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Los plaguicidas y la contaminación de las aguas

La actividad agrícola se encuentra dentro de aquellas actividades que influyen en el deterioro de la


calidad de la aguas. Los campos de cultivos generalmente están asociados a llanuras costeras y valles
cruzados por ríos, por diferentes vías. A estos ríos y zonas costeras llegan los residuos de los plaguicidas
empleados en la protección de esos cultivos. En 1989 se estimó que el río Mississippi transportó hacia el
Golfo de México, 430 toneladas de atrazina, a partir de los campos de cultivos de maíz ubicados cerca de
la zona [Carvalho, 1998]. Un estudio realizado sobre el agua de consumo humano en algunas
comunidades mexicanas, reveló que en algunas de ellas las aguas están altamente contaminadas con
plaguicidas que afectan la salud de los pobladores. El estudio fue diseñado para identificar y conocer los
niveles de plaguicidas, organoclorados y organofosforados en el agua de las tres localidades de la zona.
Los resultados evidenciaron presencia de pp-DDD, malatión y paratión metil [SNC, 1999].

Los agroquímicos se desplazan por la superficie terrestre o penetran en el suelo, arrastrados por el agua
y el viento. Estos contaminantes consiguen abrirse paso hasta las aguas subterráneas, tierras húmedas,
ríos, lagos y finalmente hasta los océanos en forma de sedimentos y cargas químicas transportadas por
los ríos [Criswell, 1998]. Las aguas que fluyen sobre la superficie de la tierra, ya sean por las lluvias,
irrigación u otras fuentes y que corren hacia las zonas bajas, en su avance disuelven los plaguicidas
presentes en el suelo. Por otra parte, en su movimiento tanto el agua como el viento erosionan los
suelos y arrastran consigo partículas, las cuales pueden llevar plaguicidas absorbidos [Criswell, 1998]. A
esto se le suma el hecho de que muchos agricultores indebidamente lavan los contenedores y otros
medios que utilizan en la aplicación de los plaguicidas en lagos, presas o ríos cercanos, causando su
contaminación [Criswell, 1998]. Una vez en el agua el plaguicida se disuelve, y de esta manera se mueve,
difunde en ella. Si está asociado a partículas sólidas de suelo o polvo, se mueve y dispersa
mecánicamente. Cuando el plaguicida se disuelve en el medio, la distribución ocurre por difusión. En
este proceso el conocimiento de la solubilidad en agua de un plaguicida es muy importante
[Dierksmeier, 2001].

Efectos de los plaguicidas sobre la salud

Los plaguicidas entran en contacto con el hombre a través de todas las vías de exposición posibles:
respiratoria, digestiva y dérmica, pues estos pueden encontrarse en función de sus características, en el
aire inhalado, en el agua y en los alimentos, entre otros medios ambientales.

Los plaguicidas tienen efectos agudos y crónicos en la salud; se entiende por agudos aquellas
intoxicaciones vinculadas a una exposición de corto tiempo con efectos sistémicos o localizados, y por
crónicos aquellas manifestaciones o patologías vinculadas a la exposición a bajas dosis por largo tiempo.

Un plaguicida dado tendrá un efecto negativo sobre la salud humana cuando el grado de exposición
supere los niveles considerados seguros. Puede darse una exposición directa a plaguicidas (en el caso de
los trabajadores de la industria que fabrican plaguicidas y los operarios, en particular, agricultores, que
los aplican), o una exposición indirecta (en el caso de consumidores, residentes y transeúntes), en
particular durante o después de la aplicación de plaguicidas en agricultura, jardinería o terrenos
deportivos, o por el mantenimiento de edificios públicos, la lucha contra las malas hierbas en los bordes
de carreteras y vías férreas, y otras actividades.

La toxicidad de los plaguicidas se puede expresar en cuatro formas, a saber:

1. Toxicidad oral aguda


2. Toxicidad dérmica
3. Toxicidad por inhalación
4. Toxicidad crónica

Los plaguicidas y otros productos tóxicos pueden causar muchas enfermedades a largo plazo (crónicas).
Algunas señas de las enfermedades crónicas son: pérdida de peso, debilidad constante, tos constante o
con sangre, heridas que no sanan, entumecimiento de las manos o los pies, pérdida del equilibrio,
pérdida de la vista, latidos del corazón muy lentos o muy rápidos, cambios súbitos de humor, confusión,
pérdida de memoria y dificultad para concentrarse.

Algunos efectos de los plaguicidas para la salud a largo plazo:

 Daño a los pulmones


 Cáncer
 Daño al hígado
 Hepatitis toxica
 Daño al sistema nervioso
 Daño al sistema inmunológico
 Esterilidad
 Defectos de nacimiento
 Daño a las glándulas productoras de hormonas

Una mujer expuesta a plaguicidas antes de estar embarazada puede sufrir un aborto espontáneo o dar a
luz a un bebé muerto a causa de la exposición previa.

Factores que influyen en la toxicidad de los plaguicidas en los sistemas acuáticos

Los agroquímicos son un importante factor de pérdida de biodiversidad animal en los ecosistemas de
agua dulce. El uso de estos pone en riesgo la calidad de las aguas en las zonas cercanas a los campos de
cultivo ya que estos compuestos se transportan a través del agua y la atmósfera y contaminan tanto las
aguas superficiales como las subterráneas. Incluso en algunos casos, los insecticidas se aplican
directamente sobre las masas de agua (por ejemplo, para controlar las poblaciones de mosquitos). En
cuanto a las aguas superficiales, la concentración y el tipo de plaguicidas detectados dependen de varios
factores como la estación del año, las propiedades físicas y químicas del compuesto (solubilidad en agua,
la persistencia o vida media o la capacidad de retención en el suelo) y otros factores como, por ejemplo,
la topografía del terreno y la frecuencia de la lluvia. Todos estos factores hacen muy difícil predecir el
destino de un plaguicida en el medio acuático y su bioacumulación en general, y mucho más difícil
conocer el destino de todos los plaguicidas utilizados en los campos y áreas públicas.

Una vez en el agua, los plaguicidas y sus metabolitos se vuelven biodisponibles para los organismos
acuáticos expuestos a través de la piel, agallas y por la alimentación, y dependiendo de su solubilidad, se
bioacumulan en sus tejidos. Los organismos expuestos pueden ser consumidos tanto por animales
silvestres como por los seres humanos. El fitoplancton contaminado con plaguicidas es una fuente de
exposición para invertebrados, peces y otros organismos. A su vez los peces y mariscos contaminados
con plaguicidas son una fuente de exposición para mamíferos pequeños, aves y otros animales salvajes
además de para los seres humanos. Por lo tanto, el uso de plaguicidas cerca de las aguas superficiales
somete a un elevado riesgo al ecosistema acuático, a sus especies y a los organismos que dependen de
él.

En general, los insecticidas y los fungicidas son particularmente peligrosos para la fauna acuática y los
herbicidas para las plantas. Aunque también se han observado efectos secundarios de los herbicidas en
las especies animales y viceversa. El fitoplancton, las plantas acuáticas y las algas, que son
particularmente sensibles a los herbicidas, tienen un papel clave en los ecosistemas acuáticos ya que
proporcionan oxígeno disuelto para todas las demás especies. Sin oxígeno disuelto, los peces y otros
organismos mueren por asfixia.

La fauna acuática es particularmente sensible a los plaguicidas porque experimentan una exposición
crónica. Los peces, por ejemplo, están expuestos a los plaguicidas a través de las branquias, la piel y la
boca, y pueden bioacumular estos productos químicos en sus tejidos. Las branquias son órganos muy
importantes en los peces, clave para su respiración y funciones de regulación, y la dificultad respiratoria
es uno de los primeros síntomas del envenenamiento por plaguicidas. Las ranas también son
particularmente sensibles a la contaminación química acuática, ya que pasan su fase embrionaria y la
metamorfosis en el agua. De forma similar a las larvas de los peces, después de que los huevos
eclosionan, los renacuajos tienen una piel muy delgada que los productos químicos pueden atravesar. Si
estas sustancias químicas interfieren con el sistema hormonal de los embriones, pueden afectar
gravemente a la reproducción y al desarrollo, además de generar otros trastornos. Hoy en día se
reconoce que varios plaguicidas tóxicos para los óvulos y embriones de peces, anfibios e invertebrados
pueden causar “efectos teratogénicos”, malformaciones que afectan a la población de las especies
afectadas. Además, una creciente evidencia muestra que las especies de anfibios que viven en regiones
de agricultura intensiva manifiestan anomalías en el desarrollo y la reproducción, como extremidades
deformadas y falta de diferenciación sexual (intersex). En peces, anfibios y organismos acuáticos
juveniles y adultos, muchos plaguicidas pueden afectar al hígado, un órgano que desempeña funciones
vitales como el metabolismo y la desintoxicación de xenobióticos (sustancias químicas extrañas que
entran en el organismo), la síntesis de varios componentes del plasma sanguíneo, la liberación de
glucosa a la sangre, etc. Los plaguicidas pueden afectar el sistema inmune de los animales acuáticos
haciéndolos más susceptibles a las enfermedades o a la exposición a otros contaminantes. De hecho,
varios de los efectos adversos observados en la vida silvestre no pueden atribuirse a la exposición a un
solo plaguicida sino a una mezcla de plaguicidas y otras presiones de origen humano. De hecho, se ha
detectado que las mezclas de plaguicidas causan efectos adversos a dosis más bajas que los compuestos
individuales solos y en muchos casos, las mezclas pueden causar efectos adversos completamente
diferentes.

Los seres humanos somos conscientes

El agua es el componente fundamental en mayor cantidad de los organismos de los seres vivos,
indispensable para la mayoría de las funciones vitales. Es un elemento esencial en la producción
agropecuaria, porcícola y avícola; por lo cual, su calidad incide directamente en la calidad de los
productos alimenticios y debe cumplir con parámetros de calidad para ser consumida por seres vivos
La contaminación del agua por prácticas agrícolas insostenibles se plantea como una grave amenaza
para la salud humana y los ecosistemas del planeta.

En muchos países, la mayor fuente de contaminación del agua es la agricultura y no las ciudades o la
industria. La agricultura moderna es responsable del vertido de grandes cantidades de agroquímicos,
materia orgánica, sedimentos y sales en los cuerpos de agua esta contaminación afecta a miles de
millones de personas

La agricultura es el mayor productor de aguas residuales, por volumen, y el ganado genera muchas más
excreciones que los humanos. A medida que se ha intensificado el uso de la tierra, los países han
aumentado enormemente el uso de pesticidas sintéticos, fertilizantes y otros insumos (agroquímicos).

Si bien estos insumos han ayudado a impulsar la producción alimentaria, también han dado lugar a
amenazas ambientales, así como a posibles problemas de salud humana.

La contaminación del agua causada por la agricultura afecta a miles de millones de personas y genera
costes anuales de miles de millones de dólares.

Podemos decir que estos productos agroquímicos causan efectos irremediables por su uso
indiscriminado, con la falta de conciencia sobre el peligro de algunos agroquímicos, la incapacidad de la
industria y la idea de que los estos son esenciales para alimentar a toda la población hace que éstos se
sigan aplicando en forma intensiva.

Que podemos hacer al respecto

Conozca el sitio, conozca los pesticidas

• En el área cerca de la zona de la aplicación, identifique todos los hogares, escuelas, zonas
comerciales, parques, patios de juego, caminos de jogging o ejercicio, caminos, cultivos y vías de agua.
Se debe establecer zonas de protección para estas y otras áreas sensibles. Haga un mapa de estas zonas
y revíselo con los trabajadores que aplican pesticidas.

• Conozca su tipo de suelo y su textura. En algunos casos, la dosis del pesticida depende del tipo
de suelo y su contenido de materia orgánica. Esta información se encuentra en la etiqueta.

• Para averiguar si su zona de aplicación se encuentra en un Groundwater Management Area (una zona
de manejo de aguas subterráneas), favor de contactarse con el Oregon Department of Environmental
Quality (DEQ—El Departamento de Calidad del Medio Ambiente de Oregon). Si su sitio de aplicación se
encuentra en una de estas zonas, se debe preguntar al DEQ como proceder.

• Para aplicaciones de pesticidas en, por encima de, o cerca de aguas superficiales, el DEQ requiere un
permiso del National Pollutant Discharge Elimination System (NPDES—El Sistema Nacional de
Eliminación de Descargas Contaminantes). Para mayor información, favor de contactarse con el DEQ.

• Elija los pesticidas registrados para el cultivo o sitio específico. Aplique la dosis correcta.

• Elija los pesticidas con la menor probabilidad de lixiviar, escurrir o mover con la tierra.

• Debe informarse de los datos específicos del producto sobre la deriva de partículas y vapor, las zonas
de protección, la solubilidad, la prevención de escorrentía, el tipo de suelo, la toxicidad u otros peligros
identificados en la etiqueta del producto o en la Safety Data Sheet (SDS—La Hoja de Datos de
Seguridad).

• Cada año, se debe entrenar a sus trabajadores y a las personas encargadas de tomar decisiones (tales
como, los gerentes de rancho y los súper- visores) para que puedan leer y comprender las etiquetas de
los pesticidas que se usan en el huerto, viñedo, granja o plantación de árboles de Navidad.

• Mantenga los registros requeridos por el ODA, la OR-OSHA, la U.S. Environmental Protection Agency
(EPA—La Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU.) y el United States Department of Agriculture
(USDA— El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos).

• Para el desecho de pesticidas no utilizables, siga las reglas de DEQ (OAR 340-109) las cuales que se
resumen en una hoja de datos en el sitio Web http://www.deq.state.or.us/lq/hw/pesticide.htm Y
entregue los desechos a un evento de recogida o a una instalación de desecho apropiada. Para
información sobre los próximos eventos de recogida, favor de ponerse en contacto con el ODA o el DEQ.

Prepare el sitio para prevenir la escorrentía de pesticidas

• Utilice los cultivos de cobertura y residuos en el cultivo para reducir la escorrentía y la erosión por las
tormentas y la irrigación.

• Utilice las vías acuáticas con pasto, estanques de sedimentos y zonas de filtro para controlar el
sedimento que la escorrentía transporta.

• Utilice un sistema para recuperar y reutilizar el agua de descarga.

• Construya sumideros para separar los sedimentos del agua de riego (irrigación) o de la escorrentía de
tormentas. Combine estos sumideros con los estanques de sedimentos.

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