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Tema 6°: VISIÓN CRISTIANA DEL HOMBRE

(Guía preparada por el profesor Benjamín García Fernández-2020)

El cristianismo es religión, no es filosofía. Pero las Filosofías y las Religiones


reflexionan sobre temas que les son comunes. El cristianismo aportó a la cultura greco-romana
nueva luz sobre tres temas de gran importancia: 1. Dios o Ser Supremo, 2. Cosmos o mundo,
3. Hombre, en tres aspectos principales: origen del hombre, naturaleza del hombre, destino del
hombre.

El libro bíblico del Génesis expone una visión religiosa de los tres temas. La expone a
través de un mito-cuento de belleza literaria impresionante: se oye el cuento siendo niños y
nunca más lo olvidamos. El mito vale, no por lo que dice literalmente, sino por lo que quiere
decir, por el mensaje que está más allá del cuento. Los cuentos y mitos deben ser interpretados
y aplicados. El Génesis no pretende hacer Ciencia, ni exponer teorías geológicas, ni
antropológicas, ni históricas. Los autores utilizan los conocimientos humanos que tenían en la
época, sin pretender imponerlos. El Génesis enseña religión o teología.

1. Mundo - o cosmos, fue creado por Dios. La creación es el paso de la nada al ser. Ese
paso sólo puede darlo Dios. Una vez que hay seres, habrá evolución. El concepto de creación
es filosófico o teológico, no científico. La teoría de la evolución pertenece a las ciencias
humanas. El autor del Génesis que relata el origen del cosmos y de la humanidad no hizo
teoría científica. Ni el cosmos ni la tierra se formaron en seis días. El autor distribuye la
creación de acuerdo al esquema de la semana como se conocía en el antiguo Israel. El Génesis
es el libro primero de la Biblia, está en el Antiguo Testamento. Génesis significa origen. Se
relata el origen del mundo, el origen de la humanidad y el origen del pueblo israelita. El punto
de vista del autor es teológico-religioso.

2. Dios -El Génesis se escribió en el judaísmo, varios siglos antes de Cristo. El judaísmo
es religión monoteísta. Admite como libro sagrado sólo el Antiguo Testamento. El judaísmo
no reconoce a Jesús de Nazaret como el Mesías y como Dios. El cristianismo recoge la
enseñanza del Antiguo Testamento y la completa con el Nuevo Testamento, por tanto el
cristianismo es monoteísta. También el islamismo, que sólo admite un Dios al que llama Alá.
Son las tres grandes religiones monoteístas. Los pueblos antiguos fueron politeístas.

El Dios cristiano tiene todas las virtudes en grado eminente, superlativo, y no tiene
ningún defecto. Se diferencia grandemente de los dioses del mundo pagano, politeístas, que
tienen virtudes elevadas; y tienen vicios y pasiones más perversas que los humanos. — Estas
enseñanzas sobre Dios contrastan con las ideas religiosas que se tenían en la cultura greco-
romana.

3. Hombre- A - Origen. Dios creó las cosas cor» su palabra. Se va repitiendo* “y dijo
Dios, hágase la luz, y la luz se hizo... Háganse los mares, y los mares se hicieron... Y vio Dios
que todo era bueno”. Cuando fue a formar al hombre, Dios se dijo a si mismo: “hagamos al
hombre a nuestra imagen y semejanza". Y así lo hizo. Con sus propias manos modeló de barro
al hombre. A través de su aliento la comunicó la vida. Modelar con las propias manos es signo

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de especial interés y cariño. La vida del hombre tiene algo del “hálito divino". Es un
compuesto de cuerpo físico y espíritu no corporal. '

¿En qué es el hombre imagen y semejanza de Dios? Porque ahí radica la dignidad
humana, en visión cristiana del ser humano. No en lo físico, porque Dios es ser espiritual, no
tiene corporeidad, aunque el Génesis le dibuja con rasgos antropológicos. Es imagen en sus
facultades espirituales: puede conocer, querer, amar, decidir, tiene libertad, etc.

Hombre- B - Naturaleza. Eva en el mito sale de una costilla de Adán. Adán al verla
reconoce: Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne”. O sea, tiene la misma
naturaleza que Adán. En las culturas antiguas la mujer era considerada y tratada como
inferior al varón. Las culturas antiguas eran varoniles y a veces machistas. Así pensaron
incluso los grandes filósofos griegos. La igualdad de sexos fue una gran novedad en la
antigüedad.

Adán y Eva, los hombres, son libres. La mayor prueba de la libertad es que tomaron
decisiones en contra de lo mandado por Dios. Los pensadores griegos creyeron en la fatalidad,
como se ve por las tragedias de Sófocles. El pecado de Adán y Eva se relaciona con “el árbol
de la ciencia del bien y del mal”. Quiere decir: los hombres pretendieron determinar por sí
mismos lo que es bueno y lo que es malo. Fue pecado de soberbia refinada, de autosuficiencia,
de negación de la autoridad de Dios.

Los males físicos y morales tienen explicación teológica. El pecado de Adán y Eva
rompió te armonía originaria, en tres ámbitos: a. Armonía del hombre con Dios: los primeros
padres se escondieron de Dios al sentirse culpables. Cada día Dios dialogaba con ellos, pero
después de la culpa, se escondieron, b. Armonía mutua como pareja: Adán no asume su
responsabilidad y culpa a Eva; Eva tampoco 1a asume y culpa a te serpiente, c. Armonía con
el cosmos: los árboles y animales no les darán su fruto, tendrán que trabajar.

Es claro que Dios confía a los hombres te gerencia del cosmos. Para eso les dio
inteligencia y 1a herramienta de tes manos. Les dijo: “crezcan, multiplíquense y dominen 1a
tierra”. Adán puso nombre a los animales. Poner nombre es signo de dominio y propiedad
sobre lo nombrado. El hombre no es dueño, es administrador.

Tema de la felicidad: el paraíso o jardín del Edén es el símbolo de la felicidad. Al pecar,


fueron expulsados de) paraíso, es decir, por el pecado se perdió la felicidad. El pecado humano
es causa de muchos desórdenes y sufrimientos.

El pecado fue castigado. Adán, el varón, tendría que trabajar para sobrevivir, el trabajo
le resulta oneroso, desagradable, Eva, la mujer, tendrá que cargar con los inconvenientes de la
maternidad. Son símbolos, no castigos directos del pecado. El animal no tiene pecado y se ve
obligado a buscar el alimento con esfuerzo; las hembras animales paren con dolor y les cuesta
mantener y defender a sus crías.

Él Génesis hace derivar toda la humanidad de una sola primera pareja. No es dato
científico, sino teológico. Expresa la idea de la fraternidad universal que enseña el
cristianismo, tos que descienden de los mismos padres, son hermanos entre si. El relato de
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Caín y Abel expresa la misma idea. Aparecen como hijos de Adán y Eva, pero no es cierto.
Uno era pastor y otro agricultor. Esas profesiones suponen una humanidad muy desarrollada,
poder vivir del cultivo del campo y haber logrado la domesticación de los animales significa
estar en culturas adelantadas. Consta que el pastor y el agricultor tuvieron malas relaciones en
la antigüedad porque tenían intereses contrarios. Dios le reclama a Caín: “el que mata a otro
hombre, está matando a su hermano”. Se condena el homicidio.

Hombre — C - Destino. El hombre ha sido creado para la felicidad, simbolizada en el


jardín del paraíso. La felicidad en el Génesis se ubica en el inicio de la humanidad, pero en
realidad está en el final. La felicidad es la meta, la utopía a la que se desea llegar. Se pone ai
principio por razón didáctica, para que resalte su bondad y resulte atractiva. Las utopías son
las que dan dinamismo a la vida humana y a la historia que los hombres construyen.

Dios no se desentiendo del hombro pecador. Cuando saca del paraíso a Adán y Eva, Íes
teje unas vestiduras. Vestir es signo de protección y cuidado. Además, les promete que un
descendiente de ellos “aplastará la cabeza de la serpiente”. La serpiente es símbolo bien
escogido: significa traición, tentación, peligro y pecado. Esta promesa es el llamado “proto-
evangelio” o primer anuncio de la buena noticia del Salvador. La promesa se cumplió en Jesús
de Nazaret.

El destino definitivo del hombre es la resurrección. Esta verdad quedó clara con la
resurrección de Jesucristo. El destino del hombre no es la muerte, sino la resurrección. La
verdad de la resurrección no aparece en el Génesis, sino muy tardíamente en los evangelios.
Es verdad cristiana, no del judaismo anterior a Cristo.

Estas son en síntesis las verdades que el judaismo y el cristianismo aportaron a la cultura
greco-romana. Una nueva concepción del ser humano Las antiguas culturas no llegaron a
descubrir la riqueza que ofrece la religión cristiana.

PERSONA - Características de la persona.

1.. Identidad y Unidad. La persona se siente una y la misma en las distintas edades y aunque
realice acciones diferentes. Se siente dueña de sí misma, tiene conciencia de la propia
identidad. La memoria nos recuerda el pasado. Nos permite evitar un error previsible al
recordar la experiencia pasada.

El hombre está siempre en una situación. Hay diversos tipos de situación:

a..Situaciones Normales - en lo familiar, en lo político, en lo social, en lo cultural, en lo


personal. Son las circunstancias ordinarias de cada día, no tienen relieve ni dificultad
especial. Son comunes a las mayorías.

b..Situaciones Límites - o excepcionales por su dificultad o complejidad. En estas


situaciones el hombre debe tomar decisiones que comprometen el sentido y el destino de
su vida. En esas situaciones límites nace la Filosofía: las preguntas radicales y la
búsqueda de los últimos por qué de las cosas, de los acontecimientos y de la propia vida.

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c..Históricas - propias de la época, dé la sociedad en que se vive. Los hombres y ios
pueblos somos herederos de lo que fuimos: sin pasado no hay futuro. Hay que enfrentar
el futuro. La historia es lineal, no es circular, no marcha en espiral. Ni se detiene ni se
repite, - El hombre tiene conciencia de ser él mismo a pesar de que cambien las
situaciones.

2..Conciencia. Es darse cuenta, tener capacidad de reflexión, o auto- posesión, auto-


reconocimiento, auto-valoración. Los hombres nos vemos como un “sí-mismo”, algo que
puede pensarse. Se trata de algo interior. Lo que llamamos “personalidad" es otra cosa: cómo
se nos reconoce socialmente. La personalidad se adquiere viviendo, a lo largo de la existencia.
Cada ser humano va labrando una personalidad distinta, única e irrepetible. La personalidad se
caracteriza por su originalidad.

El desarrollo físico-biológico se rige por leyes físicas. El desarrollo de la personalidad se


rige por normas morales. La personalidad se forma con una educación integral, que abarca:

La inteligencia — para conocer y distinguir la verdad. La voluntad — para querer el


bien. Las fuerzas físicas - pues “mente sana en cuerpo sano”.

La formación de la personalidad debe abarcar la vida entera, desde la niñez hasta la


vejez. En cada etapa de la vida se dan unas exigencias y unas obligaciones. El “método de las
generaciones”, del filósofo José Ortega y Gasset, es ilustrativo sobre el quehacer humano en
cada etapa de la vida.

La conciencia consiste, no sólo en conocerse uno mismo, es necesario el dominio sobre


uno mismo. El dominio de sí mismo y la responsabilidad sólo tienen sentido donde hay
libertad. Sólo quien es responsable es dueño de sí mismo.

La persona es fin de sí misma, nunca es medio para conseguir un fin superior a ella. El
fin es ella misma. El hombre es valor absoluto que la sociedad debe respetar. La sociedad está
hecha para el hombre, no el hombre para la sociedad. El hombre es social en cuanto está hecho
para convivir con los demás. El hombre no puede ser sacrificado a una abstracción, a un ideal:
ni a la raza, ni al Estado, ni al partido político, ni a la empresa, ni a una religión. Hay que
cuidarse del afán de dominio y de los instintos que se ocultan detrás de aparentes “ideales"
(genios financieros, líderes políticos o religiosos, figuras deportivas, reinas de belleza...).

3..Libertad — El tema de la libertad es uno de los problemas centrales de la reflexión


europea. La libertad es componente esencial del ser humano. Libertad es capacidad que tiene
la persona de disponer de sí misma, es decir, de auto- determinarse. Sólo se es persona siendo
libre. La libertad no es simple liberación o libertinaje. Es auto-determinación racional. La
libertad se rige por normas y valores. El hombre es dueño de sí mismo. Sólo quien es
responsable es dueño de sí mismo.

Hay que tener en cuenta dos condicionamientos:

- Los bio-psíquicos - o mecanismos biológicos de los instintos que son similares a los de
los animales, y dinámicas del desarrollo de la personalidad.

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* Los socio-culturales, es decir, la presión de las estructuras e instituciones sociales, ia
presión de las costumbres dominantes en el ambiente en que se vive.

La naturaleza espiritual del hombre tiene dos facultades: Inteligencia- que íe capacita
para conocer la verdad y los bienes que se le presentan; voluntad - por ella el hombre elige,
decide y actúa. El fundamento de la voluntad es la inteligencia, porque no podemos desear ni
querer lo que no conocemos.

Es de mucha actualidad la dialéctica entre bien personal y bien colectivo, el


individualismo y el colectivismo totalitario. Por eso se habla de libertad de derecho y libertad
de hecho. No es fácil encontrar el punto de equilibrio entre lo privado y lo público, lo personal
y lo político.

El hombre experimenta en su existencia concreta su doble condición de ser libre y sér


condicionado. El horizonte de posibilidades primordiales que se ofrecen al hombre es infiníto;
pero las posibilidades concretas que la historia le ofrece aquí y ahora son limitadas y parciales.
Ser libre es poder elegir. Pero elegir una de las posibilidades significa renunciar a (as demás
(si escojo ser abogado, renuncio a otras carreras). La elección lleva consigo una valoración: se
debe elegir un valor, no un anti-valor. La libertad va unida a la moralidad. La libertad no es el
valor supremo de la persona, es valor más alto la caridad. Caridad equivale a donación
constante de sí mismo a Dios y a los hermanos. Libertad y caridad no se contradicen, se
escalonan.

La verdadera libertad de auto-donación amorosa del propio ser. No se puede entender un


amor sin libertad, ni una libertad sin amor. El hombre se logra plenamente cuando no se cierra
sobre sí mismo, sino cuando sale de sí mismo para unirse a otros.

La libertad es facultad exclusiva de los seres inteligentes, porque la libertad es la


facultad de actuar o no actuar. La libertad humana no es absoluta: yo no puedo dejar de ser lo
que soy: soy hombre. No es total, porque ella me es dada, yo no soy el autor de mi libertad, es
libertad creada y no creadora, es humana y no divina. Es condicionada, se ejerce en una
situación determinada, en una realidad o circunstancia, pues el hombre es un ser situado. "Yo
soy yo y mi circunstancia” (Ortega y Gasset).

La sociabilidad no quita la libertad. El fundamento de la sociabilidad es la dependencia


de los demás. Toda persona es miembro de una comunidad, forma parte de grupos e
instituciones. La persona pertenece a una comunidad concreta (familia, patria, partido, etc.) y
también a la gran comunidad de los hombres, que son racionales. Cada persona tiene derechos
y deberes. Un hombre no puede ser explotado por otro hombre.

La persona se realiza en la unión con los demás. Cada persona debe colaborar a la
consecución del bien común. La colaboración está regulada por leyes y garantizada por la
autoridad. Toda persona está ligada al destino de su comunidad.

Cada vez es más clara la conciencia de interdependencia entre todos los hombres y todas
las naciones. La solidaridad no es un sentimiento, sino una convicción de ver al otro como un
semejante nuestro. Toda comunidad intenta conseguir el bien común. Los elementos
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esenciales del bien común están ligados a la naturaleza humana y a las características de cada
nación o pueblo. Ei bien común abarca a todo el hombre: a las exigencias del cuerpo y del
espíritu, busca la prosperidad material y el progreso espiritual.

El bien común es factor de estabilidad social. Actualmente aumenta la conciencia de qué


la paz es parte importante del bien común. El bien común hay que construirlo juntos, entre
todos. La calidad de vida es un derecho y una aspiración de los hombres. El hecho de ser liares
para elegir y decidir, compromete a luchar por el bien de todos.

La libertad suscita perspectivas fascinantes para la realización del propio ser. Es


privilegio y compromiso poder determinarnos a nosotros mismos. Decir que el hombre es libre
equivale a decir que tiene en sus manos su propio obrar y puede decidir su destino.

Elegir libremente implica liberarse de todo aquello que esclaviza la libertad (ignorancia,
miedo, superstición, ideologías políticas, etc). Ser libre es ir liberándose de todo lo que me
impide tener control sobre mí mismo. Es determinar mi propia existencia sin la presión
externa o interna que me impide ser yo mismo.

La libertad no es un fin en sí misma, sino que tiende a la comunicación con los demás.
La libertad compromete a luchar por los valores comunitarios: justicia, paz, acceso a la
cultura, a que haya justicia y progreso. La libertad no es ei valor supremo, pero sí la condición
para obtener los demás valores.

Ver la Declaración Universal de los Derechos Humanos (10-diciembre-1948)

Art. 1o, 2o, 3o. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos...
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad..,

Art. 18, 19, 20. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y
de religión...Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión... A la
libertad de reunión y de asociación pacíficas...

Es bueno recordar que mis derechos y libertades terminan donde comienzan los
derechos y libertades de los demás. La libertad no es derecho absoluto ni el primer valor entre
los seres humanos.

4.. Inmanencia y Trascendencia - La dimensión inmanente supone la riqueza de la auto-


conciencia. La persona puede dialogar consigo misma, conoce, elige, se sabe idéntica, ©recé
con la educación y con el cultivo de la virtud. Cada uno se sipnte fin y meta de su pensar y de
su actuar.

La persona no es un ser cerrado sobre sí mismo. Necesita abrirse al otro, al mundo


exterior, para realizarse como persona. Está abierta ai mundo, a otras personas, a la cultura, a
la política, a la religión. En esto consiste la trascendencia.

- Sale de sí misma al conocer otros objetos: trascendencia noética


- Al amar a otras personas: trascendencia volitiva.

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- Al vivir según normas y valores: trascendencia moral.
- Al orientarse hacia el Ser Supremo-Dios: trascendencia religiosa.
-
Teoría de las generaciones (José Ortega y Gasset)
La personalidad se forma a lo largo de la vida, desde la niñez hasta la vejez. Cada etapa
de la atiene tiene su distintivo y su tarea a desempeñar. El “método de las generaciones” del
filósofo Ortega y Gasset es ilustrativo. La duración de una generación se ha acortado
notablemente, debido a la aceleración histórica de nuestro tiempo. Cada quince años cambia el
cariz de la vida, la tonalidad histórica. La más plena realidad histórica es llevada por hombres
que están entre los 30 y 45 años, y los que están entre los 45 y los 60 años. Los primeros están
haciendo el mundo. Los segundos, viven instalados en el mundo que han hecho.

Los medios de comunicación imponen rápidamente modos y modas, formas de vivir, de


vestir, de comunicarse, de valorar. En una misma familia puede haber hermanos que
pertenecen a distinta generación. Porque tienen gustos y preocupaciones distintos, juguetes y
formas de divertirse distintas, distintas oportunidades y herramientas de trabajo. Ante, las
generaciones duraban io que era el promedio de la vida humana. Eran las generaciones de los
abuelos, de los padres, de los hijos. Los cambios históricos eran muy lentos.

Etapas según Ortega y Gasset:

Niñez - hasta los quince años.

Juventud - desde los 15 hasta los 30 años. - En estas dos etapas el hombre se da cuenta
del mundo en el que le toca vivir. Se forma, nada más.

Iniciación - de los 30 a los 45 años. El hombre empieza a reaccionar por cuenta propia
frente al mundo encontrado inventa nuevas ideas sobre los problemas del mundo: ciencia,
técnica, religión, filosofía, política. Hasta que se da cuenta de que el mundo innovado por él
está vigente, está hecho. Es la etapa creativa.

Predominio - de los 45 a los 60 maños. Mantiene el mundo creado por él en la etapa


anterior. Lo gobierna, lo defiende ante el ataque de los nuevos hombres que vienen empujando
y quieren cambiarlo.

Vejez — de los 60 años en adelante. Su papel es muy limitado en la historia. Se le jubila


de las tareas más activas. Son ya muy pocos en comparación con los hombres que están en
etapas anteriores. El anciano es un superviviente de una ’ r vida que murió hace 15 años.

Principios que regulan la vida social del hombre:

1.. Principio de solidaridad - la persona se realiza en unión con los demás; todos deben
contribuir con sus capacidades al bien común.

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2..Principio del bien común ~ es el fin ideal que la comunidad intenta conseguir. Deben
buscarlo los individuos y las autoridades. Es el conjunto de las condiciones sociales que
favorecen el desarrollo integral de las personas. Es factor de estabilidad social. El bien común
redunda en beneficio de los individuos. Se busca el progreso material y espiritual. La paz es
parte importante del bien común. La paz es indivisible: “o es de todos o no es de nadie”.

3.. Principio de subsidiariedad - La persona, las comunidades locales y los grupos


intermedios no deben perder su legítima autonomía. El Estado no debe sustituir la iniciativa y
la responsabilidad de las personas y grupos intermedios. La Iglesia se opone a todas las formas
de colectivismo (Uberiatis conscienciae-73).

4.. Principio de organicidad - La sociedad debe organizarse de abajo hacia arriba. Entre el
individuo y el Estado deben existir cuerpos intermedios que procuren fines humanos
específicos (sindicatos, cooperativas, comités, ligas campesinas, etc.). La sociedad civil se
organiza para algo que la supera: ia amistad, el incremento económico y cultural, el compartir
los dones, el procurar lo estético, etc.

5.. Principio de participación social - Participación razonable en ias responsabilidades,


cooperación para conseguir el bien común. Amenazas contra la participación: materialismo,
tecnocracia, oligarquías» centralismos.

6.. Destino universal de los bienes. Todos los hombres tienen derecho al uso de los bienes de
la tierra. Ese derecho lo satisface la propiedad: los bienes creados deben legar a todos en
forma equitativa. Hay diversas maneras de detentar la propiedad, pero “jamás debe perderse
de vista este destino universal de los bienes’'. Deben regir los principios de justicia y caridad.
"Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para el uso de todos los hombres y pueblos”
(Gaudium et spes-69). El propietario “no debe tener las cosas exteriores que legítimamente
posee como exclusivamente suyas, sino también como comunes”, es decir, “que no le
aprovechen a él únicamente, sino también a los demás”.

En las naciones desarrolladas, la Previsión y Seguridad Social, la cultura y la educación


pueden contribuir al destino común de los bienes. En pueblos menos desarrollados, hay
costumbres y tradiciones que aseguran a cada miembro los bienes absolutamente necesarios.

“La creación entera es para el hombre”. Hoy tienen importancia similar a la de la tierra la
propiedad del conocimiento, de las técnicas y del saber (Centésimus annus-32). “La
propiedad privada no constituye para nadie un derecho incondicional y absoluto”, por eso el
bien común exige a veces la expropiación (P0pulorum progtrressio-23; Gaudium et spes-71).

El trabajo es el origen de la propiedad individual. El trabajo humano es hoy más importante


para producir riqueza que la fecundidad natural de la tierra (como sucedía antes). Trabajar es
trabajar con otros y trabajar para otros, es hacer algo para alguien. Es trabajo el labrar el
campo y ejercitar las capacidades de iniciativa y el espíritu para crear empresas (Centésimus
annus-31-32).

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