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PROFESORADO PARA
EL CAMBIO EDUCATIVO
FORMACIÓN DEL PROFESORADO
PARA EL CAMBIO EDUCATIVO
CARLOS MARCELO GARCÍA
Barcelona, 1999
1. a edición: EUB, S.L.,1995
2. a edición: EUB, S.L., 1999
Distribución: Les Punxes distribuidora, S.L.
Francesc d’Aranda, 75-81 08018 Barcelona
0. PRESENTACIÓN ............................................................................................ 13
CAPÍTULO I.
ESTRUCTURA CONCEPTUAL DE LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO
CAPÍTULO II.
LA FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO
CAPÍTULO III.
LA FORMACIÓN DE PROFESORES PRINCIPIANTES
CAPÍTULO IV.
EL DESARROLLO PROFESIONAL DE LOS PROFESORES
Hemos escogido una esquema secuencial para describir las diferentes fases
de la Formación del Profesorado. Diferenciamos entre formación inicial, formación
durante el periodo de iniciación, y desarrollo profesional. Aunque asumimos que la
formación inicial debe establecer conexiones significativas con el desarrollo
profesional de los docentes, nos parece que, tanto institucional, organizativa como
curricularmente existen notables diferencias que es preciso mantener para poder
analizar con cierta claridad los diferentes momentos y componentes de la Formación
del Profesorado. Además, las investigaciones en el campo de la Formación del
Profesorado generalmente se centran especialmente en alguna de las tres fases que
anteriormente enumeramos.
0. Presentación 15
ESTRUCTURA CONCEPTUAL
DE LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO
1. Sobre el concepto “Formación”
Menze aclara que existen tres tendencias contrapuestas del concepto for-
mación. La primera hace referencia a que es imposible utilizar el concepto formación
como concepto de lenguaje técnico en educación, debido fundamentalmente a la
tradición filosófica que lo sustenta: “por razón de su origen histórico y de las
implicaciones metafísicas que le son propias, está tan viciado y tiene tantas
significaciones, que no sólo es imposible hacer un uso razonable de él sino que
además, quien lo emplea se expone a la sospecha de ideología” (1980:267). Los que
asumen este planteamiento postulan que la formación hace referencia a dimensiones
que no pueden ser investigadas, y por tanto rechazan su empleo. No es ésta,
evidentemente, la postura que asumimos.
Vemos, por tanto que el concepto formación, al igual que muchos otros en
nuestra Area de Conocimiento, es susceptible de múltiples enfoques. Vamos a
detenernos en analizar algunas definiciones que se han dado respecto al concepto
formación. En la mayoría se asocia este concepto formación con el de desarrollo
personal: “el proceso de desarrollo que sigue el sujeto humano hasta alcanzar un
estado de ‘plenitud’ personal” (Zabalza, 1990a:201), o bien “La formación, desde la
Didáctica, hace referencia al proceso que sigue el individuo en la búsqueda de su
identidad plena de acuerdo a unos príncipios o realidad socio-cultural’{González Soto,
1989:83). También, desde el punto de vista de Ferry, “Formarse no puede ser más que
un trabajo sobre sí mismo, libremente imaginado, deseado y perseguido, realizado a
través de medios que se ofrecen o que uno mismo se procuré'(Ferry, 1991:43).
Medina y Domínguez abogan por una imagen del profesor como un sujeto
reflexivo e innovador. Sin embargo, han sido muchas otras las imágenes empleadas
para caracterizar al profesor: como persona, colega, compañero, facilitador de
aprendizaje, investigador, sujeto que desarrolla el curriculum, sujeto que toma
decisiones, líder, etc. (Heck y Williams, 1984). Estas diferentes concepciones del
profesor provienen de distintos modelos y teorías de enseñanza, e influyen en otros
tantos modelos de formación del profesorado. Sin embargo, la formación del
profesorado no debe ser considerada un apéndice indiferenciado de la teoría del
curriculum o de la enseñanza. Floden y Buchmann afirmaban que “Para dar sentido a
la formación del profesorado, no se puede derivar su cuerpo conceptual del concepto
de enseñanza en sí misma. Enseñar, que es algo que cualquiera hace en cualquier
momento, no es lo mismo que ser un profesor. Existen otras preocupaciones
conceptuales más amplias que contribuyen a configurar al profesor: ser profesor
supone tratar con otras personas (profesores) que trabajan en organizaciones
(escuelas) con otras personas (alumnos) para conseguir que estas personas
aprendan algo (se eduquenj’{Floden y Buchmann, 1990:45).
a) Fase pre-entrenamiento
c) Fase de iniciación
Cada una de esas fases identificadas por Feiman representa una proble-
mática diferenciada respecto a los objetivos, contenidos, metodología, etc. a aplicar
en la formación del profesorado. La fase pre-entrenamiento se destaca por la
influencia que tiene o puede tener en el desarrollo de creencias, teorías implícitas en
los futuros profesores. Sin embargo, la formación del profesorado en su perspectiva
institucional no puede incidir en ella en cuanto tal, aunque sí puede preocuparse por
evaluar con un sentido diagnóstico las posibles influencias que tendrá en el futuro
profesor.
Una vez analizadas las diferentes tendencias y enfoques nos parece nece-
sario explicitar nuestro concepto de Formación del Profesorado. De esta forma,
entendemos que:
Estos principios a los que nos hemos venido refiriendo en este apartado no
agotan la multiplicidad de enfoques que la formación del profesorado como disciplina
tiene. Aunque parciales, estos principios aportan una primera definición de nuestra
concepción de la formación del profesorado y de los modelos más apropiados para su
desarrollo.
PROBLEMÁTICO
Orientado a la indagación
RECIBIDO
REFLEXIVO
Conductista
Personalista
Tradicional-Oficio i
CIERTO
Por otra parte, conviene aclarar también que ninguna de las orientación o
perspectivas explica y comprende en su totalidad la complejidad de la formación del
profesorado. Es conveniente prestar atención a las palabras de Feiman-Nemser
cuando plantea que “Cada orientación destaca diferentes aspectos que deben
considerarse, pero ninguna ofrece un marco completo para guiar el desarrollo de un
programa. La orientación personal nos recuerda que aprender a enseñar es un
proceso de transformación, no sólo de adquisición de nuevos conocimientos y
destrezas...La orientación crítica destaca la obligación de los profesores con los
estudiantes y la sociedad, desafiando a los formadores de profesores a ayudar a los
principiantes a aprender a desarrollar prácticas escolares que se fundamenten en
principios democráticos de justicia e igualdad...Las orientaciones prácticas y
tecnológica representan diferentes ideas acerca de la naturaleza y los recursos del
conocimiento acerca de la enseánza y de como se adquiere y desarrollo. La primera
destaca el conocimiento científico y el entrenamiento sistemático; la última, la
sabiduría de la práctica y aprender de la experiencia... Finalmente, la orientación
académica centra su atención en el trabajo diferenciado de la enseñanza. Lo que
caracteriza a la enseñanza de otras formas de servicios humanos es su preocupación
por ayudar a los estudiantes a aprender cosas de valor que no puedan adquirir por sí
m/'smos”(Feiman-Nemser, 1990:227-228).
docente. Short presenta hasta cuatro diferentes acépciones del concepto compe-
tencia: como conducta, como dominio de conocimiento o destreza, como el nivel o
grado de capacidad juzgado como suficiente, y como, en general, la calidad de una
persona (Short, 1985). De otra parte, Villar Angulo se refiere a las competencias como
"comportamientos docentes observables”(Villar Angulo, 1986c, p. 42).
NIVEL 1.
1. Proporcionar un ejemplo de un profesor que ¡mplementa o no implementa un resultado de
investigación (dar pocos detalles cuando se describe una conducta; no justificar las razones de la
conducta del profesor).
2. Describir una actuación de un profesor como consistente con los resultados de la investigación
cuando sólo una parte de su actuación lo es (centrarse sólo en un aspecto de la conducta del
profesor).
3. Mostrarse de acuerdo con un planteamiento del artículo leído, simplemente repitiendo el
planteamiento (haciéndolo con sus propias palabras, sin reconocer otras causas que puedan haber
influido en el profesor).
NIVEL 2.
1. Realizar una crítica coherente de una actuación a partir de una perspectiva, pero sin tener en
cuenta que pueden existir otros factores a tener en cuenta (criticar una actuación desde una
perspectiva; no reconocer la interacción de factores).
2. Proporcionar una gran cantidad de detalles al analizar una actuación docente (proporcionar una
amplia relación de conductas docentes buenas y no tan buenas, pero sin justificar las diferencias
entre ambas).
3. Reconocer que la enseñanza debe modificarse en función de los objetivos y de las
características de los alumnos, pero confundiendo la base sobre la cual se deben tomar estas
decisiones (no dar razones para decidir cuando y que estrategias utilizar con respecto a los
objetivos y alumnos).
NIVEL 3.
1. Ver las situaciones de enseñanza desde múltiples perspectivas (evaluar las decisiones de
enseñanza en términos de conflictos de objetivos; ver un aspecto simultáneamente desde la
perspectiva de varias personas (alumnos, profesor, padres).
2. Reconocer que las acciones del profesor tienen una influencia permanente más allá del
momento de la enseñanza.
Cuadro N92. Taxonomía de Ross para evaluarlas reflexiones de los profesores (Ross, 1990)
Desde este punto de vista, “enseñar no es sólo una técnica. Es en parte una
revelación de sí mismo y de los otros, una complicada exploración del intelecto... El
recurso más importante del profesor es él mismo” (McFarland, en Pérez Serrano,
1981, p. 36). Los conceptos de sí-mismo, mismidad, autoconcepto, desarrollo, van a
ser comunes en este enfoque. El comportamiento de una persona está en función de
cómo se percibe a sí mismo, cómo entiende la situación en que está inmerso, y de la
interrelación de estas dos percepciones.
pues, en capacitar a los profesores en formación para que fueran personas con un
autoconcepto positivo, es decir, personas con una adecuada madurez, teniendo en
cuenta las tres dimensiones: profesional, personal y de proceso identificadas por
Pickle (1985).
Stolurow denominó a este modelo "model the master teacher”, es decir, las
prácticas de enseñanza se conciben como un proceso de iniciación mediante el cual el
profesor-maestro enseña al estudiante un conjunto de destrezas, actitudes, rasgos de
personalidad y, en definitiva, su propio estilo docente, el cual se asimila por los
estudiantes a través de la observación, la imitación y la práctica dirigida. Esta
tendencia puede sintetizarse en la siguiente proposición: “si quieres llegar a ser un
buen profesor, haz lo que los buenos profesores hacer/' (Stones y Morris, 1972, p. 8).
Uno de los autores cuyas teorías han tenido mayor calado en la difusión del
concepto reflexión ha sido sin duda Donald Schón. Con sus libros The Reflective
Practitioner (1983) y Educating the Reflective Practitioner (1987) ha contribuido a
popularizar y extender en el campo de la formación del profesorado las teorías sobre la
epistemología de la práctica. Este autor ha propuesto el concepto de
reflexión-en-la-acción como el proceso mediante el cual los prácticos (profesores
incluidos) aprenden a partir del análisis e interpretación de su propia actividad
docente. En el Capítulo IV comentaremos las aplicaciones que la teoría de Schón está
teniendo en la formación del profesorado.
Hemos planteado algunas ideas sobre la reflexión como proceso que puede
favorecer el aprendizaje del profesor. Sin embargo cabe preguntarse ¿vale cualquier
tipo de reflexión? Para responder a esta pregunta, generalmente se vienen
estableciendo tres diferentes niveles de reflexión o de análisis sobre la realidad
circundante: Técnica, Práctica y Crítica (Zeichner & Liston, 1987). De esta forma, el
primer nivel correspondería al análisis de las acciones manifiestas : los que hacemos
y que se observa que hacemos: andar por la clase, formular pregun-
Capítulo I. Estructura conceptual de la formación del profesorado 47
PRÁCTICA
ENSEÑANZA
* Se considera al profesor como "un sujeto epistemológico", capaz de generar y contrastar teorías
acerca de su propia práctica
* Se considera que estas teorías son una agregación de aspectos cognitivos (conocimiento,
pensamientos, metas, planes, expectativas, creencias) que determinan y dirigen los procesos y
acciones de toma de decisiones
* Existe algún paralelismo entre las teorías científicas y las teorías subjetivas (supuestos de
racionalidad y reflexividad, de validez, lógica inferencial) que establece una igualdad funcional entre
ellas.
* La teoría subjetiva de un profesor normalmente se representa y aplica de una forma implícita, pero
puede hacerse explícita a través de diferentes modos de representación (verbal, gráfica, pictórica)
aplicando una variedad de técnicas de reconstrucción (por ejemplo, pensar en voz alta) (Kroath,
1989).
Parece que hay coincidencia entre los diferentes autores respecto a que los
procesos de cambio han de atender necesariamente a lo que hemos venido
denominando la dimensión personal del cambio, es decir la atención al impacto que la
propuesta de innovación tiene o puede tener en las creencias y valores de los
profesores (Sikes, 1992). Sin embargo, “es preciso esperar a cambiar las creencias de
los profesores para que posteriormente se decidan a incorporar la innovación
propuesta en su repertorio docente? Al respecto, Guskey (1986) nos ofrece su
propuesta de modelo de cambio del profesor que parte del principio de que las
creencias y actitudes de los profesores sólo se modifican en la medida en que los
docentes perciban resultados positivos en el aprendizaje de los alumnos.
54 Formación del profesorado parad cambio educativo
Como se observa, Guskey parte de la ¡dea de que los profesores son ca-
paces de modificar su conducta docente sin estar totalmente convencidos de que lo
que están haciendo vaya a repercutir positivamente en los alumnos. Es más, afirma
que las innovaciones o propuestas de cambio han de ser "explicadas" a los profesores
con la suficiente claridad para que éstos puedan llevar a la práctica las nuevas ¡deas.
Esta forma de entender el cambio puede ser adecuada cuando se trata de cambios
menores (Cuban, 1992), como introducir un nuevo libro de texto, modificar la
distribución del tiempo de clase a lo largo del día, introducir nuevas modalidades de
tareas para los alumnos, etc. En nuestra experiencia, hemos comprobado a lo largo de
los seminarios que hemos desarrollado con profesores principiantes que éstos se
decidían a introducir en sus aulas estas innovaciones menores a las que nos hemos
referido, como consecuencia de la recomendación hecha por el monitor del seminario
(otro profesor del mismo nivel educativo pero con más experiencia y formación), o bien
otro profesor principiante compañero del seminario. Los profesores en estos casos
incorporaban métodos de enseñanza de cuyo funcionamiento no estaban totalmente
convencidos, pero que tras observar su funcionamiento en su propia práctica o en la
de otros, se decidían a aceptarlos o rechazarlos.
Capítulo I. Estructura conceptual de la formación del profesorado 55
Nos parece que en aquéllos otros cambios que suponen asumir riesgos,
inseguridades (al menos temporales) de orden, disciplina y rendimiento de los
alumnos (un nuevo método de lectoescritura), los profesores necesitarán mayor
información y tiempo para decidirse a introducirlos. Es en estos casos en que se habla
de resistencias al cambio, para referirse a aquellos factores que dificultan la
incorporación de los profesores a actividades y organización de la enseñanza nuevas.
Rivas Navarro (1987), en una investigación en la que encuesto a profesores encontró
cinco factores que restringían la capacidad de innovación de los profesores: En primer
lugar, está la denominada Insularidad artesanal algo a lo que ya nos hemos referido
en el anterior capítulo y que tiene que ver con lp sensación de los profesores de estar
aislados, con poca formación, poco conocimiento científico, que determina
inseguridad en la implantación, y falta de apoyo. En segundo lugar, Disfuncionalidad
operativa, que se refiere a los limitados beneficios que la innovación ofrece: escasa
eficacia de las innovaciones, inadecuadas actitudes de los alumnos, problemas de
orden en clase. En tercer lugar, sitúa los Costos sensibles/beneficios diluidos: es
decir, las cargas aparecen más acusadas sobre los beneficios que los profesores
perciben. Cuarto, la Com- pulsividad del sistema, las dificultades del propio sistema
educativo: legislación, exigencias de los programas, excesivo trabajo diario, falta de
tiempo. Por último, Rivas Navarro (1987) identifica los Restrictores instrumentales:
escasez de materiales didácticos, inadecuados espacios y mobiliario, etc.
desarrollo, mejora y cambio, los principios, teorías y modelos que a lo largo de los
últimos 30 años se han venido haciendo desde la Psicología del Aprendizaje Adulto.
Resulta, por tanto necesario considerar que los profesores son sujetos cuya
actividad profesional les conduce a implicarse en situaciones formales y no formales
de aprendizaje. Y es importante tener en cuenta este aspecto en la medida en que,
como afirma Tiezzí (1992), “reconocer que los profesores son sujetos que aprenden,
en lugar de meros implantadores u obstáculos para el cambio, requiere que la
investigación sobre el desarrollo profesional continúe investigando las formas en las
cuales los profesores aprenden nuevas formas de pensar la enseñanza y el
aprendizaje de los contenidos, así como las condiciones que facilitan el aprendizaje de
los profesores"(p. 19).
Alta
1. Los que aprenden necesitan dirección y
3. Los que aprenden necesitan apoyo pero apoyo: Les falta competencia, así como
son razonablemente autónomos: tienen compromiso y confianza en sí mismos
suficiente experiencia e información para
decidir qué y cómo aprender, pero les falta
motivación y confianza en sí mismos
Antes de abordar algunas teorías específicas del aprendizaje adulto, hay que
hacer al menos referencia a la aportación que las diferentes teorías del aprendizaje
humano pueden hacer para explicar y facilitar el aprendizaje de las personas adultas.
Merriam y Caffarella (1991) hacen referencia a las teorías clásicas: conductista,
cognitivista, humanista y del aprendizaje social (véase Cuadro N 2 4). Uno de los
aspectos que más destaca es el propósito que tiene la educación, la formación o el
aprendizaje de las personas adultas según las diferentes teorías. Así, mientras que la
teoría conductista se centra en la adquisición y refinamiento de conductas, las teorías
cognitivas destacan la necesidad de desarrollar destrezas metacognitivas y fomentar
la capacidad de aprender a aprender. La teoría humanista destaca el objetivo de la
autorrealización y desarrollo personal a través del aprendizaje, mientras que la teoría
del aprendizaje social destaca la Importancia del modelamiento como vía para adquirir
y modificar conductas, pero fundamentalmente actitudes.
cinco principios que pueden resultar de sumo interés por sus posibilidades de
aplicación al campo de la Formación del Profesorado. Estos principios son:
1. El autoconcepto del adulto, como persona madura, evoluciona desde una situación de dependencia
hacia la autonomía.
2. El adulto acumula una amplia variedad de experiencias que pueden resultar un recurso muy rico para el
aprendizaje.
3. La disposición de un adulto para aprender está íntimamente relacionada con la evolución de las tareas
que representan su rol social
4. Se da un cambio en función del tiempo a medida que los adultos maduran desde las aplicaciones
futuras del conocimiento hacia las aplicaciones inmediatas. Así, un adulto está más interesado en el
aprendizaje a partir de problemas que en el aprendizaje de contenidos.
5. Los adultos se motivan para aprender por factores internos en lugar de por factores externos (Knowles,
1984:12).
APRENDIZAJE
ASPECTOS CONDUCTISTA COGNITIVISTA HUMANISTA
SOCIAL
TEÓRICOS DEL Maslow, Bandura, Roller
APRENDIZAJE Thorndike, Pavlov, Kollka, Kohlcr,
Walson, Gulhric, Lewin, Piaget, Rogcrs
Hull, Tolman, Ausubel, Bruner,
Skinner Gagnc
CONCEPCIONES DEL Cambios en la Un acto personal
PROCESO DE conduela para desarrollar las
APRENDIZAJE Procesos mentales potencialidades La interacción y la
internos observación de otros
(procesamicnlo de en contextos sociales
información,
memoria, percepción)
ORÍGENES DEL Eslruciuración
APRENDIZAJE Eslímulos en cognitiva interna Necesidades Interacción de
ambientes afectivas y personas, conductas,
externos cognilivas y ambiente
PROPÓSITOS DELA
EDUCACIÓN Producir un cambio Desarrollar la Llegar a ser Modelar nuevos
conduclual en la capacidad y destreza autónomo, roles y conductas
dirección deseada de aprender mejor independiente
ROL DEL
FORMADOR Estructurar el Facilitar el Servir como
Disponer el ambiente contenido de la desarrollo de la modelos y guías de
para que se produzca actividad de persona como nuevos roles y
la respuesta deseada aprendizaje globalidad conductas
MANIFESTACIONES * Andragogía * Socialización
EN EL * Objetivos * Desarrollo cognitivo *aulodirigido
Aprendizaje * Roles sociales
APRENDIZAJE conduclualcs * Mentores
ADULTO * Formación basada *aprendizaje,
Inteligencia,
y * Lugar de control
en competencias memoria como
* Desarrollo y
entrenamiento de función
*
de la edad
Aprender a aprender
destrezas
Cuadro NB 4. Diferentes teorías del aprendizaje aplicadas al aprendizaje adulto (Merrian y Caffarella, 1991)
Tanto las Teorías sobre el Ciclo Vital de las personas adultas, a las que más
adelante nos referiremos, como las del Desarrollo Cognitivo proporcionan una
información imprescindible para explicar y comprender mejor las necesidades de los
profesores en cada una de las diferentes etapas de su desarrollo. Asimismo, van a
servir de fundamento cuando planteemos el concepto de Trayectoria formativa de los
profesores para referimos a la necesaria relación que hay que establecer entre las
demandas de cada una de las diferentes etapas por las cuales pasan los profesores, y
las ofertas formativas adecuadas a dichas necesidades.
1. El desarrollo es un proceso que se produce a lo largo de toda la vida, y que no está limitado a ciertas
edades.
2. El desarrollo puede ser tanto cualitativo como cuantitativo.
3. El desarrollo es multidimensional. Los cambios ocurren en muchas dimensiones: biológica, social, y
psicológica.
4. El desarrollo es multidireccional. Pueden existir diferentes modelos y trayectorias de desarrollo,
dependiendo de la dimensión de que se trate y del individuo. El desarrollo no tiene que estar
necesariamente dirigido hacia una meta.
5. El desarrollo está determinado por muchos factores. Existen diferentes causas del desarrollo,
incluidas las biológicas, sociales, psicológicas, físicas, e históricas. Se producen interacciones
complejas entre estos factores de tal manera que los mismos cambios en diferentes sujetos pueden
tener diferentes causas.
6. Los individuos son sujetos que construyen y organizan activamente sus propias historias personales.
De esta forma, el desarrollo no es sólo función de los diferentes acontecimientos por los que pasa, sino
de un proceso dialéctico entre los múltiples factores ambientales y la construcción personal que los
sujetos hacen de esos factores (Pintrich, 1990:833).
Capítulo I. Estructura conceptual de la formación del profesorado 65
La teoría de las Etapas del Desarrollo asume en primer lugar que los seres
humanos procesan las experiencias en las que se implican a través de estructuras
cognitivas que los autores denominan etapas. Además, estas estructuras cognitivas
se organizan en una secuencia jerárquica de etapas desde menos complejas a más
complejas, de manera que el desarrollo ocurre primero dentro de una etapa en
particular, y posteriormente se puede pasar a la siguiente etapa en la secuencia. Hay
un aspecto de especial importancia, y al que Pintrich hacía referencia anteriormente, y
es que el desarrollo no es un proceso automático ni unilateral, sino que se produce
solamente por la interacción entre el individuo y el ambiente con el que interacciona.
En el caso de los profesores, los elementos del ambiente que influyen en su desarrollo
son principalmente los alumnos, junto con los compañeros, así como su propia
concepción y motivación para aprender. Por último, y esto es importante en la medida
en que se entienda con la suficiente flexibilidad, que la conducta se puede determinar
y predecir de alguna forma por la etapa de desarrollo particular de un individuo
(Sprinthall y Sprinthall, 1981).
Una segunda etapa viene caracterizada por una mayor capacidad de abs-
tracción, de ser capaz de diferenciar entre hechos, opiniones y teorías. El sujeto
adulto comienza a ser capaz de resolver sus problemas sobre la base de un
razonamiento Inductivo o deductivo. Desde el punto de vista personal, esta evolución
se manifiesta por una mayor autonomía, así como una comprensión más consciente y
relativa de las leyes y valores sociales. La tercera etapa, corresponde a un elevado
nivel de desarrollo conceptual, abstracción, simbolización y capacidad de resolución
de problemas. A nivel social los sujetos son capaces de mantener relaciones
interpersonales recíprocas y ricas que pueden favorecer un clima de colaboración.
4
Individualizado como sí
mismo. Autodirigido,
competente, promedio en
rendimiento
c 4/5 Interdependencia mutua. Cinco Empleo de principios
El conocimiento desde un y Relaciones democráticos para tomar
5
enfoque de éxito. Se interpersonales decisiones en una variedad
emplean múltiples reciprocas, ricas y de
soluciones para resolver profunda "vida interior”, circunstancias. Diferencia
problemas. Alto nivel de entre leyes y principios
abstracción, simbolización. desde un punto de vista
Balance entre tentativas y ético
compromisos
A B C
Figura N2 8. Tres aspectos del Desarrollo del Profesor (Thies-Sprinthall y Sprinthall, 1987)
Figura N9 9. Factores evolutivos hacia el desarrollo de la madurez de los profesores (Pickle, 1985)
El modelo CBAM (“Concern Based Adoption Model"), sirve para estudiar los
diferentes Niveles de Uso de las Innovaciones. El modelo CBAM se caracteriza
principalmente porque “enfatiza por encima de todo, la necesidad de comprender las
actitudes y destrezas de los profesores, de tal forma que, actividades de apoyo tales
como desarrollo del profesor, coaching, proporcionar materiales, etc., pueden
relacionarse directamente con lo que los profesores perciben que necesitan.
Históricamente, a los profesores se les ha proporcionado a menudo seminarios,
materiales, y otros recursos basados en las necesidades de otros en lugar de
comprender las propias necesidades de los profesores (Hall y Hord, 1987:1).
siete etapas de preocupaciones. Hay que aclarar aquí que, un mismo profesor puede
mostrar preocupaciones en más de una etapa, aun cuando hay una o dos que
predominen. Las etapas son las que aparecen en el Cuadro Ns 6.
Sikes (1985) desarrolló un estudio para analizar las diferentes etapas por las
que atraviesan los profesores. La primera fase, comprendida entre los 21 y 28 años,
es una fase de exploración de las posibilidades de la vida adulta, y de Iniciación de
una estructura estable de vida. Los problemas de disciplina son los que más
preocupan a los profesores, debido a la ausencia de autoridad. Además les preocupa
a los profesores el dominio del contenido. Esta es también una fase de socialización
profesional. La segunda fase viene comprendida entre los 28 y 33 años, denominada
por Levinson de Transición. Es la fase de la estabilidad en el puesto de trabajo para
unos y la búsqueda de un nuevo empleo para otros. Los profesores en esta fase
comienzan a estar más interesados en la enseñanza que en el dominio del contenido.
Pero de la misma forma que para muchos profesores el estar casado y tener
hijos se valoraba positivamente, otros profesores Informaban que estos factores
habían tenido una influencia negativa, especialmente en el caso de las profesoras que
eran madres. Así, estos autores destacan que “los profesores dijeron que se sentían
frustrados, cansados y culpables como resultado de intentar ser a la vez padre y
profesor. Cuando la situación se volvía especialmente conflictiva el papel que
normalmente predominaba era el de padre, y las necesidades de sus hijos tenían
prioridad sobre las de sus alumnos. El hecho de que ningún profesor varón informara
que su paternidad había tenido un impacto negativo en su enseñanza probablemente
es un indicador de la responsabilidad desproporcionadamente grande de atención a
los niños que se le asigna a la mujer en nuestra cultura” (p. 294).
Quizás el trabajo más difundido en los últimos años en relación al ciclo vital
de los profesores sea la investigación llevada a cabo por Huberman (1989b y c) en
Suiza mediante cuestionarios y entrevistas a 160 profesores de enseñanza
secundaria. Este es un trabajo que pretende superar la aparente linealidad de las
fases identificadas por Sikes. En la Figura Ns10 aparece el modelo que sintetiza estas
fases.
Fases/Temas
Años de la carrera
4-6
Estabilización, Consolidación
de un repertorio pedagógico
7-25
4r '^
25-35
Serenidad, Distanciamiento
!
Conservadurismo
Afectivo
25-40 Ruptura
(serena o amarga)
La primera etapa que identifica Huberman es, al igual que Sikes (1985) la
Entrada en la carrera, que incluye las fases de supervivencia y de descubrimiento.
La supervivencia se traduce en el “choque con la realidad”: la preocupación por sí
mismo, las diferencias entre los Ideales y la realidad (Veenman, 1984). El descu-
brimiento traduce el entusiasmo de los comienzos, la experimentación, el orgullo de
tener la propia clase, los alumnos, de formar parte de un cuerpo profesional. La
experiencia de entrada, según Huberman, se puede vivir según los profesores como
fácil o difícil. Los que informan que es un etapa fácil, mantienen unas relaciones
positivas con los estudiantes, un considerable sentido de dominio de la enseñanza, y
mantienen el entusiasmo inicial. Los profesores que informan que es una situación
negativa, lo asocian a una carga docente excesiva, a ansiedad, dificultades con los
estudiantes, mucha inversión de tiempo, sentimiento de aislamiento, etc. Esto es algo
que hemos constatado en nuestro estudio sobre el proceso de socialización de
profesores principiantes (Marcelo, 1991 d).
Leithwood (1992) más bien de un estado de ánimo en que los profesores se sienten
menos enérgicos, incluso menos capacitados, pero más distendidos, menos
preocupados por los problemas cotidianos de la clase. Asimismo se va produciendo
un distanciamiento afectivo con respecto a los alumnos, provocado principalmente
porque los alumnos ven al profesor más como un padre que como a un igual. Son
profesores que dejan de preocuparse por la promoción profesional y se preocupan
más por disfrutar con la enseñanza. Estos profesores se convierten en la columna
vertebral de la escuela, los guardianes de sus tradiciones. Un segundo grupo sin
embargo, se estanca, se vuelven amargados y es poco probable que se interesen por
su desarrollo profesional. Es la fase denominada Conservadurismo: tiene que ver
con la actitud de algunos profesores entre los 50 y 60 años de queja sistemática
contra todo: los compañeros, los alumnos, el sistema. Es una queja no constructiva y
por tanto conservadora (Huberman, 1989b y c).
Figura Ns 11. Dinámicas del ciclo de la carrera de los profesores (Burke, 1990)
Capítulo I. Estructura conceptual de la formación del profesorado 75
Los estudios de Sikes (1985) y Huberman (1990) a los que hemos hecho
referencia hacen referencia concreta a las diferentes fases por las que atraviesan los
profesores en función de sus edades. Burke (1990) completa el análisis anterior a
través de un modelo en el que plantea que la evolución del ciclo vital del profesor no
es un proceso unívoco, sino que debe ser entendido en función de dos grandes
dimensiones: personal y organizativa. Desde el punto de vista personal, existen
diversos factores que influyen en los profesores: las relaciones familiares, las crisis
personales, las crisis, etc. El ambiente organizativo, por otra parte, influye en la
carrera profesional a través de las regulaciones de la profesión, los estilos de gestión,
las expectativas sociales, etc.
I Participación
Figura Ns 12. Modelo de integración del Desarrollo Psicológico, Ciclos Vitales y Desarrollo de la
Competencia profesional (Leithwood, 1992)
Parece que Leithwood (1992) peca de optimismo al esperar que sólo los
profesores que llegan a este nivel de desarrollo profesional sean los que participen en
las decisiones políticas. No es así en nuestro país —y me temo que en muchos otros
países—. Sin embargo, merece la pena destacar las características que estos
profesores poseen: existe en ellos una preocupación por la mejora de la escuela,
aceptando las responsabilidades necesarias para conseguir ese objetivo. Son
profesores con habilidad para ejercer liderazgo tanto formal como informal con grupos
de adultos tanto dentro como fuera de la escuela, con un amplio marco conceptual
para comprender las relaciones entre las decisiones a diferentes niveles en el sistema
educativo, y están bien informados sobre política a diferentes niveles
LA FORMACIÓN INICIAL
DEL PROFESORADO
1. Una breve reseña histórica sobre la formación inicial de los
profesores
En este sentido afirma Buenaventura Delgado que “en general, los maestros se
formaban al lado de un maestro ya instalado durante unos años. En este sentido, el
magisterio no se distinguía de otras profesiones; el herrero, el zapatero, el tejedor, o
sombrerero aprendían empezando como aprendiz, después como oficial y,
finalmente, como maestro, tras la superación de un examen. No existía entonces el
divorcio actual entre los conocimientos teóricos y prácticos; la teoría era inexistente o
se reducía al mínimo, y la práctica docente, es decir, la enseñanza de la lectura,
escritura, cálculo, caligrafía y poco más, era el total de su bagaje cultural” (Delgado,
1980:121).
Junto a los pasantes, se señalan a los leccionistas que eran aquellos pro-
fesores que, sin tener escuela abierta, enseñaban en privado. Por último, Delgado nos
presenta a los maestros de sólo leer, a los que, como su nombre indica, sólo les
estaba permitido enseñar a leer, debido a su escasa preparación.
El Plan significaba que los maestros debían acceder a las Escuelas Nor-
males después de haber terminado su Bachillerato, dando a entender con ello que los
maestros disponían de la misma cultura de acceso que quienes estudiaban otras
carreras universitarias. De otra parte, las mismas Escuelas de Magisterio tenían un
reconocimiento similar al de otras Escuelas Superiores. Se añade a todo ello que los
maestros salían contratados del programa formativo sin nueva selección, si bien
tenían que hacer un año de prácticas en las escuelas con plena responsabilidad
educativa. Los alumnos que accedían a la Escuela Normal debían pasar una
oposición previa: la selección de entrada. Para Gómez García (1985), es esta
selección lo que representa una verdadera novedad del plan, en tanto que los que
accedían se podían considerar ya como maestros, en la medida en que tenían un
puesto de trabajo asegurado.
Este plan de estudio, con escasas variaciones estuvo vigente hasta la ley de
1967 en que se introduce de nuevo la exigencia del nivel académico de bachiller
superior para los candidatos a profesor. Este plan, de escasa vigencia, organizó la
formación inicial de los profesores de enseñanza primaria en dos cursos y uno de
práctica, siendo un 25% de materias de naturaleza pedagógica
El diseño del CAP se apoya en las líneas básicas siguientes: “a. Diseño
curricular unificado, b. Diseño curricular integrador (teoría y práctica); c. Simultanei-
dad de las fases teórica y práctica; d. La fase práctica consistirá en la adscripción del
alumno a un seminario, participando en todas las actividades del mismo de una
manera progresiva” (p. 69).
Capítulo ¡i La formación inicial del profesorado 85
La fase teórica dura 90 horas y la práctica otras 90, que se divide en tres
modalidades: de inmersión, simulación e intervención (obsérvese que se han
reducido 60 horas por ciclo respecto a la propuesta original de 1972). A partir de la
Orden publicada en el B.O.J.A. se han propuesto alternativas en el diseño curricular
del CAP, una de las cuales es la evaluada por Lorenzo y otros (1987) en el ICE de la
Universidad de Granada. Apoyado el modelo en los principios de individualización
del aprendizaje, flexibilidad, opcionalidad, practicidad, desescolarización y
actualidad, la estructura del programa se apoyaba en conferencias, módulos
autoinstructivos de Psicología de la Educación y Didáctica General, 17 talleres de 15
horas de duración, y las Didácticas Especiales y las Prácticas que se han unido en un
bloque desarrollado por un profesor tutor en un Centro de Enseñanzas Medias.
Para concluir, nos parece de interés hacer referencia a los nuevos planes de
estudio aprobados por Real Decreto 1440/1991 de 30 de agosto por el que se
establece el título universitario oficial de Maestro, en sus diversas especialidades.
Este decreto establece siete especialidades para el título de maestro: Educación
Infantil, Primaria, Lengua Extranjera, Educación Física, Educación Musical,
Educación Especial, y Audición y Lenguaje. Para todas estas especialidades se
establecen una serie de materias troncales que incluyen: Bases Psicopedagógicas de
la Educación Especial, Didáctica General, Organización del Centro Escolar,
Psicología de la Educación y del Desarrollo en edad escolar, Sociología de la
Educación, Teoría e instituciones Contemporáneas de Educación, Nuevas Tecno-
logías aplicadas a la Educación. Junto a estas materias troncales que se consideran
generales para todas las especialidades existen otras materias troncales de
especialidad, que son las que aparecen en el Cuadro Ns 7.
86 Formación del profesorado para el cambio educativo
Como hemos visto, la formación inicial de los profesores es una función que,
progresivamente a lo largo de la historia, se viene llevando a cabo por instituciones
específicas, por un personal especializado, y mediante un curriculum que establece la
secuencia y contenido instruccional del programa formativo. La formación inicial del
profesorado como institución cumple básicamente tres funciones: en primer lugar la
de formación y entrenamiento de los futuros profesores, de forma que asegure una
preparación acorde con las funciones profesionales que el profesor deberá
desempeñar. En segundo lugar, la institución formativa tiene la función del control de
la certificación o permiso para poder ejercer la profesión docente. En tercer lugar, y
siguiendo a Clark y Marker (1975), la institución de formación del profesorado tiene la
doble función de ser por una parte agente de cambio del sistema educativo, pero por
otra, contribuir a la socialización y reproducción de la cultura dominante.
Por otra parte, Katz y Raths (1985) propusieron un marco para el desarrollo
de la investigación sobre el curriculum de la formación del profesorado, compuesto por
once elementos, los cuales pueden ser combinados para formar una matriz. Estos
elementos o parámetros son:
II. Característica de los candidatos: Variables tales como el sexo, edad, estatus
socioeconómico, aptitudes, habilidades intelectuales, creatividad, motivación, etc.
Vil. Ambiente: Características de la calidad afectiva o tono de las relaciones entre los
participantes, así como el contenido de estas relaciones, el ambiente del programa.
XI. Impactos del programa: Efectos del programa, inmediatos, y a largo plazo.
Cuadro NB 8. Matriz de once parámetros de programas de Formación del Profesorado (Katz y Raths,
1985).
Educación
pre- * Prác-
proíesio- ticas de
nal enseñan-
za
Práclica e
iniciación
Cuadro NB 9. Contenidos del Curriculum de la Formación del Profesorado según distintos autores
Por otra parte, los ministros europeos de educación aprobaron una resolu-
ción (mayo, 1987) por la que se recomendaba que, entre otros aspectos, la formación
inicial del profesorado debería insistir en los siguientes elementos: 1) adquisición de
aptitudes humanas y sociales; 2) práctica pedagógica y conocimiento del sistema
escolar y su funcionamiento; 3) dominio de ciertas disciplinas y comprensión de las
materias, y 4) reflexión sobre los valores y su transmisión.
zado incluye los contenidos referidos a las materias que impartirán los futuros
profesores en función del nivel académico o del tipo de alumnos con los que
desarrollen su enseñanza: primaria, secundaria o educación especial.
Figura N3 13. Un Modelo Conceptual de Formación del Profesorado: Un Enfoque de Sistemas (Snyder
yAnderson, 1980)
Hasta ahora hemos planteado de forma muy general, los diferentes com-
ponentes de la formación inicial del profesor. Es importante este discurso en la
medida en que nos conduce a la necesidad de concretar algo más respecto a cuáles
son las áreas específicas de formación que se vienen reclamando: conocimientos,
destrezas y actitudes. Vamos a utilizar el término Conocimiento para referirnos no
sólo a los ámbitos de saber pedagógico (conocimientos teóricos y conceptuales), sino
también de saber hacer (esquemas prácticos de enseñanza), así como de saber
porqué (justificación de la práctica). En Estados Unidos se ha acuñado el concepto de
“knowledge base" para referirse a aquel conocimiento que necesitan poseer los
profesores para desarrollar una buena enseñanza (Reynolds, 1989, 1991). El
conocimiento base no se refiere sólo a los resultados de las investigaciones —ya
revisamos anteriormente los diferentes enfoque en la investigación didáctica que
proporcionan fuentes de conocimientos aplicables para la formación del
profesorado—. Por el contrario, como señala Barnes (1991), el
96 Formación del profesorado para el cambio educativo
conocimiento que los profesores en formación han de adquirir debe provenir, además
del análisis de experiencias de clase, de los trabajos de los estudiantes, de
observaciones de profesores expertos, de reflexiones sobre la propia práctica, y de
conversaciones con buenos profesores
Cuadro NB 10. Distintas clasificaciones del Conocimiento del Contenido de los Profesores
los alumnos. Afirma este prestigioso investigador que “Los profesores llevan a cabo
esta hazaña de honestidad intelectual mediante una comprensión profunda, flexible y
abierta del contenido; comprendiendo las dificultades más probables que tendrán los
alumnos con estas ideas...; comprendiendo las variaciones de los métodos y modelos
de enseñanza para ayudar a los alumnos en su construcción del conocimiento; y
estando abierto a revisar sus objetivos, planes y procedimientos en la medida en que
se desarrolla la interacción con los estudiantes. Este tipo de comprensión no es
exclusivamente técnico, ni solamente reflexivo. No es sólo el conocimiento del
contenido, ni el dominio genérico de métodos de enseñanza. Es una mezcla de todo lo
anterior, y es principalmente pedagógico" (Shulman, 1992:12).
— Propósitos para enseñar un contenido, concepto, y/o destreza en concreto a un determinado nivel
— Una secuencia amplia de conceptos, destrezas, etc. a enseñar en un nivel en concreto para un grupo de estudiantes
— Cómo escoger, criticar, adaptar, y utilizar materiales y recursos para la materia que se va a enseñar
— Comprensión de conocimientos, destrezas, habilidades e intereses de los estudiantes cuando estudian una materia
en concreto. Por ejemplo:
* concepciones de los estudiantes y posibles errores conceptuales sobre un tópico en concreto dentro de una
asignatur
* creencias de los estudiantes acerca de su habilidad para tener éxito en una asignatura
* autoconcepto académico de los estudiantes
* cambio de las concepciones que los estudiantes tienen de la materia a lo largo del tiempo
* estilos cognitivos, afectivos, y físicos de los estudiantes
* comunicación no verbal y sociollngüística de los estudiantes
* expectativas de los padres acerca de los alumnos, y el tipo de ayuda que reciben de sus familias en temas
escolares
— Las formas más apropiadas de representación del contenido para un grupo de alumnos dado: metáforas,
explicaciones, ilustraciones, ejemplos, etc., que hace el contenido comprensible e interesante para los alumnos
— Conocimiento de las estrategias y métodos de enseñanza que hacen el contenido comprensible e interesante para
los estudiantes y que promueven un desarrollo conceptual del contenido
— Estrategias y métodos de evaluación apropiados para una materia y unos estudiantes en concreto —Organización
de la disciplina tanto por profesionales como por los estudiantes
Los métodos incluyeron tareas en las que los profesores debían representar
distintos tipos de problemas, determinar la dificultad de pares de problemas que se les
presentaron, utilizar información presentada a través de vídeo para predecir las
estrategias de resolución de problemas utilizadas por estudiantes, y predecir cómo
una pequeña muestra de sus propios estudiantes resolverían problemas de suma y
resta. Los profesores tuvieron pocos problemas al diferenciar entre distintos tipos de
problemas, pero este conocimiento no se relaciona con el utilizado por los profesores
al decidir la relativa dificultad de los problemas. Estos autores no encontraron ninguna
correlación significativa entre el conocimiento de los profesores y el rendimiento de los
alumnos. Concluyen que existe una falta de conocimiento en los profesores sobre
cómo resuelven los alumnos los problemas.
En Ciencias, quizás uno de los estudios que muestran con mayor claridad las
consecuencias de un débil conocimiento del contenido por parte de los profeso
102 Formación riel profesorado para el cambio educativo
res es el llevado a cabo por Carlsen (1987). En este estudio se analizó durante un
periodo de dos años el conocimiento de los profesores sobre biología, en relación a su
discurso en clase. Este autor concluía que “cuando los profesores dirigían discusiones
sobre temas de los que tenían pocos conocimientos, formularon muchas preguntas,
especialmente de bajo nivel cognitivo. Las intervenciones de los estudiantes solían
consistir en breves respuestas a las preguntas de los profesores. En las clases en las
que los profesores poseían un elevado conocimiento del contenido, los profesores
formularon menos preguntas, los alumnos hablaron más, formularon más preguntas, y
solicitaron voluntariamente intervenir más a menudo... Cuando los profesores no
conocen bien el contenido de una lección pueden limitar las intervenciones de los
estudiantes en un esfuerzo por evitar preguntas que son incapaces de
respondei“{Carlsen, 1987:2).
Se hace necesario que los profesores estén sensibilizados para conocer las
características socioeconómicas y culturales del barrio, las oportunidades que ofrece
para ser integrado en el curriculum, las expectativas de los alumnos, etc. Este tipo de
conocimiento también incluye el conocimiento de la escuela, de su cultura, del
profesorado, y de las normas de funcionamiento. Por último, los profesores han de
poseer conocimiento de los alumnos, de su procedencia, de los niveles de
rendimiento en cursos previos, de su implicación en la escuela. Este tipo de
conocimiento no se adquiere sino en contacto con los alumnos y las escuelas reales, y
por tanto serán las prácticas de enseñanza la oportunidad más adecuada para
promoverlo. Sin embargo, se hace necesario desarrollar en los profesores en
formación una disposición favorable a tener en cuenta estos aspectos a los que nos
hemos referido anteriormente en el diagnóstico informal a realizar cuando se actúa
como profesor bien en situaciones reales o simuladas. Vamos a ampliar este tipo de
conocimiento en el siguiente epígrafe.
Capítulo 11. La formación inicial del profesorado 103
realiza García (1990) es la que abarca con mayor amplitud el campo de los
contenidos en formación inicial. Estos contenidos se clasifican según el autor en tres
categorías: Teoría, Sociedad y Clase:
A. Teoría
1. Conocer una variedad de definiciones de cultura
2. Conocer varias visiones de diversidad cultural (por ejemplo, deprivación cultural vs. diferencia
cultural)
3. Conocer varios enfoques del estudio de la cultura
4. Conocer diferentes métodos y técnicas útiles en el estudio de la cultura en la escuela y en la
comunidad
5. Conocerlos conceptos de relativismo cultural, etnocentrismo
6. Conocerlos conceptos de enculturación, aculturación, asimilación, y biculturalismo, y conocer
cómo se relacionan estos conceptos con el grupo hegemónico y la cultura de la mayoría
7. Conocer los conceptos de cultura nacional, cultura dominante, y cultura minoritaria y conocer
cómo se relacionan estos conceptos con el grupo hegemónico y la cultura de la mayoría
8. Conocer el concepto de etnia
9. Conocer las ideas básicas en tomo a las relaciones entre cultura y educación
10. Conocer el rol del profesor como transmisor y agente cultural
11. Evitar estereotipos en la presentación de información cultural, presentándola dentro de un
enfoque comparativo (por ejemplo, dentro de una perspectiva global)
B: La Sociedad
12. Conocer el desarrollo histórico y los grupos culturales en la sociedad
13. Conocer algunos efectos positivos y negativos de la diversidad cultural en el desarrollo histórico
y cultural de la sociedad
14. Conocer algunas distinciones entre características de clase social y atributos culturales de los
gnjpos culturales dominantes y minoritarios
15. Conocer algunas semejanzas y diferencias entre las culturas mayoritaria y minoritaria, así como
el conflicto potencial y las oportunidades que proporcionan para los gnjpos sociales
16. Conocer aspectos claves de los estilos de vida de los grupos mayoritarios y conocer su
compatibilidad con los estilos de vida dentro de la comunidad local
17. Conocerlas tradiciones culturales, tanto comunes como diferentes dentro de los grupos
culturales
18. Conocer el pasado y el presente de las circunstancias de dominación cultural
19. Conocer los patrones de migración, empleo, educación, y movilidad social
20. Conocer sobre el pasado y el actual desarrollo social, cultural, literario, y político de los gnjpos
21. Conocer las contribuciones de los gmpos al desarrollo cultural de la sociedad
22. Conocerlas ideas básicas en relación a la comunicación intercultural
23. Tener una actitud positiva hacia la diversidad cultural
24. Apreciar las contribuciones de los gnjpos minoritarios al desarrollo de la sociedad
Capítulo 11. ha formación inicial del profesorado 105
C. La Clase
Los conocimientos que hemos presentado son amplios y abarcan una va-
riedad de dimensiones importantes para la capacitación profesional del docente. Pero
además de conocimientos, los docentes han de poseer destrezas, habilidades, tanto
conductuales como cognitivas. En éstas se incluyen las capacidades de evaluación,
resolución de conflictos, análisis del contexto, etc. De forma más desarrollada, Lynch
(1989) destaca las siguientes destrezas:
temente ha propuesto Zeichner (1992a). Los criterios para valorar una programa de
formación de profesores, como aparece en el Cuadro Nfi 11, se refieren, fundamen-
talmente al análisis de los componentes que pueden permitir que, en primer lugar, el
profesor en formación tome conciencia de sí mismo, de sus orígenes y prejuicios
culturales, y sociales. En segundo lugar, se trataría de hacer comprender al profesor
en formación que la tolerancia y la flexibilidad ante la diferencia de género, raza,
idioma, etc. debe ser una norma habitual de comportamiento en el aula.
ción del curriculum en la formación del profesorado. Según esta autora, la formación
del profesorado, fragmenta los conocimientos, en la medida en que los profesores en
formación han de adquirir este conocimiento a través del estudio de un número más o
menos amplio de asignaturas que generalmente no tienen conexiones entre sí. Esta
fragmentación se muestra también en la clara separación que se produce entre
conocimientos psicopedagógicos y disciplinares. En algunos casos, esta separación
tiende a inducir a los profesores en formación —y en el caso de los profesores de
secundaria esto es claro—, a creer que los conocimientos disciplinares son los
realmente importantes, y que es la experiencia, y no los conocimientos
psicopedagógicos los que realmente las forman.
Por último, existen otros factores que contribuyen a que los profesores en
formación aprendan conocimiento implícitos, o bien afiancen sus propias precon-
cepciones. Los profesores aprenden a aceptar con naturalidad el principio de
estratificación y clasificación de los alumnos, así como a reconocer que existe un
principio de autoridad y disciplina en la clase sin el cual es imposible desarrollar
ninguna actividad docente.
país, y gracias a los esfuerzos que se realizaron a principios de los años 80 por parte
del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga, pero
principalmente por parte del Departamento de Didáctica y Organización Escolar de la
Universidad de Santiago a finales de los 80 (1987 y 1989), disponemos en la
actualidad de un número considerable de trabajos conceptuales y de investigación en
relación a las prácticas de enseñanza en la formación del profesorado
—fundamentalmente de enseñanza primaria—.
los de Varela y Ortega (1984), Albueme y otros (1986), Pérez Serrano (1988), nos han
proporcionado una información amplia y documentada en relación a la situación real
de las prácticas de enseñanza en nuestro país.
Diferentes autores han venido planteando las limitaciones que las prácticas
de enseñanza tienen como formación de profesores. Feiman y Buchmann (1988) se
referían a las lagunas de la familiaridad (los profesores poseen ya conocimiento
sobre la enseñanza antes de iniciar su proceso de formación) (Buchmann, 1989); la
laguna de los dos mundos (la desconexión entre el discurso académico y profesional,
entre la Universidad y la escuela), y la laguna de los propósitos cruzados (las clases
no son laboratorios), como limitaciones de las propias prácticas para contribuir a la
formación de los profesores.
Por otra parte, Zeichner (1990) describe otras limitaciones que las prácticas
de enseñanza tienen en la actualidad, y que influyen en su desarrollo, como son:
Primero, la concepción de las prácticas como un aprendizaje no estructurado ni
organizado, de tal forma que se asume que con tal que coloquemos a los alumnos con
buenos profesores (según el programa), algo bueno ocurrirá. Segundo, la ausencia
general de un curriculum explícito para las prácticas y la frecuente falta de conexión
entre lo que se estudia en la Escuela de Magisterio y lo que los alumnos se encuentran
en las prácticas. Tercero, la falta de preparación superviso- ra de los profesores
supervisores de tutores. Cuarto, el bajo estatus de las prácticas en las instituciones
superiores, lo que supone falta de recursos y carga docente para los profesores
supervisores. Quinto, la baja prioridad dada a las prácticas en las escuelas primarias y
secundarias. Y sexto, la discrepancia entre el papel del profesor como práctico
reflexivo y como técnico.
Capítulo II. La formación inicial del profesorado 111
Las relaciones entre las instituciones universitarias y las escuelas está sien-
do objeto de análisis por aquéllos que pretenden reinventar las prácticas de ense-
ñanza (Cochran-Smith, 1991). Esta autora plantea que las relaciones entre estas dos
instituciones pueden ser de tres tipos: de consonancia, disonancia crítica y resonancia
colaborativa. En el Cuadro N912 reproducimos la aportación de esta autora.
Nos parece que la reforma de las prácticas de enseñanza pasa por pensar de
nuevo las relaciones que se pueden y deben establecer entre la institución
universitaria encargada de formar a los profesores, y las escuelas. Quizás la
innovación más relevante en el campo de la formación del profesorado pase por
replantear esta relación. En Estados Unidos, y como consecuencia de algunos
informes elaborados en 1986 (Holmes Group, Camegie Group) se han comenzado
Capítulo II. La formación inicial del profesorado 113
(acuerdo basado en la aplicación de los resultados de (incongruencia basada en una crítica radical de la (intensificación basada en el trabajo conjunto de
la investigación sobre enseñanza eficaz) enseñanza y la escuela) comunidades de aprendizaje)
Concepción del problema de Fracaso en preparar a los profesores en formación Fracaso para proporcionar al profesor en formación
las prácticas de enseñanza para que lomen decisiones educativas adecuadas, a Fracaso para proporcionar a los profesores en las destrezas crítico/analílicas y los recursos para
través del lenguaje y las estrategias de la formación, las destrezas para desarrollar una crítica continuar aprendiendo y trabajar por la reforma de
investigación proceso-producto a la escuela para trabajar en contra de la la escuela a lo largo del tiempo
perpetuación de las prácticas y políticas actuales en
relación a la escuela
Metas de las prácticas de Preparar a los profesores en formación con amplio Preparar a los profesores en formación para que
enseñanza conocimiento profesional, entrenados para lomar conozcan cómo aprender de la enseñanza, y de la
decisiones, para observar sistemáticamente, y para indagación colaborativa, y que ayuden a crear una
resolver problemas en clase cultura de enseñanza que ayude al desarrollo
Preparar a los profesores en formación para que
profesional
posean una perspectiva crítica, basada en el análisis
de aspectos raciales, de clase social, poder, trabajo y
género, y preparados para atender a las cuestiones
de política escolar y sus implicaciones
Estrategias del programa y Los alumnos en prácticas se emparejan con Los alumnos en prácticas se distribuyen a lo largo Los alumnos en prácticas asisten a escuelas
disposiciones estructurales profesores mentores de escuela formados en de diferentes tipos de escuelas innovadoras, en la que existen grupos de profesores
competencias derivadas de la investigación proceso- que trabajan en un proyecto
producto
Estudio del curriculum según la teoría crítica, Teoría e investigación sobre el currículum,
Formación de los alumnos en prácticas, en la cursos de fundamentación, y cursos de métodos fundamentos, cursos sobre métodos, con tareas
Universidad, en relación al dominio de competencias alternativos
de enseñanza y gestión derivadas de la investigación
proceso-producto
Entrenamiento de los profesores tutores y Los alumnos en prácticas trabajan con sus Indagación colaborativa en reuniones en las
supervisores en la observación sistemática y la profesores universitarios, quienes les ayudan a escuelas y seminarios en la Universidad;
retroacción a través de estrategias y lenguajes de comprender sus experiencias escolares desde una planificación conjunta, evaluación por los
enseñanza eficaz perspectiva crítica, y a plantearse alternativas supervisores, los profesores de Universidad
Evaluación basada en las competencias Proyectos de investigación-acción, estudios Investigación del profesor, investigación acción,
etnográficos sobre la escuela, seminarios diarios, seminarios conducidos colaborativamente
desarrollados en la universidad, diarios de los entre alumnos en prácticas, profesores con
alumnos en prácticas para animar su desarrollo experiencia, y profesores de Universidad
individual y la reflexión crítica sobre las
experiencias escolares
Cuadro Ne 12. Tres relaciones entre la escuela y la universidad en el desarrollo de las prácticas
(Cochran-Smith, 1991)
114 Formación del profesorado para el cambio educativo
El tercer nivel de análisis de las prácticas tiene que ver con la enseñanza de
clase. Es importante que los alumnos en prácticas conecten la enseñanza que
observan con el proyecto curricular del centro. El análisis de la enseñanza, frente a
estar centrado en la actividad del profesor, ha de atender también la estructura social
y relacional de la clase, así como la estructura académica y de tareas.
Estas cuatro dimensiones son elementos importantes para que las prácticas
de enseñanza sean realmente una ocasión para aprender a enseñar. Para que ello se
produzca, es necesaria una implicación del profesorado universitario en el desarrollo
de proyectos de colaboración con escuelas, que facilite un clima de relaciones, de
forma que pueda caminarse hacia ese modelo de Resonancia colaboratíva al que se
refería Cochran-Smith (1991).
Para ello, en la línea de los recientes trabajos del National Center for
Research on Teacher Education (Michigan), Zeichner propone analizar la calidad en
los programas de formación del profesorado en función de dos criterios: CALIDAD
ACADÉMICA Y CALIDAD PROFESIONAL. La calidad académica hace referencia a
la forma como el programa asegura que los profesores en formación adquieren los
diferentes componentes del conocimiento necesario para enseñar, y a los cuales ya
nos hemos referido anteriormente: conocimiento didáctico del contenido, pedagógico,
del contexto, etc. La calidad académica se concreta en tres dimensiones.
Una versión más actual de esta perspectiva nos la ofrecen Porter y Brophy
(1988) al plantear un nuevo perfil de profesor a la luz de los recientes resultados de la
investigación didáctica, incorporando, como se puede ver a continuación
Capítulo ¡I. La formación inicial del profesorado 121
LA FORMACIÓN DE
PROFESORES PRINCIPIANTES
1. El periodo de iniciación profesional de profesores
principiantes
La iniciación a la enseñanza hay que entenderla “como una parte del con-
tinuo del proceso de desarrollo profesional del profesor" (Vonk, 1993:4). En este
126 Formación del profesorado para el cambio educativo
Hace ahora cinco años que iniciamos una línea de investigación centrada en
el estudio del proceso de aprender a enseñar durante los primeros años de
enseñanza. En el año 1988 el Centro de Investigación y Documentación Educativa
nos aprobaba un proyecto de investigación cuyo objetivo se dirigía a obtener
información acerca de profesores principiantes y su proceso de socialización.
Capítulo III. La formación de profesores principiantes 127
Para algunos autores, el primer año no sólo representa una oportunidad para
aprender a enseñar, sino que también puede suponer transformaciones en el ámbito
personal (Tisher, 1984). Se destaca como característico de este periodo, la
Inseguridad y la falta de confianza en sí mismo que padecen los profesores princi-
piantes. Como señalan Johnston y Ryan, “los profesores en su primer año de
docencia son extranjeros en un mundo extraño, un mundo que le es conocido y
desconocido a la vez. Aunque hayan dedicado miles de horas en las escuelas viendo
a profesores e implicados en los procesos escolares, los profesores principiantes no
están familiarizados con la situación específica en la que empiezan a
enseñar"(Johnston y Ryan, 1983:137).
El proceso que siguen los profesores para aprender a enseñar, esto es, para
adquirir competencia y habilidad como docente ha sido explicado desde diferentes
perspectivas teóricas. En un caso se hace hincapié en las preocupaciones de los
profesores como indicadores de diferentes etapas de desarrollo profesional. En otro
caso se concibe al profesor desde un punto de vista fundamentalmente cognitivo y al
aprender a enseñar como un proceso de madurez intelectual. Existe un último marco
para el análisis del proceso de iniciación que hace mayor hincapié en los elementos
sociales y culturales de la profesión docente y en su asunción por parte del profesor
principiante. Puesto que ya en el Capítulo I hemos analizado suficientemente las
bases teóricas referidas a los dos primeros marcos teóricos señalados (Etapas de
Preocupaciones y Estadios de Desarrollo Cognitivo), vamos a centrarnos en describir
un poco más las aportaciones en relación al proceso de socialización de los
profesores principiantes.
Por otra parte, y desde un punto de vista organizativo, Van Maanen y Schein
definen la socialización organizativa “como el proceso por el cual un individuo
adquiere el conocimiento social y las habilidades necesarias para asumir un rol
organizativo" (1979:211). Para estos autores, si uno toma en serio la noción de que el
aprendizaje en sí mismo és un proceso continuo y que dura toda la vida, la carrera
organizativa completa de un individuo se puede caracterizar como un proceso de
socializa- ción:”Llegar a conocer una situación organizativa y actuar dentro de ella
implica que una persona ha desarrollado algunas creencias de sentido común,
principios e interpretaciones, o de alguna forma, una perspectiva para interpretar las
experiencias de uno en la esfera del mundo del trabajo” (Van Maanen y Schein,
1979:212).
GOBIERNO RESTRICCIONES Y
REGLAMENTOS
PROFESOR
RENDIMIENTO NIVEL
Creencias, teorías Pensamientos
DEL DE
del profesor interactivos
ESTUDIANTE CLASE
f
del profesor
f
C=5
4 Conducta de
CONDUCTA DEL
del profesor
Planificación clase del
profesor ESTUDIANTE
NIVEL
PERSONAL
L
234 Formación del profesorado para el cambio educativo
piantes, a los que normalmente se asignan a clases que los veteranos no desean, o a
asignaturas que no han estudiado, etc.
Las características que deben poseer los programas de iniciación son las
mismas que se solicitan de los buenos programas de desarrollo o perfeccionamiento
profesional (Andrews, 1987). La revisión realizada por Phillips-Jones (1983) de
programas de asesoramiento a la innovación revela algunos características críticas
para el éxito de los mismos que, pensamos, podemos extrapolar al contexto que nos
ocupa:
• Asegurar que los directores del programa apoyen realmente el mismo, es decir,
deben no sólo conocer las actividades que se desarrollan en los programas sino
que a la vez deben estar muy en contacto con las mismas.
• Hacer que los programas formen parte de un largo periodo de perfeccionamiento.
Parece necesario que los programas de iniciación formen parte de amplios
esquemas de desarrollo profesional de manera que, una vez finalizados los
talleres, seminarios, las observaciones y cualquier otra actividad desarrollada
durante el primer año de enseñanza, sigan existiendo personas que de alguna
manera puedan asesorar, cursos que se puedan ofertar, bibliografía que se
pueda recomendar, con el fin de dar un sentido más amplio al proceso de
iniciación.
• Seleccionar a profesores mentores y principiantes cuidadosamente. Cada
programa tiene su sistema de selección y asignación de roles, pero es importante
que los criterios de esa selección sean claros y precisos.
• Permitir a los mentores una ‘flexibilidad estructurada’. Los mentores deben
trabajar de manera que se encuentren cómodos y satisfechos realizando su
trabajo.
• Estar preparados para posibles retos. Desarrollar un programa que incluya
alternativas aceptadas por todos para posibles problemas que pudiesen acaecer.
• Poner en marcha un sistema de control del programa a fin de poder proporcionar
los datos sobre el desarrollo del mismo en un momento dado (citado en Sánchez
Moreno, 1993).
Entre las características que hemos reseñado más arriba vemos el especial
énfasis que se otorga a la figura del mentor. Efectivamente, el papel desempeñado por
el profesor mentor aparece como uno de los componentes que mayor influencia ejerce
en los programas de iniciación ya que “reduce la tendencia decadente en la actitud
experimentada por muchos nuevos profesores" (Guyton, 1990:11).
nadas destrezas docentes a favor de los profesores que han participado en este
tipo de programas.
b) La probabilidad de permanencia (no abandono de la enseñanza) es mayor en los
profesores que participan en dichos programas.
c) Los programas de iniciación producen bienestar personal y profesional a los
profesores en formación.
d) Los programas de iniciación consiguen con éxito socializar a los profesores
principiantes en la “cultura escolar”
a) Proporcionar información:
b) Visita previa:
d) Seminarios de discusión
Esta es una reciente innovación, descrita por Merseth (1991) que muestra el
proyecto de la Universidad de Harvard, denominado “Beginning Teacher Computer
Network", y que pone en contacto a profesores principiantes a través del ordenador.
Los resultados de esta experiencia muestran que el contacto entre profesores a través
de ordenador propicia el apoyo personal, emocional y técnico entre profesores
principiantes.
f) Estudio de casos
Cada vez son más los programas de iniciación a la enseñanza que incluyen
la figura del mentor, como el profesor experto seleccionado para ayudar al
_
P
profesor principiante: “un profesor con experiencia que asiste al nuevo profesor y le
ayuda a comprender la cultura de la escuela" (Galvez-Hjornevick, 1986). El mentor
juega un papel de gran importancia en el programa de iniciación, pues es la persona
que ayuda y da orientaciones, tanto en el currículum como en la gestión de clase, al
profesor principiante (Marcelo y Sánchez, 1990).
Fagan y Walter definen al mentor como “un adulto experto que ofrece su
amistad y guía a adultos con menos experiencia” (1982:51). Un mentor puede ofrecer
apoyo, consejo y oportunidades a un joven adulto. Por su parte Gherke y Kay piensan
que el término mentor: “...ha sido reservado para aquellas personas que a través de
una influencia positiva, han enseñado a los jóvenes a volverse los virtuosos y maduros
adultos que la sociedad desea" (Gherke y Kay, 1984:22)
Anderson y Shannon nos ofrecen una definición, según ellos menos ambigua
y más adaptada al sentido etimológico e histórico del término:”... un proceso educativo
en el cual una persona con mayor experiencia o mejores destrezas sirve de modelo,
enseña, apadrina, impulsa, aconseja y ofrece su amistad a una persona menos
experta o diestra con el propósito de impulsar su posterior desarrollo profesional, y/o
su desarrollo personal. Las funciones del asesoramiento son llevadas a cabo dentro
del contexto de una continua y cuidada relación entre el mentor y el protegido
(1988:40)
La figura del mentor, como plantea Gold (1992) (ver Cuadro N 9 14), viene a
atender tres tipos de necesidades de los profesores principiantes: necesidades
emocionales (autoestima, seguridad, etc.); sociales (relaciones, compañerismo, etc.),
e intelectuales.
»
Capítulo III. La formación de profesores principiantes 141
NECESIDADES IDENTIFICADAS
' Cuadro Ne 14. Tipos de necesidades relacionadas con el mentor (Gold, 1992).
Bey y Holmes (1992) han planteado algunos principios del mentorazgo que
consideramos de interés reproducir. En primer lugar, el mentorazgo es un proceso y
una función compleja, que requiere una estructura organizativa adecuada, así como
una elevada sensibilidad para acomodarse a las diferentes situaciones. Un segundo
principio que enuncian estos autores es que el mentorazgo implica apoyo, ayuda y
orientación, pero no evaluación del profesor principiante. En tercer lugar, que la tarea
del mentorazgo requiere tiempo para que profesores principiantes y mentores entren
en contacto, y pueda establecerse una comunicación positiva.
Tanto Bird como Borko (en Zimpher, 1988) analizan los roles del mentor
incluyendo los calificativos de profesor especialista, profesor consejero, profesor
colega, profesor ayudante, profesor de apoyo, profesor compañero. Johnston y James
(1986) añaden las denominaciones de amigo, confidente y oyente, al término. Por lo
tanto, el concepto mentor, históricamente denota una verdadera ayuda, guía y
consejo, y las relaciones mentor protegido una profunda y significativa asociación
(Galvez-Hjornevik, 1986).
Figura A/4 16. Areas básicas de formación de profesores principiantes (Vonk, 1993)
Otros autores apuntan que los profesores mentores deben ser personas
abiertas al cambio, respetar a sus colegas, ser dignos de confianza y poseer
conocimientos suficientes, altruistas, cálidos, sensibles a las necesidades de los otros
y tolerantes a la ambigüedad (Johnston y James, 1986; Gray y Gray, 1985; Kamii y
Harris-Sharples,1988).
Los programas de iniciación cuentan con una breve historia pues empezaron
a aparecer a principios de los años ochenta. Sin embargo su creciente y constante
proliferación en algunos países —fundamentalmente en muchos estados
norteamericanos— hace que sean abundantes los trabajos muchos de
144 Formación del profesorado para el cambio educativo
f) Observación del profesor principiante por parte del “coach” al menos dos
veces al mes. El programa plantea sesiones de seguimiento mensual, de forma que
los profesores principiantes tienen ocasión de compartir sus dudas y frustraciones, así
como recibir ayuda y asesoramiento.
Los profesores asesores tienen que cubrir las áreas de planificación, gestión
de clase, política y procedimientos escolares, estrategias de actuación y
comunicación con los padres.
Responde, por tanto a una concepción del profesor como un sujeto que
aprende y es capaz de construir conocimiento a partir de su propia implicación
148 Formación del profesorado para el cambio educativo
personal y profesional. Es una concepción del profesor como un práctico reflexivo que
en la actualidad se viene asumiendo por diferentes Investigadores y formado- res en
el ámbito de la formación del profesor (Handal y Lauvas, 1987; Schón, 1987, Zabalza,
1988; Fernández Pérez, 1988; Calderhead, 1989; Medina y Domínguez, 1989;
Marcelo 1991a; Listón y Zeichner, 1991; Tabachnick y Zeichner, 1991; Pérez Gómez,
1992a). Esta propuesta de formación reflexiva se ha centrado en la inclusión en el
programa de formación de una serie de componentes tendentes a propiciar en los
profesores dichas actitudes: redacción de diarios (Zabalza, 1988), grabaciones en
vídeo de las clases de los propios profesores principiantes (Fernández Pérez, 1988),
lectura y discusión de materiales formativos, etc.
forma que no existe ningún esquema inicial cerrado, sino propuestas de temas, que se
derivan de los problemas identificados en nuestras investigaciones (Marcelo, 1991d;
Montero Alcaide y otros, 1992). El desarrollo de los temas en los grupos de trabajo se
hace paralelamente a la realización por parte de los profesores principiantes de
“tareas”. Estas tareas suelen referirse a la lectura de documentos seleccionados, o la
redacción de un diario durante un período de tiempo limitado (generalmente dos
semanas). Los diarios se analizan y comentan en el grupo de trabajo.
EL DESARROLLO PROFESIONAL
DE LOS PROFESORES
1. Aproximación al concepto “desarrollo profesional de los
profesores”
De una forma más genérica, Edelfelt y Johnson entienden que “la educación
en-servicio de los profesores (o desarrollo del profesorado, educación continua,
desarrollo profesional) se define como cualquier actividad de desarrollo profesional
que un profesor lleva a cabo aisladamente o con otros profesores después de haber
recibido su certificado inicial de profesor, y después de comenzar su práctica
profesional” (1975: 5).
154 Formación del Profesorado para el Cambio Educativo
“El desarrollo del profesorado va más allá de una etapa informativa; implica la
adaptación a los cambios con el propósito de modificar las actividades
instruccionales, el cambio de actitudes de los profesores y mejorar el ren-
dimiento de los alumnos. El desarrollo del profesorado se preocupa por las
necesidades personales, profesionales y organizativas “ (Heideman, 1990:4)
El esfuerzo por conseguir unas escuelas más participativas, en las que los
profesores diseñen innovaciones y adaptaciones curriculares, en las que las clases
sean lugares de experimentación, colaboración y aprendizaje, en las que los alumnos
aprendan y se formen como ciudadanos críticos, pasa necesariamente por contar
con un profesorado capacitado y comprometido con los valores que ello
representa.
N
sobre la Conocimiento sobre
Enseñanza Profesor
ei y su
Formación
\
♦Escuela como unidad de cambio ♦Centrada en
el desarrollo de curriculum por los profesores ♦Profesionalidad
♦Apoyo extemo ♦Implicación
ESTRUCTURAS
♦Integración de cambios escolares- ♦Expectativas
♦Estructura SOCIAL: Clima curriculares-enseñanza ♦Cultura profesional
relacional, comunicación, ♦Afecta a la estructura y la cultura ♦Oportunidades de desarrollo
actividades ♦Autoevaluación institucional profesional
♦Estructura ACADEMICA: tareas ♦Normas de colaboración y experimentación ♦Autonomía profesional
♦Estructura DOCENTE: Métodos, ♦Atención al contexto escolar ♦Carrera docente
estrategias ♦Desarrollo profesional flexible, práctico ♦Etapas de desarrollo
♦Estructura COGNITIVA: enseñar ♦Autonomía de los centros ♦Necesidades formativas
para comprender. Reflexión en y ♦Profesionalización de los profesores ♦Condiciones de la enseñanza:
sobre la acción ♦Gestión del cambio psicológicas, sociales profesionales...
V , /
/
-
Sin embargo, la práctica habitual nos muestra que las actividades de desa-
rrollo profesional, generalmente se planifican y desarrollan fuera del contexto escolar,
y que las escasas medidas de desarrollo organizativo a nivel escolar que conocemos
en nuestro país se aplican sin atender a la necesaria formación de los profesores. Por
poner un ejemplo: sólo recientemente se viene atendiendo la necesidad de formar a
los directores de centros para desempeñar su función directiva, cuando hace ocho
años que la LODE entró en funcionamiento. Un segundo ejemplo: cuántas actividades
de formación de profesores se llevan a cabo por profesores individualmente, sin que
exista posteriormente un compromiso de seguimiento o aplicación a nivel de aula.
i
Capítulo IV. El desarrollo profesional de los profesores 159
Las condiciones que hemos expuesto nos ponen de manifiesto hasta qué
punto la búsqueda de relaciones e integración entre el desarrollo de la escuela y el
desarrollo profesional de los profesores, está influido por factores de política educativa
externos a la propia escuela. No deberíamos concluir desde estas afirmaciones que
hasta que no cambien los planteamientos políticos en relación a la escuela y a la
profesión docente, no será posible realizar ningún tipo de propuesta de mejora escolar
y profesional. Sería muy posible que, aun dándose las
160 Formación del Profesorado para el Cambio Educativo
de la etapa a las peculiaridades de los alumnos y del entorno que los rodea mediante
un proceso de concreción y desarrollo que corresponde al profesorado... El centro
educativo juega, por tanto, un papel determinante como vertebrador de todo el
conjunto de decisiones implicadas en el proceso de adaptación y desarrollo del
curriculum. De esta forma ha de ser el centro y el equipo de profesores quien delimite,
de forma fundamentada, la gradación y distribución de los citados elementos
curriculares, que han sido establecidos globalmente para toda la etapa" (BOJA.1992).
A partir de esta Orden, los equipos de profesores han venido trabajando para
la elaboración de los proyectos curriculares de centro. Puede suponerse que el
proceso de construcción de un proyecto curricular de estas características es ya por sí
mismo un proceso de desarrollo profesional, en la media que hace que los profesores
trabajen juntos, puedan aprender unos de otros, adquieran nuevos conocimientos y se
desarrollen como profesionales (Miller, 1992). Como señala Fullan, “cuando un
profesor se implica en un cambio curricular inevitablemente utiliza nuevos materiales,
cambia su práctica de enseñanza de alguna forma (es decir, nuevas actividades,
destrezas, conductas, estilos pedagógicos, etc.) y modifica sus creencias o
concepciones (su filosofía, marco conceptual, teoría pedagógica) (1986:75).
Quizás sea ésta la relación que con más frecuencia se ha venido mante-
niendo. El desarrollo profesional de los profesores, denominado también perfeccio-
namiento, formación permanente, generalmente se ha dirigido a mejorar las
competencias de enseñanza de los profesores. La formación de los profesores ha
tomado, durante mucho tiempo, el aula, y todo lo que en ella ocurre, como único
indicador válido para promover actuaciones de formación hacia los profesores.
En este aspecto hay que destacar que las mayores contribuciones provi-
nieron en un principio, de las investigaciones desarrolladas en torno al paradigma
proceso-producto. Como ya mostramos en el primer capítulo, este paradigma de
investigación desarrolló un complejo sistema para analizar la enseñanza desde una
perspectiva conductual. Así, la identificación de repertorios de competencias favoreció
el desarrollo de una concepción analítica de la enseñanza. El desarrollo profesional,
en este sentido, se dirigía —ya lo hemos comentado al describir la orientación
tecnológica de la formación del profesorado— a facilitar la adquisición
162 Formación del Profesorado para el Cambio Educativo
Lo que hasta aquí hemos venido afirmando tiene que ver con la necesidad
de situar el desarrollo profesional de los profesores en relación a las condiciones de
trabajo de los profesores. Pero también hemos de hacer referencia a la importancia
que tiene conectar el desarrollo profesional de los profesores con las teorías
sobre el cambio, y el aprendizaje adulto. Ya hemos descrito en el Capítulo I las
teorías que con mayor peso vienen contribuyendo a fundamentar la formación del
profesorado como campo de conocimiento con especificidad propia. Así, recordamos
lo que ya hemos expuesto anteriormente: que las teorías sobre el cambio de los
profesores, sobre las Etapas de Preocupaciones, sobre las Etapas de Desarrollo
Cognitivo, sobre las fases de la Carrera Docente, etc. han de ser tenidas en cuenta
cuando se planifican, desarrollan y evalúan actividades de desarrollo profesional.
TIPO A TIPO B
FORMACIÓN Y ENTRENAMIENTO COOPERACION APOYO PROFESIONAL
PROFESIONAL
._ • Intercambio de clase
Grupos de rumor
’ Discusiones en Grupos ’ Seguimiento de un competo ■
Rotación en el trabajo
* Circuios de caHdaq
* Grupos de estudio
* Visitas
* Aprendizaje
Demostración Aprendizaje por la acción
Individual
mediante
la acción
Presentación * Investigación-Acción
Lectura
’Coachlng
* Coaching
"»«TOStol»
por expertos • Asesoramienlo
de compañeros
* Asesoramienlo * Mentores
por expertos
‘ Evaluación del
profesorado
\
Dirigido por expertos Desarrollo de la actuación
ASESORAMIENTO
Figura Ns 18
Han sido Oldroyh y Hall (1991) quienes han desarrollado con mayor claridad
la división entre estos dos tipos de actividades de formación de profesorado. Estos
autores, como se aprecia en la Figura N2 18, diferencian básicamente entre dos tipo
de actividades: las denominadas de Formación y Entrenamiento Profesional (Tipo
A), y las de Apoyo Profesional (Tipo B). Las actividades de Formación y
Entrenamiento Profesional se desarrollan generalmente por expertos, y
166 Formación del Profesorado para el Cambio Educativo
Selección
Obligatorio ....................................... Invitación ..................................................... Voluntario
Participantes en el programa
Todo el profesorado .......... Grupos funcionales ..................... Grupos mezclados .......Individual
Resultados de aprendizaje
Conocimientos .......... Destrezas............ Actitudes......... Materiales ...........Actuación mejorada
Cuadro Ne 15. Criterios de clasificación de actividades de desarrollo profesional (Oldroyd y Hall, 1991)
Los criterios que hasta ahora hemos utilizado para clasificar las actividades
de desarrollo profesional, han sido principalmente el papel que juega el profesor
(activo/pasivo), así como el tipo de estrategias de formación seleccionadas
(formales/informales). Sin embargo, Oldroyd y Hall (1991) completan su aportación
planteando que las modalidades de desarrollo profesional pueden clasificarse de
forma más amplia en función de otros criterios. Así, como se muestra en el Cuadro N e
15, las actividades pueden clasificarse en función de si el diagnóstico de
necesidades se ha llevado a cabo de forma individual, o ha participado la totalidad del
profesorado; si la formación es voluntaria u obligatoria; si participan todos los
profesores o sólo algunos; si el objetivo es el entrenamiento o el asesoramiento; si
Capítulo IV. El desarrollo profesional de los profesores 167
Cuadro N3 16. Modalidades de desarrollo profesional en función de las necesidades de los profesores
(Loucks et al., 1987).
Ello supone que las modalidades de desarrollo profesional han de ser en-
tendidas y matizadas, tal como nos plantea Loucks-Horsley (1987), en función de la
etapa de desarrollo profesional en que se encuentren los profesores. Estas etapas
pueden considerarse individualmente, pero quizás requieran analizarse en su forma
grupal, es decir, cuando profesores de la misma o diferente etapa trabajan juntos en
una misma actividad de desarrollo profesional.
procesos formativos. Sería el caso de profesores que realizan cursos a distancia, que
profundizan en determinados temas a partir de sus propias lecturas, que realizan
cursos de especialización no directamente dirigidos a formar docentes (cursos
universitarios, de doctorado, de expertos, cursos de verano...).
enseñanza
Evaluación de alumnos
Planificación
Curriculum
Estrategias de enseñanza
Maleriales
Gestión de clase
Disciplina
Comunicación
Profesionalismo
Extra-Curricular
Lo que se persigue, por tanto es generar iniciativas que faciliten que los
profesores entren en contacto con experiencias de innovación en otras escuelas, que
rompan su aislamiento, y se puedan implicar en algún proyecto de mejora en su clase.
Este modelo de formación puede responder a la modalidad de Seminarios
Permanentes que desde 1983 se vienen reconocimiendo por la Consejería de
Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía (BOJA de 29.4.83). Los Seminarios
Permanentes se definen como "una modalidad de trabajo en grupo/equipo como
sistema continuado de autoperfeccionamiento y reflexión desde la práctica docente".
Sus objetivos básicos, según la reciente convocatoria son:
la práctica" Chavarría y otros, 1990:201). Estos autores nos informan del desarrollo de
los Seminarios Permanentes en la Comunidad Autónoma Canaria, donde a partir de
1988 comienzan su funcionamiento.
En relación a los aspectos críticos, Morcillo (1992) plantea que “basa gran
parte de su efectividad en el talante del coordinador, en su formación en técnicas de
animación y de grupo, de tal manera que su vida efectiva coincide con la permanencia
de esa persona en la coordinación” (1992:65). Junto a ello, plantea la falta de hábitos
de reflexión y fundamentación teórica de los profesores, lo que impide la
profundización en determinados temas en los que se hace necesario una lectura sobre
temas más complejos. Además, el hecho que los grupos sean muy homogéneos en
cuanto al tipo de profesorado: nivel, materia, impide un mayor enriquecimiento mutuo
entre los profesores.
Cárter ha planteado que las historias se están convirtiendo en una vía fun-
damental para desarrollar investigación en formación del profesorado y didáctica
(Cárter, 1993). Ello es así, porque se viene comprobando la evidencia de que el
conocimiento de los profesores se organiza y transmite en base a historias o casos
que poseen realismo, viveza, significación personal e implican no sólo componentes
cognitivos, sino también afectivos. Como señalaba Gudmundsdottir, “Las ciases son
lugares donde se cuentan historias. Los libros de texto cuentan historias y los
profesores aportan historias, historias sobre el contenido que enseñan, o historias
curriculares. Estas historias son narraciones que organizan el curriculum y se
comunican a la clase a lo largo del curso escola? (1991:207).
social, geográfica y política que caracteriza a la sociedad. Dice este autor que “en un
mundo en constante cambio, de peligro, confusión y miedo, la autobiografía se
convierte en una explicación y justificación de lo que uno ha llegado a se?’ (Ayers,
1992:45).
Describen Butt y otros (1992) que cada miembro del grupo (incluyendo el
instructor) presenta partes del escrito exploratorio sobre cada tarea, mientras que el
resto del grupo hace preguntas, comparte puntos de semejanzas y diferencias en la
176 Formación cid Profesorado para el Cambio Educativo
experiencia, para, a través del diálogo y la discusión, ganar una comprensión de cada
presentador, por parte del compañero. Para facilitar una alta calidad de la reflexión
personal, del compartir y colaborar, Butt señala que son esenciales algunas
condiciones: hacer declaraciones sobre sí mismos, identificar y describir con precisión
sentimientos, ser francos y honestos, prometer una aceptación sin crítica de los otros
y proporcionar confidencialidad.
La fase de descripción tiene que ver con la solicitud a los profesores que
expliciten sus concepciones ante algún tema en concreto: enseñanza, alumnos,
aprendizaje, etc. A partir de aquí se inicia la fase en la que los profesores llegan a
reconocer que existen diferencias entre sus descripciones y teorías. La fase de
exploración incluye la realización de lecturas, charlas, acerca de teorías comple-
mentarias a las teorías “personales” de los profesores que previamente han sido
visualizadas en constructos y elementos (Pope, 1988). La cuarta fase consiste en
compartir y contrastar las diferencias entre las teorías personales y las teorías más
formales. La fase de negociación representa un momento de búsqueda de acuerdos
en grupos de profesores para llegar a definiciones consensuadas. Por último, estas
nuevas definiciones se contrastan con las concepciones que los profesores mantenían
al comienzo del programa.
Pero, ¿qué valor puede tener el estudio de las metáforas para el desarrollo
profesional de los profesores? Mediante metáforas expresamos eventos, rutinas,
participación, acontecimientos de la vida cotidiana, la estructura de la clase como
grupo, creencias, etc. También nos permiten aproximarnos a nociones y experiencias
sobre la enseñanza y el aprendizaje. Asimismo, indican patrones de comportamiento
tales como roles del profesor y el alumno, sus reacciones ante acontecimientos
específicos, o la naturaleza de las interacciones en clase.
profesor no en términos generales (la enseñanza, los alumnos, etc.), sino en relación
a materias concretas (Matemáticas, Física, etc.), tendremos que atender a esta
dimensión del conocimiento.
Para la elaboración del árbol ordenado, se pide a los profesores que re-
dacten una lista amplia de palabras sobre un tópico seleccionado, bien por el profesor,
o por el formador. A continuación, el profesor agrupa las palabras en categorías,
poniéndole título a cada una ellas, para al final conseguir un árbol de las
características de las que tiene el que presentamos en la Figura N9 20.
1 i
terrier
11 i
nariz
1 gruñir
collie lanoso rabo ladrar
sabueso cocker patas
colores desmelenar
i
negro blanco
manchado
El árbol ordenado sirve como inicio de un proceso de diálogo con los pro-
fesores en el que se les pide que justifiquen sus decisiones y que piensen cómo
transformar un árbol de contenido en esquema de enseñanza.
APOYO PROFESIONAL TÉCNICO APOYO PROFESIONAL DE COMPAÑEROS APOYO PROFESIONAL PARA LA INDAGACIÓN
Principales
metas * Mejorar la enseñanza
* Desarrollar soluciones a los problemas cotidianos de
* Conseguir transferencia de aprendizaje * Estimular el pensamiento autónomo de los
la enseñanza
* Establecer un vocabulario común profesores
* Llevar a cabo investigación- acción
* Mejorar la cooperación y el diálogo profesional * Mejorar la cultura escolar
* Promover mejoras docentes en otros profesores
* Mejorar la cooperación y el diálogo profesional
Principales
premisas * Los profesores adquirirán hábitos de reflexión * Los esfuerzos de resolución de problemas por parte
* El profesor mejorará su conducta docente en la
autónoma y de mejora con tal que se les de la
medida en que se le proporcionen datos objetivos de los profesores puede producir mejoras prácticas en
oportunidad de desarrollar destreza en llevar a cabo
en un clima de apoyo y sin amenazas el diseño y desarrollo de la enseñanza
esto
Cuadro N5 17. Principales diferencias entre el apoyo profesional técnico, de compañeros y de indagación
(Garmston, 1987)
184 Formación del Profesorado para el Cambio Educativo
Aparte de esta condición, existen otros autores que entienden que la Su-
pervisión de Compañeros, en tanto que actividad que suele implicar a parejas o
grupos reducidos de profesores, tiene poco poder de “impacto” en la cultura escolar.
En esta línea, Fullan ha criticado recientemente el “coaching”, así como a los
programas de Mentores por la dificultad que han mostrado para configurarse como
parte del quehacer cotidiano de la escuela (Fullan, 1990).
Cuadro Ne 18. Ventajas, inconvenientes y supuestos del modelo de desarrollo profesional centrado en la
escuela y en proyectos (Bell, 1991).
Tal como plantea Bell (1991), optar por un enfoque colectivo frente a indi-
vidual del desarrollo profesional de los profesores presenta ventajas e inconve
188 Formación del Profesorado para el Cambio Educativo
Figura Ns21. Factores que influyen para iniciar innovaciones (Fullan, 1991)
1. Una teoría de la implantación inadecuada, dando poco tiempo para que los
profesores planifiquen y aprendan nuevas destrezas y prácticas docentes.
2. Tendencia a buscar soluciones rápidas
3. Falta de apoyo y seguimiento por parte de la Administración
4. Poca financiación, o pretender hacer demasiado con pocos recursos
5. Intentar gestionar el proyecto desde la Administración en lugar de que la
escuela tenga liderazgo y autonomía
6. Falta de apoyo técnico y de otras formas de desarrollo profesional
7. No ser consciente de las limitaciones del conocimiento de los profesores
acerca de cómo llevara cabo el proyecto
8. Cambios continuos de profesores en las escuelas
9. Sobrecarga de tareas y de demandas
10. Incapacidad de superar las posibles incompatibilidades entre los requisitos
del proyecto y las estructuras organizativas existentes en la escuela
11 .Incapacidad de comprender y tener en cuenta las diferencias concretas que
existen entre escuelas
12. Incapacidad para clarificar y negociar los roles y relaciones de otros colectivos
(Universidad, Administración) en el proyecto (Pink, 1989:22-24)
Para explicar con más detalle esta modalidad de formación, Marsh y otros
(1990) elaboran un modelo que permite analizar diferentes niveles de amplitud del
proceso de DCBE, que aparece en la Figura Ns 22.
^.
Capítulo IV. El desarrollo profesional de los profesores 191
profesor, un pequeño grupo, todo el profesorado, o bien los profesores junto a padres
y alumnos. La segunda dimensión se refiere al tipo de actividad, que puede suponer
desde la elaboración de nuevos materiales curriculares, su adaptación, o su selección.
Por último, el compromiso en el tiempo varía desde que sea una actividad breve
hasta que sea a largo plazo. La combinación de estas tres dimensiones permite
identificar diferentes tipos de proyectos de DCBE, y como consecuencia de cambio
educativo.
PERSONAS IMPLICADAS
Figura Na22. Una matriz de las variaciones del DCBE (Marsh y otros, 1990)
Figura NQ 23. Cinco etapas del proceso de revisión y desarrollo interno (McMahon et al. 1987).
Capítulo IV. El desarrollo profesional de ios profesores 195
País Vasco:
"se entiende por “proyectos de formación focalizada" aquellas propuestas de
formación del profesorado de un Centro que éste elabora y presenta en base
a las necesidades que se derivan de la puesta en marcha de un proyecto
educativo de carácter global (Proyecto Educativo de Centro, Proyecto
Curricular de Centro...) o parcial (Desarrollos curriculares en determinadas
áreas o ciclos...)".
Galicia:
“Los proyectos de formación en centros podrán girar en torno a los siguientes
aspectos: a) Preparación teórica y práctica del grupo de profesores para la
elaboración del proyecto educativo de centro...; b) formación teórica y
práctica de equipos docentes para la elaboración de proyectos curriculares
de etapa dirigidos a la implantación del curriculum o proyectos curriculares de
centro como la suma de proyectos de etapa si hubiese más de una; formación
para realizar desarrollos curriculares parciales en una o varias áreas".
Andalucía:
“La formación en el Centro se concibe como aquella modalidad de formación
que, considerando el Centro Escolar como unidad básica de cambio e
innovación y atendiendo a las necesidades de formación expresadas por los
equipos docentes en un proyecto común, está dirigido a ayudar a los
profesores en la elaboración y desarrollo del Proyecto Curricular de Centro,
mejorar el centro como lugar de trabajo de los profesores, su profesionali-
dady, en definitiva, la calidad del aprendizaje de los alumnos".
Valencia:
"El proyecto de formación del profesorado en centros es uno de los instru-
mentos para atender las necesidades de formación de un equipo o grupo de
profesores que imparten la docencia en un centro escolar, con el objeti
Capítulo IV. El desarrollo profesional de los profesores 199
MODELO BASADO EN
CURSOS
VENTAJAS
INCONVENIENTES SUPUESTOS
Puede aumentar los Pueden ser demasiado teóricos Un profesor puede influir a la
conocimientos Puede mejorar Las opciones las determinan los totalidad de la escuela o a un
las destrezas Los profesores organizadores grupo El profesor puede
pueden elegir de entre lo que se Puede no reflejar las trasladar la teoría a la práctica
les ofrece Proporciona una necesidades de la escuela Se pueden abordar una
oportunidad para reflexionar Puede no tener aplicaciones amplia variedad de
sobre la práctica profesional prácticas en la clase necesidades con el mismo
Pueden ser a tiempo completo Ignora el saber hacer del profesor curso
Pueden permitir posteriores Puede tener un alto costo
cualificaciones Puede requerir un compromiso a
largo plazo
Cuadro Ne 19. Ventajas, inconvenientes y supuestos de los Cursos de Formación (Bell, 1991)
Capítulo IV. El desarrollo profesional de los profesores 201
Entre las ventajas que señala Bell figura el hecho de que a partir de su
participación en un curso, un profesor puede adquirir mayor conocimiento, o mejorar
sus destrezas docentes, participando individualmente en actividades de formación
seleccionadas por él, lo que puede permitir que cada profesor elabore su propio
itinerario formativo. Las críticas a esta modalidad de formación se refieren a su
excesivo teoricismo, la escasa flexibilidad a la hora de adaptar los contenidos a los
participantes, ser actividades individuales, y por tanto con escasas posibilidades de
impacto en la escuela, así como ignorar el conocimiento práctico de los profesores.
1. PRESENTACION DE LA TEORIA.
2. MODELAMIENTO O DEMOSTRACION DE DESTREZAS O
MODELOS.
3. PRACTICA EN SITUACIONES SIMULADAS Y DE CLASE.
4. RETROACCION ESTRUCTURADA.
5. RETROACCION NO ESTRUCTURADA.
6. ASESORAMIENTO DURANTE LA APLICACION (Joyce, 1980)
1— Clarificar el objetivo
2— Aportar un contexto de enseñanza
3— Conectar el material con los conocimientos previos de los profesores
4— Organizar el conocimiento desde un concepto potente, que abarque el
contenido posterior
5— Estructurar jerárquicamente el contenido
6— Presentarlo a través de mapas conceptuales u otras formas de
representación
7— Proponer ejemplos
8— Potenciar la organización cognoscitiva de los profesores (Principio de la
reconciliación integradora)
9— Estimular la elaboración de distintos tipos de esquemas por parte de los
profesores
10— Proponer su participación activa en otras tareas
11— Suscitar un enfoque crítico
12— Comprobar la comprensión de los profesores (Marcelo y Estebaranz,
1992)
mente aplican, incorporan a su repertorio docente destrezas nuevas aun cuando éstas
hayan sido desarrolladas durante los cursos de forma adecuada. Ya anteriormente
hemos planteado la necesidad de que las actividades presenciales de formación
vayan seguidas de actividades de seguimiento o asesoramiento bien entre
compañeros que hayan asistido al curso o bien por expertos (profesores que ya
posean conocimiento y destreza en las metodologías en cuestión, asesores, etc.). El
Apoyo Profesional Mutuo incluye necesariamente el trabajo en grupo por parte de
los profesores mediante la observación y análisis de las clases en las cuales los
profesores ponen en práctica nuevas estrategias docentes. Como plantearon Joyce y
Showers: “El coaching se caracteriza por un ciclo de observación y retroacción en una
situación real o de laboratorio. Aunque el auto coaching es posible, el coaching implica
un enfoque de colaboración para el análisis de la enseñanza con el propósito de
integrar las destrezas y estrategias aprendidas dentro del: a) curriculum, b) metas
instruccionaies, c) un periodo de tiempo, y d) un estilo personal de enseñanza"
(1982:170).
CONOCIMIENTO
PARA LA ACCIÓN
3. DEMOSTRACIÓN COMO
4. PLANIFICACIÓN DE LA ACCION:
QUE, CUANDO, DONDE, Y QUIEN
ALTO DESTREZAS PARA LA GENERADO POR LOS
5. PRÁCTICA EN LABORATORIO ACCIÓN PARTICIPANTES Y/O
CON FEEDBACK COLEGAS
6. APLICACIÓN DE FEEDBACK EN
EL TRABAJO
Cuadro Ng 20. Niveles de impacto de los cursos de formación en función del tipo de actividad (Bolam, 1988).
Estas condiciones pueden hacer que los cursos de formación, cuya duración
generalmente es limitada, puedan contribuir al incremento del conocimiento y destreza
profesional. Se hace necesario destacar la importancia de entender los cursos de
formación como un punto de partida, el inicio de un proceso de especiali- zación que
se continúa con otras modalidades de formación, como las que hemos tratado
anteriormente o la que a continuación describimos.
Encontramos una primera tendencia, mantenida por autores como Elliott, así
como por Hopkins (1985) quienes establecen que la investigación— acción es un
proceso que surge de la práctica problemática del profesor, y que son los profesores
los principales conductores de todo el proceso de investigación. Los investigadores
externos a la escuela no configuran un grupo diferente al de los profesores en cuanto
a tareas, y por tanto, la dirección de la investigación va a recaer bajo la
responsabilidad del profesor o grupo de profesores (Elliott, 1987).
1
210 Formación riel Profesorado para el Cambio Educativo
pensar que existe una intrínseca relación entre investigación-acción, y otros elementos
como el desarrollo del profesor, desarrollo y evaluación del curriculum, y el desarrollo
de la escuela (Elliott, 1991a).
Modelos de Orientación
Orientación social reconstruccionista,
Desarrollo Tecnológica, Orientación práctica, interpretativa, cultural
crítica
Profesional Académica
Autoformación
4 4
* Autoformación a través de Grupos de estudio de profesores sobre Grupos de estudio de profesores sobre
módulos temas educativos * Investigación de un temas como: estereotipos culturales, la
autoinstruccionales, profesor en su clase con un enfoque diversidad en el curriculum, en los libros de
minicursos didáctico, práctico texto.,.
Reflexión, Apoyo * Supervisión Clínica colaborallva, basada * Supervisión Clínica con énfasis en los
Profesional y en la negociación y la reflexión. aspectos éticos, personales y políticos de
4
Supervisión 4
Supervisión Clínica dirigida Apoyo profesional mutuo entre la enseñanza y de la escuela 4 Observación
por el supervisor, y centrada compañeros para ayudar al profesor a confrontar y
4
en el dominio de destrezas Observación de aspectos visibles y reconstruir sus teorías
docentes. ocultos (creencias, teorías)
* Observación de conductas,
buscando indicadores de
eficacia
Desarrollo 4
Profesor/es aplicando un 4
Profesores diseñando y aplicando en sus
curricular
curriculum diseñado aulas un proyecto curricular de centro, o 4
Profesores, junto a alumnos, padres, y
externamente etapa a través de un proceso de
otros colectivos, diseñando y desarrollando
colaboración
un proyecto de Innovación para mejorar
situaciones de desigualdad, marginación,
estereotipos
Hasta aquí hemos descrito cinco modelos de desarrollo profesional, que re-
presentan formas de comprender al profesor y a su proceso de aprendizaje y
desarrollo. Pero el desarrollo profesional, entendido como un proceso de aprendizaje
mediante el cual alguien (profesores, directores) ha de aprender algo (conocimientos,
destrezas, disposiciones, actitudes), por sí mismo o apoyado por otros (compañeros,
expertos, asesores), dentro de un contexto concreto (escuela, universidad, centro de
formación), implica un proceso de diseño, desarrollo y evaluación curricular. El
curriculum, en este caso se refiere a la planificación, ejecución y valoración de
procesos formatlvos tendentes a mejorar la competencia profesional de los profesores
(Elliott, 1991a). Como establecían Epstein y otros, "la estructura y organización del
desarrollo profesional se refiere al proceso sistemático, habitual, razonado de
planificación, desarrollo, implementación, y evaluación de actividades de desarrollo
profesional para la mejora del curriculum, la enseñanza, y el aprendizaje en las
escuelas. Se refiere al quién, qué, dónde, cuándo, por qué y cómo de los procedi-
mientos y tópicos de desarrollo profesional; las estructuras de liderazgo de quién
decide los tópicos, contenidos y estructuras; la cantidad de tiempo invertido en
actividades útiles; el calendario, la frecuencia, y localización de las reuniones; y si las
actividades de seguimiento proporciona la oportunidad para llevar a cabo y evaluar
nuevas idead’ (1988:22).
Capítulo IV. El desarrollo profesional de los profesores 217
Desde esta perspectiva, tiene sentido que nos detengamos a analizar los
propios procesos curriculares que implica el desarrollo profesional de los profesores
como actividad no improvisada, sino planificada y evaluada. Una perspectiva
curricular en relación al desarrollo profesional no ha de hacernos perder de vista la
enorme complejidad que representa presentar una propuesta racional y ordenada de
un fenómeno educativo tan dispar, asistemático y diverso como es el desarrollo
profesional.
POLITICA EDUCATIVA:
* Determina un mayor o menor nivel de concreción curricular CULTURA ORGANIZATIVA DE LOS CENTROS
* Determina las demandas de formación para que los profesores EDUCATIVOS
cumplan las decisiones de política educativa. * Facilita o dificulta el desarrollo de procesos de formación
* Determina las condiciones de trabajo de los profesores: autónomos, basados en la escuela, colaborativos
autonomía, poder, control * Facilita o dificulta la implicación de los profesores
* Normativiza el funcionamiento de los centros educativos * Facilita o dificulta la disponibilidad de recursos humanos y
malcríales
* Facilita o dificulta la creación de un clima de confianza y
compromiso
* Fomenta o limita el desarrollo de proyectos _____________
INSTITUCIONES PUBLICAS DE
FORMACIÓN:
LAS FUERZAS SOCIALES:
«PROCESO DE
Presupuesto económico 1
DESARROLLO Los padres tienen concepciones acerca del
PROFESIONAL trabajo de los profesores y de las escuelas *
Asociaciones y partidos contribuyen al
L
Ct¡pitido IV. El desarrollo profesional de los profesores 219
Figura Ns 28. Ocho diferentes situaciones como contextos del Desarrollo Profesional de los Profesores
Por tanto, los procesos que vamos a describir ahora, van a requerir de no-
sotros la continua referencia al modelo de formación que asumamos, así como a las
estrategias en que dicho modelo puede concretarse. Por otra parte, asumimos
también que la planificación del desarrollo profesional es un proceso que se desarrolla
a diferentes niveles de influencia territorial e institucional: Administración Central o
Autonómica, Comisiones Provinciales, Centros de Profesores o equivalentes,
Escuelas, y profesores.
Parece que viene siendo un “lugar común", analizar los procesos educativos
a través de tres fases claramente determinadas: planificación, desarrollo y evaluación.
Esto que resulta del todo punto obvio afirmarlo para el análisis de los procesos de
enseñanza-aprendizaje, no lo es en el caso de los procesos de desarrollo profesional.
Figura Ns 29. Fases del proceso de planificación del desarrollo profesional (Dean, 1991)
grupos a las que éstas vayan dirigido. Hablaríamos, en este caso de necesidades
individuales, de grupos y de la totalidad de la escuela.
Las respuestas a estas preguntas nos pueden dar mucha información res-
pecto a los márgenes de autonomía que pueden gozar los profesores y los centros
educativos a la hora de establecer sus prioridades formativas. Desde los plantea-
mientos más centrados en la escuela, a los que ya nos hemos venido refiriendo, esta
fase del proceso es realmente importante, y por ello se insiste en la necesidad de que
se entienda como un proceso colaborativo, en el que se implique la mayor parte de
profesores y que esté basado y atienda a los problemas prácticos de los propios
docentes (Eaker et al., 1992; González, 1992a). Desde este punto de vista, el
diagnóstico de necesidades es un proceso que no puede quedar reducido a una tarea
técnica, pues tan importantes son los procesos como los procedimientos que se
emplean. Así, el diagnóstico de necesidades en los proyectos de desarrollo basado en
la escuela es un paso importante, en la medida en que son los profesores quienes no
sólo han de identificar sus necesidades, sino que ello representa un proceso
constructivo, reflexivo y de aprendizaje (Guarro, 1992).
Este es por tanto, un campo en el que recurrir a las teorías sobre el diseño
del curriculum se hace necesario, para analizar y estudiar la viabilidad de aplicación
de los diferentes principios y modelos de diseño de curriculum que se han venido
produciendo en los últimos cincuenta años. Ya hemos dicho antes que podemos
entender el proceso de desarrollo profesional de los profesores como un proceso
curricular, que ha de ser planificado utilizando los conocimientos adquiridos acerca de
este tema.
ción que se oferten van dirigidas hacia una meta, promueven el desarrollo de
trayectorias de formación, ordenan en una temporalización suficiente las actividades a
desarrollar, etc.
(Loucks et al., 1987; Marcelo, 1989; De Vicente, 1990; Dean, 1991). En lugar de
enumerar de nuevo estas estrategias, nos ha parecido más interesante especificar
algunos criterios, derivados de la investigación sobre desarrollo profesional, que
pueden orientar la selección y desarrollo de estrategias de formación.
2. Casi todos los profesores pueden aplicar una información que sea útil para sus
clases cuando el entrenamiento incluye cuatro factores: a) presentación de la
teoría; b) demostración de la nueva estrategia; c) práctica inicial en el seminario, y
d) retroacción inmediata.
DESTREZA
CONOCI
MIENTO TRANSFERENCIA DE
APRENDIZAJE
Cuadro N! 22. Nivel de impacto de las actividades de formación, dependiendo de sus componentes
(Joyce y Showers, 1988)
Capítulo IV. El desarrollo profesional de los profesóles 233
desarrollo profesional, bien por rechazo manifiesto, bien por considerar que las
ofertas de formación son poco atractivas.
Figura Ns 32. Factores que condicionan la planificación del desarrollo profesional en la escuela
(Loucks et al., 1987)
Hemos iniciado este epígrafe con las palabras de Joyce y Showers, porque
vienen a mostrar con gran claridad cuál es el estado actual de la evaluación del
desarrollo profesional de los profesores a nivel internacional. La evaluación de las
actividades de desarrollo profesional es una tarea compleja, y amplia en la que
influyen factores profesionales, económicos, políticos, institucionales, educativos y
curriculares (Bolam, 1988).
FRECUENCIA DE RECOGIDA
Frecuente Limitada
DE DATOS
LIMITACIONES DEL DISEÑO ¿Qué información se necesita, cuándo? ¿Qué se espera conseguir?
i VALOR
TEORÍA
La actividad es una contribución a los fines de una teoría educativa en particular
MORAL
La actividad es moralmente aceptable, justa y pacifica para los participantes
EVIDENCIA La actividad está basada en la evidencia de la investigación, evaluación, o
experiencia crítica, e incluye procedimientos para determinar el éxito y el mérito
VARIABI
La actividad permite variaciones en la forma en que los profesores participan y en
LIDAD la forma en que éstos utilizan lo que aprenden
INCENTIVO La actividad proporciona incentivos positivos para que los profesores participen,
MÉRITO en la planificación como durante su implementación en la clase
MANTENI La actividad proporciona apoyo sistèmico y clínico durante su desarrollo y durante
MIENTO su aplicación en clase
SENSIBILIDAD La actividad es coherente con los planes de trabajo de los profesores, y se relaciona
con las circunstancias de la clase, y se valora por su utilidad
OBJETIVOS La actividad ha establecido los objetivos con claridad, y son conocidos tanto por
profesores como por formad ores, y se relacionan con las demandas de los
profesores
ÉXITO
La actividad está dirigida por profesores que son competentes como formadores de
FORMADOR adultos, y el instructor es capaz de modelar lo que propone que los profesores
hagan en su trabajo
Cuadro Ns 24. Criterios de evaluación de programas de desarrollo profesional (Fenstermacher y
Berliner, 1985)
Reid, 1990)
Figura Ne. 33. Componentes de la evaluación de programas de desarrollo profesional (O'Sullivan, Jones <3 ¿Qué cambios
¿En qué medida lian habría que hacer
¿De qué otra
forma podríamos sido'adecuadas las antes de llevarlo a ¿Qué êfïçacïa ha tenido esta
técnicas de evaluación caboj de nuevo? parte del proceso?
empleadas?
\
haber evaluado?
V /
¿La evaluación nos
proporcionó lo que
J
¿El proceso de identificación
buscábamos? ¡EVALUAR fue adecuado?
¿Cómo se lia llevado a EL
PROGRAMA las
'cabo?
z
¿Se establecieron adecuadamente
prioridades?
CONTROLAR EL
¿Se realizó de PROGRAMA ¿Qué cambios ¿Existe una \
°|
DESARROLLAR EL
deberían! forma de hacerlo
forma eficaz? introducirse? más ráoido/fáctl?
¿Cómo se podría . PROGRAMA
¿Quién va a desarrollar la
actividad (formador)?
¿Ha sido eficaz esta
¿Cómo han sido parte del proceso?
seleccionados? ¿Cómo se pueden ¿Lo podríamos haber
reducir estos factores en diseñado de otra forma?
el futuro?
¿Que disenos
¿Necesitamos consultar a ¿Qué factores pueden alternativos había?
un amplio número de influir para que la ¿Por qué se escogió
formadores? actividad no sea este diseño?
eficaz?
Capítulo ¡V. El desarrollo profesional de los profesores 243
Aun cuando la evaluación final del curso por los participantes sea una
información muy útil, se hace necesario recopilar otro tipo de información para
responder a las preguntas: ¿cómo se ha desarrollado el curso? ¿los contenidos
planificados se han desarrollado adecuadamente? ¿el profesor del curso tenía
suficiente conocimiento y destreza en el contenido del curso? ¿los profesores han
tenido oportunidad de practicar (simulaciones)? ¿ha habido un adecuado balance
entre los componentes teóricos y prácticos? ¿se han tenido en cuenta las
aportaciones de la psicología del aprendizaje adulto en el desarrollo del curso? ¿cuál
ha sido el ambiente durante el curso? ¿los contenidos tienen aplicabilidad a las
aulas?, etc.
NIVEL 3. CONDUCTA DEL Capacidad del profesor para aplicar una estrategia o una técnica. Las
PROFESOR medidas a este nivel requieren observación de la conducta de clase.
NIVEL 4. CONDUCTA DE Capacidad del profesor para influir en un cambio en la conducta de los
LOS ALUMNOS EN alumnos, o en implicarles en actividades en línea con las estrategias o
CLASE técnicas instruccionales. De nuevo, la observación de la clase es el método
de evaluación más apropiado.
NIVEL 5.
Adquisición de conocimientos, destrezas o valores que una estrategia o
RENDIMIENTO DE LOS
técnica instruccíonal se espera que genere en los alumnos
ALUMNOS
Cuadro NB 26. Niveles de evaluación de las actividades de desarrollo profesional de los profesores
(Ryan y Crowell, 1982)
Por otra parte, Joyce y Showers (1988) plantean el modelo que aparece en la
Figura Ns 34, y que incluye las variables más importantes a ser tenidas en cuenta
cuando se evalúan las actividades de formación del profesorado. Son tres las posibles
dimensiones del IMPACTO: los profesores, las escuelas y su entorno, y los alumnos.
En primer lugar, el efecto de la realización de un programa de formación puede
suponer que los profesores que han asistido poseen un conocimiento, destreza,
desarrollo personal, nivel conceptual, madurez, etc. que anteriormente no poseían o
poseían en menor medida. En este tipo de estudio, el profesor es el elemento crítico.
En función del nivel a que nos refiramos, la evaluación se llevará a cabo utilizando
pruebas escritas, entrevistas u observaciones de clase.
246 Formación cid Profesorado para el Cambio Educativo
Figura Ns 34. Profesores, Escuelas, Programas, Alumnos: Las principales variables en los sistemas de
desarrollo del profesorado (Joyce y Showers, 1988)
En tercer lugar, los cambios pueden tener también una repercusión a nivel
de escuela (formación en estilos directivos, clima del centro, cohesión, organización,
orientación, participación, trabajo en común, resolución de conflictos, etc.
Para estos autores, como aparece en la Figura Ne 35, la calidad del pro-
grama de desarrollo profesional ha de analizarse desde una perspectiva multidi-
mensional, que incluye todos los aspectos desde las actividades de iniciación,
prácticas, coaching, seguimiento y apoyo, a la congruencia, estimación de costes, o
la claridad de metas. La calidad del programa depende por una parte de la cultura
organizativa de la escuela, y del contenido del propio programa de desarrollo
profesional.
Figura Ns 35. Factores de un modelo para el desarrollo profesional (Guskey y Sparks, 1991)
Todo proceso de evaluación (y en este punto evaluar tiene mucho que ver
con investigar), requiere de la recopilación de evidencias, de datos que permitan
cumplir los objetivos y finalidades del propio proceso de evaluación. La información
que se recopile debe ser útil, relevante y manejable en función de los objetivos
establecidos. Independientemente de la meta que nos marquemos resulta necesario
triangular tanto las fuentes de información como los propios métodos de
investigación. En este sentido se suele recomendar la necesidad de recoger
información de diferentes sujetos (profesores, alumnos, directores, observadores) y
por diferentes métodos (cuestionarios, entrevistas, diarios, análisis de documentos,
etc...). En esta línea, los trabajos de algunos autores nos proporcionan información
respecto a la relación entre metas- fuentes de información.
X X
Cambios en el
conocimiento de
los participantes
Cambios en el
nivel de
X X X X X
utilización de las
destrezas por los
participantes
Cambios en las
opiniones y X X X
sentimientos de los
participantes
Cambios en la
capacidad de la
organización
X X X X
Cambios en el
rendimiento de los
alumnos
X X X X X X
De una forma general, Louis define el apoyo externo como: “1) el proceso de
ayudar a una escuela mediante actividades de mejora; 2) en las cuales el
asesoramiento se proporciona por individuos cuyo principal empleo está fuera de la
escuela” (Louis, 1989:13). La figura del asesor, y de los servicios de apoyo a la
escuela aparecen como consecuencia de los trabajos desarrollados en las pasadas
décadas para facilitar la implantación de innovaciones a nivel escolar.
TIPO I TIPO II
Louis (1989) plantea algunas preguntas, cuya respuesta nos pueden dirigir a
modelos de asesoramlento bien burocráticos, o autónomos. Las cuestiones claves
para Louis son: ¿se busca que todas las escuelas enseñen lo mismo o no? ¿Quién
controla la escuela? ¿Se valora la estabilidad o el cambio? ¿Qué concepción se tiene
del profesor: científico o artista? ¿Se ve al profesor como un profesional autónomo o
como un miembro de un colectivo? ¿Qué papel se asigna al director? Partiendo de las
posibles respuestas a las anteriores preguntas, Louis clasificaba, como se refleja en el
Cuadro Na 28, los sistemas educativos, en función de los valores que asumen, en dos
tipos. Evidentemente corresponden a casos extremos, pero lo más probable es que
en la mayoría de los países predominen algunas de las prácticas correspondientes a
cada uno de los dos polos.
A partir esta clasificación, Louis (1989) plantea que cuanto mayor sea la
preferencia por la heterogeneidad en las escuelas, es más probable que las
estrategias de cambio que se adopten sean de amplio rango, y el proceso de
implantación se abierto y flexible. Por otra parte, cuanto más valor se le dé al cambio,
y cuanto mayor protagonismo y “apropiación” exista de la escuela por los profesores,
más énfasis se dará al apoyo externo (Louis, 1993).
252 Formación del Profesorado para el Cambio Educativo
Pero la tarea de los asesores presenta otras dificultades, y ello influye en que
las recompensas intrínsecas sean escasas. Bollen (1993) ponía de manifiesto como
gran parte del trabajo del asesor permanece oculto y su influencia real queda diluida y
compartida con otras personas o agencias que participan en el proceso de cambio.
Además, la principal preocupación del asesor debe consistir en llegar a no ser
necesario para la escuela.
Area y Yanes (1990) plantean que los roles del asesor, en proyectos de
desarrollo basado en la escuela deberían ser los de favorecer que la escuela pueda
organizar las condiciones bajo las cuales todos sus miembros aprendan de su propia
práctica; tener una sólida formación teórica y consolidar sus propias posiciones
curriculares, desde una perspectiva deliberativa; favorecer todas las habilidades de
proceso, y el desarrollo de toda la gama de destrezas interpersona-
Capítulo IV. El desarrollo profesional de los profesores 253
r ~\ f
\
ASESORAMIENTO ORIENTADO ASESORAMIENTO ORIENTADO
AL DESARROLLO A LA IMPLANTACIÓN
V J _
Voluntario Impuesto
Espontáneo/informal NATURALEZA Y CONTEXTO Formal/Planificado Sobre
Evolutivo temas concretos Mecánico
Orgánico — ► Especificación de deberes
Responsable Alta predicción
Baja predicción
Perspectiva de transformación METAS
Inmediata, práctica
‘Nueva comprehensión' ^ ►Reducción del déficit
Reflexión/desarrollo Adopción/implantación
CONCEPCIÓN DEL CONOCIMIENTO Y LA RACIONALIDAD
Racionalidad subjetiva ^Racionalidad objetiva/técnica
Conocimiento profesional Conocimiento técnico
Interpretación/intuición personal Soluciones previas generalizables
Preguntar Decir
Indagar ÉNFASIS EN ESTRATEGIAS Contar
Discutir ◄ ► Mostrar
Desarrollar Implantar
Figura Ns 36. Dos modelos de asesoramiento: orientado al desarrollo y orientado a la implantación (Biott,
1992)
Junto a este trabajo, cabe destacar el llevado a cabo por Pajak (1993), que
enumera las siguientes dimensiones de formación de los asesores: Comunicación;
Desarrollo profesional; Programas educativos; Planificación y cambio; Motivación y
organización; Observación y entrevistas; Curriculum; Resolución de problemas y
Capítulo IV. El desarrollo profesional de los profesores 255
Esta separación que se produce a nivel experimental entre dos de las fun-
ciones principales del profesor universitario: enseñar e investigar, tiene también una
lectura sociológica e incluso psicológica. En primer lugar cabe destacar que el
prestigio profesional (reconocimiento social, capacidad de influencia, recompensas
intrínsecas y extrínsecas, etc.) lo proporciona exclusivamente la actividad investigadora
y la producción científica. Así, una mediocre aptitud didáctica puede compensarse en
un profesor si es un buen investigador. El caso contrario —un bueno profesor que no
investiga— tendría un menor reconocimiento institucional y prestigio social
(Fernández Pérez, 1989).
Por lo visto hasta aquí, intentar dibujar un perfil del profesor universitario
puede ser poco menos que pretencioso. Y lo es tanto por la escasez de investiga-
ciones sobre la enseñanza universitaria como por la cuestionable viabilidad de tal
objetivo. La mayoría de las investigaciones desarrolladas en la enseñanza superior se
han realizado dentro del paradigma proceso-producto, analizando la conducta del
profesor en cuatro dimensiones: Cognitiva (niveles de pensamiento promovidos en los
alumnos), Socioemocional (críticas, alabanzas, iniciación, respuesta), Sustantiva
(contenido de las lecciones), y Comunicativa (lenguaje, claridad, fluidez, expresividad)
(Dunkin y Barnes, 1986). Estas dimensiones han sido estudiadas a través de las
conductas expresadas por los profesores, y analizadas en base a técnicas
observacionales cuantitativas. Los resultados de dichas investigaciones ofrecen
ciertas características conductuales de los profesores asociadas al rendimiento de los
alumnos. Sin embargo, esos resultados no producen un perfil (McKeachie, 1990).
del conocimiento son distintos en función de las áreas de los sujetos. Así, la mayoría
de profesores de ciencias naturales y ciencias sociales identifican la evidencia
empírica como criterio de validación, mientras que para los de humanidades es la
revisión de compañeros, la aceptabilidad, el criterio de validación del conocimiento.
3. Actitudinales: intereses,
valores, ética, que guían las decisiones, argumentos,
racionalización, acción y resolución de problemas morales.
GRUPOS DE TRABAJO DE
PROYECTOS DE EXPERIMENTACIÓN DE PROYECTOS
FORMACIÓN EN CENTROS CURRICULARES Investigan un proyecto
curricular GRUPOS DE TRABAJO DE
0 EXPERIMENTACIÓN DE MATERIALES _
0 Investigan materiales o hipótesis determinadas
HZ
w
SEMINARIOS DE ELABORACION DE
PROYECTOS CURRICULARES Elaboran un
CJ j
proyecto SEMINARIOS DE ELABORACIÓN DE
w MATERIALES
z
UJ Elaboran materiales relativos a aspectos pai cíales
ilel curriculum
i
w
CURSOS
Durante o al final del mismo los participantes
elaboran un proyecto para construir seminarios o
s grupos de trabajo
CURSILLOS, CONFERENCIAS,
I JORNADAS, ETC.
g Los participantes se limitan a recibir
u información y no adquieren ningún
<
compromiso respecto a la aplicación
en el aula
Figura Ng 37. Itinerario formativo de actividades de desarrollo profesional (Plan Provincial de Formación del
Profesorado de Asturias, 1992).
dores. Muchos de los estudiantes que realizan sus cursos de doctorado tienen la
expectativa de incorporarse de una u otra forma a la enseñanza universitaria.
Además, en el caso de los Ayudantes de Universidad resulta un requisito a cubrir la
obtención de los 32 créditos correspondientes. Los programas de doctorado
funcionan como una especie de formación inicial del profesorado universitario en su
rol o función Investigadora.
cuales el primero va dirigido a los nuevos profesores, quienes conocen con cinco
meses de antelación que han sido seleccionados. Antes de que empiecen las clases,
los profesores participan en un curso de una semana sobre: Los estudiantes,
profesores, la universidad, textos y materiales utilizados, metodología; grabaciones
de clases y análisis, gestión de clase y destrezas interpersonales, métodos e
instrumentos de evaluación, y utilización de multimedia.
Los dos ejemplos que hemos presentado son una muestra de intentos de
racionalizar de forma más o menos acertada el proceso de formación inicial del
profesor universitario. Sin embargo, la oferta no resulta muy variada. Main plantea
que los contenidos más frecuentes son cómo explicar, discusiones, y trabajo de
laboratorio, mientras que “métodos más innovadores, técnicas de simulación o
enseñanza asistida por ordenador reciben poca atención” (Main, 1987, p. 795).
Cabe destacar, que al igual que en otras investigaciones a las que nos
hemos referido anteriormente, la dimensión tiempo es la que más preocupa a los
profesores principiantes encuestados. Los profesores no tienen tiempo para
Capítulo IV. El desarrollo profesional de los profesores 265
preparar materiales, leer, para estar con la familia y amigos, para investigar. En
segundo lugar, cabe destacar las quejas de los profesores respecto a los servicios de
la Universidad: actividades culturales, deportivas, alojamientos. La metodología de
enseñanza aparece como la tercera dimensión problemática para los profesores
encuestados: motivar a los alumnos, hacer buenas exposiciones, realizar actividades,
o individualizar. Por último, la investigación aparece como un problema considerable
para los profesores principiantes. Sin embargo, hay que destacar que es la dimensión
que tiene una desviación típica más elevada (4.71), lo que nos lleva a pensar que
existe una variedad considerable entre profesores al respecto.
Este programa, como se puede comprobar utiliza como recurso los semi-
narios de discusión sobre problemas prácticos. Este tipo de seminarios se centran en
el análisis y mejora de la propia enseñanza (Cebrián y Serrano, 1991). Es este
aspecto práctico el que hace que los seminarios y grupos de discusión sean
especialmente valorados por los profesores principiantes, tal como informa Bradley
(1983), especialmente si se incluye el análisis y reflexión sobre situaciones reales que
pueden desarrollarse mediante la redacción de casos (Nooman, 1980).
Los resultados de estas investigaciones, así como los trabajos que venimos
desarrollando en nuestro Departamento (Marcelo y Sánchez, 1990; Marcelo,
1991) , nos llevan, al igual que hicimos anteriormente a proponer la incorporación de
profesores con experiencia dentro de programas de iniciación desarrollados por los
Institutos Universitarios correspondientes, o bien asumidos por los propios Depar-
tamentos. Si en otros niveles no universitarios existen problemas reales para
introducir la figura del mentor (problemas de tiempo, disponibilidad, reconocimiento,
selección, etc.) creemos que en Universidad puede resultar más viable. Los
profesores mentores habrían de recibir algún tipo de formación en técnicas de
observación, de supervisión, de comunicación, lo que supondría un reconocimiento
por parte de la propia Universidad de dicha figura.
1992:35). Esta definición no se aparta en gran medida de aquéllas otras que hemos
revisado al principio de este capítulo. Hacen hincapié en la necesidad de desarrollar
las funciones básicas de: docencia, investigación y gestión.
Un tercer principio que se enuncia tiene que ver con la apuesta por una
profesión docente no individualista, colaboradora, y por ello plantea la necesidad de
dar prioridad a iniciativas de grupos de profesores a nivel de departamento o
interdepartamentales. En este sentido, los Departamentos juegan un papel principal
en el desarrollo profesional de los profesores. Ferreres plantea que “la formación más
esperanzadora y potencialmente más eficaz es la que se generará en el ámbito
contextual del departamento, desde el ejercicio pleno de la autonomía y
responsabilidad profesional y con el objetivo y compromiso de la mejora Institucio-
nal...El Departamento, como unidad de docencia e investigación debería ser un
colectivo de profesores que trabajan juntos en las mismas enseñanzas, que viven y
conviven en los mismos locales, que desarrollan líneas de investigación y docencia
conjuntamente, que participan mínimamente de la misma concepción científica, que
discuten sobre los problemas docentes..."(Ferreres, 1992:162-163).
Gracias a los trabajos que desde hace ocho años vienen desarrollándose en
el Departamento de Pedagogía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona,
dirigidos por Adalberto Ferrández, hemos podido presenciar la apertura a un campo de
trabajo interesante, tanto por la amplitud y novedad que comporta, cuanto porque
rompe la tendencia actual en nuestros planteamientos que nos restringe al ámbito
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