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La teoría de los recursos incluye como requisito indispensable para impugnar una
resolución judicial, que exista un interés legítimo de la parte en dejar sin efecto una
resolución que objetivamente le perjudique por ser contraria al ordenamiento
jurídico vigente. Este interés se conoce también como agravio, perjuicio o
gravamen y va a ser el tema de la presente monografía. Al encontrarnos en curso
Doctoral sobre la casación penal, se dará un especial énfasis al tratamiento del
agravio en esta sede, sin olvidar la aplicación del mismo en otros remedios
procesales, así se analizará el papel que juega el agravio en todos los recursos y en
la actividad procesal defectuosa.
1
CH AVES RAMÍREZ, Alfonso Eduardo: Algunas notas sobre recursos, en "Ensayos de Derecho Procesal Penal",
San José, Escuela Judicial, 1990, p. 149; citado por Arce Víquez, (Jorge Luis); Los Recursos; Reflexiones sobre el
Nuevo Proceso Penal, Asociación de Ciencias Penales, pp 695, San José, Costa Rica, 1996.
1
Consecuentemente, a la partes les asiste el derecho a impugnar el acto
cuando exista un agravio, salvo, que sea obvia la improcedencia del alegato. Uno
de estos pocos supuestos puede darse cuando la parte invoque el defecto que
contribuyó a crear (nemoauditur propriam turpitudinem suam allegans).
El agravio no puede constituirlo el que la decisión sea contraria a los
intereses de la parte, dado que tal posición conllevaría a un proceso indefinido en
razón de que siempre va a existir una decisión contraria a alguna de las partes y ello
legitimaría que se continúe con los recursos indefinidamenmte. El agravio debe de
tratarse ya sea de un vicio in iudicando o in procediendo.
Es decir:
Dos son, por consiguiente, los requisitos para que concurra el interés que
autoriza a recurrir: por un lado, la invocación de un posible agravio procesal o
material para el impugnante de la resolución recurrida. Por otro lado, que el recurso
aparezca como capaz de remediar ese agravio. Fuera de esas circunstancias
(perjuicio jurídico, procesal o material) no puede intentarse un recurso, de modo
que puede considerarse existente en materia procesal una cláusula general que
prohíbe actuaciones superfluas, inútiles, de índole puramente académica, en el peor
de los casos, contrarias a los verdaderos intereses de quien está facultado, en
abstracto, para ejercerlas. Ello lleva a determinar que el perjuicio debe ser efectivo
e inmediato.
2
pretensión; es el agravio que el fallo causa al recurrente; lo que la doctrina conoce
como el Interés en recurrir.
De tal forma que carece de interés para interponer una impugnación, ya sea
en la forma o en el fondo, contra auto o sentencia, quien no ha sufrido agravio con
el fallo dictado o dicho en otros términos quien ha visto su pretensión satisfecha.
El vicio que se alega debe ser esencial, y para ello se requiere que cause una
afectación en los derechos de quien lo reclama. Lo que la doctrina determina como
el interés que tiene la parte para la impugnación.
3
siempre que existe una diferencia entre lo que se ha solicitado al tribunal y lo que
este ha otorgado.
4
En este sentido ver: UNA NUEVA VISION DEL RECURSO DE CASACION POR EL FONDO;
Salazar Rodríguez; (Luis Alonso). El Recurso de Casación Penal por el Fondo. Un análisis
Jurisprudencial. Tesis para optar por el grado de Licenciado en Derecho. Universidad de Costa Rica. 1994.
4
recurrente, en su declaratoria. La nulidad por la nulidad misma ha dejado de existir
en nuestro derecho tal y como jurisprudencialmente se ha resuelto en múltiples
oportunidades.
En otras ocasiones, la Sala determinó que los alegatos sobre posibles vicios
in procedendo deben resolverse antes que los vicios in iudicando, pero sin hacer
mayores consideraciones del fundamento de ese proceder, así, refiere:
5
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia, Voto Voto Nª 118-91
6
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia, Voto Voto Nª 177-91
5
punto se ha dado, ha variado a lo largo de las diversas leyes que han estado vigente.
Brevemente se analizará lo más relevante de las últimas normas Procesales.
“...tal exigencia subsiste tanto de una interpretación global del Código, como
de la doctrina y la jurisprudencia…”7
“Las partes sólo podrán impugnar las decisiones judiciales que les causen
agravio, siempre que no hayan contribuido a provocarlo. El recurso deberá
sustentarse en el reproche de los defectos que causan la afectación”.
7
Chávez Ramírez, Alfonso Eduardo. Algunas notas sobre recursos, en “Ensayos de Derecho Procesal Penal”, San
José, Escuela Judicial, 1990, p. 149.
8
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia, resolución 4-F de 9:45 horas del 8 de enero de 1988.
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limitan el ejercicio del derecho conferido al sujeto para recurrir en concordancia
con el artículo 2 del Código Procesal Penal9.
“…la sola posibilidad de que ese agravio exista es suficiente para permitir
que el sujeto potencialmente agraviado pueda plantear su recurso…”10
El tema del agravio es uno de los que con mayor frecuencia se han abordado
a nivel jurisprudencial en Costa Rica, su importancia medular dentro de la teoría de
las impugnaciones (recursos y actividad procesal defectuosa), hacen del extremo un
aspecto obligado en prácticamente cada voto, tanto de los Tribunales de Casación
Penal como de la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia entran a estudiar.
9
Deberán interpretarse restrictivamente las disposiciones legales que coarten la libertad personal o limiten el ejercicio
de un poder o derecho conferido a los sujetos del proceso. En esta materia, se prohiben la interpretación extensiva y la
analogía mientras no favorezcan la libertad del imputado ni el ejercicio de una facultad conferida a quienes intervienen en
el procedimiento.
10
Jiménez Vásquez, Carlos María. Esquema del nuevo proceso penal. 1998, 1 edición. Editorial Jurídica
Continental. P. 28.
7
“…Fernando de la Rúa, al definir qué se entiende por fundamentar, señala:
“…es el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los cuales el juez
apoya su decisión y que se consignan habitualmente en los “considerandos” de la
sentencia. Motivar, es fundamentar, exponer los argumentos fácticos y jurídicos
que justifican la resolución…” (DE LA RUA, Fernando. “El Recurso de Casación
Penal en el Nuevo Código Procesal Penal de La Nación”. Ediciones Depalma.
Buenos Aires, Argentina. 1994). Por consiguiente, cuando se alega falta de
fundamentación de la sentencia, se debe especificar cuáles fueron los aspectos que
el A quo, teniendo el deber de valorar, no lo haya hecho, así como la afectación
producida con tal omisión, lo que comúnmente se conoce como “agravio”..”11.
11
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia; Voto Nª 1162-2008.
12
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia; Voto Nª 1240-99.
8
exposición del Tribunal se convertiría seguramente en un simple relato doctrinario
y abstracto”13
13
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia; Voto Nª 842-98
14
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia; Voto Nª 798-99
15
Ibídem
9
establece que no mediaba interés de parte de este sujeto procesal para impugnar
pues el fallo se ajustó a sus pretensiones. Con fundamento en lo anterior se declara
inadmisible el recurso…” 16
10
procedimiento especial para la revisión de la sentencia, cuando esta no ha sido
dictada mediante el debido proceso u oportunidad de defensa, artículo 8 inciso g
del Código Procesal Penal, o por cualquiera de los otros motivos que con amplitud
prevé nuestra legislación para revisar, enmendar o reparar el error judicial que ha
agraviado al condenado En este sentido la jurisprudencia ha venido señalando que:
una nulidad procesal sólo se decreta cuando el vicio en que se incurre cause
indefensión o no pueda ser subsanable. El principio de la nulidad por la nulidad
misma no es de aceptación actualmente, pues inclusive admite la doctrina que una
nulidad, aunque absoluta, si su declaratoria no envuelve ningún interés procesal, no
debe efectuarse…18”
“…De conformidad con lo dicho y considerando una vez más que no cabe
duda de que la deponente fue M. B. J., resulta evidente que la videoconferencia es
un método que salvaguarda el principio de inmediación, que permite el adecuado
ejercicio del derecho de defensa y garantiza la vigencia del contradictorio, e
igualmente resulta compatible con el principio de oralidad. Por todas esas razones
estima esta Sala que su utilización no implica menoscabo alguno para las garantías
procesales que protegen al imputado y, en ese sentido, se trata de una herramienta
cuyo uso no le causa agravio…”20
“…En el presente asunto, se solicitó (ver folio 1 del respectivo legajo) que se
recibiera anticipadamente la declaración de Jaffee, pues ella avisó que se iría del
país. Lo que sucede es que no consta en el legajo que la solicitud haya sido
resuelta, pero ello no ha implicado agravio alguno para el encartado, pues la
declaración de la perjudicada, si bien fue transmitida desde fuera del territorio
nacional, se recibió en suelo costarricense, esto durante el juicio, fase en que se
respetaron plenamente los principios de inmediación, continuidad, oralidad y
18
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia; Voto Nª 00171-2007
19
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia; Voto Nª 00682-2007
20
Ibídem
11
contradictorio, por lo que se garantizó al justiciable su ejercicio del derecho de
defensa…”21
“…Si la parte actora civil se siente agraviada porque se absuelve por certeza
y no por duda, debe fundamentar su reclamo, indicando el perjuicio (agravio) que
le causa esa resolución….”22
“…Valga la oportunidad para aclarar que con lo que aquí se resuelve, esta
Sala modifica lo dicho en el precedente 850-05 de las 11:40 horas del 29 de julio
último y la restante jurisprudencia que ha interpretado que si un defensor debe ser
sustituido en un debate que ya está en curso, no se ocasiona agravio si se le obliga a
asumir la causa en el estado en que se encuentra al momento en que se apersona,
limitándose a conceder el plazo para informarse de la causa y de la prueba ya
recibida en juicio. Lo cierto es que el derecho de defensa es esencial y atañe a la
estructura y legitimación misma del proceso penal en un estado de derecho y no
puede estar supeditado su respeto, a la celeridad y premura por continuar un debate.
Si el juicio es oral y si rige el principio contradictorio, una defensa técnica digna
tiene que recibir directamente la prueba y poder contradecirla en la actualidad de su
recepción, de manera que no es posible obligar a un defensor que se apersona en
esas condiciones, a escuchar grabaciones de testimonios ya rendidos sin su
presencia y a revisar las actas del debate de las audiencias ya realizadas, para poder
asumir así el juicio en el estado en que se encuentra…”23
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esta Sala que vino a dimensionar los verdaderos alcances de la legislación en torno
al tema de la nulidad de los requerimientos de elevación a juicio: “La nulidad del
requerimiento fiscal ha llegado a tal magnitud en nuestro país, que el año pasado
representó la segunda causa, en orden de importancia numérica, por la que se
suspendieron juicios en el mismo acto del debate, mientras que la
incomparecencia del imputado fue la primera causa. Esos datos reflejan que en
esta materia es posible que exista una actitud negligente de los Agentes Fiscales al
momento de formular los requerimientos de elevación a juicio, ante la reiteración
de las nulidades de esa pieza por defectos en la redacción; o bien que nuestros
Tribunales Superiores, y Jueces Penales son demasiado exigentes al examinar la
redacción; o, finalmente, estén ocurriendo ambos problemas al mismo tiempo. Una
cosa es cierta: se impone reiterar la necesidad de que nuestros Jueces examinen
con mucho detalle el asunto antes de proceder a citar a juicio a las partes, para
que no dejen posibles nulidades ocurridas en la instrucción para ser declaradas
con lugar durante el curso del debate, sea meses después de haber recibido la
causa, cuando ya todos los ciudadanos involucrados en el juicio han sido
convocados por el mismo Tribunal, con las nocivas consecuencias para ellos y
para la administración de justicia, al tener que suspender el procedimiento y
reenviar el asunto a instrucción, y ante los graves atrasos que implica. IIIº.- En lo
que se refiere al problema jurídico es necesario resaltar que esta Sala
reiteradamente ha afirmado que la existencia de un vicio en el procedimiento, aún
cuando constituya una nulidad absoluta, no debe declararse como tal cuando no
exista interés procesal en hacerlo (Véanse, por ejemplo, Casaciones Nº 261-F de
las 9:50 hrs. del 20 de diciembre de 1985; Nº 208-F de 9:45 hrs. del 7 de agosto de
1987; Nº 330-F de las 9:00 hrs. del 9 de noviembre de 1990; y Nº 83-F de 8:55 hrs.
del 20 de marzo de 1992). Ahora bien, falta ese interés en aquellos supuestos en los
cuales la repetición del acto viciado no trae ninguna ventaja procesal para la parte
que la alega, o para el objeto del procedimiento. Ese interés procesal está
circunscrito al acto viciado, y no debe confundirse con el interés de la parte en que
se repitan otros actos del procedimiento que le son adversos. Por un lado ello
constituye una garantía de que el examen sobre el interés en decretar la nulidad se
realice sobre los actos cuestionados, y no sobre otros actos del procedimiento que
como consecuencia pueden ser anulados. Así, por ejemplo, si la parte solicita la
nulidad del auto de citación a juicio, debe examinarse el interés en que se
reproduzca esa resolución, pero no en que se repita la sentencia adversa. Por otra
parte, ese límite evita la nulidad por la nulidad misma y el excesivo formalismo,
sobre todo en aquellos casos en que la repetición del acto viciado no se traduce en
alguna garantía para el objeto del procedimiento o para las partes. Sin embargo,
estas restricciones no han sido suficientes para evitar el excesivo uso de la sanción
de nulidad frente a requerimientos fiscales defectuosos. Ello hace necesario que la
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Sala resalte ahora otro requisito más para que las nulidades puedan ser
decretadas, y que también se deduce de nuestro ordenamiento jurídico. Las
nulidades, incluso las absolutas, no deben ordenarse en aquellos casos en que sea
posible subsanar los vicios sin necesidad de repetir todo el procedimiento, y es
precisamente lo que ocurre con las irregularidades en la redacción del
requerimiento, como veremos. IVº.- Es cierto que en los artículos 341, 344, y 412
del Código de Procedimientos Penales se establece que los requerimientos fiscales
y los autos de elevación a juicio deben contener, bajo pena de nulidad, una
relación clara, precisa, circunstanciada y específica del hecho acusado. Una
interpretación automática de esas normas, con prescindencia de un análisis
ponderado del entero sistema procesal penal, nos conduce a afirmar,
inflexiblemente, que cualquier defecto en la redacción de esas piezas debe ser
corregido sólo con la nulidad, es decir ordenando corregir el acto viciado por
medio de su repetición, para lo cual deben retrotraerse los procedimientos a la
fase de instrucción, con todas sus consecuencias. Pero esa aplicación automática
de esas normas olvida y deja de lado otras importantes disposiciones que permiten
corregir los defectos y las omisiones en la redacción de la acusación, sin necesidad
de retrotraer los procedimientos a la fase instructiva. En efecto, nuestro sistema
procesal penal prevé varios tipos de vicios en la redacción del requerimiento fiscal
de elevación a juicio o citación directa, y distintas soluciones para cada caso. En
primer término todos los posibles defectos y omisiones del requerimiento fiscal
pueden ser subsanados por el auto de elevación a juicio, cuando éste realiza
también una descripción circunstanciada del hecho, por haberse opuesto la
defensa. En esas circunstancias, cualquier defecto de la acusación puede ser
corregido por el instructor, ya que ambas piezas (el requerimiento y el auto de
elevación a juicio) constituyen la base de la acusación. Es por ese motivo que el
artículo 370 del Código de Procedimientos Penales establece que la intimación
durante el debate debe hacerse ordenando la lectura del requerimiento fiscal "...y
en su caso, del auto de remisión", cuando éste constituya un complemento de
aquel. Por esa misma razón el artículo 376 ibídem dispone que el requerimiento no
debe ser ampliado, cuando el hecho omitido en la acusación está contenido en el
"auto de remisión". En consecuencia, aún frente a omisiones o defectos graves en
la descripción del hecho contenida en el Requerimiento Fiscal, nuestro sistema no
prevé la nulidad si el auto de remisión subsana los defectos. Se trata de un primer
caso donde se evidencia que no debe aplicarse automáticamente la nulidad
prevista en el artículo 341 citado. En segundo lugar, debemos mencionar como
casos en los cuales tampoco procede la aplicación automática de la nulidad,
cuando la acusación (sea tanto el requerimiento como el auto de elevación a juicio
si lo hubiere) omite describir una circunstancia que agrave el delito, como sería
por ejemplo no mencionar que el imputado era el Director de una Escuela, de la
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cual se le acusaba haber sustraído bienes, lo que podría convertir el hecho de
hurto a peculado; o bien omite describir un hecho que integre el delito
continuado, sobre todo en esos casos en que existen reiteración de delitos en
perjuicio de muchos ofendidos, como las estafas múltiples cuando no se describe
uno o varios de los hechos que constituyen unidades delictivas. Frente a omisiones
tan graves como esas en la descripción del hecho acusado, a pesar de no existir
una relación clara, precisa, circunstanciada y específica del hecho, nuestro
sistema procesal no dispone la nulidad automática como solución del vicio. Al
contrario, señala el artículo 376 ibídem que en estos supuestos el Fiscal puede
ampliar la acusación, y si lo hace debe recibírsele declaración al imputado sobre
los nuevos hechos que integran la acusación, con posibilidad para la defensa de
solicitar una suspensión del debate por un plazo razonable que no puede exceder
de diez días, cuando ello sea absolutamente necesario para ofrecer nueva prueba o
preparar la defensa. Este posible "atraso" evidentemente no resulta significativo
frente a las consecuencias provocadas por una nulidad de todas las actuaciones de
la etapa de juicio, y posibilita que sean recibidos todos los testigos y peritos que se
hubieren hecho presentes en la audiencia oral, sin necesidad de esperar meses,
incluso en algunos casos años, para que vuelva a celebrarse el debate. En tercer
lugar, otra posibilidad que establece nuestro sistema procesal es que del debate
resulte que el hecho es diverso del enunciado en la acusación. Esta fórmula parte
del supuesto de que el hecho acusado sea totalmente distinto al que se evidenció
durante el debate, por ello la solución que establece nuestro Código es que el
Tribunal debe remitirle las actuaciones al Ministerio Público para que formule de
nuevo una requisitoria (Artículo 397 in fine del Código de Procedimientos
Penales). Pero obsérvese que se trata de un caso en que el hecho resultó diverso,
es decir diferente al que fue objeto de la acusación, en que se justifica
prácticamente reiniciar todo el procedimiento de nuevo. En tal supuesto -como lo
hace ver Nuñez- deben remitirse los antecedentes al Agente Fiscal para que, si lo
considera procedente, requiera la instrucción o practique la información sumaria,
es decir para que inicie todo de nuevo, porque en relación con el hecho no ha
existido proceso (NUÑEZ, Ricardo. Código Procesal Penal. Lerner, Córdoba, 2º
edición, 1986, p.386, 387). Vº.- Como puede apreciarse, nuestro sistema procesal
prevé diferentes vicios en la descripción de los hechos acusados, los cuales no
necesariamente remedia con la nulidad. En ninguno de los supuestos citados se
regula la situación, muy frecuente en la práctica, de aquellos casos en que la
descripción del hecho no falta, sino que contiene algunas diferencias con lo que
resulta de la prueba. Nos referimos al vicio de redacción defectuosa o errónea al
momento de describir el hecho o alguna de sus circunstancias esenciales, aunque
no necesariamente agraven el delito. Frente a una irregularidad de esa naturaleza
nuestros Tribunales han venido aplicando la nulidad automática señalada en los
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artículos 341 y 344 del Código de Procedimientos Penales, pues les ha bastado
comprobar que el requerimiento o el auto de elevación a juicio no contienen una
relación clara, precisa, circunstanciada y específica del hecho, para que en su
criterio se justifique repetir el acto, regresando el procedimiento a la fase de
instrucción. Esta solución, además de resultar perjudicial para la administración
de justicia, para el objeto del proceso, para las partes, y para los ciudadanos, en
realidad no está reconocida en nuestro ordenamiento jurídico, si analizamos
cuidadosamente los tres supuestos anteriores. En efecto, resulta un absurdo
concluir por la nulidad cuando el hecho está mal descrito, si nuestro Código
Procesal señala que no debe anularse el requerimiento cuando falta totalmente un
hecho de trascendencia al extremo de constituir una circunstancia agravante o
integre el delito continuado. Se trata de un absurdo porque estaríamos admitiendo
que ante un vicio más grave, como sería omitir una circunstancia agravante o un
hecho que integre el delito continuado, el problema pueda ser corregido durante el
curso del mismo debate, mediante la ampliación de la acusación y de la
intimación; pero que ese mismo procedimiento correctivo no lo podamos aplicar
cuando se trata de errores en la redacción y en la descripción del hecho, es decir
en vicios que podrían lesionar menos que los primeros el derecho de defensa.
Desde ese punto de vista es necesario integrar la interpretación de estos
correctivos, para señalar que el propósito del legislador fue que la actividad
defectuosa del Ministerio Público se corrigiera, pero de manera que afecte lo
menos posible el mismo derecho de defensa, pues los retardos que ocasionan las
constantes nulidades de los requerimientos fiscales, finalmente se traducen en un
perjuicio para la propia investigación, y para los ciudadanos en general, ofendidos
o no con el delito, que demandan justicia pronta y cumplida, pero sobre todo para
el propio acusado, quien desea que se resuelva su situación jurídica lo más pronto
posible. En consecuencia no debe recurrirse a la nulidad automática cuando
encontremos errores en la redacción del requerimiento fiscal corregidos por el
auto de elevación a juicio. Tampoco debemos aplicar la sanción de nulidad frente
a requerimientos mal redactados, confusos, equívocos en la descripción del hecho.
En tales supuestos, lo que procede es aplicar los correctivos establecidos en
nuestro sistema procesal, por medio del cual es posible para el representante del
Ministerio Público realizar una acusación supletoria, corrigiendo los defectos que
estime son esenciales, para que se le otorgue la oportunidad al imputado y a su
defensa de contestarlos adecuadamente. En ese sentido debe proceder a formular
oralmente la corrección en el curso del propio debate, de lo cual se dejará
constancia en el acta, precisando con cuidado los cambios que se le hacen a la
acusación. Si el hecho que motivó la corrección del requerimiento ya se desprendía
de la propia instrucción, la defensa no habrá sido tomada de sorpresa, pues fue
invitada durante varios actos procesales previos al debate para que examinara
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todas las actuaciones y resoluciones del expediente; y si el hecho surge en el curso
mismo del debate, siempre tendrá, como en el primer caso, la posibilidad de
solicitar la suspensión del mismo hasta por diez días, para prepararse
adecuadamente o bien para ofrecer nueva prueba, si fuere necesario. Como bien se
señala en doctrina, "... es posible de este modo ampliar durante el juicio el tema de
la discusión, en nombre de una exigencia de economía procesal. Es decir, se
piensa que sería un excesivo dispendio de energía procesal y sería peligroso para
la investigación de la verdad de los hechos si se debiese remitir todo al Fiscal para
iniciar ex novo un segundo procedimiento. Es ésta la hipótesis de la llamada
notificación oral supletoria, en la que falta una notificación escrita de la
acusación, mientras que en la hipótesis normal la notificación oral en el juicio
(que debe siempre tener lugar) sirve para esclarecer e indagar sobre los términos
de la notificación escrita" (BETTIOL, Giuseppe. Instituciones de Derecho Penal y
Procesal. Bosch, Barcelona, 1977, pp. 258 y 259). Lo importante es que esas
variantes fácticas en la acusación sean adecuadamente imputadas al acusado, y se
le permita declarar, así como defenderse de ellas. El correctivo tiende
precisamente a garantizarle su derecho de defensa, puesto que de lo contrario se
violaría también el principio de correlación entre la acusación y la sentencia. Esta
acusación correctiva es particularmente desarrollada por la jurisprudencia y por
la doctrina italiana, con sustento en los dispositivos del Código Procesal Penal de
1930, del cual el nuestro tomó sus bases, por medio de la versión cordobesa
(Particularmente véanse las siguientes monografías específicas sobre el tema:
SANSÓ, Luigi. La correlazione tra imputazione contestata e sentenza. Giuffré,
Milano, 1953, en especial pp. 367 ss.; BRICHETTI, Giovanni. La modificazione
dell'acussa nell'istruzione e nel giudizio penale. Jovene, Napoli, 1956, en especial
pp. 191 ss.; y LEMMO, Elio. L'accusa suppletiva nel dibattimento penale. Giuffré,
Milano, 1972, en especial pp. 31 a 195. Entre los argentinos, el tema de la
ampliación de la acusación lo desarrolla particularmente TORRES BAS, Raúl
Eduardo. El procedimiento penal argentino. Lerner, Córdoba, 1987, tomo II, pp.
396 ss.) VIº.- Ante la posibilidad de que también incurramos en un uso excesivo de
este mecanismo por medio del cual es posible corregir los defectos en la redacción
de los requerimientos fiscales, conviene agregar que los vicios deben ser
esenciales para que justifiquen ser corregidos, es decir debe ser de tal magnitud
que incidan en la labor de defensa del imputado, pues la verdad es que la
acusación no tiene que describir en forma idéntica el hecho básico tenido por
demostrado en la sentencia. Cuando se habla del principio de correlación entre
acusación y sentencia, se ha querido establecer un marco fáctico, como límite de la
actividad jurisdiccional, en resguardo de los derechos del acusado, en especial del
derecho de defensa. La acusación constituye el límite de su juzgamiento. Al
respecto se señala que "...la voz correlación no es utilizada aquí como sinónimo de
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identidad o adecuación perfecta en toda su extensión .No se extiende más allá de
los elementos fácticos esenciales y de las circunstancias y modalidades realmente
influyentes en ellos hasta el punto que la defensa haya podido ser afectada si la
sentencia condenatoria se aparta de ese material..." (CLARIA OLMEDO, Jorge A.
Tratado de Derecho Procesal Penal, Ediar, Buenos Aires, 1960, tomo I, p.508).
No se puede exigir una identidad absoluta porque ello resulta prácticamente
imposible. Como bien se agrega, "...no es preciso que exijamos una identidad
absoluta o matemática entre los dos términos de la correlación, hasta el extremo
de que deba referirse a las menores modalidades de la conducta humana,...vale
decir, que la identidad de que se trata es naturalmente relativa: atañe a los
elementos fácticos relevantes... es admisible la diversidad entre ambos actos,
siempre que ello no implique privar a aquél de su defensa." (VELEZ
MARICONDE, Alfredo. Derecho Procesal Penal. Lerner, Córdoba, 1982, tercera
edición, primera reimpresión, tomo II, pp. 238, 239, 240).Se trata de buscar un
justo equilibrio para establecer cuándo debemos recurrir a los correctivos de la
acusación y cuando no. Ese parámetro será siempre el derecho de defensa .En tal
sentido se afirma con propiedad que "la base de la interpretación está constituida
por la relación del principio con la máxima de la inviolabilidad de la defensa.
Todo aquello que, en la sentencia, signifique una sorpresa para quien se defiende,
en el sentido de un dato, con trascendencia en ella, sobre el cual el imputado y su
defensor no se pudieron expedir, cuestionarlo y enfrentarlo probatoriamente,
lesiona el principio estudiado" (MAIER, Julio. Derecho Procesal Penal
Argentino. Hammurabi, Buenos Aires, 1989, Tomo I, Volumen b, p.336). Por el
contrario, aquellos datos fácticos intrascendentes desde el punto de vista
defensivo, no justificarán utilizar la ampliación de la acusación como correctivo,
porque no existe vicio procesal que lo justifique. Recordemos en tal sentido el
requisito del interés procesal para corregir un vicio en el procedimiento.Desde
luego, tampoco se justifica utilizar el correctivo de la ampliación de la acusación
en aquellos supuestos en que el cambio favorezca la posición de la defensa. "Lo
que no es necesario, por el contrario, es la indicación de las circunstancias
atenuantes o de todo lo que atenúa de cualquier modo el peso de la acusación,
pudiendo el juez tener presente todo lo que alivie la posición del imputado
independientemente de que se le haga una comunicación al mismo", es decir con
independencia de que ello estuviere descrito en la acusación (BETTIOL, Giuseppe.
Op. cit. p. 256). Desde luego, en aquellos casos en que se dude sobre la posible
afectación al derecho de defensa del imputado, lo recomendable es que se proceda
a ampliar la acusación, y sobre los cambios se le reciba nueva declaración al
imputado, con la posibilidad de suspender el proceso si fuere indispensable para
preparar la defensa u ofrecer nuevas prueba”. El subrayado es suplido (SALA
TERCERA, 137-f-92 de las 9:10 hrs. del 4 de abril de 1992). Esta sentencia marcó
18
un hito jurisprudencial en torno al tema de las nulidades, utilizando el concepto de
que no se debe decretar la nulidad por la nulidad misma, término que ya en el
año de 1971 había sido adoptado por el Tribunal Superior Civil de San José (T.S.C.
de San José, No. 256-71, citada por HERRERA CASTRO, Luis Guillermo, Las
nulidades en el proceso civil: doctrina, legislación y jurisprudencia, Tesis U.C.R.,
1973, p. 245). La sentencia comentada fue remitida en circulares a todos los
tribunales y despachos judiciales del país, transformando la manera en que se venía
aplicando la legislación relativa a la nulidad y el interés procesal en su decreto. Este
amplio proceso de concientización de los operadores judiciales sobre las
posibilidades de saneamiento de actuaciones procesales defectuosas culminó con
una publicación de la Escuela Judicial, que todavía hoy sigue siendo citada por
tratadistas de connotación internacional (CRUZ CASTRO, Fernando, La nulidad
por la nulidad, la justicia pronta y cumplida y la vigencia del formalismo procesal,
Escuela Judicial San José, 1994. BINDER, Alberto, El incumplimiento de las
formas procesales, Ad Hoc, Buenos Aires, 2000, p. 84). La entrada en vigencia del
Código Procesal Penal en el año de 1998 en nada afectó la aplicación de los
principio contenidos y desarrollados por esta sentencia, que como se indicó arriba
ya se encontraban presentes en la legislación anterior. La misma no hace sino darle
eficacia al articulado del Código de Procedimientos Penales, distorsionado por una
práctica judicial alejada del concepto de agravio, y del principio de Pas de nullité
sans grief -no hay nulidad sin agravio- (cfr. VESCOVI, Enrique, Teoría General
del Proceso, Temis, Bogotá, 1984, pp. 298-304). El Código de Procedimientos
Penales ya recogía los principios de necesidad de agravio, de finalidad del acto, de
saneamiento y de eliminación de las causas de nulidad, principios que se dejaron de
aplicar por parte de nuestros tribunales”.24
24
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia; Voto Nª 00984-2003
19
Título II
LOS RECURSOS EN EL PROCESO PENAL COSTARRICENSE y SU
RELACIÓN CON EL AGRAVIO:
20
El origen de la apelación se ubica en el instituto romano de la “provocatio ad
populum”27 la cual era concebida únicamente para ciudadanos romanos y limitada a
condenas graves. Posteriormente, en el derecho romano imperial, el emperador
delega la función de juzgar, lo que conllevó un control de éste a través de los
recursos pero el recurso no estaba pensado a favor del recurrente sino que era un
control de la labor que el emperador había entregado en sus súbditos. Se trataba, en
síntesis, de verificar que el mandato dado por el monarca al delegado se cumpliera
en los términos en que había operado la delegación.
27
Ayan, Manuel. Op. Cit. Págs. 29, 30.
28
Ayan, Manuel. Op. Cit. Pág. 30.
21
En 1825 se expide lo que se llamó la Ley fundamental del Estado Libre de
Costa Rica en ella se establecía la división tripartita de poderes con el judicial a
cargo de la Corte Superior de Justicia, en ésta se reguló la nulidad pero solo para
los actos de los jueces inferiores que hubieren cometido alguna irregularidad en el
ejercicio de sus funciones, para los procesos se crearía una ley especial.
22
En la carta magna actual del 7 de noviembre de 1949, contiene una
disposición general sobre la administración de justicia en el numeral 41, en el
numeral 129 es que se establece la base de un régimen de nulidades procesales,
todos los actos procesales contrarios a la ley son nulos, destaca varios principios
generales relativos a los actos procesales que tienen carácter de garantía.
Los recursos son los medios acordados en la ley procesal, que permiten a las
partes tener la potestad de solicitar que el mismo tribunal que dictó la resolución, o
uno de superior jerarquía, la revise total o parcialmente, con el fin de anularla o
modificarla.
Julio Mier, analizando la Ordenanza Procesal Penal Alemana, refiere que los
recursos son los medios que la ley brinda a quienes intervienen en el procedimiento
—con exclusión del juez o tribunal— para atacar resoluciones jurisdiccionales que
les son desfavorables provocando un nuevo examen en los límites del agravio
expresado, a fin de obtener, su eliminación o modificación y, de esa manera, un
pronunciamiento favorable29.
29
Mier, (Julio B). La Ordenanza Procesal Penal Alemana. Volumen II, Ediciones Depalma. Buenos Aires.
1982. Pág. 255.
30
Convención Americana de Derechos Humanos, artículo 8.2.
23
Que se haga un re-examen de la decisión limitadamente a los puntos a que se
refieren los agravios para obtener su eliminación o modificación y un
pronunciamiento más favorable de haber agravio real.
“…Las partes solo podrán impugnar las decisiones judiciales que les causen
agravio...”.
31
Manzini, V., Tratado de derecho procesal penal (BS. As. 1954, ed. castellana de Ediciones Jurídicas Europa-
América , Trad. de Sentis Melendo y Ayerra Redín), V.4.
32
Leone, C. Tratado de derecho procesal penal (Bs. As., 1964, ed. castellana de Ediciones Jurídicas Europa-América,
trad. de Sentis Melendo). III, 3.
33
Leone, G. Tratado. Cit., III, 4, nota 3.
34
Del Pozzo., C.U. Le impugnación penali (Padova, 1951, ed. Casa Editen Dott, Antonio Milani), 52.
35
De la Rúa, Teoría General del Proceso. Ediciones Depalma, Buenos Aires. 1991. Pág.186.
36
Sobre el punto ver: Voto N° 00554-2001, Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia.
24
Bajo esta denominación se hará referencia al marco regulador de todos los
recursos. Como principios que son, no necesariamente han de estar plasmados
normativamente pero, en el caso costarricense, sí lo están:
37
Código Procesal Penal. Artículo 422. “Reglas Generales. Las resoluciones judiciales serán recurribles
sólo por los medios y en los casos expresamente establecidos. El derecho de recurrir corresponderá sólo
a quien le sea expresamente acordado. Cuando la ley no distinga entre las diversas partes, el recurso
podrá ser interpuesto por cualquiera de ellas.”
25
La impugnabilidad subjetiva está referida a que sólo las partes
que se han visto perjudicadas con la resolución pueden recurrirla. Este término se
refiere al poder de recurrir que se otorga únicamente a determinados sujetos
procesales. También se recoge este principio en el numeral 424, al indicar que:
“Las partes solo podrán impugnar las decisiones judiciales que les causen
agravio...”
38
También conocida como: prohibición de la reformatio in peius.
26
Esta prohibición de reforma en perjuicio opera, fundamentalmente, en las
sentencias más no en otro tipo de resoluciones siendo la razón básica, que en la
sentencia la situación se resolvió sin posibilidad de llegar más allá que el recurso de
apelación, mientras que en el resto de resoluciones el punto no es decisivo dado que
aún la valoración final del asunto en forma integral no se ha dado, sino hasta el
momento de la sentencia. Igualmente la no reforma en perjuicio está motivada en el
análisis general que ha hecho el juez, cosa que no puede realizar el órgano revisor
en razón de que el recurso limita su competencia.
27
“…la expresión “efecto devolutivo” proviene del período del procedimiento
extraordinario del derecho romano, en el cual se consideraba que como los
magistrados inferiores ejercían su competencia en carácter de delegados de
magistrados provistos de superior jerarquía y éstos, a su vez, por delegación del
Emperador a quien correspondía la competencia del juez inferior, quien no tenía la
posibilidad de innovar con respecto a la materia decidida hasta tanto recayera
pronunciamiento en el recurso…”39
39
Palacio Lino, Enrique. Los recursos en el proceso penal. Editorial Abeledo-Perrot. Buenos Aires,
Argentina. 1998. Pág. 26.
28
confirme el pronunciamiento del órgano de inferior grado. Por ejemplo en el caso
de una sentencia condenatoria en donde se ordene la restitución de bienes, ésta
operará hasta que la sentencia adquiera firmeza. Por ello, basta la interposición del
recurso correspondiente para que la orden de restitución o la de inscripción de esa
decisión en el Registro Judicial de Delincuentes no puedan ejecutarse.
29
mencionado efecto, además se extiende ipso iure, sin necesidad, por lo tanto, de
que lo requiera la parte no recurrente…”40
Nuestro Código Procesal Penal extiende los efectos del recurso presentado
por el demandado civil a la responsabilidad penal siempre que incida en ésta. Se
trata de que el demandado civil no sea el mismo acusado ya que eso implicaría que
también presentó recurso de casación –al menos la lógica conlleva a pensar eso-.
Resulta importante considerar varias opciones:
40
Palacio Lino, Enrique. Op. Cit. Págs. 27, 28.
41
Barbera de Riso, María Cristina. Los Recursos Penales. Lineamientos. Editorial Mediterránea, Córdoba,
Agentina. Pág. 28.
42
Barbera de Riso, María Cristina. Op. Cit. Pág. 29.
30
las partes (actuación tardía), comprendiendo entre estas últimas a sus representantes
legales, mandatarios y defensores en general.43
Como regla general el artículo 422 del Código Procesal Penal señala que:
“Las resoluciones judiciales serán recurribles sólo por los medios y en los
casos expresamente establecidos".
43
Jiménez Asenjo, Enrique. Derecho Procesal Penal. Ed. Revista de Derecho Privado. Madrid, España. Vol. II
44
Leone, Giovanni. Tratado de derecho procesal penal. Ediciones Jurídicas – Europa – América, Buenos Aires,
1963. T. III. P. 90.
12
Arce Víquez Jorge Luis. El recurso de casación en Costa Rica, San José, instituto de Investigaciones Jurídicas de
la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica, Taller de Publicaciones de la U.C.R., 2001, “ Aspectos
básicos sobre el recurso de casación penal en el nuevo Código Procesal Penal”, pag. 8.
31
Y sobre las condiciones de interposición el artículo 423 señala:
32
La imposición de cualquier medida cautelar diferente a la prisión preventiva
(art. 256 Código Procesal Penal)
La autorización para la aplicación del procedimiento de tramitación
compleja, por el imputado (art. 377 Código Procesal Penal)
La resolución que resuelve incidentes relativos a la ejecución, sustitución,
modificación o extinción de la pena o de las medidas de seguridad. Pueden
apelar: el MP, el querellante, el condenado y su defensor (art. 454 Código
Procesal Penal)
La sentencia dictada en juicio contravencional, ante el juez penal
procedimiento intermedio (art. 407 Código Procesal Penal)
Además, de conformidad con el artículo 438 del Código Procesal Penal
procede cuando la resolución:
Cause gravamen irreparable
Ponga fin a la acción o imposibilite que la acción continúe
22
González Jorge R. y otro. El Recurso de Casación en el Procesal Penal, AD-HOC.
33
Por últimos los actos que pueden ser analizados por medio del procedimiento
de revisión se rigen por lo indicado en el artículo 408 del Código Procesal Penal
que establece que contra las sentencias firmes y en favor del condenado o de aquel
a quien se le haya impuesto una medida de seguridad y corrección, en los siguientes
casos:
f) Cuando una ley posterior declare que no es punible el hecho que antes se
consideraba como tal o cuando la ley que sirvió de base a la condenatoria haya
sido declarada inconstitucional.
b.-) Formalidades:
1.-)- Escrita:
34
La forma en que tradicionalmente se presentan los
recursos es la escrita. Aún cuando el proceso penal se ha caracterizado por ser oral,
en materia de recursos la forma de presentación es escrita –con las excepciones que
se dirán más adelante-. La razón es sencilla: aún cuando la oralidad es regla en el
proceso penal, la mayoría de los recursos se producen una vez que el acto o
resolución se ha dictado y consta en el expediente por lo que la oralidad en forma
inmediata no se podría aplicar.
La forma escrita permite constatar, de modo directo, los términos que vienen
a limitar la competencia en tanto que si fuera la forma oral se podría prestar a
diversas interpretaciones que expondrían a una posible resolución ajena a lo
peticionado en el tanto que el juez podría tomar en consideración o interpretar
erróneamente el querer del recurrente.
2.-) Oral:
La audiencia oral o “vista” tiene como fin el recibir prueba que deba evacuarse
de esta manera, o bien, la atención del gestionante que estima necesario exponer de
esta forma sus alegaciones ante el Tribunal de alzada o de casación, e incluso está
prevista para aquellos casos en que éste la considere útil.
35
En los últimos tiempos recursos como el de apelación, adición y aclaración,
se han venido implementado de forma oral tanto en las audiencias preliminares
como en las vistas previas, siguiendo los principios de desinformalización45,
celeridad procesal46 e inmediatez47.
45
Las formalidades procesales tienen el sentido de protección de determinados valores y garantías, son
expresamente dictadas en la ley. Donde no hay forma definida, los actos de documentación y trámite
deben realizarse con el mínimo. Debido proceso no es sinónimo de excesivo formalismo como una forma
de tutela de los derechos fundamentales. Las formas son un medio para alcanzar la justicia. La nulidad por
la nulidad no tiene sentido, y una formalidad cobra importancia, y hasta puede acarrear la invalidez del
acto, si se incumple, cuando la misma posibilitaba la tutela de una garantía constitucional.
46
La legislación procesal penal impone sobre todo a los autoridades judiciales, la obligación de la
celeridad de los procedimientos, estableciendo incluso como una causa de extinción de la acción penal la
demora injustificada del procedimiento preparatorio, o para las partes la interrupción del cómputo de la
prescripción cuando el debate no se realice por acciones dilatorias de la defensa. Dentro de un plazo
razonable se debe producir la resolución final del proceso y todas las peticiones de las partes deben ser
tramitadas de forma oportuna, sin dilaciones indebidas.
47
Se tuvo por parte del autor la posibilidad de conversar con los coordinadores tanto de la Defensa
Pública, como de la Fiscalía del Tribunal de Flagrancias, siendo que ambas partes refirieron que se
encuentran analizando seriamente la posibilidad de presentar recursos de casación ante la Sala Tercera de
la Corte Suprema de Justicia y ante los diferentes Tribunales de Casación de forma oral.
36
Para la revisión la norma es ajena a todo lo dicho hasta aquí en cuanto al
plazo dado que el recurso se puede presentar incluso una vez cumplida la pena, por
lo que no existe un plazo en la Ley.
d.-) Lugar:
e.-) Fundamentación:
48
El artículo 459 del Código de Procedimientos Penales indicaba respecto a los recursos en su parte general: “El
recurso atribuirá al Tribunal de alzada el conocimiento del proceso sólo en cuanto a los puntos de la resolución a
que se refieren los agravios.
49
El artículo 431 del Código Procesal Penal indica: “Competencia. El recurso atribuirá al tribunal de alzada
el conocimiento del proceso, sólo en cuanto a los puntos de la resolución a que se refieran los agravios”.
37
Efectivamente, el artículo 459 Código Procesal Penal al hablar de "agravios"
no hace otra cosa que aludir al interés que debe tener el recurrente, el cual es
determinable confrontado su situación antes y después de la resolución
cuestionada; lo mismo que su situación, podría agregarse, después de una hipotética
acogida de su pretensión o supresión del vicio acusado. Si no hay modificación
eficiente alguna en su beneficio, no existirá interés.
Así solo la parte que puede alegar fundadamente un agravio podrá interponer
el remedio procesal correspondiente.
a.-) Parte:
50
Claus Roxin. Derecho Penal. Madrid 1998. Ediciones Jurídicas y Sociales. P. 30.
38
Así se ha entendido cuando como se dirá la defensa no se puede adherir al
recurso del imputado o viceversa.
39
defensa y el imputado no poseen legitimación para discutir las motivaciones de lo
decidido, ya que no pueden aspirar a montos menores a los acordados y si el
Ministerio Público ejerce el recurso, está en la obligación de combatir, no solo
esas fundamentaciones, sino, se reitera, la proporcionalidad y razonabilidad de lo
resuelto, señalando con claridad que su pretensión es la de que se aumente la pena
(con expresa mención de cuáles son los factores dejados de considerar por los
Jueces y que evidencian como exiguas las sanciones acordadas) y no tan solo
pidiendo un juicio de reenvío para que se vuelva a discutir el tema”52.
En Costa Rica la ley impone un límite a esta potestad para sólo una vez
referente al Recurso de casación, sin embargo actualmente se encuentra
cuestionado en la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.
52
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia Voto Nª 757-06
40
El actor civil y el demandado civil debidamente
acreditados como parte en el proceso podrán interponer cualquier recurso existente,
claro está siempre y cuando indiquen el agravio.
4.-) El querellante:
41
El recurso implica una manifestación de voluntad de la parte que se expone a
través de la presentación de la respectiva impugnación (revocatoria, apelación,
casación, procedimiento de revisión).
53
Como podría ser cuando se apela el Dictamen Médico Forense previsto en el artículo 34 de la Ley
Orgánica del O.I.J. que dispone: “…A las secciones del Consejo les corresponderá dictaminar, en alzada,
sobre las cuestiones médico legales que se susciten en los procesos cuando lo ordenen los Tribunales de
Justicia, de oficio o a solicitud de parte. Para ejercer sus potestades, deberá existir la consulta, en su
caso, o el respectivo recurso de apelación, el cual se interpondrá ante el Tribunal que conoce del
proceso, dentro de los ocho días siguientes a aquel en que el dictamen impugnado haya sido notificado a
todas las partes…”
54
El Código Procesal Penal en el Artículo 177 establece: “Defectos absolutos. No será necesaria la
protesta previa y podrán ser advertidos aun de oficio, los defectos concernientes:
a) A la intervención, asistencia y representación del imputado en los casos y formas que
la ley establece o los que impliquen inobservancia de derechos y garantías previstos
por la Constitución Política, el Derecho Internacional o Comunitario vigentes en el
país y la ley.
b) Al nombramiento, capacidad y constitución de jueces o tribunales.
c) A la iniciativa del Ministerio Público en el ejercicio de la acción penal y su
participación en el procedimiento.”
55
El Código Procesal Penal en el Artículo 177 establece: “Convalidación. Salvo los casos de defectos
absolutos, los vicios quedarán convalidados en los siguientes casos: a) Cuando las partes o el Ministerio
42
Capítulo VI. Tipos de Recursos:
Sección I. Ordinarios:
La jurisprudencia ha dicho:
43
punto controversial, dejado de considerar. En la especie, la Sala estima que la
sentencia cuya adición y aclaración se solicita, es conforme a Derecho, pues, en
primer lugar, no contiene razonamientos oscuros, ambiguos ni contradictorios que
merezcan ser aclarados, y, en segundo lugar, no se aprecian aspectos de
importancia que se hayan dejado de resolver y que deban ser agregados en esta
oportunidad...”56
b.-) Revocatoria:
56
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia. San José, a las ocho horas con treinta minutos del nueve
de octubre de dos mil uno.
57
Vescovi, (Enrique), Los Recursos Judiciales y Demás Medios Impugnativos en Iberoamérica; Ediciones
Desalma, Buenos Aires, Argentina, 1988, Pág. 85.
58
Ayan, Manuel. Op. Cit. Pág. 50.
44
En nuestro sistema el recurso de revocatoria está limitado, pudiéndose
presentar contra las providencias y los autos que se resolvieron sin sustanciación,
esto es, sin audiencia a las partes. Esta limitación pareciera ir en contra de la
celeridad procesal, sin embargo, lo dicho es sólo apariencia ya que más bien sería
una forma de evitar que hayan dilaciones indebidas.
Esta última posición es la prevista por el artículo 434 del Código Procesal
59
Penal en el tanto que dispone que únicamente contra resoluciones que se hayan
dictado sin sustanciación cabrá el recurso de revocatoria.
c.-) Apelación:
59
El Código Procesal Penal en el Artículo 434 establece: “Procedencia. El recurso de revocatoria
procederá solamente contra las providencias y los autos que resuelvan sin sustanciación un trámite del
procedimiento, a fin de que el mismo tribunal que los dictó examine nuevamente la cuestión y dicte la
resolución que corresponda.”
60
El Código Procesal Penal en el Artículo 435 establece: “Trámite. Salvo en las audiencias orales, este
recurso se interpondrá, en escrito fundado, dentro de los tres días siguientes a la notificación. El tribunal
resolverá por auto, previa audiencia a los interesados, por el mismo plazo.”
45
Este recurso es devolutivo en el tanto que el juez que revisa lo
actuado no es el mismo, por competencia, del que dictó la resolución que se
impugna. De conformidad con el artículo 437 del Código Procesal Penal61 el
recurso de apelación procede contra la desestimación, el sobreseimiento definitivo,
la sentencia de los juzgados contravencionales y tránsito, la resolución que impone
y prorroga la prisión preventiva o medidas cautelares, así como toda aquella que
cause un gravamen irreparable, pongan fin a la acción o imposibilite que esta
continúe.
Sobre este punto queda a criterio del juzgador que verifica la admisibilidad
del recurso si en efecto se da tal gravamen que no basta que sea tal sino que debe
ser, además, irreparable por vías diversas al recurso. Sin embargo gravamen
irreparable es un concepto jurídico indeterminado el cual resulta a todas luces
subjetivo. Tal subjetividad, definida por la apreciación del juzgador, conlleva que
se violente el principio de igualdad y no se genere la suficiente seguridad jurídica.
61
El Código Procesal Penal en el Artículo 437 establece: “Resoluciones apelables. Además de lo dispuesto
en el procedimiento contravencional y en la ejecución penal, el recurso de apelación procederá solamente
contra las resoluciones de los tribunales del procedimiento preparatorio e intermedio, siempre que sean
declaradas apelables, causen gravamen irreparable, pongan fin a la acción o imposibiliten que esta
continúe.”
62
Diccionario de la Lengua Española. Editorial Espasa Calpe. S.A., Madrid, España. Vigésima Primera
Edición. 1994. Pág. 1057.
46
podría pensarse en aplicar el artículo 2 del Código Procesal Penal,63 dado que la
admisión del recurso constituiría el reconocimiento de una facultad que tiene el
recurrente, sin embargo, tal posibilidad se descarta debido a que, precisamente lo
que se analiza es si el recurrente tiene la facultad de recurrir por cuanto lo que se
interpreta no es una norma, sino que la labor que se realiza en esa etapa de
admisibilidad es una valoración del punto alegado lo que está fuera del rango de
aplicación del artículo segundo del Código Procesal Penal. Así la fórmula
establecida en el Código Procesal Penal no establece una impugnación objetiva
taxativa sino enunciativa y cuestionable desde el punto de vista de la seguridad e
igualdad jurídicas.
“…El recurso de apelación, o alzada, ha sido previsto para que aquel que
considera ha sufrido en agravio con la sentencia del juzgador inferior, pueda
reclamar de ella y obtener se revocación por el Superior. La previsión en la
legislación del recurso de apelación potencia el derecho de defensa; sin embargo,
éste sólo se verá efectivizado con la argumentación que se haga en contra de lo
resuelto, de manera que el Superior pueda hacer un análisis sobre los puntos de
inconformidad del apelante. Como en el caso que nos ocupa el accionante en el
momento procesal oportuno no indicó los motivos de su inconformidad, lo resuelto
además de ajustado a lo dispuesto en el artículo 26 de la Ley de Pensiones
Alimenticias (que exige argumentación en la apelación) resulta razonable,
especialmente en esta materia en que existe un derecho prioritario de los
acreedores alimentarios a la satisfacción de sus necesidades. No encontrándose en
63
El Código Procesal Penal en el Artículo 2 establece: “Regla de Interpretación. Deberán interpretarse
restrictivamente las disposiciones legales que coarten la libertad personal o limiten el ejercicio de un
poder o derecho conferido a los sujetos del proceso. En esta materia se prohíbe la interpretación
extensiva y la analogía mientras no favorezcan la libertad del imputado ni el ejercicio de una facultad
conferida a quienes intervienen en el procedimiento.”
47
lo actuado ninguna lesión a derecho fundamental del accionante se declara sin lugar
el recurso…64”
d.-) Casación:
64
Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia; VOTO N° 2024-93; a las ocho horas cuarenta y
ocho minutos del catorce de mayo de mil novecientos noventa y tres.
65
El Código Procesal Penal en el Artículo 441 establece: “ARTÍCULO 441.- Audiencia oral. Si, al
interponer el recurso, al contestarlo o adherirse a él, alguna parte ofrece prueba que deba ser recibida en
forma oral, o considera necesario exponer oralmente sus alegaciones, o bien, cuando el tribunal la estime
útil, fijará una audiencia oral dentro de los quince días de recibidas las actuaciones y resolverá
inmediatamente después de realizada la audiencia. Quien ha ofrecido esa prueba tomará a su cargo hacerla
concurrir a la audiencia y el tribunal resolverá únicamente con aquella que se incorpore y con los testigos
que se hallen presentes. El secretario auxiliará al oferente expidiendo las citaciones o las órdenes necesarias,
las que diligenciará el recurrente.
48
El recurso de casación se define como:
66
De la Rúa, Teoría General del Proceso. Ediciones Depalma, Buenos Aires. 1991. Pág.186.
67
Por todos, véase: DEVIS ECHANDÍA (Hernando). Teoría general del proceso, Editorial Universidad, Buenos
Aires, Argentina, 3ª edición, 2002, página 513. Por cierto, al desarrollar la casación, DEVIS ECHANDÍA cita otros
autores en los que basa su criterio, entre los cuales menciona a Piero CALAMANDREI.
68
DEVIS ECHANDÍA utiliza esta palabra en sentido técnico, pues se refiere a “instancia” en relación con un
proceso de doble grado de jurisdicción, es decir, con dos juicios de mérito (sobre el fondo del asunto) que van
seguidas de un control estrictamente técnico en cuanto a la aplicación de normas jurídicas.
49
restricciones para impugnar basadas en el monto de la pena, el sujeto o el tipo de
delito, estimamos que la casación penal de Costa Rica se puede considerar
perfectamente como un recurso ordinario, desde su regulación legislativa, sobre todo
tomando en cuenta todos los criterios de admisibilidad y flexibilidad que imperan,
como se ha dicho repetidas oportunidades, desde la sentencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en el caso de Mauricio Herrera.
69
MANZINI (Vincenzo). Tratado de derecho procesal penal, Librería “El Foro”, Buenos Aires, Argentina, Tomo V,
1996, página 21; se trata de una traducción efectuada por Santiago SENTÍS MELENDO y Marino AYERRA REDÍN
de la tercera edición italiana de la obra, publicada en 1949. Es importante advertir que en el Código de
Procedimiento Penal italiano que comentaba MANZINI, el de 1930, se establecía una casación ordinaria y otra
extraordinaria. La primera (ver página 156 en el tomo citado) era la modalidad prevista contra las providencias del
juez penal que resultaban inapelables en primer grado (es decir, que no tenían prevista la apelación contra el fallo de
primera instancia) y contra las sentencias dictadas en apelación. La segunda forma de casación, la extraordinaria,
estaba referida a las sentencias de jueces especiales que no tenían prevista otra impugnación (véanse las páginas 238
y siguientes) y tenía la característica de estar dirigido contra sentencias que ya habían adquirido el carácter de cosa
juzgada.
70
Ibídem
50
sentencia a impugnar no se encuentra firme) al del artículo 408 del Código Procesal
Penal que se relaciona con la revisión. Lo dicho implica que lo que se puede
cuestionar ante casación es sumamente amplio, sin posibilidad alguna de estimarlo
reducido a los supuestos del artículo 369 del Código Procesal Penal. Entonces,
consideramos que la figura de comentario no se reduce a un control de la sentencia,
sino de todo el proceso en que esta se basa.
71
Esto tiene importancia en relación con la ejecución de los fallos, imperativo que deriva del artículo 153
constitucional. Una vez firme la sentencia y surtiendo esta los efectos correspondientes, la posibilidad de impugnar
mediante la revisión es prácticamente permanente.
72
La determinación de la efectiva existencia del vicio, de la verdadera causación de agravio y de la incidencia que
éste tenga sobre el fallo es precisamente aquello que debe determinar el órgano de casación. Es decir, esto no es un
requisito del recurso, sino que es materia propia del pronunciamiento de fondo por parte de la Sala Tercera o del
Tribunal de Casación Penal.
51
puede prescindirse de estos dos requisitos sin que se afecte la exigencia de
fundamentar el reclamo.
2.-) Limitado:
3.-) Formalista:
52
que indica lógica y jurídicamente los errores cometidos en la resolución, violación
de una norma sustancial o procesal, ceñido a las exigencias mínimas de forma y
contenido que precisa la ley.
5.-) Dispositivo:
73
Sobre los requisitos indispensables para recurrir en Casación véase: Votos Nª 260-93, 578-99, 554-2001
y 1240-99 de la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia.
53
imputado, procurando que esto no de lugar a abuso del derecho. Esta realidad no
afecta el concepto de parte ni el carácter dispositivo del recurso de casación como
se indicó supra.
Los motivos son las causales (agravios) o vicios que pueden invocar los
titulares del derecho a recurrir una resolución por la vía de casación. Atendiendo a
esta distinción que hace la ley, en la práctica judicial se habla entonces de los
recursos de casación por el fondo y por la forma, según sean acusados por el
recurrente errores in iudicando o in procedendo, respectivamente, teniendo estos
dos tipos de recurso consecuencias diferentes.
1.-) Procedencia:
Su naturaleza es:
74
El Código Procesal Penal dispone en el artículo 444: “Resoluciones Recurribles. Además de los casos
especiales previstos, sólo se podrá interponer el recurso de casación contra la sentencia y el
sobreseimiento dictados por el tribunal de juicio”.
54
“…un recurso extraordinario, devolutivo, suspensivo, que procede contra
sentencias y autos definitivos…”75
Tal recurso no permite la revisión de todo el proceso, sino solo para corregir
los defectos de forma o fondo que se hayan alegado por la o las partes pudiendo,
eso sí, la Sala Tercera o el Tribunal de Casación decretar la actividad procesal
defectuosa por vicios absolutos cuando los detecte en aplicación del artículo 178
del Código Procesal Penal,77 constituyendo el inciso a) de dicho artículo el que
prevé la mayor cantidad de posibilidades para la declaratoria de defectos absolutos
como podría ser la violación al debido proceso en su forma más amplia.
75
García Marín, Pedro y otros. Los recursos penales. Ediciones Revista General de Derecho. Valencia,
España, 1999. Pág. 237.
76
El artículo 364 párrafo tercero dispone que el Tribunal de Juicio podrá disponer la prisión preventiva
cuando haya bases para estimar que razonablemente el acusado no se va a someter a la ejecución una vez
firme la sentencia. De igual forma la libertad del encartado luego de una absolutoria en la sala de debates
implica una ejecución de lo resuelto. No obstante, éstas suelen ser excepciones a aquella regla.
77
El Código Procesal Penal dispone en el artículo 178: “Defectos absolutos. No será necesaria la protesta
previa y podrán ser advertidos aún de oficio, los defectos concernientes: a) A la intervención, asistencia
y representación del imputado en los casos y formas que la ley establece o los que impliquen
inobservancia de derechos y garantías previstos por la Constitución Política, el Derecho Internacional o
Comunitario vigentes en el país y la ley b) Al nombramiento, capacidad y constitución de jueces o
tribunales c) A la iniciativa del Ministerio Público en el ejercicio de la acción penal y su participación
en el procedimiento.”
78
Barbera de Riso, María Cristina. Op. Cit. Pág. 44.
55
Procesal Penal en el cual se dispone que al presentarse el recurso de casación se
deberán citar las disposiciones legales que se consideren inobservadas o
erróneamente aplicadas, con lo cual no es posible bajar al análisis de los hechos
tenidos por probados por el a quo, ya que eso implicaría la violación a los
principios de inmediatez, concentración y contradictorio, ya que los hechos
probados fueron producto de todos los principios antes mencionados los que se
manifestaron en la psiquis de los juzgadores. Lo que sí es posible es el análisis que
hizo el juzgador de los hechos con relación a la aplicación normativa y lógica, que
son puntos que se desarrollarán más adelante.
Los motivos, según autores como Ricardo Núñez- son las causales (agravios)
o vicios que pueden invocar los titulares del derecho a recurrir una resolución por
la vía de casación80.
79
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia; Voto Nª 00554-2001 de las nueve horas con veinticinco
minutos del ocho de junio del año dos mil uno.
80
Núñez, Ricardo Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba, Segunda Edición Marcos Lerner
Editora Córdoba 1986. Pág. 463.
81
Véase: DE LA RÚA (Fernando). La casación penal, Editorial Depalma, Buenos Aires, Argentina, 1994,
páginas 29 a 36. En igual sentido: MANZINI, op. cit., páginas 167 a 175. Advertimos que aún cuando nos
parece válida la distinción teórica y académica entre los motivos, no podemos aceptar la tesis de DE LA
RÚA, reiterada una y otra vez en las páginas de la 29 a la 171 de la obra citada, de la rigurosidad técnica
56
llamamos la atención de que no es algo dispuesto de forma expresa en la
legislación.
con que deben exponerse los motivos ante casación, lo que lo lleva a delimitar con precisión cada uno de
estos, de manera tal que no debieran confundirse. Esto por cuanto la confusión haría inadmisible el
recurso. Consideramos que esto es un formalismo ajeno a las disposiciones normativas costarricenses,
pues lo que de verdad importa es que se sepa cuál es el vicio y el agravio alegados; si estos se pueden
comprender, aunque estén entrelazados los argumentos, entonces se tendrá como fundado el reclamo y
esto conlleva su admisión para pronunciamiento de fondo. Si resultase incomprensible lo que se alega, lo
que procede es prevenir al recurrente su corrección, pero nunca motivaría la inmediata inadmisibilidad del
reproche.
82
De la Rúa, Fernando. La Casación Penal. Ediciones Desalma, Buenos Aires, Argentina. 1994. Pág. 46.
57
normas que no tienen nada o poco que ver con el hecho que se investiga, sino que
es necesario que tales normas constituyan la fundamentación jurídica básica del
fallo.
Se ha dicho al respecto:
83
Palacio, Lino Enrique. Op. Cit. Pág. 110.
84
El Código Procesal Penal dispone en lo que interesa en el artículo 433: “…cuando el precepto legal que
se invoque como inobservado o erróneamente aplicado constituya un defecto del procedimiento, el
recurso sólo será admisible si el interesado ha reclamado oportunamente su saneamiento o ha hecho
protesta de recurrir en casación, salvo en los casos de defectos absolutos y los producidos después de
clausurado el debate.”
58
se hubiera expuesto. Exceptúa los defectos absolutos que, por lo grotesco del
gravamen, pueden ser declarados de oficio en cualquier tiempo.
Aún cuando lo que se ataca es la sentencia, lo cierto es que ésta tiene como
base un acto procesal en el cual se incumplieron las formas previstas por el
legislador, de tal manera que tal acto -contrario a los intereses del proceso- surte
efectos en la sentencia, pero ello no legitima a la parte para que se ataque el acto a
través del recurso de casación. Un ejemplo sería la utilización, en una sentencia
condenatoria, de una intervención telefónica o un allanamiento no ordenados por
un juez mediante una resolución fundamentada: aún cuando las conversaciones
hayan sido gravadas o la diligencia realizada con todas las partes, al faltar uno de
los requisitos esenciales (la orden de un juez y que sea debidamente motivada) la
sentencia sería nula en el tanto tomó como base un acto ilícito.
59
un apoyo probatorio directo al hecho que se considera genera el gravamen que se
pretende eliminar85.
85
Sobre el tema consultar supra nota de pie de página Nª 47.
86
Llamada también Nomofilaquia. Al respecto ver: Sobre los Fines de la Casación Penal. De la
Nomofilaquia al progreso de la razón judicial en la democracia; Arce Víquez, (Jorge Luis); Democracia,
Justicia y Dignidad Humana, Homenaje a Walter Antillón Montealegre; Editorial Jurídica Continental,
2004.
60
Sección II.- Extraordinarios:
a) Revisión:
87
El Código Procesal Penal dispone en el artículo 408 “…La revisión procederá contra las sentencias
firmes y en favor del condenado o de aquel a quien se le haya impuesto una medida de seguridad y
corrección, en los siguientes casos:
a) Cuando los hechos tenidos como fundamento de la condena resulten inconciliables con los establecidos
por otra sentencia penal firme.
b) Cuando la sentencia se haya fundado en prueba falsa.
c) Si la sentencia condenatoria ha sido pronunciada a consecuencia de prevaricato, cohecho, violencia o
cualquier otro delito o maquinación fraudulenta, cuya existencia se hubiera declarado en fallo posterior
firme salvo que se trate de alguno de los casos previstos en el inciso siguiente.
d) Cuando se demuestre que la sentencia es ilegítima como consecuencia directa de una grave infracción
a sus deberes cometida por un juez, aunque sea imposible proceder por una circunstancia sobreviniente.
e) Cuando después de la condena sobrevengan o se descubran nuevos hechos o nuevos elementos de
prueba que solos o unidos a los ya examinados en el proceso, evidencien que el hecho no existió, que el
condenado no lo cometió o que el hecho cometido encuadra en una norma más favorable.
f) Cuando una ley posterior declare que no es punible el hecho que antes se consideraba como tal o
cuando la ley que sirvió de base a la condenatoria haya sido declarada inconstitucional.
g) Cuando la sentencia no ha sido dictada mediante el debido proceso u oportunidad de defensa.
La revisión procederá aun en los casos, en que la pena o medida de seguridad hayan sido ejecutadas o se
encuentren extinguidas.”
61
a.1.-) Sujetos legitimados para presentarlo:
Otro de los motivos consiste en que la sentencia haya sido pronunciada con
base en prueba falsa, ya sea por prevaricato, cohecho, violencia o cualquier otro
delito o maquinación fraudulenta. Esta causal hace referencia a una actividad
delictiva, por ello requiere que el delito se haya declarado, es decir que la sentencia
que se dictara con ocasión del delito que sirve del fundamento a la revisión se
encuentre firme.
Existe también una causal culposa que está prevista en el inciso d) del
artículo 408 del Código Procesal Penal y consiste una actuación negligente del
juzgador.
88
El Código Procesal Penal dispone en el artículo 63: “…Objetividad. En el ejercicio de su función, el
Ministerio Público adecuará sus actos a un criterio objetivo y velará por el cumplimiento efectivo de las
garantías que reconocen la Constitución, el Derecho Internacional y el Comunitario vigentes en el país y la
ley. Deberá investigar no sólo las circunstancias que permitan comprobar la acusación, sino también las que
sirvan para eximir de responsabilidad al imputado; asimismo, deberá formular los requerimientos e
instancias conforme a ese criterio, aun en favor del imputado.”
62
La derogabilidad por parte del legislador de un hecho como punible conlleva
a una revisión de la condenatoria ya que el legislador considera que para ese
momento la conducta prohibida no tiene ya razón de ser, motivo por el cual la
deroga; en otras palabras para una determinada sociedad la existencia del ilícito
cometido ya no reviste importancia alguna y por eso la condena debe ser revisada
en aplicación del principio de igualdad ante la ley. Algo que el legislador no previó
en este inciso es lo relativo a una disminución de la pena mediante una ley
posterior89.
Las razones que puede llevar lo anterior son muy personales, de ahí que la
familia más inmediata puede también presentar la revisión después de la muerte del
propio imputado. Incluso por razones económicas en el tanto que se puede pedir
una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados.
63
Tribunal de Casación es que son éstos los que tienen la potestad de variar la
sentencia con autoridad de cosa juzgada. Se debe presentar en forma escrita
indicándose los motivos en los que se fundamenta así como las disposiciones
legales aplicables.
64
Además, ulteriormente, una declaratoria con lugar de un recurso de revisión
puede implicar la indemnización al condenado erróneamente, a cargo del Estado,
por los daños y perjuicios que se le causaron.
65
Título III
LA ACTIVIDAD PROCESAL DEFECTUOSA EN EL PROCESO PENAL
COSTARRICENSE y SU RELACIÓN CON EL AGRAVIO:
El Código Procesal Penal que adquirió vigencia del primero de enero del año
mil novecientos noventa y ocho regula la actividad procesal defectuosa desde una
perspectiva muy diferente al anterior Código de Procedimientos Penales. En el
Código de Procedimientos Penales los actos defectuosos tenían un tratamiento
restrictivo y formalista. Sólo se regulaba la figura de la nulidad de los actos
procesales a través del Incidente de Nulidad de Actuaciones y del Recurso de
Nulidad.
66
De hecho, toda la construcción procesal para dar salida a los actos
defectuosos giraba alrededor del concepto de las nulidades, ello como una sanción
procesal al acto que incumplía alguna formalidad establecida. Distinguía entre
nulidades absolutas y negativas que solo se decretaban si estaban dispuestas
expresamente. Todo esto llevó a que existiese una tendencia, hasta si se quiere
natural, de decretar nulidades por la nulidad misma hasta por los meros
incumplimientos de formalidades sancionadas con la nulidad, lo que ya habíamos
indicado jurisprudencialmente91.
Por su parte Julio Maier, principal redactor del Código Procesal Modelo para
Iberoamérica de 1988, recoge algunos conceptos del Código Italiano, tales como
“defectos absolutos”, “saneamiento”; adopta un sistema judicialista al igual de la
Ordenanza Alemana y reformuló las nulidades provenientes del derecho civil bajo
la terminología de “actividad procesal defectuosa.”93
67
“...El anverso de la regulación los actos procesales es la decisión acerca de
lo que se debe hacer cuando ella no es observada. Lo que la legislación pretende,
rectamente interpretada, es que la nulidad opere solamente por vía de
impugnación de las decisiones judiciales fundadas en actos viciados. La práctica,
en cambio, ha tergiversado ordinariamente este sistema, permitiendo el examen
reiterado y continuo acerca de la forma en la que son llevados a cabo los actos
procesales y de sus presupuestos, con absoluta prescindencia del efecto y del
agravio que produce la desviación formal. El Código pretende rescatar el
principio originario, estableciendo con claridad que el vicio solo adquiere
relevancia cuando opera como presupuesto o fundamento de una resolución
perjudicial, caso en el cual lo impugnable es la decisión, por haber utilizado un
acto defectuoso y no el acto en sí mismo. En lo demás, se distingue entre vicios
subsanables, e insubsanables y declarables de oficio, con la protesta previa y
oportuna que condiciona la impugnación fundada en los primeros, y se posibilita
la renovación de los actos viciados, siguiendo las reglas establecidas en la
legislación moderna...”.
68
Código Procesal Penal) y, en especial, de las normas concernientes a la
intervención, asistencia y representación del imputado (Art. 175 relacionado con el
artículo 178 Código Procesal Penal)94.
Al efecto, el artículo 177 en relación con el artículo 179 señala los supuestos
en que susceptibles de convalidación, o saneamiento siempre que el acto irregular
modifique el desarrollo del proceso o la afecte la intervención de los interesados;
A saber:
94
El Código Procesal Penal dispone en el artículo 178: “…Defectos Absolutos: No será necesaria la protesta
previa y podrán ser advertidos aún de oficio, los defectos concernientes:
a) A la intervención, asistencia y representación del imputado...
b) Al nombramiento, capacidad y constitución de los jueces o tribunales.
c) A la iniciativa del Ministerio Público en el ejercicio de la acción penal y su participación en el
procedimiento.
69
Bajo esas circunstancias, en ausencia de una norma que taxativamente señale
los medios de impugnación del acto defectuosa, al plantearnos la posibilidad
impugnación de los actos defectos y los medios para atacarlos, partimos de la regla
general prevista en el artículo 422 del Código Procesal Penal que establece:
“…Las resoluciones judiciales serán recurribles solo por los medios y en los
casos expresamente establecidos…”.
Continúa diciendo:
70
Hacer la protesta oportuna del vicio: (Artículo 176 Código Procesal
Penal. La protesta se realizará inmediatamente o bien cuando tenga
conocimiento de éste. De lo contrario, de conformidad con el artículo 177
del Código Procesal Penal el defecto podrá convalidarse y surtir los
efectos en el proceso.
Proponer la solución: (artículo 176 del Código Procesal Penal). Se
obliga a la parte que sugiera la forma en que se podrá corregir el acto
impugnado.
Imposibilidad de retrotraer el proceso a etapas anteriores: Los defectos
que alegan las partes o detecta la Autoridad Jurisdiccional no justifica
devolver el proceso a fases precluidas, salvo en el caso de defectos
absolutos no susceptibles de corrección.
71
Únicamente se exige al interesado expresar el agravio o defecto y aportar la
solución, pero no se le previene las formas en que puede hacerlo, cuándo y ante
quién.
Ese momento procesal pareciera el adecuado, dado que es hasta ese momento
en que en la mayoría de los casos las partes conocen sobre la evidencia y las
actuaciones reunidas durante la investigación, que puede presentarse el reclamo.
De igual forma, nada obsta para que en la fase de juicio oral y publico las
partes interpongan las solicitudes que respecto errores o defectos en el
procedimiento existan Al respecto el numeral 348 del Código Procesal Penal
establece la posibilidad de corregir errores e incluso alguna circunstancia que no
modifique esencialmente la imputación, en la fase de Juicio.
72
que en muchas ocasiones debe trasladar el expediente al Juzgado Penal o al
Tribunal de Juicio según corresponda, y pierde total contacto con la prueba y
diligencias que requiere para resolver el asunto en un plazo razonable.
“…No podrán ser valorados para fundar una decisión ni utilizados como
presupuestos de ella, los actos cumplidos con inobservancia de las formas y
condiciones previstas en la Constitución, en el Derecho Internacional o
Comunitario vigentes en Costa Rica y en este código salvo que el defecto haya sido
saneado, de acuerdo con las normas que regulan la corrección de las actuaciones
judiciales…”;
Se considera que no podrán ser valorados para fundar una decisión judicial ni
utilizados como presupuestos de ella, los actos cumplidos con inobservancia de las
73
formas y condiciones previstas por los instrumentos legales, salvo que el defecto
haya sido saneado.
El Perjuicio o gravamen
Interés o agravio
Si el acto alcanzó o no la finalidad
95
El Código de Procedimientos Penales en su artículo 150 disponía: “La nulidad de un acto, cuando fuere
declarada, hará nulos todos los actos consecutivos que de él dependan. Al declararla, el Tribunal
establecerá, además, a qué actos anteriores o contemporáneos alcanza la nulidad, por conexión con el
acto anulado. El Tribunal que la declare ordenará, cuando fuere necesario y posible, la renovación o
rectificación de los actos anulados. ”
74
Conlleva la obligación para el Tribunal de omitir cualquier referencia a
ese acto para fundar una decisión. Lo anterior no presenta problema, pero
debe definirse, -lo cual hasta el momento se ha realizado causísticamente-
cuáles actos que se derivan del defecto declarado o conexos a este,
subsisten o corren la misma suerte.
“...la nulidad como sanción impone un regreso al status quo ante...”; sin
embargo la actividad procesal defectuosa parte de que quien contraviene o no
observa una de las normas procesales no comete un ilícito que amerite una sanción
sino que lo que ocurre es que en algunos casos la acción será inválida y por tanto
no alcanza su finalidad. Se aboga por el saneamiento inclusive en los casos
previstos en el artículo 178 (defectos absolutos)97.
96
Se deduce del principio de comunicabilidad de los efectos de la invalidez, cuando se trate de defectos
absolutos, debe analizarse cuáles actos están concatenados al inválido. Así señalado por Armijo Gilbert y
otros en Nuevo Proceso Penal y Constitución, Investigaciones Jurídicas, San José, Costa Rica, 1998, pp
326.
97
Esta posición es mantenida por Llobet Rodríguez en los comentarios que realiza al artículo 179 del
Código Procesal Penal, Ira edición, pp 437.
75
Otro de los efectos de la declaratoria del acto defectuoso consiste en que, salvo
los casos expresamente establecidos, el proceso no se retrotraerá a etapas
precluidas. Así se desprende del artículo 179 del Código Procesal. Entonces,
independientemente de la rectificación o renovación del acto omitido, el proceso
debe continuar el curso normal y las autoridades judiciales o jurisdiccionales no
deberán referirse al acto inválido o sus consecuencias según lo señalado por el
Juzgador.
Cabe señalar que la legislación no expresa taxativamente los casos en los que
se podrá retrotraer el proceso. Sin embargo a mi criterio, le principio general del
artículo 175 del Código Procesal Penal encuentra la excepción en el artículo 178 de
ese mismo cuerpo legal, que señala los efectos de carácter absoluto.
76
No existe nulidad sin perjuicio; el vicio sólo tiene trascendencia en
tanto tenga un contenido, por ello, no basta la simple infracción a la norma
procesal, si no le ocasiona un perjuicio al interesado, o éste puede ser saneado. En
ese sentido tenemos que las partes sólo podrán impugnar las decisiones judiciales
que les causen agravio en los casos y formas previstos por este Código, siempre
que no hayan contribuido a provocar la nulidad. Sin embargo, el imputado podrá
impugnar una decisión judicial aunque haya contribuido a provocarla.
Así el Artículo 177 Código Procesal Penal: "Las nulidades relativas quedarán
convalidadas: inc. 3) si, no obstante su irregularidad, el acto ha conseguido su fin
con respecto a todos los interesados o si el defecto no ha afectado los derechos y las
facultades de los intervinientes".
77
La regla opera “de jure”, de modo que cuando las partes no procedan
conforme a la ley, el acto se convalida, porque se presume que si no lo han hecho
oportunamente, renuncian a invocar el defecto.
Los supuestos de saneamiento del acto son tres: a) la renovación del acto; b)
la rectificación del error; y, c) el cumplimiento del acto omitido. La diferencia con
la convalidación es que el saneamiento opera de oficio o a petición de parte.
98
Ley Nª 7594 del 28 de marzo de mil novecientos noventa y seis.
99
Ley Nª 5377 del 19 de octubre de mil novecientos setenta y tres.
100
La NULIDAD es la sanción legal establecida para los actos que se realicen con inobservancia de las
garantías o las formas procesales y que causen un gravamen substancial al curso del procedimiento. La
sanción consiste en la declaración de ineficacia de un acto procesal, por defecto de alguno de sus
elementos esenciales, lo cual le impide cumplir con sus fines.
78
En primer lugar debe aclararse que las nulidades, como las conceptualizaba
el Código de Procedimientos Penales en el Libro I, Título VI, Capítulo VII, han
sido superadas por el nuevo Código de Rito, el cual estipula la Actividad Procesal
Defectuosa como un medio novedoso, que va más allá de un simple cambio de la
terminología, viniendo a sustituir el concepto de nulidad como sanción de los vicios
procesales.
101
Cfr. Artículo 499 del Código de Procedimientos Penales.
79
nacional ha expresado que no existe la nulidad por la nulidad misma, pues la forma
no es un fin en sí misma.
102
Cfr. Artículo 67 Código Procesal Penal.
103
Cfr. Artículos 12, 167 y 171 Código Procesal Penal.
104
Inobservancia o violación de derechos y garantías previstos en la Constitución, el Derecho Internacional vigente,
y normas expresas del propio Código Procesal Penal.
80
Son defectos relativos todos los demás actos procesales defectuosos que no
se encuentren conminados por la nulidad absoluta de manera expresa por una
norma.
105
Cfr. Artículos 167, segunda parte del Código Procesal Penal.
106
Ley Nª 7130 del dieciséis de agosto de mil novecientos ochenta y nueve.
81
histórica que deja de manifiesto que la nulidad debe estar precita en la ley para que
pueda ser declarada como tal.
107
Sistema númerus apertus. Así señalado por Artavia, (Sergio), Derecho Procesal Civil, Tomo II, editorial Dupas,
San José, Costa Rica, 2003, pp 120.
108
En este sentido ver VOTOS de la Sala Constitucional números 2765-92, 2408-96, 6828-93, 5507-00, 614-92,
2318-95 y 1146-95.
82
a.4.-) Principio de convalidación:
83
En ambos sistemas existe el principio general de que los actos
procesales no podrán ser valorados para fundar una decisión judicial ni
utilizados como presupuestos de ella sin la adecuada observancia de las
formas y condiciones previstas en la Constitución Política del Estado,
Convenciones y Tratados internacionales vigentes, la ley y los
reglamentos.
84
El plazo de ocho días que otorga el Código Procesal Civil para la
convalidación de un acto no es tal en penal.
85