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La Política

La política es una actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un


grupo para alcanzar ciertos objetivos. También puede definirse como una manera de ejercer
el poder con la intención de resolver o minimizar el choque entre los intereses encontrados
que se producen dentro de una sociedad. La utilización del término ganó popularidad en el
siglo V A.C., cuando Aristóteles desarrolló su obra titulada justamente “Política”.

¿ La ideología Liberal?

La idea central del Liberalismo está constituida por la libertad del individuo, por
organizaciones democráticas y la economía de libre empresa. El movimiento liberal nació
en los siglos XVIII y XIX, durante la lucha entre la ascendente burguesía contra la sociedad
feudal, el poderío de la nobleza y de la Iglesia.
En suma, los principios del liberalismo derivan de la teoría del derecho natural y de los
innatos derechos del hombre. Esos principios constituyeron el fundamento de las grandes
revoluciones del siglo XVIII en Francia y América. Hasta hoy coinciden en substancia con
los principios de la democracia. El nombre de “liberar” surgió después de las guerras
napoleónicas y se originó en España, donde los integrantes del Partido Progresista se
denominaban “los liberales”. Liberal proviene del latín Libertas.

El liberalismo es una línea de pensamiento y de vida, no una táctica en el asalto del poder o
de las posiciones. Marañón expresa estos dos conceptos: a) El liberal es el hombre
dispuesto a entenderse con el que piensa de otro modo; b) El liberal no admite jamás que el
fin justifica los medios, sino que los medios justifican los fines.
El liberalismo consagra doctrinaria y prácticamente la libertad del hombre en todos sus
aspectos: público y privado, político o doméstico, social o individual, material o espiritual.
Afirma y garantiza la expansión de la personalidad y repudia la opresión. El liberalismo
aspira a emancipar al ciudadano de todas las cadenas.
Liberal es sólo aquel que se ve reflejado en sus semejantes, y quiere por tanto, para los
demás; la misma libertad que defiende para sí. El pensamiento liberal repudia tanto la
anarquía como la opresión. El liberalismo rechaza la licencia, el libertinaje y el desorden.
El liberalismo quiere la disciplina que es un resultado del equilibrio de los poderes
constitucionales, de la armonía que produce la libertad de todos y de cada uno. En el
liberalismo no hay categorías de ciudadanos que mandan y otros que obedecen. En el
liberalismo hay un respeto mútuo entre la autoridad y los ciudadanos, y de éstos entre sí.

¿En que consiste el liberalismo Paraguayo?

En la ciudad de Villarrica, en el mes de Febrero de 1887 se convocó a elecciones de


senadores y diputados. El 7° distrito electoral -Villarrica- tenía que proclamar sus
candidatos. Los hombres libres que repudiaban los métodos políticos arbitrarios y
violentos, se agruparon en la tarde del 19 de Diciembre de 1886, en un Club Político, bajo
la denominación de Club Popular

Acordó fundar un centro político con el objeto de propagar, por todos los medios, los
derechos que asisten a los hombres, defender lo que nuestra leyes nos acuerdan y lucha en
la medida de nuestras fuerzas por el triunfo de todas las causas justa del pueblo.

A fin de uniformar las ideas, en la conformidad de la formación de un Asociación que


responda a las grandes necesidades sentidas para la propaganda de los principios de un
buen gobierno y defensa de los comunes derechos y de las leyes de la Republica. Conforme
todos los presente sobre la bondad y justicia de la idea, se firmó por unánime voluntad un
acta provisoria, declarando la asociación política bajo la denominación de Centro
democrático

Don Eduardo Schaerer (1873-1941): 68 años de vida. Nació en Caazapá el 2 de Diciembre


de 1873. Fue Ministro del Interior en 1912, y Senador. En elecciones tranquilas es
consagrado Presidente de la Nación el 15 de Agosto de 1912, a los 38 años de edad. Fue el
primer Presidente Constitucional que pudo terminar íntegramente su período presidencial.
Con su compañero de fórmula -el Vicepresidente Dr. Pedro Bobadilla- constituye uno de
los Gabinetes más ilustres de la historia política del Paraguay, integrado por: Dr. José P.
Montero, en la cartera del Interior; Dr. Eusebio Ayala, en Relaciones Exteriores; Dr. Félix
Paiva, en Justicia e Instrucción Pública; Dr. Jerónimo Zubizarreta, en Hacienda; y Don
Manuel Gondra, en Guerra y Marina. Confía en la erudicción de Fulgencio R. Moreno las
negociaciones con Bolivia. En Villarrica se ensaya la Primera Escuela Rural Normal de la
República. Se conceden becas para estudiantes en el exterior. Se crea y organiza el Museo
de Historia Natural y el Jardín Botánico, en Santísima Trinidad. El alumbrado eléctrico se
instala y sus beneficios se extiende al transporte público. Se reinicia el pavimento de las
calles capitalinas, hasta ese entonces muy exiguo. El sistema Ferrocarrilero local empalma
con el de Buenos Aires, vía Posadas, a través de un Ferri-boats. Se firma con Argentina un
Tratado de Libre Comercio y Unión Aduanera, con gran ventaja para nuestro país.
Promulga la Ley de creación de la Escuela Militar -que abriría sus puertas al año siguiente-,
como asimismo, la que restablecía el servicio militar obligatorio. Así el Ejército Nacional,
tenía su natividad. Bajo su dirección nació “El Diario” periódico que hasta su desaparición
36 años después, fue la más alta expresión de las ansias cívicas y decano de la Prensa local.
Fueron sus compañeros, en la histórica aventura, Adolfo Riquelme, Gualberto Cardus
Huerta, Juan Francisco Pérez Acosta, Ramón Lara Castro, Felix Paiva, Cleto de Jesús
Sánchez, Alejandro Guanes y Adolfo Aponte. Habiendo retornado del exilio en Diciembre
de 1925 crea y da autoridad a un nuevo periódico, “La Tribuna”. Participó de la Revolución
de 1904, llegando a ser Jefe de plaza de Pilar. Fué Director de Aduana. En los primero
meses de 1908 fundó, con otros, la Cervecería Paraguaya en Puerto Sajonia. El mismo año
fue nombrado Intendente Municipal de la Capital. Numerosos colorados ocuparon
funciones de relevancia durante su Gobierno. Durante su Presidencia el país gozó de la
tranquilidad nacida del respeto mútuo entre Gobernantes y Gobernados, dentro de una
efectiva paz y convivencia nacional, ajenas al terror impuesto por los abusos del poder y sí,
dentro de los preceptos legales y constitucionales. Se crearon Escuelas normales rurales en
Villarrica, Encarnación, Barrero Grande y un curso pedagógico anexo al Colegio Nacional
de Pilar. Se fundó la Granja Agrícola de Ypacaraí, y se creó la Escuela Artes y Oficios para
niños huérfanos y abandonados. Respetuoso de la libertad de prensa durante su periodo,
aparecieron y funcionaron varios diarios, de todas las tendencias políticas, con amplia
libertad de información y sin censura tales como : “El Tiempo”, “El Colorado”, “La
Capital”, “El Nacionalista”, de tendencia colorada, “Rojo y Azul”, “Los Principios”, “El
Nacional” de tendencia opositora, “El Diario”, “El Enano”, “El Radical”, de tendencia
gubernista, “El Economista Paraguayo”, “El Imparcial”, independientes. Cabe a Don
Eduardo Schaerer el honor de haber sido el factor principal de la unificación total de la gran
familia liberal. Entre muchas otras de sus importantes obras de Gobierno, cabe citar:
inauguración del servicio público del tranvía eléctrico, inauguración del Hospital Militar,
amnistía general para todos los delitos políticos de la época de la anarquía, creación de la
Oficina de Cambio, sanción de una Ley Orgánica de los Tribunales, apertura y
funcionamiento de 1046 escuelas, creación de la Escuela Radiotelegráfica, la Sanción y
Promulgación del Código Penal, etc.

Don Eduardo Schaerer (1873-1941): 68 años de vida. Nació en Caazapá el 2 de Diciembre


de 1873. Fue Ministro del Interior en 1912, y Senador. En elecciones tranquilas es
consagrado Presidente de la Nación el 15 de Agosto de 1912, a los 38 años de edad. Fue el
primer Presidente Constitucional que pudo terminar íntegramente su período presidencial.
Con su compañero de fórmula -el Vicepresidente Dr. Pedro Bobadilla- constituye uno de
los Gabinetes más ilustres de la historia política del Paraguay, integrado por: Dr. José P.
Montero, en la cartera del Interior; Dr. Eusebio Ayala, en Relaciones Exteriores; Dr. Félix
Paiva, en Justicia e Instrucción Pública; Dr. Jerónimo Zubizarreta, en Hacienda; y Don
Manuel Gondra, en Guerra y Marina. Confía en la erudicción de Fulgencio R. Moreno las
negociaciones con Bolivia. En Villarrica se ensaya la Primera Escuela Rural Normal de la
República. Se conceden becas para estudiantes en el exterior. Se crea y organiza el Museo
de Historia Natural y el Jardín Botánico, en Santísima Trinidad. El alumbrado eléctrico se
instala y sus beneficios se extiende al transporte público. Se reinicia el pavimento de las
calles capitalinas, hasta ese entonces muy exiguo. El sistema Ferrocarrilero local empalma
con el de Buenos Aires, vía Posadas, a través de un Ferri-boats. Se firma con Argentina un
Tratado de Libre Comercio y Unión Aduanera, con gran ventaja para nuestro país.
Promulga la Ley de creación de la Escuela Militar -que abriría sus puertas al año siguiente-,
como asimismo, la que restablecía el servicio militar obligatorio. Así el Ejército Nacional,
tenía su natividad. Bajo su dirección nació “El Diario” periódico que hasta su desaparición
36 años después, fue la más alta expresión de las ansias cívicas y decano de la Prensa local.
Fueron sus compañeros, en la histórica aventura, Adolfo Riquelme, Gualberto Cardus
Huerta, Juan Francisco Pérez Acosta, Ramón Lara Castro, Felix Paiva, Cleto de Jesús
Sánchez, Alejandro Guanes y Adolfo Aponte. Habiendo retornado del exilio en Diciembre
de 1925 crea y da autoridad a un nuevo periódico, “La Tribuna”. Participó de la Revolución
de 1904, llegando a ser Jefe de plaza de Pilar. Fué Director de Aduana. En los primero
meses de 1908 fundó, con otros, la Cervecería Paraguaya en Puerto Sajonia. El mismo año
fue nombrado Intendente Municipal de la Capital. Numerosos colorados ocuparon
funciones de relevancia durante su Gobierno. Durante su Presidencia el país gozó de la
tranquilidad nacida del respeto mútuo entre Gobernantes y Gobernados, dentro de una
efectiva paz y convivencia nacional, ajenas al terror impuesto por los abusos del poder y sí,
dentro de los preceptos legales y constitucionales. Se crearon Escuelas normales rurales en
Villarrica, Encarnación, Barrero Grande y un curso pedagógico anexo al Colegio Nacional
de Pilar. Se fundó la Granja Agrícola de Ypacaraí, y se creó la Escuela Artes y Oficios para
niños huérfanos y abandonados. Respetuoso de la libertad de prensa durante su periodo,
aparecieron y funcionaron varios diarios, de todas las tendencias políticas, con amplia
libertad de información y sin censura tales como : “El Tiempo”, “El Colorado”, “La
Capital”, “El Nacionalista”, de tendencia colorada, “Rojo y Azul”, “Los Principios”, “El
Nacional” de tendencia opositora, “El Diario”, “El Enano”, “El Radical”, de tendencia
gubernista, “El Economista Paraguayo”, “El Imparcial”, independientes. Cabe a Don
Eduardo Schaerer el honor de haber sido el factor principal de la unificación total de la gran
familia liberal. Entre muchas otras de sus importantes obras de Gobierno, cabe citar:
inauguración del servicio público del tranvía eléctrico, inauguración del Hospital Militar,
amnistía general para todos los delitos políticos de la época de la anarquía, creación de la
Oficina de Cambio, sanción de una Ley Orgánica de los Tribunales, apertura y
funcionamiento de 1046 escuelas, creación de la Escuela Radiotelegráfica, la Sanción y
Promulgación del Código Penal, etc.

¿La Política liberal Contemporánea?

EL LIBERALISMO CONSERVADOR CONTEMPORÁNEO


Un breve repaso de la literatura actual sobre el liberalismo, tanto clásico como
contemporáneo, coloca a cualquier lector más o menos atento ante varias cuestiones
cruciales: ¿cómo entender el liberalismo?, ¿existió y existe aún hoy una tradición de
pensamiento político que pueda ser denominada como tal?, ¿por qué?, ¿cuáles son sus
elementos distintivos? Sin duda, ese mismo lector, a tenor de la multiplicidad de usos y
significados que se le asignan hoy día al término liberal y de la amplia variedad de
movimientos, pensadores, corrientes, partidos e instituciones que en distintas épocas y
países se han auto-denominado —o han sido denominados— liberales, podría inicialmente
concluir que no existe tal tradición. Sostendría así que el uso de los términos liberal y
liberalismo no genera más que confusión y engaño, y, en consecuencia, que han de ser
desechados por inadecuados e infructuosos. Pero, acaso con más razón, podría también
concluir que existen múltiples liberalismos posiblemente contradictorios y con escasos o
nulos vínculos entre sí. Se mostraría, por tanto, enormemente escéptico y diría que no
puede sostenerse con certeza la idea de que existe cierta unidad y coherencia en el interior
de la tradición política liberal. No será ésa, sin embargo, la perspectiva que aquí sostendré.
Es cierto que la multiplicidad de significados y usos que se atribuyen a los términos liberal
y liberalismo dificultan una comprensión adecuada de los mismos.

Como también lo dificulta el hecho de que partidos, instituciones o personas con muy
diversos pro-gramas y objetivos se autodenominen o sean denominados liberales. Ahora
bien, aceptando la existencia de diversos liberalismos y rechazando las posturas escépticas
a este respecto, defenderé aquí que esos liberalismos (clásicos o contemporáneos) están
relacionados entre sí por cierto aire de familia que les hace miembros de una misma
tradición y movimiento que, a pesar de su diversidad, pose en cierta unidad y coherencia.
Dicha tradición ha dominado el panorama intelectual y político desde el mismo momento
en que se constituyó y está estrechamente relacionada con la constante apelación a unos
mismos principios —pluralmente interpretados—, así como con la reiterada discusión en
torno a similares problemas

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