizadas. Es una información aclaratoria de las mismas, debiendo
adjuntarse los comprobantes respaldatorios de todas las operaciones. Esta obligación se
trasmite a los herederos.
Sin embargo, puede el dueño del negocio exonerar de esa obligación al gestor o
administrador.
Toda rendición de cuentas se encuentra sujeta a aprobación. La misma puede ser expresa,
cuando el dueño del negocio manifiesta de manera fehaciente la aprobación de la misma;
es tácita cuando transcurrido un mes de la presentación de la cuenta, el dueño del negocio
no le realiza observaciones. Asimismo podrá dirimirse judicialmente si no se logra su
aprobación entre partes involucradas (arts. 72 y 73 C.Com).
En el caso de hacerse judicialmente, la Provincia de Córdoba tiene previsto un
procedimiento especial, que se denomina juicio de “Cuentas”, regulado por los arts. 769 a
773 del Código de Procedimientos Civiles y Comerciales.

b) Requisitos

Las cuentas deben ser: 1) Instruidas y documentadas: las mismas deben contener
explicaciones y aclaraciones necesarias que den cuenta del negocio realizado para
justificar sus resultados. 2) Descriptivas: debe explicarse el procedimiento llevado a cabo
en los negocios, como así también el procedimiento utilizado contablemente.3)
Documentadas: Significa que quien rinde cuentas deben agregar los comprobantes o
documentación respaldatoria de las operaciones realizadas.

c) Oportunidad

Lo establece el art. 69 del C.Com.: “Al fin de cada negociación, o en transacciones


comerciales de curso sucesivo, los comerciantes corresponsales están respectivamente
obligados a la rendición de la cuenta de la negociación concluida, o de la cuenta corriente
cerrada al fin de cada año”.
d) Lugar

Se debe rendir cuentas en el domicilio de la administración. Lo regula el art. 74 C.Com.:


“La presentación de cuentas debe hacerse en el domicilio de la administración, no
mediando estipulaciones en contrario”.

PROYECTO DE UNIFICACIÓN DE CODIGO CIVIL Y COMERCIAL

CONTABILIDAD y ESTADOS CONTABLES

La obligación de llevar libros en el Proyecto de Unificación se encuentra legislada en el


Libro I, Titulo 4, Capitulo 5, SECCIÓN 7ª, arts. 320 a 331, lleva el título: Contabilidad y
estados contables, regulados a continuación de los instrumentos privados y particulares.
La ubicación recepta la opinión mayoritaria de los autores que los mismos constituyen un
medio de prueba documental instrumental de quienes gestionan o administran una
actividad comercial, industrial o de servicio, sean personas individuales o jurídicas privadas
o públicas a través de la cual se reflejan sus actos y negociaciones. Se hace extensiva la
obligación a cualquier persona, previa la rubricación de los libros conforme las leyes
especiales. Se exceptúan a quienes ejerzan profesiones liberales, agropecuarias y ligadas
a las mismas cuando no están organizadas como empresas, (art.320). Conforme lo
sostienen los fundamentos del proyecto, se amplía el espectro de quienes quieren llevar
voluntariamente un sistema de registración contable. Se respeta nuestra estructura jurídica
federal al sujetar la obligación de cada jurisdicción local.
Se mantienen los principios de uniformidad en cuanto a los criterios y métodos utilizados,
se explicita el método de la partida doble, para comprobar si hay pérdidas o ganancias. Los
principios de valoración los proporcionan los Colegios de Graduados en Ciencias
Económicas que son uniformes en todo el país. El principio de veracidad y exactitud en la
transcripción y valoración de los asientos, significa que la información debe expresar una
conformidad razonable con la realidad. Es decir que debe ser el fiel reflejo de la
documentación que respalda los asientos. La documentación respaldatoria completa la
contabilidad, (art.321).
Los libros o registros indispensables son diario, inventario y balance, los auxiliares que
exigen en función a la importancia y naturaleza de las actividades a desarrollar, como
también los especiales exigidos por el código unificado y leyes especiales (art.322). Los
libros enunciados son los que forman la contabilidad organizada. Los casos particulares los
encontramos en la Ley de Sociedades, ya referidos, los agentes de bolsa, art. 47 de la Ley
17.811; Aseguradoras, art. 37 de la Ley 20.91, Entidades Financieras, arts 36, 37 de la
ley 21.526, y Carta Orgánica del BCRA, art. 34. Transportistas conforme la normativa
dictada por CNRT, todos exigidos por leyes especiales que seguirán en vigencia.
Las formalidades extrínsecas están previstas en el art.323, son la encuadernación y
foliatura que impiden la sustitución de hojas para evitar los fraudes. Reiteramos
actualmente el sistema permite las hojas móviles que utilizan las grandes empresas previa
autorización de la autoridad de contralor. El legislador ha previsto en la legislación de fondo
la función de publicidad del Registro que debe llevar la nómina de las personas que
solicitan la rúbrica y otorga la posibilidad para la consulta de los interesados conforme a
las jurisdicciones locales.
Las formalidades intrínsecas están previstas en los arts.324 y 325, se prohíbe alterar el
orden de los asientos, dejar blancos, interlinear, raspar, emendar, alterar encuadernación o
foliatura, la inobservancia de las mismas significa una infracción en la forma de llevar la
contabilidad en consecuencia los libros perderán su valor probatorio ya que evidencia
fraude o abuso. Si se cometieran se debe subsanar con un nuevo asiento efectuado en la
misma fecha que se observa el error.
El legislador ha reproducido lo prescripto en materia de formalidades intrínsecas
contenidas código de comercio vigente. Los asientos deben realizarse a medida que los
comerciantes realicen sus operaciones, estas especificaciones se refieren al orden
progresivo de las fechas, estas están reflejadas en el libro diario y si se omite algún
asiento este debe ser salvado mediante un nuevo asiento. Como consecuencia, el
precepto legal exige una información detallada que permitirá conocer el estado patrimonial,
su evolución y resultados que en el ejercicio anual componen los rubros del balance.
Deben ser llevados en idioma y moneda nacional, no se admite lenguas extranjeras ni
unidades de medida o técnicas foráneas conforme lo explicitan los fundamentos del
proyecto.
Se exige que los libros y registros permanezcan en el domicilio de su titular, el precepto se
armoniza con las disposiciones de las leyes de procedimiento impositivo sean nacionales,
provinciales o municipales.
El art.326 se refiere al balance anual contable al que están obligados a realizar los que
llevan una contabilidad obligada o voluntaria, de donde surgirá la verdadera situación
patrimonial de quien desarrolla una actividad comercial y/o civil si decide hacer la rúbrica
de libros. El balance contable sirve de base al balance impositivo, el cuadro de resultados
que es el cuadro representativo de ganancias y pérdidas que es la representación
dinámica de los movimientos del patrimonio en un determinado ejercicio, y sirve de base
para la determinación de los impuestos.
En art. 327 se refiere al libro Diario, en el que se anotan día por día las operaciones y
según el orden en que se vayan efectuando, la evolución del comercio exige otros
procedimientos llevados a cabo por medios electrónicos y supervisados por los entes
recaudadores de impuestos que facilitan el control. En el caso de las sociedades por
acciones requiere autorización de la autoridad de contralor, la que resuelve previo
dictamen de peritos o antecedentes de su utilización. Los asientos globales deben ser
acompañados por la documentación de respaldo.
Se fija el plazo de diez (10) años para la conservación de la contabilidad y la
documentación de respaldo, obligación que se extiende a los herederos del titular de los
libros. La obligación nace como consecuencia de que pueden surgir reclamos o pleitos
como secuela de la actividad desarrollada por el titular de los libros, el legislador ha
previsto en los tres incisos del art. 327, el momento en que empieza a correr el plazo,
conforme lo remite el mismo artículo es para exhibir la contabilidad conservando su valor
probatorio.
El art.329 del proyecto, ha incorporado a los medios electrónicos y/o mecánicos
permitiendo que el progreso de la tecnología posibilite la incorporación de otros
instrumentos y que sean los organismos públicos y profesionales pertinentes los que
garanticen la seguridad de los mismos.
El art.330, se refiere al valor probatorio de los libros de comercio que deben ser admitidos
en juicio como prueba para quien los lleve en forma, y para quien los presente aunque no
se lleven en forma siempre que se cuente con la documentación de respaldo. Entre
personas que llevan la contabilidad en forma la prueba surgirá de la compulsa de los
asientos referidos al punto de la controversia, pero una vez aceptado este medio de prueba
no podrá aceptar los favorables y desecharse los asientos por la parte que le son
adversos. Queda al arbitrio judicial la posibilidad de valerse de otros medios de prueba.
Para quien no lleva contabilidad los libros son principio de prueba por escrito. Para quien
lleva libros los mismos tienen el valor de una confesión.
El art.331, apuntado como “investigaciones” reproduce en parte el texto de los artículos
relativos a la exhibición de libros, arts 57 a 61 CCom. El precepto consagra el secreto
profesional, de confidencialidad el que cede en los casos previstos por el mismo, a pedido
de parte interesada y referido al objeto de la controversia.
Rendición de Cuentas.
El Anteproyecto de 2012 se ocupa del asunto con carácter general, sin referencia a los
comerciantes, en los arts. 858 a 864, como una clase de obligación. La redacción del
proyecto no difiere en esencia lo prescripto en el código vigente, las mismas deben ser
descriptivas, instruidas y documentadas (art.858, 859). Con relación a la obligación de
rendir cuentas, lo hace extensivo a quienes actúan en interés ajeno, en las relaciones de
ejecución continuada si por su naturaleza está obligado a rendirlas, y por disposición legal,
es un norma de carácter general apta para todos los que deban rendir cuentas sea el
asunto civil o comercial.
El art.860, trae la posibilidad de la renuncia a la obligación de rendir cuentas. Adherimos a
la posición de los autores que sostienen que la rendición de cuentas es irrenunciable por
adelantado, pero no hay impedimento para renunciarla cuando el derecho a exigirla se ha
adquirido ( Argeri, Fernández, R. y Gómez Leo, Anaya, J. y Podetti, H., y Etcheverry, E.).
En su caso, la de renuncia en los términos indicados solamente debe negarse cuando ley
especial así lo determina, como ocurre con el art. 7 de la ley 24.441 del fideicomiso, donde
el fiduciario no puede renunciar a rendir cuentas al beneficiario.
El art. 864 se refiere a los saldos que deben ser abonados a los diez días de aprobadas las
cuentas y con relación a los documentos objeto de la cuenta deben ser devueltos al
interesado salvo los personales del obligado a rendirlas.

ATRIBUTOS

1) NOMBRE COMERCIAL

a) Concepto

El nombre comercial es el que usa el comerciante para actuar en el mundo del tráfico
mercantil y gozar del crédito mediante el cual adquiere los derechos y contrae obligaciones
(FONTANARROSA -1969). Es un atributo de contenido patrimonial ya que tiene tres
aspectos importantes o funciones, el primer término es la manifestación de la personalidad
del comerciante en el tráfico mercantil, así tenemos nombres como Cristian Dior, Dolce
Gabana, Ferrari. El segundo término significa la designación del establecimiento o
hacienda mercantil, por ejemplo supermercados “Disco”. En tercer aspecto el nombre es
representativo de productos o mercaderías, por ejemplo “Gillette”, Sedal, etc. entre otros.
A diferencia del nombre civil que es objeto de una ley especial como un atributo de la
persona física, con las características de ser intransferible, inmutable e imprescriptible.
El nombre comercial al contrario puede ser transferido, tiene un valor económico y goza
de protección legal a través de diferentes leyes. En este punto tomamos la posición del Dr.
Romero que sostiene: “que el derecho al nombre comercial es un derecho subjetivo de
carácter patrimonial sobre bienes inmateriales”.

b) Elementos:

c) Adquisición y pérdida

Los arts. 27 y 28 de la ley 22.362, bajo la denominación de “designaciones” señala que el


nombre comercial se adquiere por su uso y solamente con relación al ramo comercial para
el que se lo utiliza, el uso del nombre determina la propiedad del mismo.
En cuanto a la pérdida, el art. 30 de ley 22.362, señala que el cese del uso determina la
pérdida del nombre, también está protegido en el art. 29 que confiere la acción para
oponerse al uso de una designación a quien tenga un interés legítimo.
El nombre comercial es trasmisible lo que no está expresamente legislado en la referida
ley. Siendo el nombre comercial un elemento inmaterial del fondo de comercio,
enumerado en el art.1 de la Ley 11.867, al producirse su transferencia también se
transfiere al nombre del fondo.
El nombre comercial también se encuentra protegido por las leyes de identificación de
mercaderías, (Ley 22.802 y modif. lealtad comercial); ley de la defensa de la competencia
(Ley 25.156), las que a través de diferentes normas protegen la libre competencia en el
mercado y el uso del nombre comercial.

d) Régimen legal

La ley 22.362 de marcas y designaciones, protege al nombre comercial. La ley de


sociedades comerciales en sus arts. 133, 136 y 141 que se refieren a los actos ejecutados
por sus representantes contrarios al objeto social, entre esos podemos señalar al uso
indebido del nombre social que en las sociedades se denomina razón social, que también
caracteriza el tipo social adoptado.

2) DOMICILIO COMERCIAL

a) Concepto e importancia

La adquisición de la calidad de comerciante hace aparecer la posibilidad de tener un


domicilio comercial distinto del derecho común; la regulación del domicilio no es clara en
nuestro derecho y a él se refieren numerosas normas civiles (arts. 1, 7, 8 y 11, etc. C.C.) y
es frecuente distinguir entre domicilio real y procesal, o un domicilio especial a efectos
determinados, o el conyugal (art. 101 C.C.).
Tiene tanta importancia que algunos autores han dicho que constituye un estado de las
personas, un vínculo con un lugar donde tiene el asiento principal de sus negocios y su
residencia (art. 91 C.C.), y determina la competencia de las autoridades públicas para el
cumplimiento de sus derechos y obligaciones (arts. 101 y 102 C.C.) (Romero - 2008).
b) Distintos supuestos
Dentro del concepto de domicilio podemos distinguir los siguientes casos:
1) Establecimiento principal: El establecimiento es el asiento principal de la administración
de los negocios. En el caso del comerciante individual es el lugar donde cuenta con
domicilio su empresa, donde se centraliza su contabilidad (art. 3 inc. 2 C. Comercio). En
cuanto a las sociedades, es el lugar donde tiene su sede o donde se halla la residencia de
gobierno, o donde presta sus funciones el Directorio o la Asamblea.
2) Sucursal: Los establecimientos pueden ser sucursales, que son de carácter permanente
y colaboran con la explotación del principal (art. 5, 118 inc. 3 ley 19550, art. 4 ley 24522).
Características de las sucursales, son: 1) Simple extensión de la empresa subordinada; 2)
Tienen el mismo objeto que la empresa a la que se encuentran subordinadas; 3)
Instalación material distinta a la principal;4) Se encuentran a cargo de un factor o gerente,
el que cuenta con libertad de acción para llevar adelante el establecimiento pero se
encuentra bajo control directo de la empresa subordinadora;5) No es fundamental que su
contabilidad sea independiente; 6) No afecta la unidad patrimonial de la empresa (art. 1,
ap. 2 LCQ).
3) Sede: es la ubicación del establecimiento donde se lleva a cabo la principal actividad
jurídica del empresario o comerciante, donde tiene la administración de sus bienes.
4) Filial: Tiene lugar por la participación financiera de una sociedad en otra y responde a
un fenómeno o tendencia hacia la concentración de la empresa.Se materializa mediante la
suscripción de acciones sociales de una sociedad en otra. Existe una inversión de capital.
El control accionista que se ejerce en la filial asegura el gobierno y administración de la
sociedad, como así también sus consecuencias de índole económica, jurídicas y
financieras.Jurídicamente, las filiales son independientes de las sociedades madres, ya
que cuentan con un patrimonio propio, estatutos propios, administración propia, objeto
distinto a la sociedad principal. En contrapartida a ello, son económicamente dependientes
de la sociedad madre y ésta cuenta con un número de acciones suficientes para imponer
su voluntad.
El domicilio pues debe distinguirse de la residencia o la sede en cuanto domicilio marca
simplemente un ámbito jurisdiccional, donde, por ejemplo, corresponde matricularse (art.
25 C.Com.), en tanto la residencia es la ubicación concreta en que una persona habita con
su familia. Para que la residencia causa domicilio debe ser habitual y permanente (art. 92
C.C.). La sede, por su parte, es el lugar donde tiene el asiento principal de sus negocios, lo
que significa que una persona puede tener un domicilio civil y otro domicilio comercial,
según coincidan o no.

3) CAPACIDAD PARA EL EJERCICIO DEL COMERCIO: Prohibiciones legales e


incompatibilidades

Las prohibiciones legales e incompatibilidades las encontramos en los arts. 22 C.Com. y


ss.; además en diversas leyes las que se establecen en protección de determinados
intereses públicos o particulares. Ese régimen no ha sido afectado por la ley de mayoría
de edad.
Podemos mencionar que las prohibiciones e incompatibilidades entre otras son:
Están prohibidos por incapacidad legal, los que se hallan en estado de interdicción, (art. 22
C.Com. y 12 C.P.). Esta incapacidad tiene la finalidad de protección al penado mientras
está imposibilitado de atender personalmente los negocios, quedando sujeto a curatela.
Comerciante fallido queda inhabilitado desde la fecha de la declaración de quiebra, no
pudiendo ejercer el comercio, ser administrador, gerente, síndico, liquidador o fundador de
sociedades (arts. 238 L.C.Q. y 264 y 286 L.S.C.).
Las magistrados civiles y jueces en el territorio donde ejercen su autoridad y jurisdicción
con título permanente (art. 22 C.Com., ley 13.998 y ley 21.341). También las corporaciones
religiosas, ni los clérigos mientras vistan traje clerical, esto es, mientras conserven su
estado (art. 22 C.Com.).
En cuanto al factor, el art. 132 del C. Com. expresa: “…la persona a quien un comerciante
encarga la administración de sus negocios, o la de un establecimiento particular. Nadie
puede ser factor si no tiene la capacidad legal para ejercer el comercio”. Por la prohibición
del art. 141 C.Com., no puede negociar por cuenta propia, ni tomar interés bajo nombre
propio ni ajeno, en negociaciones del mismo género de las que están encomendadas, a no
ser que sea con expresa autorización de su principal.

Bibliografía
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HALPERIN, Isaac, Curso de Derecho Comercial, Vol. I, Parte General, Sociedades en
General, Depalma, Bs. As. 1972.
RICHARD Efraín y MUIÑO Orlando M., Derecho Societario, Astrea, Bas As. 1997.
RICHARD, Efraín Hugo (Director), Ensayos de Derecho Empresario, Fespresa, tomo 1,
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RIVERA, Julio César, “Código Civil Comentado”, Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2004.
ROITMAN, Horacio y AGUIRRE Hugo, Reforma a la mayoría de edad y capacidad para
constituir sociedades comerciales, Sec. Doctrina, Abeledo Perrot Córdoba, fasc.3, 2010.
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ROUILLON, Adolfo A. N., Régimen de Concursos y Quiebras, ley 24.522, 15° edición
actualizada y ampliada, Astrea, Bs. As., 2006
ZABALA RODRIGUEZ, Código de Comercio Comentado, Depalma, Bs. As.1975
ZUNINO, Jorge Osvaldo, Regimen de Sociedades Comerciales, ley 19.550, 21° edición
actualizada y ampliada, Astrea, Bs. As., 2006

Isabel Lucía Alem de Muttoni (Prof.Adj.Int Privado I cátedra D”)


Alberto Rodolfo Falcon (Adscripto Privado III)

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