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Colombia; tercer peor país del mundo en el manejo de la pandemia.

El presente escrito se basa en la crítica realizada por María Jiménez Desusan,


en la cual se plantea como pregunta base: ¿Por qué Colombia es uno de los tres
peores países del mundo en el manejo de la pandemia del coronavirus?, dejando
en duda las acciones que el gobierno a realizado con el fin de mitigar el impacto
que genera este fenómeno desde las diferentes variables o factores de análisis,
además, está acompañada por un grupo de expertos en los diversos temas que
son factores críticos de análisis y que hoy dejan a Colombia como el tercer peor
país del mundo, el segundo de Latinoamérica, después de México, en el manejo
de la pandemia causada por el Covid-19.

Inicialmente, es importante conceptualizar al lector, acerca de los coronavirus,


estos son un conjunto de virus que se descubrieron en los años 60, los cuales
provocan diferentes enfermedades en el sistema respiratorio, algunas pueden ser
leves, moderadas o graves, las infecciones respiratorias se presentan en todas las
personas especialmente en los adultos mayores y personas con enfermedades
crónicas, pero se pueden tratar de manera eficaz. El Covid-19/ SARS-CoV-2, es el
último de los coronavirus, y apareció a finales del 2019, cuando se dan a conocer
los primeros casos en la ciudad de Wuhan – China.

Este último ha generado un gran caos a nivel mundial, teniendo en cuenta que
el contagio de persona a persona ha sido continuo, causando cifras preocupantes
en la tasa de mortalidad en países como España, Estados Unidos, Francia, Brasil,
Ecuador y China, así mismo, ha ocasionado cambios en los hábitos de vida social
y económico en la gran mayoría de países de todo el mundo.

Colombia, no es ajena a este proceso, y hoy las consecuencias de esta


pandemia son alarmantes, pues las personas se han visto en la obligación de
generar cambios en sus hábitos de vida y cotidianidad de manera repentina y
abrupta como: la no asistencia a clases presenciales para los niños, niñas y
adolescentes inscritos en colegios y universidades públicos y privados, así como a
muchas de las empresas industriales, comerciales y de servicios parar su
operación, conllevando de esta manera a que los planteles educativos y
organizacionales diseñaran estrategias que ayudaran a continuar sus labores de
manera virtual desde la casa, disminuyendo notoriamente los niveles de
competitividad monetaria a en todas las empresas y en la economía nivel general.

Mediante el desarrollo de estos escenarios, Dussan y los expertos Diego


Rosselli, neurólogo del Departamento de Epidemiología Clínica y Bioestadística de
la U. Javeriana, Carlos Álvarez, infectólogo y coordinador nacional de estudios
clínicos de COVID-19 ante OMS, Claudia Vacca, farmarpidemiólogo y Fernando
de la Hoz, Epidemiólogo Departamento de Salud Pública de la Universidad
Nacional, identifican los roles que está afrontando el gobierno nacional para
controlar las consecuencias de la pandemia desde las diversas perspectivas, en
especial desde el tema de la salud, estudiando la administración de los recursos e
inversión en este sector específicamente, el cual es considerada la primera línea
de afrontamiento contra el virus. Y, además, se analizan los efectos de este
manejo, en los sectores de la educación, el industrial y comercial y en general
todas las leyes, decretos y proyectos de ley en “pro” de algunos grupos
económicos o de la comunidad en general.

Inicialmente la discusión se da por la falta de respuesta del gobierno en cuanto


a los cuestionamientos realizados por el acceso a la vacuna, pues actualmente no
hay una fecha clara de llegada de la vacuna a Colombia, y además, tampoco se
sabe cuál es la vacuna que va a llegar, pues hay diversas versiones que se han
ido dilatando y han perdido su veracidad a través de los días, dejando a los
colombianos en un umbral con respecto a esta situación.

En mi opinión el gobierno nacional desde el inicio de la situación no se ha


empeñado en estructurar una estrategia que sea viable y acorde a las
necesidades de todos los grupos económicos y a la población en general, en
especial con todo lo relacionado al sector salud, pues la baja disponibilidad de
camas UCI siempre fue una preocupación para toda la población mientras el
número de contagios y casos críticos se mantenía en aumento, el gobierno solo se
interesaba en conservar al sector productivo para no contraer más la economía y
no inmovilizó a la población con rigidez de tal forma que cuando se presentó una
tendencia hacia el aumento del número de casos positivos ya no se pudo reducir.

Las acciones del gobierno frente a este aumento acelerado de casos positivos
no consideraron las peticiones de los expertos del gremio de la salud, por el
contrario, formalizo al cuestionado inmunólogo: Manuel Elkin Patarrollo, como la
persona experta de generar las estrategias para mitigar los riesgos sanitarios y de
salubridad generados por la pandemia, causando gran polémica a nivel nacional y
global. Es preocupante, que los índices según Bloomberg, sean todos negativos, y
el gobierno no muestra el mayor interés en darle prioridad al problema más allá de
lo político y económico, logrando que la curva sea de pendiente positiva.

Y como era de esperarse, las cifras hablan por sí solas, hoy Colombia es un
país con un índice de mortalidad a causa del Covid-19 por encima de la media a
nivel global, la situación cada vez tiende a empeorar y no se ven soluciones
estructurales por parte del gobierno nacional, más allá de las ayudas mediáticas
que se proponen desde los gobiernos locales, quienes son los encargados en este
momento de controlar la crisis, con escasos recursos, con problemas de
corrupción y con una cantidad limitada de problemas propios de cada región,
buscan estabilizar la crisis económica reactivando sectores industriales y
comerciales, olvidándose totalmente de la gravedad de la situación, omitiendo los
juicios y conceptos de médicos expertos, de la academia y de la comunidad
científica. Pues han tomado esto como un problema político, y no hay garantías ni
apoyo para una adaptación social que permita una resiliencia mayor a la sociedad
en general y a las personas más vulnerables socioeconómicamente, y sobre todo
no hay claridad sobre las intenciones de la negociación que realizo el gobierno de
Colombia sobre las necesidades tecnológicas para contrarrestar el virus, entre
estos las vacunas, que por supuesto, implica que no hay vacunación masiva.

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