Está en la página 1de 76
ISSN-01207164 educacion N° 10 LOS FINES DE LA EDUCACION educacién y cultura Revista Trimestra! del Centro de Estudios e Investigaciones Do: centes de la Federacién Colombiana de Educadores (CEID-FECODE) soGorA DICIEMBRE 1986 No. 10 Licencia: Resolucién No. 174 - del Ministerio de Gobierno. Tarifa Postal Reducide No, 672 COMITE EJECUTIVO DE FECODE Director: Abel Rodriguez Céspedes Editor: Hernin Suarez J. Comité de Redaccién: Gustavo Escobar B. Jorge Gantiva S. Felipe A, Rojas M. Héctor Fajardo Consejo Direative dal CEID Abel Rodriguez Céspedes Arnulto Bayona Felipe A. Rojas M. Alvaro Villarraga Gonzalo Arcila Jorge Gantiva S. Héctor Fajardo A. Consejo Asesor del CEID-FECODE Nicol Buenaventura (CEIS), Rodolfo R. de Roux (Universidad Peda {g6gica Nacional, Miguel de Zubirfa Universidad Nacionalde Colom- 2bia), Alberto Echeverry (Universidad de Antioquis), Alberto Martinez [CIUP), Marco Rad! Mejia (CINEP), Antanas Mockus (Universidad Nacional de Colombia), Humberto Quiceno (Universidad del Valle), Pedro Santana (Foro Nacional por Colombia), Dino Segura(U. Distr tal”'Francisco José de Caldas"), Eloisa Tréllez (Sociedad Colombiana de Fisica), Jesus Maria Vidal (Universidad Surcolombianal. Caricatures Diego Herrera (YAYO) Juan Carlos Valderrama Lops Medina Carlos Linares Guillormo Ledn Carrera 13A No. 34-36 Tels. 2851298 ~ 2851427 Apartado Aéreo: 14373 Nelson Cruz Carétula: Distribucién: Diagramacién: EI Comité Editorial agradece el envio de colaboraciones y se reserve el derecho de decidir sobre su publicacién y oportunidad. Todas las colaboraciones deben enviarse a: Comité de Redeccién, “EDUCACION Y CULTURA’. Cra, 134 No, 34-36, A. A, 14373, Los conceptos y opiniones de los articulos firmados son de res- Ponsabilidad exclusiva de su autor y en ningin momento com rometen la politica de la Federacién. Se autoriza su reproduc- cién citando la fuenta, Preparacién litegréfica: Servigraphic Ltda Tiraje: 20.000 ejemplares - Impreso en Lito-Camargo Lida. CLC SUE Coy eid Daa ec) cach 3 eS | EDITORIAL, DEL LECTOR INFORME ESPECIAL LOS FINES DE LA EDUCACION Y LA PRACTICA PEDAGOGICA STiene sentido nuestra educacin? Fines de la educacién Para una columna de opinién. Los fines de la educacién en Colombia Los fines son correctos MOVIMIENTO PEDAGOGICO Investigacién y pedagogia en las Ciencias Sociales Cuarto Seminario Pedagégico Nacional de Fecode Aipe: Buscando caminos alternatives en educacién CONTRAPUNTO Planes de estudio, estado y libertad de catedra HISTORIA Y EDUCACION El ocaso de la autonomia del maestro (1880-1903) Dos alternativas histéricas para los congresos pedagégicos nacionales en Colombia REFLEXIONES PEDAGOGICAS Hacia una nueva vision del maestro Taller de autogestién capacitadora: Una nueva experiencia pedagdgica para mejorar la calidad de la educacién ACTUALIDAD EDUCATIVA A propésito de "100. grado” Jévenes y escuela en la T.V. colombiana Primera Conferencia Latinoamericana de Educacién Fisica, Cultura y Sociedad La Redalf-Unesco: Un proyecto regional para superar el analfabetismo y consolidar la educacién de adultos DOCUMENTO Declaracién en torno a un proyecto pedagégico PROGRAMAS DE ESTUDIO La reforma curricular en Educacién Fisica LA ALEGRIA DE LEE! Jorge 0. Gantiva 8. Gabriel Betancur Mejia Rodrigo Parra Sandoval Hormana Camila de la Merced Francisco Restrepo Callao ‘Marco Palacios Reinaldo Barbosa Comité de Redaceién Félix Maria Perdomo Marla Neélida Morales Luis Felipe Celis Danilo Gémez Gala Guerrero José Femando campo Jestis Alberto Echoverry 8. igs Lucia Zuluage de E. Patricia Calonje Humberto Quicono Alfonso Tamayo Valencia Josis Marfa Videl A. Miller Ausean C. Leonel Arias Angel Signore Profesores de In Universidad Pedagégica Nacional Vietor Jairo Chinchilla 6 13 14 16 16 20 at 22 23 7 29 36 43 50 54 60 61 Fines de la Educaci6n: Reactivacion de un Debate “La educacién colombiana carece de metas definidas”. Esta afirmaci6n es expresada en las més variadas formas, por los diferentes sectores interesados en el quehacer educativo, ofreciéndose a la vez las mds disimiles soluciones, desde aquellas que proponen recuperar los valores perdidos hasta las que plantean construir colectivamente alternativas nuevas. El Ministerio de Educacién Nacional, constitucionalmente designado para “Reglamentar, dirigir @ inspeccionar la Ins- truccién Publica Nacional’, hace pocos meses convocé un foro bajo el nombre “Para dénde vamos en educacién?”. Las conclusiones arrojadas por dicho foro, demostraron que el ministerio carece de criterios detinidos para realizar esa direc- cién, por cuanto se ha dedicado en los Ultimos 30 afios a administrar sin éxito la educacién publica y a legislar sinton ni son sobre fa materia. Una prueba de fo anterior es el caos administrativo y la crisis financiera del sector educativo, De ‘igual manera, se dedicé a implementar una serie de “progra- mas” para resolver situaciones particulares los cuales habi- tualmente consignaron propuestas educativas pensadas por organismos internacionales sin realizar previamente una eva- fuacién seria de sus fundamentos y sus efectos (ej. Plan At- con, Programa INEM, Proyecto Escuela Nueva,...). Esta con- centracién de esfuerzos en los medios educativos fue acompajiada de una despreocupacién por la discusién de los fines del proceso educativo, relegados a la ret6rica de algunos articutos en los miles de decretos expedidos y a los diagndsti- cos de los planes nacionales de cada administracién. Quienes pensaron estos planes trabajaron desde una con- cepcién de la educacién que proponian articular estrecha- mente la escolarizacién masiva con el proceso de “desarro- No”. Por lo tanto deberfa capacitar ta “mano de obra” para el manejo de las nuevas técnicas y haria posible la “movilidad social” a través del acceso a empleos mejor remunerados, contribuyendo de esa forma a la “redistribucién del ingreso”. La educacién as! concebida estaba orientada a la formacién de Jos “recursos humanos” y los educadores se transformaron en “agentes de desarrollo”. quedando en un segundo plano el caracter cultural del quehacer educativo. Las clases medias y las clases trabajadoras durante este periodo presionaron por el acceso masivo de sus hijos al aparato educativo; sin embargo, se fueron conformando con un ejercicio restringido de su derecho a la educacién en forma de la obtencién del cupo (muchas veces por canales clientelis- tas), en parte por falta de una conciencia culturaly en parte por el espejismo de una escuela reducida a servir de puente al trabajo asalariado, Esta visién estrecha del derecho a la edu- cacién estuvo acompariada de una préctica de estudiar como “inversién” familiar 0 individual, recuperable a corto plazo. Es asi como /a educacién deviene en un “servicio de segunda”, por el cual debe pagarse cada dia més. Cuando en Jos afios 70 se reorienta el proceso de desarrollo econémico nacional, se desgarra profundamente el vinculo entre trabajo y escuela, generando una grave crisis, la que se ha afrontado en las formas més regresivas para la educacién publica y para quienes se benefician de ella: desde hace 10 afios se congels la némina de educadores, las tasas de creci- miento de la matricula comenzaron a disminuir, se dejan estancar los centros de formacién y ademas comienza a circu- lar la curiosa tesis que muestra al sector educative como la “vena rota’ del presupuesto nacional. En estas circunstancias afirmar que la educacién colombia- na perdié el rumbo es asegurar que el norte trazado en las Ultimas décadas perdié vigencia. Es esta una de las razones por las cuales los educadores a través de su organizacién gremial han iniciado un replanteamiento del cardcter y de los fines de su trabajo y reivindican la condicién cultural de su quehacer y el propésito de relacién con los conocimientos socialmente construidos para la comprensién del mundo y su transformacion. En conclusién, afirmar que la educacién colombiana carece de fines no es un exabrupto, sino el reconocimiento de una faceta més de su crisis estructural. E/ debate que abrimos en este numero de EDUCACION Y CULTURA fo hacemos con el propésito de ampliarlo, proyecténdolo no solamente a los fines globales sino también a los fines de cada nivel y de cada modalidad educativas, asf como a los fines de los centros de formacién de educadores y a los procesos de capacitacién docente. Creemos que el debate sobre los fines de la educacién debe estar acompafiado del andlisis de los orlgenes de la actual crisis y las multiples alternativas que buscan superarla, por- que ef quehacer educative como accién cultural exige una unidad de propésitos ampliamente compartida que le dé senti- do y proyeccién social. SOBRE EL INTERES DE LOS TEMAS DE LA REVISTA Sefiores Revista EDUCACION Y CULTURA Bogoti Estimados sefiores: | _ Los directivos y profesores del Centro de Educacién y Aprendizaje “CEDUCA”, nos permitimos hacerle llegar nuestra sincera felicitacién por la encomiable labor edu- cativa trazada en cada uno de los articulos de la Revista EDUCACION Y CULTURA. Los temas tratados resultan de mucho interés para nuestros estudiantes y profesores, Agradecemos nos incluyan como suscriptores de tan prestigiosa revista y costo anual. Cordialmente, OSCAR MEJIA RODRIGUEZ Director ET interés de Ia revista en nuestros lectores, es préocupacién muestra. C. A PROPOSITO DE UN PLAGIO Sefior Director EDUCACION Y CULTURA Cra. 13A No. 34.36 AA. 14373 Bogota Apreciado Seftor Director: Con profunda sorpresa me encuentro en el No. 8 de EDUCACION Y CULTURA, un articulo titulado La Imagen del Maestro en la Historia, firmado por Jo- sé A. Pernett, “Licenciado en Ciencias Sociales (Uni- versidad del Atlintico. Constituye dicho articulo una forma descarada de atropello a la propiedad intelec- tual, hecho contra la buena fe de quienes dirigen la Revis- tay de quienes hemos impulsado su desarrollo eseribien- do en ella o leyendo asiduamente lo publicado, Resulta, apreciado sefior Director, que el supuesto arti lo del Licenciado Pernett fue escrito, y por tanto tiene los derechos de autor, por el Doctor Winfred Bohm de la Universidad de Wurzburg, Repiblica Federal de Alema~ nia, Noacostumbra el Doctor Bohm escribir, que yo sepa, con el seudénimo de “José A. Pernett”, ni tampoco se ha titulado en la Universidad det Atintico. El Doctor Bohm nos concedié el honor de visitarnosen 1979 y nos dej6 para publicacién unarticulo titulado “La Imagen del Maestro en el Correr de a Historia”, el cual _@/ fue publicado en el No. 13 de la Revista ESTUDIOS fc. EDUCATIVOS (2o. semestre de 1980, paginas 33. 52), Revista que en ese momento era yo el Director. Leadjun- to fotocopia de ese articulo donde podrd notar usted la copia que hace el sefior Pernett y elconsecuente plagio y violacién no sélo dela ley de derechos de autor sino de las Is clementales normasde ética que un intelecwual serio y responsable debe toner frente alascomunidades profesion nal y cientifica, El plagio que denuncio es un descrédito para el falso autor, obviamente no para usted como Director eficiente que ha sido, ni para la Revista. Haciendo uso del derecho que tengo como ciudadano para que se enmienden los atropelios a la ley, atentamente le solicito publicar esta carta aclaratoria. Es preciso restituir al autor original la propiedad de sus ideas, Del Sefior Director, Atentamente, ENRIQUE E, BATISTA J. Decano Facultad de Educacién Universidad de Antioquia ce. Profesor ABEL RODRIGUEZ C. Presidente FECODE. Queremos manifestar que tal como se expresa en Ia carta ‘enviada por el Dr. Enrique E. Batista y que una ver cotejado el ‘escrito realizado por el profesor José A. Pernett con el eserito del ‘Dr. Winfred Bohm, es evident ol plagio que se hace del menciona- do articulo, Esperamos que el respeto por el trabajo intelectual de los autores sea una disposicién de nuestros colaboradares para bien del ejercicio intelectual y de los criterios de la revista, C.R. APUNTES SOBRE LA ENSENANZA DEL ESPANOL Respecto al diagn6stico publicado en la Revista No. 9, La lengua materna en la escuela y la Reforma curricu- Jar, hay algunas anotaciones que pueden hacerse, por ‘cuanto, si bien las criticas hechas desde un punto de Vista son verdaderas, no presentan la problematica glo- bal y realmente grave que ha sido estudiada y discutida alrededor de la educacién y la nueva programacién en concreto. Esto, porque de la calidad y precision del diagnéstico, que debe corresponder a una clara posicién respecto a los fines de la educacién, dependen las al- ternativas que nos propongamos. 1. Un diagnéstico de lo que actualmente esté ocurrien- do con la ensefianza de la lengua materna no puede dedlicarsus esfuerzosa contestarleal Nuevo Curriculo. La ensefianza y préctica de la lengua tienen problemas mu- cho més importantes que la nueva programacién, porque! a, Siconsideramos que el mayor problema es la inco- herencia entre el enfoque tedrico y aplicacién metodolé- gica, como algunos afirman, la situacién se reduce a hacer tuna’ metodologia y una didéctica que corresponda al enfoques . . Si estamos de acuerdo con que la educacién esta mal, pero que de lo que se trata es de mejorarla, entonces el Nuevo Curticulo es parte del “mejoramiento cualitati- vo de la educacién”, podemos continuar mejorando sien- do buenos profesores y utilizando los recursos a nuestro alcance; . Sicl problema es de falta de claridad en la aplicacién del Marco Teérico, lo que hay que hacer es aplicarlo bien yy se soluciona gran parte del problema; d. Pero si estamos de acuerdo con que es una falsa dicotomia ponernos a decidir entre la aplicacién 0 no det ‘Nuevo Curriculo, los maestros tienen que tomar posicién frente a problemas tan complejos como los siguientes: 1. Qué alumnos estamos formando coneretamente con nuestra préctica como maestros de lengua materna y literatura, 2. Para qué sociedad formamios, 3. Cutiles son los objetivos de los programas del Esta- do, cualesquiera que estos sean, aplicados en la clase de espaol. 4, Cules deben ser los objetivos de la ensefianza de la Jengua materna. , 5. Qué aspectos de la ensefianza de la lengua materna son pertinentes para cada nivel de la educaci6n, etc. Ya se est en el momento de pasar de hablar de las ineoherencias y falta de claridad de la nueva programa- ci6n, para avanaar en el conocimiento y andlisis de los trabajos y propuestas coneretas que se estan dando en el sal6n de clase yen las teorizaciones dentro y fuera de estas pricticas, porque las llamadas incoherencias no son el producto de la falta de preparacién o de conocimiento del 4 tema por partede los programadores, sino que correspon- den a la necesidad de cumplir los objetivo que se propo- nen con la enseftanza del espaiiol y lt literatura. 2. Porla evidencia que se exhibe en el escrito, se toma- ron ejemplos aislados para hacer afirmaciones quesi bien [ son ciertas, la falta de sustentacién les hace perder vali- ez, Cada uno de los temas debe ser motivo de un andlisi exhaustivo, pero correspondiendo @ una globalizacién previa, porque aunque puntualizar es muy importante, si j ésta no corresponde a nivelesmés generales, se puede caer en Jos mismos problemas de parcelacion en que ineurren todas las programaciones. O llevar a pensar que los tin [ cos problemas que tiene Ia educacién son estos y que lo demas est bien. En el anilisis de problemas que se presentan actual- ‘mente enlaensedianza de a lengua matema hay que tratar de ser precisos, especialmente con aquellos que parecen mis graves. Es una generalizacién que deja de lado el resto de la educacién decir que los estudiantes no le ‘neuentran sentido a la ensefianza del espaol, porque ésta ignora su actuacién lingtistica. En este punto en concreto, y para hacer una propuesta de trabajo, habria que tener ctiterios sobre cémo y por qué se va. incorpo- rar el cédigo de los estudiantes como préctica de dejar que hablen como saben y como objeto de estudio, con el objetivo de ampliar sus conocimientos ysus posibilidades de controversia frente a la realidad cotidiana. Frente a este punto hay que aclarar el papel que cumple la norma lingtistica y cuéles deben ser los riterios de correcci6n a manejar ent Ia escuela, teniendo en cuenta los diferentes niveles lingUisticos, el papel que juega su ensefianza en la formacién de los estudiantes y cuales son pertinentes para cada grado escolar. 3. Un punto importante a destacar es mirar qué utili- dad puedan tener las afirmaciones que aparecen en cl articulo para la formacién de los maestros y para su prictica conereta, teniendo en cuenta que de lo que se trata es de que la revista aportea la discusi6n y formacion del magisterio. No es suficiente, por ejemplo, para la aclaracién de los puntos oscuros de la programacién en cuanto al enfoque semantico-comunicativo. Este andlisis parece centrarse en lo que no es un enfoque semantico- comunicativo, pero fala en aclarar a los maestros lo que sies y cémo se debe aplicar a la clase. Si, como parece ser el scntir de las escritoras, el enfoque es bueno, no se justifica que nadic lo pueda aplicar por falta de claridad, Pero asumir el enfoque 0 no asumirlo debe coincidir con cl objetivo que nos propongamos con la ensefianza de la lengua materna, Principalmente, hay que aclararsigste es incentivar las cuatro habilidades comunicativas, osi debe pasar de este plano a uno que involucre por ejemplo, actitudes ante la lengua por partede loshablantes, actitu- dies ante los eSdigos de grupos lingtisticos y sociales determinados, la lengua y el manejo del poder, y lo que tiene que ver con la desalineacidn a partirde la identifica cin de los mensajes con losemisores y con los intereses de clase, teniendo en cuenta que las escaias de valores funcio- nan Tinghisticamente y que la misma Tengua es objeto y medio de conocimiento. Finalmente, un andlisis de problemas y una exposicién de propuestas no puede pasar por alto que la educacién de los nifios y los aprendizajes de let y escribir son diferentes ‘en la escuela primaria y secundaria; no se pueden refundir los objetivos de la educacién para los dos niveles, porque los intereses de los nfios v los adolescentes son diferentes y las situaciones interesantes difieren segin la edad y-el arado de madure7. Aunque parezca una repeticidn, en una propuesta de trabajo una condicién que no se puede por ningiin mo- ‘mento dar por entendida es el lugar que le corresponde al trabajo colectivo de los maestros a Ia exigencia del dere- cho a la investigacién y a la forniacién del docente, por- que podemos caer en la sobrevaloracion de la buena voluntad y mistiea de los maestros. Una propuesta de trabajo debe por lo tanto contar con un lugar sobre lo que ¢s ser un maestro para, yun maestro en un fugary con una historia. Atentamente, Fundacién “Cepecs” Centro de Promocién Ecuménica y Social Comision Educativa Ana Rita Romero V. - Encargada Los fines de la educacion y la practica pedagogica JORGE O. GANTIVA S. “Por e10 fa humid mo se propane munca ‘ds gue fas problemas gue puede resolver" Mare Los fines: una nocién problemdtica Al hablarde fines seevoca de algiin modo una delimita- cién de resultados, pero sobre todo, una cierta direccién y sentido. La noci6n resulta tener sentidos contrarios, pues, de un lado, connota limite, resultado, fijacidn, y por otto, indica direecién, proyeccin. La nocién de fin estuvo asociada a la idea de causa final o “aquello por lo cual (0 en vista de lo cual)” algo se hace (Arist6teles). Segiin esta, idea, la salud seria el fin ola causa final del pasear, puesse pasca para (con el fin de) mantener una buena salud, Aristoteles dice en la Etioa a Nieémaco quel fin como causa final puede ser el principio del obrar (Praxis). Asi ceada actividad fnumana tiende hacia un fin que AristOteles Jo denomina “bien”, Sin embargo, son muchostos bienes (fines) correspondientes a las diversas actividades, La cuestion radica entonces en definir cudl es el fin itimo del hombre en el que los restantes fines resultan ser medios para él. Aqui la distincién es pertinente pues permite Aiferenciar entre lo que significan los fines, los propdsitos los objetivos de la actividad humana, regularmente ‘confundidos los unos con los otros. Evidentemente, exis- ten fines que corresponden a la actividad humana en su conjunto, y no exclusivamente para tal o cual actividad, En determinada situacién hist6rica, los hombres con- + Profesor de la Universidad Pedagépica Nacional, Area de Formacién Podagbgicn y Didietica, Miembro del Consejo Diectivo del Cad FECODE. traen ciertas relaciones sociales que los conducen a for- ular los fines de su existencia y de su accién. En este sentido, nuestra reflexi6n parte de la considera- cin de reconocer una cierta intencionalidad, direccién y proyeccién teleolégica de la praxis humana. ,Acaso el obrar humano se produce por una accién mecinico- instimtiva? ;No tienen todos los grupos sociales una con- cepeién del mundo, basada en principios, fines y propés tos? La concepeién del mundo y el Ambito de los fines Ahora bien, os fines son evocativos de una concepeién del mundo que circula en una sociedad concreta yen la que los distintos grupos sociales los elaboran de acuerdo con sus intereses sociales y politicos. Los fines (asi sean “elevados” y “nobles”) traducen y expresan la materiali- dad hist6rica concreta, No son abstractos ni construidos en el vacio. Tienen un referente material. Toda sociedad cualesquiera sean sus earacteristicas socio-politicas asu- ‘me un conjunto de ideales, principios y fines que articula, desarrolla ¢ inculca desigualmente segtin la €poca y 1a coyuntura hist6ricas. No existen grupos umanos que renuncien, por ejemplo, a desarroliar un modelo de soci dad, Dejarian de serlo. Las clases y los distintos grupos sociales se preguntan ciertamente acerca del modelo de sociedad que quieren realizar 0 mantener, del tipo de hombre que quieren construir, perfecciona’ o legitimar, el ideal de educacién que proponen impart, dela mora~ lidad que pretenden inculear. Estas preguntas conciernen a la filosofia, ala politica, a a ideologia, y en general, a una determinada concepci6n del mundo. Fl mbito de su proyeccidnevidentemente es amplio,y los finesadquieren significaciones especificas de acuerdo con la formacién social, Pero por diversos que sean los tipos defines, ellos responden a una visién del mundo, a un proyecto hist6ri- co determinado. En Grecia, los fines de la educacién estaban ligadoscon una determinada concepeidn acerca de la vida publica v del Estado, Platén, en el libro [V de La Repitblicaestable- ce una prescripeién Gnica para losciudadanos: sabiduria, valor, templanza y justicia, Aristoteles en el libro VIII de La Politica formula el fin de la educacion en concordancia con el perfeccionamiento de la Constitucion En sus “Discursosa la nacién alemana’* (1807 - 1808) el filésofo aleman Fiehte sefialaba: “El nico medio que propongo para salvar la existencia de la nacién alemana ¢8 la transformacién completa de la educacién vigente hasta hoy”. Porsu parte, Hegel decia: “Sélo en el Estado tiene el hombre existencia racional. Toda educacién se endereza a que el individuo no siga siendo subjetivo, sino que se haga objetivo". Los fines de la educacion corresponden ciertamente a una concepeién del mundo, Ahora bien, el meotlo del asunto consiste en indagar lo que es el hombre histdrica- ‘mente, es decir, “gqué puede Megara ser el hombre? {Puede dominar su destino? ;*Hacerse’,erearse una vida? Decimos, anota Gramsci, pues, que el hombre es un pro- eso y, precisamente, el proceso de sus actos”. “Pen- sando Un poco veremos que la pregunta, zquées e! hom- bre?, no es una pregunta abstracta u ‘objetiva’. Nace del hecho de que hemos reflexionado sobre nosotros mismos, yy sobre los demas, y de qué queremos saber,en relacién on Io que hemos reflexionado y visto, gué somos y podemos llegar a ser; si realmente, dentro de qué limites, somos los ‘artfices de nosotros mismos’ de nuestra vida y de ‘nuestro destino. Y ello queremos saberlo *hoy’, en tas condiciones dadas hoy dia, de la vida de ‘hoy’ y no cualquier vida y de cualquier hombre". Esta pregunta coloca en el centro del debate el problema capital de los fines de la educacién, El hombre hace parte del ambien te, 08 creado porél, obien lo crea? ;Quién educa a quién? 2Qué hombre es el que queremos formar? ;En qué condi- ciones? zCudl es su proyecto de realizacién? Rousseau sostiene la idea de educar conforme a la naturaleza; Kant, de acuerdo con la idea de perfecciona- miento humano ("“mayoria de edad”), y asi los grandes fildsofos y pedagogos del siglo XX. J. Dewey, Ad. Ferrie re, H. Wallon, J. Piaget, etc,, partieron evidentemente de tuna coneepcién acerca del hombre entendida como des- pliegue de la naturaleza, de la accién voluntaria, del impulso vital, de los intereses esponténeos. {No parte caso también la pedagogia socialista (Marx, Makaren- ko, Gramsci, Mariétegui, etc.), de una concepeién acerca del hombre? , Qué significa la teoria de Ia enajenacién, de la explotacién eapitalista y de la formacién del “hombre nuevo”? Empero, la pregunta se origina historicamente en la reflexi6n filos6tiea a la cual no debe renunciar (so pena de caer en el positivismo o en el materialismo vulgar) y, sin desconocer las dimensiones de las disciplinas relaciona- das con la sociedad, el espiritu y la cultura. A las discipli- nas cldsicas de las Ciencias Sociales (Sociologia, Econo- mia, Historia y Geografia) conviene que recuperen os, nuevos estudios y aportes de la sociolingtistica (Berns- tein), de la teoria de la cultura (P. Bourdieu), del psicoa- nalisis (B. Bettelheim), de la arqueologia del saber (Fou- cault), de ta semidtica (Eco), de la historia de las mentalidades (Braudel), etc En fin, interrogarse acerca de lo que es el hombre establece un presupuesto de toda filosofia y pedagogia, bien sea conecbido como naturaleza humana universal, bien como individuatidad preconstituida o bien como ser social hisidricamente determinado, He abi el reto de la educacién y de la pedagogia. ;Qué hombre esel que existe udl esel conjunto de sus relaciones sociales? {Qué historia tiene? {Cul es su mentalidad? En qué Epoca y coyuntura historicas se desenvuelve? ,Tiene iden- tidad 0 n0? {Cua es el peso de la tradicion? Preguntas estas que abren el horizonte temético acerca de los rum- ‘bos (fines) de la educacién 1. A, Gramsci, El materatome histrico 1a fllosota de Benedetto Groce, Nueva Visi, Buenos Aires, 1984, pig. 23, (Subrayado mest) 7 8 Fines, finalidades y objetivos De acuerdo con Ia distincion que hemos hecho, los fines apuntan a una direccion, a un principio educativo, mientras que las finalidades se orientan hacia los propé- sitos de la praxis. En la historia de la educacién y, particu- larmente, en la politica educativa, los fines de la educa~ cin no ocupan un lugar central. Regularmente son confundidos con las finalidades y los objetivos de la educa Las finalidades se constituyen como los enunciados particulares de los fines, es decir, como los propésitos mediante los cuales se realizan una serie de acciones, disposiciones, actitudes e instrumentos que permiten ob- tener un conjunto de resultados (abjetivos).La finalidad es evocativa de un limite, de una fijacién. No constituye en si misma el principio de accién humana (educativa). Entre tanto, los objetivos connotan resultados que en la versi6n oficial del gobierno toman la forman de objetives instruccionales Veamos cémo se presenta esta situacién en el pensa- miento oficial y en su ordenamiento legal. El Decreto No, 080 de 1974 establece en el Articulo 2siete (7) finali- dades las cuales son acompafiadas de doce (12) objetivos. En dicho articulo? se propone “1. Buscar el conocimien- to, equilibrio ¢ integracion de valores de tipo vital, inte- lectual, ico, estético, social, religioso, politico y utilita- rio como fundamenta de la vida del individuo”. Y, a renglén seguido se formulan una serie de objetivos (resu- tados): “cl alumno debe: ‘a) Adquirireapacidad de juicio que le permita establecer una jerarquia racional de valo- res entre los aspectos culturales, formativos y voeaciona- les'™, ete, Las politicas educativas no distinguen claramente en- tre lo que significan los fines y las finalidades. De abi que la legistacin educativa de la Reforma Curricular apele a este trastocamiento de significado y sentido. En el ya mencionado Decreto 080 de 1974 no hay sino finalidades ¥ objetivos; en el Decreto 1419 de 1978 se formalan once ‘CD finalidades (propésitos). No son, en sentido estricto, {ines sino finalidades, v. gr. “1, Desarrollo equilibrado ‘del individuo y de 1a sociedad sobre la base del respeto por la vida y porlos Derechos Humanos” (Articulo 3): en el Decreto 1002 de 1984 no hay sino abjetévos: “reco- nocer sus potencialidades fisicas, intelectuales y emocio- nales y desarrollarias, arménica y equilibradamente, p ra asumir con decisién y acierto la solucién de sus problemas como individuo y como miembro de la socie- dad” (Capitulo II, Articulo 20.). El problema no radica, exclusivamente, en el mal ma- nejo de los conceptos 0 de un olvido involuntario ni siquiera en la “mala fe" de sus idedlogos. En el fondo, el problema obedece a un cambio de concepci6n filoséfica, una modificaci6n de la situacin hist6rica, a la presen- cia de nuevos fendmenos sociales y culturales, Habria ‘que preguntarse {por qué la discusién y la formulacién acerca de los fines de la educacién fue abandonada? ;Por qué fue reemplazada por los objetivos? ,Qué explica este cambio de mentalicad de las clases dominantes? El pragmatismo como forma discursiva dominante A partir del Frente Nacional, Colombia vive una nueva situaciOn histérica. Realidades externas e internas modi- fican de alguna manera el mapa social, politico, econémi- co y cultural del pais. La urbanizaci6n y la matginalidad social, a violencia ylos contlietos sociales, la dominacién extranjera y la dependencia de la economia nacional, la ‘masificacién de la educacién y la crisis de calidad son, entre otros, nuevos fenémenos que evidencian el periodo hist6rieo de los Gtimos treinta afios. En el campo de la educacién, el Frente Nacional se enderez6 hacia politicas de reestructuracién y autofina ciamiento, de masificacién y de mejoramiento cualita vo. Sin embargo, estas politicas no son el resultado for- tuito de los caprichos de las clases gobernantes, sino respondieron a un nuevo modo de ver el mundo y la educacidn, a un nuevo modelo de desarrollo. Se trata de tuna mueva concepeién del mundo: ef pragmatism. Asi, los partidos politicos (conservador y liberal) y los ‘gobiemnos (politicas educativas) abandonaron todo inte- rs ideol6gico y filosofico por los fines de la educacion. La controversia ideoldgica en torno a la educacién y la pedagogia se canceld. Y tras ello, el pragmatismo se convirtié en la forma dominante de pensar. Una filosofia que renuneiaba la indagacién de los problemas funda- mentales del hombre y de la sociedad no podia menos que borrar en el horizonté de la educacién, ladiseusibn acerca de sus rumbos y perspectivas (fines. El pragmatismo como discurso filos6fico-pedagégico centré su preocupacién en los actos, en las aceiones, en 2, Obsérvese que! Articala Nu, 2 comienra son el siguiente eaunciado: “La Edueacian Media debe proponerse.."- Lo que indica el sentido dela nocién de finaldad come propia Jas conductas, en los instrumentos yen los medios. Tribu- tario del positivism, asumié formas diversas tales como el conductismo, el estructural-tuncionalismo y la teeno- logfa educativa, Como filosofia endiosé la ciencia y la técnica, y legitimé la razén instrumental y el utilitarismo, Segiin esta vision, toda discusin sobre los fines de la educacién, sobre su ser y sentido tocaba la “metafisica™” En Colombia, el pragmatism de as clases dominantes result6 ser de segunda mano y mal digerido. A la postre degeneré en un “puchero” de conductismo, funcionalis- imo y pedagogfa liberal acompafiada de retoques neoto- ristas y discursos instruecionalest, El hilo conductor de su discurso se centré en la “neutralidad valorativa”, el Sprogreso” y el “desarrollo”. Asi la discusion sobre los fines de la educacién fue abandonada, y la pedagogia parded su perspectiva socio-cultural El pragmatismo desplaz6 el centro de atencién del qué ¥ del para qué al cémo y con qué. De este modo, la pedagonia quedé mutilada y reducida a la administracion, de un saber ajeno y a la utilizacién de algunos medios educativos. El soporte ideolégico de la “neutralidad va- lorativa” fue acompafiado de las doctrinas acerca del “capital humano”, “eosto-beneficio” y de la “soberania nacional” Con excepcién de la Ialesia Catdlica que mantiene el lidera7go ideol6gico en el sector privado, las demas agen- cias educativas han renunciado a expresarse en torno a Jos fines y derroteros de la educacién, La burguesia clau- died ante esta exigencia y principio de la cultura, Dejé en manos de los administradores y de los gobernantes de turno el delicado y decisivo problema de los fines de la educacién. Con desprecio recibia la sociedad civil las insinuaciones que desde algunos sectores piiblicos se ha- cian para conferirle ala educacién colombiana un nuevo rumbo social y cultural. La ilusi6n de la pedagogia activa y la escuela realmente existente “EI comienzo de la elaboracién critica es la conciencia de lo que realmente sees, es decir, un “eondcete a ti mismo’ camo producto del pro eso histérico desarroltado hasta ahora y que ha dejado en tf una infinidad de huellas recibidas sin beneficio de inventario, Es preciso efectuar, inicialmente, ese inventario”. A. Gramsci Partiendo de la confusion entre fines, finalidades y objetivos y del abandono por parte de las clases gober- nantes de orientar la educacién hacia horizontes plenos de sentido histérico nos corresponde analizar el quehacer pedag6gico de quienes como los maestros portan un saber ‘yun hacer. ;Son losmaestros conscientes de los fines dela ‘educacién? (Su practica pedagdgica corresponde a dichos fines? {Cuales son? {Cémo sc expresan? {Qué articulacion existe entre la pedagogia activa que dice defenderse ofi- 4, Paya una ampliacia de esta polémica ver milenssyo sobre cialmente y la prictica real de los maestros? ;Qué pedago- gia, en iltimas, es la que circula en la escuela? 1. La praxis: punto de partida En los analisis que se hacen acerca de la educacin yla pedagogia, se olvida a menudo el principio fundamental de la praxis. Se identifica, con facilidad, lo que se piensa? con lo que se hace, y se da por sentado que la realidad se identifica con lo que se desea o con aquello porlo cual se itusiona o espontineamente se hace. El mundo que vive la escuela es de desgarramiento, de profunda division entre la teorfa yla practiea, entre la vida y la edueaci6n, Lo que constituye un prineipio edueativo fundamental se trans- forma en una realidad desquiciada. El pensamiento mar- cha en sentido contrario de la realidad social, de la praxis pedag6gica. El dislocamiento y la disfuncionatidad dela escuela son evidentes a partir de procesos hist6ricos basa~ dos en la division social del trabajo, en la separacién dela educacion y de la produccién y enel paralelismo entre la escuela y la sociedad. En principio, toda relacién social involucra la prable- miatica de los principios y de los fines en virtud de los ccualeses posible pensarla intencionalidad, la conciencia y Jos intereses de los grupos sociales antag6nicos. En una praxis utilitaria, manipuladora y rutinaria, la relacién pedagégica no reproduce sino las condiciones de apresion Y alienacién en las cuales se encuentra un grupo social determinado. EI “diario vivir” esté petrificado y las posi- bilidades de pensar y cambiar “Io existente" estén anula~ das. {Cémo no entender entonces que la praxis constituye el, mbita hist6rico-conereto en el cual los hombres mani- fiestan su ser va lo que se ven obligadas por ese ser? La praxis no es, pues, tal 0 cual actividad aislada, inconexa y carente de sentido. Desde el punto de vista de la praxis, la pedagogia traduce la terrenalidad de los fines yel sentido histérico del quehacer pedagégico. En la praxis es donde sabemos siconcuerdan con lasociedad 6 conel modelo de hombre que se legitima o pretende transformac El principio de la praxis permite relacionar y diferen- ciar entre lo que se dice y lo que se hace, entre lo que se iosofia en Cuadernos de Reflexion Faueativa, NO. I, ¥ politica educa she. 4, Véase a prop6sito los Lincamionios Generales del Curricula. Funda ‘mento, Bozo, junio de 1983, en los cuales pode ers la amaleama Geenfoques picoldgices, que van desde el modelo de Paget hasta e de Shkinner pasando por Bandura y Gagnt, pas. 40-42 5, En clertas capas no eulivadas, los maestros manifiestan to que plensan a craves de inuciones, ilusones,resistnciasy deseos, El foteore los guia. Para este punig ver el trabajo de A, Gramsci ane teriormente ead, 6. Un aporte al esclarcimiento de estas rsaciones adelante Campo de Lducacién y Sociedad del Arca de Formaciin Pelagigica Didastica de a Universidad Pedagégica Nacional. Ensten, ademés, studios que desde la etogzafia y la socologia de Ta educaién ontsbuyen al conocimiento de eats relacion problemitica, Véase Aracelly de Tezanes y ots, Ecvela y Camudad, CIUP; Gonzalo Catato (eomp.) Educuetn y Sociedad, UPN. 1972 9 10 formula y lo que se practica y, entre lo que dice hacerse y el modo como se hace. Es el “‘conécete a ti mismo” que Gramsci recupera de le filosofia socratica. Marx sostiene que “la formacién de los cinco sentidos —ademés de los sentidos espirituales (voluntad, amor, etc)—esun traba~ Jo de toda la historia universal hasta muestros dias” y, advierte que esta formacién esta arraigada en la econo- mia, en la cultura’. EI “material dela formacién” se alla pues en la sociedad como totalidad, como historia y no como fraccién de ella. En este sentido, la praxis pedagégi- ca adquiere una dimensién distinta a la que Hegel le confirié como historia de la conciencia para asumirse como proyecto de realizacién historica Goethe, burlindose de quienes pensaban que os ines y los principios eran de naturaleza intrinseca y trascenden- tal, decia que cuando “el Hacedor creé elcorcho, invent6 Justamente el tapén” y, Gramsci se preguntaba si en la idea de “‘misi6n histérica del proletariado” no podria descubrirse una rafz teleoldgica (fines) de la historia arti- culada por supuesto con la praxis socal 2. La mutilacién de ta pedagogia Las politicas educativas, particularmente, la reforma curricular, definen fa pedagogta activa como el discurso pedagégico oficialmente establecido*, En Los Lineamien- tos (Libro Azul) se establece que “Los Fundamentos Pedagogicos del Curriculo se presentan con base en las caracteristicas de la corriente llamada Pedagogia Activa, Escuela Activa o Nueva Fscuela” (p. 56). Se nombran entre otros a J. Dewey, A. Binet, E. Claparede, Ad. Ferriere, J. Kerschenteiner y J. Piaget como los pensado- res fundamentales de la pedagogia activa. Luego de contrastarla con la pedagogia tradicional se destaca como “televante” el punto relacionado con los “métodos activos” (p. 58 y ss.). De igual modo, en los Marcos (Libro Amarillo) como en los Programas (Libros Verde y Rojo) se presenta “lo pedagégico” dentro de la seccién denominada “Metodologia™, entendida ésta co- ‘mo las actividades, los recursos y los indicadores de eva- wacién, Aqui se encuentra el problema central de divergencia entre el modo oficial de pensar la pedagogfa y la perspecti- ‘a socio-cultural que desde el Movimiento Pedagdgico insistimos en desarrollar. La confusién entre la Educacién Nueva (Pedagogia Activa) y los métodos activos, esto es, entre coneepcién y ‘método viene a ser la misma que hay entre el todo y Ia parte. Identificarlos seria resquebrajar el basamento socio-filos6fico del proyecto pedagégico y falsearia la historia de la Escuela Nueva en la que por principio los, ‘métodos activos estén relacionados con una concepeién de la vida, de la sociedad, de la cultura, del nifio y del joven. Los métocos activos, las instituciones y las reformas son consistentes en la medida en que estén unidos orgéni- camente con el conjunto de ideas centrales de actividad, vitalidad, libertad, individuatidad y autonomia. Este reper- torio tebrico esl que leda sentido a su propuesta pedag6- ica, Luzuriaga dice que “la mayoria de los que se ocupan en el estudio de la educacién mueva suelen reducir &sta, como se ha dicho, a los métodos activos, confundiendo asi manifiestamente la parte con el todo. Es cierto que los métodos innovadores han alcanzado un desarrollo tal que puede dar lugar a esa confusién. Pero un examen detenido del problema, nos revela que el movimiento de Ia educacién nueva esté integrado por otros factores que los puramente met6dicos, como son las ideas, las instituciones y las reformas escolares™, No cabe la menor duda que la Escuela Nueva o la Pedagogia Activa representa una concepcién organica de la pedagogia y de la edueacién. No constituye como se hha quetido y como lo han pretendido los ideélogos oficia- les—un depésito de técnicas y herramientas o de recursos metodolégicos, “La escuela activa —dice Ad, Ferriere— cexige subordinar los medios a os fines, que no cultiva el arte por el arte, que no hace cultura por la cultura, ma”? sino busca acrecentar y extender la potencia de su concepcién liberal, de su proyecto histérico. Asi han procedido todas las concepciones orginicas del mundo. Reducir entonces la pedagogia al instrumental técnico ya la didéctica seria mutilarla, Porsupuesto que la dide- tica ocupa un lugar central en la pedagogia, si y s6lo se halla articulada con un “repertorio te6rico” universal como decia Luzuriaga, © como decimos nosotros con un proyecto de vida, con una vision del mundo, Incluso, sise recurre a Comenio no hay razones para achatar la peda~ gogia. Como pedagogo ¢ idedlogo, Comenio sostuvo una concepeién integral de la educacién y de la pedagogia y comprendié las relaciones entre la escuela y la sociedad, la Pedagogia y la concepcién del mundo. La didactica que propuso la relacioné con su hicha contra el jesuitismo, y, cen defensa de una escuela tinica. La desnaturalizacién de la pedagogia por parte de los funcionarios ¢ idedlogos del gobierno ha acentuado la crisis de la educacién y ha hecho crear un ambiente de desconfianza y de embotamiento intelectual de sus agen- tes educativos. La relacién pedagégica no puede reducirse 7. El concepto de “Yormacién” (Bildung) esté asociado en la lengua alemana con el concepto de “educacion” (Eran) y que perdara ‘na tradicin flosdica (Kant, Hegel, Mars). Vease K. Marx, Mar ‘uscritos econdmicorfosifiees, Alianza Editorial, Madrid, 1972 pigs, 150-51 8, Ministerio de Eaucaci6n Nacional (MEN). Lineamientos Generales ‘el Curieulo (1983) los Marcos Generales dels Progranias Curio ares (1984) y los Programas Cursculares (1985), 9, Lorenzo Lumiagn, La educacin era, Ed. Losada, Buenos Aires, 1964, pig. 60. 10, Ado Fersiere, La escuela acta, Feo, Beltrin, 2a Ed, Madi, 1932, pg. 28 (sub. nuestro). Esa esnaruraizacidn del pedago- sa alcan26 también a afectar la perspectiva popular de C. Frenet ‘convert por sus defeasores“Tundamentalistas™ en simple carpia- tera, en didactismo vacuo. La imprenta la cooperative escola, texto libre, ete, hacen part dena concepsion orginica que Freinet tenia del edacion, de i cultura de In sociedad al uso de técnicas, al manejo de los medios educativos ode las “actividades sugeridas”. La pedagogia activa no es “‘metodologia” como lo ha formulado la reforma curricu- lar, representa, por el contrario, como lo han dicho sus, fundadores, un movimiento social y cultural de renova- ‘cin de la sociedad norteamericana y europea. 3. Desfase entre la préctica de la escuela activa 1 la préctica de nuestra escuela Elfundadorde la escuela activa, Adolfo Ferriere,anali- 26, en su libro “La préctica de la escuela activa”, la organizacién de la escuela, su vida fisica e intelectual, Ia otganizaci6n de los estudios, la ccucacién social, cultural, tica y estética, yenumeré treinta (30) postulados ycarac teres que debia cumplir una “escuela nueva” Concibié la escuela como un laboratorio de pedagogia préctica pleno de autonomfa y vitalidad alrededor de la cual giraba la actividad manual, el impulso vital, el culti- vo de la tierra, el deporte, el juego y las excursiones escolares. Su vida intelectual se desenvolvia en un am- biente de cultura, de amplias y variadas bibliotecas, de actividades cientificas y de un estimulo permanente al ‘ultivo de a personalidad y de su potencialidad espiritual. La escuela activa trabaja con un minimo de materias ‘generales y obligatorias. Hay posibilidades para clegirlas restantes, Destacé la observacion y la experimentacion como parte de Ia reconstruccién del conocimiento. Resal- 16 el papel del individuo, sus intereses esponténeos, su iniciativa particular. Apel6 al trabajo colectivo para valo- rar las aptitudes y preferencias individuales y socializar el trabajo individual. No hay que olvidar que la vida de la “escuela nueva” transcurrla en una jornada completa, de cultivo del inte- Jecto por la mafiana y de trabajo libre, manual o recrea- tivo por la tarde. La integracion y la globalizacién eran presupuestos del estudio de los temas, respaldadas por la visita a museos, paseos y trabajo en archivo, Se partia de Jas condiciones ambientales ysociales,y por supuesto, del trabajo individual escogido. Los estudiantes no se clasifi aban de acuerdo con la edad mental o biol6gica, sino all sgtado de aptitud y adelanto. Los maestros, los alumnos, Jos padres de familia y los familiares constituian una ‘comunidad escolar. La préctica pedagégica estaba cen- trada en el alumno y, el maestro cumplia la funcién de guia, orientador e impulsor de lasactividadese iniciativas individuales de los estudiantes. Los castigos corporales y los abusos de todo tipo estaban abolidos. Su forma de ‘gobierno se construia a imagen y semejanza de la demo- cracia liberal!” (Puede decirse que la escuela colombiana realmente existente trabaja con estos principios, fines y métodos? {Concuerda su practica con la préctica de la escuela act ‘ya? {Se conoce la “naturaleza humana” de los nifios y de los jévenes colombianos? ;Existe una voluntad politica de parte de las clases gobernantes para colocar en el centro de la vida nacional un proyecto pedag6gico critico y renovador? ;Cuentan nuestras escuelas con los medios, ios recursos ¥ las condiciones materiales para adelantar tun proyecto de innovacién y autonomia? {Qué hacen realmente nuestros maestros? ;Estin formados? ;Tienen capital cultural? {Qué capacitacién ofreceel Estado? ;C6- mo enseflan? {Cémo v con qué lo hacen? Interrogantes éstos que tocan el fondo de la praxis pedagégica. Si contrastamos los fines y principios de la escuela activa con Io que se practica encontramos un abismo enorme entre una y otra. El Ministerio de Educa~ cidn Nacional (MEN 1982) reconocia que “Atin con los esfuerzos realizados, los contenidos curriculares tienen todavia poca relacién con la realidad socio-econdmica y cultural del medio donde se verfica la actividad educati- vva. No se tienen en cuenta la participacién del edueando, la familia y la comunidad en general en el proceso de IL. Adolfo Ferrier, La prciea dela escuel ctva, Feo. Belirin Ec, ‘Madeid, 1926, versiGn espaiola de R. Tomés y Samper. Bn ese libro, Ferrie admite queuina“eseuela nueva” puede er considera- (1884-1886), se puso de presente de ‘una manera muy sutil que antes de educar para gobernar se hacia indis- pensable moralizar. ‘Nuevamente, Niiflez en el poderen 1884, se propone impulsarde manera decidida la reforma moral de fa instruc cién piiblica. Este propésito encontr tuna franca oposicién por parte de los radicales, sin embargo, éstos ya no tenian fuerza para detenerlo; aunque hhubo un intento de rebelién armada en Santander, ésta fue sofocada y uno uno los dems estados fueron some- tidos a la voluntad del regenerador. La reforma educativa de 1880(Ley 106 del 23 de agosto de 1880), que en Jo fundamental retenia los elementos centralistas del Doip y le daba una mayor presencia al Ejecutivo en la organizaci6n de la instrucci6n pibli- Anates de ts instrucion pabtica, tomo T, ‘pégs. 113121, Bogot, julio 31 de 1880, A este decroto lo segues deoominando fn adelante Doi, 5, Circular $11, Anales de in instruccion p ‘lca, tom VIIL pags. 89-50, Bogor azo to de T884 6, Rican Becerra, Mempriadel secretario de instrvceén publica, correspondiente al aho 1881, pig. 72, 1. dem 31 32 ca, sufrié con el conflicto militar un rudo golpe ynoaleanaé a mostrarsus frutos. También se crean las con ciones para desplazar las propuestas del Doipen tornoa laensefianza de la religion. Ahora si con mayor razén, el amanecer serd jesuitico y marista. Las localizaciones han sido implan- tadas: los clérigos pueden ira enseftar religin a la escuela. Centralizar y unificar, para entonces moralizar y educar En la regeneracién siempre iré por delante la moral, pero en casos con- eretos como el ‘de In reforma del “pénsum” de la ensefianza primaria, se echaba por delante launificacién y Ja centralizacién para criticar el de~ ereto orginico de Lo. de noviembre de 1870 fa falta de uniformidad; tal como lo sefialaba el articulo 47 de tal decreto: “segtin las nevesidades y re- cursos de las lovalidades, el director general de instruccién piblica dard a las escuelas elementales y superiores el desarrollo que juzgue conveniente, ensanchando el niimero de materias ‘haciendo ensefiarlas con més exten- sién™, En lo que hace referencia a los textos de ensefanza, era disposicion oficial que fuesen suministrados por a Nacion, sin embargo, el director general de instruccién piiblica pre- sentaba reparos a la labor realizada ppor la reforma instruccionista: “He agai un importane departamento de ta sudministracibninstroccionita que hasta ia f= ha ha careclo en absolut de organiacie, "gual y ms sensible racio se ota eno concer- sient provisin de Moro yes para las vel normals y de prmerasletras, ques de argo de Ia Nain; el Congreso vota fos foros ars la compra y Elan verifen en efecto, a tn medida de Ls oceidades en oscasos cde Tas facades deta erogacin fiscal en otros Peo {alan par ello sistemas métdos que, poe lo tempo que indepenicen a accn del poder ecto aspuren os aprecibles resis de 1B economia em ef gusto y los de una buena cecein. Fn cuanto al cleccinde textos excor lures, juzgo que debe promoverseunacuerdoque tenga cadcter generale La isrocein primaria 450 turno lade las escelasnormales que la Brepaa, debe ser una para od Ia Repabcn a fin de recomteur yfortficar cada ver ms ta Jntardad moral de a aiiaqueelsstema dela deseetralzacion adminstativa extrema, focstones la oles, endon a reajarconstan- temente™ El acoplamiento de un centro tini- co como punto de referencia de todas las actividades de la enseftanza, fue tuna de las estrategias mas persegui das por el Plan Santander (1826); pa- ra el momento que trabajamos signi- ficaba poder definir con absoluta precision los puntos de comunica- cién con el magisterio de la Iglesia, uuno de cuyos garantes era “Ia integri dad moral de la patria”, en la cual la accién formadora de lasnormales era definitiva, El maestro, un modelo de vida ‘Se mantienen todavia las condicio- nes de exigencia del Doip, en donde en un eontexto de una moral civilista* se le requeria una condueta intacha- ble, de modo que su vida piblica y privada sirviese de modelo a todos us conciudadanos, debe ser pundonoro- so y leal en sus relaciones; benévoloy afable en su trato; firmeza decardcter para hacerse obedecer y respetar; de~ be ser un modelo de virtud tanto en su vida escolar como fuera de ella, en el hogar como marido y como pa- dre... faltas a lo anterior deben tener como resultado Ia pérdida del em- pleo!®, En torno a la moral c inteligencia del maestro se trata de ir ensamblan- do un “caballero ilustrado que desea y sabe transmitir a la infaneia una serie de conocimientos que pose per- fectamente”, Ser caballero del gesto, por la delicadeza operativa para con Seguir objetivos. Debe poseer la inte- ligencia como facultad, pues sin ésta ‘no hay ciencia, ni método, niarte que valgan, La cualidad del patriotismo es algo indispensable porque es a la co- munién politica a la que él esta sir- viendo y porque, ante todo, es forma- dor de ciudadanos, Ilustrado, aun- que no sabio, iniciado en los prin- cipates ramos del saber humano, co- nocedor de las précticasde laciviliza- ciény asiduo transetinte de los caminos de la inteligencia por medio de un estudio abierto y sostenido pa- rala investigacién y transmision de la verdad, que es la tarea que de por vida ha asumido y ha aceptado!!, He- mos ido un poco atris por el solo ‘gusto de exponer esa altisima concep- cién del maestro en la reforma ins- truccionista y poder tenerasi un pun- to de comparacién con la progresiva degeneracién en que fue cayendo esta concepcién en épocas posteriores; también para enfatizar la triste con- dicién a que lo redujo la intermedia cin del magisterio de la Iglesia, no s6lo social y politicamente, sino en ‘cuanto a su posicién en el aula ya su posicién frente al saber pedagdgico; no se volverd a hablar de un maestro que se ejercite en la investigacién de la verdad. El segundo tiempo de la reforma: 1886-1891 Cortesponde al predominio del partido nacional y desde el punto de vista de la reforma de la practica pe- dagégica, correspondeal énfasisenla moralizacion, pues en el primer tiem- po el acento se puso en la racional dad del sistema y en este perlodo se colocé un sentido moralizador a las reformas que abogaban por la cen- tralizacién, el sentimiento, lasbuenas maneras y la religién. Durante todo l proceso de regeneracién, las cam- paiias de moralizacién estuvieron acompatiadas por un ideal: ef ideal del trabajo; en funcidn de éste se ha- bblé de formar ciudadanos tities, des- tinados a absorber las nuevas oportu- nnidades de empleo que crearfa el programa de industrializacion del pals. La legistacién La Constitucién de 1886 y el Con- cordate de 1887 celebrado con la Santa Sede, son los acontecimientos politicos que a nivel global crearon las condiciones para fa intermedia- cién estatal del maestro por el magis- terto de la Iglesia y para que este titirno fuera definido como formador de ‘maestros de maestros. La instrucci6n publica pasé a ser dirigida pedagégica, moral y polit- camente por la Iglesia Catélica. La instrucci6n primaria costeada con 5. Deseto orginico sobre inetruscién pblica primuria, To. de noviembre de 1870, artca- foa7. 9, Ricardo Becera, op. cit, pg. $8 10, Decreto onglnico sobre instructign pili To, de noviembre de 70, 1, Dislogo entre un alumnoy wn catedritico, ‘en. Anales dea instruceida pli, tomo 1 Bogor, octubre 31 de 1880, fondos piblicos, seria gratuita pero no obligatoria, segiin lo estipulé el articulo 41 de la Constitucién de 1886. Ello con el fin de mantener la autonomia como ensefiantes de la fa~ miliay de la Iglesia el magisterio de esta tltima en la familia Niiftez no hubiese arrebatado la hhegemonia pedagégica al movimien- to instruccionista sin el concurso del Vaticano, principal proveedor de ‘maestros y formador de maestros con el cual conté laregeneracién, Sinesta cantera de maestros catdlicos, la uni- dad nacional pensada por Nifez hu- biese fracasado, puestoque no hubi ra contado con la integridad moral de 1a patria para lograrla. De abi la im- portancia que revistibla sancién en el afio de 1880 de la Ley 35 del 27 de febrero; que aprueba el convenio del 31 de diciembre del afo anterior, ce- lebrado en la ciudad de Romaentreel Sumo Pontifice Leén XIII y el Presi- dente de la Nacién. Lo que ineumbe a la instruccién se encuentra consignado en los articulos 11, 12, I3y 14 deesta ley. Como reglamentarioa esta ley se dicté el Decreto 544 por el cual se pone en vigencia la enseftanza de la i6n y la selecci6n de los nuevos textos de ensefianza. La regeneracién deseché como 6r- gano de centralizacién del saber pe~ dagégico ya la vez como instrumento de formacién de maestros, el peribdi- co “La Escuela Normal”: en su lugar se propuso una sociedad central de institutores, cuya misién consistia en centralizar todas las insinuaciones ue proviniesen de los institutores del pais, con el fin de presentar al minis- terio del ramo los proyectos del caso sobre reformas. Lo fundamental de este periodo fueron losacuerdos con la Santa Sede que restablecieron el cordén umbili- cal que unia a las drdenes regulares con su centro politico y espiritual; gracias a esta restinucidn volverian @ ser los disciplinados ejércitos peda- ‘g6gicos que fueron durante la colonia Dificultades del magisterio de la Iglesia La anexién de la instrucci6n pabli- ca por parte del magisterio de la Igle- sia tropezé con muchas dificultades, en raz6n de la nueva organizacion del Estado. En primer lugar, porque el régimen legislativo se vio sometido al efecto de incertidumbre®, cuya accién se establecié a partir de legislaciones simulténeas y contrapuestas, lo que dejaba como resultado un considera~ ble niimero de proyectos y leyes sin materializarse, Otro factor que sem- bré el eaos, fue el mandato contenido en el programa de Niifez que rezaba: ‘modificacion por la base del sistema de instrucci6n nacional Hubo otros tropiezos, esencial- mente de tipo econémico, por los cuales no se pudo atender debida- mente la educacién, siendo necesario en el afio 1887 cancelar temporal- mente las inspectorias por razones de presupuesto. Sin embargo, la instruccién pibli- cca era el eslabén clave de la politica dela regeneraciGn, ya que se conside- raba como el eje undador de la nueva superestructura, En circular 151 de 6 de abril de 1888, el Ministro del Interior dice: “Lasdlsposiciones del Concordat an ardente~ sents anhelada de emp ars porel pais han ‘eno a resolver problemas de alia trascenden- ‘ia para el porveni:porle cial el gobierno est ‘vamentefoteresado en que ellas tenga inme- ito, estrict y eficaz cumplimiente™* A continuacién se entra a institu- cionalizar la consagracién de una parte del espacio de la préctica peda- g6gica al magisterio de la Teles! “Jung ese minisero que es oportno sali como. efecto sola my respetuosamente la Ilustrad yeficazcooporaei de su stim, ‘enolase 2 Iacnsotanzay ala prctiaeeligo- ‘gue debendecretarse en los estalecimlentos piblicos de educacin,a finde uifermar en tod 1a Repiblica, tanto las ensehanzas como tas prictieas religioss de dichos establecimien- La Iglesia ha obienido para su ma- gisterio un espacio reconocido piibli- ‘camente, las jutisdicciones y limites de la practica pedaggiea se han eo- rrido significativamente La orientacién del * de primaria »énsum” Para cl anzlisis de las modificacio- nes que se van gestando en este episo- dio de la regeneraci6n, en la ensefian- za primaria, es de grata utilidad el articulo 27 del Decreto $95 de 1886, que enmareé la orientacién general de la ensefianza dentro de la directriz: progreso dentro de la tradicion; y a su vez la complementé con la de mo- ralizar y trabajar que buscaba gra- duar un poco las velocidades, las len- titudes y las aceleraciones de los cuerpos y por otro lado morigerarlas tendencias de los hombres del pueblo a la anarquia ya la parranda. Se no- taba desde entonces la fuerte presen cia de la psicologia: “que la ensefian- za sea progresiva, esto es, acomoda- daa las diferentes edades y facultades de los alumnos’#. El modelo de formacién det ‘maestro El modelo a ensamblar deberia te- ner tres caracteristicas: morales, inte— lectuales y fisicas, Esta vez las prinei~ pales cualidades morales que se exigen al maestro son, en primer I~ ‘gar, la justicia asi definida: “consist en jngar corectamente la moralidad

También podría gustarte