Tribilín, un nene, esperaba que su madre vaya a buscarlo a la salida de su curso de
primer grado de la primaria. Pasan minutos, horas, pero la única que llega es la luna. Es trasladado por un juez a una oficina de alumnos perdidos en donde encuentran a 4 nenes en su misma situación.
2007
Han pasado dos décadas y Tribilín ya es un joven experimentado en el encierro.
Su padre fue el índice de libros prohibidos y su madre, la oficina de alumnos perdidos. Cruza calles, conoce todas las plazas del barrio (anotadas en su agenda) y es el poeta más violentamente creativo.