Asignatura Datos del estudiante Fecha

Apellidos: Buelvas Atencia

HUMANIDADES 18 de Mayo de 2021
Nombre: Fabián David

Actividad de aprendizaje UNIDAD 1 ENSAYO

HUMANIZACIÓN EN LA ÉPOCA DE PANDEMIA, PERSPECTIVA DE LOS

PROFESIONALES DE LA SALUD

En plena emergencia sanitaria por la pandemia por Coronavirus es complejo

hablar de humanización pero son tantas las noticias e historias que se dan a
conocer por parte de profesionales de la salud, cosas que viven y siguen viviendo
en el día a día en sus puestos de trabajo en urgencias y emergencias pero
también en hospitalización y en las unidades de cuidados intensivos que creo que
merecen ser analizadas.

A diario se habla de importantes muestras de solidaridad desde la población hacia

los profesionales sanitarios, que forman parte de la atención en hospitales y
centros hospitalarios y que están en primera línea de esta guerra, como muchos
dirigentes de países han definido.
Pienso que en esta época uno de los pilares básicos de la humanización son los
profesionales y las condiciones en las que estos desempeñan sus funciones. Esos
que a diario exponen su propia salud por la de los demás, mucho más ahora que
están ante un enemigo nuevo, un enemigo que se adapta y que esta también
contagiándolos a ellos y a sus familias. Esos que pese a saber que pueden
contagiarse están luchando con los medios que tienen, cada vez menos acordes a
las necesidades de la situación, que llevan puestos horas y horas los equipos de
protección individual con los que muchas veces ni ven por el vapor del calor que
empañan las gafas o se le quedan en la cara marcadas.

Aun así, ese traje es incapaz de reducir la increíble humanidad de estos

profesionales y esas mascarillas no evitan las palabras de consuelo, de ánimo, las
miradas, los gestos, no impiden la empatía, el respeto. Pero aunque las
condiciones lo pongan muy difícil ellos luchan y buscan la forma de hacer lo que
más les gusta, cuidar.

Esos que están viviendo el cara a cara con el paciente, están viviendo la
complicidad con ellos de la incertidumbre, la preocupación por el momento, el no
saber si estén contagiados por covid-19, esta enfermedad nueva, estos pacientes
a veces, tienen miedo, pasan muchas horas solos, sin saber nada de sus seres
queridos, pero hasta en esto la gente es impresionante y cada vez son más las
iniciativas que buscan acercar de alguna manera esos pacientes a los suyos y
están habilitando direcciones de correos en las que pueden escribirles cartas que
después les leen.
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Apellidos: Buelvas Atencia
HUMANIDADES 18 de Mayo de 2021
Nombre: Fabián David

Ha costado mucho trabajo cambiar la cultura médica e ir incorporando el concepto

de cuidado. Si echamos un vistazo en la historia, la labor del médico siempre ha
sido la de curar. En el pasado, el médico que se encontraba frente a un paciente
cuya enfermedad no era tratable, se lo comunicaba a él o a su familia, y terminaba
con la frase: “mi labor ha terminado”.
Muchos acontecimientos recientes han logrado modificar esta tradición de miles
de años. Por ejemplo, la enfermera y trabajadora social Cicely Saunders promovió
en 1967 en Londres la creación del primer centro médico dedicado a la atención
de enfermos terminales que sería luego referencia para todo el mundo, comienzan
así los cuidados pertinentes y, oficialmente, aparecen profesionales de la salud y
unidades médicas cuya misión ya no es curar, sino cuidar, acompañar y brindar
confort.
Somos conscientes de nuestra vulnerabilidad en la niñez, la vejez y la
enfermedad. La idea de vulnerabilidad nos recuerda que tenemos que vivir con la
mortalidad y que debemos cuidarnos como sujetos frágiles.
Esta pandemia también nos ha devuelto nuestra conciencia de vulnerabilidad.
Vivíamos confiados, nos creíamos protegidos e inmunes. Los desastres naturales,
las guerras, el hambre, eran cosas que ocurrían allá, lejos, en otros rincones del
mundo. No había amenaza previsible. Hasta que, de pronto, nos vimos
confinados.
En los últimos meses hemos visto saturados los hospitales y centros de salud,
sufrimos la pérdida de miles de vidas y la distancia física ha pasado a formar parte
de nuestro día a día. Aunque no hayamos contraído COVID-19 ahora somos
conscientes, más que nunca, de nuestra vulnerabilidad.
Además de la saturación por el alto número de casos, uno de los principales
problemas a los que se enfrenta médicos y enfermeras es el aislamiento de los
pacientes. La mirada y el tacto han perdido su efectividad debido a los equipos de
protección personal.
Los pacientes no han podido ver a sus doctores a los ojos o sentir el contacto de
la piel cuando les sujetaban la mano. Algo primordial, el tacto es fundamental para
el ejercicio de cuidar, pues resulta imposible cuidar a un ser humano sin ejercer el
tacto. Sin mencionar la importancia de la mirada.
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Apellidos: Buelvas Atencia
HUMANIDADES 18 de Mayo de 2021
Nombre: Fabián David

Los centros hospitalarios son sitios eficientes, higiénicos y tecnificados, pero

también son lugares fríos. A esta realidad habitual se le ha sumado, por culpa de
esta pandemia, la imposibilidad de que los familiares puedan visitar a sus
parientes enfermos. Muchos de ellos no pudieron siquiera tener una última
conversación mirándose a los ojos, despedirse de esos seres queridos o celebrar
un funeral con el apoyo de otros familiares y amigos. Las últimas horas para
muchas víctimas del COVID-19 fue en compañía de los profesionales de la salud
que los cuidaban.
Desde el comienzo de la pandemia, los profesionales de la salud se han tenido
que enfrentar a la situación con escasez de recursos y, sobre todo, con unas
inadecuadas medidas de protección personal para ejercer su labor de forma
segura.
Para los profesionales de la salud ver a las personas apilonadas en las calles, en
donde apenas se puede guardar la distancia de protección, les genera mucha
impotencia. Ellos han librado una verdadera guerra durante este tiempo y, pese a
sus esfuerzos, han tenido que presenciar la muerte de muchos pacientes, e
incluso la de algunos de sus compañeros.
Hemos sobrecargado nuestro sistema de salud y por este motivo, es fundamental
que como sociedad actuemos con responsabilidad. Que nos esforcemos por
mantener la distancia social, será tan reconfortante para los profesionales de la
salud como lo son los aplausos y las felicitaciones que reciben. También debería
ser una buena oportunidad para fortalecer nuestro sistema de salud.
Quizá gracias a esta pandemia nos volvamos más responsables. Ahora nos toca a
nosotros cuidar a nuestros profesionales de la salud y a nuestro sistema sanitario.